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Datos d
U n cuento ¡grrr!
Caperucita Roja
Este es uno de los cuentos infantiles más conocidos y hay muchas ver-
siones disponibles en el mercado. Le sugerimos conseguir dos o tres
versiones distintas para compartirlas con los niños y realizar con ellos
una actividad de análisis de los textos y las ilustraciones. No tiene
que ser una actividad compleja, sino al nivel de los alumnos, para
que se percaten de las diferencias en las narraciones y también en
las ilustraciones. Pida que se fijen si todas dicen lo mismo, si empiezan
igual, si terminan igual, si aparecen los mismos personajes, etcétera. Co-
menten también las ilustraciones. Las preguntas dependerán de las diferencias
y similitudes entre las versiones que consiga. Al final pueden hacer una votación para elegir
la versión que le haya gustado más al grupo.
Invite a sus alumnos a representar teatralmente el cuento de Caperucita Roja. Favorezca
que los niños de ofrezcan voluntariamente a desempeñar los personajes de Caperucita, su
mamá, el lobo feroz, la abuelita y el leñador. Pídales que traigan de casa vestuario para cada
personaje, asígneles los parlamentos, propicie los ensayos e invite a los padres de familia el
día en que se presente esta obra. Sería, sin duda, un evento que favorecerá la integración del
grupo en una actividad conjunta, que favorecerá la identificación de talentos, propiciará la
retención de los parlamentos, la capacidad de comprensión lectora, de expresión verbal y
actoral. ¡A divertirse!
Mi cara dice… Los rostros de los personajes son muy expresivos, si los observan con
atención, es posible identificar la emoción que estaban sintiendo. Haga
el ejercicio con los niños, vayan mirando las caras y diciendo qué reflejan.
Luego invítelos a que ellos mismos traten de expresar con sus gestos las
emociones; vaya diciéndoles lo que deben manifestar: tristeza, alegría,
espanto, enojo, indiferencia, dolor, frustración, soledad, etcétera. Final-
mente, pueden dibujar círculos en una hoja blanca y con líneas trazar las
bocas y las cejas para que expresen las diferentes emociones.
Las tareas Pida a los pequeños que recuerden qué estaban haciendo las demás per-
del hogar sonas que les impedía contarle el cuento que quería el protagonista. Pla-
tiquen acerca de la paciencia y de que es importante colaborar con las
tareas de la casa. Tal vez si el niño le hubiera ayudado a su abuela o a su
mamá, habrían dispuesto de tiempo para contarle el cuento. Pregúnte-
les: ¿ellos qué hacen para ayudar en su casa? Vaya haciendo un listado
en el pizarrón con lo que mencionen los chicos, luego pueden identificar
las tareas más comunes en las que colaboran todos y aquellas en las que
pueden ayudar para sorprender a sus familiares.
Sentimientos Tomi se siente muy frustrado por la falta de disposición de su familia para
difíciles leerle el cuento que pide. Solo expresa su enojo con las interjecciones ¡Grrr!
y ¡Bah!, pero hay otro sentimiento difícil de expresar: el efecto de la indife-
rencia de los otros. Este cuento muestra cómo en la vida cotidiana los niños
no pueden obtener las cosas que piden al momento ya que los adultos no
pueden responder al estar ocupados con sus responsabilidades y activida-
des. Aproveche la oportunidad que abre este libro para investigar con sus
alumnos si han vivido situaciones parecidas. Permita que describan al resto
del grupo 2 o 3 experiencias y que hablen sobre qué hicieron cuando no
recibieron lo esperado. Estimule en ellos a desarrollar la tolerancia a la frus-
tración e invítelos, como lo hace este cuento, a aprovechar esos momentos
de soledad para que los cuentos cobren vida propia y sucedan otras histo-
rias. Así ellos aceptarán como opción jugar solos y hacer uso de la fantasía
e imaginación para armar sus propios cuentos y juegos.