Salmo 60
Salmo 60
Salmo 60
CONTEXTO:
En el sobrescrito de este salmo se indica que el mismo fue escrito por David
durante sus guerras con los edomitas.
Este salmo nos da informes acerca del reinado de David que no aparecen en los
libros 1 y 2 Samuel ni en 1 y 2 Crónicas. Si bien el marco de este salmo se
encuentra en 2 Samuel 8, ese pasaje no hace referencia alguna al hecho de que
las fuerzas de David enfrentaron una gran resistencia (60.1-3) e incluso,
aparentemente, una derrota temporal. La verdad es que mientras más nos
acercamos a Dios, con más fuerza nos atacará el enemigo porque nos volvemos
una amenaza para su estilo de vida de maldad y egoísmo.
Salmo 60:2 Has hecho temblar la tierra, la has hendido; sana sus hendiduras,
porque se tambalea.
Salmo 60:3 Cosas duras has hecho ver a tu pueblo; nos has dado a beber vino
embriagador.
En lugar de vino de bendición, Dios les dio la copa de su juicio. El rechazo de Dios
intentaba llevarlos de nuevo hacia El.
Salmo 60:4 Has dado un estandarte a los que te temen, para que sea alzado por
causa de la verdad. (Selah)
La bandera era un símbolo confiable para la defensa de la verdad que poseía
Israel en medio de un mundo pagano e ignorante.
Salmo 60:5 Para que sean librados tus amados, salva con tu diestra, y
respóndeme.
Salmo 60:6 Dios ha hablado en su santidad: Me alegraré, repartiré a Siquem, y
mediré el valle de Sucot.
En su santuario : Frase que introduce un mensaje profético (Amos 4:2), el cual
reafirma la posesión de la tierra por Israel, así como su victoria sobre sus vecinos.
Salmo 60:7 Mío es Galaad, mío es Manasés, Efraín es el yelmo de mi cabeza,
Judá es mi cetro.
Salmo 60:8 Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom arrojaré mi zapato;
clama a gritos, oh Filistea, a causa de mí.
David mencionó a las naciones enemigas que rodeaban a Israel. Moab estaba
directamente hacia el este, Edom hacia el sur y Filistea hacia el oeste. En el
momento en que David escribió este salmo, peleaba contra Siria en el norte. A
pesar de que estaba rodeado de enemigos, David confió en que Dios lo ayudaría a
vencer.
conclusión:
Una vez demostrado el hecho de que no se puede esperar una ayuda humana
que resulte fiable, Dios restaurará a sus fieles seguidores. Y esto ha sido y será
una realidad en todas las épocas de la historia. Aunque los creyentes se
encuentren acosados por enemigos o agobiados por las difíciles situaciones
creadas en su contra, o incluso por el pecado, Dios les liberará y los restaurará.
Estimado oyente, esta verdad claramente enseñada en las Sagradas Escrituras
constituye la esperanza para todos aquellos que hemos confiado en el Señor
Jesucristo como Salvador. ¿Es ésta también su esperanza?
Es probable que las cosas no vayan bien para ti en este momento. Puedes incluso
preguntarte si Dios aún está a tu lado y si aún sigue trabajando en Sus propósitos
para contigo. Pero ¿a dónde puedes acudir en busca de ayuda? Deja que tus
sentimientos de rechazo y abandono sean suplantados por la seguridad de que,
en el fragor de la batalla personal, Dios te está llamando a Su estandarte, Él está
agitando Su poderoso brazo derecho sobre tus circunstancias. Él realmente pone
un canto de victoria en tu boca, y ya puedes empezar a cantar ese himno, pues la
victoria es segura.
Si Cristo es nuestro, todas las cosas, de una manera u otra, serán para nuestro
bien eterno. El hombre que es una nueva criatura en Cristo, puede regocijarse en
todas las preciosas promesas que Dios ha dicho en su santuario. Sus actuales
privilegios y las influencias en santificación del Espíritu, son seguras arras de la
gloria celestial. David se regocija en la conquista de las naciones vecinas, que
habían sido enemigos de Israel. El Israel de Dios por medio de Cristo son más que
vencedores. Aunque a veces piensan que el Señor los ha desechado, sin
embargo, les traerá a la ciudad fortificada en el último. La fe en la promesa nos
asegura que es la buena voluntad de nuestro Padre que nos dé el reino: Pero
todavía no están hechos conquistadores completos, y ningún creyente verdadero
abusará de estas verdades para disfrutar pereza, o la vana confianza. La
esperanza en Dios es el mejor principio de la verdadera valentía, por lo que
necesitan las personas que tienen miedo a Dios de su lado? Todas nuestras
victorias son de él, y mientras que los que voluntariamente se someten a nuestro
Rey ungido compartirán sus glorias, todos sus enemigos serán puestos bajo sus
pies.