Lo Eterno Humano y El Infinito
Lo Eterno Humano y El Infinito
Lo Eterno Humano y El Infinito
Por
UNO
La Cúpula: Vida programada, humanos funcionales
TRES
Empiezo a comprender la evolución de la antigua Tierra.
CUATRO
¿Dios, poemas, parábolas, amor, erotismo...?
SEIS
¿A qué nos llevan los padres fundadores?
SIETE
Dos súper memorias y perceptoras científicas y dos Hembras completas
en un solo Robot
OCHO
Los sueños del viajero
NUEVE
La información de los siglos abruma y me reta
Revisó muy someramente los mapas de ruta y los controles, todo estaba
normal. Pulsó los controles de la maravillosa mujer robot para que no leyera
su pensamiento, ni captara sensaciones, la programó de nuevo en modo
vigilancia y se sentó a evocar, a tratar de entender el largo y extraño sueño, a
meditar sobre su significado en contraste con su actualidad, fuese como
explorador espacial tipo I selecto, o fuese en cuanto al modo de hacer vida en
el hábitat de la cúpula.
Rato después “escribía”, en lenguaje mental transmitido a un espacio
protegido de memoria en sus notas de reflexiones privadas del viaje:
—Definitivamente es cierto lo de ciertas fallas en mi análisis de
restructuración de memorias e informaciones en mi carga genética y mis
células cerebrales, que me advirtió el Gran Coordinador Supremo, y creo que
están más allá del límite del margen de tolerancia que es aceptado entre los
humanos nivel I de la cúpula. Debo cuidarme de no evidenciar mis
sensaciones, sentimientos, percepciones. De expresar nada con algún indicio
de humano de las viejas eras de la Tierra pues podría llevarme a ser sometido a
otra evaluación.
—En viaje mental o sueño o como se llame, fui a unos siete u ocho siglos,
de la Tierra en tiempos DC, a otros tantos en tiempo AD, antes del gran
desastre. Es algo inaudito, y tendré que investigar si en este lugar del cosmos
existen condiciones energéticas especiales que induzcan esos viajes, o si es
algo que mis memorias genéticas hayan sido estimuladas por las inquietudes
sobre las sensaciones y sentimientos que he venido experimentado por lecturas
que he venido haciendo de poemas, textos de todo tipo e imágenes de los
procesos sufridos en la Tierra antes del gran desastre.
—Pude detectar, o creí haberlo hecho en el sueño, los viejos orígenes de
mis apellidos, uno polaco y otro español. Curioso que esos con los que me
identifico ahora en la cúpula marciana, sean los mismos de tanto tiempo atrás,
pero parece que los sueños permiten transposiciones de tiempos y lugares.
Como si realmente el espacio tiempo cósmico permitiera que parte tuya
estuviese a muchos años atrás, y otra forma tuya a la vez se moviera en este
tiempo presente. ¿Será nuestro cerebro u otro elemento, quizás eso que antes
llamaban alma o espíritu, capaz de realizar esos comportamientos cuánticos de
nuestros neutrinos o partes atómicas?
—Pude entender, además es que lo sentí y lo recuerdo vivamente, el amor
de madre, la familia, y la alegría de un niño que fui. Todo tan distinto de lo
que se practica ahora en la cúpula, donde uno no conoce a la humana
reproductora, que fecundó un semen, pre programados y pre seleccionados
ambos padres en la súper máquina seleccionadora. Donde la niñez pasa muy
rápido en juegos con otros niños sin que sintamos diferencias de niveles,
aceptando como naturales las funciones y tareas que corresponden a cada
nivel, donde a diario se nos va moldeando, evaluando nuestra evolución según
habilidades y destrezas, y metiéndonos en los límites programados esperados
según los cálculos de la gran máquina central. Esa enorme presencia en toda la
cúpula, que, para el caso, es la que, antes de que nazcamos, procesa
potenciales genéticos de los generados entre un humano y la hembra
procreadora que fue asignada al padre biológico seleccionado, salvo cuando la
hembra es fecundada por inoculación de semen guardado de antiguos humanos
que tuvieron ADN especiales para ciertas funciones.
—Vi la fecha, 1961, ¡Tantos siglos antes del gran desastre! Era yo en el
sueño quien sentía ese deseo, esa emoción, ese placer tan profundo del amor
hacia una mujer a la que le decía esposa. Algo que tampoco conocemos en la
cúpula, que copulamos con otra humana sólo para generar otros humanos
clasificados por tipos I, II o III según su función y previsible destino, donde
cada quien vive solo en su habitáculo, aunque pueda recibir otros como
nosotros, así como las figuras holográficas 5D de dimensiones palpables y
comportamientos reales cual humanos, sean hombres o mujeres científicas, en
los casos de discusiones y refinamientos científicos o técnicos. Relaciones con
semejantes, vacías de afecto, vacías de lo que pudiera parecerse a lo que estoy
empezando a entender que se comprende dentro del concepto que encierra la
palabra Amor.
—Al casi pasar la vida sumergidos entre las ciencias y técnicas, al solo
poder rescatar desde la nube en el exterior, en los campos de memoria de
algunas naves como la mía y las de otros anteriores padres fundadores o
miembros de los Grandes Consejos, todo lo anteriormente bueno o malo según
se convenga por esos miembros, al someterte a vivir en espacio cerrado solo
con algo de la antigua naturaleza vegetal biológica básica y un poco, casi una
muestra de la más compleja, que antes existió en la Tierra, al vivir esa
pretendida extensión de sobrevivencia del humano en tales condiciones,
parece que se está logrando o pretendiendo lograr la separación del individuo
del Universo. Pero es que somos parte del Universo y, por tanto, al vivir así
estamos condenados a algo muy cerca de la nada.
—Los padres fundadores han creado algo como parecido a las antiguas
religiones que contribuyeron al gran desastre. Mantener dogmas, Fe en lo que
se dice es dictado por lo superior. Creo que, en breves lecturas recientes, leí
de un importante pensador del siglo XX DC de la Tierra, llamado Alan Watts
una afirmación estremecedora por su gran fuerza. Decía que la religión es
matar el intelecto y que la verdadera Fe, es hacia lo desconocido hacia la
curiosidad, hacia la fuerza del individuo para conocer e integrarse con el
Universo.
—Por otra parte, doy razón a los padres fundadores. Mantener a cada
individuo relativamente aislado, con sus contactos grupales o con otros, pre
programados, todos con conceptos y sentimientos y sensaciones bien sea
eliminados totalmente, o bien, en muy selectos casos, apenas mantenidos en
las memorias o información de células, y átomos de ellas. Así se permite una
coexistencia sin deseos de poder, sin rivalidades, sin odios, sin pasión, sin
amor. Una agrupación social eficiente cercana al óptimo funcional.
— Parecería que los padres fundadores cuando estudiaban y
experimentaban en su propia vida las formas de evolución, antagonismos, y
tensiones de las sociedades terrícolas donde les tocó vivir, se hubieran basado
en una sentencia de aquel gran mago o psicólogo, que yo he leído
recientemente C. Jung, que dice algo parecido a una sociedad humana muy
grande, aunque sea formada por seres excepcionales, es equivalente en
inteligencia y moral a un animal salvaje torpe incontrolable. Lo que, por lo
demás, se demostraba en la historia de los anteriores 15000 años de la Tierra.
De modo que, eliminando religiones, creencias, doctrinas, tabúes, sentimientos
y ansias de dominio sobre el entorno natural o humano, de los individuos y sus
organizaciones políticas, manteniendo sólo una fe en la ciencia y en la técnica
y una conducta homogénea sin sentimientos derivados del amplio concepto de
Amor, se podría vivir y perdurar sin lo contradictorio y pugnaz de lo
acontecido en la Tierra.
DIEZ
Trabajos y diversión terminan en pasión
ONCE
El Largo viaje: millones de años vistos en mi tiempo real
DOCE
La herencia genética pugna por salir
TRECE
El shock de mis apellidos y mis orígenes étnicos
CATORCE
El humano programado es un ser incompleto
QUINCE
Las terribles dudas de un revolucionario sensato
DIECISEIS
Dos siglos y medio después. Alejo vive
FIN