Bio Alexis Montilla
Bio Alexis Montilla
Bio Alexis Montilla
Impregnada por la música nostálgica que sirve de fondo a la película Una vida y dos
mandados, releo la obra ALEXIS LA UTOPÍA SIN LÍMITES. No creo haberme
equivocado al escribirla, muy por el contrario, esta pequeña obra que relata la biografía
“novelada” de un gran hombre no llega a consumir mi asombro y me invita a traspasar los
muros de mi tiempo para enriquecerla.
Su vocación ha sido mostrar el pasado estando en el presente. Es igual que los que tienen la
vocación literaria o artística, pero en Alexis se conjugan ambas. La lectura que se puede
hacer de lo que reconstruye es auténticamente poética; las líneas perfectas con las que
edifica el arquetipo de lo que podemos apreciar y el colorido que le imprime a todo lo que
plasma, semeja las obras de los grandes pintores naturalistas; la armónica sinfonía de
colores que les imprime es un concierto magistralmente interpretado.
En cada uno de los parques que se describen, aparecen nuevas creaciones producto de su
espíritu inquieto. Reseñarlas con toda la amplitud y la realidad que se merecen es una tarea
menos que imposible, sin embargo, la intención de esta nueva edición, elaborada, ahora
por solicitud de mi fraterno hijo Lalo, es la de ofrecer en blanco y negro la imagen de su
padre, sus utopías y realizaciones en la continuidad de una obra en ese inexorable, siempre
móvil y a la vez estable transcurrir del tiempo.
Ese transcurrir del tiempo se valora por lo que hacemos o por lo que dejamos de hacer.
Afortunados los que van dejando las huellas de su paso por la vida. Uno de esos seres es
Alexis, para él nada tiene fin, toda obra es mutable, inacabada, cambiante, perfectible y
susceptible de ser ampliada y mejorada.
Estas palabras, que brotan tan espontáneamente, pudiera ser que respondan a esa sensación
de humilde admiración que despierta en mí la gente que hace “cosas” y que para expresarla
no dispongo de otro recurso que la palabra que acecha y, que por fin decide presentarse
sorpresivamente, sin ningún protocolo, como una visita que llega y se queda, como un
huésped oportuno. Sí, para expresar lo que la obra de Alexis representa, la palabra me ha
sido favorable, tengo que agradecerle que se haya convertido en mi cómplice y mi aliada,
aunque a veces, tengo que confesarlo, se vuelve esquiva, danzarina y etérea, juguetea en mi
mente hasta que fluye para desahogar el anhelo. Muchas veces salgo a buscarla al amanecer
con el primer canto de los gallos, para que ella se presente convencida, al anochecer, con la
luz de las luciérnagas.
La autora.
Mérida, julio de 1997
EN ALEXIS MONTILLA, LA UTOPIA SI EXISTE
Adelis León Guevara
(Novalis)
Estas frases se le habían grabado en la memoria, era lo único que escuchaba, aparte del
contenido de las clases. Anhelaba su pueblo natal, ver a sus padres, sentir el beso tibio de su
madre en la mañana, correr por los potreros, ver a los gañanes arando la tierra, descubrir
nidos, apañar moras. Muchas veces expresó en su fuero interno:
-Dios mío! Que pueda volver a mi pueblo querido!
En este mismo año se traslada a Tabay en donde monta una velada con 10
números, de los cuales cuatro eran obras cómicas, un drama, dos canciones y
tres bailes que él ensaya hasta el cansancio para presentarlos al público
curioso por conocer qué hacía Alexis. El lugar para la presentación fue
improvisado y decorado para la ocasión. La entrada tenía un valor de 0.50
bolívares lo que exigía mayor seriedad al espectáculo.
En su búsqueda de personajes para la actuación conoce a María. Su manera
de conquistarla fue a través de su propia pasión por los carros ya que María
poseía un carro FORD, modelo 54 y él se ofrecía para arreglárselo.
Contraen matrimonio y de esta unión nacen tres hijos: Gerardo Alexis,
Leonardo y Libardo, hoy convertidos en hombres de bien, ansiosos de
superación, trabajadores, responsables y, sobre todo, solidarios con la obra de
su padre.
En el año 1967 solicita permiso ante el Consejo Municipal para montar una
tienda frente al mercado principal en donde vende “coroticos” para el pesebre.
Esta experiencia, como muchas otras de su vida, le demanda sacrificio y
esfuerzo. Armaba el “taratín” por la mañana, al medio día María lo relevaba
mientras él almorzaba y por la noche guardaba todo el equipo en el
estacionamiento signado con el No. 2-10, ubicado en la Avenida Dos Lora. Al
día siguiente repetía la misma operación.
Con las ganancias de esta temporada compró un vehículo Cadillac, que
transforma posteriormente en valioso instrumento de trabajo. Se entera de
que en Barquisimeto existen mercados populares, con artículos de buena
calidad y a bajos precios y allá se dirige, con María, para comprar y traer
mercancía seleccionada cuidadosamente para vender en Mérida con facilidad
y rapidez.
Como sus ganancias las ha invertido en la compra del Cadillac recurre a Jesús
León, dueño del comercio La Casa de Las Fantasías, ubicada en la Avenida 3,
Independencia, para solicitarle un préstamo. En esta oportunidad, como en
muchas otras, este gentil caballero le soluciona el problema económico, acto
de generosidad del que Alexis no se olvida.
En el año 1970 compra un camión para traer cemento desde Santa Bárbara
del Zulia a la ciudad de Mérida. Es época del auge de la construcción en esta
ciudad y el oficio se perfila como bueno. Incontables veces hizo el recorrido
Mérida-Santa Bárbara-Mérida, hasta que un día el camión se descompone y
su reparación supera los costos que él puede permitirse. Su impotencia para
remediar la situación le produce un llanto convulso que su padre enjuga con
infinita ternura y palabras de aliento.
También ofrece, para deleite del visitante, una decoración con objetos
antiguos y desde el lugar se aprecia una vista natural fascinante. Quienes allí
atienden a los clientes visten con trajes típicos de esta región de otrora.
II
El 24 de marzo de 1984, en el Cuerpo C de El Nacional aparece un artículo
titulado PUEBLO ANDINO. Rememorando década de los 20 construyen
en Mérida, el mismo es suscrito por el periodista Miguel Angel Liendo quien
explica en qué consistirá esta obra, que para este momento lleva tres años de
haber empezado su construcción.
Comenzó por una calle principal, empedrada, por donde corre, como en forma
de guirnalda, una lágrima de agua que luego cae a un estanque ubicado frente
a la casa principal; en éste los patos son huéspedes permanentes ajenos al
bullicio que siempre hay a su alrededor.
En el lugar donde reposan los carros antiguos se hace la cola para tomar el
autobús de regreso. Allí muchas veces Alexis oyó comentarios sobre su obra:
-¿Quién será el dueño de este pueblo? Preguntaba alguien.
-Debe haber muerto, contestaba otro.
-A lo mejor está viviendo en Miami.
-A lo mejor está viejito.
Es una zona agreste, pintoresca y una vez que se cruza el puente se aprecia
una vista panorámica de todo el Pueblo. Se sigue ascendiendo en busca del
tesoro y, finalmente, sí, allí está el tesoro: por un larga vista (o teleobjetivo)
se lee la siguiente inscripción:
"EL VERDADERO TESORO ESTÁ EN LA PAZ DE LA
NATURALEZA"
Alexis no podía permitir que allí terminara la emoción, para el regreso ideó un
tobogán de 80 metros de longitud. El visitante pasa muchos trabajos para el
regreso por la vía que realizó la subida o utiliza el tobogán para aterrizar
cansado, casi exhausto y sonriente en uno de los costados de la casa principal.
Este Pueblo es también un museo de objetos antiguos, que van desde un piano
de cola hasta una botella de bidú; coleccionados por su fundador en el
peregrinar por la vida. Su gran pasión por las antigüedades está plasmada en
cada uno de los objetos que allí se exhiben.
Todos los autobuses son objeto de permanente chequeo por lo pendiente del
trayecto, es una cuesta que va hasta el Pueblo. En sus comienzos, el mismo
Alexis se desempeñó como chofer de los mismos.
El asalto ocurría en pleno ascenso, los asaltantes caían por sorpresa sobre el
techo del autobús y, por supuesto, la sorpresa y el miedo eran muy grandes.
Hacerlo de esa manera implicaba cierto riesgo que debía ser evitado, por lo
que ahora los asaltantes operan a ras del suelo.
Al llegar al Pueblo la primera impresión del visitante es una orquesta que toca
una pieza para alegrar el corazón y predisponer al visitante a pasarlo bien.
Los integrantes de la orquesta deben vestir flux y corbata y deben cubrir sus
cabezas con sombreros de pajilla.
El cura, después de una seria ceremonia, los declara marido y mujer. Su viaje
de luna de miel comienza hacia la Alcoba de Los Novios, la gente se aglomera
al frente, con la curiosidad de saber qué sucederá en una pareja tan dispareja y
en tan especial ocasión. El novio, en ropa interior, se lanza desde la segunda
planta, se supone que huyendo de la amorosa esposa que espera la
consumación del matrimonio.
Si se quiere seguir en el Pueblo, se puede, por cuanto allí no hay límite de
tiempo en la estadía y aún quedan muchas, pero muchas cosas por apreciar. Su
fundador ha querido, no sólo ofrecer un lindo paisaje natural y una
remembranza de cosas del pasado, sino que ha hecho un esfuerzo encomiable
para dotar al Pueblo de piezas surtidas que se encontrarían orgullosamente
cómodas en el mejor museo de antigüedades del mundo.
Aspecto importante que cabe destacar es la original idea de emplear gente que
traspasa los límites de la tercera edad. Alexis ha podido demostrar que la
experiencia y el conocimiento acumulado por el ser humano es capital
inapreciable si se quiere aprovechar. La sonrisa y la complacencia con que
este grupo de ancianos cumple sus funciones y atienden al turista es el mejor
tributo para su "patrón".
-Tía, yo la nombro la novia del Pueblo y la tía Ilva que era histriónica,
inquieta y graciosa aceptó. Mientras estuvo en el Pueblo de Antaño Los
Aleros fue la alegría de ese lugar. Gran cantidad de turistas llegaban
preguntando por la novia del Pueblo y ella feliz se presentaba. Ella era
diáfana, cristalina, transparente como el agua de los arroyos silvestres, vecinos
de su casa.
El primero de junio de 1990 le avisan a Alexis que la tía, novia del Pueblo se siente
mal, inmediatamente, ordenó su traslado a una clínica de la ciudad de Mérida y procuró los
mejores cuidados, pero la tía no mejoraba, cada día se consumía más. A él le afectaba
mucho verla así, pero no dejó de visitarla y contarle cómo la gente preguntaba por ella.
Mientras, en el Pueblo no se celebraba el matrimonio, y los turistas lo reclamaban.
-Qué haré, se preguntó una y mil veces Alexis y una hermosa mañana, plena
de sol concibió la idea de que se celebrara en forma inversa. Esta vez sería la
novia una joven y aquel personaje típico y pintoresco, a quien cariñosamente
llaman Pat’eloro, con unos cuantos años en su haber, sería el novio.
-Usted irá a la Alcoba de los Novios a lomo de mula, mientras usted señorita,
que ahora es la novia del Pueblo, llevará la mula de cabestro .
-Usted, Chalino, encárguese de hacer una "trocha" desde la casa principal
hasta la Alcoba de los Novios.
Como un homenaje a la tía Ilva, la novia del Pueblo, Alexis acordó que la
moneda de más alta denominación llevara su rostro; pues allí se acuña una
moneda, que semeja auténticas morocotas, se usa en la compra venta y son
las que se llevan los turistas como un hermoso recuerdo de su visita.
III
Alexis, contrae segundas nupcias con Teresa Pérez, de cuya unión nacen tres
hermosas niñas: Romery, Sixela y Alexandra cada una mejor que la otra,
inteligentes, estudiosas, pero sobre todo solidarias, también, con la obra de su
padre; el último de los Montilla Pérez es un niño, de nombre Giordani, que se
destaca, a la edad de seis años, como principal actor en la película UNA
VIDA Y DOS MANDADOS.
IV
Alexis estaba seguro de que toda esa gente ponía en duda el éxito de su obra
que aún no tenía nombre propio, ni forma, pero él les demostró,
posteriormente, lo que puede un hombre que sueña, realiza y disfruta apoyado
en su familia.
Alexis sabe que sin el apoyo de su familia todo esfuerzo es inútil; él sabe que
la familia es y será siempre pilar fundamental de la sociedad, la escuela del
deber y del compromiso y su concreción, que es el hogar, constituye el sitio de
partida de toda acción humana, pero también, el lugar de llegada, el lugar del
reposo, el tibio sitio del amor en todas sus dimensiones.
Alexis invitó a los presentes para hacer un recorrido por la finca como llamó el lugar en
sus comienzos. Condujo a sus invitados por valles, colinas, llanuras, zanjones... el entorno
natural es fascinante, al norte una vertiente formada por dos colinas coronadas por una
espesa selva tropical nublada, con pinceladas de yagrumos. En medio de la vertiente
discurre, saltarín y revoltoso, el río Montalbán, que nace en el macizo de los Conejos, en la
Sierra Norte o de la Culata y que se adentra indiferente en este hermoso lugar; su lecho
milenario está bordeado por cínaros.
Al correr de muchos días, semanas y meses, la obra que un día fue una utopía
hoy se levanta bajo el cielo merideño; crece y se agiganta sin parar y es fuente
inagotable de trabajo para muchos merideños y de ilusión sin límites para
Alexis y los suyos.
La escogencia de los empleados, para trabajar en la Venezuela, en sus inicios,
fue un trabajo largo y laborioso. Se necesitaban 60 personas y se presentaron
200 a la entrevista que se había convocado por prensa. Para seleccionarlos se
preparó la entrevista que duraba aproximadamente 30 minutos. Esta tenía por
finalidad indagar sobre los conocimientos que, sobre geografía e historia de
Venezuela, poseían los aspirantes pero, fundamentalmente, apreciar su
sensibilidad para desempeñar el cargo.
Las agencias de viajes, las líneas de transporte urbanas y extra urbanas se han
visto favorecidas por los innumerables turistas que visitan la ciudad de
Mérida, atraídos por Los Aleros y La Venezuela de Antier. Igualmente, los
hoteles, los restaurantes y las posadas han proliferado para servir a quienes se
disponen a visitar estos dos museos vivientes, de las tradiciones de Mérida y
de Venezuela.
Esta obra fue realizada sobre la base del más estricto respeto a la exuberante
vegetación que caracteriza nuestro trópico. Ninguna piedra fue movida de su
lecho milenario para dar paso a las construcciones que tipifican diversas
regiones de Venezuela y que sacralizan su historia. Alexis ha integrado sus
sueños al ambiente, ha demostrado ser un conservacionista en el sentido más
amplio de la palabra, no sólo de los objetos materiales sino también de la
naturaleza en todo lo hermoso que nos ofrece, al igual que, con profunda
nostalgia, trata de rescatar las tradiciones que nos anteceden para que no se
pierdan en la memoria de los venezolanos.
Como pinceladas en el lienzo de la naturaleza se fueron construyendo las
diferentes regiones del parque Alexis y la Venezuela de Antier, tipificadas en
costumbres, arquitectura, trajes, comida, música, artesanía. De Los Andes a
Guayana, de Maracaibo a Los Llanos, caminando o en tranvía, se puede tener
una visión panorámica de nuestro país, enmarcado en los años 20, en un sólo
día.
Geografía e historia se ofrecen en este lugar, no sólo a los turistas, sino que
allí se acoge generosamente a quienes, de nuestra ciudad, deseen visitarlo. De
manera especial a los escolares, las juntas de vecinos, las instituciones
benéficas, los asistentes a los eventos especiales que se realizan en esta
ciudad. Esto es válido tanto para Alexis y la Venezuela de Antier, como para
Los Aleros
Todo terminó muy rápido; cuando quiso darse cuenta, ya el Sr. Presidente se
despedía, no sin antes ofrecerle una cálida felicitación. Se le hizo honor al
desayuno típico que se había preparado y los invitados estuvieron llegando
todo el día.
Son 70 carros entre antiguos y clásicos. 35 que constituyen la mitad son los
que se exhiben en la Venezuela, la otra mitad está en Lagunillas, esperando su
ubicación en el parque de Chiguará, porque esta zona, de acá, es húmeda y la
humedad daña los motores, entonces se llevan a Lagunillas y
permanentemente se están cambiando. Un año pasan en Lagunillas para que
"agarren el clima". Además, a los carros que les corresponde estar en la
Venezuela, cada mes se pasean por la ciudad de Mérida para aprovechar el
calor del sol que absorbe el asfalto de las calles y que luego se proyecta; de
esta manera se le da mantenimiento a la parte de inferior de los vehículos.
Orgullosas y desenvueltas se exhiben las carrozas. Son réplicas de coches,
carrozas de fines del siglo pasado y principios de éste, las cuales eran tiradas
por caballos o mulas. Existen cuatro en la colección.
Los vehículos rústicos, Willis (Jeeps), se ubican entre los años 1941 y 1950.
Se utilizaban para el transporte hacia los pueblos para donde era difícil el
acceso. De estos hay 12 en la colección. Se preservan, como una novedad, una
grúa y un camión volteo.
En este lugar, se cuida de que los visitantes respeten la "cola" tanto para
adquirir el boleto como para abordar el tranvía, de esto se ocupan jóvenes
vestidos a la usanza de los años 20 y debidamente preparados para cumplir su
labor.
El 'chácharo' también informa, que todo lo que se hace en este Parque es con
el propósito de engrandecer a Venezuela; invita a visitar el museo que se
encuentra al frente del Castillo Santa Rosa e igualmente proporciona una
guía de los lugares que encontrará el visitante en su recorrido.
Los objetos que reposan en el museo son de muy variada naturaleza, así, se
pueden apreciar yesqueros, sumadoras, zapatos de la época, máquinas de
coser, sombrereras, un secreter, un daguerrotipo, un reloj antiguo, relojes de
pared y un flamante Willys, máquinas fotográficas, aguamanil, piezas
musicales, cascos. En este lugar se sella el pasaporte y se pueden tomar
fotografías.
Se baja al Estado Nueva Esparta, aquí se ofrece una semblanza del mismo a
través de sus bailes, su música, su gastronomía. Se presenta una versión de
Margarita, como el paraíso que era, cuando la pesca constituía la base
económica de sus moradores, algunos hoy relegados, los que no han podido
someterse al ritmo de los dólares, el comercio, los casinos, los hoteles, y los
resorts.
Antes de llegar a la hemeroteca, hay un salón en donde una piedra muy grande
hace de cabecera a una cama hecha también de piedra "... de piedra ha de ser
la cama, de piedra la cabecera... " dice una canción mexicana; idea ingeniosa
para no moverla, pues como ya se dijo, ninguna piedra ha sido movida de su
lecho milenario. En esta habitación se exhiben fotografías de diferentes
regiones: Oriente, El Saladillo, Lara, Plaza Caracas, Miranda, Trujillo, La
Casona, Los Llanos son las regiones de acá.
Restos de un tranvía se observa en esta región de los Llanos, igual que varios
tractores. Un zoológico muy bien cuidado ofrece una muestra de nuestra
variada fauna así, guacamayas, gallinetas, ovejas, un gavilán caricare, el rey
zamuro, un cunaguaro, una zorra, un mono capuchino, un pavo real, una
nutria y un paujil son alimentados, cuidados y exhibidos.
Un tranvía se acerca para recoger a los visitantes que han disfrutado las danzas
de los Diablos de Yare. Este tranvía se identifica con la ruta Cumarebo- Punto
Fijo. Al abordarlo y continuar el ascenso, a la izquierda se levanta una réplica
de la Plaza de Toros de Maracay. Aquí se escenifica “una corrida de toros”
para entretenimiento de los visitantes.
En este lugar reposa una máquina para moler la caña, la gran batea en donde
se bate la miel, los tablones y las adoberas que es donde se van elaborando las
panelas. Una gentil trujillana, en magistral clase, explica minuciosamente todo
el procedimiento. Panelas y melcochas están a la orden del visitante.
De Chachopo a Apartaderos,
camina Luz Caraballo
con violetas de mayo,
con carneritos de enero;
inviernos de ventisquero,
farallón de los veranos
con fríos cordilleranos,
con riscos y ajetreos,
se te van poniendo feos
los deditos de tus manos.
La cumbre te circunscribe
al solo aliento del nombre;
lo que te queda del hombre
que quién sabe dónde vive;
cinco años que no te escribe,
diez años que no le ves,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies
En la parte más alta del parque se construyeron las churuatas, como homenaje
a los indígenas venezolanos que han sido excluidos de la mayor parte del
proceso de desarrollo de Venezuela. Estas churuatas fueron construidas por un
grupo de indígenas Curripacos, quienes vinieron expresamente desde la
población de San Fernando de Atabapo, Estado Amazonas.
FOTOGRAFÍA DE LA CHURUATA
Una de estas churuatas fue destinada para museo indígena, en donde se puede
apreciar la artesanía, las vestimentas, los implementos de trabajo, los
utensilios todo lo cual nos muestra el modo de vida, es decir, la idiosincrasia
de los Curripacos, los Yanomami, los Piaroa y los Guajibos que conforman
las cuatro étnias más numerosas de Venezuela. Ocasionalmente, cuando sus
temporadas de recolección o de caza lo permite, representantes de estas
familias indígenas vienen a la Venezuela de Antier y, entonces, el visitante
puede apreciar todo el proceso de elaboración del cazabe , igualmente la
elaboración de su artesanía y de productos utilitarios como sombreros,
canastos, petacas. También preparan la 'catara', que es una especie de adobo
picante elaborado con bachacos rojos.
FOTOGRAFÍA DE LA MULERA
Se pasa a un lugar con un florido jardín, es el solar de la Mulera, del año 1919.
La actividad que mayormente se realiza, en este lugar, es la de procesar el
café. El mismo General Gómez explica el procedimiento y comienza
informando que: el fruto maduro se arranca a mano de la mata y se pone en
canastos o lonas extendidas sobre el suelo. Después se echa en depósitos de
agua donde se separan por flotación la concha para un lado y el cafecillo para
otro. Los frutos maduros se despulpan a máquina. Luego se secan al sol. Una
vez secos se llevan al pilón para quitarle la segunda concha que cubre las
semillas, continúa el General Gómez, dejándolas todavía cubiertas de una fina
película plateada. Ésta se separa a continuación en otra máquina. Entonces el
grano presenta un color gris o verdoso y ya está listo para ser cuidadosamente
guardado en sacos de 'fique'.
En la parte superior del corredor, a la que se tiene acceso por una escalera de
madera o por una rampa, está organizada una exposición de automóviles
antiguos; de la pared cuelgan hermosas pinturas y fotografías.
Al frente del corredor se extiende una inmensa plaza que sirve de asiento a
una parte de la colección de carros rústicos y autobuses. En esta misma plaza
se presentan espectáculos teatrales, diferentes bandas show de Venezuela y
desde su inauguración es el lugar preferido de Alexis, allí atiende
personalmente a los visitantes, quienes le expresan su respeto, admiración y
cariño, unos muy seriamente, otros alegres y jocosos con expresiones como
la siguiente:
-Siento que me han pagado bolívar a bolívar lo que invertí en la entrada y,
quien sabe, si quedo debiendo.
PATIO DE LA MULERA
Cerca del Pasaje Tatuy está una sala de proyección de películas, se exhibe el
rodaje de la Película una VIDA Y DOS MANDADOS.
Recordó otro lugar en donde también a veces cae la neblina, una obra suya
dibujada primero en papeles, pensada después... con un deseo intenso de
poderla plasmar y luego a fuerza de empeño, dedicación y trabajo lo había
logrado y luego el logro, el hecho, la realidad... nunca se quejaba de la vida;
ésta le había devuelto con creces sus limitaciones de niño y adolescente. No
había conocido el ocio, ni la vida fácil, pero si había saboreado el gusto del
trabajo honrado, de las ilusiones hechas realidad. - ¿Qué si no , era toda su
vida?
En la ciudad pronto cundió el rumor -Se cayó el puente de Los Aleros y otros
más, desaparecieron tres kilómetros de carretera en la vía que conduce del
Páramo a Los Aleros.
-¿Qué hará Alexis? era una pregunta que rondaba en muchas mentes.
A los pocos días, se las ingenió para construir un paso por entre el río. Con
los autobuses que quedaron del otro lado la gente podía hacer el recorrido
hasta Los Aleros y entonces el paseo no sólo consistía en conocer el Pueblo de
Antaño, sino en vivir, además, la aventura de atravesar un río por mini puentes
construidos con tablas que daban paso a grandes piedras, las más planas que él
pudo descubrir. 11.000 personas corrieron esta aventura durante los meses de
julio, agosto y septiembre del año 1993.
VI
El 8 de mayo de 1998 un grupo de periodistas y reporteros se dieron cita en este lugar para
conocer y proyectar el nuevo parque que Alexis está construyendo. En un recorrido por el
parque, él personalmente informa que el terreno que sirve de asiento tiene una extensión de
ocho (8) hectáreas, todo el perímetro del área está rodeado de paredes, -
'ensanjonado' apunta una periodista y, continúa Alexis, que simulan tapias porque son
sobadas y 'bardadas' de tejas viejas.
La zona es árida, casi nunca llueve, por eso se ha buscado la arborización con
trinitarias de variados colores, que ya van creciendo y enredan sus ramas para
servir de pérgolas en diferentes lugares de este parque y así ofrecer su sombra
al visitante; igualmente se cultivan cactus en 80 jardineras protegidas con aros
de cemento, éstos cumplen varias funciones: sirven de asiento, protegen la
jardinería y los árboles, de estos últimos, para el momento, se han sembrado
2.000. Como algo romántico y hermoso las jardineras tendrán iluminación y
sonido.
Están echadas las bases para un parque mecánico con aparatos de los años
1940 y 1950. Algunos, que ya han sido instalados son originales, rescatados
de algún lugar y otros han sido mandados a diseñar con las características de
los primeros.
Por razones difíciles de describir no presencié el acto de inauguración, sin embargo, pude
apreciarlo por retransmisión de una Televisora local. Representantes oficiales, religiosos,
empresarios, comerciantes, hoteleros y muy nutrida concurrencia de familiares y amigos,
realzaron con su presencia el acto de bendición e inauguración. Un recorrido por gran parte
de esa montaña llena de sueños cerró ese momento.
Como para ubicar al lector en el tiempo, es preciso recordar que el 22 de mayo de 1993 se
colocó la primera piedra de lo que sería este parque, ocho años más tarde, el 8 de agosto de
2002 se inaugura para ofrecerlo al público.
El acontecimiento fue promocionado por las emisoras de radio locales, pero esa promoción
muy poco reflejaba la realidad con la que el invitado y el visitante se encontrarían. Un
conjunto arquitectónico, ofrece en un hermoso paraje toda la reminiscencia de un pasado no
muy lejano… plasmado en obras de gran valor arquitectónico y cultural. Nadie como
Alexis para dotar de vida armónica a todo cuanto nos une al pasado enmarcado en un oásis
de solaz y paz.
El acto central presentado desbordó toda expectativa, las palabras improvisadas de Gerardo
Alexis (Lalo) para dar apertura fueron realmente emotivas, agradeció a su padre “por
permitirnos trabajar con él”, es el homenaje más grande y más sencillo para quien se
esfuerza por sembrar en Venezuela; pidió disculpas a su hija Lani Alejandra por el descuido
de los últimos meses en que el trabajo agotador no le daba tiempo de atenderla como es su
costumbre; agradeció a su familia y a todas las empresas y entidades que los apoyaron
porque creyeron en ellos, a los presentes por honrarlos con su presencia y dio a conocer un
dato muy importante: 138 empleados de la zona se benefician con el trabajo que allí se
realiza.
Jesús Sevillano deleitó al público con un concierto, pero lo más importante es que entre
una y otra interpretación aprovechaba para transmitir y acentuar valores esenciales del ser
humano. Llamó la atención sobre el hecho de trabajar por Venezuela y amarla por lo que
es: nuestro país; destacó la sencillez de Alexis y su amor por esta región al sembrar y ver
crecer sus sueños en tierra andina, cuando al decir de Jesús podría hacerlo con más
Libardo (Lilo), otro de los hijos de Alexis, es piloto comercial de profesión y músico por
cumpleaños -por algo fue ese día la inauguración- Leo sirvió de padrino en el bautizo del
Sueños, sueños, sueños... que convierte en realidad este realizador de utopías, clara
demostración de que con esfuerzo, constancia, dedicación y paciencia se logra construir una
obra que en tiempo de crisis nos permite reconciliarnos con el ser humano y ser un claro
ejemplo de que sí somos capaces.
VII
Los nietos de Alexis, preciados regalos de Dios, son Lani Alejandra, Leonardo
Andrés y Mario Alejandro. A pesar de sus pocos años, siempre están
dispuestos a laborar en el lugar en el que los precisen. Lani Alejandra ha
trabajado en El Romantón de la Encopetada y en la Taquilla de la Venezuela
de Antier. Me impresionó cuando a sus cortos diez años desempeñaba su labor
en la taquilla. Con habilidad, cortesía y desenvolvimiento, dignos de un
empleado entrenado, atendía la venta de boletos.
Alexis siente una profunda satisfacción por lo que hacen sus hermanos. Aligdo
está, hoy en día, al frente del Restaurant El Caney; Orlando al de Los
Tejados de Chachopo; Leddy al frente del Restaurant El comedor de Doña
Ninfa, en la Venezuela de Antier y Belquis en los Aleros donde contribuye a
la autenticidad de lo que allí se ofrece, con su típica tienda. En todos estos
lugares los hermanos de Alexis, con amoroso empeño, contribuyen a
proyectar y mantener las constantes y realizadas utopías de su hermano.
Pero no todo es dicha y felicidad para Alexis Montilla. En el año 1996 su hijo
Gerardo Alexis Montilla, Administrador de las empresas de su padre se ve
envuelto en un desagradable problema con una entidad bancaria. Esta sombra
oscurece, momentáneamente, la vida de la familia Montilla y la de sus muchos
allegados. María, madre abnegada, muestra toda la fuerza de su espíritu para
sostener con ahínco, muy en alto, la moral de su hijo Gerardo.
VIII
Su entusiasmo por el cine es bien conocido por todas las personas que lo
rodean, de ahí que desde siempre estuvo en su inquieta mente la realización
de una película y, por encargo suyo, Alberto Arvelo, Freddy Sosa y Jorge
Chacín escriben el guión. Funda la Compañía ALEXIS MONTILLA FILMS
y es en el año 1995 cuando se inicia el rodaje de UNA VIDA Y DOS
MANDADOS.
Esta película refleja gran parte de la vida de Alexis, sobre todo la etapa de la
infancia cuando es arrancado del seno materno y enviado a estudiar para que
se convierta “en un hombre de bien” y así evitar las influencias negativas de
su entorno. Esta etapa de su vida es representada por su hijo Jordany quien se
destaca por la actuación.
"Recibí su carta. Quiero escribirle para que sepa que nos vamos
de la casa del páramo. Ahora mismo estoy en la cocina, mirando
la vega que no volveremos a cruzar juntos. Su papá ya arregló
todo para irnos a vivir a Cacute, a ver si se siente mejor. El
lunes temprano nos vamos para siempre de aquí y le digo de
verdad que lo que más me duele de irme es usted, mejor dicho,
el recuerdo nuestro de este lugar suyo y mío. La salud de su
papá me tiene muy preocupada, hijo. Yo lo veo cada día más
acabado, como ausente, como si ya no quisiera seguir viviendo...
La vida es tan corta hijo y he tenido tan poco tiempo para
quererlo, que me da miedo descubrirme un día de estos del otro
lado de la muerte sin sus manos, sin su presencia... pero parece
que uno se da cuenta de las cosas cuando ya se quedan atrás...
No sé en dónde está usted en este momento y no sé ni siquiera lo
que siento sin tenerlo aquí ni siquiera sé si debo escribirle. Pero
tengo que decirle alguna vez que desde la noche que decidimos
mandarlo al Seminario esta casa nunca fue la misma... Pero me
queda la ilusión de saber que todo pasó para que usted fuera un
hombre mejor y más bueno... Lo bueno viene cuando quiere y
cuando quiere se va, y ahora nos tocó a nosotros irnos de esta
casa, de esta casa hijo, que siempre será usted. Pero cómo se le
puede pedir a la vida que se vista de bonito para venir a vernos?
Es uno el que tiene que vestirse de fuerza y alegría para
recibirla. Ella, que venga como quiera. Lo quiere y lo recuerda"
Ninfa (p.6).
En julio de este mismo año participa en la VII Edición del Festival de Cine
Venezolano, ganando nuevamente el premio del público.
A partir de este momento Una vida y dos mandados prepara su equipaje para
iniciar un itinerario de presentaciones en el exterior, que aparece reseñado al
final de estas páginas.
Muchos son los artículos que sobre esta película comienzan a aparecer en los
diarios locales, en uno de ellos, suscrito por Román José Sandia, se lee: “Una
vida y dos mandados es una película que no deja indiferente a ningún
espectador porque busca (y cómo lo logra) comunicarse con la memoria y los
sentimientos desde la perspectiva de la nostalgia. Nostalgia llena -
fundamentalmente- de paisaje”
ISBN 980-12-0541-5