La Tentación
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La Tentación
CAPÍTULO 1
LA ADVERTENCIA DEL SALVADOR EN CONTRA DE LA TENTACIÓN
Stg,1,12 “12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya
resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le
aman.”
Los discípulos se sentían confiados aun y cuando el peligro estaba a la vuelta de la esquina.
Fue entonces que el Señor dio esta advertencia:
Mat.26:41 “41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.”
Mr.14:38 “38 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.”
Luc.22:46 “46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en
tentación.”
Cada discípulo de Cristo necesita la misma advertencia. Esta advertencia contiene tres
lecciones básicas que cada creyente debería aprender muy bien.
1. Que debemos guardarnos continuamente.
2. Encontrarse en medio de la tentación es muy peligroso.
3. Aprender a velar y orar para lidiar contra la tentación.
La tentación es como un cuchillo que puede ser utilizado para un propósito bueno o
malo:
Estos son tres ejemplos de la variedad de métodos que Dios usa para probar a su pueblo.
Esta clase de prueba que Dios usa siempre tiene la intención de hacer bien a su pueblo.
Estamos listos ahora para ver la clase de tentación que satanás usa.
La Biblia ense.a que hay tres causas principales para este tipo de tentaci.n. A veces estas
causas obran juntas y a veces separadamente.
menudo el diablo usa el anzuelo de alguna atracci.n del mundo para persuadir a la persona
a pecar. El diablo, cuando tent. a Cristo us. a los reinos de este mundo como su anzuelo.
Fue una sirvienta quien tent. a Pedro para que negara a su Se.or (Mat.26:69). El mundo con
todas sus cosas y su gente es una fuente constante de tentaci.n para los creyentes.
Tercero: La carne (los deseos egoístas) como un tentador.
A veces el diablo obra a trav.s de los deseos ego.stas para tentar a la persona. El diablo
tent. a Judas a traicionar al Se.or usando tanto la ayuda del mundo (los fariseos y treinta
monedas de plata Luc.22:1-6) como la naturaleza codiciosa de Judas mismo. En las
palabras de Santiago: “Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído
y seducido.” (Stg.1:14)
La clase de tentaci.n usada por el diablo es siempre un intento de persuadir de alguna
forma a la persona a pecar. Tales tentaciones tienen como su meta principal persuadir a la
persona a pecar en alguna o en todas de las siguientes maneras: 1) por el descuido de alg.n
deber que Dios le ha encomendado, 2) por guardar malos pensamientos en su coraz.n y
permitir que los pensamientos ya concebidos den a luz el pecado, 3) por permitir que satan.s
le distraiga de alguna manera de su comuni.n con Dios o 4) por fallar en dar a Dios la
obediencia constante, completa y universal a todos sus mandamientos incluyendo la manera
en la cual la obediencia es rendida.
Ahora estamos listos para reflexionar brevemente en la primera lecci.n mencionada al
principio de este cap.tulo.