g1 - Sociedad Anonima
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SOCIEDADES ANÓNIMAS
GRUPO N°01
DOCENTE:
ALUMNOS:
1. Sociedad anónima
En sus primeras manifestaciones, la S.A fue concebida como una sociedad para
atraer grandes capitales y con ello un número indeterminado e ilimitado de socios,
su ductilidad ha permitido ser cada día más utilizada incluso por los micro y
pequeños empresarios, para quienes en sus inicios parecía proscrita.
La doctrina considera que existen dos cauces históricos bajo los cuales se funda la
aparición de la sociedad anónima. Por un lado, el italiano vinculado a las relaciones
de los particulares con el Estado, y por otro el holandés, vinculado a las grandes
aventuras comerciales de ultramar1. Esta última vertiente constituye el más
aceptado y tal vez más importante antecedente de la S.A.
Podemos ubicar los orígenes más directos de la S.A en la creación de las compañías
para el comercio con las Indias orientales y occidentales en el siglo XVII. En efecto,
los grandes descubrimientos geográficos de los siglos anteriores abrieron
oportunidades de comercio y dominación de nuevos territorios, las cuales requerían
ser abordadas por otra forma de organización que superará las limitaciones que ya
demostraban las sociedades colectivas y comanditarias, resumidas
fundamentalmente por el número reducido de sus socios, así como la
responsabilidad ilimitada.
1
GARRIGUES, Joaquín. “Curso de derecho mercantil”. Tomo I. Ed. Porrúa, México, 1984. Págs. 408-409.
6
Las compañías de Indias orientales y occidentales fueron creadas por iniciativa de
los propios monarcas, y con los recursos económicos de grandes sectores de la
burguesía, quienes en una especial alianza juntaron su dinero y su poder para armar
expediciones de conquista y apropiación de las riquezas de los nuevos territorios
descubiertos. Para ello las compañías iban premunidas no sólo de una carta
constitutiva y de embarcaciones suficientes; sino, además de la capacidad jurídica
para resolver conflictos con poder jurisdiccional. Los autores se refieren
frecuentemente a estas compañías como el antecedente de las actuales sociedades
anónimas que operan las más grandes empresas de nuestro tiempo2.
Como una respuesta a las necesidades existentes, nace la S.A como una sociedad
pública o semipública, debido a la gran injerencia del Estado, permitiendo contar
con un capital dividido en pequeñas partes alícuotas (acciones) que se colocaban en
un sin número de personas que aportaban sus pequeños, medianos o grandes
capitales, diversificándose entre ellos la responsabilidad que quedaba limitada al
aporte efectuado. Nace pues como una sociedad netamente capitalista, en la cual los
aportantes del capital se limitaban a efectuar sus contribuciones especulando con
las mayores riquezas que podrían obtener, pero limitando a su vez el "riesgo de lo
desconocido" al tener la seguridad que el fracaso de la expedición no
comprometería su patrimonio personal. Estos aportantes no se encontraban
obligados a realizar la actividad empresarial, poniendo más bien en manos de
terceros la administración de la "empresa", tal como sucede hoy en día.
Sin embargo, no se caracterizaban por ser sociedades "privadas" sino más bien
sociedades con una fuerte presencia estatal, donde aún no se avizoraba la función
preponderante y principal de la Junta general de accionistas. Asimismo, eran
sociedades de "duración determinada", sin vocación de permanencia en el tiempo,
pues concluida la expedición se liquidaba los resultados de la misma.
2
TORRES Y TORRES LARA, Carlos. “Derecho de la empresa”. Tomo I. Ed. Asesorandina. Lima. 1987. Pág. 5.
7
"Estas primitivas sociedades anónimas se caracterizaron por la absoluta
dependencia del Estado, la desigualdad de los derechos dentro de la sociedad, como
la preponderancia de los grandes accionistas, y la carencia de los pequeños
accionistas. No se cumple en este período el principio de la proporcionalidad entre
el capital aportado y el derecho a la gestión3.
3
HUNDSKOPF EXEBIO, Oswaldo. “La sociedad anónima”. Revista peruana de derecho de la empresa N°37. El
titular de la empresa. Ed. Asesorandina. Lima. Pág. 13.
8
Se observa pues que el Estado deja de ser el que decide o no la creación de la SA,
recayendo esta opción en los socios como correlato del capitalismo liberal
imperante en la época. Se trata de una etapa intermedia entre la dependencia total
del Estado y la libre voluntad de los socios.
1.1.2. En el Perú:
En nuestro país, la legislación mercantil estuvo constituida fundamentalmente por
la legislación española. Así, como apunta Andrés Montalbán4 las ordenanzas de
Bilbao reformuladas en el año 1795 y confirmadas por Fernando VII en 1814
continuaron rigiendo en el Perú hasta el 15 de junio de 1853 en que se promulgo el
primer Código de Comercio peruano.
Este primer Código de Comercio peruano no fue más que una copia (aunque con
algunos cambios) del Código de Comercio español de 1829, al extremo que el
Congreso mediante ley del 23 de diciembre de 1851, dispuso en su artículo 1 que
“se adopta en la República el Código de Comercio español, con las modificaciones
que las circunstancias del país hagan indispensables”.
Para estos efectos, luego de los trabajos de revisión y modificación del Código de
Comercio español de 1829, efectuados por el consejo de estado, se promulga el
444
MONTALBÁN, Andrés. “Derecho Comercial”. Ed. Lima. 1945.
9
“Código de Comercio peruano” el 15 de mayo de 1853, comenzando a regir un mes
después.
Cabe resaltar que paralelamente el Código de Comercio, coexistía con el Código Civil
de 1852, que en el Titulo 4° de la sección segunda del libro III regulaba el “Contrato
de Sociedad o Compañía”. Sin embargo, estas sociedades o compañías civiles no
revestían el carácter mercantil y por lo tanto sus disposiciones resultaban
“aplicables a las compañías de comercio, en todo aquello que no se oponga a las
leyes y usos comerciales”.
5
GARCÍA CALDERON, Francisco. “Diccionario de la legislación peruana”. Tomo I. lima, 1879. Pág. 468.
10
Como quiera que nuestro código de comercio fue sustancialmente copiado del
código de comercio español de 1829, cuando es España se dicta el nuevo código de
1885, en nuestro país a través de decreto del 28 de febrero de 1898 se designó una
comisión para que adaptase el código de comercio de 1885 a nuestras costumbres
mercantiles, forma de gobierno y organización de los juzgados y tribunales.
Así, el código de comercio de 1852 rigió hasta el 30 de junio de 1902, pues a partir
del 1° de julio de dicho año empezó regir el nuevo código que, como hemos
adelantado, resulto siendo una copia (con modificaciones), del código español de
1885. Tal fue la copia que incluso la “Exposición de Motivos” de nuestro nuevo
código fue fundamentalmente la del código español.
“La exposición de motivos que se transcribe es, fundamentalmente, la del código de
comercio español presentada a las Cortes por el ministro de Gracia y Justicia, don
MANUEL ALONSO MARTINEZ, el 18 de marzo de 1882; y en el cual se ha suprimido
la parte introductoria, se ha sustituido la referencia a la prenda mercantil, bancos
de crédito territorial, letras de cambio y cheques, y se agregado lo relativo a
martilleros y cuentas corrientes…”6.
6
GARCIA CALDERON, Manuel. “Códigos peruanos anotados. Código de comercio”. Ed. Mejia Baca. Lima,
1959. Pág. 19.
11
El artículo 130 de este código vuelve a reconocer como únicamente mercantiles a
las compañías que se constituyan adaptando la forma de colectiva; anónima y en
comandita.
“3°) La anónima, en que formando el fondo común los asociados, por partes o
porciones ciertas, figuradas por acciones de otra manera indubitada, encargan su
manejo a mandatarios o administradores amovibles que representan a la compañía
bajo una denominación apropiada al objeto o empresa que destine sus fondos.
Esta ley estuvo vigente por 13 años, hasta el 12 de noviembre de 1984 en que fue
promulgado el D.Leg. N° 311, que introdujo modificaciones a la Ley de Sociedades
Mercantiles. Posteriormente, mediante D.S.N° 003-85-JUS se aprobó el “Texto Único
Concordado de la Ley General de Sociedades”. Esta nueva ley, no fue más que la
sumatoria del artículo de la Ley de Sociedades Mercantiles y las normad de la
Sociedad Civil (regulada por el Código Civil de 1936), precedida de un Título
Preliminar común para todas las sociedades.
12
1998.tal como lo señalamos al comenzar este artículo, el gran desarrollo de la SA y
su aceptación en nuestro país como en todo el mundo, generaron que la nueva LGS
tenga como eje de la misma a esta forma societaria.
1.2. Definición.
La Sociedad anónima, llamada también sociedad por acciones, es una persona
jurídica formada por sujetos que realizan aportes que constituyen el capital social
de aquella, el mismo que está representado por acciones de libre transmisibilidad,
13
a cuyo importe se restringe la responsabilidad de los socios. Se estructura tal
persona jurídica a base de una organización que distingue y reglamenta con
funciones propias el conjunto de los socios y la administración.
Por ser la Sociedad anónima una sociedad de capitales su organización, así como el
ejercicio de los derechos de los accionistas en relación a la gestión y utilidades de la
sociedad, se ajusta prácticamente a la cuantía del aporte del accionista al capital
social, sin importar la condición personal del socio sino más bien el porcentaje de
propiedad accionaria que pueda tener.
Los principios generales en los que se funda toda definición que se haga de la
sociedad anónima son los siguientes:
a) Responsabilidad limitada de los accionistas al importe de su aportación a
la sociedad:
Este principio diferencia a la sociedad anónima de las sociedades personales. Es un
principio básico sin el cual la sociedad anónima dejaría constituir lo que es y podría
asimilarse, en este aspecto, a la sociedad colectiva, por lo que no cumpliría la función
que le está encomendada en la vida económica.
14
legales o estatutarias a la transmisión de acciones, ello no significa que esta no sea
un elemento esencial de la sociedad anónima. Tales restricciones no desvirtúan la
naturaleza y la función de la sociedad anónima que, como sociedad de capital que
es, no toma en consideración la persona de sus accionistas.
1.3. Características.
Sin lugar a duda son las características de la Sociedad Anónima las que se han
convertido en la forma societaria más utilizada en el mundo, independientemente
de la magnitud de la actividad empresarial que se pretenda realizar. Así, el hecho de
contar con un capital representado en acciones que se incorporan en títulos de fácil
transmisión y de responsabilidad limitada de los socios, la convierten en una figura
realmente atractiva y funcional. A esto debe agregarse que la abundante regulación
con que cuenta permite a los interesados en adoptar esta forma societaria, actuar
con mucha seguridad y certidumbre, sin tener que recurrir a aplicaciones
supletorias o analógicas que más de una vez generan controversia. Pero a su vez,
debe quedar claro que el hecho de que la LGS brinde una profunda regulación a la
15
SA (en tres modalidades), no significa que haya encorsetado a esta forma societaria
y hay dejado sin campo de acción a la voluntad de los socios. Por el contrario, si bien
la regulación que brinda la LGS a la SA contiene algunas normas de carácter
imperativo, se evidencia una regulación muy flexible que permite que las partes le
impriman su toque personal que se ajusta sus requerimientos concretos.
1. Ser una persona jurídica con personalidad y con autonomía propia, sujeto de
derechos y obligaciones, que actúa a través de sus órganos sociales y representantes
legales, que en la sociedad anónima son obligatoriamente: Junta General de
Accionistas, Directorio y Gerencia.
4. Su capital está representado en acciones nominativas del mismo valor, cada una
de las cuales es una parte alícuota, las que pueden estar representadas en títulos
que se extienden en libros talonarios, en anotaciones en cuenta o en otras formas
permitidas por la ley. El capital viene a ser la suma del valor nominal de las acciones.
16
5. Todas las acciones tienen su contra valor en aportes de bienes o derechos
susceptibles de valoración económica de, por lo menos, dos socios fundadores. No
se admite el aporte de servicios en la sociedad anónima.
17
10. Es una típica sociedad de capitales; son las tenencias y porcentajes accionarios
los que prevalecen, sin importar sus condiciones personales, dejando a salvo las
normas de excepción de las sociedades anónimas cerradas.
18
Como modalidad intermedia, se encuentra la sociedad anónima ordinaria o
simplemente SA que cuenta hasta con 750 accionistas. Esta sociedad tiene los
caracteres propiamente de una sociedad capitalista. Sim embargo, su régimen de
libertad le permite incorporar notas personalistas.
1.5. Denominación:
Según el artículo 50 de la Ley, la sociedad anónima puede adoptar cualquier
denominación, pero debe figurar necesariamente la indicación “sociedad anónima”
o las siglas “S.A.”, con lo cual los accionistas están en libertad de elegir lo que será el
nombre de la sociedad al momento de la constitución de la sociedad, no siendo
necesario que se consigne en la denominación el nombre de alguno de los socios.
Asimismo, señala dicho artículo que cuando se trate de sociedades cuyas
actividades solo pueden desarrollarse, de acuerdo con la ley, por sociedades
anónimas, el uso de la indicación o de las siglas es facultativo y no obligatorio, siendo
aplicable dicha norma, a manera de ejemplo, a los bancos, compañías de seguros,
entidades financieras, sociedades agentes de bolsa, que para su constitución,
organización y desarrollo, no tienen otra opción que la sociedad anónima.
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La razón por la cual la regulación de la sociedad anónima es la más abundante en la
Ley, en comparación con otros tipos societarios es que la sociedad anónima, en sus
distintas modalidades, es la forma más utilizada por las empresas.
20
El tratadista español Rodrigo Uría ha desarrollado con lucidez los denominados
“principios ordenadores del capital de la sociedad anónima”, los cuales son los
siguientes:
d) El principio de la estabilidad, por medio del cual existe garantía y seguridad de que
el importe o la cifra del capital social, si bien podrá aumentarse o reducirse, ello podrá
efectuarse siempre y cuando se observe rigurosamente el procedimiento señalado en
la Ley, es decir, acuerdo de Junta de Accionistas, con el cuórum especial y mayoría
calificada, escritura pública e inscripción en el Registro Público. Al definirse este
principio, se señala que la cifra del capital social no puede ser libremente alterada, ya
21
que todo aumento de la misma significaría un engaño para los acreedores si es que no
va acompañada del correlativo aumento en el patrimonio social, y toda disminución
implica la posibilidad de reducir en la misma cuantía el patrimonio, con la consiguiente
disminución de la garantía para los acreedores.
2. Constitución de la sociedad
De conformidad con el artículo 3 de la Ley, las sociedades anónimas se pueden
constituir simultáneamente en un solo acto por los accionistas fundadores, o en forma
sucesiva mediante oferta a terceros contenida en el programa de fundación otorgado
por los fundadores.
Ávila Navarro:
La simultaneidad se refiere a la suscripción y la escritura, porque los fundadores,
en la escritura de constitución, asumen o suscriben todas las acciones en las que
se divide el capital. Así la suscripción y la aportación vienen a ser una cláusula de
la escritura.
Morles Hernández:
Es la forma de constitución más frecuente. No existe, en este caso, ninguna
separación cronológica entre la manifestación de voluntad de ingresar a la
22
sociedad y otorgamiento del acto constitutivo, porque todo se realiza en un solo
acto.
2. Como elemento esencial del pacto social, debe constar la manifestación expresa
de la voluntad de los accionistas de constituir una sociedad anónima; sin esta
manifestación no existe el pacto social;
23
4. La forma como se paga el capital y el aporte de cada accionista en dinero o en
otros bienes o derechos, con el informe de valorización correspondiente en estos
casos; con lo cual quedará establecido el compromiso patrimonial que cada socio
asume al constituir la sociedad.
2. La descripción del objeto social, con claridad y precisión conforme a las reglas
generales del artículo 11 de la Ley;
24
6. Cuando corresponda, las clases de acciones en que está dividido el capital, el
número de acciones de cada clase, las características, derechos especiales o
preferencias que se establezcan a su favor y el régimen de prestaciones accesorias
o de obligaciones adicionales;
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A diferencia de lo que ocurre con la constitución simultánea o "en un solo acto",
en este supuesto nos encontramos ante un proceso que se proyecta en el tiempo
y que podría resumirse en dos momentos básicos: la suscripción de las acciones y
el otorgamiento de la escritura de constitución.
26
3. El plazo y las condiciones para la suscripción de las acciones, la facultad de los
fundadores para prorrogar el plazo y , en su caso, la empresa o empresas
bancarias o financieras donde los suscriptores deben depositar la suma de dinero
que estén obligados a entregar al suscribirlas y el término máximo de esta
prórroga;
4. La información de los aportes no dinerarios;
5. La indicación del registro en el que se efectúa el depósito del programa;
6. Los criterios para reducir las suscripciones de acciones cuando excedan el
capital máximo previsto en el programa;
7. El plazo dentro del cual deberá otorgarse la escritura de constitución;
8. La descripción e información sobre las actividades que desarrollará la sociedad;
9. Los derechos especiales que se concedan a los fundadores, accionistas o
terceros; y,
10. Las demás informaciones que los fundadores estimen convenientes para la
organización de la sociedad y la colocación de las acciones.
La finalidad de la consignación de todos estos requisitos apunta a otorgar a
aquellos que deseen ingresar en la sociedad todos los elementos posibles para que
realicen el juicio debido sobre la convivencia o no de su intervención en el negocio.
27
Respecto a la suscripción y desembolso del capital, estos actos deberán estar en
estrecha concordancia con el programa presentado; es decir aquellas personas
que desean integrar la sociedad deberán ajustarse al procedimiento y a las reglas
establecidas en el programa.
1. La denominación de la sociedad;
2. La identificación y domicilio del suscriptor;
3. El número de acciones que suscribe y la clase de ellas en su caso;
4. El monto pagado por el suscriptor conforme a lo que establezcan el programa
de constitución; y,
5. La fecha y la firma del suscriptor o su representante.
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1. Los actos y gastos realizados por los fundadores;
2. El valor asignado en el programa a las aportaciones no dinerarias, si las hubiere;
3. La designación de los integrantes del directorio de la sociedad y del gerente; y,
4. La designación de la persona o las personas que deben otorgar la escritura
pública que contiene el pacto social y el estatuto de la sociedad.
5. Decidir sobre cualquier otro tema que no contravenga lo dispuesto por la Ley
general de Sociedades.
Cabe señalar que con el fin de dotar de mayor transparencia a este proceso y en
especial a la realización de la asamblea, se ha previsto que en forma previa a que
está se lleve a cabo, los fundadores elaborarán la lista de suscriptores y de sus
representantes, mencionándose en forma expresa el número de acciones que a
cada uno le corresponde.
Esta lista estará a disposición de "cualquier interesado" con una anticipación no
menor de cuarenta y ocho horas a la celebración de la asamblea.
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D). -Otorgamiento de la escritura pública
El otorgamiento de la escritura pública de constitución es la antesala para la
culminación del proceso ya que permite contar con el título habilitante
Para poder acceder a la inscripción definitiva de la sociedad.
Para que se lleve a cabo este acto la Ley general de Sociedades ha dispuesto un
plazo máximo de 30 días de celebrada la asamblea. En caso de que los encargados
para su suscripción no realicen dentro de dicho plazo, provocará que la sociedad
adquiera la condición de irregular, de conformidad con lo dispuesto por el artículo
423° de la Ley general de Sociedades.
30
en el caso de que no se haya logrado reunir el número de suscriptores mínimo
precisado por los fundadores en el programa de constitución.
Producida la extinción del proceso por cualquiera de las causales señaladas, los
fundadores tienen la obligación de comunicar tal suceso, en un plazo no mayor de
quince días, a:
Si los fundadores omitieran dar aviso a todas y cada una de las personas y
entidades señaladas, deberán responder en forma solidaria por los daños y
perjuicios que ocasionen.
3. Los Fundadores.
Nuestra LGS resulta sumamente clara al precisar quiénes son considerados como
"fundadores" de una sociedad anónima. Así, tratándose de la constitución simultánea,
adquieren esta calidad quienes otorgan la escritura pública y suscriben el cien por
ciento de las acciones en que está dividido y representando el capital social.
Añadiremos que son a su vez quienes efectúan el desembolso mínimo con relación a
cada una de las acciones que han suscrito.
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Por su parte, en la constitución por oferta a terceros, está condición la asumen quienes
suscriben el programa de fundación dando con ello inicio a todo el proceso de
constitución que ya hemos comentado.
Pero nuestra ley va más allá, pues no se limita a otorgar la condición de fundador a
aquellos que "objetivamente" parecen serlo sino también a aquellos que de manera
oculta, realmente lo son. En efecto, resulta claro atribuir la condición de "fundador" a
aquellas personas que realizan una serie de actos preparatorios y que los ejecutan,
evidenciándose su participación a través del otorgamiento de la Escritura Pública
(constitución simultánea) o a través de la suscripción del programa de constitución
(constitución por oferta a terceros).
Pero existen otros "auténticos fundadores" que se ocultan a través de un tercero que
actúa como si fuera fundador, pero que en realidad sus actos no obedecen a un
mandato en virtud del cual, si bien actúa en nombre propio, lo hace en interés y por
cuenta de su mandante.
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programa de fundación; también son fundadores las personas por cuya cuenta se
hubiese actuado en la forma indicada en este artículo.
1. Por la suscripción integral del capital y por el desembolso del aporte mínimo
exigido para la constitución;
2. Por la existencia de los aportes no dinerarios, conforme a su naturaleza,
características y valor de aportación consignados en el informe de valorización
correspondiente; y,
3. Por la veracidad de las comunicaciones hechas por ellos al público para la
constitución de la sociedad.
33
a constituir una compensación razonable por la responsabilidad solidaria que durante
el proceso de constitución asumen los accionistas fundadores tanto frente a la
sociedad como frente a terceros, responsabilidad que como vimos, se encuentra
expresamente establecida en el artículo 71 de la Ley.
Conforme ya hemos mencionado, en las sociedades anónimas, solo pueden ser objeto
de aporte los bienes o derechos susceptibles de valoración económica.
34
Asimismo, la Ley en su artículo 76 establece un procedimiento relacionado con la
revisión del valor de los aportes no dinerarios y, en ese sentido, señala que dentro del
plazo de sesenta días contados desde la constitución de la sociedad o del pago del
aumento de capital, el directorio está obligado a revisar la valorización de los aportes
no dinerarios. Para adoptar acuerdo se requiere mayoría de los directores.
Vencido el plazo anterior dentro de los treinta días siguientes, cualquier accionista
podrá solicitar que se compruebe judicialmente, por el proceso abreviado, la
valorización mediante operación pericial y deberá constituir garantía suficiente para
sufragar los gastos del peritaje. De esta manera, la ley protege a los accionistas
minoritarios de una eventual arbitrariedad con la que actúe el Directorio con el
propósito de favorecer a la mayoría.
Si se demuestra que el valor de los bienes aportados es inferior en veinte por ciento o
más a la cifra en que se recibió el aporte, el socio aportante deberá optar entre la
anulación de las acciones equivalentes a la diferencia, su separación del pacto social o
el pago en dinero de la diferencia. En cualquiera de los dos primeros casos, la sociedad
reduce su capital en la proporción correspondiente si en el plazo de treinta días las
acciones no fueren suscritas nuevamente y pagadas en dinero.
De otro lado, y con el propósito de evitar los “aportes encubiertos”, la Ley establece en
su artículo 77 que las adquisiciones a título oneroso de bienes cuyo importe exceda
del diez por ciento del capital pagado, realizadas por la sociedad dentro de los
primeros seis meses desde su constitución, deben ser previamente aprobados por la
junta general, con informe del directorio. Al convocarse a la junta debe ponerse a
disposición de los accionistas el informe del directorio, no siendo de aplicación estos
35
requerimientos cuando se trata de adquisiciones de bienes cuyo tráfico es propio del
objeto social ni las que se realicen en rueda de Bolsa.
Las acciones de los accionistas morosos no son computables para formar el cuórum
de la junta general ni para establecer la mayoría en las votaciones. Tampoco tendrá
derecho, respecto de dichas acciones, a ejercer el derecho de suscripción preferente
de nuevas acciones ni de adquirir obligaciones convertibles en acciones.
Los dividendos que corresponden al accionista moroso por la parte pagada de sus
acciones, así como los de sus acciones íntegramente pagadas, se aplican
obligatoriamente por la sociedad a amortizar los dividendos pasivos, previo pago de
los gastos e intereses moratorios.
36
Cuando haya de procederse a la venta de acciones, la enajenación se verifica por medio
de sociedad agente de bolsa, y lleva consigo la sustitución del título originario por un
duplicado.
5. Acciones.
1. La acción como parte alícuota del capital social, acepción que está ratificada en el
artículo 82 de la Ley General de Sociedades, Ley Nº 26887 (en adelante, LGS), en razón
de que el capital social forzosamente está dividido en acciones, las cuales tienen un
valor aritmético, siendo submúltiplos de la cifra de capital social. Esta acepción se
deriva de la naturaleza misma de los aportes que le dan origen, pues estos constituyen
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la prestación de cada accionista, siendo las acciones las contraprestaciones
equivalentes, y se deriva también de la necesidad de su cuantificación.
3. La acción como título valor y como bien mueble representativo de los derechos
del accionista, y que por tal razón, es un instrumento circulatorio y/o
documento, que es a la vez prueba y certificado de la condición de accionista, y
de los derechos que le corresponden. Gasperoni(110) señala sobre las acciones,
que por ser los documentos necesarios para el ejercicio de los derechos
38
inherentes al estatus del socio, o sea para que el titular de esos derechos pueda
legitimarse, es indudable que la acción integra la categoría de los títulos valores
pero con características propias. También refiere que la acción es un título
formal porque debe contar con las enunciaciones exigidas por la ley o por el
estatuto; es un título incompleto en el sentido de que todos los derechos
inherentes al estatus de socio no están mencionados en el título sino en el
estatuto; es un título causal porque se emite de acuerdo a lo que dispone la ley y
el estatuto a los que siempre debe referirse, y contiene una declaración de
verdad y su emisión generalmente es obligatoria, por lo que no es estrictamente
un acto unilateral. En el caso de la LGS, en la que solo pueden haber acciones
nominativas, representadas en certificados o en anotaciones en cuenta, estas
vienen a ser títulos valores sui géneris o especiales, a los cuales se le incorpora
los derechos de carácter corporativo, siendo títulos de participación social, que
son a la vez prueba certificada de la condición de accionista. Ahora bien, las
acciones no son simples títulos, son mucho más que eso, pues como se ha
mencionado, son en realidad el resultado de la conjunción de las tres acepciones
conceptuales anteriormente señaladas. Sucede a menudo que en algunas
legislaciones societarias como sucedió en nuestra ley anterior ya derogada, se le
reconoce una excesiva importancia a la acción como título, siendo en nuestro
caso los artículos 110, 111, 112 y 145, entre otros de la Ley Nº 16123, modificada
por el Decreto Legislativo Nº 311, claros ejemplos de las distorsiones y
trastornos que ocasionó una regulación fragmentada e incompleta, bajo la cual
el ejercicio de los derechos esenciales de los accionistas se supeditan y
condicionan a la formalidad y tenencia de los títulos físicos, cuando estos
únicamente son la expresión de la acción propiamente dicha que, como ya se ha
precisado, en su naturaleza jurídica concurren y se concentran necesariamente
tres acepciones conceptuales.
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nuestro país el régimen del impuesto a la renta. Si bien tales acciones se encuentran
proscritas, la Ley General de Sociedades Nº 16123, modificada por el Decreto
Legislativo Nº 311, las mencionaba expresamente en sus artículos 78 inciso 7, 80
inciso 5, 107 y 130, aludiendo también a ellas en los artículos 111, 112, 145 y 223.
Corrigiéndose tales errores, en la LGS se ha eliminado toda referencia o alusión a las
acciones al portador.
Respecto a las normas regulatorias de las acciones contenidas en la LGS, en ellas se
diferencian tres actos: en primer lugar, el acto de su creación, pues son derechos; en
segundo lugar, el acto de su suscripción y pago, y finalmente el acto de la emisión
propiamente dicha, diferenciación que constituye una innovación técnica normativa
muy interesante.
En el mismo orden de ideas, el último párrafo del artículo 83, establece que puede
concederse a determinadas acciones el derecho a un rendimiento, máximo, mínimo o
fijo, acumulable o no, siempre sujeto a la existencia de utilidades distribuibles, con lo
cual se propicia o permite la creación de una clase especial de acciones, tema que lo
comentaremos más adelante al igual que el dividendo preferencial de las acciones con
derecho a voto a que se refiere el artículo 97, que igualmente está supeditado o
condicionado a la existencia de utilidades distribuibles.
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La identificación precisa del acto jurídico de la creación de acciones, hizo posible la
creación de las acciones en cartera originarias, con o sin derecho a voto, a que se
refiere el artículo 98 de la LGS, lo cual es una consecuencia positiva de esta interesante
innovación técnica normativa. Este tipo de acciones en tanto no sean suscritas y
pagadas en por lo menos una cuarta parte de su valor nominal, no pueden ser emitidas,
y mientras ello no suceda, no se generan los derechos que le son inherentes.
Respecto a la suscripción de las acciones, a través de dicha fase sus titulares, ya sea
personas naturales o jurídicas, hacen suyas tales acciones, convirtiéndose en sus
titulares y asumiendo el compromiso de pagar cuando menos la cuarta parte de cada
una de ellas. Al efecto, el artículo 52 establece que para que se constituya la sociedad
es necesario que tenga su capital social suscrito totalmente, lo que en otras palabras
significa que todas sus acciones representativas estén suscritas; es decir, que tengan
un titular, y que cuando menos estén pagadas en una cuarta parte, aplicándose esta
regla no solo a la constitución de sociedades sino también a los aumentos de capital.
Ahora bien, el monto pagado por cada acción suscrita, debe aparecer obligatoriamente
en el estatuto social, conforme al inciso 5 del artículo 55, y la diferencia entre lo pagado
y el valor nominal de las acciones suscritas constituyen los denominados dividendos
pasivos, los que se deben cubrir en la forma y plazo previstos por el pacto social o, en
su defecto, por el acuerdo de la junta general y si no lo hicieren los accionistas
incurrirán en mora automática, sin necesidad de intimación, conforme lo dispone el
artículo 78 de la LGS.
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Ahora bien, en cuanto a los derechos que corresponden a las acciones emitidas, son
independientes de si ellas se encuentran representadas por certificados provisionales
o definitivos, anotaciones en cuenta o en cualquier otra forma permitida por la ley, y
salvo que sus titulares hayan incurrido en mora por el no pago de los dividendos
pasivos, gozan de todos los derechos aun cuando no se encuentren totalmente
pagados, independientemente de la oportunidad en la que hayan sido emitidas o
pagadas, salvo disposición contraria del estatuto o acuerdo de la junta general. Si bien
la norma contenida en el inciso 2 del artículo 230 se refiere exclusivamente a los
dividendos, arribamos a dicha categórica conclusión, interpretando dicha norma en
concordancia con el artículo 79 referido a los efectos de la mora, que como se puede
advertir son variados y de diverso contenido.
Con relación a los derechos fundamentales del accionista, la doctrina del Derecho
Societario considera que estos derechos constituyen una tercera categoría de
derechos, distinta de los derechos reales o de los derechos de crédito, constituyendo
una especie de derechos personales corporativos. Tales derechos corresponden o son
inherentes únicamente a las acciones emitidas, conforme ya lo hemos destacado y son
independientes de si ellas se encuentran representadas por certificados provisionales
o definitivos, anotaciones en cuenta o cualquier otra forma permitida por la ley. El
contenido y alcances de tales derechos dependerán de si se trata de acciones con
derecho a voto o acciones sin voto, o si se trata de acciones comunes o preferenciales.
42
- Participar en el reparto de utilidades y en el patrimonio neto resultante de la
liquidación. Adviértase que este es uno de los muchos artículos de la LGS en la que se
refieren específicamente al “patrimonio neto” (111).
- Intervenir y votar en las juntas generales o especiales según corresponda.
- Fiscalizar la gestión de los negocios sociales en la forma establecida en la ley y
en el estatuto. Al efecto, el accionista tiene los mecanismos para convocar a la junta,
así como el derecho de información ratificado en la LGS, en su artículo 130.
- Ser preferido, con las excepciones y en la forma prevista en la ley, para la
suscripción de acciones en caso de aumento de capital social y en los demás casos de
colocación de acciones, así como en la suscripción de obligaciones u otros títulos
convertibles o con derecho a ser convertidos en acciones.
- Derecho de separación, en los casos previstos por la ley o en el estatuto.
En lo que se refiere a las acciones sin voto, en el artículo 96 de la LGS se consignan los
derechos que poseen sus titulares, debiéndose destacar que estos en ningún caso
recuperan el derecho a voto, a diferencia de lo establecido en la Ley Nº 26356 ya
derogada; es decir, que el accionista que opta por suscribir y/o adquirir acciones sin
voto está dispuesto a cambiar sus derechos políticos por un derecho económico
especial, para lo cual se ha establecido un dividendo preferencial y además una
prioridad en la distribución del haber social. No obstante, en la LGS también se ha
considerado un conjunto de derechos a favor de estos accionistas, tales como el
derecho a recibir información semestral, el derecho de separación en los casos
previstos en la ley o en el estatuto, el derecho de impugnación de los acuerdos que
lesionen sus derechos, y el derecho de suscripción preferente de acciones con o sin
derecho a voto, dependiendo de que se den los diversos supuestos, establecidos en el
mencionado artículo 96, o a la suscripción de obligaciones u otros títulos convertibles,
o con derecho a ser convertidos en acciones.
43
acciones estén representadas por certificados, para acreditar su transmisión, basta la
entrega a la sociedad del certificado con la constancia de la cesión a nombre del
adquiriente, o por cualquier otro medio escrito, debiendo la sociedad aceptar la cesión
cuando la efectúe quien aparezca en la matrícula como propietario de la acción, con lo
cual se facilita la negociación de los títulos y su circulación. Ahora bien, si hubiere dos
o más cesiones, la sociedad puede exigir que las sucesivas transferencias sean
acreditadas por otros medios. Al respecto debe comentarse que en la versión original
del artículo 93 de la LGS se hacía referencia al “endoso” en lugar de “cesión”, lo cual
fue enmendado por la tercera disposición modificatoria de la Ley de Títulos Valores
Nº 27287, ya que fue un error utilizar para títulos nominativos, el sistema de
circulación de los títulos a la orden.
44
ellas a quienes votaron a favor del acuerdo, sin que rijan en este caso los requisitos de
la ley o del estatuto para la modificación de este último. Los términos y condiciones
de la prohibición temporal deben ser anotados en la matrícula de acciones, en los
certificados, anotaciones en cuenta o en el documento que evidencie la titularidad de
la respectiva acción.
45
de acciones que se diferencien por los derechos que correspondan a sus titulares, en
las obligaciones a su cargo o en ambas cosas a la vez, pudiendo crearse estas clases de
acciones en la escritura pública de constitución o, posteriormente, por acuerdo de la
junta general. Sin embargo, todas las acciones de una clase gozarán de los mismos
derechos y tendrán a su cargo las mismas obligaciones en concordancia con el artículo
86.
46
constar en los propios certificados, en las anotaciones en cuenta o en cualquier otra
forma de representación de tales acciones.
Tales obligaciones adicionales son independientes del pago de las acciones suscritas,
ya sea que estas se hayan suscrito a la par, bajo la par o sobre la par, y gravan
directamente a las acciones que suscribe el accionista, y como ya se ha mencionado,
las obligaciones adicionales recaen sobre todas las acciones de la sociedad o sobre
todas las acciones de una determinada clase. En la práctica, estas obligaciones
adicionales se suelen confundir con las prestaciones accesorias reguladas en el
artículo 75, que son obligaciones personales de hacer, no hacer o de dar que asumen
los accionistas, independientemente de sus aportes y, por lo tanto, de las acciones que
suscriben. Es importante, sin embargo, tomar en cuenta el comentario que formula
Artieda Aramburú (113), el cual “considera recomendable que en caso de que los
accionistas de una sociedad anónima decidan incluir, ya sea en el precio social o por
acto posterior, prestaciones accesorias, incluyan también las reglas aplicables a la
trasmisión de las acciones que contengan a dichas prestaciones”.
47
6. ÓRGANOS DE LA SOCIEDAD.
6.1. Junta general
6.1.1. Generalidades:
Según refiere Verón, la organización de la sociedad anónima se relaciona con el modo
en que esta se manifiesta en la vida jurídica. Es por ello que la junta general de
accionista, como órgano de la sociedad anónima, resulta indispensable para la
realización de su objeto social, y la disposición de los derechos y adquisiciones de
obligaciones que tengan que ver con los fines establecidos en el pacto social y el
estatuto.
Así, pues la junta general de accionistas debe establecer las directrices de la política
económica y de la actividad jurídica de la empresa, pero no del gobierno de la
sociedad, en vista de que no ejerce funciones ejecutivas de forma permanente. No
obstante, lo expuesto anteriormente, no se puede desconocer el carácter fundamental
de la junta general de accionistas en el desempeño y desarrollo del objeto social, y sus
plenas facultades y atribuciones en ese sentido, constituyendo así el órgano supremo
de toda sociedad anónima.
48
prevista específicamente en la ley general de sociedades, a efectos de que cuando
menos una vez al año se reúna para discutir sobre la gestión social del último
ejercicio. Sin embargo, la participación la participación de las juntas generales en la
adopción de decisiones trascendentales de las sociedades anónimas se ve reducida en
compañías de accionariado difundido como las sociedades anónimas abiertas, en las
que ostenta gran poder el directorio, como encargado de su administración. Un
fenómeno totalmente opuesto se observa en la marcha de las sociedades anónimas
cerradas de carácter familiar, o en aquellas que resaltan el carácter personalista y el
vínculo que mantienen los accionistas, en cuyos casos estos comúnmente participan
en la gestión.
6.1.2. Concepto:
Como bien refiere Carlos Gago, Luis Mario Gonzales y José Alberto de Lía no toda
reunión de accionistas constituye una asamblea, debiendo entenderse que para que
ella exista, debe haber sido convocada conforme a ley, y a los estatutos, para resolver
las cuestiones previstas por estos o los asuntos indicados en la agenda.
En su calidad de autoridad jerárquica suprema, aprueba o desaprueba la gestión
social, elige a los integrantes del directorio, acuerda el destino a darse a las utilidades
y resuelve aquellos otros asuntos de trascendencia para la sociedad.
Atendiendo a lo expuesto por Ángel Rojo y a la naturaleza jurídica de la sociedad
anónima, y específicamente a la de sus órganos, al constituir la junta general de
accionistas un órgano supremo e independientemente para la marcha da la sociedad,
pero no permanente ni ejecutivo, requiere de otros órganos para aplicar e
implementar sus decisiones, por lo que se debe distinguir su rol, del desempeñado por
49
los más representantes de la sociedad, quienes por efecto de la ley o la voluntad de la
representada, suplen la limitación de la capacidad para orar de estas .
Cabe señalar que el derecho comparado contempla sin excepción al órgano bajo
comentario, como base de toda sociedad anónima; diferenciándose únicamente el
vocablo utilizado por sus legislaciones. En los países de lengua francesa, italiana y
portuguesa y algunos hispanoamericanos se le denomina “asamblea general”.
Conforme lo dispone el artículo 111° de la ley general de sociedades, por ser un órgano
colegiado, los accionistas constituidos en junta general, debidamente convocada y con
el quórum correspondiente, deciden por la mayoría que establece la ley, los asuntos
propios de su competencia, por ser una sociedad de estructura capitalista, cada acción
da derecho a un voto, tomándose los acuerdos por mayoría de votos, y una vez
adoptados estos, son obligatorios por cuanto configuran la voluntad social,
sometiéndose inclusive a los disidentes y a los que no hubieren participado en la
reunión.
6.1.3. Características:
50
c) La voluntad social la define el órgano y no los accionistas individualmente
considerados lo que implica que incluso si los accionistas a que no concurran a la junta
o los disidentes son más en número y en representación de acciones que los árganos
que concurren, queda como voluntad social la que resulta de lo votado y decidido por
estas últimas.
d) Sea cual fuera el número de accionistas que votaron e la decisión aproada por la
junta. otra reunión pueda dejarla sin afecto, sin que para ello sea preciso que
concurran aquellos mismos accionistas ni que se repitan el mismo quórum y mayoría.
e) Constituida la junta con el quórum legal o estatutario requerido, los accionistas
ausentes no cuentan, ya que es el órgano el que actúa.
f) En cuanto árgano, opera exclusivamente con efectos internos, en el sentido de
carecer de facultades de representación hacia el exterior y sus decisiones se efectúan
normalmente atreves de los administradores.
g) Las decisiones de la junta en cuanto órgano son supremas en si misma, ya que
no necesitan de la aprobación confirmación con otro órgano social para que surge en
plenitud sus efectos.
h) La junta como órgano es independiente de a administración, ya que puede
funcionar valiosamente incluso si aquella transitoriamente no existe, en tanto que no
es concebible una sociedad anónima sin accionistas, y por lo tanto, sin posibilidad de
celebrar juntos.
i) Limitación de poder de las juntas. La junta encuentra en el ejercicio de sus
funciones, limitaciones tales la obligación de observar las normas imperativas y
respetar aquellas establecidas en protección de terceros y de accionistas, no cuentan
con poderes omnímodos, ya que su poder se restringe también por leyes imperativas
de orden público por las buenas costumbres y, en su caso, por el estatuto social, es
decir, que a menos que se trate de modificaciones del acto constitutivo, no debe
excederse de la natural competencia fijada por la ley, el acto constitutivo y estatuto
social.
j) Se requiere para la validez de las juntas, de capacidad genérica y específica,
consentimiento no viciado de los participantes, por error, violencia, dolo, decisión
51
inspirada por el interés social, causa licita, convocatoria regular, reunión,
deliberación, votación y acta.
Considerando que ambas son en el fondo una misma institución, que requiere de la
participación de los miembros, la nueva legislación se refiere únicamente a junta
general de accionistas, contemplando una única excepción en el artículo 114°, alude
a la realización de la llamada junta obligatoria anual. Como se sabe, esta es la que se
realiza una vez al año con motivo del cierre del ejercicio económico, a efectos de que
se delibere sobre la gestión social el balance, y los resultados económicos expresados
en los estados financieros del ejercicio anterior de la distribución de utilidades, si las
hubiere, la elección del directorio y la retribución a otorgarse a sus miembros, la
designación de los auditores externos, y cualquier otro asunto que e sea propio o que
se haya consignado en la convocatoria, pero que nada difiere de la naturaleza jurídica
de las demás juntas generales.
52
Asimismo, debemos precisar que el estatuto puede prever la realización de otras
juntas generales de accionistas, que tendrán esa misma exigibilidad, al haber otorgado
esta licencia del artículo 113° de la ley.
Es por ello que, según lo expuesto, el solo hecho que la referida reunión debe
realizarse dentro de los tres meses siguientes a la terminación del ejercicio
económico, no resulta relevante ni justifica la creación de categorías jurídicas distintas
en la institución estudiada.
Ahora bien, de otro lado, los otros asuntos que la anterior ley sometía a la decisión de
la junta general extraordinaria, están ahora considerados como de competencia de
cualquier junta general de accionistas válidamente instalada, al haberse eliminado la
distinción entre las juntas ordinarias y extraordinarias correspondiente al órgano
supremo societario pronunciarse, en la oportunidad en que se hubiere convocado,
sobre la remoción de los directores, modificación del estatuto, el aumento o la
reducción del capital, la emisión de obligaciones, la realización de investigaciones y
auditorias especiales, la transformación, la fusión, escisión, reorganización, y
disolución y liquidación de la sociedad, etc.
6.1.5. Convocatoria:
Por no ser la junta general un órgano permanente, los accionistas deben ser
convocados a una sesión de junta general a través de un aviso en la cual se
especifiquen el lugar, día y hora de celebración de la junta general, así como los
asuntos a tratar, pudiendo constar asimismo en el aviso, el aviso, el lugar, día y hora
en los que así procediera, se reunirá la junta en una segunda convocatoria. De acuerdo
a lo dispuesto en el artículo 113° de la ley, entre la primera y segunda reunión deben
mediar no menos de tres ni más de diez días.
Lo normal es que la convocatoria se haga por iniciativa del directorio en razón a que
este último órgano social tiene a su cargo la administración y gestión de la sociedad y
53
por lo tanto conoce de cerca la problemática de la misma, lo que le permite identificar
los problemas que se susciten y, en los casos que se necesite, por el nivel de
competencia, requiere de una decisión de la junta general para la cual se hace la
convocatoria respectiva.
También prevé la ley una convocatoria judicial a pedido del titular de una sola acción
suscrita con derecho a voto, en los casos en que la junta obligatoria anual o cualquiera
otra ordenada por el estatuto, no se convoque dentro del plazo y para sus fines, o en
ellas no se traten los asuntos que correspondan, en cuyo caso será convocada por el
juez del domicilio social, por el proceso no contencioso.
Tratándose de junta obligatoria anual, el aviso de convocatoria debe ser publicado con
una anticipación no menor de 10 diez días al de la fecha fijada para su celebración; y
en los demás casos, la anticipación de la publicación será no menor de tres días.
54
Adviértase al respecto que, para ciertos casos específicos como el acuerdo de fusión o
escisión, la anticipación de la publicación es de 10 días.
De otro lado, se entiende por junta especial aquella que se celebra con la participación
de accionistas titulares de una clase determinada de acciones, cuando puedan
preverse futuros acuerdos de la junta general que puedan afectar los derechos
particulares de dicha clase de acciones. Para estos, casos la junta especial será como
una junta previa, en la que participaran únicamente los titulares de acciones de la clase
afectada, para adoptar la posición que llevaran a la junta general, aplicándose las
reglas generales que rigen para el órgano supremo de la sociedad sobre convocatoria,
quorum y acuerdos.
6.1.8. Sesiones
55
cualquier accionista con derecho a participar en ella, puede hacerse representar por
otra persona, pudiendo es estatuto limitar esta facultad reservando la representación
a favor de otro accionista. O de un director o gerente.
El artículo precisamente les permite a las sociedades familiares impedir que terceros
no accionistas conozcan el manejo interno de la sociedad.
b) Lista de asistentes.
Con la nueva ley, toda sesión de junta general debe ser debidamente planificada de
forma tal que se sepa con antelación quienes son las personas que asistirán
físicamente a la misma. Al efecto, el artículo 123° señala que antes de la instalación de
una junta general, se debe elaborar una lista de asistentes expresando el carácter o
representación de cada uno y el número de acciones propias o ajenas con que
concurren, agrupándolas por clases si las hubiere.
De esta manera, una vez elaborada la lista, se debe conocer perfectamente cuantas
acciones representa cada persona concurrente a la junta y el porcentaje que agrupa
respecto del total de las mismas, o respecto de cada una de las clases de acciones que
las hubiere. Como veremos posteriormente la elaboración de la lista de asistentes
56
cobra singular importancia en los casos en los que se requiere utilizar el sistema de
voto acumulativo para elección del directorio.
Los accionistas pueden solicitar con anterioridad a la junta general o durante el curso
de los mismos informes o aclaraciones que estimen necesarios acerca de los asuntos
comprendidos en la convocatoria y el directorio estará obligado a proporcionárselos,
salvo en los casos en que juzgue que la difusión de los datos solicitados perjudique en
interés social.
57
El derecho de infamación se encuentra vinculado con el de voto, y se refiere a la
posibilidad de que, antes d asistir a las liberaciones y emitir su voto en la junta general,
el accionista cuenta con los elementos de juicio suficiente.
Es por ello que se establece con carácter imperativo la obligación para la sociedad de
poner a disposición de los accionistas los documentos, mociones y proyectos
relacionados con el objeto de la junta a celebrarse desde el día de la publicación de la
convocatoria; es decir, en las sociedades anónimas ordinarias, 10 días antes de la
reunión para la casa de la junta obligatoria anual o de las demás previstas en el
estatuto, y 3 días tratándose de otras juntas.
La norma bajo comentario tiene por objeto proteger a los accionistas minoritarios,
quienes podrían verse afectados por maniobras poco transparentes de quienes de
detentan el control de la sociedad.
Notase que en el segundo párrafo del artículo analizado se establece una excepción a
la obligación del directorio de entregar información a los accionistas que la solicitan;
y es cuando a criterio del propio directorio, la publicidad de la información solicitada
puede perjudicar los intereses de la sociedad. Sin embargo, en caso de que la solicitud
sea efectuada por accionistas presentes en la junta que representen al menos el
25%de las acciones suscritas con derecho a voto, así mismo de precisarse que el
derecho de información de los accionistas noes irrestricto, sino que debe ejercerse de
buena fe y con la intención de contar con mayores elementos de juicio para participar
en las juntas. Hacemos esta salvedad porque la posición de cierta información por
parte de los accionistas inescrupulosos obtenida en virtud de derecho aquí,
comentado, podría poner en peligro a la sociedad e incluso servir para revelar secretos
industriales o comerciales a sociedades competidoras corresponde al directorio de las
58
sociedades anónimas analizar, en cada coso concreto, la procedencia de entregar la
información solicitada por los accionistas.
A solicitud de accionista que represente al menos el 25% de las acciones suscritas con
derecho a voto, la junta general se aplazada por una sola vez, por no menos de 3 ni
más de 5 días y sin necesidad de nueva convocatoria, para deliberar y votar los asuntos
sobre los que no se consideren suficientemente informados. Cualquiera que sea el
número de reuniones en que eventualmente se divida una junta se considera como
una sola y se levantara un acta única. En los casos contemplados en este articula es de
aplicación lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 124°.
59
una novedad de la nueva ley. Lo mismo sucede con la aplicación a los casos
contemplados en este artículo de lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 124°
de la misma ley, según el cual quórum se computa y establece al inicio de la junta; una
vez comprobado el quórum el presidente la declara instalada definitivamente, esta ha
sido la manera más sana que la encontrado la ley para salvar la eventualidad de que
los accionistas asistan insuficientemente informados a la junta y por lo consiguiente
sin los elementos de juicio necesarios para decidir sobre su voto. Así, a través del
aplazamiento de la junta, los accionistas que invoquen la falta o insuficiente de
información, pueden exigir a los administradores que les proporcionen los datos que
requieren.
De hecho, al exigirse una proporción minina del capital social al exigirse una
proporción mínima del capital social para poder aplazar la junta, se entiendo que lo
que se pretende es la protección de la minoría. Sin embargo, sobre la base del principio
del que puede l más, puede lo menos, la mayoría podría solicitar el aplazamiento de la
junta, convirtiendo este recurso en una maniobra malintencionada. Por ellos, la
mayoría deberá aprobar que el aplazamiento solicitado tenga como finalidad obtener
mayor información respecto de los puntos a discutir en la junta.
Otro aspecto importante a destacar es que, de la redacción del artículo 13°, se deduce
que el aplazamiento de la liberación y votación se referirá a los asuntos específicos
respecto de los cuales los accionistas no se encuentran debidamente informados,
sobre los demás mociones y asuntos, la junta deberá seguir discutiendo y deliberando
hasta llegar a los acuerdos y decisiones que le sean convenientes.
6.2. Directorio
6.2.1. Generalidades:
60
Las sociedades anónimas, como ficciones jurídicas creadas por el hombre para la
realización conjunta de actividades económicas, requieren necesariamente de la
intervención de órganos internos que coadyuven a la consecución de sus fines
sociales, permitiendo su actuación y representación frente a terceros, frente al estado
y a sus propios accionistas.
61
b) Los órganos de vigilancia, ocupados de examinar la gestión de los primeros y
finalmente
c) Los órganos deliberantes de la gestión interna, en lo que se manifiesta la
voluntad colectiva o social a la que están sometidos los demás órganos, respecto de su
nombramiento, actuación y revocación del encargo.
La primera está integrada por los órganos sociales a través de las cuales la sociedad
se vincula jurídicamente con terceros para desarrollar su objeto social, organización
que exige que la sociedad esté perfectamente constituida según las exigencias de la ley
y la segunda está conformada por los técnicos y trabajadores que laboran para la
empresa.
62
La indicada diferenciación nos permite apreciar claramente la importancia d ambas
organizaciones, cada una en su materia, correspondiéndole a la organización jurídica
de las relaciones de la sociedad con terceros, a diferencia de la organización
administrativa y técnica que es una estructura interna de la sociedad que tiene que
ver con su eficiencia y con su operatividad laboral.
Según Rivarola la organización administrativa y técnica deberá tener siempre como
base la organización jurídica, servirse de esta, y ajustar a ella las necesidades
comerciales de la empresa.
6.2.3. Concepto
En este dicho supuesto que los administradores vienen a ocupar una posición orgánica
con un contenido funcional mínimo e inderogable, al que se vincula un conjunto de
facultades y deberes típicos, imputándose directamente a las sociedades los actos
realizados por estos. En cuanto a nuestra normatividad el artículo 153° de la ley
precisa que el directorio es un órgano colegiado elegido por la junta general, con lo
63
cual el legislador está adhiriendo a la teoría organicista, al considerar al directorio
como un órgano de gestión y representación de la sociedad anónima.
64
Debe resaltarse igualmente que la nueva ley, en la parte final del artículo 115°, precisa
el número mínimo de directores es tres con lo cual se adopta una posición firme al
respecto, ya que por omisión de pronunciamiento de la ley anterior se suscitaron en
la práctica múltiples discusiones de carácter notarial y registral cuando algunas
sociedades pretendían inscribir directorios conformados por los miembros
manifestando que con ese número cumplían con la pluralidad de miembros.
Según el artículo 159° de la ley el cargo de director, sea titular, suplente o alterno, es
personal salvo que el estatuto autorice la representación.
65
Así mismo es importante resaltar respecto del carácter temporal de la representación
de un director, que en caso no observase dicha característica, nos encontraríamos ante
supuestos distintos de actuación tales como el de la suplencia o la alternativa
previstos expresamente por la ley.
De otro lado el artículo 160° señala que no se requiere ser accionista para ser director,
recogiendo con ello la tendencia moderna del gobierno corporativo de la sociedades,
en el cual, se distingue el rol de la junta general de accionistas como el órgano
vinculado a la propiedad con el rol del directorio como órgano responsable de la
administración y gestión de la sociedad.
Dentro de esta tendencia, quienes son elegidos directores deben reunir los requisitos
y condiciones que garantice que la integración del mencionado órgano social se hará
con profesionales de alto nivel, capacidad y experiencia reconocida. Sin embargo, la
ley permite que el propio estatuto de la sociedad contenga algunas disposiciones que
establezcan como requisito independencia para ser elegido director, ser accionista de
la sociedad, situación que básicamente se de las sociedades anónimas familiares
impedientes de esta manera que terceros no accionistas se enteren del movimiento de
la sociedad.
66
Los que en razón de su cargo o funciones estén impedidos de ejercer el
comercio. Esta prohibición es absoluta y de carácter general, y se aplica a
cualquier sociedad anónima encontrándose vigente hasta la facha las
normas que sobre este tema están incluidas en el código de comercio.
Los funcionarios o servidores públicos que representen servicios en
entidades públicas cuyas funciones estuvieran directamente vinculadas al
sector económico en el que la sociedad desarrolla su actividad empresarial,
salvo que representen la participación del estado en dichas sociedades.
Los que tengan pleito pendiente con la sociedad en calidad de
demandantes o estén sujetos a acción social de responsabilidad iniciada
por la sociedad y que estén impedidos por mandato de una medida
cautelar dictada por la autoridad judicial o arbitral.
Los que sean directores administradores representantes legales o
apoderados de sociedades o socios de sociedades de personas que tuvieran
en forma permanente interés opuestos a los de la sociedad o que
permanente tengan con ella oposición permanente. Esta causal quiere
decir de un lado que una persona no puede ser director de sociedades
competidoras o que tengan interés opuestos en forma permanente, y de
otro, tampoco, cuando una persona tenga cualquier tipo de conflicto de
interés de carácter personal con la sociedad
En aquellos supuestos en los que alguna persona se encuentre en cualquiera de las
situaciones que constituyen los impedimentos anteriormente mencionados, se
encontrara esta obviamente impedida de aceptar el cargo.
67
6.2.5. Aspectos preliminares sobre la elección de los directores.
Ahora bien, tal como lo establece el artículo 153° de la ley general de sociedades, la
designación del directorio corresponde necesariamente a la junta general, la cual no
podrá delejar dicha obligación en algún otro órgano de la administración de la
sociedad.
68
Ahora bien, en cuanto al proceso de elección e incluso la remoción de los miembros o
de la totalidad de integrantes del directorio únicamente podrán intervenir en el todo
aquel titular de acciones con derecho a voto que asistan y participen en la discusión y
votación d la correspondiente junta general de accionistas según se desprende de lo
establecido por el artículo 153° de la ley general de sociedades.
69
minoritarios de participar en la designación de sus miembros, a efectos de que sean
representados proporcionalmente en el seno del consejo directivo. Este sistema, en
realidad, evita que los accionistas mayoritarios designen a su exclusivo arbitrio todos
los puestos del directorio, eligiendo sistemáticamente a personas de su confianza, que
probablemente respondan a sus instrucciones e interés individuales.
En este caso si por ejemplo nueve directores en total, por cada acción se tendrá nueve
votos siendo en consecuencia un caso único y excepcional de voto plural previsto en
nuestra legislación societaria.
Con este sistema serán elegidos los directores que tengan mayor número de votos
siguiendo el orden de estos, y si dos o más personas obtienes igual cantidad de votos
y no todas pueden formar parte del directorio para permitirlo el número de votantes
70
fijada en el estatuto, se decidirá por sorteo cuál o cuáles de ellos serán nuevos
miembros del directorio.
Del mismo modo, dicho procedimiento permite a la minoría unirse en grupos y
acumular sus votos a favor de una o más personas para alcanzar así, uno o más puestos
en el consejo directivo, con lo cual, si bien las minorías no podrán alcanzar nunca la
mayoría en el directorio dado que ello desnaturalizaría la estructura funcional de a
sociedad, les será posible nombrar representantes de su confianza a través de los
cuales fiscalizaran la marcha del directorio y de la propia sociedad.
Al respecto del articulo Uría, refiere que con independencia del tiempo por el hayan
sido nombrados, los administradores podrán ser separados del cargo por libre
decisión de la junta general, en aplicación del principio de libre destitución o de
revocabilidad ad nutum de los administradores que se justifica por la relación de
confianza que subyace en designación de una persona, constituyendo esta atribución
un genuino elemento estructural de la sociedad anónima.
Ahora bien, en lo referente de la vacancia del cargo del director, según el artículo 157°
de la ley esta puede darse por las razones siguiente: fallecimiento, renuncia, remoción,
o por la generación de una de las causales que constituyen los impedimentos o
incompatibilidades señalados en el artículo 161 anteriormente comentado.
71
En el caso de fallecimiento de director, automáticamente concluye el encargo que
como hemos vistos es de carácter personal
En cuanto a la renuncia voluntario del director al ser este un acto unilateral que se
puede producir en cualquier momento y que incluso puede ser inmotivado n requerirá
de aceptación por parte de la sociedad, para que esta produzca efecto. No obstante
ello, deberá tenerse en cuenta en tales casos que, conforme lo dispone el segundo
párrafo del artículo 15 de la ley, a efectos de que se de publicidad a dicha dimisión, el
ex director deberá procurar que la sociedad, por intermedio de sus representantes o
principalmente del gerente general, inscriba su renuncia en el registro de la sociedad,
y en el caso de que no lo hagan, contara con el derecho expedito de iniciar el trámite
de inscripción, presentando al registro correspondiente una solicitud con firma
notarialmente legalizada, acompañada de una copia de la carta de renuncia que cuente
con constancia notarial de remisión.
72
Cabe señalar que este sistema de cooptación no operara en aquellos casos en los que
en el estatuto hubiesen establecido o mecanismo de recomposición del directorio
distinto.
En el supuesto en que se produzca la vacancia de directores en un numero tal que no
puede reunirse válidamente el directorio, los miembros hábiles asumirán
provisionalmente la administración y convocara de inmediato a la junta de accionistas
para que elijan nuevo directorio, estableciendo, además que de no hacerse esta
convocatoria o de haber vacado el cargo de todos los directores corresponderá al
gerente general realizar dicha convocatoria y de no producirse esta en los 10dias
siguientes, cualquier accionistas podrá solicitar al juez de domicilio social que la
ordene a través de un proceso sumarísimo.
73
presumirse la perdida el directorio debe convocar de inmediato a la junta
general de accionistas e informarle de dicha situación (en el articulo176)
6.3.1. Definición
De conformidad con nuestra legislación societaria, el gerente general es uno de los dos
órganos de administración con que cuenta la sociedad. Es el producto de la división
entre la propiedad y la gestión; es la respuesta a la necesidad de especialización y
profesionalismo en la administración de una sociedad.
74
Así, el gerente general tiene una doble función, por un lado, la debe ejecutar en la
gestión del negocio, y por otro la representación de la sociedad ante los distintos
agentes que participan en el mercado consumidores entidades estatales entre otros.
Para tales efectos, la persona que debe ser designada como gerente general debe ser
un conocedor del negocio. Este requisito no solo es necesario para ejecutar las órdenes
que recibe el directorio o incluso de junta general de accionistas, sino que es necesario
para cumplir con su principal objetico: generar mayor valor posible a la sociedad.
75
En otras palabras, el gerente general debe generar las mayores utilidades posibles
para os accionistas los reales propietarios de la empresa para que estos se remuevan
su confianza.
Por otro lado, resulta conveniente mencionar que, por el hecho de ser designado como
tal el gerente general adquiere las facultares mínimas para administrados los actos
necesarios para el funcionamiento de la sociedad
76
El gerente responde ante la sociedad, los accionistas y tercero por los daños y
perjuicios que ocasione por el cumplimiento de sus obligaciones, dolo, abuso de
facultares negligencia grave.
La responsabilidad del gerente general a los daños que ocasionen dentro de la gestión
del administrador. Es decir, el referido artículo esta destinados a que se repare los
daños producidos por el gerente general en el ejercicio de sus funciones.
La ley general de sociedades en su artículo 190° ha establecido un sistema de
responsabilizada subjetiva. El gerente general será responsable si concurre alguna de
los siguientes elementos:
a) abuso de sus facultares
b) incumplimiento de sus obligaciones
c) dolo
d) negligencia grave
Así, la regla es que el gerente general no responde por ningún tipo de daños salvo que
incurra en culpa, es decir, que concurran alguno de los elementos mencionados en el
párrafo anterior la ley establece que el gerente general responderá en términos
generales por los daños que ocasione en caso de incumplimiento de sus obligaciones.
Ahora, para que esto último funcione es necesario que se detalle cuáles son las
obligaciones del gerente general.
Por tal motivo el artículo 190° hace un listado de las obligaciones que debe cumplir la
gente general y que en caso de incumplimiento responderá, por el daño que cause. En
estos casos basta que se pruebe el daño causado y la obligación incumplida para que
se obligue a gerente general a que responde por los daños.
77
a) El gerente general será responsable por la existencia, regularidad y veracidad de
los sistemas de contabilidad, los libros que ye la ley ordena llevar a la sociedad y los
demás libros y registros que debe llevar un ordenado comerciante esta obligación, en
lo que respecta a la veracidad, está referida además a todos los libros que la empresa
lleve, sin limitación a lo establecidos por la norma.
b) El gerente general debe establecer y mantener una estructura de control interno
diseñado para supervisar el uso de los activos de la sociedad las operaciones que se
efectúen y el registro de las mismas.
c) El gerente general está obligado a que toda información que proporcione el
directorio y la junta general sea veraz. así mismo será responsable por ocultar las
irregularidades que encuentre en las actividades de la sociedad. Esta obligación es
fundamental para la eficiente fiscalización que puede ejercer tanto el directorio como
la junta general. En este sentido la gente general debe cumplir con informar sobre
cualquier irregularidad que pueda tener efectos negativos en los aspectos
administrativos y económicos de la sociedad.
d) El gerente general responde por la conservación de los fondos sociales a
nombre de la sociedad y empleo de los recursos sociales en negocios distintos del
objeto de la sociedad. Ambas obligaciones están referidas al adecuado uso de los
activos de la sociedad por cuanto los accionistas han realizado una inversión con el
objeto de obtener una renta. Para ello han confiado los recursos y activos de la
sociedad al gerente general y este no puede apartarse del objeto social sin incurrir en
responsabilidad.
e) El gerente general está obligado a velar por la veracidad de las constancias y
certificados que expida respecto al contenido de los libros y registros de la sociedad,
así como por la veracidad de la información contenida en los balances, estados
financieros y estados de pérdidas y ganancias de la empresa.
f) El gerente general está obligado de proveer a los accionistas de la información
necesaria para participar en la junta general de accionistas. La información a ser
proporcionada dependerá de la agenda de cada junta. así mismo dicha información
deberá estar al alcance de los accionistas desde la fecha en que se convoque la junta
78
7. MODIFICACIÓN DEL ESTATUTO, AUMENTO Y REDUCCIÓN DEL CAPITAL.
7.1.1. Modalidades
Coincidiendo con el Dr. Enrique Elías Laroza, todo aumento de capital se origina
mediante nuevos aportes ya sea de manera directa o indirecta, sin embargo, la ley
general de sociedades dispone de cuatro modalidades mediante las cuales se puede
realizar el aumento de capital y son:
Ella se da cuando se realiza la entrega del nuevo capital a la sociedad y a cambio esta
emitirá nuevas acciones o se elevará el valor nominal de las preexistentes. Las nuevas
aportaciones que se realizan podrán ser dinerarias o no dinerarias. Para el caso del
primer supuesto no entraña mayor problema debido a que estas aportaciones pueden
ser en efectivo, depósitos en cuentas o mediante títulos valores. Para que estas
aportaciones sean efectivas deberá insertarse la boleta de depósito en alguna
institución del sistema financiero3 y en el caso de títulos valores estos deben de estar
totalmente pagados para que se considere el nuevo aporte. Para el caso de las
aportaciones no dinerarias, tal como lo expresa la Ley General de Sociedades, la
situación es distinta debido a que estas aportaciones pueden ser mediante bienes
muebles o bienes inmuebles. Se reputa que se ha realizado válidamente las
79
aportaciones de bienes muebles cuando estos sean transferidos efectivamente a la
sociedad antes de otorgarse la escritura pública de aumento de capital y para las
aportaciones de bienes inmuebles, se ha materializado cuando se otorgue la escritura
pública en la que conste el aporte a la sociedad. Toda aportación no dineraria, para que
surta sus efectos plenamente, requiere se realice la valorización de los aportes para ello
solo se requiere que una persona calificada realice un Informe de Valorización,
realizado en la misma fecha o en una fecha próxima a la entrega del aporte, en el cual
debe constar la descripción del bien, la explicación del criterio de valorización con la
respectiva sustentación y el valor asignado.
80
C) MEDIANTE LA CAPITALIZACIÓN DE UTILIDADES, RESERVAS, BENEFICIOS,
PRIMAS DE CAPITAL, EXCEDENTES DE REVALUACIÓN:
a) reservas legales, que son el 10% de las utilidades de cada ejercicio con la deducción
del Impuesto a la Renta, este monto no es pasible de capitalización a menos que se halla
cubierto por completo todas las deudas;
c) reservas facultativas, que son aquellas creadas en el momento que lo determinen los
socios y en la de reserva solo requiere que los socios acuerden la capitalización.
81
capitalización tal como lo afirma el Dr. Elías Laroza, la capitalización es el destino
obligatorio de todas las plusvalías simplemente nominales, sean legales o
voluntarias
Dentro de los Aumentos de Capital por disposición legal se encuentra el aumento por
modificación automática del capital y del valor nominal de las acciones, esto se aplica
cuando se realiza un ajuste por inflación produciéndose la revalorización de todo el
patrimonio social y de este modo varia la cifra del capital social de manera automática.
82
7.1.3. Procedimiento a seguir para realizar el aumento de capital
Cuando pensamos en realizar la Reducción del Capital Social es porque por cualquier
circunstancia se ha disminuido la cifra del capital ya sea por la existencia de pérdidas,
de bienes en el activo innecesarios, por recursos en el activo demasiado valiosos para
los fines de la sociedad, por la adquisición por parte de la sociedad de sus propias
acciones, por el ejercicio de derecho de separación de uno o más accionistas o por
condonación del pago de dividendos pasivos25. En principio ella es facultativa pero
también en determinados casos ella puede ser obligatoria.
7.2.1. Modalidades:
En esta modalidad se da una devolución efectiva del capital a los accionistas ya que se
paga el valor nominal de las acciones cuando la sociedad no ha tenido movimiento
económico alguno, trayendo como consecuencia que estas sean anuladas o se vean
disminuidas en su valor nominal.
84
c) Mediante la condonación de dividendos pasivos; en este supuesto:
En este supuesto, la sociedad no realiza devolución alguna ya que ella sólo renuncia al
cobro de la parte no pagada de la acción a cambio de que los accionistas amorticen y
cancelen el porcentaje señalado por ella.
En este caso son los accionistas quienes absorben las pérdidas de la sociedad con cargo
al valor nominal de sus acciones, dándose una devolución del capital puramente
nominal.
• Los accionistas asumen las pérdidas sin que ello implique aumento de capital.
85
7.2.2. Antes de realizar la reducción de capital ¿qué consideraciones se deben tener
en cuenta?
Una vez instalada, se somete a votación y el acuerdo debe de ser aprobado por mayoría
absoluta del total de las acciones suscritas con derecho a voto. Luego, se debe de dar
aviso 3 veces con un intervalo de 5 días entre cada publicación, a fin de que los
acreedores puedan ejercer su derecho de oposición.
86
Para formalizarlo se requiere que el acta en donde conste la Reducción de Capital
contenga lo siguiente:
b) Los recursos con cargo a los cuales se efectúa y el procedimiento mediante el cual se
realiza.
c) Las publicaciones del aviso de reducción y la certificación del gerente general de que
la sociedad no ha sido emplazada judicialmente por los acreedores que han ejercitado
su derecho de oposición, en caso se haga devolución de aportes o exenciones de deudas
a los accionistas.
87
Capitulo II
1.1. ANTECEDENTES:
En dicha exposición de indico que se había comprobado “que había una gran difusión
de la sociedad anónima, sin embargo, ciertas investigaciones e indagaciones, sobre todo
el nivel de provincias, arrojaron, por ejemplo, en el caso de Arequipa, que actualmente
88
existen frente a varios miles de sociedades anónimas y, lo que más, que desde 1972 a la
fecha solo se ha constituido dos sociedades colectivas y dos sociedades en comanditas,
de las cuales una ya dejó de funcionar. Esta realidad determino que la Comisión tuviera
que respetarla y acatarla. No se podía privar al comerciante o al empresario de la
posibilidad, si así lo quería en determinado momento o si las circunstancias así lo
reclamaban, de poder acudir a estas formas societarias.
El concepto de sociedad anónima cerrada, contiene el proyecto, recoge las notas más
características de la sociedad comercial de responsabilidad limitada. Entre ellas
tenemos que contiene limitaciones a la transferencia de las participaciones, una
organización administrativa simple en cuanto puede prescindirse el directorio, admite
la posibilidad que la sociedad termine con la muerte del socio, aun cuando quepa pacto
en contrario, y se ha limitado el número de socios a veinte. Estos elementos hacen de la
sociedad anónima cerrada una sociedad pequeña.
89
De esta manera ambos tipos societarios, la sociedad anónima cerrada y la sociedad
comercial de responsabilidad limitada, con características muy similares, pero de
origen distinto, se encuentran reguladas en nuestro ordenamiento legal.
La razón de existir de ese tipo de persona jurídica es lograr que alguien que actúa
individualmente, pueda limitar su responsabilidad en el negocio.
1.2. CARACTERÍSTICAS
90
Tratándose de la adaptación a una modalidad, dentro de la misma forma societaria
anónima, no existe proceso de transformación, pues este ocurre cuando se pretende
adoptar otra clase de sociedad o nueva forma societaria, de acuerdo con las
disposiciones del artículo 263 de la Ley General de Sociedades.
a. Carácter Cerrado:
Creada por un reducido número de personas hasta (20) socios naturales o jurídicas que
tienen el ánimo de constituir una sociedad-affectio societatis-y participar en forma
atractiva y directa en la administración, gestión y representación social.
Debe de tenerse presente, que “sin embargo, en ciertos casos, como explican Garrigues
y Uría, un grupo de inversionistas, si bien escoge por comodidad la forma de sociedad
anónima, quiere que los socios conserven una relación personal entre sí, basada en la
amistad, en la competencia técnica, en lazos familiares, en evitar que la competencia
puede sabotear el negocio desde dentro, en la confianza recíproca, etc. En tal situación
la sociedad anónima se constituye también intuiti personae, es decir, teniendo en
consideración a las personas. Esto significa que la afecctio societatis o intención de las
partes de formar una sociedad y trabajar juntos dentro de ella, tiene un elemento
personal basado en el conocimiento y la confianza recíprocos.
91
Opera en el caso que un accionista desee transferir sus acciones a otros accionistas o
terceros.
Atendiendo al carácter cerrado, así como a la importancia del elemento persona, la Ley
General de Sociedades ha regulado para esta modalidad pues no se ha contemplado en
el caso de la sociedad anónima regular, el Derecho de Adquisición Preferente, que más
adelante analizaremos, como una medida de conservación del carácter intuitu personae
que está en el animus societatis. Incluso se ha establecido la posibilidad de que el
estatuto contemple un derecho de preferencia a favor de la sociedad.
En realidad, la norma pretende otorgar una adecuada protección al socio, pero si este
considera conveniente a sus intereses no hacer uso de este derecho puede dejarlo de
lado.
c. Ausencia de directorio
92
de la gestión y representación social, sola será eficiente en la medida que se logren los
objetivos sociales y que la dimensión de la empresa lo permita.
Esta norma, podrá tener sus ventajas, desde el punto de vista del carácter cerrado y
privado de esta modalidad de sociedad anónima , en la que se desea que las decisiones
de los accionistas sean discutidas entre ellos, en el seno de la sociedad con participación
directa y sin intervención de personas ajenas a su esfera y si no es el caso, que estos ,
puedan estar representados ajenas a su esfera y sino en el caso, que estos , puedan estar
representados por personas de su entorno, pero es posible que en la práctica su
aplicación pueda causar más inconvenientes. Por ejemplo, que pasaría si en una
sociedad anónima cerrada existen únicamente dos accionistas, A1(55%) y B1(45%)
que se encuentren en conflicto y la gerencia general ha convocado ajunta de accionistas.
El accionista B1, por razones particulares se encuentra imposibilitado de asistir a la
reunión y el estatuto no ha establecido norma alguna sobre el tema, con lo cual debemos
aplicar las disposiciones de la Ley General de Sociedades. Resulta que el accionista A1
no lo puede representar, porque existe un conflicto entre ellos y por lo tanto el
accionista B1 no le solicitaría que actúe como su representante, pues no confía en A1,
conyugue de B1, no se encuentra en el país, no posee ascendientes y su descendiente en
primer grado tiene dos años de edad. En puridad el accionista no puede hacerse
representar en la Junta, porque ninguna de las personas autorizadas por la Ley General
de Sociedades, se encuentran en capacidad de hacerlo.
93
Por lo tanto, el accionista B1 podría perjudicarse con las decisiones que se adopten en
la junta, por el solo hecho de encontrarse limitado en su derecho de designar a su
representante.
En este aspecto el accionista de una sociedad anónima cerrada, deberá ser diligente en
el momento de establecer las normas del estatuto, a efecto de evaluar las posibles
inconvenientes que pueden surgir, si es que opta por la aplicación de la Ley , ya sea
porque es consciente de ello y no ve el futuro o porque simplemente, no fue materia de
discusión ni preocupación, cuando lo da anónima, que por lo general, es indeterminado,
se recomienda se considere en la norma estatutaria la posibilidad de que otras
personas, en forma amplia, pueden actuar como su representante ante la junta general
de accionistas, como lo es en el caso de la sociedad anónima regular.
e. Convocatoria a juntas
Enrique Elías Laroza cuando se refiere a la convocatoria a la junta general, indica que
“La necesidad de convocar a la junta general de accionistas deriva de uno de los
caracteres esenciales de ese órgano social” “…la junta no es un órgano permanente de
la sociedad. Por ello, al no tener un funcionamiento estable, para que pueda reunirse es
necesario e indispensable que sea debidamente convocado” “otro de los factores que
determinan la convocatoria es la obligación de dar debido cumplimiento a uno de los
derechos fundamentales del accionista, contenido en el inciso 2 del artículo 95° de la
ley: intervenir y votar en las juntas. Si el mecanismo de a convocatoria no permite la
posibilidad de que todos los accionistas o sus representantes, puedan conocerla, se
espontánea y de nada sirve que se cumpla con el quórum y con las mayorías necesarias
para los acuerdos si todos los accionistas no tuvieron oportunidad para concurrir a
ella”.
94
administrativos, considerar la posibilidad de que el estatuto, establezca el medio más
idóneo de comunicación de la convocatoria.
f. Juntas no presenciales
Dado el número reducido de accionistas así como las relaciones personales que los une,
resulta, por lo general, muy fácil ponerse de acuerdo sin necesidad de cumplir con la
formalidad de asistir a la junta. Únicamente la Ley General de Sociedades exige como
requisito para las juntas no presenciales, que se determine un medio que pueda
garantizar la autenticidad de los acuerdos. Cabe hacer la salvedad que le hecho que el
acuerdo sea adoptado en Junta no presencial no elimina la obligación de llevar un libro
de juntas donde se puedan plasmar dichos acuerdos, pues ello representa una garantía
de su veracidad y existencia.
95
1.3. LIMITACIONES A LA LIBRE TRASMISIBILIDAD DE LAS ACCIONES.
DERECHO DE ADQUISICIÓN PREFERENTE
Constituye voluntad del legislador peruano regular en forma genérica los alcances de la
limitación a la transmisión de acciones en la sociedad anónima, para que sus propios
titulares pueden establecer libre y voluntariamente estas limitaciones en el pacto social
y/o mediante disposiciones estatutarias.
96
a) Clausula de autorización o de consentimiento
Antonio Perdices manifiesta que: “Es aquella por la que el socio solo tiene plena facultad
para disponer sobre su acción o participación, si cuenta con la autorización del sujeto
designado en dicha cláusula”
Esta norma parece razonable, toda vez que implica una limitación a la transferencia de
acciones mas no una prohibición, sin perjuicio que la Ley General de Sociedades admite
prohibiciones temporales a la transferencia.
Otro aspecto que rodea a este tema y que no debemos dejar de lado es el relacionado al
plazo para que el órgano societario se pronuncie sobre la aprobación o denegatoria. En
nuestra legislación el plazo es fijado en el estatuto por los socios, lo cual puede ser
arbitrario ya que serán los socios mayoritarios los que decidirán cuando no afectar sus
intereses o como evitar que estos sean vulnerados o amenazados, pues de esa manera
estaríamos otorgando , o al menos intentando otorgar una protección a los accionistas
minoritarios. Más adelante, también nos referiremos a este tema.
b) Clausulas de preferencia
97
En las sociedades de capitales se pueden establecer cualesquiera pactos, dentro o fuera
del estatuto, en mérito de los cuales los socios se comprometen a cumplir diversas
obligaciones permisibles.
Una vez más indicamos que tampoco la cláusula de preferencia posee una normativa
específica para la sociedad anónima regular, es sobre la base de la norma general
consagrada en el artículo 101 de la Ley General de Sociedades que los socios incorporan
en su estatuto diversas clausulas celosamente redactadas a fin de cautelar sus intereses.
No así en el caso de la sociedad anónima cerrada, pues el artículo 237 de la Ley General
de Sociedades ha establecido como figura legal el derecho de tanteo, sin perjuicio que
sobre la base de autonomía de la voluntad se pacte el denominado derecho de retracto
o sistema mixto con o sin variantes en relación a los beneficiarios, precio y plazo,
elementos estos que responden a requerimientos propios de los accionistas y que
muchas veces pueden parecer totalmente arbitrarios y peligrosos para la sociedad.
98
Con el afán de abundar sobre los elementos que participen de este pacto de preferencia,
ya antes mencionados, nos referimos a cada uno de ellos:
1.4. Beneficiario
La Ley General de Sociedades otorga a todos los accionistas de una misma clase, la
posibilidad de ser beneficiarios del derecho de adquisición preferente, situación que no
vulnera el principio de libertad de contratar, pues no se prohíbe que se realice la
transferencia, sino que se regula con quien se ha de contratar.
No obstante , no se debe dejar de lado que el espíritu y la razón de ser de todo pacto de
preferencia es que el beneficiario del mismo pueda ejercitar o no del derecho de
adquisición en las condiciones establecida, pues lo contrario ,consideramos, llevaría a
otorgar nuevamente a los socios el derecho de preferencia , sin discusión alguna y de
superarse este paso, incluso , la transferencia podría ser sancionada con nulidad que
establece el último párrafo del artículo 291 de la Ley General de Sociedades.
99
1.5. El Precio
Nada impide que estas últimas puedan ser de utilidad y aplicación voluntaria a la
sociedad anónima regular, así se establece.
. Consiste en dejar a la parte la libre fijación del precio. Indudablemente este sistema es
perfectamente válido, aunque si se establece como único sistema se recorre el riesgo de
su inaplicabilidad ante la posibilidad cierta de que las partes afectadas no alcancen un
acuerdo y tengan que recurrir a persona distinta a ellos.
100
c). Sistema de precio de readquisición
Esto es, determinación en estatutos sociales de la forma en que debe fijarse el precio:
diferenciamos, cláusulas de valor según balance o según libros, valor de cotización en
bolsa, valor del activo neto real, valor de capitalización de resultados, valor actuar de
flujos monetarios netos.
Es decir ante dos precios o dos formas de determinar el precio, y por tanto ante una
controversia puesta de manifiesto por el socio vendedor y el comprador en virtud del
derecho reconocido en los estatutos sociales.
101
En este caso no trataremos la transmisión por enajenación forzosa en vista que los
plazos son legales y están establecidos en la norma procesal.
Por ejemplo, se podrán establecer clausulas limitativas ´por un plazo determinado que
se agote en el tiempo, no olvidemos que de acuerdo a nuestra Ley de Sociedades existe
la posibilidad, incluso de prohibir temporalmente la transferencia de acciones o que las
limitaciones se apliquen a un número limitado de transmisiones, las cuales una vez
verificadas se levanta la restricción.
Nuestras sociedades anónimas, por lo general, aplican plazos largos, que en aras de
asegurarse un tiempo adecuado para ejercer el derecho de preferencia, pero que, sin
embargo, sacrifican muchas veces a la sociedad, no facilitando el tráfico comercial de
las acciones, lo cual a todas luces refleja una voluntad de limitar la transmisión de
acciones, que se mantiene oculta debajo de plazos excesivos.
a. Cláusulas de rescate
Así mismo el artículo 239 de la Ley General de Sociedades establece la posibilidad que
los otros socios adquieran las acciones del socio fallecido.
La diferencia entre el artículo 239 del mismo cuerpo de leyes, radica en que este
derecho nace del pacto social o estatuto.
102
Al referirnos a la transferencia de acciones, podemos aludir tanto al contrato de cambio
que la motiva, como a la consecuencia societaria, que esta genera, la cual es la
“Adquisición de la calidad de Socio”, tema que a continuación nos referiremos, por sus
implicancias en el Derecho societario.
a) Que siendo más de uno los herederos, y en tanto la herencia permanezca en estado
de indivisión, se incorpora como socio el ente sucesorio y no cada uno de los herederos,
aun cuando las respectivas participaciones resulten de las proporciones legales
La calidad de socio se adquiere aquí por legado o donación, que pueden ser con cargo o
con reserva de derechos.
Sea cual fuere el modo a través del cual se adquiere la calidad de socio, existe un
denominador común en todos estos modos, y es que se crea un tipo especial de relación
entre el socio y la sociedad, la cual está obligada a reconocer al socio en la medida que
la condición de tal, haya sido adquirida observando las reglas y procedimientos
establecidos en el pacto social, estatuto y Ley General de Sociedades.
Sin perjuicio que el estatuto regule un procedimiento especial, para el ejercicio del
derecho de adquisición preferente, el artículo 237 de la Ley General de Sociedades ha
plasmado el procedimiento clásico y uniforme aceptado por la doctrina e incorporando
en la mayoría de legislaciones comparadas que reconocen este derecho.
103
Así mismo el artículo 237 prescribe que en caso la transferencia de acciones fuera a
título oneroso distinto a la compra venta, o a título gratuito, el precio de adquisición
será fijado por acuerdo entre las partes o por el mecanismo de valorización que
establezca el estatuto.
En su defecto el importe a pagar lo fija el juez por el proceso sumarísimo. Esta norma
reviste gran importancia, por su utilidad, pues, por lo general, el precio es el elemento
determinante del éxito o fracaso de una transferencia de acciones, de allí la
preocupación del legislador de establecer algunos parámetros para su fijación.
Si es que los socios no logran ejercer su derecho de preferencia, por causas ajenas a
ellos, como por ejemplo: la demora en la comunicación y el socio vendedor transfiere
sus acciones a un tercero, esa transferencia, será válida, sin cuestionamiento alguno, si
se ha ajustado a las condiciones de la oferta. En todo caso los socios afectados podrán
solicitar la indemnización por daños, que correspondan, a la persona que los perjudico.
Situación que es totalmente ajena a la transferencia realizada.
La sociedad anónima cerrada registra todos los actos relativos a las acciones en la
matrícula de Acciones, que es un libro de la sociedad y que debe ser legalizado en forma
previa a su utilización.
Las transferencias de acciones deben ser comunicadas por escrito a la sociedad a fin
que esta las registre, reconozca al nuevo socio y se le extienda los certificados de
acciones, de ser el caso.
En todo caso la sociedad deberá actuar con diligencia y de dudar sobre la legitimidad
de la transferencia comunicada, utilizar los medios que la ley le otorga para la
comprobación correspondiente.
Nuestra Ley General de Sociedades, de manera acertada y con el ánimo de darle agilidad
al gobierno de esta modalidad de sociedad anónima ha regulado en su artículo 244 el
derecho de separación del accionista, indicando que “sin perjuicio de los demás casos
que concede la ley, tiene derecho a separarse de la sociedad anónima cerrada el socio
105
que no haya votado a favor de la modificación del régimen relativo a las limitaciones a
la transmisibilidad de las acciones o al derecho de adquisición preferente”.
El estudio de este derecho de separación del accionista, también tiene otra arista, que
está constituida por el ejercicio del derecho mismo, el cual, tal como opinan algunos
tratadistas, siempre ha presentado ciertos problemas, pues las causales reguladas en el
artículo 244 para la sociedad anónima cerrada, son solo algunas de las tantas que se
manejan en esta institución.
d) Valor de las acciones: el artículo 244 es concordante con el artículo 200 de la Ley
General de Sociedades y en este sentido se establece que el valor de reembolso de las
acciones será fijado por acuerdo de partes y de no ser posibles se considerara el valor
en libros al último día del mes anterior al de la fecha del ejercicio de separación.
106
Gran sector de la doctrina se inclina por considerar esto último, como sustento valido.
Dicha autorización no se basara en ninguna manera en el hecho que la cuota del socio
debe ser destinada a pagar la posible reparación que le Juez establezca, sino que dicha
devolución se convierte en un crédito que la sociedad debe pagar al accionista excluido,
107
de allí la idea de que dicho crédito garantice a través de una medida cautelar o pague el
monto de la reparación.
Ahora bien, no podemos olvidar que si el abandono de la sociedad acontece con esta
última vía, las acciones del socio saliente no se amortizan, ni se reduce el capital, puesto
que la cuota que aquel ostentaba pasa a titularidad de otra u otras personas.
En el caso del derecho de separación de tal importancia en los socios, quienes para
proteger sus intereses ven, incluso obligados a retirarse de la sociedad.
108
En esta última instancia, la diferencia de fondo estriba en que, mientras la exclusión
aparece configurada como una institución que permite salvaguardar la subsistencia del
entre mediante la expulsión de su seno de quienes por su conducta o circunstancias
personales incurran en una justa causa de exclusión previa decisión unilateral de la
sociedad, la separación se articula como un instrumento de protección de los socios
minoritarios ante la adopción mayoritaria de determinados acuerdos que suponen una
alteración de alguno de los elementos esenciales que pudieron motivar el ingreso del
socio en la sociedad.
Así tanto la separación como la exclusión se encuadran dentro del concepto genérico
de la extinción del puesto de socio, mecanismo que va a permitir la desvinculación de
uno o más participes de la compañía, como amortizaron de la cuota correspondiente y
sin que la sociedad deba disolverse.
2.1. GENERALIDADES.
2.2. ANTECEDENTES:
109
La llamada revolución industrial género en la estructura de las sociedades, el
fenómenos de la dispersión del accionariado, hecho que promovió la aparición de un
tipo de sociedad con características y necesidades diferentes a las sociedades que
habían venido siendo utilizadas hasta esos momentos, sociedades que habían
caracterizado por tener estructuras societarias pequeñas y de naturaleza cerrada,
con accionistas que incluso podían llegar a tener relaciones consideradas familiares
de marcado carácter personalista(regidas por el principio del intuito personae).
En ese orden de ideas, cabe señalar que, la evolución del fenómeno de la dispersión
del accionariado genero un tipo de sociedad de gran número de accionistas
caracterizadas por:
a) separar la gestión de la sociedad de la participación en el capital social de sus
accionistas
b) tener gran patrimonio
c) recurrir al ahorro público como fuente de financiamiento
d) cotizar sus acciones en los mercados públicos de valores
e) estar sujetas a control de funcionamiento por parte de la Administración Pública
2.3. CARACTERISTICAS
2. Grandes dimensiones:
Las sociedades anónimas abiertas son el vehículo societario ideal para las sociedades
que explotan actividades relacionadas con las llamadas mega industrias como son
por ejemplo las empresas de capital privado que a través de contratos de concesión
prestan determinados servicios públicos cuya explotación implica la inversión de
grandes cantidades de recursos, como pueden ser las empresas prestadoras de
servicios de telecomunicaciones, las empresas prestadoras de servicios de agua
potable y alcantarillado, así como guía eléctrica, los bancos, las grandes mineras y en
general las grandes empresas en las que se necesita invertir ingentes cantidades de
recursos que normalmente solo pueden ser conseguidos o captados del ahorro
público, dadas sus grandes posibilidades.
111
Esta característica de la cotización de las acciones en las sociedades abiertas en un
mecanismo que permite la expansión prácticamente ilimitada del capital y resulta
siendo un incentivo para la sucesiva negociación y transferencia de las acciones.
En la doctrina y en las legislaciones de los diversos países que regulan las sociedades
con accionariado difundido, se señala expresamente como requisito indispensable
para la cotización de las acciones cumplir con ciertas disposiciones estatutarias y
legales como por ejempló:
• La obligación de no incorporar pactos que limiten su libre transferencia y la
obligación de suministrar al ente regulador del Estatuto su historial, así como lo
amplia información económica-financiera, composición accionaria, inversiones,
balances, etc.
5. Control administrativo de funcionamiento o fiscalización estatal
Las sociedades anónimas abiertas se encuentran a su vez obligadas a presentar ante
la autoridad los estados financieros anuales (en algunas legislaciones semestrales),
memoria e información financiera adicional.
Asimismo se encuentra obligadas a comunicar las fechas de celebración de la Junta
General, se ordinaria o extraordinaria, y toda documentación que la autoridad exija,
y sea considerada como hechos relevantes o de importancia.
Generalmente, la legislación sobre este tipo de sociedad faculta al entre la
fiscalización para exigir a la sociedad la exhibición de libros y documentos que
necesite para obtener la más completa información sobre estas empresas.
112
Posteriormente la ley de bolsas elevo ese número a 500, salvo el caso que un 10%
del capital, como mínimo, este distribuido entre 100 accionistas.
En chile se ha dado pues un tratamiento diferenciado para las grandes sociedades
anónimas, denominadas sociedades abiertas.
Bibliografía
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Exebio, O. H. (2012). Manual de derecho societario. Lima: Gaceta Jurídica.
Exebio, O. H. (2016). La sociedad anónima, un enfoque teorico y practico. Lima : Gaceta
Juridica.
Sandoval, C. N. (2012). Manual practico de la ley general de sociedades. Lima: Instituto
Pacifico SAC.
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Anexos
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