Material Rap 4
Material Rap 4
Material Rap 4
Madurez emocional
Tabla de contenido
1. Introducción
2. Mapa conceptual
3. Autoestima
3.1 Definición
4. Crecimiento emocional
5. Autorrealización
6. Autoconcepto
8. Material de apoyo
9. Referencias bibliográficas
Créditos
Creative commons
1. Introducción
Ciertamente, una gran cantidad de estudios han mostrado la importancia de la inteligencia emocional
en la adaptación al medio; lo cual ha sido justificado en el rol que esta juega en la expresión,
percepción, conocimiento de emociones, y en la regulación de los estados de ánimo. De igual forma se
ha establecido que existe una correlación positiva entre inteligencia emocional, empatía y autocontrol
en las situaciones sociales y las relaciones afectivas.
2. Mapa conceptual
3. Autoestima
3.1 Definición
La autoestima ha sido definida por Silva, I. & Mejía, O. (2015), como la apreciación que cada persona
hace de sí misma mediante un proceso valorativo-acumulativo, basado en la experiencia del día a día
y enfocado al yo holístico actual, pero, influenciado por el conjunto de estados anímicos persistentes a
lo largo de períodos de tiempo relativamente continuos y duraderos (Montoya y Sol, 2001; González-
Arratia, 2001).
Imagen 1.
Para establecer los tipos de autoestima se considera pertinente acudir a los planteamientos de los
autores Wilhelm, K., Martin, G. y Miranda, C. (2012), quienes aseguran que la autoestima es la
capacidad de enfrentar los desafíos básicos de la vida y la confianza en el derecho a triunfar y a ser
felices, puede ser positiva o negativa.
Teniendo en cuenta que sobre la autoestima descansan varios conceptos que subyacen al afecto;
estos conceptos, se pueden reconocer como cualidades independientes pero que en conjunto dan
forma y constitución a la autoestima como un elemento integrado. De esta forma Branden (1995),
reconoce seis pilares de la autoestima; André y Lelord (1999), tres pilares y Parinello (2002), cuatro.
4. Crecimiento emocional
Dentro del contexto de la inteligencia emocional y las competencias asociadas, cabe resaltar la revisión
realizada por Bisquerra, R. et al (2007), en la que se proponen los cuatro dominios-conciencia, los
cuales fueron establecidos por Goleman, Boyatzisy Mckee (2002).
Los estándares de aprendizaje social y emocional fueron elaborados en 2004 por el Illinois State
Board of Education (ISBE) que equivale al Departamento de Educación del Estado de Illinois; con el
propósito de dar forma al plan de desarrollo emocional que se aplica en los centros educativos de su
competencia (Bisquerra, R. et al. 2007).
Imagen 2.
10
5. Autorrealización
La autorrealización ha sido considerada como una tendencia básica de la vida humana, consistente
en la mayor realización posible de las potencialidades únicas de la persona y de todo aquello que esa
persona puede llegar a ser (Bernal, A., 2002).
Imagen 3.
11
Así mismo, Maslow identificó 18 rasgos característicos del sujeto autorrealizado a saber:
• Apreciación clara.
• Sentimiento de comunidad.
• Creatividad.
12
La autorrealización como completitud de vida fue expuesta por Charlotte Buhler (1962); quien determinó
que la persona desde esta noción se considera dirigida a metas que representan valores y sentido.
Así la autorrealización reclama una lucha y superación de dificultades, junto con una integración entre
diversas metas y objetivos (Bernal, A., 2002).
Imagen 4.
Por otro lado, Bernal, A., (2002), refiere que la autorrealización también ha sido asociada con la voluntad
de sentido (Frankl, V., 1988), lo cual significa el esfuerzo que realiza el sujeto por hallar un significado
a la propia vida, sentido que ha de descubrir y cuya plenitud debe alcanzar.
En síntesis, los conceptos de autorrealización como cumplimiento del curso de la vida (Buhler) o
como voluntad de sentido (Frankl) subrayan la dimensión propositiva de la persona como necesidad
existencial.
13
6. Autoconcepto
El autoconcepto puede ser concebido como una actitud valorativa y de identificación que el individuo
tiene sobre sí mismo (Tamayo, 1981); el autoconcepto también se destaca como una de las variables
resultantes de la interacción entre las personas (Nunes, M., Rigotto, D., Ferrari, H. y Marín, F., 2012).
De acuerdo con Tamayo (1981), referido por Nunes, M., et al., el autoconcepto está formado por tres
componentes: evaluativo, cognitivo y conductual.
14
Ciertamente, el autoconcepto se conforma en las relaciones con los demás, pero alude a los diferentes
aspectos que interesan a la persona como ser individual, tales aspectos son el autoconocimiento, la
autoestima, el ajuste emocional, la elección vocacional o el proyecto individual de felicidad (Goñi, E. &
Fernández, A., 2007).
Figura 5.
A su vez, el desarrollo humano ha sido expuesto por tres grandes escuelas (el conductismo, el
psicoanálisis y la psicología americana humanista), las cuales manifiestan diferencias a cerca de la
capacidad de autodirección del individuo; mientras que las dos primeras asumen que el desarrollo del
“ yo ” resulta de la respuesta dada a otros elementos (los estímulos del entorno y las fuerzas opuestas
del ello y superyó, respectivamente), la psicología humanista asume que el ser humano está provisto
de tendencias que le impulsan a un desarrollo constante y a la superación personal.
Para concluir, en la siguiente tabla se muestran los correlatos del desarrollo personal y del autoconcepto.
15
8. Material de apoyo
• Vídeo
• Vídeo
• Vídeo
9. Referencias bibliográficas
Bernal, A. (2002). El concepto de “Autorrealización” como identidad personal: una revisión crítica.
Cuestiones pedagógicas: Revista de ciencias de la educación, 16, 11-24. Recuperado de https://idus.
us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/51291/art_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Bisquerra, R. & Pérez, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación XXI,10, 61-82.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=70601005
Goñi, E. & Fernández, A. (2007). Los dominios social y personal del autoconcepto. Revista de
Psicodidáctica,12 (2), 179-194. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/175/17512202.pdf
16
Nunes, M., Rigotto, D., Ferrari, H. y Marín, F. (2012). Soporte social, familiar y autoconcepto: relación
entre los constructos. Psicología desde el Caribe, 29 (1), 1-18. Recuperado de http://www.redalyc.
org/articulo.oa?id=21323171002
Silva, I. & Mejía, O. (2015). Autoestima, adolescencia y pedagogía. Revista Electrónica Educare, 19
(1), 241-256. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=194132805013
17
18
19