Rufo y Topete
Rufo y Topete
Rufo y Topete
Erase el primer día de clase en el bosque y los animales acudían al colegio. El profesor Zorro, de todos
muy conocido se disponía iniciar su lección. Rufo el pequeño búho, llego dispuesto aprender cosas
nuevas. Cuál sería su disgusto al darse cuenta que no veía bien nada de lo que su profesor escribía en el
tablero. Y si abría mucho los ojos la luz del sol lo deslumbraba. Al terminar la clase se fue solo y triste.
Tropezó́ sin querer con Topete, el pequeño topo, su compañero de clase, comentaron que ninguno de
los dos veía bien por eso estaban tan triste. El profesor Zorro que pasaba por allí́ escuchó la
conversación de los amigos y sugirió́: ¿por qué no van a ver al doctor Búho? Él es oculista y
seguramente podrá́ ayudarlos. ¡BUENA IDEA! Exclamó Rufo con entusiasmo. Es pariente mío y nos
atenderá́ muy bien ¡vamos Topete! El doctor Búho recibió́ muy bien a los dos pequeños, quien vivía en
el tronco de un viejo roble. Desplegó uno de sus carteles llenos de letras de distintos tamaños que
utilizan los oculistas y los hizo leer en voz alta. Su vista es normal – les dijo por fin – lo que pasa es
que tú Topete estás acostumbrado a vivir bajo tierra y no necesitas mucha luz para ver. Y tú Rufo eres
un búho como yo. Nuestros ojos están preparados para ver de noche y la luz del sol nos deslumbra.
Tomen estas gafas de sol. Al día siguiente Rufo y Topete fueron al colegio con sus gafas nuevas y
desde aquel día, no tuvieron ningún problema para seguir las interesantísimas lecciones del profesor
Zorro.
LOLO RICO Y CARLO FABRIETI
1. Al final de la lectura, completo la siguiente ficha.
Título del cuento:
Autor :
Personajes principales:
Otros personajes:
Lugar donde se desarrolla la
acción:
Enseñanza
2. Reconozco los personajes que intervinieron en el texto: escribo sus nombres.
9. Las gafas para el sol les permitirían tener una vida normal a Rufo y Topete porque:
les hacían ver muy elegantes. Veían mejor con la luz del día. Los protegían de la luz nocturna.