Lao Fensa Delacruz de Scarg A
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ofensa
de la
cruz
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J. Vernon McGee
1.919.460.3797
1.800.880.5339
Este folleto está basado en la enseñanza del Dr. J. Vernon McGee (1904-1988),
autor del estudio bíblico A Través de la Biblia.
La ofensa de la cruz
Y
Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco
persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz.
(Gálatas 5:11)
Cuando ella se acercó, le pregunté por qué llevaba una cruz tan
grande. Su respuesta fue: “¿No le parece muy bonita?”. Yo conteste:
“¿No sabe Ud. lo que significa esa cruz?”. Ella dijo: “No, no lo sé”.
Entonces le pregunté: ¿Sabía Ud. que hace 2000 años Jesucristo
murió en una cruz por Ud. y por mí?”. “¿Cómo?” ella preguntó.
Entonces le dije la historia de la salvación y como se le relaciona a la
cruz. Su respuesta fue: “Bueno, la vi en el centro de la ciudad y me
gustó, así que la compré como adorno”. Dijo que no significaba otra
cosa para ella.
Hay otro hecho alarmante que necesita ser declarado: No hay ningún
mérito en la cruz como un pedazo de madera. Cualquier pedazo de
madera que sea similar sería de igual valor. La cruz, de hecho, puede
ser una barrera si es objeto de superstición.
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La ofensa de la cruz
¿De qué manera es la cruz de Cristo una ofensa hoy? ¿Es la obra
redentora de Cristo una ofensa, y en qué manera es verdad esto? Hay
tres maneras en las cuales la cruz de Cristo es una ofensa al hombre
moderno, pero Pablo hizo referencia a sólo una de ellas.
Esto quiere decir que la cruz ofende la buena crianza, el buen gusto y
los sentimientos más finos. Es ofensiva a la cultura y al refinamiento.
De hecho, la mención de sangre hace sentir enferma a algunas
personas. Hablar de la muerte de Cristo y la sangre que Él derramó
es crudo para cierto tipo de pensamiento. Ahora, permítame decir
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A Través de la Biblia
parecía humano.
El Dr. G. Campbell Morgan dijo que cuando vino al país por primera
vez, una dama fue a él y dijo: “Dr. Morgan, la cruz es ofensiva para
mí. No quiero oír a un predicador hablar de esta porque es fea y es
desagradable, y no me gusta oír de ese tipo de cosas”.
Sí, es una ofensa estética allá en la cruz, pero Dios, al mero principio,
puso una línea de demarcación que conducía a ella. Cuando los hijos
de Adán y Eva trajeron sus sacrificios, Caín pagó a Dios con el fruto
de la tierra – algo estético-. En cambio, Abel ofreció un corderito
sangriento. No era agradable a la vista, pero hablaba de una vez por
todas que “el alma que pecare morirá” (Ezequiel 18:4), y que venía
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A Través de la Biblia
“…el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo.” (Juan
1:29). Cristo no murió en una bonita cruz blanca. Él murió en un
desagradable madero.
Esa cruz fea cuenta la historia más grande; canta la música más
dulce; trae las mejores noticias y la verdad más gloriosa; y susurra
el infinito amor de Dios a su corazón y al mío. Mire a los cielos esta
noche y verá algo de la gloria de Dios. Mire a las grandes montañas
que le rodean y verá algo de Su grandeza. Mire a una flor pequeña y
frágil, y le contará algo de Dios. Pero escuche, si Ud. quiere entender
del amor de Dios, Ud. tendrá que mirar la cruz de Cristo. Oh, yo le
digo, Pablo no quiso decir que la cruz era una ofensa estética.
Hay otra manera en que la cruz puede ser una ofensa. Puede ser
una ofensa intelectual. Permítame repetir este versículo: “Porque la
palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se
salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Co. 1:18).
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La ofensa de la cruz
¿Me permite contarle esta historia? El Dr. Bill Anderson, quien por
muchos años fue pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana de
Dallas, Texas, terminó de predicar un domingo por la mañana. Él
había hablado sobre 1 Corintios 1:18. Después del mensaje, un
joven vino a él que llevaba una llave de Phi Beta Kappa. (Ud. sabe,
un hombre que tiene esa llave usualmente le deja verla. Alguien ha
dicho que el mayor vendedor del mundo es el hombre que vendió
un traje formal a un hombre con una llave de Phi Beta Kappa.) Este
joven de Harvard vino y le dijo al Dr. Anderson: “Yo fui criado en esta
iglesia como muchacho y siempre le he querido a Ud., le he honrado
y respetado, pero le doy mi palabra, mientras yo estaba sentado ahí
escuchándole hoy, todo lo que Ud. dijo fue una locura”.
Ellos hicieron una cita para seguir discutiendo esto, y al día siguiente
el joven fue al estudio del Dr. Anderson. En su manera muy apelante,
el Dr. Anderson presentó el plan de la salvación al joven y le habló
acerca de la sabiduría de Dios y cómo estaba por encima de la
sabiduría del hombre. El joven dijo que aceptaría a Cristo como
su Salvador. Se arrodillaron en el estudio, y el joven tomó a Cristo
como su Salvador. Después de que se habían levantado de orar, el
Dr. Anderson dijo: “A propósito, ¿qué pensó de mi sermón ayer?”, el
joven se ruborizó y contestó: “Siento lo que dije. Ya no creo que fue
locura. Me parece maravilloso”.
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La ofensa de la cruz
Ahora, muy brevemente, quiero ver lo que quería decir Pablo cuando
dijo que la cruz era una ofensa. Él quiso decir que es una ofensa al
orgullo del hombre.
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A Través de la Biblia
ofrecer a Dios por tan grande salvación, sino viene como un mendigo
a la puerta trasera del cielo a recibir algo por nada. Venimos con las
manos vacías; sin embargo, recibimos todo. Esto hiere el orgullo del
hombre; mata su vanidad; pone su gloria en el suelo. Si el hombre
solo pudiera ofrecerle algo a Dios, eso enorgullecería la carne y
fortalecería su ego. Esta es la verdadera ofensa de la cruz.
Hace muchos años, una madre trajo a su bebé a una casa de huérfanos
en el estado de Texas, y pidió que cuidaran de la niña. La cara y las
manos de la madre tenían horribles cicatrices de una quemadura,
y ella les urgió a los oficiales del hogar que no le dijeran a la niña
nada de ella cuando la criatura creciera. La madre les aseguró que
no vendría a ver a la niña. Entonces les dijo la historia de cómo fue
quemada.
Amigo mío, la cruz puede ser ofensiva para Ud., pero Él llevó toda la
ofensa por Ud. y por mí para que pudiéramos pararnos ante Dios, sin
culpa y sin mancha ni arruga. Seguramente, debemos ser capaces de
cantar con agradecimiento:
Traducción literal:
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La ofensa de la cruz
Apuntes
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ofensa
de la
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