Mercadotecnia Social y Comercial en Instituciones de Salud
Mercadotecnia Social y Comercial en Instituciones de Salud
Mercadotecnia Social y Comercial en Instituciones de Salud
La estimación del precio resulta problemática cuando la empresa tiene que hacerlo por
primera vez, cuando desarrolla o adquiere un nuevo producto, cuando introduce su
producto en un nuevo canal de distribución o área geográfica o cuando realiza una nueva
oferta. La empresa debe decidir donde posicionar su producto respecto a la calidad y el
precio además de considerar otros muchos factores en la fijación de su política de precios
tales como los salarios, renta, intereses o utilidades, características distintivas o marca del
producto, etc.… que tiende a hacer los precios más rígidos, es decir, menos susceptibles a
los cambios en la oferta y la demanda. Por lo tanto, el precio es un regulador básico en el
sistema económico porque afecta a la distribución de estos factores productivos. Además,
hay algunos aspectos psicológicos del precio que deben ser tenidos en cuenta por los
ejecutivos de mercadotecnia como es el hecho de que los consumidores confían mucho en
el precio como indicador de calidad del producto, sobre todo cuando adoptan decisiones de
compra sin disponer de información completa. Por supuesto, la percepción de la calidad del
producto por los consumidores también puede verse influenciada por la reputación de la
tienda, la publicidad o la promoción del producto además de otras variables.
Concepto de Precio
El precio es una variable controlable que se diferencia de los otros tres elementos de la
mezcla o mix de mercadotecnia (producto, plaza y promoción) en que produce ingresos; los
otros elementos generan costos. El precio es "la cantidad de dinero que debe pagar un
cliente para obtener el producto"
Sin embargo, los problemas prácticos surgen al intentar dar una definición del precio que
exprese simplemente el precio de una unidad de producto. Con relación a este problema
Santesmases Mestre propone la idea de considerar al precio como el punto que iguala el
valor monetario de un producto para el comprador con el valor de realizar a transacción
para el vendedor. No obstante, tal y como se mencionó en el apartado anterior, desde el
punto de vista del comprador, hay que tener en cuenta que el precio no es sólo el valor
monetario pagado por un bien o un servicio, sino también todo un conjunto de esfuerzos
desarrollados, molestias e incomodidades sufridos y el tiempo que el comprador debe
invertir para obtener la satisfacción de su necesidad. El precio para el comprador, en
definitiva, es el valor que da a cambio de la utilidad que recibe.
Los consumidores captan de una forma directa y clara las modificaciones en precios y su
reacción será inmediata frente a las variaciones propuestas. En este sentido, se podría
afirmar que el precio es el más importante frente a las variaciones propuestas. En este
sentido, se podría afirmar que el precio es la más importante de las variables del Márketing
controlable por la empresa. Sin embargo, los estudios empíricos sobre el comportamiento
de las empresas no confirman claramente esta afirmación ya que la información,
aparentemente contradictoria, proviene de la diferente importancia que puede tener la
variable precio en los diversos sectores y según la posición que la empresa ocupe en el
mercado.
En algunos casos, puede existir un precio fijado por el mercado y al que deberá adaptarse
la empresa. Este sería el supuesto clásico de competencia perfecta, en el que el mercado
impone su precio a compradores y vendedores, haciendo inútil cualquier política de precios
que no sea la aceptación del propuesto por el mercado; la intervención del Estado en la
economía origina que algunos productos tengan sus precios fijados o autorizados por el
Estado; también existen acuerdos, tácitos o implícitos por lo general, que excluyen la
utilización de los precios como variables competitivas. En todos estos casos se excluye la
utilización de la variable precio como instrumento de la acción de Márketing, lo que vendría
a explicar la reducida importancia que se adjudicaría a esta variable por parte de dichas
empresas. Sin embargo, existe aún un gran número de empresas que, por no encontrarse
en alguno de los supuestos anteriores, pueden utilizar la variable precio como un elemento
de acción comercial. Por ejemplo, al no ser idénticos los productos que compiten en el
mercado, la diferencia de calidad existente entre ellos puede justificar diferencias en los
precios.
En este sentido Kotler, en su libro “Márketing management”, sugiere que existen nueve
posibles estrategias precio-calidad que plasma en el siguiente cuadro.
Precio
Alto Medio Bajo
1 2 3
Alta
Estrategia de Estrategia de Estrategia de
carestía alto valor máximo valor
Calidad del 4 5 6
producto Media
Estrategia de Estrategia Estrategia de
sobreprecio media buen valor
8
7 9
Baja Estrategia de
Estrategia de Estrategia
falsa
ruptura barata
economía
Las estrategias 1, 5, y 9 pueden coexistir en un mismo mercado, al dirigirse a segmentos
de mercado diferenciados por el interés en precio, en calidad o en un equilibrio calidad-
precio.
Las estrategias 2, 3 y 6 son ataques competitivos frente a las empresas situadas en la
diagonal, al ofrecer en idénticas condiciones de calidad un precio sensiblemente inferior.
Las estrategias 4, 7 y 8 consisten en sobre valorar el producto respecto a su calidad. Estas
estrategias son a medio plazo descubiertas por los clientes, que irán abandonando la
compra de la marca, y por ello suelen ser rechazadas y por eso suelen ser rechazadas por
los directivos comerciales.
Las decisiones sobre precios deben subordinarse, en primer lugar, a los objetivos de la
política comercial de la empresa, y en último término a los objetivos generales de la
empresa. A la hora de determinar la política de precios influye de forma fundamental el
objetivo de maximización del beneficio, pero también actúan factores tales como el
prestigio, la responsabilidad social, imagen de la empresa y del producto, estabilidad de los
precios, obtención de un objetivo dado de rentabilidad de la inversión, alcanzar una
determinada cuota de mercado etc...
Estrategias de precio
Cerveró, Iglesias y Villacampa (2002) afirman que el marco de referencia en el que se
mueve y compite una organización determinada es el sector. Un sector está constituido por
una serie de competidores directos que ofrecen productos o servicios parecidos.
Objetivos de la empresa.
Los objetivos de la empresa son uno de los elementos más importantes a considerar a la
hora de establecer el precio siendo, además, la base para la formulación de las estrategias
de Márketing. Una empresa puede perseguir gran variedad de objetivos tales como
beneficios, participación en el mercado, recuperación de inversiones, rentabilidad etc.…
intentando, en todo caso, alcanzar varios simultáneamente y no uno sólo.
Sin embargo, a pesar de lo lógico que pueda parecer, muy pocas empresas establecen con
plena conciencia sus metas o formulan de manera explícita sus objetivos en el
establecimiento del precio. Las metas principales en el establecimiento del precio están
orientadas hacia las utilidades, las ventas o el mantenimiento de una situación dada. De
acuerdo con este criterio, pueden agruparse de la siguiente manera:
Una empresa se inclinará cuando el mercado sea de intensa competencia y los productos
de la empresa no se diferencien de manera notable de los consumidores, condiciones de
mercado que son paralelas a las que se encuentran en competencia perfecta.
Este sistema se utiliza también cuando existe un nivel de precios tradicional o “esperado”.
Los caramelos, las bebidas gaseosas y los chicles, por ejemplo, tradicionalmente reciben
su precio de esta manera. Cuando los crecientes costes ejercieron presión sobre el precio
esperado, los vendedores con frecuencia ajustaron sus precios al precio esperado del
mercado, con el recurso de reducir la cantidad o calidad del producto.
El agudo desplome de los ingresos que ocurre cuando el precio se eleva por encima del
nivel acostumbrado indica que el vendedor debe enfrentarse a una demanda desviada, es
decir, el ingreso total disminuye cada vez que el precio se incrementa. El precio esperado
es sólido, y, en consecuencia, la reducción del precio no aumenta las ventas en forma
considerable, o cuando menos, no lo suficiente para compensar la pérdida en el ingreso
promedio.
Aun cuando pueda parecer extraño, con frecuencia se utiliza el mismo método para el
establecimiento de precio cuando el mercado se encuentra dominado por unos cuantos
vendedores (oligopolio). Los productos de todas las empresas son muy similares y la
demanda es, por lo común, rígida. La curva de la demanda que corresponde a cada
vendedor en una situación oligopolista es desviada, como se comentó en el caso anterior.
Los fabricantes, o los comerciantes al detalle, en algunas ocasiones, fijan sus precios por
encima de los de la competencia. Por lo general, puede adoptarse la medida de establecer
precios por encima de los del mercado, sin que la cuenta de resultados se vea afectada
negativamente, sólo cuando el producto está claramente diferenciado de la competencia o
cuando el vendedor ha adquirido un cierto prestigio en su área.
Este método para la determinación del precio resulta, en consecuencia, el más adecuado
para las compañías que tienen como meta el logro de las utilidades máximas mediante el
establecimiento de un precio adecuado. En los métodos basados en el mercado, los precios
se fijan considerando la sicología del consumidor o teniendo en cuanta la elasticidad de la
demanda de los distintos segmentos del mercado. En el primero, se basan las estrategias
de precios psicológicos, y en el segundo, las estrategias de precios diferenciales o de
discriminación de precios.
Estimación del valor del cliente mediante la evaluación del valor en uso. Una de las maneras
más útiles de calcular el valor asignado por los clientes, particularmente cuando se trata de
productos industriales y artículos de consumo no perecederos, consiste en evaluar el valor
en uso. La evaluación del valor en uso comienza con la selección de un producto de
referencia, por lo regular el producto que el cliente usa en ese momento o el producto de
un competidor importante. A continuación, el gerente calcula los beneficios adicionales para
el cliente (en términos monetarios) de comprar su producto y no el producto de referencia.
Estos beneficios pueden ser el resultado de mejorar el rendimiento y de características
nuevas o de mejorar la eficiencia y reducir los costos a lo largo del ciclo de vida del producto.
Conclusión
El precio no es solo la cantidad de dinero que se paga por obtener un producto, sino el
tiempo utilizado para conseguirlo, así como el esfuerzo y molestias necesarias para
obtenerlos. Es por ello un elemento imprescindible a considerar a la hora de elevar el éxito
o no de un producto o incluso de una compañía. Las decisiones sobre precio incluyen el
diseño y la puesta en práctica de políticas de costes, márgenes y descuentos, así como
para la fijación de precios tanto para un producto como para una línea de productos.
El precio se fijará tomando como punto de referencia el análisis conjunto de todos ellos:
- Tener en cuenta los costes para establecer el precio teniendo en cuenta que sin los costes
son altos el precio de venta puede quedar fuera de mercado y si son bajos el aplicar el
margen sobre el coste el precio de venta resulta inferior al aplicado en el sector lo que
supone una reducción del beneficio que es posible alcanzar.
- Conocer el precio máximo que se puede establecer en la competencia
- Analizar las ventajas y desventajas que presenta la empresa con respecto a la
competencia para fijar los precios por encima, inferiores o iguales a los establecidos por
ella.
- Respecto al precio percibido por los compradores si es inferior la que la empresa considera
como rentable, deberá reducir costes o trasladarse a otra actividad.
La determinación del precio tiene mayor importancia en las épocas de inflación y recesión,
como se ha estado experimentando en los años pasados en Estados Unidos. El precio
afecta la posición competitiva de la empresa y su posición competitiva en el mercado. Como
resultado, el precio tuene un efecto considerable en el ingreso y una utilidad neta de la
compañía. No obstante, según William J. Staton, para valorar el papel del precio en su justa
medida dentro del programa de mercadotecnia de una compañía, debemos decir que es
importante pero no determinante para explicar un éxito de mercadotecnia ya que cuando
las condiciones económicas son favorables y los consumidores se encuentran en una
situación de relativo desahogo, el precio no se considera tan importante como la
planificación del producto o la actividad de promoción cosa que no sucede cuando nos
encontramos en periodos inflacionistas o de recesión.
Anexos:
Bibliografía:
1.- Ramírez Rojas, José Luis (2007). Procedimiento para la elaboración de un análisis
FODA como una herramienta de planeación estratégica en las empresas. Disponible en:
https://www.uv.mx/iiesca/files/2012/12/herramienta2009-2.pdf.
2.- Lamb, C., Hair, J., y McDaniel, C. (2006). Marketing. México: CENGAGE Learning.
Zeithaml, V. y Bitner, M. (2002). Marketing de servicios. Un enfoque de integración del
cliente a la empresa. México: McGraw-Hill Interamericana.
4.- https://www.academia.edu/8750847/Administración_de_Marketing_5ta_Edicion.
5.- Priego, Heberto (2015). Mercadotecnia en salud. Aspectos básicos y operativos. México:
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, pp. 130-134.