Apuntes Historia Moderna Contemporanea
Apuntes Historia Moderna Contemporanea
Apuntes Historia Moderna Contemporanea
HISTORIA DE LA IGLESIA:
EDADES MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
Cambios sociales
En el siglo XIII, todavía en la Edad Media, encontramos una Europa poco poblada
con unos 30 millones de almas –sin contar Rusia y los Balcanes. Pronto comienza una gran
expansión demográfica, sólo ralentizada por la gran peste negra de mediados del siglo XIV
(1346-1361: murió un tercio de la población europea), de modo que en el siglo XV se
cuenta ya con unos 50 millones de habitantes.
El imperio bizantino cae en manos de los otomanos en 1453, no sin antes legar
buena parte de sus tesoros de cultura antigua griega y latina a occidente. Estas novedades
son la causa de que el siglo XV no pueda contarse ya como Edad Media. El legado de
oriente despierta en Europa el interés por el hombre. Se aproxima un paso del
teocentrismo general al antropocentrismo típico de la edad Moderna.
Los siglos XIV y XV contemplan el comienzo de la sociedad mercantilista 2. Aún no
coincide el poder político con el económico: Italia es el país más rico de Europa pero no
pinta nada políticamente. Lo mismo ocurre en Flandes.
Aparece y se desarrolla la burguesía que en no pocos casos tienen mayor poder
económico que la nobleza.
Innovaciones técnicas
Hay notables innovaciones técnicas. Así se descubre la brújula en el siglo XIV, que
permitirá a los navegantes separarse de las costas y emprender grandes travesías.
Con los descubrimientos de la astronomía el hombre se da cuenta que tiene en su
mente un poderoso instrumento.
Se tiende al empirismo –usado en la antigüedad por estoicos y epicúreos- que
influye en el desarrollo de algunas ciencias como la astronomía con figuras tan notables
1
Hertling, Ludwig, Historia de la Iglesia, Herder, Barcelona 1996, 10ª ed., pp. 285-289.
2
Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se
desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa. Se caracterizó por una
fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente con el desarrollo del absolutismo monárquico.
Consistió en medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder político y la actividad económica;
la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda. Así, tendieron a la regulación estatal de la
economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento de población, el aumento de la producción propia —
controlando recursos naturales y mercados exteriores e interiores, protegiendo la producción local de la competencia
extranjera, subsidiando empresas privadas y creando monopolios privilegiados—, la imposición de aranceles a los
productos extranjeros y el incremento de la oferta monetaria —mediante la prohibición de exportar metales
preciosos y la acuñación inflacionaria—, siempre con vistas a la multiplicación de los ingresos fiscales. Estas
actuaciones tuvieron como finalidad última la formación de Estado-nación lo más fuerte posible
2
como Copérnico y Galileo que descubrieron el heliocentrismo terminando con largos siglos
de creencia en el geocentrismo.
Ya antes de Cristo, Aristarco de Samos (siglo III a.C.) enseñó que el sol era el centro
de lo creado. Nicolás Copérnico (1473-1543), canónigo polaco, demuestra que la tierra gira
en torno a un eje y alrededor del sol.
Galileo Galilei (1564-1642) apasionado de la física y las matemáticas, postuló -con
desprecio de la metafísica- que la fuente última del conocimiento de la esencia de las cosas
es la mente humana con lo que cae en el optimismo racionalista.
Defendió el heliocentrismo frente a la Inquisición. En una carta a la duquesa de
Toscana afirma que la ciencia tiene su propio ámbito, distinto del de la religión.
En 1346 se usa por primera vez la pólvora en combate (batalla de Crécy). Aparecen
verdaderos ejércitos distintos de los formados por caballeros acompañados por sus
mesnadas, y Gonzalo Fernández de Córdoba (General de Fernando el Católico) funda la
guerra moderna.
Por último la imprenta contribuyó a una difusión de la cultura a un nivel muy
superior de lo hasta entonces conocido.
3
Wiclef (+ 1370) fue profesor en la universidad de Oxford. Enseñó *que la Sagrada Escritura es la única fuente de la
fe; *rechazó la Iglesia sacramental y jerárquica y sugiere que esta debería estar sujeta a la Corona. Para él, *la Iglesia
sería la invisible comunidad de los predestinados. Además *niega la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y la
transustanciación.
4
Juan Huss (+ 1415) fue sacerdote en Praga adonde llegaron las doctrinas de Wiclef. Profesor de la universidad de esa
ciudad, defendió esas tesis aunque con moderación. Juzgado en el Concilio de Constanza trató de justificarse pero no
de arrepentirse. Condenado, murió en la hoguera (6.VIII.1415) sin retractarse e invocando el nombre de Jesús.
3
El cisma de occidente restó prestigio al Papado y reforzó el nacimiento de las
nacionalidades característico de esta época de cambios de sociedad medieval a la
moderna. Aumenta el deseo de los gobernantes de dominar la iglesia nacional y no
permitir, entre otras cosas, la salida de dinero hacia Roma.
3. Bajo nivel espiritual del clero. Muchos cristianos y grandes santos clamaban por la
reforma de la Iglesia en la cabeza y en el cuerpo: Santa Catalina de Siena, San
Vicente Ferrer, Santa Brígida de Suecia, etc.
4. Menudearon formas de religiosidad popular que rayan la superstición y en
ocasiones se acercan a la brujería. En cambio, aparecen cofradías de laicos que se
agrupan según profesiones, con fines caritativos y moralizadores. Aparecen nuevas
devociones como la Bendición con el Santísimo Sacramento, el Vía Crucis y el santo
Rosario.
5. La irrupción del humanismo, que hizo mirar más al hombre y a constituirle como
centro del universo, desatendiendo la referencia al carácter trascendente de éste.
6. En el siglo XV se enseña en las universidades la ciencia heredada de la Edad media,
con el uso de la metafísica aristotélica y bajo la regla de la fe. Figura eminente en
este siglo es Tomás de Vío, Cardenal Cayetano (1469-1534), llamado así por
proceder de Gaeta5.
Sin embargo aparecen autores que buscan abrir nuevos caminos para la investigación
teológica, acordes con el espíritu de los tiempos. Así se introduce el ockamismo
(nominalismo) con el que se abandonan las causas profundas del ser para atender a lo
medible y constatable.
El nominalismo compite con el pensamiento escolástico. Defiende que la mente
humana puede captar objetos individuales y sensibles, pero no los universales que no
serían más que nombres, de modo que no admiten la existencia de las esencias. Así abre
una separación entre los órdenes natural y sobrenatural, en cuanto se declara no válida la
analogía del ente para llegar a Dios mediante la razón.
Esto implica que los conocimientos que tenemos de Dios son los que nos trasmite la
Revelación, pero no por la analogía del ser. Al mismo tiempo, la omnipotente voluntad de
Dios es quien dicta las normas de la moral, según su propio parecer que nosotros no
entendemos, sencillamente las obedecemos.
5
Superior general de los Dominicos, se apoya en el realismo aristotélico, y el método escolástico heredado del
Aquinate. Combatió las tesis luteranas sobre los sacramentos y la importancia de las obras en la propia salvación.
Mantuvo una disputa con Lutero, al que trató de reconducir a la verdad. En España, Francisco de Vitoria impulsó
también el tomismo.
4
Se valora mucho la belleza y la exaltación de los sentidos con la consiguiente
tendencia al hedonismo.
El enfriamiento de la piedad por parte de muchos clérigos –hay que añadir al
humanismo la influencia del aún reciente cisma de occidente con su pésimo ejemplo-
conduce al cristiano medio a un cierto individualismo místico y espiritual. Aparecen
movimientos como la Devotio moderna6 y las escuelas místicas holandesas y renanas con
Ruisbroeck, etc. Algunos santos –y también maestros- de la época son san Vicente Ferrer,
santa Catalina de Siena.
Esta búsqueda de placeres considerada como fin altera las referencias morales. No
tardan en proliferar obras como El príncipe de Maquiavelo, donde se defiende que el fin
justifica los medios.
6
Movimiento creado por Gerardo Groot (+1384) que nace como reacción al nominalismo y a la escolástica decadente.
Difunde un método de oración poco especulativa y algo intimista. Se fomenta el individualismo, entre otras cosas por
no contar en muchos casos con maestros –clérigos- ejemplares. Tuvieron como texto de oración principal La imitación
de Cristo atribuido a Tomás Kempis.
5
Hombre de poco carácter y piedad más bien superficial, se deja arrastrar por la
visión humana hacia un relativismo. Facilitó la entrada del protestantismo en Holanda.
En edad madura deja de creer en el origen divino de la Iglesia, en la inspiración
divina de la Sagrada Escritura, y en la institución de los sacramentos por Jesucristo. Sin
embargo en este, como en otros casos no se produce una reacción de la Jerarquía.
Se difundió la teoría de la doble verdad: una verdad científica lo sigue siendo aunque
contradiga una verdad religiosa, ya que ambas se mueven en distintos órdenes.
Erasmo quiso enseñar el camino de la sabiduría a la gente culta, pero al despreciar
la religión popular de la gente sencilla elabora una filosofía de Jesucristo en la que el
moralismo humanitario silencia por completo el misterio doloroso de la Redención obrada
por Jesús, y el rescate de la humanidad caída, al precio de la Sangre de Cristo.
7
Savignac, Jean Paul, Historia de la Iglesia II, La Iglesia en la Edad Moderna, Palabra, Madrid 1985, p. 10.
6
El más completo de estos artistas quizá es Leonardo da Vinci (1452-1519), escultor, pintor
y arquitecto. Rafael, pintor y escultor, con gran delicadeza de expresión. Pintó numerosas
vírgenes. Miguel Ángel, con gran fuerza de expresión, pintó la capilla Sixtina.
“Si hubiera que resumir en breves palabras el juicio de conjunto que merece este
fenómeno, podría aceptarse como válida esta opinión de G. Martina 8 ‘La edad del
Renacimiento, al menos a partir de la muerte de Paulo II en 1471, a pesar de las
espléndidas apariencias, constituye uno de los períodos más oscuros del papado: al
esplendor cultural y civil se contrapone la falta de un auténtico espíritu religioso en el
vértice de la jerarquía eclesiástica”9.
El primero de los males –y raíz de todos los demás- fue la mundanización que impregnó
los estratos superiores de la Jerarquía eclesiástica, incluidos el Colegio Cardenalicio, la
Curia romana, y el propio Pontificado. Buena parte de los Papas eran vástagos de grandes
familias señoriales, como Sixto IV y Julio II Della Rovere, Calixto III y Alejandro VI Borja,
León X y Clemente VII Médicis. Estos Papas, sin hacer dejación de sus graves deberes
primaciales, obraron en muchos momentos con la mentalidad y el talante de príncipes
temporales y acorde con la de éstos, fue a menudo su propia conducta. El nepotismo –que
ya marcó a la iglesia en la época de Avignon- llegó a constituir una auténtica plaga, y la
acumulación de beneficios y prebendas fue un recurso reiteradamente empleado para
mantener el nivel de vida de muchos altos dignatarios de la Iglesia. 10
Se puede decir que comienza la época de este pontificado con Nicolás V (1447-1455).
Creó la Biblioteca Vaticana e hizo de Roma un centro de ciencias y artes. También
evangelizó el centro de Alemania enviando para ello a San Juan de Capistrano.
Calixto III (1455-1458). Se trata del español Alfonso Borgia. Durante su pontificado
acontece la caída de Constantinopla defendida en solitario por Constantino XI Paleólogo.
Detuvo a los turcos en Belgrado mediante una cruzada. Protegió a franciscanos y
dominicos en la universidad de París.
Pío II (1458-1464). Había sido el brillante humanista Eneas Silvio Piccolomini, recogía con
buen humor el epigrama de su poca experiencia: “Quando mi chiamabo Enea, nessuno mi
conosceva; sono divenuto Pío e tutti mi dicono zío”.
Pablo II (1464-1471). Frenó el nepotismo y reaccionó con fuerza contra algunos negativos
del humanismo, pero no llegó a convocar el tan ansiado Concilio reformador.
8
Recogida por Orlandis, José, El pontificado romano en la historia, Palabra, Madrid 1996, 174.
9
Orlandis, José, El Pontificado… o.c., Palabra, Madrid 1996, 174.
10
Id. 177
7
-Una notable debilidad por el arte. Focalizó su atención hacia la realización de la capilla
sixtina.
-Un no saber decir que no, le hizo pródigo en muchas cesiones de títulos, indulgencias y
empresas políticas que para nada favorecían el prestigio del Papado.
-En parte por lo mismo, tras la muerte de algunos dignos cardenales, los sustituyó por
jóvenes de vida más que dudosa. Entre estos nombró a seis sobrinos suyos: uno de ellos
Julián della Rovere –futuro Papa Julio II- recibió seis obispados. De ordinario ninguno de
estos cargos vivía en los terrenos que se le confiaban ni los gobernaban, simplemente
percibían los beneficios que producían.
Trató de reunificar y organizar los Estados Pontificios, empresa que realizó en buena
medida.
11
GER, XXI, 32-33.
8
Esto no gustó, pero gustó menos la exigencia del dominico de llevar la Eucaristía
como escudo protector. El desorden público se acentuó hasta el punto de que la Señoría
suspendió el acto. Entonces el pueblo se amotinó, fue a por Savonarola consiguiendo que
lo encarcelaran. Más tarde fue juzgado sin justicia y condenado a muerte con otros dos
dominicos. Por más que intercedió el Papa no hubo nada que hacer. Fueron ahorcados y
sus cadáveres quemados.
Aún hoy es un tema no aclarado. San Felipe Neri (florentino) le veneraba como a un
santo. Sin embargo no lo veía así el Cardenal Newman.
Pío III (1503-1503). Cardenal Piccolomini, ya agotado al ser elegido, murió en breves
meses.
Julio II (1503-1513). Juliano Della Rovere accede al trono pontificio. Fue un gran
gobernante de los Estados que César Borja había sometido bajo el mandato de Alejandro
VI. Sometió Bolonia y, con la ayuda de España y Francia, Venecia.
Fue también un gran mecenas pues bajo su pontificado Bramante hizo los planos de
la nueva basílica de San Pedro, Miguel Ángel pintó la Sixtina, y Rafael realizó las pinturas
del palacio Vaticano.
Convocó el Concilio V de Letrán (1512-1517), al que asistió entre otros el Cardenal
Cayetano. Los principales temas que abordó fueron:
-Irregularidades en la elección de Pontífice.
-Lucha contra la simonía (donativo obligatorio para recibir sacramentos).
-Reforma de la Curia.
-Condena del galicanismo (Pragmática sanción de Bourges12, de 1438).
Sin embargo estas medidas no fueron lo bastante profundas, ni alcanzaban la
extensión requerida. Además, terminado el Concilio, faltó la energía suficiente para
llevarlas a la práctica.
León X (1513-1521). Juan de Médicis, antes de ser Papa había tomado el poder de
Florencia (de donde había sido expulsado por Savonarola) en un sencillo golpe de estado.
Ya en el Papado gozó de la herencia de su antecesor: un Estado bien organizado.
Fue un hombre piadoso, fiel cumplidor de sus deberes ascéticos y rituales.
De carácter bondadoso otorgó beneficios y gracias a pobres y a ricos, hasta llegar a
la prodigalidad. Destacan las cacerías otoñales que organizaba en las afueras de Roma. Era
incapaz de negar cualquier cosa que le pedían. No tuvo la energía necesaria para poner por
obra las decisiones del Concilio V de Letrán.
Cuando Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittemberg, en
Roma “se marchaba de cabeza al abismo entre risas y danzas” (Hertling, o.c., 305).
12
Cuando Eugenio IV vio el peligro del conciliarismo en el Concilio de Basilea, trasladó este a Ferrara. En el ínterin, el
rey francés Carlos VII, se reúne con dignatarios civiles y eclesiásticos en Bourges para decidir a quién obedecer: al
Concilio o al Papa. Se decide obedecer al Papa pero se toman algunas decisiones que limitan el poder del Romano
Pontífice en Francia:
- Se priva al Papa de elegir obispos y otras dignidades eclesiásticas en la iglesia gala.
- Las apelaciones en causas eclesiásticas, no se resolverían en Roma.
- Son abolidas las contribuciones económicas de la iglesia gala a Roma.
- Tratan de someter al Papa, en adelante, al Concilio General.
9
Muy hábil en lo político, jugó constantemente a las alianzas con el Emperador y con
el rey de Francia, dominando con holgura la política europea.
Como reacción a una conspiración contra su persona, nombró de golpe a 30
Cardenales, muchos de ellos figuras insignes –como Tomás de Vío- que afrontarían la
reforma católica.
Clemente VII (1523-1534). Julio de Médicis. Gran trabajador. Serio, austero. Astuto y
receloso en la política se enfrentó con el Emperador pactando con Francisco I de Francia,
en contra del Emperador Carlos V, que acumulaba “demasiado” poder.
Cuando la situación se puso seria todos se retiraron dejando sólo al Papa frente a
Carlos V. Este –previa consulta a su teólogos- siguió la guerra y sus tropas saquearon Roma
(6.V.1527). Fue tal la devastación –que recordaba a la entrada de Alarico y Genserico- que
se liquidó la Roma renacentista, frívola y suntuosa.
Además tuvo que enfrentarse con el cisma de Enrique VIII de Inglaterra. Por más
que el Emperador le apremiaba a convocar un Concilio que resolviera la crisis luterana y
acometiera la tan deseada reforma, no llegó a dar ese paso.
13
“Desde niño, confesó él más tarde, se me acostumbró de tal manera que no podía menos de palidecer y
estremecerme con sólo oír el nombre de Cristo, porque no se me enseñó otra cosa sino a considerarle como a un juez
10
En un viaje de vuelta de su casa a Erfurt se desató una tormenta en el curso de la
cual un rayo le cayó al lado. Invocó a santa Ana y, asustado, hizo voto de hacerse fraile si se
salvaba. Esta decisión no sabemos si fue completamente repentina o estaba ya meditada
de antemano.
Ingresa en los Agustinos (1502) y es ordenado sacerdote en 1507. Después de un
viaje a Roma (1510-1511) en que quedó deslumbrado por las riquezas de Ciudad Eterna y
el lujo en que vivía el alto clero pasa a ser profesor de Sagrada Escritura en Wittemberg.
Allí tienen lugar las experiencias decisivas de su vida.
Evolución interior
Los rasgos enérgicos y oscuros de su visión de Dios, unidos a su modo de ser,
marcadamente subjetivo, le produjeron gran preocupación por la santidad. Se esforzaba
mucho porque quería llegar muy alto en santidad.
[Sus primeros años de vida monástica le dieron paz y consuelo. Pero cuanto más
avanzaba, más perdía su serenidad en una inquietud creciente.
Cuando, a pesar de su lucha, advertía que en cada una de sus acciones intervenía –
sutilmente- el egoísmo, se creía lejos de Dios y no podía soportar su debilidad.
Cuanto más trabajaba consigo mismo, más reconocía que el hombre se encuentra
siempre bajo la ley del pecado: el orgullo se inmiscuye de alguna forma en todo el obrar
humano. Bajo este aspecto el hombre es y permanece siempre pecador.
Con el tiempo, este estado anímico le acarreó ansiedades, tristezas y también una
serie de escrúpulos, sin que pueda hablare de síntomas clínicos. Parece que vivía con una
fuerte sensación de permanente agobio]14.
Experimenta la angustia de dudar de su propia salvación, como consecuencia de su
conciencia escrupulosa y las dificultades por vencer la concupiscencia (1513-1514)15.
Aunque desconocemos con exactitud cómo fue su formación Ockamista, parece que
suman efectos su carácter escrupuloso con el concepto de un Dios justiciero y arbitrario.
Sufre la fuerza de las bajas pasiones, pero no nota la fuerza la de gracia –con la que
parecía contar poco a tenor de la formación recibida- por más que arrecia en sus prácticas
de oración y de mortificación16 por lo que comienza a dudar de la eficacia de estos medios
ascéticos17.
Comienza a desarrollar un espíritu crítico que, en el desempeño de su trabajo como
profesor de Sagrada Escritura, le lleva a poner en duda (más tarde a negar) la canonicidad
de algunos de sus libros.
Escrutando la Sagrada Escritura cree encontrar en Rom 1, 17 (el justo vive de la fe)
la solución a su problema (es la llamada “experiencia de la Torre”, porque fue en una
habitación situada en una torre del convento donde sufrió esa experiencia). La naturaleza
humana ha quedado corrompida por el pecado original hasta tal punto que la gracia no
severo y airado” (Martín Lutero, WA 40, I, 298) Pero estas declaraciones han de ser interpretadas con precaución.
Parecen exageradas y en parte desdibujadas por la lejanía de los recuerdos. Lutero fue un niño física y psíquicamente
sano (Burggraf, Jutta, Conocerse y comprenderse, p. 148)
14
Burggraf, J, o. c., pp. 149-150. Se puede leer el final de la magnífica descripción que hace la autora en la misma obra,
pp. 150-151.
15
Cfr. GER XIV, 628, I, 2.
16
GER XIV, 628, I, 3-4 y II, 1-2
17
Interesante el artículo de “Nuestro Tiempo” enero-febrero de 1996, p. 64, I, 2 y p. 62, I, 1.
11
sana el interior del hombre, sino que la justificación consiste en la no imputación del
pecado personal, en virtud del sacrificio de Cristo por nosotros. Las obras del hombre no
sirven para la salvación (cfr. NT, Enero-febrero 1996, 66, I, 2)18.
En la tardía edad media, tiempo de nuestro estudio, no era de dominio público la
doctrina sobre la gracia, más bien era patrimonio de unos pocos eruditos. Además había
innumerables costumbres y prácticas de piedad exterior que repugnaban a este monje
sensible: supersticiones, venta de beneficios, abuso de autoridad. Según él, no sólo
oscurecía la doctrina de la gracia sino que se contraponían a ella.
Lutero llegó a pensar que Roma había inventado doctrinas, que habían corrompido
el evangelio y desarrollado nuevos aspectos de la fe que no están en la enseñanza
originaria de Cristo. Por eso comenzó a luchar contra un cristianismo aburguesado y
autosuficiente; y destacó la completa corrupción de la naturaleza humana por el pecado.
Aunque su lenguaje no pocas veces es brusco y lleno de exageraciones, el núcleo de
su mensaje sobre la justificación puede interpretarse en un sentido profundamente
evangélico: el hombre no se salva en primer lugar por sus obras exteriores sino por una
actitud interior fundamental: la apertura a la gracia.
Pierden su sentido el sacerdocio ministerial, la mayor parte de los sacramentos, los
votos, el papado (máxima invención del anticristo). La Iglesia es algo interior, por lo que
rechaza el Derecho Canónico. La iglesia no es quien para interpretar la Sagrada Escritura,
sólo el Espíritu Santo puede hablar en el interior de cada hombre.
En resumidas cuentas el proceso puede presentarse de la siguiente manera:
1. Lutero tiene un grave problema personal: fue atormentado por el
problema de la salvación. Encontró una solución que le consoló plenamente.
2. Al querer comunicar su experiencia a los demás –y hacerlo quizá de un
modo demasiado brusco- experimentó incomprensión muy grande de parte de las
autoridades eclesiásticas, que aumentó a lo largo de los años.
3. Comenzó a radicalizar su posición hasta separarse formalmente de la
Iglesia.
Efecto en el entorno
Estas ideas cayeron bien en la Alemania contemporánea:
-un clero que no amaba el celibato.
-unos conventos tibios que se sintieron liberados.
-una teología de la consolación que proponía un cumplimiento fácil y una conciencia
tranquila.
-Los príncipes podrían disponer de los bines eclesiásticos, etc.
18
“Quizá por el escándalo que le produjo el ambiente religioso superficial de su entorno, el monje agustino subrayó,
cada vez más, la absoluta soberanía de Dios y la gratuidad completa de la gracia. Insistía en el hecho de que nadie
puede “comprarse el cielo” con sus buenas obras y limosnas. El hombre, corrompido hasta lo más hondo por el
pecado original, no puede prestar ninguna cooperación activa a la propia salvación. Por tanto es Dios quien lo obra
todo. Saca al hombre, por si sólo, del pozo en el que ha caído, y le reviste con su gracia. Es Dios quien recorre en su
infinita bondad, el camino que llega hasta nosotros. En el encuentro amoroso con Él, sólo podemos comportarnos de
manera meramente pasiva, dejándonos captar por Cristo en la gracia y en la fe. No hay más que un perdón
incondicional por parte de la infinita misericordia divina.” (Burggraf , Jutta, o. c., 154).
12
-Pesaba también los agravios que, supuestamente había infligido Roma a Alemania
en los últimos siglos. De esto se sirvió Lutero que supo aglutinar y exaltar sentimientos,
uniendo la revolución doctrinal al sentimiento nacional alemán.
La misma personalidad de Lutero hizo más rápida la difusión: poseía una religiosidad
obsesiva y una tierna piedad hacia Jesucristo. Supo aprovechar la aversión del pueblo
alemán hacia Roma y su sentido de la “Gran nación alemana”. Esto lo manifestó con
insultos hasta la zafiedad contra el Romano Pontífice19.
Las indulgencias
En esa época Alberto de Brandeburgo era obispo de dos diócesis pero aspiraba a
una tercera. Para ello debía pagar unas elevadas tasas, por lo que se comprometió a
predicar durante ocho años sobre las indulgencias que concedía la Santa Sede a cambio de
limosnas para la construcción de la Basílica de San Pedro (de las cuales el obispo
patrocinador se quedaba con el 50%).
El obispo Alberto escribió unas instrucciones para los predicadores en las que
premiaba la recaudación de limosnas sobre el bien de las almas presentándolas como
necesidad ineludible20. Escandalizado Lutero y comprobando en el confesonario el mal
efecto que causaba entre los fieles, publica sus 95 tesis sobre las indulgencias que envió al
Obispo Alberto y las clavó en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de octubre de
1517. Más tarde (1517-1518) serían publicadas –sin su conocimiento- en otras ciudades.
Enterados del asunto, tanto Roma como el general de los Agustinos recomiendan suavizar
el asunto.
La crisis
En la dieta de Augsburgo (1518) el Cardenal Cayetano (Tomás de Vío) le insta
retractarse y viajar a Roma para ser juzgado. Lutero apela al príncipe elector Federico el
Sabio –de Sajonia- que le protege. Desde Roma se solicita a éste que envíe a Lutero, pero
por intereses políticos se deja pasar el tiempo.
Lutero rechaza ser juzgado por el Papa, pues cuestiona su autoridad y apela al
Concilio. Más tarde también rechaza a este en la dieta de Leipzig con Juan Eck (1519)
porque, según su parecer, algunos Concilios han tomado decisiones erróneas. Parece que
en esta dieta con Juan Eck es cuando, por primera vez Lutero se da cuenta de la
heterodoxia de su doctrina. Esto le produjo una profunda crisis interior. El mismo habla de
una voz atormentada que le andaba diciendo allá dentro en la conciencia:"¿Serás tú el
verdadero sabio y tantos siglos habrán errado respecto a la verdad?”
Queda la sola Scriptura y la sola fides como principios del Luteranismo. Se plantea si
el Papa no será el anticristo. En 1519 es casi un héroe en Alemania, pues aparece como el
reformador esperado. En un tono polémico –gran orador- hace una brillante defensa de la
libertad y contra los impuestos. Su sentimiento de la grandeza de la nación alemana y el
uso la imprenta, que maneja como medio de difusión, hicieron el resto.
2. Excomunión
19
Sobre el carácter de Lutero cfr. Hertling, p.312, 1.
20
También se indicaba que era posible lograr una indulgencia plenaria con sólo la limosna, sin necesidad de confesión
o comunión.
13
21
Muchos caballeros, ciudadanos y campesinos, apenas capacitados para comprender su doctrina, seguían cautivados
por la esperanza de que Lutero traería la reforma de la Iglesia, que habían añorado durante tanto tiempo.
14
En 1522 aparece su traducción del Nuevo Testamento. Años más tarde (1534)
apareció también la traducción del Antiguo Testamento.
1525: Tomas Münzer dirige la secta de los anabaptistas llamados así por recibir de nuevo el
bautismo ya que el de niños no tiene efectos por no poseer aún la fe. Manifiesta
tendencias anarquistas, pretende implantar un nuevo orden en la sociedad y hasta
pregona una especie de comunismo.
Todo esto causó una revuelta general, conocida como Guerra de los campesinos. Bien
pronto, buena parte de Alemania central se halla sumida en revueltas, movida por bandas
de paisanos a los que se juntaban proletarios y aún monjes relajados y nobles arruinados.
Lutero, que al principio ha estado de parte de los revoltosos, anima ahora a príncipes y
nobles a terminar con ellos porque son “demonios” que siembran por doquier desorden y
anarquía.
Afirma que hace falta un fuerte brazo temporal, pues la maldad del hombre lo exige de
cara a tener un ambiente mínimo en que poder predicar la Palabra y administrar los
sacramentos.
En adelante uniría su causa al mecenazgo y a la protección de los príncipes seculares.
Ese año contrae matrimonio con Catalina de Bora, antigua monja cisterciense. Escribe
diversos rituales (bautismo y matrimonio) y sus catecismos: pequeño, grande y párrocos y
predicadores.
1529: dieta de Spira. Allí Carlos V presionado por el avance de los turcos sobre Viena y por
la guerra que declara Francisco I de Francia, acuerda aceptar la reforma allí donde esté
asentada para evitar, de este modo, la guerra.
En una segunda reunión en la misma ciudad –el mismo año-, se acuerda que nadie más
siga a Lutero hasta que no se reúna el Concilio, pero protestan 6 príncipes y 14 ciudades.
Por este motivo se les llamó protestantes.
1546: muerte de Lutero22. La reforma abarca la mitad de Alemania. Comienza el Concilio
de Trento.
1547: Carlos V vence en Mühlberg a la liga Esmalcalda. Exige a los vencidos acudir a Trento.
Pero el Papa cambia el Concilio a Bolonia, con lo que los protestantes se niegan a acudir
por ser en territorio italiano. Entonces el emperador trata de negociar directamente con
los protestantes pero el príncipe de Sajonia, aliado con los franceses le tiende una trampa
en la que estuvo apunto de perecer.
El emperador, que debe atender también otros frentes, acepta el tratado de Nassau (1522)
en el que se da libertad religiosa a los luteranos.
1555: Paz de Augsburgo: cuius regio eius religio. Desde ese momento cada hombre tendrá
la religión de su príncipe. Si no la acepta deberá emigrar.
22
Puede verse algunas opiniones generales sobre el autor en Jutta Burggraf, o.c., pp. 138-141. A modo de resumen
pueden citarse unas palabras de Juan Pablo II en Alemania en 1982: “Es necesario un doble esfuerzo tanto en relación
con Martín Lutero como en la búsqueda del restablecimiento de la unidad… Se trata de llegar, por medio de una
investigación sin prejuicios, movidos sólo por la búsqueda de la verdad, a una imagen justa del reformador, de toda la
época de la Reforma y de las personas que estuvieron implicadas… Allí donde la polémica ofuscó la mirada, la
dirección de esa mirada debe ser corregida independientemente de una o de otra parte”.
15
Los caracteres generales del protestantismo se pueden resumir del siguiente modo23.
23
De un modo esquemático y según las interpretaciones tradicionales, se dice que el luteranismo afirma algunas tesis:
Jesucristo (solus Christus), La fe (sola fides) y la Sagrada Escritura (la sola Scriptura). Estos tres síes, llevan emparejados
tres noes: “Jesucristo sin Iglesia; fe sin obras; Escritura sin Magisterio”. Aunque en el diálogo ecuménico se ha visto, en
los últimos años, que esas tres afirmaciones no son tan tajantes: resaltan más las afirmaciones que las negaciones.
24
Lortz, o. c. II, p. 187
16
gracia. Pero -punto capital- eso se entiende no en el sentido de una superación o de un
salto de cualidad -no admiten que se dé el paso del pecado a la gracia-, sino en el sentido
de un perdón divino, que, hoy y ahora, aún no santifica al hombre; el pecado permanece
en el pecador, aun después de la infusión de la misericordia divina, pero el pecador no es
ya simplemente tal: es un pecador agraciado.
Para completar este punto es necesario referirse además a la theologia crucis de Lutero
En la disputa con el Cardenal Cayetano (1518), Lutero expuso con claridad su theología
Crucis o mística y la theología Gloriae o escolástica.
La theología crucis vendrá marcada por dos coordenadas: incompatibilidad entre
conocimiento natural y sobrenatural, por una parte; y la alteridad de Dios respecto al
mundo, por otra. Tal alteridad conlleva como consecuencia, según el reformador, que la fe
es tanto más pura, cuanto más absurda aparezca al sentido común, y que la justicia de Dios
es tanto más justa, cuanto más injusta parezca.
En consecuencia la muerte de Cristo en la Cruz, habría sido sólo desgarramiento, porque
Cristo habría sido aplastado por la ira del Padre hacia Él, padeciendo auténticamente, en
sustitución legal, los tormentos del infierno. Por todo ello y con palabras de Lutero,
predicadas en 1531: “aunque yo sienta el pecado, (éste) está tan estrangulado, muerto y
abrasado, que no me puedo condenar, porque le digo: estás colgado en Cristo. Esto
solamente lo entiendo por la fe… Esta es nuestra doctrina, que fue prohibida por el Papa y
también condenada en la dieta de Augsburgo”25.
La Cruz es, para Lutero, la negación radical de todas las posibilidades humanas, la
supresión de toda exigencia de la naturaleza. Ella misma -dice- revela que en el ámbito de
lo natural el hombre es pecado y que su pecaminosidad es naturalmente insanable. Sus
obras, por tanto, aún aquellas que se dicen buenas, son y permanecen siempre bajo el
signo del pecado.
El ser consciente de esto -concluye- es la gracia: el anularse con todas las propias
posibilidades y exigencias bajo la Cruz de Cristo, para así dejarse señorear por la triunfante
gracia de Dios.
3°) Al que pida como se llega a este conocimiento de la propia vanidad frente a Dios y,
por tanto, a la justificación, el protestantismo responde: con la sola fe.
Es quizá éste el más conocido entre los principios generales de la idea protestante. No es
éste el lugar para discutir y determinar la significación exacta de la fe en el protestantismo:
su pasividad; su gratuidad; su relación con el hombre y con el problema ético; resolverse
en una actitud fiducial, etc. Baste poner de relieve que la fe es el principal componente del
principio protestante precisamente en cuanto que sola, es decir, en cuanto que excluye
absolutamente toda obra humana de valor salvífico.
Ella, así entendida, es, según el protestantismo, el único instrumento de la justificación;
por ella sola, es decir, por el solo reconocerse vano ante Dios, se verifica el traspaso
tropológico de la justicia de Cristo desde el Verbo Encarnado al sujeto creyente. Esto
acarrea algunas consecuencias:
-para el pensamiento protestante, todo intento de hablar de obras del hombre, aun bajo la
gracia, es interpretado como pretensión de autosuficiencia y rebeldía frente a Dios.
-la negación de la gracia como don intrínseco.
25
Saranyana, JI, Historia de la Teología, p. 121,1
17
-la reinterpretación de toda la doctrina de los sacramentos.
-la acentuación de los aspectos psicológicos en el proceso de la justificación (propia sobre
todo de la tradición luterana).
1. 1. Anabaptistas.
26
Lortz, o.c. II, p. 187
27
Mc 16:16 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.
18
Algunos grupos que proclaman la necesidad del bautismo de adultos existen desde muy
antiguo en la Iglesia Católica. Los anabaptistas de los que hablamos aquí –que brotan en
torno a la Reforma- se constituyen en los primeros años y tomaron diferentes formas o
influyeron en otros grupos surgidos con motivo de la Reforma.
Querían rehacer en su forma originaria la Iglesia primitiva y hacer de ella una
“comunidad de santos”. Más que a la Palabra de la Escritura, daban importancia a la
iluminación inmediata del Espíritu (la luz interior); negaban cualquier subordinación a la
Iglesia y al Estado, a toda forma de organización eclesiástica externa, y rechazaban los
sacramentos, excepto la cena y el bautismo que reservaban para los adultos.
Algunos adoptaron métodos comunistas y se entregaron a un fanatismo virulento y
apocalíptico. Perseguidos tanto por los católicos como por los protestantes por ser
rebeldes contra la religión y la autoridad, y castigados a veces con la muerte, todavía
siguieron ganándose adeptos.
Tomas Münzer buscaba una Iglesia no compuesta de curas y monos (Pfafen und
Affen) sino de “amigos escogidos por Dios”, y llevado de sus ideas socializantes, anima la
revuelta de los campesinos que estalló por la Alemania central entre 1524 y 1525.
Numerosos castillos y monasterios fueron saqueados y entregados a las llamas; en algunos
pueblos y ciudades se instauró un régimen igualitario, ácrata y comunistoide.
La postura que adoptó Lutero no fue coherente en un principio. Si, por una parte se
inclinaba por la paz, por otra parte no dejaba de apoyar a los campesinos, amenazando a
los señores porque se oponían a la doctrina del evangelio y no dejaban de “desollar y robar
a las clases sociales inferiores”. Luego cambió de conducta a la vista de los excesos que
cometían los revoltosos y llegó a incitar a los nobles para que mataran a los campesinos
como si fueran “perros rabiosos” e hicieran de este modo una obra grata a Dios. El mismo
Tomás Münzer fue hecho prisionero, torturado y decapitado en 1525.
Siguieron después otros grupos como los baptistas de Münster de Westfalia, que
llegó a hacerse con la ciudad en 1534-1535, destruyendo imágenes, aboliendo la
propiedad privada, instaurando la poligamia y proclamando el nuevo reino de Sión con un
sastre de Leyden; el de los espirituales de especulación mística de Sebastián Franck; la
secta de los familistas, los mennonitas de Holanda, los hermanos bohemios, los socinianos
de Polonia, etc., modelos, todos ellos de independentismo congregacionalista28 que
permanecería más tarde, en diversos movimientos: baptistas, cuáqueros, irvingianos,
hermanos de Plymouth, mormones, adventistas o pentecostalistas 29. Estos movimientos,
que comenzaron en Inglaterra, se caracterizan por ser menos rígidos que los primeros, que
fueron masacrados.
28
Los congregacionalistas derivan de la interpretación que algunos hicieron de cómo Lutero entiende el sacerdocio
común. Ni Lutero ni Calvino pensaron que cada hombre era su propia iglesia. Esta doctrina se vio pronto
desacreditada por los excesos que cometieron los Congregacionalistas. Según estos, la Iglesia es la congregación local,
que tiene una autonomía completa para determinar su doctrina, su culto y su disciplina, sin referencias a ninguna otra
autoridad exterior. En este sentido no ha una sola comunidad congregacionalista sino congregaciones.
29
Cfr. Martín Francisco, Historia de la Iglesia II, Palabra, pp. 156-157.
19
idea de que los súbditos profesaran la religión del Rey, por lo que fueron perseguidos. Sus
líderes fueron ejecutados en 1593.
Los supervivientes se refugiaron en Holanda e intentaron penetrar de nuevo en Inglaterra
con Jacobo I que subió al trono en 1603. Ante el fracaso de la nueva tentativa, muchos
emigraron a américa.
Se consolidaron –tras muchas luchas- en el siglo XVII, en gran parte en América. Entonces
empezaron a llamarse Puritanos Congregacionalistas o simplemente Puritanos o
simplemente Congregacionalistas.
Suizo, de Wildhaus, en la zona alpina. Tenía dos hermanos y un tío sacerdotes y dos
hermanas y una tía religiosas.
Buen sacerdote, se le encargó predicar en la principal iglesia de Zurich. Cuando la
peste atacó esta ciudad, se entregó a ayudar a los afectados, se contagió y sufrió una lenta
recuperación.
Es a partir de 1520 cuando manifiesta tendencias muy similares a las de Lutero –que
ya se insinuaban antes, si bien permanece en la incógnita si llegó a leerle directamente. En
todo caso las ideas del reformador circulaban ya por toda la Europa central. Nunca quiso
considerarse como discípulo de Lutero.
Poco a poco fue dando pasos: autoridad de la Sagrada Escritura, la justificación por
la gracia, la ineficacia de los méritos… Más tarde salió en defensa de dos condenados a
prisión por violar las leyes del ayuno cuaresmal en una posada. Siguió con el ataque a las
imágenes piadosas, reliquias, doctrina sobre la Misa a quien presenta como simple
recuerdo de nuestro Señor. Clausura de conventos y anulación del celibato sacerdotal.
Decretó obligatorios los sermones bajo amenaza de sanción. Se tenían en sustitución de la
Misa todos los días, muy temprano.
Se creó una especie de teocracia en Zurich –que tenía cierta enemistad con Roma,
de modo que el poder quedaba en manos de lo civil, y Zwinglio predicaba a todos
procurando la extensión de la moral evangélica y la instrucción terrena del pueblo para la
gloria de Dios.
Los que no se sometían fueron encarcelados o muertos. Se extendió este modo de
gobierno a otras ciudades de la suiza alemana que quedaban hermanadas entre ellas.
En 1929 tiene lugar la disputa con Lutero sobre el modo de presencia de Jesucristo
en la Eucaristía. Mientras que Lutero defendía la presencia real in usu, él hablaba de una
presencia meramente simbólica. De carácter más subjetivo que Lutero y temperamento
radical, rompieron relaciones.
Se dedicó a la extensión del zwinglismo por los cantones suizos y emprendió la
guerra contra los que permanecieron católicos. Él actuaba como predicador de las tropas.
Murió en la batalla de Kappel (1531), luchando contra los católicos (que vencieron).
El verdugo quemó su cadáver. Pronto el zwinglismo fue absorbido por el calvinismo.
30
Quería estudiar teología, pero su padre, abogado y secretario del Obispo de Noyon –excomulgado por ciertos
conflictos- se lo prohibió.
31
Dicen que le argumentó: “Tu aduces el pretexto de tu juventud, pero en nombre del Dios omnipotente, yo te
anuncio que te alcanzará la maldición de Dios si rehúsas tu ayuda a la obra del Señor y te buscas a ti mismo antes que
a Él”. Calvino se quedó y, en adelante usó de los mismos argumentos convincentes en su acción.
32
Era un compendio de su doctrina que amplió varias veces durante su vida. La última edición era una obra extensa de
cuatro volúmenes.
21
con la Carne y la Sangre de Cristo. Según el reformador, no se puede hablar de una
presencia real, sino de una comunicación real con Cristo: el creyente que recibe en la cena
el pan y el vino, participa realmente de la comunión de la Carne y Sangre del Salvador. Sin
embargo, estos no están de ninguna manera unidos a unos elementos concretos.
33
Bien pronto la ciudad de Ginebra cambió completamente su faz. La alegría de vivir dio paso al rigor y seriedad de las
costumbres. Toda la vida social quedó rígidamente regulada. Y toda la vida privada de los ciudadanos –acciones,
palabras y hasta opciones personales-, estaban bajo control. Los miembros del Consistorio tenían derecho de visitar,
sin previo aviso, a cualquier familia y en cualquier momento para asegurarse de la conducta moral de los habitantes
de la casa. Toda falta fue registrada. Además de muchas otras penas, con frecuencia duras y crueles, se ejecutaron
numerosas sentencias capitales. Los pecados capitales contra la fe fueron castigados en la hoguera. Se establecía la
pena de muerte en general por blasfemia contra el nombre de Dios, por adulterio, por impudicia y por ofensas a los
padres. El juego, las danzas y las representaciones teatrales fueron prohibidos.
22
(probablemente de Tomás Moro) que le valió el título Defensor fidei, concedido por el
Papa León X.
Casado con Catalina de Aragón de la que tuvo una hija: María Tudor. Se enamoró de
Ana Bolena y, como no tenía hijos varones, pidió la anulación de su matrimonio al Papa. En
Roma acaba de producirse el saqueo por las tropas del Emperador. El Papa desde Orvieto,
donde se encuentra como un refugiado más, otorga una especie de dispensa por si se
declara nulo el matrimonio con Catalina: era como no decir nada y lo que se pretendía era
ganar tiempo.
Sin embargo este gesto animó las esperanzas de Enrique VIII. Entre tanto murió el
primado anglicano y fue nombrado Tomás Cranmer, hombre sin escrúpulos que declaró
nulo el primer matrimonio del rey. No había esperado éste para anunciar al país que nueva
reina era Ana Bolena.
El Papa declaró nulo este pretendido matrimonio y excomulgó a Enrique que rompió
relaciones con Roma y se proclamó jefe de la Iglesia en Inglaterra con la llamada Acta de
supremacía que atribuía la potestad suprema de la iglesia anglicana al Rey. Corría el año
1534. De este modo se libró también el rey de las aportaciones económicas a Roma 34.
Se opusieron 18 cartujos, algunos sacerdotes, Tomás Moro, canciller del reino y Juan
Fisher, Obispo de Rochester. Fueron ajusticiados. En un primer momento pareció un
conflicto más entre el Papa y un soberano, de ahí que no hubo fuertes reacciones. Pero la
llegada del calvinismo a Inglaterra influyó en el curso que adoptaron los acontecimientos.
El resto de reinado de Enrique VIII se mantuvo todo muy similar al catolicismo, pero
poco a poco se fue adoptando una “vía media” –principalmente con sus sucesores Eduardo
VI e Isabel I- respecto al calvinismo porque, en definitiva, los principales apoyos los
encontró entre los reformadores continentales.
Eduardo VI (1547-1553) –hijo de la tercera mujer de Enrique VIII- fue más virulento
anticatólico. Durante su reinado el cisma pasa a herejía. Abrió la puerta a los reformadores
luteranos y calvinistas, de modo que se suprimió la Misa que sustituyó por un oficio no
sacrificial. En 1552 se impuso por un acta del Parlamento, un Libro de plegaria común
(Book of common Prayer) que (misal, breviario y ritual) contiene la liturgia oficial con tonos
marcadamente luteranos.
En 1553 se redactaron los “Cuarenta y dos Artículos”, doctrinales, sobre la Eucaristía, la
predestinación, y otras cuestiones, de corte calvinista. Estos artículos más el Libro de
plegaria común constituyeron lo esencial de anglicanismo.
Se disolvieron los monasterios, allanó los conventos confiscando sus rentas.
34
No hubo ningún cambio sustancial, fuera de la obediencia que se negaba al Papa. En la Ley de los seis artículos de
1539 se afirma que Cristo está realmente presente en la Eucaristía; que no es necesaria la comunión bajo las dos
especies, aunque pueda permitirse en algunos casos; que los votos de castidad y obediencia obligan en conciencia;
sigue siendo necesaria la confesión auricular y se conserva la Misa privada; y que por ninguna causa se persiga a los
sacerdotes y religiosos. Sin embargo esto último no lo cumplió y hubo mártires durante su reinado.
23
Trata de entablar relaciones con la Santa Sede pero en el gobierno se dejó llevar por
ciertas imprudencias y precipitaciones como dictar abundantes sentencias de muerte
contra protestantes (unos 300 en cinco años de reinado entre ellos Tomas Cranmer que
pronunció el divorcio de sus padres)35.
A su muerte, sin dejar descendencia, subió al trono la hija de Ana Bolena, Isabel, (1558-
1603) que volvió, con mayor virulencia a imponer el anglicanismo con fuerte influencia
luterana y calvinista. Su largo reinado decidió la suerte del cristianismo inglés. Por el Acta
de supremacía, la reina era la única cabeza de la iglesia en Inglaterra. Por el Acta de
uniformidad (1559), se determina el credo y la nueva liturgia que debe observarse.
Al principio no fue muy bien recibida pues sólo uno de los 16 obispos ingleses la
firmaron. Prescribía, entre otras medidas, la abolición de la Misa (sustituyéndola por el
oficio eduardino) y la obligación de que todos los funcionarios presten juramento de
fidelidad a la corona, erigida en autoridad suprema en lo temporal y en lo espiritual.
Depuso y encarceló a los obispos católicos y se creó una nueva jerarquía. El castigo para
quien se negara a hacer los nuevos juramentos era la pena de muerte 36. Se obligó a todo el
mundo, bajo pena de fuertes multas a asistir todos los domingos a los nuevos oficios
religiosos. Se amenazó a los sacerdotes que no se sometieran con la cadena perpetua. Más
tarde se endurecería aún más la persecución.
Nombró cabeza de la iglesia reformada a Matías Parker (ex capellán de Ana Bolena)
consagrado Arzobispo de Canterbury, pero el Papa declaró inválida la ordenación por lo
que sus sucesores, presbíteros u obispos no lo son.
A partir de 1563 se imponen los “42 Artículos” de Eduardo VI como norma de la iglesia en
Inglaterra.
Encarceló a María Estuardo37 que llegó huyendo de los protestantes escoceses (mujer algo
ingenua) y hay revueltas para liberarla. Fue ejecutada en 1587. La respuesta de Felipe II fue
enviar la “Armada Invencible”, pero sólo sirvió para que Isabel I recrudeciera la
persecución contra los católicos.
En definitiva el anglicanismo quedó como un conglomerado: tomó algo del catolicismo, del
luteranismo, del calvinismo, del metodismo, del puritanismo y del modernismo (en años
sucesivos). Conserva la liturgia, los sacerdotes, la Misa, los sacramentos y los votos de los
católicos. Sólo en el libre examen se acerca a los luteranos y en la predestinación a los
calvinistas.
Aunque Escocia era entonces independiente –durante el reinado del rey Jacobo V y su hija
María Estuardo- se infiltraron las ideas y terminó por proclamarse el anglicanismo en 1554.
Gran parte de la isla de Irlanda pertenecía a Inglaterra desde el s. XII. Más tarde se
procedió a la conquista del territorio restante con Oliverio Cromwell, jefe de los puritanos,
a partir de 1641. En 1642 Cromwell, destronó y ejecutó al rey Carlos I, nieto de María
Estuardo, instaurando la República. Impuso grandes penalidades a los católicos: prohibido
35
Se la conoce como María la sanguinaria (cfr. Martín, Francisco, o.c., 153).
36
Murieron durante el reinado de Isabel 124 sacerdotes y 60 laicos mártires. Varios obispos fueron encarcelados (cfr.
ibid., 154).
37
Escocia fue independiente de Inglaterra hasta el siglo XVIII. Gobernaba allí Jacobo V (+1542) y su hija María
Estuardo. Aunque trataron de mantener el catolicismo, terminó por imponerse el protestantismo debido a la presión
de nobles y clérigos, en 1544.
24
enseñar la doctrina, heredar, negociar, el acceso a cargos públicos, salir de las estériles
tierras del sur... A finales del s. XVIII se suavizará esta presión.
Países Bajos
Aunque en un primer momento los Países bajos son católicos, los comerciantes
alemanes protestantes, y la influencia de Inglaterra anglicana que envía predicadores,
universitarios humanistas y clérigos aferrados al protestantismo, hacen una labor de zapa.
Las mismas autoridades locales se van apartando del rey español (antes Carlos V, ahora
Felipe II).
Cuando Fernando Álvarez de Toledo —Duque de Alba- sube los impuestos, se organiza
tales desórdenes que deben ser reprimidos por la fuerza. Constituye un consejo para
juzgar herejes llamado Tribunal de la sangre (1567-1573) por sus enemigos.
Así Guillermo de Orange-Nassau (+1584) (el taciturno), y el conde de Egmont (gobernador
de Flandes) pasan de ser amigos de Felipe II a la oposición en 1566. Se pasa al
protestantismo y todo el norte de los Países Bajos al calvinismo. Poco después obtendrá la
independencia esta región con Mauricio de Nassau, hijo de Guillermo, que murió
asesinado. La zona sur, católica, actual Bélgica, queda bajo el mando de Alejandro de
Farnesio.
Polonia y Hungría
En Polonia entrará el protestantismo con sus diversas ramas a partir de 1548. Sin
embargo la acción de los jesuitas y el gobierno del rey Segismundo III Wasa hacen que el
catolicismo recobre un predominio que se mantendrá.
Suecia
25
Desde el primer momento (1523) el protestantismo fue impuesto por el rey Gustavo
I Wasa. Sólo su segundo sucesor, Segismundo III Wasa -también rey de Polonia como su
padre- es abiertamente católico. Pero la asamblea de Upsala se le opuso hasta que fue
depuesto. Le sucede Carlos X (1604-1611) que hizo de Suecia la primera potencia
protestante. Su hijo Gustavo Adolfo (1611-1632), mantuvo ese poderío.
Su hija –Cristina de Suecia- se convirtió al catolicismo, razón por la cual renunció al
trono y a todos sus derechos, partiendo al exilio –a Roma- para el resto de sus días. Subió
al trono su primo Carlos Gustavo.
Prusia
En Rusia seguirán unidos al poder civil en líneas generales. En 1618 el Zar Miguel I -
de la dinastía de los Romanof- impone al país una confesión de fe ortodoxa.
38
El primer cardenal que nombró fue San Juan Fisher que aguardaba en la cárcel el cumplimiento de la sentencia de
muerte. Fue un botón de muestra de lo que venía: renovar el Colegio Cardenalicio con los hombres más santos y
brillantes.
39
Por algunas razones se había retrasado: desde hacía quince años lo reclamaba con urgencia el Emperador, pero: *se
temía que un concilio de católicos y protestantes podría concluir en ambigüedades. *Se temía un rebrote del
conciliarismo. *No había una clara disposición por cada una de las partes en ceder para conseguir de nuevo la unidad.
*Era un obstáculo la enemistad entre Carlos V y Francisco I de Francia.
40
El Papa quería definir la doctrina, mientras que el Emperador deseaba una serie de preceptos disciplinares que
dejasen un hueco a los protestantes, de modo que estos pudieran seguir en la Iglesia.
41
Había sido legado pontificio en la primera parte del Concilio, por lo que conocía perfectamente el modo de
funcionamiento. De este modo pudo guiarlo con pulso seguro.
42
Acudieron algunos reformados y se puso de manifiesto las dificultades para la unión tras 30 años de ruptura.
27
La Inquisición nace en el s. XII por iniciativa del Papa contra la herejía de cátaros y
valdenses. Aunque cae en desuso en Francia y España, hacia 1450 los Reyes Católicos
piden su rehabilitación en 1473 y la confían a Torquemada en 1483. Los tribunales
ambulantes o fijos, investigan a moriscos (conversos del islamismo) y marranos (conversos
43
Ahí muchos clérigos y laicos vivieron una vida de piedad más intensa que permitió que fuesen, a la sazón, buenos
instrumentos para la reforma.
29
del judaísmo) y proclaman solemnemente las sentencias en los llamados Autos de Fe, a
veces con penas duras.
Carlos V le dará un nuevo impulso en 1533 para vigilar formas demasiado subjetivas
de piedad, en particular los “recogidos y alumbrados»
Hay también grandes predicadores que recorren tierras reconquistadas al Islam
tratando de despertar o reinstaurar la fe: Sto. Tomás de Villanueva en Valencia (llegó a ser
Obispo de esa ciudad), San Juan de Ávila en Andalucía... (apoyó a san Ignacio, santa
Teresa, y san Juan de la Cruz).
Ignacio de Loyola es herido a las puertas de Pamplona por los franceses. Mientras
se recupera lee la Vida de Cristo de Ludolfo el Cartujo a lo cual seguirán diez meses de
reflexión en Manresa, donde sufre su gran conversión. Realiza un viaje a Tierra Santa y
después durante 10 años estudia en Alcalá de Henares, Salamanca y París.
Se ordena sacerdote y rodeado de un grupo de compañeros se entrega a la
formación de la juventud. Pero la nueva fundación no sigue los cánones existentes, no
quieren retirarse a un monasterio o convento como hasta ahora (son clérigos regulares),
sino vivir su vida religiosa en medio del mundo, sin separación o clausura, formando la
entera personalidad humana: formación moral, espiritual, humana y doctrinal.
Destaca en su pedagogía el papel de la inteligencia y de la voluntad. Refuerza
además su obediencia a la Cabeza de la Iglesia mediante un cuarto voto 44.
En este siglo en España hay un florecer de vida espiritual. Aparecen santos como
San José de Calasanz (1556-1648) fundador de las Escuelas Pías para la educación de niños
44
En palabras del P. Hughes “sin la Compañía de Jesús, la contrarreforma habría sido poco más que una solemnidad
de piadosas resoluciones” (cfr. Hughes, Philip, Síntesis de Historia de la Iglesia, p. 230, 2).
30
pobres. San Joao Ciudad (1495-1550), que se llamará más tarde Juan de Dios con sus
Hermanos Hospitalarios.
Teresa de Ávila (1515-1582) que tiene dos etapas en su vida: hasta los 43 años es
religiosa pero a partir de aquí su vida cambia siendo una ejemplar contemplativa.
Teresa se empeña en la reforma del Carmelo. Incansable viajera y fundadora, tiene
tiempo para escribir abundantemente mostrando los estados por los que atraviesa su
alma. Mujer prudente, consulta cada paso con teólogos y superiores eclesiásticos. Sus
obras: Libro de su vida, Camino de perfección, Las Fundaciones, Castillo interior (o
Moradas).
En la oración distingue entre la meditación, quietud y unión según se requiera más
el trabajo intelectual o sea Dios quien tome la iniciativa en comunicar al alma.
Murió agotada en 1582. En 1593 el Papa Clemente VIII separó ambas observancias
(mitigados y reformados).
Juan de Santo Matía (1542-1591) fue el gran colaborador de santa Teresa y director
de almas. Sus obras —Subida al monte Carmelo; Noche oscura; Llama de amor viva;
Cántico espiritual- conducen gradualmente al alma hacia Dios. Llevan al alma, a través de
diversas purificaciones -activas y pasivas- al desprendimiento total de todas las cosas para
volar hacia Dios. Su doctrina espiritual se muestra muy eficaz, si bien la Inquisición tuvo sus
recelos al temer que un vaciamiento del mundo tal, al llenarse de Dios condujese a un
panteísmo. Sin embargo, su doctrina produjo pronto abundantes frutos.
Ambos reformadores tienen como consejero a S. Pedro de Alcántara (1499-1562)
que, a su vez, reformará los franciscanos en 1557 en la rama franciscana de “la más
estrecha observancia”.
San Pío V (1566-1572) empleó los cinco años de su pontificado en que se aplicaran
los decretos del Concilio, para evitar que esa gran obra corriera la misma suerte que el V
de Letrán.
Hizo publicar el Catecismo, el Breviario, y el Misal, de modo que unificó la liturgia para
toda la Iglesia. El Catecismo -el primero en la historia- fue un magnífico instrumento para la
31
difusión y asentamiento de la fe. Hasta este momento se catequizaba mediante homilías,
representaciones teatrales de misterios sagrados, y opúsculos de autores contados. Lutero
había publicado su Gran catecismo (1929) seguido del Pequeño catecismo con gran sentido
pedagógico. Se hacía, pues, necesario este nuevo instrumento.
San Pío V y sus dos sucesores, Gregorio XIII (1572-1585) y Sixto V (1585-1590), son los
Papas que iniciaron la ofensiva contra la herejía, hasta entonces victoriosa. No solo
robustecieron la vida católica mediante una enérgica imposición de los decretos de Trento,
fundando por doquier seminarios y colegios para la educación del nuevo clero, sino que
entran definitivamente en la política nacional e internacional procurando constantemente
mediante el nuevo servicio diplomático que crearon, fundar alianzas entre príncipes
católicos para lograr la derrota de los protestantes y la extirpación de la herejía.
Los grandes apoyos de los Papas en la aplicación del concilio fueron las órdenes religiosas,
particularmente los capuchinos –reforma de los franciscanos del año 1525- que recogieron
en Europa triunfos aún mayores que los jesuitas.
En 1571 tiene lugar la batalla de Lepanto en que la Armada cristiana mandada por
don Juan de Austria venció a los turcos frenando el expansionismo y piratería otomanos.
Hacia finales del s. XVI y principios del XVII puede decirse que el papado goza de un
cierto prestigio, aunque sin figuras excepcionales. Las formas externas de la vida pública
están impregnadas de religiosidad. Son canonizados algunas figuras recientes: san Ignacio
de Loyola, san Francisco Javier, san Pedro de Alcántara, san Felipe Neri, etc.
Un ejemplo notable de aplicación del Concilio lo constituye San Carlos Borromeo
(+1584). Sobrino de San Pío V y llamado por su tío para ser Cardenal Secretario de Estado
siendo muy joven. Estudió teología y se formó en una vida ascética exigente. Interviene en
Trento. Se ordena sacerdote a la muerte de su hermano, en vez de heredar la fortuna
familiar. Nombrado Arzobispo de Milán, dedicó el resto de sus días a difundir las
enseñanzas del Concilio y a las obras de caridad, en particular durante la peste de 1576.
Pasado el borrascoso siglo XVI volvió a menudear el nepotismo y las concesiones
papales. Así en el siglo XVII algunas familias romanas coparán el papado: Borghese,
Barberini, Pamfili, Chigi, etc., que darán a la Iglesia los Pontífices Paulo V (1605-1621),
Urbano VIII (1623-1644), Inocencio X (1644-1655) y Alejandro VII (1655-1667).
En Alemania entre 1550 y 1560 se inaugura y se va instaurando el modus vivendi
que propuso la Paz de Augsburgo. Hay tolerancia, pero no entendida como el respeto a la
persona, sino como un cierto vacilar respecto a cuáles son los auténticos valores
espirituales.
A mediados del s. XVI, la palabra tolerancia empieza a tener doble sentido, por una
parte el simple tolerar la convivencia con personas de otras religiones. Por otra, admitir la
imposibilidad de comprender toda la verdad (que comenzó con Ockam) y el escepticismo
consecuente que permite tener a cada uno su verdad.
En 1608 los príncipes protestantes se unen en una liga militar –Liga Protestante- con
miras a la defensa. Pero Babiera, que se siente amenazada, se defiende creando una Liga
Católica del mismo tipo45. Por motivos de sucesión surgen en algunos ducados los
primeros enfrentamientos, aunque sin llegar a mayores.
El emperador austríaco empezó a recortar algunas libertades de los protestantes en
Bohemia46. Hay una revuelta en Praga en marzo de 1618: los altos funcionarios imperiales
presentes en esa ciudad son defenestrados en el palacio real: Bohemia no quiere obedecer
al emperador.
45
A lo largo de dos generaciones, los duques de Babiera habían sido un bastión de la contrarreforma en Alemania
46
Ambos ducados comparten frontera.
47
La guerra de los 30 años fue el último gran acontecimiento en la historia de la contrarreforma, pues dejó a ambas
partes completamente extenuadas, la población de Alemania reducida a la mitad o quizá a un tercio y regiones
enteras del país arrasadas, convertidas en parajes desérticos sólo frecuentados por los lobos, que erraban libremente
por los mismos lugares donde antes se levantaban pueblos y ciudades (Hughes, o. c., 235).
33
emperador en 1629 y se firma la paz. En este momento el emperador ha ganado con
ventaja de modo que se da una situación similar a la que había tras la victoria de Carlos V
en Mülhberg.
Aún hubo nuevos rebrotes entre l630y 1635 en los que de nuevo se imponen los
católicos aunque por tan estrecho margen que no les permite recuperar nuevas
posiciones. Ha entrado en la contienda Gustavo Adolfo de Suecia, excelente militar que
inflige varias derrotas a los católicos hasta que le frenan en Wallenstein en 1632. Se
atomiza la guerra a partir de este momento hasta agotar Alemania que pierde en algunos
de sus territorios hasta dos tercios de la población. Se firma la paz en 1648. La Francia de
Richelieu (+1642) no ha dejado de apoyar a los protestantes.
Este, sucedido por Mazzarino (+1661) fueron quienes, para evitar el predominio
español, sostuvieron a suecos y alemanes protestantes. A partir de 1648, se determina que
no regirá ya el principio “cuius regio eius religio” sino que cada cual, rey o súbdito, tenga la
religión que quiera. Se firma pues la paz de Westfalia. Los católicos han perdido terreno
en Alemania y en las costas del Báltico.
Con el descubrimiento de América por España y de las costas africanas por los
portugueses se amplia el campo de acción misionero. Se encuentran con religiones de
predominio heliocéntrico, animista y fetichista y se va evangelizando paso a paso.
En 1493, el Papa Alejandro VI determinó las zonas de influencia de España y Portugal.
34
En las colonias españolas se difundieron las “encomiendas”48, territorio bajo el
mando de un colono, otorgado por el rey, por el virrey o por el gobernador. Sus fines son
civilizar y evangelizar.
Sufren las consecuencias de los defectos humanos: intereses económicos, abusos de
poder, etc. Por más que el rey procura la justicia, no resulta fácil en una época en que la
comunicación no era fácil. Los viajes de ida y vuelta se demoraban seis meses al menos.
En 1511 el fraile Antonio de Montesinos predicó un sermón de adviento en la
iglesia de la capital de Santo Domingo. Habló con gran energía a los encomenderos y
conquistadores de tratar con dignidad a los nativos so riesgo de perder su propia alma.
Le escuchaba fray Bartolomé de las Casas (+1566) –ordenado sacerdote en 1510 y
que profesó como dominico en 1522- que fue un paladín en la defensa del indígena no
deteniéndose ante la empresa de protestar ante el mismo rey de España. El clero, en
general, siguió la mente de este sermón.
En los primeros años de colonización, los abusos cometidos por los colonos y
conquistadores son patentes. Ante la dificultad de esclavizar a los naturales por su
terquedad y por la prohibición papal de hacer esclavos entre los naturales del lugar, se
traen negros africanos, vendidos por sus jefes de tribu o capturados, que realicen esos
trabajos. El clero secular actuó falto de energía ante esos abusos.
A partir de 1525 llegan los religiosos misioneros. No tienen inconveniente en
protestar ante el rey o ante el Papa los abusos que se deben corregir.
48
La encomienda es un derecho concedido por merced real a los beneméritos de Indias para recibir y cobrar para sí
los tributos de los indios que se les encomendasen por su vida y la de un heredero, con rango de cuidar de los indios
en lo espiritual y temporal y defender las provincias donde fueren encomendados.
49
Formaron un total de treinta en diversos países: Paraguay, Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile
35
Construyeron ciudades y fortalezas como Recife (1532) y Río de Janeiro (1565) para
defenderse de franceses y holandeses. Los jesuitas fundan la ciudad de Sao Paulo en 1554
y abren caminos hacia el interior del país.
En oriente, Alfonso de Alburquerque llega al puerto de Goa (India) en 1520. Desde allí
partirán franciscanos, dominicos y jesuitas portugueses. También san Francisco Javier
avanza miles de kilómetros. En las islas Malabares (al norte de Goa, en la India) los
misioneros descubren una comunidad cristiana, nestoriana, que se piensa fue fundada por
el apóstol santo Tomás.
San Francisco Javier atraviesa Goa, India, Ceilán, Molucas y Japón. Muere a las
puertas de China agotado, sólo y enfermo, encendido interiormente por esa llama que
revelaba en una carta a Ignacio de Loyola: “He estado a punto de escribir a la Universidad
de París para decirles cuantos miles de millones de paganos se harían cristianos si hubiera
obreros…” Menos de 30 años después de su muerte, las islas de Japón cuentan con unos
200.000 bautizados de todas las clases sociales dirigidos por un obispo japonés.
La tarea misional portuguesa en la India cesa en 1580 en que son sustituidos por los
holandeses.
En Japón los católicos llegaron a 300.000 en 1600, pero una persecución hizo 30.000
mártires y dejó al resto en el silencio y la clandestinidad.
Dos factores influyeron en ello. Por una parte el distinto criterio entre jesuitas por
una parte y franciscanos y dominicos por otra. Los primeros eran partidarios de admitir
todo lo posible de las costumbres del lugar, mientras no se tocase el dogma o la moral. Los
segundos, más cautos, opinaban que debían exigir más. Esta falta de unidad, oscurecía la
verdad y enfriaba la caridad.
El segundo factor fue la falta de tacto de políticos y comerciantes occidentales que
causó el cierre de Japón por la fuerza durante dos siglos y medio a excepción del puerto de
Nagasaki.
Las Filipinas, descubiertas por Magallanes en 1521 y administradas por España
desde 1564 son fácil y profundamente evangelizadas por agustinos, franciscanos,
dominicos y jesuitas, de modo que en 1620 la mitad de la población había recibido el
bautismo.
China se abre a occidente por primera vez en el puerto de Macao en 1557.
Rápidamente comenzó la evangelización que encontró el mismo problema de la
inculturación. El Papa Paulo V autorizó en 1615 el uso de una liturgia en lengua china. Pero
en 1644 cambió la dinastía de los Ming a los Ts’ing y expulsaron a todos los misioneros
menos a los jesuitas por el prestigio científico que tenían y las buenas relaciones con las
élites. Se hizo cada vez más difícil la supervivencia de los cristianos.
En Malasia, comunidades florecientes desde 1514 gracias a los misioneros
portugueses, encuentran dificultades a partir de 1604 cuando fueron conquistados por los
holandeses.
En la península de Indochina hubo distintas suertes: en Siam (Tailandia), el budismo
se resiste a la evangelización. En Vietnam las fuertes costumbres locales son el obstáculo.
En cambio en la Cochinchina (Vietnam) y en Tonkin (Vietnam) hubo frutos abundantes.
En 1622 el Papa Gregorio XV crea la Sagrada Congregación De Propaganda Fide.
36
Los franceses encuentran en Canadá un terreno a misionar. Los naturales poseen
una religión animista con una moral instintiva. Comienza la evangelización en 1603 que
será bruscamente interrumpida por la irrupción del inglés en 1629. Pero en 1632 vuelven
los jesuitas, franciscanos recoletos, y capuchinos que continúan pacientemente la tarea.
En esta tierra encontraron el obstáculo de las distintas confesiones a que
pertenecen los colonizadores (ingleses, holandeses y franceses) y las continuas guerras
entre colonos y entre nativos. No fue menos negativa la acción de las enfermedades
europeas (gripe, tifus, tuberculosis) que causaron numerosas bajas entre los indios,
desprovistos de inmunidad ante ellas.
Con la llegada del humanismo cobran mayor realce las ciencias positivas y se llega a
pensar que sólo proclaman la verdad de modo incontrovertible, los hechos
experimentales. En un primer momento se piensa: «un hecho comprobado es un hecho
seguro”, pero más tarde se concluye “sólo son seguros los hechos comprobables”. Se
pretenderá llegar a los primeros principios a partir de hechos experimentales.
Blas Pascal (1623-1662) no se fía de la razón humana, por eso pone en el corazón
del hombre —en su interioridad- el principio para conocer a Dios. Cree que el hombre
posee una percepción inmediata e intuitiva de la verdad: “Dios, sensible al corazón y no a
la razón”.
El hombre es una realidad finita entre dos infinitos: uno la grandeza y otro la bajeza. Estos
planteamientos desembocarán en la angustia.
38
Pone a Dios tan lejos, lo sobrenatural tan por encima de lo natural que no se
entiende bien el entronque de la gracia con la naturaleza y la religión se presenta como un
esfuerzo ímprobo del hombre por llegar a Dios: el cristianismo no sería, según este
planteamiento, un camino abierto a cualquier hombre.
Las doctrinas de Trento van haciéndose presentes en todas partes y son admitidas
pacíficamente a diferencia de lo ocurrió en un primer momento.
50
Para Descartes ver: Orlandis, José, Historia breve del cristianismo, p. 151.
51
Muy interesante la apreciación de Hughes (p. 236) sobre el cambio de rol de la iglesia en este tiempo en Europa.
39
En el siglo XVII hace fortuna el empirismo inglés que abre la puerta al deísmo. Por
simple evolución –y por el descubrimiento y estudio de las religiones de los nuevos
pueblos que se descubren- comienza a hablarse de la religión natural que Voltaire y otros
harán presente en el continente.
El descubrimiento de nuevas religiones causó que algunos dudasen de la unicidad
de la Revelación cristiana. El paso siguiente consiste en relativizar la autenticidad de la
misma.
En el período que estudiamos (1650-1720), Roma se hace presente con mayor
frecuencia en los distintos lugares donde se encuentra la Iglesia y las intervenciones
magisteriales se ocupan de problemas que antaño se dejaban a la jerarquía del lugar.
La Iglesia continúa con su labor docente, pero empieza a despuntar un fenómeno
que configurará en el futuro un nuevo modelo de sociedad. El hombre que hasta ahora se
ha considerado como impotente ante los misterios de la naturaleza, comienza a darse
cuenta que puede descubrir las leyes de la materia y de la naturaleza humana con lo que
se va dibujando el mito de la perfectibilidad indefinida del hombre.
La universidad deja de ser una iniciativa eclesiástica para pasar a manos de los
laicos. La Iglesia continúa, no obstante presente, en la enseñanza escolar, primaria y
secundaria.
En algunos casos, cuando se encuentra oposición aparente entre los logros de la ciencia
y las afirmaciones de la Revelación, los clérigos no pasan de mantener una actitud
defensiva.
Los tratados de paz que ponen fin a la Guerra de los treinta años y a otras
confrontaciones (Francia y España; Francia y Holanda) tuvieron como factor común la poca
o nula influencia de la diplomacia vaticana en ellos. Esto fue así porque desde siglo y medio
atrás había decaído el prestigio de la Santa Sede, como consecuencia del comportamiento
de los Papas renacentistas.
En Francia Luís XIV ha heredado de su padre el gusto por el orden y el control, por lo
que quiere tener a la iglesia –como también a la nobleza y al pueblo- bajo su control
absoluto. Además Roma ha perdido el tradicional apoyo de España, que cedió el lugar de
primera potencia a Francia a partir de 1659. Hay que añadir que, fallecido el rey español
(Carlos II) sin heredero en 1700, es un francés -Carlos de Anjou, con el nombre de Felipe V-
quien ocupará la corona española.
En Rusia nace otra gran potencia con Pedro el Grande (1682-1725). Es bajo su mandato
cuando aparece el patriarcado ruso, pues Constantinopla ha dejado de ejercer la antigua
influencia como consecuencia del dominio del turco.
En cuanto a los Estados Pontificios, estos llevan nueve siglos cumpliendo su función
de garantizar la libertad de los Pontífices a la hora de gobernar. Los Papas siguen
necesitados de ejercer la política y tareas administrativas en las que no siempre son
especialistas. El nepotismo permanece latente resurgiendo en ocasiones con más fuerza,
pero es comprensible que los pontífices nombren como cardenales a parientes suyos que
les ofrezcan ciertas garantías de fidelidad.
Inocencio XII (1691-1700), por fin, terminó con el nepotismo con la Bula Romano
decet Pontificem (1692).
Roma se encontraba dividida en ocho sectores, pues las embajadas de las grandes
potencias poseían los territorios de alrededor sobre los que tenían derechos de justicia,
policía, legislación y recabar impuestos.
Los monarcas, cuando se celebra un cónclave, tienen el derecho de veto, si algún cardenal
es considerado demasiado rígido y se prevé que no cederá ante los pretendidos derechos
del rey sobre la Iglesia en su país.
Además era general la costumbre del placet o derecho del rey de revisar los
documentos de la Santa Sede llegados al país antes de su publicación, previo su visto
bueno. Seguía presente la amenaza de convocar un Concilio General si la Santa Sede emitía
alguna norma o indicación no grata.
A principios del siglo XVIII hubo una serie de nombramientos cardenalicios de gente
de gran valía. Esto permitió al Papa Clemente XI (1700-1721) durante su largo pontificado
de 21 años, dar un impulso al gobierno de la Iglesia.
Dos temas centraron su atención principalmente: la presión turca y la herejía jansenista
que no acababa de ser eliminada.
La muerte del Papa Clemente XI coincide con un nuevo punto de inflexión en la
historia: en 1720 Europa sale de las grandes tensiones de un siglo absorbido por la
restauración espiritual y moral, que deja el recuerdo de un “gran siglo” y que merece ese
52
Cfr. Martín, Francisco, Historia de la Iglesia II, o.c., p. 247,2.
41
nombre; la generación que comienza entra en lo que parece ser la deliciosa y efímera
dulzura del vivir, del Siglo de las Luces.
Quietismo
También perturbó la paz del catolicismo francés la obra del sacerdote aragonés
Miguel de Molinos que tomando pie de un método de oración que lleva a un abandono
pasivo, divide a los cristianos en imperfectos, que necesitarían de los métodos
tradicionales de ascesis, y perfectos, que ya no pueden pecar ni les atrae el pecado porque
gozan ya de Dios. Tampoco desean el premio porque poseen esa quietud interior:
quietismo.
Este modo de entender la vida cristiana ha aparecido en diversos momentos a lo
largo de los siglos. Con raíces neoplatónicas, aflora con el maestro Eckart y en los
movimientos de los iluminados de la edad media, también en los beguinos y begardos y en
los alumbrados españoles del siglo de oro.
44
Resaltan la bondad del hombre y la poderosa ayuda de Dios que llega a privar de la
libertad al hombre, lo que conduce a un optimismo algo ingenuo. Llegan a aceptar la
comunión sin necesidad de confesión y considerando casi inútil la práctica de la oración y
mortificación tradicionales.
Resulta un misticismo sensible y afectivo que surge como reacción al pesimismo
jansenista o luterano. Aunque el hombre cometiera las mayores aberraciones, no peca
porque está abandonado en Dios. En la oración de quietud, se trata de aniquilar las
facultades del alma de modo que ésta no sólo se une a Dios sino que se identifica con El.
Por eso se pierde la libertad y responsabilidad. Miguel de Molinos fue llevado a la cárcel en
1687. Allí guardó un humilde silencio y sometimiento.
En general los quietistas tienden a un misticismo sensible y afectivo, sin realismo
teológico ni psicológico. Es una vía de acceso suave hacia Dios que libera al hombre del
rigorismo luterano y jansenista. Pero no era camino seguro. El Papa condenó algunos
escritos de Fenelon (Obispo) que seguía este camino con algunos compañeros. Todos se
sometieron y abandonaron esas prácticas.
5. La regalía en Europa
53
John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano (1689).
54
El deísmo como tal aparece en Europa durante el siglo XVII, junto con la revolución científica copernicana. Surgido
como derivación de las disputas teológicas de la Reforma, fue acusado de ser una postura "atea" por sus adversarios
ya que ponía en duda incluso los dogmas aceptados por las distintas confesiones religiosas de la época. Ejerció su
mayor influencia, sin embargo, en el siglo siguiente como la postura predominante entre los filósofos de la Ilustración
46
Intentó la demolición de la veracidad en la Sagrada Escritura al demostrar la ciencia que,
algunos datos tenidos como ciertos según la Revelación, no eran así. Da un paso más en el
alejamiento del realismo.
La realidad no es para él una serie de individuos de mayor o menor perfección
según su grado de participación en el ser, sino modos infinitos de una única sustancia, lo
cual aboca al panteísmo: Dios y el hombre forman parte de la misma sustancia total, pero
si esto es así estamos en la antesala del ateísmo.
Como continuación del pensamiento spinoziano, se presenta el idealismo de Hegel.
Dios y el hombre no forman más que una misma sustancia: si la sustancia sensible absorbe
a la insensible, la primacía de la conciencia y del espíritu se hace absoluta. Hegel proclama
esta primacía del espíritu (ya en el siglo XIX), que acaba por reducir lo divino a lo humano
y, por tanto, pone al hombre como centro: el hombre se autodiviniza.