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Vaya, parece que fue ayer cuando escribí el último texto de esta carpeta.

¡Dios, ha
pasado tanto! La vida ha girado de una manera hermosa y hoy soy feliz. Siempre he
sido bendecida de muchas maneras y siempre he agradecido con la vida tanto
amor, pero hoy hay un brillo en mí que no puede apagar nada. Tu amor ha llegado a
mi vida de la manera más sutil, delicada y al mismo tiempo arrasando con todo lo
que conocía. Tu amor me ha dado vida nueva, aliento entre tantas cosas, entereza.
Nunca había tenido tantas emociones nuevas en tan poco tiempo. Y es que la
verdad no estaba lista para esta noticia, amor, para que un buen día tú decidieras
decirme todo lo que sentías. Creí que jamás lo escucharía y sólo quería que viniera
de tu voz, de ti. Me lo has dado todo con eso, cuando te lo digo no sé si realmente lo
crees o profundizas, porque es algo tan grande que no me alcanzan las palabras
para expresarlo.
De verdad me cuesta escribir esto, amor, porque siento que nada es suficiente. Me
inundo de tanto amor que tengo en el pecho, me quema y siento explotar. Me siento
tan tonta a veces porque siempre rompo en llanto al pensar en ti, por Dios que me
siento muy agradecida de tenerte, de haberte encontrado y de amarte. Es que eres
increíble. Eres el hombre más maravilloso y apresante que he conocido. Es
imposible conocerte siquiera un poco y no caer muerta de amor por ti. Desde el
principio me enamoré de la calidad de ser humano que eres. Tu dulzura es
exquisita, tu ternura cautivante. Me robaste la atención con sólo hablarme, al verme
con eso ojitos que tienes. Tu corazón es impresionante, tu testimonio apasionante,
tu vida una prueba de que Dios existe. Sin duda siempre te consideré especial. Una
parte de mí siempre quiso buscarte, y en poco tiempo toda yo era tuya. Tenías que
ser tú, mi alma. Contigo podía disfrutar mi vida por más jodida que fuera; río con
sinceridad, amo con pasión, lloro con el corazón, aprendo las lecciones más
grandes de la vida, de fe y del amor. Me inspiras a ser mejor todos los días y quiero
luchar por todo eso que tanto amo porque me has enseñado a ir por todo. Me he
enamorado de mí como no tienes una idea. Por eso y mil cosas, muchas gracias,
Juan Pablo. Mi vida realmente era hermosa, llena de Dios y de gracia, pero contigo
se coronó todo, se completó. Soy plena y no tengo miedo de decirlo, a mis 20 años
soy feliz y estoy en paz. Es cierto que aún nos faltan mil cosas por vivir, por crecer,
padecer y celebrar, pero hoy lo logramos, vida. Hoy nos amamos todo lo que
pudimos, hoy crecimos como no creceremos mañana, hoy Dios nos ha concedido
seguir de la mano y nos bendijo con un día más para disfrutarnos.

Quiero vivir todo lo que venga a tu lado: quiero ser tu novia, amarte todo lo que
pueda, besarte y abrazarte cuando lo necesites y cuando no, ayudarte a crecer y
celebrar tus logros, regalarte los míos, compartir cada una de mis emociones y
posturas contigo. Quiero morir viendo tus ojos, teniendo la certeza de que te amé
con cada pedacito de mi alma y con cada segundo de vida.

Te amo para siempre.

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