Yemayá estaba pasando por dificultades y consultó a Orunmila, quien le advirtió que no protestara ni renegara a pesar de los obstáculos que enfrentaría. A lo largo de su camino, Yemayá sufrió varios contratiempos pero siguió el consejo de Orunmila. Finalmente, llegó a un hermoso palacio donde fue nombrada reina por Shango, el gobernante, en reconocimiento a su perseverancia.
Yemayá estaba pasando por dificultades y consultó a Orunmila, quien le advirtió que no protestara ni renegara a pesar de los obstáculos que enfrentaría. A lo largo de su camino, Yemayá sufrió varios contratiempos pero siguió el consejo de Orunmila. Finalmente, llegó a un hermoso palacio donde fue nombrada reina por Shango, el gobernante, en reconocimiento a su perseverancia.
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