Artritis Reumatoide
Artritis Reumatoide
Artritis Reumatoide
ORREGO
FACULTAD DE MEDICINA
ALUMNOS :
1. ARRIAGA NEGREIROS, CAROLINE
2. BRITO TORRES, ALEXANDER
3. GARCÍA ESTRADA, ANNIE
4. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, DAVID
5. IDROGO CÓRDOVA, GIANELLA
6. INOSTROZA VERASTERGUI, STEPHANIE
7. LEÓN YAIPÉN, RAÚL
8. PADILLA ZUÑE, NICOLE
9. PALACIOS RUIZ, YOSI
10. RENGIFO CHOTA, JHONATAN
11. RODAS PLASENCIA, CRISTINA
12. RODRÍGUEZ TAPIA, BRANDON
13. VALLEJO VARGAS, ALITHU
14. VÁSQUEZ PAIMA, KAREN
15. ZAPATA NAVARRETE, GÉNESIS
16. ZUTA MURRIETA, ALICIA
TRUJILLO – PERÚ
2019
1. EVALUACIÓN
• En primer lugar, se debe hacer inspección general: la postura,
movimiento, lesiones cutáneas, deformidades, actitud, estado de
nutrición, forma de caminar, posición del cuerpo…
• Luego se procede a efectuar el examen articular, región por región,
comparando simétricamente.
• Signos Físicos más importantes en la evaluación del paciente con
enfermedad reumática
-Anormalidades en el color, la consistencia y la temperatura de las
articulaciones
-Hinchazón
-Dolor difuso o localizado
-Limitación del movimiento
-Deformidad
-Crepitación
-Nódulos subcutáneos
Inspección:
-Deformaciones.
-Aumentos de volumen.
-Cambios de coloración.
- Atrofia muscular
Palpación:
-Puntos dolorosos.
-Derrame articular.
- Aumento de la temperatura.
- Crepitaciones.
- Engrosamiento sinovial
- Nódulos subcutáneos
Movilidad articular.
-Activa.
- Pasiva.
2. PRONÓSTICO
Actualmente, al realizar el diagnóstico de la enfermedad, los reumatólogos
también pueden prever, hasta cierto punto, si el trastorno tenderá a evolucionar
de forma más o menos grave en base a la valoración de los llamados «factores
pronósticos» de la AR.
Los reumatólogos suelen analizar y valorar estos factores en las primeras visitas
con el objeto de confirmar el diagnóstico de AR y perfilar un pronóstico
individualizado. No obstante, también analizan algunas de estas variables en las
visitas periódicas de control, en este caso también con la finalidad de evaluar la
eficacia del tratamiento.
3. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico clínico de la Artritis Reumatoide se basa en los signos y síntomas
de la artritis inflamatoria crónica y los resultados de análisis de laboratorio y
estudios radiográficos aportan información complementaria importante.
Un grupo de expertos europeos y americanos establecieron de forma conjunta
en el año 2010 los nuevos criterios de clasificación los cuales se basan en cuatro
dominios: número y localización de las articulaciones afectas, presencia del
factor reumatoide o de los anticuerpos antipéptidos citrulinados, reactantes de
fase aguda y duración de los síntomas. Es necesario alcanzar una puntuación ≥
6 para clasificar un paciente como artritis reumatoide definida. (Ver Anexo 01:
Tabla de clasificación)
1. EXÁMENES COMPLEMENTARIOS:
a) Exámenes de laboratorio:
El factor reumatoide: Aunque no existe ninguna prueba diagnóstica
específica, en dos de cada tres pacientes se detecta el factor
reumatoide. Se trata de un anticuerpo, generalmente una
inmunoglobulina de tipo IgM, se considera positivo un título
superior a 40 UI/ml. Puede aparecer años antes del inicio de la
artritis y persistir durante el curso de la enfermedad, aunque en
ocasiones desaparece como respuesta al tratamiento.
Según la presencia o ausencia del factor reumatoide se distingue
en artritis reumatoide seropositiva o seronegativa. Los pacientes
seropositivos tienen un peor pronóstico, ya que se asocia a la
presencia de erosiones, nódulos, serositis y otras complicaciones
extraarticulares. Los pacientes con títulos elevados de factor
reumatoide tienen mayor riesgo de enfermedad diseminada y
grave como vasculitis o síndrome de Felty.
4. TRATAMIENTO
La inflamación articular es el elemento inductor del daño articular y la causa más
importante de discapacidad funcional en las fases incipientes de la enfermedad,
por lo que es la variable que más influye en las decisiones terapéuticas.
El panorama terapéutico en la AR ha cambiado en los últimos 20 años, incluye:
1) El empleo del metotrexato como fármaco antirreumático modificador de la
enfermedad (DMARD) y de primera elección para tratar AR incipiente.
2) La obtención de productos biológicos nuevos muy eficaces que se pueden
utilizar solos o en combinación con el metotrexato.
3) La superioridad probada de los regímenes combinados con DMARD en
comparación con el metotrexato.
Antiinflamatorios no esteroideos
Se les considera complementos para tratar los síntomas que no pueden controlar
otras medidas; estos tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias, estas
últimas por su capacidad de inhibir de forma no selectiva la COX 1 y la COX 2.
Los AINE tienen una eficacia similar entre ellos, pero la experiencia sugiere que
las personas reaccionan de manera preferente a un fármaco en particular. El
empleo a largo plazo debe llevarse al mínimo ante la posibilidad de efectos
adversos (gastritis, úlcera péptica, deterioro de la función renal).
Glucocorticoides
Controlan la actividad patológica por diversos mecanismos. Primero, su dosis de
administración puede ser baja o moderada para obtener un control rápido de la
enfermedad antes de comenzar el tratamiento a base de DMARD, que suele
durar semanas o meses para mostrar efectos. Segundo, a veces se emprende
un ciclo de una a dos semanas con glucocorticoides para tratar exacerbaciones
agudas y la dosis y la duración dependen de la intensidad de la exacerbación.
Puede estar justificada la administración de prednisona en dosis pequeñas (5 a
10 mg/día) por largo tiempo en los pacientes con inadecuada respuesta a
DMARD.
Productos biológicos
Son productos proteínicos diseñados para actuar en citosinas y moléculas de
superficie celular. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral fueron los
primeros productos de esta categoría aprobados para tratar la AR. Luego la
anakinra (antagonista de IL-1). Ahora ya se dispone de medicamentos más
eficaces (abatacept, rituximab y tocilizumab).
Inhibidores micromoleculares
Algunos pacientes no responden adecuadamente a los DMARDS corrientes o a
los productos biológicos, y por esa razón, se han estudiado otras moléculas
terapéuticas para cubrir tal deficiencia. En fecha reciente, el desarrollo galénico
en AR orientó la atención hacia las vías de señalización intracelulares que
transducen las señales positivas de las citocinas y otros mediadores
inflamatorios que crean asas de retroalimentación positiva en la respuesta
inmunitaria. Se pretende que con tales DMARD sintéticos se obtenga la misma
eficacia que los productos biológicos en una presentación ingerible.
a. Tofacitinib: Es un inhibidor micromolecular que inhibe de manera
predominante JAK1 y JAK3 que median las señales de los receptores que
vienen de las citocinas vinculadas con la cadena-γ común, IL-2, -4, -7, -9,
-15 y -21 y también IFN-γ e IL-6. Todas las citosinas mencionadas
intervienen en la inducción de la activación de linfocitos T y B y también
en la inflamación. Se demostró en estudios clínicos con asignación al azar
donde los testigos recibieron placebo, que el tofacitinib VO, mejoró los
signos y los síntomas de AR en grado significativo, en comparación con
el placebo. Las principales acciones adversas incluyen incremento de los
niveles séricos de transaminasas que denotan daños del hígado,
neutropenia, hipercolesterolemia e incremento de la creatinina sérica. Su
uso se ha vinculado también con un mayor riesgo de infecciones. El
tofacitinib se utiliza como fármaco único o en combinación con el
metotrexato.
ANEXO 01:
BIBLIOGRAFÍA