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Salmo 23

El salmo describe la relación del creyente con Dios como la de una oveja con su pastor. Expresa la confianza en que Dios proveerá todo lo necesario y guiará por el camino correcto, incluso a través de valles oscuros. El salmista encuentra consuelo en la presencia de Dios.

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Salmo 23

El salmo describe la relación del creyente con Dios como la de una oveja con su pastor. Expresa la confianza en que Dios proveerá todo lo necesario y guiará por el camino correcto, incluso a través de valles oscuros. El salmista encuentra consuelo en la presencia de Dios.

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"Jehová es mi pastor"

David asume la posición de oveja que se siente cuidada por Dios


mismo. Y si David había protegido con delicadeza a sus ovejas, y
las había defendido aun a riesgo de su propia vida, ¿cómo no haría
Dios mucho más a favor de él?

2. El nombre de Dios, "Jehová"

Notemos también que David se refiere a Dios por su nombre


"Jehová". Esto es significativo porque este nombre subraya el
hecho de que él es el único que vive y existe por sí mismo, el
Eterno. Y David conocía a este Todopoderoso Ser como su Pastor.

"Mi pastor"

Es interesante ver la confianza con la que David se refiere a Dios


como "mi Pastor". Se sentía parte de su rebaño y bajo su
protección. Y esta es precisamente la puerta de entrada para
disfrutar de todas las bendiciones que a continuación vamos a ver
en este Salmo.

"Nada me faltará"
David, como una de las ovejas que era cuidada por el Señor,
manifiesta su completa confiaba en la bondad solícita de Dios para
asegurar todo lo necesario, tanto en el presente como en el futuro.

Como veremos a lo largo del Salmo, la provisión divina incluye


cosas tan variadas como alimento y bebida, descanso, protección,
restauración, compañía, aliento, dirección, consuelo, gozo, felicidad
y gloria.

El salmista percibe que el hombre tiene necesidades más profundas


que las del cuerpo, y sabe que sólo en Dios pueden ser satisfechas.

(Fil 4:19) "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a
sus riquezas en gloria en Cristo Jesús."

"En lugares de delicados pastos me hará descansar"


El pastor sabía lo agotador que era para el rebaño andar kilómetros
por zonas áridas, a menudo bajo los rayos de un sol abrasador.
Pero también conocía dónde estaban los oasis y allí conducía a sus
ovejas para proporcionarles descanso, alimento y agua en un
ambiente apacible.

Siempre es alentador saber que Dios conoce nuestras


circunstancias y las dificultades por las que atravesamos en la vida,
y podemos estar seguros de que a su tiempo nos conducirá en su
sabiduría y bondad hasta su gracia restauradora.

"Junto a aguas de reposo me pastoreará"


A lo largo de toda su cruzada por el desierto, al pueblo de Israel
nunca le faltó ninguna de estas dos cosas: el maná enviado del
cielo y el agua pura que manaba de la roca (1 Co 10:3-4). Esto fue
una clara evidencia del cuidado pastoral que Dios tuvo a favor de
su pueblo durante cuarenta años.

Dios nos invita una y otra vez a fortalecernos en él, en lugares de


reposo, en la intimidad con él. Sólo de esta forma podremos llevar
fruto en nuestras vidas que le glorifiquen.

"Confortará mi alma"
La idea es que "restaurará mi alma" o "reparará mis fuerzas". Esto
nos habla de una renovación espiritual profunda, algo que va
mucho más allá de un alivio.

Dada nuestra naturaleza, no sólo necesitamos que el Señor nos


alimente; también pecamos, y por eso necesitamos ser restaurados
y renovados una y otra vez a la comunión con él. Igual que la oveja
descarriada es llevada nuevamente de regreso al redil donde es
curada de las heridas que ha sufrido y vuelve a caminar con el
rebaño, así también nosotros.

Y como David, nosotros también nos apartamos fácilmente de los


caminos del Señor, no estamos atentos a su dirección,
desobedecemos, decaemos, perdemos la ilusión por las cosas
espirituales, dejamos de leer nuestra Biblia y de orar, no sentimos
ánimo por compartir el Evangelio con otros, perdemos la paz, nos
encontramos en un estado de permanente ansiedad,
malhumorados... todos estos son síntomas de que necesitamos ser
restablecidos urgentemente por el Señor.

"Me guiará por sendas de justicia por amor de su


nombre"
1. Necesitamos ser guiados por el Señor

El pastor va siempre delante de las ovejas para descubrir los


rodales de hierba más verde y mejor; y el sendero con menos
pedruscos. Y aunque la oveja no sabe a dónde es llevada, confía en
el pastor y le sigue.
Nosotros también deberíamos aceptar que necesitamos ser guiados
por el Señor. Y sabemos que esto es así porque cuando elegimos
nuestros propios caminos, esto termina normalmente por causarnos
muchos problemas.

Nos cuesta aceptar que el sitio de mayor bendición para nosotros


es siguiendo a Cristo lo más cerca posible, y dejándonos guiar por
él.

2. Sus sendas son de justicia

Notemos que estas "sendas" adquieren un sentido moral, por eso


son descritas como "de justicia". Debemos entender con ello que el
camino por el que el Señor nos va a llevar siempre es un camino de
rectitud moral.

3. Lo hace "por amor a su Nombre"

"Por amor de su nombre" nos recuerda que lo hará para reivindicar


el honor de su palabra y lo inmutable de su fidelidad.

Pero nuestro testimonio no debe consistir únicamente en una


actitud negativa para con el pecado, sino que debemos manifestar
sin cesar, tanto a través de nuestras palabras como de nuestros
hechos.

"Aunque ande en valle de sombra de muerte"


Lo que está diciendo es que aún en la circunstancia más sombría de
la vida, que sin duda es la muerte, aún allí tiene plena confianza en
que el mismo Dios que ha iluminado su camino durante toda su
vida, también lo hará en esas circunstancias extremas.

"No temeré mal alguno"


Ya sea que miremos al presente o hacia el futuro, nunca debemos
olvidar que el Señor nos ama y nos cuida, y esto hará desvanecerse
todo temor.

(1 Jn 4:18) "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor


echa fuera el temor..."

"Porque tú estarás conmigo"


Notemos el cambio de pronombre. Hasta este momento el salmista
ha hablado del Señor en la tercera persona "él", pero cuando llega
el momento de atravesar el valle de sombra de muerte, el salmista
utiliza la segunda persona "tú".
El pastor ya no va delante guiando al rebaño, sino que ahora se
coloca al lado de la oveja para atravesar por un lugar difícil.

La única razón válida para no temer a la muerte y a las dificultades


que puedan surgir en nuestro caminar por esta vida se encuentra
en el hecho de que el Señor está con nosotros. Él tiene todos los
recursos necesarios y está a nuestro lado. Además, él mismo ya ha
pasado por ese camino de muerte y ahora se coloca junto a
nosotros para acompañarnos y que no nos sintamos solos.

"Tu vara y tu cayado me infundirán aliento"


1. La vara y el cayado

La vara era un garrote, generalmente acabado en una bola en la


que se incrustaban agudos y fuertes pinchos y se usaba para luchar
contra las fieras. Por lo tanto, tenía el propósito de defender a las
ovejas.

El cayado o báculo era usado como medio de apoyo y también para


guiar al rebaño y corregir a las ovejas.

Estas dos cosas en las manos del pastor nos inspiran confianza y
aliento. La protección y dirección que como ovejas necesitamos, las
encontramos en el Señor y son simbolizadas aquí por la vara y el
cayado.

"Aderezas mesa delante de mí"


En este punto del salmo nos encontramos con un cambio de
metáfora. Para David, Dios era mucho más que su Pastor, y a
continuación pasa a describirlo como un Anfitrión que ha preparado
un espléndido banquete al que el salmista es invitado como
huésped.

El huésped gozaba de la protección de su anfitrión; bajo su techo


encontraba un cobijo sagrado que ningún enemigo tenía derecho a
invadir (Gn 19:5-8) (Jue 19:21-24).

"Unges mi cabeza con aceite"


La costumbre en las fiestas orientales era que el dueño de la casa
diera la bienvenida a sus invitados derramando sobre sus cabezas
delicados perfumes según iban entrando.

Comparando con otros pasajes, vemos que esta unción es un


verdadero refresco para el alma del creyente (Sal 92:10), al mismo
tiempo que una fuente de gozo.
"Mi copa está rebosando"
El salmista considera también su copa llena a rebosar, con lo que
parece querer indicar la plenitud de las bendiciones de Dios que
estaba recibiendo.

El Señor no sólo quiere darnos vida, sino "vida en abundancia" (Jn


10:10). Aunque no debemos olvidar que para que nosotros
disfrutemos de estas bendiciones y podamos tomar "la copa de la
salvación" (Sal 116:13), fue necesario que Cristo apurara hasta el
fin la amarga copa del juicio (Mt 26:42).

"El bien y la misericordia me seguirán todos los


días"
A modo de guardaespaldas van a acompañarle "el bien y la
misericordia", que permanecerán entre él y sus adversarios, de
modo que éstos nunca lleguen hasta él.

El bien para proveernos de cuanto necesitemos en el camino, y la


misericordia para perdonar nuestros pecados.

"Y en la casa de Jehová moraré por largos días"


Para él la casa de Dios no era simplemente algo para la eternidad,
sino una realidad presente. Veamos cómo lo expresa en otro
Salmo:

(Sal 27:4) "Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que


esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo."

Nosotros también deberíamos anhelar el comenzar a vivir así en la


casa de Dios en este tiempo.

3. La casa de Jehová

¡Qué poder tan mágico encierra la palabra hogar! Y ¿qué es lo que


hace que sea tan amada? Es el lugar donde estamos en familia, con
los seres queridos. Jesús lo expresó así: "Para que donde yo esté,
allí también estéis vosotros".

Lo que nos mueve a desear la casa de Dios es fundamentalmente el


deseo de estar en la presencia de Dios y entrar en su reposo.
eno abuela ya termino el salmo 23 asi que anda a
acostarte a dormir con tu esposo besos te amo
Mua,mua,mua,mua,muBua,mua,mua.

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