Pec de La Asignatura Iconografía y Mitología
Pec de La Asignatura Iconografía y Mitología
Pec de La Asignatura Iconografía y Mitología
CURSO 2018/19
Nombre y Apellidos:
ENRIQUE MARCOS PASCUAL
Dirección de correo electrónico (estudiante UNED):
Enriquemarcos65@gmail.com
Teléfono de contacto: 666547795
Centro Asociado en el que está matriculado: LA RIOJA
Nombre de su Profesor/a Tutor/a Enrique Martínez Glera
A- PARTE TEÓRICA COMENTARIO DE TEXTOS
Aby Warburg: “Arte italiano y astrología internacional en el Palazzo Schifanoia de
Ferrara”, en El renacimiento del paganismo. Aportaciones a la historia cultural del
Renacimiento europeo.
Warburg comenzará hablando del significado de la astrología y de su huella en
el desarrollo artístico de la pintura en el Alto Renacimiento. Va a intentar reflejar cómo
antiguos modelos de la antigüedad que han estado viajando de norte a sur y de Oriente a
Occidente viven o reviven y se transforman. Encuentra una influencia de la pintura
profana en el Quattrocento. Las imágenes tienen una violencia dramática que achaca a
la pervivencia de unas fórmulas patéticas que él denomina Pathosformeln. Teoría, la de
Warburg, sobre una empatía o proyección sentimental que tienen los artistas hacia unas
fórmulas emotivas de modelos anteriores. Dará cuenta de una psicología de la cultura o
de los pueblos a partir de imágenes, recuerdos, una memoria visual. Por medio del
seguimiento de ciertos detalles, que a priori pueden no parecer demasiado importantes y
con la ayuda del estudio de las fuentes escritas, podrá explicar las conexiones históricas
que caracterizan esta continuidad o renacer de los modelos mencionados. También
encuentra importantísimas las artes decorativas, son accesorios en movimiento que por
su carácter mueble van polinizando en su tránsito estas Pathosformeln. Hablará de cómo
los tapices de figuras flamencas sobre telas se introducen en los palacios y con ellos
todo este universo de ideas visuales. En el texto, que está extraído de una conferencia,
nos explica que en la Europa medieval del norte hubo un interés por la cultura clásica.
En el S. XII el monje Albricus desarrolla un tratado en latín para pintores de mitología
en que describe veintitrés dioses paganos que tendrá gran influencia, sobretodo en
Francia. También en 1541 se encuentran unas ilustraciones de siete dioses que se
relacionan con los siete planetas, claramente por un atractivo astrológico religioso. Esta
reminiscencia a las figuras clásicas, eso sí, vestidas a la moda en escenas
contemporáneas, se encuentra en los almanaques que gracias a la imprenta se han
conservado en xilografías que presentan a los planetas y sus hijos y que han tenido gran
contribución en el Renacimiento. Bien, pues el estudio de los frescos del Palazzo de
Schifanoia demuestra este proceso de transmisión del universo de las divinidades
antiguas de la Edad Media en el que hay una gran influencia de los dioses del Olimpo
que ha sido transmitida por los eruditos mitógrafos. Hay que sumar la influencia de las
doctrinas astrales y prácticas astrológicas que se conserva tanto literaria como
iconográficamente. Los doce frescos se disponen en tres bandas. En la superior los
carros triunfales con los dioses del Olimpo, en la inferior vemos actividades cortesanas
y en el centro cada uno de los signos del zodiaco alrededor una serie de figuras que
quiere demostrar que son el eco de tradiciones árabes, ptolemaicas y orientales que han
ido perdiendo la claridad de su forma griega. Dice que con toda seguridad sobre el
estrato de estrellas fijas griego se superpone en primer lugar un esquema de culto a los
decanos de origen egipcio, que después se le superpone otro con una transformación
mitológica de la India y que más tarde, por mediación Persa, pasa al mundo árabe. Por
último, y con ciertos residuos hebreos, desemboca en la cosmología monumental del
Renacimiento italiano. Así se formarán las treinta y seis enigmáticas figuras de la banda
central de los frescos de Ferrara que coincide en número con el antiguo sistema egipcio
de decanos. Es claro, también, que el orden en las representaciones proviene del
conocimiento de los poemas didáctico-astrológicos de Manilio (que datan de la época
imperial romana). La astrología planetaria de Ferrara se dispondrá según el orden que
Manilio estipula en uno de sus poemas y del que no se encuentran otras coincidencias.
Que el pintor Francesco Cossa representa a Venus, en uno de los frescos, según un
estricto programa de mitografía latina erudita que ya había advertido Albricus en su
libro mencionado. Por ejemplo, el reconocimiento de Venus en el fresco del mes de
abril es claro, ya que está acompañada de Amor y de las tres Gracias. Se encuentran
atributos que, aunque transformados, se relacionan indudablemente con ella. En el mes
de julio, gracias a una menor personalidad artística, se podrá vislumbrar más claramente
el programa iconográfico. Se le va a asignar la pareja Júpiter-Cibeles, a pesar de que por
la teoría planetaria de la antigüedad sería Sol-Apolo. Sin embargo vemos unas figuras
de unos monjes rezando que se relacionan con el ciclo de los hijos planetarios de Sol-
Apolo. Ya en el sur de Alemania en 1455 se encuentran vestigios de estos orantes entre
los“hijos del sol”en un verso astrológico. La seriedad con la que se revive el mito
bárbaro es manifiesta por la presencia de “Galli”y los coribantes. Sabemos que son ellos
por las tres sillas vacías que encontramos en primer término que representarían las
vacantes de Cibeles que menciona San Agustín. Pellegrino Prisciani fue el inspector
artístico, capaz de manejar elementos armónicos de la cosmología griega. Las fuentes
fundamentales las de Manilio, Abu Maschar y Pietro D’Abano.
Finalmente todo esto llegará a un Renacimiento más tardío en el que ya
Botticielli se atreverá a liberar a la diosa Venus del realismo medieval y de la práctica
astrológica. Warburg dirá, imitando a Platón, que los dioses de Grecia bailan círculos en
las esferas superiores ante esta personalísima creación de un nuevo estilo con la
antigüedad greco-latina resucitada. Warburg es original, vanguardista, pionero. Creó un
método que sirvió para el posterior estudio de esta incipiente disciplina que era la
iconología. Porque Warburg teoriza sobre las imágenes más que sobre el arte. En un
momento como el que estamos viviendo, en el que la fuerza de las imágenes es cada vez
mayor, Warburg no solo sigue siendo moderno, su lectura es de actualidad.
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