Transporte Del Hidrógeno
Transporte Del Hidrógeno
Transporte Del Hidrógeno
localmente o distribuirse a partir de una planta central de producción a gran escala. En la actualidad se
están estudiando los costes y los beneficios de esas diversas posibilidades de “conducción”. En Europa
existe ya un sistema restringido de transmisión de hidrógeno asociado al sector petroquímico, pero van a
ser necesarias cuantiosas inversiones en infraestructura para facilitar la distribución generalizada de
hidrógeno. En el caso del transporte, también será preciso contar con instalaciones especiales de
reabastecimiento. Como ocurre con todos los combustibles, la seguridad es la preocupación primordial.
Por ello, será necesario elaborar normas, códigos y reglamentos de aceptación generalizada para los
equipamientos, contar con personal de mantenimiento perfectamente capacitado y disponer de directrices
de funcionamiento, así como realizar un amplio programa de información y formación dirigido al público en
general.
Estaciones de servicio: Las hidrogeneras pueden obtener el hidrógeno por electrolisis del agua con la
energía eléctrica renovable excedente proveniente de los parques eólicos o los paneles solares instalados
como cubierta de un parking público. La fabricación de hidrógeno por electrólisis es la menos eficiente
(rendimientos del 15 % al 25 %), pero una vez comprimido y almacenado a borde del vehículo este
hidrógeno supera el 75 %. En cambio cuando el hidrógeno se extrae del metano, el rendimiento de este
proceso es mayor (hasta un 75 %), pero el rendimiento global valorando todo el proceso se sitúa en torno
el 48 % o el 60 %. Por todo ello los motores de hidrógeno dan un rendimiento del 55 % frente al 30 % que
alcanzan los motores de combustión interna. A mediados del 2003, sólo existe la tecnología para fabricar
hidrógeno para pequeñas instalaciones y resulta exageradamente caro. Por ejemplo, una instalación de
unos 10 kW puede costar unos 200.000 euros, en cambio una de 250 kW el coste es de 750.000 euros.
Almacenamiento
Existen diversos sistemas de almacenamiento de hidrógeno. La elección del sistema más adecuado dependerá de la
aplicación final en la que vaya a utilizarse. De manera resumida podemos citar los siguientes:
Almacenamiento a presión: Normalmente se almacena a una presión entre 200-350 bar en tanques o cilindros de
acero. Como la cantidad de hidrógeno almacenado depende de la presión -cuanto mayor es la presión, más gas
hidrógeno se almacena-, hoy en día se está trabajando en el desarrollo de materiales, como la fibra de carbón o
aluminio, que tengan la capacidad de soportar una presión de hasta 700 bar. Este aspecto es especialmente importante
Almacenamiento líquido: El hidrógeno pasa al estado líquido a una temperatura inferior a -235 ºC. Se utilizan
tanques especiales («criogénicos»), que es necesario enfriar para mantener las bajas temperaturas interiores que se
requieren. Este sistema sólo es utilizado cuando se necesita maximizar la capacidad de almacenamiento en un espacio
Hidruros metálicos: Diversos metales forman compuestos con el hidrógeno, conocidos como hidruros. La formación
de estos compuestos es reversible, de forma que es posible volver fácilmente a tener el hidrógeno y el metal inicial.
Este sistema ofrece una alta capacidad de almacenamiento y presenta diversas ventajas de seguridad y manipulación
(almacenamiento sólido a presión y temperatura ambiente) frente a otros sistemas. Sus principales desventajas son el
Nanotubos de carbono: Son estructuras de grafito, en forma de hexágonos de carbono, que se disponen formando
tubos de diámetro muy pequeño (nanotubos), dentro de los cuales puede almacenarse gran cantidad de hidrógeno. Los
investigadores están desarrollando diversos procedimientos y, aunque aún hay disparidad en los resultados, todos
Transporte
En principio, el hidrogeno puede ser transportado en estado gaseoso (a presión) o líquido (criogénico), pudiendo
distribuirse a través de tuberías o mediante camiones, barcos o trenes, que incorporan alguno de los métodos de
Distribución
La distribución es el proceso de puesta a disposición del usuario final del hidrógeno. Actualmente, se realiza desde
tanques a presión en el punto de suministro. En el futuro, cuando se generalice el uso del hidrógeno en la llamada
«sociedad del hidrógeno», se diseñarán sistemas de interconexión por tubería que lo hagan llegar a los hogares
(similar a las actuales conexiones de gas natural), y también estaciones de servicio de hidrógeno -«hidrogeneras »-,
que permitirán una rápida recarga de cualquier vehículo propulsado por hidrógeno. A día de hoy, son muchos los
proyectos que han avanzado estas soluciones. A modo de ejemplo, en el año 2004 hay ya más de 80 estaciones de
En la actualidad, generalmente el hidrógeno es producido en el mismo lugar donde se necesita. Sin embargo,
en otras situaciones, este gas necesita ser trasladado de una zona a otra recorriendo distancias no menores.
Además, el hidrógeno puede ser usado de diversas formas, por lo que es importante considerar cómo guardarlo y
desplazarlo de un lugar a otro.
Es por ello que existen distintas formas de almacenar y transportar al hidrógeno, las que pueden ser
clasificadas de acuerdo al estado físico del gas en cada situación: líquido, sólido o gaseoso; o bien, de acuerdo a la
tecnología empleada para su respectivo desplazamiento.
La utilización industrial del hidrógeno a gran escala en la industria química fue marcada en 1938 por la
construcción de un gasoducto para el transporte de hidrógeno en la región del Ruhr, en Alemania. Hoy, este
gasoducto es explotado por la firma francesa Air Liquide permitiendo el transporte de hidrógeno hacia 14 sitios
industriales de la industria química, petroquímica y de los gases.
En total, Europa Occidental y los Estados Unidos constan de un total de 1500 y 1150 km de gasoductos para
hidrógeno [12], respectivamente. Otras instalaciones, aunque menos importantes, existen en Tailandia y América del
Sur. Estas canalizaciones son construidas en acero clásico y poseen un diámetro comprendido entre los 100 y 300
mm que permiten transportar el gas a presiones 0,34 y 10 MPa.
El almacenamiento de gas bajo presión presenta numerosas ventajas cuando la cantidad no sobrepasa las
decenas de kilogramos. Una aplicación a esta forma es el caso de los vehículos donde el hidrógeno presurizado
permitiría una autonomía cercana a los 450 km. Esto es posible mediante la utilización de 4 a 5 kg de hidrógeno en
una pila a combustible.
El uso de nuevas tecnologías de tanques de almacenamiento mediante estructuras reforzadas con fibras de
vidrio, fibras de aramida y fibras de carbono sobre acero, permite el almacenamiento de hidrógeno comprimido
entre 350 y 700 bar. Los últimos desarrollos [13] han mostrado la posibilidad de almacenar alrededor de 38 L de
hidrógeno (unos 1,5 kilogramos) en tanques de masa entre 28 y 40 kg.
Actualmente, la compañía Quantum Technologies comercializa tanques cercanos a los 130 L y 92 kg que
permiten almacenar y transportar 5 kg de H2 a 700 bar.
El almacenamiento en forma líquida permite obtener una masa específica elevada de 70,9 kg/m3. Esto se
logra mediante la criogenización del hidrógeno, o dicho de otra forma, cambiar el estado del gas bajando
considerablemente su temperatura (alrededor de 20K). Este se almacena en recipientes de doble aislación térmica
que tienen como objetivo limitar los aportes de calor del exterior. Debido a la naturaleza del hidrógeno, una de las
mayores dificultades consiste en la evaporación permanente, lo que se ve traducido en una pérdida en peso de
aproximadamente un 0,5% por día.
El transporte del hidrógeno líquido se realiza a través de camiones, ferrocarriles y barcos, cada uno con
capacidades diferentes. El hidrógeno es transportado en forma líquida solamente por una cuestión de costos. Un
camión que lleva hidrógeno líquido sería reemplazado por 30 camiones que llevan hidrógeno gaseoso.
Existen dos posibilidades de almacenar el hidrógeno en forma sólida: por un lado, existe la adsorción que
puede ser realizada sobre carbón a 77 K y a 100 bar permitiendo almacenar dos veces más hidrógeno que el
almacenamiento bajo presión, a la misma presión; y por el otro lado, es posible la absorción de hidrógeno que
permite la combinación química reversible del hidrógeno con materiales metálicos.
Almacenamiento criogénico
Sistemas de aislamiento
Depósitos Dewar
Almacenamiento Almacenamiento
en superficie subterráneo
El uso de nuevas tecnologías de tanques de almacenamiento mediante estructuras reforzadas con fibras de vidrio,
fibras de aramida y fibras de carbono sobre acero, permite el almacenamiento de hidrógeno comprimido entre 350 y
700 bar. Los últimos desarrollos han mostrado la posibilidad de almacenar alrededor de 38 L de hidrógeno (unos 1,5
kilogramos) en tanques de masa entre 28 y 40 kg.