Derecho Comercial General Parcial
Derecho Comercial General Parcial
Derecho Comercial General Parcial
EL COMERCIO Y LA ECONOMÍA.
Desde el punto de vista de la economía el comercio es una actividad económica. La economía estudia la producción, distribución y consumo de la riqueza.
A su vez la economía política no consiste solo en producir, busca que la riqueza circule con facilidad para satisfacer a la comunidad. El comercio saca las
cosas de la producción y por medio del cambio las pone al alcance del consumidor.
Existe un intermediario que obtiene las cosas de la producción y las coloca al alcance del consumidor a través el cambio. Ese intermediario es el
comerciante, quien ofrece una actividad de trabajo, cambia para comprar y vender obteniendo una utilidad utilizando el sistema de la economía política que
busca la circulación de la riqueza.
TIEMPOS PRIMITIVOS:
Cuando el hombre era nómada y llevaban una vida rudimentaria, obtenía sus productos de lo que le ofrecía la naturaleza, no existía la moneda ni el crédito
ni el cambio, no existía entonces un Derecho Mercantil, pues no existía comercio.
Cuando el hombre se vuelve sedentario, se agrupan en concentraciones sociales, en tribus y se celebra el cambio a través del trueque y nace una vida
comercial rudimentaria, regidos por la costumbre comercial.
En el periodo neolítico, el hombre se agrupa en tribus y se hace sedentario, y en el paleolítico aparecen la apetencia humana de aquellas cosas que
carecen y producen los demás, pero su ignorancia le impide el conocimiento de la actividad comercial, y es la fuerza y la violencia la manera de adquirirlas.
Marco Polo, viajero del siglo XIII, dijo haber visto funcionar en la ciudad de Kanfú (China) tribunales de comercio y decía que de tiempos remotos conocían
el papel moneda y la letra de cambio. A su vez el Código de Manú, libro sagrado de la India (siglos XIII y XII a.C.) regulaba el préstamo a la gruesa ventura,
que era un contrato de comercio de carácter aleatorio de transporte marítimo de mercancías, y si el buque se hundía, los comerciantes estaban obligados a
tirar su mercancía al mar sin retribución alguna del transportador o dueño del buque.
El comercio en Asiria y Babilonia tuvo gran importancia. Babilonia es llamada la ciudad de los mercaderes por el profeta Ezequiel en la Biblia, y se dice que
en tiempos remotos existían bancos y sociedades mercantiles, conocieron el contrato de préstamo, créditos nominativos y al portador, la letra de cambio y
crearon el sistema de pesos y medidas que el mundo heredó.
El pueblo judío ejerció el comercio bancario, y la Biblia aconseja a los judíos depositar sus talentos en los bancos, pues estos los devolverán doblados, y los
judíos hasta el momento eran dueños de la banca mundial.
EL COMERCIO EN GRECIA:
Esparta y Atenas ejercieron la navegación y el comercio marítimo formando un vasto imperio comercial, estas ciudades son ejemplo de comunidades
perfectamente organizadas con estructura rígida manteniendo la idea del poder y la diferencia de clases, pueblos esencialmente guerreros protegidos por el
dios de la guerra.
En Grecia ejerció el comercio en forma oscura el pueblo de los Metecos, que era una comunidad que vivía en una especie de servidumbre y antes de ellos
lo ejercían el pueblo de los Periecos que eran esclavos, existían jueces de comercio que resolvían las intrigas comerciales bajo principios de equidad y
buena fe. Ejercieron el comercio bancario bajo la protección del dios Apolo. Los comerciantes acudían al templo de Delfos y depositaban sus talentos al
sacerdote y los libros que llevaban constituían plena prueba del depósito.
En la ciudad de Rhodas (Grecia) se escribieron las leyes Rhodias, que fueron las primeras normas legislativas que rigieron en la edad antigua, basadas en
principios de equidad y buena fe que regulaban el comercio marítimo y estas normas comerciales de carácter legislativo fueron incorporadas en el Derecho
Romano en el Digesto y textualmente señala: “Si yo tengo el mando del mundo ya los mares que imperen las leyes Rhodias por su justicia y equidad y en
cuanto no se opongan al Derecho Romano” (Digesto Libro XIV Título II).
EL COMERCIO EN ROMA:
Los romanos no legislaron en materia comercial, fueron los padres del Derecho Civil, miraban con desprecio las actividades mercantiles, el ciudadano que
poseía el IUS GENTIUM o el IUS CIVILE no ejercían el comercio, era una actividad de segunda clase que la ejercían los libertos, los esclavos y los
extranjeros.
El Derecho Romano copia las Leyes Rhodias y las incorpora al Digesto para regular asuntos mercantiles.
Colombia fue conquistada por el Imperio Español y debe tenerse en cuenta entonces los periodos de la Conquista, la Colonia y los primeros años de vida
independiente, presentándose los siguientes periodos:
1. VIGENCIA DE LAS LEYES ESPAÑOLAS: Cuando estábamos dominados por España, en Colombia se aplicaron el Libro de las Siete Partidas, la
Recopilación de las Leyes de Indias, las Ordenanzas de San Sebastián de Bilbao y la Novísima Recopilación de Castilla. Todas estas leyes españolas
rigieron en Colombia hasta el año de 1853, fecha de expedición de nuestro primer Código de Comercio. Durante la vigencia de las leyes españolas España
se reservó para sí el comercio de sus colonias e inspeccionaba y vigilaba los buques que zarpaban a estas tierras, y para ello creó la Casa de Contratación
de Sevilla, que era lo mismo que un registro de mercancías que entraban y salían de sus colonias, pues a todo extranjero España le prohibió ejercer el
comercio en sus colonias, como también viajar a estas tierras.
2. PERIODO DE LAS LEYES NACIONALES O INTERMEDIO: A raíz de la independencia colombiana se expide la Constitución de 1821 que declara en
vigencia las leyes que hasta la fecha han regido en todas las materias que no se opongan a la Constitución ni a las leyes que expidiere el Congreso, se
consagró que rijan las leyes existentes o de la metrópoli siempre que no se opongan a la Constitución o a la Ley vigente nuestra. Aparece también el
Código de Procedimiento Civil el 13 de mayo de 1825 que estableció la jerarquía que debía observarse en la aplicación de las leyes dando prelación a la
Constitución y a la Ley que expida el Congreso y a falta de norma nacional se aplicarían las pragmáticas, decretos y ordenanzas del Gobierno Español.
3. PERIODO DE LA CODIFICACIÓN: Consistió en darse a la tarea de obtener una legislación propia para los independientes de España, lo que no fue
fácil. Ya se dijo que se expidió la Constitución de 1821, se expidió el primer Código de Comercio de 1° de junio de 1853 que reprodujo todo el articulado del
Código Español de Pedro Sáenz de Andino de 1829 y se derogan las Ordenanzas de Bilbao y todas las disposiciones sustantivas sobre comercio que hasta
la fecha han regido. En 1858 Colombia crea una nueva Constitución Política y creó los Estados Federativos, dejando en libertad a cada ciudad o Estado
para expedir su propia legislación, con excepción de la marítima y el comercio exterior que era de competencia del Gobierno General. Posteriormente
aparece la Constitución de 1886, que permite volver a la República unitaria, se eliminan los Estados Federativos de la Unión para convertirlos en
departamentos, intendencias y comisarías. Finalmente tenemos la Constitución de 1991, la que crea la Acción de Tutela y las acciones de grupo por
violación a derechos fundamentales y otorga a Colombia la libertad de cultos entre otras modificaciones.
LEY COMERCIAL:
La legislación comercial (la norma escrita) constituye la primera y la más importante fuente del Derecho Mercantil. Es la fuente por excelencia, la fuente
relevante que crea el Derecho Comercial. La ley proviene de un acto de voluntad político y siempre es una manifestación reflexiva del Derecho. El Art. 4
C.C. define la ley como declaración de la voluntad soberana manifestada en la forma prevenida en la Constitución Nacional. El carácter general de la ley es
mandar, prohibir, permitir o castigar.
La definición de ley que formula el Código Civil no se ajusta a los nuevos criterios de nuestra actual Constitución Nacional de 1991 y tan evidente es lo
anterior que al respecto el Consejo de Estado ha señalado: “la voluntad soberana es primaria, incondicionada y autónoma, se manifiesta libremente y
excluye toda posibilidad de sometimiento a un poder superior (la Constitución). La ley está sujeta a la Constitución que es el ordenamiento supremo y
fuente prístina de la legitimidad. En la ley la voluntad no es soberana, puesto que es susceptible de anularse total o parcialmente a petición de cualquier
ciudadano por vía de acción y cualquier juez de la República puede dejar de aplicarla en los casos particulares cuando estime que es contraria a los
preceptos constitucionales. Por eso la ley es un mandato secundario, subordinado, derivado y dependiente”.
La ley comercial es regla obligatoria dictada por el legislador para regular los asuntos de comercio y la profesión de comerciante. El Art. 1° C.Co. Dice que
“los comerciantes y los asuntos mercantiles se regirán por las disposiciones de la ley comercial, y los casos no regulados expresamente en ella serán
decididos por analogía de sus normas”. A su vez el Art 2° C.Co afirma que “en las cuestiones comerciales que no pudieren regularse conforme a la regla
anterior, se aplicarán las disposiciones de la legislación civil”. De lo anterior se concluye que la ley comercial debe aplicarse en forma preferente y exclusiva
para resolver asuntos de comercio y en los casos no previstos la analogía.
La analogía es un procedimiento lógico de interpretación que se basa en el carácter general y abstracto de toda norma legal y ante la ausencia de
disposiciones que regulen una situación determinada se aplicarán las que regulen casos semejantes. Otra aplicación de la analogía es el Art. 5 de la Ley
153 de 1887 vigente a la fecha que dice “cuando no haya ley exactamente aplicable al caso controvertido, se aplicarán las leyes que regulen casos o
materias semejantes, y en su defecto la doctrina constitucional y las reglas generales del Derecho”, disposición que se aplica con fundamento al Art. 822
C.Co.
El Art. 37 C.C. le señala al juez como deber decidir, aunque no halla ley exactamente aplicable al caso concreto o aquella sea oscura o incompleta para lo
cual aplicará las leyes que regulen situaciones semejantes y en su defecto la doctrina constitucional, las costumbres y las reglas generales de Derecho
Sustancial y Procesal.
LA COSTUMBRE COMERCIAL.
El Art. 3° C.Co. Declara: “La costumbre mercantil tendrá la misma autoridad que la ley comercial, siempre que no la contraríe manifiesta o tácitamente y que
los hechos constitutivos de la misma sean públicos, uniformes y reiterados en el lugar donde hayan de cumplirse las prestaciones o surgido las relaciones
que deban regularse por ella”. La norma anterior acepta la aplicación de la costumbre comercial a falta del Código de Comercio o norma escrita, la que
tendrá la misma autoridad que la ley. En estos casos la costumbre comercial suple a la ley, pero de ninguna manera la sustituye.
En la antigüedad el Derecho Comercial vivió bajo la codificación de la costumbre, de allí su característica de ser un Derecho Consuetudinario. Nuestro
Código de Comercio no define la costumbre comercial, en todo caso es lo mismo que el uso y estos vocablos son sinónimos. El uso es la manera cómo se
revela la costumbre y los usos repetidos con efectos jurídico-patrimoniales constituyen Derecho a falta de legislación positiva.
En el Libro de las Siete Partidas de Don Alfonso El Sabio encontramos la definición de la costumbre como el derecho o fuero que no se ha escrito pero que
lo han usado los hombres durante largo tiempo para los casos y razones que ellos consideraron útil. La costumbre es regla o norma de conducta que nace
espontáneamente en la vida del comercio para resolver conflictos que se suscitaron cuya aplicación se extendió a los casos que tengan la misma analogía,
toda vez que la costumbre es una conducta repetida. Es que al señalar la historia del Derecho Comercial nos damos cuenta que por muchos siglos éste
vivió bajo el influjo de la costumbre en razón a que no había Derecho Comercial escrito sino hábitos repetidos con distintas proyecciones sociales que
posteriormente fueron la base para formar el Derecho Escrito.
ESTIPULACIONES CONTRACTUALES.
El contrato es otra fuente directa del Código de Comercio, desde luego después de la ley, lo define el Art. 864 C.Co. “El contrato es un acuerdo de dos o
más partes para constituir, regular o extinguir entre ellas una relación jurídica patrimonial”. A su vez el Art. 1602 C.C. declara que “todo contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”. Finalmente, el Art 4° C.Co
señala: “Las estipulaciones de los contratos válidamente celebrados preferirán a las normas legales supletivas y a las costumbres mercantiles”.
En el Derecho Mercantil muchos contratos están intervenidos por el Estado desde que nacen hasta que extinguen, tal es el caso del contrato de
arrendamiento de locales comerciales, de transporte en todas sus modalidades, de sociedad, de seguro, de Leasing comercial, de Factoring, etc. La fuerza
obligatoria de los contratos radica en el postulado del Art. 1602 C.C. La ley considera a los contratantes como legisladores particulares, reformando o
derogando las leyes dispositivas o supletivas, voluntad contractual que no puede estar en contra de las disposiciones imperativas del Código de Comercio y
del Código Civil, tampoco de las dispositivas de carácter principal pues carecen de fuerza obligatoria frente a ellas.
LA JURISPRUDENCIA COMERCIAL:
En el periodo antiguo fue la jurisprudencia de los tribunales de comercio los que crearon la doctrina para resolver conflictos comerciales. Allí encontramos a
los Rules de Olerón, el Consulado el Mar y las Ordenanzas de Wisby, entre otras que no son otra cosa sino sentencias dictadas por los magistrados
pronunciadas en conflictos comerciales para resolver asuntos de comercio.
Hoy los tribunales del país realmente no crean normas comerciales, sino que aplican la norma imperativa comercial y en función de esa aplicación crean la
doctrina o la jurisprudencia. El Art. 4° de la Ley 169 de 1896 vigente a la fecha declara: “tres decisiones uniformes dadas por la Corte Suprema de Justicia
como tribunal de casación sobre un mismo punto de Derecho constituyen doctrina probable y los jueces podrán aplicarla en casos análogos, lo cual no
obsta para que varíe la Corte la doctrina en caso de que juzgue erróneas las decisiones anteriores”. Las decisiones jurisprudenciales de la Corte Suprema
de Justicia no son obligatorias su aplicación, son potestativas por el juzgador acatarlas y aun en cualquier tiempo la propia Corte podría abrogarlas.
Las sentencias judiciales de acuerdo al Art. 17 C.C. solo tienen fuerza obligatoria respecto de las causas en que fueron pronunciadas, es por tanto
prohibido a los jueces proveer en los negocios de su competencia por vía de disposición general o reglamentaria.
EL DERECHO CIENTÍFICO:
Se constituye con la doctrina de los autores, libros y textos que ha contribuido a la sistematización de las reglas consuetudinarias y al desarrollo del
Derecho Comercial. Es la opinión dada por los tratadistas en los diferentes temas de Derecho a través de textos y libros que le han servido al legislador
para dictar sus fallos, crear leyes y dilucidar los diferentes problemas jurídicos que se le presentan.
LEY EXTRANJERA:
Es la tercera y última fuente impropia del Derecho Comercial que tiene el carácter de ser cosmopolita, uniforme, progresista e internacional, es que la propia
Comisión Redactora del Código de Comercio para redactar nuestra actual legislación mercantil se fundamentó en la legislación extranjera. Disposiciones de
otros países que han sido adaptadas a nuestra idiosincrasia creando figuras comerciales que han sido aceptadas por la Comunidad Internacional, de allí la
razón para que averigüemos el contenido de la ley extranjera para interpretar nuestras propias disposiciones, pues la Comunidad Internacional ha aceptado
figuras como en los negocios a distancia, la compraventa, el transporte, los seguros, créditos, títulos valores, etc.
JERARQUÍA DE APLICACIÓN DE LAS NORMAS COMERCIALES.
Resumiendo lo estudiado en relación a las fuentes del Derecho Comercial podemos determinar así el orden jerárquico de la aplicación de la norma:
1. Normas imperativas del Código de Comercio, normas del Código Civil que invoca expresamente el Código de Comercio, normas dispositivas
principales del Código de Comercio.
2. Las estipulaciones contractuales o convencionales creadas conforme a las normas imperativas señaladas.
3. Las normas dispositivas por vía supletiva señaladas en el Código de Comercio.
4. La analogía
5. Las costumbres comerciales en el siguiente orden: local, nacional, internacional y extranjera.
6. Disposiciones del Código Civil que invoca el Art 2° C.Co.
En materia comercial la ley ha hecho excepciones sobre todo a menores de edad para que puedan contratar directa o por representante y participe así de la
actividad de comercio, tal es el caso del mayor de 14 años comerciante que tiene su propio peculio profesional, este sujeto se puede obligar directamente
hasta por el monto de su propio peculio, igualmente los menores de edad pueden ser socios de sociedades comerciales donde no se comprometa su
responsabilidad de manera solidaria e ilimitada y la capacidad jurídica comprende capacidad de goce y de ejercicio, la de goce la tiene toda persona por el
hecho de serlo, la de ejercicio en cambio es la aptitud legal de la persona para hacer valer sus derechos por sí misma y sin la autorización de otra.
MATRICULA COMERCIAL.
El registro mercantil se cumple ante la cámara de comercio del domicilio del comerciante y tiene por objeto hacer publica esa actividad comercial con el
propósito de que terceros y el público en general tengan conocimiento de acerca de que personas están dedicadas al comercio y no solo publicita la
persona comercial, también a los documentos y libros que debe llevar el comerciante así lo señala el artículo 27 del código de comercio el registro tendrá
por objeto llevar la matrícula de los comerciantes y de los establecimientos de comercio así como la inscripción de todos los actos, libros y documentos
respecto de los cuales la ley exige esa formalidad.
El código español de Sáenz de Andino de 1829 otorgó al registro el de conferir a la persona matriculada la calidad de comerciante, en otros términos, la
matrícula mercantil era constitutiva por sí sola de la calidad de comerciante. Nuestro registro comercial se aparta de este criterio, por sí solo no confiere al
sujeto inscrito la calidad de comerciante, otorga es publicidad mercantil, para ser comerciante en Colombia se necesita el ejercicio ordinario, habitual y
profesional de actos de comercio. En Colombia el sólo registro es una presunción legal que admite prueba en contrario para demostrar la calidad de
comerciante, la Ley 28 de 1931 creó la matrícula comercial para el comerciante, auxiliares de comercio, sociedades comerciales, etc., y en esa misma ley
se creó las Cámaras de Comercio. El registro del comerciante y de sus actos hace oponible a terceros los mismos, es decir les otorga publicidad mercantil,
por eso el registro es público, cualquier persona tiene acceso a él, puede obtener y revisar libros ante la Cámara de Comercio, obtener copias de
documentos, hacer registros mercantiles, de actos, documentos o establecimientos de comercio, así lo señala el Art. 26 C.Co.
2. FUNCIÓN DECLARATIVA:
La señala el Art. 29 núm. 4° C.Co. La inscripción podrá solicitarse en cualquier tiempo si la ley no fija un término especial para ello, pero los actos y
documentos sujetos a registro no producirán efectos respecto de terceros sino a partir de la fecha de su inscripción. Significa lo anterior que determinados
actos registrados y celebrados por el comerciante hace que sean oponibles a terceros de buena fe, en cambio los no registrados son inoponibles frente a
terceros.
3. FUNCIÓN CONSTITUTIVA:
EL acto jurídico tendrá eficacia una vez registrado en la Cámara de Comercio, es que en ciertos casos el registro cumple una función netamente sustantiva
como requisito formal necesario para la validez del acto jurídico, tal es el caso de la constitución o reforma de sociedades comerciales, en este caso la
escritura de constitución societaria debe registrarse ante la Cámara de Comercio del domicilio de la sociedad, si no se hace el contrato de sociedad será
irregular y este acto no producirá efectos frente a terceros de buena fe y tal omisión hace que los socios respondan solidaria e ilimitadamente con sus
bienes presentes y futuros de las obligaciones que adquiera la sociedad como persona jurídica(Art. 112 C.Co).
4. FUNCIÓN SANATORIA:
En ciertos casos el registro comercial sanea las deficiencias formales de que estaba afectado el acto jurídico, esto es hecho en debida forma el registro
comercial de una escritura societaria no podrá impugnarse el contrato de sociedad por vicios de forma pues éstos se entienden saneados con el acto de
registro, sólo podrá hacerse por defectos de fondo, así lo prevén los Art. 104 y 115 C.Co. Lo anterior permite concluir que en algunos casos el registro
comercial purga los defectos formales del contrato. Igualmente, el registro sustituye al documento perdido o destruido, basta para reponerlo la expedición
del certificado de Cámara de Comercio donde aparezca el texto original del documento perdido y así éste es legalmente sustituido y tendrá el mismo valor
probatorio de su original, así lo señala el Art. 44 C.Co.
5. FUNCIÓN DE AUTENTICIDAD:
La prevé el Art. 252 núm. 2° C.P.C. cuando dispone que un documento privado es auténtico entre otros casos si fuere inscrito en el registro público a
petición de quien lo firmó, explica entonces que al registro deben presentarse los actos o documentos con las firmas previamente autenticadas por el
funcionario competente y si éste es llevado personalmente por el mismo suscribiente ante el registro mercantil se cumple con una función de autenticidad
del acto o documento registrado.
En conclusión, la exhibición de libros de comercio es una excepción al principio de reserva y esta exhibición puede ser parcial o general, la parcial se hace
para fines probatorios a los asientos contables determinados objeto de litigio y el juez hará constar los hechos y piezas contables verificadas, también la
exhibición podrá ser general y estos casos son taxativos y el comerciante está obligado sin reserva alguna a aportar todos sus asientos contables y libros
en los siguientes casos:
1. En los procesos de insolvencia y liquidación judicial (Ley 1116 de 2006)
2. Liquidación de sucesiones
3. Liquidación de comunidades
4. Liquidación de sociedades comerciales
5. Liquidación de sociedades cuando cualquiera de los cónyuges sea comerciante (Decreto 1798 de 1990 Art. 27).