Escatologia
Escatologia
Escatologia
DIMENSIÓN DE LA EXISTENCIA
CRISTIANA
ESCATOLOGÍA
Detrás de esta sugerencia late una intelección profunda del misterio de Cristo.
Me refiero a su realidad escatológico-relacional. Como Hijo, es Relación
subsistente, en comunión eterna con el Padre; como Salvador, es relación
participable, que invita a las criaturas a unirse a su comunión filial con el Padre,
para constituir finalmente con él el pleroma de su Cuerpo. Esta perspectiva
contempla al Señor comprehensivamente, como el Christus Totus de S.
Agustín: no simplemente como Persona divina perfecta y acabada, sino como
Cabeza con sus miembros; como Verbo cuya encarnación tiene su complemento
vital en la comunión con los hombres.
Junto con la comprensión del sentido unitario del plan divino, los escatólogos
subrayan hoy el aspecto misterico de la esperanza cristiana
Esto nos permite tener dos perspectivas, una metodológica y otra temática.
El camino hacia el Reino de Dios no puede identificarse sin más con progreso
temporal, ni la edificación del Reino con la acción política y social. El Reino de
la consumación será fruto primordialmente de la acción divina, que
transformará la creación de manera soberana.
Dios es el único que tiene el poder para elevar a los hombres, la sociedad, el
mundo, por encima de sus posibilidades intrínsecas, permitiéndoles alcanzar la
verdadera imagen escondida de sí mismos y produciendo los definitivos «cielos
nuevos y tierra nueva». Es la comunión en la vida trinitaria la que fundamentará
la solidaridad plena entre los hombres; es la santidad la fuente desde donde
brotarán la justicia y la paz duraderas. En otras palabras, es la gracia
gratuitamente dada la que nos transformará. Como afirma P. O'Callaghan , el
protagonista de la escatología es el «Dios vivo de los vivientes»; en él, y en su
gracia, más que en nosotros, está situada la esperanza.
Unidad y tensión. Estas son las notas fuertes de la reflexión escatológica actual.
Pero -aquí formulamos la última pregunta- ¿son realmente notas separables?
¿No será que, a su vez, se funden en un único misterio?
Puede que sea así. Unificación y tensión parecen unidas, porque la historia de
la salvación es tensión-en-la-unificación, o unificaciónen- la-tensión. El
eschaton puede definirse más completamente como el misterio de unificación
preparado por Dios, para las criaturas que libremente quieren incorporarse.
Es una unificación lograda no por la fuerza, sino por el Amor. La doble cualidad
de la escatología -unificación, tensión- nos reconduce al núcleo de la esperanza
cristiana. Porque esta virtud nos anima a vivir confiados en que Dios triunfará,
a la vez que nos recuerda que es necesario el compromiso personal. La
esperanza guarda en su corazón dos palabras del Señor: «Paz» y «Vigilad».