La Proteccion de Infraestructuras Criticas

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UNISCI Discussion Papers, Nº 35 (Mayo / May 2014) ISSN 1696-2206

LA PROTECCIÓN DE INFRAESTRUCTURAS CRÍTICAS

Mónica Miranzo y Carlos del Río1


UNISCI

Resumen:
Los ataques contra el World Trade Center en septiembre de 2001 pusieron de relevancia las nuevas
amenazas y vulnerabilidades con las que los Estados deben lidiar en la actualidad al plantear la seguridad
de las infraestructuras críticas. Un ataque de este tipo conlleva pérdidas tanto de vidas humanas como
económicas, así como también afecta a la credibilidad política de los gobiernos. Sumado a la cada vez
mayor demanda de unos recursos finitos y menguantes, así como un contexto de cambio climático y
reajuste de la balanza de poder internacional, esta situación ha supuesto que las estrategias de seguridad
nacionales de muchos países, entre ellos España, den una mayor importancia a la seguridad de las
infraestructuras críticas. No obstante, a pesar de que la Estrategia de Seguridad Nacional tanto de 2009
como de 2013 ponen a España en línea con las directivas europeas al respecto, no hemos asistido a un
desarrollo de la materia más allá de unas líneas de actuación generales.

Palabras clave: Infraestructuras críticas, Estrategia de Seguridad Nacional, España, nuevas amenazas,
ciberseguridad.

Title in English:"The Protection of Critical Infrastructures"

Abstract:
The attacks against the World Trade Center on 9/11 served to underscore the importance of the new
threats and vulnerabilities with which States must currently deal when it comes to lay out the security of
the critical infrastructures. An attack of this kind entails a loss both economic and of human life, as well
as it affects political credibility of governments. Summed up with an ever growing demand of depleting
and finite resources, as well as context of climate change and readjustment of the international power
balance, this situation has supposed that the national security strategies of many countries, amongst them
Spain, have vested a greater deal of importance to the critical infrastructure security dimension.
However, although both the 2009 and 2013 National Security Strategy brought Spain in line with
European directives on this matter, we have not witnessed a further development beyond general
guidelines.
Keywords: Critical Infrastructures, Strategy of National Security, Spain, New Threats, Cybersecurity.

Copyright © UNISCI, 2014.


Las opiniones expresadas en estos artículos son propias de sus autores, y no reflejan necesariamente la
opinión de UNISCI. The views expressed in these articles are those of the authors, and do not
necessarily reflect the views of UNISCI.

1
Mónica Miranzo Proy y Carlos del Río son investigadores junior de UNISCI y miembros del Foro Hispano-
Argelino.
http://dx.doi.org/10.5209/rev_UNIS.2014.n35.4

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1. El contexto internacional y los nuevos desafíos a la seguridad


España vive en la actualidad en un contexto estratégico definido por la volatilidad global y
regional, la emergencia de nuevos desafíos a la seguridad y el impacto de la crisis
económica2, factores que resultarán determinantes a la hora de definir su política de seguridad
nacional.

El aumento de riesgos y amenazas no tradicionales, especialmente el terrorismo


internacional y los ciberataques, han tenido como objetivos principales tanto a los individuos
como a las infraestructuras, incrementando la vulnerabilidad del Estado y produciendo graves
perturbaciones en el normal funcionamiento de la sociedad. Durante los últimos años se ha
producido un aumento del número de ataques dirigidos específicamente a aquellos sectores de
actividad o infraestructuras que proporcionan “servicios esenciales”, de importancia vital para
el desarrollo de la vida de los ciudadanos y sus actividades diarias, así como para la
continuidad de las funciones del estado.

El alcance de los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2011 sobre el Worl Trade
Center, el corazón financiero de los Estados Unidos, tuvo efectos devastadores en el tiempo,
así como un gran impacto en términos de vidas humanas, impacto público, económico y
político, con una gran pérdida de confianza en la capacidad de las instituciones públicas por
parte de la población estadounidense.

También en el año 2007 Estonia, uno de los países más digitalizados del mundo en el
que las elecciones parlamentarias se realizan mediante “voto electrónico”, así como el 92% de
las declaraciones de impuestos, más del 80% de los registros comerciales y el 97% de las
transacciones bancarias3, sufrió un ataque cibernético de tal magnitud contra distintas
agencias gubernamentales, la policía, el primer banco del país y varios medios de
comunicación, que desembocaron en una crisis nacional con pérdidas económicas irreparables
para el país.

Así, aspectos como la ciberseguridad se han hecho más relevantes en los últimos años.
De hecho, filtraciones al público general como el caso Snowden, han puesto de manifiesto la
vulnerabilidad del ciberespacio y las telecomunicaciones, y la magnitud y escala de las
infiltraciones a las que están expuestos por parte de actores estatales y no estatales.

Por otra parte, aumenta la importancia de, por un lado, la propia vulnerabilidad de los
sistemas de información, y, por otro, las distintas y cada vez más complejas formas de
explotar dichas vulnerabilidades para violar la seguridad de los sistemas. Recientemente,
hemos conocido el gran agujero de seguridad, denominado “The Heartbleed Bug”, que afecta
a dos tercios de internet, debido a un fallo el algunas versiones del código de programación
OpenSSL, utilizado por bancos, agencias de información y proveedores de diferentes
servicios electrónicos entre otros, comprometiendo información sensible de millones de
usuarios.

En este contexto de elevada dependencia de las sociedades modernas de determinadas


infraestructuras cuya interrupción o destrucción tendría un impacto mayor en la salud, la

2
"Preparing the December 2013 European Council on Security and Defence. Final Report by the High
Representative/Head of the EDA on the Common Security and Defence Policy”, p. 1, en
http://eeas.europa.eu/statements/docs/2013/131015_02_en.pdf.
3
Ganuza, Néstor: “Ciberdefensa. Una prioridad para la OTAN”, Revista Atenea, nº 39 (septiembre 2012), pp.
54-57.

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seguridad o el bienestar económico de los ciudadanos o en el eficaz funcionamiento de los


gobiernos de los Estados, han convertido a estas en un objetivo prioritario de las estrategias de
seguridad estatales, apareciendo un nuevo concepto: el de “infraestructura crítica”.

2. La protección de las infraestructuras críticas en el contexto europeo


En los últimos años se ha desarrollado en España y en la Unión Europea una conciencia
respecto a la necesidad de estar preparados en el ámbito de la protección de infraestructuras
críticas, especialmente a partir de los atentados del 11 de Marzo de 2004 sobre cuatro trenes
de la red de Cercanías de Madrid4.

La respuesta de la Unión Europea a los atentados de Madrid iba a suponer el inicio de


un programa de trabajo que se aproximase a la protección de las infraestructuras críticas desde
un punto de vista integral. Especialmente desde el establecimiento de un marco tanto legal
como institucional que disponga de suficientes medios y cuente con actores preparados para
prevenir riesgos y amenazas y, llegado el caso, intervenir para mitigar el impacto sobre la
población, la economía y el territorio en caso de acontecimientos indeseables.

La aprobación de las directivas comunitarias “Prevención, preparación y respuesta a los


ataques terroristas” y “Lucha contra el terrorismo: preparación y gestión de las
consecuencias”, pone de manifiesto la importancia de la protección de infraestructuras críticas
en cuanto a objetivos terroristas. Pero será la directiva Comunicación 702 del 20 de Octubre
de 2004 sobre “Protección de las infraestructuras críticas en la lucha contra el terrorismo” la
que se centre en exclusiva en esta cuestión. Se trata de reconocer, tal y como lo expuso el
Comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, que:

“La seguridad y la economía de la Unión Europea, así como el bienestar de los


ciudadanos están ligados a ciertas infraestructuras y servicios. (…) la interrupción de las
mismas podría provocar la pérdida de vidas humanas y de bienes materiales, así como la
merma de la confianza de los ciudadanos en la UE”5.

La Comunicación 702 se encargará de dar los primeros pasos en la elaboración de una


estrategia global de protección de infraestructuras críticas mediante la adopción de medidas
homogeneizadoras y de una definición común:

“Las infraestructuras críticas son aquellas instalaciones, redes, servicios y equipos


físicos y de tecnología de la información cuya interrupción o destrucción tendría un impacto
mayor en la salud, la seguridad o el bienestar económico de los ciudadanos o en el eficaz
funcionamiento de los gobiernos de los Estados miembros. Las infraestructuras críticas están
presentes en numerosos sectores de la economía: actividades bancarias y financieras,
transporte y distribución, energía, servicios, salud, abastecimiento de alimentos,
comunicaciones, administraciones públicas clave”6.

4
"Informe Protección de Infraestructuras Críticas 2011", S2 Grupo, p. 7, en
http://www.aeiseguridad.es/descargas/categoria6/4508139.pdf.
5
"Boletín Quincenal de Información Europea, Europa-Euskadi", nº 210 (diciembre 2006), p. 21, en
http://www.euskadi.net/contenidos/informacion/boletin_europa_euskadi/es_boletin/adjuntos/europa-euskadi-
210.pdf.
6
"Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo: “Protección de las infraestructuras críticas
en la lucha contra el terrorismo", COM (2004) 702, Bruselas (20 de octubre del 2004), p. 3, en

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Así como la descripción de aquellos riesgos y amenazas que enfrentan, destacando el


terrorismo y el ciberterrorismo, que pueden tener efectos potencialmente devastadores a
todos los niveles de seguridad si se origina un ataque combinado (físico y cibernético) o un
efecto de cascada (por un efecto sinérgico entre industrias de infraestructuras
interdependientes)7. Además, dado que la protección de las infraestructuras críticas depende
en su mayor parte de los estados miembros, la directiva ofrece las pautas y criterios de
identificación de aquellos factores que determinan el carácter crítico a una infraestructura o al
elemento de una infraestructura.

Cabe destacar también, el rol prioritario del sector público como proveedor de seguridad
incluso cuando las infraestructuras críticas se encuentran en manos de operadores privados,
sin que esto suponga un agravio a la necesaria cooperación público-privada. La estrategia
apuesta, además, por un enfoque preventivo con un papel fundamental de la gestión de la
seguridad, que permiten el control de las infraestructuras más extensas mediante un sistema
de técnicas de gestión de riesgos que sea capaz de identificar de forma efectiva aquellos
puntos de máximo riesgo donde se concentrará la protección.

Pero, sin duda, el gran logro de la Comunicación en este ámbito será la puesta en
marcha del Programa Europeo de Protección de Infraestructuras Críticas (PEPIC), con el
objetivo de promover la creación de listas de infraestructuras críticas por parte de los Estados
miembros en su territorio, preparar los análisis de vulnerabilidad y evaluación del riesgo,
presentar soluciones y medidas de protección y fomentar la colaboración entre las empresas y
las administraciones públicas en la protección de infraestructuras.

El objetivo de la Unión Europea es el de establecer una diferenciación entre las


infraestructuras con efectos transfronterizos, que mediante el principio de subsidiariedad8
quedarán debajo del paraguas de la Unión, y aquellas que son responsabilidad exclusiva de los
Estados miembros. A la vez se establece un marco común de actuación y se crea la red de
información sobre alertas en infraestructuras críticas (Critical Infrastructure Warning
Information Network, CIWIN), con el objetivo de compartir información sobre amenazas
comunes y estrategias de gestión de riesgos, y el Comité Europeo de Normalización (CEN)9,
para homogeneizar los marcos regulatorios sectoriales.

Para terminar de completar esta estrategia global de protección de infraestructuras


críticas, la Unión Europea aprobará el 8 de Diciembre de 2008 la Directiva 2008/114/CE del
Consejo sobre “La identificación y designación de infraestructuras críticas europeas y la
evaluación de la necesidad de mejorar su protección”10, centrado en la protección de las
infraestructuras de carácter transfronterizo en los ámbitos de la energía y el transporte, cuya
seguridad afecta a toda la Unión teniendo en cuenta el elevado grado de interdependencia de
las redes europeas. Se desarrolla así el concepto de “infraestructura crítica europea” o “ICE”,
definida como:

“La infraestructura crítica situada en los Estados miembros cuya perturbación o


destrucción afectaría gravemente al menos a dos Estados miembros. La magnitud de la

http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2004:0702:FIN:ES:PDF.
7
Ibid., pag 3.
8
Ibid., pag 7.
9
"Informe Protección de Infraestructuras Críticas 2011", S2 Grupo, p. 11, en
http://www.aeiseguridad.es/descargas/categoria6/4508139.pdf.
10
Si bien cabe destacar que el 17 de noviembre de 2005, la Comisión adoptó el Libro Verde sobre un Programa
Europeo para la Protección de Infraestructuras Críticas, en el que se exponían las posibilidades de actuación para
el establecimiento del Programa y de la Red de información sobre alertas en infraestructuras críticas (CIWIN).

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incidencia se valorará en función de criterios horizontales, como los efectos de las


dependencias intersectoriales en otros tipos de infraestructuras”11.

Asimismo la Directiva se encarga de establecer los criterios de responsabilidad en la


protección de las infraestructuras críticas, que recae a los Estados miembro y a los operadores,
los criterios de identificación y designación de las ICE, los procedimientos de los planes de
seguridad de los operadores, la figura del responsable de enlace para la seguridad y, por
último, la evaluación de las amenazas que afectan a los distintos subsectores de las ICE.

3. El valor de las infraestructuras críticas en la seguridad nacional de


España: el engarce europeo y las Estrategias de Seguridad Nacional de 2011
y 2013
La protección de las infraestructuras críticas aparece en el debate sobre la seguridad nacional
española a partir del impulso dado por las iniciativas de la Unión Europea, a través, sobre
todo, de la aprobación de la Comunicación 702 del 20 de Octubre de 2004 sobre “Protección
de las infraestructuras críticas en la lucha contra el terrorismo” y de la Directiva 2008/114/CE
del Consejo sobre “La identificación y designación de infraestructuras críticas europeas y la
evaluación de la necesidad de mejorar su protección”.

Con la implementación de la Comunicación 702, España pondrá en marcha por primera


vez un Plan Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas (PNPIC), que se
materializará en la creación del Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras
Críticas (CNPIC), encargado de “impulsar y coordinar los mecanismos necesarios para
garantizar la seguridad de las infraestructuras que proporcionan los servicios esenciales a
nuestra sociedad, fomentando para ello la participación de todos y cada uno de los agentes del
sistema en sus correspondientes ámbitos competenciales”12 .

Además, la aprobación de la Directiva 2008/114/CE del Consejo sobre “La


identificación y designación de infraestructuras críticas europeas y la evaluación de la
necesidad de mejorar su protección” será la base sobre la que se asiente la actual Ley española
08/2011 por la que se establecen las medidas para la Protección de Infraestructuras Críticas y
el Real Decreto 704/2011 por el que se aprueba el Reglamento para la Protección de
Infraestructuras Críticas, que desarrolla la ley anterior.

Este sistema de protección se completará con la aprobación, el 24 de junio de 2011, de


la Estrategia española de Seguridad Nacional (ESN) que se refiere a las infraestructuras
críticas, los suministros y los servicios críticos como elementos están especialmente expuestos
y uno de los principales objetivos a proteger de las Nuevas Amenazas. De hecho, se reconoce
que son especialmente vulnerables a riesgos y amenazas no tradicionales, tales como los
efectos del cambio climático, las consecuencias de la globalización y los ciberataques entre
otros. Por tanto, se establece que los mecanismos de prevención en este ámbito deberán ir

11
"Directiva 2008/114/CE del Consejo de 8 de diciembre de 2008 sobre la identificación y designación de
infraestructuras críticas europeas y la evaluación de la necesidad de mejorar su protección", Diario Oficial de la
Unión Europea L 345, p. 77, en
http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2008:345:0075:0082:ES:PDF.
12
Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas, en http://www.cnpic-es.es/.

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especialmente orientados en este sentido, así como la necesidad de tener protocolos de


reacción debidamente establecidos. La estrategia propone una serie de ámbitos en los que es
necesario avanzar para mejorar su seguridad13:

-La consolidación de los instrumentos para la protección de las instalaciones.

-La mejora del marco regulador de los sectores críticos, introduciendo criterios de seguridad.

-El establecimiento de medidas que aumenten su fortaleza, incrementen su resistencia y


refuercen sus capacidades de adaptación ante condiciones adversas.

-El diálogo y cooperación permanente entre las Administraciones Públicas y los operadores
de infraestructuras y servicios.

La Estrategia de Seguridad Nacional del año 2013, va un paso más allá en la definición del
papel que juegan las infraestructuras críticas en la seguridad nacional y establece que “El
concepto de seguridad en el siglo XXI debe ser amplio y dinámico, para cubrir todos los
ámbitos concernientes a la seguridad del Estado, y de sus ciudadanos, que son variables según
las rápidas evoluciones del entorno estratégico y abarcan desde la defensa del territorio a la
estabilidad económica y financiera o la protección de las infraestructuras críticas”14. Así, la
protección de las infraestructuras críticas se articula como una de las doce líneas de actuación
estratégicas para garantizar la seguridad nacional con un objetivo prioritario: “robustecer las
infraestructuras que proporcionan los servicios esenciales para la sociedad”15.

Se considera que tanto los riesgos como las amenazas sobre las infraestructuras críticas
españolas son múltiples y van desde las causas naturales, sanitarias o industriales, al error
humano o los imprevistos tecnológicos. Sin embargo, son aquellos ataques de carácter
intencional, ya sean físicos (terrorismo) o cibernéticos, los que revisten una mayor
peligrosidad. La Estrategia de Seguridad Nacional establece siete líneas de actuación
estratégicas con el objetivo de mejorar la seguridad de las infraestructuras críticas16:

-Responsabilidad compartida y cooperación público-privada.

-Planificación escalonada.

-Equilibrio y eficiencia.

-Resiliencia.

-Coordinación.

-Cooperación internacional.

13
"Estrategia Española de Seguridad" (2011), p. 82, en
http://www.urjc.es/ceib/investigacion/publicaciones/REIB_05_01_Document03.pdf.
14
"Estrategia de Seguridad Nacional" (2013), p. 6, en
http://www.lamoncloa.gob.es/NR/rdonlyres/0BB61AA9-97E5-46DA-A53E-
DB7F24D5887D/0/Seguridad_1406connavegacionfinalaccesiblebpdf.pdf.
15
Ibid., p. 51.
16
Ibid., Idem.

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-Garantía en la seguridad de las infraestructuras críticas conforme a lo expuesto en el


Plan Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (PNPIC).

4. Valoración crítica
El principal aspecto positivo a destacar en cuanto a la Protección de las Infraestructuras
Críticas (PIC) se refiere es que la publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional de 2011
y la de 2013 demuestra que se asume la necesidad de abarcar este ámbito de manera concreta.

Con anterioridad a estos documentos la PIC se contemplaba dentro de otros ámbitos


relativos a la seguridad, debido a la naturaleza misma de estas infraestructuras, que las hace
estar ligadas inseparablemente a estos ámbitos. No obstante, resulta imprescindible separar, el
concepto de la seguridad del ámbito, de la seguridad de las infraestructuras que utiliza para o
en las que se inscribe el desarrollo de su actividad, para garantizar un desarrollo optimizado
de ambos aspectos.

En este contexto, España ha realizado un gran avance teniendo en cuenta que, siguiendo
las líneas de acción generales establecidas por el Programa Europeo de Protección de
Infraestructuras Críticas (PEPIC) y por la Directiva Europea 2008/114/CE17 del Consejo,
sobre la “Identificación y Designación de Infraestructuras Críticas Europeas y Evaluación de
la Necesidad de Mejorar su Protección”, se ha procedido a la publicación de un marco legal
específico mediante un Plan Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas y más tarde
mediante la Ley 8/2011 sobre “Protección de las Infraestructuras Críticas” (Ley PIC), así
como la creación de un Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas
(CNPIC)18.

Estos factores colocan a España en línea con los principales socios europeos, que han
seguido en su mayor parte la línea marcada por la UE. No obstante cuando se realiza un
análisis comparado con otros socios individualmente se puede observar que en este sentido
España ha avanzado de manera inercial puesto que no ha aportado prácticamente ningún
factor adicional a lo establecido por el PEPIC y la Directiva 2008/114/CE.

En concreto, otros socios de la UE tales como Francia o Gran Bretaña, han realizado
una labor más extensiva en este ámbito, estableciendo un marco según el cual se identifican y
priorizan las amenazas en función de su probabilidad e impacto.

En este sentido, la ESN 2011 y la ESN 2013 se limitan a cumplir y exponer los
parámetros establecidos desde la Unión Europea, y únicamente en la Ley PIC se menciona
una clasificación y priorización pero atañe únicamente a la reacción en caso de graves
disrupciones y ataques19.

El ámbito de la cooperación europea está, no obstante, en este sentido más desarrollado


que el ámbito de la cooperación atlántica. Como eje principal de la colaboración en materia de

17
"Directiva 2008/114/CE del Consejo", Diario Oficial de la Unión Europea, L 345/75 (23 de diciembre del
2008), en http://www.cnpices.es/Biblioteca/Legislacion/Generico/Directiva_EPCIP_ES_como_publicada.pdf.
18
"Ley 8/2011 de 28 de Abril", Boletín Oficial del Estado, nº 102 (29 de Abril de 2011), Sección I, p. 43370, en
http://www.cnpic-es.es/Biblioteca/Legislacion/Generico/Ley_8-2011_PIC.pdf.
19
Ibid.

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seguridad euro-atlántica, la OTAN se perfila como la organización de referencia para la


protección de infraestructuras críticas.

De hecho, en años recientes, la OTAN ha prestado un especial interés a este ámbito.


Dentro de la redefinición del papel de la Alianza Atlántica en un entorno rápidamente
cambiante y mucho más exigente desde el punto de vista de la seguridad, sobre todo debido a
la naturaleza de las nuevas amenazas, se ha debatido el papel que esta debe jugar en la
protección de las infraestructuras críticas20.

El principal eje del debate ha girado en torno a cuales son las amenazas más probables y
a cuales debe dar una respuesta prioritaria. El punto fundamental del debate radica en que la
OTAN es una organización eminentemente militar, y muchas de las amenazas son de carácter
no militar o estatal, y por tanto resulta discutible si una intervención de la Alianza resultaría
conveniente o incluso si legal desde el punto de vista del derecho internacional. Otro punto
fundamental es el hecho de que dada su naturaleza especial, las infraestructuras críticas están
expuestas a todo tipo de riesgos y amenazas. En un entorno en el que estos cambian y se
refinan constantemente, la evaluación de los mismos resulta una tarea cada vez más
complicada.

Para solventar el debate en cierta medida, la OTAN ha puesto su prioridad en aquellos


riesgos y amenazas que puedan tener un origen estatal, centrándose especialmente en los
ámbitos de seguridad tecnológicos y logísticos y dando la menor prioridad al ámbito
económico, centrándose así en temas como la seguridad de la infraestructura energética y de
transporte y la ciberseguridad21.

En este sentido, España queda igualmente descolgada dado que al no existir la


priorización y clasificación de riesgos y amenazas resulta muy difícil establecer planes de
acción y, sobre todo, de prevención concretos y eficaces.

En este mismo hilo, la principal crítica a realizar a la ESN 2011 y 2013 es su nula
aportación en este ámbito. Es cierto que como considera la OTAN los riesgos y amenazas en
el nuevo contexto son cambiantes y crecientemente complejos, y que las infraestructuras
críticas de una forma u otra están expuestas a todos ellos, pero resulta imprescindible
analizarlos y evaluarlos individualmente y en conjunto para establecer un sistema coherente
de clasificación en función de su probabilidad y su impacto en cada ámbito concreto, para así
poder comenzar a garantizar la seguridad de dichos ámbitos.

Sin un sistema de clasificación organizado y coherente, resulta mucho más difícil


establecer e implementar planes de evaluación, prevención y mitigación de los riesgos y
amenazas sea cual sea su naturaleza.

La ausencia de un marco temporal también va ligada a la ausencia de definición de


riesgos y amenazas. Teniendo en cuenta que en España no existía un ámbito exclusivo de
seguridad dedicado a la protección de las Infraestructuras Críticas antes de 2011, uno de los
primeros pasos a tomar debería haber sido sin duda la elaboración de un calendario de acción,

20
"Improving NATO’s capabilities", OTAN, en
http://www.nato.int/cps/en/natolive/topics_49137.htm?selectedLocale=en.
21
"NATO and cyber defence", OTAN, en
http://www.nato.int/cps/en/natolive/topics_78170.htm?selectedLocale=en.

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que estableciese una serie de fechas y objetivos basados en la clasificación antes mencionada
y en los recursos disponibles.

En este sentido, únicamente se ha seguido la estela marcada por la UE, sin concretar
planes de acción específicos. El punto ausente más notable es el no establecimiento de
mecanismos de prevención eficaces. El modelo de protección de las infraestructuras críticas
es esencialmente reactivo, especialmente en lo referente a las nuevas amenazas.

Otro aspecto parcialmente erróneo de la estrategia es el hincapié que hace sobre la


importancia de fomentar la colaboración público-privada para la protección de las
infraestructuras críticas. Se parte de la consideración de que muchas de estas infraestructuras
se encuentran bajo gestión completamente privada y que por lo tanto resulta inevitable que
parte de la responsabilidad de su seguridad recaiga en manos de sus gestores.

Sin embargo, consideraciones de tipo tanto teórico como empírico pueden llevar a la
conclusión de que este modelo es contrario al interés nacional a medio y largo plazo y
probablemente también a corto. Desde el punto de vista teórico se puede afirmar que el
objetivo de una empresa privada en un contexto de mercado libre es el beneficio por encima
de cualquier otra consideración, incluido el interés nacional; en la práctica se ha podido
comprobar recientemente como la infraestructura de determinados sectores críticos para el
bienestar general y la prosperidad económica nacional, cuya gestión se encuentra en manos
privadas, tales como el sector de la banca o la energía, se ha visto mermada o ha presentado
graves disfunciones que han afectado tanto a ciudadanos individuales como a la Nación en su
conjunto.

En este sentido estamos asistiendo recientemente a un discurso político que aboga por
continuar en este sentido, es decir el de depositar la gestión de infraestructuras críticas en
manos privadas. El ejemplo más notable es probablemente el del proyecto de privatización de
una parte de la red de sanidad. En este sentido, la seguridad de la infraestructura sanitaria no
quedaría garantizada, dado que quedaría sujeta a la rentabilidad que pudiera generar.
Tampoco queda garantizado un incremento en la inversión a largo plazo dado que siempre
quedaría sujeta a las exigencias del mercado, que por otro lado esta globalizado y es cada vez
más competitivo. Esto a largo plazo podría significar que la gestión de parte de la
infraestructura crítica nacional estaría en manos no sólo privadas sino además extranjeras, con
la consiguiente pérdida de soberanía en general y vulnerabilidad de sectores esenciales.

Un último punto que cabe destacar, y que engarza directamente con el tema de la
globalización de los mercados, es el relativo a la protección de las infraestructuras críticas en
el extranjero. Cabe destacar que sectores fundamentales como la banca, la energía, las
telecomunicaciones o el transporte disponen de parte de su infraestructura en el extranjero. Si
bien un ataque, accidente o alguna otra disrupción grave en su funcionamiento no supondrían
un impacto muy grave contra ciudadanos españoles, si podrían suponer un grave impacto
económico cuyas repercusiones se harían sentir también en España, así como un posible
impacto político tanto de cara a la política interior como exterior.

Los documentos ESN 2011 y 2013 no suponen un avance en este sentido dado que la
protección de estos activos en el extranjero queda obviada. Si tenemos en cuenta que la
gestión de estas infraestructuras se encuentra en manos privadas, el único apoyo estatal
proveniente de España para contribuir a su seguridad son las gestiones diplomáticas que se
puedan llevar a cabo en cada momento y circunstancia, y que dependerán enormemente de las
buenas relaciones o no que se mantengan con el país que acoja dichas infraestructuras.

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Las infraestructuras en el extranjero suponen además un reto adicional para la


seguridad, dado que siguiendo los mecanismos de externalización para la optimización de
costes y especialización de las funciones del trabajo, muchas veces la seguridad física y
virtual in situ de estas infraestructuras se encuentra en manos de Estados o empresas
extranjeras, que pueden tener sus propias agendas e intereses contrapuestos a los de España.

5. La aplicación de los principios de la estrategia


Las ESN 2011 y 2013 establecen una serie de principios de aplicación en todos los ámbitos de
seguridad22:

- Unidad de acción y armonización de recursos del estado e implicación de la sociedad.

- Anticipación y prevención.

- Prioritización de recursos y optimización del empleo.

- Capacidad de resistencia y recuperación de los recursos humanos y materiales.

Analizando el planteamiento en el documento respecto a la protección de las infraestructuras


críticas, desgraciadamente se puede afirmar que estos principios no se aplican en su mayoría
en este ámbito concreto, y que además, tal y como está planteado, su aplicabilidad queda en
duda.

El problema de base es la falta de definición ya mencionada de los riesgos y amenazas a


los que se ven expuestas las infraestructuras críticas, y un sistema de priorización de los
mismos. Esto conlleva una dificultad añadida para elaborar planes de acción y prevención
concretos. Sin planes elaborados y optimizados resulta a su vez muy difícil conseguir una
unidad de acción y una armonización de los recursos, así como una optimización del empleo
por parte del Estado.

A esto hay que añadir que a los actores que participan en la protección y en la
mitigación del daño causado por cualquier disrupción en las infraestructuras críticas ven
muchas veces sus competencias solapadas. Un ejemplo claro de esto puede ser la Unidad
Militar de Emergencias, que está preparada para responder a emergencias de carácter militar,
como ataques RNBQ, pero que a su vez ha venido desarrollando labores de protección civil,
tales como rescates o intervención en extinción de incendios. Este último tipo de
intervenciones quedan muy distantes del ámbito de actuación que debería tener una unidad
militar y constituyen un ejemplo claro de falta de armonización de recursos y optimización
del empleo.

Por el mismo problema de base, resulta muy difícil desarrollar mecanismos óptimos de
prevención de riesgos y anticiparse a los mismos. Teniendo en cuenta que el marco legal

22
"Estrategia de Seguridad Nacional" (2013), en
http://www.lamoncloa.gob.es/NR/rdonlyres/0BB61AA9-97E5-46DA-A53E-
DB7F24D5887D/0/Seguridad_1406connavegacionfinalaccesiblebpdf.pdf.

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actual únicamente clasifica los riesgos y amenazas en función de su impacto, el sistema de


protección de las infraestructuras críticas es fundamentalmente reactivo.

Esto a su vez conlleva un problema de mitigación del daño. La legislación introduce el


concepto de Resiliencia como fundamental23. Es decir, da una gran importancia a que en caso
de cualquier disrupción, ya sea accidental o intencionada, las infraestructuras críticas puedan
seguir prestando el servicio que proporcionasen a la sociedad, aunque sea a niveles reducidos
o sub-óptimos. Sin embargo, hay que señalar que sin un mecanismo de prevención y
anticipación adecuado, es mucho más difícil aplicar el concepto de la Resiliencia. La
implementación de mecanismos de anticipación eficaces no supone una garantía de seguridad
ni de evitar al 100% accidentes o ataques, pero si que añaden una posibilidad elevada y real
de impedirlos parcialmente o mitigar su impacto, lo que supone a su vez un añadido a la hora
de garantizar que las infraestructuras sigan cumpliendo con su función.

De lo anteriormente expuesto se puede deducir que si no cambia el planteamiento base


de la protección de infraestructuras críticas, los principios de la estrategia no sólo van a no
estar aplicados en este ámbito, sino que su aplicabilidad será muy complicada. Sin establecer
definiciones claras desde el punto de partida de los problemas que este ámbito enfrenta en la
actualidad, y a los que previsiblemente deba hacer frente en el futuro, resulta muy difícil
abordar el tema de manera eficaz.

6. La protección de las infraestructuras críticas en otros países: nuevas


perspectivas
Durante los últimos años han sido varios los países entre los que ha crecido la preocupación
por garantizar la seguridad y reducir la vulnerabilidad de las infraestructuras esenciales del
estado frente a amenazas y riesgos de distinta naturaleza. Así lo han puesto de manifiesto las
últimas estrategias de seguridad nacional aprobadas por Finlandia, Japón, Reino Unido,
Estados Unidos, Australia y Francia.

La estrategia de seguridad finlandesa24 analiza la protección de las infraestructuras


críticas de forma exhaustiva, haciendo hincapié en la importancia de mantener un enfoque
holístico en materia de seguridad. Pone especial énfasis en la seguridad de la cadena de
suministros y el fomento de los mecanismos de resiliencia, con el objetivo de mantener las
funciones básicas vitales del Estado. Además, el nuevo papel de los actores privados en las
funciones vitales sociedad obliga a intensificar la cooperación entre el Gobierno y la
comunidad económica, atendiendo a los nuevos desafíos planteados por la crisis económica y
la mayor interdependencia de una sociedad globalizada, entre ellos la posibilidad de
deslocalizar en otros países infraestructuras esenciales.

La estrategia de seguridad japonesa25 se centra, principalmente, en la prevención de


ataques cibernéticos a sus infraestructuras de interés nacional como principal amenaza. Hace
una mención especial a la posibilidad de que los Estados sean responsables de estas
actuaciones y busca como objetivo último la mejora de la base intelectual del país para
23
Ibid.
24
"Finnish Security and Defence Policy", Prime Minister Office, Helsinki (2012), pp. 91-93, en
http://vnk.fi/julkaisukansio/2012/j05-suomen-turvallisuus-j06-finlands-sakerhet/PDF/VNKJ0113_LR_En.pdf.
25
"Japan National Security Strategy", Japan Prime Minister, Tokyo (17 de diciembre del 2013), pp. 17-19, en
http://www.cas.go.jp/jp/siryou/131217anzenhoshou/nss-e.pdf.

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mejorar las capacidades tecnológicas, especialmente las capacidades de comunicación, que


suponen el motor de la fuerza económica y de seguridad japonesa.

Una aproximación similar articula el Libro Blanco de la Defensa de Francia26, que


concentra sus esfuerzos en la protección del potencial científico y técnico de la nación como
vía prioritaria para prevenir los ataques a sus infraestructuras. La estrategia cataloga 12
sectores de actividad considerados vitales para la continuidad de las funciones esenciales del
Estado y se centra en la lucha contra los ataques cibernéticos, especialmente aquellos que
apunten a los sistemas de información estatales. Para garantizar su seguridad Francia
considera indispensable mantener la capacidad de producir dispositivos de seguridad
autónomos de detección de ataques y mejorar su competencia en las comunicaciones
electrónicas, sobre todo en la fabricación de equipos y componentes.

En cuanto a las estrategias de seguridad del mundo anglosajón (Australia, Reino Unido
y Estados Unidos), presentan diferencias notables. La estrategia australiana27 es la más
somera respecto a este tema, centrándose en la importancia de reforzar la resiliencia de la
población, activos, infraestructuras e instituciones, para lo que han creado un foro de debate
con expertos en la materia. La aproximación estadounidense28 se centra en la reducción de la
vulnerabilidad frente a ataques y ciberataques en ámbitos concretos considerados prioritarios:
la red de transportes, la red eléctrica y la economía, esta última considerada especialmente
vulnerable a los ataques cibernéticos, lo que convierte al ciberespacio es un área clave de la
actuación estatal. La estrategia de Reino Unido29, por el contrario, nos ofrece un análisis y
prioritización exhaustiva de los riesgos y amenazas que enfrenta cada sector de actividad de
las infraestructuras críticas, mediante el desarrollo de una metodología propia de prevención
de riesgos. El papel de la ciberseguridad también es prioritario en la estrategia concluyendo
que una mejora de la inversión en el binomio tecnología-capital humana será determinante
para garantizar la seguridad del país.

7. Un nuevo enfoque para la protección de las infraestructuras críticas en


España
El punto básico y necesario para un nuevo enfoque en la protección de infraestructuras
críticas en España debe ser el de subsanar las lagunas más importantes respecto al actual,
como realizar una definición clara del sujeto, que incluya no sólo el objeto que debe ser
protegido, sino también los riesgos y amenazas a los que se ve expuesto y a los que
previsiblemente se verá expuesto en un futuro próximo, así como un marco en que quede
claramente establecido cuales son los objetivos prioritarios. En este sentido resulta
aconsejable seguir un modelo de elaboración del documento similar al de Gran Bretaña, que
26
Livre blanc sur la Défense et la Sécurité Nationale", Ministerio de defensa, París (2013), pp. 104-107, en
http://www.gouvernement.fr/sites/default/files/fichiers_joints/livre-blanc-sur-la-defense-et-la-securite-
nationale_2013.pdf.
27
"Strong and Secure. A Strategy for Australia’s National Security", Australian Government-Office of the Prime
Minister, Canberra (2013), p. 21, en
http://www.isn.ethz.ch/Digital-Library/Publications/Detail/?lng=en&id=167267.
28
"National Security Strategy of the United States of America", White House, Washington (May 2010), pp. 27-
33, en http://www.whitehouse.gov/sites/default/files/rss_viewer/national_security_strategy.pdf.
29
"A Strong Britain in an Age of Uncertainty: The National Security Strategy", Ministry of Defence, Londres
(Octubre 2010), pp. 28-35, en
https://www.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/61936/national-security-
strategy.pdf.

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establece un sistema claro de evaluación de riesgos y amenazas en función de su impacto y


probabilidad, basado en una metodología también incluida en el documento.

Otro punto fundamental es establecer una serie de objetivos realistas en función de


dicha definición, tales como la elaboración de planes específicos para cada sector, que definan
los riesgos y amenazas generales a los que cada uno está expuesto y que actores deben
intervenir en cada una de las fases (evaluación, prevención y mitigación del daño) y bajo que
jerarquía administrativa y territorial, aprovechando el marco jurídico ya proporcionado por las
directivas europeas y la Ley PIC. Así mismo resulta imprescindible la elaboración de un
calendario realista para alcanzar estos objetivos.

Se debe distinguir también entre aquellas amenazas y riesgos que correspondan a la


seguridad y aquellos que correspondan a la defensa para así poder llevar a cabo una división
eficaz del trabajo y una optimización de los recursos humanos y materiales de la Nación.

En el caso concreto de España, los principales riesgos y amenazas a los que las
infraestructuras críticas están probablemente expuestas es a ataques terroristas, ciberataques y
las consecuencias perniciosas derivadas de la cada vez mayor pérdida de soberanía
económica. A largo plazo, hay que añadir los efectos disruptores ligados a las consecuencias
de la crisis económica, a la inestabilidad en nuestra área geográfica más próxima y a los
efectos del cambio climático sobre nuestro territorio nacional y las necesidades y exigencias
que previsiblemente genere.

La PIC debería enfocarse en estos aspectos. Se debería también fomentar mucho la


colaboración europea y atlántica, pero también se debería definir mucho mejor la
participación de España en la misma así como las aportaciones específicas que puede realizar,
por ejemplo como nexo con Hispanoamérica y con el Mediterráneo, donde se encuentran
situadas muchas infraestructuras críticas tanto españolas como del resto de socios de la UE, y
trabajar activamente por demostrar los resultados de estas aportaciones aunque suponga un
esfuerzo presupuestario.

Además es esencial que el enfoque siga un planteamiento realista respecto al contexto


en el que se encuentra específicamente España. La escasez presupuestaria traída por la crisis
económica actual supone graves limitaciones en todos los ámbitos de las políticas públicas,
incluidas las políticas de seguridad y defensa. Resulta por lo tanto fundamental que el
documento asuma cuales deben ser las prioridades fundamentales para garantizar la seguridad
de las infraestructuras críticas.

Se debe poner un énfasis mucho mayor en el desarrollo del potencial científico y técnico
de la nación, haciendo especial mención a la importancia de mantener una red de centros de
investigación nacionales que abarquen todos los ámbitos y que puedan realizar aportaciones
aplicables a todos los ámbitos de seguridad, incluyendo las infraestructuras críticas, con
especial enfoque hacia las nuevas amenazas.

Adicionalmente, el nuevo enfoque debe superar algunas concepciones obsoletas en las


que actualmente está basado. Se debe considerar especialmente que el entorno actual está
sujeto a cambios cada vez más rápidos y de mayor calado. La balanza de la seguridad
internacional se inclina cada vez más hacia los actores y las regiones emergentes, lo que está
alterando las prioridades de todos los actores. En este contexto se inscriben las nuevas
amenazas, y la adaptación a las mismas será crucial en el futuro.

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Resulta fundamental reconocer la relevancia del papel que los estados juegan a la hora
de prevenir, pero también al desarrollar sus capacidades ofensivas utilizando estas nuevas
estrategias. En concreto, resulta imprescindible tener en cuenta que las capacidades ofensivas
electrónicas y digitales están siendo desarrolladas rápidamente por las principales potencias
militares del mundo, y uno de los principales fines para el desarrollo de estas capacidades es
el ataque a las infraestructuras críticas de los países objetivo, lo cual puede provocar daños
difícilmente reversibles a cualquier afectado.

Es necesario asumir que, en el contexto actual, las infraestructuras críticas se ven


expuestas de manera cada vez mayor a amenazas digitales de origen no estatal, pero también
estatal. Estas amenazas se han vuelto crecientemente complejas, sobrepasando en muchos
casos las capacidades de reacción de muchos estados, llegando a afectar a infraestructuras
críticas a todos los niveles30. El papel de los servicios de inteligencia, en estrecha
colaboración con sectores muy especializados de las esferas civil y militar, es fundamental
para la prevención y mitigación del daño en estos casos, pero también lo es en el caso
contrario.

Hasta el momento, los ataques se han centrado principalmente en el espionaje. Los


casos de ataques directos contra infraestructuras más importantes hasta la fecha han sido
contra Estonia en el año 2007 y contra Irán en el año 2010. Además, recientemente se ha
hecho público que durante este mismo año se ha detectado un virus informático, denominado
Turla, con un grado de sofisticación no visto hasta la fecha, cuya función es el espionaje y
cuyo objetivo principal han sido los países miembros de la OTAN. Si bien la mayoría de
analistas coinciden en que el probable origen de este ataque sea Rusia31, resultaría imposible
confirmarlo a menos que el propio Estado reclama la autoría de los hechos. Estos ataques
tomaron como objetivo las infraestructuras industriales y la administración de dichos países,
causando graves daños al funcionamiento de las mismas y a las economías nacionales.

En este contexto, hay que tener en cuenta que España ocupa el sexto lugar en cuanto al
ranking mundial de países con mayor número de ciberataques32. Esto pone de manifiesto por
un lado la gran vulnerabilidad de las infraestructuras críticas nacionales, y por otro la
necesidad inmediata de desarrollar las capacidades de prevención y mitigación del daño en
este ámbito. En el caso español, resultan especialmente importante asegurar las
infraestructuras relativas al suministro de agua y energía.

Hacer frente a estas amenazas debe ser una de las principales prioridades de seguridad
en cualquier contexto, ya que representan un riesgo real y probable. Resulta por tanto
fundamental que en el nuevo enfoque de seguridad se priorice de manera consistente la
seguridad en este ámbito y se prevea el destino de recursos suficientes para garantizar por un
lado un grado razonablemente alto de prevención de ataques en este sentido, y por otro, y
fundamentalmente la resiliencia de las infraestructuras críticas ante la eventualidad de un
ataque.
30
Richmond, Riva: “Malware Hits Computerized Industrial Equipment”, The New York Times, 24 de Septiembre
de 2010, en
http://bits.blogs.nytimes.com/2010/09/24/malware-hits-computerized-industrial-
equipment/?_php=true&_type=blogs&_php=true&_type=blogs&_r=1.
31
Apps, Peter y Finkle, Jim: “Suspected Russian Spyware Turla Targets Europe, United States”, Reuters U.S.
Edition, 7 de Marzo de 2014, en http://www.reuters.com/article/2014/03/07/us-russia-cyberespionage-insight-
idUSBREA260YI20140307.
32
Top 20 países por ciberataques, en "Cybercrime: Top 20 Countries", Europol, The Center to Fight Cybercrime
(2010), en http://www.intellectualtakeout.org/library/chart-graph/countries-cyber-attack.

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