Modernismo Frente A 98 PDF
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Vizoso
“engaño, ficción”. Ahora bien, un engaño determinadas clases de estructuras
(una mentira) supone una intención. Es argumentales narrativas que determinan el
decir, que si se consideran todas las significado de dichos textos históricos y, de
implicaciones que tiene aquí la palabra ahí, el significado de nuestra representación
invención, se infiere necesariamente una de la historia. Pero Hayden White va mucho
voluntad de engaño, un intento de ocultar o más allá al afirmar que “our explanations of
por lo menos de alterar algo. Pero ¿qué? historical structures and processes are thus
¿Unas circunstancias históricas? ¿Una determined more by what we leave out of
realidad literaria? ¿La importancia de unos our representations than by what we put in”
nombres, de unas obras, de unos gestos? A (“nuestras explicaciones [las de los
ello se trata de dar aquí respuesta. historiadores, entre los que ella se incluye]
Lo cierto es que si se toma como de las estructuras y procesos históricos están
punto de partida la afirmación de Ricardo de este modo determinadas más por lo que
Gullón, así como el significado de la palabra dejamos fuera de nuestras representaciones
“invención”, entonces hay que intentar que por lo que ponemos en ellas”; 401-02).
dilucidar qué intenciones podían ocultarse Es decir, que lo que se deja fuera de la
detrás de ese “engaño”, detrás de la historia, lo que no se cuenta, es una parte
elaboración de esa “ficción”. De hecho, la tan esencial de la estructura del significado
palabra “invención”, usada por el de la historia como lo que está dentro de la
benemérito crítico asturicense, recuerda, en misma.
este contexto, la palabra y el concepto de Resulta evidente que si se aceptan
emplotment o “entramamiento”, usado por estas ideas acerca del modo en que se escribe
Hayden White en su análisis crítico de los la historia en general, tendríamos que
textos históricos. White define este término aceptarlas en el caso particular o derivado
en relación con el proceso de producir de la escritura de la historia literaria, que,
crónicas históricas (meras relaciones de aun cuando se trata de un fenómeno con
datos y de sucesos en orden cronológico) características muy específicas y peculiares,
como una operación de manipulación que entra dentro del primero. De hecho, si se
transforma esas crónicas en ficciones examina con un poco de atención, y a la luz
narrativas (397). El relato histórico así de estas teorías, la historia literaria del
configurado es a la “realidad” de los hechos período aquí considerado, se verá que la
tal como aparecen en las crónicas, lo que es “invención” de la generación del 98 es un
el récit al discours, según la teoría caso claro de emplotment, si bien esto no es
narratológica de Génette. Lo importante es lo realmente significativo, porque, como
que esta operación de emplotment permite al afirma Annete Kolodny en la primera de sus
historiador adaptar los relatos históricos a premisas, “Literary history (and with that,
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the historicity of literature) is a fiction” ‘La escrutinio del tratamiento de este concepto
historia literaria (y, con ello, la historicidad por los lexicógrafos de la Real Academia
de la literatura) es una ficción’ (504). Es decir Española para hacernos una idea de la
que, como todo relato histórico, también la lentitud de este proceso. En efecto, el
historia de la literatura estaría manipulada Diccionario de la Lengua de la RAE, en su
como una ficción narrativa, y, por tanto, no edición de 1899, establece la siguiente
sólo en función de ciertas “intenciones” definición del vocablo “modernismo”: “m.
argumentales que condicionarían su Afición excesiva a las cosas modernas con
significado final, sino también de los menosprecio de las antiguas, especialmente
específicos condicionantes retóricos que en artes y literatura”. A su vez, en la entrada
gobiernan la naturaleza y funcionamiento correspondiente al adjetivo derivado
de la ficción narrativa. La historia de la “modernista”, define el vocablo así: “adj.
literatura no puede escapar a una condición Perteneciente o relativo al modernismo. Apl.
que sería inherente a su naturaleza de relato a pers., ú. t. c. s.”. Estas definiciones se
histórico. Pero, en cualquier caso, lo que mantienen en la edición del DRAE de 1914,
interesa es saber exactamente lo que, en y también en la correspondiente a 1925, sólo
palabras de White, “se deja fuera”, lo que se que en este último caso se añade, a la primera
ha desplazado u omitido para que una de ellas, un término más, el de “religión”
particular ficción histórica tenga un para ampliar el radio de acción de la
significado concreto. Es decir, volviendo al “afición a lo moderno”: “[…] especialmente
tema de este trabajo, lo que nos interesa en artes, literatura y religión”. Y sin ya más
saber es lo que la generación del 98 tiene que cambios, se recoge esta acepción en las
“dejar fuera” para que dicho fenómeno ediciones sucesivas de 1927, 1936, 1939,
signifique lo que significa: el Modernismo. 1947 y 1950. En la edición de 1956 sigue
Una deconstrucción del modelo igual, sólo que ahora desaparece de nuevo
generacional del 98 pondría al descubierto la palabra “religión” y se añade una segunda
la forma en que la llamada generación del acepción, que reza como sigue: “¶ 2. Relig.
98 tiene que ser necesaria y artificialmente Cúmulo de errores religiosos propalados
“separada” del Modernismo para que la como conquista de la ciencia moderna,
construcción de ciertos ideales literarios y basados en el agnosticismo y subjetivismo
culturales se lleve a cabo, y cuál es la kantianos, en el pragmatismo y la exégesis
mecánica ideológica con que se logra dicha bíblica racionalista; fue condenado por Pío
separación. X en 1907 (Encíclica Pascendi)”. O sea, que
La revalorización del Modernismo la Real Academia Española ya se había
peninsular es un hecho relativamente enterado por fin, medio siglo después de la
reciente. Bastaría realizar un sencillo aparición de la encíclica del papa, de la
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existencia del modernismo religioso, pero y la generación del 98. Había que evitar “esa
seguía ignorando el literario. Así continúa confusión de nombres que responde a una
en 1970, con una enmienda en que se confusión de conceptos” (Salinas 53); había
reelabora un poco la redacción de esta que distinguirlos muy bien; hacer que “las
segunda acepción de la palabra. Por fin, en diferencias de matiz” (ídem), fuesen
1984, a casi cien años de su aparición, la diferencias sustanciales, inasimilables, de
Real Academia Española acaba admitiendo solubilidad imposible. Esas diferencias, en
la existencia del movimiento literario el sentido saussureano de la palabra, son las
modernista, y amplía las dos acepciones que permitirán paradójicamente la
anteriores de la palabra añadiendo una construcción o caracterización
tercera. Esta tercera acepción reza como (“invención”, en palabras de Ricardo
sigue: “¶ 3. Movimiento literario que, en Gullón) de la llamada generación del 98. El
Hispanoamérica y España, entre finales del valor de este término en el sistema de la
siglo XIX y principios del XX, se caracterizó literatura española va a depender por entero
por una voluntad de independencia artística, y desde el principio de su “oposición” al
la creación de un mundo ideal de Modernismo.
refinamientos, innovaciones del lenguaje, Cuando Azorín “inventa”—para
especialmente rítmicas y una sensibilidad seguir usando la palabra—esa “generación
abierta a diversas culturas, sobre todo a la fantasma de 1898”, como la califica Pío
francesa”. El camino ha sido largo, y además Baroja (1241, énfasis añadido), y establece
de su intolerable demora, el reconocimiento la nómina de escritores que la componen,
llega precisamente cuando la consolidación su probidad intelectual lo lleva a incluir en
del modelo generacional del 98 ya es un dicha relación a Rubén Darío, consciente
hecho absolutamente irreversible. de la profunda influencia que en la literatura
El proceso de reconocimiento del española del momento había ejercido y aún
Modernismo peninsular se muestra, así, ejercía en 1913 el gran poeta nicaragüense:
como una anomalía de nuestra “Hombres de la generación de 1898 son
historiografía literaria, que en cierto modo Valle-Inclán, Unamuno, Benavente, Baroja,
consiguió hacer de él un fenómeno Bueno, Maeztu, Rubén Darío” (Ensayos
periférico, superficial, efímero y de escasa 997). La crítica posterior, que se apropia
relevancia histórica frente a un fenómeno enseguida de la denominación de Azorín,
de mayor “hondura”, y más representativo se apresura en cambio a “limpiar” esa lista
del alma misma de España como fue la del indeseable—indeseable para el objetivo
generación del 98. Lo cierto es que la crítica de crear una generación puramente
española se preocupó muy pronto por española, nacida de dentro, sin influencias
deslindar las diferencias entre Modernismo extrañas—elemento hispanoamericano.
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otros modernistas por hacer una América preocupado por los problemas de España,
distinta, por repensarla y reconstruirla sobre tal como aparece retratado en estos versos
otras bases que las del pensamiento de Antonio Machado, significativamente
positivista de la segunda mitad del siglo inspirados por Azorín:
XIX. Por el contrario, Salinas denuncia
la invasión de la literatura modernista en Sentado ante la mesa de pino, un ca-
ballero
la península —que “desembarcó
escribe. Cuando moja la pluma en el
imperialmente en España personificad[a] en tintero,
Rubén Darío” (55, énfasis añadido) — y dos ojos tristes lucen en un semblante
la califica de “literatura de los sentidos, enjuto.
trémula de atractivos sensuales, El caballero es joven. Vestido va de
luto.
deslumbradora de cromatismo” (55). En [............................
ella sólo es posible encontrar “sonoridad”, ...]
“alegría colorinesca”, “visos y relumbres” La tarde se va haciendo sombría. El
(55). Es decir, adorno y apariencia, una enlutado,
la mano en la mejilla, medita
belleza tan seductora como superficial y ensimismado. (544)
vana. El Modernismo, en suma, es “una
literatura jubilosamente encarada con el Por otro lado, la figura del poeta modernista
mundo exterior, toda vuelta hacia afuera” sería más bien la imagen de una mujer
(55). exótica, debilitada por la neurosis y por una
Nótese, además, cómo toda esta hiperestésica sensibilidad que está siempre
caracterización apunta, por encima de a flor de piel: la imagen, por ejemplo, de la
todo, a subrayar el carácter femenino, o “princesa” extranjera del poema
cuando menos, afeminado, del “Sonatina”, de Rubén Darío. Así, mientras
Modernismo. Es decir, que la literatura el sesudo caballero castellano, todo trajeado
modernista ha sido marcada por el signo de negro, del poema machadiano medita en
mujer, con una evidente intención los graves problemas que aquejan a España,
rebajadora por parte de la crítica que se la forastera princesa modernista, ajena a tan
ocupó de ella en un principio, a efectos de hondas preocupaciones, “persigue por el
marginar su presencia en el proceso y la cielo de Oriente / la libélula vaga de una
historia de la literatura española y, vaga ilusión” (Darío 556). Podrían citarse
paralelamente, de mermar su importancia muchos otros ejemplos. Los siguientes
y repercusión en ellos. Se diría que, por versos del otro Machado, Manuel,
un lado, se va fraguando la figura central presentan un afilado contraste con los de su
del hombre del 98, un “caballero” ascético, hermano menor. Pertenecen al poema
meditativo, serio, y hondamente “Adelfos”:
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realidad, algo que se ha estado intentando definidas. Y es lo que el Modernismo propone
ocultar desde hace tanto tiempo, lo que de revolucionario en este preciso momento,
originalmente estaba en el centro de la vida lo que explica la virulencia tremenda de un
cultural española de aquellos momentos, antimodernismo tenacísimo que a la postre
a saber: la profunda revolución que en los acabó ganando la batalla. Como ha dicho Lily
modos de pensar y de escribir estaba Litvak, si el Modernismo se hubiese reducido
llevando a cabo el Modernismo. a una mera renovación formal de la poesía,
Porque desde la llegada de Rubén la crítica no hubiera reaccionado tan
Darío a Madrid, en enero de 1899, un hostilmente. La violencia de esta respuesta
primer grupo modernista liderado por él revela que en realidad el Modernismo
intentaba llevar a cabo algo más
está librando una durísima batalla contra el
importante: un cambio de fondo y no sólo
medio literario imperante en la capital de forma, y presentaba una nueva escala
española: la batalla por una renovación de valores que iban más allá de la poesía.
radical del lenguaje literario y las ideas (397)
estéticas dentro del árido panorama de la Es por eso que no podemos conformarnos
literatura española del momento. Y no es con la visión histórica que se ha dado del
en absoluto una metáfora: las Modernismo como el de un grupúsculo de
descalificaciones llegaban con frecuencia a poetas, versificadores superficiales cuyas
lo personal, y derivaban en el insulto y el creaciones son de escaso valor, voces
duelo a muerte. No es por casualidad que epigonales que seguían como una extraña,
Manuel Machado titula un libro en defensa y a veces estrafalaria, tribu a Darío, tachados
de los modernistas La guerra literaria (1913). de afeminados y decadentes, cuando no
Como señala Lily Litvak en uno de sus directamente de pervertidos y homosexuales
ensayos, “una de las características más (Litvak 408-09).
notables de la crítica antimodernista es su Los conceptos de “horizonte de
virulencia” (397). expectativas” y de “distancia estética”
Con esto no se pretende afirmar aquí desarrollados por Hans Robert Jauss en
que no hubiera habido antes un conjunto de “Literary History as a Challenge to Literary
loables impulsos de renovación formal y Theory” nos podrían ayudar a entender el
temática, de nuevas aspiraciones estéticas, de problema de la aparición del Modernismo
inquietudes espirituales y de ideales políticos en España en el paso del siglo XIX al XX.
y sociales; todo esto estaba flotando en el aire La idea esencial es que, en el proceso de
de España desde hacía una década por lo recepción de las obras literarias, en toda
menos. Pero sólo a partir de entonces, con la época existe un determinado horizonte de
bandera del Modernismo, todas esas ideas expectativas, definido por Jauss como el
adquieren una dirección y una intención conjunto de toda la experiencia literaria —
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una diatriba terrible contra el Modernismo Althusser (239-43). Los ingenieros culturales
y los modernistas. Obras como La golfemia del franquismo, en un principio—es el caso
(1900), de Salvador María Granés, Mater de Laín Entralgo—ignoraron o desplazaron
dolorosa (1904), de Leopoldo Cano y Masas, a la periferia de la historia literaria al
o el popularísimo Tenorio modernista (1906), movimiento modernista, ya que la hibridez
de Pablo Perellada (más conocido por su ideológica y el mestizaje cultural que
pseudónimo de Melitón González), llevaron aportaba chocaban de plano con el intento
a los escenarios teatrales la polémica y la de las nuevas autoridades por echar raíces
batalla contra los modernistas, que son en el concepto de las esencias eternas de
caricaturizados salvajemente, y tratados España, y porque su literatura, tildada de
como un puñado de golfos indeseables, de frívola, artificiosa y evasiva, no convenía a
alucinados y de homosexuales. Todavía en la gravedad de los problemas que aquejaban
1941, cuando intentaba afanosamente al país y que, a la postre, habían originado
congraciarse con las autoridades la contienda civil. Los hombres del 98, con
franquistas, en unos recuerdos de la vida su obsesión por España, en cambio, ofrecían
madrileña del 900, Azorín se acordaba de una tierra abonada para la construcción de
“las chanzas frívolas que el llamado ese aparato.
‘modernismo’ inspiraba” (Madrid 130). En ese proceso hay un segundo
Como conclusión se podría decir que momento, en que se ve la utilidad de usar el
los críticos que, durante las primeras décadas Modernismo como contraste, al objeto de
del franquismo, desarrollaron teóricamente, dotar a los componentes de la generación
a partir de Azorín, el concepto y la del 98 de la unidad de propósito y de estilo
genealogía de la generación del 98, lo de la que obviamente carecen y resolver así—
hicieron mediante un emplotment o o por lo menos desviar y atenuar la atención
entramamiento de los diversos elementos a ellas—las contradicciones internas que
que les ofrecía el análisis de la realidad presenta el modelo. Se crea así la infundada
cultural del período estudiado, pero oposición binaria de Modernismo / 98,
condicionado y mediatizado por el intento binarismo que tiene la virtud de reforzar y
de crear una realidad histórica que dar más nitidez a perfiles que antes
respondiera a los intereses ideológicos de las aparecían más borrosos o desvaídos. Es el
nuevas autoridades que gobernaban el país. caso de Pedro Salinas o de Díaz-Plaja. El
De este modo, la historia de la literatura del modelo de la generación del 98 sale así
período se transformaba en algo así como fortalecido de esa comparación, donde el
uno de esos ideological State apparatuses Modernismo queda rebajado a fenómeno
(“aparatos ideológicos del Estado”) foráneo, tropical, inasimilable a las esencias
definidos en la teoría marxista de Louis del ser español, y por ello efímero y
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tenidas en cuenta por la crítica actual a la noventa y ocho. Una introducción a la
hora de afrontar la lectura, o, mejor dicho, literatura española del siglo XX. 2ª ed.
la relectura del período en cuestión. Parece Madrid: Espasa-Calpe, 1966.
evidente que—a la luz de todo lo dicho hasta Gullón, Ricardo. “La invención del 98”.
ahora—lo que vemos actualmente de dicha Mainer 41-44.
época no es realmente más que la punta del Henríquez Ureña, Max. Breve historia del
iceberg. Oculta durante muchos años a los modernismo. 2ª ed. México: FCE,
sondeos de la crítica, hundida en el océano 1962.
de una, salvo pocas excepciones, general Jauss, Hans Robert. “Literary History as a
indiferencia—cuando no abierta repulsa— Challenge to Literary Theory”.
, flota a su suerte la parte sumergida, que Critical Theory Since 1965. Ed. Hazard
ahora empieza poco a poco a revelarse Adams y Leroy Searle. Tallahassee:
como uno de los momentos más Florida State UP, 1986. 164-83.
apasionantes, importantes y ricos de la Kolodny, Annette. “Dancing Through the
historia de la literatura española. Minefield: Some Observations on the
Theory, Practice, and Politics of a
Obras Citadas Feminist Literary Criticism”. Critical
Althusser, Louis. “Ideology and Ideological Theory Since 1965. Ed. Hazard
State Apparatuses”. Critical Theory Adams y Leroy Searle. Tallahassee:
Since 1965. Ed. Hazard Adams y Florida State UP, 1986. 499-512.
Leroy Searle. Tallahassee: Florida Laín Entralgo, Pedro. La generación del 98.
State UP, 1986. 239-50. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1947.
Azorín (José Martínez Ruiz). Ensayos. Vol. Litvak, Lily. “La idea de la decadencia en
2 de Obras escogidas. Madrid: Espasa la crítica antimodernista en España
Calpe, 1998. (1888-1910)”. Hispanic Review 45
—. Madrid. Madrid: Biblioteca Nueva, (1977): 397-412.
1941. Machado, Antonio. Poesía y prosa. Vol. 2.
Baroja, Pío. “La influencia del 98”. Obras Ed. Oreste Macrí. Madrid: Espasa-
completas de Pío Baroja. Vol. 5. Calpe, 1988.
Madrid: Biblioteca Nueva, 1948. Machado, Manuel. Alma. Ars moriendi. Ed.
Baroja, Ricardo. Gente del 98. 1935. Obras Pablo del Barco. Madrid: Cátedra,
selectas de Ricardo Baroja. Madrid: 1988.
Biblioteca Nueva, 1967. 31-157. Mainer, José Carlos, ed. Modernismo y 98.
Darío, Rubén. Poesías completas. 10ª ed. Barcelona: Editorial Crítica, 1980.
Madrid: Aguilar, 1967. Vol. 6 de Historia y crítica de la literatura
Díaz-Plaja, Guillermo. Modernismo frente a española. Ed. Francisco Rico. 8 vols.
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Divergencias. Revista de estudios lingüísticos y literarios. Volumen 6 Número 1, Verano 2008.
1980-92.
Salinas, Pedro. “El problema del
modernismo en España o un
conflicto entre dos espíritus”. Mainer
53-63.
Valera, Juan. Obras completas. Vol 3. Madrid:
Aguilar, 1958.
Welleck, René, y Austin Warren. Teoría
literaria. Trad. José María Gimeno.
4ª ed. Madrid: Gredos, 1981.
White, Hayden. “The Historical Text as
Literary Artifact”. Critical Theory
Since 1965. Ed. Hazard Adams y
Leroy Searle. Tallahassee: Florida
State UP, 1986. 395-407.
Zamora Vicente, Alonso. “Nuevas
precisiones sobre Luces de bohemia”.
Bohemia y literatura. De Bécquer al
Modernismo. Ed. Pedro M. Piñero y
Rogelio Reyes. Sevilla: Universidad
de Sevilla, 1993. 11-26.
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