Garavito 2007
Garavito 2007
Garavito 2007
RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL Y MERCADO DE TRABAJO
Cecilia Garavito
Junio, 2007
Cecilia Garavito
RESUMEN
El objetivo de este artículo es analizar la razón por la cual en el Perú los programas de
Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se orientan fundamentalmente a temas
relacionados con la comunidad y el medio ambiente, y dan menos atención al tema laboral.
Entendemos como RSE en el ámbito laboral a las acciones de las empresas orientadas a
ofrecer “un trabajo decente y productivo, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y
dignidad humana”. Luego de una revisión exhaustiva de la literatura teórica sobre el tema, y
un análisis de las políticas de RSE en el Perú, postulamos que la razón del poco interés por
políticas de RSE en el ámbito laboral se debe a la falta de demanda de la sociedad por dichas
políticas. Planteamos la existencia de una jerarquía de necesidades sociales, donde debido a
la debilidad de nuestro sistema institucional, y al nivel de pobreza, los derechos laborales son
considerados como un bien de lujo. En este contexto, el interés por los temas de pobreza y
medio ambiente, si bien tiene un componente interno, estaría asociado a la demanda de los
países desarrollados a través de las empresas multinacionales. Lo mismo podemos decir con
respecto al debate actual sobre el respeto a los derechos laborales en las empresas y los
tratados de libre comercio.
ABSTRACT
The objective of this article is to analyze the reason why Corporate Social
Responsibility (CSR) policies in Peru focus on issues related to the community and the
environment, neglecting labor issues. CSR labor programs are those who aim to offer a
“productive and decent work, under conditions of freedom, equality, safety and human
dignity”. After an exhaustive review of the theoretical literature and the analysis of CSR
policies in Peru, we believe that the reason for the low interest on CSR labor policies is the
lack of demand from society for such policies. We state the existence of a social necessities
hierarchy where, due to the poverty level and the weakness of our institutional system, labor
rights are considered a luxury good. In this context, the interest on poverty and
environmental issues, even if it has an internal component, is associated to the demand from
developed countries and multinational firms. We can say the same thing about today’s
debate about labor rights and free trade agreements.
2
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL Y MERCADO DE TRABAJO1
Cecilia Garavito2
1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este artículo es analizar la razón por la cual en el Perú los programas
de RSE de las empresas se orientan fundamentalmente a temas relacionados con la
comunidad y el medio ambiente, y dan menos atención al tema laboral. En este artículo
entendemos como RSE en el ámbito laboral a las acciones de las empresas orientadas a
ofrecer “un trabajo decente y productivo, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y
dignidad humana”5. Esto implica una remuneración suficiente y condiciones de trabajo
adecuadas, que permitan no solamente la supervivencia inmediata del trabajador, sino
también la protección de su futuro y el de sus hijos.
1
Agradezco los comentarios de Adolfo Figueroa, Janina León, Ismael Muñoz y Máximo Vega-
Centeno, colegas del Departamento de Economía, sobre diferentes versiones de este artículo.
Los errores que subsisten son, por supuesto, responsabilidad mía.
2
Profesora Principal del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Coordinadora de la Maestría en Relaciones Laborales.
3
El término empleado en la literatura de negocios es “stakeholders”. Ver R. Freeman (1984),
citado en R. Freeman, A. Wicks y B. Parmar (2004).
4
Se puede decir que la RSE alude a lo que Vega-centeno (2007) llama “moral crítica”, es decir,
la práctica libre por encima de consensos mínimos en una sociedad.
5
Organización Internacional del Trabajo (1999a, 2001b).
3
solamente la consecuencia de la disposición de una empresa a ofrecerlas, sino también de la
demanda de la sociedad por dichas políticas, postulamos que en el contexto peruano la falta
de demanda por RSE en el ámbito laboral sería más importante para explicar el
comportamiento de las empresas que los beneficios de tener trabajadores más productivos.
6
Si bien no faltaron las críticas al sistema y a la doctrina económica implícita, la organización
capitalista de la producción permitió un crecimiento sin precedentes de lo que Marx llamaba las
fuerzas productivas.
7
A. Carnegie (1889).
8
Un resumen sobre este punto se puede ver en C. Garavito, M. Carrillo y A. Hernández (2004).
9
B. Caravedo (1998,1999).
4
estrategia de permanencia y legitimidad de la empresa, basada en que su fortaleza depende en
gran parte del desarrollo social de la comunidad donde se establece10. De esta manera, la
empresa desarrolla una actuación pro-activa, ofreciendo empleo estable, manteniendo
relaciones armónicas con sus miembros y con la sociedad, y llevando a cabo una gestión
sustentable desde el punto de vista ambiental11.
En el caso de América Latina, el interés por la RSE comienza en la década del 90, a
través de los programas socialmente responsables llevados a cabo por las empresas
multinacionales12. Argentina es uno de los países pioneros, si bien las empresas en Brasil,
Chile, Venezuela y México también llevan a cabo programas que podrían llamarse de RSE.
Sobre esto Muñoz (2006) señala que mientras en Europa las empresas concentran sus
programas de RSE en problemas del medio ambiente, en América Latina los temas
principales son la pobreza, el desempleo y la educación13, los cuales no conforman una
política socialmente responsable en el ámbito laboral.
A partir de estas reflexiones podemos decir que una vez que la empresa toma
conciencia de los efectos de sus acciones sobre sus miembros, la sociedad y el medio
ambiente, llevará a cabo programas socialmente responsables en forma voluntaria solamente
si los percibe como una inversión que en el largo plazo redundará en beneficios tangibles, y
no solamente como un costo.
En el ámbito laboral esto implica que la empresa reconozca el efecto positivo de estas
políticas sobre la productividad de sus trabajadores; y que un aumento de la productividad
vía reducción de costos, afectando derechos sociales y condiciones de trabajo, lleva
solamente a ganancias de corto plazo. Asimismo implica reconocer el efecto de los
incentivos dados a los trabajadores sobre su productividad y los beneficios de la empresa.
10
Observatorio Social (2003); M. Schwalb y E. García (2003).
11
B. Caravedo (1999).
12
I. Muñoz (2006).
13
Otras reflexiones sobre las diferencias entre la RSE en países desarrollados y países en
desarrollo, ver también G. Davis, M. Whitman y M. Zald (2006); y K. Amaeshi, B. Adi, C.
Ogbechie y O. Amao (2006).
5
analizan el comportamiento de la empresa con respecto a los programas de RSE. A partir de
estos modelos, en la sección cuarta proponemos una posible respuesta para la interrogante
que motiva este artículo. Finalmente presentamos las conclusiones de nuestro análisis.
Las fuentes principales del desarrollo del concepto de RSE son documentos
elaborados por organismos internacionales, que tienen como base la defensa de los derechos
fundamentales en el trabajo y/o la preservación del medio ambiente. Entre estos documentos
están la Declaración Relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, y la
Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la Política Social,
ambas de la OIT14; las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales de la OCDE15; y el
Pacto Mundial (Global Compact) de la ONU.16 Estos documentos establecen derechos
laborales fundamentales, condiciones de trabajo mínimas, y la necesidad de proteger el
derecho de los habitantes del futuro a un medio ambiente adecuado.
6
Un primer punto de discusión en la literatura sobre RSE es la naturaleza de la
empresa, y la legitimidad de imponer los derechos de los accionistas sobre los derechos de
los otros asociados. Si bien autores como Friedman (1970) sostienen que la empresa
capitalista tiene como principal función social aumentar las ganancias de sus accionistas y no
limitar éstas en función de objetivos sociales, otros autores como Cortina (2000) señalan que
la empresa, al igual que cualquier organización, debe obtener una legitimidad social sobre la
base de su rol en el sistema capitalista17. Este rol, sostiene Cortina, consiste no solamente en
la producción de los bienes y servicios que la sociedad demanda, sino también en el respeto
de las leyes y valores de la sociedad donde la empresa está establecida:
En este mismo sentido, Waddock (2005) sostiene que los sistemas de mercados en el
capitalismo se basan en la confianza y en la integridad. La adherencia de una firma a un
código de conducta sería una señal de la integridad de la firma como organización. En un
trabajo anterior19 la autora señala que el paradigma empresarial del siglo XXI ve a las
empresas como parte de un sistema más grande, y que para entenderla se debe estudiarla en
forma sistémica y no atomizada.
17
El cuestionamiento, en este punto, no es al modelo económico, sino a la filosofía empresarial
implícita.
18
A. Cortina (2000).
19
S. Waddock (1997).
20
Sobre este tema ver también K. Andrews (1972).
7
Un enfoque que intenta conciliar la visión económica con la dimensión ética es el de
Drucker (1993), quien sostiene que si bien las empresas tienen como primera responsabilidad
el ser rentables, deben hacerse responsables por los efectos que su funcionamiento genera
sobre la sociedad. Según el autor, las empresas serían socialmente irresponsables si
intentaran actuar fuera de su competencia, pero al mismo tiempo, deben intentar asumir un
enfoque de los problemas sociales que les permita seguir operando en su área de actividad.
21
Si bien esto puede hacerse pagando bajos sueldos y en condiciones de trabajo precarias. La
definición de RSE de Caravedo no toma en cuenta estos elementos.
22
Citado en R. Freeman, A. Wicks y B. Parmar (2004). Ver también Frans van der Putten (2005)
y L. Sacconi (2004).
23
Para un análisis que busca fundamentar la teoría de los “stakeholders” en el concepto del bien
común ver el artículo de A. Argandoña (1998).
24
Ver O. Williamson (1985). Debido a la presencia de racionalidad limitada y oportunismo,
existen costos de transacción. Los agentes llevan a cabo estas transacciones de acuerdo a
diferentes estructuras de transacciones (gobernación) con el fin de minimizar dichos costos. La
8
accionistas es una manera de solucionar el problema de los contratos incompletos. De
acuerdo a Sacconi esto no implica que sus intereses sean considerados por encima de los
intereses de los otros “stakeholders”; si bien el conflicto existe, la firma solamente generará
riqueza si se logra la cooperación entre los “stakeholders”.
9
política de RSE. Así, las empresas llenarían los vacíos dejados por la falta de cumplimiento
de sus deberes por parte del Estado. De manera similar Caravedo (1999) señala que las
acciones de responsabilidad social se dan con mayor frecuencia en sociedades con
instituciones bien desarrolladas26, donde empresas líderes (dominantes) y secundarias llevan
a cabo acciones que benefician a la comunidad y permiten su sostenibilidad en el tiempo. Lo
que está en la base de este razonamiento es que la empresa necesita estas instituciones como
interlocutores en su relación con la sociedad.
26
El autor llama instituciones a las organizaciones. Nosotros seguimos a North (1990) en este
punto, llamando organizaciones a las asociaciones de personas e instituciones a las reglas
formales e informales, y a los mecanismos que aseguran su cumplimiento.
27
D. Sulmont (2000); Caravedo (1998, 1999); I. Muñoz (2006). Portocarrero y asociados (2000)
señalan que aún hay una brecha significativa entre el discurso y las acciones efectivas.
28
Para el cual las autoras entrevistaron 75 empresas en todo el Perú.
10
Por otro lado, Garavito, Carrillo y Hernández (2004) encuentran que las
remuneraciones promedio, las condiciones de trabajo y el acceso igual a oportunidades de
trabajo en algunas empresas multinacionales que operan en el Perú deja mucho que desear,
aún en empresas cuyo record de políticas de RSE en los países desarrollados es bueno. En
general se observa que incluso aquellas empresas que colaboran con los problemas de la
comunidad y con la preservación del medio ambiente, descuidan el aspecto laboral.
Los modelos que buscan explicar por qué una empresa adoptaría un programa de
RSE se basan en los dos enfoques generales sobre el comportamiento racional de la empresa
capitalista: el neoclásico simple, donde el único objetivo de la firma es maximizar beneficios;
y el institucional, donde se asume que la empresa es una estructura de gobernación unificada
bajo una sola dirección con el fin de reducir los costos de transacción entre sus asociados
internos y lograr su cooperación para obtener dichos beneficios. Asociada a ambos enfoques
existe una literatura creciente sobre los efectos que las preferencias de los agentes
involucrados en el funcionamiento de la empresa por programas de RSE, tienen sobre sus
beneficios; los mecanismos serían los cambios en los precios, en los costos y en la
productividad de los trabajadores, inducidos por dichas preferencias.
11
responsables en un contexto de completa certidumbre; en el segundo los artículos que
analizan dicho comportamiento en un contexto de información asimétrica; y en el tercero los
artículos que centran dicho análisis en los programas de RSE en el ámbito laboral29.
El modelo simple de la empresa capitalista supone que ésta busca maximizar sus
beneficios, tanto en el corto como en el largo plazo, y en este contexto la RSE puede ser vista
como un costo, o como una inversión. Entonces, de acuerdo a su percepción, la empresa
llevará a cabo programas socialmente responsables solamente si estos le permiten lograr su
objetivo principal: la maximización de beneficios.
29
Para otras clasificaciones posibles ver Garriga y Melé (2004), citados por Frans van der Putten
(2005); y M. Schwalb y E. García (2004).
30
Aún así habría efectos sobre sus miembros, pero al ser firmas medianas y pequeñas, los efectos
serían mucho menores.
31
Señalado también por I. Muñoz (2006).
32
M. Schwalb y E. Garcia (2004).
12
desempeño en políticas socialmente responsables atrae la inversión de organizaciones sin
fines de lucro en acciones de estas empresas, dado que perciben que su riesgo es menor.
En una visión distinta de cómo se forma una empresa, Baron (2005) sostiene que son
los gerentes, y no los accionistas, los que forman las empresas, buscan los fondos, y por lo
tanto son ellos quienes deciden como se asignan los recursos. Basándose en el modelo de
Graff y Small reseñado arriba, Baron asume que los gerentes también sienten un “warm
glow” cuando hacen posible que los inversionistas puedan hacer caridad a través de la
compra de acciones de sus empresas. Señala además que los inversionistas que tienen
preferencias por programas de RSE estarían dispuestos a pagar más por estas acciones, lo
cual permitiría balancear los mayores costos34.
33
Es decir aquellos bienes que el individuo demanda porque incrementan la utilidad de otros
individuos.
34
Para otro modelo donde las estrategias de RSE de la empresa dependen de las preferencias de
los inversores ver el artículo de A. Mackey, T. Mackey y J. Barney (2006).
13
Otro tema relacionado a este punto es el efecto de las preferencias por RSE de los
consumidores sobre los beneficios de las empresas. Hopkins (2002) señala que si bien una
compañía que se preocupa de la sostenibilidad del entorno y del bienestar de sus
trabajadores, tiene costos más altos, es posible que sobreviva en el mercado si los
consumidores están dispuestos a pagar un “premio” por la mayor calidad del producto.
Entonces, como señalan Vitaliano y Stella (2003), las firmas tomarán una decisión sobre
cuantos programas de RSE ofrecer tomando en cuenta los ingresos y costos marginales de
dichos programas.
35
Stakeholder Influence Capacity.
36
Barnett (2005), traducción de la autora.
14
3.2 Responsabilidad Social Empresarial y Costos de Información
Algunos autores, como Goyal (2006) y Brekke y Nyborg (2004) sostienen que en un
contexto de información asimétrica las políticas socialmente responsables serían una señal
enviada por la empresa a sus potenciales asociados, revelando su disposición a la
cooperación. El argumento de Goyal se basa en el análisis del comportamiento de una
empresa multinacional que entra a operar en un país en desarrollo. La empresa estaría
interesada en enviar remesas de utilidades al exterior, dadas las restricciones usuales: la
legislación del país y la coyuntura económica. Los países en desarrollo, en cambio, estarían
interesados en atraer inversión extranjera y cobrar impuestos.
Otro artículo sobre el tema es el de Johnston (2005), quien argumenta que las
transacciones de mercado constituyen incentivos importantes para el cumplimiento de las
leyes y la regulación. Señala que si las firmas anticipan que la publicación de información
negativa sobre su actuación tendrá un efecto de mercado, entonces tendrán un mayor
37
Siguiendo a R. Axelrod (1986), si ambos agentes, la empresa multinacional y el país en
desarrollo, eligen cooperar, el bienestar social será mayor en el largo plazo.
38
Brekke y Nyborg (2004) plantean un modelo donde la empresa emplea su record en políticas
de RSE para atraer a trabajadores más productivos y reducir la desatención laboral. Trataremos
este modelo en forma más extensa en la siguiente sección.
15
incentivo para llevar a cabo políticas de RSE. Esto funcionaría mejor si hay “castigos” por
dar información falsa como sucede en el mercado de crédito.
El autor señala asimismo que las empresas pequeñas son relativamente ignorantes de
los efectos que causan sobre el medio ambiente, y tienen costos de información más altos,
por lo que tendrían menos incentivos que las empresas grandes para llevar a cabo políticas de
RSE. Sin embargo, las empresas grandes también serían las que tienen mayor facilidad para
dar información falsa.
Otro de los argumentos empleados para justificar la adopción de políticas de RSE por
parte de la empresa son sus efectos positivos sobre la productividad laboral, y con ellos sobre
los beneficios de la empresa. De esta manera, aparte de las razones éticas, y del derecho que
los trabajadores tienen, en tanto parte de la empresa, a que sus intereses se tomen en cuenta,
estarían los mayores beneficios a obtener en el mediano plazo.
39
R. Aguilera, D. Rupp, C. Williams y J. Ganapathi, 2004, Academy of Management Review.
40
Las autoras llaman a este el Modelo Anglo-Americano, con propiedad dispersa y flexibilidad
en el mercado laboral.
41
Al cual las autoras llaman Modelo Continental, con grandes accionistas, cierta rigidez en el
mercado laboral.
16
apuntan al bienestar del trabajador y a la creación de productos de calidad, ambas
relacionadas a la RSE, tendrían más sentido.
Sobre esto mismo, Vega y Martinez (2002) sostienen que la base de las políticas de
RSE en el ámbito laboral es el respeto de los Derechos Fundamentales del Trabajo, definidos
por la OIT42: libertad de asociación y reconocimiento efectivo del derecho de negociación
colectiva; eliminación del trabajo forzoso; abolición del trabajo infantil; y eliminación de la
discriminación en materia de empleo y ocupación. Según los autores, el respeto de estos
derechos induce aumentos sostenidos de productividad en el largo plazo, lo cual lleva a una
mayor competitividad empresarial. En este punto debemos mencionar que si bien el Perú ha
ratificado todos los convenios de la OIT relativos a dichos principios, estudios hechos tanto
para Latinoamérica como para el Perú confirman que existe un déficit importante en su
cumplimiento43.
Por otro lado tenemos el análisis de Heal (2004), quien define la RSE como una
solución Coasiana a un problema de externalidades negativas de la empresa sobre la
comunidad, señala asimismo que las políticas de RSE son acciones importantes para la
reducción de los conflictos distributivos44. Si bien el autor no acepta del todo que los
problemas sociales deban ser enfrentados por las empresas, señala el posible daño en su
reputación como una razón importante para tener un programa de RSE. Finalmente sostiene
que las inversiones socialmente responsables mejoran la productividad de los trabajadores,
vía el efecto de salarios de eficiencia.
42
Organización Internacional del Trabajo (1999b, 2001a).
43
Sobre esto ver D. Sulmont (2000); C. Garavito, M. Carrillo y A. Hernández (2004); e I. Muñoz
(2006).
44
El supuesto implícito de este argumento es que los costos de transacción son nulos, por lo cual,
de acuerdo al Teorema de Coase, la empresa y la comunidad pueden resolver el problema de
externalidades sin necesidad de la intervención del Estado.
17
laborales. Asimismo, los autores sostienen que los trabajadores se esforzarían más en una
firma con buen desempeño de RSE que en una que no lo tiene.
Las preguntas que motivaron este artículo son las siguientes: ¿Por qué las empresas
en el Perú llevan a cabo programas de RSE centrados en los temas ambiental y comunal,
dejando de lado el aspecto laboral? ¿Por qué algunas realizan acciones de filantropía, o
inversión social relacionadas a temas no laborales? ¿Por qué en el Perú la reputación de las
empresas no parece depender del respeto de derechos laborales mínimos?
18
Partimos del concepto de empresa capitalista como una estructura de gobernación
unificada, formada con el fin de reducir los costos de transacción entre sus miembros:
accionistas, gerentes, trabajadores y proveedores45. En un contexto de información
asimétrica, y donde los gerentes son quienes articulan las demandas del resto de asociados,
habría tres niveles de transacciones que los primeros deben tomar en cuenta: con los
proveedores, con los trabajadores, y con los accionistas. En los primeros dos casos, el gerente
sería el Principal, mientras que los proveedores y los trabajadores serían los Agentes,
respectivamente; en el tercer caso, los accionistas serían los Principales, mientras que el
gerente sería el Agente.
Es así que a nivel interno, el gerente debe por un lado dar señales que aseguren a los
accionistas que sus intereses están siendo tomados en cuenta, mientras que por el otro debe
dar los incentivos adecuados a proveedores y trabajadores para asegurar su cooperación. En
el caso de los proveedores esto implica obtener insumos de la calidad adecuada y con la
frecuencia necesaria. En el caso de los trabajadores, implica dar los incentivos necesarios
para obtener el nivel adecuado de esfuerzo. Los programas de RSE en el ámbito laboral son
parte de dichos incentivos46.
En este contexto, los beneficios serán máximos solamente cuando el salario pagado a
los trabajadores sea mayor o igual al salario de eficiencia para cada nivel de esfuerzo. Este
salario de eficiencia dependerá de variables internas a la empresa, de variables
institucionales, y del contexto económico. Las variables internas serían la tecnología de
monitoreo, y los incentivos salariales y no salariales, que son parte de la RSE en el ámbito
laboral; las variables institucionales estarían relacionadas, en el caso del Perú, con elementos
como la CTS, el seguro de salud y el sistema de pensiones; finalmente, la influencia del
contexto económico se daría a través de la tasa de desempleo como mecanismo de disciplina
laboral.
45
O. Williamson (1985); L. Sacconi (2004).
46
C. Shapiro y J. Stiglitz (1984); G. Heal (2004).
19
inevitable de la operación del mercado de trabajo47. Completa este escenario la debilidad de
los sindicatos, la cual es también un resultado del contexto institucional48. Si bien los
sindicatos permiten balancear el poder de mercado de los empleadores, en un contexto
legislativo no favorable, y dadas las dificultades de incorporar a los trabajadores no
asalariados y sus demandas, los sindicatos han visto reducida su capacidad de influir en las
remuneraciones y las condiciones de trabajo de sus miembros.
47
D. Sulmont (2000); I. Muñoz (2006).
48
Sobre esto ver Hicks (1973, 1989).
49
D. Sulmont, op. cit.; C. Garavito, M. Carrillo y A. Hernández (2004).
50
Sobre la Ley MYPE ver C. Garavito (2005). Para un diagnóstico de la situación del mercado
laboral y del acceso a los derechos laborales y sociales ver Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo (2007).
51
En forma similar V. Commenne (2006) señala que la adopción de programas de RSE requiere
un nivel determinado de desarrollo institucional, con organizaciones sólidas y representativas.
20
sobre poblada, donde una parte importante de la fuerza laboral es excluida del mercado de
trabajo del sector moderno. Esto impide que las políticas socialmente responsables en el
ámbito laboral lleguen a la mayoría de los trabajadores.
En el Perú las empresas medianas y grandes destinan parte de sus recursos a aliviar la
pobreza de las poblaciones que están en su entorno, si bien hay casos de ayuda a poblaciones
lejanas. En el caso de las políticas ambientales, tal como sostienen Heal (2004) y Goyal
(2006), los resultados dependen mucho de la actitud de la empresa hacia su entorno.
Podemos mencionar los casos de Cajamarca y Yanacocha, donde los conflictos se deben a la
contaminación de las tierras y sobre todo del agua; o el caso de La Oroya y Doe Run, donde
la población apoya a la minera aun cuando esta no cumple condiciones ambientales mínimas,
para mantener sus puestos de trabajo.
52
En forma similar a la teoría de las preferencias lexicográficas. Sobre esto ver A. Figueroa
(1996).
21
estructura de nuestra fuerza laboral, y la ausencia de organizaciones de trabajadores sólidas y
representativas, tanto la demanda interna de RSE, como su composición, están supeditadas a
los programas e intereses de los países desarrollados.
5. CONCLUSIONES
El objetivo de este artículo era analizar la razón por la cual las empresas en el Perú
orientan sus programas de Responsabilidad Social Empresarial fundamentalmente a temas
relacionados con la comunidad y el medio ambiente, dando menor atención al tema laboral.
Entendemos por RSE en el tema laboral a la oferta de empleo productivo y digno, de acuerdo
a la definición de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo.
La literatura revisada nos permite concluir que si bien existe una preocupación por
llevar a cabo políticas de RSE por parte de las empresas que operan en el Perú, éstas se
centran sobre todo en el alivio de la pobreza y en los problemas ambientales, dejando en un
último plano la ejecución de políticas de RSE en el ámbito laboral. Son las presiones de
organismos multilaterales y regionales, fundamentalmente de los países desarrollados, las
que determinan la ejecución y la composición interna de las políticas socialmente
responsables.
La mayor parte de las empresas que reportan programas de RSE en el ámbito laboral,
confunden estos con programas de capacitación de los trabajadores y actividades recreativas.
Si bien la capacitación incrementa la productividad del trabajador y contribuye a su
permanencia en la empresa, dichas actividades no constituyen programas de RSE en el
ámbito laboral. En general se observa que las remuneraciones promedio, las condiciones de
trabajo y el respeto de los derechos laborales no son una prioridad en el contexto empresarial
peruano. Incluso aquellas empresas que colaboran con los problemas de la comunidad y con
la preservación del medio ambiente, descuidan el aspecto laboral.
22
A partir del artículo de Friedman (1970) la discusión se ha centrado en la ineficiencia
creada cuando la empresa asume dicho costos. Sin embargo, los artículos de Graff y Small
(2005) y Baron (2006) señalan que las preferencias de los inversionistas por hacer caridad a
través de la compra de acciones de las empresas socialmente responsables pueden llevar a la
elevación del precio de dichas acciones, compensando el costo de las políticas de RSE.
Asimismo, Hopkins (2002) se basa en las preferencias de los consumidores para explicar una
elevación del precio de venta, con resultados similares.
Por otro lado, y dentro del mismo enfoque, la referencia a la reputación de la empresa
en el artículo de Barnea y Rubin (2006) nos muestra que las demandas de la sociedad
también son tomadas en cuenta por las empresas. En este mismo contexto, Barnett (2005)
explica las diferencias en las políticas de RSE en empresas aparentemente iguales a partir de
su capacidad de absorción de los beneficios de dichas políticas. Así, una mayor capacidad de
absorción retroalimenta programas socialmente responsables posteriores, los cuales, a su vez,
aumentan los beneficios de la empresa.
23
miembros, entre ellos, los trabajadores. Como afirma Hicks (1989) la competencia en el
mercado laboral no se da por medio de transacciones reales, sino por medio de transacciones
potenciales, donde son los incentivos adecuados los que atraerán a los trabajadores más
productivos. En este sentido salarios y condiciones de trabajo adecuadas, así como
posibilidades de desarrollo personal, son parte integrante de políticas de RSE en el ámbito
laboral.
Una primera hipótesis tiene que ver con la debilidad de las organizaciones y de las
instituciones laborales. En un contexto institucional no favorable a los sindicatos, y donde la
población laboral sindicalizable se ha reducido drásticamente, se ha perdido el balance
necesario para la operación de un mercado como el laboral. Como decíamos antes, la
sociedad no se siente representada por los sindicatos, y existe una desconexión de éstos con
respecto a una fracción importante de la fuerza laboral.
24
salarios sobre el promedio, no se ven impulsadas al respeto mínimo de las normas laborales
ya que la sociedad no se los reclama.
25
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