Analisis y Diseno
Analisis y Diseno
Analisis y Diseno
Alejandría
En el año 415 se apagó bruscamente la estrella de la
matemática, astrónoma y filósofa pagana Hipatia de
Alejandría, cuando una turba de cristianos exaltados la mató
con extrema crueldad. Este trágico hecho marcó el ocaso de
la cultura pagana en el mundo antiguo
Un móvil
El siniestro suceso ocurrió en el año 415, y fue oscuramente
instigado por el obispo Cirilo, sucesor y sobrino de aquel patriarca
Teófilo que había impulsado a las masas devotas a destruir el Serapeo.
Como su tío, Cirilo era un patriarca con mucho poder, intrigante y
taimado. Sin embargo, tras su muerte no tardaría en ser santificado por
sus servicios y méritos. No sabemos bien qué desencadenó la furia de
Cirilo contra Hipatia, quien ni siquiera era una intelectual combativa
y hostil al cristianismo. De hecho, tenía discípulos cristianos como
aquel Sinesio que le escribió tantas cartas y que llegó a ser obispo de
Tolemaida.
Damascio ofrece una acusación claracontra el patriarca y explica las
causas de su hostilidad hacia la filósofa: «Ocurrió un día que Cirilo,
obispo del grupo opuesto, pasaba por delante de casa de Hipatia y vio
una gran multitud de gente y de caballos a su puerta. Había quienes
llegaban, quienes se marchaban y quienes esperaban. Cuando Cirilo
preguntó por el significado de aquella reunión y los motivos del revuelo,
sus criados le explicaron que era la casa de la filósofa Hipatia y que ella
estaba saludándoles. Cuando Cirilo oyó esto le entró tal ataque de
envidia que inmediatamente empezó a conspirar su asesinato de la
manera más detestable». La envidia, pues, habría sido el
desencadenante de los hechos.
Pero queda otro motivo que pudo influir en la inquina del obispo: las
buenas relaciones de Hipatia con Orestes, el prefecto de la ciudad,
que años antes había sido objeto de otro ataque callejero de los
mismos fanáticos, uno de los cuales lo había herido en la cabeza con
una piedra. El agresor, un monje llamado Amonio, fue sometido a tortura
y falleció, tras lo cual Cirilo depositó sus restos en una iglesia y le rindió
el culto que se daba a los mártires. Las relaciones entre el poder
eclesiástico y el poder civil se habían tensado hasta el extremo, e
Hipatia reunía la doble condición de pagana y próxima a Orestes, lo
que no podía menos que concitar el odio del patriarca. Cuando
Damascio califica a Cirilo de «obispo del grupo opuesto» quizá tenga en
mente a quienes se enfrentaban a él, con Orestes e Hipatia como
cabezas visibles.
El asesinato
La filósofa murió durante el cuarto año del obispado de Cirilo. Una turba
de monjes venidos de los yermos próximos o de parabolanos rodeó
en pleno día a Hipatia en la misma puerta de su casa. La arrastraron
a golpes hasta el interior de una iglesia, y allí la desnudaron y la
descuartizaron, desgarrando sus carnes con conchas y tejas, y
después de muerta quemaron sus restos en una hoguera para
borrar su recuerdo. La brutal escena semejaba un sacrificio humano en
un ritual de inaudita ferocidad, como si inmolaran una víctima a un dios
bárbaro. Anotemos de paso que, ya que era una famosa profesora unos
veinte años antes, Hipatia no murió tan joven como creían algunos
pintores románticos, imaginándola como una bellísima muchacha
desnuda y sacrificada en un altar por los furiosos monjes. Debía tener
cincuenta años o más cuando fue tan cruelmente asesinada.
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/hipatia-la-cientifica-de-
alejandria-2_9797
Hipatia, imaginada por el pintor
prerrafaelista inglés
Charles William Mitchell (1885).
Hipatia de Alejandría es una de las primeras científicas de quienes tenemos referencia. Fue
una maestra de prestigio en la escuela neoplatónica y realizó importantes contribuciones a
la ciencia en los campos de las matemáticas y la astronomía. Su brutal asesinato escenifica
el paso del razonamiento clásico al oscurantismo medieval.
La ciencia
La obra de Teón cuenta con Comentarios a algunas de las obras más relevantes que se
habían escrito hasta entonces en los campos de las matemáticas y la astronomía. Su labor
consistía en ordenar, reescribir a mano los volúmenes más importantes y hacer comentarios
manuscritos al margen, con anotaciones que permitían diferenciar lo que era del autor de lo
que era del comentarista.
A partir de las cartas de Sinesio podemos situar a Hipatia dentro de la escuela neoplatónica
cuyas ideas parten de los pitagóricos. Una sociedad científica que basaba su sistema de
pensamiento en la contemplación y el descubrimiento del cosmos, palabra que crearon ellos
mismos, como un universo ordenado por unas leyes cognoscibles. La naturaleza era
numérica: “El número era responsable de la “armonía”, el principio divino que gobernaba
la estructura de la totalidad del mundo” (Guthrie). Los fenómenos eran tan sólo la forma
en la que se reflejaban los números. Las matemáticas encarnaban la perfección y
constituían su guía moral. El pensamiento y no la observación, era el método de conocer la
verdad y ampliar el conocimiento.
Esta visión del universo no era nueva, Aristarco de Samos (siglo III a.C.) había sido el
primero en elaborar una teoría heliocéntrica completa que situaba el Sol y otras estrellas
fijas en el centro y la Tierra y demás planetas rotando alrededor. También postulaba que la
tierra giraba sobre su propio eje. Por desgracia, el trabajo en el que impulsó esta idea se
extravió y únicamente nos aparece referenciado por Arquímedes y Plutarco.
Platón fue uno de los filósofos que recogió las ideas de los pitagóricos. Las matemáticas y
la ciencia política fueron temas centrales en la obra y la Academia de Platón. Su filosofía se
basaba especialmente, en la creencia que las ideas (Mundo de las ideas) son más reales que
el mundo material que nos rodea. La corriente neoplatónica, que siguió Hipatia, era
heredera de esta línea de pensamiento de la que el principal representante es Plotino.
También suponían la existencia de un principio supremo más allá de la realidad que podía
conocerse por medio de fórmulas matemáticas y compartían la visión del cosmos.
La vida social
Si bien por vía indirecta hay constancia de sus logros intelectuales, en su vida personal el
desconocimiento es mayúsculo. Una de las muchas leyendas inventadas es su matrimonio
con el filósofo Isidoro y su culto a los dioses paganos. No existe prueba alguna de que fuese
seguidora de los dioses y héroes helenos. Al contrario, siempre manifestó una postura
racional frente a la tradición helénica y se mantuvo al margen de las continuas disputas
entre paganos y cristianos que tenían lugar por aquel entonces en Alejandría.
El 17 de octubre de 412 fue el principio del fin del sueño alejandrino. Cirilo fue elegido
como obispo de Alejandría y, a partir de entonces, la situación cambió radicalmente. Parte
de los cristianos de Egipto se opusieron a su nombramiento por sus ideas intolerantes.
Orestes tampoco compartía la visión sobre los asuntos religiosos de Cirilo, que atacaba a
todos los colectivos religiosos que no aceptasen el cristianismo impuesto con el pretexto de
purificar la fe. Alejandría se sumió en un clima de extrema violencia. Los asesinatos entre
grupos de creencias diferentes se sucedían continuamente.
Para Cirilo, la influencia de Hipatia entre los altos cargos de la política imperial y
municipal, representaba una amenaza. Envidiaba el prestigio social que gozaba entre las
capas sociales altas de Alejandría. Por ello, decidió iniciar una campaña de difamación
contra ella presentándola como una bruja peligrosa entregada a la magia negra que había
embrujado a Orestes para enfrentarlo a los cristianos, entre los cuales, la filósofa, creaba
ateos. La difusión de estas falsedades hizo que el mal ambiente entre la gente llegase a tal
extremo que, en marzo de 415, un grupo de cristianos fanáticos liderados por un tal Pedro,
la sacasen del carruaje, la dejasen totalmente desnuda, la matasen brutalmente con
fragmentos de cerámica y quemasen posteriormente sus restos en las afueras de la ciudad.
Su asesinato fue consecuencia del conflicto entre el poder civil de Orestes y el eclesiástico
de Cirilo y no una confrontación entre paganismo y cristianismo, como defendieron
pensadores ilustrados como Voltaire o Toland. Los asesinos no fueron castigados. Orestes,
informó a Roma para que se iniciara una investigación, pero ésta fue pospuesta en repetidas
ocasiones. Aquellos que con su muerte buscaban imponer el fanatismo al razonamiento, la
tolerancia y la búsqueda del conocimiento de la escuela de Hipatia, quedaron impunes.
Para acabar, os dejo con dos textos que narran el final de Hipatia para que vosotros mismos
los comparéis y valoréis su objetividad. El primero es el testimonio de Sócrates Escolástico,
historiador cristiano coetáneo de Hipatia; el segundo es de Juan, Obispo de Nikiu, dos
siglos más tarde:
Cayó víctima de las intrigas políticas que en aquella época prevalecían. Como tenia
frecuentes entrevistas con Orestes (el Prefecto de Alejandría), fue proclamado
calumniosamente entre el populacho cristiano que fue ella quien impidió que Orestes se
reconciliara con el obispo (Cirilo). Algunos de ellos, formando parte de una fiera y
fanática turba, cuyo líder era un tal Pedro (Pedro el Lector), la aprehendieron de camino a
su casa, y arrastrándola desde su carro, la llevaron a una iglesia llamada Cesareo, donde
la desnudaron completamente, y la asesinaron con tejas (la palabra griega original,
ostrakoi no deja claro si se trató de tejas o de ostras). Después de desmembrar su cuerpo,
llevaron sus restos a un lugar llamado Cinaron, y allí los quemaron. Este asunto dejó caer
el mayor de los oprobios, no sólo sobre Cirilo, sino sobre toda la iglesia de Alejandría. Y
seguramente nada puede haber más lejos del espíritu cristiano que permitir masacres,
luchas y hechos de este tipo. Esto sucedió en el mes de Marzo durante la Cuaresma, en el
cuarto año del episcopado de Cirilo, bajo el décimo consulado de Honorio y el sexto de
Teodosio.
Sócrates Escolástico (s. V dC). Historia Ecclesiatica. Libro VI, capítulo 15
… Una multitud de creyentes en Dios se levantaron guiados por Pedro el Magistrado, y
procedieron a buscar a la mujer pagana que había engañado a la gente de la ciudad y al
prefecto (Orestes) con sus encantamientos. Y cuando descubrieron el lugar donde se
encontraba, la fueron a buscar y la hallaron cómodamente sentada; habiéndola hecho
descender, la arrastraron por todo el camino hasta la iglesia mayor, llamada Cesareo.
Esto sucedió en los días de Cuaresma. Le arrancaron la ropa y la arrastraron por las
calles de la ciudad hasta que le provocaron la muerte. La llevaron a un lugar llamado
Cinaron y quemaron su cuerpo. Todo el mundo rodeó al patriarca Cirilo y le aclamaron
como “el nuevo Teófilo”, ya que él había acabado con los últimos restos de idolatría de la
ciudad..
Juan, Obispo de Nikiu. Crónica 84.87-103