Guerrea Espiritual

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DEFINICIONES DE GUERRA ESPIRITUAL

Para comenzar quisiera dar algunas definiciones sobre Guerra Espiritual las
cuales nos van a ayudar a entender mejor este tema.
• Se denomina guerra espiritual a la confrontación de poderes espirituales,
donde Dios manifiesta su poder y autoridad a través de la iglesia sobre Satanás,
sus aliados y el sistema llamado “Mundo”.
• La Guerra Espiritual no es un fin en sí misma, sino un medio por el cual la
iglesia en su conjunto prepara el campo para la evangelización a través de la
oración de guerra, dado que el enemigo cegó el entendimiento de los
incrédulos, a través de diferentes estrategias y espíritus territoriales.
(2º Corintios 4:3-4 “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los
que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”).
Dicho en otras palabras, la oración de guerra prepara el terreno para poder
plantar la semilla del evangelio.
(Jeremías 1:10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos,
para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para
plantar).
• El objetivo de la guerra espiritual no es destruir a Satanás (de hecho no nos
toca a nosotros hacerlo), sino rescatar a aquellos que están bajo su dominio,
rompiendo todo tipo de maldiciones y ataduras. Esto quiere decir que nuestra
atención debe estar centrada en las personas y no en Satanás.
(Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”).
Esta porción de las Escritura nos demuestra justamente que lo más importante
para Jesús es dar vida eterna a los hombres y no destruir al diablo. Su
destrucción es algo que está reservada para el día en que será arrojado en el
lago de fuego y azufre.
(Apocalipsis 20:10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos”).
• Para que la Guerra Espiritual sea efectiva se deben considera todos los
aspectos de la misma. Esto quiere decir que debemos saber cómo operan las
distintas jerarquías espirituales, tanto en lo espiritual como en lo intelectual,
tanto en una persona como en una ciudad, tanto en la política como en los
medios de comunicación, etc.
En Jeremías 1:10 encontramos lo siguiente: “Mira que te he puesto en este día
sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y
para derribar, para edificar y para plantar”.
En primer lugar vemos que Dios toma la iniciativa y nos coloca sobre naciones
y sobre reinados, lo que nos lleva a tener autoridad tanto en lo terrenal como
en lo espiritual.

Comprender que una de las armas más poderosas para destruir al adversario
es la intercesión, es algo que nos desafía a ser entrenados como guerreros y
poner en práctica los principios de la guerra espiritual.
El apóstol Pablo dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
Efesios 6:12 Todo conflicto es espiritual y con seres espirituales, por lo tanto
debemos actuar con armas espirituales. Nuestros enemigos no son nuestros
familiares o las personas que nos rodean, sino fuerzas demoníacas que actúan
a través de diferentes circunstancias, fuerzas de maldad que usan la traición y
todo tipo de ataque para herir con amargura nuestro corazón para
desestabilizarnos emocionalmente, robando así la fuerza de conquista.
ARMAS ESPIRITUALES
Los poderes del maligno ya han sido derrotados. Esa derrota sucedió en la cruz
del calvario, y no fue una derrota parcial, el Señor lo despojó de todo, lo
derrotó totalmente.
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo”, 2 Corintios 10:4-5.
Cuando llegó a nuestras vidas el Señor nos dio de su presencia; Satanás sabe
lo que nosotros tenemos ahora, él sabe que esa presencia es la que nos da
confianza, es la que nos hace fuertes, que nos hace levantar cuando estamos
en el piso; por eso perder la presencia, perder la gloria de Dios en nuestra vida
es perderlo todo, es morir en vida, es mejor que el Señor nos lleve pero no
perder su gloria, no perder su presencia.
Como soldados de Dios necesitamos conocer a nuestro enemigo. Para poder
enfrentarlo es indispensable saber cómo opera el enemigo, saber sus tácticas,
sus armas, su astucia. Hay un gran peligro cuando ignoramos cuáles son las
tácticas del enemigo, entonces nuestra ignorancia se constituye para él en una
gran ventaja a su favor, por eso nos dice el apóstol “para que Satanás no gane
ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2
Corintios 2:11
A través de su Palabra, Dios nos ha dado las tácticas, nos ha dado armas
espirituales. No estamos indefensos, son incontables los recursos que Dios nos
ha entregado para obtener la victoria, veamos algunas de esas armas
poderosas en Dios:
1) El poder de la oración
2) el poder del nombre de Jesús
3) el poder de la alabanza
4) el poder de la Palabra de Dios
5) el poder de la autoridad.
6) el poder del ayuno

Muchos creyentes, no entienden la manera de hacer guerra espiritual porque


desconocen la autoridad que les fue delegada y no saben usar las armas que
el Señor ya puso a su disposición. Es deber del guerrero conocer muy bien sus
armas y volverse diestro en el manejo de ellas.
Los siguientes principios, son armas espirituales que nos ayudarán no solo a
orar eficazmente, sino a obtener victoria sobre el adversario:

1. DEBILITAR LA FUERZA DEL ENEMIGO


“Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes,
si antes no le ata”.
Marcos 3:27a
La manera de debilitar la fuerza del enemigo en cualquier guerra, es atando al
hombre fuerte. Satanás sabe que cualquier persona que conozca estos
principios espirituales y los ponga en práctica, lo vencerá. La muerte de Jesús
fue la derrota total sobre el adversario, por eso cuando queramos atar al
enemigo, debemos hacerlo en el nombre de Jesús, pues él sabe que es Jesús
la persona que lo ató, derrotó y venció.

Al usar el nombre de Jesús, no solo activamos el poder de Cristo para que


actúe, sino que desenmascaramos al enemigo quitándole su influencia de
nuestra vida, de nuestra familia, de nuestros bienes, de las finanzas, de la
ciudad y de la nación.

2. CANCELAR ARGUMENTOS
“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en la cruz”. Colosenses 2:14-15

Todos los argumentos que fueron levantados por palabras, pensamientos o


acciones, fueron anulados y destruidos en la Cruz del Calvario. Cristo ya pagó
nuestra deuda, perdonó todos nuestros pecados, los anuló y en la Cruz nos dio
la victoria.
Cuando entendemos que la guerra espiritual es una guerra de argumentos,
nuestra oración cambia y recibimos el milagro del intercambio. Esto significa
que todo lo malo que hay en nosotros, toda herencia de maldición que esté
causando aflicciones familiares, emocionales y financieros, es absorbido por el
poder de la Cruz y cancelado a través de la Sangre de Jesús.

3. APLICAR LA SANGRE DE JESÚS


“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Apocalipsis
12:11
La Sangre de Cristo es algo que los demonios no pueden resistir. Nosotros
debemos aplicar a diario la Sangre de Jesús sobre nuestra vida, sobre nuestros
cónyuges, nuestros hijos, nuestros padres, hermanos, seres queridos y sobre
todos lo que el Señor nos ha entregado, para que ningún mal los alcance. Al
hacerlo, se levanta un cerco de protección en el mundo espiritual, el cual el
enemigo no puede atravesar.

No es suficiente creerlo y pensarlo, es necesario confesarlo. La confesión debe


salir de nuestros labios, tienen que ser palabras expresadas en voz alta. Si
confesamos con fe, de inmediato la atmósfera y las circunstancias cambian,
los cielos se despejan y el infierno retrocede.
POSICIÓN ORIGINAL Y CAÍDA DE SATANÁS (Apoc. 12:7)
Originalmente tenían la misma posición y atributos que los ángeles buenos.
Una porción de los ángeles participó de la rebelión de Satanás.
Dios los expulsó del cielo junto con Satanás, se volvieron «demonios».
Si los «demonios», no son ángeles «caídos», entonces no tenemos otra
explicación bíblica para su existencias, pues Satanás no puede crear sus
propias fuerzas, todo fue creado por Dios.
Existen dos (2) grupos de ángeles caídos: Los activamente opuestos a Dios y Su
pueblo sobre la Tierra. Los que están confinados en cadenas. (2Pe. 2:4)

ESFERA DE ACTIVIDAD DE LOS DEMONIOS, a través de toda la Biblia la


actividad demoníaca está ubicada sobre la Tierra bajo el control de Satanás.
Satanás usa a los demonios para hacer su voluntad y propósito en el mundo.
«Son los poderes del aire» (Ef. 6:2 Poderes de la oscuridad» (Col. 1:13)

ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS DEMONÍACA, Dios organizó Sus fuerzas


angélicas según (Col. 1:16).
Satanás organizó sus fuerzas imitando a Dios (Ef. 6:12) en:
«Principados»: Operan influenciando gobiernos y naciones. Satanás,
aparentemente dividió el mundo en principados y ha colocado un «príncipe»
sobre cada uno de ellos. Ejemplo, el príncipe de Persia (Daniel 10).
«Potestades y gobernadores de las tinieblas de este mundo»: estas dos
categorías operan en el sistema social, político y cultural del mundo.
«Huestes espirituales de maldad en los lugares celestes»: operan en los
sistemas religiosos del mundo
DIFERENTES TIPOS DE DEMONIOS,
Biblia enseña que el hombre es tripartita (tres partes), tiene cuerpo, alma y
espíritu. Existen tres clases principales de espíritus que atacan el cuerpo, el
alma y espíritu del hombre. Espíritus malignos o inmundos: son responsables
por los actos inmorales, pensamientos impuros, opresión, posesión,
depresión, y otras estrategias más. Afligen la mente y la naturaleza del alma
del hombre (Mt. 10:1; 12:43; Mr. 1:23-26)
Espíritus de enfermedad: afligen al cuerpo (Lc. 13:11)
Espíritus seductores: afligen la mente, el alma y el espíritu del hombre
llevándole a creer falsas doctrinas (1Ti. 4:1). Seducen a creer en mentiras y ser
condenados al castigo eterno. Son espíritus de falsas doctrinas, sectas, falsos
cristos y falsos maestros.
EL TERRITORIO DEL ENEMIGO,
Satanás no solo obra a través de su poderosa fuerza de demonios, sino que
también obra a través de las fuerzas malignas de la carne y el mundo (1Jn. 2:
15-16). Por esto es importante identificar y discutir las fuerzas del mal del
enemigo conocidas como: «el mundo y la carne». El mundo y la carne, son
territorios del enemigo. Entremos en territorio hostil del enemigo. «No améis
al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la
carne, los deseos de los ojos,y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo.» (1 Jn. 2: 15-16).
La palabra «mundo», puede significar la tierra o el universo en el orden físico
de las cosas. Usado también para referirse a la presente condición de los
asuntos humanos o sistema en oposición a Dios.
El significado bíblico de «mundo» es el grupo corporativo de individuos
centrados en «la carne» (pasiones y deseos, Gál. 5:24) que componen el
género humano.
«Carne» no se refiere al cuerpo sino que es un término que describe la
naturaleza maligna del hombre que está en voluntaria rebelión contra Dios.
Como nuestro enemigo, «el mundo» es la totalidad del sistema organizado
social, económico, material y de filosofías religiosas que tienen su expresión
mediante organizaciones, personalidades y gobiernos.
El «sistema mundial» es una extensión de la carnalidad del hombre.
Provee una atmósfera, un ambiente y un sistema que promueve los pecados
de la carne.
Rodea al hombre con aquello que apela a sus deseos carnales
Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, solo hemos
comenzado una intensa batalla contra Satanás. La batalla NO ha terminado,
hemos ganado UNA MAYOR confrontación contra las tinieblas.

LOS ATAQUES DE SATANÁS PUEDEN AGRUPARSE EN CUATRO (4) ÁREAS


PRINCIPALES
«LA PALABRA DE DIOS». Satanás te llevará a «cuestionar» la Palabra de Dios y
añadirá, quitará o distorsionará, torcerá o contaminará las Escrituras, como
cuando Adán y Eva (Gén. 3:1-7)
Por esto, es importante estudiar y entender las Escrituras, conocer sus
doctrinas porque son la mejor defensa contra las sectas y falsas doctrinas, y no
ser engañados por estos ataques. (Jn.5:39; Lc. 2:8; 1Pe. 3:15; Hch. 17:11; 2Ti.
3:13)
«TÚ ADORACIÓN». La rebelión original de Satanás incluía su deseo de ser
adorado, por lo tanto, es uno de sus objetivos a conquistar en el creyente: la
adoración.
Satanás tratará, en consecuencia, impedir que adores a Dios en Espíritu y en
verdad, o guiarte a una falsa o carnal adoración. (Gén. 18:2, 24:26; Isa. 44:15;
Éx. 34:8
«TÚ CAMINAR CON DIOS». Satanás te acusa y te calumnia, te tienta para
comprometerte en las obras de la carne, para estar ocupado en los afanes del
mundo, y para confiar en tú propia y humana sabiduría y fuerza. (Ef. 6:10-11)
Si Satanás puede ganar territorio en tú caminar personal con Dios, le será más
fácil derrotarte en tu ministerio o servicio a Dios

«TÚ TRABAJO O MINISTERIO PARA DIOS». Satanás, tratará de disuadirte (dejes


de hacer) la voluntad de Dios, zarandeándote (cambiando tu forma de pensar)
utilizando para ello la persecución, el desastre, el desánimo, falta de oración y
la ocupación en los afanes del mundo. El remedio para este ataque es
mantener la fe para «permanecer firme al final del día malo»
Tratará de afectar tú trabajo para Dios infiltrándose en la iglesia con falsos
maestros y discípulos (2Cor. 11:13-15; 2Pe. 2:1-19; Mt. 13:38-39)
Mientras Dios siembra buena semilla a través de tú ministerio Satanás siembra
cizaña (los «hijos del maligno»). (Mt. 5:37, 8:12, 13: 38, 42, 50; 1 Sam. 2:9; Sal.
112:10; Apoc. 22:15)
Satanás promueve la división dentro del Cuerpo de Cristo tratando de afectar
el obrar de Dios y Sus propósitos en tú vida y ministerio. (Mt. 12:25; Mr. 3:24)

El Plan de Dios para la Batalla.


Entremos en la batalla básica de la Guerra Espiritual, que es una estrategia,
que descansa en el entendimiento de los propósitos de nuestra guerra y está
basada en la comunicación con el Señor (nuestro Comandante en Jefe)
mediante la oración, el ayuno y la Palabra de Dios. Cuando no entiendes los
propósitos de Dios y Su plan, puedes ser tentado a desanimarte en los
conflictos de la vida. Esta es la razón por la cual muchos soldados cristianos
fracasan en la guerra: no entienden el propósito divino detrás de la batalla.
(Hch. 5:38-39)
Desde el principio Satanás ha peleado en contra del cumplimiento de este
propósito, que es nuestro propósito. Nuestra guerra en el mundo espiritual
está relacionada con este propósito de Dios. Satanás combate para atraer tu
corazón, mente, espíritu y alma haciá él, para alejarte de Dios.

Cuando te rindes a ti mismo para convertirte en «instrumento de justicia de


Dios», colocas tu vida y ministerio en armonía con Su propósito y plan. Al hacer
esto, te conviertes en un blanco del enemigo de Dios: Satanás.»
Jesús vino al mundo a deshacer las obras del diablo, colocándose en oposición
del enemigo. (Jn. 10:10; 1Jn. 3:8) Reveló el yugo del pecado. (Jn. 8:34)
Jesús no solo deshizo las obras del diablo, sino que además, expuso las
engañosas estrategias del enemigo: Enseñó que los engaños de Satanás se
incrementarían en los últimos tiempos. (Mt. 24:25; Mr. 13; lc. 17:22-37, 21: 8-
36)
-Advirtió que Satanás era capaz de destruir el alma (Mt. 10:28)
-Habló de la necesidad de atar al hombre fuerte antes de quitarles sus bienes.
(Mt. 12: 26-30; Mr. 3: 23-27; Lc. 11: 17-24).
- Reveló cómo Satanás trata de hacer inefectiva la Palabra de Dios. (Mt. 13:38;
Mr. 4:15; Lc. 8:12)
-Expuso a los que no hacían la voluntad de Dios como «hijos del diablo» (Jn.
8:44-47)
EL PLAN DE BATALLA:

El Plan Básico de Batalla para los creyentes es revelado es observar cómo Jesús
trató con el enemigo. Este Plan Básico de Batalla para la Guerra Espiritual
(PBBGE) está basado en seis (6) puntos principales:

La Palabra de Dios.
Delegación de poder y autoridad.
Oración.
Ayuno.
Las llaves del Reino.
El nombre de Jesús.

LA PALABRA DE DIOS:
Cuando Satanás tentó a Jesús (Mt. 4:1-11), recibió una contundente derrota,
confrontándolo con la Palabra de Dios.
Jesús citó Escrituras específicas aplicables a la batalla inmediata.
Jesús no citó pasajes de cronología, o historias del Antíguo Testamento, Jesús
dijo: «…escrito está…»
Cuando usas Escrituras específicas, asegúrate que están en armonía con el
resto de la Palabra de Dios. Tener una buena interpretación para hacer una
aplicación apropiada.
Si Jesús hubiese convertido las piedras en pan, hubiese actuado independiente
de la voluntad de Dios, para su propio beneficio y no para la gloria de Dios
Padre
En la tentación del templo, Satanás utilizó la Palabra de Dios para fundamentar
su apelación pero no la aplicó correctamente (Mt. 4:6)
PODER DELEGADO Y AUTORIDAD:
Poder y autoridad que Jesús delegó a sus seguidores (Lc. 9:1)
La autoridad sobre el enemigo viene mediante Jesucristo y tú posición en Él
como creyente. El poder sobre Satanás viene mediante el Espíritu Santo (Lc.
24:49)
Para ser efectivos necesitamos autoridad y poder.
Algunos creyentes reciben autoridad mediante el Nuevo Nacimiento y su
posición en Cristo pero nunca siguen adelante para recibir la investidura de
poder del Espíritu Santo para tener un ministerio efectivo.
EL PODER DE JESÚS ES PARA PROPÓSITOS ESPECÍFICOS:
Poder sobre el enemigo. (Lc. 9:1)
Poder sobre el pecado. (Jn. 20: 22-23)
Poder para extender el Evangelio. (Hch. 1:8

LA ORACIÓN:
La oración es comunión con Dios, un canal de gracia que permite al hombre
hablar con Dios y a Dios hablar con el hombre.
La Biblia describe la oración como:
- Invocación del nombre del Señor (Gén. 12:8)
-Clamor a Dios (Sal. 27:7; 34:6)
-Acercarse a Dios (Sal. 73:28; heb 10:22)
-Buscar (Sal. 5:3)
- Levantar el alma (Sal. 25:1)
- Levantar el corazón (Lam. 3:41)
- Derramar el corazón (Sal. 62:8)
-Derramar el alma (1Sam. 1:15)
-Clamar al cielo (2Cró. 32:20)
- Implorar al Señor (Éx. 32:11)
- Buscar a Dios (Job 8:5)
- Buscar el rostro del Señor (Sal. 27:8

VIDA DE ORACIÓN DE JESÚS: NUESTRO MODELO, la oración, fue una


importante estrategia de vida en Jesús.
-Hizo de la oración Su prioridad.
- Oró de día y de noche (Lc. 6:12-13)
-Fue Su prioridad sobre el comer (Jn. 4:31-32)
-Tuvo prioridad sobre sus negocios (Jn. 4:31-32)
-La oración acompañó cada evento de importancia.
-En Su bautismo (Lc. 3:21-22)
-Antes de la elección de Sus discípulos (Lc. 6:12-13)
-Antes y después de la alimentación de los 5.000 (Mt. 14:19, 23)
- Antes de la confesión de Pedro (Lc. 9:18)
-En la tumba de Lázaro (Jn. 11:41-42)
- Antes de la hora de Su mayor angustia (Mt. 26:26-27)
-Por Sus seguidores (Juan 17)
TIPOS DE ORACIÓN, Pablo exhorta orar siempre «con toda oración» (varios
niveles y tipos de oración)
Hay tres (3) niveles de intensidad en la oración: Pedir, buscar y tocar (Mt. 7:7-
8)
1er. Nivel: PEDIR. Simplemente presentar un pedido a Dios y recibir inmediata
respuesta. Para recibir respuesta, la condición es pedir. (Stg. 4:2)
2do. NIVEL: BUSCAR. Las respuestas no son tan inmediatas. Es necesario
«continuar en oración». Los 120 del aposento alto, esperaban respuesta y
«continuaron buscando», hasta que la respuesta vino. (Hch. 1-2)
3er. NIVEL. TOCAR. Es la oración «persistente» de respuestas «tardadas» en
llegar. Es el nivel más intenso de la guerra espiritual en oración. (Lc. 11:5-10).
El profeta Daniel «continuó tocando» a pesar de que no veía resultados
visibles. Satanás estorbaba su oración (Dan. 10)
TIPOS DE ORACIÓN, Hay varios tipos de oración ilustradas en la «oración
modelo» (Mt. 6:9-13). «Necesidad de aprender a orar» (Lc. 11:1) Alabanza y
Adoración (entrar en la presencia de Dios) (Sal. 104:4) Adoraciones rendir
honra y devoción.
Alabanza es «acción de gracias» y una «declaración de gratitud» por lo que
Dios es y lo que ha hecho. Adorar en «espíritu y en verdad» (Jn. 4:23-24).
Podemos alabar y adorar a Dios con:
Cantos (Sal. 9:2, 11; 40:3; Mr. 14:26)
Alabanza audible (Sal. 103:1)
Levantando las manos (Sal. 63:4; 134:2; 1Ti. 2:8)
Aplausos (Sal. 47:1)
Instrumentos musicales (Sal. 150:3-5)
Puestos en pié (2Cró. 20:19)
Postrados (Sal. 95:6);
Arrodillados (Sal. 95:6);
Acostados (Sal. 149:5)
AYUNO:
En su definición más simple, el ayuno bíblico es: abstenerse de comer, para
buscar a Dios con un propósito específico. Es combinado con oración, para
librar una guerra efectiva en el mundo espiritual (Isa. 58).
TIPOS DE AYUNO. Según la Biblia hay dos tipos de ayuno: «Total» (Hch. 9:9).
«Parcial» (Dn. 10:3).
Los ayunos anteriores pueden ser «públicos» (Joel 2:15) o «privados» (Mt.
6:16-18).

LOS PROPÓSITOS DE AYUNAR. Hay propósitos espirituales definidos para el


ayuno. Si ayunas por motivos equivocados, será inefectivo. Referencias que
revelan el gran poder del ayuno en la guerra espiritual: Para humillarte a ti
mismo (Sal. 35:13; 69:10)
Para arrepentirte del pecado (Joel 2:12)
Por revelación de Dios (Daniel 9:2; 3:21-22)
Para soltar ligaduras de maldad, levantar yugos de pecado, liberar a los
oprimidos, y romper todo yugo (Isa. 58:6)
Para ser escuchados ´por Dios («sam. 12:16, 22; jonás 3:5, 10

LAS LLAVES DEL REINO


Jesús dio a los creyentes «las llaves del Reino». Incluyen el poder para atar y
desatar, que es una importante estrategia para vencer el poder del enemigo
(Mt. 16:19) Jesús enseñó, la importancia de «atar» a los espíritus demoníacos
antes de expulsarlos. El principio de atar y desatar, es más que «echar fuera
demonios». Puedes «atar el poder del enemigo» para obrar en tu vida, hogar,
comunidad e iglesia.
Puedes «desatar» a hombres y mujeres del yugo del pecado, depresión, y del
desánimo del enemigo: «expulsando» o «reprendiendo» demonios, y
«ministrando» la Palabra de Dios para «destrucción de fortalezas» (2Cor. 10:3-
5)y «quebrantamiento de obras de la carne» por arrepentimiento de pecado
(Gál. 5:16, 24) (Col. 3:4-6), (Ro. 8:13) (2Cor. 7:10).
308. En cada situación que confrontas,…cada problema,…cada desafío, hay
una «llave espiritual», que es el «ejercicio» del «principio de atar y desatar».
Cuando reconoces «qué atar» y «qué desatar», y actúas con fe sobre este
principio, el enemigo será derrotado.

EL NOMBRE DE JESÚS
La Palabra de Dios es para ser aplicada en Su nombre, oramos, ayunamos,
usamos nuestra autoridad y poder delegado, y las llaves del Reino en «Su
Nombre». Si pedimos algo en Su nombre, Él lo hará (Jn. 14:14, 16:23; Mr.
16:17-18; Mt. 28:18-20).
Has de enseñar, bautizar, echar fuera demonios, sanar al enfermo, y vencer
cada poder del enemigo, mediante el nombre de Jesús. Es más poderos que
cualquier otro nombre. (Ef. 1:19-23).
UNA ESTRATEGIA GANADORA. Por cuanto Jesús entró en la arena de la guerra
espiritual, Él entiende tus batallas y te fortalece. Jesús enfrentó cada tentación
del enemigo, «sin pecar». (Heb. 4:15).
Así como Jesús resultó victorioso, tú también puedes ser un vencedor. (Heb.
2:18)
La muerte y resurrección de Jesús, fue la mayor confrontación que alguna vez
ocurrió entre el poder de Satanás y el poder de Dios. Con la muerte de Jesús,
Satanás creyó que había destruido el plan de Dios. (Mt. 26: 53-54; Jn. 18:36;
19:11).
Jesús no murió porque Su poder fuera menor que el de Satanás, no fue un
asesinato, Jesús «entregó su vida» por AMOR A TÍ. Su muerte no terminó con
el plan de Dios para Su Reino.
La muerte de Jesús cumplió el plan de Dios. Los hombres, ahora pueden ser
salvos o redimidos del yugo del pecado y de la pena de la «muerte segunda»
(separación eterna de Dios por causa del pecado).
Mediante Su muerte y resurrección Jesús derrotó «todo» el poder del
enemigo. (Ef. 4:8-10)
Jesús juzgó a Satanás, y derrotó cada poder del enemigo, incluyendo la muerte.
(Jn. 12:31).
SOMOS VENCEDORES, NO VÍCTIMAS, Mediante Jesús, eres un vencedor, en
lugar de una víctima del enemigo. (Ef. 1:22-23)
Jesús es la cabeza de la iglesia, nosotros somos Su cuerpo, por tanto somos
vencedores y no víctimas. Jesús oró para ser guardados del poder del enemigo.
(Jn. 17:15, 20).
Somos más que vencedores mediante el poder de Jesús. (Ro. 8:37)
Cuando la guerra espiritual se vuelve dura, recuerda que la Biblia asegura que
los propósitos de Dios serán cumplidos. (Isa. 14: 24, 26, 27)}

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