Manual de Tecnicas de Laboratorio en Hematologia
Manual de Tecnicas de Laboratorio en Hematologia
Manual de Tecnicas de Laboratorio en Hematologia
en hem atología
Manual de técnicas de laboratorio
en hematología
4.a edición
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Advertencia
La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad
estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá
que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores
que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar las dosis
recomendadas, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad del
médico prescribir el tratamiento y las dosis más indicadas para cada paciente. Así mismo, la enfermera
debe realizar una correcta administración a cada paciente. Ni los editores ni los directores asumen res
ponsabilidad alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia
del contenido de esta obra.
E l Editor
Coautores
V
Colaboradores
En alguna ocasión anterior me atreví a pronosticar un gran éxito para esta publica
ción. Los acontecimientos han corroborado mis predicciones, pues el hecho de contar
ya con varias reimpresiones y hallarse en su cuarta edición denota la gran aceptación
que está teniendo entre el público médico. Animo a los autores a que con su reconocida
ilusión, sigan ofreciendo en el futuro este gran servicio a la com unidad sanitaria del
ámbito hispano, consistente en la periódica actualización de su valioso manual.
C iril R ozm an
Prefacio
Después de más de siete años desde la última edición de este libro, han sido muchos
los avances que se han producido en el campo de la hematología diagnóstica, también
conocida como hematología biológica, lo que nos ha obligado a realizar una profunda
revisión y actualización de su contenido. Asimismo, la jubilación de algunos de nuestros
colaboradores ha llevado a la incorporación de nuevos autores elegidos entre los mejores
especialistas de cada una de las áreas del laboratorio hematológico. Una de ellas, quizá
la que ha experimentado un cambio más espectacular, ha sido la biología molecular y
citogenética aplicada al diagnóstico y seguimiento clínico de las hemopatías malignas.
Pero la biología molecular también ha sido clave para el diagnóstico y caracterización
molecular precisa de las anemias minoritarias (prevalencia < 5/10.000). Un ejemplo
de ello son las talasemias y hemoglobinopatías, cuyo capítulo ha sido íntegramente
actualizado, aportando los últimos métodos para su caracterización genética y m o
lecular, imprescindibles para realizar u n consejo genético y diagnóstico prenatal. Este
progreso ha seguido un curso paralelo y en gran parte promovido por el aumento de
la prevalencia de estas enfermedades en nuestra población, especialmente de la anemia
falciforme, como consecuencia del impacto inmigratorio de los últimos diez años. Otros
aspectos novedosos son todos aquellos procedimientos diagnósticos relacionados con
el análisis morfológico de las células sanguíneas y hematopoyéticas: se ha realizado
una total renovación y actualización del capítulo sobre métodos para la clasificación
de las hemopatías malignas, que incluye tablas y una extensa iconografía, inexistente
en ediciones anteriores. El capítulo dedicado a los trastornos del hierro se ha ampliado
con los procedimientos para el diagnóstico de las anemias ferropénicas refractarias al
hierro (IRIDA) y otras microcitosis familiares atípicas, que cursan con exceso de hierro,
y que hasta hace muy poco eran de mecanismo desconocido. Asimismo, se ha procurado
reflejar, con mayor precisión, el progreso experimentado p or los sistemas de análisis
celular m ediante citometría de flujo, tanto los aplicados al diagnóstico de laboratorio
general (analizadores hematológicos automatizados) como al diagnóstico hematológico
específico (citofluorómetros). Así, la descripción de los analizadores hematológicos
automatizados, actualmente empleados por prácticamente todos los laboratorios clínicos
para la obtención del hemograma y otras magnitudes hematimétricas, se ha centrado
en sus diferentes sistemas de análisis, que, en los últimos años, han alcanzado una fase
de plenitud. Asimismo, se ha actualizado y ampliado el capítulo sobre citofluorometría
aplicada al diagnóstico hematológico y su importancia en el estudio de las hemopatías
malignas y de ciertas enfermedades raras de la sangre como la hemoglobinuria paroxís-
tica nocturna (HPN). Como no puede ser de otra manera, en esta edición se han am
pliado y puesto al día los conceptos, en constante transformación y actualización, sobre
aseguramiento y control de la calidad pre- y postanalítica, estandarización, acreditación
y certificación y sistemas para la evaluación externa de la calidad. Finalmente, se han
renovado y actualizado en profundidad los capítulos dedicados a la inmunohematología
y el diagnóstico de las citopenias inmunes, así como también al examen morfológico de
hemoparásitos, tan importante en la actualidad debido al aumento de enfermedades tro
picales como consecuencia del trasiego poblacional y el aumento de los desplazamientos
a grandes distancias facilitados por el turismo low-cost.
X ll Prefacio
Esta obra ha sido realizada en parte gracias a diversas ayudas a la investigación, es
pecialmente del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), del Ministerio de Educación
(CAYCIT y MCyT) y de la C om unidad Europea (Health Program o f the European
Union). Asimismo, queremos expresar nuestro agradecimiento a la colaboración que
nos ha prestado el Dr. Josep M .a Ribera Santasusana en la descripción de aspectos
morfológicos especiales de los leucocitos («Características morfológicas especiales de
las células sanguíneas: el cuerpo Y», capítulo 2, pág. 57), y a las técnicos de laboratorio
de eritropatología M ontserrat Corbella y Pilar Gómez por su ayuda en la preparación de
algunos de los capítulos.
Indice de capítulos
XV
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xvi ín d ice de capítulos
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C A P í T U L O 1
J. L. Vives Corrons
Las plaquetas son fragmentos de unas células presentes en la médula ósea llamadas
megacariocitos. Tienen forma ovalada o redondeada, no tienen núcleo y son las células
sanguíneas más pequeñas. Debido a su capacidad para agregarse constituyen el prim er
tapón hemostático en caso de hemorragia. Contienen en su interior varias sustancias
que intervienen en la coagulación de la sangre (factores de coagulación), cuya misión
es prevenir la extravasación de sangre y contribuir a la coagulación sanguínea, impres
cindible para el cese de la hemorragia.
El plasma es un componente líquido transparente de color ambarino en el que se
hallan suspendidas las células. Constituye, aproximadamente, un 55% del volumen total
de la sangre y está formado por un 90% de agua y un 10% de sustancias sólidas que se
encuentran disueltas en el agua. Entre estas destacan las siguientes:
• Glúcidos (glucosa).
• Lípidos (colesterol, triglicéridos, etc.).
• Proteínas (albúmina, globulinas, fibrinógeno, etc.).
• Electrólitos (iones sodio, potasio, calcio, cloruro, etc.).
• Sustancias reguladoras (vitaminas, enzimas, hormonas).
• Productos de desecho (ácido úrico, urea, creatinina, bilirrubina, etc.).
Como puede apreciarse, estas sustancias son de naturaleza m uy diversa, aunque
entre todas ellas destacan las proteínas que, vertidas al plasma por diferentes células de
los tejidos a través de mecanismos diversos (excreción, exocitosis y recambio celular),
tienen en su mayoría funciones muy concretas, como por ejemplo: catálisis (enzimas),
defensa (inmunoglobulinas y complemento), transporte (transcobalamina, ceruloplas-
mina, transferrina), endocrina (hormonas) o hemostasia (factores de la coagulación),
entre otras. El plasma contribuye, también de forma muy importante, a la regulación del
pH y el transporte de gases respiratorios (oxígeno y dióxido de carbono).
La sangre realiza múltiples funciones y de todas ellas, las más importantes son las
siguientes:
• Función respiratoria: transporta oxígeno ( 0 2) desde los pulmones hasta las células
de los distintos tejidos, y el anhídrido carbónico o dióxido de carbono (C 0 2), desde
estas hasta los pulm ones, donde es eliminado. Esta función es realizada en gran
medida, por la hemoglobina.
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 3
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 5
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 7
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8 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes
sanitario por virus en caso de muestras procedentes de pacientes HBV+ (hepatitis B),
HCV+ (hepatitis C) o HIV+ (virus de la inmunodeficiencia humana). En nuestro país
existen normativas referentes a las precauciones que ha de adoptar el personal sanitario,
especialmente el que realiza extracciones de sangre.
El volumen de sangre extraída mediante este sistema depende del tamaño del tubo y de
la intensidad de vacío, lo que permite, además, conseguir siempre una proporción correcta
entre la cantidad de sangre extraída y el anticoagulante. Además, la succión aplicada a la
vena puede controlarse manualmente, lo cual es importante en pacientes con venas de
pequeño calibre y que se colapsan fácilmente por efecto del vacío inducido por los tubos.
La cantidad total de sangre recogida con este sistema dependerá de la capacidad del tubo
recolector que, según las necesidades, varía generalmente entre 5 y 60 mi.
Si el empleo de una jeringa resulta inevitable, al transferir la sangre al tubo se debe ex
traer previamente la aguja de la jeringa y, una vez destapado el tubo, el cono o punta de esta
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se introduce apoyándolo sobre la pared interna del mismo y, mediante una ligera presión
sobre el émbolo, se deja que la sangre resbale suavemente a lo largo de la superficie interna.
Las agujas a emplear para la extracción de sangre deben tener unas características es
tandarizadas, tanto en lo que atañe al diámetro interno (0,5 para el calibre 16 y 0,79 mm
para el calibre 21) como a su longitud (25 m m para el calibre 16 y 50 mm para el calibre
21). Las agujas de calibre 21 son las más empleadas para la punción venosa, mientras
que las de calibre 16 se utilizan frecuentemente en hemodonación y sangrías terapéuticas
(banco de sangre), ya que al tener mayor calibre facilitan el paso de los eritrocitos y
permiten la extracción de una mayor cantidad de sangre en un m enor tiempo.
Sistemática de la punción venosa:
• Se identifica al individuo que va a someterse a la punción venosa.
• Sistemática y preparación del material. Toda exploración y procedim iento sobre
pacientes debe hacerse con guantes de goma, protectores como medida de asepsia
propia de todo procedimiento invasivo. El material imprescindible (tubos, algodón,
torniquete, agujas, líquido antiséptico, etc.) debe estar preparado antes de iniciar el
proceso de la punción.
• Se coloca una cinta elástica, manguito o torniquete alrededor de la parte superior de
la zona donde se va a realizar la punción, con el fin de aplicar una presión próxima a la
diastólica y facilitar el acceso local de la sangre. Poco antes de la punción se aconseja
cerrar el puño, ya que de esta forma las venas se hacen más visibles.
• Una vez seleccionada la vena adecuada, se procede a la limpieza de la zona con un
algodón humedecido en alcohol etílico al 70%, y la introducción suave de la aguja
con un ángulo de aproximadamente 45°. Cuando la aguja penetra, se reorienta en
sentido paralelo a la vena y se procede a recolectar la sangre en el tubo. Al objeto de
evitar una concentración excesiva de las células sanguíneas en el lugar de la punción
(hemoconcentración), el m anguito debe retirarse inmediatamente después de in
troducida la aguja en la vena, y una vez extraída la sangre y retirada la aguja, la zona
de la punción se limpia con un poco de algodón aplicando cierta presión para evitar la
salida de sangre y prevenir la formación de un hematoma. Una vez que se ha recogido
la muestra de sangre, la zona elegida se cubre con una tirita o pequeña tira de es
paradrapo u otro material adhesivo, de tamaños diversos, con un preparado especial
en su centro, para desinfectar y proteger heridas pequeñas.
El esquema general de las etapas imprescindibles para realizar una buena punción
venosa viene indicado en el cuadro 1- 1. Existen diversas circunstancias que imposibilitan
o desaconsejan la práctica de la punción venosa en el lugar señalado (cuadro 1-2), por
lo que en tales casos es necesario recurrir a otras zonas (cuadro 1-3).
Punción capilar
La punción capilar fue, durante muchos años, el procedimiento de elección para extraer
sangre destinada a la realización de los recuentos sanguíneos. No obstante, el empleo de
sistemas automáticos para el análisis y la generalización del sistema de colección mediante
tubos al vacío ha limitado su práctica a pediatría (recién nacidos) para obtener una muestra
de sangre destinada al cribado neonatal de enfermedades metabóücas y hemoglobinopatías
(prueba del talón), o a pacientes que, por diversos motivos, no pueden ser sometidos a
una punción venosa. Mediante la punción capilar se extraen una o varias gotas de sangre,
y constituye el procedimiento de elección para el control de la glucemia en pacientes
diabéticos y para la realización de análisis sanguíneos en niños de corta edad y recién
nacidos. En adultos, el lugar de elección para realizar una punción capilar es el pulpejo
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 11
• Edad
• Recién nacidos y niños de corta edad: venas pequeñas y poco visibles
• Adultos y personas de edad avanzada: venas esclerosadas o difíciles de visualizar
• Obesidad
• Quemaduras extensas
• Enfermos sometidos a tratamientos que utilizan predominantemente la vía intravenosa
(p. ej., administración de citostáticos)
• Enfermos con tendencia a desarrollar tromboembolismos
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del dedo (mediano o anular) cerca del borde (fig. 1-4); en niños de corta edad, el lóbulo
de la oreja, y en recién nacidos, el talón del pie (fig. 1-5).
Sistemática de la punción capilar:
1. Para la punción capilar se emplea una microlanceta estéril desechable (fig. 1-6)
de 2,5 m m de largo o un dispositivo automático especial.
2. La zona de elección es la yema del dedo índice o mediano (v. fig. 1-6) o el talón,
evitando la almohadilla (v. fig. 1-5). Antes de realizar la punción, y para mejorar
el flujo local de sangre, puede aplicarse una ligera presión longitudinal a lo largo
del dedo o calentar la extremidad con agua tibia o compresas a una temperatura
no superior a 40 °C.
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 13
3. Una vez realizada la punción es recomendable desechar la prim era gota, pero si
la salida de sangre ha sido dificultosa, y se ha exprimido excesivamente la zona,
es aconsejable repetirla, ya que la m uestra puede haber sufrido hemodilución.
4. Para recoger la m uestra de sangre obtenida suele utilizarse una micropipeta o
un tubo capilar, aunque según la finalidad del estudio a realizar puede utilizarse
también un portaobjetos, tiras reactivas o papel de filtro especial para el estudio
de enfermedades metabólicas o el cribado neonatal de enfermedades minoritarias.
Existe también la posibilidad de utilizar tubos tipo BD Microtainer® para recoger,
transportar y almacenar muestras de sangre obtenidas por punción capilar, pero
únicamente para pruebas en las que se usa suero o plasma. En cualquier caso,
no debe olvidarse recoger también una pequeña gota de sangre para realizar una
extensión.
EMPLEO DE ANTICOAGULANTES
Hacia los 3-7 min de practicada una extracción, la sangre sufre un proceso espontáneo de
coagulación. En una prim era etapa se forma una masa semisólida de color rojo llamada
coágulo, constituido por una red de fibrina que engloba todas las células sanguíneas, y que
posteriormente se contrae liberando un líquido de composición similar al plasma que se
conoce como suero. El suero tiene la misma composición que el plasma, a excepción del
fibrinógeno y diversos factores de coagulación que son consumidos durante el proceso.
Una vez finalizada la coagulación, el suero aparece como una fase bien diferenciada del
coágulo, constituido por una red de fibrina que engloba en su interior la totalidad de las
células sanguíneas. El suero se emplea para casi todos los estudios bioquímicos habituales
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 15
CUADRO 1-5. Efectos adversos de los anticoagulantes sobre las células sanguíneas
Eritrocitos
Crenación (equinocitosis)
Plaquetas
Hidratación (aumento del tamaño)
Leucocitos
• Citoplasma
• Vacuolización (neutrófilos y monocitos)
• Refuerzo de la granulación azurófila (granulación tóxica)
• Núcleo
• Apoptosis y cariorrexis (neutrófilos)
• Hidratación (linfocitos y monocitos)
• Desestructuración de la cromatina (todas las células)
máximo que puede transcurrir entre la extracción y la realización de las diversas pruebas
hematológicas depende de la naturaleza de las mismas, pero, en general, no debe ser
superior a las 24 h (tabla 1-2). Esto debe tenerse especialmente en cuenta si se ha de
emplear sangre mantenida anticoagulada con EDTA para realizar el examen morfológico
del frotis sanguíneo. Actualmente, la centralización del laboratorio clínico obliga al tras
lado de las muestras sanguíneas, con lo que la realización de los análisis puede tener lugar
después de muchas horas de haberse efectuado la extracción. Si bien esto puede carecer
de importancia para las pruebas de bioquímica plasmática, ya que son muy estables
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bajo refrigeración, no sucede lo mismo con las células sanguíneas, que pueden sufrir
importantes alteraciones morfológicas, fáciles de confundir con las que se observan en
algunos síndromes mielodisplásicos.
Los anticoagulantes se suministran en forma sólida o líquida. Los primeros están es
pecialmente indicados para la determinación de las magnitudes generales de la sangre
(hemograma) puesto que no producen, como los anticoagulantes líquidos, dilución
de la sangre. Actualmente pueden adquirirse tubos sellados al vacío que contienen los
diferentes anticoagulantes. El tipo de anticoagulante que contiene el tubo viene indicado
por el color del tapón (fig. 1-7).
Separador Citrato
Nada ae gel ED TA sódico Heparina
V T W V 1
J L
FIGU RA 1-7. Tubos al vacío para la recogida de sangre con diferentes tipos de coagulante. A. Sin
coagulante. B. Con coagulante.
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o
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c
-O"
CH-
n
CH.
-O
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 19
por precipitación del calcio, con lo que este último deja de actuar en el proceso de la
coagulación sanguínea. Es fácil de preparar, pero tiene el inconveniente de que, al alterar
sensiblemente la morfología eritrocitaria, puede producir variaciones imprevisibles del
VCM. Se emplea en forma de polvo, constituido por oxalato amónico y oxalato potásico
en la proporción de 3:2, respectivamente. La cantidad recomendada es de 2 mg de mezcla
por cada mililitro de sangre.
Oxalato sódico
Recomendado, al igual que el citrato sódico, para las pruebas de hemostasia, se emplea en
forma de solución de oxalato sódico (0,1 M) en la proporción de 1/4 (1 vol. de solución
por 4 vol. de sangre).
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20 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Plasma
CENTRIFUGACIÓN
Paquetes
de eritrocitos
una alteración de la forma. Este efecto es siempre más notable en el macrométodo que
en el micrométodo, hecho por lo que este último es preferible al anterior.
En la actualidad, todos los analizadores hematológicos automatizados suministran,
dentro del contexto del hemograma, un valor de hematocrito «electrónico» calculado por
el propio sistema a partir del valor del VCM (obtenido por conductividad o dispersión
lumínica) y la concentración de Ers. Este valor (Hto electrónico), como se ha mencionado
anteriorm ente, no considera el efecto del plasma atrapado entre los eritrocitos ni el
efecto de las restantes células sanguíneas, por lo que es siempre algo inferior (0,2-0,3%)
al obtenido por centrifugación.
Material
• Sangre total (50 |xl) tratada con EDTA-K3 (1,5-2,2 mg/ml).
• Tubos capilares de vidrio desechables y no graduados (Soda lime glass type II. Federal
Specification DD-G-541) cuyas dimensiones son: 1 m m de diámetro interior, 7,5 cm
de longitud y grosor de pared entre 0,18 y 0,23 m m (fig. 1-11). Estos tubos capilares
vienen comercializados con y sin anticoagulante. Los capilares con anticoagulante
FIGU RA 1-11. Tubos capilares para la determinación del hematocrito. La franja en el tubo superior
indica que lleva anticoagulante en su pared interna.
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 21
Método
1. Se llena hasta un máximo de 3/4 partes de la capacidad del tubo capilar con sangre
total y se sella un extremo del mismo con cera o plastilina.
2. Se centrifuga el capilar durante 5 m in (o 10 m in si el hem atocrito es >0,5).
La temperatura no debe ser superior a 40 °C durante todo el tiempo que dure la
centrifugación.
3. Una vez finalizada la centrifugación, se comprueba que no se haya producido
salida de sangre del capilar y se extrae de la centrífuga. Para leer el resultado puede
emplearse un lector de microhematocrito, colocando el tubo en una ranura al
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A f3
FIGU RA 1-13. A. Lector de microhematocrito para determinar el valor hematocrito. B. Vista superior
del plato giratorio de la centrifugadora.
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 23
Tubo de
microhematocrito
Regla
graduada
B (mm)
Método
1. Se llena el tubo de Wintrobe con sangre total bien homogeneizada utilizando la pipeta
Pasteur. Debe procurarse evitar la formación de burbujas de aire en la columna de
sangre, así como conseguir que, una vez finalizado el llenado, la parte superior de la
columna de sangre se halle exactamente a la altura de la marca 10 grabada en el tubo.
2. Se centrifugan los tubos (2.000-2.300 r.p.m.) durante 30 min, procurando que la
tem peratura de la centrífuga no exceda de 40 °C durante todo el tiem po que
dure la centrifugación. Si el hematocrito es superior a 0,55, el tiempo total de
centrifugación debe ser de 1 h.
3. La lectura del resultado se realiza extrayendo los tubos de la centrífuga y
valorando la altura en milímetros de la columna eritrocitaria, que corresponde
a una fracción de la longitud original de la columna sanguínea (100 mm). Debe
excluirse de la lectura la columna de leucocitos y plaquetas.
4. Una vez usados, los tubos de W introbe deben ser lavados con agua abundante,
inyectada a presión en el interior del mismo, al objeto de eliminar cualquier resi
duo de sangre. Es recomendable, al menos una vez por semana, colocar los tubos
en una solución diluida en ácido clorhídrico (HC10,1 N = 0,1 mol/1) durante 24
o 48 h, con el fin de arrastrar cualquier resto orgánico que hubiera podido quedar
adherido a sus paredes internas.
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 25
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26 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
tener las variaciones del volumen plasmático y el hecho de que no tenga el mismo valor
en todos los territorios vasculares del organismo lo hacen poco útil en la práctica para
conocer el volumen eritrocitario a partir de la volemia (volumen sanguíneo total) cuando
esta es determinada directamente mediante métodos isotópicos (v. capítulo 10).
ÍNDICES ER1TROCITARIOS
Introducción
El prim er paso en el estudio del tam año celular fue dado a principios del pasado
siglo por Price-Jones, quien midió el diámetro de los eritrocitos (extendidos, fijados
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 27
Esferocitosis
hereditaria Normal M acrocitosis
FIGU RA 1-17. Esquema de la curva de Price-Jones en una situación normal y en dos situaciones
patológicas.
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28 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Hto (1/1)
VCM =
Ers(xl0“ /1)
Ejemplo:
Si el hematocrito es de 0,45 quiere decir que 11 de sangre posee 0,451 de eritrocitos. Si
la concentración de eritrocitos es de 5 X 1012/1, el volumen ocupado por cada uno de
ellos será:
HCM = Hb(g^
Ers(xl0 /l)
Ejemplo:
Si una m uestra de sangre tiene 150 g/1 de hemoglobina y 5 X 1012/1 de eritrocitos, la
hemoglobina de cada eritrocito será:
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 29
ccm h = ™ M
H to (1/1)
Ejemplo:
Si una muestra de sangre tiene 150 g/1 de hemoglobina y el hematocrito es de 0,45,
la CCMH será:
CCMH = — = 333g/l
0,45
LECTURAS RECOMENDADAS
CLSI. Procedures for the Collection o f Diagnostic Blood Specimens by Venipuncture. Villanova PA.
NCCLS Approved Standard D ocument. 6th ed. Docum ent H3-A6. Wayne PA: CLSI; 2007.
Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Catalunya. Precauciones y medidas
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Catalunya; 1999.
Fuentes X, Castiñeiras MJ, Farre M. Códex del laboratorio clínico. Madrid: Elsevier; 2003.
H07-A3 (Electronic D ocument). Procedure for Determining Packed Cell Volume by the
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International U nion o f Pure, Applied Chemistry. International Federation o f Clinical Chemistry.
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(Recommendations 1995). Pure Appl Chem 1995;67:1563-74.
Van Assendelft OW, Simmons A. Specimen collection handling, storage and variability.
En: Lewis SM, Koepke IA editors. Haematology. Laboratory Management and Practice. Oxford:
Butterworth-Heinemann; 1995. p. 109-27.
Vives-Corrons JL et al. Effect of EDTA-anticoagulated whole blood storage on cell morphology
examination. A need for standardization. Int I Lab Haematol 2013 (in press).
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 2 9 .e l
Autoevaluación
1. Los eritrocitos o hematíes son células sanguíneas cuya función prim ordial es:
(a) Transportar oxígeno de los tejidos a los pulmones.
(b) Transportar oxígeno de los pulmones a los tejidos.
(c) Sintetizar hemoglobina para la respiración.
(d) Contribuir al característico color rosado de la piel.
(e) Transportar anhídrido carbónico p or la sangre.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los eritrocitos son el componente celular más abundante, carecen de núcleo
y organelas citoplasmáticas, y su única misión es el transporte de la hemoglobina a lo largo del
sistema vascular con el fin de garantizar la oxigenación de los tejidos (función respiratoria).
2. Los leucocitos son las células nucleadas de la sangre cuya función prim ordial es:
(a) Contribuir a la defensa del organismo contra los agentes extraños.
(b) Producir anticuerpos contra virus.
(c) Fagocitar las células sanguíneas envejecidas y contribuir a su eliminación.
(d) M antener los depósitos de hierro del organismo en buen estado.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los leucocitos se clasifican en tres subtipos: granulocitos, linfocitos y m o
nocitos. Todos ellos tienen una función defensiva. Los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y
basófilos) mediante fagocitosis o ingestión de las sustancias extrañas al organismo (formación
de pus), los linfocitos m ediante un proceso de inm unidad produciendo anticuerpos contra
las substancias extrañas al organismo (inm unidad humoral) o actuando directamente sobre las
mismas (inmunidad celular). Los monocitos, aunque su función es fundamentalmente fagocítica
(sangre) y macrofágica (tejidos), intervienen también en el proceso de la inmunidad modulando
algunas de sus etapas.
3. Las plaquetas son fragmentos de citoplasma que intervienen en:
(a) La hemostasia.
(b) La coagulación de la sangre.
(c) La trombosis.
(d) La activación de factores plasmáticos de la coagulación.
(e) Todos los anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: las plaquetas son fragmentos de unas células presentes en la m edula ósea
llamadas megacariocitos. Tienen forma ovalada o redondeada, no tienen núcleo y son las células
sanguíneas más pequeñas. Contienen en su interior varias sustancias que intervienen en la
coagulación de la sangre (factores de coagulación), cuya misión es prevenir la extravasación de
sangre y contribuir a la coagulación sanguínea en caso de hemorragia.
4. Uno de los aspectos importantes de la fase preanalítica del laboratorio clínico consiste en:
(a) Procurar que las muestras de sangre se obtengan en condiciones correctas.
(b) Iniciar los procedimientos analíticos previos a la realización de las medidas.
(c) Calibrar los analizadores automatizados.
(d) Realizar la extracción de sangre m ediante tubos colectores al vacío.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los resultados de los análisis sanguíneos dependen en gran m edida de la
correcta obtención y manipulación inicial del espécimen, de forma que una extracción deficiente
puede ser la causa de resultados erróneos a pesar de emplear una correcta m etodología. Por
ejemplo, una extracción dificultosa puede ser causa de una falsa trombopenia, y el valor hemato
crito puede variar hasta en u n 8%, dependiendo de si la extracción sanguínea se realiza con el
paciente sentado o en decúbito.
5. La principal ventaja de los tubos colectores de sangre al vacío es:
(a) Impiden la contaminación de la sangre recién extraída antes de su análisis.
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2 9 .e 2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 1 La sangre. Métodos de extracción y empleo de anticoagulantes 2 9 .e 3
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la HCM corresponde al valor m edio de la cantidad (en peso o masa) de
hemoglobina contenida en cada eritrocito, y se expresa en picogramos (pg). Se calcula dividiendo
la concentración de hemoglobina en sangre (Hb) por el núm ero de eritrocitos (Ers).
10. La concentración media de hemoglobina corpuscular (CMHC) corresponde a:
(a) La concentración de hemoglobina en cada litro de sangre una vez eliminado el plasma.
(b) El valor medio de la concentración de hemoglobina en la sangre.
(c) El peso medio de la hemoglobina sanguínea.
(d) Un parám etro estadístico.
(e) Un cociente calculado automáticamente por el analizador.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la CM HC es la concentración de hemoglobina por litro (1) de sangre sin
plasma, es decir, exclusivamente de la eritrocitaria. Teniendo en cuenta que la sangre tiene
aproximadamente un 50% de eritrocitos y un 50% de plasma, su valor es, aproximadamente,
el doble del de la concentración de hemoglobina en sangre total. Puede calcularse dividiendo la
concentración de hemoglobina en sangre (Hb) por el valor hematocrito (Hto) y se expresa en g/1.
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C A P Í T U L O 2
--------------------------------M e s e s ---------------------------------
Periodo fetal Recién nacido
Adulto
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32 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
sus formas m aduras, que son las que circulan p o r la sangre (hematíes, leucocitos y
plaquetas).
Sistema hematopoyético
En la médula ósea coexisten CMP y células hematopoyéticas progenitoras y precursoras
que, junto con las células maduras de la sangre circulante, constituyen el llamado «sistema
hematopoyético». El conjunto de CMP constituye entre un 0,01 y un 0,05% del total de la
celularidad hematopoyética norm al y, en su gran mayoría, se hallan en fase de intervalo
intermitótico prolongado, es decir, no se dividen ni se diferencian (compartimento de
reserva). Estas células se caracterizan por su elevada capacidad de autoduplicación y
diferenciación y de ellas, una pequeña proporción se duplica pero no se diferencia, lo
que perm ite m antener una cantidad m ínim a y constante de CMP a lo largo de toda
la vida (compartimento de autoduplicación). En un determinado momento, y por un
mecanismo no bien conocido, estas células inician un proceso de diferenciación hacia
cualquiera de las dos líneas celulares de maduración hematopoyética: mieloide o linfoide
(compartimento de diferenciación). Una de las características de la CMP es su elevada
capacidad de regeneración y autoduplicación, de m anera que, en teoría, una única
CMP podría producir todas las células sanguíneas que necesita un organismo humano
normal. En una proporción m uy pequeña, las CMP circulan por la sangre y son trans
portadas de un lugar a otro de la médula ósea, lo que contribuye a mantener la uniformidad
de su distribución entre com partim entos. Las CMP pueden ponerse de manifiesto
mediante cultivo in vitro de progenitores hematopoyéticos (de sangre o médula ósea),
y su morfología se considera m uy similar a la de un linfocito. Para su identificación en
la práctica clínica se emplea un anticuerpo monoclonal (AM) específico (CD34) que
permite también la obtención de concentrados de CMP utilizados en el trasplante de
progenitores hematopoyéticos (TPH) o trasplante de médula ósea (TM O), o para la
realización de estudios celulares con fines diagnósticos o terapéuticos. Las CMP son las
únicas células responsables de la reconstitución del sistema hematopoyético después de
un tratamiento ablativo (quimioterapia y/o radioterapia) de la médula ósea, de manera
que solo entre 100 y 500 CMP son suficientes para regenerar totalmente la médula ósea
de un ser hum ano gravemente dañada por agentes químicos y/o físicos.
Sistema linfoide
Además del tejido hematopoyético mieloide, localizado exclusivamente en la médula
ósea, la homeostasis de la sangre depende también de la función del tejido linfoide,
formado por órganos y folículos linfoides distribuidos p o r todo el organismo y que
constituyen el llamado sistema linfático (fig. 2-3). El sistema linfático está formado
por dos tipos de tejido linfoide: prim ario y secundario. El tejido linfoide primario es el
lugar donde maduran los linfocitos, estos se diferencian en células B y T (médula ósea
y timo); el secundario es donde se producen las respuestas inmunológicas (ganglios
linfáticos, folículos linfoides y bazo). A diferencia de los folículos linfoides, los gan
glios linfáticos y el bazo están encapsulados por una barrera de tejido conectivo y por
ello se los considera órganos.
El tim o es una glándula situada en el mediastino, detrás del esternón. Consta de
una cápsula fibrosa que engloba dos áreas globulosas que contienen linfocitos estre
chamente apiñados, células epiteliales (reticulares) y macrófagos. Las células reticulares
producen hormonas túnicas, que contribuyen a la maduración de las células T. Además,
en la m édula existen los corpúsculos del timo (o de Hassall) característicos, que son
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 33
M édula ósea
Ganglios linfáticos
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34 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Los folículos linfáticos o tejido linfoide relacionado con mucosas (TLRM) son
áreas de tejido linfoide acapsuladas que se encuentran dispersas en la lámina propia
(tejido conectivo) de la mucosa que reviste los aparatos digestivo, urinario, reproductor
y respiratorio. Entre estos se incluyen las amígdalas de la región faríngea, las placas de
Peyer en el íleon y los folículos linfáticos del apéndice. Las amígdalas están dispuestas
estratégicamente (tejido adenoide, palatino y sublingual) y participan en respuestas in-
munitarias contra sustancias extrañas inhaladas o ingeridas.
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 35
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36 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 37
Línea m ieloide
Comprende tres series celulares de maduración, las cuales terminan en la formación de
eritrocitos (serie eritropoyética o eritroblástica), granulocitos (serie granulopoyética o
granulocítica) y plaquetas (serie megacariocítica o plaquetaria), respectivamente.
Serie granulocítica
La maduración de la serie granulopoyética termina en la formación de los granulocitos
(neutrófilos, eosinófilos, basófilos), los mastocitos y los monocitos. Esta serie posee una
célula progenitora común llamada unidad formadora de colonias granulomonocíticas
CFU-GEMM
(CFU-S)
Precursor
mieloide
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38 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
(GM-CFU) que se diferencia en cuatro líneas de maduración distintas que darán lugar
a los granulocitos neutrófilos, eosinófilos, basófilos, mastocitos y monocitos (v. fig. 2-4).
De la GM-CFU derivan las unidades formadoras de colonias granulocíticas (G-CFU) y
de colonias monocíticas (M-CFU). A partir de la G-CFU, y en series celulares indepen
dientes, m aduran los granulocitos neutrófilos, los eosinófilos y los basófilos.
La prim era célula de la serie granulopoyética identificable morfológicamente es el
mieloblasto, que posee un tamaño comprendido entre 15 y 20 |±m con un núcleo de cro-
matina laxa (inmadura) que contiene entre dos y tres nucléolos y un citoplasma basófilo
y sin granulación o con m uy escasa granulación azurófila (primaria). Esta granulación
corresponde a los lisosomas, por lo que posee un elevado contenido en mieloperoxidasa
(MPO). La concentración de mieloblastos en la médula ósea es de aproximadamente
un 1% y normalmente estos no circulan nunca por la sangre. El mieloblasto madura a
promielocito, un citoplasma menos basófilo de tamaño algo superior (16-25 (xm) y con
abundante granulación azurófila. El núcleo presenta una cromatina algo más densa y
menos nucléolos. Su concentración en la médula ósea es algo mayor al 5% y en condicio
nes normales nunca se halla en la circulación. Cuando aparece la granulación específica
(neutrófila, eosinófila o basófila) y desaparecen los nucléolos, el promielocito se trans
forma en mielocito, de tamaño algo m enor (12-18 |xm) y caracterizado por la intensidad
de la granulación citoplasmática. Los mielocitos más abundantes son los neutrófilos, que
importan entre un 10 y un 20% del total de la celularidad medular. Conforme progresa la
maduración del mielocito, va disminuyendo la granulación primaria y el tamaño celular
hasta que se transforma en un metamielocito, cuya característica diferencial es la forma
peculiar del núcleo. Así, esta deja de ser redonda para hacerse arriñonada y la cromatina
aumenta de densidad. El diámetro del metamielocito (10-15 |xm) es algo inferior al del
mielocito y el citoplasma presenta abundante granulación específica. Su concentración
en la médula ósea es similar a la del mielocito (15-20% del total de la celularidad) y en
condiciones normales nunca circula por la sangre. Al continuar el proceso madurativo,
el tamaño de la célula disminuye significativamente y la escotadura del núcleo se hace
cada vez más pronunciada hasta adquirir la forma de un cayado, momento en el que a la
célula se la conoce como neutrófilo en cayado o banda. Los neutrófilos no segmentados
presentes en la médula ósea representan, aproximadamente, el 30% del total de la celu
laridad y en su mayoría alcanzan la etapa final del proceso madurativo consistente en la
segmentación del núcleo en varios lóbulos unidos mediante finos puentes cromatínicos.
En este estadio de la m aduración, a la célula se la denom ina neutrófilo segmentado o
polimorfonuclear. Aunque todos los neutrófilos segmentados pasan en la médula ósea
por la fase de cayado o banda, el pequeño porcentaje (1-6%) de estas células que alcanza
la sangre periférica ya no maduran a segmentados sino que permanecen como tales hasta
su eliminación por el sistema mononuclear fagocítico (SMF).
La maduración de la serie granulocítica viene regulada por diversas citocinas, entre
las que destaca el G-CSF, el GM-CSF y la IL-3. A cada etapa de la granulopoyesis le
corresponde una mitosis; existen norm alm ente cuatro mitosis entre el mieloblasto y
el metamielocito, el cual no sufre ya ninguna división ulterior. La duración total de la
maduración granulocítica varía entre 4 y 7 días.
Serie monocítica
La maduración de la serie monocítica sigue un proceso similar al de la serie granulocítica.
En la fase de progenitores existen dos células comprometidas, una com ún a la serie
granulocítica (GM-CFU) y otra específica para la serie monocítica (M-CFU) de la cual
deriva el monoblasto, que es el prim er precursor identificable morfológicamente como
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 39
Nombre Tejido
Histiocitos Conectivo
Células de Kupffer Hígado
Macrófagos alveolares Pulmón
Macrófagos de los cordones y senos esplénicos Bazo
Células sinusoidales Ganglio linfático
Macrófagos medulares Médula ósea
Macrófagos de las serosas Pleura y peritoneo
Osteoclastos Hueso
Células de la microglia Sistema nervioso
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40 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Serie eritropoyética
Es la que conduce a la formación de eritrocitos o hematíes. Su proceso de diferenciación
se caracteriza fundamentalmente p o r la síntesis de hemoglobina, principal pigmento
respiratorio del organismo. Este proceso, que depende fundamentalmente de la Epo, se
acompaña de un conjunto de modificaciones celulares m uy características:
• Disminución de la basofilia del citoplasma que se acompaña de un aum ento pro
gresivo de la acidofilia debido a la sustitución del ARN por hemoglobina.
• Pérdida del núcleo (extrusión).
• Desaparición de todas las organelas citoplasmáticas (maduración).
La diferenciación de la serie eritropoyética se inicia con el progenitor BFU-E que, a
su vez, se transforma en CFU-E. Este proceso requiere la presencia de GM-CSF e IL-3.
El prim er precursor reconocible morfológicamente como de serie eritropoyética es el
proeritroblasto, que se caracteriza por su gran tamaño (20-25 |xm), la intensa basofilia
citoplasmática y la presencia de un núcleo grande con crom atina laxa y finamente
reticulada en el que suelen apreciarse dos o más nucléolos. Es frecuente la existencia
de un halo blanquecino perinuclear y clasmatosis en la m em brana citoplasmática. La
diferenciación del proeritroblasto se produce mediante una sucesión combinada de
procesos de división m itótica y m aduración celular que term inan en la form ación
de eritrocitos adultos (fig. 2-5).
En este proceso de maduración, cada proeritroblasto da lugar a la formación de dos
eritroblastos basófilos que se caracterizan p o r un m enor tamaño (16-18 |xm) y mayor
m adurez citoplasmática, aunque conservan u n a intensa basofilia ju n to a una pro
gresiva condensación de la cromatina. A su vez, cada eritroblasto basófilo da lugar, por
división mitótica, a dos nuevos eritroblastos de idénticas características morfológicas
(eritroblastos basófilos tipo I y tipo II, respectivamente) que después de una nueva
mitosis se transform an en un eritroblasto policromatófilo (8-12 |xm) caracterizado
por su citoplasma gris rosado debido a la hemoglobina que inicia su síntesis en esta
etapa madurativa de la eritropoyesis. Esta célula ya no sufre ninguna otra división y
se transform a finalmente en eritroblasto ortocromático (7-10 |xm), caracterizado por
un mayor contenido citoplasmático en hemoglobina (color rosa-azulado) y un núcleo
picnótico. Del 20 al 45% de los eritroblastos ortocrom áticos presentan hierro en su
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 41
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42 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Serie m egacariocítica
La trombocitopoyesis es el mecanismo fisiológico responsable de la formación con
tinuada de las plaquetas. El prim er precursor de esta línea celular reconocible m or
fológicamente es el megacarioblasto, que inicia un proceso de aproximadamente siete
reduplicaciones sin división celular (endomitosis) cada una de las cuales se acompaña
de un aumento progresivo de la ploidía, la lobulación nuclear, así como del tamaño para
transformarse en diferentes formas de megacariocito. Suele m edir entre 25 y 30 jim de
diám etro, y su citoplasm a es intensam ente azul con unas prolongaciones a modo
de seudópodos (clasmatosis) que facilitan su identificación al examen morfológico
con el microscopio. El m egacarioblasto se transform a en promegacariocito, que es
una célula de tamaño algo superior al del megacarioblasto (30-55 (Jim) y muy fácil de
identificar por el aspecto multilobulado del núcleo, el citoplasma basófilo, desflecado
y con abundantes granulaciones. Por endomitosis (división del núcleo, pero no del
citoplasma), el promegacariocito se transforma en megacariocito, célula de gran tamaño
(80-100 (Jim) y elevada ploidía. Posee un citoplasma amplio de color rosado y repleto de
gránulos azurófilos, la mayoría de los cuales (especialmente en la periferia de la célula)
se agrupan y rodean lo que se denomina «membrana de demarcación», que delimitará
las futuras plaquetas. La fragmentación definitiva del citoplasma del megacariocito da
lugar a las plaquetas, que solas o formando cúmulos penetrarán finalmente en la sangre
después de atravesar la pared de los capilares.
El principal regulador de la trombocitopoyesis es la Tpo, horm ona que estimula la
regeneración y diferenciación de los megacariocitos y su fragmentación en plaquetas.
Junto a la Tpo en la megacariopoyesis intervienen también otros factores como la IL-3,
el SCF, la IL-11 y la Epo, que posee una gran analogía estructural con la Tpo.
Línea linfoide
La línea de diferenciación linfoide consta de tres series celulares de m aduración dife
renciadas: serie linfoide B, serie linfoide T (linfocitos colaboradores Th y citotóxicos
Te) y células natural killer (NK). Todas ellas derivan de un mismo progenitor linfoide
(CFU-L) que a su vez deriva de la CMP de la médula ósea. De este progenitor parecen
derivar también algunas células dendríticas.
La prim era célula reconocible morfológicamente de esta línea es el linfoblasto, que
resulta muy difícil de diferenciar del mieloblasto y el monoblasto, a no ser por el empleo
de técnicas complementarias como, por ejemplo, la citoquímica (MPO) o los anticuerpos
monoclonales (inm unofenotipo). A diferencia del resto de células hematopoyéticas,
los precursores de serie linfoide abandonan la médula ósea para term inar su proceso
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 43
madurativo en los tejidos del llamado sistema inmune. Es de señalar que mientras el
proceso de maduración de los linfocitos B se realiza fundamentalmente bajo influencia
del estroma de la médula ósea, la maduración de los linfocitos T se realiza bajo influjo del
estroma tímico.
Serie linfoide B
Los precursores linfoides m aduran a linfocitos B en la propia m édula ósea, ya que el
organismo hum ano carece de ellos, como sucede en las aves de un órgano específico
para la maduración de esta población celular («bursa de Fabricius»). La maduración de
los precursores linfoides de línea B en la médula ósea requiere de células del estroma
medular y se realiza a dos niveles: uno precoz, mediado por contactos intercelulares o
directos, y otro tardío, mediado por factores solubles. Al objeto de evitar la formación
de linfocitos B con capacidad reactiva frente al propio organism o (autorreactiva),
en el proceso madurativo existe un mecanismo de selección negativa p o r el cual los
linfocitos B inmaduros solo expresan IgM (no IgD) que reconocen los antígenos (Ag)
de su entorno, es decir, los de la propia médula ósea. Con ello se consigue un estado de
tolerancia inmunológica frente a estos Ag y se evita la aparición de linfocitos B activados
con capacidad autorreactiva. A medida que avanza el proceso madurativo de la línea
linfocitaria B, van apareciendo nuevas subpoblaciones con nuevos antígenos, como por
ejemplo el receptor para los eritrocitos de ratón (que originan las rosetas M), los recep
tores para la fracción Fe de la IgG o para las fracciones C3b, C3d y C4 del complemento.
Estos linfocitos presentan también receptores para la fracción Fe de la IgM (como los
linfocitos T colaboradores), pero su capacidad para unirse a esta inmunoglobulina es
muy inferior a la que presentan los linfocitos TM. Los linfocitos B presentan un receptor
característico para el virus de Epstein-Barr (VEB).
Los linfocitos B tienen, en general, menos longevidad que los T y su recirculación
(sangre-órganos linfoides y viceversa) es menos notoria. Su ubicación en los órganos
linfoides periféricos se establece preferentemente en los folículos linfoides de los ganglios,
en los folículos de la pulpa blanca del bazo y dispersos en la pulpa roja del mismo, así
como en los folículos del tejido linfático bucofaríngeo e intestinal.
Una vez maduros, los linfocitos B migran a órganos linfoides secundarios, funda
mentalm ente los ganglios linfáticos en donde se localizan en centros germinales de
los folículos linfoides, y a otros tejidos del sistema inmune como el timo, el bazo y las
mucosas del aparato digestivo. El antígeno extraño, solo o transportado por células de
Langerhans o similares, llega a los ganglios linfáticos en cuya paracorteza las células
transportadoras se transform an en células dendríticas y lo presentan a los linfocitos
B que, en 3 o 4 días, se diferencian en células plasmáticas secretoras de inmunoglobulinas
(IgM e IgG) y células B memoria. El resto de células B en fase de activación (y también
algunas células T) emigran a la corteza y a los folículos primarios donde interaccionan
con las células dendríticas foliculares, los macrófagos, las células Th y las células B. En este
proceso de maduración linfoide B el folículo primario del ganglio linfático se transforma
en secundario y aparece un centro germinal donde continúa la activación de las células B
que, después de pasar por la fase de centroblastos, se transforman en nuevas células plas
máticas y células B memoria. Las células plasmáticas, de mayor tamaño que los linfocitos
B, con citoplasma intensamente basófilo y el núcleo excéntrico de cromatina densa («en
rueda de carro») tienen como función primordial sintetizar inmunoglobulinas (Ig) que
salen a la circulación y actúan como anticuerpos (Ac). Las células B memoria se quedan
en el folículo, especialmente en la zona del manto.
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44 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Serie linfoide T
Los progenitores linfoides de la médula ósea y los precursores de la serie T (células pre-T)
no tienen capacidad de reconocer antígenos, ya que no expresan el receptor específico
de la serie (TCR) ni moléculas accesorias. Esas células migran preferentemente hacia el
timo y, en parte también, hacia la piel y el aparato digestivo. Ya en el timo, en el córtex, las
células T inmaduras, llamadas también timocitos inician un intenso proceso de división
mitótica del que más del 95% de los linfocitos resultantes mueren por apoptosis y el
resto, después de interaccionar con células del estroma (células nodriza, células corti
cales epiteliales y células dendríticas) m aduran a linfocitos T inmunocompetentes (Th
vírgenes) capaces de reconocer antígenos o moléculas extrañas al propio individuo. La
maduración de los linfocitos T inmunocompetentes se realiza mediante un mecanismo
de selección en el que intervienen dos fases: positiva, en la que sobreviven los timocitos
con receptores (TCR, CD4 o CD8 y moléculas accesorias) capaces de reconocer moléculas
de histocompatibilidad (MHC) propias, y negativa, en la que se eliminan por apoptosis
los timocitos que al haber superado la selección positiva reconocen moléculas del propio
individuo (autoantígenos) o tienen una afinidad excesiva por los componentes del MHC
propios. Este proceso asegura que mueran aquellos clones de células T no restringidos
por las M HC propias y aquellos que reconocen antígenos propios, de m anera que el
repertorio de células T maduras que salen del timo son clones de células T restringidos
por el patrón M HC propio y, por ello, «autotolerantes», es decir, sin inmunidad contra
células del propio organismo. Estos linfocitos, después de atravesar la m édula tímica,
abandonan el timo y, junto a los linfocitos B, recirculan por la sangre y el sistema linfático
de manera que cuando acceden a un tejido infectado pasan primero a los ganglios linfá
ticos regionales donde son activados y luego a la sangre en la que alcanzan los órganos
y tejidos linfoides periféricos.
En el proceso madurativo los timocitos TCR + , CD4+ y CD8+ van sufriendo cambios
profundos hasta dar lugar a una población de linfocitos T maduros que pueden ser de
dos tipos: colaboradores (Th), con receptores para la fracción Fe de la IgM y que facilitan
la diferenciación de los linfocitos B, y supresores (Te) con receptores para la fracción Fe
de la IgG, que la inhiben. Ambas subpoblaciones de linfocitos T pueden diferenciarse
mediante el empleo de anticuerpos monoclonales, ya que en cada caso presentan un
correceptor diferente (CD4 [colaboradores] yCD8 [supresores]) que reconoce porciones
conservadas de los antígenos HLA de clase II y clase I, respectivamente. El TCR (CD3)
también va madurando y finalmente se dividirá en dos tipos a|3 o X8. Estos receptores
reconocen el patógeno en pequeños péptidos dentro del antígeno HLA.
Transportados por la sangre, los linfocitos T llegan a los diferentes órganos linfoides
periféricos (ganglios linfáticos, bazo, placas de Peyer intestinales, órganos linfoides bu-
cofaríngeos), donde ocupan unas zonas concretas: zona cortical profunda y espacio
interfolicular de los ganglios, región periarteriolar del bazo y áreas interfoliculares de las
placas de Peyer y de los órganos linfoides bucofaríngeos. Estos linfocitos vuelven de nuevo
a la circulación general, por lo que esta recirculación se prolonga durante mucho tiempo
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 45
(meses e incluso años). Cuando entran en contacto con un antígeno, sufren un proceso
de regresión al estadio inmaduro (T-inmunoblasto) con producción de linfocinas, que
son unas glucoproteínas que actúan de mediadoras en la hipersensibilidad retardada.
Después de un prim er contacto con el antígeno, los linfocitos T adquieren memoria
inmunológicay, cuando entran nuevamente en contacto con el mismo antígeno, elaboran
linfocinas que son las responsables de los fenómenos de inmunidad celular.
En la piel, los linfocitos T coexisten con las células epiteliales de la epidermis (querati-
nocitos) y las células de Langerhans que captan antígenos (por endocitosis o fagocitosis)
y emigran por vía linfática hacia la paracorteza de los ganglios regionales. Aquí, las células
de Langerhans se diferencian en células dendríticas interdigitantes, actúan como potentes
células presentadoras de antígeno (CPA) a los linfocitos Th vírgenes y producen su
activación. Los queratinocitos pueden también secretar citocinas que inducen la reacción
inflamatoria local. Finalmente, y dispersos en la dermis, se pueden encontrar también
macrófagos y linfocitos B y T activados o memoria.
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46 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Granulocitos
Reciben este nom bre p o r poseer una granulación citoplasmática m uy abundante y
característica que, según su afinidad por los colorantes que se utilizan para su tinción
(tipo Romanowsky) se subclasifican en neutrófilos, eosinófilos y basófilos.
Granulocitos neutrófilos
Constituyen el 40-75% del total de leucocitos (2,5-7,5 X 109/1) y son el tipo de leucocitos
predom inante en sangre periférica. Su diámetro varía entre 10 y 15 jxm y poseen un
citoplasma ligeramente acidófilo (rosa pálido) con abundante granulación que, cuando
se emplea la tinción panóptica de Romanowsky, muestra afinidad por los colorantes
neutros y adquiere una tonalidad parda característica.
El núcleo es violeta-púrpura y está compuesto por cromatina muy densa y sin funcio
nalidad, cuya característica morfológica más destacada es la de presentar de tres a cuatro
lóbulos o fragmentos unidos p or puentes cromatínicos muy delgados lo que hace que
estas células tengan el núcleo de aspecto lobulado o polinucleado, hecho por el que se las
conoce también con el nombre de polimorfonucleares (fig. 2-7). En las formas menos ma
duras, el puente cromatínico que separa los lóbulos es mucho más ancho y, a veces, tanto
como el propio núcleo, por lo que este presenta forma de una banda o cayado (fig. 2-8).
En algunos granulocitos neutrófilos (GN) polimorfonucleares, el núcleo presenta un
O
FIGURA 2-8. Granulocito
neutrófilo con el núcleo en cayado
(MGG, X 1.000).
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 47
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48 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Granulocitos eosinófilos
Los granulocitos eosinófilos constituyen entre el 1-6% del total de leucocitos circulantes
(0,05-0,5 X 109/1) con una im portante variabilidad a lo largo del día (máxima concen
tración por la m añana y m ínim a p or la tarde). Su diámetro es de aproximadamente
12 m m y poseen un citoplasma basófilo repleto de gránulos bien individualizados,
redondos y de gran tamaño, que casi nunca cubren el núcleo. Estos gránulos contienen
sustancias de intenso carácter básico (espermina y esperm idina, principalm ente) y
cuando se emplea la tinción panóptica de Romanowsky fijan los colorantes ácidos,
esencialmente la eosina (gránulos eosinófilos) adquiriendo un color naranja intenso
(fig. 2-12). Observada mediante MET, esta granulación se compone de vesículas volu
minosas que contienen en su interior una o varias estructuras cristalinas de bordes rec
tangulares (fig. 2-13). El núcleo muestra una coloración violeta-púrpura algo más débil
que la del granulocito neutrófilo y, en general, es bilobulado, con dos masas nucleares
simétricas unidas por un puente de cromatina (forma de gafas). La polisegmentación
nuclear es rara en el eosinófilo maduro normal. La función del eosinófilo se relaciona
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 49
Granulocitos basófilos
Constituyen el tipo de leucocitos menos abundante de la sangre donde su proporción en
condiciones fisiológicas es siempre inferior al 1% (0,01-0,15 X 109/1). Su diámetro varía
entre 12 y 14 (xm, y su citoplasma acidófilo se halla repleto de una granulación grosera
que debido a su elevado contenido en compuestos ácidos (heparina, principalmente)
fija los colorantes básicos de Romanowsky y adquiere un color azul oscuro muy intenso
(fig. 2-14). Mediante tinción con azul de toluidina los gránulos basófilos adquieren un
color rojizo característico que destaca sobre el fondo azul del citoplasma (metacromasia).
La granulación basófila recubre prácticamente siempre un núcleo polilobulado solo
visible cuando existe desgranulación parcial, como sucede después de fijar las extensiones
de sangre en metanol absoluto o de un lavado excesivamente prolongado. A veces, la des
granulación es tan intensa que puede apreciarse bien el carácter acidófilo del citoplasma
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50 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
celular junto a los huecos dejados por la pérdida de los gránulos. Observados mediante
MET, los gránulos basófilos pueden presentar características diferentes. Así, pueden ser
homogéneos, granulados o lamelares (fig. 2-15).
Los gránulos basófilos contienen compuestos diversos entre los que destacan la his-
tamina, conocido mediador de reacciones inflamatorias (hipersensibilidad y alergia), la
heparina, las proteasas, los compuestos lipídicos y también las citocinas (interleucinas:
IL-4 e IL-12) moduladoras de las reacciones inmunes. Ello explica la basofilia que puede
observarse en enfermedades sistémicas relacionadas con la patología inmune como, por
ejemplo, los síndromes inflamatorios crónicos y el hipotiroidismo. El contenido de los
gránulos basófilos es liberado por estímulo de los receptores IgE presentes en la superficie
celular. Durante un tiempo se creyó que, dada su similitud morfológica, los basófilos eran
la contrapartida circulante de los mastocitos presentes en los tejidos. Hoy se sabe que
son dos estirpes celulares diferentes con un progenitor comprometido (CPC) común y
funciones similares como, por ejemplo, la liberación de mediadores inflamatorios, pero
también con importantes diferencias (cuadro 2-1).
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 51
• Los basófilos son siem pre células circulantes, m ientras que los m astocitos son siem pre
com ponentes hísticos
• Los basófilos tienen núcleo bilobulado y los m astocitos núcleo sencillo
• El diám etro de los basófilos es de 10 |xm y el de los m astocitos llega a las 30 |xm
• Los basófilos tienen g ránulos de glucógeno y los m astocitos no
• Los g ránulos en los m astocitos son m ás pequeños y están en m ayor núm ero
Linfocitos
Son, en frecuencia, la segunda población leucocitaria circulante, ya que constituyen
entre un 20-40% del total (1,5-4,5 X 109/1). De estos, entre un 70-75% son linfocitos
T y entre un 15-20% son linfocitos B. El resto, entre un 5-10% son células linfoides
nulas (noB-noT) la mayoría de las cuales corresponden a células NK. Cuando no están
activados, los linfocitos son células de pequeño tamaño (6 a 9 |xm), con citoplasma escaso
y basófilo, sin granulación o con pocos gránulos azurófilos y con un núcleo redondo, de
contorno regular y cromatina densa (predominio de heterocromatina), sin nucléolos
(fig. 2-16). El tamaño del citoplasma aumenta con la activación, de manera que un linfocito
activado puede alcanzar entre 7 y 18 pm (linfocito grande). En la sangre de un individuo
normal circulan un 3-5% de linfocitos grandes, generalmente linfocitos B en recirculación
hacia los tejidos linfoides y células NK. Los espacios libres de heterocromatina están
ocupados por cromatina laxa (eucromatina). Observados mediante MET, el citoplasma
de los linfocitos presenta escasas mitocondrias y algunos ribosomas (fig. 2-17).
Para realizar sus funciones, los linfocitos presentan receptores en su superficie,
algunos de los cuales reconocen estructuras del propio patógeno y otros patógenos
opsonizados por proteínas del sistema inmune (inmunoglobulinas o fragmentos de ac
tivación del sistema complemento). Los linfocitos B maduros se caracterizan por poseer
inm unoglobulinas de superficie, que van apareciendo progresivamente a m edida que
avanza el proceso de m aduración. La prim era en aparecer es la IgM y posteriormente
la IgD, m ientras que las IgG, IgA e IgE solo lo hacen cuando el linfocito ha sufrido un
estímulo antigénico. Los linfocitos de la línea B todavía inmaduros (linfocitos pre-B)
y que no presentan los marcadores Ig antes citados pueden identificarse m ediante
la demostración de cadenas pesadas jx (de la inm unoglobulina M) en el interior del
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52 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
citoplasma. Después del estímulo antigénico, el linfocito B sufre, en el interior del folículo
linfoide ganglionar, una transformación morfológica que lo transforma en un linfocito
B con m em oria inmunológica o bien en célula plasmática. Esta transformación pasa
por una serie de etapas que van desde la aparición de una profunda hendidura en el
núcleo del linfocito con progresivo aumento del tamaño celular (centrocito pequeño y
centrocito grande), hasta convertirse en una célula con signos de inmadurez morfológica
(centroblasto pequeño y centroblasto grande, respectivamente). Este último, ya fuera
del folículo linfoide, se transforma en un inmunoblasto, que presenta tamaño notable
(20-30 (xm), núcleo redondeado de cromatina laxa y varios nucléolos de localización
periférica y con un citoplasma intensamente basófilo que presenta marcada pironinofilia
(gran célula pironinófila). A partir de este estadio evolutivo, el inmunoblasto puede re
gresar al estadio de linfocito B pequeño, quiescente, o bien convertirse en una célula plas
mática, secretora de inmunoglobulinas. La célula plasmática se localiza en los cordones
medulares de los ganglios linfáticos, el bazo, el tim o y también en la médula ósea, la
piel y el intestino. Su morfología es m uy peculiar, presenta un núcleo excéntrico de
cromatina densa («en rueda de carro»), con un citoplasma intensamente basófilo que
posee una zona yuxtanuclear más clara (arcoplasma), donde se encuentra el aparato
de Golgi m uy hipertrofiado (fig. 2-18).
Aunque morfológicamente los linfocitos B no se distinguen de los linfocitos T, poseen
a diferencia de estos, escasa o nula actividad enzimática para las hidrolasas ácidas. La
desoxinucleotidiltransferasa terminal (TdT) puede detectarse en algunas células pre-B.
Por el contrario, Los linfocitos T, además de los atributos inmunológicos (receptores
antigénicos), poseen también unas características citoquímicas que pueden contribuir
a su identificación cuando no se dispone de métodos inmunológicos. Entre ellas des
taca la positividad para la ANAE ácida y la positividad granular fina, de preferencia
centrosómica, para las enzimas fosfatasa ácida y la P-glucuronidasa. Por el contrario, a
diferencia de los timocitos o linfocitos T inmaduros, los linfocitos T maduros carecen
de actividad TdT.
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 53
Monocitos
Constituyen el 2-10% del total de leucocitos (0,2-0,8 X 109/1) y su diámetro varía entre
14 y 20 (xm. El citoplasma, muy abundante y de color gris azulado, posee una fina gra
nulación azurófila dispersa pero algo más abundante en las proximidades del núcleo.
Este normalmente tiene una localización central y su forma siempre redondeada puede
presentar una o varias escotaduras que le confieren un aspecto arriñonado (fig. 2-19).
Debido a su gran tamaño, ocupa gran parte del citoplasma y su crom atina es laxa, fila
mentosa e irregular de aspecto ondulado (cromatina «peinada»). Observado mediante
el MET, el citoplasma del m onocito presenta un abundante retículo endoplásmico y
un aparato de Golgi muy desarrollado (área centrosómica). La granulación es también
abundante y el núcleo presenta una configuración característica con un predominio de
eucrom atina y un ribete periférico de heterocrom atina (fig. 2-20). A diferencia de los
polimorfonucleares, el m onocito circula solo temporalmente p o r la sangre periférica,
ya que muy pronto (antes de los 5 días) emigra a diferentes tejidos, donde permanece
bajo la forma de histiocito con actividad macrofágica durante meses o incluso años.
Los macrófagos derivados del monocito tienen una localización exclusivamente hística,
poseen un núcleo redondo o ligeramente lobulado y se caracterizan por poseer cuerpos
multilaminares y abundantes seudópodos o prolongaciones en su superficie celular.
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fe
I
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 55
mm 90 140
O 90 97
Eritrocito
grosor del área central es menor que el de la periferia, lo que pone de manifiesto un exceso
de superficie en relación con el volumen (fig. 2-22). Esta forma tan peculiar del eritrocito,
que puede apreciarse muy bien cuando se observa mediante microscopia electrónica de
barrido (fig. 2-23), es fundamental para asegurar una elevada capacidad de deformación,
imprescindible para atravesar la microcirculación y los espacios intercelulares que cons
tituyen el llamado «filtro esplénico».
Debido a que la realización de la extensión supone siempre un artefacto mecánico
im portante sobre la morfología eritrocitaria, existe la posibilidad de evitarlo mediante
la fijación previa de los eritrocitos directamente a partir de sangre total con una solu
ción de glutaraldehído (2%) y observarlos posteriormente en suspensión mediante el
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56 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 57
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58 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
■
La existencia de cuerpo Y indica que un individuo tiene un sexo cromosómico mas
culino. La principal utilidad del estudio del cuerpo Y radica en la demostración de la im
plantación de la médula ósea alogénica cuando no hay identidad sexual entre el donante y
el receptor del trasplante de médula ósea. El hecho de que pueda efectuarse el estudio en
células en interfase permite demostrar la implantación de cada serie hematopoyética por
separado, así como demostrar la procedencia de otras células derivadas de precursores
hematopoyéticos, como los osteoclastos, las células de Kupffer, los macrófagos alveolares,
las células de Langerhans y la microglia.
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 5 8 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuándo se inicia la hematopoyesis medular?
(a) Primera etapa fetal (intrauterina).
(b) Segunda etapa fetal (extrauterina).
(c) El período embrionario.
(d) A las 2 semanas de la edad adulta.
(e) Durante la prim era infancia.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: todas las células de la sangre derivan de una única célula o progenitor común
conocida como célula madre pluripotente (CMP) (stem-cell en la terminología anglosajona).
En el sujeto adulto normal la CMP se halla en el tejido hematopoyético de la m édula ósea y el
proceso por el cual las CMP se transform an en células de la sangre, se denomina hematopoyesis.
En el organismo hum ano, la localización de la hematopoyesis varía con el desarrollo, de manera
que durante la etapa embrionaria (primeras semanas de la gestación) se halla en el saco vitelino;
durante la prim era etapa fetal (hasta los 6 o 7 meses de vida intrauterina), en el bazo e hígado,
y durante la segunda etapa fetal (7.° mes de vida hasta las 2 semanas del nacimiento) en la médula
ósea con un pequeño componente hepatoesplénico que persiste hasta unas 2 semanas después
del parto (hematopoyesis fetal). Finalmente, a partir de las 2 semanas de vida y durante toda la
edad adulta, en la médula ósea, exclusivamente.
2. ¿Cuál de las siguientes funciones realizan las citocinas?
(a) M aduración final de las células hematopoyéticas.
(b) Diferenciación de los progenitores hematopoyéticos.
(c) Regulación funcional del sistema linfoide.
(d) Control de toda la hematopoyesis.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los factores de crecimiento, o citocinas, son glucoproteínas producidas
por el estroma, osteoblastos, ciertos linfocitos y otras células, que actúan sobre los procesos de
diferenciación y m aduración celular regulando el proceso de la hematopoyesis. Los factores
de m aduración intervienen en la última etapa de la hematopoyesis, cuando las células ya tienen
un elevado grado de maduración para producir las células que circulan por la sangre (hematíes,
leucocitos y plaquetas).
3. ¿Cuál es la función más im portante del bazo?
(a) Hematopoyesis adulta.
(b) Regulación de la función de los linfocitos T.
(c) Reservorio de hematíes.
(d) Eliminación de células sanguíneas envejecidas.
(e) Regulación de la formación de plaquetas.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: el bazo es el órgano linfoide más grande del organismo y está situado en el
hipocondrio izquierdo, entre el estómago y el diafragma. El parénquima del bazo esta formado
por la pulpa blanca y roja. La pulpa blanca es tejido linfático formado por linfocitos y macrófagos
dispuestos alrededor de ram as de la arteria esplénica. La pulpa roja está form ada por senos
venosos llenos de sangre y cordones de tejido esplénico (cordones de Billroth) que se componen
de eritrocitos, macrófagos, linfocitos, células plasmáticas y granulocitos. La sangre llega al bazo
y alcanza la pulpa blanca, cuyas funciones son fundamentalmente tres: 1) eliminación de células
sanguíneas y plaquetas envejecidas o defectuosas; 2) reservorio o almacenamiento de plaquetas,
y 3) hemopoyesis (solo durante el período fetal).
4. ¿Cómo se denom inan las células de la hematopoyesis norm al cuya línea de m aduración
puede ser identificada morfológicamente?
(a) Células madre.
(b) Progenitoras.
(c) Precursoras.
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5 8 .e 2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 2 Las célu las sanguíneas 5 8 .e 3
(d) Megaloblasto.
(e) Promonocito.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el megacariocito es una célula de gran tam año y elevada ploidía. Posee un
citoplasma amplio de color rosado y repleto de gránulos azurófilos, la mayoría de los cuales (es
pecialmente en la periferia de la célula) se agrupan y rodean lo que se denomina «membrana de
demarcación», que delimitará las futuras plaquetas. La fragmentación definitiva del citoplasma
del megacariocito da lugar a las plaquetas, que solas o formando cúmulos penetrarán finalmente
en la sangre después de atravesar la pared de los capilares.
9. ¿Qué leucocitos de la sangre se identifican morfológicamente por las características tintoriales
de su granulación?
(a) Los monocitos.
(b) Los linfocitos grandes granulados.
(c) Los polinucleares.
(d) Los precursores granulopoyéticos.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el diagnóstico de las enfermedades de la sangre, pero tam bién el estudio de
muchos trastornos del organismo, requiere de la observación morfológica del frotis o extensión
de sangre periférica. Por ello, es m uy im portante saber reconocer las características m orfoló
gicas de las células sanguíneas circulantes (leucocitos, hematíes y plaquetas) y diferenciarlas de
todas aquellas alteraciones que pueden obedecer a una enfermedad de la sangre o una alteración
secundaria o de causa no hematológica.
10. ¿Qué es el cuerpo Y?
(a) Una forma que adquiere a veces la granulación neutrófila en la leucemia aguda.
(b) Una prominencia del citoplasma celular que tiene forma de Y.
(c) Una translocación cromosómica característica de ciertos síndromes linfoproliferativos.
(d) Un corpúsculo brillante presente en algunos neutrófilos observados m ediante m icros
copio de fluorescencia.
(e) Un artefacto de tinción en condiciones especiales.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: el cuerpo Y, llamado tam bién cuerpo cromatínico, es un corpúsculo muy
brillante que puede identificarse al observar con el microscopio de fluorescencia las células en
interfase o en metafase de los individuos de sexo masculino. Corresponde a la parte distal de los
brazos largos del cromosoma Y, que es una zona rica en heterocromatina. Se observan mediante
al microscopio de fluorescencia.
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C A P Í T U L O 3
INTRODUCCIÓN
El examen morfológico de la sangre periférica es una prueba de gran valor diagnóstico;
sin embargo, debido al uso, cada vez más extendido, de la automatización en hematología,
su utilización ha disminuido en proporción inversa hasta el punto de llegar a menos
preciarse en favor de las «alarmas» o señales que suministran los analizadores para indicar
la existencia de posibles anomalías. En cualquier caso, debe tenerse m uy en cuenta que
un sistema electrónico nunca podrá sustituir la apreciación morfológica realizada por un
experto y, p or tanto, el examen morfológico del frotis de sangre continuará siendo
un complemento fundamental para el diagnóstico hematológico y clínico en general.
Como contrapartida, debe señalarse que la automatización del examen morfológico de
la sangre ha contribuido de manera decisiva a la mejora de la asistencia, ya que puede ser
realizado en un gran número de pacientes de forma muy rápida y precisa, de manera que
solo cuando existe alguna alteración se generará una «alarma» indicativa de la necesidad
de revisión manual o mediante examen morfológico convencional.
Actualmente, la proporción de muestras (hemogramas) que requieren una obser
vación morfológica del frotis viene determinada por diferentes circunstancias entre las
que destaca la sistemática de trabajo de cada laboratorio, aunque puede serlo también
una necesidad clínica concreta, criterios económicos o la implantación de protocolos.
Una particularidad m uy im portante que tiene el examen morfológico del frotis es
que requiere personal experto con conocimientos de citología apropiados. En España, el
profesional especialista en este campo es el hematólogo, aunque pueden serlo también los
patólogos o los profesionales del laboratorio clínico cualificados. En Europa, este examen
es responsabilidad prácticamente exclusiva del laboratorio clínico, mientras que en EE. UU.
son muchas veces los médicos generales {general practitioners o GP) quienes lo realizan,
aunque cada vez menos, debido al creciente control reglamentario del personal de labora
torio que necesita un certificado para realizarlo. Ello debe ser así porque, a diferencia de un
simple hemograma automatizado, el examen morfológico del frotis de sangre requiere pe
ricia y conocimientos que solo poseen personas con la formación adecuada, lo que supone
un mayor coste y, por tanto, la necesidad de limitar su realización solo a aquellos casos en
que se crea necesaria para el diagnóstico. En este sentido, la Sociedad Internacional de Labo
ratorio de Hematología (ISLH) ha publicado los criterios de consenso (www.islh.org) para
el examen morfológico del frotis de sangre sobre la base de los resultados del hemograma
automatizado. Es por esto que todos los laboratorios deberían tener un protocolo para el
examen de un frotis de sangre que siga, a ser posible, las recomendaciones de la ISLH.
Con todo existen diferentes circunstancias que pueden influir en la decisión de realizar un
examen morfológico del frotis como, por ejemplo, la edad y el sexo del paciente, si se trata
de una primera solicitud o es un examen de control, es decir, ha existido un cambio de
comportamiento clínico significativo con respecto a una situación anterior (delta check).
M uestra de sangre
En prácticamente todos los laboratorios clínicos, las extensiones se realizan a partir de
una muestra recogida en anticoagulante, y siempre dentro de las 4 h de practicada la
extracción de sangre. El anticoagulante de elección para preservar la morfología de las
células sanguíneas es la sal potásica del ácido etilenodiaminotetraacético (EDTA) a una
concentración de 3,7 a 5,4 |xm (1,5 a 2,2 mg) para la sal dipotásica (EDTA-K2, 2H20 )
que es la recomendada por el International Council for Standardization in Haematology
(ICSH). Según el National Committee for Clinical Laboratory Standards (NCCLS), puede
utilizarse también la sal tripotásica (EDTA-K3) a una concentración de 3,3 a 4 |xm. La
heparina no debe emplearse como anticoagulante para la tinción de células sanguíneas
porque favorece la agregación de las plaquetas y con ello la apreciación de su morfología
o de su concentración a partir de la extensión (recuento directo por el método de Fonio).
Además, la heparina también favorece la aparición de un refuerzo de la tonalidad azul de
las tinciones cuando se emplea la coloración panóptica.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 61
ralladuras o improntas digitales. Para su conservación, antes del empleo, pueden guar
darse en un contenedor sellado al vacío y con un pequeño recipiente que contenga una
mezcla de tres partes de alcohol metílico y una de acetona.
En el caso de que sea necesario reciclar portaobjetos usados o sucios, deben lavarse
mediante inmersión en un medio detergente a 60 °C durante un mínimo de 30 min y, a
continuación, introducirlos varias veces en un recipiente con abundante agua caliente (50-
60 °C) hasta que hayan liberado todo el detergente. Después de este lavado ya pueden secarse.
O tro procedimiento para limpiar portaobjetos es sumergirlos en una solución de
dicromato potásico (20 g de Cr2K20 7en 100 mi de agua y 900 mi de H2S 0 4concentrado)
durante 48 h y, a continuación, lavarlos con abundante agua corriente.
Una vez limpios los portaobjetos pueden conservarse en una solución de alcohol
metílico al 95% hasta su empleo, aunque en la actualidad se utilizan portaobjetos dese-
chables ya que no son excesivamente caros en comparación con la labor que supone su
lavado y secado, especialmente cuando se analizan muchas muestras al día.
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62 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Gota de sangre
Aproximación
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 63
Zona de linfocitos
Sentido de
la extensión Zona de
neutrófilos
y monocitos
FIGURA 3-3. Esquema de una extensión sanguínea con indicación de las diferentes áreas que la
componen y la distribución celular de las mismas. En la línea de puntos se indica la dirección que hay que
seguir en el recuento diferencial leucocitario.
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64 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 65
MÉTODOS DE TINCIÓN
Principio general
Prácticamente todos los métodos empleados para teñir las células de la sangre se basan
en el empleo de colorantes tipo Romanowsky constituidos, fundamentalmente, por la
mezcla de eosinas y derivados de las tiazinas. Romanowsky utilizó por vez prim era es
ta mezcla de colorantes para poner en evidencia el núcleo del parásito del paludismo o
malaria; para ello se basó en la idea del llamado «teñido neutro» de Ehrlich, que consiste
en dejar que un colorante básico reaccione con otro ácido para dar lugar a un compuesto
con nuevas propiedades. De esta forma, combinando la eosina (colorante ácido) con el
azul de metileno (colorante básico derivado de las tiazinas), obtuvo no solo una aceptable
visualización del parásito del paludismo, sino también una amplia gama de colores que,
aplicada a las células sanguíneas, constituye hoy en día el principio básico para su obser
vación morfológica mediante microscopio. Posteriormente, la técnica de Romanowsky
fue perfeccionada por Leishman y Jenner, en Inglaterra, y por May-Grünwald y Reuter, en
Alemania, que consiguieron mayor estabilidad de los colorantes y mejor reproducibilidad
del método de tinción aplicado a las células sanguíneas en extensión.
El método de Romanowsky aplica dos principios básicos de tinción: a) la fijación de
la sangre extendida sobre el portaobjetos, y b) el empleo, junto a los colorantes clásicos
(eosina y azul de metileno), de unos derivados por oxidación del azul de metileno (me-
tiltioninas), que se conocen como azures (azur A, azur B y azur C). Estas sustancias son
metacromáticas, responsables de la coloración púrpura o roja de la cromatina nuclear leu-
cocitariay de ciertas granulaciones citoplasmáticas, que por ello se denominan azurófilas.
La coloración de Romanowsky permite distinguir los siguientes aspectos morfológicos
y estructuras celulares:
• Forma, dimensiones y contorno de las células sanguíneas.
• Núcleo celular y restos de cromatina (color púrpura).
• Citoplasma de los linfocitos (color azul).
• Citoplasma de los monocitos (color grisáceo).
• Granulaciones de los polimorfonucleares:
• Eosinófilos: color naranja.
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66 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tinción de Giemsa
Material
• Extensión sanguínea bien seca.
• Alcohol metílico (metanol) absoluto (totalmente libre de acetona).
• Solución de Giemsa.
• Microscopio con objetivo de inmersión.
• Aceite de inmersión.
Método
1. Se fija la extensión en metanol absoluto durante 5 m in (las extensiones de médula
ósea precisan unos 15 min).
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 67
Tinción de M ay-Grünwald/Giem sa
El empleo com binado de los colorantes M ay-Grünwald y Giemsa se conoce con el
nombre de tinción panóptica de May-Grünwald/Giemsa. Esta tinción resalta de manera
especial las granulaciones leucocitarias y mejora la coloración de los eritrocitos. De uso
recomendado para programas de evaluación externa de la calidad (PEEC), esta tinción
ha sido recientemente estandarizada por el External Quality Assurance Programmes in
Laboratory Medicine (EQALM).
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68 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• Extensión sanguínea bien seca.
• Solución de May-Grünwald.
• Solución de Giemsa.
• Microscopio con objetivo de inmersión.
• Aceite de inmersión.
Método
1. Se aplica la solución A de M ay-G rünwald durante 5 m in sobre la extensión
(método horizontal) o se introduce el portaobjetos en un recipiente con el colo
rante (método vertical).
2. Se elimina el exceso de colorante lavando directam ente el portaobjetos con
solución amortiguadora B o introduciéndolo en un recipiente con dicha solución
durante 1 min.
3. Se aplica solución B de Giemsa durante 20 m in sobre la extensión (método ho
rizontal) o se introduce el portaobjetos en un recipiente que contenga dicha
solución (método vertical).
4. Se lava la extensión con agua corriente (o solución amortiguadora B) durante un
mínimo de 2 min.
5. Se deja secar al aire espontáneamente. Una vez seca, la extensión está lista para su
observación mediante el microscopio.
Tinción de W right
La tinción de W right es una modificación de la de Leishman (especialmente indicada
para la visualización de parásitos del paludismo) y sus características son similares a las
de la tinción de May-Grünwald/Giemsa.
Colorante de Wright
1. Se disuelve 1 g de colorante en 600 mi de alcohol metílico absoluto.
2. Se calienta a 56 °C hasta la disolución completa del colorante.
3. Se deja enfriar, filtrar y guardar en un envase bien tapado, así se evita siempre el
contacto con acetona o ácidos en general.
Método
1. Se fija la extensión de sangre añadiendo sobre la misma un volumen de solución
colorante (sin diluir) durante 1 min.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 69
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70 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
2. Se añade al colorante dos o tres gotas de agua destilada-PBS (pH 6,8), procurando
no desparramar la mezcla fuera del portaobjetos.
3. Se mezcla bien la solución colorante con el diluyente y se espera 10 min.
4. Se lava bien la extensión con abundante agua destilada y finalmente se deja secar
al aire. Una vez seca, la preparación está lista para ser observada al microscopio.
Reactivos
Solución madre de colorante
1. Se disuelven 3 g de azur B puro (C I52010) en 300 mi de dimetilsulfoxido (DMSO).
Antes de añadir el azur B, se calienta el DMSO a 37 °C y una vez añadido se agita
vigorosamente la solución durante 30 s a intervalos de 5 min.
2. Se disuelve 1 g de eosina Y (CI 45380) en 250 mi de DMSO y se realiza la misma
operación que para preparar la solución de azur B.
3. Se mezclan las soluciones de azur B y eosina lentamente (durante unos 30 min
como mínimo), empleando un agitador magnético hasta que la disolución sea
completa.
Esta solución puede mantenerse estable durante varios meses si se conserva a tem
peratura ambiente y alejada de la luz (frasco oscuro).
Solución fijadora
Se prepara mezclando 1 vol. de la solución madre con 14 vol. de metanol absoluto.
Método
1. Se fija la extensión durante 3 min en solución fijadora.
2. Se aplica la solución colorante extemporánea durante 10 min.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 71
CUADRO 3-3. Motivos justificados para solicitar un examen morfológico del frotis
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72 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 3-6. Equipos de digitalización de imágenes que permiten los exámenes automatizados del frotis
sanguíneo.
D isponer de estos sistemas perm ite también estandarizar los actuales Programas
de Evaluación Externa de la Calidad (PEEC) para el examen morfológico del frotis,
sustituyendo el envío de frotis control teñidos a los laboratorios participantes por un
sistema a través de Internet donde todos los miembros de un mismo programa puedan
visualizar online la misma extensión de sangre. De esta forma se eliminan las variables
no debidas al observador, como son los defectos inherentes a la preparación de las
extensiones (homogeneidad en la distribución de las células) o la tinción no siempre
exactamente igual en todas ellas.
El resurgim iento de estos equipos en la práctica clínica nos dem uestra, una vez
más, que incluso en la era de los estudios moleculares el examen del frotis de sangre
continúa siendo una herram ienta indispensable en el diagnóstico clínico general
y hematológico en particular; obviamente no m ediante su realización sistemática,
sino solo cuando lo aconseje la clínica o las restantes exploraciones complementarias
practicadas al paciente.
Asimismo, este hecho refuerza la vitalidad del examen del frotis como complemento
de ciertos hemogramas cuyo resultado no puede ser interpretado solo con las magnitudes
automatizadas. Más aún, el examen del frotis puede ser decisivo para confirmar la exis
tencia de ciertas alteraciones cuantitativas o verificar la importancia de algunas alarmas
suministradas por los analizadores hematológicos automatizados. En definitiva, continúa
plenamente vigente aquella frase de principios del siglo xx que dice: «El microscopio es
al hematólogo lo que el fonendoscopio es al cardiólogo», lo que, en realidad, nos viene
a decir que son muy pocas las enfermedades de la sangre que pueden ser diagnosticadas
sin u n examen morfológico del frotis.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 73
fundamentales del llamado examen hematológico básico o hemograma (v. capítulo 4).
Desde que la tinción panóptica de Romanowsky se aplicó de m anera sistemática al
estudio morfológico de las células sanguíneas, hasta la llegada de la automatización al
laboratorio de hematología, el RDL se ha realizado mediante observación microscópica
del frotis de sangre teñido y análisis de 100 o 200 células.
Como todo procedimiento manual, el resultado depende de tres variables fundamen
tales que se han de tener siempre en cuenta:
1. El grosor de la extensión.
2. La calidad de la tinción.
3. La pericia del observador.
Grosor de la extensión
El grosor de la extensión es un aspecto clave para la correcta observación de un frotis de
sangre y debe siempre ser tenido en cuenta antes de la tinción. Una buena extensión no
debe ser excesivamente gruesa ni excesivamente fina, ya que, en el prim er caso, además
de dificultar la observación de la morfología eritrocitaria, la distinción entre linfocitos y
monocitos será difícil, mientras que si es excesivamente delgada, la mayoría de neutrófilos
y monocitos se hallarán en las áreas periféricas.
Todo ello, además de dificultar el recuento, alterará la relación normal existente entre
las células (falsas linfocitosis, neutrofilias o monocitosis) y dificultará la apreciación de la
morfología eritrocitaria y plaquetaria. La distribución irregular de los leucocitos obedece al
diferente tamaño de las células, de forma que las más pequeñas (linfocitos) tienen tendencia
a situarse hacia el centro de la extensión, y las de mayor tamaño (monocitos), en las regiones
más periféricas. La única forma de conseguir una distribución regular y uniforme de los
leucocitos sobre el portaobjetos es el empleo de sistemas mecanizados para realizar la
extensión de sangre. Con todo, no debe olvidarse que incluso en una extensión de calidad,
la distribución de los leucocitos no es siempre del todo uniforme, de manera que en las
barbas y en los laterales de la misma el número de células es siempre superior al existente
en el cuerpo o región central, que es la zona ideal para realizar el recuento (v. capítulo 2).
Calidad de la tinción
Depende del tipo y las características del colorante y del método de tinción empleados. La
calidad y garantía de los colorantes es fundamental para obtener tinciones reproductibles.
Igualmente, el método de la tinción es también de gran importancia, por lo que se debe
respetar escrupulosamente el tiempo de fijación de las células y el de la acción del colorante.
Otros factores a tener en cuenta son la temperatura, cuyas variaciones pueden m o
dificar la coloración, y el empleo de portaobjetos totalmente libres de polvo y grasa, ya
que de lo contrario es muy posible observar importantes alteraciones de la morfología
eritrocitaria. La gran dificultad que normalmente tiene un laboratorio clínico para con
trolar de forma estricta todas estas variables hace aconsejable el empleo de sistemas
automatizados de tinción que, al estandarizar el procedimiento, consiguen coloraciones
más reproducibles.
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74 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Con todo, y dando por supuesto que se han tenido en cuenta los requisitos m eto
dológicos m encionados, es habitual apreciar notables variaciones en los resultados,
especialmente en aquellas células de baja concentración, con variable definición m or
fológica (neutrófilos no segmentados o «en banda») o con similitudes que inducen a
confusión (ciertos linfocitos frente a monocitos y viceversa). A pesar de ello, una fórmula
leucocitaria convencional realizada a 100 elementos tiene un gran valor informativo,
ya que alerta siempre sobre posibles alteraciones morfológicas o presencia de células
anormales. Tal es así que, cuando una fórmula leucocitaria es realizada por un observador
experimentado y conocedor de los aspectos clínicos del paciente, tiene mucho mayor
valor e interés clínico que el grado de exactitud estadística que puedan tener los valores
numéricos ofrecidos por el clásico recuento porcentual de los leucocitos.
M étodo
La realización del RDL debe iniciarse observando la extensión mediante un objetivo de
poco aumento ( X 10), lo que permitirá apreciar la calidad de la tinción, el grado de con
servación de las células (presencia o no de artefactos) y su distribución. A continuación,
y mediante un objetivo de mayor aumento (X50 o X100), puede iniciarse el recuento
mediante un recorrido sobre la zona elegida procurando que en el trayecto el 50% de
las células analizadas pertenezcan a las zonas periféricas o bordes del cuerpo y el 50%
restante a la zona central propiamente dicha, prestando siempre atención de no duplicar
la observación de las mismas células, Normalmente, la fórmula leucocitaria se valora en
tantos por cien (%) y se realiza sobre la base de la observación microscópica de 100 leu
cocitos. En ambos casos, el límite de confianza (95%) es excesivamente amplio como para
poder considerar un resultado fiable. Así, un resultado del 5% debería realizarse sobre
un mínimo de 1.000 células para que pudiera empezar a considerarse fiable (tabla 3-1).
La variabilidad entre observadores para identificar las «bandas» o «cayados» es un
hecho bien conocido; obedece a la dificultad que existe ante un núcleo aparentemente
segmentado de conocer si el grosor del puente que une los segmentos nucleares entre sí
cumple el criterio según el cual un fragmento de cromatina tiene una anchura superior
al tercio del grosor de las zonas más anchas o lobulaciones (v. capítulo 2). Siguiendo este
criterio, en un individuo aparentemente sano el tanto por ciento de bandas varía entre
un 1 y un 6% del total de leucocitos (0,05-0,8 X 109/1) y un ligero aumento por encima
de este margen puede atribuirse a la variabilidad inherente a la observación morfológica.
De hecho, la existencia de desviación a la izquierda no debe ser considerada hasta que
después de la observación de 200 células, el porcentaje de «bandas» es superior al 10%.
Este método debe aplicarse ante cualquier otra variación leucocitaria que a juicio del
observador pueda considerarse anómala, y emplear la prueba estadística de Rümke; para
ello se coloca el valor obtenido en el prim er recuento en las abscisas y el obtenido en el
segundo en las ordenadas (fig. 3-7). Si el punto de interacción de estos dos valores se
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 75
halla en el interior del área rayada, es muy probable que la diferencia no sea significativa.
Por el contrario, si el punto de interacción se halla fuera de esta área, es posible que los
valores sean significativamente diferentes. En cualquier caso, cuando existe una des
viación a la izquierda, esta no pasa inadvertida, dado el elevado número de células con
las características morfológicas descritas anteriormente y representadas en la figura 3-7.
La influencia de todos los factores sobre la fiabilidad del recuento realizado visualmen
te se representa en el cuadro 3-4. La reproductibilidad del método obtenido mediante
anáfisis repetido de un mismo espécimen es relativamente aceptable para los neutrófilos
y linfocitos, pero m ucho menos para las restantes clases de leucocitos, especialmente
aquellos que se hallan en muy escasa proporción (como los basófilos). Igualmente, el
estudio de la inexactitud relativa realizado mediante análisis comparativo (coeficiente
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76 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Niños Adultos
(18-50 años)
Recién
nacido 1 semana 1 mes-2 años 4 años 10 años
LEU CO CITO S (X109) 9 -30 5-21 6 -18 6 -1 6 5 -14 5 -11
Neutrófilos
Relativo (%) 50 39 28 40 51 55-75
Absoluto (XI 09/l) 9 4,7 3,1 3,6 4,1 2,5-7,5
Eosinófilos
Relativo (%) 2 3 3 3 3 1-4
Absoluto (X109/l) 0,36 0,36 0,33 0,27 0,24 0,05-0,5
Basófilos
Relativo (%) 0,6 0,4 0,4 0,6 0,5 0,2-1,2
Absoluto (X109/l) 0,108 0,05 0,044 0,054 0,04 0,01-0,15
Linfocitos
Relativo (%) 31 41 60 50 38 17-45
Absoluto (X109/l) 5,6 4,92 6,6 4,5 3,04 1,5-4,5
Monocitos
Relativo (%) 6 9 5 5 4 2-8
Absoluto (X109/l) 1,1 1,1 0,55 0,45 0,32 0,2-0,8
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 77
Alteraciones cuantitativas
Pueden ser de tres tipos:
1. Aumento de una subpoblación determinada de leucocitos.
2. Disminución de una subpoblación de leucocitos.
3. Presencia de células inmaduras o juveniles.
Aumento de una subpoblación determinada de leucocitos
Neutrofilia
Debe considerarse neutrofilia cuando la cifra absoluta de neutrófilos es superior a
7,5 X 109/1 y puede obedecer a una de las siguientes causas:
• Infecciones bacterianas. Endocarditis bacteriana subaguda, abscesos intraabdomina-
les, tuberculosis. En estos casos, el aumento de neutrófilos es tan acusado que, debido a
que en ocasiones se acompaña de la salida a sangre periférica de elementos inmaduros
de la serie mieloide, puede confundirse con una leucemia (reacción leucemoide).
• Síndromes mieloproliferativos. Entre los síndromes mieloproliferativos (SMP) cró
nicos que se acompañan de neutrofilia destacan la leucemia mieloide crónica (LMC)
y la policitemia vera (PV). En estos casos, es característica la marcada leucocitosis, es
pecialmente en la LMC, donde, a veces, es superior a 500 X 109/1. Prácticamente, toda
la población leucocitaria está constituida por neutrófilos maduros (PMN y bandas),
aunque es característica la aparición de elementos mieloides juveniles (mielocitos y
metamielocitos, principalmente) y eritroblastos. También puede observarse una neu
trofilia absoluta en las fases iniciales de la mielofibrosis idiopática (MI).
• Leucemia de neutrófilos. Es una entidad muy rara considerada por algunos como una
mielodisplasia y cuya característica hematológica más destacada es un gran aumento
del número de neutrófilos circulantes, muchos de ellos con rasgos displásicos.
• Síndromes inflamatorios agudos y crónicos. Cuando no existe un proceso infeccioso
bacteriano que explique la neutrofilia, y una vez descartada la presencia de un síndrome
mieloproliferativo, deben indagarse las siguientes causas de neutrofilia absoluta:
• Artritis reumatoide juvenil, periarteritis nudosa, fiebre reumática aguda, colitis
ulcerosa, esclerodermia, polimialgia reumática y colagenosis en general.
• Enfermedades neoplásicas (carcinomas epiteliales con o sin metástasis y ocasio
nalmente la enfermedad de Hodgkin). En tales casos puede observarse a veces una
verdadera reacción leucemoide o un síndrome leucoeritroblástico.
• Infartos y necrosis hísticas. Infarto de miocardio, embolismo pulm onar, pan
creatitis aguda, grandes quemaduras, resecciones quirúrgicas amplias, reacciones
transfusionales y púrpura trombótica trombocitopénica (PTT).
• Enfermedades metabólicas. Cetoacidosis diabética, hipertiroidismo y enfermedad
gotosa aguda.
• Medicamentos o sustancias químicas. Aunque la acción de medicamentos sobre
los granulocitos neutrófilos mejor conocida es la agranulocitosis, existen algunos
medicamentos que pueden producir una marcada neutrofilia (cuadro 3-5).
• Otras causas. Entre otras causas de neutrofilia destacan las de índole fisiológica
(período neonatal, embarazo, parto, puerperio y ejercicio extenuante), las producidas
por el tabaco (fumadores crónicos) y la anoxia. Finalmente, existe una forma muy
rara de neutrofilia absoluta de origen congénito y formas transitorias de neutrofilia
asociadas a la esplenectomía o a una hemorragia intensa.
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78 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Alopurinol
• Atropina
• Barbitúricos
• Corticoides
• Dietilcarbamacina
• Eritromicina
• Estreptomicina
• Litio
• Sulfamidas
Eosinofilia
La eosinofilia debe establecerse cuando el número absoluto de eosinófilos es superior a
0,5 X 109/1. Las causas de eosinofilia pueden ser muchas y muy diversas, pero aquí solo
se hará mención a las de mayor interés clínico.
• Enfermedades alérgicas y autoinmunes. Son la causa más frecuente de eosinofilia,
en general m oderada. Entre ellas destacan el asma, la fiebre del heno, las alergias
medicamentosas, la enfermedad del suero, el eccema atópico, la urticaria, la hipersen-
sibilidad a ciertos alimentos y el edema angioneurótico. También puede observarse
intensa eosinofilia en una forma de periarteritis nudosa (variante de Churg-Strauss)
y vasculitis sistémica necrotizante.
• Parasitosis. Descartada la enfermedad alérgica, la parasitosis constituye otra causa
frecuente de eosinofilia, en general más intensa (> 2 X 109/1). Entre las parasitosis que
suelen cursar con eosinofilia destacan: hidatidosis (equinococosis), esquistosomiasis,
filariasis, triquinosis, cisticercosis y larva migrans visceral.
• Parásitos intestinales. Suelen ser causa de eosinofilia, pero mucho menos que los
parásitos que invaden tejidos como los anteriormente citados.
• Ingesta de medicamentos. Además de la posibilidad de eosinofilia que acompaña a
reacciones alérgicas causadas por determinados medicamentos, es posible también
la existencia de eosinofilia después de la ingesta de ciertos medicamentos sin reacción
alérgica aparente a los mismos. La lista de tales medicamentos es relativamente larga
y los más importantes se citan en el cuadro 3-6.
• Enfermedades de la piel. Existen un conjunto de enfermedades cutáneas, en general
de naturaleza alérgica, que pueden cursar con eosinofilia moderada (eccema, pénfigo,
dermatitis exfoliativa, psoriasis y dermatitis herpetiforme).
• Infecciones. La eosinofilia en el curso de infecciones solo suele verse en caso de
tuberculosis (rara vez) o cuando el paciente es alérgico a alguno de los medicamentos
administrados para curar la infección.
• Eosinofilia pulmonar. Con esta denominación se pretende describir una enfermedad
que puede expresarse bajo diferentes formas clínicas (síndrome de Lóffler autolimita-
do o enfermedad sistémica de evolución grave) y en la que es característica la presencia
de eosinofilia periférica e infiltrados eosinofilicos pulmonares o en otros tejidos.
• Síndrome hipereosinofílico. Se denomina síndrome hipereosinofílico a la persis
tencia prolongada de una cifra elevada de eosinófilos sin que exista una causa clara
que lo justifique. Cuando existen signos clínicos o biológicos (eosinofiloblastos en
médula ósea) de agresividad, lo más probable es que se trate de un síndrome mielo-
proliferativo o una leucemia de eosinófilos.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 79
• Ácido aminosalicílico
• Ácido nalidíxico
• Adrenalina
• Ampicilina
• Antimonio
• Capreomicina
• Cefalotina
• Clorpromacina
• Cloxacilina
• Derivados de la hidantoína
• Digital
• Estreptocinasa
• Fenotiacina
• Isoniacida
• Kanamicina
• Meticilina
• Metildopa
• Novobiocina
• Preparados de oro
• Ristocetina
• Triamtereno
• Vancomicina
• Yoduros
Basofilia
Los basófilos son los leucocitos que se encuentran en proporción más baja en la sangre
circulante. Por ello, un aumento de los mismos es siempre fácilmente detectable al realizar
la fórmula leucocitaria (0,15 X 109/1). La basofilia puede obedecer a las siguientes causas:
• Fenómeno reaccional. Al igual que la eosinofilia, constituye un fenóm eno reac-
cional o de respuesta frente a situaciones diversas tales como ciertos estados de
hipersensibilidad, mixedema, urticaria pigmentosa, colitis ulcerosa, hiperlipidemia
o administración de estrógenos.
• Síndromes mieloproliferativos crónicos (SMPC). Cualquiera de los SMPC puede
acompañarse de una ligera basofilia. Ello es especialmente manifiesto en la LMC
y la policitemia vera, aunque puede verse también en la mielofibrosis idiopática y
la trom bocitem ia esencial. En la LMC un aum ento significativo de los basófilos
circulantes es considerado un signo de agudización de la enfermedad (crisis blástica).
• Otras situaciones. Una cierta basofilia puede observarse ocasionalmente en algún
caso de anemia crónica p o r falta de hierro, hemólisis, cirrosis hepática o síndrome
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80 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Linfocitosis
Se considera linfocitosis cuando el núm ero de linfocitos circulantes es superior a
4,5 X 109/1. Este es un hecho que debe tenerse siempre en cuenta al interpretar la fórmula
leucocitaria, ya que no es infrecuente que se considere la existencia de linfocitosis solo
sobre la base de una cifra porcentual elevada sin tener en cuenta el núm ero total de
leucocitos. Así, por ejemplo, en un individuo con 3,5 X 109/1 leucocitos, un porcentaje
de linfocitos del 60% no tiene el mismo significado que en un individuo con 10 X 109g/1.
En el prim er caso, el número absoluto de linfocitos será de 2,1 X 109/1, o sea, en el límite
inferior de la normalidad, mientras que en el segundo será de 6 X 109/1, es decir, franca
mente aumentado. Entre las causas más importantes de linfocitosis destacan las siguientes:
• Linfocitosis fisiológica de la infancia. Como puede m uy bien apreciarse en la ta
bla 3-2 durante el desarrollo y crecimiento se producen importantes variaciones de la
cifra de linfocitos y neutrófilos, de manera que desde el nacimiento hasta los 2 años
existe un aumento absoluto de la cifra de linfocitos (>4,5 X 109/1).
• Infecciones. Las infecciones bacterianas, como se ha citado anteriormente, pueden
ser causa de leucocitosis neutrofilica, pero esto sucede fundamentalmente en el estado
adulto, porque estas mismas situaciones pueden producir en los niños y adultos jóve
nes linfocitosis importantes. Entre las infecciones que, independientemente de la edad,
suelen cursar con linfocitosis en general intensa destacan: tos ferina, rubéola, varicela,
influenza y enfermedades exantemáticas de la infancia, en las que la cifra de linfocitos
puede ser superior a 40 X 109/1 (cuadro 3-7). La linfocitosis infecciosa propia de niños
y adultos jóvenes es generalmente secundaria a infecciones por virus de Epstein-Barr
(VEB), mononucleosis infecciosa, Coxsackie, adenovirus tipos 25 y 12, toxoplasmosis y
citomegalovirus. No es infrecuente observar linfocitosis moderadas en otras infecciones,
tales como la hepatitis A, la brucelosis, la tuberculosis, la sífilis secundaria y la infección
por HIV. Finalmente, otra causa de importante linfocitosis puede ser una infección por
rickettsias.
• Leucemia linfática crónica. Constituye una causa de linfocitosis absoluta gene
ralmente m uy intensa que afecta a individuos de edad superior a los 50 años. La
imagen característica de la leucemia linfática crónica (LLC) es la elevada leucocitosis
(en general superior a 20 X 109/1) con un predominio absoluto de linfocitos de as
pecto morfológico normal o m aduro (>75% ). Además de la LLC, puede observarse
también linfocitosis absoluta en otros síndromes linfoproliferativos crónicos (SLPC)
y en los linfomas no hodgkinianos (LNH) leucemizados.
• Otras situaciones. Ocasionalmente, puede observarse linfocitosis en situaciones
diversas entre las que destacan: alergias medicamentosas, enfermedad del suero, es
plenectomía, enfermedad de Addison, hipopituitarismo, hipertiroidismo y tabaquis
mo (fumadores crónicos). Con cierta frecuencia suele observarse también linfocitosis
en la (3-talasemia intermedia y otros síndromes hemolíticos crónicos.
Monocitosis
Al igual que en el caso de la linfocitosis, solo debe considerarse la existencia de una
monocitosis real cuando la cifra absoluta de monocitos sea superior a 0,8 X 109/1. No debe
olvidarse que las causas de variabilidad de la fórmula leucocitaria, en especial la distribu
ción de las células en la extensión, puede llevar a falsas interpretaciones, especialmente
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 81
CUADRO 3-7. Situaciones en las que pueden observarse linfocitosis con linfocitos
estimulados
• Infecciones virales
• Mononucleosis infecciosa (infección por el virus de Epstein-Barr)
• Citomegalovirus
• Rubéola
• Varicela
• Gripe (influenza)
• Hepatitis infecciosa por virus A
• Adenovirus
• Herpes (simple y zóster)
• Virus de la inmunodeficiencia humana
• Infecciones bacterianas
• Brucelosis
• Tuberculosis
• Sífilis
• Infección por Mycoplasma pneumoniae
• Infecciones por protozoos
• Malaria o paludismo
• Toxoplasmosis
• Babesiosis
• Hipersensibilidad a medicamentos
• Ácido paraaminosalicílico
• Sulfasalacina
• Fenotiacinas
• Dapsona
• Lupus eritematoso sistémico
• Sarcoidosis
• Enfermedad del injerto contra el huésped
• Enfermedad de Hodgkin
como en el caso de los monocitos donde el número de estas células es relativamente bajo,
comparado con el de linfocitos y neutrófilos. La subjetividad de un observador no experi
mentado, al catalogar de monocitos ciertas formas de linfocitos (linfocitos estimulados),
puede contribuir también a la existencia de falsos aumentos del número de monocitos.
Entre las causas de monocitosis destacan las siguientes:
• M onocitosis fisiológica del recién nacido. Como puede apreciarse en la tabla 3-2,
poco después del nacimiento se observa una ligera monocitosis, pero desaparece
mucho antes que la linfocitosis.
• Infecciones bacterianas. En las infecciones bacterianas la monocitosis predomina
fundamentalmente en las de tipo crónico y granulomatoso como, por ejemplo, la
tuberculosis miliar, la endocarditis bacteriana y la brucelosis. No obstante, puede
observarse también en otras infecciones o parasitosis, en las que interviene de forma
importante el sistema mononuclear fagocítico: paludismo, kala-azar, tripanosomiasis,
fiebre tifoidea y fiebre de las M ontañas Rocosas.
• Enfermedad de Hodgkin y otras neoplasias. No es infrecuente observar monocitosis
importantes acompañando a enfermedades neoplásicas, especialmente carcinomas
de origen epitelial.
• Enfermedades reumáticas y autoinmunes. Entre ellas destacan la artritis reuma-
toide, el lupus eritematoso sistémico (LES), la colitis ulcerosa y el esprúe tropical.
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82 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 83
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84 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Aplasia medular
• M edicam entos de alto riesgo
• A m inopterina, am etopterina
• 6-m ercaptopurina (Purinetol®)
• A zatioprina (Imurel®)
• Busulfano (Mileran®)
• Cloram bucilo (Leukeran®)
• Calcem id
• M ostazas nitrogenadas
• Ciclofosfam ida (Endoxan®, Citoxan®)
• Vincristina y vim blastina
• M elfalán (Alkeran®)
• D aunorrubicina
• Arabinósido de citosina
• M edicam entos con riesgo m oderado
• A ntiepilépticos: m etilfenilhidantoína (Mesantoin®), trim etad io n a (Tridiona®)
y param etadiona (Paradiona®)
• Antirreum áticos: oxifenilbutazona (Tanderil®), fenilbutazona (Butazolidina®),
indom etacina (Indocid®), ácido acetilsalicílico (Aspirina®) y sales de oro
• Bacteriostáticos: cloranfenicol (Clorom icetina®), sulfamidas, am picilina y cloroquina
• H ipoglucem iantes: tolbutam ida (Rastinon®) y clorpropam ida
presencia denota una cierta incapacidad medular para responder a las necesidades
defensivas de la periferia (agotamiento medular). Así sucede en el alcoholismo
crónico, en el que esta situación puede favorecer el desarrollo de una neumonía
o una septicemia por falta de defensas.
4. Otras infecciones bacterianas suelen cursar con neutropenia como dato biológico
relativamente constante: tuberculosis diseminada, salmonelosis y brucelosis.
5. Dentro de las infecciones, la neutropenia suele observarse con mayor frecuencia en
las de origen vírico (rubéola, influenza, mononucleosis infecciosa, citomegalovirus
y hepatitis). Respecto a otro tipo de infecciones, la neutropenia es relativamente
constante en la histoplasmosis (infección fungica), en la leishmaniosis visceral o
kala-azar (infestación protozoaria) y en la fiebre de las Montañas Rocosas (rickett-
siosis).
6. Neutropenia crónica idiopática. Constituye u n trastorno de mecanismo des
conocido, en el que son características la neutropenia persistente y la presencia
de frecuentes infecciones intercurrentes. Dentro de este cuadro biológico puede
incluirse también la neutropenia idiopática de la infancia (de origen congénito o
adquirido) y la llamada neutropenia cíclica o periódica.
7. Neutropenia con linfocitosis T. Es una entidad rara que se observa en ciertas
linfocitosis absolutas de origen desconocido, aunque prácticamente siempre de
estirpe T. En general, se trata de linfocitos T supresores (CD3+ o CD8) y oca
sionalmente células NK (CD3—). Morfológicamente, estos linfocitos tienen un
tamaño superior al normal, tienen gran citoplasma y presentan una granulación
azurófila por lo que se conocen como linfocitos grandes granulados (fig. 3-8). Por
ello, se dice que este tipo de neutropenia está asociada a linfocitosis de linfocitos
grandes granulares (LGG). Cuando la linfocitosis es muy persistente, intensa,
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 85
&
FIGU RA 3-8. Linfocito grande
granulado.
Linfopenia
La linfopenia se define como el descenso de la cifra absoluta de linfocitos por debajo
de 1,5 X 109/1. En general, existe linfopenia en todos los casos de leucopenia severa,
independientemente de su origen. No obstante, es característica en el curso de la in
suficiencia cardíaca congestiva, en el estadio inicial de la enfermedad de Hodgkin y de
forma transitoria después de la administración de corticoesteroides. Asimismo, es muy
característica la linfopenia absoluta en el curso del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA) por HIV, donde constituye un signo de indudable valor diagnóstico.
En tal caso, la linfopenia obedece a una marcada disminución del número de linfocitos
T CD4+.
Finalmente, otras situaciones en las que la linfopenia es un dato característico son la
aplasia tímica y el tratamiento mediante inmunosupresores.
Eosinofilopenia y basofilopenia
Estas alteraciones leucocitarias resultan m ucho más difíciles de apreciar que la neu
tropenia o la linfopenia, debido al escaso núm ero de eosinófilos y especialm ente
de basófilos circulantes. Solo los instrum entos que realizan la fórm ula leucocitaria
sobre un elevado núm ero de células directamente a partir de sangre total permiten la
detección sistemática de estas raras alteraciones leucocitarias. En ambos casos, suelen
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86 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 87
Alteraciones cualitativas
Al realizar una fórm ula leucocitaria, debe tenerse en cuenta la posible presencia de
alteraciones morfológicas de las células normalmente presentes en la sangre periférica
y que pueden ser de valor en el diagnóstico clínico. Este tipo de alteraciones se suelen
observar, fundamentalmente, en los PMN neutrófilos y los linfocitos y m ucho menos
en los restantes leucocitos sanguíneos.
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88 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Polimorfonucleares neutrófilos
Alteraciones de la granulación
C on relativa frecuencia se observan alteraciones de la g ranulación de los PM N
neutrófilos, que pueden ser fundam entalm ente de dos tipos: granulación tóxica o
exceso de granulación prim aria y desgranulación o dism inución de la granulación
secundaria.
La granulación tóxica suele aparecer en el curso de diversos procesos infecciosos,
generalmente bacterianos, y consiste en la presencia de abundante granulación primaria
o azurófila (fig. 3-12). Dicha granulación corresponde a lisosomas que muestran abun
dante actividad mieloperoxidásica. Otras alteraciones menos corrientes de la granulación
pueden observarse también en los PMN neutrófilos: los cuerpos de Dóhle y las anomalías
de Alder-Reilly y de Chédiak-Higashi.
Los cuerpos de Dóhle son unas inclusiones ovaladas que se sitúan hacia la periferia
del citoplasma del PMN neutrófilo. Están compuestos fundamentalmente por ARN y
a la tinción panóptica adquieren un color azul pálido (fig. 3-13). Su aparición puede
observarse en el curso de infecciones de diverso tipo (sepsis e infecciones víricas), así
como después de la administración de citostáticos. La anomalía de Alder-Reilly consiste
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 89
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FIGU RA 3-14. Neutrófilos en un
paciente con síndrome de Chédiak-
Higashi.
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90 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 91
Linfocitos
Normalmente, los linfocitos presentan un tamaño variable al igual que el color de su
citoplasma o las características del núcleo. En general, el citoplasma es escaso, azul claro
y ocasionalmente de escasa granulación azurófila. En realidad, aunque existe cierto grado
de pleomorfismo en los linfocitos normales, este aum enta notablemente en diversas
situaciones patológicas.
En el curso de ciertas infecciones víricas (rubéola, influenza, hepatitis aguda o in
fección por citomegalovirus) pueden observarse linfocitos que poseen un citoplasma
más abundante e intensamente basófilo. Estas células reciben el nom bre de linfocitos
reactivos, estimulados o virocitos, y pueden observarse normalmente en la sangre de los
recién nacidos y en niños de corta edad hasta en un 5%, mientras en los adultos hasta
un 2% (v. fig. 2-18).
En la mononucleosis infecciosa y en otras enfermedades relacionadas con el VEB
se suelen observar linfocitos con características morfológicas especiales, tales como un
gran tamaño y un citoplasma azul claro, sin granulaciones, que se adapta al contorno de
los hematíes vecinos y que posee un núcleo con cromatina poco densa (fig. 3-17). En la
actualidad se sabe que estas células son linfocitos T estimulados, y aunque se observan
frecuentemente en la mononucleosis infecciosa, no son específicas de esta enfermedad,
sino que pueden aparecer también en otras infecciones víricas y situaciones patológicas.
Monocitos
Normalmente, un monocito se distingue fácilmente de un neutrófilo o de un linfocito,
tanto por su mayor tamaño como por su morfología peculiar. No obstante, en ciertas con
diciones patológicas, dicha distinción es más difícil. Así, en la mononucleosis infecciosa
resulta a veces difícil distinguir un linfocito reactivo de un monocito y en el curso de una
septicemia o de una LMC es difícil poder distinguir un neutrófilo no segmentado de un
metamielocito desgranulado o de un monocito, especialmente cuando la desgranulación
es muy intensa. No debe olvidarse que el empleo de sangre extraída con anticoagulante
o de anticoagulantes inadecuados para hacer las extensiones o la realización inadecuada
de las mismas pueden alterar la morfología de los monocitos hasta el punto de hacerlos
irreconocibles.
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92 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Plaquetas
La realización de la fórmula leucocitaria, además de hacernos apreciar las caracterís
ticas morfológicas de los leucocitos, permite observar simultáneamente las de las plaquetas
y los hematíes. Cuando la extensión sanguínea se realiza directamente de sangre total
sin anticoagulante, las plaquetas tienden a formar agregados de mayor o m enor tamaño
(fig. 3-18). Cuando la extensión se efectúa a partir de sangre mantenida con EDTA, las
plaquetas se reparten uniformemente por toda la extensión, y se puede realizar una es
timación cuantitativa aproximada de las mismas. Las plaquetas presentan tamaños varia
bles (3-5 |im ) y su número puede aumentar después de una hemorragia o en la anemia
ferropénica. En ciertas hemopatías (mielofibrosis y trombocitemia esencial) se observan
plaquetas de tamaño superior al normal (plaquetas gigantes) o con abundante dismorfia.
La observación de las plaquetas en el frotis tiene, además, otro aspecto de indudable
interés práctico. Debido a que prácticamente todos los laboratorios clínicos realizan el
recuento automático de plaquetas a partir de sangre con EDTA-K3 no es raro observar
falsas plaquetopenias debidas a que, en algunos individuos, existe un efecto aglutinador
del anticoagulante sobre las plaquetas, que a veces no es detectado por el instrumento.
En tales casos se aprecia u na clara disociación entre el recuento automatizado de las
plaquetas y las que se observan en la extensión. Por ello, la observación sistemática de
las plaquetas en la extensión constituye uno de los aspectos que nunca debe olvidarse
al practicar la fórmula leucocitaria que, en todo caso, es obligado cuando se dispone de
un recuento automático de plaquetas inferior al normal.
Finalmente, el llamado satelitismo plaquetario o adsorción de las plaquetas en la
superficie de los PMN neutrófilos puede ser también una causa de falsa plaquetopenia
en el recuento automático. En tal caso, solo la observación morfológica de la extensión
permitirá apreciar el fenómeno, cuya causa, en realidad, se desconoce.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 93
de microscopios, pero el gran avance técnico fue el paso del sistema de dos lentes a uno de
tres, que es el que se mantiene en los microscopios actuales. Anton van Leeuwenhoek
logró aumentos de hasta 270 veces sin perjuicio de la nitidez, y fue el primero en describir
los eritrocitos de la sangre y los capilares por los que circulan. En los años sucesivos, el
microscopio se fue perfeccionando progresivamente hasta que en 1820, Joseph Jackson
Lister, óptico inglés, consiguió eliminar la llamada «aberración cromática» por la cual los
objetos más pequeños se veían rodeados de anillos de colores. Tras sucesivos perfeccio
namientos se consiguió el microscopio óptico tal y como lo conocemos en la actualidad.
En 1930, el m undo submicroscópico se amplió con la aparición del microscopio
electrónico, cuya principal ventaja con respecto al microscopio óptico es un aumento
de 1.000 veces en la magnificación del material observado, acompañado de una mayor
capacidad de resolución que genera una mejor definición y una ampliación del m undo
microscópico. El ADN, virus y pequeñas organelas fueron observados p or prim era
vez con este microscopio. La mayoría de los pioneros en la microscopía electrónica en
biología siguen vivos; dos de los más importantes son Albert Claude y George Palade,
quienes recibieron el Premio Nobel de M edicina en 1974 p or sus logros en biología
celular al utilizar el microscopio electrónico.
M icroscopio óptico
El microscopio óptico convencional permite aumentos de hasta X 1.000 y un poder de
resolución aproximado de 0,22 |xm. Su funcionamiento se basa en el principio de la lupa,
pero para comprender cómo funciona un microscopio primero es necesario entender
cómo las lentes desvían la luz (refracción). Los rayos de luz atraviesan el aire en línea
recta y al entrar en una sustancia como el agua o el vidrio chocan contra la superficie y se
desvían o refractan. Las lentes de aumento son piezas de vidrio especiales, con superficies
curvas que producen imágenes aumentadas de los objetos. El microscopio óptico permite
examinar las células en estado fresco o fijadas y teñidas sobre un portaobjetos. El examen
de las células sanguíneas en fresco se realiza a partir de una suspensión de las mismas en
medio isotónico. Este tipo de observación no permite apreciar grandes detalles de las
células debido a la escasa diferencia del índice de refracción existente entre sus estructuras
y solo se emplea para recuentos celulares, como se verá más adelante. En ciertas ocasiones,
no obstante, se suelen añadir a la suspensión algunos colorantes que al fijarse sobre las
células permiten la apreciación de algunas diferencias, así como una mejor visualización
de los detalles. Tales colorantes reciben el nombre de vitales o supravitales y su empleo
está limitado a estudios muy concretos. El examen de células fijadas es el habitual en he
matología y se realiza a partir de una extensión de sangre periférica, médula ósea u otros
órganos hematopoyéticos convenientemente teñidos. Mediante el microscopio se realiza
también el examen de biopsias de tejidos hematopoyéticos (médula, bazo y ganglios),
así como secciones semifinas de dichos tejidos, teñidas con las coloraciones adecuadas.
Además de la microscopía óptica convencional, en hematología suelen emplearse
también la de contraste de fases y la de fluorescencia que se aplican a exámenes muy
concretos. La microscopía de contraste de fases se emplea para la visualización de
células en estado fresco y permite, gracias a que transforma las diferencias de fases en
diferencias de amplitud lumínica, observar los detalles de los diferentes órganos y es
tructuras intracelulares, imposibles de ver mediante el microscopio óptico convencional.
El microscopio de contraste de fases permite apreciar lo siguiente:
• El núcleo, su membrana, la estructura cromatínica y el nucléolo.
• Las granulaciones intracitoplasmáticas, las mitocondrias y la zona del centrosoma.
• El movimiento de las células sanguíneas y el de sus partículas intracelulares.
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94 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Ocular
Tubo
Prisma
Revólver
Objetivo
Platina ----- Brazo
Condensador
Diafragma (iris) -----Macrométrico
Luz Micrométrico
FIGU RA 3-19. A. Microscopio
Pie
binocular. B. Representación
B esquemática del microscopio óptico
con sus componentes principales.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 95
1. El sistema mecánico, constituido p or piezas en las que van instaladas las lentes
que permiten el movimiento para el enfoque.
2. El sistema óptico, formado por un conjunto de lentes dispuestas de tal manera
que produce el aumento de las imágenes.
3. El sistema de iluminación, o las partes del microscopio que reflejan, transmiten
y regulan la cantidad de luz necesaria para efectuar la observación.
Sistema mecánico
La parte mecánica del microscopio comprende: el pie, el tubo, el revólver, el asa, la platina,
el carro, el tornillo macrométrico y el tornillo micrométrico. Estos elementos sostienen
la parte óptica y de iluminación, además permiten los desplazamientos necesarios para
el enfoque del objeto.
• Pie: constituye la base sobre la que se apoya el microscopio y tiene, por lo general,
forma de Y o bien es rectangular.
• Tubo: contiene el sistema de lentes existentes entre el objeto y el ocular. Generalmente
mide unos 160 mm. Tiene forma cilindrica y está ennegrecido internam ente para
evitar las molestias que ocasionan los reflejos de la luz. En su extremidad superior se
colocan los oculares.
• Revólver: es una pieza giratoria provista de orificios en los cuales se enroscan los
objetivos. Al girar el revólver, los objetivos pasan por el eje del tubo y se colocan en
posición de trabajo, la cual se nota por el ruido de un piñón que lo fija.
• Columna: también llamada asa o brazo, es una pieza colocada en la parte posterior del
aparato. Sostiene el tubo en su porción superior y por el extremo inferior se adapta al pie.
• Platina: es la pieza metálica plana y colocada horizontalmente sobre la que se coloca
la preparación a observar. Presenta un orificio en el eje óptico del tubo que permite
el paso de los rayos luminosos a la preparación. La platina puede ser fija, en cuyo caso
permanece inmóvil; pero lo más frecuente es que sea móvil o giratoria, es decir, que
puede centrarse o producir movimientos circulares mediante tornillos laterales.
• Carro: es un dispositivo colocado sobre la platina que permite deslizar la preparación
con un movimiento ortogonal de adelante hacia atrás y de derecha a izquierda.
• Tornillo macrométrico: cuando se gira, asciende o desciende el tubo del microscopio,
deslizándose en sentido vertical gracias a una cremallera. Estos movimientos largos
permiten el enfoque rápido de la preparación.
• Tornillo micrométrico: mediante el movimiento casi imperceptible que produce al
deslizar el tubo o la platina se logra el enfoque exacto y nítido de la preparación. Lleva
acoplado un tam bor graduado en divisiones de 0,001 mm que se utiliza para precisar
sus movimientos y puede m edir el espesor de los objetos.
Sistema óptico
El sistema óptico es el encargado de reproducir y aum entar las imágenes mediante el
conjunto de lentes que lo componen. Está formado por los oculares y los objetivos:
• Oculares: son las lentes situadas a mayor proximidad del ojo y poseen generalmente
un aumento de 10 (X significa el número de veces que aumenta el diámetro del objeto
visualizado). Los oculares están constituidos generalmente por dos lentes dispuestas
sobre un tubo corto. Normalmente, los más utilizados son: X8, X 10, X 12,5, X 15. El
signo X se utiliza para expresar de forma abreviada los aumentos. Los microscopios
que solo poseen un ocular se llaman monoculares, y los que poseen dos, binoculares.
Para la enseñanza se suelen emplear microscopios con varios cabezales, que permiten
la observación de diversas personas a la vez.
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96 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Objetivos: son las lentes más próximas al objeto que se observa y producen el aumento
de las imágenes de los objetos y organismos objeto de estudio. Los objetivos utilizados
corrientemente son de dos tipos: objetivos secos y objetivos de inmersión.
• Los objetivos secos se utilizan sin necesidad de colocar sustancia alguna entre ellos y la
preparación. En la cara externa llevan una serie de índices que indican el aumento que
producen, la abertura numérica y otros datos. Así por ejemplo, si un objetivo tiene los datos
de plan 40/0,65 y 160/0,17, significa que el objetivo es planacromático, su aumento 40 y
su abertura numérica 0,65, calculada para una longitud de tubo de 160 mm. El número
de objetivos varía con el tipo de microscopio y el uso a que se destina. Los aumentos de
los objetivos secos más frecuentemente utilizados son: X4, X 10, X20, X40 y X60.
• El objetivo de inmersión está compuesto p or un complicado sistema de lentes. Para
observar a través de este objetivo es necesario colocar una gota de aceite de cedro entre
el objetivo y la preparación, de manera que la lente frontal entre en contacto con el
aceite de cedro (aceite de inmersión). Su misión consiste en concentrar los rayos de
luz que proceden del foco luminoso y evitar así su refracción en caso de atravesar el
aire. Generalmente, estos objetivos son de X 100 y se distinguen por uno o dos círculos
o anillos de color negro que rodean su extremo inferior.
Un microscopio posee, por lo general, varios objetivos de distinto aumento, que van
atornillados a una pieza giratoria denominada revólver.
Sistema de iluminación
Este sistema tiene como finalidad dirigir la luz natural o artificial de tal m anera que
ilumine la preparación u objeto que se va a observar en el microscopio. Comprende los
siguientes elementos:
• Foco de luz: es una lámpara de tungsteno con fuerte poder lumínico colocada en
el eje del microscopio. En los microscopios más antiguos estaba constituida por un
espejo con dos caras: una cóncava y otra plana. Gozaba de movimientos en todas las
direcciones. Preferentemente, la cara cóncava se emplea con iluminación artificial, y
la plana, con iluminación natural (luz solar).
• Condensador: se halla debajo de la platina y está formado por un sistema de lentes,
cuya finalidad es concentrar los rayos luminosos sobre el plano de la preparación. El
condensador puede deslizarse sobre un sistema de cremallera mediante un tornillo
que determina su movimiento ascendente o descendente.
• Iris o diafragma: generalmente, el condensador está provisto de un diafragma-iris, que
regula su abertura y controla la calidad de luz que debe pasar a través del condensador.
El haz luminoso procedente de la lámpara pasa directamente a través del diafragma
al condensador. Gracias al sistema de lentes que posee el condensador, la luz es concen
trada sobre la preparación a observar. El haz de luz penetra en el objetivo y sigue por el
tubo hasta llegar al ocular, donde es captado por el ojo del observador.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 97
a que estamos viendo la preparación será: (X10) X (X50) = X500, lo cual quiere
decir que la imagen del objeto está ampliada 500 veces. El aumento se simboliza con
el signo «por» (X) seguido de un número.
• Poder de resolución: es la capacidad del microscopio para revelar detalles adyacentes
a un objeto. Se define como la distancia m ínim a entre dos puntos próximos que
pueden verse separados. El ojo norm al no puede ver separados dos puntos cuando
su distancia es m enor a una décima de milímetro. En el microscopio óptico, el poder
de resolución máximo conseguido es de 0,2 décimas de miera, y en el microscopio
electrónico, el poder separador puede llegar hasta 10 angstroms.
• Poder de definición: se refiere a la nitidez de las imágenes obtenidas, sobre todo res
pecto a sus contornos. Esta propiedad depende de la calidad y de la corrección de las
aberraciones de las lentes utilizadas.
• Profundidad de foco: es el espesor del objeto estudiado que se aprecia enfocado.
• Contraste: es la diferencia en la absorción de luz entre el objeto estudiado y el medio
que lo rodea. Puede aumentarse mediante procedimientos de tinción.
• Campo del microscopio: se denomina «campo del microscopio» al círculo visible que
se observa a través del microscopio. También podemos definirlo como la porción del
plano visible observado a través del microscopio. Si el aumento es mayor, el campo
disminuye, lo cual quiere decir que el campo es inversamente proporcional al aumento
del microscopio. Para medir el diámetro del campo del microscopio con cualquiera de
los objetivos se utiliza el micrómetro, al que se hará referencia en el siguiente punto.
M antenim iento
El microscopio tiene que estar protegido siempre del polvo, la humedad y otros agentes
que puedan estropearlo. Por ello, cuando no se utilice debe guardarse en una caja o
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98 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
taparse con una bolsa de plástico o campana de vidrio. Las partes mecánicas hay que
limpiarlas con un paño suave; en algunos casos, este se puede humedecer con xileno
para disolver ciertas manchas de grasa, aceite de cedro, parafina, etc. Para la limpieza
de las partes ópticas se han de tom ar precauciones especiales. Así pues, debe emplearse
papel m uy fino (un pañuelo de papel es suficiente) y nunca deben tocarse las lentes del
ocular, el objetivo y el condensador con los dedos ya que las huellas digitales perjudican
la visibilidad, y cuando se secan resulta difícil eliminarlas. Para limpiar los objetivos
se recomienda humedecer un pañuelo de papel con una solución formada por etanol
absoluto y éter etílico (en proporción 1:1/2) y suavemente pasarlo p or la superficie
varias veces sin realizar ninguna presión. El aceite de cedro que queda sobre la lente
frontal del objetivo de inmersión debe quitarse inmediatamente después de finalizada la
observación. Para ello se puede pasar el pañuelo de papel impregnado con una gota de
xileno. Para guardar el microscopio al final de la jornada de trabajo, se gira el revólver
de manera que quede colocado el objetivo de menor aumento en el punto de observación
y con el tornillo macrométrico se aproxima la platina hasta notar un tope. Es aconsejable
también bajar ligeramente la posición del condensador.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 99
Aplicación Tinción
Bacterias ácido-resistentes Auramina O
Sustancia amiloide Tioflavina T
Tinción cromosómica en bandas (banding) Quinacrina
Reacciones de afinidad FITC, TRITC, rojo Texas, PE
Lípidos de membrana Rojo Nilo
Neuronas Dil
Ácidos nucleicos Naranja de acridina, bromuro de etidio
FITC, isotiocianato de fluoresceína; PE, ficoeritrina; TRITC, rodamina.
M icroscopía de fluorescencia
Cuando una sustancia es excitada p o r u n a radiación lum ínica de una determ inada
longitud de onda (p. ej., ultravioleta) y emite luz de una longitud de onda superior
(visible) se dice que tiene propiedades fluorescentes o que es fluorescente. Esta emisión
de luz cesa poco después de hacerlo el foco de excitación. Este fenómeno se ha utilizado
en microscopía para poder identificar determinados antígenos celulares de forma fácil
y rápida después de marcarlos con anticuerpos (inmunofluorescencia). También se ha
empleado para investigar sustancias autofluorescentes o después de marcarlas con sus
tancias fluorescentes (fluorocromos). Los fluorocromos más usados son la fluoresceína,
la rodamina y la ficoeritrina que se aplican a diferentes tinciones según el material que
se desea observar (tabla 3-3). Los microscopios de fluorescencia más modernos utilizan
la llamada epiiluminación (Ploem, 1970) en la que la luz empleada para la excitación
es reflejada sobre el objeto a observar a través del objetivo que actúa de condensador.
La combinación de epiiluminación y microscopía de fluorescencia se conoce como epi-
fluorescencia, y la correcta dirección de los dos haces de luz (excitación, descendente y
emisión, ascendente) se realiza mediante un espejo dicromático que se coloca por encima
del objetivo y que refleja ondas electromagnéticas de baja longitud hacia el objetivo y
las de mayor longitud (luz), hacia el ocular (fig. 3-20). Debido a que el objetivo actúa
Ocular
Filtro de excitación
Objetivo
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100 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M icroscopio confocal
Es una variante de la epifluorescencia que utiliza luz láser en lugar de luz de xenón (mi
croscopía láser confocal) y que se basa en iluminar el objeto y eliminar la luz reflejada o
fluorescente de los planos fuera de foco. La luz procedente de u n láser se refleja gracias
a un espejo dicromático enfocado en u n punto del espécimen mediante la lente de un
objetivo. La señal emitida por el punto iluminado (fluorescencia o luz reflejada) vuelve
por el mismo camino óptico y pasa a través del espejo y es dirigida hacia un fotomulti-
plicador. Un diafragma (pinhole) colocado delante del fotom ultiplicador elimina las
señales procedentes de zonas distintas de la situada a la distancia focal y perm ite la
detección de un solo plano focal (fig. 3-21). Aunque el principio de la microscopía
confocal fue descrito hace ya muchos años (Minsk, 1957), y empleado en unos pocos
microscopios (Petran, 1968), su espectacular desarrollo ha tenido lugar hace poco con
la utilización de la luz láser y los avances aportados por la informática. La microscopía
láser confocal (MLC) aumenta la nitidez, el contraste y la resolución de las imágenes
a la vez que perm ite realizar un análisis tridim ensional de los objetos examinados
(Boyde, 1988). Para ello, el sistema de análisis de imágenes realiza múltiples «secciones
ópticas» de los mismos que luego son analizadas m ediante un sofisticado programa
informático. La MLC puede aplicarse a objetos autofluorescentes o susceptibles de ser
marcados con fluorocromos y está logrando excelentes resultados en diversas ramas
de la ciencia (medicina, biología y estudio de materiales diversos). Así, actualmente la
MLC se emplea ampliamente en biología celular y molecular (estudios de estructuras
celulares y citoesqueleto), estudios de microbiología, genética, biología vegetal, anatomía
patológica, neurología, ciencias de los alimentos y en muchas otras aplicaciones de uso
industrial. O tra de las aplicaciones de la MLC es el estudio de la colocalización de dis
tintos marcadores en una región concreta. Además, gracias a las características espec
trales del equipo se consiguen excitar muestras en el rango del ultravioleta, estudiar las
características de los espectros de emisión, eliminar o minimizar los típicos problemas
de solapamiento de espectros así como separar la emisión de los mareajes fluorescentes
de la posible autofluorescencia de la muestra.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 101
M icroscopio electrónico
La potencia amplificadora de u n microscopio óptico está limitada p o r la longitud de
onda de la luz visible, mientras que el microscopio electrónico utiliza electrones en vez
de luz. Debido a que los electrones tienen una longitud de onda mucho m enor que la de
la luz pueden m ostrar estructuras mucho más pequeñas, por lo que se pueden conseguir
aumentos que varían entre 250.000 y 1.500.000 de veces el tamaño normal y una resolu
ción puntual de 0,16 mm. El microscopio electrónico consta fundamentalmente de un
tubo de rayos catódicos, en el cual debe mantenerse el vacío. El cátodo está constituido
por un filamento de tungsteno, que al calentarse eléctricamente emite los electrones, los
cuales son atraídos hacia el ánodo por una diferencia de potencial de 50.000 a 100.000
voltios. La lente del condensador enfoca este haz y lo dirige hacia el objeto que se observa,
cuya preparación exige técnicas especiales. Los electrones chocan contra la preparación,
sobre la cual se desvían de manera desigual.
Con el objetivo se enfoca la imagen, que es ampliada por la lente de proyección. Para
modificar los aumentos en el microscopio electrónico basta variar la distancia focal de
la lente proyectora. Como los electrones no impresionan la retina del ojo humano, debe
recogerse la imagen del microscopio electrónico en una pantalla fluorescente, la cual
posee una superficie impregnada con fósforo o sulfuro de cinc. La imagen obtenida en
esta pantalla puede fotografiarse. Se acostumbra a utilizar el término «microfotografias»
para las fotografías tomadas a través del microscopio óptico y «micrografía» o «elec-
tromicrografía» para las que se tom an en el microscopio electrónico.
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102 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 103
capa de tejido o material a observar, que produce una imagen en dos dimensiones. Esta
imagen electrónica, invisible, se transforma en una imagen visible mediante una pantalla
fluorescente. Mediante el MET pueden ser visualizadas las siguientes estructuras:
• En el núcleo: las características de la crom atina (eucromatina y heterocromatina)
y de la m embrana nuclear (poros nucleares y características estructurales).
• En el citoplasma: vacuolas (grandes y pequeñas), mitocondrias, ribosomas y lisosomas,
retículo endoplásmico y el centrosoma con el centríolo y los cuerpos dictiosómicos
en la periferia (aparato de Golgi).
M icroscopio digital
Es un microscopio óptico que, conectado a un ordenador mediante sistema USB, puede
producir imágenes o vídeos a todo color en la pantalla del monitor. Estas imágenes son
digitales, lo que permite el almacenamiento, el retoque, la eliminación o la edición en
diferentes soportes. Asimismo, pueden ser insertadas en presentaciones multimedia,
documentos de Internet, páginas web o fácilmente enviadas por correo electrónico.
M icroscopio cuántico
Es un microscopio que permite observar objetos de tamaño nanométrico o incluso más
pequeño. Se conoce también como microscopio de barrido de efecto túnel (STM), y su
diseño se debe a los premios Nobel Binning y Róhrer (1982).
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104 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
LECTURAS RECOMENDADAS
International Committee for Standardization in Haematology. Guidelines for blood cell analyzers
evaluation including those used for differential leucocyte and reticulocyte counting and cell
marker applications. ICSH Expert Panel on Cytometry. Clin Lab Haematol 1994;16:157-74.
International Council for Standardization in Haematology (ICSH). ICSH reference m ethod for
staining o f blood and bone marrow by azure B and eosin Y (Romanowsky stain). Br J Haematol
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International Council for Standardization in Hematology (ICSH). Recommendations o f the ICSH
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National Committee for Clinical Laboratory Standards. Reference leucocyte differential count
(proportional) and evaluation o f instrum ent method; Approved Standard. NCCLS Document
H20-A, 1992.
NCCLS. Reference leukocyte differential count (proportional) and evaluation o f instrumental
m ethods. Villanova PA: NCCLS; 1992. Approved standard docum ent H20-A.
Roussel M, et al. Toward a reference m ethod for leukocyte differential counts in blood: Comparison
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Standardization in Hematology (ICSH). Cytometry 2012;. DOI 10.1002/Cyt.a.22092.
Vives Corrons JL, Albarede S, Flandrin G, Héller S, Horvath K, Houwen B, et al. Guidelines for blood
smear preparation and staining procedure for setting up an external quality assessment scheme
for blood smear interpretation. Part I: Control material. Clin Chem Lab Med 2004;42:922-6.
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 1 0 4 .e l
Autoevaluación
1. ¿La fórmula leucocitaria automatizada que ofrece un analizador hematológico es suficiente
cuando no m uestra alteraciones?
(a) Sí, cuando el hemograma automatizado es normal.
(b) No, debe revisarse manualmente en todos los casos.
(c) Solo debe realizase la revisión m anual cuando existe una persona experta en morfología.
(d) La revisión m anual de la fórmula leucocitaria no es necesaria con los datos que ofrece
hoy en día un analizador hematológico automatizado.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: a diferencia de un hemograma automatizado, la realización de un examen
m orfológico del frotis de sangre requiere conocim ientos que solo poseen personas con la
formación adecuada. Debido a ello, esta prueba resulta mucho más costosa que un simple hemo
grama y debe ser realizada solo cuando sea necesaria. En este sentido, la Sociedad Internacional
de Laboratorio de Hematología (ISLH) ha publicado los criterios de consenso para el examen
morfológico del frotis de sangre sobre la base de los resultados del hemograma automatizado.
2. Para realizar una fórmula leucocitaria m anual a partir de sangre total es imprescindible lo
siguiente:
(a) Disponer del hemograma automatizado.
(b) Utilizar May-Grünwald/Giemsa como colorante.
(c) Esperar 24 h antes de realizar el frotis.
(d) Realizar el frotis dentro de las 6 h de la extracción sanguínea.
(e) Utilizar sangre desfibrinizada.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: para poder realizar una correcta observación morfológica, la calidad de la
extensión o frotis de sangre debe ser impecable, ya que constituye un medio muy asequible para
confirmar la existencia de posibles alteraciones de las células sanguíneas, a veces detectadas por
los analizadores automatizados mediante «alarmas». U n hecho muy importante es que dado que
hoy en día las extensiones difícilmente pueden realizarse a partir de sangre sin anticoagulante,
es m uy im portante realizarla cuanto antes para que este efecto sea el m ínimo. Igualmente, las
extensiones deben ser realizadas dentro de las 4 h de practicada la extracción, con el objeto de
evitar la posible aparición de artefactos que pueden dificultar la observación morfológica y la
realización de la fórmula leucocitaria.
3. En Europa, el colorante de elección para la tinción de las células sanguíneas es:
(a) Giemsa.
(b) May-Grünwald/Giemsa.
(c) Wright.
(d) Romanowsky.
(e) Todos los anteriores.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: prácticam ente todos los m étodos empleados para teñir las células de la
sangre se basan en el empleo de colorantes tipo Romanowsky, constituidos, fundamentalmente,
por la mezcla de eosinas y derivados de las tiazinas. Romanowsky utilizó por vez prim era esta
mezcla de colorantes para poner en evidencia el núcleo del parásito del paludismo o malaria.
Para ello se basó en la idea del llamado «teñido neutro» de Ehrlich, que consiste en dejar que un
colorante básico reaccione con otro ácido para dar lugar a un compuesto con nuevas propiedades.
De esta forma, combinando la eosina, colorante ácido, con el azul de metileno, colorante básico
derivado de las tiazinas, obtuvo no solo una aceptable visualización del parásito del paludismo,
sino también una amplia gama de colores que, aplicados a las células sanguíneas, constituye hoy
en día el principio básico para su observación morfológica mediante microscopio. Posteriormente
la técnica de Romanowsky fue perfeccionada por Leishman y Jenner, en Inglaterra, y por May-
Grünwald y Reuter, en Alemania, que consiguieron mayor estabilidad de los colorantes y mejor
reproducibilidad del método de tinción aplicado a las células sanguíneas en extensión.
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104.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 3 Examen m orfológico de las células sanguíneas 1 0 4 .e3
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104.e4 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O 4
CONCEPTO DE HEMOGRAMA
El recuento celular sanguíneo es la medida de la concentración de eritrocitos, leucocitos
y plaquetas expresada en unidades entíticas (es decir, de células) p or litro de sangre.
Junto a la concentración de hemoglobina (Hb), el valor hematocrito (Hto), los índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio [VCM], hemoglobina corpuscular media
[HCM] y concentración media de la hemoglobina corpuscular [CMHC]) y el recuento
diferencial de leucocitos (RDL), constituye lo que hoy en día se conoce como «perfil
hematológico básico» o hemograma. Durante más de un siglo, no obstante, el significado
de este térm ino se ha ido adaptando a los avances experimentados por la tecnología
diagnóstica aplicada al laboratorio de hematología.
El térm ino hemograma fue introducido por vez prim era p o r J. A rneth en el año
1904, después de analizar a un elevado núm ero de pacientes con procesos infeccio
sos, y clasificar sus granulocitos neutrófilos en subgrupos de acuerdo con el núm ero
de lobulaciones (o segmentos) nucleares. Siguiendo este criterio, situó a la izquierda
los granulocitos con escasas lobulaciones o sin ellas (más inmaduros) y a la derecha los
más lobulados (más maduros), elaborando por vez primera u n patrón de clasificación
leucocitaria que denom inó «hemograma» y que actualmente se conoce como hemo
grama de Arneth (fig. 4-1). Sobre la base del hemograma de Arneth, en 1933, el patólogo
alemán J. Schilling definió el térm ino desviación a la izquierda como un aum ento
de los granulocitos más inmaduros, no segmentados o «bandas», y completó el patrón de
clasificación leucocitaria estableciendo un procedimiento para el recuento individuali
zado de las diferentes subpoblaciones leucocitarias, o fórmula leucocitaria. Es por ello
que durante muchos años, a la fórmula leucocitaria se la ha conocido también como
hemograma de Schilling.
Hasta bien entrada la década de los sesenta, el hem ogram a de Schilling, o fórmula
leucocitaria, se com plem entaba con el recuento m anual de las células sanguíneas
mediante una cám ara cuentaglóbulos o hemocitómetro, pero a p artir de 1970, con
la introducción de los sistemas autom atizados para realizar el perfil hematológico
básico, los conceptos de «hemograma» y «fórmula leucocitaria» sufrieron u n cambio
radical.
Fue en la década de los o ch en ta cuando el uso generalizado de los prim eros
analizadores hematológicos autom atizados hizo que se utilizara la denom inación
de hem ogram a para referirse al recuento celular de hem atíes y leucocitos, la con
centración de hem oglobina y los índices eritrocitarios (VCM, HCM y C M H C). A
lo largo de esta m ism a década, algunos equipos introdujeron tam bién la fórm ula
Neutrófilos
Leucocitos
Meta miel, Núcleo Núcleo Eo sinó filos Basófilos Linfocitos M onocitos
por mm? M ielocitos
ju veniles en cayado segm ent.
6 a 8.000 0
# ©© n ® » CP
0-1 3-5 55-85 2-4 0-1 20-25 4-8
17.000 , 6 32 4G i 0 0 12 4
12.000 18 54, 2 0 20 16
8.000 ,2 I 38, 8 1 40 11
------------ Él -----
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 107
C ám ara cuentaglóbulos
La cámara cuentaglóbulos es una microcámara de cristal excavada en u n portaobjetos
especial que se cierra m ediante un cubreobjetos. Permite realizar una dilución de las
células sanguíneas y su posterior visuaüzación mediante el microscopio.
Existen distintas marcas y modelos de cámara cuentaglóbulos, aunque todas ellas res
ponden a un diseño similar. Se trata de un portaobjetos de vidrio grueso (unos 3 mm de
espesor), una de cuyas superficies lleva esculpidos tres prismas paralelos, de los cuales el
central está dividido en dos hemiprismas idénticos separados por un surco transversal.
Ello permite colocar dos muestras distintas simultáneamente sin que se mezclen entre
ellas. Sobre estas últimas se hallan grabados sendos retículos cuyo diseño varía según
el modelo de cámara (fig. 4-2). Los prismas laterales se encuentran sobreelevados res
pecto al central, a una altura que puede ser de 0,1 mm (cámaras de Neubauer, Thom a y
Bürker), de 0,2 m m (cámaras de Malassez, Fuchs-Rosenthal) o de 0,5 mm, de manera
que, al colocar sobre aquellas un cubreobjetos grueso y de caras planas, se constituye
un espacio entre el prisma central y el cubreobjetos, en el que se pone una muestra de
sangre diluida para efectuar el recuento.
El trazado de los retículos tiene unas dimensiones variables: 1 m m 2 para la cámara
de Thoma y 9 mm2 para las de Neubauer y Bürker. El modelo de retículo más utilizado
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108 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Sangre capilar o venosa (utilizando EDTA como anticoagulante).
• Líquido de dilución:
• Para el recuento de células sanguíneas pueden emplearse diferentes líquidos de
dilución, cuya naturaleza varía según el tipo de célula analizada (tabla 4-1).
• Para el recuento de eritrocitos se han empleado líquidos neutros o isotónicos,
mientras que para el de leucocitos son necesarios líquidos que tiñan ligeramente
el núcleo de los mismos y produzcan una hemolisis de los eritrocitos (líquido de
Türk). Para el recuento de plaquetas se emplea un líquido hemolizante que impide
la agregación de las plaquetas.
• Pipeta de dilución (o microcapilar calibrado). Puede ser de dos tipos, según vaya des
tinada al recuento de eritrocitos o leucocitos (fig. 4-5). El diseño de ambas es similar y
consiste en un capilar adecuadamente calibrado (error, 1%) con una dilatación o bulbo
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FIGURA 4-3. A. Esquema del
retículo de la cámara de Neubauer.
B. Esquema del retículo de la cámara
de Thoma.
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110 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 4-1. Líquidos diluyentes empleados para el recuento celular mediante cámara
cuentaglóbulos
en su extremo proximal, de tal forma que el volumen que puede contener esta dilatación
sea siempre un múltiplo entero del correspondiente al propio capilar. Así, la pipeta para
el recuento leucocitario permite hacer una dilución al 1/20, puesto que la capacidad
del bulbo es 20 veces superior a la del capilar, mientras que la pipeta para el recuento
de eritrocitos tiene un bulbo con una capacidad 200 veces superior a la del capilar, por
consiguiente, se permite realizar una dilución al 1/200. Ambas pipetas llevan, asimis
mo, un enrase en la m itad exacta del capilar (0,5), así se pueden realizar, enrasando
en él la muestra de sangre, diluciones dobles de las citadas. En caso de no disponer de
las pipetas de dilución, la dilución de la sangre puede obtenerse también empleando
cualquier microcapilar calibrado de 20 (xl, con un error inferior al 1%.
• Cámara húmeda (cápsula de Petri con un algodón empapado con H20 en su interior).
• Microscopio óptico con sistema de contraste de fases (para recuento de plaquetas).
Recuento de eritrocitos
1. Se enrasa la pipeta de dilución para eritrocitos (bulbo de dilución 1/200) hasta
0,5 con sangre total.
2. Se aspira líquido de dilución isotónico hasta 101 (final del enrase), por lo que se
consigue una dilución de la sangre del 1/200. Para facilitar la aspiración se conecta
el extremo proximal de la pipeta de dilución a un tubo de goma de 25 a 30 cm
que lleve incorporada una boquilla.
3. Se agita suavemente el contenido del bulbo, una vez desechadas las tres primeras
gotas.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 111
Recuento de leucocitos
1. Se enrasa la pipeta de dilución para leucocitos (bulbo de dilución 1/20) hasta 0,5
con sangre total. Alternativamente puede emplearse un capilar graduado a 0,05 mi.
2. Se aspira líquido de Turk hasta el siguiente enrase, por lo que se consigue una
dilución de la sangre del 1/20. Para facilitar la aspiración se conecta el extremo
proximal de la pipeta de dilución a un tubo de goma de 25 a 30 cm que lleve
incorporada una boquilla.
3. Se agita suavemente el contenido del bulbo y una vez desechadas las tres primeras
gotas, se procede a llenar la cámara cuentaglóbulos por capilaridad.
4. Se observa al microscopio mediante el objetivo de 40X .
5. En general, se emplea la cámara de Neubauer que consta de nueve cuadros de
1 mm2.
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112 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Ejemplo:
Eritroblastos por 100 leucocitos = 25
Concentración de leucocitos = 10 X 109/1
Eritroblastos/1 = 25/100 + 25 = 0,2
0.2.X 10 = 2 X 1071
Leucocitos corregidos = 10 X 109/1 — 2 X 109/1 = 8 X 109/1
Recuento de plaquetas
La sangre total se diluye en una solución que im pide la agregación de las plaquetas.
El recuento puede hacerse, al igual que en el caso de eritrocitos y leucocitos, m e
diante un microscopio óptico aunque para una m ejor visualización de las plaquetas
y gracias a su carácter birrefringente es recomendable em plear uno de contraste de
fases.
1. Se incide en el pulpejo del dedo tras desechar la prim era gota.
2. Se llena por capilaridad la micropipeta, m anteniéndola horizontal.
3. Se diluye el contenido de la pipeta en 1,98 mi de solución de oxalato amónico 1%.
4. Se deja la muestra en reposo durante 15 min.
5. Se llena la cámara cuentaglóbulos y se deja en reposo en cámara húmeda durante
otros 15 min.
6. Mediante el microscopio de contraste de fases o bien con uno de óptica conven
cional (m anteniendo el condensador bajo) se cuentan las plaquetas presentes
en ocho cuadros de los 16 que existen en uno de la cámara; se aconseja contar
los cuadros situados en diagonal. Luego se cuentan otros ocho cuadros en otro
situado en el ángulo opuesto de la cámara. Si se utiliza óptica de contraste de
fases, las plaquetas aparecen como puntos negros rodeados de un halo claro
(refringencia).
7. Se cuentan las plaquetas depositadas sobre ocho cuadros de dos de los grandes,
situados en diagonal, de las cámaras de Bürker o Neubauer.
8. Si se utiliza la cámara de Thoma, se deben contar los 16 cuadros medianos que la
forman. Se aconseja considerar los cuadros medianos situados en la diagonal de
ambos cuadros grandes.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 113
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114 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Sangre capilar o venosa con EDTA.
• Extensión de sangre.
• Microscopio óptico convencional o de contraste de fases.
• Ocular de Miller.
M étodo
1. Punción digital: se desengrasa la pulpa del dedo y se coloca una gota de sulfato
de magnesio (S 0 4Mg).
2. Se practica una incisión con una lanceta. Se toma la prim era gota y se realiza una
extensión.
3. Se tiñe la extensión mediante May-Grünwald/Giemsa (MGG).
4. Se observa la preparación mediante el objetivo de inmersión.
5. Se cuentan las plaquetas presentes en 10 campos y mediante el ocular de Miller se
van contando al mismo tiempo el número de eritrocitos presentes en el recuadro
central del mismo. En cada observación (campo) se multiplica el núm ero de
eritrocitos contabilizados por 10.
6. Se analizan un total de 10 campos.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 115
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116 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 117
M aterial
• Sangre capilar o venosa con anticoagulante EDTA-K2 (1,5 m g/m l).
• Microscopio óptico con ocular de Miller. El ocular de Miller lleva grabado un doble
recuadro (disco de Miller), que está constituido p or dos campos cuadrangulares
(concéntricos); el área del mayor es 10 veces la del pequeño (fig. 4-7). Si no se dis
pone de este tipo de ocular, se puede colocar una pieza de papel negro y rígido en el
ocular del microscopio, con un orificio de 5 mm de diámetro.
• Balanzas.
• Pipeta Pasteur.
• Portaobjetos de 25 X 75 mm.
• Tubo de ensayo (75 X 10 mm).
• Solución colorante.
Se puede utilizar cualquiera de los colorantes vitales conocidos: azur B (CI 52010),
azul de cresilo brillante (ACB; CI51010) o azul de metileno nuevo (AMN; CI2030),
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118 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Mecanismo primario
• Trombocitopenia esencial
• Leucemia mieloide crónica
• Mielofibrosis idiopática (en su etapa inicial)
• Policitemia vera
• Síndromes mielodisplásicos (síndrome 5q- y anemia refractaria sideroblástica)
• Leucemia megacariocítica aguda
• Síndrome mieloproliferativo asociado a síndrome de Down
Mecanismo secundario
• Infecciones
• Inflamaciones crónicas
• Hemorragia
• Traumatismos y cirugía extensa
• Enfermedades malignas
• Ferropenia y anemia ferropénica
• Recuperación en el tratamiento del alcoholismo crónico
• Tratamiento de una anemia megaloblástica
• Anemia hemolítica intensa
• Administración de adrenalina
• Administración de alcaloides de la vinca
• Prematuridad y déficit de vitamina E
• Hiperostosis cortical infantil
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CUADRO 4-6. Principales causas de trom bocitopenia
D is m in u c ió n d e la p r o d u c c ió n d e p la q u e ta s
Congénitas
• A nom alía de M ay-Hegglin
• Síndrom e de B ernard-Soulier
• Síndrom e de Epstein-Barr (trom bocitopenia, sordera e insuficiencia renal)
• O tras trom bocitopenias congénitas con o sin m egatrom bocitos
• Hipoplasia m egacariocítica
• A nem ia de Fanconi
Adquiridas
• Efecto de m edicam entos
• M ielodisplasia
• Ferropenia intensa
• Infección por Parvovirus B19 (infrecuente)
• A dm inistración de tiazida
• Tratam iento con interferón
• H em oglobinuria paroxística n o ctu rn a
• T rom bocitopenia am egacariocítica adquirida
A u m e n to d e la d e s tru c c ió n p e rifé ric a d e p la q u e ta s
Mecanismo inmunitario
• C ongénito
• T rom bocitopenia aloinm une del recién nacido
• T rom bocitopenia inm une pasiva del recién nacido
• H ipersensibilidad m aterna m edicam entosa
• Adquirido
• M ecanism o autoinm une
• P ú rp u ra trom bocitopénica a u to in m u n e p rim aria
• P ú rp u ra trom bocitopénica a u to in m u n e asociada al lupus eritem atoso sistémico,
artritis reum atoide, LLC, linfom as y enferm edad de H odgkin, sarcoidosis
• T rom bocitopenia inm unom edicam entosa
• T rom bocitopenia postinfecciosa (rubéola, virus y vacunas)
• T rom bocitopenia asociada a virus de la inm unodeficiencia h um ana
• P ú rp u ra trom bocitopénica postransfusional
• P ú rp u ra anafiláctica
Mecanismo no inmunitario
• C ongénito
• Síndrom e de S chulm an-U pshaw
• Adquirido
• Coagulación intravascular disem inada
• P ú rp u ra trom bótica trom bocitopénica
• Infecciones víricas
M u ltifa c to ria l
Congénito
• Síndrom e de W iskott-Aldrich
• Síndrom e de las plaquetas grises
• A nom alía de C hédiak-H igashi
• Disgenesia trom bocitopénica cíclica
• M acrotrom bocitosis m editerránea
Adquirido
• Alcoholismo
• H eparina
• Enferm edad de Graves
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120 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo
1. M ediante la pipeta Pasteur se añade al tubo de ensayo dos gotas de solución
colorante y dos gotas de sangre. En caso de valores de hematocrito muy bajos, se
añade cuatro gotas de sangre.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 121
Ejemplo:
Reticulocitos paciente = 2,5%
Hematocrito del paciente = 0,25%
Hematocrito normal = 0,45
IRC = 2,5 X 0,25/0,45 = 1,3 (referencia: 0,5 a 1,5)
En caso de anem ia m uy intensa, el núm ero de reticulocitos circulantes no ex
presa la intensidad de la regeneración eritroblástica porque, debido al estímulo de la
eritropoyesis p o r la eritropoyetina, salen a sangre periférica más reticulocitos de lo
normal (desviación reticulocitaria o fenómeno shift). Debido a ello, los reticulocitos
m aduran durante más tiem po en la periferia que en la m édula ósea y, aparentemente,
su recuento es superior al que corresponde a la intensidad de la anemia. Este fenómeno
se caracteriza p o r la aparición de eritrocitos de gran tam año y tonalidad azulada
cuando se observa un frotis de sangre teñido con MGG (fig. 4-8). Para corregir el error
debido a la desviación reticulocitaria se debe aplicar un factor de corrección (F) que
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122 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Ejemplo:
Hematocrito = 0,25
Reticulocitos paciente = 70 X 109/1
Reticulocitos basales* = 50 X 109/1
Factor (F) = 2 días
IPR = (70/50)/2 = 0,7 (referencia: 2-3)
* El valor basal de reticulocitos se obtiene considerando que u n sujeto normal, en condiciones basales, produce diariamente
un núm ero de reticulocitos que equivale al 1% de la concentración total de eritrocitos (5 X 10l2/l, aproximadamente), es
decir, 50 X 1071.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 123
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124 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
LECTURAS RECOMENDADAS
Clinical and Laboratory Standards Institute and International Council for Standardization in
Haematology. M ethods for the reticulocyte counting (automated blood cell counters, flow
cytometry and supravital dyes): Approved Guideline. 2.a ed. Docum ent H44-A2. Vol. 24(8).
Wayne PA: CLSI; 2004.
International Council for Standardization in Haematology. Proposed reference m ethod for
reticulocyte counting based on the determination o f the reticulocyte to red cell ratio. Clin Lab
Haematol 1998;20:77-9.
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 1 2 4 .e l
A utoevaluación
1. ¿Qué es un hemograma?
(a) La concentración de leucocitos, hematíes y plaquetas.
(b) La medida de la concentración de hemoglobina.
(c) El recuento diferencial de leucocitos.
(d) El hematocrito y los índices eritrocitarios.
(e) Todos los anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: hasta bien entrada la década de los sesenta, el hemograma de Schilling, o fór
mula leucocitaria, se complementaba con el recuento m anual de las células sanguíneas mediante
cámara cuentaglóbulos o hemocitómetro, pero a partir de 1970, con la introducción de los sis
temas automatizados para realizar el perfil hematológico básico, los conceptos de «hemograma»
y «fórmula leucocitaria» sufrieron un cambio radical. Fue en la década de los ochenta cuando el
uso generalizado de los analizadores hematológicos automatizados introdujo la denominación
de hemograma para referirse al recuento celular de hematíes y leucocitos, la concentración de
hemoglobina y los llamados índices eritrocitarios (VCM, HCM y CM HC). Poco después los
equipos introdujeron también la fórmula leucocitaria a 3 poblaciones y 5 poblaciones. De esta
forma, gracias a la automatización, el hemograma (automatizado) entró a formar parte de las
pruebas incluidas en el protocolo de admisión de pacientes y a realizarse de forma sistemática,
para un simple recuento de leucocitos o para conocer la concentración de hemoglobina.
2. ¿Qué alteración de la sangre puede falsear el recuento de leucocitos como para requerir aplicar
un factor de corrección?
(a) Los aglomerados de plaquetas.
(b) La presencia de eritroblastos circulantes.
(c) La macrocitosis.
(d) La leucemia mieloide crónica.
(e) La leucemia linfática crónica.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los eritroblastos no se encuentran normalmente circulando por la sangre,
pero pueden hacerlo en el curso de intensos estímulos de la eritropoyesis (anemias hemolíticas),
de ciertos síndromes mieloproliferativos o en caso de metástasis neoplásica de la m édula ósea
(mieloptisis). Al poseer núcleo y no ser destruidos por el líquido de Turk, son contados como
leucocitos, pudiendo falsear su recuento. Por ello, se ha de aplicar u n factor de corrección.
Para esto se examina la extensión de sangre, se calcula el núm ero de eritroblastos por cada 100
leucocitos (n.° de eritroblastos) y se aplica la fórmula siguiente:
N.° de eritroblastos 9
Eritroblastos/1 = -------------------------------- x leucocitos (x 10/1)
N.° de eritroblastos +100
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124.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
es la alteración sanguínea característica de la talasemia, en la que el aum ento del núm ero de
eritrocitos puede acompañarse de anemia (seudopoliglobulia microcítica).
4. ¿Cuál es la causa más importante de leucopenia?
(a) La neutropenia.
(b) La linfopenia.
(c) La infección por el HIV.
(d) La insuficiencia hepática.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la disminución de la concentración de leucocitos se denomina leucopenia
y, en caso de insuficiencia medular grave (aplasia medular), se acompaña prácticamente siempre
de anemia y plaquetopenia (pancitopenia). La leucopenia afecta siempre a la totalidad de los
leucocitos circulantes, en especial a los más abundantes, como, por ejemplo, los granulocitos y
linfocitos. La disminución selectiva de granulocitos neutrófilos se denomina granulopenia, y la
de linfocitos linfopenia. Casi siempre una neutropenia obedece a una granulopenia.
5. Los reticulocitos son hematíes jóvenes cuyo método de recuento m anual se basa en:
(a) Que poseen mitocondrias.
(b) Que poseen restos de cromatina nuclear.
(c) Que poseen ribosomas (ARN).
(d) Que poseen núcleo.
(e) Que se tiñen con colorantes panópticos.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el recuento m anual de reticulocitos consiste en contarlos m ediante el
microscopio óptico convencional después de incubar la sangre en presencia de un colorante no
fijador (supravital), que precipita el ARN y da lugar a una imagen reticulada de color violeta
muy característica. Este procedimiento constituye aún el m étodo de referencia internacional
para el recuento de reticulocitos recomendado por el International Council for Standardization
in Haematology (ICSH) y el National Committee for Clinical Laboratory Standards de EE. UU.
6. En caso de anemia intensa, el color azulado de algunos eritrocitos (policromasia) obedece a:
(a) El incremento de la síntesis hemoglobinita debido al estrés eritropoyético.
(b) La salida de la medula ósea de un gran núm ero de reticulocitos muy inmaduros.
(c) El aumento de producción de ARN por los eritrocitos en la anemia.
(d) Un artefacto de tinción cuando se utiliza MGG en casos de anemia grave.
(e) La presencia de un mayor núm ero de macrocitos.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: en caso de anemia m uy intensa, el núm ero de reticulocitos no expresa la
intensidad de la regeneración eritroblástica porque debido al estímulo de la eritropoyesis por
la eritropoyetina, salen m uchos más reticulocitos que en condiciones normales (desviación
reticulocitaria o fenóm eno shift). Debido a ello, los reticulocitos m aduran más tiem po en la
periferia que en la m édula ósea y, aparentemente, su recuento es superior al que corresponde a
la intensidad de la anemia. Este fenómeno se caracteriza por la aparición de eritrocitos de gran
tam año y tonalidad azulada cuando se observa un frotis de sangre teñido con MGG. Para corregir
el error de recuento debido a la desviación reticulocitaria, debe aplicarse un factor de corrección
(F) que corresponde al período de m aduración reticulocitaria (días) de valor inversamente
proporcional al hematocrito, y calcular el llamado índice de producción reticulocitaria (IPR).
7. En una anemia ¿cómo puede conocerse de forma inmediata la capacidad de respuesta de la
médula ósea?
(a) Mediante la medida de la eritropoyetina plasmática.
(b) Mediante la determinación del VCM.
(c) Mediante el recuento de reticulocitos.
(d) Mediante la realización de un aspirado y examen morfológico de la médula ósea.
(e) Mediante la medida de la ferritina plasmática.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el recuento de reticulocitos es siempre una forma indirecta de determinar
la capacidad regenerativa de la m edula ósea. Por tanto, en toda anemia, cuando la m edula ósea
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Capítulo 4 Métodos para e l recuento manual de las célu las sanguíneas 1 2 4 .e3
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C A P Í T U L O 5
RESEÑA HISTÓRICA
La automatización ha contribuido decisivamente al aumento de la rapidez y fiabilidad
del recuento de las células sanguíneas, a la vez que ha perm itido obtener u n examen
hematológico básico que incluye todas las magnitudes del hemograma que antiguamente
debían realizarse de forma separada y mediante métodos e instrumental diferentes. Como
se ha comentado en el capítulo anterior, a lo largo de los últimos 30 años, el hemograma
autom atizado, llamado tam bién hemograma estándar o examen hematimétrico, ha
reemplazado por completo los procedimientos de recuento manual, cuya utilidad queda
restringida a situaciones especiales o requerimientos muy concretos. Ello ha sido posible
gracias al enorme progreso de los procedimientos de análisis de células en suspensión
mediante sistemas de flujo continuo (citometría de flujo), a los que se ha sumado, más
recientemente, el elevado potencial de la informática.
Aunque la comercialización de instrumentos para el recuento electrónico de células
sanguíneas no se inició hasta 1956, la autom atización del recuento celular tuvo su
inicio en 1949, cuando Wallace Coulter desarrolló un contador de partículas basado en
el cambio que estas producen al pasar individualmente por un orificio o apertura que
separa dos medios con diferente potencial eléctrico (principio de la resistencia eléctrica
o de la impedancia). Con todo, no fue hasta bien entrada la década de los sesenta en
que los equipos suministraron, de manera sistemática, no solo el recuento celular sino
también el tamaño de los hematíes o volumen corpuscular medio (VCM). El recuento
de plaquetas no se automatizó hasta unos 10 años más tarde. En 1953, Parker y Horst
describieron el prim er analizador autom ático para el recuento celular mediante luz
halógena, previa tinción de las células gracias a un colorante rojo para eritrocitos y azul
para leucocitos. En 1965, Kamentsky introdujo dos nuevos principios para el análisis
automatizado de las células sanguíneas: 1) espectrofotometría, o medida de la absorción
lumínica, y 2) dispersión de luz, o medida multiparamétrica de la luz m onocromática
dispersada por las células individualizadas cuando incide sobre ellas en un campo oscuro
(principio del fondo oscuro).
En 1966 se introdujo el análisis celular mediante cambios en ondas electromagnéticas
de radiofrecuencia (RF); y a partir de 1980, se incorporó la medida de la dispersión de
luz láser a dos ángulos diferentes. De acuerdo con este principio, la intersección
de cada célula con la luz provoca la emisión de una serie de señales luminosas que,
analizadas convenientemente, permiten diferenciar muchas de sus propiedades (tamaño,
granulaciones, complejidad estructural, características del núcleo, entre otras) o su
comportamiento cuando se ponen en contacto con diferentes sustancias o marcadores
(anticuerpos monoclonales, enzimas, colorantes, etc.). La incorporación de sustancias
fluorescentes, al permitir una mejor relación señal/ruido que los colorantes de absorción,
ha significado una importante mejora en la sensibilidad y precisión de las mediciones.
Entre los años 1972 y 1978, se iniciaron los prim eros intentos para autom atizar
la fórmula leucocitaria mediante el desarrollo de equipos que realizaban un análisis
óptico digitalizado de imágenes a partir de extensiones de sangre en portaobjetos y
teñidas, generalmente con el colorante May-Grünwald/Giemsa (MGG). Tales sistemas
realizaban un recuento diferencial de leucocitos (RDL) siguiendo los mismos criterios
morfológicos del método óptico convencional. Debido a ello, era imprescindible dis
poner, además del equipo propiamente dicho, de un extensor automático para obtener
extensiones con distribución uniforme de las células y de un teñidor automático para
conseguir una coloración homogénea de la extensión de sangre. Tales sistemas realizaban
un recuento de 100 células empleando para ello un tiempo similar al de un observador,
por lo que, si bien fueron considerados útiles para la revisión de patologías o para
fines docentes y/o educacionales, nunca llegaron a introducirse como método para la
realización sistemática de la fórmula leucocitaria como parte integral del hemograma
automatizado. Actualmente, los equipos con estas características son microscopios
altamente sofisticados que incorporan un analizador de imágenes capaz de reconocer
cualquier célula de la sangre o médula ósea y un potente sistema informático (software)
para su procesamiento y clasificación (CellaVision DM 200).
Los primeros recuentos diferenciales de leucocitos a partir del análisis de células en
suspensión se realizaron utilizando el sistema Coulter (impedancia), que proporcionaba
una curva de distribución de los leucocitos de acuerdo con su volumen celular (CDV)
y permitía obtener un RDL elemental formado por una (linfocitos), dos (neutrófilos y
linfocitos) o tres poblaciones (neutrófilos, linfocitos e intermedia). Ejemplos de estos
analizadores fueron diferentes versiones del sistema Coulter (Coulter S, modelos Plus,
STKR) y Sysmex (TOA Sysmex E-4000 y E-5000).
En 1974, Technicon (Tarrytown, EE. UU.) comercializó el prim er analizador hema
tológico automatizado capaz de realizar una fórmula leucocitaria de cinco poblaciones
(neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos), tal y como fue descrita por
vez primera en 1891 por Paul Ehrlich, el padre de la hematología. Este equipo, bautizado
como «autoanalizador Hemalog-D», realizaba la fórmula leucocitaria combinando la
medida del volumen celular y la de determinadas reacciones citoquímicas específicas
de las diferentes poblaciones leucocitarias: actividad peroxidasa (M PO) propia de
neutrófilos y eosinófilos, reacción al azul alcián propia de los basófilos y actividad es
terásica propia de los monocitos. Al igual que el sistema Coulter, que introdujo por vez
primera la impedancia para el análisis automatizado de las células sanguíneas, el sistema
Technicon marcó otro hito en la historia de la automatización al introducir, también
por vez primera, la citoquímica para la realización del RDL. Pese a la rapidez y calidad
del RDL ofrecido por el Hemalog-D (analizaba 10.000 células en cada determinación,
frente a las 100 del método óptico convencional), su precio era excesivamente elevado
para la mayoría de los laboratorios de la época, incluidos los hospitalarios. Este he
cho, sum ado a la natural resistencia del hematólogo a sustituir el m icroscopio por
una «caja negra» que no permitía visualizar la morfología celular (por más novedoso
que fuera el sistema), retrasó hasta principios de los ochenta su im plantación defi
nitiva como método para realizar el RDL equiparable en velocidad y precisión al del
hemograma automatizado. A principios de los noventa, la empresa Technicon dio un
nuevo y definitivo paso al fundir en un mismo equipo el recuento celular y la fórmula
leucocitaria (Technicon, Hemalog H-6000®). Para ello eliminó el canal de las esterasas
(quedó solamente el de las peroxidasas), y se introdujeron mejoras en la identificación de
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 127
ERRNVPHGLFRVRUJ
128 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo de la im pedancia
El m étodo de la impedancia consiste en la m edida de los cambios que producen las
células (partículas no conductoras) suspendidas en un diluyente conductor en la resis
tencia al paso de la corriente continua (CC) de bajo voltaje cuando atraviesan un campo
eléctrico. Este método, introducido p o r Wallace Coulter en 1956 (método Coulter),
continúa siendo el más empleado en la actualidad. El uso de reactivos hemolizantes
permitió también separar los leucocitos y obtener un recuento diferencial leucocitario
de tres poblaciones (granulocitos, linfocitos y células de tam año medio) que fue el
único suministrado durante años por los analizadores hematológicos automatizados
de segunda generación.
Cada vez que u na célula atraviesa u n orificio que separa dos medios con diferente
potencial eléctrico se produce un impulso que es proporcional al volumen del elec
trólito desplazado. La corriente eléctrica, continua y de baja frecuencia, genera una
diferencia de potencial entre un electrodo externo, situado en la cámara de recuento, y
uno interno, alojado en el tubo donde se halla el orificio de apertura. A medida que las
células atraviesan este orificio, se produce una resistencia eléctrica al paso de la corriente
(impedancia) que genera impulsos que son detectados, analizados y registrados por
sensores específicos (fig. 5-1). El número de impulsos generados por unidad de tiempo
corresponde al número de células que atraviesan el orificio de apertura (concentración),
y su amplitud al tamaño de las células (volumen). Hay que tener siempre en cuenta que
no se puede obtener el recuento celular absoluto a menos que se conozca el volumen
preciso de sangre total diluida que atraviesa el orificio capilar durante el ciclo de recuento.
Los datos de los impulsos generados p o r el paso de las células son registrados en
gráficos de distribución de frecuencia, o histogramas de distribución de tamaño, con el
núm ero relativo en el eje Y, y el tamaño (núm ero del canal equivalente al tamaño es
pecífico) en el eje X (fig. 5-2). Cuando se emplea esta metodología, debe tenerse siempre
en cuenta que existen factores electrónicos, o inherentes al sistema de análisis, que pueden
influir en el resultado de la medida. Entre ellos destacan dos fundamentales:
1. Diámetro del orificio de apertura.
2. Coincidencia en el paso de las células a través del orificio.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 129
El d iám etro d el orificio de apertura depende del tamaño de las células a analizar
(eritrocitos, leucocitos y plaquetas) y viene determinado por el analizador. Así, el diáme
tro del orificio de apertura es m enor para eritrocitos y plaquetas que para leucocitos.
Uno de los problemas que más han interferido en el recuento mediante la impedancia
es el de las variaciones en la permeabilidad del orificio de apertura. Ello significa que
para un correcto registro de los impulsos es fundamental que el orificio de apertura
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130 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
se halle siempre en perfecto estado de permeabilidad. Este puede verse alterado por
depósitos de sustancias orgánicas del plasma (proteínas, principalmente) alrededor
del mismo, que disminuyen el diám etro y dan lugar a valores de recuento inferiores
y de VCM superiores a los que correspondería sin este artefacto. Es p or ello que los
analizadores hematológicos automatizados de primera generación (Coulter y Coulter S)
incorporaban un m onitor que perm itía visualizar en todo m om ento ese orificio y
proceder a su limpieza cuando fuera necesario para garantizar su permeabilidad (os-
ciloscopio). Para evitar este inconveniente, los analizadores de segunda generación
incorporaron «circuitos de quemado» (resistencia eléctrica alrededor del orificio de
apertura generador de calor o alto voltaje) o sistemas internos de lavado automático
que solucionaron el problem a. Los analizadores hematológicos autom atizados de
últim a generación ya incorporan sofisticados sistemas de limpieza autocontrolada
con chequeos sistemáticos y periódicos del sistema que incluyen cebado con desobs
trucción de los inyectores y tratam iento de los residuos. Para minimizar aún más este
tipo de artefactos, se han diseñado también mecanismos electrónicos o mecánicos, en
ocasiones muy sofisticados, tales como el barrido posterior de la cámara o la colocación
de un doble transductor.
La co in cid en cia en el p aso de las célu las a través d el orificio de apertura puede
incrementar la intensidad de los impulsos al generar falsos aumentos del VCM (falsas
macrocitosis) y valores de recuento celular falsamente bajos. Este fenómeno suele darse
cuando la concentración de células a analizar es m uy elevada (leucemias mieloides/
linfoides crónicas), o cuando las células tienden a agregarse p o r efecto a inm uno-
globulinas plasmáticas (crioaglutininas). En estos casos el equipo puede no dar ningún
resultado o generar una alarm a característica que obliga a procesar nuevam ente la
muestra, previa dilución o calentamiento durante 30 m in a 37 °C, respectivamente.
Para evitar esta coincidencia de paso, se ha incorporado un sistema de enfoque hi
drodinámico (EH) que obliga a las células a fluir hacia la región sensible del orificio de
apertura con una trayectoria bien definida, estrecha y estable (en hilera). Con ello no
solo se impide que varias células pasen simultáneamente p or el borde del orificio de
apertura, sino también que, una vez atravesado este, retrocedan e interfieran en el paso
de las células que las siguen.
Pese a todo ello, no es infrecuente que pequeñas desviaciones en el funcionamiento
del equipo se traduzcan en alteraciones en el recuento que pueden pasar desapercibidas.
Algunos ejemplos prácticos de estas situaciones son: el «ruido electrónico», generado por
el propio sistema o por otros equipos situados cerca de él; los fallos en el sistema de vacío
o en el m anómetro de presión que impiden una correcta aspiración de la muestra; los
fallos en el EH, o la excesiva rigidez de los eritrocitos. Por ello, el correcto funcionamiento
de estos equipos requiere siempre un control permanente y de calibración por parte del
personal técnico responsable.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 131
Corriente de radiofrecuencia
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132 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Cámara de flujo
Fotomultiplicador
Ángulo de 90° (dispersión lateral)
Esquema del recuento celular en los aparatos basados en el método de dispersión de luz
F I G U R A 5 -4 .
(láser). Un fotomultiplicador detecta la luz dispersada a 90° y analiza la composición intracelular, mientras
que un fotodetector recoge la luz dispersada a 5-10° y mide el volumen celular.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 133
D ato s n u m érico s
00
05
W BC
% #
NE 52,6 3,6
LY 36,7 2,5 Histograma
MO 7,8 0,5
EO 2,5 0,2
BA 0,4 0 RBC
RBC 5,29
HGB 16,2 REL#
H CT 47
MCV 88,8
MCH 30,7
MCHC 34,5
50 100 200 300
RDW 12,5
PLT 179
MPV 8,4
W BC 6,2 10*/pl
NE 4,4 |70,6%]
LY 1,3 [21,2%] WBC Flag
MO 0,2 [2,5%]
RBC Atypical Lymphocytes, Basophilia
EO 0,2 [5,4%]
Blast, Leukocytosis, Neutrophilia,
BA 0 [0,3%]
Monocytosis, Eosinophilia
RBC 5,1 10*/pl
HGB 14,4 g/dl
H CT 42,3 %
WBC Flag
MCV 86,2 fl Erythrocytosis, Anem ia, Anisocytosis,
MCH 28,5 PLT M icrocytosis, Hypochromia
pg
MCHC 33,1 %
RDW 11,5 fl
PLT Flag
PLT 280 10*/pl PLT Clam ps. Thrombocytopenia
PCT 0,15 %
MPV 7,2 fl
PDW 18,5 %
FIGURA 5-5. Datos numéricos e histogramas suministrados por un analizador hematológico automatizado.
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134 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 135
Características peculiares
Conocer el com portam iento peculiar de algunos de los analizadores hematológicos
automatizados es hoy en día muy importante porque existen diferentes marcas y modelos
que utilizan principios diferentes de análisis, algunos de los cuales aportan innovaciones
metodológicas de gran utilidad como información adicional al informe de resultados.
Tanto para el profesional del laboratorio clínico como para el médico general, conocer
estos aspectos contribuye a comprender mejor el nivel alcanzado por la tecnología actual
para determinar una prueba, en principio tan simple, como es el examen básico de la
sangre o hemograma. Dado que es imposible ofrecer un análisis exhaustivo de todos
sistemas que actualmente existen en el mercado para obtener un hemograma, se han
seleccionado aquí cuatro de ellos que, además de ser los de uso más extendido, ofrecen
características metodológicas innovadoras que han contribuido a la mejora de exactitud
y precisión de los resultados, así como de la automatización y rapidez en la entrega de
los mismos.
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136 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
diferencial leucocitario o fórm ula leucocitaria conocida como VCS (fig. 5-6). Esta
tecnología perm ite la clasificación de las células com binando la m edida simultánea
del volum en (tam año) m ediante im pedancia con las p articularidades internas y
propiedades de superficie celular medidas mediante conductividad (radiofrecuencia)
y dispersión lumínica (o scatter de la terminología anglosajona). Para ello, los leucocitos
son conducidos a un canal especial donde una vez lisados los eritrocitos, se tratan con
un reactivo estabilizador y se dirigen p o r EH hacia la zona de sensores. El método
singular que se utiliza para la detección de la dispersión lumínica permite la separación
de células con tam año similar, pero características de dispersión diferentes. En cada
muestra pueden analizarse unos 10.000 leucocitos. Recientemente, a esta tecnología
se ha añadido el A ccuCount (citocinética) que combina el principio Coulter con un
sistema de control de la cinética de análisis, con lo que se incrementa la precisión de
los resultados.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 137
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138 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGURA 5-8. Análisis de las magnitudes eritrocitarias (VCM y HCM) de forma independiente mediante
dispersión de luz láser y aplicación de la teoría de Mié.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 139
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140 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
SISTEMÁTICA DE TRABAJO
En general, todos los analizadores hematológicos automatizados aspiran un volumen
exacto de sangre total (20-50 |xl, según el equipo) que diluyen automáticamente (1:200
para WBC, 1:40.000 para RBC) en una cámara de mezclado. Esta aspiración la realizan
a partir de un tubo que, de acuerdo con la normativa GLP (buenas prácticas de labora
torio), ha de cumplir el nivel 2 de bioseguridad.
Dado que no existe una garantía absoluta de ausencia de virus (HIV, hepatitis B,
principalmente) y otros agentes infecciosos, la manipulación de las muestras y del ana
lizador hace obligatorio el uso no solo de tubo cerrado para manipular las muestras, sino
también de guantes, para evitar cualquier posible contacto entre la sangre y el operador.
En todo laboratorio de hematología, la elección de un determinado tipo de analizador
constituye siempre una decisión im portante y en ella deben intervenir factores diversos,
entre los que destacan los requerimientos y las necesidades propias del laboratorio. En
centros asistenciales con un elevado número de muestras, es siempre recomendable que
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 141
se puedan constatar in situ las prestaciones del equipo y el cumplimiento de los reque
rimientos que se le exigen de acuerdo con las peculiaridades propias y las necesidades
del centro al cual el laboratorio de hematología da servicio.
Cada analizador tiene su propia sistemática de trabajo, que debe seguirse con riguro
sidad. No obstante, para la utilización de los analizadores hematológicos más sencillos
(semiautomatizados) y asequibles a laboratorios con nivel asistencial mediano (100 a
200 muestras/día), existen un conjunto de recomendaciones simples pero suficientes
para su buen manejo y control.
Calibración
Consiste en corregir las desviaciones que puedan aparecer en el sistema mediante la com
paración de los valores obtenidos con los de una muestra control (v. paso 4 del apartado
anterior). Para ello existen los siguientes procedimientos recomendados por el ICSH:
• Los controles comerciales utilizados para verificar la exactitud de los resultados
obtenidos, es decir, que el resultado obtenido coincida con el indicado en el control.
Son los mal llamados «calibradores», y cada firm a comercial fabrica los corres
pondientes al equipo que representa. En general, tienen un precio elevado y no se
utilizan diariamente.
• Las muestras de pacientes utilizadas para controlar la reproducibilidad (precisión) de
los resultados a lo largo de la jornada laboral.
• Los controles propios preparados de acuerdo con las recomendaciones del ICSH.
Requieren unos procedimientos técnicos de preparación especiales que no se hallan
al alcance de cualquier laboratorio, por lo que son preparados exclusivamente por
centros reconocidos, tales como organizadores de program as para la evaluación
externa de la calidad u otros centros oficiales.
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142 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
C ontrol de calidad
Prácticamente todos los analizadores hematológicos, incluso los más sencillos, llevan
incorporado un sistema de autocontrol que incluye un programa de control interno de la
calidad (CIC), basado en el empleo de estadísticas acumuladas y rutinas de movimiento
promedio de resultados de los pacientes y muestras control. Diariamente, los resultados
se acumulan y procesan estadísticamente de acuerdo con una sistemática estándar (www.
westgard.com) realizada por el propio equipo, de forma que no es nunca necesario que el
operador modifique las condiciones de lectura o rectifique las respuestas de los diferentes
canales para obtener los histogramas (fig. 5-11). Con todo, es interesante que conozca la
forma de poder variarlas, por si alguna vez es necesario; para ello debe recurrir al manual
de procedimientos correspondiente.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 143
FIGU RA 5-11. Pantallas para el control diario de la calidad de los resultados obtenidos mediante un
analizador hematológico automatizado.
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1 44 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
criterios preestablecidos en el SIL, lo que perm ite la revisión de un gran núm ero de
resultados en poco tiem po. La validación de los resultados obtenidos m ediante un
analizador hematológico implica el conocimiento de todas las fases que intervienen en
el proceso analítico (preanalítica, analítica y postanalítica), la edad y el sexo del paciente,
la procedencia de la muestra (hospital o ambulatorio) y todas aquellas posibles causas de
variabilidad clínica o biológica (actuales o anteriores); se debe tener siempre en cuenta
la población de referencia a la que pertenece el paciente. Para ello, deben considerarse,
en prim er lugar, dos etapas previas a la inclusión del resultado en el SIL y que se refieren
a la verificación de la idoneidad de las muestras para ser procesadas y la verificación de
la idoneidad de los resultados.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 145
• Hemoglobinopatía SS
• Hemoglobinopatía CC
• Paludismo
• Eritroblastosis fetal
• Anemias hemolíticas (eritrocitos fragmentados)
• Megatrombocitos (trombocitopenia de May-Hegglin)
CC, homocigoto de HbC; SS, homocigoto de HbS.
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146 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Eritrocitos = 3 X 10 l2/l 3X 3 = 9
Hemoglobina = 9,2 g/dl 3 X 9,2 = 2 7,6
Hematocrito = 2 6 %
Eritrocitos = 4 X 10 l2/l 3 X 4 = 12
Hemoglobina = 8,2 g/dl 3 X 8,2 = 24,6
Hematocrito = 3 8 %
Límites de tolerancia
Media DE Alarma Superior Inferior
Leucocitos ( X 1 0 9/1) 7 ,34 0,85 <20 50 0,5
Eritrocitos ( X 1 0 l2/1) 4,46 0,2 < 6 ,5 8,8 1,5
- Hemoglobina (g/1) 131 5 < 10 220 30
- Hematocrito (1/1) 0,38 0 ,27 <28 0,7 0 ,15
- V C M (fl) 8 5,2 4 < 7 0 / > 11 0 120 55
- H C M (p g ) 29,4 1,8 <25 37 20
- C M H C (g/1) 345 29 < 280 400 230
- A D E (% ) 13,5 2 ,1 <24 6
Pía quetas ( X 1 0 9/l) 2 19 30 < 6 0 /> 6 0 0 800 15
- V P M (fl) 8,1 1,2 12 4,5
ADE, am plitud de la curva de distribución eritrocitaria; CMHC, concentración media de hemoglobina corpuscular;
DE, desviación estándar; HCM , hemoglobina corpuscular media; VCM, volumen corpuscular medio; VPM, volumen
plaquetario medio.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 147
logran superarlos pasan de forma automática a la llamada «firma electrónica». Los res
tantes quedan retenidos y deberán someterse a un proceso de comprobación y validación
personal por parte del facultativo hematólogo responsable. El informe definitivo debe
ser único, comprensivo, con toda la información útil derivada tanto de los resultados
obtenidos por el analizador como de los obtenidos por los métodos alternativos em
pleados, sin que existan resultados contradictorios.
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1 48 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 149
VP + VN
VP + FP + VN + FN
VP
VPP = ---------- xlOO
VN
VPN= -----------xlOO
VN+FN
EG, eficiencia global: porcentaje global de aciertos tanto en m uestras normales como patológicas; FN, falsos negativos;
FP, falsos positivos; VN, verdaderos negativos; VP, verdaderos positivos; VPN, valor de predicción negativa: porcentaje
de aciertos de las muestras normales; VPP, valor de predicción positiva: porcentaje de aciertos de las muestras
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150 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Eritrocitos
m agnitudes e índices que pueden ser útiles en el diagnóstico y el tratam iento de las
anemias.
D urante varios años se comercializaron equipos específicamente diseñados para el
recuento automatizado de reticulocitos (Becton Dickinson FACS o Coulter EPICS),
aún asequibles actualmente, pero su uso ha disminuido sensiblemente debido al he
cho de que m uchos de los analizadores hematológicos automatizados de alta gama ya
incorporan la realización sistemática de este recuento En general, todos ellos utilizan
el m ism o principio que el m étodo m anual; es decir, em plean colorantes básicos
supravitales que precipitan el ARN y tiñen el material resultante para que pueda ser
reconocido po r absorción o dispersión lumínica. Entre dichos colorantes destaca la
auramina O, que emite fluorescencia lateral cuando un haz de luz láser de argón incide
sobre las células circulando en flujo laminar (fig. 5-12). Las señales se representan en
un diagrama que correlaciona el tam año celular con la intensidad de la fluorescencia,
obteniéndose u n a im agen que contiene cuatro poblaciones: eritrocitos m aduros
y reticulocitos de baja fluorescencia (LFR), fluorescencia interm edia (MFR) y alta
(HFR) (fig. 5-13).
Lafracción de reticulocitos inmaduros (IRF) es la suma de las poblaciones MFR y HFR
e indica la proporción de reticulocitos inmaduros con respecto al total en una muestra.
Las diferencias entre colorantes, fluorocromos y sistemas de detección empleados por
diferentes analizadores automatizados existentes en el mercado hacen que los resultados
del recuento puedan ser muy variables. Asimismo, como en toda técnica de citometría
de flujo, pueden existir situaciones capaces de interferir en la precisión o exactitud de
los resultados. Estas interferencias dependen en gran medida del fluorocromo empleado
para marcar el ARN e inciden de forma especial en el análisis de las subpoblaciones
reticulocitarias con elevado contenido en ARN (cuadro 5-7). La necesidad de unificar
criterios ha llevado a proponer un procedimiento (Davis, 1993) consistente en establecer
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 151
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152 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
clínica porque sufren importantes variaciones, pero la CHr, al ser una medida directa de
la concentración de hemoglobina de cada reticulocito, se correlaciona con el porcentaje
de eritrocitos hipocromos (HYPO) y ha demostrado ser de gran valor para el control
y seguimiento de los estados deficitarios en hierro (ferropenia y anemia ferropénica).
Así, valores de C H r m enores a 26 pg constituyen u n signo m uy preciso de estado
ferropénico, es decir, de una inadecuada disponibilidad de hierro para la síntesis de
hemoglobina, lo que hace de la C H r un método m uy útil para el diagnóstico precoz
de ferropenia; incluso mejor que la concentración de ferritina plasmática o el propio
índice de saturación de la transferrina, magnitudes que pueden verse influenciadas
por factores diversos. Además, con cada aum ento unitario del C H r se reduce en un
30 a un 45% la probabilidad de padecer ferropenia o anem ia ferropénica. Debido a
ello, el valor de la C H r se utiliza para evaluar el estado del hierro en niños prematuros
y pacientes sometidos a hemodiálisis, de form a que un valor de C H r inferior a 26 pg
en estos últimos constituye un indicador muy sensible de requerimiento de hierro, y
este valor asciende rápidamente a las 48 h de la administración de hierro endovenosa.
Igualmente, la m edida de la C H r es útil para el seguimiento del tratam iento con eri-
tropoyetina recom binante hum ana (rHuEPO), ya que perm ite controlar y prevenir
la posible aparición de ferropenia como consecuencia del estím ulo eritropoyético
inducido por la rHuEPO, incluso cuando los valores de ferritina plasmática y trans
ferrina se hallen dentro de los límites de referencia.
RECUENTOS AMBULATORIOS
A lo largo de los últimos años, la implantación de nuevos sistemas de asistencia hos
pitalaria y extrahospitalaria menos centralizada como, por ejemplo, las llamadas pruebas
diagnósticas cerca del paciente o p o in t o f care testing (PCT), ha m arcado una cierta
tendencia a favor de los equipos de tamaño y prestaciones más reducidas pero compactos
y adaptados a realizar su trabajo fuera del laboratorio y más cerca de la cabecera del
enfermo. La utilización de estos equipos, más simple que la de los grandes analizadores,
debe cumplir no obstante las mismas premisas de garantía de calidad propias de sus
hermanos mayores:
• La determinación se debe realizar por personal capacitado para el manejo y mante
nimiento del equipo y la vaüdación de los resultados.
• Debe existir una evaluación permanente del correcto funcionamiento.
• Debe existir una sistemática de CIC y de evaluación externa de la calidad.
• Debe existir un control de los suministros y reactivos.
• Debe existir un manual de procedimientos actualizado.
• Debe existir un sistema normalizado para el registro e informe de los resultados.
LECTURAS RECOMENDADAS
Briggs C, Carter J, Lee SH, Sandhaus L, Simon-Lopez R, Vives Corrons JL. ICSH Guideline for
worldwide point-of-care testing in haematology with special reference to the complete blood
count. International Council for Standardization in Haematology (ICSH). Int J Lab Hematol
2008;30(2): 105-16.
CLSIH20-A2: Reference Leukocyte (WBC) Differential C ount (Proportional) and Evaluation o f
Instrumental Methods; Approved Standard. 2.a ed. Recognition N um ber 7-165,2012.
England JM, Rowan RM, Bins M, et al. Recommended m ethods for the visual determination o f white
cell and platelet counts. W H O LAB 1988;88:1.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 153
ICSH Expert Panel on Cytometry. Reference m ethod for the enumeration o f erythrocytes and
leukocytes. Clin Lab Haem at 1994;16:131-8.
International Committee for Standardization in Haematology. The assignment o f values to fresh
blood used for calibrating autom ated blood cell counters. Prepared by the ICSH Expert panel on
Cytometry. Clin Lab Haematol 1988;10:203.
International Council for Standardization in Haematology Expert Panel on Cytometry and
International Society of Laboratory Hematology Task Force on Platelet Counting-American
Journal o f Clinical Pathology 2001;115:460-4.
National Institute o f Health. Centre for Disease Control. Biosafety in Microbiological and Biomedical
Laboratories; 1984.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 1 5 3 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál es el principio de funcionamiento de los analizadores hematológicos automatizados
más utilizados?
(a) Impedancia.
(b) Citoquímica.
(c) Dispersión de luz láser.
(d) Dispersión de luz.
(e) Radiofrecuencia.
Repuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los analizadores hematológicos autom atizados existentes en el mercado
muestran diferentes grados de complejidad y sofisticación, pero para su funcionamiento utilizan
diversos principios de medida, entre los que destacan la corriente eléctrica (impedancia) las ondas
electromagnéticas (radiofrecuencia) o la dispersión de luz.
2. ¿Cuál de los siguientes sistemas de funcionamiento es utilizado por todos los analizadores
hematológicos automatizados?
(a) El sistema de análisis colorimétrico.
(b) El sistema de flujo continuo.
(c) El sistema hidráulico.
(d) El sistema lumínico.
(e) El sistema valvular.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: todos los analizadores hematológicos automatizados del mercado tienen
componentes básicos comunes, como son los sistemas hidráulico, neumático y eléctrico. El sis
tema hidráulico incluye la unidad de aspiración, los dispensadores, los diluyentes, las cámaras de
mezclado, los baños de apertura, el flujo de células o ambos, y un hemoglobinómetro. El sistema
neumático incluye el mecanismo de vacío y las presiones requeridas para que operen las válvulas y
transporten la muestra a través del sistema hidráulico. El sistema eléctrico controla las secuencias
operacionales del sistema total, e incluye analizadores electrónicos y circuitos computarizados
para el procesamiento de los datos.
3. Cuando un analizador no puede identificar células dentro de los parám etros establecidos
genera un indicador que recibe el nom bre de:
(a) Patología.
(b) Disconformidad.
(c) Alarma.
(d) Revisión.
(e) Repetir análisis.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: todos los analizadores generan dos tipos de alarmas o indicadores de posibles
alteraciones de los leucocitos o de la fórmula leucocitaria: a) las definidas por el usuario, sobre
todo para detectar alteraciones en su distribución, como por ejemplo, aum ento de eosinófilos
(eosinofilia) o dism inución de linfocitos (linfopenia) sobre la base del recuento en valores
absolutos de estas células, y b) las que indica el propio sistema de lectura del analizador como,
por ejemplo, alteraciones morfológicas de los leucocitos, hematíes y plaquetas.
4. Los equipos pioneros de la automatización en hematología fueron los diseñados por Wallace
Coulter. ¿Cuál de los siguientes principios de funcionamiento utiliza?
(a) Impedancia.
(b) Radiofrecuencia.
(c) Dispersión lumínica.
(d) Combinación de todos ellos.
(e) Solo la impedancia.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: los instrumentos Coulter más actuales generan el hemograma siguiendo
el principio C oulter (im pedancia), pero utilizan una tecnología registrada para realizar el
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153.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
recuento diferencial leucocitario o fórm ula leucocitaria conocida como VCS. Esta tecnología
permite la clasificación de las células combinando la medida simultánea de su volumen (tamaño)
mediante impedancia y de sus particularidades internas y propiedades de superficie mediante
conductividad (radiofrecuencia) y scatter o dispersión lumínica.
5. ¿Cuál de los siguientes analizadores hematológicos automatizados utiliza dispersión de luz
polarizada?
(a) Sistemas ADVIA.
(b) Sistemas Cell-Dyn.
(c) Sistemas Coulter.
(d) Sistemas Sysmex.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: con el Sistema Cell-Dyn, los recuentos de leucocitos y la fórmula leucocitaria
se realizan m ediante un sistema patentado y basado en la dispersión de luz polarizada con
múltiples ángulos de detección (M.A.RS.S.) La m uestra se hace pasar m ediante el sistema de
EH por el capilar de cuarzo sobre el que incide una fuente de luz láser de helio-neón polarizada
en sentido vertical.
6. ¿Cuál es la condición impuesta por el nivel 2 de bioseguridad para trabajar con analizadores
hematológicos automatizados?
(a) Que los tubos para m antener las muestras sean cerrados.
(b) Que se utilice EDTA como anticoagulante.
(c) Que el personal técnico se lave las manos antes de iniciar el manejo del equipo.
(d) Que se utilice un sistema automático para la distribución de los tubos.
(e) No existe ninguna condición de bioseguridad que deba ser aplicada.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: en general, todos los analizadores hematológicos automatizados aspiran
un volumen exacto de sangre total (20-50 p,l) según el equipo, que diluyen automáticamente
(1:200 para WBC, 1:40.000 para RBC) en una cámara de mezclado. Esta aspiración la realizan
a partir de un tubo que ha de cumplir el nivel 2 de bioseguridad. Dado que no existe una garantía
absoluta de ausencia de virus (HIV, hepatitis B, principalmente) y otros agentes infecciosos, la
manipulación de las muestras y del analizador hace obligatorio el uso no solo de tubo cerrado
para m anipular las muestras, sino tam bién de guantes, para evitar todo posible contacto entre
la sangre y el operador.
7. Los llamados «calibradores» generalmente utilizados para la calibración de los analizadores
hematológicos automatizados son:
(a) Muestras de sangre calibradas por el propio laboratorio.
(b) Muestras de pacientes guardadas como calibradores.
(c) Muestras comerciales suministradas por los fabricantes de los equipos.
(d) M uestras de sangre estabilizada sum inistradas p o r los organism os oficiales de es
tandarización.
(e) Muestras de animales que simulan sangre humana.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: los procedimientos recomendados por el ICSH para la calibración de los
analizadores hematológicos automatizados son: 1) utilización de controles comerciales para veri
ficar la exactitud de los resultados obtenidos. Cada firma comercial fabrica los correspondientes
al equipo que representa. En general tienen un precio elevado y no se utilizan diariamente;
2) utilización de muestras de pacientes para controlar la reproducibilidad (precisión) de los resul
tados a lo largo de la jornada laboral, y 3) utilización de controles propios preparados de acuerdo
con las recomendaciones del ICSH, que solo están al alcance de de laboratorios especializados.
8. ¿Cuál es la m agnitud hematológica del hemograma que, una vez term inada la calibración,
debe m ostrar la m enor desviación estándar (DS)?
(a) El VCM.
(b) La hemoglobina.
(c) El recuento de eritrocitos.
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Capítulo 5 Métodos para e l recuento autom atizado de las célu las sanguíneas 1 5 3 .e3
ERRNVPHGLFRVRUJ
C A P Í T U L O 6
Hemoglobina
Métodos para la medida de su concentración
Globina
La globina es una proteína redondeada (globular) cuyas características moleculares
varían con el desarrollo del organismo, de manera que difieren según se trate del período
embrionario, fetal o edad adulta. Un individuo adulto norm al posee cuatro formas
moleculares o cadenas de globina:
1. Cadena alfa (a).
2. Cadena beta (P).
3. Cadena delta ( 8 ).
4. Cadena gamma (7 ).
Estas cadenas se com binan entre sí de diferente m anera dando lugar a variantes
norm ales de la hem oglobina que difieren según las distintas etapas del desarrollo
(tabla 6-1). Durante la edad adulta estas son fundamentalmente tres: HbA (97%), HbA 2
(<3,5% ) y una pequeña fracción de hemoglobina fetal (HbF) que no supera el 1,5%
del total. Durante la etapa fetal existe un predominio casi absoluto de la HbF (97%),
que desaparece casi por completo a los 6 meses de vida extrauterina. Durante la etapa
embrionaria, existen cadenas de globina totalmente diferentes a las del feto y el adulto
que, al unirse entre sí, dan lugar a las llamadas hemoglobinas embrionarias: Hb Gower I,
Hb Gower II y Hb Portland.
Las uniones globina-globina m antienen la estabilidad de la molécula y son muy
importantes para que esta realice su función respiratoria. En la HbA normal existen dos
tipos de uniones fundamentales:
Cadena a
Grupo
hemo
Hemo
El grupo hemo es el com ponente no proteico (prostético) de la hemoglobina y a él
se debe el color rojo de la sangre. Estructuralm ente, se com pone de una porfirina
(protoporfirina IX), form ada p or cuatro pirróles en disposición espacial bidim en-
sional o plana y un átom o de hierro en estado reducido (Fe++), situado en el centro
(fig. 6-2). La protoporfirina IX es sintetizada en el eritroblasto a partir de glicocola y
ácido succínico, reacción que requiere fosfato de piridoxal (vitamina B6) y el átom o de
hierro, siempre bajo forma reducida o ferrosa (Fe++), que se halla fijado a los cuatro
grupos pirróles mediante valencias de coordinación. La estructura espacial que adopta
el átom o de Fe++ en su unión con la protoporfirina IX hace que posea un total de seis
valencias de coordinación, p or lo que dos de ellas quedan libres, una para unirse a
la cadena de globina (quinta valencia) y o tra para fijar reversiblemente el oxígeno
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156 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
N — Fe+*— N
(sexta valencia). La capacidad del hierro para fijar el oxígeno solo existe cuando se
halla en form a reducida (Fe++), ya que cuando se halla en form a oxidada (Fe+++) la
hemoglobina se transform a en metahemoglobina (Hi), que es incapaz de fijar el hie
rro y, por tanto, de realizar función respiratoria. Gracias a la actividad de la enzima
diaforasa, presente en el interior del propio eritrocito, en condiciones fisiológicas la
concentración de Hi siempre es inferior al 1% del total de hemoglobina. Ello obedece
a que la diaforasa (N A D H -m etahem oglobina-reductasa o citocrom o b 5 reductasa)
m antiene perm anentem ente el hierro de la hemoglobina en estado reducido evitando
posibles aum entos de la Hi que, p or circunstancias diversas, pueden llegar a superar
el 10%. Esta situación que se pone de manifiesto por la aparición de un característico
color azulado de la piel (cianosis).
Función
La función prim ordial de la hemoglobina es el transporte del oxígeno desde los pul
mones a los tejidos y, en parte, también, del C 0 2 en sentido inverso. Cada molécula de
hemoglobina puede fijar un máximo de cuatro moléculas de 0 2 (u ocho átomos); en
este caso se dice que está saturada. A diferencia del transporte de oxígeno, el de C 0 2
por la hemoglobina se realiza mediante la unión covalente con los grupos amino de las
cadenas globínicas, lo que da lugar a la carbaminohemoglobina que posee un color algo
más oscuro que la oxihemoglobina. El resto de C 0 2, que constituye la mayor parte, es
transportado por el plasma en forma de bicarbonato.
Para realizar su función tra n sp o rta d o ra de oxígeno, la hem oglobina presenta
dos estructuras diferentes: 1 ) oxihemoglobina (preferentemente en los pulm ones),
y 2) desoxihemoglobina (preferentemente en los tejidos). C uando la concentración
o presión parcial de 0 2 ( P 0 2) es elevada, como sucede en los pulm ones, todas las
moléculas de hem oglobina se saturan de oxígeno y, cuando esta disminuye, como
sucede p or ejemplo en los tejidos, la hemoglobina libera progresivamente su oxígeno
y quedan m uy pocas moléculas saturadas. En su conform ación desoxigenada o T
(tensa), tal y como existe en los tejidos, la hemoglobina tiene m uchos puentes salinos
entre subunidades y dentro de ellas, pero a m edida que se oxigena (capta sucesivas
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Capítulo 6 Hemoglobina 157
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158 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
250 veces superior a la del oxígeno, con lo que en presencia de una excesiva concen
tración ambiental de C 0 2 aum enta m ucho la concentración de carboxihemoglobina,
incapaz de tran sp o rtar oxígeno, lo que puede causar intoxicación y/o m uerte por
asfixia. Esto es lo que sucede con la intoxicación p o r braseros o quemadores en mal
estado y, en m ucho m enor grado, con la poliglobulia del fum ador p o r exceso de
carboxihemoglobina secundaria a la com bustión del cigarrillo.
Riñón
Urobilina
(orina)
Hígado
FIGU RA 6-4. Esquema del
(heces) catabolismo de la hemoglobina.
SMF, sistema monocular fagocítico.
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Capítulo 6 Hemoglobina 159
un pigm ento biliar que después de un proceso metabólico hepático se elimina por
las heces y la orina. El hierro liberado del grupo hemo se acum ula en el citoplasma
de los macrófagos bajo la forma de ferritina (hierro de reserva) y periódicamente se
va liberando al plasma, donde es transportado p o r la transferrina a la m édula ósea y
otros tejidos. Una pequeña cantidad de esta ferritina, debido al proceso de recambio
celular, va a parar al plasm a donde constituye un buen indicador del estado de las
reservas de hierro del organismo (ferritina plasmática). La bilirrubina, producto de
degradación de la protoporfirina IX, es liberada al plasma (bilirrubina libre) y llega al
hígado donde se le une una molécula de ácido glucurónico m ediante un proceso de
glucuronoconjugación (bilirrubina conjugada) que como tal se elimina por las heces.
Si bien la formación de bilirrubina es un producto propio del recambio eritrocitario
fisiológico, cuando por alguna razón aum enta la intensidad de destrucción de los eri
trocitos (hemolisis) se produce un aumento paralelo de la concentración de bilirrubina
en plasma (hiperbilirrubinemia), que al depositarse en la piel y las mucosas les confiere
un característico color amarillo (ictericia). La hemólisis es siempre un trastorno que
genera un exceso de bilirrubina que aún no ha pasado por el hígado (bilirrubina libre
o no conjugada), y su determinación cuantitativa constituye un criterio utilizado para
diferenciar la ictericia hemolítica (exceso de bilirrubina libre) de la hepática (exceso
de bilirrubina conjugada). Existe un trastorno congénito conocido como enfermedad de
Gilbert en el que el hígado tiene disminuida su capacidad para conjugar la bilirrubina.
Debido a ello estos pacientes cursan con moderada ictericia y aum ento variable de la
bilirrubina libre, hecho que se suele confundir con un proceso hemolítico. La diferencia
reside en que en la enfermedad de Gilbert no existe anemia ni aumento de reticulocitos.
Además, el valor de la b ilirrubina libre suele sufrir im portantes variaciones en el
curso de la vida, y se observan aum entos de hasta dos a tres veces los valores basales
después de un ayuno de 24 h. Aunque todos estos criterios son útiles para establecer
una prim era orientación diagnóstica, la confirm ación definitiva exige dem ostrar la
existencia de la m utación genética propia de esta enfermedad (mutación en el exón 1
del gen UGT1A1).
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160 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
Para la medida de la concentración de hemoglobina se parte de sangre venosa total, m an
tenida incoagulable con EDTA-K3 (1,5 mg/ml) o con heparina (10 Ul/m l). Puede em
plearse también sangre capilar. El material imprescindible para la medida es el siguiente:
• Colorímetro o espectrofotómetro. Estos instrumentos deben ser calibrados perió
dicamente mediante la solución patrón de HiCN, preparada de acuerdo con las es
pecificaciones del ICSH, y cuya absorbancia a 540 nm debe ser de aproximadamente
0,4 (cociente entre absorbancia a 540 y 504 nm comprendida entre 1,6 y 1,62).
• Tubos de 12 X 100 mm.
• Pipetas volumétricas calibradas (±0,5 %) de cristal de 5 mi (terminales).
• Pipetas automáticas de 0 ,0 2 mi (2 0 (jlI) perfectamente calibradas.
• Reactivo de Drabkin (tabla 6-2).
• El detergente no iónico (saponina) acelera la transformación de la hemoglobina en
HiCN, de forma que aquella se completa en aproximadamente 3 min. Este reactivo
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Capítulo 6 Hemoglobina 161
Componentes Proporción
Ferrocianuro potásico 200 mg
Cianuro potásico 50 mg
Fosfato monopotásico 140 mg
Tritón X-100® 1 mi
Agua destilada hasta 1.000 mi
ALTERNATIVAS AL TRITÓN X-100®
Sterox SE® 0,5 ml/1
Nomic218® 1 ml/1
Nonidet 40® 1 ml/1
0,7
0,6
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162 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Se conecta el fotocolorímetro o el espectrofotómetro según las especificaciones
de la casa comercial.
2. Se homogeneíza bien la sangre con el anticoagulante mediante agitación suave,
bien de forma manual por inversión del tubo 2 0 veces o bien con un sistema de
rodillos o disco giratorio durante un tiempo mínimo de 5 min.
3. Se pipetean 2,5 mi de reactivo de Drabkin en un tubo de ensayo (12 X 100 mm).
4. Se añaden 0,02 mi (20 |xl) de sangre homogeneizada al tubo con los 2,5 mi de reac
tivo de Drabkin, para ello se emplea una micropipeta. Al realizar esta operación,
es fundam ental eliminar el exceso de sangre que pueda quedar en las paredes
externas del capilar antes de introducirlo en el reactivo y procurar, asimismo, que
no quede sangre adherida a las paredes internas de la pipeta.
5. Se agita el tubo mediante inversión (4-5 veces) al objeto de conseguir homoge-
neizar bien la mezcla sangre-reactivo y se espera u n mínimo de 5 m in para que
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Capítulo 6 Hemoglobina 163
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1 64 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 6-7. Recta de calibración elaborada con una solución de HiCN de concentración conocida.
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Capítulo 6 Hemoglobina 165
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166 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• Espectrofotómetro o colorímetro capaz de leer una longitud de onda de 540 nm.
• Tubos de ensayo.
• Cubetas de cristal o de plástico para colorímetro.
• Pipetas de (20 jxl o m m 3).
• Tubo de goma y boquilla.
• Pipetas de 5 mi.
• Solución de hidróxido de amonio a 0,4 g/1.
• Sangre venosa con anticoagulante EDTA o heparina, o bien sangre capilar.
Método
1. Se conecta el espectrofotómetro o el colorímetro siguiendo el m anual de proce
dimientos.
2. Se agita suavemente la sangre con EDTA.
3. Se pipetean 2,5 mi de hidróxido de amonio en un tubo de ensayo.
4. Se aspiran 20 |xl de sangre total con una micropipeta calibrada y se limpia bien
la punta con papel absorbente.
5. Se vierte el contenido de sangre en el tubo y se agita varias veces por inversión.
6 . Se espera 5 m in para que se produzca la hemólisis total y el paso de hemoglobina
a oxihemoglobina.
7. Se leen las absorbancias a 540 nm enrasando el fotocolorímetro a 0 con el reactivo
de hidróxido de amonio.
Principio
El m étodo de Sahli se basa en la hemólisis m ediante ácido clorhídrico (HC1), que
transform a la hemoglobina en hematina. La solución obtenida se diluye hasta que su
color se hace igual al de un cristal coloreado, cuya intensidad de color corresponde a
una concentración conocida de hemoglobina. La lectura se obtiene directamente en
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Capítulo 6 Hemoglobina 167
Material
• Hemoglobinómetro de Sahli con un tubo graduado.
• Pipeta calibrada de 0,02 mi.
• Solución de HC10,1 N.
• Agua destilada.
Método
1. Se coloca solución de HC10,1 N en el tubo de Sahli hasta la marca 20.
2. Se añaden 20 (xl (0,02 mi) de sangre total bien homogeneizada al tubo anterior.
3. Se espera entre 30 y 45 min.
4. Se diluye el contenido del tubo de Sahli con agua destilada, hasta que la intensidad
del color de la solución sea igual a la del patrón.
5. Se lee directam ente la concentración de hem oglobina en la escala graduada
grabada en el tubo, empleando los meniscos de la superficie como niveles para
realizar la lectura. Es conveniente disponer de una sangre control de concentración
conocida de hemoglobina, a ser posible determ inada m ediante el m étodo de
cianometahemoglobina.
Causas de error
• Error de pipeteo.
• Variaciones del color del patrón. Si al emplear una sangre control se aprecia que han
variado las características en el color del patrón, hay que proceder a su recalibración
y obtener un factor de corrección para futuras determinaciones.
• Transformación incompleta de la hemoglobina en hematina. Es una causa frecuente de
error, ya que puede ser causa de variaciones de hasta el 60% con respecto al valor verdadero.
• Errores de lectura en el tubo de Sahli.
• Dilución excesiva con respecto al color del patrón.
• Variaciones de la luz que incide sobre el patrón, capaces de hacer variar la apreciación
visual de su color.
• Presencia en la sangre de compuestos no hemoglobínicos (proteínas y lípidos) capaces
de modificar el color de la hematina ácida.
Hemoglobinómetro HemoCue
Existe en el comercio un pequeño hemoglobinómetro de lectura directa que se caracteriza
por su simplicidad de manejo, rapidez de medida y elevada fiabilidad. Se conoce como
HemoCue y por su versatilidad ha desplazado a todos los restantes procedimientos de
lectura directa, siendo actualmente el método de elección para el control domiciliario
de la concentración de hemoglobina (fig. 6 - 8 ).
Se trata de un fotóm etro de doble longitud de onda que corrige automáticamente
cualquier interferencia debida a turbidez de la muestra analizada, como sucede en casos
de hiperlipemia o leucocitosis. Como muestra puede emplearse 10 (xl de sangre venosa,
arterial, capilar u obtenida directamente del dedo mediante microlanceta.
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1 68 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 6-8. Hemoglobinómetro simple tipo HemoCue. Mediante una lanceta se obtiene una gota de
sangre que se coloca sobre un pequeño soporte y, a su vez, este se introduce en el hemoglobinómetro.
Para la lectura se emplea una cubeta irrompible y desechable que permite recoger una
cantidad precisa de sangre y se agita automáticamente con los reactivos ya preparados.
La cubeta se coloca en el fotóm etro portátil y el resultado en gramos de Hb por litro
(g/1) aparece antes de 1 min en la pantalla que tiene incorporada. Los resultados pueden
obtenerse impresos en papel mediante conexión a una impresora, almacenarse (hasta
un total de 600 datos) o ser transferidos a un PC. Las ventajas de este instrumento son
importantes y al no requerir una calibración sistemática constituye un buen sistema para
ofrecer una atención más próxima a la cabecera del enfermo.
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Capítulo 6 Hemoglobina 169
14
12 g/dl NORMAL
12
A N E M IA
10 8 - 1 1 g/dl
M O D ERADA
8
A N E M IA
6-7 g/dl
IN T E N S A
6
A N E M IA
4-5 g/dl
M U Y IN T E N S A
4
4 g/dl FIGU RA 6-9. Hemoglobinómetro
óptico conocido como escala de color.
Reactivos
• Solución de bencidina. En 90 m i de ácido acético glacial se disuelve 1 g de bencidina
básica pura, y la dilución se completa hasta 100 mi con agua destilada. Esta solución
se conserva varios días si se mantiene en frasco topacio bien cerrado y a 4 °C (nevera).
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170 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo
1. Se extrae cuidadosamente la sangre con aguja gruesa y anticoagulante en la jeringa.
2. Se mezcla, sin agitar, y se vierte en un tubo de centrífuga, procurando que no se
forme espuma.
3. Se centrifuga a poca velocidad (500 r.p.m) durante 10 min y se separa el plasma,
que es centrifugado a mayor intensidad (1.500 r.p.m) durante otros 10 min.
4. A tres tubos P (problema), B (blanco) y T (testigo), se añade 1 mi de la solución
de bencidina.
5. Al tubo P se añaden 0,02 mi de plasma; al B, 0,02 mi de agua destilada, y al T,
0 , 0 2 mi de solución testigo.
6 . A cada uno de los tubos se añade 1 mi de agua oxigenada. Se mezcla bien (sin
agitar) y se deja reposar durante 2 0 min.
7. Se agrega a cada tubo 10 m i de solución de ácido acético. Se mezcla (sin agitar) y
se espera 1 0 min.
8 . Se lee la densidad óptica (A) de cada tubo a 515 nm y se aplica el siguiente cálculo:
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Capítulo 6 Hemoglobina 171
Material
• Sangre heparinizada (5 ml) del paciente y de un control normal.
• Solución salina fisiológica (NaCl, 0,15 mol/1).
• Tampón fosfato, 0,01 mol/1, a pH 6,5.
• Tubos de hemolisis.
• Micropipetas capilares.
• Tubos de Eppendorf.
• Ferrocianuro potásico (en cristales).
• Espectrofotómetro o colorímetro.
Método
1. Se lavan los eritrocitos (paciente y control) tres veces consecutivas con solu
ción de NaCl, 0,15 mol/1 y, de form a paralela, se procede para el paciente y el
control.
2. Se suspenden 20 (jlI de eritrocitos lavados en 3 mi de tampón fosfato, 0,01 mol/1,
a pH 6,5.
3. Se agita vigorosamente y después de 5 min se deja en la nevera durante 10 min.
Se centrifuga a 3.000 r.p.m. durante 10 min.
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172 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A57R
A522
Control 2,1
Paciente 1,5
Control 0,5
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Capítulo 6 Hemoglobina 173
Material
• Muestra de sangre.
• Solución (20 ml/1) de un detergente no iónico (Sterox SE o N onidet 40).
• Solución (50 g/1) de KCN.
• Espectrofotómetro.
Método
1. Se mezclan 0,1 mi de sangre con 10 mi de la solución de detergente.
2. Se anota la absorbancia (A) a 620 nm (Hb total).
3. Se añade una gota de solución de KCN y pasados 5 min, se anota A, a 620 nm y
a 578 nm.
SHb% = 2 x A” ° SHb
^620 H b 0 2
donde A,„
oil)
HbO.¿ = Lectura de absorbancia a 578 nm y‘ A,„
ozU
SHb = A,,n
ozO
Hb total - A,,n
oil)
HbO_.¿
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174 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
La intoxicación por CO se produce p o r respirar aire que contiene este gas, el cual
se produce en grandes cantidades p or com bustión defectuosa de braseros, estufas,
calentadores de gas, hornos o motores de gasolina. No obstante, en la actualidad se
ha dem ostrado que la com bustión del tabaco produce tam bién cierta cantidad de
CO que es inhalada al fumar. La inhalación de CO puede tener efectos adversos en grandes
fumadores, ya que la hipoxia secundaria a cantidades significativas de carboxihemoglobina
genera un estímulo crónico de eritropoyetina y, con ello, un aumento de regeneración
eritroblástica y eritrocitosis (poliglobulia) compensatoria. Existen diversos métodos cua
litativos útiles en la práctica clínica para detectar la presencia de carboxihemoglobinemia.
Entre los más empleados destacan la llamada prueba con álcali y la prueba de Katayama.
Prueba de Katayama
1. En sendos tubos de ensayo se introducen 10 mi de agua destilada.
2. A uno de ellos se añaden cinco gotas de sangre del paciente, y al otro, cinco gotas
de sangre control.
3. Una vez agitados suavemente ambos tubos, se añade una gota de ácido acético
para acidificar el medio.
4. La sangre con carboxihemoglobina (COHb) adquiere un color rojo o rosado según su
concentración, mientras que la del control normal adquiere un color pardo o castaño.
Otros métodos
La detección de COHb de una m uestra puede hacerse tam bién determ inando el es
pectro de absorción, ya que presenta dos máximos para longitudes de onda de 572 y
535 nm. Sin embargo, resulta difícil de diferenciar de la oxihemoglobina ( 0 2-H b), ya
que esta presenta sus máximos de absorción muy próximos a los de la prim era (578
y 540 nm).
Actualmente existen analizadores automatizados capaces de determ inar con gran
rapidez y exactitud la concentración de COHb a partir de una pequeña muestra de sangre
(CO-Oximeter 282®), lo que se realiza determinando simultáneamente su contenido en
0 2-H b y metahemoglobina.
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Capítulo 6 Hemoglobina 175
Reactivos
• Reactivo de guayacol. A 700 m i de agua destilada se añaden 3,72 g de guayacol. Una
vez lograda la disolución, se añaden 1 0 0 mi de ácido acético, 1 mol/ 1, ajustando el
pH a 4 mediante hidróxido sódico, 1 mol/1. Finalmente, el volumen de la solución se
completa hasta 1 . 0 0 0 mi con agua destilada.
• Peróxido de hidrógeno (H 20 2), 0,05 mol/1.
• Ferrocianuro (sódico o potásico) en solución (1 g/1).
• Solución de metahemoglobina. A ocho volúmenes de eritrocitos hum anos lavados
tres veces con solución salina fisiológica se añaden tres volúmenes de agua destilada
y tres de éter. Después de agitar y centrifugar, se separa el hemolizado, en el que
se determina la concentración de hemoglobina y, a continuación, se diluye con agua
destilada hasta 10 g/1. A 25 mi de esta solución recién preparada se añaden 10 mi
de una solución de ferrocianuro ( 1 g/1), con lo que la hemoglobina se convierte en
metahemoglobina. Transcurridos 10 min, se completa el volumen a 500 mi mediante
agua destilada. Esta solución puede guardarse varias semanas a +4 °C (nevera).
• Cloruro sódico, 0,15 mol/1 (solución salina fisiológica).
M étodo
1. Se diluye un volumen de suero problema con cuatro volúmenes de cloruro sódico
0,15 mol/1.
2. En dos tubos de ensayo se añade 1 mi de la solución anterior; a uno de ellos
(paciente) se le añade 1 mi de solución de metahemoglobina y al otro (blanco)
1 mi de agua destilada.
3. A continuación se añaden 5 ml del reactivo de guayacol a ambos tubos m an
teniéndolos en baño maría a 25 °C durante 10 min. A continuación, se añaden
0 ,1 mi de la solución de suero del paciente (problema-metahemoglobina) a uno
de ellos y 0 , 1 ml del control (blanco) al otro.
4. Inm ediatam ente, se añade a ambos tubos 1 mi de la solución de peróxido de
hidrógeno y se mezcla vigorosamente.
5. A los 8 min, se leen las densidades ópticas de ambos tubos a 470 nm.
6 . La concentración de haptoglobina se lee a partir de una curva de calibración
previamente preparada y se expresa en términos de metahemoglobina fijada.
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176 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
de inflexión de la curva, a partir del cual esta se hace plana, indica la cantidad de
mezcla de suero no diluido que fija toda la hemoglobina presente (la adición
de más suero no modifica la lectura de absorbancia). Este punto corresponde a
una capacidad de fijación de metahemoglobina de 0,5 g/1 (fig. 6-11). No obstante,
el suero problema se diluye norm alm ente a una proporción de 1:5, de manera
que las lecturas corresponden a un contenido en haptoglobina de 2,5 g/1 (como
metahemoglobina).
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Capítulo 6 Hemoglobina 177
veremos que el gráfico obtenido corresponde a una curva sigmoide con tres partes: una de
fuerte pendiente que corresponde a valores de P 0 2 baja (<60 mmHg); una aplanada que
corresponde a valores más elevados (> 70 m mHg), y entre ambas, una de transición
que corresponde a valores intermedios (60-70 mmHg). Esta curva expresa, la relación en
tre la P 0 2 y el porcentaje de saturación de la Hb de forma que a nivel de sangre arterial
donde la P 0 2 normal es de 95 mmHg, el porcentaje de saturación de la Hb es de 97. En
la práctica clínica los valores se expresan en m mHg necesarios para saturar el 50% de la
hemoglobina o P50 (v. fig. 6-3). En condiciones normales la P 50 es de 27 mmHg y aumenta
en aquellas hemoglobinopatías con disminución de la afinidad por el 0 2, mientras que
disminuye en aquellas otras con aum ento de la misma. Por ello, el interés clínico de
esta determinación reside en el diagnóstico de ciertas hemoglobinopatías con afinidad
alterada por el oxígeno causantes de eritrocitosis (poliglobulia) o anemia relativa. En
el prim er caso la m utación de la hemoglobina genera un aumento de la afinidad por el
oxígeno (P 50 disminuida), mientras que en el segundo, una disminución de la misma
(P 50 aumentada). El valor de la P50 es, por tanto, un buen indicador de la función de la
hemoglobina y del grado de oxigenación de los tejidos.
Este peculiar com portam iento es exclusivo de la hemoglobina y va ligado a su es
tru ctu ra de cuatro subunidades capaces de ofrecer un com portam iento alostérico.
Otras hemoproteínas, como la mioglobina (que posee una única cadena de globina),
se comportan de manera bien distinta frente a presiones crecientes de oxígeno, dando
una curva hiperbólica en lugar de sigmoide, lo que demuestra su incapacidad para el
transporte de oxígeno.
La determinación de la curva de disociación de la oxihemoglobina puede hacerse
manualmente, al introducir cantidades crecientes de oxígeno a una solución de hemo
globina contenida en un tonómetro y determinar espectrofotométricamente, para cada
volumen de oxígeno añadido, el porcentaje de oxihemoglobina formada. No obstante,
existen en el mercado equipos semiautomatizados (Hem-0-Scan®; Hemox-Analyzer®)
que perm iten realizar esta función y obtener el registro gráfico de la curva mediante
aporte de cantidades paulatinamente crecientes de oxígeno a una muestra de sangre (o
de solución de hemoglobina) previamente desoxigenada.
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178 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
con la inhalación crónica de pequeñas cantidades de CO, como en el caso de los fuma
dores crónicos. En todas estas situaciones se produce una eritrocitosis (poliglobulia)
compensadora por estímulo eritropoyético inducido por la hipoxia, que puede variar
ampliamente de un caso a otro.
LECTURAS RECOMENDADAS
Ingram C, Lewis S. Clinical use o f W H O haemoglobin colour scale: validation and critique. Clin
Pathol 2000;53(12):933-7.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommendations for reference
m ethod for haemoglobinometry in hum an blood and specification for international
haemoglobincyanide reference preparation. 3rd ed. Clin Lab H aematol 1987;9:73-9.
National Committee for Clinical Laboratory Standards. Reference and selected procedures for
the quantitative determination o f hemoglobin in blood. 2.a ed. Approved Standard. NCCLS
Docum ent H 15-A 2,4,1994.
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Capítulo 6 Hemoglobina 1 7 8 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál de las siguientes posibilidades define m ejor la estructura de la molécula de hem o
globina?
(a) Dos grupos hemo y dos globinas.
(b) Cuatro grupos hemo y tres globinas.
(c) Cuatro globinas y un grupo hemo.
(d) Cuatro globinas y cuatro grupos hemo.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la hemoglobina es el pigmento rojo que da el color en la sangre y constituye
el 95% del peso seco eritrocitario. Su m olécula es una proteína conjugada de 64.400 daltons
y constituida po r cuatro subunidades (tetrám ero), cuya m isión es el transporte sanguíneo
de prácticam ente todo el oxígeno ( 0 2) y la m ayor p arte del dióxido de carbono ( C 0 2). Es
tructuralmente, la molécula de hemoglobina está formada por cuatro cadenas de globina iguales
dos a dos y cuatro grupos hemo, cada uno de los cuales se halla unido a una cadena de globina.
2. ¿Cuál es la forma molecular de hemoglobina propia del individuo adulto normal?
(a) La hemoglobina HbA2.
(b) La hemoglobina F.
(c) La hemoglobina A.
(d) La hemoglobina Barts.
(e) La hemoglobina H.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: durante la vida adulta la forma de hemoglobina predom inante (97%) es
la HbA, existiendo una pequeña fracción (3%) denominada HbA2. Durante la etapa fetal del
desarrollo predomina la llamada hemoglobina fetal (HBF), que en la edad adulta existe siempre
en m uy pequeña proporción (<0,5% ). En el embrión coexisten otras hemoglobinas formadas
por cadenas globínicas inexistentes durante el período fetal o adulto del desarrollo (Hb Gower I,
Hb Gower II y Hb Portland).
3. ¿Dónde se fija el oxígeno para ser transportado por la hemoglobina?
(a) A las cadenas a-globina.
(b) Directamente a la protoporfirina IX del grupo hemo.
(c) Al hierro de la protoporfirina IX, siempre que se halle en forma reducida.
(d) Al hierro de la protoporfirina IX, siempre que se halle en forma oxidada.
(e) A las cadenas (3-globina.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el grupo hemo es el componente no proteico de la hemoglobina y a él se
debe el color rojo de la sangre. Estructuralm ente se com pone de la protoporfirina IX (4 pi
rróles) y 1 átom o de hierro en estado reducido (Fe++). La protoporfirina IX es sintetizada por
los eritroblastos con el concurso de fosfato de piridoxal (vitamina B6). La estructura espacial que
adopta el átom o de Fe++ en su unión con la protoporfirina IX hace que posea una valencia de
coordinación (6.a valencia) para unirse reversiblemente el oxígeno molecular. Este solo se fija al
hierro en su forma reducida (Fe++).
4. En comparación con los pulmones ¿cómo está el grado de saturación de la hemoglobina en
los tejidos?
(a) Aumentado.
(b) Disminuido.
(c) Novaría.
(d) Varía poco.
(e) Su variación depende de la concentración de C 0 2.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: para realizar su función transportadora de oxígeno, la hemoglobina presenta
dos estructuras diferentes: 1 ) oxihemoglobina (preferentemente en los pulmones), y 2) desoxi-
hemoglobina (preferentemente en los tejidos). Cuando la concentración de 0 2 o presión parcial
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178.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 6 Hemoglobina 1 7 8 .e3
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C A P Í T U L O 7
Eritrosedim entación
y otras propiedades físicas
Métodos isotópicos
i II ill
Hemaglutinación Sedim entación Depósito
de eritrocitos FIGURA 7-1. Etapas en el desarrollo
de la eritrosedimentación.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 181
Material
• Sangre total (1-2 mi) tratada con citrato trisódico (dihidrato).
• Solución anticoagulante de citrato trisódico, 109 mmol/1 (32,05 g/1) que viene ya
preparado comercialmente en tubo (a veces sellado al vacío). El ICSH considera que
puede emplearse también EDTA.
• Pipeta de sedim entación. Es u n tu b o calibrado de cristal o m aterial de plás
tico desechable con medidas bien definidas de longitud (300 ± 1 ,5 mm ) y calibre
(2,55 ± 0 ,1 5 m m), que deben m antenerse estrictamente constantes a lo largo del
mismo. En su superficie externa, el tubo, llamado también pipeta de Westergren,
tiene grabada una escala graduada en milímetros (mm) desde 0 (fig. 7-2).
• Soporte con capacidad variable, que inmovilice la pipeta en posición estrictamente
vertical (± 1 °) e impida la salida de sangre por el extremo inferior de la misma.
Método
1. Se extrae sangre venosa (1-2 mi) y se mezcla bien con el anticoagulante en pro
porción exacta (variación ±5%) de cuatro volúmenes de sangre por volumen de
solución anticoagulante. Una vez realizada la mezcla, la ES debe determinarse en
2 h (si la mezcla se conserva a tem peratura ambiente) o en 6 h (si la mezcla se
conserva a +4 °C). En este último caso debe tenerse m uy en cuenta la necesidad
de equilibrar la temperatura de la muestra con la del ambiente (20-25 °C) antes de
realizar la prueba.
2. A p artir de la m uestra bien homogeneizada, se llena la pipeta de Westergren
mediante una propipeta o cualquier otro sistema de succión mecánico hasta que
la sangre alcance el enrase o la marca de 0 mm.
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ñ
1 82 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
*
5 6 7
H
M étod o de W introbe
En 1935, M. Wintrobe describió u na variante metodológica del MW que utilizaba una
mezcla de oxalatos como anticoagulante y tubos (tubos de Wintrobe) en lugar de pipetas.
El m étodo se describe brevemente a continuación:
• Se recoge la sangre m ediante punción venosa y un tubo con mezcla de oxalatos
(oxalato amónico y oxalato potásico).
• Mediante una pipeta Pasteur se llena con la sangre un tubo de W introbe (descrito
para la determinación del valor hematocrito) y se enrasa la columna de sangre hasta
la marca 0 ; se debe procurar que no queden burbujas de aire en la misma.
• Se coloca el tubo en posición estrictamente vertical y transcurrida 1 h se lee la longitud
de la columna de plasma (mm) situada por encima de los eritrocitos sedimentados.
• El valor se expresa en m m/h.
La medida de la VSG en la segunda hora o a las 24 h, muy utilizada durante el pasado
siglo, ha demostrado ser poco fiable y de escasa significación clínica, p or lo que no se
recomienda su uso.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 183
C ontrol de calidad
Para la ES existen sistemas de control interno de la calidad y también de evaluación
externa, y se emplean para ello muestras de sangre estabilizadas comerciales de origen
humano o animal. No obstante, dado que la sedimentación eritrocitaria es un fenómeno
exclusivo y transitorio de la sangre fresca, algunos de los materiales de control existentes
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1 84 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
no son apropiados para determinados sistemas automáticos Por ello, y desde un punto
de vista práctico, el mejor procedimiento de control de este método es el interno, que
se basa en: 1 ) cálculo y monitorización de la media diaria acumulada; 2 ) comparación
de muestras de sangre del día guardadas durante 24 h a 4 °C, y 3) comparación entre
resultados del método utilizado con el de referencia. También se han definido límites de
variación aceptables para grupos de muestras con distintos valores de ES.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 185
“ Por encima de los 70 años resulta muy difícil establecer valores de referencia para la población aparentemente sana de esta edad.
DE, desviación estándar; X, media.
Causan aumento
Fisiológicas
• Embarazo (a partir del tercer mes)
• Envejecimiento (ocasional)
• Crecimiento (ocasional)
Patológicas
• Aumento moderado"
• Anemia intensa
• Fiebre reumática
• Artritis reumatoide
• Lupus eritematoso diseminado
• Enfermedad renal
• Enfermedad tiroidea
• Infarto de miocardio
• Neoplasias
• Tuberculosis
• Sífilis
• Aumento intenso
• Arteritis de la temporal (células gigantes)
• Polimialgia reumática (enfermedad de Horton)
• Vasculitis necrosante
• Hiperfibrinogenemia (concentraciones elevadas de fibrinógeno)
• Macroglobulinemia de Waldenstrom
• Mieloma múltiple
• Enfermedad de las crioaglutininas
Causan disminución
• Policitemia vera
• Insuficiencia cardíaca congestiva
• Síndrome de hiperviscosidad
• Hipofibrinogenemia (concentraciones disminuidas de fibrinógeno)
• Hipoproteinemia (enfermedad hepática o renal)
• Anemia de células falciformes
" Incrementos propios de la reacción de fase aguda.
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186 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Causas de aumento
• Desviación de la verticalidad de la pipeta
• Incremento de la longitud y el diámetro de la pipeta
• Elevación de la temperatura ambiente
• Dilución de la sangre
Causas de disminución
• Reducción del diámetro de la pipeta
• Utilización tardía de la sangre
• Cambio del anticoagulante
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 187
*lap
<cp|
- Sangre total
- Plasma
FIGU RA 7-4. Gráfica que expresa
la relación entre la viscosidad aparente
(■ti ) y la velocidad de deformación (7 )
en sangre total y plasma.
hematocrito. A valores normales de hem atocrito existe una relación lineal entre este y
el logaritmo de la viscosidad, pero esta relación se pierde para valores de hematocrito
muy elevados o muy bajos.
La medida de la visco sid a d p lasm ática (t] ) tiene gran interés en el diagnóstico y
seguimiento de todos aquellos procesos patológicos caracterizados por un aum ento
de las proteínas plasmáticas capaces de aum entar el potencial zeta existente entre los
eritrocitos: fibrinógeno (hiperfibrinogenemias) y globulinas (gammapatías policlonales
y monoclonales).
En consecuencia, estudios realizados bajo los auspicios de la ICSH demuestran que
la medida de la viscosidad plasmática tiene el mismo valor clínico que la VSG en el
diagnóstico y seguimiento de la llamada fase de reacción aguda propia de los procesos
inflamatorios.
Ciertas enfermedades, como el mieloma y la macroglobulinemia de Waldenstrom,
caracterizadas por la presencia en el plasma de una paraproteína a elevada concentración
(IgG, IgA o IgM) presentan generalmente valores elevados de viscosidad plasmática
(> 2 mPa/s) que, en ocasiones, se acom pañan de manifestaciones clínicas propias del
llamado síndrome de hiperviscosidad sanguínea (dificultad que la sangre tiene para
circular por los vasos sanguíneos de pequeño tamaño). La determinación de la viscosidad
plasmática en estos enfermos es de gran valor clínico, no solo para el diagnóstico sino
para monitorizar el tratamiento.
Estudios recientes han dem ostrado tam bién que la viscosidad plasmática guarda
correlación con la presión arterial. Por ello esta m agnitud es hoy en día considerada de
utilidad como medida de factor de riesgo frente a enfermedades cardiovasculares, es
pecialmente la aterosclerosis y el infarto de miocardio.
Material y método
El principio de los métodos aplicados a la medida de la viscosidad depende de cómo se
trate de medir la viscosidad plasmática o la de sangre total. Si se trata de m edir la vis
cosidad plasmática (n ), debido a que el plasma se comporta como un fluido newtoniano,
el valor de la velocidad de deformación empleado tiene poca importancia. Por ello, puede
utilizarse un simple viscosímetro capilar, en el que la viscosidad viene determinada por
el tiempo que el plasma tarda en atravesar un tubo capilar a temperatura controlada y
constante. El viscosímetro capilar más empleado en la práctica clínica para determinar la
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1 88 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
viscosidad plasmática ha sido, desde hace ya muchos años, el de Harkness (fig. 7-5). Este
instrumento de fácil y cómodo manejo, es muy preciso y presenta un sistema de control
de la temperatura que permite trabajar siempre a temperatura constante. La cantidad de
plasma necesario para realizar la determinación es, asimismo, muy pequeña (0,3-0,5 mi)
y los resultados se expresan en milipascales p or segundo. A ctualmente existen en el
comercio instrumentos muy versátiles, de fácil instalación y manejo (viscosímetros de
Brookfield) que permiten medir la viscosidad plasmática de forma rápida y precisa. Su
elevado automatismo permite que sean utilizados por personal sin excesiva formación
técnica (fig. 7-6).
Si se trata de determinar la viscosidad de sangre total, debe emplearse un sistema en
el que, además de la temperatura, se controle también de manera m uy precisa el valor
de la velocidad de deformación. En la actualidad, existen dos tipos de viscosímetros
para sangre total que permiten trabajar en un margen muy amplio de velocidades de
deformación:
• Viscosímetros con sistema cono-plato.
• Viscosímetros de ejes coaxiales.
En los viscosímetros con sistema cono-plato, la muestra de sangre se sitúa entre dos
piezas: el cono y el plato (fig. 7-7), de forma que el primero gira sobre el segundo y somete la
sangre a fuerzas de cizallamiento variables. En los viscosímetros de ejes coaxiales, la muestra
de sangre se coloca entre dos cilindros concéntricos, de forma que, en este sistema, la fuerza
de cizallamiento es producida por la rotación del cilindro exterior sobre el interior (fig. 7-8).
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 189
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190 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A 25 °C A 37 °C
X Límites X Límites
Población global 1,74 ±0,1 1,54-1,74 1,25 ± 0,5 1,15-1,35
Variaciones con la edad:
- 25 a 34 años <1,83 <1,42
- 35 a 44 años <1,88 <1,46
- 45 a 75 años <1,93 <1,5
Variaciones inespecíficas de las 2,15 ± 0,4 1,75-2,55 1,7 ± 0,3 1,36-1,99
proteínas del plasma
Síndrome de hiperviscosidad >2,55 >2
(paraproteinemias)
mPa/s, milipascales po r segundo.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 191
CUADRO 7-3. Situaciones que pueden cursar con aumento de la viscosidad plasmática
• Infecciones agudas
• Neumonía
• Síndromes inflamatorios crónicos
• Polimialgia reumática"
• Tuberculosis
• Sífilis
• Artritis reumatoide
• Lupus eritematoso diseminado
• Necrosis de tejido
• Infarto de miocardio
• Enfermedades metabólicas
• Diabetes mellitus
• Hipertensión arterial
• Neoplasias
• Metástasis
• Gammapatías monoclonales
• Mieloma múltiple
• Macroglobulinemia de Waldenstrom
• Hemodilución
• Embarazo
• Hábitos tóxicos
• Tabaquismo
" Aumento superior a 100 m m /h m uy característico y constante.
son reflejo del contenido hemoglobínico del organismo. Así, un aumento del volumen
plasmático no acompañado de variaciones en el número total de eritrocitos producirá
un descenso del hematocrito y de la concentración de hemoglobina (falsa anemia por
hemodilución). Por el contrario, una disminución del volumen plasmático cursará con
aumento del hematocrito y de la concentración de hemoglobina (falsa poliglobulia por
hemoconcentración).
Material
• Cromato sódico (Na2 51Cr20 4): actividad específica superior a 740 megabequerelio
[MBq]/mg.
• ACD-A: citrato trisódico dihidratado (22 g), ácido cítrico ( 8 g), dextrosa (25 g) y agua
destilada (c.s.p. 1 . 0 0 0 mi).
• S aponinaal0,l% .
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192 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Se extraen 10 mi de sangre venosa y se tratan con 1,5 mi de solución ACD-A.
2. Se centrifuga a 1.000 g durante 5 min y se descarta el sobrenadante. Si la cifra de
leucocitos es superior a 25 X 109/1 y/o la de plaquetas, mayor de 500 X 109/1, se
descarta también esta capa de células.
3. Se añade lentamente, bajo agitación suave y continua, el cromato sódico (5lCr)
a los eritrocitos. La cantidad d el 51 Cr utilizada debe ser inferior a 7,4 MBq/kg de
peso corporal y hallarse en un volumen superior a 0 , 2 mi, diluido con solución
salina isotónica.
4. Se incuba la mezcla a 37 °C durante 15 min.
5. Se lavan las células dos veces con 4-5 volúmenes de solución salina isotónica. La
actividad remanente en el sobrenadante tras el segundo lavado debe ser inferior
al 1 %.
6 . Si la fragilidad osmótica de los eritrocitos está aumentada (esferocitosis heredi
taria), se utiliza solución salina más concentrada ( 1 2 g/1).
7. Se resuspenden las células con solución salina a un volumen de aproximadamente
1 0 mi y se preparan dos jeringas con volúmenes conocidos de la suspensión de
eritrocitos marcados (p. ej., 8 y 2 mi), que se utilizarán como dosis de inyección
y dosis estándar, respectivamente.
8 . La m edida de la actividad de la dosis estándar nos p erm itirá determ inar la
actividad total inyectada, ya que conocemos la relación volumen de dosis de
inyección/volumen de dosis estándar. En la práctica se cometen menos errores si
se pesan las jeringas antes y después de su utilización. La relación del peso sería
igual a la relación de volúmenes, ya que partimos de una misma resuspensión
de eritrocitos.
9. Se diluye la dosis estándar, una vez pesada la jeringa que la contiene, a un volumen
determinado (p. ej., 11) con solución de NH4OH y se pesa posteriormente la
jeringa vacía.
10. Se colocan partes alícuotas (p. ej., 1 mi) de la solución del matraz, por triplicado,
en tubos de recuento.
11. Se pesa la jeringa con la dosis de inyección, antes y después de la administración,
cronometrando el tiempo hacia la mitad de la inyección.
12. Si el paciente ha sido sometido a alguna exploración isotópica previa, deberá rea
lizarse una extracción basal de sangre antes de la administración de los eritrocitos
51 Cr para descontar la actividad residual.
13. Se extraen 5-10 mi de sangre a los 20 min, por una vena distinta a la de la inyección,
utilizando EDTA como anticoagulante.
14. Si se sospecha un retraso en la homogeneización de los hematíes 51Cr inyectados
(pacientes con esplenomegalia), se efectuará la extracción a los 60 m in de la
inyección.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 193
15. Se colocan partes alícuotas de sangre del mismo volumen que el estándar (p. ej.,
1 mi) por triplicado en tubos de recuento.
16. La adición de unas gotas de solución de saponina a las muestras sanguíneas, que
deben ser contadas, evitará la sedimentación de los eritrocitos y, por tanto, errores
de geometría de recuento.
17. Se determina el hematocrito con la sangre residual.
18. Se mide la radiactividad de las muestras en un contador de centelleo para emisores
de radiación 7 ; previamente se han seleccionado las condiciones de recuento para
e l 51 Cr. El coeficiente de variación debido a las estadísticas de recuento no debe
exceder del 2 %.
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194 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Se extraen 20 m i de sangre con heparina.
2. Se centrifuga a 1.000 g durante 10 min.
3. Se colocan aproximadamente 7 m i de plasma en un segundo tubo y se añaden
3,7 kBq/kg de peso corporal de ASH (125I o 131I), agitando suavemente.
4. Se incuba durante 30 m in a temperatura ambiente.
5. Se preparan dos jeringas con las dosis de inyección y estándar, de forma similar
a la utilizada en la determinación del volumen eritrocitario, pesándolas antes y
después de su utilización.
6 . Se diluye el contenido de la dosis estándar en un volumen conocido de solución
salina (p. ej., 1 1 ), y se añade una pequeña cantidad de alcohol etílico.
7. Se colocan partes alícuotas (p. ej., 1 mi) de la solución estándar, por triplicado,
en tubos de recuento.
8 . Se administra la dosis y se extraen muestras sanguíneas por una vena distinta a la
de la inyección, a los 10,20 y 30 min, utilizando heparina como anticoagulante.
9. Se centrifugan las muestras, se obtiene plasma y se dispensan partes alícuotas
del mismo volumen que el estándar en tubos de recuento.
10. Se procede al recuento de las muestras en las condiciones del 125I o 13II con un
coeficiente de variación no superior al 2 %.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 195
“ Diew L, Lenter C, editors. Body measurements in Documenta Seigg. Scientific Tables. 7th ed. Basilea: Seigt; 1970. p. 712.
b H uff R, Filler DD. Relation o f circulating red cell volume to body density and obesity. J Clin Invest 1956;35:1.
cSchmidt RD, editor. H andbook series in clinical laboratory sciences. Palm Beach: CRC Press; 1979. p. 33-9.
ERRNVPHGLFRVRUJ
196 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A u m e n to
• Policitem ia vera
• Eritrocitosis (poliglobulia secundaria)
• A ltitud
• Enferm edad obstructiva p ulm onar crónica
• S h u n t cardiovascular
• O besidad intensa (síndrom e de Pickwick)
• Hipoventilación
• H em oglobinopatía con a um ento de la afinidad p o r el oxígeno
• D ism inución congénita del 2,3-D PG eritrocitario
• Tabaquism o (carboxihem oglobinem ia) y síndrom e de G aisbóck
• Excesiva producción de eritropoyetina
• Carcinom a renal o hepático
• Poliquistosis renal
• H idronefrosis
• Trasplante renal
• H em angioblastom a cerebeloso
• Fibrom a uterino
• Carcinom a de ovario
• Hiperplasia corticosuprarrenal
• Poliglobulia fam iliar
D is m in u c ió n
• Anem ia
• H em orragia aguda
• Posparto
resultado. Por otro lado, es absolutamente necesario que el paciente se halle en situación de
equilibrio, es decir, cuando el ritmo de producción sea igual al ritmo de destrucción celular.
Un hematocrito constante antes del período de estudio o durante este será un índice
del estado de equilibrio. En condiciones ideales, el recuento de reticulocitos y la concen
tración de hemoglobina deben ser también constantes al menos 2 meses antes de iniciarse
la prueba.
Material y método
El material utilizado y también el método de mareaje son los que se han descrito para
la determinación del volumen eritrocitario, utilizando 18,5 kBq/kg de peso corporal de
Na 251Cr20 4.
1. Se extraen 10 mi de sangre venosa a los 20 m in de la inyección de los eritrocitos
marcados (a los 60 min en pacientes con esplenomegalia) y posteriormente a las
24 h, cada 2 días durante la prim era semana y cada 3 días durante la segunda y
tercera semana del estudio.
2. Se determina el hematocrito de cada muestra sanguínea y se colocan 2 o 3 mi de
sangre, por duplicado, en un tubo de recuento, añadiendo unas gotas de saponina.
3. Se cuentan todas las muestras el mismo día, una vez finalizado el estudio, así se
evita la corrección por decaimiento físico del isótopo.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 197
CUADRO 7-6. Causas que pued en m odificar la volemia. Variaciones del volum en plasm ático
Aumento
• Insuficiencia cardíaca congestiva
• N efritis intersticial
• M ielom a m últiple
• M acroglobulinem ia de W aldenstrom
• Cirrosis hepática
• Esplenom egalia tropical e idiopática
• Esplenom egalia secundaria intensa
• Em barazo (segundo y tercer trim estre)
• Policitem ia vera
• H em orragia intensa (varias h oras después de producida)
Disminución
• Síndrom e de Gaisbóck
• Insuficiencia circulatoria
• H ipertensión esencial
• Deshidratación
• Edem a intersticial
• O rtostatism o
• A ltitud
• A nem ia grave
• H em orragia aguda e intensa (inm ediatam ente después de producirse)
• Enferm edades m etabólicas y carenciales
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198 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 7-5. Factor de corrección por elución del 51Cr de los eritrocitos
Valores de referencia
La supervivencia eritrocitaria norm al es de 120 ± 15 días, mientras que es de 28 días
(25-30) calculada mediante la T50. Valores inferiores a los límites expuestos indican la
existencia de un proceso hemolítico.
Detecciones externas
Los estudios de secuestro esplénico se realizan habitualmente y de forma simultánea a la
determinación de la supervivencia eritrocitaria mediante empleo de un detector externo
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 199
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200 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
problema reacciona simultáneamente con antieritropoyetina marcada con 125I y con otra
ligada a la pared del tubo de ensayo (técnica «sándwich»).
Material
La dosificación de EPO se realiza en suero o en plasma (sangre recogida sobre heparina
o EDTA). En caso de que la m edida no se realice inmediatamente, el espécimen debe
guardarse a —20 °C. El instrumental necesario para realizar esta técnica es el siguiente:
• Contador de centelleo para emisiones de radiación 7 .
• Vórtex.
• Agitador de gradillas.
• Dispositivo de aspirado o succión de líquidos.
Reactivos
• Antieritropoyetina 1251,11 mi de solución que contenga inmunoglobulina monoclonal
de ratón, antieritropoyetina purificada, albúmina bovina y 0 , 1 % de azida de sodio en
tampón Tris 0,1 M a pH 7,4. Actividad < 740 kBq.
• Tubos recubiertos con antieritropoyetina: 100 tubos de poliestireno recubiertos con
inmunoglobulina monoclonal de ratón antieritropoyetina.
• Calibradores: un vial de calibrador 0 y seis viales de diferente concentración de
eritropoyetina, liofilizados, que contengan albúmina bovina y mertiolato. Disueltos
con 3 y 2 mi de agua destilada, respectivamente, se obtienen siete preparaciones de
diferente concentración de eritropoyetina (0,5,15,50,150, 300 y 800 mU/ml).
• Sueros control: dos viales liofilizados que contengan suero hum ano (control I) y
suero hum ano con eritropoyetina (control II). Al realizarse una reconstitución con
2 mi de agua destilada se obtienen dos sueros de concentración conocida destinados
al control de calidad del ensayo.
Método
1. Se reconstituyen los calibradores y sueros control con agua destilada y se espera
a que todos los reactivos y sueros problema alcancen la temperatura ambiente.
2. Se marca el suficiente número de tubos recubiertos de antieritropoyetina para iden
tificar los calibradores, las muestras problema y los sueros control, por duplicado.
3. Se añaden 200 mi por duplicado de calibradores, sueros problema y controles a
los tubos correspondientes.
4. Se dispensan 100 mi de antieritropoyetina 125I a cada tubo y se mezcla suavemente
al vórtex.
5. Se incuba durante 3 h a temperatura ambiente con agitación constante.
6 . Se aspira el contenido cuidadosamente.
7. Se añaden 2 mi de agua destilada y se aspira el contenido de los tubos.
8 . Se repite el paso 7.
9. Se colocan los tubos en el contador de centelleo y se determinan las c.p.m. de cada
tubo en las condiciones del 125I.
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 201
LECTURAS RECOMENDADAS
Berga Ll, Vives Corrons JL, Feliu E, Woessner S, Rozman C. Hemorreología. Bases teóricas y
aplicaciones clínicas. Barcelona: Salvat; 1983.
International Committee for Standardization in Haematology. Guidelines for m easurement o f blood
viscosity and erythrocyte deformability. Clin Hemorheol Microcirc 1986;6:439-53.
International Committee for Standardization in Haematology. Guidelines on selection o f laboratory
tests for m onitoring the acute phase response. J Clin Pathol 1988;41:1203-12.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommendation for a selected
m ethod for the m easurement o f plasma viscosity. J Clin Pathol 1984;37:1147-52.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommended m ethod for
Radioisotope Red-Cell Survival Studies. Br J Haematol 1980;45:659-66.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommended m ethods for
m easurement of red-cell and plasma volume. J Nucl Med 1980;21:793-800.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommended M ethods for Surface
Counting to Determine Sites o f Red-Cell D estruction. Br J Haematol 1975;30:249-54.
International Council for Standardization in Haematology. ICSH Expert Panel on Blood Rheology.
ICSH recommendations for m easurement o f erythrocyte sedimentation rate. J Clin Pathol
1993;46:198-203.
Jou JM, Lewis SM, Briggs C, Lee SH, De la Salle B, McFadden S. Review o f the measurement o f the
erythocyte sedimentation rate. Int J Haem at Lab 2011;33:125-32.
NCCLS. Reference and selected procedure for the erythrocyte sedimentation rate (ESR) test;
approved Standard-Fourth Edition. Vol. 20. N.° 27; 2001.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 2 0 1 .e l
Autoevaluación
1. ¿Qué es la velocidad de sedimentación globular?
(a) Un signo de enfermedad o trastorno orgánico.
(b) La velocidad con que sedimentan espontáneamente los hematíes en un tubo vertical.
(c) Un fenómeno físico de la sangre que aumenta con la edad.
(d) Una alteración de la sangre que se observa cuando existe una infección.
(e) Todos los anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: si se deja reposar verticalmente la sangre con anticoagulante en un tubo
o en una pipeta especial, se observa cóm o los eritrocitos sedim entan espontáneam ente, de
manera que p or encima de ellos se form a una columna de plasma. Este proceso se denomina
eritrosedimentación (ES) y la rapidez con que se realiza, la velocidad de sedimentación globular
(VSG). La ES es un fenómeno empírico que puede alterarse en muchas situaciones sin que pueda
ser atribuido a una causa concreta (alteración inespecífica), pero que alerta sobre la posible exis
tencia de un trastorno orgánico o enfermedad subyacente.
2. ¿Cuál es factor que mayormente contribuye al fenómeno de la eritrosedimentación?
(a) La mayor densidad que los hematíes tienen respecto al plasma.
(b) Las interacciones electrostáticas que existen entre los eritrocitos debido a su carga de
superficie.
(c) Ciertas proteínas del plasma que inhiben el factor antiagregante eritrocitario.
(d) La disminución de la concentración de fibrinógeno plasmático.
(e) La agregación de las inm unoglobulinas que se produce en determinadas situaciones
patológicas.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: el fenómeno de la ES obedece a varios factores, entre los que destacan las
interacciones electrostáticas que existen entre los eritrocitos debido a su carga de superficie.
En estas últimas intervienen de form a determ inante las proteínas del plasma, de m anera que
mientras algunas las favorecen (fibrinógeno y globulinas), otras las disminuyen (albúmina). El
mecanismo que rige este fenómeno depende, a su vez, de cuatro factores relacionados entre sí
mediante la ley de Stokes.
3. ¿Por qué mecanismo las proteínas del plasma influyen en la eritrosedimentación?
(a) Alteración de la relación albúmina/globulinas.
(b) Interferencia entre proteínas y factores reactantes de fase aguda.
(c) Disminución de la concentración de globulina a .
(d) Unión entre el fibrinógeno y la albúmina.
(e) Formación de precipitados proteicos insolubles que se fijan a los hematíes.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los procesos inflam atorios crónicos (artritis reum atoide, polimialgia
reum ática y tuberculosis) y ciertas neoplasias (linfom as y gam m apatías m onoclonales), al
alterar la relación albúm ina/globulinas, constituyen la causa más frecuente de aum ento de
VSG en la práctica clínica y, po r ello, la m edida de esta m agnitud contribuye no solo a su
diagnóstico, sino tam bién al seguim iento de su curso evolutivo, especialmente la respuesta
al tratam iento.
4. ¿Cuál es el método de referencia para m edir la velocidad de sedimentación globular?
(a) M étodo de Churg-Strauss.
(b) M étodo de W introbe.
(c) M étodo de Westergren.
(d) M étodo de Sediplast.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: tradicionalm ente la VSG (San-Eritrosedimentación; long) se determ ina
midiendo la longitud de la columna de plasma (en mm) que queda por encima de los eritrocitos
después 1 h. Dado que el tiem po mínimo necesario para completar todo el proceso es de 40 min,
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201.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 7 Eritrosedim entación y otras propiedades físicas 2 0 1 .e 3
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la utilización de trazadores radioactivos proporciona resultados de gran
interés en el estudio de las anemias debidas a aum entos en la destrucción de los eritrocitos
(anemias hemolíticas). Así, m ediante inyección de eritrocitos m arcados con 51Cr, podem os
determinar no solamente su supervivencia, de form a semicuantitativa, sino también los lugares
de destrucción o secuestro. Para ello, el ICSH recomienda el empleo de un método estandarizado.
Los estudios de supervivencia de eritrocitos deben realizarse m arcando las células del propio
paciente, aunque deberán utilizarse las de un donante compatible en los casos en que se trate de
diferenciar si el proceso hemolítico es debido a un defecto intrínseco de los eritrocitos o a causas
patológicas extrínsecas al mismo.
9. ¿Para qué sirven las llamadas «detecciones externas» mediante radiación gamma?
(a) Para comprobar si todas las exploraciones practicadas al paciente se han realizado co
rrectamente.
(b) Para detectar posibles lesiones de la piel que han pasado desapercibidas m ediante el
examen físico convencional.
(c) Para conocer el grado de secuestro de hematíes p or parte de ciertos tejidos, como, por
ejemplo, el bazo.
(d) Para conocer la sensibilidad de un paciente a alérgenos de contacto.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: los estudios de secuestro esplénico se realizan habitualmente y de forma
simultánea a la determinación de la supervivencia eritrocitaria mediante empleo de un detector
externo de la radiación gamma. Las detecciones externas se practican normalmente en el área
precordial, esplénica y hepática durante los días en que se realiza el estudio de supervivencia
eritrocitaria. El cociente entre la actividad esplénica y la precordial es el mejor índice de secues
tro esplénico. Así, mientras cocientes entre 0,4 y 0,8 son considerados como normales, valores
superiores a 1,5 son francamente patológicos.
10. ¿En cuál de las siguientes enfermedades la m edida de la concentración de eritropoyetina
plasmática tiene utilidad diagnóstica importante?
(a) En la anemia sideroblástica.
(b) En la anemia hemolítica.
(c) En la anemia diseritropoyética.
(d) En la policitemia vera (PV).
(e) En la poliglobulia del fumador.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: los valores normales de eritropoyetina oscilan entre 4 y 16 mU/ml. Mediante
la determinación de eritropoyetina podem os realizar el diagnóstico diferencial entre las poli-
globulias primarias, en las que se observa una secreción normal o disminuida, y las poliglobulias
secundarias con producción aumentada. Se observan aumentos de eritropoyetina en pacientes
con anemia ferropénica y megaloblástica, talasemia, aplasia medular y síndromes inflamatorios.
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C A P Í T U L O 8
8
ósea radial
Método
1. Se anestesia la piel, el tejido celular subcutáneo y el periostio.
2. Se realiza u na punción del hueso con aguja no muy gruesa, seguida de una as
piración de material medular (0,1-0,3 mi), que se depositará sobre un portaobjetos
bien limpio.
3. Se examinan las características morfológicas del grumo y su cantidad. De acuerdo
con ello, el grumo puede caracterizarse por:
(a) Ser muy escaso o incluso inexistente (punción blanca).
(b) Estar constituido casi exclusivamente por grasa o material necrótico.
(c) Ser abundante o incluso m uy abundante.
(d) Ser de tamaño grande, mediano o pequeño.
4. Se extiende el grumo sobre un portaobjetos, ayudándose de otro portaobjetos y
se procura aplastarlo suavemente al realizar la extensión (fig. 8-3).
5. Se tiñe la extensión por el método habitual (May-Grünwald/Giemsa o Wright).
6 . Se examina la extensión así teñida de acuerdo con la siguiente sistemática:
(a) C uando la p u n ció n de la m édula ósea no da salida a m aterial alguno
(ni grumo ni sangre medular) se habla de punción blanca o seca (dry-tap).
En una prim era etapa, la extensión del aspirado medular debe examinarse mediante
un objetivo de poco aumento (X 10 A). Ello permite apreciar la celularidad global y la
presencia, la ausencia o el aumento del núm ero de células grasas y/o de megacariocitos.
Los megacariocitos se encuentran en una proporción aproximada de 1:2 p or campo,
aunque este número varía de manera importante con la técnica empleada para realizar
la extensión. La celularidad hematopoyética puede ser de tres tipos: normal, aumentada
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F IG U R A 8 -2 . Zonas de elección para realizar el aspirado medular.
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206 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 207
CLÍNIC S E R V I C IO D E L A B O R A T O R IO D E H E M A T O L O G IA
FECHA DE PETICION
M ili
M IE L O G R A M A
MÉDICO: FECHA:
GRU M O S: G R A SA :
S E R IE R O JA 18,4-33,8
_
_ j
ER ITR O B LA ST O S P O U C R O M A T IC O S ..........................................................
ER ITR O B LA ST O S O R TO C R O M Á TIC O S............................................... - - 0,4-4,6
S E R IE B LANCA 50,4-70,3
B LA STO S .......................................................................................................................... - - 0,2-1,5
P R O M IE LO C IT O S......................................................................................................... - - 2,1-4,1
O T R A S C É L U L A S ..............................................................................................
LIN FO C ITO S.................................................................................................... - - 11,1-23,2
P LA SM O C ITO S.............................................................................................. - - 0,4-3,9
MONOCITOS +■M A C R Ó F A G O S......................................................................... - - 0-0,8
COMENTARIO :
FIGU RA 8-4. Hoja-dictamen de un examen citológico de médula ósea realizado a partir de un aspirado
medular.
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208 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 209
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210 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 211
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212 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 8-2. Marcadores que pueden ser utilizados en la biopsia medular con la técnica
de inclusión en parafina
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 213
Biopsia ósea
Introducción
La biopsia de m édula ósea o biopsia m edular (BMO) constituye en la actualidad un
procedim iento de indudable interés diagnóstico en hematología y, en algunos casos,
decisivo para el establecimiento definitivo del mismo. Así, p o r ejemplo, es la única
exploración que nos perm ite establecer el diagnóstico de extensión de los linfomas
y conocer las características de su patró n invasivo, fundam ental para iniciar o con
trolar la conducta terapéutica adecuada. En la aplasia m edular resulta imprescindible
para conocer su grado de extensión y determ inar el pronóstico. En el SIDA, el es
tudio de la biopsia de m édula ósea puede tam bién tener interés clínico cuando la
punción m edular ha resultado «blanca» (cuadro 8-2). El hecho de que, para estudiar
la m édula ósea hem atopoyética, haya que abordar la p rofundidad del hueso y la
muestra extraída deba someterse a un proceso relativamente largo de preparación
antes de p o d e r ser o bservada al m icroscopio hace que su em pleo sea algo más
lim itado que la sim ple p u n ció n y el aspirado m edular. No obstante, su utilidad
diagnóstica se ha visto en los últim os años revalorizada debido sobre todo a tres
hechos fundamentales:
1. La mayor simplicidad y eficacia del instrumental empleado en la extracción de
las muestras.
2. El perfeccionamiento de los procedimientos histológicos que atenúan el problema
de la descalcificación. A este respecto cabe decir que hoy en día es posible utilizar
algunos marcadores monoclonales en las muestras de biopsia ósea incluidas en
parafina. Este hecho permite ampliar considerablemente la utilidad diagnóstica
de este procedimiento en la práctica clínica (v. tabla 8 - 2 ).
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214 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 8-3. Utilidad complementaria del aspirado y la biopsia de médula ósea (MO)
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 215
frente a huesos muy duros, como en casos de osteoesclerosis donde la extracción del
cilindro óseo puede ser muy difícil.
Material
En nuestro medio, dos son los trocares que han demostrado ser más útiles:
1. Trocar de Tanzer.
2. Trocar de Jamshidi.
Ambos modelos consisten en una aguja hueca, con un extremo proximal en forma
de T, que perm ite sujetarlo fácilmente, y u n extremo distal cortante; en su interior
se inserta un m andril punzante y los dos van provistos de un expulsor. El trocar de
Jamshidi se diferencia del de Tanzer en que su extremo distal es algo más estrecho que el
resto del trocar, por lo que el cilindro seccionado no es comprimido en el interior de la
aguja (fig. 8-10). La expulsión del cilindro se hace, en el trocar de Jamshidi, en sentido
distal-proximal. En los últimos años han ido apareciendo en el mercado modelos de
trocares inspirados en el original de Jamshidi que no han hecho sino mejorarlo, concre
tamente el extremo proximal, realizado con material de plástico y que posee, en general,
un diseño muy cuidado, a menudo ergonómico que hace más idónea su adaptación a la
mano del operador. El estilete o mandril es punzante, suele ser muy afilado y posee tres
o cuatro facetas que facilitan la penetración y el ulterior anclaje en la cortical del hueso.
El extremo distal de la cánula o aguja es muy cortante (puede tener forma de corona o de
boca de pez), lo cual le confiere gran efectividad en el avance a través del hueso medular.
Recientemente, la mayoría de los sum inistradores de material para el diagnóstico
in vitro han ido incorporando a sus equipos de biopsia ósea un sistema capturador del
cilindro óseo o atrapa muestras. El sistema puede form ar parte inherente del propio
trocar o, lo que es más frecuente, consiste en una pieza adicional. Según el diseñador
esta novedad mejora la calidad técnica de la extracción, ya que aumenta el porcentaje
de éxitos en la obtención de la m uestra y evita en todos los casos los movimientos de
deflexión del trocar.
Método
1. Normalmente, se elige como punto de elección la cresta ilíaca, antero- o pos-
terosuperior.
2. Tras asepsia cuidadosa de la piel de la zona y anestesia local, se procede a la punción
con el trocar, provisto de su mandril. En los centros hospitalarios, dotados de
servicio de anestesia es posible mejorar la calidad de la extracción de la biopsia ósea
si se completa la anestesia local con sedación endovenosa o con analgesia espinal;
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216 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ambas técnicas consiguen eliminar el dolor que provoca el avance del trocar en
la cavidad medular y que solo con anestesia local no se consigue anular. Los dos
procedimientos requieren la presencia de un anestesista. La sedación endovenosa
se efectúa con hipnóticos tipo midazolam, propofol u opioides como alfentanilo
o remifentanilo (analgésicos |x-receptores potentes de vida media corta). La
utilización de estos fármacos hace necesaria la m onitorización del paciente.
La analgesia espinal se consigue mediante punción lumbar, utilizando un anestési
co local (bupivacaín a en dosis analgésicas) asociado o no a un opioide liposoluble
tipo fentanilo o sufentanilo.
3. Se im prim en al trocar movimientos de rotación y de presión hasta conseguir
perforar la cortical del hueso. En este mom ento, el trocar queda anclado en la
cresta ilíaca.
4. Se extrae el m andril y se continúan los movimientos de rotación-presión, por
lo que el cilindro medular, que va cortándose por el extremo distal del trocar, se
introduce poco a poco en el interior del mismo. La aguja penetra hasta unos 3 cm
de profundidad.
5. Antes de proceder a la retirada de la aguja, se imprimen a esta movimientos laterales
algo enérgicos (deflexión) con el fin de romper la base del cilindro medular que
lo mantiene unido al resto del hueso. Seguidamente, se hunde algo más la aguja
con el fin de conseguir que el cilindro óseo cortado quede bien introducido en el
trocar y luego se procede a su extracción. En caso de utilizar los equipos con un
sistema de atrapa muestras (especialmente los de pieza adicional, que son los más
usuales), una vez finalizado el corte del hueso, se introduce el capturador hasta el
fondo, y se imprimen al trocar un par de vueltas de 360° y acto seguido se procede
a la extracción. Como los movimientos de deflexión se evitan en esta modalidad,
la técnica gana en comodidad para el enfermo, así como en seguridad, puesto que
no es excepcional que en huesos muy duros la m aniobra de deflexión comporte
el riesgo de rotura del trocar y la porción enclavada quede insertada en la cresta
ilíaca.
6 . El cilindro se obtiene mediante la introducción del expulsor en el interior del
trocar, al ejercer una ligera presión (fig. 8 - 1 1 ).
7. Procesamiento del cilindro óseo:
(a) Se introduce la pieza en líquido fijador (Bouin-Holanda) durante 24 h. Se
lava con H 20 del grifo un mínimo de 5 min. Si se introduce u n fragmento
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 217
Líquido Tiempo
Alcohol de 96° 45 min
Alcohol de 96° (renovado cada vez) 45 min
Alcohol de 99° 45 min
Alcohol de 99° (renovado cada vez) 45 min
Tolueno 45 min
Tolueno (renovado cada vez) lh
del cilindro óseo en formaldehído como líquido fijador es posible, sobre esa
muestra así fijada, efectuar técnicas de biología molecular.
(b) Se descalcifica la misma con ácido nítrico al 10% durante 24 h.
(c) Se lava durante 5-10 min con agua del grifo y se sumerge el cilindro en líquido
con capacidad creciente de deshidratación (tabla 8-4). El cilindro, después de
estos pasos, adopta un aspecto translúcido. De no ser así, debe permanecer
en el último paso por tolueno 1 h más.
(d) Se introduce el cilindro así preparado en un bloque de parafina (cuadro 8-3),
que permitirá la obtención de cortes de la pieza mediante un micrótomo. El
grosor de los cortes debería ser de 1-2 |x ((Jim). Sin embargo, la inclusión en
material de plástico presenta algunas ventajas frente a la inclusión en parafina:
a) no requiere descalcificación (de esta manera se evita la acción corrosiva
del ácido nítrico y, p or tanto, se conserva mejor el tejido medular), y b) la
retracción del cilindro es mínima. En contrapartida, esta técnica presenta
también algunos inconvenientes:
(i) Es relativamente prolongada y requiere gran meticulosidad en su rea
lización.
(ii) Una vez realizada la inclusión, no es posible retroceder para recuperar
el cilindro entero.
(iii) La polimerización que deben sufrir algunos tipos de plástico debido a
su carácter exotérmico (desprendimiento de calor) puede desnaturalizar
los componentes del cilindro óseo.
(iv) Requiere un m icrótom o especial capaz de cortar piezas m uy duras,
por tanto, su coste suele ser elevado.
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218 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Desparafinado
Se introduce el portaobjetos con los cortes en:
• Xileno: 5 min
• Xileno: 5 min
• Xileno: 5 min
• Alcohol absoluto: 5 min
• Alcohol absoluto: 5 min
• Alcohol absoluto: 3 min
• Alcohol de 96°: 3 min
• Alcohol de 96°: 3 min
• Alcohol de 96°: 3 min
Se lava con agua corriente o agua bidestilada
Tinción de hematoxilina-eosina
1. Hematoxilina de Harris (preparado comercial): 5 min
2. Se lava con agua corriente
3. Ácido acético al 1%: 4-5 s
4. Se lava con agua corriente
5. Alcohol litiado: 4-5 s. Alcohol de 96° + una punta de cuchara de carbonato de litio
6 . Eosina alcohólica: 5 min
7. Se pasa por alcohol de 96°
8 . Se pasa por alcohol de 96°
9. Se pasa por alcohol de 96°
10. Se pasa por alcohol absoluto
11. Se pasa por alcohol absoluto
12. Se pasa por alcohol absoluto
13. Se pasa por xileno
14. Se pasa por xileno
15. Se pasa por xileno
16. Se pasa por xileno
17. Se pasa por xileno
18. Se monta la preparación con DPX de inmediato (sin dejar que se evapore el xileno)
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 219
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220 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
T rabéculas ó s e a s ------- ►
C a v ida d m e d u la r------- ►
Célu la g ra s a ------- ►
SE?'-.
FIGURA 8-12. Imagen de una
biopsia ósea normal (HE, X400).
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 221
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222 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Biopsia
hipo- o hipercelular con desaparición prácticamente total de las células grasas y sustitución
por una densa trama de fibras de reticulina y colágeno que constituye una imagen muy
característica (fig. 8-15). La tinción de reticulina acaba de confirmar el diagnóstico de
mielofibrosis (fig. 8-16). La biopsia no solo tiene interés diagnóstico en hematología,
sino que constituye una herramienta extraordinariamente útil para la valoración inicial
de la enfermedad, como sucede en pacientes afectados de linfoma de Hodgkin y otros
tipos de linfomas no hodgkinianos o para el seguim iento del curso de la enferm e
dad, especialmente después de iniciar el tratamiento. Un ejemplo de esta situación lo
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 223
F I G U R A 8 - 1 6 . Biopsia ósea.
Tinción mediante el método de la
impregnación argéntica para poner
de manifiesto las fibras de reticulina
en un caso de mielofibrosis idiopática
acompañado de intensa fibrosis
reticulínica.
encontramos en la leucemia linfática crónica (fig. 8-17), y el linfoma folicular (fig. 8-18).
Finalmente, la biopsia ósea puede ser también de utilidad diagnóstica en enfermedades
no hematológicas como, p or ejemplo, tum ores malignos prim arios y metastásicos,
enfermedades granulomatosas y fiebre de origen desconocido, que en ocasiones pueden
acompañarse de punciones «blancas». Como técnicas complementarias a la biopsia
ósea destaca la histoquímica e inm unohistoquím ica que emplea anticuerpos m ono-
clonales. Al igual que sucede con las extensiones de sangre periférica y médula ósea, los
cortes histológicos de m édula ósea pueden ser sometidos a u na reacción inm unohis
toquímica mediante anticuerpos monoclonales (AM) contra determinadas poblaciones
celulares, como por ejemplo para conocer la estirpe celular de una infiltración linfoide
mediante la utilización de los AM CD 13 (específico de línea T) y CD20 (específico
de línea B). La m uestra histológica de leucemia linfática crónica representada en la
figura 8-17 puede ser tratada con anti-CD20 y anti-CD3, demostrando, de esta manera,
que la infiltración linfoide es mayoritariamente B (fig. 8-19) con muy escasas células T
(fig. 8 - 2 0 ), respectivamente.
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224 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 225
M etodología clásica
Material fungible
• Matraces Erlenmeyer de 1 y 21.
• Frascos de cristal de 100 mi de boca ancha.
• Placas de cultivo Greiner de 30 mm de diámetro.
• Placas de cultivo Greiner de 150 mm de diámetro.
• Tubos Falcon estériles de 13 mi.
• Tubos Falcon estériles de base cónica de 50 mi.
• Filtros Millipore, 0,22 |xm, de 25 mm de diámetro.
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226 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• Metilcelulosa Fluka.
• Medio Iscove en polvo (IMDM) (con glutamina, sin N aH C 0 3) Gibco.
• Medio Iscove líquido (IMDM) (con glutamina) Gibco.
• Medio Hanks sin Ca2+, ni Mg2+ ni rojo de fenol.
• Ficoll-Hypaque, 1,077 g/cm3.
• Albúmina bovina desionizada (BSA).
• Suero fetal de ternera (FCS).
• Bicarbonato sódico (N aH C 03).
• Agua destilada estéril para cultivos celulares Gibco.
• 2 -mercaptoetanol.
• Factor e stim u lad o r de colonias gran u lo m o n o cíticas reco m b in an te hum ano:
GM-CSF rh.
• Interleucina 3 recombinante humana: IL-3 rh.
• Eritropoyetina recombinante humana: EPO rh.
Instrumental
• Cabina de flujo laminar vertical.
• Incubador de C 0 2.
• Microscopio invertido.
• Microscopio convencional.
• Agitador de tubos Vórtex.
• Bomba de vacío.
• Cámara de Neubauer.
• Pipetas automáticas Gilson P-1000, P-200, P-20 y P-10.
• Pipeteador automático.
• Agitador magnético y recogeagitador.
Preparación de la metilcelulosa
1. Se pesan 20 g de metilcelulosa en papel de aluminio y se deja toda la noche bajo
la luz ultravioleta.
2. A la m añana siguiente, se tom a un Erlenmeyer estéril de 2 1 de capacidad y se
añaden 500 mi de agua bidestilada para cultivos celulares dentro de la cabina.
Se cubre con un tapón de algodón y gasa estéril, y se hierve al baño maría (fuera
ya de la cabina).
3. Cuando el agua hierva, se retira del baño maría y se añade la metilcelulosa dentro
de la cabina. Se agita suavemente sin agitador hasta que no se aprecien grumos.
4. Se deja de nuevo al baño maría durante 1 h.
5. Mientras la metilcelulosa hierve, se disuelve u n frasco de medio de cultivo Is
cove en polvo en 500 mi de agua bidestilada especial para cultivos y se agita
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 227
Medio de cultivo
1. Se preparan para cada frasco de 100 mi cinco tubos Falcon cónicos de 50 mi y se
añade a cada uno de ellos:
(a) 2 0 mi de la mezcla de metilcelulosa y medio de cultivo con jeringas de 2 0 mi
sin aguja.
(b) 8 mi de FCS previamente descomplementado (al baño maría a 56 °C durante
30 min).
(c) 4 mi de BSA.
2. Se agita vigorosamente con un Vórtex y se deja reposar unos minutos.
3. Se preparan 100 tubos Falcon de 13 mi estériles y se añaden 2 mi por tubo de la
mezcla anterior. La concentración final de los diferentes componentes será:
(a) Metilcelulosa: 1,1%.
(b) FCS: 20%.
(c) Albúmina bovina: 1%.
4. Se agitan de nuevo, se colocan en gradillas y se conservan a -2 0 °C.
2-mercaptoetanol
1. Se prepara una concentración de 5 mM.
2. Se filtra.
3. Se dosifica en tubos Eppendorf estériles de 0,5 mi en volúmenes de 30 (xl.
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228 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Medio de dilución
1. Se prepara en tubos Falcon de 50 mi una mezcla de medio Iscove líquido su-
plementado con el 20% de FCS descomplementado.
2. Se agita y se dosifican volúmenes de 1,5 mi en tubos Falcon de 13 mi.
3. Se colocan en gradillas y se conservan a -2 0 °C.
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 229
Montaje de cultivo
1. Se extraen, para cada muestra, dos tubos de medio de cultivo. Como se conservan
a -2 0 °C, es conveniente sacarlos durante los lavados para que se vayan des
congelando.
2. Se añade a cada tubo:
(a) Concentración final/placa
(b) 20 |jl1 de EPO rh a 500 U /m l = 4 U/ml
(c) 25 |xl de GM-CSF rh a 10.000 U /ml = 100 ng/ml
(d) 25 |xl de IL-3 rh a 1.000 U /ml = 10 U/ml
(e) 25 |xl de 2-mercaptoetanol a 5 10' 3 M = 5 X 10' 5 M
(f) 500 |xl de suspensión celular 5 X 105 |xl/ml = 1 X 105 cél./ml
3. Se agita vigorosamente con el Vórtex y se deja reposar unos minutos.
4. Se preparan dos placas de Petri para cada tubo, de 30 m m de diám etro, y se
añade, mediante una jeringa de insulina provista de una aguja de 181/2 G, 1 mi
del contenido del mismo.
5. Se reparte uniformemente por toda la base de la placa procurando que no queden
burbujas de aire.
6 . Se colocan las dos placas, y tres con el mismo volumen de agua en el interior de
una placa de Petri de 150 mm de diámetro.
7. Se incuba a 36,5 °C al 5% de C 0 2 y al 98% de humedad durante 14 días.
Recuento de colonias
El recuento de colonias se efectúa los días 7 y 14 de incubación mediante un micros
copio invertido; se considera como agregado la agrupación de 20 a 50 células y colonia,
la agrupación de más de 50 células. El resultado se expresa en número de colonias/105
células sembradas.
• CFU-E (unidad formadora de colonias eritroides): aparecen el día siete de incubación
(D?) y están constituidas por eritroblastos.
• BFU-E (unidad formadora de burst eritroides).
• CFU-GM (unidad formadora de colonias granulomonocíticas).
• CFU-GEMM (unidad formadora de colonias granulomonocíticas, megacariocíticas
y eritroides).
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230 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
F I G U R A 8 - 2 2 . Imágenes de
colonias obtenidas mediante
cultivo de progenitores
hematopoyéticos (cultivo in
vitro de médula ósea o sangre
periférica). BFU-E, unidad
formadora de brotes eritroides
tardíos; CFU-E, unidad formadora
de colonias eritroides precoces.
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 23 1
Las colonias de megacariocitos son de m enor interés clínico y muestran una aparien
cia característica (fig. 8-24).
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 2 3 1 .e l
Autoevaluación
1. El tejido donde se originan las células de la sangre es:
(a) El bazo.
(b) El timo.
(c) Los ganglios linfáticos.
(d) La médula ósea.
(e) El hígado.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la m édula ósea es el tejido donde se originan los elementos formes de la
sangre. En el niño, la médula ósea ocupa la cavidad esponjosa de prácticamente todos sus huesos,
pero con el desarrollo, parte de ella es reem plazada por tejido graso, quedando finalmente
reducida a unas zonas concretas tales como el cráneo, el esqueleto axial (columna vertebral) y
la epífisis de los huesos largos.
2. La diseritropoyesis es una forma de expresar la siguiente alteración:
(a) Aumento de eritropoyesis.
(b) Eritropoyesis fetal.
(c) M aduración anómala de los eritroblastos.
(d) Falta de factores de maduración nuclear.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: existen ciertas formas de anemia arregenerativa, tales como las diseritropo
yesis congénitas o adquiridas, en las que se observan alteraciones cualitativas de los eritroblastos
que afectan tanto al núcleo (binuclearidad, alteraciones de la cromatina, puentes internucleares)
como al citoplasma (aum ento de tamaño, hemoglobinización irregular, presencia de material
cromatínico o depósitos abundantes de ferritina).
3. La biopsia de médula ósea es un complemento diagnóstico en hematología, especialmente
para establecer el diagnóstico diferencial entre:
(a) Síndrome inflamatorio crónico y síndrome mielodisplásico.
(b) Insuficiencia m edular y leucemia aguda.
(c) Gammapatía monoclonal y mielofibrosis idiopática.
(d) Aplasia de médula ósea y mielofibrosis idiopática.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la biopsia de m édula ósea, o biopsia medular (BM), constituye en la actua
lidad un procedimiento complementario de indudable interés diagnóstico en hematología y, en
algunos casos, decisivo para el establecimiento definitivo del mismo. Así, por ejemplo, es la única
exploración que nos perm ite establecer el diagnóstico de extensión de los linfomas y conocer las
características de su patrón invasivo, fundamental para iniciar la conducta terapéutica adecuada.
4. Un aum ento significativo de linfocitos en la médula ósea hipercelular es orientativo de:
(a) Leucemia linfática crónica.
(b) Aplasia de médula ósea.
(c) Enfermedad de Wilson.
(d) Infección por HIV.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la linfocitosis medular debe valorarse siempre en relación a la clínica general
y a la celularidad global, ya que puede observarse en dos situaciones completamente diferentes.
5. La potencialidad regenerativa de una m édula ósea depende del núm ero y funcionalidad de
las células madre. Para poder conocer si el sistema hematopoyético responde correctamente
a los estímulos de las citocinas suele utilizarse el siguiente procedimiento:
(a) Análisis citogenético del aspirado medular.
(b) Cultivos in vitro de progenitores hematopoyéticos.
(c) Estudio inmunofenotípico del aspirado m edular m ediante anticuerpos monoclonales.
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231.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 8 Métodos para e l estudio de la médula ósea 2 3 1 .e 3
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C A P Í T U L O 9
INTRODUCCIÓN
La función primordial de los granulocitos (GN) y de las células del sistema mononuclear
fagocítico (SMF) es destruir los gérmenes y otras sustancias extrañas que puedan entrar
en el organismo. Esta función se desarrolla en cuatro etapas consecutivas:
1. Activación.
2. Migración transendotelial.
3. Quimiotactismo.
4. Fagocitosis.
Activación
En la activación de los granulocitos frente a un estímulo intervienen de manera decisiva
las llamadas moléculas de adhesión celular o cell adhesion molecules (CAM), producidas
por el endotelio y que actúan mediante tres etapas bien diferenciadas:
1. Redistribución de las CAM en la superficie de los GN como, por ejemplo, la de
la p-selectina presente en los gránulos de Weibel-Palade después del estímulo
producido p or la histamina, la trom bina y el factor activador de las plaquetas
(FAP).
2. Inducción de la síntesis de CAM por el endotelio. Como consecuencia de la etapa
anterior se sintetizan muchas más moléculas de adhesión que se van distribuyendo
sobre la superficie celular de los GN. En este proceso intervienen la interleucina 1
(IL-1) y el factor de necrosis tumoral (TNF).
3. Aumento de la intensidad de fijación, inducido por factores quimiotácticos como,
por ejemplo, las quimiocinas, segregadas por el endotelio y otras células.
M igración transendotelial
Consiste en el paso de los granulocitos a través de los espacios intercelulares del endotelio
mediante un proceso conocido como diapédesis. Se caracteriza por lo siguiente:
• Actúa por intermedio de moléculas tipo CAM presentes en la superficie de los leucocitos
y de las células del endotelio (tabla 9-1). Entre ellas destaca hplatelet-endothelium cell
adhesion molecule (PECAM-1).
• Tiene lugar mayoritariamente en las vénulas.
• Detecta temporalmente los leucocitos en la lámina basal y destruye la misma gracias
al efecto de las colagenasas
• Se realiza predominantemente durante las primeras 6-24 h. La supervivencia de los
GN no supera las 48 h, p o r lo que son sustituidos por monocitos que tienen una
vida media algo más larga y que más tarde se transforman en macrófagos de tejido.
En determinadas situaciones patológicas, este comportamiento puede variar como,
por ejemplo, en caso de infección por Pseudomonas donde los neutrófilos pueden
vivir más de 4 días; en las infecciones virales, donde predom inan los linfocitos, y
en algunas reacciones alérgicas, en las que se aprecia un predominio de eosinófilos.
Quim iotactism o
Se conoce como quimiotactismo al desplazamiento o la locomoción de los GN orientada
hacia el lugar donde se halla una sustancia que los atrae (agente quimiotáctico). Los
agentes quimiotácticos son imprescindibles para la salida de los granulocitos de la circu
lación sanguínea mediante diapédesis y su llegada al lugar de la infección. Este fenómeno
afecta también a los monocitos, que migran más lentamente y se transforman finalmente
en macrófagos de tejido y, en parte también, a una pequeña proporción de linfocitos.
Los agentes quimiotácticos son sustancias de naturaleza muy diversa; se clasifican en
endógenos (producidos por el propio organismo) o exógenos (procedentes del exterior):
• Los agentes quimiotácticos endógenos están constituidos por componentes del comple
mento (C5a fundamentalmente). Son productos de la vía de la lipooxigenasa (leucotrieno
B4 [LTB4], principalmente) y las citocinas (quimiocinas como la IL-8 , en particular).
• Los agentes quimiotácticos exógenos son, en general, productos bacterianos como,
por ejemplo, ciertos péptidos con AT-formilmetionina terminal o lípidos.
La fijación de los agentes quimiotácticos a los receptores de la superficie del leucocito
induce la activación de la fosfolipasa C (mediada por proteínas G) que, a su vez, hidroliza
elfosfatidilinositol-4,5-bifosfato (PIP2) en inositol-1,4,5-trifosfato (IP3) y diacilglicerol
(DAG), por lo que se produce un aumento del calcio (Ca++) intracelular que se libera del
retículo endoplásmico (REP) y penetra del exterior celular. El Ca++ modifica el citoes-
queleto, formado por microfilamentos de actina y proteínas asociadas, induciendo la
emisión de seudópodos y, con ello, el desplazamiento del granulocito neutrófilo.
Los leucocitos eligen entre los diferentes estímulos en función del gradiente de dicho
estímulo y de los receptores que posee. Los factores quimiotácticos inducen además las
siguientes respuestas conocidas como activaciones leucocitarias:
• Liberación de enzimas lisosómicas contenidas en sus gránulos y aparición del fenó
meno denominado explosión oxidativa. Ambos procesos son activados por la proteína
cinasa C (PK-C), activada, a su vez, por el DAG.
• Síntesis de metabolitos del ácido araquidónico a partir de fosfolípidos mediante la
acción de la fosfolipasa A2 (FL-A2), a su vez activada por el DAG y el calcio (Ca++).
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234 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Fagocitosis
El granulocito neutrófilo engloba en su interior las partículas extrañas y los agentes
patógenos (gérmenes o bacterias) mediante un fenómeno conocido con el nombre de
fagocitosis. Ello se complementa con la formación de una «vacuola fagocítica» y la libera
ción en su interior del contenido de sus gránulos, tanto primarios (granulación azurófila)
como secundarios (granulación específica). Dicho contenido está compuesto por diversas
enzimas y sustancias que contribuyen a la destrucción de los gérmenes patógenos:
• Los gránulos azur áfilos o primarios contienen mieloperoxidasa (M PO), proteínas
catiónicas (bactericidas), lisozima (m uram idasa), fosfatasa ácida (FA), esterasas,
lipasas, (P-glucuronidasa, desoxirribonucleasas, elastasa, colagenasa y FL-A2.
• Los gránulos específicos o secundarios contienen lactoferrina, defensina (fagocitina),
fosfatasa alcalina granulocitaria (FAG), colagenasa (tipo IV), FL-A2, lisozima (mu
ramidasa), moléculas de adhesión leucocitaria y activador del plasminógeno.
Tras la fagocitosis, los fagocitos mueren por apoptosis y sus restos son eliminados por ma
crófagos o drenados por los vasos linfáticos. La integrina Mac-1 (Cdl Ib) actúa como receptor.
La fagocitosis comprende tres fases consecutivas (fig. 9-1):
Opsonización
Ingestión
Vacuola fagocítica
(fagosoma)
Desgranulación
Degradación
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 235
MÉTODOS
En el laboratorio clínico existen cuatro métodos imprescindibles para el estudio de la
función granulocitaria:
• Fraccionamiento o aislamiento (obtención) de los granulocitos neutrófilos.
• Estudio del quimiotactismo (prueba de la migración).
• Estudio de la fagocitosis (prueba del nitroazul de tetrazolio [NAT]).
• Estudio de la capacidad oxidativa (quimioluminiscencia).
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236 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
G lucosa H'
FIGU RA 9-2. Mecanismo de consumo de oxígeno por el polimorfonuclear, con formación radical
superóxido y peróxido de hidrógeno. COT, ciclo oxidativo tricarboxílico (ciclo de Krebs); CRM, cadena
respiratoria mitocondrial; SOD, superóxido dismutasa; VHM, vía de las hexosas monofosfato
(vía de las pentosas).
Material
• Sangre m antenida incoagulable con EDTA.
• Jeringa, tubos y pipetas de plástico.
• Tubos de plástico graduados de 1 mi.
• pH-metro.
• Histopaque-1119.
• Solución de cloruro de amonio (NH 4C1) a la concentración de 8,7 g/1.
• Solución amortiguadora de Krebs-Henseleit (tampón de Krebs).
• NaCl al 9% o (0,154 M): 18 g en 21 de agua; usar 1.600 mi.
• Na2P 0 4 H . 12H20 (0,1 M): 17,8 g. en 10 mi de HC11N y completar hasta 500 mi
con agua; usar 336 mi.
• M gS0 4.7H 20 (0,154 M): 1,91 g en 50 m i de agua; usar 16 mi.
• K P0 4H 2 (0,154 M): 1,05 g en 50 mi de agua; usar 16 mi.
• KC1 (0,154 M): 1,15 g en 100 mi de agua; usar 64 mi.
Sedimentación
A temperatura ambiente (25 °C) se introducen 20 mi de Histopaque-1119 en una jeringa
de plástico sustentada por su base y en posición vertical. A continuación, se deposita el
mismo volumen de sangre sobre el Histopaque, procurando que no se mezclen (des
cender la sangre por la pared de la jeringa).
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 237
Lavado
A las 2 h se han formado tres fracciones que en sentido ascendente son: 1) eritrocitos
(fracción inferior); 2) Histopaque (fracción intermedia), y 3) células nucleadas y pla
quetas con el plasma (fracción superior).
Mediante una cánula de plástico se transfiere la fracción superior en varios tubos
(del mismo material) y se añade a cada uno de ellos N H 4C1 (8,7 g/1) en proporción de
tres volúmenes p or volumen de fracción, y se agita la mezcla unas 50 veces mediante
una pipeta de plástico. A continuación, se deja reposar unos m inutos hasta completar la
hemólisis y se centrifuga (160-190 g) durante 8 min. Una vez finalizada esta, se obtiene
un sedimento blanquecino y un sobrenadante rojo que se desecha.
Finalmente, se lava el sedimento (compuesto fundamentalmente por leucocitos) dos
veces mediante solución amortiguadora de Krebs. Si el sobrenadante adquiere tonalidad
rojiza significa que todavía existe un exceso de eritrocitos, en cuyo caso es necesario un
nuevo lavado con solución de N H 4C1 y un tercero y último, con tam pón de Krebs.
Ajuste
Los diferentes sedimentos de los tubos obtenidos se mezclan en un único tubo de plástico
graduado de 1 mi y se realiza un recuento de leucocitos mediante cámara cuentaglóbulos,
ajustando la concentración de estos según se precise con solución salina fisiológica
(pH = 7,2).
Material
• Estufa de cultivos convencional.
• pH-metro.
• Baño maría.
• Microscopio óptico y objetivo de X 10.
• Sistema para perforar la agarosa.
• Placas de Petri de plástico de 3,4 cm de diámetro.
• Material de vidrio (matraces Erlenmeyer).
• Pipetas Pasteur.
Método
1. En un vaso de sedimentación con 20 mi de agua destilada se introducen 392 mg
de medio 199 modificado, 80 mg de MOPS y 0,19 ml de NaOH N. El pH ideal
debe ser de 6 ,8 .
2. En un m atraz Erlenmeyer de 100 mi se introducen 24 mi de agua destilada y
375 mg de agarosa tipo V y se procede a hervir la mezcla durante 30-45 s.
3. A continuación, se coloca el m atraz al baño maría (entre 50 y 54 °C) durante
6 m in y luego se vierte en el mismo el medio de cultivo ya preparado, además se
añaden 5 mi de SBF descomplementado. Este proceso debe realizarse removiendo
la masa con una varilla de vidrio para que la mezcla sea homogénea. Se espera
5 min.
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238 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
4. Se aspira una cantidad de líquido con una jeringa y se depositan 2,2 mi en cada
una de dos placas de Petri de plástico. Se deja en reposo durante 10-15 m in en
posición completamente horizontal.
5. Se cubren las placas y se introducen en la estufa de cultivo a 37 °C durante unos
3-10 min.
6 . Se extraen las placas de la estufa y se colocan en una superficie horizontal. A
continuación, se practican dos pocilios de unos 2,5 m m sobre la agarosa, equidis
tantes 2,5 mm entre sí. Para ello se pueden emplear tubos metálicos perforadores;
la agarosa aprisionada en los mismos puede extraerse mediante una pipeta Pasteur
de vidrio.
7. Mediante una pipeta semiautomática se introducen 5 jxl de suero autólogo (agente
quimiotáctico) en uno de los pocilios de una placa y 5 |xl de suero fisiológico, en
un pocilio de la otra placa (movimiento leucocitario «al azar»). En los pocilios
restantes de ambas placas se introducen 5 (xl de suspensión de leucocitos aislados.
8 . Se introducen nuevamente las placas en la estufa de cultivo a 37 °C, se tapan y se
incuban durante 2 1 0 min.
Reactivos
• Nitroazul de tetrazolio (NAT) de grado III.
• Bactolátex de 0,81 |xm de diámetro.
• Tampón de Krebs.
• Colorante de Giemsa.
Material
• Tubos y pipetas de plástico.
• Baño maría.
• Microscopio óptico con objetivo de inmersión.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 239
Método
1. En un tubo de plástico se mezclan 350 |xl de suero autólogo, 100 (xl de una solu
ción con NAT (2 mg por mi de suero fisiológico), 100 (xl de suspensión leucocítica
y 15 |xl de suspensión de bactolátex formada por una emulsión de dicha sustancia
diluida al 10% en tampón de Krebs.
2. Se introduce el tubo al baño maría (37 °C) bajo agitación horizontal y, trans
curridos 15 min, se centrifuga (300 g) durante 8 min.
3. Se decanta el sobrenadante con la abertura hacia abajo y se coloca nuevamente el
tubo en posición vertical, agitándolo en sentido más o menos horizontal durante
2 min.
4. Mediante una pipeta de plástico se aspira el resto de sobrenadante (con el mínimo
sedimento existente) y se practica una extensión del mismo, sobre un portaobjetos,
hasta que esté completamente seco.
5. Se cubre la extensión con carbinol durante 2 m in, se lava con agua y se tiñe
m ed ian te tin c ió n de G iem sa (d ilu id a al 25% en agua destilada) d u ra n te
2 0 min.
6 . Se lava la extensión y se deja secar. Una vez seca, la preparación está lista para su
observación microscópica mediante objetivo de inmersión.
t %
*
FIGU RA 9-3. Granulocito
que presenta un depósito oscuro
de formazán (MGG, X 1.000).
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240 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• Actinómetro o luminómetro.
• Luminol (M -5-amino-2,3-dihidro-l,4-ftalizinediona).
• Zimosán (extracto del hongo Saccharomyces cerevisiae).
• Matraces Erlenmeyer.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 241
Zimosán-A en suspensión
Se introducen 600 mg de zimosán en un matraz Erlenmeyer de 100 mi que contiene suero
fisiológico. Se hierve durante 30 min, aproximadamente, al objeto de que el zimosán no
forme grumos. Se distribuye el volumen de la mezcla semipastosa formada en varios
tubos, y se centrifugan a 2.000 r.p.m. durante 10 min. Se extrae el sobrenadante y se
añaden al sedimento que queda 20 mi de tampón Krebs. El volumen total se introduce
en un vaso de precipitado. Esta mezcla, de aspecto homogéneo, se distribuye en tubos
de plástico de 10 mi en alícuotas de 1 mi. Se sellan bien y se guardan en el congelador en
espera de la prueba de la quimioluminiscencia, cuando se deberá añadir a cada tubo tam
pón de Krebs hasta el enrase (10 mi), homogeneizando la mezcla antes de su utilización.
Método
Se basa en el procedimiento de Alien et al.
Con el equipo estabilizado a 37 °C, se introduce un tubo de plástico que contiene
100 |jl1 de solución de luminol, 5 0 |xl de agua destilada y 100 jxl de suspensión leucocítica.
Antes de que transcurran 5 min de la reacción se efectúa la prim era lectura, que corres
ponde a la cifra máxima de la prim era fase del proceso.
Seguidamente se saca el tubo del aparato y se introducen 100 (xl de zimosán (previa
mente preparado) y se vuelve a colocar en su lugar. A los 30 min se realiza otra lectura,
que corresponde a la cifra máxima de la segunda fase del proceso.
p r i n c i p a i .e s d e f e c t o s c o n g é n it o s d e l a f u n c ió n
GRANULOCITARIA
Los defectos congénitos de la función granulocitaria pueden clasificarse en tres grupos:
• Defectos de adhesión.
• Defectos de movilidad o quimiotactismo.
• Defectos de fagocitosis/actividad bactericida.
Defectos de adhesión
• D éficit de adhesión leucocitaria 1 (LAD -1). El déficit está en las cadenas de las
integrinas CD 11 y CD 18. Produce alteraciones en la adhesión, la diseminación, la
fagocitosis y en la generación de la explosión oxidativa. La consecuencia clínica son
infecciones bacterianas recurrentes.
• Déficit de adhesión leucocitaria 2 (LAD-2). Ausencia del antígeno Lewis sializado
(receptor oligosacárido para la selectina). Es menos grave que el anterior, aunque
también da lugar a infecciones bacterianas recurrentes.
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242 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 243
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244 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Principio
La FAG hidroliza fundamentalmente los monoésteres del ácido fosfórico, y es activa a
pH alcalino (9,1-9,6). La reacción consiste en la hidrólisis de determinados sustratos,
como por ejemplo el a-naftil-fosfato, de la que se liberan ciertos productos intermedios,
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 245
los cuales combinados con una sal diazoica originan un precipitado coloreado, pardo
negruzco, que se localiza en el citoplasma de la célula.
M étodo
1. Se fijan las preparaciones durante 30 s con metanol-formaldehído al 4% (9:1),
con 10 m i de formaldehído al 40% más 90 mi de metanol.
2. Se guarda a -2 0 °C.
3. Se desecha a las 2 semanas.
4. Se lava y se seca.
(a) Solución A: 100 mi H20 destilada más cuatro cucharadas (medida estándar)
del reactivo 1 , agitando durante unos minutos.
(b) Solución B: se mezcla un vial de reactivo 2 con 15 mi de la solución A.
(c) Solución C: se mezcla un vial de reactivo 3 con 45 mi de solución A y se
agita durante 2 min, a continuación, se añade la solución B manteniendo la
agitación hasta que todo quede bien mezclado. Por último, se filtra.
(i) Se incuban las preparaciones en esta solución durante 1 h.
(ii) Se lavan y se secan.
(iii) Se contrasta finalmente con hemalumbre de Mayer durante 5 min.
(iv) Se lavan y se secan.
(v) No se utiliza medio de montaje.
La interpretación de la técnica se hará de inmediato para evitar la pérdida de actividad
que se produce si se prolonga el período de lectura.
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246 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 9-2. Método para calcular el índice de fosfatasas alcalinas granulocitarias (FAG)
TABLA 9-3. Situaciones no debidas a hemopatías malignas en las que pueden observarse
alteraciones del índice de fosfatasas alcalinas granulocitarias (FAG)
Disminución Aumento
Mononucleosis infecciosa Embarazo
Púrpura trombocitopénica idiopática Terapia con corticoides
Anemia perniciosa Anticonceptivos orales
Hipofosfatasia Benzolismo
Síndrome hipereosinofilico Infección por HIV
HIV, virus de la inmunodeficiencia hum ana.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 247
Mieloperoxidasa
Principio
La demostración de la existencia de esta enzima, sintetizada en el retículo endoplás-
mico rugoso, se basa en la acción oxidante de la misma sobre el sustrato, bencidina, en
presencia de peróxido de hidrógeno. La positividad de la reacción se pone de manifiesto
por la aparición de un precipitado amarillento-ocre en el citoplasma.
Método
1. Se fijan las preparaciones con solución de fijación a temperatura ambiente durante
30 s.
2. Metanol: 45 mi. Formaldehído al 37%: 5 mi. (Se preparan extemporáneamente.)
3. Se lavan las preparaciones con H20 y se dejan secar al aire.
4. Se precalientan 50 m i de Trizmal 6.3, y se diluyen en un baño a 37 °C preparado
extemporáneamente. (Nota: Antes de utilizar se debe añadir un vial de peroxidasa
Indicador Reagent y 200 (jlI de H 20 2 al 3%. Se mezcla vigorosamente y se descarta
después de usar.)
(a) Tampón Trizmal 6.3 (solución de trabajo).
(b) Trizmal 6.3 buffer concentrado: u n volumen.
(c) H20 desionizada: nueve volúmenes.
5. Se colocan las preparaciones en la solución anterior y se incuban a 37 °C durante
30 m in en la oscuridad.
6 . Se lavan las extensiones y se dejan secar al aire.
7. Se tiñen las preparaciones con Acid Hematoxilin Solution durante 10 min.
8 . Se lava, se seca al aire y se examina al microscopio.
Nota: Conservar el Trizmal 6.3 Buffer y el Acid Hematoxilin Solution a temperatura
ambiente. El Peroxidasa Indicador Reagent se mantiene a 4 °C.
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248 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Negro Sudán B
Principio
Es una técnica que en realidad detecta actividad peroxidásica, por lo que su utilidad es
equivalente a la de la reacción de la MPO.
Reactivos
• Reactivo de fenol: se disuelven 16 g de fenol cristalizado en 30 mi de etanol absoluto
y 100 m i de H20 destilada (en disolución se contienen 300 mg de Na 2H P 0 4).
• Solución de negro Sudán B: se disuelven 300 mg de negro Sudán B en 100 mi de
etanol absoluto. Se incuba la solución durante 48 h antes de usarla, agitando de vez
en cuando. Se filtra antes del empleo.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 249
Método
1. Se fija la extensión con vapores de formaldehído durante 10 min.
2. Se incuba durante 3 h a 37 °C en una mezcla incubadora formada p or 6 mi de
reactivo de fenol y 9 mi de solución de negro Sudán B. Las preparaciones se
colocarán en una cápsula de Petri, con la extensión hacia abajo y encima de un
capilar de microhematocrito, para que no roce con el cristal. Se tapa bien la cápsula
para evitar la evaporación.
3. Se lava con agua destilada.
4. Se lava con etanol al 70% durante 20 min.
5. Se lava con agua destilada.
6 . Se contrasta con colorante de Giemsa (al 10% en agua destilada) durante 20 min.
7. Se lava y se seca.
Esterasas
Se trata de enzimas hidrolíticas que desdoblan los ésteres (alifáticos y aromáticos) en
ácido y alcohol. Tienen capacidad para reaccionar con ésteres acílicos o cloroacílicos
del naftol acetato esterasa (ÑAS) y en ello se basa su demostración citoquímica. Existen
notables variaciones en su localización celular con relación al tipo de sustrato empleado
y también dependiendo del procedimiento técnico empleado para su determinación.
Los sustratos más comúnmente empleados son: naftol-AS-D-acetato, a-naftil-acetato,
a-naftil-butirato, naftol-AS-cloro-acetato. Estas sustancias, cuando se hidrolizan por la
acción de las esterasas en presencia de una sal diazoica, forman un colorante azoico inso
luble de tonalidad diferente, en la zona de la célula donde existe la actividad enzimática.
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250 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Naftol-AS-D-acetato-esterasa (NASDA)
Material
• Formaldehído (impregnado en un algodón que se introduce en un vaso de Coplin).
• Tampón fosfato 0,1 mol/1, pH = 6,9.
• Fosfato monopotásico (6 , 8 g en 500 mi de H 20 ) , 450 mi.
• Fosfato disódico (14,16 g en 1.000 mi de H 20 ) , 550 mi.
• Propilenglicol.
• Acetona. Fast Blue BB Salt (en polvo).
• Fluoruro sódico (NaF).
• Naftol-AS-D-acetato (sustrato).
Método
1. Se fijan las preparaciones con vapores de formaldehído durante 15 min.
2. Se incuban durante 70 min a temperatura ambiente en una mezcla incubadora
formada por las soluciones A (tampón fosfato 0,1M, pH = 6,9:50 mi más propilen
glicol, 1 ml) y B (naftol-AS-D-acetato, 8 mg, más acetona, 1,5 mi). La mezcla de las
soluciones A y B se prepara como sigue: se vierten 0,95 mi de la solución B (gota
a gota) en la solución A, agitando al mismo tiempo (a temperatura ambiente). Se
añaden a esta solución 100 mg de Fast Blue BB Salt. Se agita durante 2 min y se filtra.
3. Se lava y se seca.
4. Se contrasta durante 30 m in con hematoxilina de Harris.
5. Se lava y se seca. La inhibición de la reacción enzimática mediante el fluoruro de
sodio (NaF) se consigue al añadir 1,5 mg de este reactivo p o r cada mililitro
de solución de la mezcla incubadora.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 251
Método
1 . Se fijan las preparaciones durante 30 s con tam pón formalina-acetona a 4 °C.
2. Se lavan y se secan.
3. Se incuban las preparaciones durante 45 m in a tem peratura ambiente en una
mezcla de las soluciones A y B:
(a) Solución A (pararrosanilina hexazotizada):
(i) 1 ,2 mi de pararrosanilina.
(ii) 1,2 mi de nitrito Na (100 mg nitrito + 2,5 mi H20 destilada).
(iii) Se mezcla durante 1 m in y se añaden:
(iv) 35 mi de tampón fosfato (80,4 mi de disódico, 19,6 mi de monopotásico,
para 1 0 0 mi).
(v) Se ajusta a pH 6,1 con NaOH 1 N.
(b) Solución B:
(i) 16 mg de sustrato a-naftil-acetato.
(ii) 2 mi de éter monoetílico de etilenglicol.
4. Se mezclan las dos soluciones A y B y se filtran. Se ajusta la mezcla a un pH de 6 ,1.
5. Se lava y se seca.
6 . Se contrasta con hematoxilina de Harris durante 30 min.
a-naftil-butirato-esterasa
La reacción se realiza según la técnica de Ornstein et al.
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252 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• Fijador: tampón formalina-acetona, pH = 6 , (se guarda en la nevera) a 4 °C.
• a-naftil-butirato (SigmaN 8000).
• Éter monometílico de etilenglicol (Merck 859).
• Solución de pararrosanilina hidroclórica (Merck 10159) al 4% en HC12 N (Merck 317).
• Solución de nitrito sódico (Merck 6549) al 4% en agua destilada.
• Tampón fosfato M /15, pH = 7,6.
• Fosfato bisódico anhidro: 9,55 g/1.
• Fosfato monopotásico: 9,08 g/1.
• Se mezclan ambos fosfatos hasta conseguir un pH de 7,6.
• Hematoxilina de Harris (Merck 9253).
Método
1 . Se fijan las preparaciones en tam pón formalina-acetona durante 30 s a 4 °C.
2. Se lava con H 20 corriente y se deja secar.
3. Se incuba durante 60 min a temperatura ambiente en la siguiente mezcla:
(a) Solución A:
(i) Solución de pararrosanilina: 1,2 mi.
(ii) Solución de nitrito sódico: 1,2 mi.
(iii) Se mezcla durante 1 min exacto y se añaden 38 mi de tam pón fosfato.
(iv) Fosfato disódico: 80,4 mi.
(v) Fosfato monopotásico: 19,6 mi.
(vi) Ajustar a pH = 6,3.
(vii) Esta solución debe prepararse al momento.
(b) Solución B:
(i) a-naftil-butirato: 40 jjlL
(ii) Éter monometílico de etilenglicol: 2 mi.
4. Se mezclan las dos soluciones A y B, y se filtran.
5. Para determinar la fluorosensibilidad o resistencia se procede a una incubación
con fluoruro sódico añadiendo al tampón fosfato 1,5 mg de fluoruro sódico por
mililitro de tampón.
6 . Se lava con agua corriente y se deja secar.
7. Se contrasta con hematoxilina de Harris durante 30 min.
8 . Se lava con agua corriente y se deja secar.
Naftol-AS-D-cloroacetato-esterasa
Reactivos
• Naftol-AS-D-cloroacetato (sustrato).
• Pararrosanilina hidroclórica (al 4% en ácido clorhídrico HCI 2 N).
• Nitrito sódico (N aN 02) al 4% en agua destilada (preparación extemporánea).
• Dimetilformamida.
• Tampón de Michaelis: 0,1 mol/1 (pH = 7,62).
• Solución de metanol-formaldehído integrada por formaldehído al 10% en alcohol
metílico absoluto.
Método
1. Se secan las extensiones al aire.
2. Se fijan durante 30 s en metanol-formaldehído (9:1 mi).
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 253
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254 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• Solución de metanol-formaldehído (90 m i de metanol + 10 mi de formaldehído).
• Solución de ácido peryódico al 1% en agua destilada.
• Ácido clorhídrico (HC1) 2 N.
• Solución de bisulfito sódico al 40% en agua destilada.
• Pararrosanilina base.
• Metabisulfito sódico seco.
Método
1. Preparación del reactivo de Schiff: se calientan 200 m i de agua destilada
hasta la aparición de las prim eras burbujas. Se retira de la fuente de calor e
inm ediatam ente se añade 1 g de pararrosanilina y se deja enfriar hasta una
tem peratura de 50 °C. A continuación, se añade 1 mi de HC1 concentrado y
se deja enfriar hasta tem peratura ambiente, m om ento en el que se añaden 2 g
de bisulfito sódico al 40%. Se tapa bien y se guarda en la oscuridad durante
48 h. Se filtra y se coloca el reactivo, que debe ser totalm ente incoloro y trans
parente, en nevera durante 24 h, bien tapado con parafina y en frasco color
topacio. Para conseguir la transparencia adecuada, se añade carbón mineral
en polvo (unos miligramos).
2. Se fijan las extensiones en metanol-formaldehído durante 5 min.
3. Se lava y se seca.
4. Se incuba durante 7 min en una solución de ácido peryódico al 1%.
5. Se lava y se seca.
6 . Se lava durante 1 m in en una mezcla de HC12N (0,5 mi), solución de metabi
sulfito sódico al 4% (0,6 mi) y agua destilada (10 mi).
7. Se lava y se seca.
8 . Se incuba la preparación en la oscuridad y en presencia de reactivo de Schiff
(previamente filtrado) durante 45 min.
9. Se lava con agua destilada durante 10 min.
10. Se contrasta con hematoxilina de Harris durante 30 min.
11. Se lava y se seca.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 255
PAS ha perdido gran parte de su valor al haber aparecido otros marcadores celulares
mucho más específicos basándose en anticuerpos monoclonales.
Fosfatasa ácida
Principio
La FA es una enzima hidrolítica del grupo de las fosfomonoesterasas que provoca la
hidrólisis a pH ácido del naftol-AS-bifosfato (sustrato), el cual libera productos inter
medios de la reacción que, mediante la unión con una sal diazoica, dan un precipitado
rojo-naranja en el citoplasma celular.
Reactivos
• Tampón citrato: 2,94 mg de citrato sódico en 100 mi de agua destilada. Se añade ácido
cítrico hasta conseguir un pH de 4,2.
• Solución de acetona al 60% en tam pón citrato (se conserva a 4 °C).
• Solución de pararrosanilina hidroclórica: 1 g de pararrosanilina en 20 mi de agua
destilada y se añaden 5 mi de HCI concentrado. Se agita suavemente. Se deja reposar
24 h antes de su uso. Se filtra.
• Solución de nitrito sódico (N aN 02) al 4% en agua (preparación extemporánea).
• Tampón de Michaelis 0,1 mol/1, pH de 7,62, constituido por:
• Veronal sódico (20,5 g en 1.000 mi de H 20 ): 61,5 mi.
• HCI 0,1 N: 38,5 mi.
• Dilución preparada con AT,AT-dimetilformamida (Merck).
• Naftol-AS-bifosfato (sustrato).
Método
1. Se preparan dos soluciones A y B de la siguiente forma:
(a) Solución A. Tres gotas de solución de pararrosanilina y tres gotas de solución
acuosa de nitrito sódico al 4%. Se agita la solución durante exactamente 60 s
y se añaden 30 mi de tampón de Michaelis (pH = 7,62). A continuación, se
añade HCI 2 N gota a gota hasta que el pH descienda a 5.
(b) Solución B. 15 mg de naftol-As-bifosfato en 1 mi de dimetilformamida.
2. Se fijan las preparaciones en solución tam pón acetona-citrato (seis partes de
acetona más cuatro partes de citrato) a 4 °C durante exactamente 30 s.
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256 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
fS-glucuronidasa
Principio
Se trata de una enzima hidrolítica (hidrolasa ácida) que pertenece al grupo de las glu-
cosidasas o carbohidrasas. Su acción la ejerce sobre sustrato naftol-AS-bi-0-D-glucurónico,
el cual libera productos intermedios que puestos en reacción con una sal diazoica dan
lugar a un precipitado de color anaranjado intenso en el citoplasma celular.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 257
Reactivos
• Ácido acético: 0,2 M (11,43 ml/1).
• Bicarbonato: 0,05 mol/1 (4,2 g/1).
• Tampón de acetato sódico (pH = 5), preparado de la siguiente forma (se guarda 1 mes
a 4 °C):
• Acetato sódico: 16,4 g/1 (anhidro) o 27,2 g/1 (trihidratado), 35,2 mi.
• Ácido acético: 0,2 mol/1,14,8 mi.
• Pararrosanilina hidroclórica.
• Solución de nitrito sódico (N aN 02) al 4% en agua destilada (preparación extempo
ránea).
• Solución de sustrato (ácido naftol-AS-bi- P-D-glucurónico), formado por la mezcla
de dos soluciones preparadas de la siguiente forma:
• Solución A (sustrato).
• Solución B. La preparación de la solución B exige agitación constante durante
1 min y después de la misma se debe mezclar con la solución A. Se ha de obtener
una tonalidad ámbar.
• NaOH N (2 g/50 mi de H 20 ).
Método
1. Se secan las extensiones al aire a temperatura ambiente durante 1-6 h.
2. Se fija en solución de metanol-formaldehído (preparado extemporáneamente
en proporción 3:7) a 4 °C durante exactamente 60 s.
3. Se lava varias veces con agua destilada.
4. Se seca al aire durante 30 min a 37 °C.
5. Se congelan las preparaciones durante 60 m in en una cápsula de Petri.
6 . Se incuban durante 60 m in a 37 °C en la mezcla incubadora formada por:
(a) Solución A. Se disuelven completamente 2,8 mg de sustrato en 0,12 mi de
bicarbonato sódico 0,05 mol/1 y se añade tam pón acetato (pH = 5) hasta
10 mi.
(b) Solución B. Tres gotas de pararrosanilina hexazotizada más tres gotas de
nitrito sódico. La preparación de la solución B debe agitarse constantemente
durante 1 min, mezclándola después con la solución A.
7. Se ajusta el pH a 5,2 con NaOH N y se añade H20 hasta un volumen final de 20 mi.
Se filtra la solución, la cual debe tener un color amarillo pálido y transparente.
8 . Se lava con agua bidestilada.
9. Se contrasta con hematoxilina de Harris durante 15-30 min.
10. Se lava con agua destilada y se seca.
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258 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Principio
La característica principal de los gránulos de los polimorfonucleares basófilos es su
metacromasia con los colorantes azules (azul de metileno, azul de toluidina), la cual
consiste en que estos gránulos adquieren un color rojizo en presencia de los colorantes.
La metacromasia se debe a la gran riqueza en mucopolisacáridos ácidos sulfatados que
poseen los gránulos basófilos.
Reactivos
• Solución de azul de toluidina formada por:
• Azul de toluidina: 1 g.
• Metanol: 100 mi.
Método
1. Se agita la solución de azul de toluidina durante 5-10 m in y se filtra. La solución
se conserva 6 meses a temperatura ambiente.
2. Se separa el volumen necesario y se incuban las preparaciones durante 3 h a
temperatura ambiente.
3. No se contrastan.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 259
Principio
Se emplea como sustrato para la dosificación de la lisozima plasmática el Micrococcus
lysodeikticus, que es una bacteria grampositiva. La enzima hidrolítica al actuar sobre la
pared de esta bacteria, disminuye la turbidez de la suspensión bacteriana (lisis de los
gérmenes) y, por consiguiente, su densidad óptica.
Reactivos
• Sangre total mantenida incoagulable mediante EDTA-K3 y exenta de hemolisis, de la
que se separa el plasma por centrifugación. La dosificación puede diferirse 1-2 meses,
congelando el plasma a 20 °C.
• Tampón fosfato (K2H P 0 4, Na2H P 0 4) 0,06 mol/1, pH = 6,2.
• Suspensión de Micrococcus lysodeikticus: 200 mg/dl en tam pón fosfato.
• Patrón de lisozima: 10 mg/dl en tampón fosfato, pH = 6,2. A partir de esta solución
se preparan diluciones para obtener concentraciones de lisozima de 0,5,1,2,3,5,7,5
y 1 0 jig/ml.
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260 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo
1. Se diluye el plasma cinco o más veces según la intensidad de la actividad enzimática
en tam pón fosfato.
2. Se ponen en contacto 0,3 mi de cada una de las diluciones de la solución pa
trón y del plasma problema diluido, con 2,7 mi de suspensión de Micrococcus, e
inmediatamente se lee la transmisión (%) a 540 nm.
3. Se traza una recta de calibración con las soluciones patrón, calculando la concen
tración del problema sobre esta recta y teniendo en cuenta la dilución efectuada.
LECTURAS RECOMENDADAS
Generales
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mononuclear cells by one centrifugation and o f granulocytes by combining centrifugation and
sedimentation. Scan J Clin Lab Inves 1968;97:77-89.
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 261
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Path Bact 1947;59:336-7.
www.medilibros.com
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Capítulo 9 Funcionalism o granulocitario y m étodos de estudio citoquím ico 2 6 1 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál de las siguientes actividades es considerada como una función granulocitaria?
(a) Fagocitosis.
(b) Activación neutrofilica.
(c) Quimiotactismo.
(d) Migración transendotelial.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: la función primordial de los granulocitos neutrófilos y de células del sistema
mononuclear fagocítico (SMF) es destruir los gérmenes y otras sustancias extrañas que puedan
entrar en el organismo. Esta función se desarrolla en cuatro etapas consecutivas: a) activación;
b) migración transendotelial; c) quimiotactismo, y d) fagocitosis.
2. La función fagocítica de los neutrófilos segmentados se realiza gracias a:
(a) Los ribosomas.
(b) Las mitocondrias.
(c) Los gránulos citoplasmáticos.
(d) El aparato de Golgi.
(e) La membrana citoplasmática.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el granulocito neutrófilo engloba en su interior las partículas extrañas y
los agentes patógenos (gérmenes o bacterias) mediante u n fenómeno conocido con el nombre
de fagocitosis. Ello se com plem enta con la liberación en el interior de la vacuola fagocítica
recién form ada del contenido de sus gránulos, tanto prim arios (granulación azurófila) como
secundarios (granulación específica). Dicho contenido está compuesto por enzimas diversas y
sustancias que contribuyen a la destrucción de los gérmenes patógenos.
3. Para realizar su función fagocítica, los granulocitos neutrófilos requieren, en prim er lugar:
(a) Esperar a que los agentes nocivos se acerquen a ellos.
(b) Adherirse al endotelio vascular.
(c) Desplazarse por el torrente circulatorio.
(d) Desplazarse hasta donde se hala el agente nocivo m ediante quimiotactismo.
(e) Liberar actividad mieloperoxidasa al plasma sanguíneo.
Respuesta correcta: d.
4. ¿Qué significa la palabra quimiotactismo?
(a) Fagocitosis.
(b) Adhesión endotelial.
(c) Desplazamiento.
(d) Endocitosis.
(e) Citoquímica.
Respuesta correcta: c.
5. ¿Cuáles son los principales agentes de la actividad bactericida?
(a) Los agentes quimiotácticos.
(b) Los agentes bacterianos.
(c) La vacuola fagocítica.
(d) Los radicales superóxido.
(e) Las enzimas citoplasmáticas.
Respuesta correcta: d.
6. ¿Cómo se denomina a la prueba de migración granulocitaria?
(a) Quimiotactismo.
(b) Fagocitosis.
(c) Adhesión endotelial.
(d) Transmigración.
(e) Vacuolización.
Respuesta correcta: a.
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26 1. e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O 10
INTRODUCCIÓN
El diagnóstico de los procesos hematológicos clónales y neoplásicos se realiza por la
integración de los datos clínicos, morfológicos, citogenéticos e inmunológicos, tal como
se recoge en la clasificación de la Organización M undial de la Salud para tumores del
tejido hematopoyético y linfoide. El fenotipo celular se introdujo en los años ochenta con
la aparición de anticuerpos que reconocían células de estirpe linfoide B, T y mieloide,
y se ha extendido ampliamente hasta tener un papel fundamental en el diagnóstico de
los procesos hematológicos neoplásicos y otras hemopatías, y en el seguimiento de los
enfermos. Los anticuerpos siguen la nomenclatura Cluster o f Differentiation (CD) que
define cada anticuerpo por las características del antígeno celular que reconocen y por
la presencia de más de un anticuerpo capaz de reconocerlo. Cada uno de los antígenos
individuaüzados se denomina con las siglas CD seguidas de un número de identificación.
Cuando la molécula reconocida p o r el anticuerpo no está bien caracterizada o solo
existe un anticuerpo que lo reconozca, el número de identificación va precedido de la
letra w (CDw).
Se han caracterizado más de 300 CD, que perm iten detectar y caracterizar sub-
poblaciones de linfocitos (T, B y natural killer [NK]), células inm aduras, mieloides,
monocítico-histiocitarias, eosinófilas, basófilas, dendríticas, eritroides y megacariocíticas.
También existen AcMo, que reconocen moléculas de adhesión y activación, citocinas
y receptores de citocinas, interleucinas y una gran variedad de proteínas de superficie,
citoplasma y núcleo que participan en procesos fisiológicos o patológicos. Además,
existen anticuerpos que identifican células de estirpe no hematopoyética y virus. De lo
mencionado anteriormente, junto con el desarrollo de técnicas para el análisis, se deduce
que las técnicas inmunofenotípicas tienen un papel fundamental en el conocimiento
de las características de la hematopoyesis normal y patológica, y en el armamentario
diagnóstico para estos procesos.
El estudio del fenotipo celular en el diagnóstico hematológico se puede realizar
m ediante diferentes técnicas, que se basan en la emisión de fluorescencia (inm uno-
fluorescencia) o en cambios colorimétricos (inm unocitoquím ica o inm unohistoquí-
mica). Cada sistema de análisis tiene sus ventajas e inconvenientes, que se describen
som eram ente a continuación. En la actualidad, la técnica de inm unofluorescencia
es la más empleada en los laboratorios de hematología y se analiza posteriorm ente
m ediante aparatos denom inados citóm etros de flujo. La técnica inm unofluores-
cente es fácil y rápida. Se realiza sobre células viables, p or lo que el margen de tiem
po para el estudio es corto si se com para con otras técnicas de inm unofenotipo.
El proceso de tinción estándar solo detecta antígenos de m em brana celular y para
el análisis de antígenos intracelulares se requiere de un proceso previo de fijación y
permeabilización. El análisis p or citometría de flujo se realiza sin soporte morfológico
Material
• Solución de lisis eritrocitaria (NH 4CL, 0,144 M; N H 4H C 0 3, 0,1 M).
• Tubos de 50 mi con tapón.
• Tubos de 10 mi.
• Pipetas Pasteur.
• Tampón fosfato salino (PBS).
• Placa de agitación.
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264 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Se colocan 10 m i de sangre en el tubo de 50 mi y se llena el resto con solución de
lisis. Se tapa el tubo y se mezcla por inversión.
2. Se deposita en la placa de agitación durante 10 min.
3. Se centrifuga (450 g, 10 min) y se descarta el sobrenadante.
4. Se añaden 20 mi con solución de lisis, se resuspende, se centrifuga y se decanta.
5. Se resuspende en PBS y se transfiere al tubo de 10 mi.
6 . Se centrifuga (450 g, 10 min). Se descarta el sobrenadante y se ajusta a la concen
tración celular deseada.
Nota: Existen en el mercado soluciones Usantes de hematíes comerciales.
Material
• Dextrano al 2-3% a partir de solución de dextrano al 20% o en polvo proveniente de
Leuconostoc mesenteroides.
• Jeringas de 60 mi.
• Tapones de goma para orificios de jeringa.
• Palomita.
• Tubos de plástico de 10 mi.
• Pipetas Pasteur.
• PBS.
Método
1. Se desmonta el émbolo de la jeringa y se tapa el orificio por donde se administra
la solución con un tapón. En el interior de la jeringa, se mezcla un volumen de
sangre anticoagulada y un volumen de dextrano al 2-3%. Se recoloca el émbolo
con cuidado y sin hacer presión. Se invierte la jeringa, se quita el tapón y se sube el
émbolo hasta eliminar todo el aire del interior de la jeringa. Se coloca la palomita
en la embocadura de la jeringa.
2. Se mantiene la jeringa en posición vertical durante 30 min a temperatura ambien
te, con lo cual sedimentan los eritrocitos que quedan en la parte inferior formando
una capa compacta.
3. Se presiona el émbolo de la jeringa y, a través de la palomita, se transfiere el
sobrenadante a los tubos de 1 0 mi, teniendo cuidado de no transferir la capa
eritrocitaria.
4. Se centrifuga (450 g, 10 m in) y se obtiene un botón celular que contiene los
leucocitos.
5. Se resuspende el botón celular y se lava dos veces con 10 mi de PBS (450 g, 10 m in).
6 . Se ajusta la suspensión celular a la concentración deseada.
Nota: Es recomendable: a) utilizar un papel secante cuando se quita el tapón de la
embocadura de la jeringa para evitar salpicaduras de sangre; b) cortar la aguja que está
al final de la palomita para evitar pinchazos, y c) sujetar la jeringa durante el período de
sedimentación para evitar su caída.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 265
Material
• Ficoll-Isopaque o productos comerciales similares.
• Tubos cónicos de plástico de 10 a 20 mi.
• Suero fisiológico o PBS.
• Pipetas Pasteur.
Método
1. Se diluye un volumen de sangre anticoagulada (EDTA o heparina) con uno o tres
volúmenes de suero fisiológico o PBS, según el recuento leucocitario.
2. Se colocan 3 mi de la solución Ficoll-Isopaque a tem peratura ambiente en el
fondo de un tubo cónico. Mediante una pipeta Pasteur se vierten cuidadosamente
encima de la solución de Ficoll-Isopaque 7 mi de sangre diluida evitando que se
rompa la interfase Ficoll-sangre.
3. Se centrifuga (400 g, 30 m in, 20 °C) con la centrífuga sin freno. Tras la cen
trifugación se observa una interfase que contiene las células mononucleares. En
el fondo del tubo se hallan los eritrocitos y granulocitos, y en la parte superior, el
plasma diluido.
4. Se recoge la interfase, que contiene las células mononucleares con una pipeta Pas
teur y se traspasa a otro tubo. Se realizan dos lavados con 10 mi de suero fisiológico
o PBS (450 g, 10 min).
Nota: Si no se utiliza una solución comercial de Ficoll se puede preparar con
10 volúmenes de Isopaque (metrizoato sódico) de 1,2 g/ml de densidad y 24 volúmenes
de Ficoll al 9% en agua destilada. La densidad final de la solución es de 1.077. Se pueden
realizar variantes de esta técnica utilizando soluciones de diferente densidad a la del
Ficoll-Isopaque, por ejemplo con Percol®, para recoger otras fracciones celulares.
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266 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Principio
En células hematológicas normales, la proteína PML se localiza en el núcleo formando
parte de los denominados cuerpos nucleares. El número de cuerpos nucleares oscila entre
4-20, según el tipo celular, y son de un tamaño que permite contarlos tras su inmuno-
tinción con un anticuerpo específico. En la leucemia aguda promielocítica se produce la
translocación t(15;17), en la que se reordenan los genes PML-RARa. La proteína quimé
rica PML-RARa producida por la translocación altera el patrón de distribución normal
de PML, ya que se observan múltiples e incontables señales de PML al microscopio. Por lo
tanto, con una técnica simple y rápida se puede identificar la leucemia promielocítica con
el reordenamiento PML-RARa y que es sensible a la administración de ácido retinoico.
Material
• Anticuerpo específico de ratón anti-PML (clona PGM3) a la dilución adecuada en
PBS.
• Acetona pura.
• Tampón de lavado PBS.
• Anticuerpo antiinmunoglobulinas de ratón ligado a fluoresceína a la dilución ade
cuada en PBS.
• Etanol.
• Pap Pen® o Glicergel®.
• Pipetas ajustables.
• Yoduro de propidio (1 |xg/ml).
• Cubreobjetos.
• Extensiones de sangre periférica, médula ósea o citocentrífiiga de separación de células
mononucleadas de sangre periférica o médula ósea. Las extensiones deben estar secas
o, si son recientes, se deben secar con un secador de pelo durante unos minutos.
• Cámara húmeda protegida de la luz.
• Receptáculo para lavar extensiones.
Método
1. Se selecciona la zona de la extensión donde se realizará el mareaje y se marca con
un lápiz diamante.
2. Se fijan las extensiones durante 5-10 min con acetona pura.
3. Se resigue el perímetro de la zona a marcar con un producto repelente al agua
(PAP Pen® o Glicergel®) que evitará la difusión del anticuerpo.
4. Se sitúan las extensiones a marcar en una cámara húmeda protegida de la luz y
se mantienen en dicha cámara durante todo el proceso de mareaje para evitar la
evaporación del anticuerpo durante las incubaciones.
5. Se aplica la cantidad suficiente del anticuerpo prim ario diluido para cubrir la
zona a marcar (aproximadamente 1 0 0 - 2 0 0 |xl del anticuerpo primario diluido).
Se incuba durante 30 m in a temperatura ambiente.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 267
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268 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 269
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270 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Línea Requisitos
Mieloide • MPO (por citometría o citoquímica)
o
Diferenciación monocíticafc
Linfoide T • CD3 citoplásmicof
o
CD3 superficie
Linfoide B • CD 19 fuerte con > 1 fuertemente expresado (CD79a cit, CD22, CD 10)
o
CD19 débil con > 2 fuertemente expresado (CD79a cit, CD22, CD10)
cit, citoplásmico; MPO, mieloperoxidasa.
“ Según la clasificación de la OMS.
h Com o m ínim o dos de los siguientes: esterasa inespecífica, CD1 le, CD14, CD64, lisozima.
c Citoplásmico: indica que se deben aplicar m étodos que detecten el antígeno en el citoplasma ya que puede estar
restringido a esta localización o aparecer precozmente en ella.
identifica todos los estadios de los linfocitos B, sin grandes modulaciones en su expresión,
y es muy útil en el estudio de la patología linfoide B. De igual manera, el empleo de
CD34 en las combinaciones para el estudio de casos de leucemia aguda facilitarán la des
cripción del fenotipo de los blastos. En la tabla 10-2 y cuadros 10-3 a 10-5 se describen las
características fenotípicas principales de los diversos procesos hematológicos malignos.
Material
• Sangre periférica, médula ósea anticoagulada, líquidos biológicos, células m ononu-
cleares, suspensiones celulares obtenidas de tejidos, o leucocitos obtenidos tras la
sedimentación o lisis de los hematíes (v. sección «Métodos de aislamiento de células
mononucleares»).
• Tampón de lavado PBS.
• Anticuerpos titulados y, si es preciso, inmunoglobulina antiinmunoglobulina de ratón
ligada a fíuorocromo titulada y diluida.
• Pipetas Pasteur, pipetas automáticas de volumen ajustable y puntas de pipeta.
• Tubos de plástico de 5 mi.
Nota: Según la muestra, solución lisante de eritrocitos, ya sea comercial o Tris-cloruro
de amonio (Tris X 10: se diluye 1 g de bicarbonato potásico, 8,26 g de cloruro de amonio
y 0,03 g de EDTA trisódico en 100 m i de H 20 destilada). La solución madre es estable
durante 1 mes a 4 °C; la solución de trabajo es estable 24 h.
Método
1. Se rotulan los tubos con la combinación de anticuerpo-fluorocromo deseada.
2. Se coloca en el fondo de cada tubo un volumen entre 50 y 200 (xl de la muestra, que
contenga 5 X 105 células (se diluye o se concentra la muestra inicial si es preciso).
3. Se añade la cantidad adecuada de los AcMo directamente ligados o el anticuerpo
purificado a la m uestra según está indicado en el tubo. Se cambia la p unta de
pipeta entre AcMo. Se agita para mezclar la muestra con los AcMo.
4. Se incuban 15 min a temperatura ambiente protegidos de la luz.
5. En muestras con hematíes se procede a la lisis de los eritrocitos con tampón de lisis o
bien con soluciones comerciales específicamente diseñadas para la lisis eritrocitaria.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 271
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272 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
SLPC B CD5+
• Leucemia linfática crónica: Pan Bdébil,‘I CD23+, CD200+, CD43+, FMC7—
• Linfoma de células del manto: Pan Bnormal, CD23—, CD200—, CD43±, FMC7+
SLPC B C D 5 -
• Leucemia prolinfocítica: Pan Bnormal, CD10—, FMC7++
• Linfoma linfoplasmocítico: Pan Bnormal, CD10—, CD5—o +, CD23—o +
• Linfoma folicular: Pan Bnormal, CD10+, CD43—, bcl2+
• Linfoma de Burkitt: Pan Bnormal, CD10+, CD43—o +, bcl2—
• Tricoleucemia: FSC/SSC elevado, Pan Bnormal, CD103+, CD25+, CD1 lc+
• LELV:'’ Pan Bnormal, CD103-, CD25-, CDllc+
• Linfoma de cavidades: Pan B—, CD38+, EMA+, CD30+
• Leucemia de células plasmáticas: Pan B—, CD45—, CD19—, CD138+, CD56+
Los signos + y — indican que el antígeno es generalmente positivo o negativo en dicha entidad.
“ Pan B: CD20, CD22, CD79b, inm unoglobulinas de superficie.
bLinfoma esplénico con linfocitos vellosos.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 273
• Para obviar falsos positivos por la unión del anticuerpo con receptores Fe, se puede
añadir a la solución tam pón suero humano AB.
• El análisis de antígenos de localización citoplasmática o nuclear precisa de proce
dimientos previos al mareaje que perm itan la entrada del anticuerpo en la célula.
Existen múltiples métodos de fijación y permeabilización celular, pero en laboratorios
diagnósticos es recomendable emplear reactivos comerciales que hayan sido testados
y que aseguren la correcta tinción con los anticuerpos básicos para el diagnóstico de
las hemopatías malignas.
• Si se quiere analizar inmunoglobulinas de superficie o la distribución de cadenas lige
ras se debe utilizar células separadas o lavar con PBS (3 X 5 mi PBS, 450 g, 5-10 min)
la sangre total. Tras los lavados, se aspira el máximo de sobrenadante sin perder
celularidad, para evitar problemas en la lisis eritrocitaria, si existe un exceso de PBS
en la muestra.
• Si se quieren analizar antígenos en eritrocitos, se incuba el AcMo con 5 (jl I de sangre
total y se obvia el paso de lisis eritrocitaria.
• El núm ero de células a adquirir en el citóm etro dependerá del tipo de estudio que
se desee. Así, para el análisis de las subpoblaciones linfocitarias, la adquisición de
10.000-15.000 leucocitos (o 1.000-2.000 linfocitos) será suficiente. Para estudios
de enferm edad residual o cuantificación de células infrecuentes, p o r ejemplo
las células precu rso ras C D 34+, se n ecesitará a d q u irir u n m ayor n ú m ero de
leucocitos (50.000-1.000.000) para conseguir niveles de precisión y sensibilidad
adecuados.
• Se han desarrollado sistemas que perm iten el cálculo absoluto de células con un
determinante antigénico por microlitro, por ejemplo el valor absoluto/|jl 1 de linfocitos
CD4+. Para ello, se emplean tubos especiales que contienen un número de partículas
determ inadas p or (xl o se añaden durante el procesamiento de la m uestra y que
permiten extrapolar el núm ero absoluto utilizando un solo instrumento.
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274 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 275
A / V W célula 1
Óptic célula 2
célula 3
—{ - i m A A A A
Detector I338IA A A / V V A A A A A A A A A /
FL3 A A A / W ] célula n
f e Resultados
Fluidos Láser
Ordenador
Programa análisis |
• •
F I G U R A 10-2. Esquema del funcionamiento de un citómetro. Las células de la muestra son conducidas
hacía la interacción con el láser por un sistema de enfoque hidrodinámico (A ), que mediante la presión
del líquido envolvente (flechas) centra la célula en el punto de interacción con el láser (B ). La interacción
provoca la emisión de señales lumínicas en todas las direcciones del espacio, pero solo se recogen las emitidas
en la dirección del láser (FSC) y a 90° (SSC y fluorescencias). Los filtros ópticos de diversas características
permiten dirigir la luz de cada longitud de onda a su detector específico, donde son amplificados, y la señal
para cada célula archivada. La informática es el último paso para la obtención de los resultados.
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276 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGURA 10-3. Representación biparamétrica de la señal obtenida con partículas ligadas a un solo
fluorocromo antes de la compensación electrónica de las fluorescencias (A) y después de dicha
compensación (B). Obsérvese que antes de la compensación electrónica existía una población doble
positiva falsa.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 277
FIGURA 10-4. Representación en histograma de la señal FSC (A) y SSC (B) de una sangre periférica
normal después de la lisis. La separación de las diversas poblaciones celulares no es satisfactoria.
La correlación de ambas señales (FSC en abscisas y SSC en ordenadas) permite su mejor diferenciación (C).
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278 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
CD38:FITC-A LO G ICA L
FIGURA 10-5. En la fila superior se muestra la tinción para células plasmáticas (CD38 intenso
en color negro) y la coexpresión de CD45 y CD56 en las mismas células en un estudio con 20.000 células
sin selección electrónica previa. En lafila inferior se observa la misma muestra con selección previa
de las células con expresión intensa de CD38. Con esta aproximación, se observan dos poblaciones
según la coexpresión de CD45 y CD56, que no se distingue si no se realiza la selección electrónica.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 279
A B
FIGURA 10-6. Para valorar la positividad o negatividad de un antígeno deben colocarse primero los
separadores en los límites de la señal de fluorescencia en el tubo control (A) (anticuerpo ligado a
fluorocromo sin especificidad antihumana). En B se representan los valores de positividad para la
población CD19+, CD5- (3,1%), CD19+, CD5+ (13,3%) y CD19-, CD5+ (69,6%), según los marcadores
de positividad/negatividad del tubo control.
FIGURA 10-7. Intensidad antigénica por citometría de flujo. La citometría de flujo permite valorar
la densidad del antígeno en cada célula. En la imagen se representan la expresión de CD 19 y CD20
(izquierda) y de CD20 y CD5 (derecha) en linfocitos de sangre periférica. La expresión de CD19 es la
misma para todos los linfocitos positivos, pero existen dos intensidades para CD20. La población en negro
expresa 10 veces más CD20 que la población en gris oscuro. Además, la población con expresión débil de
CD20 coexpresa CD5 de forma patológica.
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280 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
resultado. El citóm etro de flujo perm ite analizar rápidam ente entre 5.000 y 300.000
células de un espécimen. Como se ha com entado anteriorm ente, el análisis de un
núm ero elevado de células es altamente recomendable en el estudio de poblaciones
con escasa representación en el total del espécimen, ya que increm enta la precisión
del resultado. La sensibilidad de los citóm etros de flujo llega a 1.000 moléculas por
célula y podem os conocer el núm ero de determ inantes antígenos de un espécimen
m ediante el empleo de partículas de densidad antígena conocida. La objetividad de
los citómetros de flujo viene dada p or el sistema de conversión de la señal lumínica
(v. anteriorm ente), que evita la subjetividad de la interpretación del microscopio de
fluorescencia. Los citóm etros de flujo son aparatos versátiles tanto respecto al es
pécimen como a la técnica que puede analizarse en ellos. El tipo de células que puede
analizarse mediante citom etría de flujo varía, en el campo de la hematología, desde
la plaqueta al megacariocito, y pueden realizarse estudios moleculares, funcionales o
combinaciones de ambos.
En hematología, la aplicación más usual del citómetro de flujo es el estudio de an
tígenos de superficie para el diagnóstico de procesos leucémicos agudos y crónicos,
linfoides y mieloides, la cuantificación de poblaciones linfocíticas, la determinación de
marcadores pronósticos en algunas enfermedades, el diagnóstico de la hemoglobinuria
paroxística nocturna y la cuantificación de enfermedad residual. La elección de los
AcMo en el estudio de los procesos leucémicos y de los linfocitos es fundamental para
una correcta caracterización de las poblaciones celulares y, por tanto, del diagnóstico.
Las leucemias agudas se caracterizan por la presencia de translocaciones que producen
proteínas quiméricas de fusión. Recientemente, se han desarrollado sistemas parecidos
al ELISA para analizar la presencia de la proteína quimérica BCR-ABL, que identifica
la leucemia mieloide crónica y la leucemia aguda con dicha translocación y que son
tributarias de tratamiento específico.
O tras aplicaciones habituales de la CFM son la cuantificación de reticulocitos,
el análisis del ciclo celular y el contenido de ADN. El recuento de reticulocitos se
obtiene tras la incubación con sustancias fluorescentes que se ligan al ARN y, además
de aum entar la precisión en los casos con escasos reticulocitos, perm ite diferenciar
también poblaciones de estos según el contenido de ARN. Los reticulocitos más jóvenes
poseen mayor cantidad de ARN y su fluorescencia es mayor. El estudio del ADN en
los procesos hematológicos perm ite detectar clonalidad, con la presencia de picos
no diploides, y conocer la distribución en las diversas fases del ciclo de las células del
espécimen. El estudio del ADN puede combinarse con antígenos de superficie y, de
esta manera, analizar el contenido de ADN y la distribución en el ciclo celular de la
población deseada.
M ediante CFM se puede analizar otras características celulares como la capacidad
fagocítica de los neutrófilos; realizar estudios de sensibilidad a medicamentos; buscar
autoanticuerpos plaquetarios, eritrocitarios y granulocíticos; realizar el fenotipo eri
trocitario y HLA; analizar las glucoproteínas de membrana plaquetarias para el diagnós
tico precoz de las trombopatías congénitas; cuantificar los volúmenes sanguíneos y las
enzimas eritrocitarias; realizar estudios cromosómicos y de oncogenes, y observar los
cambios de pH o calcio tras la activación celular, entre otros. El progreso de la CFM y el
desarrollo de nuevas aplicaciones estarán condicionados por el avance de la producción
de nuevos citómetros, de la aparición de nuevos reactivos y del progreso en el conoci
miento de la patología hematológica. Algunas de las aplicaciones médicas de la CMF se
resumen en el cuadro 1 0 - 6 .
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 281
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282 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Introducción
Las dos técnicas inmunoenzimáticas principales para el estudio inmunofenotípico son
la inmunoperoxidasa y la inmunofosfatasa alcalina. La inmunoperoxidasa tiene la des
ventaja de que es necesario bloquear previamente la peroxidasa endógena presente en
determinadas células sanguíneas (fundamentalmente neutrófilos y eosinófilos), para
lo cual es preciso utilizar sustancias como el metanol, el peróxido de hidrógeno o el
cloroformo, que pueden desnaturalizar los antígenos celulares.
Por ello, la inmunofosfatasa alcalina parece ser, en el momento actual, la técnica más
ventajosa para aplicar AcMo al estudio de las enfermedades hematológicas.
Fosfatasa alcalina
4— intestinal
de ternera Complejos
” FAAFA
AcMo de ratón
*— antifosfatasa
alcalina
__ AcMo primario
de ratón
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 283
2. Se añade un segundo AcMo (llamado AcMo puente) de otra especie animal (p. ej.,
conejo) dirigido contra inmunoglobulinas de ratón. Si el AcMo prim ario se ha
unido al Ag, el AcMo puente se unirá al primario. De no ser así, el Ac puente se
eliminará con el lavado.
3. Se añade el complejo FAAFA, formado p o r inmunoglobulinas de ratón unidas
a fosfatasa alcalina. Si el AcMo puente se ha unido a la m uestra (a través de
la unión AcMo prim ario-Ag), la fracción de unión antígena libre perm itirá el
enlace del com plejo FAAFA. El com plejo FAAFA no u n id o se elim ina con
el lavado.
4. Se añade un sustrato que reacciona con la fosfatasa alcalina. Si el complejo FAAFA
se ha unido a la m uestra (a través de la unión AcMo puente-AcMo prim ario-
Ag), la fosfatasa alcalina presente en el complejo hará que el sustrato forme un
precipitado de color rojo en el lugar donde está localizado el antígeno.
Soluciones amortiguadoras
• Tris tam pón salino (TBS, 0,05 M; pH = 7,6).
• Se disuelven 60,57 g de Tris-(hidroximetil)-aminometano (Merck 8382r) en 500 mi
de agua destilada.
• Se ajusta el pH a 7,6 con aproximadamente 385 mi de HC11N. Se añade agua
destilada hasta llegar a 1 1 de solución madre.
• La solución madre se diluye 1:10 con una solución que contiene 9 g de NaCl por
litro de agua destilada.
• Es estable a 4 °C durante varias semanas.
• Tris tam pón (0,1 M; pH = 8,2).
• Se disuelven 1,21 g de Tris-(hidroximetil)-aminometano en 80 mi de agua des
tilada. Se ajusta el pH a 8,2 con aproximadamente 4,8 mi de HC11N. Se añade
agua destilada hasta llegar a 100 mi de solución. Es estable a 4°C durante varias
semanas.
Sustrato cromógeno
• Se disuelven en un vaso de precipitado de cristal 2 mg de naftol-AS-MX-fosfato libre
de ácido en 0,2 mi de AT,N-dimetilformamida. Se añaden 9,8 mi de tampón Tris 0,1 M,
pH = 8,2.
• Se disuelven 2,4 mg de levamisol y 10 mg de Fast Red TR Salt en el tampón naftol-Tris
inmediatamente antes de usarlo.
La solución se filtra antes de aplicarla sobre los portas.
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284 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Antisueros
• Anticuerpo monoclonal de ratón específico.
• Anticuerpo de conejo antiinmunoglobulina de ratón.
• Complejo inmune fosfatasa alcalina: antifosfatasa alcalina (FAAFA).
Otros reactivos
• Hematoxilina de Harris o de Mayer.
• Glicergel® (Dakopatts) o Cristalmount® (Biomeda).
• Suero humano normal.
• Sigmacote® (Sigma) o Pap Pen® (The Binding Site).
• Micropipetas automáticas ajustables.
M étodo
Preparación de la muestra
1. Sangre periférica y aspirados de médula ósea. Se efectuarán extensiones en por
taobjetos de sangre recogida sobre heparina o EDTA o bien sin anticoagulante
(punción digital o médula ósea), realizadas de la manera habitual y evitando que
sean excesivamente gruesas.
2. Separación de células mononucleadas. Es muy práctica, ya que en un área pequeña
es posible valorar un gran número de células. Es particularmente útil cuando se
estudia la presencia de inmunoglobulinas de superficie celular, ya que se evita la
unión del AcMo con las inmunoglobulinas séricas.
3. Citocentrífuga de líquido cefalorraquídeo y otros líquidos del organismo. Se em
plean 100 (jlI de la muestra para cada preparación. Se colocan en una citocentrífuga
a 500 r.p.m. durante 5-10 min.
Nota:
• Con el fin de dism inuir el núm ero de portaobjetos, es conveniente efectuar dos
pequeñas extensiones en cada uno de ellos.
• Se dejan secar durante 4-18 h los portaobjetos con la m uestra antes utilizarlas o de
envolverlas en papel de aluminio para conservarlas a —20 °C hasta su estudio. La
conservación a 20 °C mantiene los antígenos durante períodos prolongados de tiempo.
• Se dejan temperar las preparaciones a temperatura ambiente antes de desenvolver el
papel de aluminio para evitar la degradación de la muestra.
• Antes de fijarlas, se marca un círculo con un lápiz diamante alrededor de la zona que
se va a estudiar. La parte central de la extensión es la idónea para realizar el estudio.
Fijación
• Acetona pu ra (10 m in), BFA (30 s) o form ol acetona (45 s). Las tres soluciones
fijadoras se aplican a temperatura ambiente.
• Tras la fijación se lavan las preparaciones dos veces con TBS, 0,05 M (5 m in).
A continuación, se seca con un papel suave la zona exterior al círculo donde se aplicará
el AcMo y se impregna el perímetro con un repelente al agua (Sigmacote® o Pap Pen®)
para evitar que los antisueros se desplacen y se mezclen una vez colocados.
Nota: La acetona es un buen fijador para la práctica diaria. No hace falta prepararla
y preserva óptimamente los antígenos celulares. El BFA y el formol-acetona permiten
visualizar mejor los detalles morfológicos y se obtienen unas preparaciones de excelente
calidad, aunque en ocasiones estos fijadores deterioran la antigenicidad de las moléculas.
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 285
Antisueros
• Anticuerpo monoclonal. Es conveniente aplicarlo cuando la preparación aún está
húmeda. El período de incubación es de 30 min a temperatura ambiente. También
puede efectuarse a 37 °C durante 10 min o a 4 °C durante 12 h, pero los resultados
no son mejores que los obtenidos a temperatura ambiente.
• Inmunoglobulina de conejo antirratón a la dilución óptima. Se añade, a la misma dilu
ción, suero humano normal para evitar la reactividad cruzada de las inmunoglobulinas
de conejo con la inmunoglobulina humana. El tiempo de incubación es de 30 min.
• Complejo FAAFA a la dilución óptima. El tiempo de incubación es de 45 min.
Nota:
• Todas las incubaciones deben efectuarse a temperatura ambiente y en cámara húmeda
para evitar la concentración de los antisueros. Después de cada incubación se efectúa un
breve lavado con TBS, 0,05 M, utilizando para ello una botella de lavado, con cuidado
de no aplicar directamente el chorro sobre el círculo. Las diluciones de los antisueros
también se hacen en TBS, 0,05 M. Una vez comenzadas las incubaciones, hay que tener
especial atención en no dejar que las preparaciones se sequen en ningún momento.
• La intensidad final de la tinción puede aumentarse si se repiten nuevamente los pasos
b y c (en este caso las incubaciones repetidas son de 1 0 min), aunque ello no suele
ser necesario y, además, alarga el proceso y encarece la técnica.
• Recientemente, se han introducido sistemas de FAAFA o PAP que reconocen de
forma simultánea anticuerpos primarios de ratón y conejo, y que utilizan el sistema
biotina-avidina o biotina-estreptavidina, que permiten aumentar la sensibilidad de
la técnica y reducirla en un paso si se emplean AcMo ligados a biotina.
• Existen sistemas automáticos para la realización de la técnica de FAAFA para los
laboratorios con u n gran número de muestras diarias.
• Con la combinación de AcMo primarios de diferente especie o tipo de inmunoglo
bulina, de anticuerpos secundarios que reconozcan cada uno de ellos revelados por
sustancias cromógenas de color diferente (p. ej., FAAFA y PAP), se pueden realizar
mareajes dobles mediante esta técnica.
Sustrato cromógeno
El tiempo de incubación es de 20 min, aunque puede controlarse la intensidad de tinción
por microscopía óptica. Una vez finalizado este período, se lavan las preparaciones en
un baño de agua durante 2 min.
Nota: La preparación adecuada del sustrato es importante. Los reactivos deben guardar
se a la temperatura indicada por la casa comercial, en un ambiente poco húmedo, y deben
pesarse con exactitud y mezclarse correctamente. El pH del tampón ha de ser de 8,2. Una
vez añadido y mezclado el Fast Red, hay que filtrar el sustrato y utilizarlo inmediatamente.
Contratinción y montaje
1. Hematoxilina de Mayer o de Harris. El tiempo de contratinción varía según las
características de la hematoxilina; por ello es conveniente comprobar el tiempo
necesario para obtener tinciones óptimas.
2. Se lava en un baño de agua (2 min) y, a continuación, con agua destilada.
3. Las preparaciones, aún húm edas, se m ontan con medios de montaje acuosos
(Cristalmount®) o gelatina glicerinada (Glicergel®).
4. Se observa al microscopio óptico.
En el cuadro 10-7 se muestra la técnica esquematizada.
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286 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 287
LECTURAS RECOMENDADAS
Benet MC, Bernier M, Casasnovas RO, Castoldi G, Knapp W, Lanza F, et al. The reliability and
specificity of c-kit for the diagnosis of acute myeloid leukemias and undifferentiated leukemias.
The European Group for the Immunological Classification of Leukemias (EGIL). Blood
1998;92:596-9.
Benet MC, Castoldi G, Knapp W, Ludwig WD, Matutes E, Orfao A, et al. Proposals for the
immunological classification of acute leukemias. European Group for the Immunological
Characterization of Leukemias (EGIL). Leukemia 1995;9:1783-6.
Bóyum A. A one-stage procedure for isolation of granulocytes and lymphocytes from human blood.
General sedimentation properties of white blood cells in a lg gravity field. Scand J Clin Lab Invest
Suppl 1968;97:51-76.
Cordell JL, Falini B, Erber WN, Ghosh AK, Abdulaziz Z, MacDonald S, et al. Immunoenzymatic
labeling of monoclonal antibodies using immune complexes of alkaline phosphatase and
monoclonal anti-alkaline phosphatase (APAAP complexes). J Histochem Cytochem 1984;32:
219-29.
Swerlow SH, Campo E, Harris NL, Jaffe ES, Pileri S, Stein H, editors. WHO Classification of Tumours
of Haematopoietic and Lymphoid Tissues. Lyon: IARC; 2008.
www.medilibros.com
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Capítulo 10 Métodos inmunológicos en hematopatología 2 8 7 .e l
Autoevaluación
1. Para la realización de la citometría de flujo:
(a) Es imprescindible realizar una separación de células mononucleadas.
(b) La técnica sin permeabilización detecta de forma simultánea antígenos de membrana,
citoplasma y núcleo.
(c) Solo se puede utilizar para el estudio de sangre periférica.
(d) Se necesita una muestra con células en suspensión.
(e) No es necesario que las células sean viables.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: para el análisis por citometría de flujo se requiere una suspensión celular que
puede obtenerse de forma directa (sangre, médula, líquidos biológicos) o por disgregación de tejidos.
No es necesario realizar una separación de células mononucleares, ya que: a) se pueden analizar otros
elementos celulares además de los linfocitos y monocitos, y b) existen técnicas para el análisis de sangre
total o posterior a la lisis de los eritrocitos. Las células han de ser viables, ya que la pérdida de la inte
gridad de membrana produce alteraciones en el mareaje y puede producir falsos positivos y negativos.
Por ello se deduce que la técnica sin permeabilización solo analiza antígenos de membrana. El análisis
de antígenos nucleares y citoplasmáticos requiere el uso de permeabilización y fijación celular.
2. Las técnicas inmunológicas con base citológica:
(a) No tienen ningún sentido en la era de la citometría de flujo.
(b) Son muy útiles cuando la anomalía es de localización subcelular.
(c) Solo analizan la membrana celular.
(d) No emplean sustancias fluorescentes.
(e) No permiten el soporte morfológico.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: es una técnica complementaria a la citometría de flujo y su principal caracte
rística es el soporte morfológico, simultáneo al fenotípico, que permite identificar la localización
subcelular del antígeno. Se puede realizar con técnicas inmunofluorescentes o inmunoenzimáticas.
El paso de fijación inicial de la técnica hace que se detecten antígenos de membrana e intracelulares.
3. El método diagnóstico de elección en la hemoglobinuria paroxística nocturna:
(a) Se basa en la sensibilidad al complemento de los eritrocitos.
(b) La prueba diagnóstica por excelencia es la de HAM.
(c) Es la citometría de flujo de determinantes antigénicos unidos a la membrana celular por
grupos glucosilfosfatidilinositol.
(d) La citometría de flujo no permite la cuantificación del tamaño de la clona.
(e) No se puede realizar en pacientes que han recibido transfusión de concentrados de hematíes.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la citometría de flujo es la técnica de elección, ya que determina los antígenos
que regulan el complemento y otros antígenos celulares presentes en leucocitos y hematíes. Es
una técnica cuantitativa que permite calcular el tamaño del clon patológico y, como se puede
determinar en leucocitos, no se ve interferida por la transfusión de concentrados de hematíes. La
citometría de flujo ha sustituido a otras técnicas al demostrar mayor sensibilidad al complemento
de los hematíes de estos pacientes.
4. Respecto al uso de fluorocromos para citometría de flujo:
(a) La elección debe basarse en el tipo de aparato del que se disponga, la intensidad de
expresión en la célula y el tipo de estudio que se quiera realizar.
(b) La interferencia en los espectros de emisión no plantea ningún problema.
(c) Todos los fluorocromos producen una señal equivalente.
(d) No es necesario tener en cuenta la fuente de excitación del aparato.
(e) No necesitan una manejo especial, ya que son muy resistentes a la degradación lumínica.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los fluorocromos tienen unas características de excitación y emisión es
pecíficas, por lo que solo se pueden emplear si son compatibles con el citómetro en el que se
quiere analizar. La superposición en el espectro de emisión de los fluorocromos se debe tener en
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287.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O 11
NOMENCLATURA CITOGENÉTICA
Introducción
El estudio de las características de los cromosomas es el objetivo de la citogenética huma
na. Durante la división celular o mitosis, la cromatina (ADN + proteínas) se compacta
hasta form ar elementos independientes llamados cromosomas. Estos llegan al grado
máximo de compactación durante la metafase y, por lo tanto, el estudio citogenético se
realiza sobre los cromosomas en este momento.
Un cromosoma en metafase (fig. 11-1) consta de los siguientes elementos:
• Dos cromátidas hermanas, cada una de las cuales contiene un dúplex de ADN.
• Un centrómero, también llamado constricción primaria, que divide el cromosoma en
dos brazos, el brazo corto o «p» y el brazo largo o «q». Los centrómeros son necesarios
para la migración de las cromátidas hermanas hacia cada polo opuesto durante la
división celular. Según la posición que ocupa el centrómero en el cromosoma, los
cromosomas se clasifican en (fig. 1 1 - 2 ):
• Cromosomas metacéntricos: el centróm ero separa dos brazos de igual tamaño.
• Cromosomas submetacéntricos: el centróm ero separa dos brazos de diferente
tamaño; el brazo «p» es siempre más pequeño que el «q».
• Cromosomas acrocéntricos: el centrómero se encuentra en un extremo, p or lo
que queda un brazo «p» muy corto, a veces casi irreconocible.
• Los telómeros, o extremos del cromosoma, que garantizan la independencia e inte
gridad de cada cromosoma.
• Heterocromatina, o material genético que constituye zonas del cromosoma que
durante la interfase se mantienen condensadas. Se diferencian la heterocromatina
facultativa, que contiene genes temporalmente inactivos, y la heterocromatina cons
titutiva, que forma parte de los centrómeros y de las regiones polimórficas (variables
según los individuos).
• Eucromatina, material que constituye el resto del cromosoma no condensado en
interfase, donde se localizan los genes.
• Satélites, o formaciones redondeadas y conectadas a las cromátidas por una cons
tricción secundaria. Pueden hallarse en los cromosomas 13,14,15,21 y 22.
El estudio citogenético revela inform ación sobre la constitución genética de una
persona, porque cada cromosoma presenta un tamaño y una morfología constantes. La
morfología de cada cromosoma se puede diferenciar a partir de los siguientes paráme
tros: el tamaño, la posición del centrómero y la tinción de bandas. El patrón de bandas
obtenido después de una tinción específica perm ite la identificación precisa de cada
crom osom a y de las regiones particulares dentro de los brazos del mismo. El locus
• C ontribución equitativa.
Centrómero
cromosómico se define enum erando el núm ero de par cromosómico, brazo (p o q),
número de banda y sub-banda, por ejemplo: lq31 (fig. 11-3).
Existen diferentes tipos de bandas, cada una de las cuales proporciona un patrón
diferente. El más usado es el patrón de bandas G.
Cariotipo
El cariotipo hum ano está formado por 23 pares de cromosomas: los autosomas, del 1
al 22 en orden decreciente de longitud, y los cromosomas sexuales llamados X e Y. El
conjunto de cromosomas se clasifica en siete grupos en función de su tam año y de la
posición que ocupa el centrómero:
1. Grupo A: cromosomas 1 y 3 (metacéntricos) y 2 (submetacéntrico).
2. Grupo B: cromosomas 4 y 5 (submetacéntricos, más pequeños que el 2).
3. Grupo C: cromosomas 6-12 y X (submetacéntricos de tamaño medio).
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290 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M * X tí 7!
K*6 tt X tí Ii K 1t
7 8 9 10 11 12
K IC K
13 14 15
X H Vi
16 17 18
H II « ti l ‘
FIGURA 11-3. Grupos
cromosómicos en función del tamaño
y la posición que ocupa el centrómero.
Alteraciones constitucionales
Si un individuo presenta una alteración cromosómica constitucional detectada en el
estudio del cariotipo de células tumorales, esta se debe indicar con la letra «c».
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 291
Ejemplo:
48,XX,+8,+21c: el individuo presenta la alteración constitucional +21, y el clon
presenta la ganancia del cromosoma 8 .
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292 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
cromosoma que se indica a continuación es el que recibe un segmento del prim er cro
mosoma, y al final se añade el crom osom a que da el material al prim er cromosoma.
Ejemplos:
46,XX,t( 1;2) (p 11 ;q21)
46,XY,t(X;l)(q27;q22)
46,XY,t(2;9;22)(p23ql2;q34;qll)
Inversiones (inv)
Se indican los puntos de rotura implicados, pero sin separar por punto y coma. En caso
de estar implicados los dos brazos del cromosoma, prim ero se indican los puntos de
rotura del brazo corto.
Ejemplo:
46,XY,inv( 16) (p 13q22)
Clon
Al final de la fórmula se deben indicar el núm ero de metafases analizadas entre cor
chetes ([]), y el número de metafases que corresponden a cada clon. En caso de existir
una evolución clonal, se indican los clones por orden de m enor a mayor complejidad,
separados por u na barra (/). En caso de existir clones no relacionados, se señalan de
acuerdo al tam año de los clones, el de mayor tamaño primero y, en caso de existir un
clon normal, este se indica el último.
Ejemplo:
46,XX,t(8;21)(q22;q22)[3]/45,X,-X,t(8;21)(q22;q22)[8]
46,XX,inv(2) (p l lq l2 ) [10]/45,XX,-7 [7] / 46,XX [15]
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 293
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294 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Cambio cromosómico primario: se acepta que es el que está relacionado con el proceso
de transformación maligna y estrechamente asociado a mecanismos moleculares, los
cuales serían los responsables de la neoplasia.
• Cambio cromosómico secundario: cuando ocurren cambios de este tipo, la enfermedad
sigue un curso más agresivo, y se hace más resistente a la terapia por lo que es más
difícil obtener una remisión completa o de larga duración.
• Cuando existen alteraciones secundarias, el valor pronóstico parece estar relacionado
con el número de anomalías.
• Presencia o ausencia de células citogenéticamente normales en la médula ósea: los
pacientes que solo presentan células con un cariotipo anormal (AA) tienen u n peor
pronóstico que los que tienen células normales (AN o NN).
• Presencia de dobles diminutos (double minutes, DMS) o de regiones de tinción uniforme
(homogeneously staining regions, HSR): la presencia en las células leucémicas de
DMS y de HSR se asocia a un mal pronóstico, ya que están relacionados con una
amplificación génica, y esta confiere una mayor resistencia a la terapia.
• Cambios cromosómicos numéricos (sin anomalías estructurales): algunas leucemias
(particularmente la leucemia linfoblástica aguda) están relacionadas con una altera
ción cromosómica numérica. Cuando estas anomalías representan el único cambio
cromosómico, probablemente tienen el mismo valor pronóstico que los cambios
primarios, tales como translocaciones, deleciones, inserciones o inversiones.
Neoplasias mieloproliferativas
Leucemia mieloide crónica
La leucemia mieloide crónica (LMC) es el clásico ejemplo del valor diagnóstico y pronós
tico de la citogenética en las hemopatías. La presencia del cromosoma Filadelfia (Ph),
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 295
Ph, t(9;22)(q34;qll.2)
Fase blástica (FB)
Transformación mieloide (80% de los casos)
• Transformación promielocítica: t(15;17) o i(17)(ql0)
• Transformación megacarioblástica:
• Alteraciones en 3q21 o 3q26
• Cromosoma extra Ph
• Trisomía 8
• Transformación eritroblástica:
• Hiperdiploidía (>50 cromosomas)
• Múltiples anomalías cromosómicas
• Transformación con marcada basofilia: i(17)(ql0)
Transformación linfoide (20% de los casos)
• Evolución cromosómica en el 10-50% de los casos
• Ph variante, cromosoma extra Ph, trisomía 8 , trisomía 19
• Pérdida del cromosoma Y, i(17)(ql0)
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296 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Síndromes mielodisplásicos
La frecuencia de detección de alteraciones cromosómicas en los síndromes mielodis
plásicos (SMD) varía entre un 30 y un 50%, según las series presentadas. El hecho de que
se observen alteraciones cromosómicas aporta la idea de que estos síndromes representan
verdaderas neoplasias.
Las alteraciones cromosómicas más frecuentes son: deleción del brazo largo (q)
del cromosoma 5 (5 q - o del(5q)), m onosomía 7 (-7), deleción 7q (7 q - o del(7q)) y
trisomía 8 (+ 8 ), todas ellas muy frecuentes en las leucemias agudas mieloides (LMA)
(cuadro 11-3).
La alteración citogenética 5 q - es la más frecuente. Además, es remarcable por estar
asociada, en ocasiones, con una entidad clínica muy concreta, conocida como SMD
con deleción aislada de 5q (clasificación de la Organización Mundial de la Salud [OMS]
2008). Las características que presentan estos pacientes son: anemia refractaria con o
sin otras citopenias y/o trombocitosis y la deleción 5q aparece como única alteración
citogenética. El porcentaje de blastos es inferior al 5% en médula ósea e inferior al 1%
en sangre periférica y sin presencia de bastones de Auer. El térm ino «síndrome 5q—»
se restringe para un subgrupo de casos con anemia macrocítica, recuento de plaquetas
normal o elevado, así como hipoplasia eritroide en médula ósea.
Aunque no se ha demostrado el gen responsable de la patogénesis de la del(5q), varios
autores han descrito posibles genes candidatos. El más destacado es RPS14 (codifica para
una subunidad ribosómica).
El resultado citogenético, independientemente del subgrupo, tiene un valor pronós
tico. Es por ello que en 1997 se describe por prim era vez un índice pronóstico conocido
como International Prognostic Scoring System (IPSS), actualm ente vigente para la
clasificación pronostica de los SMD.
Este índice define cuatro categorías pronósticas a partir de tres variables: porcentaje
de blastos en médula ósea, núm ero de citopenias y cariotipo. Este último se subdivide
en tres grupos pronóstico:
1. Bueno: cariotipo normal, del(5q), del(20q), -Y como única alteración.
2. Malo: cariotipo complejo con tres o más alteraciones y alteraciones del cromo
soma 7.
3. Intermedio: incluye el resto de alteraciones.
En el año 2012 se publicó una nueva categorización pronostica citogenética que
incluía cinco categorías:
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 297
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298 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Subtipos Citogenética
M0-M1 5q- o -5; 7q- o -7
Ph
Deleción 3p y translocación con el 3 en 3q21 o 3q26
+21
+8
M2 t(8;21)(q22;q22)
5q- o -5; 7q- o -7
del 3p e inv(3)(q21q26)
t(6;9)(p22;q34) asociado a basofilia en médula ósea
Ph
+8
M3 t( 15; 17) (q22;q21)
i(17)(ql0)
M4 5q- o -5; 7q- o -7
inv(16)(pl3q22), 16q- o t con 16(q22), asociado a eosinofilia en médula ósea
t(6;9)(p22;q34)
t(v;ll)(v;q23)
+8
Ph
+4
M5 t(9;ll)(p22;q23) [M5a]
t(v;ll)(v;q23) [M5a]
t(8;16)(pll;pl3), asociado a eritrofagocitosis
+8
M6 5q- o -5; 7q- o 7 -
—3 y t(3;v)(q21 o q26)
dup(l)
+8
M7 inv(3)(q21q26) o del(3)
+8
+21
citogenético en el mom ento del diagnóstico de una LMA se considera el factor pronós
tico más establecido y ampliamente utilizado en la práctica clínica, siendo capaz de
estratificar a los pacientes con LMA en riesgo citogenético favorable, intermedio y alto.
De esta forma, la clasificación de la OMS establece cinco grandes categorías, una de
ellas engloba entidades con alteraciones citogenéticas recurrentes:
Leucemia mieloide aguda con translocaciones equilibradas/inversiones
• LMA con t(8;21)(q22;q22); (RU NX1/RU NX1T1).
• LMA con inv(16)(pl3q22) o t(16;16)(pl3;q22); CBFB-MYH11.
• Leucemia aguda promielocítica con t(15;17)(q22;ql2); PML-RARA.
• LMA con t(9; 11) (p22;q23); MLLT3-MLL.
• LMA con t(6;9)(p22;q34); DEK-NUP214.
• LMA con inv(3)(q21q26.2) o t(3;3)(q21;q26.2); RPN1-EVI1.
• LMA (megacarioblástica) con t(l;2 2 )(p l3 ;q l3 ); RBM15-MKL1.
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 299
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300 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Las alteraciones en la ploidía también han sido descritas en la LLA-B, aunque con
pronóstico diferente. Mientras que las hiperdiploidías de más de 50 cromosomas tienen
una buena respuesta a la terapia y el 95% sobrevive a los 30 meses del diagnóstico, las
hipodiploidías presentan peor respuesta al tratamiento.
La translocación t(l;1 9 )(q 2 3 ;p l3 ), m uy frecuente en la LLA, se relaciona con la
presencia de blastos de inmunofenotipo pre-B. Es frecuente en niños y en adultos que
suelen presentar un núm ero de leucocitos de 20-30 X 109/1. Aunque inicialmente se
asociaba a mal pronóstico, los nuevos esquemas terapéuticos han permitido una mejora
de la respuesta en este subgrupo de pacientes.
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 301
• +12
• del(13)(ql4)
• del(ll)(q22q23)
• del(6)(q21q23)
• i(17)(ql0), del(17)(pl3)
• t(2; 14) (p 13;q32)
• ty del 5pl5-pl3
• 14q+oadd(14)(q32)
• t(13;14)(q22;q32)
• t(14;17)(q32;q23)
• t(14;19)(q32;ql3)
• del(14)(q22q24)
Linfomas no hodgkinianos
El linfoma folicular (LF) se caracteriza citogenéticamente por la presencia de la trans
locación t(14;18)(q32;q21) en el 80-90% de los casos. Esta translocación se asocia a
una desregulación del oncogén BCL-2 en la mayoría de los casos, como consecuencia
de la yuxtaposición de una de las regiones JH del gen de la cadena pesada de las in
munoglobulinas (IGH@) en 14q32 con una región no codificadora del gen BCL-2 en
18q21. La trisomía parcial de los cromosomas 2, 3, 7,12,18 y 21 y las deleciones en los
cromosomas 6 q y 17p se asocian a formas clínicas más agresivas, y estas últimas son las
que presentan un factor pronóstico adverso independiente en los análisis multivariantes.
La transformación histológica del LF a linfoma difuso de célula grande se asocia con
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302 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 303
Conclusión
Los resultados citogenétícos son importantes porque no solo son indispensables para el
diagnóstico de algunas hematopatías, sino también por su valor pronóstico.
Aún existen muchas alteraciones cromosómicas que no se correlacionan con unas
características clínicas determinadas. Por ello, es indispensable realizar un diagnóstico
integrado con el fin de determinar la posible correlación entre el cambio cromosómico
y el curso de la enfermedad.
En los últimos años, la introducción de las técnicas de hibridación in situ ha re
presentado un complemento importante para las técnicas citogenéticas convencionales.
En aquellos casos en los que el índice mitótico de las células leucémicas es bajo (p. ej., en
la LLC), y se quiere descartar una alteración numérica (p. ej., la trisomía 12), se puede
utilizar una sonda centromérica del cromosoma que se quiere estudiar, y así se puede de
terminar, sin la necesidad de realizar un cultivo celular ni obtener células en metafase, las
copias que existen de un determinado cromosoma mediante el recuento de las señales
de hibridación en los núcleos. En otros casos, si la calidad de los cromosomas y de las
bandas no es satisfactoria, se pueden aplicar sondas de secuencia única o un conjunto de
sondas para el «pintado» de un cromosoma en concreto, y determinar la existencia de una
alteración cromosómica que mediante la citogenética convencional no se puede precisar.
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304 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Por otro lado, el desarrollo de técnicas moleculares ha introducido una nueva dimensión
en el estudio y la comprensión del papel de los cambios cromosómicos en la génesis del
tumor, por lo que los citogenetistas y los genetistas moleculares deben trabajar coordinados
para aportar una mayor información sobre el origen y desarrollo del cáncer. La colabo
ración entre la citogenética y la biología molecular es importante, ya que tiene el fin de
determinar un mayor número de regiones genómicas que puedan ser candidatas a tener
actividad oncogénica (tabla 11-4). La reciente introducción de las técnicas de secuencia-
ción masiva del genoma está permitiendo avanzar en el conocimiento de las neoplasias
hematológicas, y así definir los genes implicados en cada enfermedad y su valor pronóstico.
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 305
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306 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 307
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308 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Sondas centroméricas
Sondas de pintado
cromosómico
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 309
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310 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 11-8. R ecom endaciones respecto al núm ero de células y de c o n tro les, y respecto
a los niveles de corte para las sondas centroméricas, de locus específico y de pintado
crom osóm ico
Número de células
analizadas Controles Niveles de corte ( X * 3 DE)1'
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 311
Ventajas Inconvenientes
HIS Centroamérica No requiere células en división Solo informa de alteraciones
numéricas
HIS de locus No requiere células en división Solo informa del locus que se estudia
específico
HIS de pintado Muy útil para descifrar cariotipos Requiere células en división
cromosómico complejos Solo aporta información del
cromosoma concreto que se analiza
Hibridación Requiere una pequeña cantidad de Solo se detectan alteraciones
genómica ADN. No requiere células en división citogenéticas que impliquen
comparada Permite estudiar material archivado ganancias y pérdidas de ADN
(congelado, en parafina) Requiere una infiltración tumoral
Permite detectar ganancias y pérdidas mínima del 50%
de ADN en todo el genoma No permite cuantificación de las
ganancias o pérdidas
No detecta ganancias de ADN
menores de 4-5 Mb ni pérdidas
menores de 10-20 Mb
Multicolor Permite obtener información de todos Requiere células en división
FISH-SKY los cromosomas No detecta alteraciones estructurales
Muy útil para descifrar cariotipos dentro de un mismo par
complejos cromosómico
No detecta alteraciones estructurales
de ADN menores de 10 Mb
Microarrays No requiere células en división Baja sensibilidad
genómicos Alta resolución. Detecta alteraciones No detecta alteraciones equilibradas
de hasta 50 kb No detecta clones individuales
Análisis global del genoma
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312 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Cultivo
Paso 1: se preparan 100 mi de medio complementado siguiendo estas proporciones:
• 80 mi de medio RPMI 1640.
• 17 mi de suero bovino fetal.
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 313
• 2 mi de L-glutamina.
• 1 mi de penicilina/estreptomicina.
El medio preparado se congela en frascos de cultivo (10 mi), y antes de poner la
muestra a cultivar, se descongela el frasco colocándolo en el baño a 37 °C.
Paso 2: se siembran 2 X 106 células/ml de sangre periférica, médula ósea o biopsia
ganglionar en un frasco de cultivo estéril con 1 0 mi de medio complementado.
La m édula ósea, u n a vez extraídos 1-2 mi, se introduce en un tubo con 5 mi de
m edio RPMI 1640 y un 1% de heparina sódica. La m uestra debe tran sportarse a
tem peratu ra am biente y n unca debe congelarse. U na vez recibida la m uestra, se
centrifuga a 1.500 r.p.m. durante 8 min, y de la parte superior del botón celular se
recogen 1-5 gotas, en función de la celularidad y del recuento de leucocitos, para su
posterior cultivo.
La sangre periférica se recoge en un tubo con heparina sódica o heparina litio (nunca
utilizar EDTA como anticoagulante). Su transporte debe realizarse a temperatura am
biente o a 4 °C (si el transporte dura más de 6 h).
Las muestras de ganglio deben transportarse en un frasco estéril sin ningún medio
ni conservante. Una vez recibido el ganglio, se hacen cuatro improntas, de las cuales
una se tiñe para observar el tipo celular que predomina. Si en la preparación teñida se
observan células maduras, el cultivo se debe estimular con un mitógeno (TPA o PHA)
y cultivarlo 72 h; en el caso de que predominen células inmaduras se realiza un cultivo
de 24 h sin mitógenos.
Para ello, se coloca en una placa de Petri estéril, con medio de cultivo RPMI 1640.
Se trocea y se pincha para extraer el máximo de células. Se recoge el medio con la sus
pensión celular para hacer el recuento celular. Si la suspensión no está limpia, se pone en
un tubo de centrifuga para realizar un lavado previo. Se ajusta a dos millones de células
por mililitro de medio.
Paso 3: se incuba la muestra durante 24-72 h en la estufa de C 0 2 a 37 °C (tabla 11-10,
para determinar condiciones de cultivo).
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314 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Extracción
1. En las muestras de médula ósea y cariotipo constitucional, se añaden 0,1 ml del
antimitótico colcemid, se mezcla bien y se deja actuar durante 30 min en la estufa
a 37 °C. En muestras de SLPC se añade el m ismo volumen de colcemid, pero se
deja actuar durante 2 h. A partir de este punto ya se puede trabajar en condiciones
no estériles.
2. Se transfiere el contenido del cultivo a un tubo de centrífuga y se centrifuga la
muestra a 1.800 r.p.m. durante 8 min.
3. Se retira el sobrenadante con una pipeta Pasteur o por decantación, dejando el
mismo volumen de sobrenadante y de botón para facilitar la resuspensión con la
misma pipeta.
4. Se añade una solución de hipotónico KC1 de 0,075 M con una pipeta Pasteur, hasta
unos 7 mi (el prim er mililitro gota a gota y después más rápido). Se deja actuar
30 min al baño a 37 °C.
5. Se centrifuga de nuevo, se descarta el sobrenadante y se añade el fijador Carnoy
(1 ácido acético:3 metanol), gota a gota hasta unos 8 mi.
6 . Esta operación se repite de tres a siete veces, hasta que el sobrenadante sea trans
parente y el botón celular, lo más blanco posible. En el caso de m édula ósea
y ganglio con tres lavados es suficiente, y en sangre periférica es necesario un
mínimo de cinco lavados.
Extensiones
1. Se seca un portaobjetos previamente guardado en el congelador con etanol o
metanol, se tiran dos o tres gotas (en función de su concentración) del material
fijado desde una altura aproximada de 1 m y se coloca en la placa calefactora a
45 °C para secarlo.
2. Se mira la preparación al microscopio invertido para valorar la densidad celular
y la extensión de los cromosomas. Si la densidad es alta se añaden unas gotas más
de fijador a la suspensión celular y se repite la extensión: si es baja se centrifuga la
suspensión (10 min a 3.000 r.p.m.) y se resuspende el botón con menos cantidad
de fijador. Se realizan de dos a cuatro extensiones en función de las metafases
observadas al microscopio invertido.
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 315
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316 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Preparación de la sonda
• Se mezclan 7 |xl de tam pón de hibridación más 1 (jlI de sonda, más 2 (xl de agua des
tilada a temperatura ambiente dentro de un tubo de microcentrífuga estéril cubierto
con papel de aluminio.
• Se centrifuga la mezcla de 1 a 3 s.
• Se desnaturaliza la sonda en un baño a 74 °C durante 5 min.
• Se vuelve a centrifugar la mezcla y se procede a la hibridación.
Reacción de hibridación
• Se colocan 10 |xl de la mezcla sobre el portaobjetos. Se tapa con un cubreobjetos de
20 X 20 m m y se sella con pegamento.
• Se coloca el portaobjetos en la cámara húm eda precalentada y se incuba a 37 °C
durante toda la noche (12-24 h).
Desnaturalización-hibridación
• Se enciende la placa calefactora de hibridación.
• Se selecciona el programa que se quiera utilizar. Para sondas centroméricas o de locus
específico utilizaremos el programa:
• Melting: 75 °C, 1 min.
• Hybridization: 37 °C, 30 h.
• Se asegura que la placa calefactora esté húm eda para poder mantener la humedad
durante el proceso de hibridación.
• Se coloca el portaobjetos, con el cubreobjetos en la parte superior, en la superficie
caliente (vigüar que queden totalmente planos y en contacto con la placa).
• Se espera a que el proceso de desnaturalización y posterior hibridación tenga lugar,
desde 4 h a toda la noche.
A partir de este punto el proceso es el mismo para ambos protocolos.
Lavados de posthibridación
• Se elimina suavemente el pegamento de las preparaciones.
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Capítulo 11 Métodos citogenéticos en hematopatología 317
Contratinción
• Sobre el portaobjetos todavía húmedo se colocan 10 |xl de DAPIII (contratinción) y
un cubreobjetos encima. Se seca el exceso de DAPI II con un papel absorbente hasta
que el cubre no se mueva.
• Se guardan las preparaciones a -2 0 °C en una caja oscura y se deja reposar un mínimo
de 15 min antes de la observación.
P r e p a r a c ió n d e s o lu c io n e s
20 x SSC
• 175,3 g de cloruro sódico.
• 88,2 g de citrato trisódico dihidratado.
• 11 de agua destilada.
• Ajustar el pH 6,2-6,3.
• Conservar a temperatura ambiente.
2 X SSC
• 50 mi de 20 X SSC.
• 450 mi de agua destilada.
• Conservar a temperatura ambiente o en nevera hasta 6 meses, siempre y cuando no
se observe contaminación de la solución.
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318 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
2 X SSC/0,1% NP-40
• 50 mi de 20 X SSC.
• 425 mi de agua destilada.
• 0,5 ml de NP-40 o Tween 20.
• Ajustar el pH 7-7,5 y enrasar a un volumen final de 500 mi.
• Conservar en nevera hasta 6 meses, siempre y cuando no se observe contaminación
de la solución.
Formamida 70%
• 70 mi formamida.
• 20 mi H20 .
• 10 mi 20 X SSC.
• Ajustar el pH a 7,5.
• Conservar en nevera hasta 15 días.
Formamida 50%
• 125 mi formamida.
• 100 mi H20 .
• 25 mi 20 X SSC.
• Ajustar el pH a 7.
• Conservar en nevera hasta 15 días.
Etanol 70%
• 35 mi de etanol.
• 15 mi de agua destilada.
• Conservar durante 15 días.
Etanol 80%
• 40 mi de etanol.
• 10 mi de agua destilada.
• Conservar durante 15 días.
LEC TU R A S R EC O M E N D A D A S
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Capítulo 11 Métodos citogenétícos en hematopatología 3 2 1 .e l
Autoevaluación
1. Las ventajas de la técnica de citogenética convencional aplicada al diagnóstico hematológico son:
(a) Aportar información de todos los cromosomas.
(b) Permitir la detección de mutaciones puntuales.
(c) Aportar información en aquellas células que no son capaces de entrar en división.
(d) Solo perm ite detectar alteraciones cromosómicas numéricas.
(e) Las respuestas c y d son correctas.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la técnica de citogenética tiene la principal ventaja de que perm ite es
tudiar todos los cromosomas y, por ello, se pueden detectar tanto alteraciones numéricas como
estructurales, pero no perm ite detectar m utaciones puntuales. Su principal limitación es que
requiere de células en división.
2. ¿Cuál de las siguientes informaciones es falsa respecto a la FISH?
(a) Aporta información de la sonda que se utiliza.
(b) Permite detectar alteraciones numéricas.
(c) Permite detectar alteraciones estructurales.
(d) Su resultado tiene valor pronóstico.
(e) Las respuestas b y c son correctas.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la técnica de FISH no tiene valor pronóstico, ya que solo detecta la alteración
que se busca con la sonda aplicada. Al dar solo información de una región m uy concreta no
perm ite conocer si otras regiones del genoma están afectadas.
3. ¿Cuál de las siguientes informaciones es falsa respecto a los arrays?
(a) Aporta información de todo el genoma.
(b) Permite detectar translocaciones.
(c) Permite detectar monosomías.
(d) Permite detectar trisomías.
(e) No necesita células en división.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los arrays son una herramienta con una gran resolución, pero solo pueden
detectar ganancias y pérdidas de material genético, por lo que no pueden detectar alteraciones
equilibradas como las translocaciones.
4. La alteración citogenética de la leucemia mieloide crónica (LMC) es la:
(a) Translocación t(8;21).
(b) Translocación t(3;3).
(c) Translocación t(9;22).
(d) Translocación t( 11; 14).
(e) Translocación (15;17).
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la alteración característica de la LMC es la t(9;22), que da como resultado
un cromosoma 22 de m enor tamaño, denominado cromosoma Filadelfia.
5. La alteración citogenética de la leucemia promielocítica aguda M3 es la:
(a) Translocación t(8;21).
(b) Translocación t(3;3).
(c) Translocación t(9;22).
(d) Translocación t( 11; 14).
(e) Translocación (15;17).
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: la alteración característica de la leucemia aguda promilelocítica o M3 es la
t(15;17), que genera la fusión de los genes PML del cromosoma 15 y RARA del cromosoma 17.
6. La citogenética estudia:
(a) Los cromosomas.
(b) La célula.
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321.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O
INTRODUCCIÓN
Los avances de la biología molecular han contribuido en gran manera al progreso de la
investigación en hematología. Su estudio ha ampliado los conocimientos de las bases mole
culares de determinadas enfermedades hematológicas, mejorando la capacidad diagnóstica.
La extracción de ácidos nucleicos se basa en la lisis celular, la inactivación de las nu-
cleasas celulares y el aislamiento del ácido nucleico en cuestión. Es importante tener en
cuenta que las nucleasas se hallan en la piel humana, por lo que se tiene que evitar el con
tacto directo de los ácidos nucleicos con las manos. Las ADNsas son bastante inestables,
pero las ARNsas son muy estables y pueden adsorber al vidrio y plástico y ser aún activas,
por lo que para el aislamiento de ARN se utilizan soluciones que contienen inhibidores
de estas ARNsas, como es el dietilpirocarbonato (DEPC). También es importante tener
en cuenta que los metales pesados promueven la rotura de los enlaces fosfodiéster y que el
EDTA es un excelente quelante de metales. Los métodos tradicionales de purificación de
ácidos nucleicos son combinaciones de extracciones, precipitaciones, métodos cromato-
gráficos, electroforesis y separaciones por afinidad. Muchos de estos métodos implican
la utilización de productos tóxicos (fenol, cloroformo), y son largos y laboriosos. Para
minimizar estos problemas, ya existen un gran número de productos comerciales que
simplifican notablemente los métodos de separación de ácidos nucleicos.
M aterial y reactivos
• Sangre total en EDTA.
• Suero fisiológico.
• Tris-HCl: 2 M, pH = 8.
• Tris-HCl: 2 M, pH = 7,5.
• MgCl2 lM .
• EDTA: 0,25 M, pH = 7.
• Solución madre (X10) de lisis de leucocitos (NaCl, 3 M; EDTA, 0,1 M; Tris, 0,1 M,
ajustar a pH = 7,5 con NaOH al 32%).
• Tampón de lisis de leucocitos: 10 mi solución madre (X 10) de lisis de leucocitos y
42 g de urea en un volumen final de 100 mi.
• Tampón de lisis de eritrocitos (Tris-HCl, 0,01 M; pH = 7,5; MgCl2, 2,5 mM).
• NaCl 5 M.
• SDS-lauril sulfato al 20%, pH = 7,2.
• Urea 7 M.
• Solución de fenol-cloroformo-isoamílico (25:24:1) saturada con Tris-HCl de 20 mM,
pH = 8,1. Se agita durante unas 6 h, se guarda en la nevera en botella oscura y se utiliza
la fase inferior.
• Solución de cloroformo-isoamílico (49:1) saturado con Tris-HCl de 20mM, pH = 8,1.
• PBS, pH = 7,2.
• NaCl, 0,15M.
• Etanol absoluto.
• Etanol al 70%.
• Tris-EDTA 1 mM (0,1 mM; pH = 8 [TE 1/0,1]).
• Acetato de sodio, 3 M; pH = 5,2 (ajustar el pH con ácido acético).
M é to d o
La extracción del ADN se puede realizar a partir de sangre total, leucocitos (separados
con dextrano T-500 o con diversas soluciones que lisan los hematíes), células mononu-
cleares (separadas mediante Ficoll) o fracciones celulares aisladas mediante purificación
magnética utilizando anticuerpos. Si se parte de sangre total será necesario lisar inicial
mente los hematíes.
1. Se lava la sangre tres veces con suero fisiológico sin eliminar la capa de leuco
citos (tubo de 50 mi graduado). Se guarda en un congelador a -8 0 °C hasta el
momento de la extracción.
2. Se añade tam pón de lisis de eritrocitos hasta 50 mi (antes de que se haya des
congelado). Se agita suavemente hasta que se descongele todo el paquete de
eritrocitos y leucocitos.
3. Se deja el tubo en hielo durante 30 min, y se agita suavemente cada 5 min.
4. Se centrifuga a 3.000 r.p.m. a 4 °C durante 10 min.
5. Se elimina el sobrenadante. En el fondo del tubo quedan los leucocitos libres de
eritrocitos.
6. Se lisan las células con 0,5 mi de tam pón de lisis de leucocitos.
7. Se va añadiendo tam pón de lisis en alícuotas de 0,5 mi hasta que la suspensión
sea bastante líquida.
8. Se añade SDS al 20% (0,1 m, por cada mililitro de tam pón de lisis añadido).
9. Se incuba durante 30 m in a 37 °C.
10. Se añade un volumen igual de fenol-cloroformo-isoamílico.
11. Se mezcla agitando fuertemente. Se centrifuga a 3.000 r.p.m. durante 5 min a 4 °C.
12. Se transfiere la fase acuosa (fase superior) a otro tubo y se hace otra extracción
con fenol-cloroformo-isoamílico (volumen a volumen).
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324 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
PREPARACIÓN DE ARN
Para la obtención de ARN se realiza la lisis de las células con un detergente (Tritón
X-100, SDS, Nonidet P40) en presencia de compuestos que inactivan las ARNsas como
son el tiocianato de guanidina, EDTA, urea y 2-mercaptoetanol. Las ARNsas son enzi
mas muy estables, y todos los métodos de obtención de ARN se basan en inactivarlas
rápidamente. Posteriormente, existe una serie de extracciones parecidas a las utilizadas
en la extracción de ADN. Para obtener ARN de mayor calidad el extracto celular se
ultracentrífuga en u n gradiente de cloruro de cesio Solo el ARN es capaz de atravesar
tal densidad, ya que es más denso que el ADN crom osóm ico fragm entado, p or lo
que se recupera en el fondo del tubo. El ARN es inestable a tem peraturas inferiores a
-7 0 °C y conviene guardarlo en soluciones libres de ARNsas. Más del 90% del ARN
total de una célula corresponde a ARNr y solo el 5% a ARNm. Los ARNm de eucariotas
llevan en su extremo 3' una cola constituida p o r una larga secuencia poliadenílica.
Esta característica se aprovecha para su purificación m ediante cromatografía de afi
nidad, donde el soporte lleva oligo(dT) u oligo(U), que híbrida con la cola de poli(A)
de los ARNm.
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 325
MATERIAL Y REACTIVOS
• Solución desnaturalizante: tiocianato de guanidina, 4 M; citrato sódico, 25 mM;
pH = 7; 2-mercaptoetanol, 0,1 M; laurosilsarcosina al 0,5%.
• Preparación de solución stock: 47,264 g de tiocianato de guanidina; 3,3 mi de citrato
sódico, 0,75 M, pH = 7; 5 mi laurosilsarcosina al 10%, y hasta 100 m i H20 destilada.
• Solución de trabajo: 0,14 mi de 2-mercaptoetanol; hasta 20 mi de solución stock. Se
guarda a temperatura ambiente preservado de la luz.
• Fenol saturado con H20-D E PC al 0,2%.
• Cloroformo/isoamílico 49/1:49 volúmenes de cloroformo y un volumen de alcohol
isoamílico.
M étodo
1. Se parte de un concentrado de células.
2. Se añade 1 mi de solución desnaturalizante mediante una jeringa de 2 mi y aguja
de 20 G, se aspira varias veces hasta que la solución se vuelve viscosa.
3. Se divide en dos tubos Eppendorf, 0,5 mi en cada tubo.
4. Se añade 50 |xl de acetato de sodio 2 M pH 4.
5. Se mezcla por inversión. Se añaden 200 |xl de fenol saturado y se agita vigorosamente.
6. Se añaden 100 (xl de cloroformo-isoamílico (49:1). Se agita fuerte y se deja en
hielo 30 min.
7. Se centrifuga durante 20 min a 14.000 r.p.m.
8. Se forman dos fases. La fase acuosa, o fase superior, contiene el ARN y se pasa a
un nuevo Eppendorf.
9. Se precipita con una cantidad igual de isopropanol al 100%.
10. Se deja a -2 0 °C durante un mínimo de 30 min o más tiempo.
11. Se centrifuga durante 15 m in a +4 °C y 14.000 r.p.m. Se descarta el sobrenadante.
12. Se forma un precipitado que es el ARN. Se resuspende en 300 |xl de solución
desnaturalizante.
13. Se añade un volumen de isopropanol al 100%.
14. Se deja a -2 0 °C durante 30 min.
15. Se centrifuga durante 15 min a 4 °C.
16. Se elimina el sobrenadante.
17. Se lava el ARN con 1 mi de etanol al 75% preparado con H20-D EPC. Se deja a
temperatura ambiente durante 10 min.
18. Se centrifuga durante 10 m in a 4 °C.
19. Se deja secar el precipitado de ARN durante unos 30 min a temperatura ambiente.
20. Se resuspende en 100 jxl de H 20-D EPC. Se deja en hielo entre 30-60 min.
21. Se mide la densidad óptica (DO) a 260/280 nm. El cociente 260/280 debe estar
entre 1,7-2.
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326 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
nucleicos absorben a 260 nm. Una unidad de densidad óptica a 260 nm corresponde a
una solución de ADN de doble hebra de 50 g/ml, a 40 g/ml de ARN o de ADN de una
única cadena y a 20-33 g/ml de una solución de cebadores. Para saber si hay contami
nación de proteínas se realiza la lectura de la densidad óptica a 280 nm, que es donde
absorben las proteínas. Una relación 260/280 entre 1,8 y 2 indica que el ácido nucleico
es óptim o para su utilización.
. .. D O 260nm xdiluciónX 50
ADN(w ^ ) = ------------^ ------------
. .. DO 260 n m x dilución x 40
ARN (|ig/|il) = --------------— —--------------
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 327
G en problema
236 = 68 billones
de copias
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328 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Solución amortiguadora
La concentración de MgCl2 puede tener un efecto im portante en la especificidad y el
rendim iento de la amplificación. Las concentraciones sobre 1,5 mM acostum bran a
ser óptimas con 200 |xM de cada dNTP. No obstante, en algunas situaciones pueden
ser necesarias otras concentraciones de MgCl2. El exceso de iones Mg++ generalmente
provocará productos de amplificación no específicos, e insuficiente M g++ reducirá el
rendimiento. Algunos protocolos incluyen el 10% de dimetilsulfoxido (DMSO) para
reducir la estructura secundaria del ADN que se va a amplificar.
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 329
Desoxinucleótidos
Es necesario utilizar entre 50-200 (jlM de cada uno de los dNTP. Unas concentraciones
mayores provocarán malas incorporaciones de la polimerasa. Con esta concentración
se pueden obtener de 6.5 a 25 |xg de ADN respectivamente.
M ateriales y reactivos
• H20 estéril.
• 50 mM de MgCl2.
• Tampón de la reacción de PCR (X 10).
• 2 mM mezcla de los cuatro dNTP (dATP, dGTP, dCTP, dTTP).
• 50 |xM cebadores 1 y 2.
• ADN que se va a amplificar (100 ng a 1 |xg).
• Taq ADN polimerasa.
• Aparato de PCR.
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330 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reacción de retrotranscripción
Existen en el mercado una gran diversidad de kits comerciales para la realización de la
técnica de la retrotranscripción. A continuación, se describe el método clásico que se
puede realizar con cualquier transcriptasa reversa.
Material y reactivos
• Preparación de ADNc mix:
• 420 (xl de H 20 DEPC.
• 428 (xl de tam pón X5 (específico de la transcriptasa reversa).
• 21,5 (x ld eD T T 0 ,l M.
• 85,5 |xl de dNTP 25 mM.
• 45 |xl de hexámeros al azar pd(N )6, 5 mg/ml.
• Se hacen alícuotas de 175 |jl1 y se congelan a -2 0 °C.
• Preparación dNTP 25 mM: se mezclan 50 |xl de dATP 100 mM; 50 (jlI de dCTP
100 mM; 50 |xl de dTTP 100 mM, y 50 |xl de dGTP 100 mM.
• Preparación pd(N)6: se preparan a 5 jxM con H20-D EPC.
• Preparación H20 DEPC: se añade el 0,1% de DEPC a H20 (1 mi en 11 de H 20 ) , se
esperan 24 h y, posteriormente, se autoclava o se compra comercialmente.
En el momento que se desee realizar una retrotranscripción, se saca una alícuota de
175 |xl del congelador y se añaden 12 (jlI de transcriptasa reversa (M-MLV), 200 U/|xl, y
6 |xl de un inhibidor de ARNsas (ARNsin), 40 U/|xl.
Método
1. Se coge de cada muestra 1 |xg de ARN en un volumen total de 19 jxl, que se com
pletará con H 20-D EPC. (Estas muestras se preparan en hielo.)
2. Estas muestras se desnaturalizan en un termociclador durante 5 m in a 65 °C y se
ponen inmediatamente en hielo.
3. Se añade a cada muestra 21 |xl de la mezcla del ADNc mix, al que le hemos añadido
M-MLV y ARNsin.
4. Se ponen las muestras en un termociclador durante 2 h a 37 °C, durante 10 min
a 65 °C para inactivar la M-MLV y el ARNsin.
5. Se guardan las muestras de ADNc a -2 0 °C o se utilizan inmediatamente para rea
lizar la PCR.
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 331
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332 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 333
de 1 |xl del producto amplificado en la primera PCR, con el m ismo volumen, reactivos
y condiciones que en la primera PCR utilizando los cebadores específicos más internos
para cada reacción.
ANÁLISIS DE CLONALIDAD
En la mayoría de los procesos linfoproliferativos la histomorfología o citomorfología,
conjuntamente con la inmunohistoquímica o la citometría de flujo, permiten discriminar
entre un proceso linfoide reactivo o tumoral, pero hay un 5-10% de casos en los que su
diagnóstico es complicado y el análisis de clonalidad por métodos moleculares es básico.
El 90-95% de las hemopatías malignas linfoides son de estirpe B, del 5 al 7% de casos
de estirpe T y menos del 2% de origen NK (tabla 12-2). El análisis de reordenamientos
en las inmunoglobulinas (Igs) se utilizarán para detectar clonalidades de estirpe B y
los reordenamientos en los receptores de células T (TCR) se utilizarán para detectar
clonalidades de estirpe T.
En las Igs, los segmentos variables (VH) contienen tres regiones (FR) y dos regiones
determinantes de complementariedad (CDR). Las regiones FR son muy similares entre
los segmentos VH, m ientras que las regiones CDR son diferentes incluso dentro de la
misma familia. Estas regiones CDR son los lugares preferidos para las hipermutaciones
somáticas que tienen lugar durante la reacción de centro germinal. La región V-D-J
se amplifica m ediante PCR, y se puede amplificar la región FR1 (amplificación de un
fragmento de 310 a 260 pares de bases), la región FR2 (amplificación de un fragmento
de 250 a 295 pares de bases) y la región FR3 (amplificación de un fragmento de 100
a 170 pares de bases). La amplificación de la región FR3 es la más utilizada en ADN
obtenido de m aterial fijado e incluido en parafina, debido a que se amplifica un
fragm ento de m enor tam año. Los reordenam ientos V 7 -J 7 de la cadena 7 del TCR
(TCR-7 ) y los reordenam ientos V 0-J0 y D(3-J3 de la cadena (3 (TCR-pS) son los es
tudios preferidos para el análisis de clonalidad de estirpe T. La cadena 7 se reordena
en los prim eros estadios del reordenam iento T, pero tiene el inconveniente de que
nos puede dar falsos positivos debido a la baja variabilidad en reordenam ientos
com parado con la cadena (3. Las secuencias consenso se encuentran perfectamente
descritas y estandarizadas.
El estudio completo de los reordenamientos permite definir la estirpe de práctica
mente todas las hemopatías malignas linfoides.
Línea
B T NK
Leucemia aguda linfoblástica (LAL):
Niños (%) 82-96 14-18 <1
Adultos (%) 75-80 20-25 <1
Leucemia linfática crónica (LLC), % 95-97 3-5 1-2
Linfoma no hodgkiniano (LNH):
Nodal (%) 95-97 3-5 <2
Extranodal (%) 90-95 5-10 <2
Piel (%) 30-40 60-70 <2
Mieloma múltiple (%) 100 0 0
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334 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Amolificación - 22 de febrero
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40
Ciclo
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 335
la PCR cuantitativa o PCR a tiem po real tiene una gran aplicación en la detección y
cuantificación de la enfermedad residual mínima. Asimismo, es una forma mucho más
cómoda y precisa para el análisis de la expresión de genes que la técnica de Northern
blot o la RT-PCR convencional. En la actualidad, se disponen de protocolos específicos
y estandarizados para el análisis de la enfermedad mínim a residual en leucemias que
presentan los genes de fusión más frecuentes. Para ello se sigue el mismo proceso de
retrotranscripción descrito anteriormente, y la reacción de PCR cuantitativa se realiza
utilizando una mezcla de PCR universal (PCR master m ix), una concentración de
cebadores de 300 nm y una concentración de la sonda de 200 nm. Las condiciones de
la PCR cuantitativa son las universales, que consisten en un precalentamiento de 2 min
a 50 °C, la activación de la Taq-polimerasa a 95 °C durante 10 min, seguido de 40-50
ciclos de 15 s a 95 °C y 1 m a 60 °C. Se han descrito las secuencias de los cebadores y de
las sondas estandarizadas para los genes de fusión más frecuentes. Asimismo, existen
curvas estándar específicas para cada gen de fusión que permiten calcular su número de
copias. Generalmente, el resultado se expresa como u n ratio entre el número de copias
del gen problema y un gen control.
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336 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
1 I ' " 11" 1' I " " I ' 11 11 111 1I " " I 1 " 1I 11 1' I ' ' " 11 ' 1 1I 1" 1 I " " I 1 1
210 215 220 225 230 235 240 245 250 255 260 265 270
Receptor
- 1.000
-5 0 0
- 1.500
- 1.000
-5 0 0
-8 0 0
UdI
-6 0 0
-4 0 0
-200
LECTURAS RECOMENDADAS
Gabert J, Beillard E, Van der Velden VH, Bi W, Grimwade D, Pallisgaard N, et al. Standardization and
quality control studies o f ’real-time’ quantitative reverse transcriptase polymerase chain reaction
o f fusion gene transcripts for residual disease detection in leukemia - a Europe Against Cancer
program. Leukemia 2003;17(12):2318-57.
Van Dongen JJ, Macintyre EA, Gabert JA, Delabesse E, Rossi V, Saglio G, et al. Standardized RT-PCR
analysis of fusion gene transcripts from chromosome aberrations in acute leukemia for detection
o f m inimal residual disease. Report of the BIOMED-1 Concerted Action: investigation of
minimal residual disease in acute leukemia. Leukemia 1999; 13(12): 1901-28.
Van Dongen JJ, Langerak AW, Brüggemann M, Evans PA, Hummel M, Lavender FL, et al. Design
and standardization o f PCR primers and protocols for detection o f clonal immunoglobulin and
T-cell receptor gene recombinations in suspect lymphoproliferations: report o f the BIOMED-2
Concerted Action BMH4-CT98-3936. Leukemia 2003;17(12):2257-317.
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Capítulo 12 Métodos de biología m olecular en hematopatología 3 3 6 .e l
Autoevaluación
1. El ADN debe conservarse:
(a) Siempre a tem peratura ambiente.
(b) Siempre a 4 °C.
(c) Siempre a -2 0 °C.
(d) Siempre a -8 0 °C.
(e) Puede conservarse en nevera pero es mejor congelarlo a -2 0 °C.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: para períodos largos el ADN es mejor conservarlo a -2 0 °C.
2. La longitud de onda donde absorben las bases púricas y pirimidínicas que componen los
ácidos nucleicos es:
(a) 340 nm.
(b) 280 nm.
(c) 260 nm.
(d) Luz visible.
(e) 420 nm.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: las bases púricas y pirim idínicas que com ponen los ácidos nucleicos
absorben a 260 nm.
3. La enzima que se necesita en la reacción de PCR es:
(a) Cualquier ADN polimerasa.
(b) ADN sintetasa.
(c) ADN amplicasa.
(d) ADN polimerasa termoestable.
(e) ADNsa.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: para la reacción de PCR se necesita una ADN polimerasa termoestable como
es la TAQ polimerasa que resiste los pasos de desnaturalización e hibridación.
4. La PCR es una técnica de amplificación de ADN:
(a) Cuantitativa.
(b) Cualitativa.
(c) Cuantitativa y cualitativa.
(d) Ni cualitativa ni cuantitativa.
(e) No amplifica ADN, sino ARN.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la técnica de PCR es una técnica cualitativa; para poder realizar la técnica
de PCR cuantitativa se ha desarrollado la técnica de PCR a tiempo real.
5. En la PCR cuantitativa tenemos en cuenta:
(a) El producto amplificado a tiem po final.
(b) El prim er ciclo donde se detecta producto amplificado.
(c) El producto amplificado en el ciclo 20.
(d) La cantidad de fluorescencia a tiem po final.
(e) La cantidad de fluorescencia al ciclo 20.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: en la tecnología de PCR cuantitativa o PCR a tiem po real, mediante un sis
tema de detección de fluorescencia, se considera que hay una relación directa entre las copias del
ADN problema que se debe amplificar y el prim er ciclo donde se detecta el producto amplificado,
por lo que mediante softwares específicos se calculará este ciclo donde hay una correlación directa
con el producto amplificado.
6. El material de partida para el análisis de genes de fusión en leucemias m ediante PCR es:
(a) ARN.
(b) ADN.
(c) Proteína.
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336.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
(d) A R N o AD N .
(e) Todas son ciertas.
R espuesta correcta: a.
R espuesta razonada: los genes d e fusión deben analizarse m ed ian te A R N , ya q u e m ediante A D N
la zona genóm ica d o n d e tien e lugar la tran slo c ació n es m u y g ra n d e y es m u y difícil de analizar.
7. Los estu d io s de clonalidad son útiles para:
(a) La detección de genes de fusión.
(b) La detección de m utaciones.
(c) La detección de anom alías crom osóm icas.
(d) La detección de la estirp e celular.
(e) La detección de deleciones.
R espuesta correcta: d.
R espuesta razonada: los estudios de clonalidad son útiles para la detección de u n a célula leucé
m ica linfoide q u e sea d e estirp e celular B o T.
8. Los estu d io s de m icrosatélites en onco h e m ato lo g ía so n útiles para:
(a) La detección de m utaciones.
(b) La detección de quim eras después del trasp la n te hem atopoyético.
(c) La detección de anom alías crom osóm icas.
(d) La detección de células tum orales.
(e) La detección de genes de fusión.
R espuesta correcta: b.
R espuesta razonada: en onco h e m ato lo g ía , el análisis d e m icrosatélites tie n e g ra n interés p ara
el análisis d e q u im e ris m o en el tra s p la n te alogénico. Se defin e c o m o q u im e ris m o el estado
in m u n o g e n é tic o ca ra c te riz a d o p o r la co e x iste n cia en u n m ism o o rg a n is m o d e p o b lac io n e s
celulares originarias en d os in d iv id u o s genéticam ente distintos.
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C A P Í T U L O 13
INTRODUCCIÓN
Las neoplasias hematológicas constituyen un grupo amplio y heterogéneo de procesos
tum orales que afectan a los elementos celulares de la m édula ósea y de los órganos
linfoides periféricos. Con frecuencia presentan expresión hemoperiférica, lo que cons
tituye una ventaja para estudiarlos debido a la facilidad del acceso a la sangre mediante
una simple venopunción. La clasificación actualmente en uso se estableció por un grupo
amplio de expertos internacional bajo los auspicios de la Organización M undial de la
Salud (OMS). Los criterios por los que se agrupan los diferentes procesos atienden a
datos clínicos, morfológicos, inmunofenotípicos y a la información genética obtenida
mediante estudios de citogenética y biología molecular. Esta aproximación tiene el
interés de proporcionar entidades reconocidas, a m enudo con claras implicaciones
terapéuticas y pronosticas, ser sensible a las diferentes vías histogénicas de evolución
de los procesos tumorales y, desde un punto de vista práctico, ha servido para organizar
los laboratorios de hematología en muchos de nuestros hospitales m ediante la im-
plementación de áreas metodológicas específicas centradas en cada una de las técnicas
antes mencionadas.
El diagnóstico de las neoplasias hematológicas en 2013 se basa en una correcta
identificación de los síntomas y signos del paciente, la caracterización de las células
anormales, el perfil antigénico de dichas células y el estudio extensivo con toda la meto
dología disponible (citogenética convencional, técnica de hibridación in situ fluorescente
[FISH], técnicas de reacción en cadena de la polimerasa [PCR], análisis mutacional,
secuenciación directa) de las lesiones genéticas que albergan dichas células tumorales.
Antes de pasar a describir las diferentes entidades, se harán algunas consideraciones
sobre las diferentes áreas diagnósticas.
M orfología
Constituye el elem ento central y vertebrador de los laboratorios de hematología.
El reconocimiento de elementos celulares anormales mediante microscopía óptica fue la
primera técnica empleada y no ha sido desplazada con el advenimiento de otras metodo
logías. Requiere, en primer lugar, de la experiencia de un profesional altamente cualificado
y que a la vez sepa detectar las limitaciones y utilizar de forma juiciosa las exploraciones
complementarias. Es vital contar con los frotis de sangre periférica bien realizados (valora
ción de la morfología eritrocitaria, plaquetas, granulación en la serie neutrófila, presencia
de inclusiones) y de las extensiones teñidas de los grumos celulares de la médula ósea. El
estudio medular mediante aspirado o biopsia (cuadro 13-1) es la exploración principal
C la s if ic a c ió n d e l a O M S d e n e o p l a s i a s m i e l o i d e s y le u c e m i a s a g u d a s
• N e o p la s ia s m ie lo p ro life ra tiv a s (N M P ): s ín d ro m e s m ie lo p ro life ra tiv o s
• N e o p la s ia s m ie lo id e s y lin fo id es a s o c ia d a s a eo sin o filia y a n o m a lía s d e P D G F R A ,
P D G F R B o F G FR 1
• S ín d ro m e s m ie lo d isp lá s ic o s /m ie lo p ro life ra tiv o s (S M D /N M P )
• S ín d ro m e s m ielo d isp lá sic o s
• L eu c em ia m ie lo id e a g u d a
• L eu c em ias a g u d a s c o n a m b ig ü e d a d d e lín ea
• L e u c e m ia /lin fo m a lin fo b lá s tic o B
• L e u c e m ia /lin fo m a lin fo b lá s tic o T
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 339
Inm unofenotipo
Mediante el estudio inmunofenotípico entendemos el análisis del patrón antígeno de
las células anormales. Se puede dividir en: estudio inmunohistoquímico realizado sobre
biopsias y propio de los estudios de linfomas y en algunos casos de estudio de cilindros
de biopsia ósea, las técnicas de inmunocitoquímica realizadas para analizar la presencia de
algunos elementos celulares atípicos (serie megacariocítica, eritroide, células de Hodgkin,
células linfomatosas) sobre extensiones medulares o de líquidos y el inmunofenotipo
en suspensión mediante citometría de flujo. Esta última área es la que concierne más
directamente al hematólogo. El desarrollo de instrumentos de análisis (citómetros de
flujo) de alto rendimiento y sencillo manejo, la disponibilidad de multitud de anticuerpos
monoclonales conjugados con fluorocromos estables y la simplificación del software de
análisis ha permitido la generalización de estas técnicas. Las principales aplicaciones en
hematología son: el establecimiento de línea en las leucemias agudas (leucemias mieloides
agudas, linfoides, híbridas), la definición del grado de maduración de las leucemias, la
identificación de los diferentes grados de heterogeneidad celular en las leucemias agudas
y los distintos fenotipos aberrantes para realizar el estudio de la enfermedad residual
mínima, el estudio de la infiltración leucémica en líquidos (p. ej., células TdT positivas
en LCR), la detección en algunos casos de la presencia de proteínas quiméricas (p. ej.,
bcr-abl), el recuento de las poblaciones linfoides asociado al test de clonalidad B como
cribado de procesos linfoproliferativos B, el establecimiento de los patrones antígenos
característicos en los síndromes linfoproliferativos B y T, la detección de células plas
máticas con fenotipos aberrantes en casos de plasmocitosis m edular de significado
incierto y la identificación de células con morfología no clara. Debido a la potencia
de análisis (es capaz de analizar más de un millón de células en muy poco tiempo), la
citometría de flujo está especialmente capacitada para la investigación de células raras
como pueden ser las stem-cell normales y leucémicas. También se utiliza la citometría
en los análisis de los proceso de apoptosis, en la cuantificación del contenido de ácidos
nucleicos y otras aplicaciones funcionales (citocinas intracelulares, proliferación, flujos
de calcio y fosfoproteínas citoplasmáticas).
Estas técnicas dependen de un personal cualificado y meticuloso, en los procedimien
tos de mareaje, incubación, adquisición (tantos acontecimientos como sea necesario y
posible) e interpretación. La posibilidad de combinar múltiples anticuerpos gracias a
la aplicación de dos o más fuentes de láser y fluorocromos con espectros no solapados
y estables hace que nos encontrem os delante de un área todavía infrautilizada. Una
limitación importante es el coste de los reactivos.
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340 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Biología m olecular
Los laboratorios de biología molecular hematológica se han beneficiado del desarrollo
de las técnicas basadas en la PCR aplicadas al diagnóstico y el seguimiento de leucemias
agudas. Las iniciativas de ámbito europeo, como las del grupo BIOMED, han permitido
estandarizar y disponer de resultados reproducibles en el estudio de la clonalidad B y
T, la detección de los genes de fusión más importantes en leucemias agudas y los sín
dromes mieloproliferativos crónicos: bcr-abl, PML-RARa, AML1 -ETO, CBFb-MYHl 1,
Tel-AM Ll, E2A-PBX, AF4-MLL. El reconocimiento de otras lesiones genéticas hace
que el análisis de las mutaciones de NPM, CEBPa, FLT3, WT1, IDH1, IDH2, DNMT3a
en leucemias mieloides agudas, el estudio de las mutaciones de abl en casos de LMC
tratados con inhibidores de tirosina cinasa, la investigación de las mutaciones de c-kit, los
reordenamientos de PDGFRa en casos con proüferaciones de eosinófilos o de mastocitosis
sistémica y el análisis del patrón mutacional de la porción variable de las cadenas de
inmunoglobulinas en casos de LLC sean considerados de rutina en la mayor parte de labo
ratorios especializados. El reconocimiento de las mutaciones de JAK2, tanto V617F como
en el exón 12, y las mutaciones de MPL en casos atípicos de trombocitopenia esencial, han
cambiado el diagnóstico de los SMPC. Sin embargo la avalancha de información genética
disponible en casos de linfomas de célula grande, leucemias linfoblásticas agudas de línea B
(deleciones de IKZF, mutaciones de JAK2, mutaciones de PAX, reordenamientos con
múltiples genes quiméricos), y T (alteraciones en la vía de NOTCH, reordenamientos
NUP-abl) y más recientemente en casos de LMMC (TET2, ASXL1, c-CBL, p53) y otros
síndromes mielodisplásicos (mutaciones en los genes que participan en el proceso de
splicing, como SF3B1) hace necesario que los instrumentos de secuenciación masiva se
incorporen de forma rápida a los laboratorios de hematología para poder establecer una
precisa información diagnóstica y pronóstica. Es de prever que, de forma relativamente
próxima, se adapte la clasificación de la OMS a la nueva información disponible, que al
mismo tiempo ha permitido identificar prometedoras dianas terapéuticas.
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 341
Para establecer la línea afectada en una leucemia aguda, además de la tradicional reac
ción citoquímica de la mieloperoxidasa, se deben emplear criterios inmunofenotípicos
como el establecido por el grupo EGIL (tabla 13-2) en la década de los noventa. Según
este esquema, la reactividad de más de dos puntos en una determinada línea define la
afectación diagnóstica y sirve para establecer criterios reproducibles en los casos de
leucemias agudas bifenotípicas.
En la leucemia existe una alteración de la célula progenitora que genera su prolifera
ción incontrolada y un acúmulo en el espacio medular. Ello conlleva tres complicaciones
importantes:
• Insuficiencia m edular por infiltración blástica y desaparición de la hematopoyesis
normal.
• Disminución de la inmunidad por falta de leucocitos.
• Organomegalias por aumento del tamaño del hígado, el bazo o los territorios gan-
glionares.
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342 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Las leucemias agudas constituyen una forma grave de hemopatía maligna que deben
ser identificadas y diagnosticadas de forma rápida y precisa en el laboratorio de hema
tología. Etiológicamente, son proliferaciones de progenitores hematopoyéticos (blastos)
que infiltran la médula ósea e impiden el normal crecimiento y la diferenciación de las
células hematopoyéticas normales. La mayoría de las veces invaden también la sangre
periférica y en algunos casos otros órganos. Básicamente, en las leucemias agudas exis
te un stop madurativo con proliferación anormal. Este proceso puede tener lugar de
manera más o menos rápida, aunque en general es progresiva y requiere cierto tiempo
para que se inicien las manifestaciones clínicas. La invasión de la médula ósea por los
blastos leucémicos suele ser causa de insuficiencia medular con aparición de pancitopenia
clínicamente evidenciada por anemia, púrpura o petequias (trombocitopenia) y fiebre
(neutropenia). Junto a los síntomas anteriores, suele aparecer un síndrome tóxico con as
tenia, anorexia y pérdida de peso. Algunas veces, especialmente en las leucemias de origen
linfoide, puede observarse también un síndrome tum oral con hepatoesplenomegalia,
adenopatía y dolores óseos.
La etiología de la leucemia aguda se desconoce, pero ayudan a su desarrollo factores
genéticos (gemelos, Down, Klinefelter, Fanconi), inmunodeficiencias, factores ambien
tales (fármacos derivados del benzol, sustancias mielotóxicas, radiaciones ionizantes,
radioterapia e infecciones por virus, en especial por retrovirus).
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 343
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344 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
confieren un peculiar color rosado a los segmentados) (fig. 13-3). Los eosinófilos pueden
ser abundantes aunque sin anomalías de tinción. A pesar de que la mayoría de los casos
presentan maduración en la serie granulopoyética, se han descrito casos sin maduración
e incluso con diferenciación monocítica. El inmunofenotipo habitual es CD 13, CD33,
MPO, CD34. Se considera una leucemia de buen pronóstico si no se asocia a cifras elevas
de leucocitos, mutaciones de c-kit o cifras persistentemente elevadas de enfermedad
residual mínima tras tratamientos de quimioterapia.
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 345
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346 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 347
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348 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 349
SÍNDROMES MIELODISPLÁSICOS
Se engloban en esta categoría aquellos procesos que cursan con citopenias periféricas y
alteraciones dishematopoyéticas en una o más líneas. Comparten una predisposición
al desarrollo de leucemias agudas, habitualmente LMA, por lo que tradicionalmente se
las conoce como preleucemias.
En la actualidad, los pilares del diagnóstico de estas entidades son la morfología y la
citogenética. Los criterios pronósticos se establecen atendiendo al núm ero de blastos,
la edad y el cariotipo. El reconocimiento y la estandarización de las alteraciones inmuno-
fenotípicas asociadas, así como la identificación de poblaciones inmaduras anormales,
hace que cada vez se utilice más la citometría de flujo. En opinión del autor en todo
síndrome mielodisplásico (SMD) al diagnóstico se deben investigar las alteraciones de
maduración mieloide y monocítica, así como evaluar el compartimento CD34 linfoide y
mieloide. En todos los casos de SMD se deben obtener ácidos nucleicos (ARN y ADN),
ya que estamos asistiendo a u na auténtica explosión de hallazgos moleculares que a
buen seguro revolucionarán no tan solo la clasificación de estos procesos sino el tipo de
tratamiento a emplear (cuadro 13-4 y tablas 13-3 a 13-5).
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350 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Hallazgos en sangre
Enfermedad periférica Hallazgos en médula ósea
Citopenia refractaria con Uni- o bicitopenia Displasia unilineal > 10% de las
displasia unilineal No blastos o <1% células en una línea mieloide
<5% blastos
<15% de los precursores eritroides
son sideroblastos en anillo
Anemia refractaria con Anemia >15% sideroblastos en anillo
sideroblastos en anillo No blastos Displasia eritroide aislada
<5% blastos
Citopenia refractaria con Citopenia(s) Displasia > 10% en > 2 series
displasia multilínea No blastos o < 1% mieloides
No bastones de Auer <5% blastos
<1 X 109/1 monocitos No bastones de Auer
±15% sideroblastos en anillo
AREB tipo 1 Citopenias Displasia unilínea o multilínea
<5% blastos 5-9% blastos
No bastones de Auer No bastones de Auer
<1 X 109/1 monocitos
AREB tipo 2 Citopenias Displasia unilínea o multilínea
5-19% blastos 10-19% blastos
Bastones de Auer± Bastones de Auer±
<1 X 109/1 monocitos
Síndrome mielodisplásico no Citopenias Displasia clara en < 10% de las
clasificable <1% blastos células de una o más series mieloides
acompañado de una lesión
citogenética típica de SMD
<5% blastos
Síndrome mielodisplásico Anemia Megacariocitos normales o altos con
asociado a del(5q) aislada Habitualmente plaquetas núcleos hipolobulados
normales o altas <5% blastos
No blastos o <1% del(5q) aislada
No bastones de Auer
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 351
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352 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A diferencia de las leucemias agudas, predom inan los precursores (células más
maduras) sobre los progenitores (blastos). En general, su evolución es mucho más lenta
(crónica) y su pronóstico, generalmente más benigno.
Los síndromes mieloproliferativos comparten las siguientes características:
• Panmielopatía clonal o panmielosis: proliferación excesiva de las tres series hema-
topoyéticas que afecta a todas las células de la sangre, aunque según el tipo muestra
preferencia por una línea celular determinada:
• Progenitores o células germinales.
• Precursores, divisibles o no divisibles.
• Elementos hemáticos maduros.
• Aumento de la masa de precursores mieloides. Los más jóvenes tienen capacidad
para dividirse (mieloblastos, promielocitos, mielocitos y promonocitos; eritroblastos
y megacariocitos inmaduros), mientras que los más maduros carecen de capacidad
mitótica (metamielocitos, eritroblastos y megacariocitos).
• Posibilidad de metaplasia en bazo e hígado.
• Tendencia a u n a transform ación en leucemia aguda (transform ación blástica o
agudización terminal).
• Presencia de mielofibrosis secundaria a la proliferación mieloide y que, a excepción
de una de las formas (mielofibrosis idiopática), no tiene un origen clonal.
• Dificultad, a veces, de establecer el diagnóstico diferencial entre las cuatro formas de
síndrome mieloproliferativo (SMP), ya que no es raro observar que uno de los tras
tornos se convierta en otro de la misma familia en el curso evolutivo del proceso. Por
ejemplo, es relativamente frecuente observar una transformación de la policitemia
vera en mielofibrosis idiopática.
La leucemia mieloide crónica (LMC) se caracteriza por la presencia de abundantes
precursores mieloides y basofilia en sangre periférica, o reacción leucemoide (fig. 13-9),
esplenomegalia y la característica t(9;22), el cromosoma Philadelphia con el reorde
namiento bcr-abl. Esta entidad ha representado el paradigma del éxito de la medicina
molecular, ya que se ha conseguido un gran avance terapéutico con la introducción de
los inhibidores de las tirosina cinasas. Los otros síndromes mieloproliferativos crónicos
(SMPC) se incluyen en las tablas 13-6 y 13-9 y cuadro 13-6.
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 353
P O L IC IT E M IA V E R A
LMC PV MI TE
Hemoglobina NoD A+++ D N
Leucocitos A+++ A A oD N
Plaquetas A oD A A oD A+++
Esplenomegalia + + +++ +
Cromosoma Ph +++ No No No
Mielofibrosis + /- + /- +++ + /-
FAG 0oD A No A No A
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354 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Mutación Indicaciones
JAK2V617F Eritrocitosis
Trombocitosis
Fibrosis medular
Leucocitosis bcr-abl negativa
Monocitosis inexplicada
Esplenomegalia de causa no aclarada
Prurito desencadenado por el agua
Trombosis en territorio esplácnico
Analizar sp o MO (repetir)
JAK2 mutación exón 12 Eritrocitosis con EPO baja y JAK2V617F negativa
Mielofibrosis pospolicitemia JAK2V617F negativa
Mutación MPL Trombocitosis y morfología en MO equívoca de trombocitopenia esencial
Fibrosis medular y morfología en MO equívoca de mielofibrosis primaria
Categoría Criterios W T
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 355
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356 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• M'
• Mieloma múltiple
• Plasmocitoma solitario
• Plasmocitoma extraóseo
• Linfoma de la zona marginal extranodal de regiones MALT
• Linfoma de la zona marginal nodal
• Linfoma de la zona marginal pediátrico (entidad provisional)
• Linfoma folicular
• Linfoma folicular pediátrico (entidad provisional)
• Linfoma centrofolicular primario cutáneo
• Linfoma del manto
• Linfoma difuso de célula grande B, no especificado
• Linfoma B rico en células T o en histiocitos
• Linfoma B primario del sistema nervioso central
• Linfoma primario cutáneo de células grandes tipo de las piernas
• Linfoma B de células grandes VEB+ en los ancianos (entidad provisional)
• Linfoma B de células grandes asociado a procesos inflamatorios crónicos
• Granulomatosis linfomatoide
• Linfoma B de células grandes primario del mediastino (tímico)
• Linfoma B de células grandes intravascular
• Linfoma B de células grandes ALK+
• Linfoma plasmablástico
• Linfoma B de células grandes originado en una enfermedad de Castleman
multicéntrica HHV8+
• Linfoma B de cavidades (primary effusion lymphoma)
• Linfoma de Burkitt
• Linfoma B no clasificable con características intermedias entre linfomas difusos B
de célula grande y el linfoma de Burkitt
• Linfoma B no clasificable con características intermedias entre linfomas difusos B
de célula grande y linfoma de Hodgkin clásico
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 357
Linfom a de H odgkin
El linfoma de Hodgkin (LH) se caracteriza por la proliferación neoplásica de un linfocito B
incapaz de generar una respuesta inmune eficiente. La célula propia del LH es la Reed-
Sternberg. El diagnóstico es histopatológico con el reconocimiento celular característico
y la inm unotinción positiva para CD 15, CD30, EM A+/— y la negatividad de CD45
(cuadro 13-11).
En los países no desarrollados, la enfermedad de Hodgkin afecta con mayor frecuencia
durante la edad infantil, mientras que en los desarrollados presenta una curva bimodal
(15-25 años y 60-65 años). Las diferencias entre el LH y otros linfomas se resumen en
el tabla 13-13.
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358 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 359
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360 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Leucemias T maduras
• Leucemia prolinfocítica T
• Leucemia de linfocitos grandes granulares T
• Procesos linfoproliferativos crónicos NK (entidad provisional)
• Leucemia agresiva NK
• Leucemia/linfoma de célula T en el adulto
Linfomas T periféricos nodales
• Linfoma T periférico, no especificado
• Linfoma angioinmunoblástico T
• Linfoma anaplásico de célula grande ALK+
• Linfoma anaplásico de célula grande ALK—(entidad provisional)
Linfomas T extranodales
• Linfoma T/NK extranodal, tipo nasal
• Linfoma T asociado a enteropatía
• Linfoma T hepatoesplénico
• Linfoma T subcutáneo tipo paniculitis («(3)
Linfomas cutáneos T
• Micosis fungoide
• Síndrome de Sézary
• Enfermedad linfoproliferativa cutánea primaria T CD30+
• Linfoma anaplásico de célula grande primario cutáneo
• Papulosis linfomatoide
• Linfoma T primariamente cutáneo
• Linfoma T 7 8
• Linfoma CD8 + epidermotrópico agresivo
• Linfoma CD4 de células pequeñas/medianas
ganglios regionales, con o sin compromiso de otras regiones ganglionares del mismo lado
del diafragma (IIE). Los hilios pulmonares se consideran separadamente del mediastino.
Se indica con un sufijo en números arábigos la cantidad de áreas comprometidas.
Estadio III. Compromiso de grupos ganglionares en ambos lados del diafragma, lo
cual puede estar acompañado del compromiso localizado de un órgano extralinfático
asociado (III E), o del bazo (III S) o de ambos (III ES).
Estadio III 1: con o sin compromiso del bazo, ganglios celíacos, portales o del
hilio esplénico.
Estadio I I I 2: con compromiso de ganglios paraaórticos e ilíacos.
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 361
• Lesiones precoces
• Hiperplasia plasmocítica
• Proceso linfoproliferativo postransplante tipo mononucleosis infecciosa
• PTLD polimorfo
• PTLD monomorfo: B, T o NK
• PTLD tipo Hodgkin clásico
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362 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
químicos o estímulos crónicos de las defensas como las infecciones y los síndromes
inflamatorios crónicos.
El componente M de la banda monoclonal característica del patrón electroforético
en estos trastornos es una proteína homogénea que se caracteriza por precipitar en frío,
formar fibrillas de amiloide, poseer una elevada viscosidad intrínseca y form ar com
plejos con otras proteínas, especialmente los factores de coagulación. En general, es
una inmunoglobulina completa (IgG, IgA, IgM, IgD, IgE) que posee un único tipo de
cadena ligera ( k o X ) , lo que le confiere u n carácter clonal. Otras veces pueden ser una
única cadena pesada con una cadena ligera o una cadena ligera ( k o X) libre con o sin
inmunoglobulinas completas o fragmentos de cadena pesada.
La presencia de una proteína M suele ser, prácticamente siempre, un hallazgo elec
troforético que se pone de manifiesto en la electroforesis de proteínas séricas, p or una
fracción o banda, estrecha y densa, en la zona de las inmunoglobulinas (banda m ono
clonal). Esta imagen electroforética permite establecer el diagnóstico de gammapatía
m onoclonal e iniciar los estudios necesarios para establecer la diferenciación entre
formas benignas (gammapatía m onoclonal de significado indeterminado) y malignas
(MM, macroglobulinemia de W aldenstrom, etc.). Este estudio debe iniciarse con las
determinaciones siguientes:
• Cuantificación de inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM).
• Inmunoelectroforesis e inmunofijación de proteínas séricas. Sirve para identificar el
tipo de cadena pesada (IgG, IgA, IgM) o cadena ligera ( k o X) implicadas en cada
caso.
• Electroforesis, inmunoelectroforesis e inmunofijación en orina. De utilidad para
detectar proteinuria de Bence-Jones o identificación de cadenas ligeras ( k o X) libres.
La forma más frecuente en la práctica clínica de gammapatía monoclonal es la llamada
gammapatía monoclonal de significado indeterminado, conocida como monoclonalgam-
mopathy o f undetermined significance (MGUS), y cuya única característica es el hallazgo
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 363
Lesión Definición
Hipercalcemia Calcemia corregida > 0,25 mmol/1 por encima del límite de normalidad o
>2,75 mmol/1
Insuficiencia renal Creatinina > 173 (xmol/1
Anemia Hemoglobina < 2 g/dl del límite inferior de la normalidad o Hb < 10 g/dl
Lesiones óseas Lesiones líticas u osteoporosis con fracturas por compresión
Otras Hiperviscosidad sintomática, amiloidosis
Infecciones bacterianas recurrentes (más de dos episodios en 12 meses)
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364 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 365
• Sarcoma histiocítico
• Histiocitosis de células de Langerhans
• Sarcoma de células interdigitantes dendríticas
• Sarcoma de células dendríticas foliculares
• Tumor de células fibroblásticas reticulares
• Tumor de células dendríticas intermedias
• Xantogranuloma juvenil diseminado
LECTURAS RECOMENDADAS
Swerdlow SH, Campo E, Harris NL, Jaffe ES, Pileri SA, Stein H, et al. W HO classification o f tumours
of haematopoietic and lymphoid tissues. Lyon: IARC; 2008.
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Capítulo 13 Métodos para la clasificació n de las hemopatías malignas 3 6 5 .e l
Autoevaluación
1. Las leucemias mieloides agudas con alteraciones genéticas recurrentes reconocidas por la
OMS son:
(a) LMA con t(8;21)(q22;q22); RUNX1-RUNX1T1.
(b) LM Aconinv(16)(pl3.1q22) o t(16;16)(pl3.1;q22) CBFB-MYH11.
(c) LMA con t(15;17)(q22;ql2) PML-RARA.
(d) LMA con inv(3)(q21q26.2) o t(3;3)(q21;q26.2) RPN1-EVI1.
(e) Todas las anteriores y algunas que no se mencionan.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: esta categoría se amplía conforme se incrementan los conocimientos de
la biología de la LMA.
2. Los marcadores de línea más frecuentemente empleados en la definición inmunofenotípica
de las leucemias agudas son los que tienen más puntuación en las escalas habituales. El de
mayor puntuación de los que se mencionan es:
(a) CD64.
(b) CD 15.
(c) CD3 citoplasmático.
(d) TdT.
(e) CD33.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: define línea T el CD3 citoplasmático.
3. La m utación V617F de JAK2 puede encontrarse en:
(a) La LMC.
(b) Es diagnóstica de policitemia vera.
(c) Excluye el diagnóstico de mielofibrosis.
(d) Es m uy rara y solo se encuentra en casos raros de trombocitemia esencial.
(e) Puede encontrarse en diferentes síndromes mieloproliferativos excepto en la LMC.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: JAK2 se encuentra m utado en diferentes tipos de SMPC.
4. El inmunofenotipo de la LLC no presenta como característica:
(a) Expresión de CD5.
(b) Positividad de CD23.
(c) Expresión débil de inmunoglobulinas.
(d) Positividad de CD 10.
(e) Puede expresar ZAP70.
Respuesta correcta: d.
5. Los linfomas NK:
(a) Son extremadamente comunes.
(b) Tienen un curso habitualmente benigno.
(c) Nunca afectan a la región de la cara.
(d) No expresan CD2.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: e.
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C A P Í T U L O 14
CONCEPTO DE ANEMIA
La anemia se define como una disminución de la concentración de hemoglobina (Hb)
en sangre. Invariablemente, se acompaña de un descenso del hematocrito y casi siempre,
también, del número de eritrocitos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
existe anemia cuando la Hb en sangre es inferior a 130 g/1 en el hombre y 120 g/1 en la
mujer. En el niño este criterio varía según la edad, de forma que, desde los 6 meses hasta los
6 años, el límite inferior de la hemoglobina es de 110 g/1, y entre los 6 y 14 años, de 120 g/1.
Al valorar una anemia, deben tenerse siempre en cuenta todas aquellas situaciones en las
que pueda existir una alteración de la distribución entre los volúmenes plasmático y globular,
ya que esta puede dar lugar a falsas disminuciones de la concentración de Hb (falsa anemia
por hemodilución); tal y como sucede, por ejemplo, durante el embarazo (anemia fisiológica).
La anemia constituye una de las causas más frecuentes de consulta general y hemato-
lógica, por lo que su diagnóstico reviste gran importancia clínica. Aunque su mecanismo
fisiopatológico común es el desequilibrio entre la formación de eritrocitos por la médula
ósea (eritropoyesis) y su eliminación por los macrófagos (hemólisis), el hecho de que la
anemia siempre se halle asociada a un trastorno o enfermedad subyacente hace que sus
causas puedan ser muy diversas. Es por ello que, en ocasiones, determinar la causa de
una anemia puede ser uno de los problemas más difíciles de la patología médica.
Con mucho, la causa más frecuente de anemia es la falta de hierro (anemia ferropé-
nica), que afecta de forma especial a mujeres y niños en edad de crecimiento.
TIPOS DE ANEMIA
Desde el punto de vista fisiopatológico, la anemia puede clasificarse en dos grandes
grupos:
1. Anemia regenerativa.
2. Anemia arregenerativa.
Anem ia regenerativa
Se caracteriza por un aumento de los precursores eritroides (eritroblastos) de la médula
ósea, o regeneración eritroblástica, por efecto del estímulo de la eritropoyetina (Epo)
cuya síntesis se halla aumentada por efecto de la hipoxia. Cuando no existe trastorno de
la médula ósea la regeneración eritroblástica constituye el mecanismo fisiológico de res
puesta del organismo para hacer frente al descenso de la concentración de hemoglobina.
Toda regeneración eritroblástica propia de una anemia regenerativa se acompaña siempre
de un aumento de reticulocitos (reticulocitosis). Existen dos causas fundamentales de
Anem ia arregenerativa
Se caracteriza p o r la incapacidad de la médula ósea para compensar el descenso de la
concentración de hemoglobina mediante un aumento de la actividad eritropoyética.
Puede obedecer a dos mecanismos:
Causas congénitas
• Defectos genéticos de la membrana eritrocitaria (o esferocitosis hereditaria y eliptocitosis
congénita)
• Hemoglobinopatías (talasemias y hemoglobinopatías estructurales)
• Eritroenzimopatías (déficit en glucosa-6-fosfafo deshidrogenasa y piruvato cinasa)
Causas adquiridas
• Presencia en el plasma de anticuerpos contra la membrana eritrocitaria (anemia
hemolítica postransfusional y autoinmune)
• Lesión mecánica de la membrana eritrocitaria con rotura de los eritrocitos
al atravesar capilares trombosados o con depósitos de fibrina (anemias hemolíticas
microangiopáticas)
• Alteraciones adquiridas de la membrana de mecanismo desconocido: hemoglobinuria
paroxística nocturna (HPN)
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368 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 369
que durante muchos años se conoció como anemias refractarias, porque no responden
a ningún tratamiento. Su diagnóstico generalmente es difícil, y exige la práctica de un
estudio morfológico y citogenético de la m édula ósea, además de otros aspectos que
son tratados ampliamente en el capítulo 13. También existen alteraciones congénitas
de la maduración nuclear que forman un grupo de anemias muy raras conocidas con el
nombre de anemias diseritropoyéticas congénitas.
Las alteraciones de la m aduración citoplasmática obedecen prácticamente siem
pre a defectos en la síntesis de hemoglobina, por lo que su característica común es la
de una hipocromía, es decir, escaso contenido hemoglobínico intraeritrocitario. En
general, esta hipocromía se acompañan también de una disminución del volumen celular
o microcitosis (VCM < 82 fl). La causa más frecuente de anemia hipocroma y microcítica
es la anemia por déficit de hierro o ferropénica, pero puede obedecer a otras causas diver
sas que se resumen en el cuadro 14-3. En el área mediterránea, otra causa relativamente
frecuente de anemia hipocroma y microcítica es el defecto congénito de la síntesis de
cadenas globina o talasemia que se estudia ampliamente en el capítulo 17. En el diag
nóstico diferencial de las anemias hipocromas y microcíticas debe tenerse siempre en
cuenta la anemia inflamatoria o asociada a procesos inflamatorios crónicos, porque sus
características hematológicas son prácticamente superponibles a la anemia ferropénica,
solo que en este caso se observa un exceso de hierro no utilizado en los macrófagos de la
médula ósea (fig. 14-1) en lugar de una ausencia. Ambas formas de anemia, ferropénica
e inflamatoria, son tratadas ampliamente en el capítulo 15.
Los trastornos congénitos o adquiridos de la síntesis del grupo hemo constituyen causas
mucho más raras de anemia microcítica y/o hipocroma. Su diagnóstico está facilitado
por la gran elevación de la sideremia y de la cantidad de hierro medular, tanto a nivel
de las células del SMF como de los eritroblastos (sideroblastos). Como consecuencia de
ello se produce un estado de sobrecarga de hierro con acumulación del mismo en el
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370 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 371
es el examen básico de los componentes celulares que circulan por la sangre y por ello se
le conoce también como «perfil hematológico básico» (cuadro 14-4).
Un hemograma estándar incluye las magnitudes siguientes:
• Eritrocitos
• Concentración de hemoglobina.
• Concentración de eritrocitos.
• Hematocrito.
• índices eritrocitarios (VCM, HCM y CCM H).
• Amplitud de la curva de distribución eritrocitaria (ADE o RDW).
• Leucocitos
• Concentración de leucocitos.
• Recuento diferencial leucocitario (RDL).
• Plaquetas
• Concentración de plaquetas.
• Tamaño plaquetario (VPM).
• Amplitud de la curva de distribución de plaquetas (ADP o PDW).
En caso de anemia deben añadirse siempre otras dos magnitudes:
• Reticulocitos.
• Examen morfológico del frotis de sangre teñido.
• Hemograma
• Concentración de hemoglobina
• Valor hematocrito
• Recuentos celulares (eritrocitos, leucocitos y plaquetas)
• índices eritrocitarios: a) volumen corpuscular medio; b) hemoglobina corpuscular
media, y c) concentración corpuscular media de hemoglobina
• Fórmula leucocitaria y morfología de los eritrocitos
• Recuento de reticulocitos
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372 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
una prim era orientación diagnóstica. Así, una anemia microcítica es probablemente
ferropénica y una anemia macrocítica, probablemente megaloblástica. Cuando la anemia
se acompaña de un VCM normal (anemia normocítica), el diagnóstico es más difícil ya
que puede obedecer a causas muy diversas, muchas de ellas no debidas a una enfermedad
de la sangre sino de otros órganos o sistemas. Por ello ante una anemia normocítica, el
valor de la concentración de reticulocitos puede contribuir decisivamente a establecer
la orientación diagnóstica hacia u n a anemia de carácter regenerativo (reticulocitos
aumentados) o arregenerativo (reticulocitos normales o disminuidos).
El VCM, com binado con otras magnitudes eritrocitarias, se ha utilizado durante
m ucho tiem po como m étodo sim ple para el escrutinio de rasgo talasém ico m e
diante el cálculo de un factor discriminante que facilite el diagnóstico diferencial con la
ferropenia. Uno de los factores discriminantes más empleados es el de England y Fraser
(FD), obtenido por cálculo matemático a partir de los propios parámetros suministrados
por el analizador:
Recuento de reticulocitos
Junto al hemograma, el recuento de reticulocitos es la m agnitud de mayor valor para
el estudio de una anemia, ya que permite diferenciar entre mecanismo central (anemia
arregenerativa) y periférico (anemia regenerativa).
El resultado del recuento de reticulocitos puede expresarse en tanto por ciento, con
respecto a la cifra global de eritrocitos, o en valor absoluto. En el prim er caso, es obligado
realizar una corrección debido a que el porcentaje se refiere siempre a una cifra normal de
eritrocitos, lo cual no se cumple prácticamente nunca en la anemia, en donde en la mayoría
de los casos existe un descenso del número de eritrocitos. Sin la corrección, el porcentaje de
reticulocitos queda referido a una población eritrocitaria numéricamente normal y, por
tanto, su valor cuando esta se halla disminuida es siempre superior al real (v. capítulo 4).
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 373
Alteraciones de la forma
La alteración de la forma eritrocitaria puede obedecer a defectos hereditarios o adquiridos
de la eritropoyesis (diseritropoyesis) o del eritrocito (eritropatías).
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374 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 14-3. Frotis de sangre de un paciente con anemia macrocítica debida a déficit de vitamina B12
(anemia perniciosa). Muchos eritrocitos muestran un tamaño superior al normal (macrocitos) y
algunos contienen inclusiones llamadas «cuerpos de Howell Jolly». Los macrocitos de mayor tamaño
muestran también cierto grado de ovalocitosis, lo que es una consecuencia más del trastorno madurativo.
Apréciese también un polinuclear hipersegmentado (pleocariocito) característico de las anemias carenciales
de curso avanzado, muy especialmente de las secundarias a déficit de folato y vitamina B12, aunque pueden
observarse también en la anemia ferropénica (MGG X800).
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 375
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376 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias
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378 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 379
a P d
lo t s z . O O .® 1
p í/ j FIG U RA 14-14. Sangre periférica
de un paciente con esferocitosis
ÍVi írL I hereditaria (EH). Se aprecian
pocos esferocitos, pero en el centro
de la imagen hay un eritrocito
en forma de seta o como si estuviera
- 9 OP pinzado. La observación de este tipo
de alteración morfológica es altamente
sugestiva de EH por déficit de banda 3
(MGG X800).
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Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 381
- □ V J P f l w w ;
n O O o a O jOg
h f io & g FIGU RA 14-18. Imagen
característica de punteado basófilo
eritrocitario en sangre periférica de
" ,, -
un paciente con déficit congénito
de pirimidina-5’-nucleotidasa (P5’N).
Esta imagen es prácticamente
superponible a la que se observa
en el saturnismo o intoxicación
por plomo (MGG X800).
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382 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
!¿0«T ©
9apO©Ol*N
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b °°o ° >
3 *°
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FIGURA 14-20. Cuerpos de
Howell-Jolly en el interior
de los eritrocitos de un paciente
esplenectomizado. Constituyen restos
de ADN que persisten en los eritrocitos
maduros debido a una alteración de
la eritropoyesis, primaria o secundaria.
Los eritrocitos nucleados son eritroblastos circulantes (fig. 14-21) y su presencia cons
tituye un signo de intensa regeneración eritroblástica (anemia hemolítica intensa
y esplenectomía) o de infiltración m edular por células malignas del propio tejido
hematopoyético (leucemias) o procedentes de otros tejidos neoplásicos (metástasis
medular o mieloptisis). O tra causa de eritroblastosis es la existencia de focos eritro-
poyéticos extramedulares (metaplasia mieloide). A veces, la presencia de eritroblastos
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 383
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384 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Anemia regenerativa
Una vez descartada la hemorragia oculta, debe pensarse en un origen hemolítico. Para
ello deben practicarse un conjunto de determinaciones que permitirán confirmar dicho
origen (cuadro 14-5):
• El aumento de la bilirrubina con predominio de la forma no conjugada, prehepática
o indirecta obedece al hipercatabolismo hemoglobínico. La bilirrubina deriva de la
degradación del grupo hemo y, en el plasma, es transportada por la albúmina hacia
el hígado, donde se conjuga al ácido glucurónico. En la anemia hemolítica, debido
al exceso de bilirrubina plasmática liberada por las células del SMF se sobrepasa la
capacidad de conjugación, y aumenta su fracción no conjugada o libre (bilirrubina
indirecta).
• El aumento de la lactato deshidrogenasa (LDH) se debe a la hemólisis con liberación
de la LDH intraeritrocitaria hacia el plasma. El origen eritrocitario de la LDH puede
ponerse de manifiesto m ediante el estudio de sus isoenzimas (predominio de las
fracciones LD1 y LD2).
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 385
FIGU RA 14-22. Diagrama de flujo o algoritmo diagnóstico de la anemia microcítica (VCM < 82 fl).
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386 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 14-23. Diagrama de flujo o algoritmo diagnóstico de la anemia macrocítica (VCM > 98 fl).
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 387
RETICULOCITOS
Normales/disminuidos
Negativa
Estudio de hemodiálisis: Celularidad Celularidad normal
LDH disminuida o aumentada
Bilirrubina
Haptoglobina
Hemorragia
digestiva
Investigar Biopsia medular No evidencia
la causa
de hemorragia
Prueba de Coombs
maligna
Factores
madurativos
Aplasia
Función tiroidea
Negativa Displasia
Búsqueda de
metástasis
FIGU RA 14-24. Diagrama de flujo o algoritmo diagnóstico de la anemia normocítica (VCM: 82-98 fl).
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388 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
U na vez confirm ado el origen hem olítico de la anem ia deberá establecerse una
pauta diagnóstica para esclarecer su origen (v. fig. 14-7). En el cuadro 14-6, se resumen
los principales procedimientos que se utilizan en la práctica clínica para una prim era
orientación diagnóstica.
Anemia arregenerativa
C uando la exploración clínica del enfermo y los exámenes generales de laboratorio
no son suficientes p ara establecer u n a o rientación etiológica de la m ism a, debe
procederse a la práctica de un aspirado m edular e incluso, si es necesario, a la de
una biopsia ósea.
• El aspirado m edular m ostrará los aspectos cuantitativos y cualitativos de la serie
eritropoyética (aum ento o dism inución de la misma o presencia de alteraciones
morfológicas de los eritroblastos) y permitirá descartar la presencia de un síndrome
mieloproliferativo o linfoproliferativo, o de una metástasis neoplásica como causas
de anemia. Ante la sospecha de aplasia o mielofibrosis es obligada la práctica de una
biopsia ósea mediante aguja de Jamshidi o un trocar similar. En muchas ocasiones, la
imagen de la biopsia ósea resulta espectacularmente distinta a la que se aprecia con el
simple aspirado medular. Ello se debe a que, mientras este analiza un área muy limi
tada de la médula ósea (a veces un foco eritroblástico o linfoide), la biopsia informa
sobre una parcela amplia del hueso y permite valorar sus características anatómicas
y la disposición del tejido hematopoyético entre ellas (v. capítulo 8, tabla 8-3).
• El examen de la m édula ósea debe acompañarse siempre de la tinción de Perls del
aspirado (azul de Prusia), ya que con ello se valora de forma muy precisa el estado
de las reservas férricas del organismo (hemosiderina de los histiocitos medulares) y
el hierro no hemínico de los eritroblastos (sideroblastos). La muestra obtenida del
' Actualmente en desuso y sustituida p o r la determinación de los marcadores antigénicos CD55 y CD59 en hematíes
y leucocitos m ediante citofluorometría.
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 389
LECTURAS RECOMENDADAS
Bunn HF. Approach to the anemias. En: Goldman L, Schafer AI editors. Cecil Medicine. 24.a ed.
Philadelphia: Saunders Elsevier; 2011. Chapter 161.
Hoffman R, Benz EJ, Silberstein LE, Heslop K, Weitz J, Anastasi J. Haematology. Basic Principles and
Practice. Approach to Anemia in the Adult and Child. 6.a ed. Edinburgh: Churchill Livingstone;
2013.
Vives Corrons JL. Introducción al estudio de la anemia. Aspectos generales del diagnóstico. En: Sans
Sabrafen J, Besses Raebel C, Vives Corrons JL editors. Hematología clínica. 5.a ed. Barcelona:
Elsevier; 2006.
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Capítulo 14 Métodos para la clasificació n y e l diagnóstico de las anem ias 3 8 9 .e l
Autoevaluación
1. ¿Qué es una anemia?
(a) Una enfermedad grave.
(b) La consecuencia de comer poco.
(c) Un descenso del núm ero de hematíes.
(d) Un descenso de la concentración de hemoglobina.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la anemia se define como una disminución de la concentración de hem o
globina (Hb) en sangre.
2. Una anemia regenerativa se caracteriza por:
(a) Un aum ento del núm ero de reticulocitos.
(b) Un descenso del volumen corpuscular medio.
(c) Una regeneración del tejido óseo.
(d) Una aumento del núm ero de eritroblastos.
(e) Un aum ento de esferocitos circulantes.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la anemia regenerativa, al contrario que la arregenerativa, se caracteriza por
un aum ento de eritroblastos y, por tanto, de reticulocitos.
3. En una hemorragia, la cifra de reticulocitos:
(a) Disminuye.
(b) Aumenta.
(c) Novaría.
(d) Sufre variaciones intermitentes.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: una hemorragia produce anemia y, como consecuencia, una regeneración
de la serie eritroblástica y un aumento del núm ero de reticulocitos.
4. El procedimiento más preciso para saber si existe hemólisis es:
(a) La cifra de reticulocitos.
(b) La concentración de hemoglobina.
(c) El volumen corpuscular medio.
(d) El valor de la vida m edia eritrocitaria.
(e) La morfología eritrocitaria.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: todas las pruebas que se utilizan en el laboratorio clínico para diagnosticar
la existencia de hemólisis son indirectas, excepto la m edida de la vida media eritrocitaria, que
es la única que permite confirmarla m ediante un método directo.
5. La eritropoyesis ineficaz puede ser causa de:
(a) Policitemia.
(b) Poliglobulia.
(c) Anemia.
(d) Hemólisis.
(e) Síndrome leucoeritroblástico.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la diseritropoyesis es una causa de anemia porque consiste en una muerte
prem atura de los eritroblastos antes de m adurar a hematíes.
6. El dato clínico de laboratorio más característico del déficit de ácido fólico es:
(a) La intensa anemia.
(b) Los trastornos neurológicos.
(c) La macrocitosis.
(d) La policromasia.
(e) La reticulocitosis.
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389.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el déficit de ácido fólico es causa de anemia megaloblástica y, por tanto, su
signo clínico de laboratorio más característico es la macrocitosis o aumento del VCM.
7. Los defectos hereditarios o adquiridos de incorporación del hierro al grupo hem o suelen
cursar con:
(a) Anisopoiquilocitosis.
(b) Hipercromía.
(c) Sideroblastos en anillo.
(d) Reticulocitosis.
(e) Porfiria.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: los defectos de incorporación del hierro al grupo hem o producen una
acumulación de hierro en el citoplasma de los eritroblastos bajo la form a de hemosiderina;
son unos precipitados que rodean al núcleo como si fuera un anillo. A estos eritroblastos se les
denomina «en anillo» y pueden ponerse de manifiesto mediante la tinción de Perls. La presencia
de sideroblastos «en anillo» se conoce como sideroacresia.
8. En una anemia, el examen morfológico de los hematíes es fundamental para el diagnóstico de:
(a) Policitemia vera.
(b) Reticulocitosis.
(c) Esferocitosis.
(d) Mielofibrosis.
(e) Aplasia medular.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el examen morfológico de los hematíes es siempre un complemento indis
pensable en el estudio de toda anemia, pero resulta imprescindible para el diagnóstico de ciertas
enfermedades eritrocitarias como, por ejemplo, la esferocitosis hereditaria (EH), para la que la
observación de esferocitos circulantes constituye la prueba diagnóstica m ás fehaciente.
9. Existe una situación clínica en la que es característica la observación de abundantes hematíes
fragmentados (esquistocitos).
(a) Después del trasplante de m édula ósea.
(b) En la microangiopatía con hemólisis mecánica.
(c) En la hemólisis de origen autoinmune.
(d) En la anemia regenerativa.
(e) En la aplasia medular.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la fragm entación eritrocitaria puede observarse en m uchas situaciones
clínicas diversas, pero suele ser de escasa relevancia. Existe una situación clínica en la que es
característica la observación de abundantes hematíes fragmentados o esquistocitos, debido a
la existencia de m icroangiopatía con hemólisis mecánica: se denom ina púrpura trom bótica
trombocitopénica (PTT).
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C A P Í T U L O 15
Luz
intestinal
Transferrina
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392 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
F IG U R A 15 -2 . Acciones de la hepcidina.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 393
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394 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Fe
son los mismos que se depositan diariamente en los depósitos como consecuencia de la
eliminación de los eritrocitos envejecidos y el catabolismo de la hemoglobina (fig. 15-5).
Debido a que la cantidad de hierro que diariamente se absorbe por el intestino (1,5 mg)
es prácticamente la misma que la que se pierde, también diariamente, de forma fisiológica
por la descamación epitelial, las secreciones externas, las faneras y otros medios, el
organismo reutiliza permanentemente el hierro de reserva (unos 30 mg) para mantener
constante la concentración de hemoglobina. Por ello si disminuye la absorción de hierro,
aumentan las necesidades fisiológicas (crecimiento o embarazo, principalmente) o se
produce una pérdida crónica del mismo (hemorragia o hemoglobinuria), y las reservas
de hierro del organismo van disminuyendo paulatinamente. Tanto en un caso como
en otro, una vez agotadas las reservas de hierro, se inicia un descenso progresivo de la
síntesis de hemoglobina, que conduce a la anemia y a otras alteraciones generales propias
de la carencia de hierro. Las causas más frecuentes de anemia ferropénica se resumen
en la tabla 15-2.
La anemia ferropénica es la causa más frecuente de consulta hematológica, y su expre
sividad más característica es la disminución del tamaño y contenido hemoglobínico de los
1.5 mg/día
Ingesta
Eritrocitos
Macrófagos
(SM F)
>
< ©
Pérdidas FIGU RA 15-5. Esquema del
(descam ación epitelial, sudor) mecanismo de reutilización del hierro
1,5 mg/día por el organismo. SMF, sistema
mononuclear fagocítico.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 395
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396 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 397
■
MEDIDA DE LA CONCENTRACIÓN DE HIERRO EN SUERO
Introducción
La concentración de hierro sérico, conocida como sideremia, puede determ inarse
m ediante m étodos colorim étricos y de absorción atóm ica. Los prim eros se basan
en la form ación de u n a sustancia coloreada cuando el hierro, en su form a reducida,
reacciona con un derivado de la fenantrolina. Pueden emplearse indistintam ente
dos derivados de la fenantrolina: batofenantrolina y o-fenantrolina. Actualmente es
tos sistemas de medida, en especial los colorimétricos, han sido estandarizados por
diferentes firmas comerciales para poder ser utilizados en analizadores autom atiza
dos. De esta form a puede realizarse un elevado núm ero de determ inaciones, junto
a muchas otras, de form a sim ultánea y en m uy poco tiem po. Entre estos sistemas
comerciales de m edida de la concentración de hierro en plasm a (o suero) destacan
los siguientes:
• ADVIA 1650 (Bayer).
• Alcyon 300 (Chema Diagnóstica).
• Dimension (Dade Behring).
• Ilab 600 (Instrumentation Laboratory).
• Hitachi (Roche Diagnostics).
• Cobas Integra (Roche Diagnostics).
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398 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Principio
Debido a que, en el plasma, el hierro (TF-Fe+++) se halla unido en su totalidad a la TF,
puede ser cuantificado fácilmente a partir de un extracto desproteinizado del mismo.
La adición de una sustancia precipitante y reductora produce la liberación de hierro a
partir de la TF y su reducción a Fe++, al cual se une posteriormente el derivado de la
fenantrolina (sulfonato de batofenantrolina) o compuesto cromógeno, y con ello se
produce un cambio de color.
T F -Fe"^ Precipitación
Reducción
M a te ria l
• Material de vidrio volumétrico de pureza garantizada (Pyrex®) y totalmente desprovis
to de contaminación con hierro. Para ello, antes de toda determinación, el material de
vidrio debe lavarse con detergentes o mezcla crómica y permanecer a continuación
durante 24 h en solución de HC1 concentrado, diluido al 50%. Antes de su empleo, el
material debe aclararse con abundante agua desionizada o doblemente destilada.
• Fotómetro o colorímetro capaz de leer a 535 nm.
• Cubetas específicas para esta determinación.
• Tubos de hemólisis de 12 X 100 mm.
• Pipetas graduadas de 2 y 5 mi.
• Centrífuga.
R eactivos
• Solución precipitante. Esta solución debe conservarse en botella. Mantenida a 4 °C,
tiene una estabilidad de 3-4 meses y a temperatura ambiente unas 2 semanas.
• Ácido tricloroacético, 49 g.
• Ácido tioglicólico, 14 mi.
• H C11 mol/1 hasta 500 mi.
• Solución cromógena.
• Solución de acetato sódico de 1,5 mol/1 que contiene 0,25 g/1 de ferrocina
(3 -[2-piridil]-5,6-bis-[ácido fenilsulfónico]-l,2,4-triacina). Se deja m adurar
en frasco topacio envuelto en hoja de papel de aluminio durante 2 semanas. Se
completa hasta 500 mi con agua destilada o desionizada.
• Patrón de hierro:
- Solución madre (reserva) de hierro puro (20 mmol/1) en una dilución al 50%
de HC1 concentrado.
- Solución patrón, 40 (xmol de hierro p or litro (2,24 |JLg/l) preparada extem
poráneamente mediante dilución de 2 mi de la solución madre en 11 de agua
destilada o desionizada.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 399
M étodo
Para cada suero se realizará siempre una triple determinación de acuerdo con la siguiente
sistemática:
1. En una gradilla se colocan tres tubos de hemólisis que se enumeran del 1 al 3.
2. A cada uno de ellos se añade:
(a) Tubo A: 1 mi de suero problema.
(b) Tubo B: 1 mi de solución estándar de hierro.
(c) Tubo C: 1 mi de agua bidestilada (totalmente exenta de hierro).
3. A los tres tubos se añade 1 mi de la solución precipitante y se procede a realizar
una agitación vigorosa seguida de un reposo de 5 min.
(a) Se centrifuga el tubo A hasta obtener un sobrenadante transparente.
(b) Se preparan otros tres tubos de hemólisis y en cada uno de ellos se coloca:
(i) Tubo D: 1 ml del sobrenadante obtenido con la centrifugación del tubo A.
(ii) Tubo E: 1 ml del líquido contenido en el tubo B.
(iii) Tubo F: 1 ml del líquido contenido en el tubo C.
(iv) A continuación, se añade a todos ellos 1 mi de solución cromógena y
después de realizar u n a buena homogeneización se dejan en reposo
durante 10 min.
(c) Finalmente, mediante un espectrofotómetro bien calibrado se lee el valor de
la absorbancia (A) de cada tubo a 535 nm frente a un blanco de agua bides
tilada. Si se utiliza un colorímetro, debe emplearse el filtro verde.
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400 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
C A PA C ID A D E ÍN D IC E D E S ATU R AC IÓ N D E L A TR A N S FE R R IN A
P rin c ip io
La CST es la cantidad de TF del plasma que puede ser saturada por el hierro y constituye
una medida indirecta de la concentración plasmática (o sérica) de TF.
Debido a que prácticamente todo el hierro circulante se halla unido a la TF, la CST
se determina añadiendo al plasma (o suero) un exceso de hierro, suficiente para saturar
completamente la TF. Después de que se haya eliminado todo el excedente de hierro libre
mediante carbonato de magnesio (quelante o fijador del hierro), se realiza una nueva
determinación de la sideremia.
M é to d o m a n u a l
A 2 mi de suero se añaden 4 mi de una solución clorhídrica de cloruro férrico (FeCl36H20 )
que contenga 5 mg de hierro por cada mililitro de HCI, 0,005 N. Transcurridos 5 min,
se añaden a la mezcla 0,4 g de carbonato magnésico (M g C 0 3) y, después de agitar
intensam ente la mezcla, se deja en reposo durante 30 min. Después de centrifugar
durante 15 m in a 1.500 g, se determina el hierro a partir de 2 mi de sobrenadante, según
el método descrito anteriormente.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 40 1
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402 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Procesos
inflamatorios
1ST = 30%
crónicos
y neoplasias
FIGU RA 15-8. Relación entre sideremia e índice de saturación de la transferrina (1ST) y su utilidad
en el diagnóstico diferencial entre ferropenia verdadera y seudoferropenia.
antiferritina, pero que pueden emplear metodologías muy diversas que van desde la
quimioluminiscencia hasta la nefelometría. Se puede decir que casi cada proveedor de
metodologías automatizadas ha implementado una nueva metodología para la determi
nación de la concentración sérica de ferritina: AxSYM (Abbott), Chem 1 (Bayer), Access
(Beckman Coulter), Dimension (Dade Boehring), Immulite (DPC), ELISA (IBL), entre
otros. Todos estos métodos perm iten realizar un gran núm ero de determinaciones en
muy poco tiempo, lo que ha supuesto una indudable mejora en el diagnóstico diferencial
entre estados ferropénicos y sobrecargas de hierro.
La determinación más precisa de la ferritina es la que utiliza técnicas radioinmuno-
lógicas (RIA) o inm unorradiométricas (IRMA). Puesto que la técnica RIA precisa del
empleo de ferritina altamente purificada, con riesgo de ser dañada durante el mareaje,
en la actualidad existe cierta tendencia al uso de las técnicas IRMA. En estas técnicas,
la m uestra problem a reacciona simultáneamente con antiferritina hum ana marcada
con un isótopo radiactivo y con antiferritina hum ana unida a u n soporte sólido (fase
sólida), generalmente una bolita de cristal. Tras un período específico de incubación,
la fase sólida es lavada para extraer el anticuerpo marcado no unido. La radiactividad
unida será directamente proporcional a la concentración de ferritina de la muestra. Este
sistema de medida isotópico es el que se describe aquí.
M aterial
• Contador de centelleo para emisiones de radiación 7 . Baño maría a 37 °C.
• Tubos de plástico de 12 X 75 m m de fondo esférico.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 403
M étodo
1. Se llevan todos los reactivos a temperatura ambiente.
2. Se marca el suficiente número de tubos para identificar los calibradores, las mues
tras problema y los controles por duplicado.
3. Se dispensa una bola recubierta de anticuerpo en cada tubo.
4. Se añaden 25 |xl por duplicado de cada calibrador, muestra problema o control
en el tubo apropiado.
5. Se añaden 200 |xl de antiferritina hum ana 125I a cada tubo. Se mezcla el contenido
agitando suavemente.
6. Se incuban los tubos durante 2 h al baño maría a 37 °C.
7. Se añaden 2 mi de solución de lavado a cada uno de los tubos y se aspira o decanta
la solución.
8. Se repite el paso 7.
9. Se colocan los tubos en el contador y se determ inan las cuentas por m inuto
(c.p.m.) de cada tubo.
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404 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
podría existir síntesis de ferritina por las propias células proliferantes. Es de señalar que la
ferritina constituye una proteína reactante de fase aguda, lo que explica tales aumentos así
como los que ocasionalmente pueden observarse también en el curso de una hepatopatía
(aguda o crónica) o en procesos neoplásicos diversos. Para ayudar en el correcto diagnós
tico y tratamiento de la hiperferritinemia existen herramientas en internet a disposición
de los profesionales médicos (http://highferritin.imppc.org).
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 405
M étodo
Existen diferentes metodologías para m edir la concentración plasmática de RST. La
mayoría de ellas se basan en el principio de la reacción antígeno-anticuerpo mediante
el empleo de anticuerpos monoclonales o policlonales. Aunque en el mercado existen
técnicas RIA, los más empleados son los basados en la técnica del enzimoinmunoanálisis
(ELISA), para los que existen diversos sistemas de m edida comercializados: Rameo
Laboratories, O rion Diagnóstica, R&D Systems, principalmente, o DAMCO, IDEA,
entre otros, o adaptados al empleo de analizadores autom áticos (Roche y Behring,
principalm ente). Actualmente, tam bién existen m étodos inm unoturbidim étricos y
nefelométricos.
El inconveniente es que no existe un estándar internacional y que las unidades varían
según el fabricante. A pesar de ello, no obstante, pueden usarse cualquiera de estos proce
dimientos comerciales siempre que se atiendan las recomendaciones de cada fabricante.
Valores de referencia
Usando métodos ELISA con anticuerpos policlonales, los valores de referencia (media ±
1SD) de concentración de RST expresado en unidades internacionales [Pla-Receptor de TF
(fragmento); c.sust] o convencionales [receptor de TF (fragmento); c.sust] varían según
el procedimiento de análisis empleado (tabla 15-5), con unos valores medios de alrededor
de 5 ± 1,1 mg/1. El problema es que hay que seguir siempre las recomendaciones del
fabricante, ya que al no existir un patrón de referencia internacional pueden observarse
valores muy dispares.
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406 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Extensión de médula ósea (aspirado medular) en portaobjetos totalmente libre de
hierro.
• Microscopio.
• Solución clorhídrica de hexacianoferrato (II) de potasio trihidrato. Debe prepararse
extemporáneamente, mezclando dos volúmenes iguales de una solución acuosa de
ferrocianuro potásico al 2% en agua destilada (20 g/1) y otra de HCI de 0,2 mol/1
(preparada disolviendo con sumo cuidado 2 ml de HCI concentrado en 98 mi de agua
destilada fría y bajo agitación). La mezcla no se completa hasta después de 10 min de
agitación constante a temperatura ambiente.
• Solución de contraste: hematoxilina de Harris.
M étodo
1. Se fija la extensión en alcohol metílico durante 30 min.
2. Se introduce la extensión fijada en la solución clorhídrica de ferrocianuro potásico
a temperatura ambiente durante 10 min.
3. Se lava la extensión colocándola en agua del grifo durante 20 min.
4. Se contratiñe en solución de contraste durante 5 min.
5. Se lava con abundante agua del grifo y se coloca la extensión durante 2 m in en
alcohol etílico absoluto. Finalmente, se vuelve a lavar con agua del grifo. Una vez
secas, las extensiones están listas para ser observadas.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 407
Además del hierro macrofágico, la tinción de Perls del aspirado medular permite valorar
también el hierro no hemínico, presente en el citoplasma de los eritroblastos, y determinar
el número de los que presenten uno o más gránulos de hemosiderina (sideroblastos).
La cuantificación del hierro macrofágico medular puede realizarse de varias maneras,
aunque las más empleadas son la valoración de la intensidad del color azul o la del
núm ero de precipitados hemosiderínicos presentes en las zonas de grum o aplastado.
Según ello, el hierro medular puede presentarse bajo cuatro grados diferentes: grado 0
(ausente), grado I (disminuido), grado II (normal) y grado III (aumentado).
La importancia diagnóstica de la apreciación del hierro macrófago, también llamado
hierro medular, reside en que en la ferropenia se halla siempre disminuido (grado I) o
ausente (grado 0), mientras que en la anemia de los procesos crónicos o en los estados
de sobrecarga férrica se halla en cantidad normal (grado II) o aumentado (grado III). La
determinación del hierro medular tiene también gran interés en el diagnóstico precoz de
la ferropenia, ya que en el curso evolutivo de la misma existe siempre una primera etapa
en la que este se halla disminuido o ausente sin anemia (fase de ferropenia latente).
La valoración del número de sideroblastos tiene interés para conocer si el hierro llega a
los eritroblastos. En condiciones normales, entre un 30-60% de eritroblastos son sidero
blastos, pero, en la anemia ferropénica la ausencia de hierro macrofágico se acompaña
siempre de una disminución del núm ero de sideroblastos (<5% ). Por el contrario, en
los estados de sobrecarga férrica, el número de sideroblastos se halla siempre aumentado
(60-90%) y, a veces, muy aum entado (anemia sideroblástica), excepto cuando existe
bloqueo del hierro en el interior de los macrófagos (procesos inflamatorios crónicos y
neoplasias). En este caso, es característica la disociación entre el aumento del hierro ma
crofágico (grado III) y la disminución de los sideroblastos (5-10%), y su observación es de
gran utilidad clínica para establecer el diagnóstico diferencial entre la anemia ferropénica
verdadera y la que acompaña los procesos inflamatorios crónicos y ciertas neoplasias.
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408 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Este método tiene la ventaja, sobre los convencionales basados en reacciones quí
micas, de que, además de ser mucho más sensible (y específico), permite cuantificar la
intensidad de la hemorragia mediante el cálculo de la cantidad de sangre (en mi) perdida
por día. De esta forma pueden cuantificarse pérdidas de hasta 1 mi de sangre por día, lo
cual es muy im portante si se tiene en cuenta que pérdidas de alrededor de 3 m l/día
son suficientes para ocasionar, en un período relativamente corto (varios meses), una
anemia ferropénica.
Material
• Los reactivos son los mismos que los utilizados para la determinación del volumen
eritrocitario con 5lCr.
• Formalina: formaldehído al 40%.
• Ácido fórmico.
• Contador de centelleo para emisores de radiación y de gran volumen.
Método
1. Se marcan los eritrocitos del propio paciente con 51Cr de la forma descrita para
la determinación del volumen eritrocitario, utilizando una dosis de 37 kBq de
Na2 51Cr20 4/kg de peso corporal.
2. Se inyectan los eritrocitos marcados y, transcurridas 24 h, se inicia la recogida de
heces totales durante un período de 4 días.
3. Se efectúan tres extracciones de sangre con heparina, al segundo día (inicio de la
recogida de heces), al cuarto día y al sexto día (final de la recogida).
4. Se homogeneizan las heces con formalina, colocándolas en el recipiente adecuado
del contador de gran volumen y se procede al recuento de la radiactividad fecal total.
5. Se disuelve una cantidad determinada de sangre (p. ej., 2 mi) de cada una de las
tres extracciones, en un volumen de agua equivalente al de las heces, y se procede
a la medida de la actividad sanguínea.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 409
Principio
Cuando la hemólisis intravascular es poco intensa, las pequeñas cantidades de hemo
globina libre plasmática que atraviesan el glomérulo renal son reabsorbidas por las
células del túbulo renal, que proceden a su catabolismo y depósito del hierro hemínico
en forma de hemosiderina. Esta queda depositada en mayor o m enor cantidad en el
citoplasma de las células del túbulo, de forma que cuando se descaman permiten una
fácil apreciación del hierro que contienen mediante la tinción de Perls del sedimento
urinario. La hemosiderinuria es la observación microscópica de hierro en el interior de
las células descamadas del túbulo renal cuando se practica el sedimento urinario.
Material
• Solución de hexacianoferrato (II) de potasio trihidrato al 2%.
• Solución de HCI al 2% en agua destilada.
• Centrífuga o citocentrífuga.
• Orina fresca.
Método
1. Se centrifuga la orina durante 5-10 min a 6.000 r.p.m.
2. Se desecha el sobrenadante y al sedimento se añaden:
(a) 1 ml de HCI al 2%.
(b) 1 mi de ferrocianuro potásico al 2%.
3. Se deja reposar, una vez agitado, durante 20 min.
4. Se centrifuga de nuevo 5-10 min a 6.000 r.p.m.
5. Se desecha el sobrenadante y se recoge una gota de precipitado que se observa al
microscopio entre porta y cubre.
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410 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 41 1
m utación C282Y) y afecta cinco veces más frecuentemente a los hom bres que a las
mujeres. La mutación C282Y del gen HFE es muy común en la población caucásica, con
una prevalencia de 1:1.000 a 1:200. La presencia de la mutación C282Y en homocigosis
predispone a desarrollar H H tipo 1, pero no todos los individuos con esta mutación
desarrollaran síntomas clínicos (penetrancia incompleta). Las otras H H (tipo 2, 3 y 4)
o H H no-H FE son enferm edades genéticas raras. D ebido a que la m ayoría de los
datos disponibles de HH no-HFE se basan en informes de pocos casos, la prevalencia
y distribución étnica en la población son difíciles de estimar. La HH-juvenil (OMIM
602390) es una forma más grave de H H y está causada p o r mutaciones en el gen de la
hepcidina (HAMP) o en el gen de la hemojuvelina (HJV). La HH-juvenil se presenta
generalmente antes de los 30 años y, a diferencia de la HFE-HH, afecta a ambos sexos
por igual. La miocardiopatía y el hipogonadismo son las características más prominentes
de la HH juvenil. Los pacientes no tratados mueren a edad temprana como resultado de
la insuficiencia cardíaca, debida a la rápida acumulación de hierro en el corazón. La
inversión de complicaciones cardíacas se ha descrito en pacientes tratados con una
combinación de dos quelantes de hierro, deferiprona y deferoxamina. Un trastorno
clínico similar a la HFE-HH está causado por mutaciones en el receptor de TF 2 (TFR2)
(OMIM 604250). La TFR2-HH o HH tipo 3 es una enfermedad genética poco frecuente
y tiene u n fenotipo más grave que la HFE-HH.
Una enfermedad relacionada con la HH, pero con una herencia dominante (todas
las demás formas de H H son recesivas) está causada por mutaciones en el exportador
de hierro ferroportina (FPN) (OMIM 606069). Las diferencias mutacionales en este
gen derivan en dos variaciones fenotípicas: un prim er tipo se asemeja al fenotipo de la
HFE-HH con una saturación de TF alta y la acumulación de hierro en hepatocitos (HH
tipo 4b), y el segundo fenotipo presenta una saturación de TF normal y la acumulación
de hierro en las células de Kupffer del hígado (HH tipo 4a).
El principal tratam iento para los pacientes de H H es la flebotomía terapéutica o
la eritrocitaféresis para eliminar el exceso de hierro. Algunos pacientes no toleran la
extracción de sangre, ya que desarrollan anemia, y pueden ser tratados con quelantes
de hierro. Es im portante destacar que los pacientes con H H diagnosticados y tratados
precozmente tienen una esperanza de vida normal. Se ha descrito un amplio espectro
de mutaciones en todos los genes que causan HH.
Existen varios métodos para medir la sobrecarga de hierro en el organismo, cada uno
de los cuales tiene limitaciones. Debido a que el 90% del exceso de hierro se deposita
en el hígado, el enfoque de la mayoría de las técnicas es medir el nivel de hierro en el
hígado. El exceso de hierro en el cuerpo se diagnóstica m ediante las pruebas que se
desarrollan a continuación.
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412 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Resonancia magnética
Este es un método técnico por imagen basado en el principio de la resonancia magnética
(RM). A diferencia de la biopsia hepática, se trata del método no invasivo de detección
de hierro, por lo tanto, puede repetirse cuantas veces sea necesario. Además permite la
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 413
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414 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Microtubos de ensayo de 0,2 m i estériles.
• Microtubos de ensayo de 1,5 m i estériles.
• Micropipetas ajustables de 10,20,200 y 1.000 (xl.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 415
Reactivos
• ADN genómico 0,05 |xg/|xl.
• Enzima Pfu Taq-polimerasa 5 U / jjlL
• Tampón 10X de la PCR: 200 mM de Tris-HCl (pH = 8,8 a 25 °C), 100 mM. (NH4)2S 0 4,
100 mM de KC1, un 1% (v/v) Tritón X-100.
• dNTP, 10 mM.
• Taq-polimerasa, 5 U/|xl.
• ADN, 50 ng/ |xl.
• Cebadores a 10 pmol/(xl:
• Forward: 5_ TGG CAA GGG TAA ACA GAT CC 3_.
• Reverse: 5_ TAC CTC CTC AGG CAC TCC TC 3_.
• Enzima de restricción Rsa I (10.000 unidades/ml) de NEB y tam pón de digestión
10X (NEBuffer 4).
• Agua desionizada.
Condiciones de la PCR
• Primera desnaturalización: 94 °C-5 min.
• 30 ciclos con el siguiente programa:
• Desnaturalización: 94 °C-1 min.
• Hibridación: 58 °C-30 s.
• Elongación: 72 °C-1 min.
• Ültima elongación: 72 °C-10 min.
TABLA 15-7. Mezcla de reactivos para la amplificación de parte del gen HFE. Detección
de la mutación C282Y
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416 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 417
Mutante 110 pb
C282Y
FIGU RA 15-12. Diagnóstico genético de hemocromatosis hereditaria tipo 1 (HFE), mutación C282Y
por PCR-RFLP.
M étodo de Sanger
El m étodo enzimático de Sanger está basado en la incorporación de term inadores
didesoxinucleótidos (ddNTP) a una nueva cadena de ADN m ediante la actividad de
una ADN polimerasa. Aunque los ddNTP se incorporan a la nueva cadena de la misma
forma que se incorporan los desoxinucleótidos convencionales (dNTP), difieren de
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418 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
estos porque carecen del grupo 3'-O H necesario para la elongación de la cadena. Por es
ta razón, cuando se incorpora un ddN TP a la nueva cadena creciente de ADN, la
ausencia del grupo hidroxilo evita la formación del puente fosfodiéster con el siguiente
dNTP y la elongación de la cadena se term ina en ese punto. En la práctica, cada uno
de los cuatro ddNTP se combina con una mezcla de los cuatro dNTP convencionales
en presencia de la ADN polimerasa y de un cebador (primer) específico. En el método
original, cada uno de los cuatro ddNTP se empleaba en cuatro reacciones distintas en
presencia de un dNTP marcado radiactivamente, de forma que se obtenían poblaciones
de ADN de distinta longitud de nucleótidos. Los fragmentos radiactivos obtenidos se
separaban en un gel de poliacrilamida y la secuencia de ADN completa se determinaba
mediante autorradiografía.
C om o ya se h a co m en tad o a n te rio rm e n te , el m éto d o enzim ático de Sanger
es el m étodo de secuenciación más u tilizado en la actualidad, pero con im p o r
tantes m odificaciones. En este sentido, la in co rp o ració n de la PCR ha dado lu
gar a lo que se denom ina secuenciación cíclica. En la secuenciación cíclica, y al
igual que en el m éto d o original de Sanger, se copia la cadena original de ADN
a p a rtir del cebador hasta el lugar de incorporación del ddN TP p o r la ADN p o
lim erasa. La diferencia radica en que en la secuenciación cíclica, esta reacción
tiene lugar unas 20-30 veces en un term o ciclad o r, que da com o resultado una
generación de m últiples copias de los fragm entos, lo que amplifica enorm em en
te la señal y facilita su detección. O tras m odificaciones im portantes del m étodo
original de secuenciación son la su stitu ció n de la rad iactiv id ad p o r flu o ro cro
mos y la autom atización de su detección y análisis m ediante secuenciadores auto
m áticos de ADN. Así, en el m étodo actual la fluorescencia suele estar asociada
a los term inadores ddN TP (cada term inador está asociado a un fluorocrom o dis
tinto), los cuales se incorporan a la nueva cadena de ADN m ediante la amplificación
cíclica usando la actividad de la Taq-polimerasa. Los nuevos fragm entos de ADN se
separan en u n gel de poliacrilamida y la señal emitida p o r cada uno de los fluorocro
mos al ser excitados p or un láser es captada p or unos detectores y analizada mediante
Polim erasa
l
dNTP
Term inadores ddNTP: ddG -^ . d d a - * d d T - * ddC-
G¥
A A T -*
AA“* £ G GTGAATG G G TG GG TA
:g- ¥
G -*
Tiem po
Gel de
Electroferograma
poliacrilamida
FIGU RA 15-13. Secuenciación de Sanger con fluorocromos y detección automática por láser.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 419
soporte inform ático (fig. 15-13). Las principales ventajas de la secuenciación auto
mática son la gran flexibilidad en la utilización de cualquier cebador (norm alm ente
es u no de los dos usados para am plificar el ADN p o r PCR) y que los errores de
lectura causados p o r falsas paradas de la ADN polim erasa no se detectan, ya que no
incorporan fluorescencia. Además, y puesto que cada term inador lleva asociado un
fluorocrom o distinto, el núm ero de tubos a m anejar se divide p o r cuatro mientras
que el núm ero de m uestras a secuenciar en un m ism o gel se m ultiplica p or cuatro.
En la actualidad, existen muchas compañías y servicios de secuenciación que rea
lizan análisis de secuenciación directa Sanger (MACROGEN, GATC y otras). A estas
compañías o servicios se les ha de proporcionar sim plem ente el producto de PCR
purificado y el cebador para obtener la secuencia completa de este fragmento de ADN
amplificado (tamaño de hasta 800-1.000 pb como máximo). También existen múltiples
programas que ayudan en el análisis de los resultados de forma más automatizada (p. ej.,
M utation Surveyor de Softgenetics), com parando la secuencia del paciente con una
secuencia de referencia obtenida de las bases de datos (NCBI, ENSEMBL u otra base de
datos de ADN) y reportando las variaciones encontradas.
M aterial
• Microtubos de ensayo de 0,2 m i estériles.
• Microtubos de ensayo de 1,5 m i estériles.
• Micropipetas ajustables de 10,20,200 y 1.000 (xl.
• Puntas de micropipetas de 10,200 y 1.000 |xl.
• Microcentrífuga.
• Termociclador.
Reactivos
• ADN genómico 0,05 |xg/|xl.
• Enzima Pfu Taq-polimerasa, 5 U / |il.
• Tampón 10X de la PCR: 200 mM de Tris-HCl (pH = 8,8 a 25 °C), 100 mM (NH4)2S 0 4,
100 mM de KC1, un 1% (v/v) de Tritón X-100.
• dNTP 10 mM.
• Taq-polimerasa 5 U/|xl.
• ADN 50ng/jxl.
• Cebadores a 10 pmol/(xl (tablas 15-9 y 15-10).
• Agua desionizada.
M étodo
Para obtener una secuencia de un fragmento de ADN se deben realizar los siguientes
pasos:
1. Se extrae y cuantifica ADN genómico del paciente (v. capítulo 13).
2. Se diseñan cebadores específicos para la amplificación del fragmento deseado,
generalmente de un tam año inferior a 700-800 pb. En la tabla 15-9 se describen
los cebadores usados para la amplificación de los genes HFE, TFR2, HFE2,
H A M P y SLC40A1 causantes de hemocromatosis hereditaria. En la tabla 15-10
se describen los cebadores usados para la amplificación de los genes TF, CP,
SLC11A2 y TM PRSS6 causantes de anem ias microcíticas no sideroblásticas
y del exón 1 del gen FTL causante del síndrom e de hiperferritinem ia con
cataratas.
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TABLA 15-9. Listado de cebadores usados en la secuenciación Sanger de los genes responsables de la hemocromatosis hereditaria: HFE, TFR2,
HFE2, H AMP y SLC40A1
Amplifi- Cebador F Cebador F secuencia 5 -3 ' Cebador R Cebador R secuencia 5’-3’ Tamaño Pro-
cación de (pb) grama
HFE promotor HFE_9F CATCCCTTAGGGTGGCATTA HFE_9R CCTGGTGAAAAGCAACAGGT 600 64
HFE exón 1 HFE_1F GCTACTTTCCCCAATCAACAA HFE_1R AGGTCCTCCAAAGTTAGCAAA 440 64
HFE exón 2 HFE_2F ACATGGTTAAGGCCTGTTGC HFE_2R CAGACTTCCAGCTGTTTCCT 520 64
HFE exón 3 HFE_3F GCAGGGAAGAGGGAAGGAAT HFE_3R GCCACTAGAGTATAGGGGCA 420 64
HFE exón 4 HFE_4.1F AGTCCAATCTTAGGACACAAA HFE_4R TGCCATAATTACCTCCTCAG 500 64
HFE exón 5 HFE_5.1F GCAGAGATATACGTGCCAGGT HFE_5R CTGGGGCAGAGGTACTAAGA 380 64
HFE exón 6 HFE_6F AAGATGGTGCCTAGGTTTGT HFE_6R TCCCCCAAATTTAAGGAGTC 440 62
parte 1
HFE exón 6 HFE_7F AACCTCAAGCTGCATCTAGA HFE_7R GATGAGTTACTGGGTAACACAG 250 62
parte 2
HFE exón 6 HFE_10F TTTTCTTCTTCACTTT- HFE_10R TGTAATTGTCTGCTTTT- 700 64
parte 3 CACTTTCC CAGAGTTC
TFR2 promotor TFR2_16F CTGTGCCCCTCCTTCTCC TFR2_16R AGGGCCCCTTATCAGTCCT 600 62
TFR2 exón 1 TFR2_1F CTTGGGGGTGGTGAGGAGC TFR2_1R TGGGAAGAAGCGAGGTCAGG 285 66
en he m atología
TFR2 exón 16 TFR2_12.2F CGCTAGTCCTTCAGCCTGTC TFR2_12.2 CCAGGGAATGCAGAGAGAAG 370 64
TFR2 exón 17 TFR2_13F GGTCCTTGTCCCCATGCTAG TFR2_13R CAGAGGACCGGGACTGTGTA 340 70
TFR2 exón 18 TFR2_14F AGCCCCCAACCCTGACCTGA TFR2_14R AGCCACCTCCCTGACCCTGA 400 66
parte 1
Capítulo
TFR2 exón 18 TFR2_15.1F CCAGTCAAGAGCTCCTCTGC TFR2_15.1 ATGAGGGTGAGGAAGAAGCA 465 62
parte 2
HFE2 exón 1 HFE2_1.1F GGATATCCAACTTGTCTGTCA HFE2_1R GAGAGACATCCAAGTAGGTG 470 62
15
HFE2 exón 2 HFE2_2F ATCTCCCCAAATTCCAGTCTG HFE2_2R ACATAGCAGCCTACCCTCTAG 360 64
HFE2 exón 3 HFE2_3F CCCTGATGAGATTTGGAAGAG HFE2_3R TGTGAAAGTGATGGTGGAAGC 550 62
Gen Amplifi Cebador F Cebador F secuencia 5'-3' Cebador R Cebador R secuencia 5’-3’ Tamaño Pro
cación de (pb) grama
SLC40A1 exón 7 SLC40A1 8F GGAATAATGGGAACTGTAGCT SLC40A1 8R TTTCGTAAGAGTGGATTTTGCT 475 58
parte 2
SLC40A1 exón 8 SLC40A1 9.1F TGTGATTTGAAATGTATGC- SLC40A1 9. IR ACACCCAGCCATTTATTGGA 466 58
parte 1 CTGTA
SLC40A1 exón 8 SLC40A1_11F TTAACTGTTGCTATCCTGTTAC- SLC40A1_1 IR AGTTAAGTGTTTTGTTTTTC- 535 58
parte 2 TAGA CACA
SLC40A1 exón 8 SLC40A1_12F TTTCTGCAAAACT- SLC40A1_12R TTCTACCTGAGTGTGTTAAAT- 560 58
parte 3 CACTCTTGTTC CAAGTG
SLC40A1 exón 8 SLC40A1_13F CCTTCAGCCTGGCAAGTTAC SLC40A1_13R GATGTTCTGTAA- 500 58
parte 4 CAAAAGCCTTG
15
Gen Amplifi Cebador F Cebador 1 secuencia 5'-3' Cebador R Cebador 2 secuencia 5'-3' Tamaño Pro
Gen Amplifi Cebador F Cebador 1 secuencia 5'-3' Cebador R Cebador 2 secuencia 5'-3' Tamaño Pro
cación de (pb) grama
CP exón 6 CP_6F TGCTATCTGTCTATTC- CP_6R TCTCAAGCTCAGACTCTTA- 452 64
CTTCAATTTC CATCAA
CP exón 7 CP_7F GCACTGGTCA- CP_7R TGTTTTATCTTCCACACGCCTA 369 64
GAATTTTTCTCTT
CP exón 8 CP_8F CAAGCTTTCCATTCACCACA CP_8R TCCGTAAACCAATTGGAGGT 471 64
CP exón 9 CP_9F TGCAATCACATCGGTCTGTTA CP_9R GGTGTGATAATTGTGGGCATT 541 64
CP exón 10 CP_10F TGTGGGCAGGAAGGTAGAGT CP_10R TTCACATTTTGTTTAGT- 495 64
TAAAAGCA
CP exón 11 CP_11F CACATAAAGCGTGGGCAAG CP_11R GGCCTAGACTTGCTCTTTCAA 494 64
CP exón 12 CP_12F GAGCAGAAGGTGTGGAAAGC CP_12R TCCTAG- 488 64
GAAGTGTTTTGTTGTTG
CP exón 13 CP_13F TCAGATGGCTGCACTCAGAT CP_13R CGGGACAATACATAGTTTCCAA 577 64
CP exón 14 CP_14F TGGTCTCCATTTTTATTTCCAG CP_14R TCTGATTCACGCTTGAGGATT 559 64
CP exón 15 CP_15F ATCAAGGCTGTGTGTGTGTG CP_15R CGTAGAATTGGACCACAGGAA 298 64
en he m atología
SLC11A2 exón 1A SLC11A2_1F AGCTGTGTTGCTTAGAG- SLC11A2_1R CTGGAGCAGGTTGGTTTT- 401 64
CACCC CATAC
SLC11A2 exón IB SLC11A2_2F CAATAGGGATGTGCGGCTG SLC11A2_2R TCCATCAGTCCTGGACTCTGG 322 64
SLC11A2 exón 2 SLC11A2_3F CAAACTGCTGGTTCT- SLC11A2_3R CATTTTCATTTACAGC- 304 64
GAACTTGTT CTAAGTCACC
Capítulo
SLC11A2 exón 3 SLC11A2_4F ATAAATTGAGCTAGAGT- SLC11A2_4R AACTTGAGCCATCCAGCA- 363 64
CAGGTTGGTCT GATC
SLC11A2 exón 4 SLC11A2_5F TGCTTCATATGTGATAA- SLC11A2_5R GCCCCTGAGGCTACTATCCAA 302 64
15
CAGACCAATT
Gen Amplifi Cebador F Cebador 1 secuencia 5'-3' Cebador R Cebador 2 secuencia 5'-3' Tamaño Pro
cación de (pb) grama
TMPRSS6 exón 10 10F TGTTGTTAGGGAGGTGGGTT- 10R GAGATTGGGGACTTGGGCTTC 287 64
CAC
TMPRSS6 exón 11 11F AGGGAGAAATCAGGGCAGAGG 11R CCTTGGTGGTTCCAGGGATG 356 64
TMPRSS6 exón 12 12F GCCACAAGGGTTTGCAGGAAT 12R GAGGCTGCATTGCTGGTCTGT 523 64
TMPRSS6 exón 13 13F GTGATTGGTAACGTGCAA- 13R TGAAGCATGTAGCAGGC- 285 64
TACAGC CTAGA
TMPRSS6 exón 14 14F CTCTTCTGGCTCCATCGTTCC 14R TGAGATTTCCCTCCAGCTTCC 295 64
TMPRSS6 exón 15 15F TCTCCCCCTCCATCATTCTCC 15R CCACCACCCTTCCCTCTATCTG 399 64
TMPRSS6 exón 16 16F ACCACCAGCTAGGCGACCTTC 16R GCCCAATTTGAATCCCAGCAC 571 64
TMPRSS6 exón 17 17F GTGGGCAGAGCAGGAGAGAAG 17R GATGTGAGCAAAGGGCCAGAC 337 64
TMPRSS6 exón 18 18F CCCAGTCAATTCCCAACAGTC 18R GAATACTTGTCCCCCTGCTTG 344 64
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428 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
TABLA 15-11. Condiciones de la PCR para secuenciación Sanger de los genes descritos
en las
*
- Elongación 72 °C 30 s
• 3 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 62 °C 30 s
- Elongació: 72 °C 30 s
• 30 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 60 °C 30 s
- Elongación 72 °C 30 s
Elongación final 72 °C 5 min
Primera desnaturalización: 94 °C 5 min
• 3 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 62 °C 30 s
- Elongación 72 °C 30 s
• 3 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 60 °C 30 s
- Elongación 72 °C 30 s
• 3 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 58 °C 30 s
- Elongación 72 °C 30 s
• 30 ciclos con el programa:
- Desnaturalización 94 °C 30 s
- Hibridación 56 °C 30 s
- Elongación 72 °C 30 s
Elongación final 72 °C 5 min
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 429
I TABLA 15-11. Condiciones de la PCR para secuenciación Sanger de los genes descritos j
en las tablas 15-9 y 15-10 (cont.)
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430 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
G-C
C
U
U
G-U
A-U
G-C
(+115'-G-CAG-3' (+77)
HUMANO
5'IRE
FTL
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 43 1
Atransferrinemia o hipotransferrinemia
La hipotransferrinemia o atransferrinemia es una enfermedad extremadamente rara,
caracterizada por una anemia microcítica severa desde el nacimiento y una sobrecarga
de hierro tisular (hígado, páncreas, corazón). Esta enfermedad presenta una heren
cia autosómica recesiva (OMIM 209300) y se debida a mutaciones en el gen de la TF, la
proteína plasmática que transporta el hierro a la médula ósea y a otros órganos. La falta
de TF provoca pues una deficiencia de hierro en las células eritroideas y una reducción
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432 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Aceruloplasminemia
La aceruloplasm inem ia es una enfermedad genética rara recesiva (OMIM 604290)
caracterizada por anemia moderada, sobrecarga de hierro y neurodegeneración pro
gresiva, causada por la ausencia de ceruloplasmina (CP), una enzima ferroxidasa que
contiene cobre y que cataliza la oxidación del hierro ferroso (Fe2+) a férrico (Fe3+) para
la incorporación de este últim o a la TF en el plasma. La ausencia de ceruloplasmina
causa depósitos de hierro en diversos órganos (hígado, páncreas, cerebro y retina). Estos
pacientes desarrollan diabetes mellitus, degeneración retinal, ataxia y demencia a edades
avanzadas. Un tratam iento agresivo con deferoxamina, un agente quelante de hierro,
puede detener la progresión de estas complicaciones. La aceruloplasminemia se ha des
crito principalmente en personas japonesas y en muy pocos casos de personas caucásicas.
El diagnóstico genético molecular de esta enfermedad se puede realizar mediante
secuenciación directa Sanger del gen de la ceruloplasmina. Véase el protocolo de se
cuenciación directa en el apartado «Método de Sanger»; la tabla 15-10, para la secuencia
de los cebadores y el tamaño de la amplificación, y la tabla 15-11, para las condiciones de
la PCR.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 433
LECTURAS RECOMENDADAS
Bonneau D, Winter-Fuseau I, Loiseau MN, Amati P, Berthier M, O riot D, et al. Bilateral cataract and
high serum ferritin: a new dom inant genetic disorder? J Med Genet 1995;32(10):778-9.
EASL Clinical Practice Guidelines. HFE hemochromatosis. J Hepatol; 2010.
Feder JN, Gnirke A, Thomas W, Tsuchihashi Z, Ruddy DA, Basava A, et al. A novel M HC class I-like
gene is m utated in patients with hereditary haemochromatosis. Nature G enet 1996;13:399-408.
International Committee for Standardization in Hematology. Revised recommendations for the
m easurement of serum iron in hum an blood. British Journal o f Haematology 1990;75:613-6.
International Committee for Standarization in Haematology. The m easurement o f total and
unsaturated iron-binding capacity in serum. British Journal o f Haematology 1978;38:281-6.
Luscieti S, Tolle G, Aranda J, Campos CB, Risse F, M oran E, et al. Novel m utations in the
ferritin-L iron-responsive element that only mildly impair IRP binding causes hereditary
hyperferritinaemia cataract syndrome. O rphanet J Rare Dis 2013;19(8):30.
Maxam AM, Gilbert W. A new m ethod for sequencing DNA. Proc Natl Acad Sci U S A 1977;
74(2):560-4.
Sanger F, Nicklen S, Coulson AR. DNA sequencing with chain-terminating inhibitors. Proc Natl Acad
Sci U S A 1977;74(12):5463-7.
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Capítulo 15 Métodos para el diagnóstico de la ferropenia y e l exceso de hierro 4 3 3 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál es el posible diagnóstico de una persona con ferritina sérica de 1.600 ng/ml y con varios
familiares que presentan valores de ferritina de >900 ng/ml?
(a) Hemocromatosis hereditaria.
(b) Estos valores están dentro de los rangos normales.
(c) Síndrome de hiperferritinemia y cataratas.
(d) Respuestas a o c.
(e) Respuestas a o c, o deficiencia de DM T1.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la H H y la HHCS se caracterizan por niveles altos de ferritina sérica. La
deficiencia de D M Tl presenta valores bajos o normales de ferritina sérica.
2. ¿Qué parámetros bioquímicos son necesarios para diagnosticar hemocromatosis hereditaria?
(a) Hierro y ferritina sérica solamente.
(b) Ferritina sérica y hemoglobina.
(c) Hierro, ferritina sérica y VCM.
(d) Hierro, ferritina sérica y hematocrito.
(e) Hierro, ferritina sérica y saturación de transferrina.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: para el diagnóstico de la H H es necesario saber los niveles de ferritina y
hierro sérico y, además, es m uy im portante la saturación de transferrina.
3. ¿Qué gen/es está/n implicado/s en la hemocromatosis hereditaria adulta?
(a) HFEyTF.
(b) HFE, TFR2 y SLC40A1.
(c) HFE2, TFR2 y SLC40A1.
(d) HFE2, TFR2ySLCllA2.
(e) HFEy TFR2.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: los genes causantes de H H son: en la forma adulta HFE, TFR2 y SLC40A1,
y en la forma juvenil HAMP y HFE2.
4. ¿Qué m utación es más frecuente en la hemocromatosis hereditaria clásica?
(a) C282Y en homocigosis.
(b) C282Y y D65Y en heterocigosis compuesta.
(c) C282Y en heterocigosis.
(d) C282Y y H63D en heterocigosis compuesta.
(e) Las respuestas a y b son correctas.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: más de un 80% de los pacientes con H H clásica (debida a m utaciones del
gen HFE) presentan la mutación C282Y en homocigosis.
5. ¿Qué tipo de herencia genética presenta la atransferrinemia?
(a) Autosómica dominante.
(b) Es una enfermedad rara y no se sabe qué herencia presenta.
(c) Autosómica recesiva.
(d) Ligada al cromosoma X.
(e) Defectos del ADN mitocondrial.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la atransferrinem ia es una enferm edad genética rara con una herencia
genética autosómica recesiva. El gen de la transferrina está en el crom osoma 3; por tanto, la
herencia no es ni ligada al X ni mitocondrial.
6. ¿Qué posible terapia existe para tratar la atransferrinemia?
(a) No existe tratam iento para la atransferrinemia.
(b) Transfusiones sanguíneas.
(c) Infusiones de plasma.
(d) Transferrina recombinante.
(e) Las respuestas c y d son correctas.
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4 3 3 .e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: los pacientes con atransferrinemia pueden ser tratados con infusiones de
plasma o con transferrina recombinante.
7. ¿Cuál es el posible diagnóstico de un niño con anemia microcítica e hipocróm ica severa,
sobrecarga de hierro hepática, saturación de transferrina y hierro sérico elevado?
(a) Deficiencia de DMT1 o atransferrinemia.
(b) Deficiencia de DMT1.
(c) Deficiencia de DMT1, aceruloplasminemia o atransferrinemia.
(d) IRIDA.
(e) Las respuestas c y d son correctas.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la deficiencia de DMT1 presenta niveles de hierro sérico elevados, mientras
que la atransferrinemia, la aceruloplasminemia y la IRIDA presentan niveles de hierro sérico
bajos.
8. ¿Qué gen está implicado en la IRIDA?
(a) DMT1.
(b) TF.
(c) CP.
(d) TMPRSS6.
(e) Ninguno de los anteriores.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la iron-refractory iron-deficiency anemia (IRIDA) se debe a m utaciones
en el gen TMPRSS6.
9. ¿Cuál/es es/son la/s principal/es característica/s bioquímica/s que presentan los pacientes
con IRIDA?
(a) Niveles anorm alm ente elevados de hepcidina para personas con anemia.
(b) Niveles anorm alm ente elevados de hierro sérico para personas con anemia.
(c) Niveles anormalmente elevados de saturación de transferrina para personas con anemia.
(d) Las respuestas a y c son correctas.
(e) Las respuestas a y b son correctas.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los pacientes con IRIDA presentan unos valores anorm alm ente elevados
(normales o altos) de hepcidina en condiciones de anemia. La hepcidina es un marcador diferen
cial de la anemia IRIDA respecto a otros tipos de anemias hereditarias (fi-talasemias, deficiencia
de DMT 1...) y anemias no hereditarias (enfermedad celíaca, deficiencia nutricional de hierro...).
10. La aceruloplasminemia es una enfermedad causada por la deficiencia de ceruloplasmina,
que es:
(a) Una proteína involucrada en el m etabolismo del manganeso.
(b) Una enzima ferroxidasa que contiene cobre y que cataliza la oxidación del hierro ferroso
(Fe+2) a férrico (Fe+3).
(c) Una enzima ferrorreductasa que contiene cobre y que cataliza la reducción de hierro
férrico (Fe++3) a ferroso (Fe+2).
(d) Una enzima ferroxidasa que contiene manganeso y que cataliza la oxidación del hierro
ferroso (Fe+2) a férrico (Fe+3).
(e) Una enzima ferrorreductasa que contiene m anganeso y que cataliza la reducción de
hierro férrico (Fe+3) a ferroso (Fe+2).
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la aceruloplasminemia es una enfermedad causada por la deficiencia de
ceruloplasmina, que es una enzima ferroxidasa que contiene cobre y que cataliza la oxidación
del hierro ferroso (Fe+2) a férrico (Fe+3).
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C A P Í T U L O 16
CONCEPTO
La anemia megaloblástica se debe a una falta de cobalamina (vitamina B12) o de folato.
Se denom ina megaloblástica porque se acom paña de unas alteraciones morfológicas
características de los eritroblastos, consistentes en gigantism o celular y asincronía
madurativa núcleo-citoplasma. La causa es un trastorno de la síntesis del ADN que
afecta no solo la serie hematopoyética, sino a todos los tejidos con intenso recambio
celular, como p or ejemplo el epitelio de la piel, la cavidad bucal y el intestino. Asimis
mo, en la m édula ósea pueden afectarse p or el mismo trastorno, además de la serie
eritropoyética, la granulopoyética (leucopenia) y la megacariocítica (plaquetopenia).
La megaloblastosis se acom paña de un acortamiento de la vida de los eritoblastos que
desaparecen en la propia médula antes de madurar a eritrocitos (eritropoyesis ineficaz).
Esta es la causa del escaso aum ento de los reticulocitos y del aum ento del volumen
corpuscular m edio (VCM) (macrocitosis), características de esta enfermedad. Las
causas de anemia megaloblástica se resum en en la cuadro 16-1. No hay que olvidar
que numerosas sustancias químicas, p o r mecanismo competitivo debido a analogía
estructural con la cobalamina o el folato, pueden ser tam bién causa de megaloblas
tosis (cuadro 16-2).
Fisiopatología de la m egaloblastosis
La megaloblastosis es un térm ino morfológico que se refiere a un aumento del tamaño
celular producido p or la perturbación de la síntesis del ADN, durante la fase S del
ciclo celular (fig. 16-1). En esta fase, la célula duplica su contenido norm al de ADN
(diploide-2N-tetraploide-4N), para lo cual requiere de las vitaminas que intervienen en
la síntesis de timina, base pirimidínica que forma parte del ADN (fig. 16-2). La trans
formación del desoxiuridilato (dUMP) en timidilato (dTTP), es una etapa fundamental
para la síntesis del ADN. En esta reacción, el 5,10-metilén-THF es oxidado a ácido
dihidrofólico o dihidrofolato (DHF), que para ser regenerado a ácido tetrahidrofólico
(THF, forma activa del ácido fólico) necesita la intervención de la enzima dihidrofolato-
reductasa. Vemos, pues, que la síntesis del ADN puede estar com prom etida por una
carencia de ácido fólico o p o r sustancias que im pidan su regeneración, gracias a la
enzima mencionada.
El papel de la vitam ina B12 tiene lugar en el aprovisionam iento celular en fola-
tos activos: N5-m etil-TH F, N 5,10-m etilén-TH F y THF, y en la reacción de tra n s
form ación del N 5-m etil-TH F en TH F p o r la cual la hom ocisteína se convierte en
metionina.
CUADRO 16-1. Causas más importantes de anemia megaloblástica por déficit de folatos
y/o vitamina B12
• Malnutrición
• Vitamina B12: vegetarianismo estricto y kwashiorkor. Es un mecanismo excepcional
de déficit de vitamina BJ2
• Ácido fólico: desnutrición acusada o ingesta de alimentos muy cocidos y alcoholismo
crónico acompañado de desnutrición. Es un mecanismo común en el déficit de folatos
• Malabsorción
• Anemia perniciosa o de Biermer: se trata de una malabsorción exclusiva de vitamina B12
debida a una falta de factor intrínseco gástrico de probable origen autoinmune.
Es relativamente frecuente en mujeres menopáusicas, en las que suele asociarse
a diabetes, vitÍligo y afecciones tiroideas (hipotiroidismo)
• Gastrectomía total
• Afecciones intestinales (grandes resecciones del intestino, infestación por el botriocéfalo,
esteatorrea idiopática)
• Hiperconsumo
• Mecanismo prácticamente exclusivo del déficit de folatos. Las causas que pueden
aumentar el consumo son: embarazo, anemias hemolíticas y neoplasias o hemopatías
malignas.
• Todas estas situaciones conducen a una disminución e incluso a un agotamiento
de las reservas de factores madurativos, debido al aumento del recambio celular
en la médula ósea
• Trastornos de la utilización. Las causas más frecuentes en el adulto de déficit de ácido
fólico por trastorno de la utilización (exceptuando el consumo de medicamentos)
son el alcoholismo crónico y la cirrosis hepática, que en muchos casos se dan
simultáneamente.
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436 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Las formas activas de este ácido son los derivados reducidos: DHF y THF. Los folatos
se encuentran en gran núm ero de alimentos, especialmente en los vegetales (verduras).
Las necesidades diarias de folato son unos 100 (xg, y están cubiertas por una dieta
equilibrada. El lugar de absorción del folato es el yeyuno proximal, donde las células epi
teliales hidrolizan los poliglutamatos (forma del ácido fólico en los alimentos) mediante
la enzima pteroilpoliglutamato-hidrolasa. El hígado es el órgano de reserva fundamental
del ácido fólico y contiene alrededor de 10 mg de folato que constituyen las reservas
globales del organismo.
ADN-polimerasa ^ | a q n
t ___ I
Homocisteína
FIGURA 16-2. Nivel bioquímico en el que se bloquea la síntesis de ADN por efecto del déficit
de vitamina B12o de ácido fólico.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 437
Folato
__ I__
N N
COOH
I
NH— C H — CH2— CH2— COO-
Ácido
paraam inobenzoico
(PABA) Ácido-L glutámico
Ácido pteroico
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438 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
e inyectarle, por vía intramuscular, una dosis de la misma vitamina no marcada con el fin
de saturar el transportador (transcobalamina II). En situación normal, la dosis ingerida
es absorbida y eliminada por la orina, donde se detecta mediante un contador de cente
lleo líquido. En caso de no detectarse radiactividad en la orina, significa que no ha sido
absorbida y que se ha eliminado directamente por las heces (prueba de Schilling positiva).
Si existe anemia perniciosa (déficit de Fl), la prueba de Schilling es positiva y se corrige
con la administración de Fl, siempre que no exista un trastorno de la propia mucosa intes
tinal secundario al déficit vitamínico. La prueba de Schilling tiene la ventaja de que puede
realizarse aun después de haber iniciado el tratamiento del enfermo con vitamina B12.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 439
Signos clínicos
• Signos generales de anemia (palidez, astenia, disnea de esfuerzo, palpitaciones)
• Glositis atrófica
• Trastornos digestivos diversos
• Síndrome neuroanémico (propio de la anemia perniciosa): parestesias, dolores, trastornos
de la marcha, hiperreflexia tendinosa, trastornos psíquicos. No se da en el déficit de folatos
Signos biológicos
• Sangre periférica:
• Macrocitosis (VCM > 120 fl) con eventuales inclusiones (cuerpos de Howell-Jolly y/o
anillos de Cabot)
• Cifra normal de reticulocitos
• Eventualmente leucopenia y/o plaquetopenia
• Presencia de pleocariocitos o neutrófilos hipersegmentados gigantes
• Médula ósea:
• Megaloblastos (asincronía madurativa núcleo-citoplasma de los eritroblastos: núcleos
inmaduros y citoplasma con abundante hemoglobina)
• Mielocitos y/o metamielocitos gigantes
• Megacariocitos hipersegmentados
Anemia
perniciosa
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440 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodos m icrobiológicos
Consisten en estudiar el crecimiento de un microorganismo, dependiendo del factor
cuya concentración hay que medir. El crecimiento es apreciado por la m edida de la
opacificación del medio o de la disminución del pH, debido a la producción de ácido
láctico. El resultado obtenido con una muestra de suero control o del paciente se compara
con un patrón obtenido a partir de diluciones conocidas de cobalamina sérica o de ácido
fólico. Los gérmenes más utilizados son: a) para la determinación de cobalamina sérica
la Euglena gracilis, el Lactobacillus leichmannii o la Escherichia coli, y b) para la del ácido
fólico, el Lactobacillus casei.
M étodos isotópicos
Están basados en el principio de unión competitiva p or los lugares de fijación de una
sustancia aceptora o ligante (generalmente una proteína) específica de la sustancia que
se desea medir. Para la determinación de cobalamina se utiliza como ligante Fl porcino
purificado, que elimina las posibles interferencias de las proteínas R, y se puede calificar
de específico para la cobalam ina biológicam ente activa. Para el folato se utiliza la
(3-lactoglobulina como proteína de unión. La competición por un número limitado de
lugares de fijación del ligante se establece entre el folato o cobalamina presentes en el
espécimen a analizar (analito), y una cantidad fija de folato o cobalamina (o análogos
de los mismos), marcados con un isótopo radiactivo. Los isótopos más utilizados para
la determinación de cobalamina han sido el 57Co y 58Co y para el folato el 3H y 125I. La
utilización conjunta de ácido fólico-125I y cobalamina-57Co permite la determinación
simultánea de ambas sustancias en la misma muestra, debido a las diferentes energías
de radiación, perfectamente separables y sin interferencias.
C uando en la m uestra problem a existe una pequeña concentración de analito, el
ligante fijará mayor concentración de sustancia radiomarcada que cuando el analito
se encuentre en elevada concentración. Existirá, por lo tanto, mayor radiactividad en
el complejo analito ligante para bajas concentraciones de analito y m enor para altas
concentraciones del mismo, una vez separado de la fracción unida a la fracción libre.
Sim ultáneamente a los especímenes de suero problem a se procesan una serie de
muestras control (patrones) con concentración conocida de cobalamina y de folato que
permitirán obtener las concentraciones de ambas sustancias en el espécimen problema,
al poder construir las curvas de radiactividad/concentración.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 44 1
M É TO DO S M IC R O B IO L Ó G IC O S
Espécimen de sangre
Se extraen 10 mi de sangre en un tubo sin anticoagulante y se separa el suero al cabo
de unas 2 h (el suero puede conservarse a —20 °C si no va a efectuarse la dosificación
el mismo día). La presencia de hemólisis tiene poca importancia, ya que el contenido
eritrocitario en cobalamina es muy pequeño.
Medios de cultivo
Pueden emplearse indistintamente medios de cultivo comerciales: BBL o DIFCO.
La preparación y el modo de empleo de ambos están indicados en los frascos corres
pondientes. Además se precisa:
• B12Culture Agar (para el mantenimiento de la cepa).
• B12Inoculum Broth (para la preparación del inóculo).
• B12Assay Medium (para la dosificación propiamente dicha).
Microorganismo
El microorganismo utilizado es el Lactobacillus leichmannii ATCC 7830, que se mantiene
por reincubación cada 10-15 días en agar-agar (incubación durante 24 h a 37 °C) y se
conserva a 4 °C.
El día anterior a la dosificación, el germen se transfiere a un caldo de cultivo (Inocu
lum Broth) y se incuba 24 h a 37 °C. Este cultivo de 24 h será centrifugado en condiciones
estériles en tubos de tapón de rosca, lavado cuatro veces en solución salina fisiológica es
téril y resuspendido en 10 mi de suero fisiológico. El inóculo estará constituido por una
dilución al 1/100 en suero fisiológico de esta última suspensión.
Reactivos
• Tampón acetoacético, 0,4 mol/1, pH = 4,6:54,4 g de acetato sódico-trihidrato en
900 mi de agua destilada. Se ajusta el pH a 4,6 con ácido acético glacial y se completa
el volumen hasta 11 con agua destilada.
• Solución de cianuro potásico (KCN), 400 mg/1.
• Monodihidrogenofosfato de potasio 0,2 mol/1 (34,84 g/1 de K2H P 0 4).
Método
Paso 1. Se extrae la vitamina B12de las proteínas séricas. Para ello, se prepara en primer
lugar la siguiente mezcla:
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442 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Suero, 1 mi.
• Tampón acetoacético, 1 mi.
• Solución de KCN, 0,25 mi.
• Agua destilada, 6,45 mi.
Paso 2. Se introduce la mezcla en un autoclave durante 10 m in (120 °C) y se deja
enfriar a 0 °C. Se añaden 1,5 mi de KH 2P 0 4 y se centrifuga a 5.000 r.p.m. A partir del so
brenadante se practican cuatro diluciones, a una de las cuales se añade el medio de cultivo.
1 2 3 4
Sobrenadante (mi) 0,2 0,5 1 2
Agua destilada (mi) 4,8 4,5 4 3
M edio de cultivo (mi) 5
1 2 3 4 5 6 7 8
Concentración (pg/ml) 5 10 20 30 40 60 80 100
Solución de 20 pg/m l (mi) 0,25 0,5 1 1,25 2 3 4 5
Agua destilada (mi) 4,75 4,5 4 3,5 3 2 1 —
M edio de cultivo (mi) 5
1. Todas las soluciones que hay que estudiar deben ser esterilizadas durante 10 min
a 120 °C y, después de un enfriamiento inmediato, se siembran mediante una gota
de inóculo. Finalmente, se colocan en la estufa a 37 °C. Hay que preparar también
dos tubos testigo (5 mi de agua ± 5 mi de medio) para el control de esterilidad
y dos tubos testigo (5 mi de agua destilada ± 5 mi de Assay m edium-inóculo)
para el control de la dependencia del germen frente a la vitamina B12. Los tubos
testigo deben ser esterilizados e incubados a 37 °C en idénticas condiciones que
el patrón y las soluciones problema.
2. La lectura del resultado se efectúa valorando fotom étricam ente a 550 nm la
turbidez originada por el crecimiento del germen después de 2 0 h de incuba
ción.
Las dosificaciones serán calculadas a partir de la curva del patrón, procurando que
las tomas sean variadas y teniendo en cuenta la dilución a 1 / 1 0 del suero.
Otro método de apreciación del crecimiento del germen consiste en dosificar el ácido
láctico liberado p o r el Lactobacillus, mediante titulación con NaOH 0,1N. El patrón
se establece sobre papel semilogarítmico, indicando en abscisas la concentración y en
ordenadas los volúmenes de NaOH consumidos.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 443
Espécimen de sangre
Para la m edida de la concentración de folato en suero, la extracción de sangre debe
efectuarse en un tubo sin anticoagulante. El suero se obtiene por centrifugación trans
curridas 2-3 h de la extracción, y se puede guardar congelado ( —20 °C), si la determina
ción no puede realizarse el mismo día, ya que los folatos reducidos son lábiles. Una vez
preparado el suero, se le añaden 5 mg/ml de ácido ascórbico al objeto de proteger el es
tado reducido de los folatos y evitar la pérdida de su actividad. La adición de un producto
reductor es imprescindible si el suero no va a ser conservado a —20 °C. Además, es muy
im portante evitar en lo posible el más m ínimo grado de hemólisis, ya que el contenido
de folatos eritrocitarios es entre 50 y 100 veces superior al del suero.
Los folatos eritrocitarios se determinan mediante una extracción sanguínea realizada
con anticoagulante seco (heparina o EDTA). Se determ ina el valor hem atocrito y se
provoca la hemólisis eritrocitaria (0,5 mi de sangre total + 4,5 mi de agua destilada
enriquecida con ácido ascórbico a la concentración de 1 g/dl). Este hemolizado puede
conservarse a —20 °C hasta el momento de la dosificación.
Microorganismos
El microorganismo utilizado es el Lactobacillus casei ATCC 7469, el cual se mantiene por
reinoculación en agar 10 días (incubación durante 24 h a 37 °C) y se conserva a 4 °C. El
día anterior a la dosificación, el germen es transferido a un caldo (Inoculum Broth) y se
incuba 24 h a 37 °C. Este último cultivo sirve para preparar el inóculo, de acuerdo con
la sistemática siguiente: se centrifuga en condiciones de esterilidad en tubos de tapón
de rosca, se lava cuatro veces con 1 0 mi de suero fisiológico, y la dilución al 1 / 1 . 0 0 0 de
esta última suspensión constituye el inóculo.
Medios
Los medios pueden ser BBL, Difeo o Daño. Además, se precisa:
• Lactobacillus culture agar (mantenimiento de la cepa).
• Folic acid assay medium (dosificación propiamente dicha).
Las indicaciones para la preparación y utilización de cada uno de estos medios son
proporcionadas por los proveedores.
Reactivos
• Tampón fosfato (KH 2P 0 4-NaH 2P 0 4), 0,06 mol/1 (pH = 6,2).
• Tampón fosfato + ácido ascórbico (100 mg/dl).
Método
Paso 1. Se extraen los folatos de las proteínas preparando la mezcla siguiente:
• 1 mi de suero (para folatos séricos) o 1 mi de hemolizado (para folatos eritrocitarios).
• 9 m i de tam pón fosfato-ácido ascórbico.
Se esteriliza la mezcla en autoclave durante 10 m in a 120 °C y se deja enfriar a 0 °C.
A continuación, se centrifuga a 5.000 r.p.m. y se separa el sobrenadante.
Paso 2. Se preparan las soluciones siguientes:
• Determinación de folatos séricos:
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444 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Paso 3. Se prepara un patrón a partir de una solución madre de ácido fólico (ácido
pteroilmonoglutámico) de 2 0 mg/dl de la mezcla agua/alcohol absoluto (80 volúmenes
por 20 volúmenes). La disolución del ácido fólico puede facilitarse añadiendo NaOH y el
pH se ajusta finalmente a 7 mediante HC11N. A partir de la solución puede prepararse
una solución estándar de 1 ng/ml en agua bidestilada.
Solución patrón o estándar (mi) 0,1 0,3 0,5 0,75 1 1,25 1,5 1,75 2
Agua destilada (mi) 2,4 2,2 2 1,75 1,5 1,25 1 0,75 0,5
M edio (mi) 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 2,5
Tanto las soluciones como los patrones deben esterilizarse durante 10 m in a 120 °C,
enfriándose inmediatamente y efectuando la siembra con una gota de inóculo. A conti
nuación, se colocan en una estufa a 37 °C.
Paso 4. Se preparan dos tubos testigo, uno con 2,5 mi de agua destilada y 2,5 mi de
medio para el control de esterilización, y otro con 2,5 mi de medio más una gota de inó
culo para el control de la dependencia del germen frente a los folatos.
Los testigos de esterilización se incubarán a 37 °C en las mismas condiciones que los
patrones y que las soluciones problema.
Paso 5. La lectura se efectúa valorando la turbidez originada por el crecimiento del
germen, y se puede apreciar transcurridas las 24 h de incubación, midiendo la densidad
óptica en un colorímetro a 550 nm.
De manera similar que para la vitamina B12, otro método de apreciación del creci
miento bacteriano consiste en titular m ediante N aOH 0,1N el ácido láctico liberado
por el germen.
Los niveles de folato sérico se calculan a partir de la curva del patrón, procurando que
las tomas sean variadas y teniendo en cuenta la dilución al 1 / 2 0 del suero.
Los folatos eritrocitarios se calculan a partir de la tasa de folatos totales, de los folatos
séricos y del hematocrito (Hto), según la fórmula:
„ . . . . Folatos totales-Folatos séricos (1-100) Hto
Folatos entrocitanos = ------------------------- ==----------------------------
Hto
100
MÉTODO ISOTÓPICO
Principio
El método isotópico permite la medida simultánea de la concentración de cobalamina
y folato (sérico y eritrocitario). El proceso consiste en tres secuencias:
1. Desnaturalización alcalina de las proteínas endógenas a p H = 12-13, en presencia
de ditiotreitol y cianuro potásico. De esta forma se inactivan los anticuerpos anti-
FI (presentes en más de la mitad de las anemias perniciosas) y los niveles elevados
de proteínas transportadoras de vitamina B12.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 445
M aterial
• Contador de centelleo para emisores de radiación 7 .
• Centrífuga capaz de alcanzar los 2.000 g.
• Baño maría a 37 °C.
• Vórtex.
• Agitador magnético.
• Tubos de plástico de 12 X 75 mm.
Especímenes de sangre
La dosificación de folatos y vitamina B 12 se realiza en suero. La recogida y el almacena
miento de muestras sanguíneas se efectúan de igual forma a la descrita para la determina
ción por el método microbiológico. Para la dosificación de folatos eritrocitarios se utiliza
sangre recogida en EDTA, diluyéndola en ácido ascórbico al 1%, en proporción 1:21.
M étodo
1. Se marca el suficiente número de tubos, por duplicado, para identificar la actividad
total (AT), enlace no específico (ENE), máximo enlace (ME), calibradores, pro
blemas y controles.
2. Se dispensan 200 |xl del calibrador 0 en los tubos de ENE y ME, y 200 |xl de los res
tantes calibradores, muestras problema y controles en los tubos correspondientes.
3. Se prepara la solución de trabajo, añadiendo a cada mililitro de solución trazadora
50 |xl de ditiotreitol. Esta solución se prepara inmediatamente antes del uso.
4. Se añade 1 mi de solución de trabajo a todos los tubos y se agita al vórtex.
5. Se incuba 30 m in a temperatura ambiente.
6 . Se añaden 50 |xl de NaOH/KCN a todos los tubos y se agita al vórtex.
7. Se incuba 30 m in a 37 °C.
8 . Se añade 1 mi de solución ligante a todos los tubos, excepto a los identificados
como ENE, y se agita vigorosamente al vórtex. A los tubos ENE se adiciona 1 mi
de agua bidestilada.
9. Se incuba durante 60 min a temperatura ambiente.
10. Se centrifuga durante 15 min a 2.000 g.
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446 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 447
obstante, debe recordarse que esta determinación no tiene valor si el enfermo ha tomado
recientemente medicamentos con vitamina B12.
Los valores de referencia de cobalamina sérica varían entre 200 y 1.000 pm ol/m l.
En caso de déficit se puede llegar a valores inferiores a 100 pmol/1 (anemia perniciosa
y otras carencias de vitamina B 12 no tratadas). Por el contrario, se pueden alcanzar va
lores que sobrepasan incluso los 1.500 pmol/1 en ciertos síndromes mieloproliferativos
(especialmente leucemia mieloide crónica) o en las hepatopatías crónicas evolutivas.
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448 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Contador de centelleo para muestras emisoras de radiación.
• Centrífuga capaz de alcanzar los 2.000 g.
• Vórtex.
• Tubos de cristal de 10 mi.
• Sangre. La dosificación se efectúa en suero obtenido del paciente en ayunas. Puede
conservarse a 2-8 °C durante 48 h o a -2 0 °C para almacenamientos prolongados.
Reactivos
• Charcoal recubierto de albúmina: en un vaso de precipitado de 250 mi se pesan 2,6 g
de Charcoal (Norit A, grado farmacéutico) y 0,5 g de albúmina (BSA, fracción V). Se
añaden 100 mi de H20 bidestilada y se mantiene en agitación durante 1 h antes de
su utilización. Puede usarse durante 1 mes conservado a 4 °C.
• Solución trazadora: se toma una cantidad determinada de solución madre de ciano-
cobalamina 57Co de actividad específica, 555 kBq/|xg, y se diluye con suero fisiológico
salino para obtener una solución de concentración conocida (p. ej., 4.000 pg/ml).
Puede utilizarse durante 1 mes a 4 °C.
M étodo
1. Se llevan todos los reactivos y los sueros de los pacientes a temperatura ambiente.
2. Se numera una serie de tubos y se identifica (por duplicado) la AT, el trazador no
arrastrado (NA) y los sueros de los pacientes.
3. Siguiendo el mismo esquema que en la determinación de la vitamina B12, se dis
pensan en cada tubo las cantidades expresadas de solución salina, sueros problemas
y solución trazadora.
4. Se mezcla con vórtex durante unos segundos, se añade el Charcoal y se centrifuga
a 2 . 0 0 0 g durante 1 0 min.
5. Se cuenta el sobrenadante durante 1 min en el contador de centelleo en las con
diciones del 57Co.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 449
sintetizada por los granulocitos neutrófilos y sus precursores de la médula ósea. Por ello la
CC de vitamina B12 por el plasma aumenta en los síndromes mieloproliferativos crónicos
(SMPC), especialmente cuando el recambio celular es m uy elevado como sucede, por
ejemplo, en la leucemia mieloide crónica (LMC) y la policitemia vera (PV) donde cons
tituye, además, un criterio diagnóstico de la enfermedad. En ambos casos, el trastorno
obedece a la liberación de TC I a p artir de los leucocitos en exceso. La captación de
vitamina B 12 libre por el plasma puede hallarse también aumentada en otras situaciones
como, por ejemplo, en la anemia megaloblástica y especialmente en la congénita (déficit
congénito de TC II), donde existe un aumento compensador de TC I y TC III.
M aterial
• Una cápsula de cianocobalamina-57Co (E; 122 keV; T 1/2: 270 días): 0,25 g, 18,5 Hbq
unida a jugo gástrico hum ano (Fl).
• Una cápsula de cianocobalamina-58Co (E: 475 keV; T 1/2: 71 días): 0,25 g, 29,6 Hbq.
• Una ampolla de cianocobalamina fría: 1 mg, 1 mi.
• Dos soluciones estándar de 57Co y 58Co: 1 m í de cada una de estas soluciones contiene
el 2 % de la radiactividad contenida en cada una de las cápsulas.
• Contador de centelleo para emisores de radiación -y.
M étodo
1. Se administran las dos cápsulas de cianocobalamina-57Co (Fl) y 58Co.
2. Se inyecta por vía intramuscular 1 mg de cianocobalamina fría, 1,5-2 h después
de la ingestión de las cápsulas.
3. Se inicia la recogida de orina total durante las 24 h siguientes a la administración
de las cápsulas.
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450 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Eliminación de
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 45 1
TABLA 16-1. Prueba de Schilling: eliminación urinaria porcentual (%) de vitamina B12
en 57Co y en 58Co
LECTURAS RECOMENDADAS
Jim énez V. Técnicas d e la b o ra to rio en hem atología. M adrid: M arb an ; 1980. p. 3 7 ^ .,
M eyhell M Q , C ooke W T, C ox FG, G addie R. S eru m cyano-cobalam ins level in ch ro n ic intestinal
disorders. L ancet 1957; 1:1901.
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Capítulo 16 Métodos para el diagnóstico de la anem ia m egaloblástica 4 5 1 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál d e las siguientes es la causa m ás prevalente de déficit de vitam in a B]2?
(a) V egetarianism o.
(b) G astrectom ía.
(c) A nem ia perniciosa.
(d) A lcoholism o crónico.
(e) D esnutrición.
R espuesta correcta: c.
R espuesta razonada: la an e m ia perniciosa es la m ás frecuente. T iene u n origen au to in m u n e y se
o bserva m ás en m ujeres. Se debe a u n a atrofia gástrica y, adem ás del déficit de p ro d u c ció n de
fa cto r intrínseco, se ac o m p añ a d e u n a aquilia resistente a pentagastrina.
2. ¿C uál d e las siguientes es la causa m ás frecuente de déficit de folato?
(a) V egetarianism o.
(b) M alabsorción.
(c) H em ólisis crónica.
(d) A lcoholism o.
(e) C eliaquía.
R espuesta correcta: d.
R espuesta razonada: la causa m ás frecuente es el alcoholism o crónico. G eneralm ente, se ac o m
p a ñ a de tra s to rn o s dietéticos y d e u n a interferencia del alcohol co n el m etabolism o fólico.
3. ¿Q u é fá rm a c o s p u e d e n p ro v o c a r u n a a n e m ia m eg a lo b lá stic a p o r d éfic it d e fa cto re s d e
m ad uración?
(a) Insulina.
(b) M etotrexato.
(c) D ifenilhidantoína.
(d) Todos.
(e) Los dos últim os.
R espuesta correcta: e.
R espuesta razo n ad a: ta n to el m eto trex a to c o m o la d ifen ilh id an to ín a p u e d e n pro v o c ar déficit
d e folato. Los an tid iab ético s orales (m etfo rm in a ) p u e d e n pro v o c ar déficit d e vitam in a B ]2, n o
la insulina.
4. ¿Cuál d e las m anifestaciones clínicas siguientes n o es típica d e la an e m ia m egaloblástica?
(a) A nem ia.
(b) L eucopenia.
(c) A nem ia m icrocítica.
(d) N europatía.
(e) M etam ielocitos gigantes.
R espuesta correcta: c.
R espuesta ra zonada: la a n e m ia m ac ro cítica, c o n VC M elevado, es la típ ic a d e los fa cto re s de
m ad u ra ció n . La anem ia m icrocítica, au n q u e n o excluye la presencia d e su déficit, es m ás rara.
5. ¿Q ué alim entos so n m ás ricos en ácido fólico?
(a) Las carnes rojas.
(b) Los vegetales verdes.
(c) Los lácteos.
(d) Los huevos.
(e) Los azúcares sintéticos.
R espuesta correcta: b.
R espuesta razonada: el ácido fólico es m u y a b u n d a n te en los vegetales verdes y crudos. La cocción
pro lo n g ad a hace q u e se d escom ponga el ácido fólico.
6. La m olécula d e vitam ina B ]2 es com pleja y se asem eja a la de:
(a) H em oglobina.
(b) V itam in a C.
(c) Á cido fólico.
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45 1.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
(d) M etionina.
(e) N inguna.
R espuesta correcta: a.
R espuesta razonada: al igual q u e en la h em o g lo b in a, p osee cu a tro anillos p irró lico s d e fo rm a
s im ilar a la p ro to p o rfirin a IX del g ru p o hem o. El h ierro en la v itam in a B ]2 es su stitu id o p o r el
cobalto.
7. En el caso d e u n a resección ileal, el estu d io del te s t de Schilling dem ostrará:
(a) U n a m alabsorción d e vitam in a B]2 q u e se corrige al a ñ a d ir factor intrínseco gástrico.
(b) U n a m alabsorción de v itam in a B]2 q u e n o se corrige al a ñ a d ir factor intrínseco gástrico.
(c) U n a m alabsorción d e vitam ina B]2 q u e se corrige al a ñ a d ir cobalofilinas.
(d) U n a m alabsorción de ácido fólico q u e se corrige al a ñ a d ir fa cto r intrínseco gástrico.
(e) U n a m alab so rció n de ácido fólico que n o se corrige al añ a d ir fa cto r intrínseco gástrico.
R espuesta correcta: b.
R espuesta razonada: en la patología ileal n o hay o n o fu n c io n a co rrec tam en te el re cep to r ileal
del fa cto r intrínseco gástrico, con lo q u e n o se absorbe vitam ina B ]2; adem ás, n o se corregirá al
a ñ a d ir este factor.
8. ¿Cuál es la m eto d o lo g ía m ás u sada p a ra valorar los factores d e m aduración?
(a) La hom ocisteína.
(b) Los m éto d o s m icrobiológicos.
(c) Los m éto d o s au to m atiza d o s inm unológicos.
(d) Los m éto d o s isotópicos.
(e) N in g u n o d e los anteriores.
R espuesta correcta: c.
R esp u esta ra z o n a d a : a u n q u e n o e s tá n e x e n to s d e p ro b le m a s , los m é to d o s in m u n o ló g ic o s
au to m atiza d o s son los usados con m ás frecuencia en la ru tin a analítica.
9. En el estu d io del déficit de folato:
(a) El folato eritrocitario suele estar dism inuido.
(b) La vitam in a B ]2 sérica p u e d e estar dism inuida.
(c) El folato sérico p u ed e estar dism inuido.
(d) La h om ocisteína está elevada.
(e) Todas son correctas.
R espuesta correcta: e.
R espuesta razonada: en el déficit de folato están d ism in u id o s ta n to el folato sérico com o el eri
trocitario. La h o m o cisteín a se eleva y p u ed e estar dism in u id a la vitam in a B]2.
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C A P Í T U L O 17
H em oglobinopatías estructurales
Son el resultado de mutaciones genéticas puntuales que afectan a la estructura (sus
titución de un aminoácido por otro) de alguna de las cadenas de globina (a , 3 , 8 y 7 ),
mayoritariamente a y (3. En un elevado número de casos, la sustitución de un aminoácido
por otro diferente com porta un cambio en la carga en la superficie de la molécula, lo
que permite diferenciar esta hemoglobina m utada de la norm al (HbA) mediante una
simple electroforesis. Si la mutación ha tenido lugar en una zona de la molécula alejada
de su superficie, posiblemente no podrá ser identificada mediante electroforesis, pero
es muy probable que se produzcan alteraciones de otras propiedades moleculares que
también permiten su identificación (inestabilidad molecular, polimerización en medios
hipoxémicos, alteración de la afinidad por el oxígeno, etc.). O tras veces, la mutación
no produce ningún cambio de las propiedades moleculares de la Hb y, por tanto, no se
acompañará de sintomatología clínica (mutaciones silentes).
Las hemoglobinopatías estructurales se transm iten hereditariamente con carácter
autosóm ico codominante. El estado homocigoto se caracteriza p o r la presencia ex
clusiva de la hemoglobina m utada (ausencia de HbA). En el estado heterocigoto, si
la mutación afecta a la cadena 0, se observa un 50% de Hb norm al y un 50% de Hb
patológica, m ientras que si la m utación afecta a la cadena a se observa un 75% de
Hb normal y un 25% de Hb patológica. Esto es debido a que la cadena a , a diferencia de la
P, está codificada por dos genes a. En caso de mutación con repercusión funcional, tanto
las manifestaciones clínicas como la expresividad biológica de la hemoglobinopatía de
penderán del tipo de m utación. Así, la expresividad clínica de una hemoglobinopatía
estructural está íntim am ente relacionada con el tipo y lugar de la m utación. En este
sentido, las m utaciones pueden clasificarse en los tipos que vienen esquematizados
en la tabla 17-1.
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454 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
adem ás de la anem ia, pueden presentar graves crisis vasooclusivas con intensos
dolores óseos de carácter general. En las formas de presentación compuestas dobles
heterocigotas la in ten sid ad del síndrom e es variable depen d ien d o del genotipo
asociado (tabla 17-2). La interacción entre las form as dobles com puestas de las
alteraciones más frecuentes que afectan al gen de la 0 -globina, clasificadas según el
riesgo de la descendencia de padecer una hem oglobinopatía grave, se representan
en la figura 17-2.
Debido al efecto protector de la H b fetal durante el período neonatal, el inicio de
la enfermedad de células falciformes es siempre después de los prim eros 4-6 meses
M ADRE
Portador/a HbS (J-Tal Sp-Tal Hb Lep HbE HbO HbC HbD HPPF NP
PADRE HbS
0-Tal
8p-Tal
Hb Lepore
HbE
H b O *30
HbC
HbD
HPPF
NP
FIGU RA 17-2. Interacción de diferentes mutaciones de los genes de globina cuando coexisten en un
mismo individuo y que condicionan la gravedad del cuadro clínico.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 455
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456 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
oxígeno, alterando, con ello, el grado de liberación del oxígeno a los tejidos (oxigenación).
El defecto más frecuente es un aum ento de afinidad que disminuye la liberación de
oxígeno a los tejidos dando lugar a hipoxia y aumento de la síntesis de Epo, con aparición
de eritrocitosis secundaria que se debe tener en cuenta en el diagnóstico diferencial de
la poliglobulia.
Finalmente, la metahemoglobinemia hereditaria obedece a mutaciones que alteran
el estado del hierro hemínico favoreciendo su estado oxidado, es decir, incapaz de trans
portar oxígeno. Normalmente, el hierro de la molécula de hemoglobina se encuentra en
estado ferroso (Fe2+) y, en condiciones normales, menos del 1% está oxidado (Fe3+)
gracias a la existencia de un sistema metabólico específico (sistema diaforasa-citocromo
b5) que mantiene permanentemente reducido el Fe3+.
Talasemias
Son disminuciones hereditarias de la síntesis de alguna de las cadenas de globina y,
según la naturaleza de esta, se clasifican en: a-talasem ia (disminución de cadenas a ),
0 -talasemia (disminución de cadenas 0 ) o 80-talasemia (disminución simultánea de
cadenas 8 y 0). Existen talasemias en las que coexiste la disminución de síntesis con
una alteración estructural (hemoglobinopatías talasémicas). Un ejemplo de ello son
las hemoglobinopatías producidas por un intercambio anómalo de material genético
durante la meiosis. En este caso se producen cadenas de globina híbridas, constituidas
por residuos aminoacídicos normales de dos cadenas diferentes de globina como, por
ejemplo, en el caso de la Hb Lepore, formada por residuos aminoacídicos de las cadenas
8 y 0 , y que constituye una forma de talasemia porque cursa clínicamente con seudopoli-
globulia microcítica.
El mecanism o m olecular de las talasemias es m uy variable, aunque destacan la
mutación delecional en las a talasemias y las mutaciones puntuales en las 0 talasemias.
La deleción de 3,7 kb del gen a-globina (del a -3,7) constituye la forma molecular de
rasgo talasémico más frecuente en nuestro medio, seguida de las mutaciones del gen /3
( 0 -talasemia heterocigota). En ambos casos existe un exceso de síntesis de las res
tantes cadenas de globina, de form a que en el caso de la 0 -talasem ia se observan
precipitados intraeritroblásticos de cadenas a , y en el caso de a-talasemia, precipitados
de cadenas 0. Estos precipitados de exceso de cadenas dificultan la m aduración norm al
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 457
jS-talasem ia
En nuestro medio, la (3-talasemia m enor o rasgo talasémico es la forma más conocida, ya
que su detección, especialmente de formas asintomáticas, viene facilitada por el empleo
de analizadores automatizados que suministran sistemáticamente el VCM. El diagnóstico
definitivo de 0 -talasemia requiere la separación y cuantificación de las fracciones de la
Hb, en los que debe existir un aumento de la fracción HbA 2 (>3,5% ), y ocasionalmente
también de HbF (>1,5% ).
La expresividad clínica de la 0 -talasemia depende de la intensidad del déficit de
síntesis de cadena 0 , que varía según la naturaleza de la mutación y su presencia en estado
homocigoto o heterocigoto (tabla 17-4). Dentro de los síndromes 0-talasémicos también
podem os encontrar asociaciones entre genes 0 -talasémicos y genes 8(3-talasémicos,
como la Hb Lepore.
La forma más grave de 0 -talasemia se produce cuando la síntesis de cadenas 0 es
mínim a o inexistente. Esta forma de talasemia se conoce con el nom bre de talasemia
mayor y cursa con una anem ia hem olítica crónica grave con requerim iento trans-
fusional de por vida. La forma más leve de 0 -talasemia es el estado heterocigoto, en el
que la anemia es de poca intensidad o prácticamente ausente. Esta forma de talasemia
se conoce como 0 -talasemia m enor o rasgo talasémico, y su expresividad hematológica
más característica es la seudopoliglobulia microcítica. La talasemia intermedia se debe
a genotipos intermedios, homocigotos o compuestos dobles heterocigotos de diferentes
Fenotipo Genotipo
Talasemia mínima pSiknüyp
Talasemia menor P Silentej^Silente
P+/P 0 p " /p
P ° /p
Talasemia intermedia P " /P * o P * 7 P ~
m
PV8(J" 0 (J"/S3Ü
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458 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
a -ta la se m ia
Aunque tradicionalmente se ha considerado algo menos frecuente que la anterior, por
existir un mayor número/porcentaje de casos asintomáticos, diversos estudios han demos
trado que su incidencia es, al menos en nuestro medio, superior a la de 0 -talasemia hete-
rocigota. En este sentido, hay que señalar que con la introducción de la biología molecular,
muchas de las microcitosis familiares no diagnosticadas electroforéticamente han resul
tado ser formas heterocigotas de a-talasemia (del a -3,7). A diferencia de la 0-talasemia,
en la que predominan las mutaciones puntuales del gen /3 en zonas relacionadas con la
maduración del ARNm, en la a-talasemia predominan las deleciones de uno o dos de
los genes a . Con todo, la aplicación sistemática de los métodos de biología molecular
ha perm itido describir un núm ero cada vez más elevado de variantes moleculares
de a-talasem ia debidas a m utaciones del gen a 2 que, al igual que en la 0 -talasemia,
alteran el proceso madurativo del ARN. El déficit de cadenas a se acom paña de un
exceso de cadenas 0, que al unirse entre sí form an hom otetrám eros 0 4 (H bH ). D u
rante el período fetal (en el que, en lugar de cadenas 0 , existen cadenas 7 ), se forman
homotetrámetros 7 4 que reciben el nombre de hemoglobina Bart. La H bH (y también
la H b Bart en sangre de cordón) puede identificarse m ediante electroforesis en ace
tato de celulosa a pH alcalino por una fracción de migración más rápida que la HbA
(fig. 17-4) o cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) (fig. 17-5). Al igual que la
0 -talasemia, la a-talasemia presenta diversas formas clínicas según el carácter heterocigo
to u homocigoto del defecto molecular. La forma más grave de a talasemia es la llamada
anasarca fetoplacentaria o hydrops fetalis, en la que existe una ausencia total de cadenas a .
Debido a que en la composición de todas las hemoglobinas interviene la cadena a y las
HbH y Hb Bart carecen de capacidad para transportar oxígeno, esta forma de talasemia es
incompatible con la vida. Las otras formas de a talasemia se caracterizan por anemia de
Hb Lepore
HbH
ü
II HbS/C
A C ------► ^ HbA/F
HbA2 — ►
HbA
FIGU RA 17-4. Electroforesis de
II HbA/D hemoglobinas en acetato de celulosa
con pH 8,6. La fracción de HbH,
Hb Fannin-Lubbock y también la Hb Bart (presente en
sangre de cordón umbilical), pueden
Hb Barcelona identificarse mediante electroforesis
en acetato de celulosa a pH alcalino,
Origen ya que muestran una migración más
rápida que la fracción HbA normal.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 459
Time Area
FIGU RA 17-5. Perfiles cromatográficos obtenidos mediante el programa para cribado neonatal
de la anemia de células falciformes utilizado por el equipo Variant System de Bio-Rad®.
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460 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
8(3-talasemia
Se caracteriza por un defecto en la síntesis de las cadenas 8 y (3. Genéticamente se debe
a amplias deleciones en el locus 0 del cromosoma 11. En el estado homocigoto, solo se
sintetiza HbF, y en el heterocigoto se aprecia un valor elevado de HbF (entre 7 y 16%)
con presencia de las restantes fracciones hemoglobínicas normales. Las manifestaciones
clínicas solo se observan en el estado homocigoto y suelen ser parecidas a una 0-talasemia
intermedia de baja intensidad. La 80-talasemia heterocigota es relativamente frecuente
en la zona mediterránea de España, aunque menos que la 0-talasemia. La 80-talasemia
debe distinguirse de la Hb Lepore, debida a un entrecruzamiento (crossing-over) entre
los genes 8 y 0. Las manifestaciones clínicas son muy similares, si bien la 80-talasemia
se caracteriza por un mayor grado de anemia microcítica e hipocromía.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 46 1
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462 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Lavar los eritrocitos tres veces en NaCl 0,15 mol/1 y obtener el hemolizado aña
diendo un volumen de eritrocitos lavados a dos volúmenes de agua destilada
mediante congelación descongelación tres veces consecutivas.
2. Centrifugar el hemolizado, obteniendo en el sobrenadante una solución de hemo
globina que se ajusta mediante agua destilada a una concentración de 8-10 g/dl.
3. Sumergir el soporte de acetato de celulosa en tam pón como m ínim o durante
20 min y colocarlo en el puente de la cubeta electroforética, una vez eliminado el
exceso de tampón mediante papel de filtro WHATMAN®.
4. A 2 cm aproximadamente del lado catódico (polo negativo) del soporte se de
positan linealmente (o m ediante un aplicador adecuado) 2 |xl de solución de
hemoglobina y la electroforesis se lleva a cabo durante 15 min a 350 V.
5. Después de la electroforesis, los soportes se colorean colocándolos durante 5 min
en solución colorante y a continuación en la decolorante hasta que desaparezca el
color de fondo. Una vez decolorado, el soporte puede transparentarse sumergién
dolo durante 30 s en metanol absoluto y 3 min en la solución transparentadora.
Finalmente, la placa debe colocarse en una estufa de cultivo a 37 °C hasta que esté
completamente seca.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 463
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464 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Lavar los eritrocitos tres veces en NaCl 0,15 mol/1 y obtener el hemolizado aña
diendo un volumen de eritrocitos lavados a dos volúmenes de agua destilada
mediante congelación descongelación tres veces consecutivas. Centrifugar el
hemolizado, obteniendo en el sobrenadante una solución de hemoglobina que
se ajusta mediante agua destilada a una concentración de 1-3 g/dl.
2. Disolver 1 g de Bacto agar (Difeo®) en 100 mi de solución B de trabajo (citrato
sódico 0,05 mol/1), añadir dos gotas de cianuro potásico (KCN) al 5%. Calentar
al baño maría a ebullición hasta que el agar se haya disuelto completamente.
3. Mediante una pipeta cubrir un soporte de plástico con una capa de agar (general
mente son necesarios 5 mi de la solución) y dejar enfriar hasta que el agar tome
cuerpo y se solidifique.
4. Guardar las placas preparadas a 4 °C en cámara húmeda hasta su uso, para lo cual
deben haber transcurrido como mínimo 2 h desde su preparación.
5. Preparar la cámara de electroforesis para la colocación de los soportes con el agar.
6. Depositar la muestra en el centro de la placa.
7. Colocar la placa con el gel de agar sobre el puente de la cubeta electroforética,
asegurando el contacto con el tam pón mediante sendas bandas de papel de filtro.
8. La electroforesis se lleva a cabo durante 45 min a 40 V.
9. Una vez term inada la electroforesis, verter sobre la placa 5 mi de reactivo de
O-tolidina, a los que se han añadido 3 o 4 gotas de ácido acético glacial.
10. Después de 2-3 min, eliminar el exceso de líquido de la placa mediante decantación
y sumergirla en una solución de peróxido de hidrógeno (H 20 2) (1 mi de H20 2 en
200 mi de agua destilada) y dejar en reposo hasta que aparezca el revelado (bandas
o fracciones de color azul).
11. Sumergir la placa en agua destilada durante 30 min.
12. Finalmente, eliminar el exceso de agua, transferir la placa a u n soporte de papel
de filtro y dejarlo secar en la estufa (37 °C) durante 24 h.
Isoelectrofocalización
Principio
La electrofocalización, llamada también técnica del isoelectroenfoque, permite la sepa
ración de moléculas proteicas en función de su punto isoeléctrico. Dado que las hemo
globinas forman parte de este grupo de moléculas, en presencia de un campo eléctrico
y de un gradiente de pH, se desplazan hasta llegar a una línea de valor de pH en la que
su carga eléctrica global es nula (punto isoeléctrico), y en ese m omento la hemoglobina
deja de m igrar al no poder ser atraída por los polos del campo.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 465
Material
• Espécimen de sangre total. Puede emplearse cualquier anticoagulante, aunque se
recomienda la heparina.
• Dos placas de vidrio de 260 X 125 X 1 mm y pinzas de presión.
• Banda de caucho de 1 m m de espesor.
• Jeringa y aguja con calibre de 0,5 mm.
• Matraz Kitasato de 100 mi.
• Solución madre de acrilamida bisacrilamida preparada de la siguiente forma:
• Acrilamida, 9,7 g.
• Bisacrilamida, 0,3 g.
• Agua destilada, 50 mi.
• A nfolinas (Anpholine® [Amersham Pharmacia-Biotech] de gradientes pH 6-8
Y 7 -9 ).
• Temed®.
• Persulfato amónico al 30%.
Método
1. Preparación del gel
(a) Lavar las placas de vidrio escrupulosamente, aclarándolas con agua destilada
y rociando una de ellas con etanol para facilitar la adherencia del gel a una de
ellas. Colocar la banda de caucho entre ambas placas, dejando un pequeño
espacio para introducir la acrilamida. A continuación, se unen fuertemente
mediante las pinzas de presión. Colocar las placas así dispuestas, los reactivos,
el matraz Kitasato, la jeringa y la aguja en nevera a 4 °C.
(b) Verter en el matraz Kitasato:
(i) Solución madre de acrilamida bisacrilamida, 7,5 mi.
(ii) Anpholine® (pH 6-8), 6 mi.
(iii) Anpholine® (pH 7-9), 1,6 mi.
(iv) Agua destilada, 20 mi.
(c) Tapar y eliminar el aire retenido mediante una bomba de vacío durante 5 min
y a continuación añadir 20 |xl de Temed® y 100 (xl de persulfato amónico.
Remover suavemente la mezcla, e inm ediatam ente verter la solución en
la jeringa e inyectarla entre las placas de vidrio, evitando la formación de
burbujas. Dejar que la gelificación tenga lugar durante 1 h a tem peratura
ambiente. Colocar la placa en nevera 24 h antes de usarla.
(d) Se retira con cuidado la junta de caucho y con la punta de una espátula se
procede a la separación de las placas de vidrio. El gel quedará adherido a una
de ellas, que casi siempre será la que ha sido rociada con alcohol. Se tendrá la
precaución de eliminar el exceso de líquido de las tiras secándolas entre dos
hojas de papel de filtro.
2. Migración. Preelectroforesis (antes de colocar las muestras): 15 m in a potencia
constante (0,9 W /m l de gel).
3. Obtención de la muestra: lavar los eritrocitos tres veces en NaCl 0,15 mol/1
y obtener el hemolizado añadiendo un volum en de eritrocitos lavados a dos
volúmenes de agua destilada m ediante congelación-descongelación tres veces
consecutivas. Diluir el hemolizado a 1:5 con agua destilada y centrifugar.
4. Depósito de la muestra: depositar 5 |xl de la muestra obtenida sobre cuadritos
de papel de filtro WATHMAN 3, y colocarlos con una pinza sobre el gel a 1 cm
del cátodo y dejando un espacio de 2 m m entre ellas.
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466 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Hb Lepore
m
HbH
m
~n
mm
HbS/C
HbA/F
HbA
HbA/D
tt Hb Fannin-Lubbock
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 467
Material
El mismo que el empleado en la electroforesis de hemoglobinas sobre soporte de acetato
de celulosa a pH 8,6.
Método
1. Realizar los pasos 1,2 y 3 del apartado «Método» de la electroforesis de hem o
globinas sobre soporte de acetato de celulosa a pH 8,6.
2. Sin teñir la tira electroforética, y mediante unas tijeras, se cortan las fracciones
HbA y HbA2y se introducen en 15 y 1,5 mi, respectivamente, de NH4OH diluido
(2:100), durante 30 min. A continuación se lee la absorbancia mediante un es-
pectrofotómetro a 415 nm de las soluciones obtenidas.
3. La proporción de HbA2 se calcula del siguiente modo:
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468 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Sangre total heparinizada.
• Microcolumna de DEAE-celulosa.
M étodo
A 250 |xl de reactivo hemolizante, añadir 50 |xl de sangre total. Dejar en reposo 10 min.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 469
H b P (% )= D 0deltub0lX 100
DO del tubo 11x5
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470 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 47 1
igual que la HbA, no pueden ser detectadas mediante este procedimiento. En este ti
po de hemoglobinopatías la m utación suele estar localizada en la cavidad del grupo
hemo, por lo que su desnaturalización va precedida de una desheminización o pérdida
espontánea del grupo hemo. La desnaturalización in vivo de la hemoglobina condiciona
la aparición de precipitados de hemoglobina en el interior del eritrocito o cuerpos de
inclusión (cuerpos Heinz), que son la causa de la hemólisis. En la práctica se utilizan dos
procedimientos para poner a prueba la estabilidad molecular de la hemoglobina:
1. Método de la estabilidad frente al calor (estabilidad térmica).
2. Método de la estabilidad frente al isopropanol (estabilidad química).
Tanto el estudio de la estabilidad térmica como la influencia del isopropanol son
igualmente sensibles en la detección de hemoglobinas inestables. No obstante, pueden
observarse en ocasiones falsas positividades, especialmente cuando existe metahemo
globina o un aumento de la HbF.
Material
• Sangre total heparinizada (del paciente y un control norm al).
• Tampón Tris-HCI 0,15 mol/1, pH 7,4.
• Tris, 5,05 g.
• Agua destilada c.s.p. 1.000 mi.
• Ajustar el pH con H C 11 N hasta conseguir un valor de 7,4.
Método
1. Lavar los eritrocitos tres veces con solución salina fisiológica.
2. Realizar el hemolizado mezclando 100 |xl de eritrocitos lavados y 200 (jlI de agua
destilada.
3. Eliminar los estromas mediante centrífuga Eppendorf®.
4. En dos tubos, uno para el paciente y otro para el control, colocar 1,8 mi de solución
tam pón Tris HC1, pH 7,4, y añadir 200 (xl de los hemolizados correspondientes.
5. Incubar 2 h a 50 °C y observar la eventual aparición de un precipitado.
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472 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
1. Sangre heparinizada (paciente y control).
2. Solución de isopropanol al 17% en Tris-HCl 0,1 mol/1, pH 7,4.
Método
1. Lavar los eritrocitos del paciente y los eritrocitos control.
2. Preparar el hemolizado a partir de los eritrocitos lavados, de la misma forma que
en el método de la desnaturalización por el calor.
3. Si la concentración de hem oglobina del hemolizado es m uy alta, ajustarla a
10 g/dl.
4. En dos tubos situados en un baño maría a 37 °C, introducir, respectivamente,
2 mi de tam pón isopropanol y dejarlo equilibrar durante 5 min. A uno de los
tubos se le añaden 0,2 mi de hemolizado problema y al otro, 0,2 mi de hemolizado
control.
5. Los tubos, una vez tapados, se agitan suavemente por inversión y se colocan de
nuevo en el baño maría a 37 °C. Observar si existe precipitado a los 5 m in y, si no,
esperar otros 15 y ver si existe un floculado blanquecino.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 473
Método
La técnica empleada para poner de manifiesto estos cuerpos de inclusión es la misma
que se emplea en la tinción de reticulocitos. A un volumen de sangre total se añade un
volumen de una solución de ACB en solución salina citratada (10 g/1). Después de una
incubación de 5 m in a 37 °C se practica una extensión de la suspensión de eritrocitos y
se deja secar. No hace falta contratinción para observar esta preparación al microscopio
óptico.
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474 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
1. Sulfato amónico ([NH 4]2S 0 4).
2. Fosfato dipotásico (K2H P 0 4 3H20 ).
3. Saponina.
4. Ditionito sódico (Na2S20 4).
5. Hidróxido potásico (KOH).
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 475
M étodo
1. En dos tubos de 5 mi (paciente y control) se colocan:
(a) Tampón a pH 7,5,2 mi.
(b) Ditionito sódico, 20 mg.
2. La mezcla se agita y se añaden 0,1 mi de sangre total o 0,5 |xl de eritrocitos lavados.
La solución se ajusta dejándola en reposo durante 5-10 min y, finalmente, se cen
trifuga durante 2 m in a 3.000 r.p.m.
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FIGURA 17-12. Aspecto de la prueba de la
solubilidad de la hemoglobina en un paciente con
drepanocitosis (HbSS). En el tubo de la izquierda
existe insolubilidad total de la hemoglobina. El
tubo de la derecha corresponde a un control
normal.
476 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
Después de practicar una dilución de sangre en NaCl 0,15 mol/1 al 50%, se coloca
una gota sobre un portaobjetos y se tapa con un cubreobjetos, cuyos bordes son pos
teriormente sellados con parafina líquida. Esta preparación se observa al microscopio
antes y después de incubarla 1 h (como mínimo) a 37 °C.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 477
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478 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• Columnas cromatográficas.
• Viales de 1,5 mi.
• Punta Azul Daslab®.
Reactivos
Programa 0-thalassemia Short Program (Bio-Rad, Hercules. CA):
1. Tampón de elución 1.
2. Tampón de elución 2.
3. Solución de lavado.
4. Cebador sangre total.
5. Reactivo de hemólisis.
6. Calibrador HbA2/F y diluyente.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 479
Equipos
• Pipeta automática regulable de 0-20 |xl MicroOne®.
• Pipeta automática regulable de 100-1.000 |xl MicroOne®.
• Bio-Rad VARIANT Hemoglobin Testing System.
Preparación de reactivos
Cebador de sangre
Preparar el cebador añadiendo 1 mi de H20 destilada, agitar ligeramente y dejar reposar
durante 10 min a temperatura ambiente.
El cebador, una vez reconstituido, es estable durante 24 h a una temperatura de 2-8 °C.
Calibrador HbAJF
Preparar el calibrador añadiendo 10 mi de diluyente, agitar ligeramente y dejar reposar
durante 10 m in a temperatura ambiente.
El calibrador, una vez reconstituido, es estable durante 7 días a una temperatura de 2-8 °C.
Preparación de la muestra
1. Pipetear 5 |xl de sangre total en un vial de 1,5 mi.
2. Añadir 1 mi de reactivo de lisis en cada vial.
3. Homogeneizar por inversión.
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480 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Muestra
Sangre total recogida sobre papel cromatográfico SS903.
En el caso de no realizarse la determinación inmediatamente deberá conservarse la
muestra a 4 °C.
Material
• Columnas cromatográficas.
• Viales de 1,5 mi.
• Punta Azul Daslab®.
Reactivos
Programa Sickle Cell Short Program (Bio-Rad, Hercules. CA):
1. Tampón de elución 1.
2. Tampón de elución 2.
3. Solución de lavado.
4. Cebador sangre total.
5. Calibrador FAES de tiempo de retención.
6. Calibrador FADC de tiempo de retención.
Equipos
1. Pipeta automática regulable de 100-1.000 |xl MicroOne®.
2. Bio-Rad VARIANT Hemoglobin Testing System.
Preparación de reactivos
Cebador de sangre total
Preparar el cebador añadiendo 1 mi de H20 destilada, agitar ligeramente y dejar reposar
durante 10 min a temperatura ambiente.
El cebador, una vez reconstituido, es estable durante 21 días a una temperatura de 2-8 °C.
Preparación de la muestra
1. En un vial colocar un círculo taladrado con el puncher y añadir 600 |xl de H20
destilada.
2. Incubar durante 30 min a temperatura ambiente.
3. Retirar el círculo de sangre.
4. Homogeneizar por inversión.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 48 1
Electroforesis capilar
Introducción
La electroforesis capilar (EC) (CAPILLARYS 2 - SEBIA) perm ite realizar todas las
etapas de la electroforesis hasta la obtención del perfil de las hemoglobinas para el
análisis cualitativo o cuantitativo. El análisis puede realizarse usando el hemolizado de
glóbulos rojos sedimentados, centrifugados o lavados; el lavado de los glóbulos rojos
no es indispensable. Las hemoglobinas, separadas en capilares de sílice fundido, son
detectadas directamente en una burbuja existente en el capilar mediante espectrofotome-
tría de absorbancia a 415 nm , que es la longitud de onda de absorción específica de las
hemoglobinas. Los perfiles electroforéticos son analizados visualmente para detectar
las anomalías. La detección directa proporciona automáticamente una cuantificación
relativa precisa de cada fracción individual de las hemoglobinas que presenta un interés
particular, como la hemoglobina A2 en el diagnóstico de las 0 -talasemias. Además, la
buena separación de las diferentes fracciones perm ite confirm ar la identificación de
las variantes de la hem oglobina y, en particular, diferenciar la hem oglobina S de la
Fenotipo Descripción
Hb FA Patrón normal
Hb FS Anemia falciforme o drepanocitosis
Hb FAS Portador rasgo falciforme
Hb FC Enfermedad hemoglobina C
HbFAC Portador hemoglobina C
Hb FD Enfermedad hemoglobina D
HbFAD Portador hemoglobina D
Hb FE Enfermedad hemoglobina E
HbFAE Portador hemoglobina E
Hb FSC Enfermedad hemoglobina SC
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482 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 483
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484 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Principio
Consiste en efectuar la síntesis de cadenas de globina in vitro a partir de una población de
eritrocitos con abundantes reticulocitos (también pueden emplearse células de médula
ósea) que se incuban en un medio que contiene los aminoácidos necesarios para la sín
tesis de globinas y entre los que uno de ellos (la leucina) presenta un marcador isotópico.
Los reticulocitos conservan aun una elevada capacidad para sintetizar hemoglobina, ya
que poseen una elevada cantidad del ARN mensajero (ARNm) globínico y ribosomas,
imprescindibles para la traducción del mismo. La lista de aminoácidos empleados y su
correspondiente cantidad se representa en la tabla 17-7.
Material
• 1 0 mi de sangre recogida con heparina.
• Mezcla de aminoácidos sin leucina.
• Leucina tritiada ( 3HLeu) (9,25 MBq) (AMERSHAM).
• Sulfato de hierro amoniacal.
• Glucosa.
Método
1 . Centrifugar la sangre a 3.000 r.p.m. durante 15 min a 4 °C.
2. Separar el plasma, guardándolo en hielo.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 485
A m inoácidos (mg)
Ácido aspártico 95
Ácido glutámico 73.5
Alanina 45
Arginina 21
Asparragina 75
Cisteína 12.5
Fenilalanina 65
Glicocola 100
Glutamina 70
Histidina 90
Isoleucina 10
Lisina 65
Metionina 12.5
Prolina 40
Serina 45
Tirosina 37.5
Treonina 50
Triptófano 15
Valina 90
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486 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
15. Esta solución se dializa tres veces (45 m in 1 h cada vez) co n tra el m ism o
tam pón.
16. Se deposita la solución proteica sobre una colum na (de 8 X 0,5 cm) de CM
celulosa (CM 52-WATHMAN) equilibrada con el tampón.
17. Las cadenas de globina se separan por elución mediante un gradiente lineal de
concentración en fosfato 7,5 mM/35 mM (35 ml/35 ml) a pH constante (6,9).
18. El perfil de elución se sigue por lectura continua de la absorción a 280 nm.
19. El recuento de la radioactividad de la muestra se efectúa sobre una parte alícuota
de cada fracción recolectada, según la fórmula:
(a) Fracción proteica, 1 mi.
(b) Agua destilada, 1,5 mi.
(c) Líquido de centelleo aceptor de agua (PCS®), 10 ml.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 487
Soluciones amortiguadoras
1. CTAB 5%
(a) CTAB, 2,5 g.
(b) NaCl 5 M, 4 mi.
(c) H20 bidestilada, c.s.p. 50 mi.
(d) Filtrar y guardar a 4 °C.
2. Tampón BLB
(a) DTAB, 8g.
(b) NaCl 5 M, 30 mi.
(c) Tris-HCl 1 M, 10 mi.
(d) H20 bidestilada, c.s.p. 100 mi.
(e) Filtrar.
Método
Lisis y desnaturalización
1. En un tubo Falcon de 50 mi introducir la sangre total con EDTA (de 1 a 2,5 mi).
2. Añadir 2 mi de tampón BLB por mi de sangre y mezclar suavemente.
3. Incubar en el baño a 68 °C durante 5 min.
4. Añadir 3 mi de cloroformo por mililitro de sangre, mezclar suavemente y cen
trifugar a 3.000 r.p.m. durante 15 min. Traspasar la fase superior a otro tubo Falcon
y desechar las dos fases restantes.
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488 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Los cebadores utilizados para la detección del alelo norm al y el alelo portador de la
mutación (3Sson los siguientes:
Nombre Secuencia
HbSC 5’ ACCTCACCCTGTGGAGCCAC3’
HbSN 5’ CACAGGGCAGTAACGGCAGACTTCTGCT 3’
HbSM 5’AGGGCAGTAACGGCAGACTTCTGC 3’
Se llevan a cabo dos reacciones de PCR, una con el cebador com ún (HbSC) y el
cebador específico para el alelo normal (HbSN), y otra con el cebador común (HbSC)
y el cebador específico para el alelo mutado (HbSM).
Mezcla de reacción
Las reacciones de PCR se llevan a cabo en un volumen final de 2 5 (jlI, consistente en
10 -15 |xl de la extracción de ADN, 0,6 5 prnol/jil de cada uno de los cebadores alelo-es-
pecíficos para la mutación (3\ 1,12 prnol/jil de cada uno de los cebadores CIF y CIR,
Ecotaq® tampón 10% (Ecogen, Barcelona), 1,5 mM de MgCl, 0,2 5 mM de dNTP y 2,5 U
de Ecotaq® (Ecogen, Barcelona).
Condiciones de amplificación
• Desnaturalización inicial: 5 m in a 93 °C.
• Programa 35 ciclos:
• Desnaturalización: 93 °C durante 48 s.
• Hibridación: 61 °C durante 48 s.
• Elongación: 72 °C durante 60 s.
• Elongación final 72 °C durante 10 min.
Separación y visualización de los productos de PCR mediante un gel de agarosa 1,2%.
Interpretación de los resultados:
Resultado 1 Resultado 2 Resultado 3
Reacción N M N M N M
C.1.890 bp — — — — — _
(3 o ps 200 bp — — — —
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 489
Cebadores
Gen F R
P-globina
Promotor 5’ GCTGAATTATGGTAGACAAAACTC 3’ 5’ CCAGGGCCTCACCACCAACT 3’
Exón 1 5’ CATCTATTGCTTACATTTGCTTCT 3’ 5’ GTCTCCACATGCCCAGTTTCTAT 3’
Exón 2 5’ CTCTTGGGTTCTGATAGGCACTG 3’ 5’ AAGAAGGGGAAAGAAAACATCAAG 3’
Exón 3 5’ AAGGCTGGATTATTCTGA 3’ 5’ TGCACTGACCTCCCACAT 3’
Mezcla de reacción
La mezcla de reacción para cada exón se realiza en un volumen final de 25 (jlI usando
2 unidades de Taq polimerasa, Ecotaq® (Ecogen, Barcelona), 2,5 |xl de tam pón 10X
comercial (Ecogen, Barcelona), 0,64 pmol/|xl de cada cebador, 0,2 mmol/1 de cada nu
cleótido y 1,5 mmol/1 de Cl2Mg. A la mezcla de reacción se le añade 1 (jlI de la extracción
de ADN (500 ng/|xl).
Condiciones de amplificación
• Desnaturalización inicial: 10 m in a 93 °C.
• Programa 35 ciclos:
• Desnaturalización: 93 °C durante 48 s.
• Hibridación: 56 °C durante 48 s.
• Elongación 72 °C durante 60 s.
• Elongación final: 72 °C durante 10 min.
El producto de amplificación se visuaüza en un gel de agarosa al 1,2%.
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490 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• Tampón 80Tal 10X: KC1, 500 mM; Tris HC1, 100 mM; pH 8,3; Cl2Mg, 15 mM;
albúmina 1 0 0 jxg/ml.
• dNTP 2 mM.
• Taq polimerasa, 5 U / (ii.
• ADN, 5 |xg/|xl.
• Primers Nj, N 2 y 80del a 10 pmol/ jjl I :
• N j: 5’ATG GGT ATT TCA CTT GTT AT 3’
• N 2 : 5’ACT TTG TCT GTT AAT TCC AA 3’
• 80del 5’ACT GTG GGA GCC CCT TTC TG3’
- Nj-N 2 amplifica el gen normal.
- Nj-SfSdel amplifica el gen que contiene la mutación.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 49 1
H 20 36,75
TPO 10X 5
dNTP 2 mM 5
Taq-polimerasa 0,25
N, 1
N2 1
Spdel 1
Condiciones de la PCR
• Primera desnaturalización: 94 °C durante 7 min.
• 30 ciclos con el siguiente programa:
• Desnaturalización: 94 °C durante 1 min.
• Hibridación: 55 °C durante 1 min.
• Elongación: 72 °C durante 1 min.
• Última elongación: 72 °C durante 7 min.
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492 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Preparar dos reacciones de PCR en dos tubos E p p en d o rf con u n volum en
final de 50 |xl cada uno. Estos volúmenes corresponden a u n a sola m uestra
(tabla 17-10).
2. Añadir 1 |xl de ADN 0,5 |xg/|xl en cada tubo.
3. Condiciones de PCR:
(a) Primera desnaturalización: -9 4 °C durante 10 min.
(b) 30 ciclos con el siguiente programa:
(i) Desnaturalización: -9 4 °C, 45 s.
(ii) Hibridación: -5 6 °C durante 1 min.
(iii) Extensión: -7 2 °C durante 1 min.
(c) Última elongación: -7 2 °C durante 10 min.
4. Migrar el producto de la PCR en un gel de agarosa al 1,2%.
5. Visualización del resultado de la amplificación.
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 493
TABLA 17-11. Reacciones paralelas de PCR para los diferentes tipos de a-talasem ia
Método
Las deleciones__ M ED ,__ SEA, y __ a 20,5 pertenecen a un grupo de deleciones de 18-
30 kb. Para detectar la presencia de una de estas deleciones se realizan dos reacciones de
PCR. Una contiene un par de cebadores designados para detectar la deleción, y la otra
un par para detectar la secuencia normal (tablas 17-12 a 17-14).
1. Preparar las siguientes reacciones de PCR en dos tubos Eppendorf con un volumen
final de 50 jjlI cada uno.
2. Añadir 1 |xl de ADN de concentración de 0,5 |xg/(jlI en cada tubo.
3. Condiciones de PCR:
(a) Desnaturalización inicial: 94 °C, 10 min.
(b) 30 ciclos con el siguiente programa:
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494 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 495
I TABLA 17-15. Interpretación de los resultados para las deleciones de a-talasemia MED, 1
SEAy5’-a20-5- 3-aj
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Capítulo 17 Métodos para el diagnóstico de las hemoglobinopatías y talasem ias 4 9 5 .e l
Autoevaluación
1. ¿Qué se conoce con el térm ino de hemoglobinopatía?
(a) Una disminución parcial en la síntesis de una cadena globínica.
(b) Un cambio estructural en la síntesis de una cadena globínica.
(c) Una disminución total en la síntesis de una cadena globínica.
(d) Las respuestas a y b son correctas.
(e) Ninguna es correcta.
Respuesta correcta: d.
Respueta razonada: las hemoglobinopatías son alteraciones cualitativas o cuantitativas de la
hemoglobina, cuya consecuencia puede ser una modificación estructural de la hemoglobina o
una disminución variable de la síntesis de una cadena de globina.
2. ¿Qué se conoce con el térm ino de talasemia?
(a) La disminución total en la síntesis de la cadena (3-globina.
(b) La disminución total en la síntesis de la cadena a-globina.
(c) Una variante estructuralmente anómala de la hemoglobina.
(d) La disminución total o parcial de una de las cadenas de globina.
(e) Todas son correctas.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: conocemos como talasemia la dism inución parcial o total de una de las
cadenas que forman parte de la hemoglobina: cadena a , (3 o 8.
3. ¿Cómo se produce una hemoglobinopatía estructural?
(a) Es el resultado de mutaciones genéticas que afectan a la estructura de la hemoglobina.
(b) Es consecuencia de m utaciones genéticas que afectan a la capacidad de síntesis de una
cadena de globina.
(c) Es consecuencia de m utaciones genéticas, generalmente grandes deleciones.
(d) Es consecuencia de la exposición a ciertos medicamentos.
(e) Las respuestas a y c son correctas.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: las hemoglobinopatías estructurales son el resultado de mutaciones genéticas
que afectan a la estructura de una de las cadenas de la globina; generalmente afecta a u n o o
pocos aminoácidos.
4. ¿Qué es la hemoglobinopatía S?
(a) Un tipo de talasemia de cadena (¡J-globina.
(b) Una variante estructural de cadena p-globina.
(c) Una variante estructural de cadena a-globina.
(d) Una de las hemoglobinas normales en la infancia.
(e) Ninguna es correcta.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la hem oglobinopatía S es una variante estructural de la hemoglobina,
consecuencia de una m utación que afecta al codón 6 de la cadena (3-globina.
5. ¿En qué porcentaje se expresará una hemoglobinopatía estructural en estado heterocigoto
debida a una m utación en la cadena a-globina?
(a) En un 50%.
(b) En un 100%.
(c) En un 25%.
(d) Entre un 50 y un 100%.
(e) Depende de si se hereda de la m adre o del padre.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la cadena a-g lo b in a está sintetizada p o r dos genes, el a2 y el a,. Por
consiguiente, una m utación que afecte a un gen a representará u n 25% de cadena m utada
c u ando se encuentre en estado hetero cig o to y u n 50% c u an d o se en cu en tre en estado
hom ocigoto.
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4 9 5 .e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O 18
ESTRUCTURA D E L A M E M B R A N A D E L E R ITR O C IT O
El eritrocito es una célula discoide, muy deformable, que circula libremente por la sangre
periférica, sobreviviendo a la turbulencia de la microcirculación durante 120 días apro
ximadamente, hasta que es fagocitado por las células del sistema mononuclear fagocítico
(SMF). Su elevada elasticidad y resistencia, que le permiten atravesar territorios capilares de
diámetro muy inferior al suyo, dependen de la composición y estructura de una membrana
capaz de responder prontamente al estrés y soportar grandes tensiones sin fragmentarse.
Esta m embrana, al mismo tiempo, permite mantener el equilibrio iónico y acuoso
del eritrocito, protege a la hemoglobina y a otras proteínas celulares de la oxidación y
retiene selectivamente a los componentes vitales mientras se libera de los nocivos. El
fallo de cualquiera de estas funciones conlleva una disminución de la supervivencia de
los eritrocitos en la circulación.
La disminución de la vida media eritrocitaria, o hemólisis, puede ser debida a factores
extracorpusculares, extrínsecos al propio eritrocito (en general de origen plasmático o vas
cular), o a factores intracorpusculares que alteran algunos de los componentes estructurales:
membrana, hemoglobina o enzimas del metabolismo. A diferencia de los factores ex
tracorpusculares, la mayoría de los defectos intracorpusculares tienen un origen congénito.
En la fisiopatología de las anemias hemolíticas en general, la membrana eritrocitaria
tiene gran importancia porque cualquier alteración de los componentes estructurales
de los eritrocitos, resultante de factores extrínsecos o intrínsecos, en últim a instancia
repercute sobre la membrana, dando lugar a una alteración de la forma y de la capacidad
de deformación eritrocitaria.
La membrana del eritrocito está compuesta por tres estructuras que interaccionan:
una bicapa lipídica (formada esencialmente por fosfolípidos y colesterol no esterificado),
las proteínas integrales o transmembrana (que atraviesan la bicapa lipídica) y el citoes-
queleto (una red de proteínas que confieren integridad estructural a la célula) (fig. 18-1).
Las proteínas de la m embrana eritrocitaria pueden ser identificadas mediante elec
troforesis en poliacrilamida. Esta técnica permite separar las proteínas según su peso
molecular (PM), teñirlas con un colorante de proteínas y cuantificarlas por densitometría.
Cada banda en la electroforesis se identifica mediante la asignación de un núm ero de
acuerdo a la nomenclatura internacional (fig. 18-2).
E s tru c tu ra lip íd ic a
La bicapa lipídica de la membrana del eritrocito está compuesta por colesterol y fosfolí
pidos distribuidos asimétricamente. La fosfatidilcolina y la esfingomielina se concentran
en la capa externa, mientras que la fosfatidiletanolamina y la fosfatidilserina predominan
240 Espectrina a
220 Espectrína
Isoformas anquirina
Proteina 4.1a y b
Proteina 4.2/palidina
Banda 5/actina
Banda 6/G3PDH
Banda 7/estomatina
FIGURA 18-2. Esquema
de las fracciones correspondientes
Hemoglobina a las proteínas de la membrana
eritrocitaria separadas mediante
electroforesis (coloración con Azur
de Coomassie).
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498 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
E s tru c tu ra p ro te ic a
La capa interna de la membrana del eritrocito está revestida por una red de proteínas que
se entrelazan formando un esqueleto flexible, el cual da forma y estabilidad mecánica a
la célula. Es una estructura densa que puede distenderse de manera uniforme y adquirir
una superficie 7-8 veces mayor que la del eritrocito norm al, perm itiéndole soportar
grandes deformaciones sin llegar a fragmentarse.
Esta red está formada por largos filamentos de a - y (3-espectrina, asociados en heterodí-
meros, que, a la vez, se asocian en tetrámeros y forman una red densa en la superficie interna
de la bicapa lipídica. La estructura es predominantemente hexagonal, con complejos de
interconexión en el centro y en los vértices, formados por seis tetrámeros de espectrina (de
media) entrelazados a pequeños filamentos de actina, estabilizada por la tropomodulina.
La interacción actina-espectrina está reforzada p or las proteínas 4.1 y aducina. El
esqueleto tiene dos lugares de unión a la bicapa lipídica: uno de alta afinidad entre
la p-espectrina y la anquirina, con interacción de la proteína banda 3 reforzada por la
proteína 4.2, y otro entre la proteína 4.1 (del complejo funcional) y la glucoforina C,
con interacción de la proteína p55.
Proteínas integrales
Las principales proteínas integrales de la membrana del eritrocito son la banda 3 y las
glucoforinas A, B, C y D. Estas son, en general, proteínas con tres dominios específicos:
a) dominio extracelular, o receptor glucosilado que contiene los determinantes antígenos de
los grupos sanguíneos; b) dominio intramembranoso, muy hidrófobo, que se integra con los
fosfolípidos, y c) dominio citoplásmico, lugar de unión de las proteínas del citoesqueleto.
Existen muchas otras proteínas integrales que penetran o atraviesan la membrana del
eritrocito y que se conocen como proteínas del sistema Rh, Kell y Dufíy; proteínas del com
plemento (C3b y C4b) y proteínas que sirven de transportadores y receptores.
B anda 3 (AE1)
La banda 3 o AE1 (del inglés anion exchanger, «intercambiador amónico») forma parte de
una familia multigénica de proteínas AE con dominios intramembranosos implicados en
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 499
Glucoforinas
Con base en las propiedades y en la estructura génica, las glucoforinas pueden ser
subdivididas en dos grupos. El primero está constituido por las glucoforinas A (GPA),
B (GPB) y E (GPE), estructuralm ente homologas y asociadas a los antígenos de los
grupos sanguíneos MNS. Las GPA y GPB transportan más del 90% de los residuos del
ácido siálico que confieren carga negativa a la superficie de los eritrocitos. La GPA ya es
detectable en los proeritroblastos y constituye un marcador específico de la línea eritroide.
La ausencia de GPA y/o GPB no se acompaña de alteraciones morfológicas o funcionales
de los eritrocitos. Las glucoforinas C (GPC) y D (GPD) constituyen un segundo grupo
que contiene los antígenos de los grupos sanguíneos Gerbich (Ge). Ambas proteínas
son sintetizadas por un único gen, utilizando diferentes códigos de iniciación: GPD es
una forma modificada de GPC a la que le faltan los primeros 21 aminoácidos del grupo
terminal NH2. Las GPC y GPD se expresan en tejidos eritroides y no eritroides y pueden
actuar de receptores para el Plasmodium falciparum. La ausencia completa de estas
glucoproteínas se asocia a eliptocitosis. La GPC se halla unida a la proteína 4.1 y forma
un importante lugar de anclaje del citoesqueleto a la membrana.
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500 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
En el terminal distal o caudal, los heterodímeros, con ayuda de la proteína 4.1, se unen
a pequeños filamentos de actina, y forman un complejo funcional con la tropomiosina
y la aducina.
El principal lugar de unión del esqueleto de la m em brana a la bicapa lipídica se
establece por la interacción (3-espectrina-anquirina que, a su vez, se une al dominio
citoplásmico de la banda 3. La interrupción de esta unión vertical causa EH por deses
tabilización y vesiculación del citoesqueleto y de la capa lipídica. Una segunda unión
vertical está mediada p or la asociación (3-espectrina-actina-proteína 4.1, unida a su
vez a la glucoforina C. Las alteraciones en esta interacción no parecen ser causa de EH.
Proteína 4.1
La proteína 4.1 interacciona con varias proteínas transmembranosas y del citoesqueleto,
contribuyendo a la estabilidad de la red de espectrina-actina. Está constituida por cuatro
dominios comprendidos por los aminoácidos 1 a 300,301 a 404,405 a 471 y 472 a 662. El
prim er dominio está implicado en una interacción con la GPC, reforzada por la unión a
la proteína p55, pero no está claro si in vivo interacciona también con la GPA y la banda 3.
El tercer dominio está relacionado con la unión a la 0-espectrina, que se establece junto
al lugar de unión espectrina-actina, contribuyendo a reforzarla. Al parecer, la proteína
4.1 también se une directamente a la actina formando un complejo espectrina-actina-
proteína 4.1. La ausencia de proteína 4.1 se asocia a eliptocitosis hereditaria, con un
cuadro clínico de anemia hemolítica crónica, debido a inestabilidad de la membrana.
Mediante electroforesis (SDS-PAGE) la proteína 4,1 puede ser separada en proteína
4. la y 4. Ib. La 4. Ib predomina en los reticulocitos y da origen a la 4. la por desanimación
gradual del Asn 502. La proteína 4.1 tiene una variedad de isoformas con especificidad
tisular y del estado de maduración celular y que resultan de diferentes splicings en el
gen EPB41.
Proteína 4.2
La proteína 4.2 está unida a varias proteínas, en particular la banda 3 y la anquirina. La
deficiencia completa de proteína 4.2 se asocia a la esferovalocitosis con anemia hem o
lítica, lo que sugiere el desempeño de un papel importante en la integridad de la mem
brana. Existen cuatro isoformas resultantes del splicing alternativo en el gen EPB42 en
la región correspondiente al terminal N H 2 de la proteína. La proteína 4.2 tiene una gran
analogía con las proteínas de la familia de las transglutaminasas, como el factor XIII de
la coagulación, pero no posee actividad enzimática.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 501
Proteína p55
La proteína p55 se une a la proteína 4.1 y a la región citoplásmica de la GPC estableciendo
un puente de unión entre ambas. Los eritrocitos sin proteína 4.1 o sin GPC tampoco
tienen p55.
I TABLA 18-1. Anem ias hem olíticas asociadas a alteraciones en las proteínas
de la m em brana eritrocitaria
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502 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 503
FIGURA 18-4. Frotis de sangre periférica de una muestra con eliptocitosis hereditaria. A. Forma ligera.
B. Forma severa. C. Piropoiquilocitosis hereditaria.
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504 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
los heterocigotos son asintomáticos, sin signos de hemólisis; los homocigotos, o hetero-
cigotos compuestos, suelen tener anemia hemolítica de m oderada a severa.
La PPH es una form a rara de ElipH, que se presenta en el período neonatal con
anemia hemolítica intensa, marcada anisopoiquilocitosis, formas bizarras, esferocitos y
algunos eliptocitos. La transmisión es autosómica recesiva, los padres son heterocigotos
para una mutación que afecta el lugar de unión de los heterodímeros a|3-espectrina,
o uno es heterocigoto para una m utación en el mismo sitio y el otro tiene un alelo de
baja expresión ( a LELYo spectrinstLoms). En la mayoría de los casos la anemia disminuye
de intensidad en los primeros 6 meses de vida y se queda con un cuadro típico de ElipH
con anemia leve o moderada.
La ElipH y la PPH resultan de una pérdida de estabilidad del citoesqueleto de la
membrana, como consecuencia de defectos de interacción horizontal de las proteínas
a-espectrina, (¡J-espectrina y proteína 4.1.
• Déficit de a-espectrina o -espectrina: la mayoría de los casos de ElipH por déficit de es
pectrina son consecuencia de mutaciones en los genes de la a-espectrina (SPTA1) o de
la 0-espectrina (SPTB), que modifican los lugares de unión entre los heterodímeros
de espectrina. La intensidad del cuadro clínico está directamente relacionada con
la cantidad de espectrina en la m embrana y con el porcentaje de heterodímeros. El
porcentaje de dímeros de espectrina depende principalmente de dos factores: la dis
función de la espectrina m utada (las mutaciones próximas al lugar de unión de las
cadenas producen un fenotipo más grave) y la cantidad de espectrina mutada que se
incorpora en la membrana (depende de si existen uno o dos alelos mutados y de la
presencia de alelos de baja expresión). En general, las mutaciones en el gen SPTB cau
san fenotipos de transmisión dominante con expresividad variable, mientras que los
heterocigotos para mutaciones en el gen SPTA1 son asintomáticos y los homocigotos
suelen presentar anemia m oderada o intensa. Una misma m utación puede hallarse
asociada a cuadros clínicos de intensidad variable debido a la herencia conjunta
de alelos de baja expresión. El más frecuente es el polimorfismo a LELY (mutaciones
SPTA1 CD1857 C—>G y nt-12 C —>T en el intrón 45, con skipping parcial del exón
46), con una frecuencia génica estimada del 20 al 30% en algunos grupos étnicos.
Este alelo es silente en estado homocigoto, debido a que las cadenas de a-espectrina
son sintetizadas en exceso y el skipping del exón 46 acontece en apenas el 50% del
ARN. Si se asocia a una mutación estructural del gen a-espectrina, el a LELYmejora
el fenotipo cuando ocurre en cis, pero lo empeora si ocurre en trans, lo que produce
un fenotipo de PPH.
• Déficit de proteína 4.1: produce una marcada inestabilidad del esqueleto de la m em
brana eritrocitaria. En este defecto proteico, los heterocigotos para mutaciones en
el gen EPB41 presentan eliptocitosis intensa, pero sin hemólisis ni aum ento de la
fragilidad osmótica (FO) de la membrana. Los homocigotos presentan una ElipH
moderada a intensa y hemólisis crónica. El déficit de proteína 4.1 es frecuente en
las poblaciones europeas y árabes, pero no se encuentra en poblaciones de origen
africano.
• Déficit de glucoproteína C (GPC): al igual que en el déficit de proteína 4.1, en el de
GPC existe una marcada inestabilidad del esqueleto de la membrana eritrocitaria. El
déficit de GPC se transmite con carácter autosómico recesivo y los pacientes homo-
cigotos o compuestos heterocigotos para mutaciones en el gen GYPC, con déficit
completo de GPC (fenotipo Leach), carecen de antígeno Gerbich. Clínicamente,
el déficit de GPC cursa con ElipH esferocítica y anemia hemolítica moderada con
transmisión recesiva.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 505
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506 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGURA 18-6. Frotis de sangre periférica de muestras con estomatocitosis hereditaria que presentan
numerosos estomatocitos. A. Eritrocitos con palidez central alargada, o en forma de boca, y cup cells.
B y C. Eritrocitos con hemoglobina desplazada lateralmente.
rígidos y necesitan de una elevada cantidad de ATP para bombear el Na+y el K+, con el
fin de mantener la homeostasis. Los estomatocitos son un artefacto frecuente al realizar
la extensión de sangre. Pueden observarse también en la intoxicación alcohólica aguda
con hemólisis leve y después de la administración terapéutica de alcaloides de la vinca.
El cuadro típico de la EstH es el de anemia hemolítica crónica con estomatocitos en
sangre periférica (5-50%), macrocitosis (110-150 fl), disminución de la concentración
de hemoglobina corpuscular media (CMHC) (24-30 g/dl) y aumento de la FO. La es-
plenectomía disminuye el proceso hemolítico, pero está contraindicada porque favorece
un estado de hipercoagulabilidad, con mayor riesgo de padecer trombosis venosas.
Xerocitosis hereditaria (XH): es una anemia hemolítica crónica, en la que los eri
trocitos se deshidratan debido a un aumento de la permeabilidad de la membrana
al K+. Está asociada a un aumento de la fosfatidilcolina, y se desconoce su alteración
molecular. Los eritrocitos tienen un exceso de membrana; son relativamente rígidos,
frágiles y muy sensibles a sustancias oxidantes. La CMHC y el VCM se hallan aumen
tados, la FO disminuida y se observa un aumento de la autohemólisis que se corrige
con la adición de glucosa. La cuantificación de las proteínas de membrana es normal y
la concentración de 2,3-DPG está ligeramente disminuida. En la mayoría de los casos
se observan eritrocitos en diana (codocitos), algunos acantocitos y estomatocitos y,
en los casos más graves, pueden observarse equinocitos (eritrocitos contraídos
y espiculados) y algunos eritrocitos hiperdensos con hemoglobina desplazada late
ralmente (excentrocitos). La esplenectomía no mejora el proceso hemolítico y está igual
mente contraindicada por su asociación a fenómenos tromboembólicos (trombofilia).
La criohidrocitosis, la seudohiperpotasemia y la xerocitosis estomatocítica son tras
tornos de probable transmisión autosómica dominante mal definidos desde el punto
de vista clínico y molecular. Generalmente cursan con hemólisis crónica de intensidad
variable. La criohidrocitosis se caracteriza por estomatocitos, FO normal, sin incuba
ción y autohemólisis aumentada, más intensa a 4 que a 37 °C. La seudohiperpotasemia
es similar a la criohidrocitosis, pero los eritrocitos presentan un mayor grado de
deshidratación y la pérdida de K+ es más acentuada en frío. La cuantificación de K+
plasmático de una muestra de estos pacientes, conservada algunas horas a temperatura
ambiente o refrigerada, muestra valores elevados. En la xerocitosis estomatocítica
predominan los estomatocitos, pero la FO está disminuida (al contrario de lo que
ocurre en la EstH).
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 507
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508 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Lua-b_. Los enfermos con hipotiroidismo tienen con mucha frecuencia acantocitos
«en dedo de guante», y es aconsejable practicar las pruebas de la función tiroidea
en todos aquellos enfermos que muestren acantocitosis.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 509
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510 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 511
sangre se ha conservado a 4 °C. La muestra del paciente debe ser procesada siempre en
paralelo con un control normal recogido en las mismas condiciones.
Reactivos
Solución madre: cloruro de sodio (NaCl) a 100 g/1
Se prepara como sigue:
• NaCl, 100 g.
• H20 bidestilada, c.s.p. 1.000 mi.
Bien tapada y a 4 °C esta solución se conserva durante varios meses. Pueden formarse
cristales de sal que deben ser cuidadosamente disueltos antes de usar la solución.
Soluciones de trabajo
Se preparan a p a rtir de la solución m adre m ediante diluciones graduales en agua
bidestilada:
• Concentración 1:100.
• 1 g/1 solución madre, 1 mi.
• H 20 bidestilada, c.s.p. 100 mi.
Se hace un gradiente de diluciones en los otros tubos:
2:100; 3:100; 3,5:100; 4:100; 4,5:100; 5:100; 5,5:100; 6:100; 6,5:100; 7:100; 7,5:100;
8:100; 8,5:100; 9:100; 10:100.
Las concentraciones finales de NaCl (g/1) son: 1; 2; 3; 3,5; 4; 4,5; 5; 5,5; 6; 6,5; 7; 7,5;
8; 8,5; 9 y 10.
Estas soluciones, una vez preparadas, pueden mantenerse durante varias semanas a
4 °C, aunque se debe prestar especial atención a la formación de hongos, ya que, en ese
caso, la solución debe ser descartada.
Método
Sangre heparinizada, 2 mi.
La determinación de la FO se realiza a partir de sangre recién extraída (FO inmediata)
y después de su incubación durante 24 h a 37 °C (FO incubada).
Una vez preparadas las soluciones hipotónicas, se procede según la siguiente meto
dología:
1. Se colocan 5 mi de cada una de las soluciones hipotónicas en una batería de tubos
de centrífuga, dispuestos en una gradilla (1; 2; 3; 3,5; 4; 4,5; 5; 5,5; 6; 6,5; 7; 7,5; 8;
8,5; 9 y 10 [g/1]), y a continuación se añaden a cada uno 0,05 mi (50 |xl) de sangre
total. Después de agitar suavemente todos los tubos p o r inversión (el mismo
núm ero de veces cada uno de ellos), se dejan a la tem peratura del laboratorio
(25 °C) durante 30 min.
2. Transcurrido este el tiempo, los tubos se centrifugan a 2.500 r.p.m. durante 5 min
y, a continuación, se separa el sobrenadante.
3. El grado de hemólisis presente en cada sobrenadante se determina mediante la lectura
de DO en un espectrofotómetro (540 nm), considerando como el 100% de hemólisis
el tubo con 1 g/1 de NaCl y el 0% (blanco) el tubo con 10 g/1 de NaCl (tubo 1).
La prueba de FO incubada debe hacerse con 1-2 mi de sangre heparinizada incubada
a 37 °C durante 24 h. La metodología es exactamente la misma que la descrita para la
prueba inmediata.
En el cuadro 18-1 se presentan las diferentes causas de error que pueden alterar el
resultado de la FO.
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512 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 513
CUADRO 18-2. Enferm edades q u e c u rsa n con alteraciones d e la fragilidad osm ó tica
A u m e n to d e la F O
• Esferocitosis hereditaria
• Eliptocitosis hereditaria (FO norm al en las E lipH sin hemólisis)
• Estom atocitosis hereditaria o hidrocitosis (C M H C baja)
• A nem ia hem olítica autoinm u n e
D is m in u c ió n d e la F O
• Talasemias
• Anem ia ferropénica
• Xerocitosis hereditaria (C M H C elevada)
En la EH toda la curva suele hallarse desplazada hacia la derecha, pero a veces está muy
poco desplazada y solo se observa una pequeña «cola» de células con FO muy aumentada que
corresponde a una población muy frágil de esferocitos. Esta imagen, frecuente en pacientes
con EH no esplenectomizados, suele desaparecer con la esplenectomía, porque la población de
células se hace más homogénea y la curva muestra una imagen de mayor continuidad desde
los más frágiles a los de menor FO normales. Los hematíes de pacientes esplenectomizados
muestran un aumento de superficie, lo que los hace más resistentes a hemólisis hipotónica.
Una FO disminuida indica la presencia de eritrocitos con relación superficie/volumen
aumentada, tal como sucede en la ferropenia o la talasemia. Cuando la EH se asocia a
hipocromía (ferropenia o talasemia), el valor de la FO puede resultar falsamente normal,
debido a que la hipocromía disminuye la FO.
En la interpretación de FO debe recordarse que, además de la esferocitosis, existen
otras situaciones que pueden acompañarse de FO anormal, lo que invariablemente indica
la presencia de eritrocitos anormales; una FO en el rango de la normalidad no significa
que los eritrocitos sean normales. Las principales situaciones patológicas que suelen
acompañarse de una FO alterada se resumen en el cuadro 18-2.
En la anem ia hem olítica autoinm une gran parte de la curva puede ser norm al,
pero con una «cola» de células más frágiles que corresponden a los esferocitos. En las
anemias hemolíticas por déficits enzimáticos de la vía glucolítica la curva de FO puede
ser anormal, en especial en los casos más graves, debido a la presencia de reticulocitos
(«cola» de células más resistentes) y de células más frágiles.
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514 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tiempo
FIGU RA 18-9. Representación gráfica del test de hemólisis en glicerol acidificado, ctr, muestra control
normal; EH, muestra con esferocitosis hereditaria.
Reactivos
• Tampón de fosfato salino pH 6,9 (solución A):
• Fosfato dihidrógeno potásico (KH2P 0 4) 0,1 M, 0,63 g.
• Fosfato disódico (Na2H P 0 4) 0,1 M, 1,3 g.
• Cloruro sódico (NaCl) 0,15 M, 8,1 g.
• H20 bidestilada, c.s.p. 1.000 mi.
• Solución de glicerol (solución B):
• Glicerol, 2,2 mi.
• Tampón de fosfato salino pH 6,9,30 mi.
• H20 bidestilada, c.s.p. 67,8 mi.
Método
Los reactivos deben estar a temperatura ambiente y el espectrofotómetro equilibrado a
625 nm, mediante un blanco (1 mi de solución A + 2 mi de solución B), en modo cinético
(absorbancia/tiempo). La sistemática que se debe seguir es la siguiente:
1. En un tubo se introducen 5 mi de solución A, pH 6,9 (el pH de la solución es muy
importante para la fidelidad de los resultados).
2. Se añaden 20 (xl de sangre total y se mezcla con cuidado.
3. Se pipetea 1 mi de la suspensión y se introduce en la cubeta de lectura de un es
pectrofotómetro equipado con registro lineal-logarítmico.
4. Se coloca en la largura de onda 625 nm, se ajusta el cero de DO mediante el blanco
de referencia.
5. Se añaden 2 mi de la solución de glicerol.
6. Se mezcla con cuidado y se lee inmediatamente la DO.
7. Se anotan los valores de DO hasta los 6 min y se mide el tiempo necesario para
alcanzar la mitad de la absorbancia inicial.
La hemólisis es cuantificada por la turbidez de la solución. Los resultados son ex
presados en el tiempo necesario para que la densidad óptica disminuya a la m itad del
valor inicial (AGLT50).
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 515
Reactivos
• Solución amortiguadora (esta solución se conserva a 4 °C indefinidamente):
• Bis-Tris 70 mM /1,14,6 g.
• NaCl 25 mM /1,1,46 g.
• Azida sódica 1,5 mM /1,0,1 g.
• Glicerol 135 mM /1,12,43 g.
• Agua bidestilada, c.s.p. 1.000 mi.
• Se ajusta el pH a 6,6 con HC1 concentrado y la osmolaridad a 290 ± 5 Osm/1 con
NaCl al 30%.
• Solución hemolizante:
• Tritón X-100 al 2% en agua destilada.
Método
Los reactivos deben estar a temperatura ambiente:
1. Se introducen en un tubo de centrífuga 3 mi de solución tampón.
2. Se añaden 10 (xl de sangre total.
3. Se mezcla cuidadosamente y se incuba a tem peratura ambiente durante 40 o
45 min.
4. Se centrifuga a 3.000 r.p.m. durante 10 min.
5. Se lee la densidad óptica del sobrenadante a 540 nm y se devuelve al tubo
correspondiente.
6. Se añaden al tubo dos gotas de solución hemolizante.
7. Se agita hasta conseguir la hemólisis completa de los eritrocitos.
8. Después de 5 m in se lee la DO a 540 nm (DO del hemolizado).
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516 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• Tampón fosfato 50 mmol/1, pH 7,4:
• Na2H P 0 4, 0,72 g.
• H20 destilada, 60 mi.
• Se ajusta el pH a 7,4 con un fosfato ácido (NaH2P 0 4. H20 50 mmol/1).
• H20 destilada, c.s.p. 100 mi.
• Tampón 0,7 mol/1 de sacarosa:
• Sacarosa, 23,96 g.
• Tampón fosfato 50 mmol/1 pH 7,4,100 mi.
Esta solución puede ser congelada en alícuotas de 2 mi preparados para usar.
Método
1. Se lavan los eritrocitos tres veces con salino frío (NaCl 9 g/1 a 4 °C, 2.500
r.p.m./5 min). Se hace una suspensión de células del 50% en la solución salina y
se m antiene en hielo hasta el análisis.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 517
Muestras
Muestras de sangre periférica en EDTA-K3, máximo 48 h después de haber sido recogida,
conservadas a 4 °C.
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518 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A B
En cada ensayo se deben usar seis muestras control con parámetros hematológicos
normales y, si es posible, un control con EH recogido en las mismas condiciones. Hay
que tener en cuenta si ha habido transfusiones previas.
Reactivos
1. EMA
(a) Preparación de la solución madre: Concentración final (Cf) = 1 mg/ml EMA
en tampón PBS.
(b) Se almacena congelado a —80 °C en alícuotas de 2 mi en la oscuridad, porque
el colorante es sensible a luz y la temperatura. Estabilidad de, aproximada
mente, 4 meses.
(c) Solución de trabajo: C f = 0,5 mg/ml EMA en tampón PBS.
(d) Esta solución debe ser preparada solo en el m om ento de su utilización
Ci X Vi = C f X V f (concentración inicial X volumen inicial = concentración
final X volumen final).
2. Solución de albúmina (BSA) al 30%:
(a) Disponible comercialmente. Diluir a 0,5% en PBS.
3. Tampón fosfato (PBS):
(a) Pastillas disponibles comercialmente para disolver en agua. Alternativamente
se puede preparar, en partes iguales, tampón fosfato isoosmótico y NaCl 9 g/1.
(b) Tampón fosfato isoosmótico, pH 7,2:
(i) NaH2P 0 4.2 H 20 (150 mmol/1), 23,4 g/1.
(ii) NaH2P 0 4 (150 mmol/1), 21,3 g/1.
(c) Se añaden 24 mi de reactivo A a 76 m i de reactivo B.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 519
Equipamiento
• Citómetro de flujo.
• Centrífuga.
• Agitador mecánico.
• Pipetas.
• Tubos de citometría de flujo.
Método
1. Se pipetean 50 |xl de sangre en EDTA para un tubo.
2. Se lavan las células tres veces con PBS (3 m in a 2.500 r.p.m.).
3. En un tubo de citometría de flujo se pipetean 25 |xl de la solución de trabajo EMA
(0,5 mg/ml), previamente descongelada en oscuridad y preparada, y 5 (xl de las
células previamente lavadas.
4. Se homogeniza bien.
5. Se incuba en oscuridad, a temperatura ambiente. Media hora después, se hom o
geniza de nuevo la mezcla y se incuba durante media hora más.
6. Se centrifugan los tubos 20 s a 5.000 r.p.m.
7. Se retira con cuidado el exceso de sobrenadante que contiene el colorante no ligado.
8. Se lava tres veces con PBS/BSA el pellet de células marcadas. En la últim a cen
trifugación el sobrenadante debe quedar incoloro. Si la lectura en el citómetro es
inmediata, se pueden lavar las células solamente con PBS, sin BSA.
9. Se resuspenden las células marcadas en 1,5 mi de PBS/BSA (o solo PBS, si la lectura
es inmediata).
10. Se leen en el citómetro de flujo las muestras y controles, con adquisición de 15.000
eventos. Se hace un gate para los eritrocitos en log forward scatter (FS)/log side
scatter (SS).
11. Se determina la intensidad media de fluorescencia (MFI) de las muestras y con
troles en FL1 (fluorescencia verde).
Cálculo del resultado:
Los resultados deben expresarse como la razón de las MFI obtenidas en las muestras
y los controles normales:
_ . MFI de la muestra
Razón= -------------------------------------
MFI media de los 6 controles
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520 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
Los métodos de Laemmli y de Fairbanks comparten el procedimiento, aunque difieren
en los reactivos y las concentraciones utilizadas. Se describen a continuación, indicando
las variantes correspondientes para cada uno de los métodos.
Los procedimientos comprenden:
1. Extracción de las proteínas de m embrana por lisis hipotónica.
2. Cuantificación de las proteínas por el método de Lowry.
3. Solubilización de las proteínas.
4. Electroforesis en SDS-PAGE de gradiente lineal y exponencial (según Laemmli y
Fairbanks).
5. Coloración, fijación y tinción de la placa de electroforesis con azul de Coomassie.
6. Cuantificación de las fracciones proteicas mediante densitometría.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 521
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522 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tubos 0 1 2 3 4
H 20 bidestilada 50 (xl 40 |xl 30 |xl 20 m-1 10 |xl
BSA mg/ml 0 |xl 10 |xl 20 |xl 30 n,l 40 |xl
Solución A + S 250 (xl 250 |xl 250 |jl1 250 jjlI 250 |jl1
Solución B (reactivo de Folin) 2 mi 2 mi 2 mi 2 mi 2 mi
Proteínas (concentración final mg/ml) 0 10 20 30 40
Reactivos
• Solución de trabajo (A + S): p or cada mililitro de solución alcalina de tartrato de
cobre (solución A) se añaden 10 (jlI de solución surfactante (solución S).
• Solución de trabajo B: reagente de Folin.
• Seroalbúmina bovina (BSA).
Procedimiento
1. Se hace u n a curva de calibración con diferentes concentraciones de BSA
(tabla 18-3).
2. Cada muestra se prepara por duplicado (tabla 18-4).
3. Se agitan los tubos suavemente.
4. Se incuba a tem peratura ambiente durante un m ínim o de 15 min. El color es
estable hasta 2 h.
5. Se lee la absorbancia a 730 nm.
6. Se extrapolan los valores de absorbancia obtenidos en la curva de calibración para
obtener las concentraciones proteicas de las muestras.
Reactivos
• Medio de solubilización (MS):
• Dodecil sulfato sódico (SDS) al 20% EDTA 10 mM, 4.000 |xl.
• Azul de bromofenol al 1%, 400 |xl.
Membranas Blanco
H 20 bidestilada 40 |jl1 50 |xl
Membranas (agitadas suavemente) 10 |xl —
Solución A + S 250 |xl 250 |¿1
Solución B (reactivo de Folin) 2 mi 2 mi
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 523
Procedimiento
Para los Eppendorf con las membranas extraídas (muestras y controles) se pipetean los
volúmenes tam pón P 0 4 5 mM y de MS calculados.
Se homogeniza, se llevan las muestras a ebullición durante 3 m in para realizar la
desnaturalización proteica y se colocan de inmediato en hielo para evitar la desnatu
ralización.
Se reparten en alícuotas y se guardan a —80 °C hasta el mom ento de realizar la elec
troforesis.
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524 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
H 20 2,4 1
Acrilamida-bisacrilamida 30:0,8 0,6 2
Tris-HCl 1,5 M pH 8,8 1 1
Total 4 4
PSA 10% 10 |xl 10 (xl
Temed 4,5 |jl1 4,5 |xl
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 525
• En el fondo de cada una de las dos columnas del Gradient Former se colocará un imán
pequeño para poder agitar las acrilamidas.
• Se coloca en cada columna el PSA y el Temed (tetrametiletilenodiamina) y rápida
mente se monta la placa regulando el volumen al abrir el grifo que pone en contacto
las dos columnas. Una vez colocada la acrilamida dentro de la placa se pone H20 y
se espera a que polimerice antes de poner el gel stacking.
• Se elimina el H20 y se seca la parte de arriba de la placa con papel de filtro 1 MM.
• Se añade el gel stacking (cuadro 18-3) con una pipeta Pasteur encima del gel de
separación e inmediatamente se pone el peine. Esperar a que polimerice.
• Se retira el peine. Se monta el gel en el sistema para electroforesis.
• Se dispensa el tampón de migración, que es distinto para cada tipo de electroforesis.
• Se realiza una premigración, sin muestras, durante 15 m in a 100 V para la elec
troforesis de Laemmli.
• Se aplican 8 |xl de cada m uestra y un marcador de migración para proteínas (low
range: 102-20 kDa) en los diferentes pocilios. Se deja migrar 30 min a 100 V, período
en el cual las muestras pasarán del gel stacking al de separación. Una vez finalizada
esta etapa, se realiza la separación de las proteínas a 200 V durante 140 m in (solo en
la electroforesis Laemmli).
Según Laemmli
• HzO, 1,58 mi
• Acrilamida-bisacrilamida (30:0,8): 275 |xl
• Tris-HCl 0,5 M: 650 |xl
• Total: 2,5 mi
• PSA 10%: 12,5 p.1
• Temed: 4,5 |xl
Según Fairbanks
• Gel stacking al 3,6%
• H20 bidestilada: 1.975 mi
• Acrilamida-bisacrilamida (40:1,5): 225 mi
• Tampón Fairbanks 10X + SDS al 2%: 250 mi
• PSA al 10%: 18,5 m-1
• Temed: 6 |xl
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526 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Procedimiento
• Coloración y fijación del gel: se coloca la placa de acrilamida en la solución fijadora y
colorante durante 10-24 h en agitación a temperatura ambiente.
• Decoloración del gel: se coloca el gel durante 45 min en cada una de las soluciones
de descoloración (solución I, II y III), a tem peratura ambiente y en agitación, para
producir su decoloración total.
• Después de la decoloración, los geles se reposan en agua hasta su cuantificación
mediante densitometría.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 527
Método
1. Se incuba una suspensión de 400 |xl de sangre total (paciente y control) en 2 mi
de tampón I a 46,47,48 y 49 °C durante 15,30 y 60 min.
2. Para cada temperatura analizada se preparan tres tubos que contengan 0,5 m i de
solución de glutaraldehído.
3. A cada tubo se añaden 100 |xl de la suspensión de sangre total incubada, una vez
transcurrido el tiempo correspondiente (15, 30,60 min).
4. Una vez finalizada la incubación, se coloca una gota de cada una de las suspensio
nes de sangre total incubada, y de la correspondiente al tiempo 0, en portaobjetos
y se cubren con lamelas.
5. Se observan al microscopio óptico para valorar la morfología de los eritrocitos
(torocitos, torocitos espiculados y eritrocitos fragmentados). Los valores obtenidos
se expresan según el esquema indicado en la tabla 18-7.
Torocitos Eritrocitos
Temperatura Tiempo (min) Torocitos (%) espiculados (%) fragmentados (%)
46 °C 15 63,5±0,2 _ _
30 67,5±9,2 — —
60 68,2±9,5 — —
49 °C 30 49,4±13,6 26±14,3 21,1+10,3
60 26,0±7,5 19,9±9,3 59,4111,3
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528 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 529
• Centrífuga refrigerada.
• Pipetas automáticas: P-1000, P-100 y P-20.
• Centrífuga de hematocrito.
• Baño maría.
• Agitador de tubos vórtex.
Reactivos
• Sacarosa.
• Cloruro de magnesio (MgCl,).
• Cloruro de litio (LiCl).
• Cloruro de potasio (KC1).
• MOPS-Tris.
• Ouabaína.
• Bumetanida.
Método
1. Se añaden 4 mi de agua bidestilada a 100 (jlI de la suspensión de eritrocitos
explicada en el apartado anterior.
2. Se lee el contenido catiónico del lisado en el fotómetro de llama.
3. Se multiplica el resultado obtenido por el siguiente factor corrector (Fe):
Hto inicial
Método
1. Se preparan cuatro soluciones de Mg2+-sacarosa de 25 mi cada una que contengan
(mM): 2 KC1 (solución 1), 0,1 ouabaína (solución 2), 0,1 ouabaína y 0,02 bum e
tanida (solución 3); y 0,1 ouabaína, 0,02 bumetanida y 10 LiCl (solución 4).
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530 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
[ H a s s
FIGU RA 18-13. Esquema del método para determinar los sistemas de transporte transmembranoso de
Na+y K+.
2. Se prepara una batería de 16 tubos de 10 mi, de tal m anera que haya cuatro para
cada solución: dos para el tiempo 0 m in (t0) (soluciones 1 ,2 ,3 y 4), dos para el
tiem po 30 m in (t30) (solución 1) y dos para el tiempo 60 m in (t60) (soluciones
2, 3 y 4).
3. Se coloca la batería de tubos en una bandeja con hielo picado y agua y se añade a
cada uno de ellos 1 mi de la solución correspondiente y 250 |xl de la suspensión
de eritrocitos. Es importante m antener siempre cubiertos los tubos abiertos con
papel de filtro, así como los tapones, para evitar la posible contaminación de Na+
del ambiente.
4. Se agitan rápidamente los tubos en el vórtex y se depositan los t30y t60 para incubar
en el baño maría a 37 °C.
5. Se centrifugan rápidamente los ocho tubos t0 a 1.750 g durante 5 min, a 4 °C; se
recoge el sobrenadante y se guarda a 4 °C.
6. Pasado el tiempo de incubación (30 m in para los dos tubos de la solución 1, y
60 min para los seis de las soluciones 2,3 y 4), se depositan los tubos durante 2 min
en la bandeja de hielo picado y agua para detener la actividad de los sistemas de
transporte, y se procede igual que para los tubos 4 y 5.
7. Los sobrenadantes de los 16 tubos se leen inmediatamente o se conservan durante
1 semana a 4 °C. La lectura se realiza a temperatura ambiente.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 531
TT . . l-(H toinicial/100)
H to final = -
(Hto inicial/100)
De esta forma:
La actividad de la ATPasa Na+, K+ se calcula restando el flujo de Na+ en presencia
(solución 2) y ausencia (solución 1) de ouabaína.
La actividad del cotransporte Na+, K+se obtiene mediante la diferencia entre el flujo de
Na+obtenido en presencia de ouabaína con (solución 3) y sin (solución 2) bumetanida.
La actividad del contratransporte Na+, Li+ se obtiene mediante la diferencia entre el
flujo de Na+ de la solución 4 del obtenido en la 3.
Los flujos pasivos de Na+y K+ son los que se obtienen directamente de la solución 3. Los
resultados se expresan en |xmol/l.cel.
En la figura 18-13 se resume un esquema de esta técnica.
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532 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M uestras
• Eritrocitos del paciente obtenidos de sangre desfibrinada, heparinizada, oxalatada o
con EDTA. Si la sangre se ha mantenido estéril a 4 °C en ACD, la prueba puede rea
lizarse incluso después de algunos días de la extracción. Los reticulocitos son mucho
más sensibles que los eritrocitos maduros a la lisis en medio ácido, por lo que algunos
autores han sugerido aum entar la sensibilidad del método empleando solamente la
capa eritrocitaria correspondiente a la parte superior del paquete eritrocitario cen
trifugado, debido a su mayor contenido en reticulocitos.
• Suero o plasma del paciente y de un sujeto control isogrupo. Los sueros deben ser
obtenidos por desfibrinación, para que no haya lisis, aunque el suero control también
puede ser obtenido de sangre que haya coagulado espontáneamente a temperatura
ambiente o a 37 °C. Los sueros deben ser recientes, aunque pueden conservarse a
-70 °C sin que pierdan su poder lítico en el curso de varios meses.
Si es posible, se debe procesar en paralelo una muestra de células conocidas de HPN,
como control positivo.
M étodo
Para realizar la prueba de Ham-Dacie se necesitan seis tubos de hemólisis que se enu
meran del 1 al 6.
1. Se depositan 0,5 mi de suero fresco normal, del grupo AB o ABO compatible con
la sangre del paciente en los 6 tubos.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 533
Prueba de la sacarosa
La prueba de la sacarosa es menos sensible y menos específica para el diagnóstico de
HPN que la hemólisis en medio ácido. La lisis eritrocitaria en presencia de sacarosa se
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534 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Muestras y método
1. Sangre total del paciente mantenida incoagulable en oxalato cálcico o ACD.
2. Sangre control (no necesariamente isogrupo) recientemente extraída.
3. Solución isotónica de sacarosa (92,4 g/1).
4. En dos tubos (paciente y control) de hemólisis se introducen 1,8 mi de la solución
de sacarosa.
5. En el tubo del paciente se añaden 0,2 mi de sangre total y en el tubo control 0,2 mi
de una sangre control recientemente extraída.
6. Se agitan suavemente ambos tubos y se dejan en reposo a temperatura ambiente
durante 30 min.
7. Se centrifugan los tubos y se observa la aparición de hemólisis.
LECTURAS RECOMENDADAS
An X, M ohandas N. Disorders o f red cell membrane. Br J Haematol 2008;141:367-75.
Bain B, Bates I, Laffan M, Lewis S. Dacie and Lewis Practical Haematology. 11th ed. Philadelphia:
Churchill Livingstone/Elsevier; 2012.
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 5 3 5 .e l
Autoevaluación
1. La interrupción de las interacciones verticales entre las proteínas del citoesqueleto y la bicapa
lipídica es causa de:
(a) Esferocitosis hereditaria.
(b) Eliptocitosis hereditaria.
(c) Ovalocitosis del sudeste asiático.
(d) Estomatocitosis hereditaria.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la interrupción de las interacciones verticales, que implican la espectrina
o las proteínas que unen la espectrina a la m em brana, com o la anquirina, la p roteína 4.2 y
la banda 3, es causa de esferocitosis hereditaria. Estas alteraciones conllevan la form ación
de m icrovesículas m em branosas, que al ser rem ovidas en el sistem a reticu lo en d o telial
producen una reducción progresiva de la superficie de la m em brana eritrocitaria originando
los esferocitos.
2. En la esferocitosis hereditaria ¿cuál es el déficit de proteína más frecuente?
(a) Déficit de espectrina.
(b) Déficit de anquirina/espectrina.
(c) Déficit de banda 3/proteína 4.2.
(d) Déficit de proteína 4.2.
(e) Déficit de proteína 4.1.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: la causa más frecuente de EH en la población europea y americana es
un déficit de anquirina/espectrina (35-65% ), seguido del déficit de banda 3/proteína 4.2
(15-30%). El déficit aislado de proteína 4.2 es raro en la población europea, pero tiene una
elevada prevalencia en Japón. Com o resultado de la estrecha interacción entre estas proteínas,
la reducción prim aria de una proteína origina reducciones secundarias de las que le están
asociadas.
3. ¿Cuáles son los parámetros esenciales del diagnóstico de esferocitosis hereditaria?
(a) Parámetros hematológicos.
(b) Recuento de reticulocitos.
(c) Observación morfológica de la sangre periférica.
(d) Historia clínica del paciente y su familia.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: el diagnóstico de esferocitosis hereditaria se hace con base en los datos de
la historia clínica del paciente y su familia, los parámetros hematológicos (incluido el recuento
de reticulocitos) y la observación morfológica de la sangre periférica, complementado con una
o dos pruebas de laboratorio.
4. ¿Cuáles son los test de laboratorio que en asociación presentan m ejor sensibilidad en el
diagnóstico de esferocitosis hereditaria?
(a) AGLT y criotest.
(b) Criotest y EMA.
(c) AGLT y EMA.
(d) Fragilidad osmótica y AGLT.
(e) Fragilidad osmótica y EMA.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: los test que presentan mayor sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de
esferocitosis hereditaria son el AGLT, el criotest y el EMA. Sin embargo, algunos autores demos
traron que cada uno de estos test por separado no perm ite diagnosticar un núm ero significativo
de casos. El AGLT en asociación con el EMA demuestra la mejor sensibilidad en el diagnóstico de
EH, incluso en las formas ligeras.
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535.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
5. ¿Cuáles son las enfermedades que cursan con alteraciones de la fragilidad osmótica?
(a) Esferocitosis hereditaria.
(b) Anemia hemolítica autoinmune.
(c) Anemia ferropénica.
(d) Talasemia.
(e) Todas las anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: enfermedades que cursan con alteraciones de la fragilidad osmótica (FO):
1. AUMENTO DE LA FO:
Esferocitosis hereditaria
Eliptocitosis hereditaria (FO norm al en las ElipH sin hemólisis)
Estomatocitosis hereditaria o hidrocitosis (CMFIC baja)
Anemia hemolítica autoinm une
Anemia hemolítica microangiopática
2. DISMINUCIÓN DE LA FO:
Talasemias
Anemia ferropénica
Hemoglobinopatía S
Hemoglobinopatía C
Xerocitosis hereditaria (CMHC elevada)
6. El test de hemólisis en glicerol acidificado (AGLT) es una prueba que evalúa:
(a) La susceptibilidad de los eritrocitos a la rotura por frío.
(b) La fragilidad osmótica eritrocitaria.
(c) La cantidad de banda 3 en la m em brana de los eritrocitos.
(d) Todas las anteriores.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: el test de hemólisis en glicerol acidificado es otra prueba de fragilidad
eritrocitaria, en que se registra el tiem po (en segundos) que tarda en verificarse el 50% de
la hemólisis de los eritrocitos (AGLT50) cuando estos se incuban en una m istura hipotónica
acidificada salino-glicerol. El glicerol retrasa el ritm o de entrada de las moléculas de agua en
los eritrocitos, lo que perm ite un registro continuo de la hemólisis en el espectrofotómetro. El
principio es el m ismo que en el test de fragilidad osmótica: los eritrocitos con disminución de
la relación superficie/volumen (esferocitos) resisten menos a la entrada de moléculas de agua
que los eritrocitos normales. Esto se aplica a todos los esferocitos, independientemente de que
se trate de una EH u otra patología que curse con esferocitos en circulación.
7. El test de EMA suele estar disminuido ¿en qué enfermedades?
(a) Anemia diseritropoyética congénita tipo II.
(b) Esferocitosis hereditaria.
(c) Anemia hemolítica autoinmune.
(d) Todas las anteriores.
(e) a y b .
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: la evaluación p or citometría de flujo de la fluorescencia de la eosina-5’-
maleimida (EMA) en los eritrocitos es una prueba con gran sensibilidad (92,7%) y excelente
especificidad (99,1%) para el diagnóstico de esferocitosis hereditaria (EH).
La unión de la EMA a las proteínas integrales de la m em brana, que se unen directamente
con el citoesqueleto eritrocitario, contribuye a la elevada especificad de esta prueba. En otras
patologías que cursan con esferocitos en sangre periférica y que no resultan de alteraciones estruc
turales en la m em brana como la anemia hemolítica autoinm une, la prueba de EMA es normal.
Sin embargo, se observa una disminución de la fluorescencia media en algunas enfermedades
raras, como la piropoiquilocitosis hereditaria (PPH), la anemia diseritropoyética congénita tipo
II, la criohidrocitosis y la ovalocitosis del sudeste asiático (SAO).
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Capítulo 18 Métodos para el diagnóstico de las m embranopatías eritrocitarias 5 3 5 .e 3
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C A P Í T U L O 19
INTRODUCCIÓN
El eritrocito cumple tres funciones principales encaminadas, todas ellas, a m antener la
función y el transporte de la hemoglobina desde los pulmones a los tejidos y viceversa:
1. Conservar la integridad de sus componentes para sobrevivir en la circulación
sanguínea aproximadamente 120 días.
2. M antener el hierro hemoglobínico en estado reducido o funcional para que la
hemoglobina pueda fijar reversiblemente el oxígeno molecular.
3. Contribuir a la función de la hemoglobina, facilitando la liberación del oxígeno a
los tejidos.
Estas funciones las realiza gracias a su reducida, pero suficiente, dotación enzimática, he
redada de sus precursores, los eritroblastos, y que le permite obtener energía en forma de ATP
(metabolismo energético), proteger la hemoglobina de los agentes oxidantes (metabolismo
oxidorreductor y diaforásico) y contribuir a la función respiratoria de la hemoglobina (síntesis
de 2,3-bisfosfoglicerato). La ausencia de síntesis proteica en el eritrocito maduro imposibilita
el recambio molecular de estas enzimas, por lo que su déficit congénito tiene, casi siempre,
una repercusión fisiopatológica mucho mayor que en cualquier otra célula del organismo.
Las enzimopatías cuyo estudio clínico reviste mayor interés son las que se acompañan
de un síndrome hemolítico solo o asociado a otro trastorno no hematológico como, por
ejemplo, neuropatía, miopatía o retraso mental. Se ha atribuido también importancia
a determinadas eritroenzimopatías sin anemia pero asociadas a eritrocitosis como, por
ejemplo, el déficit hereditario de bisfosfoglicerato sintasa y la hiperactividad piruvato
cinasa. Desde el punto de vista fisiopatológico, las eritroenzimopatías se clasifican en
cuatro grupos según la vía metabólica afectada:
• Enzimopatías de la glucólisis anaerobia (metabolismo energético).
• Enzimopatías de la vía de pentosas y metabolismo del glutatión (metabolismo oxido
rreductor).
• Enzimopatías del metabolismo nucleotídico.
• Enzimopatías del sistema reductor de la hemoglobina (diaforasa).
En la figura 19-1 se representan las enzimas pertenecientes a las tres vías metabólicas impres
cindibles para mantener la viabilidad del eritrocito maduro; glucólisis anaerobia (producción
de ATP), vía de pentosas y glutatión (sistema antioxidante). El estudio de las enzimas del me
tabolismo eritrocitario ha representado un gran avance en el diagnóstico de ciertas formas de
hemólisis congénita no esferocítica. Aunque, en nuestro medio, el déficit de glucosa-6-fosfato
deshidrogenasa (G6PD) es la enzimopatía más frecuente, la presencia de otras eritroenzimo
patías no constituye un hecho excepcional. Así, se han descrito déficits de piruvato cinasa (PK),
fosfoglucosa isomerasa (PGI), triosa fosfato isomerasa (TPI), pirimidina-5'-nucleotidasa
(P5'N), fosfofructocinasa (PFK) y diaforasa. Las características de las eritroenzimopatías
más importantes desde el punto de vista clínico y genético se representan en la tabla 19-1.
1 ,3 -D P G
M utasa ^ PGK
I 2 ,3 -D P G I ^ADP
Fosfatasa S |atp!
3-P G
ATP | ADP NADH NAD
M utasa 2-P G 4--------- ► PEP . — ►Pinivatn — >I
Enolasa | PK [ Lactato deshidrogenasa
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538 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
El déficit de G6PD constituye una causa de anemia hemolítica aguda y su existencia debe
sospecharse siempre que se trate de un individuo con crisis hemolíticas poco después
de la ingesta de habas o de alguno de los llamados medicamentos «oxidantes», algunos de
los cuales se m encionan en el cuadro 19-1.
La determinación de las actividades enzimáticas del eritrocito no es compleja, aunque
sí delicada, por cuanto cualquier contaminación por pequeña que sea o ligeras variacio
nes de la temperatura pueden modificar los resultados. Así, el análisis cuantitativo de las
actividades enzimáticas eritrocitarias debe efectuarse siempre a partir de hemolizados
desprovistos de contaminación leucocitaria. Ello es especialmente importante en la de
terminación de la actividad de PK, ya que esta enzimopatía eritrocitaria se acompaña de
una actividad leucocitaria normal; debido a ello, la contaminación del hemolizado por
leucocitos puede dificultar la detección del déficit.
• Analgésico/antipiréticos
• Acetanilida
• Acetofenetidina (fenacetina)
• Amidopirina (aminopirina)
• Antipirina
• Ácido acetilsalicílico
• Fenacetina
• Probenecida
• Piramidón
• Antipalúdicos
• Cloroquina
• Hidroxicloroquina
• Mepacrina (quinacrina)
• Pamaquina
• Pentaquina
• Primaquina
• Quinina
• Quinocida
• Agentes cardiovasculares
• Procainamida
• Quinidina
• Sulfonamidas/sulfonas
• Dapsona
• Sulfacetamida
• Sulfametoxipirimidina
• Sulfanilamida
• Sulfapiridina
• Sulfasalacina
• Sulfisoxazol
• Miscelánea
• a-metildopa
• Ácido ascórbico (vitamina C)
• Dimercaprol (BAL)
• Hidracina
• Mestranol
• Azul de metileno
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 539
CUADRO 19-1. Sustancias con potencial de acción hemolítica en el déficit de G6PD (cont.)
• Ácido nalidíxico
• Naftaleno
• Niridazol
• Fenilhidracina
• Piridio
• Quinina
• Azul de toluidina
• Trinitrotolueno
• Uratoxidasa
• Vitamina K soluble
• Citotóxicos/antibacterianos
• Cloranfenicol
• Cotrimoxazol
• Furazolidona
• Ácido nalidíxico
• Neoarsfenamina
• Nitrofiirantoína
• Nitrofiirazona
• PAS
• Ácido paraaminosalicílico
• Habas (favismo)
TIPOS DE ERÍTROENZIMOPATÍAS
Enzim opatías de la glucólisis anaerobia
El eritrocito carece de mitocondrias, por lo que su única fuente de energía (ATP) es la
glucólisis anaerobia u oxidación de la glucosa a piruvato (v. fig. 19-1). Esta oxidación
se realiza en dos etapas: 1) transformación de una molécula de glucosa en dos triosa
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540 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reticulocitosis
Adultos Recién nacidos > 100.000 X 109/1
1. GLUCÓLISIS ANAEROBIA
Reticulocitos (%)
FIGU RA 19-2. Relación entre actividad enzimática y porcentaje de reticulocitos (R. Van Wijk, 2011).
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 541
1 ,3 - b ¡ s f 0 s f 0 g l¡ c e r a t 0 , B isfosfo glicerato
P.
* Piruvato
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542 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
6-fosfogluconato
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Capítulo 19 Diagnóstico de las eritroenzim opatías 543
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544 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material y reactivos
• Sangre total heparinizada o mantenida incoagulable con EDTA o ACD (paciente y
control).
• Lámpara ultravioleta.
• Papel de filtro (W hatman n.° 1).
• Solución de glucosa-6-fosfato (G6P) de 10 mmol/1 (305 mg de sal disódica en 100 mi
de agua destilada).
• Solución de NADP, 7,5 mmol/1 (600 mg de sal disódica en 100 mi de agua destilada).
• Saponina al 1% (10 g/1).
• Tris-HCl 750 mmol/1, pH = 7,8.
• Tris (hidroximetil-aminometano), 90,86 g/1,250 mi.
• HCI 1N , 33 mi.
• Agua destilada, c.s.p.* 1.000 mi.
• Glutatión oxidado (GSSG), 8 mmol/1.
Método
1. Se prepara de forma extemporánea la solución-reactivo. En la actualidad, existen
kits comerciales en los que deben seguirse las instrucciones correspondientes en
el mom ento de preparar la solución-reactivo:
(a) G6P 10 mmol/1,200 |xl.
(b) NADP 7,5 m mol/1,100 |xl.
(c) Saponina al 1%, 200 |xl.
(d) Tris-HCL 750 mmol/1, 300 |xl.
(e) GSSG 8 m mol/1,100 (jlI.
(f) H20 , 100 |xl.
2. En un tubo de ensayo se colocan 100 |xl de solución-reactivo y se añaden 10 jxl
de sangre total. Se agita suavemente.
3. Se incuba la mezcla a temperatura ambiente durante 5-10 min.
4. Se tom an 10 (xl de la mezcla y se impregna con ella el papel de filtro.
5. Se visualiza la mancha mediante una lámpara de luz ultravioleta.
Junto al estudio del espécimen de sangre problema deben procesarse simultáneamente
uno o varios controles normales.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 545
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546 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Filtrado 1
Sol. P 0 4HNa2 4 4
Reactivo DTNB 0,5 0,5
Solución precipitante (diluida 1
al 3/2 en agua destilada)
, A 412 X310,4x100
GSH(mg/dl eritrocitos) = ----------------------
Hto
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 547
Material y reactivos
• Sangre heparinizada o en ACD.
• Nitrito sódico, 0,18 mol/1.
• Solución incubadora (preparación extemporánea).
• NaCl 0,15 mol/1,4 mi.
• Glucosa al 5%, 1 mi.
• Tampón fosfato potásico (0,3 mol/1, pH = 7), 2 mi.
• Sulfato de azul de Nilo (11 mg/100 ml), 1 mi.
• H20 bidestilada, 2 mi.
• Solución de metiltiotiazol (MTT):
• 5 mg/ml de NaCl 0,15 M (preparación extemporánea).
• NaCl al 0,6% en agua destilada.
Método
1. Se centrifuga la sangre a +4 °C durante 5 min a 3.000 r.p.m. y se elimina el plasma.
2. Se mezclan 0,5 m i de eritrocitos con 9 mi de NaCl 0,15 mol/1 y 0,5 m i de nitrito
sódico 0,18 mol/ 1.
3. Se incuba la mezcla a 37 °C durante 20 min.
4. Se centrifuga a +4 °C durante 15 m in (3.000 r.p.m.).
5. Se elimina el sobrenadante sin eliminar la capa de leucocitos. Se añaden 9 mi de
NaCl 0,15 mol/1, y se centrifuga eliminando el sobrenadante. Se repite la misma
operación dos veces más. Al final del último lavado se elimina la capa de leucocitos.
6 . Se mezcla bien el paquete eritrocitario y se añaden 50 |jil del mismo a 1 mi de
líquido incubador.
7. Se incuba la suspensión a 37 °C durante 30 m in sin agitar y después de este
tiempo se añaden 0,2 mi de solución MTT. Se agita y se continúa la incubación
durante 1 h más.
8 . Se mezcla una gota de la suspensión con una gota de NaCl al 0,6%, se coloca la
mezcla encima de un portaobjetos y se cubre con un cubreobjetos.
9. Se m ira al microscopio ( X40).
10. Se analiza la presencia de gránulos de formazán en un mínimo de 500 eritrocitos
de acuerdo con el criterio siguiente:
(a) Puntuación 0: inexistencia de granulación.
(b) Puntuación 1+: de uno a tres gránulos.
(c) Puntuación 2+: cuatro o más gránulos.
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548 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodos cuantitativos
El análisis cuantitativo de las actividades enzimáticas eritrocitarias, excepto la pirimidi-
na-5'-nucleotidasa (P5'N), se basa en la preparación, para cada una de ellas, de una mez
cla reactiva, en la que la enzima que hay que analizar constituye la etapa limitante y en el
curso de la reacción enzimática existe una transformación de derivados nicotinamídicos
desde sus formas oxidadas a reducidas o viceversa. Debido a que tanto el NADH2 como
el NADPH2presentan una absorción específica a 340 nm, la medida espectrofotométrica
de la velocidad vendrá dada por la velocidad observada en la formación o desaparición de
estos compuestos (variación de absorbancia por m inuto o A/min). Como el principio
utilizado para determ inar todas las actividades enzimáticas es el mismo, el ICSH ha
estandarizado la metódica a emplear en la clínica para que los resultados obtenidos en
diferentes laboratorios sean comparables.
Las actividades enzimáticas pueden expresarse en U/100 m i de eritrocitos, U/109 de
eritrocitos o U l/g Hb. La forma recomendada por el ICSH es la de U l/g Hb a 37 °C, para
lo cual una vez realizada la lectura espectrofotométrica se aplica la siguiente fórmula
común:
TTT/ TT, AA340 1 100C _
U I/s H b = --------------- x — x ------- x D
eNAD(P)H Vh Hb
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Capítulo 19 Diagnóstico de las eritroenzim opatías 549
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550 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
En cuatro cubetas se coloca el volumen (jxl) de reactivos indicados a continuación:
Cubetas
1 2 3 4
Blanco (|jl 1) G6PD (|xl) 6-PGD (|xl) G6PD + 6-PGD (|xl)
Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 — 100 100 100
MgCl2, 0,1 mol/1 — 100 100 100
NADP, 2 mmol/1 — 100 100 100
Hemolizado (1/20) — 20 20 20
Agua bidestilada 1.000 580 580 480
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
G6P, 6 mmol/1 100 100
6-PG, 6 mmol/1 100 100
Se mide la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 551
Reactivos generales
• Ácido clorhídrico (HC1)
• Fosfato disódico (Na2H P04)
• (3-mercaptoetanol
• Hidroximetil-amino-metano (Tris)
• Ácido etilenodiaminotetraacético, sal disódica (EDTA)
• Cloruro sódico (NaCl)
• Fosfato potásico (KH2P 0 4)
• Cloruro magnésico (MgCl2)
• Cloruro potásico (KC1)
• Ácido tricloroacético al 30%
• Ácido molíbdico
• Solución de Fiske Subbarow (Sigma®)
• Fosfato dipotásico (K2H P04)
• Bicarbonato sódico (NaHC03)
• Enzimas purificadas
• Lactato deshidrogenasa (LDH), 60 U/ml
• Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), 10 U/ml
• Piruvato cinasa (PK), 50 U/ml
• Glutatión reductasa (GR), 10 U/ml
• Gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa (GA3PD), 40 y 50 U/ml
• Glicerín-3-fosfato deshidrogenasa (G3PD), 2 U/ml
• Enolasa (ENOL), 10 U/ml
• 3-fosfoglicerato cinasa (3-PGK), 50 U/ml
• Triosa fosfato isomerasa (TPI), 60 U/ml
• Aldolasa (ALD), 5 U/ml
• Malato deshidrogenasa (MDH), 1 U/ml
Sustratos
• Nicotinamida adenina dinucleótido reducido (NADH)
• Nicotinamida adenina dinucleótido fosfato (NADP)
• Nicotinamida adenina dinucleótido fosfato reducido (NADPH)
• 6-fosfogluconato (6-PG)
• Glucosa-6-fosfato (G6P)
• Adenosín-5-difosfato (ADP)
• Fosfoenol-piruvato (PEP)
• Fructosa-1,6-bisfosfato (F1,6BP)
• Fructosa-6-fosfato (F6P)
• Glucosa
• Adenosa-5-trifosfato (ATP)
• Glucosa-1-fosfato (G1P)
• Glucosa-1,6-bisfosfato (G1,6BP)
• Adenosín-monofosfato (AMP)
• Glutatión oxidado (GSSG)
• Flavina adenina dinucleótido (FAD)
• Glutatión reducido (GSH)
• 3-fosfoglicerato (3-PG)
• 2-fosfoglicerato (2-PG)
• Citidina monofosfato (CMP)
• Uridina monofosfato (UMP)
(Continúa)
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552 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
CUADRO 19-2. Reactivos imprescindibles para la medida de las actividades enzimáticas (cont.)
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 553
Glucosa-lP< >Glucosa-6-P
G-6-P+N A D P+ C,6PD >6-PG+ NADPH+ H +
6-PG+NADP+ 6 PC,U >Ribulosa-5-P+ NADPH+ H +
Método
TTT/ ADO340nm/min
UI/gH b = --------------------- x0,16
Hb(g/dl)
9*0^ .
• - •[ 1
s • *
a» • •co
*
FIGURA 19-5. Excentrocitos en un paciente con crisis hemolítica aguda debida a un déficit de G6PD.
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554 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 555
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556 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
Blanco (|jl1) Problema (|xl)
Tampón Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 — 100
MgCl2, 0,1 mol/1 — 100
NADP, 2 mmol/1 10
F6P, 20 mmol/1 100
Agua bidestilada 1.000 585
Se incuba durante 10 min a 37 °C.
Hemolizado 1/20 5
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 557
Hexocinasa (HK)
Principio
La hexocinasa (HK; EC 2.7.1.1) es una enzima que transfiere un grupo fosfato desde una
molécula de «alta energía» (ATP) a otra que actuará como aceptora de este fosfato (p. ej.,
glucosa) llamada sustrato. Esta transferencia se denomina fosforilación.
Método
Blanco (|xl) Problema (|xl)
Tampón Tris-HCl, pH = 8 — 100
MgCl2, 0,1 mol/1 — 100
Glucosa, 20 mmol/1 — 100
ATP, 20 mmol/1 (en bicarbonato al 1%) — 500
NADP, 2 mmol/1 — 100
Hemolizado 1/20 — 50
G6PD, 10 U/ml — 10
Agua bidestilada 1.000 40
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm durante 20 min (a 37 °C).
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558 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
lo que una actividad norm al o ligeramente dism inuida en presencia de una intensa
reticulocitosis debe hacer sospechar la existencia de u n déficit.
El déficit de HK es una enzimopatía rara. Clínicam ente, presenta características
superponibles al déficit de PK, pero con un cuadro anémico de mayor intensidad. Ello
obedece a que, a diferencia del déficit de PK, que se caracteriza p or un aum ento del
2,3-DPG, en el déficit de HK existe una marcada disminución de este metabolito, con
lo que disminuye la eficacia funcional de la hemoglobina y la liberación de oxígeno a
los tejidos es menor.
Fosfofructocinasa (PFK)
Principio
La PFK (EC 2.7.1.11) es la principal enzima reguladora de la glucólisis y está formada
por cuatro subunidades cuya actividad alostérica es regulada por varios activadores e
inhibidores. La PFK cataliza la fosforilación de la F6F con gasto de una molécula de ATP
para formar fructosa- 1,6-bisfosfato (F1,6BP) y ADP.
Método
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 559
Método
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560 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
DL-GA3P (1/10) — 5
Agua bidestilada 5 —
Blanco (|xl) Problema (|xl)
Tam pón Tris-HCI, 1 mmol/1, 100 100
pH = 8
NAD H, 2 mmol/1 100 100
TPI (no diluido, comercial) 5 5
G3PD H (2 U/m l) 50 50
Agua bidestilada 740 740
Se lee la línea de base.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las eritroenzim opatías 561
M éto d o
Método
Blanco ( j x l ) Problema ( j j lI )
Tam pón Tris-HCl, 1 mol/1, p H = 8 — 100
NAD, 20 mmol/1 — 100
F-1,6-DP, 0,1 mol/1 — 50
3-PGA, 10 mmol/1 — 100
KH2P 0 4, 0,1 mol/1 — 20
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562 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ADOM7 m in x 0,8
U I/gH b = -
Hb (g/dl)
Método
Blanco (|xl) Problema (|xl)
Tris-H Cl, 1 mol/1, p H = 8 — 100
M gCl2, 0,1 mol/1 — 100
KC1,1 mol/1 — 100
NAD H, 2 mmol/1 — 100
ADP, 30 mmol/1 (neutralizado — 50
con bicarbonato al 1%)
2,3-BPG 1 mmol/1 — 20
LDH (60 U/m l) — 20
PK (50 U/m l) — 20
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 563
A D O ^/m in x 0,8
U I/H b = -
Hb(g/dl)
->1,3-BPG+ NA D H + H
3-PGA+ATP< PGK >1,3-BPG+ADP
Método
Blanco (p,l) Problema (|xl)
Tris-HCl, 1 mol/1 + EDTA, 5 mmol/1,
pH = 8 — 100
MgCl2, 0,1 mol/1 — 100
NADH, 2 mmol/1 — 100
ATP, 20 mmol/1 (en bicarbonato al 1%) — 400
PGK, 50 U/ml — 100
Hemolizado 1/200 — 10
Agua bidestilada 1.000 90
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
3-PGA, 100 mmol/1 — 100
Se lee la variación de absorbancia por minuto a 340 nm (a 37 °C).
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564 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A D 0 347 m in X l6
UI/Hb = -
H b(g/dl)
Aldolasa
Principio
La aldolasa (ALD; EC 4.1.2.13) es una enzima que participa en la glucólisis. Cataliza la
escisión de la fructosa-1,6-bisfosfato en dos triosas, dihidroxiacetona-fosfato y gliceral-
dehído-3-fosfato.
También cataliza la rotura reversible de la fructosa-1-fosfato en gliceraldehído y
dihidroxiacetona fosfato.
En el ser hum ano se conocen tres isoenzimas de la ALD (ALD A, ALD B y ALD C)
codificadas por tres genes diferentes y que se expresan de distinta m anera durante el
desarrollo. Pequeñas diferencias en la estructura de las isoenzimas dan lugar a diferentes
actividades sobre los dos sustratos: fructosa-1,6-bisfosfato y fructosa-1-fosfato. La ALD
B no exhibe preferencia sobre los sustratos y, por tanto, cataliza ambas reacciones. En
cambio, las ALD A y C prefieren la fructosa-1,6-bisfosfato.
Método
Blanco (|xl) Problema ( jjlI)
Tampón Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 100 100
NADH, 2 mmol/1 100 100
Solución de enzimas* 100 100
Hemolizado 1/20 — 10
Agua destilada 600 590
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
F1,6-DP, 10 mmol/1 100 100
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
^Solución de enzimas:
TPI (100 U/ml), 1 (jlI
G3PD (100 U/ml), 250 p,l
(NH4)2 S04 3,2 mol/1,750 |jl1
Se diluye la solución a 1/15, mezclando 0,1 mi de la misma con 1,4 mi de solución estabilizadora.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las eritroenzim opatías 565
A D O ^/m in x 0,8
UI/gHb = -
Hb (g/dl)
Método
Blanco (|xl) Problema (|xl)
Tampón Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 — 100
NADH, 2 mmol/1 — 100
Agua bidestilada 1.000 680
Hemolizado 1/200 — 20
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
Piruvato sódico, 10 mmol/1 — 100
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
A D 0 347m in x 8,03
UI/gHb = -
Hb(g/dl)
Enolasa
Principio
La enolasa o fosfopiruvato hidratasa (EC 4.2.1.11) es una metaloenzima que cataliza la
transformación de 2-fosfoglicerato a PEP durante la glucólisis. La enzima puede también
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566 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
2-PG Eno!asa—>PEP
PEP+ ADP — »Piruvato+ ATP
Piruvato+NADH++ H +< LUH )Lactato+ NAD+
Método
Blanco ((xl) Problema (|il)
Tampón Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 — 100
MgCl2, 0,1 mol/1 — 100
KC1,1 mol/1 — 100
NADH, 2 mmol/1 — 100
ADP, 30 mmol/1 (en bicarbonato al 1%) — 50
LDH (60 U/ml) — 10
PK (50 U/ml) — 10
Hemolizado 1/20 — 20
H 20 1.000 410
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
2-PG, 10 mmol/1 — 100
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
ADO/min x 0,8
UI/gHb = -
Hb(g/dl)
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 567
M éto d o
Reactivos
• Tampón Tris-HCl, 10 mmol/1 + EDTA, 2,7 mmol/1 + mercaptoetanol, 0,7 mmol/1,
pH = 6,5.
• Tampón de incubación: Tris-HCl, 30 mmol/1 + MgCl2, 30 mmol/1, pH = 8.
• Tampón de diálisis, pH = 8.
• Cloruro sódico (NaCl), 150 mmol/1.
• Tris-HCl, 10 mmol/1, pH = 8.
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568 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• MgCl2, 10 mmol/1.
• EDTA, 0,02 mmol/1.
• Ácido tricloroacético al 30%.
• Citidina monofosfato (CMP), 60 mmol/1.
• Uridina monofosfato (UMP), 60 mmol/1.
• Ácido molíbdico.
• Solución de Fiske Subbarow (Sigma®).
Método
1. Se centrifugan y separan plasma, leucocitos y plaquetas.
2. Se lavan los eritrocitos tres veces con solución salina fisiológica (NaCl, 0,15 mol/1).
3. Se diluye el paquete de eritrocitos al 1/4 en (Tris-H Cl, 10 mmol/1; EDTA,
2,7 mmol/1, y mercaptoetanol, 0,7 mmol/1, pH = 6,5).
4. Se hemoliza mediante congelación-descongelación.
5. Se centrifuga el hemolizado para eliminar los estromas.
6. Se dializa el sobrenadante durante un m ínim o de 12 h contra el tam pón de
diálisis.
7. Se preparan las siguientes soluciones reactivas y se sigue el esquema señalado.
Blanco Problemas
CMP UMP
Tampón Tris-HCl, pH = 6,5 2,3 2,3 2,3
CMP 0,1 0,1
UMP 0,1 ¡-J L * 0,1
Hemolizado dializado [ 1 -1 i ] 0,1 0,1
Ácido tricloroacético 0,5 0,5 0,5
Hemolizado dializado 0,1 —
Se centrifuga y se separa el sobrenadante.
U I/gH b = ^ gPÍ(gráfiCa)X24,2
H b(g/dl)
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 569
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570 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ADQ412/m ín 100
13,6 Hb(g/dl)
Método
Esta enzima se determina en dos reacciones diferentes, una en presencia del activador
FAD (flavina adenina dinucleótido), que es el precursor de la vitam ina B2, y otra en
ausencia del mismo. En general, la actividad de la enzima se halla normalmente saturada
por el FAD, por lo que la activación in vitro es mínima. No obstante, existen situaciones
patológicas en las que se observa una intensa activación in vitro de la enzima por el FAD.
En tales casos, la determ inación de la GR es útil para valorar el nivel de este factor
vitamínico en el organismo.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 571
Método
Blanco ( (jlI ) Problema (|xl)
Tampón Tris-HCl, 1 mol/1, pH = 8 100 100
GSH, 0,1 mol/1 20 20
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572 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ADO340/m in xl,61
U I/gH b = -
Hb(g/dl)
Transcetolasa (TK)
Principio
La transcetolasa (TK) es una enzima que se halla normalmente en el interior del hematíe
catalizada por el pirofosfato de tiamina (TPP) o vitamina Br La carencia de vitamina
B( es frecuente en el alcoholismo crónico, que constituye la principal causa de déficit de
TK en los países industrializados.
Material y reactivos
• Tampón Tris-HCl, M + EDTA 5 mM, pH = 8.
• R5P 150 mM, 0,0205 g, 0,5 m i de tampón.
• TPP 10 mM, 0,046 g, 1 mi de tampón.
• NADH 2,5 mM, 0,0035 g, 2 mi de tampón.
• TPI + G3PDH (2 mg/ml).
• Solución estabilizadora, 0,2 mi.
• TPI, 0,025 mi.
• G3PDH, 0,025 mi.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 573
Método
Sin TPP Con TPP
Blanco (|xl) Problema (jxl) Blanco (jjlI) Problema (|j_l)
Tris-HCl, 1 M, EDTA, 5 mM, 50 50 50 50
pH = 8
R-P, 0,15 M (en tampón) 50 50 50 50
H20 bidestilada 880 850 850 820
Hemolizado al 1/5 "l" ■ ■ 20 — 20
digitonina
TPI + G3PDH (2 mg/ml) 4 1 10u ! 10
TPP, 0,01 M (en tampón) — 30 30
Se incuba a 37 °C durante 30 min.
NADH, 2,5 mM (en tampón) 20 20 20 20
Se incuba a 37 °C durante 15 min.
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 340 nm (a 37 °C).
ADO/min 5
6,22 H b(g/dl)
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574 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 575
(vitamina B6) del organismo. Por ello, tiene especial interés cuando se sospecha un déficit
de esta vitamina en ciertos casos de anemia hipocroma por alteración de la síntesis del
hemo debida a un déficit de vitamina B6.
Material y reactivos
• EDTA neutralizado, 0,27 mol/1.
• Tampón citrato de sodio, 0,05 mol/1, pH = 4,7.
• Ferrocianuro de potasio, 0,5 mmol/1.
• NADH, 2 mmol/1.
• Sustrato de hemoglobina: se trata de una solución de hemoglobina sin actividad
diaforásica intrínseca que se prepara del siguiente modo:
• Se centrifuga una muestra de sangre normal y se elimina el plasma.
• Se lavan tres veces los eritrocitos con suero fisiológico.
Por cada 10 mi de paquete eritrocitario, se añaden 60 mi de agua y 1,6 g de DEAE-
celulosa.
• (W hatman, DE 23).
• Se agita la suspensión durante 10 m in a +4 °C. Se filtra recogiendo el filtrado. Se
repite dos veces la operación anterior, y se añade DEAE-celulosa por cada 10 mi
de paquete celular.
• Se determina la H b del sobrenadante claro en solución de Drabkin y se ajusta a
una concentración final de 1,224 g/dl.
• Se verifica la ausencia de actividad N ADH-diaforasa (A < 0,003/min) en un
blanco, en el cual la cantidad de hemoglobina es de 1,05 mi, en lugar de 1 mi, sin
añadir sangre.
Si la actividad diaforásica es elevada (A > 0,003/min), se repite el tratamiento con
DEAE-celulosa del hemolizado.
El sustrato así preparado es estable durante 2 semanas a +4 °C o bien durante meses
en alícuotas a -7 0 °C.
M étodo
1. En un tubo de 5 mi se colocan:
(a) EDTA 0,27 mol/1,0,01 mi.
(b) Citrato sódico 0,05 mol/1, pH = 4,7,0,05 mi.
(c) Ferrocianuro potásico 0,5 m mol/1,1,5 mi.
(d) Sustrato de Hb, 1 mi.
(e) H20 bidestilada, 1,74 mi.
(f) Sangre total, 0,005 mi.
2. Se espera 10 min. Con ello se obtiene la mezcla reactiva.
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576 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 577
Método
Blanco (/ jlI ) Problema (fil)
Tampón P 0 4KNa, 0,2 mol/1, 980 960
pH = 7
Hemolizado 1/20 1 20
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
Adenosina, 4 mmol/1 20 20
Se lee la variación de absorbancia (A) por minuto a 265 nm (a 37 °C).
ttt/ ADO265/m in
U I/g H b = ------------------x
H b(g/dl)
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578 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
Blanco ( p l) M u estra (|jl1 )
ADQX50
12,15
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 579
Método
Blanco (p l) Pro b lem a (|xl)
Tris-HCl, M, EDTA, 5 mM, pH = 8 50 50
H20 2, 10 mM* — 900
H20 900 —
Se incuba a 37 °C durante 10 min.
Hemolizado al 1/2.000 con etanol** 20 20
*Se mide la DO de 0,9 mi de una dilución al 1/10 de tampón fosfato 1 M a 230 nm (DO,).
Se añaden 0,1 mi de una dilución al 1/100 del H20 2al 30% y se lee la DOz.
El coeficiente de extinción molar del H20 2 a 230 nm es de 0,071, la concentración de H20 2de la
solución diluida al 1/100 es 141 (D 02-D 0,). Para diluir el H20 2 a 10 mM, se diluye 1 mi de la solución
1/100 a C/10 mi con H20.
**E1 hemolizado 1/20 diluido en solución estabilizadora se diluye 1/100, se añaden 20 (jlI de etanol
absoluto por cada mililitro de hemolizado al 1/2.000 para romper cualquier «complejo II» que pueda
estar presente.
La disminución de la DO se mide leyendo en contra el blanco durante 10 min.
La reacción es lineal, durante 3-4 min. La reacción enzimática debería empezar inmediatamente
después de la adición del hemolizado.
M alonildialdehído
Principio
Los niveles de malonildialdehído (MDA) son un indicador de la peroxidación que se
produce en el interior de los hematíes; el interés de su medida radica en que un exceso
de peroxidación constituye una causa de alteraciones estructurales de la hemoglobina, las
proteínas de membrana y las enzimas. El MDA induce cambios en la actividad de algunas
enzimas eritrocitarias consistentes en aumentos o disminuciones cuando los hematíes son
incubados en presencia de diferentes concentraciones de peróxido de hidrógeno (H20 2).
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580 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• KC1,0,008 M +N aC l, 0,14 M.
• Solución A
• Na2P 0 4H 12H20 , 1,79 g c.s.p. = 1.000 mi de H20 .
• Solución B
• N aP 04H2 2H20 , 0,39 g c.s.p. = 500 mi de H 20 .
• Se mezclan para obtener un pH de 7,5, aproximadamente:
• Sol. A, 809,5 mi.
• Sol. B, 190,5 mi.
• Total, 1.000 mi.
• Se añade:
• NaCl 0,14 M, 8,18 g.
• KC10,008 M, 0,598 g.
• Se ajusta el pH a 7,5 con NaOH 1 M.
• Se comprueba la osmolaridad: 290 mOsm.
Solución de trabajo
• Se prepara extemporáneamente:
• N3Na 0,002 M, 0,013 g.
• Glucosa 0,004 M, 0,072 g.
• Solución madre c.s.p. = 100 mi.
M étodo
Se parte de sangre con heparina libre de conservantes.
1. Se pasa la sangre por columna.
2. Se lavan los hematíes tres veces con suero fisiológico.
3. Culote de hematíes. Se ajusta a un hematocrito del 5% con solución de trabajo:
(a) Solución de trabajo: 4 mi.
(b) Hematíes: 0,25 mí.
(c) Se comprueba el hematocrito.
(d) Se determina la hemoglobina de la dilución.
4. Preparación:
(a) Solución al 5%, 2 mi.
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Capítulo 19 Diagnóstico de las eritroenzim opatías 581
LECTURAS RECOMENDADAS
Beutler E. The glutathione instability o f drug sensitive red cells. J Lab Clin Med 1957;49:84.
Fairbanks VF, Lampe LT. A tetrazolium-linked cytochemical m ethod for stimation of
glucose-6-phosphate dehydrogenase activity in individual erythrocytes: applications in the study
of heterozygotes for glucose-6-phosphate dehydrogenase deficiency. Blood 1968;31:5.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommended m ethods for red cell
enzyme analysis. Br J Haematol 1977;35:331.
International Committee for Standardization in Haematology. Recommended Screening test for
glucose-6-phosphate dehydrogenase (G6PD). Br J Haematol 1979;43:469.
Valentine W N, Fink K, Paglia DE, Harris SR, Adams WS. Hereditary Hemolytic Anemia with Hum an
Erythrocyte Pyrimidine 5'Nucleotidase Deficiency. J Clin Invest 1974;54:866.
Vives Corrons JL. Red Blood Cell Enzymes Defects. En: Beaumont C, Béris P, Beuzard Y, Brugnara C
editors. ESH H andbook on Disorders o f Iron Metabolism. ESH; 2009. p. 436-53.
ERRNVPHGLFRVRUJ
582 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A nexo
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 583
ERRNVPHGLFRVRUJ
584 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 585
ERRNVPHGLFRVRUJ
586 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Cálculos
• UI/100 mi Hes —> U/10'° Hes
• N = n.° de hematíes
1.000 mi de sangre total corresponden a N X 1012Htes
100 mi de sangre total corresponden a N X 10" Htes
u u N x i0 0 x l0 " H e s
100 mi de H es= -----------------------
Hto
Pasar U /100 m i de Htes —> U/g Hb
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 5 8 6 .e l
Autoevaluación
1. ¿Por qué un defecto enzimático tiene m ayor impacto clínico sobre los hematíes que sobre
otros tejidos del organismo?
(a) Por la limitada vida media de los eritrocitos.
(b) Por la incapacidad del hematíe para adaptarse a situaciones metabólicas más precarias.
(c) Por el descenso del pH que producen los defectos enzimáticos en el interior de los hematíes.
(d) Por la a ausencia de síntesis proteica en el eritrocito m aduro.
(e) Por el efecto de la enzimopatía sobre la deformabilidad eritrocitaria.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: el eritrocito cumple tres funciones principales encaminadas, todas ellas, a
m antener el transporte de la hemoglobina: a) conservar la integridad de sus componentes para
sobrevivir en la circulación sanguínea aproximadamente 120 días; b) mantener el hierro hemoglobí-
nico en estado reducido para que la hemoglobina pueda fijar reversiblemente el oxígeno molecular,
y c) contribuir a la función hemoglobínica, facilitando la liberación del oxígeno en los tejidos.
Estas funciones las realiza gracias a su reducida, pero suficiente, dotación enzimática, heredada
de sus precursores, los eritroblastos, que le permite obtener energía en forma de ATP (metabolis
mo energético), proteger la hemoglobina de los agentes oxidantes (sistema oxidorreductor) y
contribuir a la función respiratoria de la hemoglobina (síntesis de 2,3-bisfosfoglicerato). La
ausencia de síntesis proteica en el eritrocito m aduro imposibilita el recambio molecular de estas
enzimas, p or lo que su déficit congénito tiene, casi siempre, una repercusión fisiopatológica
mucho mayor que en cualquier otra célula del organismo.
2. ¿Cuál es la eritroenzimopatía más frecuente que causa anemia hemolítica crónica?
(a) El déficit de G6PD.
(b) El déficit de aldolasa.
(c) El déficit de piruvato cinasa.
(d) El déficit de hexocinasa.
(e) Todas muestran una frecuencia similar.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: aunque, en nuestro medio, el déficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa
(G6PD) es la enzimopatía más frecuente, la presencia de otras erítroenzimopatías no constituye
un hecho excepcional. Así, se han descrito déficits de piruvato cinasa (PK), fosfoglucosa isomerasa
(PGI), triosa-fosfato isomerasa (TPI), p irim idina 5’-nucleotidasa (P5’N ), fosfofructocina-
sa (PFK) y diaforasa.
3. ¿Cuál es la enzima eritrocitaria para la cual la m edida de actividad exige evitar la contam i
nación leucocitaria del hemolizado?
(a) El déficit de piruvato cinasa.
(b) El déficit de G6PD.
(c) El déficit de triosa-fosfato isomerasa.
(d) El déficit de hexocinasa.
(e) Ninguna de las anteriores.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la determinación sistemática de las actividades enzimáticas del eritrocito
no es compleja, aunque sí delicada, por cuanto cualquier contam inación, p o r pequeña que
sea, o ligeras variaciones de la tem peratura pueden modificar los resultados. Así, el análisis
cuantitativo de las actividades enzimáticas eritrocitarias debe efectuarse siempre a partir de
hemolizados desprovistos de contaminación leucocitaria. Ello es especialmente importante en la
determinación de la actividad de PK, ya que esta enzimopatía eritrocitaria se acompaña de una
actividad leucocitaria normal; debido a ello, la contaminación del hemolizado por leucocitos
puede dificultar la detección del déficit.
4. ¿Cuál es el factor que debe tenerse m uy en cuenta cuando se interpreta el resultado de la
medida de las actividades enzimáticas?
(a) La calidad de los reactivos.
(b) La edad del paciente.
(c) El núm ero de reticulocitos circulantes.
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586.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 19 Diagnóstico de las erítroenzim opatías 5 8 6 .e 3
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C A P Í T U L O 20
INTRODUCCIÓN
Los grupos sanguíneos son caracteres heredados, localizados en estructuras polimorfas
de la membrana del eritrocito, y reconocidos por anticuerpos específicos. Hablamos de
polimorfismo cuando en una determinada población existen, como mínimo, dos variantes
alélicas de un mismo gen. Los alelos, por tanto, no son más que versiones alternativas de
un gen que difieren entre sí en su secuencia nucleotídica. Los cambios en la secuencia
nucleotídica original se producen como consecuencia de mutaciones. Estas diferencias es
tructurales de los alelos van a comportar también diferencias estructurales en los productos
que codifican. Un gen constituido por múltiples alelos es un gen polimorfo o alelomorfo.
A ctualm ente, se han definido 33 sistemas de grupos sanguíneos eritrocitarios
(tabla 20-1). Cada sistema está integrado por un conjunto de antígenos que son producto
de los alelos pertenecientes a un mismo locus genético (representado por un solo gen o
por un «clúster» de dos o más genes estrechamente ligados), independiente de los locus
genéticos que codifican para los otros sistemas de grupo sanguíneo y, por tanto, trans
mitidos de forma independiente. La posibilidad de un entrecruzamiento entre estos genes
es imposible o muy remota, dada su proximidad. Además, se han definido siete «colec
ciones» de antígenos relacionados entre sí por sus características genéticas, bioquímicas
o serológicas (tabla 20-2). Y, finalmente, dos series de antígenos, una de baja frecuencia
(serie 700) y otra de alta frecuencia (serie 900) que no han podido adscribirse a ningún
sistema o colección (tablas 20-3 y 20-4). Para conseguir una nomenclatura unificada,
la Sociedad Internacional de Transfusión Sanguínea ha establecido que cada antígeno
está representado por seis dígitos. Los tres primeros corresponden al sistema (001-030)
(p. ej., 006 para Kell), a la colección (205-210), o a las series 700 o 900. Los otros tres
números identifican al antígeno (p. ej., 006003 para Kpa). Cada sistema tiene además
un símbolo alfabético. Esta terminología ha resultado muy útil para unificar criterios
y para el almacenamiento electrónico de la información, sin embargo resulta compleja
para la comunicación verbal, por lo que se sigue aceptando en este entorno el uso del
nombre clásico de los antígenos.
La importancia clínica de los grupos sanguíneos en hematología se debe a la posibi
lidad de que los aloanticuerpos (dirigidos contra antígenos no presentes en el individuo
que los produce) pueden ocasionar la destrucción de los hematíes transfundidos, o
atravesar la placenta e inducir una hemólisis en el feto y en el recién nacido. Esto va a
depender de lo siguiente: la frecuencia con la que cada aloanticuerpo se produce, las
características funcionales del mismo (amplitud térmica, clase de inmunoglobulina,
capacidad de fijar el complemento) y la frecuencia con la que el aloantígeno está presente
en la población.
N.° Nombre del sistema Símbolo Nombre del gen Localización cromosómica
001 ABO ABO ABO 9q34.2
002 MNS MNS GYPA, GYPB, 4q31.21
GYPE
003 P1PK P1PK A4GALT 22qll.2-qter
004 Rh RH RHD, RHCE lp36.11
005 Lutheran LU LU 19ql3.32
006 Kell KEL KEL 7q34
007 Lewis LE FUT3 19pl3.3
008 Duffy FY DARC lq23.2
009 Kidd JK SLC14A1 18ql2.3
010 Diego DI SLC4A1 17q21.31
011 Yt YT ACHE 7q22.1
012 Xg XG XG, MIC2 Kp22.33
013 Scianna SC ERMAP lp34.2
014 Dombrock DO ART4 12pl2.3
015 Colton CO AQP1 7pl4.3
016 Landsteiner-Weiner LW ICAM4 19pl3.2
017 Chido/Rodgers CH/RG C4A, C4B 6p21.3
018 H H FUTI 19ql3.33
019 XK XK XK Xp21.1
020 Gerbich GE GYPC 2ql4.3
021 Cromer CROM CD55 lq32.2
022 Knops KN CR1 lq32.2
023 Indian IN CD44 llp l3
024 Ok OK BSG y^9pl3.3
025 Raph RAPH CD151 1lp 15.5
026 John Milton Hagen JMH SEMA7A 1 15q24.1
027 I I GCNT2 6p24.2
028 Globoside GLOB B3GALT3 3q26.1
029 Gill GIL AQP3 9pl3.3
030 Rh-associated RHAG RHAG 6
glycoprotein
031 Forsman FORS GBGT1 9q34.13
032 Junior JR ABCG2 4q22
033 Langereis LAN ABCB6 2q36
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 589
Colección Antígeno
Esta es la situación que concierne a la mayoría de alelos que codifican para los diferentes
productos polimorfos responsables de los grupos sanguíneos. Algunos genes tienen alelos
que no codifican ningún producto, son los alelos silentes.
Los alelos de genes muy próximos se heredan conjuntamente constituyendo lo que
conocemos por haplotipo.
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590 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
901003 August Af
901008 Emm
901009 Anton AnWj
901011 Sid Sda
901014 PEL
901016 MAM
ANTÍGENOS ERITROCITARIOS
Pueden expresarse exclusivamente en los hematíes (antígenos Rh), o adicionalmente
en otras células sanguíneas (el antígeno P l), en otros tejidos (antígenos MNS), o en
las células sanguíneas y en los tejidos (antígenos ABO). La mayoría de los antígenos
eritrocitarios son producto directo del gen que los codifica y se ubican en proteínas,
glucoproteínas y glucolípidos de la mem brana eritrocitaria. Los antígenos de los sis
temas ABO, Lewis y P constituyen una excepción, porque los genes correspondientes
codifican para u n enzima (transferasa) responsable de catalizar la reacción por la que
un determinado monosacárido o azúcar se une a un sustrato (oligosacárido) para cons
tituir una determ inada estructura antigénica. Las proteínas que expresan antígenos
eritrocitarios se insertan en la m em brana a través de las siguientes opciones: como
proteínas de un solo paso, como proteínas de múltiples pasos, o bien como proteínas
ancladas a la membrana a través de enlaces glucosilfosfatidilinositol (GPI) (fig. 20-1).
La distribución y frecuencia de los diversos fenotipos eritrocitarios varía según las po
blaciones y los grupos étnicos (tabla 20-5).
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 591
ANTICUERPOS ERITROCITARIOS
Casi todos los anticuerpos dirigidos contra los antígenos eritrocitarios son inm uno-
globulinas de clase IgG, o bien IgM, y una m inoría m uestran especificidad IgA. Las in
munoglobulinas de clase IgM tienen mayor capacidad para activar el complemento (C)
que las de clase IgG, ya que se requieren dos dominios Fe para activar la porción C lq de
la fracción C l. La estructura de las moléculas IgM permite que una sola molécula sea
capaz de unirse a la porción C lq; en el caso de las IgG se requieren como mínimo dos
moléculas adyacentes para que se produzca una correcta unión.
Las subclases IgGl e IgG3 activan fuertemente el complemento, IgG2 lo hace débil
mente e IgG4 no es capaz, en general, de activarlo. Los anticuerpos que son activos a
37 °C son capaces de destruir o de secuestrar a los hematíes alogénicos transfundidos.
Los anticuerpos de clase IgG también son capaces de atravesar la placenta y, en teoría,
de producir enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN).
A nticuerpos «naturales»
Los llamados anticuerpos «naturales» son habitualmente de clase IgM, pero también
pueden ser de clase IgG, y se detectan en personas que no han sido nunca transfundidas
con hematíes, y que carecen de antecedentes de gestación, en el caso de las mujeres.
Se supone que su aparición ha tenido lugar como respuesta a la exposición a ciertas
sustancias que están presentes en el medio ambiente o en la dieta y que muestran una
estructura similar al antígeno eritrocitario en cuestión. Algunos anticuerpos naturales
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592 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
SISTEMA ABO
Descubierto por Landsteiner en 1900, continúa siendo el sistema más importante en la
transfusión sanguínea, debido a la presencia sistemática de anticuerpos regulares reacti
vos a 37 °C, fijadores de complemento y dirigidos contra los antígenos de los que carece
el portador de los mismos. Estos anticuerpos pueden producir reacciones hemolíticas
muy graves de tipo intravascular cuando se transfunden hematíes ABO incompatibles.
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 593
Genes y antígenos
Como ya se ha comentado, a diferencia de otros sistemas de grupo sanguíneo, en que
los genes codifican directamente para los correspondientes antígenos, en este sistema, los
genes A y B codifican para unas enzimas que van a catalizar la reacción que permite la
unión de determinados carbohidratos a precursores glucoproteicos o glucolipídicos
para configurar la estructura antigénica propia de lo que conocemos como antígenos
A y B (fig.20-2).
Los antígenos ABH se encuentran ampliamente distribuidos en nuestro organismo
y, además de los hematíes, podemos encontrarlos en linfocitos, plaquetas (adsorbidos
del plasma), en la mayoría de tejidos endoteliales y epiteliales, y en algunos órganos
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594 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
como es el caso de los riñones. Por este motivo, en el trasplante de órganos sólidos ABO
incompatibles, puede producirse una grave reacción hiperaguda del injerto. Asimismo,
en el caso del trasplante de progenitores hematopoyéticos con incompatibilidad ABO
mayor (p. ej., receptor O, donante A), puede ocurrir una hemólisis aguda, a menos que
los hematíes incompatibles sean separados de las células progenitoras. Los antígenos
ABH también pueden encontrarse en forma soluble, y se localizan en las secreciones
y en todos los fluidos con excepción del líquido cefalorraquídeo. En la m embrana del
hematíe están presentes como moléculas glucolipídicas o glucoproteicas, y en la forma
soluble se hallan fundamentalmente como glucoproteínas. A las 5 o 6 semanas de vida
intrauterina ya pueden ser detectados, pero no alcanzan su máxima expresión hasta los
2-4 años de vida, por lo que pueden reaccionar débilmente en las muestras de cordón y
durante los primeros años de vida.
Existen cuatro posibles fenotipos ABO, y en la práctica cotidiana se dice que un
individuo pertenece al grupo A, B, AB u O. En los grupos A y B pueden diferenciarse
diversos subgrupos, pero raras veces tienen significado clínico. En la tabla 20-8 se mues
tra la relación de fenotipos y posibles genotipos en el sistema ABO, y en la tabla 20-9
la distribución de los m ism os en un g rupo de 215 donantes de sangre españoles.
Globalmente, en la raza caucásica los grupos O y A son los más frecuentes (45 y 40%,
respectivamente), seguidos del grupo B (11%) y del grupo AB (4%). La frecuencia del
grupo B en las razas negra y asiática es claramente superior (20 y 27%, respectivamente)
a las de la raza blanca (11%).
El gen del antígeno A está constituido por 1.062 pb que codifican un total de 353
aminoácidos (AA). La proteína resultante es una enzima (transferasa A) encargada de
facilitar la unión del azúcar N-acetilgalactosamina a las cadenas activas H (v. fig. 20-2).
El gen del antígeno B es idéntico en un 99% al gen A, y contiene cuatro nucleótidos dis
tintos que comportan un cambio de AA en los residuos 176,235,266 y 268. La proteína
resultante es también una enzima (transferasa B) que añade galactosa a las cadenas H
activas (v. fig. 20-2). El gen O es amorfo y codifica para una proteína funcionalmente
inactiva de solo 116 AA, como consecuencia de la deleción de una base (G) cerca del
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 595
TABLA 20-9. Distribución de los fenotipos y posibles genotipos del sistema ABO
en una serie de 212 donantes de sangre españoles
Fenotipo n Genotipos n
A, 56 A'A1 8
A'A2 2
A10 1 42
A'O2 4
A2 15 A2A2 3
A20' 10
A2(y 2
B 21 BB 1
BO' 19
BO2 1
A,B 4 A'B 4
A 2B 2 A2B 2
O 117 O'O1 111
0 20 2 5
O'O2 1
extremo 5' terminal de la secuencia codificante, en la posición 261; este cambio comporta
la aparición anticipada de un triplete de finalización que interrumpe el proceso de trans
cripción (fig. 20-3).
Los subgrupos de A y B (tablas 20-10 y 20-11) tam bién se producen como con
secuencia de m utaciones similares que com portan cambios en los AA. Por ejemplo,
A2 se produce como consecuencia del cambio de leucina p o r prolina en el residuo
156 de la proteína. Serológicamente, esto se traduce en la aparición de una transferasa
N'-acetilgalactosamina que posee un pH óptimo alterado, pero que todavía es capaz de
A1 A2 B o1 o2
FIGU RA 20-3. Representación esquemática de la estructura de los productos de los alelos ABO.
En la figura se indica la localización de las mutaciones responsables de las diferencias estructurales
entre los alelos ABO. Cuatro mutaciones puntuales diferencian el alelo B de A1y dos solamente a A2de A1.
El producto O1se debe a la deleción de una base (G) en la posición 261 de la secuencia, lo que ocasiona
la aparición de un triplete de finalización precoz (stop codón). La estructura del alelo O2es muy similar
a la de los productos del gen B, pero entre ambos existen diferencias como resultado de dos mutaciones
puntuales en el gen O2.
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596 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 597
TABLA 20-12. Glucosiltransferasas producidas por los genes que codifican para los antígenos
pertenecientes a los sistemas ABO, H y Lewis, azúcares incorporados y especificidad
serológica
2 4
a-Fuc a-Fuc
A a-N-acetil-D-galactosaminil GalNAc aGalNAc(l-3) A
transferasa GalpJ(l-3)
GlcNAc-R
1
2
a-Fuc
B a-D - galactosiltransferasa Gal a-Gal(l-3) B
Gal|3(l-3)
GlcNAc-R
1
2
a-Fuc
Fue, fucosa; Gal, D-galactosa; GalNAc, N-acetil-D-galactosamina; GlcNAc, N-acetil-D-glucosamina; LNT, lacto-N-tetrosa;
R, cadena restante de oligosacárido.
Tomado de Morgan y Watkins, 1969.
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598 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
producidas por los genes que codifican para los antígenos pertenecientes a los sistemas
ABO, H y Lewis, los azúcares incorporados y la especificidad serológica final.
Los individuos portadores del raro fenotipo Bombay son hom ocigotos para el
alelo h del gen FU TI, de m anera que no pueden producir antígeno H y, en definitiva,
tam poco producen antígeno A ni B. Sus hematíes suelen tipificarse como O, pero un
meticuloso estudio de su suero m uestra la presencia de anti-H , además de anti-A,
anti-B y anti-A,B. En el resto de individuos, a partir del gen H aparecen los antígenos
correspondientes A, B o AB en función de su estructura genómica ABO. No obstante,
el antígeno H se conserva en u na cierta proporción en los individuos de grupo A y B,
y siempre en una proporción m ucho m enor de la que está presente en los individuos
de grupo O.
El gen FUT2 (Se) es responsable de la expresión del antígeno soluble H en las estruc
turas glucoproteicas de las secreciones como sucede en el caso de la saliva. Los individuos
de genotipo (SeSe o Sese) se denominan secretores, lo que ocurre en, aproximadamente,
un 80% de la población. El 20% restante de individuos (genotipo sese) son no secretores.
El alelo se es amorfo.
En la tabla 20-13 se m uestran ejemplos de la interacción entre los genes ABO,
FUTI (H) y FUT2(Se) y la expresión de los antígenos del sistema ABO en los hematíes
y en la saliva.
A nticuerpos
Los anticuerpos ABO aparecen en los prim eros meses de vida tras el contacto con
diversas sustancias presentes en la dieta o en el medio ambiente (bacterias, plantas, polen)
que presentan una estructura similar a los antígenos ABH. Aunque su aparición está
relacionada con una exposición antigénica, su carácter precoz hace que se les considere
como anticuerpos «naturales». Habitualmente son una combinación de moléculas IgM
e IgG y, a menudo, fijan complemento.
Una nueva inmunización puede producirse como resultado de una transfusión de
hematíes incompatible, de plasma que contiene antígenos solubles A o B incom pati
bles, de un embarazo de un feto ABO incompatible con la madre, o p or inoculación
de vacunas que contienen antígenos A o B. Esta reinmunización va a incrementar el
contenido del componente IgG y su capacidad para reaccionar a 37 °C.
TABLA 20-13. Relación entre los genes ABO, FUTI (H) y FUT2(Se) y la expresión
de los antígenos del sistema ABO
Antígenos expresados
Genes heredados
Hematíes Saliva
Ejemplo 1
ABHHSeSe A, B, H A, B, H
ABHHsese A, B, H N inguno
Ejemplo 2
OOHHSese H H
OOHHsese H N inguno
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 599
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600 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Ülcera péptica: los de grupo O tienen 1,4 veces mayor riesgo que los de los restantes
grupos.
• Ülcera duodenal: los individuos no secretores tienen 1,5 veces mayor riesgo que los
secretores.
• Los individuos de grupo B tiene mayor riesgo de sufrir infecciones por Streptococcus
pneumoniae y Escherichia coli.
No se conoce apenas nada de la función de los antígenos ABH presentes sobre los
hematíes y otras células y tejidos de nuestro organismo. No obstante, sabemos que con
tribuyen con su presencia a lo que conocemos como glucocálix, la matriz extracelular
compuesta de carbohidratos que protege a los hematíes de una posible lesión mecánica
y del ataque de los diversos microorganismos.
SISTEMA Rh
En 1930, Levine identificó por primera vez un anticuerpo en el suero de una mujer que
acababa de dar a luz a su segundo hijo, que aglutinaba el 85% de las sangres humanas
ABO compatibles. Se trataba de un anticuerpo propio de su especie. Sin embargo,
en 1940, Landsteiner y Wiener, inyectando eritrocitos del Macacus rhesus a conejos y
cobayas, aislaron un anticuerpo que también aglutinaba el 85% de los hematíes humanos.
Los sujetos cuyos eritrocitos aglutinaban con el suero anti-Rhesus se catalogaron como
Rh positivo, y el 15% restante, como Rh negativo. Hasta 1961, no quedó completamente
aclarada la confusión entre el anticuerpo de origen humano y el anticuerpo anti-Rhesus
de origen animal. Sin embargo, en aquel momento, ya se había generalizado tanto el
térm ino Rh en la práctica transfusional que resultaba imposible modificarlo. Levine
sugirió entonces dar el nom bre de anti-LW al anticuerpo anti-Rhesus de conejo, en
honor a sus descubridores.
Hoy en día, se sabe que se trata de dos sistemas genéticamente independientes, cuyos
antígenos pueden ser reconocidos por anticuerpos diferentes.
El sistema Rh es muy complejo y, hasta el momento, se han descrito un total de 50
antígenos y unos 170 alelos han sido definidos a nivel molecular, de m anera que su
estructura genómica es muy polimorfa. Además del antígeno D, otros cuatro antíge
nos (C, c, E y e) destacan por su importancia en la práctica transfusional relacionada
con su capacidad de inducir la producción de aloanticuerpos cuando no se respeta la
compatibilidad donante-receptor para cada uno de ellos. Estos cuatro antígenos cons
tituyen dos pares de antígenos antitéticos (C/c y E/e), estrechamente relacionados entre
sí y a la vez con el antígeno D, lo que condujo a Fisher a postular que en el sistema Rh
estos cinco antígenos más el inexistente antígeno d, antitético de D, se transmitirían en
forma de tres pares de alelos D/d, C/c y E/e ligados entre sí en forma de haplotipo, y
que las diferentes combinaciones posibles entre estos antígenos serían responsables de
los diferentes fenotipos.
A lo largo de la historia se han venido empleando diferentes nomenclaturas para
definir los genotipos y fenotipos de este sistema en función de la concepción de la
estructura genómica y el patrón de herencia aceptado en cada momento. La nom en
clatura de Fisher-Race denomina los antígenos por separado y los haplotipos resultantes
se expresan por la conjunción de tres letras. Es la nomenclatura D C c E e. W iener asignó
un nom bre a cada haplotipo, empleando la letra R mayúscula para los haplotipos D
positivo y la r minúscula para los D negativo. La letra se acompaña de un número (0,1,2)
o de un carácter ( '," ) para definir la presencia o ausencia de los otros cuatro antígenos
mayores. La nom enclatura de Rosenfield no tiene en cuenta la estructura genética y
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 601
trata de construir un sistema práctico que facilite la clasificación de los antígenos que
se determinan. Cada antígeno se expresa por un núm ero determinado (1,2, 3, etc.), y
su ausencia, por el mismo número, pero precedido del signo menos (—1, —2, —3, etc.).
Actualmente, sigue siendo habitual el uso de la nomenclatura de Fisher en la escritura
ordinaria, y la nomenclatura de W iener en el lenguaje oral. En 1986, Tippett propuso
otro modelo genético para el sistema Rh, según el cual existirían dos locus estrechamente
ligados, D y CcEe, con dos alelos en el primero: D y n o D , y cuatro alelos en el segundo,
CcEe, que incluyen ce, Ce, cE y CE.
Poco después, C olin et al. d em ostraron que el locus Rh de los individuos Rh
positivo está compuesto p o r dos genes diferentes. En los individuos D negativo uno
de estos genes se halla ausente. Se apunta a que uno de estos genes R H codifica el
polipéptido D y el otro gen codificaría los polipéptidos C /c y E/e. Estos hallazgos
confirmarían el modelo de Tippett, si exceptuamos que ahora sabemos que el alelo d
(no D) no existe.
En la tabla 20-14 se exponen las diferentes nomenclaturas empleadas, a falta de un
acuerdo internacional para utilizar una nomenclatura única y en la tabla 20-15 los geno
tipos más probables del sistema Rh deducidos a partir de los fenotipos más frecuentes.
Otros Otros
Rosenfield Fisher-Race Wiener nombres Rosenfield Fisher-Race Wiener nombres
Rhl D Rh Rh31 ( J b i hr8 V Bastiaan
Rh2 C rh'° — Rh32 — RN —
Rh3 E rh" — Rh33 — — DHar
Rh4 c hr' — Rh34 — HrB Bas
Rh5 e hr" — Rh35 — — III4
Rh6 f, ce Hr — Rh36 — — Bea
Rh7 Ce rh. — Rh37 — — Evans
Rh8 Cw rhw Willis Rh39 C-like — —
Rh9 Cx rhx — Rh40 — — Tar
RhlO V,ces hrv — Rh41 Ce-like — —
R hll Ew rhw2 — Rh42 Ces rh.s Cces
Rhl2 G rhG — Rh43 — — - Crawford
Rhl3 * RhA — Rh44 — — Nou
Rhl4 * RhB — Rh45 — — Riv
Rhl5 * RhC — Rh46 — — See
Rhl6 * RhO — Rh47 — — Dav
Rhl7 ** Hr0 — Rh48 — — Jal
Rhl8 — Hr — Rh49 — — STEM
Rhl9 — hrs — Rh50 — — FPTT
Rh20 VS, es — — Rh51 — — MAR
Rh21 CG — — Rh52 — — BARC
Rh22 CE — Jarvis Rh53 — — JAHK
Rh23 Dw — Wiel Rh54 — — DAK
Rh26 c-like — Deal Rh55 — — LOCR
Rh27 cE — — Rh56 — — CENR
Rh28 — hrH Hernández Rh57 — — CEST
Rh29 — — Total Rh Rh58 — — CELO
Rh30 De°r Goa Rh59 CEAG
— — —
*Corresponde a algunos anti-D parciales formados por sujetos D positivos.
*■*Corresponde a u n anticuerpo D form ado por sujetos D— /D— .
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Manual de técnicas de laboratorio en hematología
I TABLA 20-15. Genotipos más probables del sistema Rh deducibles a partir de los fenotipos 1
más frecuentes
Genes y antígenos
El locus Rh está constituido por dos genes homólogos, RHD y RHCE, de 10 exones cada
uno, con una extensión cercana a 60 kb de ADN genómico. Están ubicados en el cromo
soma 1, en la posición lp34-36, y distribuidos en forma de tándem (uno a continuación
del otro), pero con orientaciones opuestas (5'R H D 3 '-3 'RH C E5'). El gen RHD está
flanqueado por dos regiones de 9 kb y un 98,6% de homología denominadas cajas Rhesus,
que tienen un papel primordial en la formación del haplotipo RHD negativo en la raza
caucásica (fig. 20-4). La deleción del gen RHD responsable del fenotipo negativo se produjo,
probablemente, por el entrecruzamiento desigual de las cajas Rhesus de dos haplotipos RH
mal alineados en trans, dando lugar a una caja Rhesus híbrida (fig. 20-5). Los individuos
de fenotipo D positivo pueden ser homocigotos para el gen RHD o bien, hemicigotos (una
sola copia del gen). Algunos individuos de fenotipo Rh(D) negativo, mayoritariamente
Genom a RhD-positivo
■i H 2 H 3 H * H s Hb H? 7 Hs H 5 H4 H3 H 2 H1 I
Caja Rhesus Caja Rhesus
R H D <|i
M uta cio nes M utació n
puntuales ■ ---- «nonsense»
5' [[i l y y 5'
A
D u plica ción 37 pb
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 603
*H><>wooDaooniF
H aplotipo RHD negativo
Gen RHCE
P N SM P1 3' 5-
--------- Ü £ O 0 « J S E J 0 O O E -
Cajo Rhesus híbrida
de poblaciones no caucásicas, conservan secuencias propias del gen RHD en el locus Rh,
lo que suele comportar discordancias entre fenotipo y genotipo. En la población de raza
negra, la variante alélica RHD *¥, o seudogén RHD, está presente hasta en un 66% de los
individuos Rh(D) negativo. Esta variante corresponde a un gen RHD inactivo que no es
capaz de dar lugar a la proteína RhD, ni al antígeno Rh(D) correspondiente.
En cuanto al gen RHCE, existen cuatro formas alélicas de este gen: RHce, RHCe RHcE
y RHCE. Los alelos que codifican para el antígeno C se diferencian en seis nucleótidos
(cuatro AA) de los alelos que codifican para el antígeno c, aunque parece ser que es la
posición aminoacídica 103 la que determina la especificidad. Los alelos RHE y RHe, en
cambio, se diferencian en un único nucleótido que comporta u n cambio de AA en la
posición 226.
Las proteínas resultantes, RhD y RhCE, son proteínas transmembrana no glucosiladas
de múltiples pasos, compuestas, cada una de ellas, p or 417 AA que difieren entre sí en
un total de 32 a 35 AA. A lo largo de las proteínas se distinguen 6 bucles extracelulares,
12 segmentos transmembrana y 7 segmentos intracelulares. Cada uno de los exones del
gen codifica para un segmento de la proteína, de manera que los 10 exones dan lugar a
una proteína completa (fig. 20-6). Las proteínas Rh forman complejo en la membrana
con una glucoproteína denominada RHAG (Rh-associated glycoprotein).
Tras el descubrimiento de la base molecular del locus Rh se han ido sucediendo en
cascada numerosos hallazgos relacionados con las bases moleculares de los diferentes
fenotipos Rh(D), incluyendo los correspondientes a los fenotipos D parcial y D débil.
Precisamente, las similitudes moleculares subyacentes en ambos fenotipos son las que
han propiciado el cambio hacia una visión unitaria de los mismos y a su inclusión dentro
de lo que actualmente conocemos como variantes RHD.
D parcial
Hasta que fueron definidas las bases moleculares del fenotipo D parcial, se suponía
que los individuos portadores de este fenotipo carecían de un fragmento de proteína lo
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604 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
In tra c e lu la r
FIGU RA 20-6. Modelo de las proteínas Rhesus (RhD y RhCE) en la membrana del hematíe.
SM P1
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 605
D ,v, ( r d " o¡
Dva
{Rh 23)
dh
mm-QEHIXIMJSEFSSih
ÍRh
Dva
^^
dhm
¡ ^IEOíIHHIZKHIHeIÍI^
' F223V E233Q T283I
FIGU RA 20-8. Bases moleculares de diferentes variantes RHD que determinan un fenotipo D parcial.
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606 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
D débil
La información actualmente disponible sobre las bases moleculares del fenotipo D débil
ha puesto de manifiesto su gran heterogeneidad, confirmando que bajo el térm ino D
débil se ha ido incluyendo a lo largo del tiem po a u n a am plia variedad de fen oti
pos D de expresión débil, como si todos ellos correspondieran a una sola entidad seroló-
gica. Esto explica también por qué los intentos de establecer un protocolo de actuación
uniforme frente a los diversos fenotipos D débil han resultado insatisfactorios. Todos
los ejemplos publicados hasta el m om ento obedecen a mutaciones puntuales del gen
RH D en la región transmembrana o intracelular (fig. 20-9). Aunque esta localización,
en general, no resulta inmunogénica, puede suponer una dificultad en la inserción de
la proteína en la m embrana del hematíe y afectar a su interacción con la glucoproteína
Rh50 (RhAG), que produce un fenotipo D débil. Más de 70 alelos distintos han sido
descritos y, entre todos ellos, el D débil tipo 1 es el más frecuente en población europea.
La forma más débil corresponde al fenotipo DEL, anteriormente D el, en el que la ex
presión del antígeno es tan extremadamente débil que solo puede demostrarse con una
técnica de adsorción-elución. En Europa, el fenotipo DEL es el menos frecuente en el
conjunto de fenotipos D débil, pero en el este asiático más de u n 30% de los donantes
son portadores de un fenotipo DEL ligado a la variante RH D (K409K).
Los fenotipos D débil de los tipos 1 al 4 representan aproximadamente el 95% de
los fenotipos D débil detectados en europeos. El D débil tipo 4 se ha dividido a su
vez en varios subtipos. En la raza negra africana, el D débil tipo 4.2, también conocido
como DAR, se detecta con una frecuencia muy superior a la encontrada en raza caucásica
europea.
FIGURA 20-9. Localización de los AA sustituidos en algunas de las variantes RHD que determinan
un fenotipo D débil.
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 607
O tros antígenos Rh
Antígenos compuestos: ce, Ce, cE, CE y G
Estos antígenos se han definido con anticuerpos que reaccionan con hematíes en los que
los antígenos C/c y E/e están codificados por el mismo gen. Por ejemplo, anti-ce (también
conocido como anti-f) solo reconoce los hematíes que poseen un haplotipo dce o Dce,
es decir, cuando c y e se encuentran en posición cis. Por tanto, los hematíes de fenotipo
D+ C+ C+ E+ e+ reaccionarán con anti-ce, pero no anti-Ce si el genotipo es DCE/dce
y, por el contrario, reaccionarán con anti-Ce y no con anti-ce si el genotipo es DCe/DcE.
Anti-ce es un componente frecuente en mezclas de anticuerpos que contienen anti-c
y anti-e y, ocasionalmente, puede detectarse como especificidad aislada. La mayoría de
sueros con anti-C y anti-C + D contienen una porción de anti-Ce. Las especificidades
anti-CE y anti-cE son m uy poco frecuentes.
Anti-G reacciona con los hematíes que expresan D o C, es decir, D+ C+, D+ C — y
D — C+ . El AA primario que define al antígeno C es serina 103 en la proteína RhCcEe.
La proteína RhD también presenta una serina en la misma posición. Por esta razón, el
anti-G reconoce la presencia de serina 103, ya sea en el contexto de la proteína D o de la
proteína CcEe, en contraste con anti-C que es más conformacional y solo reconoce
la presencia de serina 103 en el contexto de una proteína CcEe. A nti-G se detecta a
menudo en sueros que contiene anti-D más anti-C, y puede ser motivo de confusión
en las investigaciones de anticuerpos irregulares que se realizan en las gestantes dentro
del protocolo de prevención de la EHRN.
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608 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
v s,v
El antígeno VS tiene una frecuencia del 30-40% en la población africana de raza negra,
pero es muy raro en otros grupos étnicos. VS resulta del cambio leucina 245 valina en la
proteína CcEe y se asocia con un antígeno e débil. Los hematíes VS+ son habitualmente
V+, aunque hasta un 20% de ellos carecen del antígeno V, y además del cambio de AA
mencionado tiene añadido el cambio glicina 336 cisteína. El haplotipo del gen alterado
que con frecuencia se asocia con un fenotipo VS+ V - no contiene RHD, pero posee un
gen híbrido RHD-CE-D que no produce D pero sí un C anormal.
A n tic u e rp o s
Los anticuerpos Rh son habitualmente de clase IgG (IgGl y/o IgG3) y la mayoría de ellos
no fijadores de complemento. El anti-D suele acompañarse de anti-C en un 30% de casos
y de anti-e en un 2%. La inmunización primaria de una persona RhD negativo, después
de una transfusión RhD positivo, suele conllevar la aparición de un aloanticuerpo de
especificidad anti-D a las 20 semanas aproximadamente de la transfusión en aproxima
damente un 20% de individuos. En ocasiones, la exposición a una pequeña cantidad de
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 609
hematíes D positivo no permite que el anticuerpo sea detectable, como puede suceder
durante la gestación o en el posparto inmediato; sin embargo, una nueva exposición a
hematíes D incompatibles provocará una rápida e intensa respuesta anamnésica.
Anti-D puede causar reacciones transfusionales hemolíticas, en algunas ocasiones de
carácter grave, y EHRN. Las gestantes portadoras de una variante de D que se sensibilizan
pueden producir EHRN cuando el feto es portador de un antígeno D completo. Si se co
noce que la gestante es portadora de una de estas variantes, y da a luz a un recién nacido D
positivo, la gestante es candidata a recibir la dosis preceptiva de gammaglobulina anti-D.
De los restantes anticuerpos Rh, anti-c se ha considerado el segundo más frecuente,
seguido de anti-E; sin embargo, en los últimos años y coincidiendo con la utilización de
técnicas más sensibles de detección de anticuerpos irregulares, los anticuerpos anti-E
parecen detectarse con mayor frecuencia que los de especificidad anti-c, aunque muchos
de ellos suelen ser de origen «natural». La presencia aislada de la especificidad anti-C
es muy rara en ausencia de anti-D. Clínicamente, anti-c es el más importante, ya que es
capaz de producir EHRN grave, por el contrario anti-C, anti-E y anti-e raram ente la
producen, y cuando lo hacen, los recién nacidos presentan una clínica moderada.
SISTEMAS KELL Y Kx
Genes y antígenos
El sistema Kell está constituido por 27 antígenos numerados del 1 al 27, de los que tres
han sido considerados obsoletos, y que se agrupan en cinco sets de antígenos antitéticos
(K y k; Kpa, Kpb y Kp°; Jsay Jsb; K11 y K17; K14 y K24), cuatro antígenos de baja frecuencia
(Ula, K23 y VLAN, VONG) y ocho antígenos más de alta frecuencia (Ku, K12, K13,
k-like, K18, K19, Km, K22, TOU, RAZ, KALT y KTIM). Todos estos antígenos se localizan
en una proteína integral de mem brana eritrocitaria de Pm 93000. Las características
estructurales y la secuencia de la proteína Kell es homóloga a la de las endopeptidasas
cinc-dependientes que intervienen en el procesamiento de diversas hormonas peptídicas.
La función de esta proteína no se conoce plenamente, pero parece comportarse como
una enzima activa encargada de catalizar la reacción que convierte al péptido inactivo
endotelina 3 en un vasoconstrictor activo.
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610 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 611
que incluye o afecta al gen X K Los pacientes afectos de este síndrome presentan
acantocitosis y una amplia variedad de defectos musculares y neurológicos.
• El síndrome de granulomatosis crónica ligado al cromosoma X también se debe a
una deleción del cromosoma X que incluye a los genes X K y al gen responsable de
esta patología.
A nticuerpos
El aloanticuerpo anti-K es el más com ún tras las especificidades pertenecientes a los
sistema ABO y Rh. Generalmente es de clase IgGl y, ocasionalmente, fijador de com
plemento. Los restantes aloanticuerpos son menos habituales, y la presencia de anticuer
pos anti-k, anti-Kpb y anti-Jsb suele plantear problemas cuando se requieren hematíes
carentes de estos antígenos para la transfusión, ya que se ha demostrado su capacidad
para producir reacciones transfusionales y EHRN. La proteína Kell se expresa en fases
muy precoces del proceso de maduración eritroide, y ello permite que los anticuerpos
anti-K puedan inhibir la eritropoyesis y provocar una anemia aplásica que puede superar
al componente hemolítico de la anemia fetal.
Los individuos de fenotipo K0 pueden producir un anticuerpo de especificidad
anti-Ku cuando se sensibilizan que aglutina a todos los hematíes, excepto a los de otros
individuos de fenotipo idéntico.
Los individuos afectos de síndrome de McLeod y de enfermedad granulomatosa
crónica cuando se sensibilizan producen un anticuerpo anti-Kx más anti-Km que hace
prácticamente inviable el encontrar hematíes de idéntico fenotipo para la transfusión.
Por esta razón, la transfusión de los niños afectos de estas patologías debe ser evitada
siempre que sea posible.
TABLA 20-17. Polimorfismos del sistema Duffy y frecuencia de los diferentes genotipos
en la población africana y europea
Europeos Africanos
Fenotipo Genotipo Frecuencia (%) Genotipo Frecuencia%
Fy (a+b+) Fy/Fy 20 Fy/Fy o Fy/Fy 10
Fy (a+b+) Ff/Fyb 48 Fy/Fy 3
Fy (a—b+) F//Fyb 32 Fy/Fy o Fy/Fy 20
Fy ( a - b - ) Fy/Fy Muy raro Fy/Fy 67
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612 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
La región codificante del alelo Fy es idéntica a la del alelo Fyb, pero en cambio los indi
viduos con fenotipo Fy(a-b-) carecen de este antígeno en sus hematíes. Tournaville et al.
encontraron una mutación en el gen Duffy de las personas con este fenotipo, situada en la
región promotora del gen, a una distancia de 41 nucleótidos del inicio de la transcripción.
Esta mutación afecta a una secuencia consensus para la unión de los factores de trans
cripción GATA, de tal manera que impide la unión del factor de transcripción específico
eritroide GATA-1 y, en definitiva, no resulta posible la expresión del producto génico en
los hematíes, aunque sí en otros tejidos. Esto explica por qué cuando estos individuos se
sensibilizan lo hacen desarrollando un anti-Fy3y no un anti-Fyb. El fenotipo Fy(a-b-) en
la raza negra oscila entre el 70% en americanos de origen africano y el 100% en Gambia.
Aunque infrecuente, este fenotipo también se ha descrito en individuos de raza caucásica.
En este caso la mutación responsable difiere de la propia de la raza negra, y el resultado
es la ausencia de la proteína Duffy en los hematíes y en todos los tejidos del organismo.
En un estudio realizado en España se verificó que u n 2,4% de los donantes de sangre
analizados presentaban la mutación responsable del fenotipo Fy(a-b-).
El alelo F f , responsable de un antígeno Fyb débil, se debe a una mutación adicional
sobre la secuencia del alelo Fyb (265C > T). La incidencia de este fenotipo Fyb débil en
población de raza blanca oscila entre un 2-3%.
La glucoproteína Duffy actúa como receptor de múltiples quimiocinas, incluyendo la
interleucina 8, por lo que se le atribuye un papel en el curso de la cascada inflamatoria.
Además, en los hematíes actúa como receptor para Plasmodium vivax y knowlesi, res
ponsables de la malaria, una infección ampliamente difundida en el continente africano.
Los hematíes de fenotipo Fy(a-b-) y, por tanto, carentes de la glucoproteína Duffy, son
resistentes a la invasión de este tipo de Plasmodium. La ausencia de esta glucoproteína
no solo no es esencial para la vida, sino que la mutación detectada en esta raza representa
una ventaja selectiva en las áreas donde la malaria terciaria es endémica.
A nticuerpos
Anti-Fya es mucho más común que anti-Fyb. El resto de posibles aloanticuerpos son
muy poco comunes. Son predominantemente IgGl y, ocasionalmente, fijadores de C.
Ambos anticuerpos pueden producir reacciones transfusionales hemolíticas inmediatas
y retardadas, en general de carácter moderado, y EHRN que puede oscilar entre formas
clínicas moderadas y graves.
Anti-Fy3 es uno de los anticuerpos desarrollados por los individuos de fenotipo
Fy(a-b-) y, a diferencia de anti-Fya y anti-Fyb, es resistente a la acción de proteasas.
Anti-Fy5 también puede ser producido por los individuos de fenotipo Fy(a-b-) y, más
concretamente, por los de raza negra repetidamente transfundidos. A diferencia de anti-
Fy3 no reacciona con las células Rhnu]|. No se conoce la causa de esta asociación entre
las proteínas Rh y Duffy. Anti-Fy3 ha producido reacciones transfusionales inmediatas
y retardadas, y anti-Fy5 reacciones retardadas.
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 613
A nticuerpos
Anti-Jka es más com ún que anti-Jkb. Suelen ser de clase IgG, o bien IgG más IgM y,
ambos, fijadores de complemento por su componente IgG3. La detección de estas es
pecificidades resulta, en ocasiones, complicada debido a su efecto de dosis que hace
que los anticuerpos reaccionen exclusivamente con las células en las que el antígeno se
encuentra en estado homocigoto, o bien a su presencia en una concentración práctica
mente indetectable. Pueden producir reacciones hemolíticas inmediatas muy graves y
reacciones retardadas. Por el contrario, raramente producen EHRN.
Los individuos con fenotipo nulo, Jk (a -b -), desarrollan un anti-Jk3 cuando se
inmunizan, y también puede producir reacciones hemolíticas inmediatas y retardadas.
SISTEMA MNSs
Genes y antígenos
Los genes GYPA y GYPB están íntimamente relacionados en el cromosoma 4 y codifican
para las glucoforinas respectivas GPA y GPB. Ambas son sialoglucoproteínas de un solo
paso y en ellas se expresan los antígenos M y N (GPA) y Ss (GPB), respectivamente
(tabla 20-19). Las bases moleculares de este sistema son muy complejas. El gen GYPA, tiene
varias posiciones polimorfas que según la secuencia nucleotídica determinan la expresión
del antígeno M o N. Concretamente, el alelo que codifica para el antígeno N presenta los
siguientes cambios respecto al alelo M: 59C > T; 71G > A; 72T > G. En cuanto al gen
GYPB, presenta una única posición polimorfa que distingue los alelos S y s (143C > T).
La complejidad de este sistema radica en que los genes que codifican para estas dos
proteínas son altamente homólogos, lo que favorece los fenómenos de recombinación
entre ellos y la form ación de numerosos alelos híbridos. Algunos antígenos de baja
incidencia, pero clínicamente significativos, son precisamente fruto de estas recombi
naciones, como el antígeno Mur, cuya frecuencia en algunas poblaciones orientales llega
a ser de un 10%.
TABLA 20-18. Distribución de los diferentes fenotipos del sistema Kidd en población
caucásica y en un grupo de 197 donantes de sangre españoles
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614 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
A nticuerpos
Anti-M es un aloanticuerpo relativamente frecuente que puede ser de clase IgM o IgG.
En algunos casos puede resultar reactivo a 37 °C y, potencialmente, podría ocasionar una
reacción transfusional hemolítica. Excepcionalmente, puede ocasionar EHRN.
Anti-N es muy poco común y carece de trascendencia clínica.
Anti-S y anti-s son habitualmente de clase IgG y, ambos, pueden ocasionar reacciones
hemolíticas y EHRN.
Anti-U es muy poco común y, habitualmente, contiene la fracción IgGl. Se han des
crito casos de reacciones transfusionales hemolíticas fatales y de EHRN grave debidos
a este anticuerpo.
SISTEMA LEWIS
Está constituido por los antígenos Leay Leb. Como en el caso de los antígenos ABH, estos
tampoco son productos alélicos. El gen FUT3 produce una enzima fucosiltransferasa que
cataliza la unión de fucosa a un disacárido precursor que puede coincidir con el precursor
del que también deriva el antígeno H (precursor tipo 1H), dando lugar al antígeno Lea, o
bien al precursor que representa el propio antígeno H (tipo 1H) dando lugar al antígeno
Leb (fig. 20-10). Existen cuatro posibles fenotipos (tabla 20-20):
1. Le(a+b). Solo presente en los individuos ABH no secretores. El gen FUT2 es
inactivo, por lo que solo existe precursor tipo 1H y solo el antígeno Lea acabará
incorporándose a la membrana del hematíe.
2. Le(a-b+). Solo en individuos ABH secretores. La mayor parte de la estructura
correspondiente al precursor tipo 1H se convierte en el tipo 1H en las secreciones
mediante la enzima fucosiltransferasa codificada por el gen FUT2, p o r lo que
predom inantem ente detectaremos Leb y m uy poco Lea, y solo Leb se detectará
sobre los hematíes.
3. Le(a+b+). Solo detectable en individuos ABH secretores con un gen FUT2
débil. La cantidad de precursor tipo 1H convertido a tipo 1H es m enor que en
el caso anterior, por lo que la presencia de ambos antígenos en las secreciones es
abundante y pueden detectarse sobre los hematíes.
4. L e(a-b -). Independientem ente del tipo ABH secretor, los hematíes L e(a-b-)
carecen de antígenos Lewis debido a la hom ocigosidad de las m utaciones
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 615
T ip o 1H
G al: galactosa
GIcN ac: W-acetilglucosamina
Fue: f ucosa
G alN A c: /V-acetilgalactosamina
FIGU RA 20-10. Representación del antígeno Le3y su precursor tipo 1H, y de Leby su precursor, tipo 1H.
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616 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
del gen LU, que comporta a su vez un cambio de aminoácido (Arg77His). La frecuencia
génica del alelo que codifica para el antígeno Lua es de 0,035, y la del alelo que codifica
para Lu1’, de 0,96, por lo que este último se considera un antígeno de alta frecuencia.
El mayor interés del sistema Lutheran radica en el fenotipo L u (a-b -), tam bién
conocido como In(Lu). Este fenotipo, heredado con carácter dominante, se ha asociado
durante mucho tiempo a un gen inhibidor (In) que inhibía al mismo tiempo el sistema
P, el antígeno i y el sistema Auberger. Hoy en día, se conoce que la causa del fenotipo
L u(a-b-) son mutaciones en el gen que codifica para el erythroid Krüppel-like factor
(factor EKLF), un factor de transcripción que resulta crítico para la expresión de diversos
genes en los eritrocitos.
Los antígenos del sistema Lutheran no están bien desarrollados en el mom ento de
nacer.
El anti-Lua es poco común y, m uy raramente, clínicamente significativo. Por el con
trario, anti-Lub puede ocasionar hemólisis intravascular.
Sistema Colton
El antígeno Coa (Ala45) es un antígeno de alta incidencia, y Cob (Vall45) es su antitético
con una frecuencia en caucásicos del 8%, y algo inferior en otras etnias (v. tabla 20-21).
Se expresan en una proteína transportadora de agua (acuaporina 1 o CHIP-1). Los
anticuerpos de especificidad anti-Coa y, el más raro, anti-Cob han estado implicados en
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 617
Sistema D om brock
Este sistema incluye a los antígenos Doa y Dob (Asn265Asp), así como los antígenos de
alta incidencia Gy% Hy y Joa (v. tabla 20-21). Anti-Gy3 es el anticuerpo característico
producido por los individuos de fenotipo Dombrock nulo. Los anticuerpos anti-D oa
y anti-Dob han ocasionado reacciones transfusionales hemolíticas. La estructura de la
proteína Dombrock es propia de una ADP-ribosiltransferasa.
Lactosilceramida (LacCer)
3-p-A/-acet¡lgalactosamin¡ltransferasa
4-a-galactos¡ltransferasa H,A,B
transferasa
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618 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Sistema Diego
Los 21 antígenos del sistema Diego se localizan en la proteína banda 3, o AE1, término
empleado para denominar a la proteína que actúa como intercambiador de aniones en
los hematíes. Está considerada una de las glucoproteínas mayores de la membrana, con un
número de copias por hematíe muy elevado, del orden de 106. Tiene, como mínimo, dos
funciones, la del intercambio de aniones y el transporte de C 0 2y como elemento de sostén,
fundamental en la estructura de membrana anclándola al citoesqueleto. Probablemente,
algunos tetrámeros de la banda 3 forman parte del macrocomplejo Rh de proteínas de
membrana.
El antígeno Dia (Leu854) es muy poco frecuente en europeos y africanos, pero alcanza
una frecuencia de un 5% en chinos y japoneses, y una incidencia alta en nativos del norte
y sur de América, del orden de un 54% en indios brasileños. Dib (Pro854) es un antígeno
de alta incidencia en prácticamente todas las poblaciones.
Anti-Dia y anti-Dib son habitualmente de clase IgGl más IgG3. Anti-Dia puede ocasio
nalmente fijar complemento. En pacientes politransfimdidos de Brasil se detecta hasta en un
3,6%, y puede ocasionar EHRN grave. Anti-Dib también puede, ocasionalmente, producir
EHRN.
Wra (Lys658) es un antígeno de baja frecuencia, antitético de Wrb (Glu658) que es de
alta incidencia. Los anticuerpos anti-W r1son relativamente frecuentes, mayoritariamente
de clase IgGl, pero en ocasiones pueden ser de clase IgM, o IgM más IgG. Puede producir
EHRN grave y reacciones transfusionales hemolíticas. Anti-Wr1’es raro, y su significado
clínico no se conoce bien, sin embargo como autoanticuerpo es relativamente común y
puede estar implicado en la anemia hemolítica autoinmune.
Los 17 antígenos restantes son todos de baja frecuencia.
Sistema Xg
El antígeno Xga está codificado p or XG, un gen ligado al cromosoma X que tiene una
frecuencia del 66% en hom bres y del 89% en mujeres. Anti-Xga no es clínicamente
significativo.
Sistema Scianna
Está constituido por siete antígenos localizados en una proteína de adhesión de la mem
brana eritrocitaria (ERMAP), y todos ellos son de muy alta o de muy baja frecuencia.
Los anticuerpos anti-Scianna no se han relacionado, hasta el momento, con reacciones
transfusionales ni EHRN.
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 619
LW nulo y Rhnull que también son LW (a-b-). Los anticuerpos anti-LW no son habi
tualmente clínicamente significativos. La glucoproteína LW, también llamada molécula
de adhesión intercelular 4 (ICAM-4) es una molécula de adhesión perteneciente a la
superfamilia de inmunoglobulinas.
Sistema Chido/Rodgers
Los nueve antígenos Chido/Rodgers no son verdaderos antígenos eritrocitarios porque
no son producidos por las células eritroides. Se localizan en el cuarto componente del
complemento (C4), presente originalmente en el plasma, pero que se acaba uniendo a
los hematíes.
Sistema Gerbich
Está constituido por tres antígenos de muy alta incidencia y cinco de muy baja incidencia
que residen en sialoglucoproteínas de las glucoforinas C (GPC) y D (GPD), o en ambas.
Anti-Ge3 ha producido EHRN.
Sistema Crom er
Está constituido por 11 antígenos de alta incidencia y tres de baja frecuencia, y residen
en una glucoproteína reguladora del complemento (DAF o CD55). Los anticuerpos
anti-Cromer no son habitualmente clínicamente significativos.
Sistema Knops
Los siete antígenos Knops se localizan en una glucoproteína reguladora de comple
mento, el receptor-1 (CR1 o CD35). Los anticuerpos anti-Knops no son clínicamente
significativos.
Sistema Indian
Está formado por un antígeno de baja frecuencia, Ina (Arg46), y su antitético Inb (Pro46),
más dos antígenos de alta incidencia. Estos antígenos se localizan en la proteína CD44,
una proteína capaz de desempeñar múltiples funciones y que se une al ácido hialurónico
de la matriz extracelular. Los anticuerpos anti-Indian no se consideran, habitualmente,
clínicamente significativos.
Sistema I
El antígeno I es el único incluido en este sistema. El producto del gen I (GCNT2) es una
enzima (P 1,6-AT-acetilglucosamina-transferasa) que cataliza la unión de N-acetilactosamina
formando cadenas de polilactosaminas. Las cadenas lineales no ramificadas expresan
antígeno i. Los hematíes de los recién nacidos son I negativo y expresan intensamen
te antígeno i. La unión de las nuevas cadenas comporta el debilitamiento del antígeno i y
un incremento de la expresión de I que alcanza su máxima expresión entre los 6 y los
18 meses de vida. Algunos individuos, m uy poco comunes, homocigotos para diversas
mutaciones inactivadoras del gen GCNT2 nunca convierten i en I y muestran un fenotipo i
que suele conducir a la producción de un aloanti-I. Estos anticuerpos suelen ser de
clase IgM y no acostumbran a reaccionar a 37 °C. En el este asiático el fenotipo i suele
asociarse a cataratas congénitas, pero no es el caso de los caucásicos. Esto se debe a que las
mutaciones de GCNT2 en los individuos de fenotipo i se producen en transcritos de
ARNm que expresan los tejidos hematopoyéticos y epiteliales responsables del correcto
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620 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
funcionamiento del cristalino, mientras que en los caucásicos las mutaciones solo se dan
en los transcritos del tejido hematopoyético.
Algunos autoanticuerpos anti-I m uy potentes pueden resultar hemolíticos y causar
el síndrome de aglutininas frías. Los anticuerpos con especificidad anti-i acostumbran
a ser autoanticuerpos que a m enudo se detectan en pacientes con m ononucleosis
infecciosa.
Anti-i es el único antígeno de una de las colecciones de grupos sanguíneos (colección
207). No es parte del sistema I porque su biosíntesis no está regulada por el gen GCNT2
y no ha sido definido por un aloanticuerpo.
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 621
LECTURAS RECOMENDADAS
Ansart-Pirenne H , Asso-Bonnet M, Le Pennec P-Y, Roussel M, Patereau C, Noizat-Pirenne F.
RHD variants in whites: consequences for checking clinically relevant alleles. Transfusion
2004;44:1282-6.
Avent ND, Reid M. The Rh blood group system: a review. Blood 2000;95:375-87.
Avent ND. New insight in the Rh system: structure and function. Vox Sanguinis, ISBT Science Series
2007;2:35-43.
Cartron JP. Groupes sanguins et relation structure-function. En: Cartron JP, Rouger Ph editors.
Bases moléculaires des antigénes des groupes sanguins. Paris: Masson; 1998. p. 473-509.
Chester AM, Olsson ML. The ABO Blood group gene: a locus o f considerable genetic diversity.
Transfus Med Rev 2001;15:177-200.
Colin Y, Chérf-Zahar B, Le van Kim C, Raynal V, Van Huffel V, Cartron JP. Genetic basis of
the RhD-positive and Rh-D negative blood group polymorphism as determined by Southern
analysis. Blood 1991;78:2742-52.
Daniels G, Fletcher A, Garratty G, Henry S, Jorgensen J, Judd WJ, et al. Blood group terminology
2004: from the International Society o f Blood Transfusion committee on terminology for red cell
surface antigens. Vox Sang 2004;87:304-16.
Daniels G. Functional aspects o f red cell antigens. Blood Rev 1999;13:14-35.
Daniels G. H um an Blood Groups. 2.a ed. Oxford: Blackwell Science; 2002.
Flegel W, Wagner F. Molecular biology o f partial D and weak D: implications for blood bank
practice. Clin Lab 2002;48:53-9.
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622 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 6 2 2 .e l
Autoevaluación
1. Los grupos sanguíneos se clasifican en:
(a) Sistemas.
(b) Colecciones.
(c) Series de antígenos de alta frecuencia.
(d) Series de antígenos de baja frecuencia.
(e) Las cuatro anteriores son ciertas.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: los sistemas están integrados por un conjunto de antígenos que son p ro
ducto de los alelos pertenecientes a un m ism o locus genético. Además, se han definido siete
«colecciones» de antígenos relacionados entre sí p or sus características genéticas, bioquímicas
o serológicas. Y, finalmente, dos series de antígenos, una de baja frecuencia (serie 700) y otra de
alta frecuencia (serie 900), que no han podido adscribirse a ningún sistema o colección.
2. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es cierta?
(a) El térm ino genotipo se refiere al conjunto de alelos heredados provenientes de un
determinado gen (p. ej., AA, AO).
(b) El fenotipo se refiere exclusivamente al producto reconocible de estos alelos.
(c) Los antígenos producidos por diferentes alelos de un determinado locus se denominan
antitéticos.
(d) Cuando un par de alelos perteneciente al mismo gen de ambos cromosomas son idénticos
decimos que el individuo es homocigoto. Por el contrario, cuando este par de alelos
difiere decimos que el individuo es heterocigoto.
(e) Todas las afirmaciones son ciertas.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: tal como se explica en el apartado «Conceptos básicos en la genética de los
grupos sanguíneos», todas las afirmaciones anteriores son correctas.
3. Los antígenos eritrocitarios:
(a) Tal como su nom bre indica, son exclusivos de los eritrocitos o hematíes.
(b) Algunos antígenos eritrocitarios pueden estar presentes en otras células sanguíneas y en
otros tejidos.
(c) Son siempre un producto directo del gen que los codifica y se ubican en proteínas,
glucoproteínas y glucolípidos de la m em brana eritrocitaria.
(d) Las proteínas que expresan antígenos eritrocitarios se insertan en la m em brana como
proteínas de múltiples pasos.
(e) La distribución y frecuencia de los diversos fenotipos eritrocitarios es constante entre
las diferentes poblaciones y grupos étnicos.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: pueden expresarse exclusivamente en los hematíes (antígenos Rh), o adicio
nalmente en otras células sanguíneas (el antígeno P l), en otros tejidos (antígenos MNS) o en las
células sanguíneas y en los tejidos (antígenos ABO). La mayoría de los antígenos eritrocitarios son
producto directo del gen que los codifica y se ubican en proteínas, glucoproteínas y glucolípidos
de la m em brana eritrocitaria. Los antígenos de los sistemas ABO, Lewis y P constituyen una
excepción, porque los genes correspondientes codifican para un enzima (transferasa) responsable
de catalizar la reacción por la que un determinado monosacárido o azúcar se une a un sustrato
(oligosacárido) para constituir una determinada estructura antigénica. Las proteínas que expresan
antígenos eritrocitarios se insertan en la m em brana a través de las siguientes opciones: como
proteínas de un solo paso, como proteínas de múltiples pasos, o bien como proteínas ancladas a
la membrana a través de enlaces glucosilfosfatidilinositol (GPI). La distribución y frecuencia de
los diversos fenotipos eritrocitarios varía según las poblaciones y grupos étnicos.
4. Los anticuerpos eritrocitarios:
(a) Casi todos los anticuerpos dirigidos contra los antígenos eritrocitarios son inm uno-
globulinas de clase IgG.
(b) Las subclases IgGl e IgG2 activan fuertemente el complemento.
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622.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
(c) Los llamados anticuerpos «naturales» son habitualm ente de clase IgM, pero tam bién
pueden ser de clase IgG.
(d) La actividad de los anticuerpos tiende a m antenerse estable con el tiempo.
(e) Los anticuerpos naturales de especificidad anti-A, anti-B y anti-A,B nunca son reactivos
a 37 °C.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: casi todos los anticuerpos dirigidos contra los antígenos eritrocitarios son
inmunoglobulinas de clase IgG, o bien IgM, y una minoría muestran especificidad IgA. Las sub
clases IgGl e IgG3 activan fuertemente el complemento, IgG2 lo hace débilmente e IgG4 no es
capaz, en general, de activarlo. Los llamados anticuerpos «naturales» son habitualmente de clase
IgM, pero también pueden ser de clase IgG. La actividad de los anticuerpos tiende a reducirse con
el tiempo, si el paciente no se expone nuevamente al antígeno. Algunos anticuerpos naturales de
especificidad anti-A, anti-B y anti-A,B son reactivos a 37 °C, pero la mayoría de los anticuerpos
naturales no lo son, y se considera que carecen de importancia clínica.
5. Una de las siguientes afirmaciones es falsa:
(a) Los genes A y B codifican para unas enzimas que van a catalizar la reacción que permite la
unión de determinados carbohidratos a precursores glucoproteicos o glucolipídicos para
configurar la estructura antigénica propia de lo que conocemos como antígenos A y B.
(b) Los antígenos ABH son específicos de los hematíes.
(c) Existen cuatro posibles fenotipos ABO, y en la práctica cotidiana se dice que un individuo
pertenece al grupo A, B, AB u O.
(d) La expresión de los antígenos ABO está controlada desde tres locus genéticos distintos:
el gen ABO localizado en el cromosoma 9, el gen FU TI (H) y el gen FUT2(Se), ambos
localizados en el cromosoma 19.
(e) Los individuos portadores del raro fenotipo Bombay son homocigotos para el alelo h
del gen FUTI, de m anera que no pueden producir antígeno H y, en definitiva, tampoco
producen antígeno A ni B.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los antígenos ABH se encuentran ampliam ente distribuidos en nuestro
organism o y, además de en los hematíes, podem os encontrarlos en linfocitos, en plaquetas
(adsorbidos del plasm a), en la mayoría de los tejidos endoteliales y epiteliales, y en algunos
órganos, como es el caso de los riñones. Por este motivo, en el trasplante de órganos sólidos ABO
incompatibles, puede producirse una grave reacción hiperaguda del injerto.
6. En relación con los anticuerpos del sistema ABO, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es
correcta?
(a) El título de anticuerpos ABO decrece en las personas de edad avanzada y pueden
producirse discordancias entre los resultados de la prueba flemática y la prueba sérica
que dificultan la correcta catalogación del grupo sanguíneo ABO.
(b) Una situación similar puede producirse con los pacientes afectos de diferentes patologías
que cursan con inmunodepresión.
(c) El anticuerpo anti-A2 no existe, porque los individuos de fenotipo A2 poseen el mismo
antígeno A que las personas de fenotipo A l, aunque en m enor proporción.
(d) El anti-H producido p o r los individuos de fenotipo Bombay es m uy potente y puede
producir reacciones transfusionales hemolíticas inmediatas m uy graves.
(e) Todas las afirmaciones anteriores son ciertas.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: el título de anticuerpos ABO decrece en las personas de edad avanzada
y pueden producirse discordancias entre los resultados de la prueba hem ática y la prueba
sérica que dificultan la correcta catalogación del grupo sanguíneo ABO. Una situación si
m ilar puede producirse con los pacientes afectos de diferentes patologías que cursan con
inm unodepresión: leucosis linfática crónica, m ielom a m últiple, hipogam m aglobulinem ia
y agam m aglobulinem ia congénita o adquirida, pacientes en tratam iento inm unosupresor
o trasplantados con progenitores hematopoyéticos. El anticuerpo anti-A2 no existe, porque
los individuos de fenotipo A2 poseen el mismo antígeno A que las personas de fenotipo A l,
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Capítulo 20 Una visión práctica de los grupos sanguíneos eritrocitarios 6 2 2 .e 3
aunque en m enor proporción. Esto explica por qué los individuos de fenotipo Al no responden
inmunológicamente tras la exposición a hematíes de fenotipo A2. El anti-H producido p o r los
individuos de fenotipo Bombay es m uy potente y puede producir reacciones transfusionales
hemolíticas inm ediatas m uy graves. Solamente los hematíes de otro individuo de fenotipo
Bombay resultan compatibles.
7. En relación con el sistema Rh, una de las siguientes afirmaciones es falsa:
(a) Se han descrito un total de 50 antígenos, y unos 170 alelos han sido definidos a nivel
molecular.
(b) Además del antígeno D, otros cuatro antígenos (C, c, E, e) destacan por su importancia
en la práctica transfusional.
(c) El locus RH está constituido por dos genes homólogos, RHD y RHCE, de 10 exones
cada uno.
(d) Los individuos de fenotipo D positivo son siempre homocigotos para el gen RHD.
(e) En la población de raza negra, la variante alélica RHD'F, o seudogén RHD, está presente
hasta en u n 66% de los individuos Rh(D) negativo.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: el locus RH está constituido por dos genes homólogos, RHD y RHCE, de
10 exones cada uno. Están ubicados en el cromosoma 1, en la posición lp34-36, y distribuidos
en forma de tándem, pero con orientaciones opuestas (5’RHD3’-3’RHCE5’). El gen RHD está
flanqueado por dos regiones de 9 kb y un 98,6% de homología denominadas «cajas Rhesus». La
deleción del gen RHD responsable del fenotipo negativo se produjo, probablemente, por el en-
trecruzamiento desigual de las cajas Rhesus de dos haplotipos RH mal alineados en tra n s, dando
lugar a una caja Rhesus híbrida. Los individuos de fenotipo D positivo pueden ser homocigotos
para el gen RHD, o bien hemicigotos (una sola copia del gen).
8. Respecto a los anticuerpos contra los antígenos del sistema Rh, una de las siguientes afirma
ciones no es cierta:
(a) Los anticuerpos Rh son habitualm ente de clase IgG (IgGl y/o IgG3) y la mayoría no
fijadores de complemento.
(b) El anti-D suele acompañarse de anti-C en un 30% de los casos y de anti-e en un 2%.
(c) Anti-D puede causar reacciones transfusionales hemolíticas, en algunas ocasiones de
carácter grave, y enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN).
(d) Después de anti-D, anti-E es el siguiente anticuerpo en importancia clínica.
(e) La m ayoría de los individuos de fen o tip o R hnull y R hm od p resen tan u n cierto
grado de anemia hemolítica que, en algunos casos, puede ser subsidiaria de una es-
plenectomía.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: anti-c es considerado el segundo anticuerpo en importancia clínica, ya que es
capaz de producir EHRN graves. Por el contrario, anti-C, anti-E y anti-e raramente la producen,
y cuando lo hacen, los recién nacidos presentan una clínica moderada.
9. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones sobre otros grupos sanguíneos no es cierta?
(a) El aloanticuerpo anti-K es el más com ún tras las especificidades pertenecientes a los
sistema ABO y Rh.
(b) El aloanticuerpo anti-K puede inducir reacciones transfusionales, pero no es capaz de
producir EHRN.
(c) Anti-Fya es m ucho más común que anti-Fyb.
(d) Los individuos con fenotipo nulo, Jk (a-b -), desarrollan un anti-Jk3 cuando se inm u
nizan.
(e) El antígeno U se encuentra en los hematíes de todos los individuos de raza caucásica y
en el 99% de los de raza negra.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: los anticuerpos anti-K sí que pueden producir EHRN. La proteína Kell
se expresa en fases m uy precoces del proceso de m aduración eritroide, y ello perm ite que los
anticuerpos anti-K puedan inhibir la eritropoyesis y provocar una anemia aplásica que puede
superar al componente hemolítico de la anemia fetal.
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62 2.e4 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
10. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones sobre otros grupos sanguíneos no es cierta?
(a) Los antígenos del sistema Lutheran no están bien desarrollados en el m omento de nacer.
(b) El antígeno Colton (a) es un antígeno de alta incidencia.
(c) El antígeno Diego (a) es muy poco frecuente en europeos y africanos, pero tiene una
frecuencia elevada en nativos del norte y sur de América.
(d) Los anticuerpos contra los antígenos Crom er se caracterizan por producir reacciones
hemolíticas graves.
(e) Anti-Vel resulta especialmente peligroso al tratarse de anticuerpos de clase IgM, fija
dores de complemento, que pueden ocasionar reacciones transfusionales hemolíticas
inmediatas de carácter m uy grave.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: el sistema Cromer está constituido p or 11 antígenos de alta incidencia y 3
de baja frecuencia, y residen en una glucoproteína reguladora del complemento (DAF o CD55).
Los anticuerpos anti-Cromer no suelen ser clínicamente significativos.
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C A P Í T U L O 21
Prueba globular
Material
• Tubos de hemólisis (12 X 75).
• Reactivos: anti-A, anti-B, anti-AB.
• Solución salina isotónica (NaCl, 0,15 mol/1).
• Pipetas Pasteur desechables.
• Placa tipo Nacryl o portaobjetos.
• Centrífuga para tubos.
M étod o en placa
1. Se diluyen los hematíes a estudiar al 10% en su propio plasma o en solución salina
isotónica.
2. Se coloca en la placa u n a gota de anti-A , u n a gota de anti-B y u n a gota de
anti-AB.
3. Se coloca una gota de hematíes diluidos al lado de cada reactivo.
4. Se mezclan los hematíes con el antisuero correspondiente formando un círculo
de 2-2,5 cm de diámetro.
5. Se mueve la placa con movimientos circulares durante 2 min.
6. Se observa si hay aglutinación (prueba positiva [+]) o ausencia (prueba negati
va [-]).
M étod o en tubo
1. Se prepara una suspensión de los hematíes a estudiar al 3-5% en su propio plasma
o en solución salina isotónica.
2. Se rotulan tres tubos: uno con anti-A, otro con anti-B y otro con anti-AB y se
coloca en cada uno de ellos una gota del antisuero correspondiente.
3. A continuación, se añade a cada uno de ellos una gota de los eritrocitos a estudiar
previamente diluidos, y se mezcla.
4. Se centrifuga durante 15-30 s a 1.000 X g y se lee la presencia de aglutinación
(prueba positiva [+]) o la ausencia de ella (prueba negativa [-]).
Prueba sérica
M aterial
• Tubos de hemólisis (12 X 75).
• Hematíes reactivos A ( y B lavados y resuspendidos al 3 y al 10% en solución salina
isotónica.
• Solución salina isotónica (NaCl, 0,15 mol/1).
• Pipetas Pasteur desechables.
• Centrífuga para tubos.
• Placa tipo Nacryl.
M étod o en placa
1. Se colocan en una placa una gota de hematíes y otra de hematíes B diluidos
al 10%.
2. Se añade a cada una de ellas dos gotas del plasma a estudiar.
3. Se mezcla bien y se mueve la placa con movimientos circulares durante 2 min
observando la presencia de aglutinación (prueba positiva [+]) o la ausencia de
ella (prueba negativa [-]).
M étod o en tu bo
1. Se rotulan dos tubos: uno con A y otro con B.
2. Se añade al tubo A una gota de hematíes A, al 3% y al tubo B, una gota de hematíes
B al 3%.
3. Se añaden a cada tubo dos gotas del plasma a estudiar.
4. Se mezcla y se centrifuga durante 15-30 s a 1.000 X g y se lee la presencia de
aglutinación (prueba positiva [+]) o la ausencia de ella (prueba negativa [—]).
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 625
M aterial
• Tubos de hemólisis (12 X 75).
• Anti-D.
• Albúmina bovina al 22-30% (control).
• Solución salina isotónica (NaCl, 0,15 mol/1).
• Pipetas Pasteur desechables.
• Porta objetos.
• Centrífuga para tubos.
• Resuscopio.
M étod o en tu b o
1. Se coloca una gota de suero anti-D en tubo rotulado.
2. Se coloca una gota de albúmina en otro tubo rotulado.
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626 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Suero anti-D.
• Suero de conejo, antiglobulina humana (suero de Coombs).
• Albúmina bovina al 22-30% (control).
• Tubos de hemólisis.
• Centrífuga.
• Pipetas Pasteur.
M étodo
1. En un tubo de hemólisis se coloca una gota de suero anti-D y en otro una gota
de albúmina.
2. Se añade a ambos tubos una gota de una suspensión de eritrocitos problema,
previamente lavados y suspendidos en suero fisiológico al 3-5%.
3. Se mezcla bien y se incuba a 37 °C durante 45-60 min.
4. Se lavan los eritrocitos tres veces consecutivas en abundante solución salina, la
cual debe decantarse completamente después del último lavado.
5. Se añade una gota de suero antiglobulina y se mezcla suavemente.
6. Se centrifuga la mezcla durante 30-45 s a 1.000 X g y se observa la aparición o no
de aglutinación.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 627
El testigo de albúmina deberá ser siempre negativo. En caso de ser positivo, se prac
ticará una prueba directa de antiglobulina con los eritrocitos problema.
Material
• Tubos de hemólisis (12 X 75).
• Antisueros anti-C, anti-c, anti-D, anti-E y anti-e.
• Albúmina bovina al 22-30% (control).
• Solución salina isotónica (NaCl, 0,15 mol/1).
• Pipetas Pasteur desechables.
• Centrífuga para tubos.
• Hematíes control: eritrocitos conocidos hemicigotos y negativos para los antígenos
C, c, E, D y e.
Método
1. Se lavan tres veces en suero fisiológico los eritrocitos que hay que estudiar y se
resuspenden en solución salina al 3-5%.
2. Se colocan en 6 tubos los reactivos indicados en la tabla 21-1.
3. Se añade una gota de los eritrocitos diluidos y se mezcla suavemente.
4. Se incuba a temperatura ambiente durante 10-15 min.
5. Se centrifuga durante 15-30 s a l .000 X g y se observa la presencia o no de aglu
tinados.
Suero Tubos
1 2 3 4 5 6
Anti-C 1 gota
Anti-c 1 gota
Anti-D 1 gota
Anti-E 1 gota
Anti-e 1 gota
Albúmina 1 gota
Eritrocitos 5% 1 gota 1 gota 1 gota 1 gota 1 gota 1 gota
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628 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Técnicas de estudio
Las técnicas en tubo son las técnicas de referencia. En tubo pueden realizarse varias
técnicas (salinas, enzimas, con aditivos que favorecen la aglutinación, AGH, etc.). Es
tas técnicas en tubo permiten la manipulación y hacen visible la hemólisis, pero tienen
como inconvenientes una aglutinación inestable y que requieren una manipulación y
lectura m uy cuidadosa.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 629
• LaAHAI.
• La enfermedad hemolítica del recién nacido.
• La hemólisis inducida por fármacos.
• La reacción hemolítica postransfusional.
El principio de la técnica se basa en que los hematíes recubiertos por anticuerpos
de tipo IgG no son capaces de aglutinar por sí solos, pero si se añade una antiglobulina
dirigida contra las inmunoglobulinas humanas (AGH) se forman unos puentes que
conectan los hematíes sensibilizados con IgG que realizan la aglutinación. Esta técnica
permite detectar hematíes recubiertos con anticuerpos de tipo IgG y/o complemento.
A estos anticuerpos antiglobulina humana (suero) se les denomina reactivo antiglobu
lina o suero de Coombs, que se obtiene mediante inoculación a animales (generalmente,
conejos) con suero humano total o con inmunoglobulinas purificadas, así se consiguen
antiproteínas que reconocen a las inmunoglobulinas humanas, a las que se unen a través
del fragmento Fe.
Existen dos tipos de reactivos: antiglobulina hum ana poliespecífica, que contiene
anti-IgG (detecta anticuerpos no aglutinantes) y anticomplemento (detecta anticuerpos
IgM que fijan com plem ento), y antiglobulina hum ana monoespecífica, que incluye
únicamente anti-IgG o anticomplemento.
Existen también dos tipos de prueba de la antiglobulina: la directa, o Coombs directo,
y la indirecta, o Coombs indirecto.
Método en tubo
1. Se lavan los hematíes a examinar de cuatro a seis veces con abundante solución
salina fisiológica (SSF).
2. Se diluyen los hematíes al 3-5% en SSF.
3. En un tubo de hemólisis se añade una gota de hematíes diluidos y 1-2 gotas de
AGH poliespecífica.
4. Se centrifuga durante 15-30 s a 1.000 X g.
5. Se observa la presencia o no de aglutinación. Si el resultado es positivo (pre
sencia de aglutinados) se repite el punto 3, pero esta vez con las AGH m onoes-
pecíficas.
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630 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
S uero
fisiológico
v_y
Eritrocitos y Eritrocitos
Q ^ lavados
g o ^5 O Q Cf
Suero de Coombs
eritrocitos
x
O E ritrocitos
y-( Inm un og lobu lina de conejo
A n tlin m u n o g lo b u lin a hum ana
Método
La técnica tiene varias fases:
1. Fase de sensibilización: se incuba el suero o plasma junto con los hematíes co
nocidos. Si hay anticuerpos libres dirigidos contra los antígenos presentes en los
hematíes, estos anticuerpos se fijarán a los hematíes sensibilizándolos. En esta fase
se pueden añadir potenciadores de la reacción.
2. Fase de lavado: se realiza para elim inar los anticuerpos que no se han fijado.
Si no se realiza adecuadamente, los anticuerpos libres pueden neutralizar pos
teriormente el reactivo AGH.
3. Fase de la AGH: en esta fase se añade el reactivo AGH que permitirá observar la
aglutinación fijándose a los posibles anticuerpos que se hayan podido unir a los
hematíes en la fase de sensibilización. La aglutinación de los hematíes indica un
resultado positivo (fig. 21-2).
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 631
Método en tubo
1. Se lavan los hematíes conocidos tres veces con abundante SSF y se diluyen al 3-5%
en SSF.
2. En un tubo de hemólisis se coloca una gota de los hematíes lavados y diluidos,
más tres gotas del suero o plasma a testar.
3. Se incuba a 37 °C durante 45-60 min (si se añaden potenciadores de la reacción
el tiempo puede reducirse).
4. Se lava tres veces con abundante SSF eliminándola completamente después del
último lavado.
5. Se añaden 1-2 gotas del suero AGH.
6. Se centrifuga durante 15-30 s a 1.000 X g y se observa la presencia o no de aglu
tinación.
Además del método en tubo, estas técnicas también se pueden realizar con técnicas
en columna, lo que permite la estandarización y la automatización de las mismas.
Finalmente, no debe olvidarse la posibilidad de errores capaces de ocultar el resultado
de la prueba de Coombs. Así, en la práctica pueden observarse falsos positivos y falsos
negativos cuyas causas se resumen en el cuadro 21-1.
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632 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Falsos positivos
• Sensibilización eritrocitaria in vitro por efecto de anticuerpos naturales o del
complemento cuando se mantiene la sangre durante cierto tiempo a 4 °C antes de su
análisis
• Lavado insuficiente de los eritrocitos
• Fijación inadecuada de suero antiglobulínico que contiene anticuerpos capaces de unirse
a eritrocitos no sensibilizados
• Reacción con la sílice coloidal de los tubos de cristal
• Elevada reticulocitosis en la muestra de sangre analizada
Falsos negativos
• Tiempo insuficiente de la prueba que no permite alcanzar la aglutinación eritrocitaria
• Dilución incorrecta del suero antiglobulina
• Suero antiglobulina de mala calidad
• Cuando el anticuerpo es de naturaleza IgA. Esto obedece a que los sueros antiglobulina
normalmente empleados carecen de anti-IgA
• Alteración del suero antiglobulina debido a la mala conservación o contaminación
bacteriana
• Lavado inadecuado de los eritrocitos, que facilita la neutralización de los anticuerpos
fijados sobre ellos por las inmunoglobulinas plasmáticas o el complemento
• Eliminación de los autoanticuerpos fijados sobre la superficie eritrocitaria mediante el
lavado
• Empleo de sangre caducada
• Empleo de placas o portaobjetos sucios, húmedos o con residuos de jabón en la prueba
de Coombs
Clasificación
Las anemias hemolíticas pueden clasificarse según diferentes criterios.
1. En función de la temperatura óptima de reactividad del autoanticuerpo, las AHAI
se clasifican en:
(a) AHAI por Ac calientes: cuando la temperatura óptima de reacción es cercana
a 37 °C. Las AHAI por Ac calientes son las más frecuentes, constituyen entre
un 75-80% de los pacientes diagnosticados de AHAI. En un 50% de casos,
los pacientes que se diagnostican de AHAI por Ac calientes presentan alguna
enfermedad asociada.
(b) AHAI por Ac fríos: en los casos en que los Ac son reactivos a temperaturas
bajas y preferentemente a 4 °C. Las AHAI por Ac fríos representan alrededor
de un 15% de los casos. Las AHAI por Ac fríos suelen ser idiopáticas, aunque
también pueden estar asociadas a infecciones o procesos linfoproliferativos.
(c) AHAI mixtas, que combinan Ac fríos y calientes. Las AHAI mixtas son mucho
más infrecuentes.
2. En función de la etiología, si las AHAI se presentan o no asociadas a alguna
patología, se clasifican en:
(a) AHAI idiopática o primaria: no asociada a ninguna patología.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 633
ERRNVPHGLFRVRUJ
634 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 635
EDTA a 37 °C y lavar los hematíes con solución salina precalentada a 37 °C para dis
persar las crioaglutininas antes de realizar la tipificación ABO y Rh, y la prueba de
CD. El diagnóstico debe ser considerado en aquellos pacientes con una prueba de CD
positiva por anti-C3 y negativa por anti-IgG. En la mayoría de los pacientes con CAS
los anticuerpos son de tipo IgM, que inducen a la fijación de complemento sobre los
hematíes. Los autoanticuerpos libres en el suero del paciente causan la aglutinación de
los hematíes normales fundamentalmente a bajas temperaturas, con un título elevado
a 4 °C, y reaccionando con una intensidad mucho m enor a temperaturas de 30 °C. El
anticuerpo suele tener una especificidad frente al sistema Ii. En los casos asociados a
infecciones por Mycoplasma pneumoniae, la especificidad suele ser anti-I, mientras que
en la mononucleosis infecciosa, anti-i.
El pronóstico en pacientes con CAS es significativamente mejor que en los casos de
AHAI por Ac calientes. Los casos secundarios a procesos infecciosos suelen tener una
presentación clínica más aguda y se resuelven espontáneamente en el curso de varias
semanas. En los casos idiopáticos el curso normalmente es crónico y bien tolerado. Debe
aconsejarse a los pacientes que eviten la exposición al frío. Algunos de ellos pueden
requerir tratamiento inmunosupresor.
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636 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
una serie de técnicas adicionales que tienen como objetivo prim ordial descartar la
presencia de un aloanticuerpo oculto por el autoanticuerpo. Las pruebas y técnicas que
a continuación se exponen están diseñadas para los casos de pacientes afectos de AHAI
por autoanticuerpos de clase IgG.
Información clínica
Es im portante disponer de toda la inform ación posible en torno a antecedentes del
paciente y a su estado clínico. Interesa saber si ha estado transfundido previamente, el
número de gestaciones, los antecedentes patológicos, los fármacos, etc. Por otra parte,
el estado del paciente nos orientará en torno al tiempo que disponemos para preparar
las unidades de hematíes más óptimas.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 637
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638 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Autoadsorción
Actualmente, la m ejor técnica disponible para detectar un aloanticuerpo en presencia
de un autoanticuerpo es la autoadsorción del suero del paciente a 37 °C frente a sus
propios hematíes, después de haber realizado la elución de al menos una fracción del
autoanticuerpo.
Tras las adsorciones, el suero es nuevam ente enfrentado al panel de hematíes, de
manera que una vez eliminada la interferencia creada por el autoanticuerpo, podremos
determinar claramente la presencia de un aloanticuerpo y su especificidad.
La mayoría de autoanticuerpos poseen un título inferior a 16 en la PIATG, de for
ma que 2-3 autoadsorciones resultan suficientes en la mayoría de casos. Si el título es
superior pueden tratarse los hematíes con enzimas para increm entar la cantidad de
autoanticuerpo adsorbido. Por el contrario, si la PDATG es muy débil puede realizarse
la autoadsorción sin elución previa de los hematíes.
El principal inconveniente técnico de este método es la hemólisis que, en ocasiones,
implica la elución de los hematíes del paciente y que impide la reutilización de los
mismos.
La técnica de autoadsorción es tan útil que merece la pena conservar hematíes del
paciente obtenidos con ocasión de la prim era transfusión, para poder realizar autoad
sorciones en el caso de que en el futuro este requiera más sangre. Los hematíes pueden
conservarse en ACD, CPD o congelados, si se dispone de los medios para efectuarlo.
El fenómeno de Matuhasi-Ogata puede teóricamente limitar la utilidad de esta técnica,
al igual que la de adsorción diferencial. Matuhasi-Ogata sugirieron que algunos anti
cuerpos de una determ inada especificidad pueden adherirse a complejos antígeno-
anticuerpo de una especificidad distinta. Y así, potencialmente es factible que el aloan
ticuerpo pueda adherirse al complejo constituido por el autoanticuerpo y los hematíes
del paciente empleados para la autoadsorción. No obstante, la experiencia acumulada
indica que este fenómeno, en caso de producirse, no conlleva la total desaparición del
aloanticuerpo que todavía permanece a título suficiente como para poder detectarlo.
Adsorción diferencial
Esta técnica constituye la alternativa ideal a la autoadsorción cuando el paciente ha sido
transfundido recientemente. Consiste en la adsorción del autoanticuerpo empleando
hematíes alogénicos de diferente fenotipo. Por ejemplo, la adsorción de un suero que
contenga u n autoanticuerpo más un aloanticuerpo de especificidad Jka con unos he
matíes de fenotipo Jk(a-), resultará en la adsorción del autoanticuerpo y no en la del
aloanticuerpo, que podrá ser fácilmente detectado con el panel de hematíes.
Al igual que con la autoadsorción, el tratamiento enzimático de los hematíes mejora
el rendimiento de cada adsorción, aunque no es absolutamente necesario.
Como la mayoría de las reacciones transfusionales hemolíticas están causadas por
un núm ero limitado de anticuerpos (ABO, Rh, Kell, Kiddy Duffy), la complejidad de
disponer de hematíes de diferente fenotipo se simplifica, especialmente si se conoce el
fenotipo Rh del paciente.
• Los anticuerpos del sistema ABO no representan ningún problema si la tipificación
se ha realizado correctamente.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 639
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640 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Al realizar la prueba cruzada, se empleará una mayor proporción del suero adsorbido
del orden de 2-3 veces para compensar el efecto de dilución del PEG, y la lectura se
efectuará con antiglobulina anti-IgG.
Reactivos
• Glicina-HCl (0,1 M, pH = 3). Se conserva a 4 °C.
• Amortiguador fosfato (0,8 M, pH = 8,2). Se conserva a 4 °C.
• ClNa al 9%, a 4 °C.
• Sobrenadante salino del último lavado de los hematíes.
Método
1. Se dispensan los eritrocitos en un tubo de hemólisis y este se enfría en un baño
de hielo durante 5 min.
2. Se agrega inmediatamente 1 mi de solución salina fría y 2 mi de glicina-ClH fría
a los eritrocitos.
3. Se mezcla y se incuba durante 1 m in en un baño con hielo (0 °C).
4. Se centrifuga durante 2-3 min a 900-1.000 X g.
5. Se transfiere el eluido sobrenadante a un tubo limpio y se añade 0,1 mi de amor
tiguador fosfato a pH = 8,2 por cada mililitro de eluido.
6. Se mezcla y se centrifuga durante 2-3 m in a 900-1.000 X g.
7. Se transfiere el eluido sobrenadante a un tubo limpio y se evalúa en paralelo con
el sobrenadante salino final.
Nota: La acidez no neutralizada con el amortiguador puede producir hemólisis. El
añadir albúmina bovina al 22% puede reducir la hemólisis.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 64 1
Reactivos
• Albúmina bovina al 6%.
• Sobrenadante salino del último lavado de los hematíes en estudio.
M étodo
1. Se mezclan volúmenes iguales de eritrocitos concentrados lavados y albúmina
bovina al 6% en un tubo de hemólisis.
2. Se incuba durante 10 min a 56 °C, agitando periódicamente.
3. Se centrifuga durante 2-3 min a 900-1.000 X g, dentro de lo posible en una cen
trífuga termostatizada.
4. Se transfiere de inmediato el eluido sobrenadante a un tubo limpio y se valora en
paralelo con el sobrenadante del último lavado de los hematíes.
Nota: Para recuperar m ejor los anticuerpos fríos, es conveniente lavar los hematíes
en solución salina helada a fin de prevenir la disociación de los anticuerpos fijados antes
de la elución.
Eluido de Lui
Se utiliza principalmente en la investigación de la enfermedad hemolítica del recién
nacido por incompatibilidad ABO. Se requieren los eritrocitos portadores de un Coombs
directo positivo lavados seis veces en solución salina.
M étodo
1. Se mezclan 0,5 mi de eritrocitos con tres gotas de solución salina en un tubo de
hemólisis.
2. Se tapa el tubo y se rota de tal forma que las paredes queden recubiertas de hematíes.
3. Se coloca el tubo en posición horizontal en el congelador durante 10 min a una
temperatura entre - 6 y -7 0 °C.
4. Se retira del congelador y se calienta con agua.
5. Se centrifuga durante 2 min a 900-1.000 X g.
6. Se transfiere el sobrenadante a un tubo lim pio y se valora en paralelo con el
sobrenadante del último lavado de los hematíes.
Prueba de D o n a th -L a n d stein er
Los anticuerpos que causan PCH actúan como hem olisinas bifásicas in vitro. Los
autoanticuerpos IgG se fijan a los hematíes a tem peraturas bajas y, posteriorm ente,
cuando se calienta la muestra a 37 °C se activa el complemento y se produce la hemólisis.
Para el estudio se requiere de una muestra de sangre fresca mantenida a 37 °C.
Reactivos
• Mezcla de suero norm al fresco que carezca de anticuerpos irregulares como fuente
de complemento.
• Hematíes lavados de grupo O y fenotipo P positivo en suspensión al 50%.
Método
1. Se etiquetan tres grupos de tres tubos: A l, A2, A3; Bl, B2, B3; C l, C2, C3.
2. En los tubos 1 y 2 de cada grupo se dispensan 10 gotas de suero del paciente.
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642 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Anticuerpos antinucleares
En 1971, la Asociación Americana de Reumatología (ARA) emitió unos criterios revisa
dos en 1982 en los que se incluyeron los ANA como criterio diagnóstico de LES.
El LES es una enfermedad reumática de base autoinmune y de origen desconocido,
en la que existe una afectación más o menos generalizada del tejido conjuntivo cuyas
manifestaciones clínicas aparecen en diversos órganos y tejidos, que p o r orden de
creciente de frecuencia son: articulaciones, piel, sistema nervioso, riñones, corazón,
pulmones, sangre, hígado, bazo y ojos. Su nombre (etimológicamente: lobo rojo) hace
referencia a que una de sus primeras manifestaciones es una erupción cutánea en forma
de alas de mariposa que cubre la nariz y las mejillas (eritema malar) y da al paciente un
aspecto de lobo.
El LES es una enfermedad que, a pesar de su carácter reumático, suele tener sus
primeras manifestaciones en las células sanguíneas. Así, es frecuente la anemia (50% de
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 643
los casos), la leucopenia (60% de los casos), la trombocitopenia (5% de los casos) y la
aparición de anticoagulante lúpico (25% de los casos). Los anticoagulantes lúpicos (lupus
anticoagulant [LA]) son anticuerpos IgG dirigidos contra la fracción fosfolipídica del
complejo activador de la trombina. Interfieren con las pruebas de coagulación depen
dientes de fosfolípidos sin inhibir la actividad de factores de coagulación específicos. La
totalidad de los LA circulantes en el LES alargan el tiempo parcial de tromboplastina
(TTP) y algunos de ellos también el tiempo de protrom bina (TP). Puede decirse, por
tanto, que descartando el déficit de factor de la coagulación ante un TP y TTP alargados,
lo más probable es que exista u n LA circulante. El nom bre de LA es en cierto modo
engañoso, ya que no es específico del LES y, paradójicamente se asocia clínicamente a
trombosis arterial y venosa.
En el LES existe una producción de autoanticuerpos, especialmente contra las es
tructuras del núcleo celular (ANA) y formación y depósito de inmunocomplejos. Al
igual que cualquier otra enfermedad reumática, los principales autoanticuerpos son
inmunoglobulinas de tipo IgG e IgM.
El diagnóstico del LES se basa en datos clínicos y de laboratorio. Una de las pruebas
de laboratorio clásicamente em pleadas en el diagnóstico de la enferm edad fue la
determ inación de células LE, descrita en prim er lugar p or Hargraves et al. en el año
1948. Esta prueba es positiva en aproximadamente un 80% de los pacientes con LES
activo, pero puede serlo también en otras condiciones patológicas diferentes al mis
mo, como por ejemplo diversas colagenosis. Con todo, la prueba de las células LE ha
m antenido su valor clínico hasta la llegada de las pruebas inmunológicas mucho más
sensibles y específicas.
le a r
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644 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Método
1. Se extraen 10 mi de sangre y se dejan coagular en un tubo de ensayo durante 2 h
a 37 °C.
2. Se centrifugan 10 m in a 3.500 r.p.m.
3. Se elimina el suero y se deposita el coágulo sobre un tamiz de malla fina.
4. Se aplasta el coágulo contra el tamiz, y se recoge el producto resultante en un vaso
de precipitados.
5. Se llena con una pipeta Pasteur un tubo de Wintrobe, con el hemolizado obtenido
de la destrucción del coágulo.
6. Se centrifuga durante 20 m in a 5.000 r.p.m.
7. Se elimina el sobrenadante y se recogen los leucocitos situados en la interfase
suero/eritrocitos con una pipeta Pasteur.
8. Se efectúan dos extensiones con este material.
9. Se tiñe con el método de May-Grünwald/Giemsa y se observa mediante el objetivo
de inmersión.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 645
del LES, como p or ejemplo, las colagenopatías mixtas y la artritis reum atoide. Por
ello, en la actualidad, esta técnica va siendo sustituida por otras pruebas cada vez más
sensibles y específicas, entre las que destacan los ANA. Con todo, en laboratorios con
escasas posibilidades técnicas, la determinación de las células LE constituye todavía un
procedimiento de valor diagnóstico que no debería abandonarse, excepto que se dis
ponga de otro mejor.
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Manual de técnicas de laboratorio en hematología
■
Principio
En el LES, pero también en otras enfermedades autoinmunes, es posible detectar en
el suero de los enfermos anticuerpos contra componentes nucleares de las células. La
técnica más simple y empleada en la práctica para la determ inación de los ANA es
la inmunofluorescencia indirecta (IFI), que consiste en enfrentar el suero del enfermo
con una m uestra de triple tejido de rata (estóm ago/hígado/riñón) y/o células. En la
actualidad, el sustrato más empleado para la caracterización del patrón de ANA es el
de las células Hep-2, línea celular hum ana derivada de un carcinoma laríngeo epitelial.
Estas células presentan la ventaja de poseer un amplio núcleo y organelas más fáciles
de ver. Además, estas células se dividen rápido, y se puede observar en u n mismo
pocilio células en diferentes fases de división celular lo que facilita la determinación
del patrón antinuclear. Tras un paso de lavados (para eliminar las proteínas séricas
no fijadas al antígeno) se procede a la incubación del sustrato con anticuerpos anti-
IgG hum ana marcados con fluoresceína. Una vez finalizada la incubación, se pasa a
observar las células del tejido-sustrato m ediante un microscopio de fluorescencia al
objeto de analizar la eventual presencia o no de fluorescencia nuclear y determinar el
patrón de ANA (fig. 21-5).
Material
• Microscopio de fluorescencia con condensador de fondo neutro.
• Anticuerpos anti-IgG humana marcados con fluoresceína. Diferentes preparaciones
comerciales cumplen estas características.
• Portaobjetos con los sustratos antígenos (triple tejido de rata (TTR)/línea celular
Hep-2).
• Suero problema.
Método
1. Se diluye el suero problem a en solución salina fisiológica (NaCl, 0,15 mol/1).
En general, se realiza una dilución inicial de 1/40 para analizar los anticuerpos
antitisulares y de 1/80 para analizar los ANA sobre Hep-2, aunque no existen
acuerdos a nivel internacional sobre la dilución de inicio.
2. En cada determinación, además del suero problema, se emplean dos testigos: uno
con suero positivo y título de ANA conocido, y otro con suero negativo.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 647
3. A cada portaobjetos se añaden 50-100 (xl de una dilución del suero problema (ytes-
tigo) y se colocan durante 30 min en posición bien horizontal en el interior de una
cámara húmeda a 25 °C (temperatura de laboratorio).
4. Se lava dos veces el portaobjetos con solución salina tam ponada y se secan las
zonas de la extensión sobre las cuales no se realizará la reacción.
5. Se recubre la zona de la extensión elegida para la reacción con la solución de
antiinmunoglobulinas fluorescentes (previamente diluidas, si es necesario) y se
incuba durante 30 min.
6. Se lava el portaobjetos con abundante solución salina fisiológica.
7. Se seca la extensión en torno al área de reacción, la cual se recubre con una gota
de aceite mineral y finalmente con un cubreobjetos.
8. Se observa la zona de la extensión elegida para la reacción con el microscopio de
fluorescencia.
E s p e c ific id a d
Im a g e n P a tr ó n A n tic u e r p o LE S CPM AR
D ifuso A ntinucleohistonas * + ++
0
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648 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 649
Principio
La técnica más comúnmente empleada para la identificación de los ANCA es la de la
IFI, donde se describe el llamado patrón citoplásmico (c-ANCA) y el llamado patrón
perinuclear (p-ANCA). Ambos identifican antígenos localizados en los gránulos prima
rios de los polimorfonucleares. En el caso del patrón c-ANCA, el antígeno reconocido
corresponde a la enzima lisosómica llamado proteinasa 3 (PR3) y en el caso del p-ANCA
el antígeno reconocido corresponde en la mayoría de los casos a la mieloperoxidasa
(M PO), si bien en ocasiones se ha descrito el patrón perinuclear cuando el antígeno
reconocido corresponde a la elastasa, la lactoferrina BPI o catepsina G (especificidades
menos frecuentes). Algunos autores denominan al patrón de IFI correspondiente a estas
especificidades menos frecuentes como patrón X-ANCA o ANCA atípico.
Todos estos antígenos son enzimas lisosómicas y, por tanto, de localización citoplas
mática, sin embargo, cuando se utiliza el alcohol como medio de fijación del sustrato
con el que se analizan los ANCA (polimorfonucleares), aparecen unos poros en la
pared lisosómica que permiten la salida y el desplazamiento de las enzimas con carga
eléctrica más positiva hacia el núcleo que está cargado negativamente. Ello explica el
patrón perinuclear en la IFI que identifica antígenos que normalmente están localizados
en el citoplasma, como MPO. Sin embargo, el PR3 permanece en el citoplasma. Así, la
fijación con etanol perm ite hacer un prim er escrutinio de las especificidades ANCA
más frecuentes (MPO y PR3), que deberá confirmarse p o r técnicas más específicas
como el ELISA.
Este fenóm eno artefactual en la fijación de los polimorfonucleares no aparece si
utilizamos formalina en lugar de alcohol en el proceso de fijación celular de los por
taobjetos. En este caso, la inmunofluorescencia daría siempre un patrón citoplásmico. El
método de la IFI es cualitativo o semicuantitativo, y es necesaria cierta experiencia para
la interpretación correcta de los resultados. Las técnicas cuantitativas incluyen el enzi-
moinmunoensayo (ELISA) y el radioinmunoensayo (RIA) utilizando extractos crudos
celulares o antígenos purificados en la sensibilización de las placas. No existe una total
concordancia entre el IFI y las técnicas de ELISA, por lo que se acepta internacionalmente
que la determinación de ANCA en un suero problema debe incluir ambas técnicas ya que
de este modo se obtiene la máxima especificidad y sensibilidad.
Purificación de neutrófilos
M aterial
• Portaobjetos esmerilados de base mate.
• Tubos cónicos de poliestireno (20 mi).
• Centrífuga.
• Citocentrífuga Shandon.
Reactivos
• Dextrano T-2000. Pharmacia Biotech.
• Albúmina humana, fracción V, HSA, Sigma, Cod. A -1653.
• Solución búfer fosfato (PBS). Biomerieux, Cod. 75511.
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650 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Métodos
Preparación de los reactivos
• 60 mi de dextrano.
• 3 g de dextrano T-2000 + 60 m i de PBS.
• Agitación magnética.
• 100 mi de PBS-HSA al 1%.
• 1 g de albúmina humana.
• Se enrasa a 100 mi con PBS.
• Se conserva a 4 °C, preservado de la luz.
Técnica
1. Se preparan 5 mi de heparina en un tubo de perfusión.
2. Se añaden 10 mi de sangre.
3. Se mezcla la sangre con la heparina por inversión.
4. Se prepara un tubo de perfusión con 2 mi de dextrano.
5. Se mezclan 10 mi de sangre con el dextrano. Muy suavemente se deja que la
sangre resbale sobre la pared del tubo hasta llegar a la solución de dextrano.
6. Se pasa este volumen a un nuevo tubo cónico, y se deja resbalar sobre la superficie
del tubo para evitar que pasen o se hagan burbujas de aire.
7. Se incuba en posición vertical durante 45 min.
8. Con pipeta Pasteur se recoge el sobrenadante. Se hace muy despacio, girando la
pipeta por las paredes de los tubos. Se reparte el volumen entre dos tubos.
9. Se centrifuga a 200 g,1durante 10 m in a temperatura ambiente.
10. Se descarta el sobrenadante. Se lava el pellet tres veces con 10 mi de PBS-HSA al
1% (centrífuga a 200 g, 10 min, temperatura ambiente y resuspensión con pipeta
Pasteur). La última resuspensión se pasa a un solo tubo.
11. Se resuspende el pellet en PBS-HSA al 1% hasta obtener una suspensión celular
de 106 cél/cm3 (aprox. 10 mi).
12. Se prepara la citocentrífuga y los cubres.
13. Se marcan los portaobjetos con un punto en la parte superior derecha.
14. Se coloca el filtro sobre el portaobjetos con la cara lisa mirando hacia arriba.
15. Se m ontan los portas en la citocentrífuga.
16. Se citocentrifugan 150 (xl (aprox. dos gotas) de suspensión, 3 min a 300 r.p.m.
(LOAD 1).
17. Se dejan secar a temperatura ambiente.
18. Se fijan las preparaciones en EtOH frío (4 °C) durante 5 min.
19. Se dejan secar a temperatura ambiente
20. Se conservan las preparaciones a -2 0 °C.
Nota: Como puede observarse del protocolo anterior, la realización de los portaob
jetos es compleja y requiere de personal muy experimentado. Además, una fijación no
completa puede dar lugar a problemas artefactuales y errores en la interpretación de los
resultados. En los últimos años se han comercializado portaobjetos por diversas casas
comerciales con gran calidad técnica, por lo que, si es posible, se recomienda utilizarlos.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 651
Soluciones de trabajo
• Dextrano/metrizoato.
• 24,7 mi de agua destilada.
• 89,4 mi de dextrano T-500 al 6% (Pharmacia, Uppsala, Suecia).
• 20 m i de metrizoato sódico 75% w/v (Nycomed, Oslo, Noruega).
• PBS, pH = 7,4.
• 8 g de NaCl.
• 200 mg de KC1.
• l,44deNa2H P 04:H20.
• 200 mg de KH2P 0 4.
• H 20 destilada hasta 1.000 mi.
• PBS/albúmina 1% w/v. Se añade albúmina humana a u n determinado volumen de
PBS en la proporción de un 1%.
• Etanol al 99%.
• Mezcla de glicerol/PBS. Se añade glicerol a una cantidad determinada de PBS para
conseguir una mezcla final del 66%.
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652 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 653
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654 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• PBS.
• Albúmina al 22%.
• PBS-BSA al 0,2% BSA.
• PBS-BSA al 1% BSA.
• Ficoll-Paque o Lymphoprep.
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656 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 657
Prueba indirecta
El objetivo de la prueba indirecta es la detección de anticuerpos libres en el suero de los
pacientes. Los pasos finales serán los mismos que en la prueba directa, pero con una
incubación inicial del suero problema frente a GR de un donante sano. Procesaremos,
en paralelo, un control positivo (C + ) y un control negativo (C -). Como C+ se utiliza
un suero con Acs anti-HLA pluriespecíficos (pool de sueros) y como C - u n suero
AB de donante varón no transfundido. Una vez incubados los sueros con los GR del
donante, y después de lavar, se realizará la segunda incubación utilizando los mismos
reactivos ATG que en la prueba directa (polivalente, anti-IgG y anti-IgM). Es preciso
también, como control, m ontar una prueba directa de los GR del donante utilizado.
Los pasos de la prueba indirecta en microplaca serán:
1. La microplaca de fondo en U se debe preincubar un mínimo de 3 h con PBS-BSA
al 1%. Para ello, se dispensan en los pocilios necesarios 200 |xl de PBS-BSA al 1%,
se tapa y se mantiene a TA hasta su utilización.
2. Se decanta la microplaca y se ponen 20 |xl de la suspensión de trabajo de GR
control por pocilio.
3. Se añaden 20 |xl de los sueros (sueros problema, C+ y C -) a los correspondientes
pocilios, agitando suavemente con la pipeta.
4. Se tapa la placa y se incuba 30 m in a TA. Se utilizaran en todo el proceso tapas de
un solo uso.
5. Se realizan tres lavados con PBS-BSA al 0,2%, según se indica en el punto 5 de la
prueba directa.
6. Después del tercer lavado, se continúa el protocolo con la incubación de los
reactivos ATG, siguiendo los mismos pasos que en la prueba directa. Se sigue el
protocolo descrito, a partir del punto 3.
Si se realizan conjuntamente la prueba directa y la indirecta, puede utilizarse una única
microplaca, empezando primero con las incubaciones de la prueba indirecta, y se añaden
las muestras de la prueba directa antes de la centrifugación que sigue al tercer lavado. En
la figura 21-9 se propone como ejemplo un esquema de trabajo para el desarrollo de la
técnica de GIFT en microplaca.
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658 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
P ru eba in directa
| GR donante sano]
i % i Isa.
S § § s s g
9 10 11 12
G R paciente / / Su ero ...
G R paciente .
/ / Suero ...
/ / / / / / / /
G R de donante o H LA (C+)
sano (utilizado er / /
la prueba indirec o A B (C-)
/ / / / /
/ / / /
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 659
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660 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Reactivos
• PBS.
• PBS-EDTA: EDTA-Na2: 3,35 g/1.000 mi de PBS.
• Albúmina al 22%.
• PBS-EDTA-BSA al 0,2%.
• Solución de N H 4C1 (pH = 7,3) (en 500 m i de agua destilada):
• N H 4C1,4,15 g.
• K H C 03, 0,5 g.
• 0,5 mi de EDTA-Na2 al 0,1 M.
• Solución de PFA al 1%.
• Solución madre al 4%: 4 g de PFA en 100 mi de PBS.
- Se calienta a 75 °C durante 5-10 min y se mezcla bien.
- Se añade OHNa 1 M (1-5 gotas), hasta que quede transparente.
- Se deja 1 h a 4 °C.
- Se deja 1 h a temperatura ambiente y se ajusta el pH a 7,3 (HCI 1 N).
- Se filtra con filtro Milipore.
- Se guarda en botella estéril, protegida de la luz, a 4 °C.
• Solución de trabajo al 1% (1 vol. PFA 4% + 3 vol. PBS).
• Solución cloroformo-tricloroetileno vol./vol.
• Suero normal: suero AB de varón no transfundido.
• Antiglobulina marcada con FITC (polivalente, IgG, IgM, IgA). Se prepara y se con
serva según las instrucciones del fabricante.
• Glicerol-PBS: 3 vol. de glicerol por 1 vol. de PBS.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 661
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662 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Prueba indirecta
El objetivo de la prueba indirecta es la detección de autoanticuerpos libres en el suero de
los pacientes y en eluido. Los pasos finales serán los mismos que en la prueba directa, pero
con una incubación inicial de la muestra (eluido o suero) frente a plaquetas (PLQ) de un
donante sano, de grupo O para soslayar la incompatibilidad de grupo. Procesaremos, en
paralelo, un control negativo (C-) y un control positivo (C+). Como C —se utiliza un suero
AB de donante varón no transfundido, como C+ se utiliza un suero que contenga an
ticuerpos capaces de reaccionar con cualquier plaqueta, p o r ejemplo, anticuerpos
anti-HLA pluriespecíficos (pool de sueros) o anticuerpos anti-H PA -la, reactivos con
más del 97% de los donantes escogidos al azar. Una vez incubadas las muestras con las
PLQ del donante, y después de lavar, se realizará la segunda incubación utilizando los
mismos reactivos ATG que en la prueba directa (polivalente, anti-IgG y anti-IgM). Es
preciso también, como control, m ontar una prueba directa de las PLQ del donante que
se utilicen en la prueba indirecta.
Los pasos de la prueba indirecta en microplaca serán los siguientes:
1. Se dispensan 20 |xl de la suspensión de trabajo de PLAQ del donante por pocilio.
2. Se añaden 20 |xl de las muestras (eluidos y/o sueros problema) y de los controles
(C+ y C—) a los correspondientes pocilios, agitando suavemente con la pipeta.
3. Se tapa la placa y se incuba 30 min a TA.
4. Se realizan tres lavados con PBS-EDTA-BSA al 0,2%, según se indica en el punto
5 del apartado de la prueba directa.
5. Después del tercer lavado, se procederá a incubar con los diferentes reactivos
antiglobulina, siguiendo el mismo protocolo descrito en la prueba directa. Se
sigue el protocolo descrito a partir del punto 3.
Si se realizan conjuntam ente la prueba directa y la indirecta, puede utilizarse una
única microplaca: prim ero se empieza con las incubaciones de la prueba indirecta, y
después se añaden las muestras de la prueba directa, antes de la centrifugación que sigue
al tercer lavado.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 663
10 11 12
PLQ paciente............ A /
/ E lu id o ...
/ / Suero ...
/ /
PLQ de donante C / / / / /
san o (utilizado en
la prueba indirecta) D / / / / / Suero H LA (C+)
/ Suero A B (C-)
/ / / /
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664 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 6 6 4 .e l
Autoevaluación
1. En la determinación del grupo sanguíneo ABO:
(a) Hay que incluir una prueba globular y una prueba sérica.
(b) La prueba globular puede realizarse en placa porque los antisueros son capaces de
producir aglutinación sin necesidad de centrifugación.
(c) El grupo inverso es más seguro cuando se realiza en tubo.
(d) Se efectúa preferentemente con una muestra de sangre total sin coagular previamente
centrifugada, para separar los hematíes del plasma.
(e) Todo lo anterior es cierto.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: efectivamente, todas las afirmaciones son ciertas, tal como se explica en el
apartado «Estudio básico del grupo ABO» del capítulo 21.
2. Una de las siguientes afirmaciones es falsa:
(a) Si los resultados de la prueba inversa no coinciden con los obtenidos con la prueba
directa, debe descartarse, ante todo, el error metodológico.
(b) Para la detección de anticuerpos irregulares se precisa suero problema y una sola muestra
de hematíes.
(c) Las enzimas proteolíticas reducen la carga negativa de la superficie de los hematíes dis
minuyendo la distancia entre ellos y favoreciendo la aglutinación.
(d) El test de Coombs fue descrito en 1945 por Coombs, M ourant y Race para detectar los
anticuerpos anti-Rh no aglutinantes o incompletos.
(e) La prueba directa de la antiglobulina o test de Coombs directo se realiza para saber si
los hematíes están recubiertos in vivo de anticuerpos antieritrocitarios.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: para la detección de anticuerpos irregulares se precisa suero problema y
entre dos y cuatro muestras de hematíes, seleccionados por su fenotipo eritrocitario y por tener
representados en su conjunto a los antígenos considerados clínicamente significativos.
3. Una de las siguientes aplicaciones del test de Coombs indirecto no es cierta:
(a) Se emplea para la detección e identificación de anticuerpos en las pruebas de compati
bilidad pretransfusional.
(b) Se emplea para la detección e identificación de anticuerpos en las mujeres gestantes.
(c) Se emplea para la investigación de anticuerpos de la madre contra hematíes del recién
nacido.
(d) Se emplea para la tipificación de antígenos eritrocitarios que no son visualizados por
aglutinación directa.
(e) Se emplea para la detección e identificación de anticuerpos en los donantes de sangre.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: para demostrar la presencia de anticuerpos maternos fijados a los hematíes
del recién nacido debe emplearse la técnica de Coombs directo sobre los hematíes del niño.
4. Una de las siguientes afirmaciones sobre las anemias hemolíticas autoinm unes (AHAI) por
anticuerpos calientes es falsa:
(a) La AHAI por anticuerpos calientes se denomina así porque la tem peratura óptim a de
reactividad del autoanticuerpo es de 37 °C.
(b) Es el tipo más com ún de AHAI, y constituye un 75-80% de los casos diagnosticados de
AHAI.
(c) La presentación de orinas oscuras, por hemoglobinuria o pigmentos biliares en orina,
es frecuente.
(d) En un pequeño porcentaje de casos (alrededor de un 3%) de las AHAI, el test de Coombs
directo puede resultar negativo.
(e) Se habla de AHAI secundaria cuando no supone u n problema grave para el paciente.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: se habla de AHAI secundaria cuando se presenta asociada a una patología en
la que se ha demostrado una mayor incidencia de AHAI, cuando el tratamiento de la enfermedad
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664.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
de base mejora la AHAI o cuando existe evidencia de que están relacionadas por una disfunción
inmunológica, en el contexto de autoinmunidad.
5. Una de las siguientes afirmaciones sobre las anemias hemolíticas autoinm unes (AHAI) por
anticuerpos fríos es falsa:
(a) Los autoanticuerpos son reactivos a tem peraturas bajas y, preferentemente, a 4 °C.
(b) El síndrome por aglutininas frías ocurre con mayor frecuencia en pacientes de 50 a 60
años de edad, siendo m uy excepcional en niños.
(c) Suele presentarse de form a idiopática, pero puede estar asociado a infecciones, en
particular por M ycoplasm a p neum oniae, y a mononucleosis infecciosa.
(d) Algunos pacientes desarrollan este cuadro asociado a LLC y a otros procesos linfo-
proliferativos.
(e) En los casos más típicos, el grado de anemia es independiente del grado de exposición
al frío.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: en los casos más típicos, el grado de anemia depende del grado de exposi
ción al frío. En general suele encontrarse una anemia leve o moderada, de forma crónica. Con
frecuencia, las muestras de sangre presentan autoaglutinación a tem peratura ambiente, lo que
dificulta la realización de la extensión de sangre y de los recuentos celulares. La autoaglutinación
se intensifica a 4 °C y revierte al calentar la m uestra a 37 °C.
6. En relación con las pruebas de compatibilidad y la transfusión en el paciente con AHAI, una
de las siguientes afirmaciones no es cierta:
(a) Es muy importante conocer si el paciente ha estado transfundido previamente, el número
de gestaciones, los antecedentes patológicos, los fármacos, etc.
(b) La tipificación del grupo ABO no suele resultar problemática.
(c) En más de un 80% de los pacientes con AHAI IgG, el autoanticuerpo se encuentra
libre en el suero, lo que determ ina que tanto el escrutinio como la identificación de
anticuerpos irregulares y las pruebas de compatibilidad resulten positivas.
(d) La técnica de elección para investigar la presencia de aloanticuerpos ocultos p o r el
autoanticuerpo es la dilución del suero del paciente (1:5).
(e) Respecto al sistema Rh, es importante realizar una tipificación lo más completa posible,
siempre que no existan transfusiones en los últimos 3 meses, de los antígenos D, C, c, E, y e.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: las técnicas de elección para investigar la presencia de aloanticuerpos ocultos
por el autoanticuerpo son las de adsorción: autoadsorción y adsorción alogénica o diferencial.
7. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones sobre las técnicas de adsorción es correcta?
(a) La mejor técnica disponible para detectar un aloanticuerpo en presencia de un autoan
ticuerpo es la autoadsorción del suero del paciente a 37 °C frente a sus propios hematíes.
(b) La mayoría de autoanticuerpos poseen un título inferior a 16 en la técnica indirecta de
antiglobulina, de form a que 2-3 autoadsorciones resultan suficientes en la mayoría
de casos.
(c) La técnica de adsorción diferencial constituye la alternativa ideal a la autoadsorción
cuando el paciente ha sido transfundido recientemente.
(d) La desventaja potencial de la adsorción diferencial obedece a la posibilidad de que un
anticuerpo dirigido contra un antígeno de alta frecuencia pueda ser tam bién adsorbido.
(e) Todas las afirmaciones son correctas.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: todas las afirmaciones son correctas, tal como se expone en el capítulo 21.
8. En relación con la investigación de anticuerpos antineutrófilo una de las siguientes afirma
ciones no es correcta:
(a) La técnica básica para el estudio de autoanticuerpos antigranulocitarios es el test de
inmunofluorescencia de granulocitos (GIFT).
(b) La técnica de GIFT es un m étodo cualitativo o semicuantitativo, en el que se valora
la intensidad de la fluorescencia observada en la superficie de los granulocitos, ya sea
mediante lectura en microscopio de fluorescencia o mediante citometría de flujo.
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Capítulo 21 Métodos para el diagnóstico de las citopen ias inmunes 6 6 4 . e3
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C A P Í T U L O 22
INTR O D U C C IÓ N
La hemostasia es el conjunto de reacciones que conducen a la formación de fibrina,
proteína insoluble que evita la pérdida de sangre cuando se lesiona u n vaso. En este
proceso intervienen la activación de las plaquetas, la formación del trom bo plaquetario,
la activación de la coagulación y el sistema fibrinolítico.
Asimismo, la hem ostasia tiene como principal objetivo m antener que la sangre
sea u n fluido. En ocasiones, se requiere que la sangre pase de un fluido a un sólido
y de nuevo a un fluido, pero solo en el sitio de rotura de u n vaso y en el m om ento
adecuado.
Según su función, las reacciones que se producen para que esto suceda se pueden
clasificar de la siguiente manera:
• Activación de las plaquetas y formación del trom bo plaquetario.
• Procoagulantes. Son las que conducen a la formación de la fibrina y así evitan la
pérdida de sangre.
• Anticoagulantes. Regulan o controlan la coagulación. También im piden que la
generación de factores activados, que se producen en un punto y que son necesarios
para evitar una hemorragia, se extienda y provoque una coagulación generalizada.
• Fibrinolíticas. Son las encargadas de eliminar la fibrina cuando ya no es necesaria
para evitar la pérdida de sangre, restableciendo el flujo sanguíneo.
Todas estas reacciones requieren una superficie fosfolípida cargada negativamente para
que la cascada de la coagulación se desarrolle y contribuya a la regulación del crecimiento
del trombo en el punto necesario donde se ha roto un vaso. Estas superficies fosfolípidas
cargadas negativamente se exponen en el lugar de rotura del vaso.
Uno de los mayores avances en la patogénesis de la trom bosis es el concepto de
que la hemostasia y la trom bosis son procesos localizados. La activación de la coa
gulación y el desarrollo del trom bo se producen en una zona endotelial deteriorada,
donde se expone el colágeno de la m atriz subendotelial y se expresa un receptor, el
factor tisular (FT), que inicia la activación de la coagulación al unirse al factor VII
activado.
La exposición del colágeno subendotelial implica que las plaquetas se unan a esta
m atriz subendotelial, se activen, se desgranulen y se agreguen form ando el prim er
tapón hemostático. Simultáneamente, la coagulación se activa en el punto de la lesión
endotelial, por exposición del FT, y el resultado de ello es la form ación de la fibrina
en este punto de lesión vascular y la estabilización del trom bo plaquetario inicial.
El antiguo concepto de la activación de la coagulación en forma de cascada por in
cremento de la concentración de distintas enzimas, con dos vías de iniciación (extrínseca
e intrínseca), en la actualidad está desechado. El mayor conocimiento del papel de cada
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 667
Corte longitudinal
Fase de iniciación
La formación del trom bo inicial plaquetario está determinada por la interacción de las
plaquetas con los componentes de la matriz extracelular alterada del endotelio vascular,
fundam entalm ente p o r la exposición del factor von W illebrand (FvW), el colágeno,
la fibronectina, la trom bospondina y la laminina. Estas interacciones adhesivas están
muy influenciadas por las condiciones reológicas, ya que cuando se altera el endotelio,
rápidamente ocurre una vasoconstricción. A baja fuerza de cizallamiento, como la que
ocurre en las venas y grandes arterias, la adhesión de las plaquetas al endotelio vas
cular alterado se lleva a cabo p or el colágeno fibrilar, la fibronectina y la laminina.
A altas fuerzas de cizallamiento, como las que se producen en las pequeñas arterias, la
adhesión plaquetaria es dependiente de la unión al FvW. Es bien conocido que el com
plejo GPIb/IX/V es el receptor más importante de las plaquetas para su unión al FvW.
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668 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGURA 22-2. Receptores y agonistas plaquetarios más relevantes. Puntos de acción de los principales
agentes antiagregantes plaquetarios.
Este complejo GPIb/IX/V también es capaz de unirse a otras proteínas adhesivas, como
la a-trom bina, y a los factores de la coagulación: quininógeno de alto peso molecular,
factor XI y factor XII.
La deficiencia congénita de este receptor (GPIb/IX/V) o su disfunción está asociada
al síndrom e de Bernard-Soulier (SBS), que se caracteriza p o r diátesis hemorrágica
moderada por mucosas y plaquetas gigantes.
Se ha demostrado que la unión de la G PIba al FvW inmovilizado da lugar a un in
cremento del Ca++ citoplásmico, fosforilación de proteínas, liberación de ADP, síntesis
de tromboxano A2 (TxA2) y agregación plaquetaria.
La adhesión de las plaquetas al endotelio vascular alterado tam bién requiere la
unión de las plaquetas al colágeno. La unión de las plaquetas al colágeno y al FvW
es fundamental para la formación del tapón plaquetario, ya que el FvW contribuye a
captar más plaquetas hacia la zona endotelial alterada y el colágeno, a la producción de
uniones más estables de las plaquetas, iniciando la activación plaquetaria. En la unión
del colágeno a las plaquetas juegan u n papel importante la glucoproteína VI (GPVI) y
la integrina a 2Br
La GPVI es un receptor plaquetario de baja afinidad para el colágeno, pero que tiene una
gran potencia en el inicio de la señal de generación. La región citoplásmica de GPVI se une
con la cadena a del dímero del receptor Fc7 RIIa después de la participación de varias vías
de señalización que provocan la liberación de 1,2-diacilglicerol e inositol-1,4,5-trifosfato,
que son los segundos mensajeros que promueven la completa activación de las plaquetas.
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 669
Fase de extensión
Después de la adhesión de las plaquetas al FvW y al colágeno, expuestos en el suben-
dotelio vascular, el siguiente paso en la formación del trom bo plaquetario es la capta
ción de más plaquetas y la activación de estas en un proceso conocido como agregación
plaquetaria. Esto se lleva a térm ino p or la local acum ulación de agonistas solubles
liberados de las plaquetas adheridas y activadas. Estos agonistas solubles son: ADP, TxA2,
epinefrina y trombina.
La intervención del complejo glucoproteico GPIIb/IIIa es esencial para la agregación
de unas plaquetas con otras: el complejo GPIIb/IIIa se une al fibrinógeno y al FvW y se
forman puentes estables con las plaquetas adyacentes.
Muchos de los agonistas implicados en la extensión del trom bo plaquetario actúan
a través de GPCR.
Tromboxano A2
Es un prostanoide muy lábil que se sintetiza en las plaquetas activadas a través de una
serie de reacciones de la ciclooxigenasa y la trom boxano sintetasa A2. Se considera un
potente vasoconstrictor y uno de los agentes proagregantes más potentes.
La sobreproducción de TxA2 se ha implicado en la patogénesis de fenómenos trom
bóticos. El bloqueo de la síntesis de TxA2, m ediante el bloqueo de la ciclooxigenasa
por el ácido acetilsalicílico, es una de las dianas de tratam iento antiagregante mejor
estudiadas (fig. 22-3).
Las plaquetas humanas expresan un receptor p or el TxA2, que es el T P a. Algunos
pacientes con cambios genéticos en este receptor (TPa) o en la vía metabólica del TxA2
pueden presentar clínica de diátesis hemorrágica por mucosas.
Trombina
La trom bina se genera en el punto de lesión del endotelio vascular por activación de la
coagulación in situ y juega un papel esencial en la estabilización del trom bo plaquetario
por la formación de mallas de fibrina. La trom bina es el más efectivo activador de las
plaquetas, ya que induce cambios de forma de las mismas, síntesis y secreción de TxA2,
movilización de la Ca++, fosforilación de proteínas y agregaciónplaquetaria.
La trom bina induce todas estas actividades de las plaquetas por la vía de los receptores
de proteasas activadas (PAR), fundamentalmente por el PAR-1 y el PAR-4.
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670 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Epinefrina (adrenalina)
La epinefrina secretada localmente desde las plaquetas activadas o la epinefrina circulante
contribuyen al crecimiento del trom bo plaquetario. Por sí sola es un débil agonista de las
plaquetas humanas, que actúa sinérgicamente con otros agonistas a bajas concentraciones
y produce un significativo incremento de la activación plaquetaria.
Se inhibe mediante la formación de AMPc, a través de la unión al receptor a 2-adrenérgico
de la plaqueta y a la proteína G aZ. Una reducción del número de receptores de epinefrina
da lugar a moderadas complicaciones hemorrágicas.
En diferentes modelos animales, con deficiencias del receptor a 2-adrenérgico, se
increm enta la form ación de émbolos p or inestabilidad del trom bo form ado. Estos
experimentos sugieren una alta participación de las vías de señalización de los receptores
a 2-adrenérgicos en la formación de trombosis.
Fase de estabilización
Esta fase es la últim a en la formación del trom bo plaquetario; en ella se le da consis
tencia en el p u n to donde se ha producido la lesión del endotelio vascular y se for
man puentes entre las plaquetas adyacentes, lo que perm ite la acción de moléculas
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 671
FACTORES DE COAGULACIÓN
La mayoría de los factores de coagulación son proteínas que se encuentran en la sangre
como cimógenos inactivos que pueden ser activados y transform ados en enzimas
con actividad serina proteasa mediante proteólisis limitada. Estas activaciones se realizan
en una serie de reacciones encadenadas en las que el producto de la prim era reacción
funciona como enzima para la segunda, y el producto de la segunda funciona como
enzima para la tercera, y así sucesivamente (fig. 22-4).
La mayoría de los factores de coagulación se sintetizan en el hígado. Entre ellos, los
factores II, VII, IX, X, proteína C, proteína S y proteína Z necesitan la vitamina K para
su síntesis completa. Estos factores llamados vitamina K dependientes, después de su
traducción a proteína sufren una carboxilación de los residuos de ácido glutámico
(Gla) en una reacción en la que actúa como cofactor la vitamina K. Esta transform a
ción les confiere una gran afinidad por los fosfolípidos. De esta manera, las reacciones
entre factores que en fase fluida serían muy poco eficientes se realizan sobre superficies
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672 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Inflamación
Lesión tisular
]F
Factor IXa + Factor Villa
Endotoxinas
^ I ^
Coágulo ▼ Activación
Activación células
plaquetas endoteliales
Inicio de la coagulación
El FT es una proteína que atraviesa la m em brana celular y form a parte de la familia
de receptores de citocinas. En condiciones normales no se expresa en la mem brana de
la célula endotelial indemne. Para que el sistema de la coagulación se active es preciso
que se lesione el endotelio vascular; esta lesión endotelial induce a la expresión del
FT a la luz vascular. Recientes estudios han dem ostrado que el FT que se expresa
ya está unido al factor VII (FVII), es decir, la lesión endotelial implica la expresión
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Capítulo
TABLA 22-1. Principales características de los factores de la coagulación
22
Masa
Factor I 340 kDa 3.000 3-5 días No — 2D 4q28; 24 kb; Hepática Form ación
(fibrinógeno) 222 aa 1E 24 exones de fibrina
Factor II 75 kDa 200 2-3 días Sí 10 Gla; 2 KR; CA 1l p l l-q l2 ; Hepática Activa a
579 aa 20,3 kb; 14 i,v,vm,
exones XI, XIII
plaquetas
Factor tisular 48 kDa No Extracelular, lp21.3; Subendot. Cofactor
263 aa transm em brana, 12,4 kb; 6 vascular de V ila
citoplásmico exones
Factor V 330 kDa 7 14 h No — 6 dom inios lq23; 73,2 kg; Hepática Cofactor
2196 aa funcionales 8-9 exones de Xa
Factor VII 50 kDa 0,5 4-6 h Sí 10 Gla; 2 EGF; CA 13q34; Hepática Inicia vía
406 aa 14,2 kb; 8-9 extrínseca
exones
Factor VIII 170 kDa 0,1 12 h No 6 dom inios Xq28; Hepática Cofactor
funcionales 140,4 kb; 26 d elX a
exones
Factor IX 56 kDa 5 1 día Sí 12 Gla; 2 EGF; CA Xq26.3-q27.1; Hepática Activa al X
415 aa 32,7 kb; 8
exones
(Continúa)
Os
Ov
TABLA 22-1. Principales características de los factores de la coagulación (cont.)
Masa
molecular
(kDa) y n.° N.° residuos Gen: locus,
aminoácidos Concentración Vida Vitamina K •v-carboxiglutámicos tamaño
Nombre (aa) (^g/m l) media dependiente en dom inio Gla Dom inios y n.° de exones Síntesis Función
en hematología
Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 675
:r r r r r tr■:tv:’■"'11"’■r r r:'::: ’ :
F T + Vila
Fase d e in ic io
FIGURA 22-5. Activación de la
coagulación sobre las mem branas
celulares. Fase de inicio: generación
de pequeñas cantidades de trom bina
(Ha) a partir de la acción directa del
complejo FT + V ila sobre el factor X.
F as e d e p ro p a g a c ió n
Fase de propagación: gran producción
de trom bina por activación del FIX
p o r el complejo FT + V ila en la
Trombo Tapón hemostático superficie de la m em brana plaquetaria.
FT, factor tisular.
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676 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
T r o m b in a |
que el FT formaba parte de las MP, que son fragmentos de células, generalmente de
membrana, derivados de una gran variedad de células activadas y/o apoptósicas. En el
caso de las MP que contienen FT, se cree que la mayor parte provienen de los monocitos
y de células endoteliales activadas. Las MP que contienen FT circulantes probablemente
juegan un papel importante en trombosis venosas en estados de hipercoagulabilidad y
en trombosis relacionadas con cáncer y otras situaciones clínicas. Cuando el FT entra en
contacto con la sangre, el factor V ila circulante se une rápidamente a él y se inicia la
coagulación, lo que activa los factores X y IX. El factor Xa también activa el factor IX
acelerando el proceso de formación de IXa. El factor IXa forma un segundo complejo con
el factor V illa y el factor X (complejo tenasa), y constituyen el factor Xa de una forma
50 veces más eficientemente que el que se forma en el complejo FT-factor Vlla-factor X.
El factor Xa form ado p o r cualquiera de las dos fuentes com pone un complejo con
el factor Va y el factor II o protrombina (complejo protrombinasa) para transformarlo
en trom bina (fig. 22-7).
El factor Xa, producido mediante el complejo FT-VII-X, puede generar una pequeña
cantidad de trombina, pero es una reacción extremadamente ineficiente. Sin embargo,
una vez producida, la trom bina y el factor Xa formados activan pequeñas cantidades de
factor V y de factor VIII. La activación de estos dos cofactores es esencial para que los
complejos catalíticos IXa-VIIIa-X y Xa-Va-II sean eficientes para convertir el factor X
inactivo a Xa y el factor II a lia respectivamente.
El inicio de la coagulación está regulado por el inhibidor de la vía del factor tisular
(TFPI), una proteína que inhibe el complejo Xa-FT- Vila y limita la producción de Xa
y IXa por esta vía. Una vez que esto ocurre, el factor Xa solo puede producirse p or el
complejo IXa-VIIIa-X. De ahí la importancia de los factores VIII y IX en la hemostasia
y la diátesis hemorrágica que acompañan a su déficit.
Vía intrínseca
La vía intrínseca de la coagulación no parece tener m ucha importancia en el inicio de
esta, pero juega un papel fundamental en el crecimiento y el mantenimiento del coágulo.
La activación de esta vía se inicia cuando el factor XI se acciona, ya sea por trazas de
trom bina o bien p or la activación de lo que se conoce como fase de contacto, que se
inicia cuando el plasma entra en contacto con una superficie cargada negativamente,
como fibras de colágeno o superficies externas, cristal, caolín, etc. El factor XII se activa
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 677
ADAMTS-13
El ADAMTS-13 (a disintegrin and metalloproteinase with thrombospondin-l-like do
mains) es una metaloproteasa que regula el FvW produciendo una proteólisis parcial
de los multímeros de alto peso molecular. Convencionalmente a esta proteína se la ha
llamado ADAMTS-13 y es el producto del gen AD AM TS-13 situado en el cromosoma
9q34 que contiene 37 kb y 29 exones.
El ADAMTS-13 se sintetiza en el hígado y en las células endoteliales, se libera a la
circulación general en forma activa, su concentración plasmática es aproximadamente
de 1 (xg/ml y su vida media es de 2-3 días. Las plaquetas expresan ADAMTS-13 cuando
se activan por acción de la trombina.
En 2001 diferentes grupos identificaron el sustrato natural de ADAMTS-13 en los
multímeros de alto peso molecular del FvW con actividad procoagulante.
Como es sabido, cuando se altera el endotelio vascular se expone FvW y colágeno.
Los multímeros de alto peso molecular del FvW tienen capacidad para unirse al com
plejo glucoproteico plaquetario GP Ib-IX-V, que implica la adhesión de las plaquetas al
endotelio vascular alterado, la posterior activación y agregación, y así se inicia el llamado
trom bo plaquetario y la trombosis.
En condiciones norm ales, el FvW y el ADAMTS-13 circulan p o r el plasm a y es
probable que la inactivación de los multímeros de alto peso molecular de ambos sea
mínima. Dicha inactivación es 1.000 veces más rápida y eficiente cuando el FvW se
expresa en el endotelio vascular alterado. Hay un equilibrio in vivo constante entre la
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678 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Trom bina
La trom bina se origina a partir de la protrombina, ambas miembros de la familia de fac
tores de vitamina K dependientes cuya característica principal es poseer un dominio Gla
en su porción aminoterminal, el cual posee diferentes cantidades de residuos del ácido
7 -carboxiglutámico (la protrombina posee 1 0 residuos de ácido 7 -carboxiglutámico).
También la trom bina y la protrom bina pertenecen a la extensa familia de serina
proteasas, donde están incluidos la mayoría de factores de la coagulación, la quimo-
tripsina, el quimotripsinógeno, la tripsina y otros componentes de la fibrinólisis. La
mayoría de estas serina proteasas pueden ser inhibidas por el grupo de las serpinas (su
nom bre deriva de serin protease inhibitors), entre ellas se encuentran: antitrombina,
antitripsina, antiplasmina, etc.
Los dominios Gla de la molécula de protrom bina son esenciales para la unión de
iones calcio a la molécula, que sufre cambios conformacionales que permiten que la
molécula de protrom bina se pueda unir a las membranas celulares que contienen fos-
folípidos ácidos.
La protrom bina se activa a a-tro m b in a en la mem brana de las células (plaquetas,
células endoteliales, etc.) en un proceso que incluye la acción de las serina proteasas
factor Xa, el cofactor factor Va e iones divalentes de calcio, y forman el llamado com
plejo protrombinasa.
La protrombina también puede activarse a a-trom bina de forma muy lenta con solo
el efecto del factor X activo (FXa). En presencia de FXa y calcio se produce una escisión
en la molécula de protrombina, en la arginina 271, dando lugar al fragmento 1 + 2 de la
protrom bina y a la pretrom bina 2; posteriormente, el FXa más el calcio fragmentan
la pretrombina 2 en la arginina 320, y dan lugar al fragmento de la protrombina 1 + 2 y
a la a-trom bina. Esta a-trom bina formada puede fragmentar por sí misma una pequeña
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 679
s ------------- s
FIGURA 22-8. Transform ación de la protrom bina en a-trom bina. Arg, arginina; Frag 1 + 2: fragm entos
de la protrom bina 1 + 2 ; S-S, puentes disulfuro.
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680 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 681
dom inio E y las dos zonas que com prenden las partes carboxiterminales se conocen
como dominios D.
La conversión del fibrinógeno en fibrina se realiza en tres etapas:
1. La trombina rompe el enlace Arg 16-Gly 17 de la cadena a y libera el fibrinopéptido
A (Ala 1-Gly 16). A continuación, la trombina rompe el enlace Arg 14-Gly 15 de la
cadena (3 liberando el fibrinopéptido B (Gly 1-Arg 14), así se forma el monómero
de fibrina.
2. Tras la liberación de los fibrinopéptidos, la molécula expone unos sitios de po
limerización en la zona aminoterminal de las cadenas a y 0 que reaccionan con
estructuras complementarias en la zona carboxiterminal de la cadena 7 . De esta
manera, los dominios D de una molécula interaccionan con la zona E de otra
molécula, y se forma una fibra de dos hebras en la que los m onóm eros están
medio solapados. A continuación, se produce una asociación lateral de las fibras
aumentando su grosor.
3. En presencia de factor XHIa, la fibrina que inicialmente estaba unida por inte
racciones no covalentes, sufre una serie de uniones intermoleculares mediante la
formación de enlaces entre residuos de lisina de una cadena 7 y glutamina de otra.
Posteriormente se realizan otros enlaces entre las cadenas a y entre cadenas a
y 7 . La incorporación de estos enlaces covalentes entre las fibras de fibrina aporta
una mayor resistencia a la degradación p o r la plasmina, así como una mayor
resistencia y elasticidad del coágulo.
M ecanism os reguladores
Los mecanismos que regulan la hemostasia son fundamentalmente de dos tipos:
1. Los inhibidores de serina proteasa, que inhiben los factores activados: anti-
trom bina, cofactor II de la heparina, TFPI, a 2-macroglobulina, inhibidor de la
proteína C activada, inhibidor del Cl-esterasa y a,-antitripsina.
2. Los reguladores de los cofactores activados: vía de la proteína C, proteína C,
proteína S, TM (fig. 22-9).
— FT + Vila
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682 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Centro
reactivo
Láminas B
(zona posterior
de la molécula)
F IG U R A 2 2 -1 0 . Estructura
Sitio
tridim ensional de la form a nativa
de unión
a heparina circulante de la antitrom bina hum ana.
Shutter, cerrojo.
Antitrombina
La antitrombina (AT) es un inhibidor de serina proteasa sintetizado en el hígado que
se encuentra en plasma a una concentración de 2 ,4 (jlM . E s el principal inhibidor de la
trom bina y del factor Xa, pero también inactiva los factores IXa, Xla, Xlla, calicreína y
plasmina. También inhibe al factor Vila unido al FT (fig. 2 2 -1 0 ). La actividad inhibidora
se incrementa unas 1.000 veces en presencia de heparina que in vivo tiene su equivalente
en el proteoglucano sulfato de heparán presente en el endotelio vascular.
La molécula de AT se une a la molécula de heparina a través de una secuencia dis
continua de residuos básicos (Lys, Arg) en la zona aminoterminal. La trom bina se une
también a la cadena de heparina de una m anera no específica m ediante cargas elec
trostáticas. De esta manera, se forman complejos ternarios heparina-AT-trombina en
los que el sitio activo de la trom bina se acerca al sitio reactivo de la AT. Inicialmente, la
trom bina rompe el enlace Arg 393-Ser 394 en el sitio reactivo de la AT, lo que produce
un cambio conformacional de la AT que atrapa de forma irreversible a la trom bina.
Una vez formado el complejo AT-trombina se libera a la circulación y forma complejos
ternarios con la vitronectina. Se cree que estos complejos ternarios se eliminan de la
circulación por unión a los proteoglucanos de sulfato de heparán que son posteriormente
internalizados (fig. 22-11).
El factor Xa y otros factores activados de la coagulación se unen solo débilmente a la
heparina y son inhibidos por el complejo heparina-AT gracias al cambio conformacional
que induce la heparina en la AT.
Cofactor II de la heparina
Es un inhibidor de serina proteasa con una homología de un 25% con la ATIII. Se sinte
tiza en el hígado, y se encuentra a una concentración de 1,2 jiM en sangre. A diferencia
de la AT, solo inhibe la trom bina y no los demás factores activados. Su acción inhibidora
se incrementa extraordinariamente en presencia de glucosaminoglucanos, pero el es
tímulo más potente es el sulfato de dermatán que difiere del sulfato de heparán por la
composición del disacárido (D-galactosamina en lugar de D-glucosamina).
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 683
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684 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Kunitz 3
TFPI
FIGURA 22-12. Esquema de la inhibición del complejo factor tisular-factor VII activado por el inhibidor
del factor de la vía tisular (TFPI). COOH, región carboxiterminal; FT, factor tisular; Kunitz 1,2,3, dominios
inhibidores de la molécula de TFPI; NH2, región aminoterminal; Vila, factor VII activado; Xa, factor X
activado.
dominio transmembrana y una cola citoplásmica. El quinto y sexto EGF son esenciales
para la unión a la trom bina, mientras que la unión calcio a la proteína C dependiente
requiere la región que une el tercer y el cuarto EGF. En el residuo Ser 474, la TM contiene
una cadena de sulfato de condroitina.
Se ha identificado TM hum ana en diferentes tejidos como vasos linfáticos, placenta,
plaquetas, megacariocitos, macrófagos, neutrófilos y células musculares. En la vasculatura
se localiza principalmente en los capilares y en m enor cantidad en las arterias y venas.
La actividad anticoagulante de la TM consiste en la inactivación de la actividad
procoagulante de la trom bina y la activación de la proteína C.
La trom bina se une con gran afinidad a la TM. U na vez unida, la trom bina pierde
su actividad procoagulante, es decir, no transforma el fibrinógeno en fibrina, no activa
el factor V, el VIII ni el XIII y tampoco activa las plaquetas ni las células endoteliales.
Además, la TM ejerce una actividad parecida a la heparina al acelerar la neutralización
de la trom bina por diferentes inhibidores de proteasas como la AT, el cofactor II de la
heparina, etc.
La TM induce un cambio conformacional en la trom bina que resulta en un eficiente
reconocimiento y activación de la proteína C. La expresión de TM en la superficie endo
telial es susceptible a diversas condiciones patológicas: disminuye por diversos agentes
inflamatorios como el factor de necrosis tum oral, la interleucina 1 , las endotoxinas
bacterianas, los microorganismos bacterianos, la hipoxia, etc. (fig. 22-13).
La proteína S (PS) es una glucoproteína de la vitamina K dependiente. Se sintetiza
en el hígado, pero también en las células endoteliales y los megacariocitos. Se encuentra
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 685
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686 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Citosol
FIGURA 22-14. Mecanismo anticoagulante de la proteína C. APC, proteína C activada; II, protrombina;
PS, proteína S; V, factor V; Va., factor V activado, inhibido; Villa., factor VIII activado, inhibido; IXa, factor
IX activado; Xa, factor X activado.
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 687
SISTEMA FIBRINOLÍTICO
El sistema fibrinolítico tiene como objetivo la lisis de la fibrina depositada en el árbol
vascular, es decir, es un sistema reactivo a la activación de la coagulación y a la generación
final de trombina. La plasmina, una serina proteasa de 85 kDa, es la enzima central de este
sistema. En condiciones normales circula por el plasma humano en forma de proenzima,
el plasminógeno. La transformación del plasminógeno en plasmina se lleva a cabo por
los denominados activadores del plasminógeno: el activador tisular del plasminógeno
(t-PA) y el activador tipo urocinasa (U-PA). El t-PA juega u n papel fundamental en la
fibrinólisis fisiológica, mientras que el U-PA es un activador de la proteólisis extracelular.
El sistema plasminógeno/plasmina juega un papel esencial en la lisis de la fibrina, pero
también tiene otras importantes funciones como incrementar los estados de inflamación
crónicos (artritis), las infecciones y la arterosclerosis.
La plasmina juega u n papel im portante en la invasión celular y en el remodelado,
también es esencial en distintos procesos donde se requiere la degradación de la matriz
extracelular (ME). La plasmina directamente puede degradar a diversos componentes
de la ME como la laminina y la fibronectina y a la vez puede activar a metaloproteina-
sas de la matriz extracelular (MMP).
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688 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
activación sola por trom bina. El TAFI activado (TAFIa) provoca una proteólisis de
las lisinas de la cadena carboxiterminal de la fibrina, y también de las lisinas del plas
minógeno. La proteólisis de estas lisinas de la fibrina implica una m enor incorporación
de plasminógeno y de t-PA en el coágulo y, por tanto, una inhibición de la fibrinólisis.
Como se ha dicho anteriormente, el TAFI actúa sobre el plasminógeno impidiendo la
transformación de Glu-plasminógeno en Lis-plasminógeno. Como es sabido, la forma
Lis-plasminógeno tiene mayor afinidad por la fibrina y por el t-PA, de esta manera el t-PA
unido a la fibrina transforma el Lis-plasminógeno, también unido a la fibrina, en plasmina;
esta plasmina, unida a la fibrina, está protegida de su inhibición por la a 2 antiplasmina.
Globalmente, p o r acción del TAFIa, hay una m enor generación de plasmina y una
disminución de la fibrinólisis.
En este contexto, la generación de trom bina en el endotelio vascular y su unión a
la TM implica la formación de complejo T-TM, que por un lado activa la PC y regula la
activación de la coagulación y, por otro, activa el TAFI, que da lugar a una inhibición de
la fibrinólisis y a una protección del coágulo de su lisis por la plasmina. De esta manera,
el complejo T-TM juega un papel complementario en el m antenimiento del equilibrio
de la balanza de la hemostasia (fig. 22-17).
El TAFIa, además de ser un inhibidor de la fibrinólisis, es capaz de inactivar y au
mentar la excreción renal de un número importante de mediadores de la proinflamación
como la bradicinina, los com ponentes del com plem ento C3a y C5a, la osteopontina
activada por la trom bina y la chemerina activada por la plasmina.
En modelos animales de fibrinólisis la inhibición del TAFI por un inhibidor específico
(procedente de la patata), implica un incremento de la fibrinólisis inducida por el t-PA.
En humanos, los niveles circulantes de TAFI implican un riesgo moderado de trombosis
venosa.
O tro componente im portante de la fibrinólisis es el receptor de la U-PA (U-PAR),
que no solo facilita la proteólisis celular por la U-PA sino que también inicia importantes
señales intracelulares.
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 689
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690 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
AGRADECIMIENTOS
• Al Dr. F. España del Centro de Investigación del Hospital Universitario La Fe, Valencia,
por la cesión de algunas tablas y figuras de gran valor para este texto.
• Agencia de Gestió d ’Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR) 2009SGR1147
Generalitat de Catalunya.
• RECAVA RD 06/0014/0016 Instituto de Salud Carlos III.
LECTURAS RECOMENDADAS
Crawley JT, Zanardelli S, Chion CK, Lane DA. The central role o f throm bin in hemostasis. J Thromb
Haemost2007;5(Suppl. 1):95-101.
Esmon CT. Inflammation and the asctivated protein C anticoagulant pathway. Semin Thromb
Hemost 2006;32(Suppl. l):49-60.
Franchini M, M ontagnana M, Tarhjer G, Lippi G. Reduced von Willebrand factor-cleaving protease
levels in secondary throm botic mocroangiopathies and other diseases. Semin Throm b Haemost
2007;33:787-95.
Jurk K, Kehrel BE. Platelets: physiology and biochemistry. Semin Thromb Haemost 2005;31:381-92.
Mackman R, Tilley RE, Key NS. Role o f the extrinsic pathway o f blood coagulation in hemostasis and
thrombosis. Arteriescler Throm b Vas Biol 2007;27:1687-93.
Morser J, Gabazza EC, Myles T, Leung LLK. W hat has been learnt from the thrombin-activable
fibrinolysis inhibitor-deficient mouse? J Throm b Haemost 2010;8:868-76.
Nieswandt B, Watson SP. Platelet-collagen interaction: Is GPVI the central receptor? Blood 2003;
102:449-61.
Pozgajová M, Sachs UJH, Hein L, Nieswandt B. Reduced throm bus stability in mice lacking the
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formation. Arterioscler Throm b Vase Biol 2011;31:728-33.
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 6 9 0 .e l
Autoevaluación
1. ¿Cuál es el receptor plaquetario más im portante para establecer una unión con el factor von
Willebrand?
(a) PAR-1 y PAR-4.
(b) GPIb/IX/V.
(c) GPIIb/IIIa.
(d) P2Y,.
(e) P2Y12.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: el complejo glucoproteico GPIb/IX/V es el receptor más im portante de las
plaquetas para su unión con el factor von Willebrand, tanto con altas como con bajas fuerzas
de cizallamiento (com o las que se encuentran en las arteriolas pequeñas o en las venas). La
deficiencia congénita de este receptor (GPIb/IX/V) o su disfunción está asociada al síndrome de
Bernard-Soulier, que se caracteriza por diátesis hemorrágica p or mucosas y plaquetas gigantes.
2. ¿Cuál de los siguientes factores inicia la activación de la coagulación?
(a) El sistema contacto (FcXII, precalicreína, cininógeno de alto peso molecular).
(b) Trombina.
(c) El complejo factor tisular-FcVIIa.
(d) Factor IX activado.
(e) Factor X activado.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el complejo FT-FcVIIa inicia la activación de la coagulación provocando de
forma directa la activación del factor X y el factor IX. A partir de estas activaciones se producen
dos complejos: el complejo protrombinasa formado por el FcXa, el FcVa, el FcIIa; y el complejo
«tenasa» formado por el FcIXa, el FcVIIIa y el FcXa, que generan una gran cantidad de trombina.
Como es sabido, la trom bina transform a el fibrinógeno en fibrina soluble y tam bién actúa sobre
una gran cantidad de sustratos de la coagulación: activa el FcXIII, las plaquetas, los cofactores
V y VIII, el sistema de la proteína C y el TAFI.
3. ¿Qué anomalía molecular se encuentra en el síndrom e de Bernard-Soulier?
(a) Los receptores PAR-1 y PAR-4.
(b) Los receptores P2Y]2.
(c) El complejo GPIb/IX/V.
(d) El receptor T Pa.
(e) El complejo GPIIb/IIIa.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la deficiencia o disfunción del complejo GPIb/IX/V da lugar al síndrome
de Bernard-Soulier, caracterizado p o r un tam año de las plaquetas gigantesco y p o r diátesis
hemorrágica m oderada, básicamente, p o r mucosas. La falta de este complejo implica la no
fijación del factor von Willebrand en el endotelio alterado (impidiendo el incremento de Ca++
citoplasmático), la no fosforilación de proteínas, la falta de liberación de ADP, la falta de síntesis
de trom boxano \ y la alteración de la agregación plaquetaria.
4. ¿Cuál es la función fundamental del ADAMTS-13?
(a) Activar el factor von Willebrand.
(b) Activar la trombina.
(c) Activar la proteína C.
(d) Degradar los m ultímeros de alto peso molecular del factor von Willebrand.
(e) Todas las respuestas son correctas.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: la función fundamental de la metaloproteasa ADAMTS-13 es la de degradar
los m ultímeros de alto peso molecular del factor von Willebrand. Si no se produce esta degra
dación, los m ultímeros de alto peso molecular del factor von Willebrand tienen capacidad para
unirse al complejo glucoproteico plaquetario GPIb/IX/V, provocar la adhesión de las plaquetas
al endotelio, agregar a las plaquetas y formar el llamado trom bo plaquetario. Estos trom bos de la
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690.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 22 Hemostasia y trom bosis. Conceptos básicos 6 9 0 .e 3
vez activado el TAFI, produce una proteólisis parcial de las lisinas del plasminógeno, impidiendo
su unión a la fibrina y su posterior transformación en plasmina p or acción del t-PA. Así pues,
por acción del TAFI hay una menor generación de plasmina y una disminución de la fibrinólisis.
9. ¿En la molécula de trom bina, qué funciones tiene el bucle que contiene el ión Na+?
(a) La presencia de Na+confiere a la trom bina actividad procoagulante y la ausencia de N a+
propiedades anticoagulantes.
(b) La presencia de Na+ en la molécula no le confiere actividades especiales.
(c) Está relacionado con la u nión de la trom bina a la heparina o a otros glucosam ino-
glucanos.
(d) Está relacionado con la unión a las cadenas a y p del fibrinógeno.
(e) Tiene relación con su unión a la hirudina.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: la zona de la trom bina que contiene el bucle de unión al ión Na+ regula las
propiedades alostéricas de la trombina. Cuando está presente el Na+en la molécula de trombina,
esta lleva a cabo las funciones procoagulantes: transform a el fibrinógeno en fibrina, activa los
factores V, VIII, XI, XIII y activa las plaquetas. Cuando no está presente el ión Na+en la molécula
de trom bina, las reacciones anteriorm ente citadas no se llevan a cabo o lo hacen de una manera
extraordinariamente lenta. La no presencia de Na+ en la molécula de trom bina confiere a es
ta propiedades anticoagulantes; en estas condiciones se activa la proteína C, en colaboración
con la trom bomodulina y el receptor endotelial de la proteína C. La proteína C activada degrada
parcialmente los factores Va y V illa, actuando como cofactores el propio factor V y la proteína S.
10. ¿Cuál es la principal función del cofactor II de la heparina?
(a) Inhibe el FcXa.
(b) Inhibe el complejo factor tisular-FcVIIa.
(c) Es un inhibidor de la proteina C.
(d) Es un inhibidor del sistema fibrinolítico, pues bloquea el activador tisular del plas
minógeno.
(e) El cofactor II de la heparina inhibe exclusivamente la trom bina de forma relativamente
lenta y en presencia de sulfato de derm atán incrementa m ucho esta reacción.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: el cofactor II de la heparina se sintetiza en el hígado. Tiene una alta ho
mología con la antitrom bina III pero, a diferencia de esta, solo inhibe la trom bina de forma
relativam ente lenta. En presencia de glucosam inoglucanos, y concretam ente de sulfato de
dermatán, incrementa extraordinariamente la reacción de inhibición de la trombina.
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C A P Í T U L O 23
INTRODUCCIÓN
El estudio de la hemostasia tiene dos grandes objetivos. Por un lado, buscar alteraciones
que expliquen una tendencia o riesgo hemorrágico que presente un enfermo y, por otro,
buscar alteraciones que supongan un riesgo trombótico: trombofilia.
Los métodos que se utilizan para estudiar la hemostasia son de tres tipos:
1. Los que estudian la hemostasia primaria.
2. Los que estudian la actividad o concentración de las proteínas de la coagulación
y la fibrinólisis.
3. Los que estudian variantes genéticas asociadas a trombofilia.
Como se ha dicho en el capítulo anterior, el esquema clásico de la coagulación que
comprende las vías intrínseca, extrínseca y común es una simplificación y no responde
exactamente a la fisiología de la hemostasia. Sin embargo, esta visión sigue siendo útil
para el diagnóstico del síndrome hemorrágico.
El estudio del riesgo hemorrágico se inicia a partir de unas pruebas globales básicas
que exploran las vías extrínseca (tiem po de protrom bina) e intrínseca (tiem po de
trom boplastina parcial activada). Si alguna de ellas está alterada el estudio continúa
hacia los factores que intervienen en estas pruebas.
Hay que tener en cuenta sin embargo, que el estudio básico de la hemostasia suele
ser normal en determinados síndromes hemorrágicos, algunos raros (p. ej., las trom -
bocitopatías congénitas o el déficit de factor XIII), pero otros muy frecuentes (p. ej., las
formas moderadas de la enfermedad de von Willebrand).
En el estudio de la trombofilia los análisis se dirigen especialmente a las proteínas
reguladoras de la hemostasia (en especial antitrombina y vía de la proteína C) y a algunas
variantes genéticas que se asocian con el riesgo trombótico.
En los casos en que se detecta una alteración hereditaria, se recomienda realizar el
estudio familiar para detectar a aquellos miembros afectos de la misma alteración y así
poder valorar el posible riesgo y aplicar una medicina preventiva adecuada en cada caso.
Material
• PFA-100®.
• Cartucho de colágeno-epinefrina.
• Cartucho de colágeno-ADP.
• Los cartuchos se conservan en nevera y se deberán sacar de ella y mantener a tempe
ratura ambiente un mínimo de 15 min antes de ser utilizados.
Muestra
• Se utilizarán muestras de sangre extraída sobre citrato sódico (aceptable entre 0,1 y
0.129.mol/1, pero siempre tamponado) en proporción 1/10 sobre el volumen final,
en tubos de vidrio siliconado.
• Las muestras de sangre se utilizan sin centrifugar y en un plazo máximo de 4 h a partir
de su extracción mantenidas a temperatura ambiente.
Método
1. Se efectúan los procedimientos diarios de puesta en marcha y autoverificación, de
acuerdo a las instrucciones del fabricante, hasta que la pantalla principal indique
«sistema preparado».
2. Se coloca un cartucho de colágeno-epinefrina en la posición A del soporte para
cartuchos y se pone en el carrusel.
3. Se mezcla suavemente la m uestra de sangre total, evitando la form ación de
burbujas, y se pipetean 800 |xl de ella en el orificio anterior del cartucho, con
suavidad para no formar burbujas.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 693
Interferencias al ensayo
Hemólisis, debido a la disminución del hematocrito y liberación de ADP.
Principio
Se deposita plasma rico en plaquetas (PRP), obtenido a partir de sangre citratada, en
una cubeta transparente, a una tem peratura de 37 °C y con agitación continua por
medio de una barrita de hierro sometida a un campo magnético giratorio. La cubeta está
atravesada por un haz de luz y cuando, tras introducir un agente inductor, se produce
la agregación, aum enta la transmisión de luz a través de la cubeta, y su intensidad es
recogida gráficamente.
Material
• Agregómetro con registrador gráfico. Existen diversos modelos en el mercado.
• Cubetas siliconadas y barritas de agitación magnética.
• Micropipeta de 5 0 |xl.
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694 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Agentes agregantes:
• Adenosina difosfato (ADP).
• Colágeno.
• Ácido araquidónico.
• Ristocetina.
Pueden ser útiles otros agentes como la epinefrina, la trom bina o U46619 (análogo
del tromboxano), en determinados estudios.
Existen diversas presentaciones en el mercado.
Método
1. Preparación de la muestra:
(a) Se extrae la sangre sobre citrato sódico en proporción 1/10, en los tubos
habitualmente utilizados para pruebas de coagulación.
(b) Se centrifuga la sangre a 160 g durante 10 m in, a tem peratura ambiente
y sin freno para ob ten er el PRP. Se separa este en un tu b o de plástico
mediante una pipeta Pasteur de plástico o con pipeta automática con punta
de plástico.
(c) Se centrifuga de nuevo el remanente de los tubos de sangre total a 1.500 g
durante 20 min para obtener el plasma pobre en plaquetas (PPP).
2. Preparación de los reactivos. Los reactivos se disuelven de acuerdo con las ins
trucciones del fabricante y luego se ajustan a las siguientes concentraciones:
(a) ADP: se preparan dos diluciones con concentraciones de 20 y 50 (xmol/l que
corresponden a concentraciones finales (c.f.) en la cubeta: 2 y 5 (xmol/1.
(b) Colágeno: se preparan dos diluciones con concentraciones de 20 y 50 mg/1
(c.f.: 2 y 5 mg/1).
(c) Ácido araquidónico: se prepara a 15 mmol/1 (c.f.: 1,5 mmol/1). Puede venir
ya diluido.
3. Realización de la prueba. Se prepara el equipo y se siguen las instrucciones del
fabricante.
(a) En general, se empieza introduciendo 450 |xl de PPP del paciente en una
cubeta y se introduce en la cámara de detección para ajustar el 100% de
transmisión de luz.
(b) En o tra cubeta se dispensan 450 |xl de PRP con u n a barrita agitadora y
se introducen en la cám ara de detección. Con el PRP se ajusta el 0% de
transm isión de luz. Se incuba 1-2 m in para estabilizarse y se alcanzan los
37 °C.
(c) En la cubeta con PRP, se dispensan 50 |xl del inductor poniendo en marcha
el registro durante 5 min.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 695
Valoración funcional
Este grupo de pruebas valoran las distintas propiedades que tiene el FvW.
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696 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 697
Material
• Partículas de látex sensibilizadas con el anticuerpo anti-FvW (receptor GPIb).
• Plasma calibrado con el que se realizará la curva.
• Controles de calidad.
• Coagulómetro con capacidad para leer la aglutinación de partículas de látex.
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698 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Actividad, cofactor
Antígeno ristocetina, unión Unión al RIPA1,5 RIPA0,5
Tipo FvW:Ag al colágeno Fe VIII mg/ml mg/ml Multímeros
1 i i Concuerda con Normal i No agrega Normal
FvW:Ag
2A Normal ■l Respecto al FvW:Ag Normal i No agrega Faltan los
o -l de alto PM
2B Normal vi Respecto al FvW:Ag Normal Normal Sí agrega Faltan los
oi de alto PM
2M Normal vi Respecto al FvW:Ag Normal i No agrega Normal
oi
2N Normal Normal u Normal No agrega Normal
3 <5% <5% —
4- indica disminución.
Principio
Se utiliza una técnica de ELISA en la que el FvW del paciente se une a una placa que está
recubierta con un anticuerpo anti-FvW. Se elimina el factor VIII endógeno y se añade
una cantidad fija de factor VIII (en general recombinante) que se unirá al FvW a menos
que el paciente tenga un defecto de unión al factor VIII. La cantidad de factor VIII que
se fija a la placa se detecta con un anticuerpo antifactor VIII marcado con una enzima
(en general peroxidasa) y un sustrato sensible a la enzima.
Un defecto en la unión al factor VIII es sugestivo de enfermedad de von Willebrand
tipo 2 N.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 699
Tipos de métodos
Métodos coagulativos
Se basan en la inducción de la coagulación con un activador y la medida del tiempo que
tarda en formarse fibrina.
La detección de la fibrina se puede realizar mediante dos sistemas:
1. Sistemas mecánicos, que miden los cambios físicos que produce la aparición de
fibrina: aumento de la viscosidad que influye en el arrastre de una bola, cambios
en la conductividad, etc.
2. Sistemas ópticos, que miden los cambios en la turbidez de la m uestra que se
producen al formarse la fibrina.
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700 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 701
Inmunodifusión radial
Se utilizan placas de agarosa que contienen un anticuerpo contra la proteína que se
quiere dosificar. Se deposita el plasma en pequeños pozos y se deja difundir. El antígeno
se combina con el anticuerpo formando complejos solubles hasta que alcanza el punto
de equivalencia, entonces precipita formando un círculo insoluble alrededor del pozo.
El diámetro del precipitado es proporcional a la concentración del antígeno en la mues
tra. Con diluciones de un calibrador se prepara la curva de calibración que se trata de
la mism a m anera que las m uestras. En papel milim etrado se dibuja la gráfica de las
concentraciones del calibrador frente a los diámetros (o producto de dos diámetros)
de los círculos obtenidos, y sobre ellos se extrapolan los resultados de los diámetros de
las muestras.
Exploración de la coagulación
Introducción
Actualmente, la casi totalidad de las pruebas de coagulación se realiza mediante coagu-
lómetros automáticos, no obstante se describirán unas indicaciones generales para su
realización semiautomática de forma que se pueda aplicar a cualquier instrumento de
medida.
M aterial
• Tromboplastina cálcica.
• Plasma citratado del paciente.
• Plasma citratado control, preparado en el laboratorio (mezcla de 40-50 plasmas de
donantes sanos) o bien comercial.
• Coagulómetro.
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702 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M étodo
1. Se dispensa un volumen (habitualmente 100 jjlI) de plasma en las cubetas de
reacción del aparato utilizado y se deja calentar a 37 °C durante 2 min.
2. Se añaden dos volúmenes (200 jjlI) de tromboplastina cálcica, previamente incu
bada a 37 °C, y se mide el tiempo de coagulación.
3. Es imprescindible que se realice simultáneamente la valoración de un plasma
control (control interno).
INR = (P /C )ISI
en donde P/C es la razón del tiempo del paciente dividido por el del control.
Ejemplo:
Si el TP del paciente es de 27 s y el del control de 12 s, la razón P/C será 27/12 = 2,25.
Sea 1,15 el ISI de nuestra tromboplastina, entonces:
Esta forma de expresión permite comparar resultados para el control del tratamiento
anticoagulante oral realizados en diferentes laboratorios con reactivos de distinta sensi
bilidad. La mayor parte de los coagulómetros calculan de forma automática el valor de
INR una vez introducido el ISI del lote de tromboplastina en uso.
Interpretación d el resultado
El TP es sensible al déficit de los factores de la vía extrínseca: II, V, VII, X. La prueba es
muy sensible a la hipo- o disfibrinogenemia y a cualquier trastorno en la polimerización
de la fibrina.
Se consideran valores normales las razones de 1,2 o menores aunque, como para otros
parámetros, cada laboratorio deberá establecer su margen de referencia.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 703
M aterial
• Tromboplastina activada.
• Solución de cloruro cálcico de 25 mmol/1.
• Plasma citratado del paciente.
• Plasma citratado control preparado en el laboratorio o comercial.
• Coagulómetro.
M étodo
1. Se dispensa un volumen (habitualmente 100 |xl) de plasma en las cubetas de
reacción del aparato utilizado y se deja calentar a 37 °C durante 2 min.
2. Se añade un volumen (100 |jd) de trom boplastina, que se habrá m antenido a
temperatura ambiente, y se pone en marcha un prim er cronómetro.
3. Al cabo de 3-5 min de incubación (según las instrucciones del reactivo) se añade
un volumen (100 |xl) de cloruro cálcico, previamente incubado a 37 °C, y se mide
el tiempo de coagulación que, para la mayoría de los reactivos comerciales, es de 25
a 35 s para el plasma normal.
4. Es imprescindible que se realice simultáneamente la valoración de un plasma
normal como control interno.
Interpretación d el resultado
El TTPA es sensible al déficit de los factores de la vía intrínseca, factores VIII, IX, XI y
XII y a los del contacto. Es también sensible, aunque en m enor grado, a los déficits de
factores de la vía común: X, V, II y fibrinógeno.
La prueba es especialmente dependiente de la concentración de factor VIII, de manera
que elevaciones reactivas del mismo pueden enm ascarar deficiencias moderadas de
otros factores.
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704 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tiempo de trombina
Principio
La adición de bajas concentraciones de trom bina al plasma da lugar a la coagulación
del fibrinógeno en un tiempo que dependerá no solo de la concentración de este, sino
también de la funcionalidad de la molécula y de la presencia de inhibidores de la for
mación de fibrina.
M aterial
• Trombina humana o bovina concentrada (50 U NIH/ml) como solución madre que
se conservará congelada en pequeñas alícuotas. Para realizar la prueba se diluye hasta
que el tiempo de la prueba sea de 15 a 20 s para el plasma normal, lo que se obtiene
a concentraciones de 5 a 7 U NIH/ml.
• Plasma citratado de paciente y control (preparado en el laboratorio o comercial).
• Coagulómetro.
M étodo
1. Se dispensan dos volúmenes (200 |xl) de plasma problema en u n tubo o cubeta
de coagulómetro y se deja incubar durante 2 min a 37 °C.
2. Se añade un volumen (100 |xl) de trom bina diluida y se mide el tiempo de coa
gulación.
3. Se realiza la prueba con el plasma control normal, cuyo resultado acompañará al
del paciente.
Tiempo de reptilasa
Puede considerarse una variante del anterior. El veneno de las víboras del género Both-
rops contiene una enzima que coagula el fibrinógeno y cuya actividad no es interferida
por la presencia de heparina.
M aterial
• Solución que contiene la enzim a coagulante (existen varias preparaciones en el
mercado) diluida de forma que el plasma control coagule en unos 15 a 20 s.
• Plasma citratado de paciente y control (preparado en el laboratorio o comercial).
• Coagulómetro.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 705
M étodo
1. Se dispensan dos volúmenes (200 (xl) de plasma problema en la cubeta del coa-
gulómetro y se deja incubar durante 2 min a 37 °C.
2. Se añade un volumen (100 (jlI) de la solución de reptilasa y se mide el tiempo de
coagulación.
3. Se realiza la prueba con el plasma control normal, cuyo resultado acompañará al
del paciente.
Interpretación d el resultado
Cada laboratorio tiene que establecer sus márgenes de normalidad. Una prolongación de
más de 5 s con respecto al valor normal indica una anomalía. Se trata de una prueba com
plementaria del tiempo de trombina, ya que se prolonga por las mismas causas que este
excepto por la presencia de heparina o de inhibidores directos de la trombina. Su normalidad
en presencia de un tiempo de trombina prolongado señala la presencia de heparina (por
administración terapéutica o por contaminación durante su extracción) o de inhibidores de
la trombina (dabigatrán, etc.). Por otra parte permite detectar otras causas de prolongación
del tiempo de polimerización de la fibrina en pacientes tratados con heparina.
M aterial
• Trombina concentrada: 100 U NIH/ml.
• Tampón de Owren o veronal (dietil barbiturato sódico, 0,587%; NaCl, 0,125 M con
pH = 7,35.
• Plasma citratado del paciente.
• Calibrador: plasma citratado comercial de referencia con un nivel de fibrinógeno
funcional conocido.
• Controles de calidad: plasmas comerciales con una concentración conocida de fi
brinógeno.
• Coagulómetro.
Existen en el mercado diversas preparaciones comerciales que contienen todos los
reactivos necesarios para la realización de la prueba.
M étodo
Elaboración de la recta de calibración:
1. Se preparan diluciones al 1/5,1/10,1/20,1/40 del plasma calibrador con tampón
de Owren (tabla 23-4).
2. Se incuban dos volúmenes de plasma diluido (habitualmente 200 (xl) a 37 °C
durante 2 min.
3. Se añade un volumen de trom bina concentrada, conservada a temperatura am
biente, y se mide el tiempo de coagulación.
4. Sobre papel bilogarítmico se traza la recta de calibración, enfrentando los tiempos
de coagulación en segundos en las ordenadas con las concentraciones de fibrinó
geno en las abscisas.
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706 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Muestras
1. Se diluyen las muestras de plasma y los controles con tampón de Owren a 1/10.
2. Se incuban dos volúmenes de plasma diluido (habitualmente 200 jxl).
3. Se añade un volumen de trom bina concentrada (habitualmente 100 |il), conser
vada a temperatura ambiente y se mide el tiempo de coagulación.
4. Se lleva el tiempo sobre la curva de calibración y se extrapola la concentración a
la que corresponde.
5. En caso de concentraciones de fibrinógeno muy bajas, la coagulación puede no
ser detectable. En este caso se repite con m enor dilución (1/5,1/2,1/1) y se aplica
al resultado la corrección aritmética correspondiente.
La mayor parte de los coagulómetros permiten una lectura automática de la prueba
mediante los datos de calibración conservados en su mem oria. Los coagulómetros
automáticos realizan las diluciones del calibrador, la curva de calibración y extrapolan
los resultados de las muestras problema.
Se consideran valores normales los comprendidos entre 2 y 4 g/1.
Principio
La m uestra se deposita en pozos preparados en un gel de agarosa que contiene un
anticuerpo antifibrinógeno. Se deja difundir durante 2-3 días y se lee el diámetro de los
círculos de precipitado que se han formado. El diámetro del círculo es proporcional a la
concentración de fibrinógeno en la muestra.
Método
Hay disponibles métodos comerciales que constan de una placa de agarosa, que contiene
un anticuerpo antifibrinógeno, con una serie de pocilios en los que se deposita el plasma
que se debe valorar.
1. Con un plasma calibrador (plasma con una cantidad conocida de fibrinógeno) se
prepara una curva con diluciones a 1/1,1/2,1/4,1/8 en suero fisiológico (NaCl,
0,9%).
2. Se introduce en los pocilios la cantidad indicada por el fabricante del plasma que
se va a valorar y de cada dilución del calibrador.
3. Se deja difundir el tiempo indicado por el fabricante.
4. Se miden dos diámetros de los círculos de difusión.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 707
Fibrinógeno derivado
Es una valoración turbidimétrica que ofrecen algunos coagulómetros a partir del coágulo
obtenido en el TP. Esta determinación no es aconsejable, ya que da resultados incorrectos
fuera de los valores normales, en plasmas heparinizados, con niveles altos de PDF y en
disfibrinogenemias.
M aterial
• Tromboplastina cálcica.
• Plasma citratado del paciente.
• Plasma citratado calibrador (preparación comercial calibrada frente al estándar
internacional del factor que se va a valorar).
• Plasma control: preparación comercial con una cantidad conocida del factor es
pecífico.
• Plasma carente en el factor (existen diversas presentaciones comerciales para todos
los factores).
• Tampón de Owren con un pH de 7,35.
• Coagulómetro.
M étodo
ELABORACIÓN DE LA RECTA DE CALIBRACIÓN. Se preparan diluciones del calibrador
con tam pón veronal a 1/5,1/10,1/20,1/40 y 1/80. En el caso de niveles bajos de factor
se preparan diluciones a 1/160,1/320 y 1/640.
1. Se dispensa en las cubetas del coagulómetro un volumen (100 (jlI) de plasma
carente en el factor que se quiere determinar y un volumen (100 |xl) de cada una
de las diluciones de plasma calibrador.
2. Después de que se incube 2 min a 37 °C, se añaden dos volúmenes (200 |xl) de
trom boplastina cálcica y se mide el tiem po de coagulación de cada una de las
diluciones.
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708 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
3. En papel doble logarítmico se llevan los tiempos en segundos sobre las ordenadas
y las concentraciones en unidades sobre las abscisas. La dilución a 1/10 corres
ponderá a un valor cercano a 100 U/dl (100%), dependiendo del valor del plasma
calibrador, la de 1/20 a 50 U /dl (50%), la de 1/40 a 25 U /dl (25%), etc.
Se traza la recta que pase sobre los puntos.
VALORACIÓN DE LA MUESTRA PROBLEMA
1. Se prepara una dilución a 1/10 del plasma problema y del plasma control interno.
2. Se procesa como se ha indicado para las muestras del calibrador.
3. Se lleva el tiempo obtenido sobre la recta de calibración para obtener la concen
tración del factor a que corresponde.
Tanto la calibración como la valoración del plasma problema se realizan de forma
automática en los coagulómetros actuales.
Material
• Tromboplastina parcial activada.
• Solución de cloruro cálcico, 25 mmol/1.
• Plasma citratado del paciente.
• Plasma citratado calibrador (preparación comercial calibrada frente al estándar
internacional del factor que se quiere valorar).
• Plasma control: preparación comercial con una cantidad conocida del factor que se
quiere determinar.
• Plasma carente en el factor (existen diversas presentaciones comerciales para todos
los factores).
• Tampón de Owren, pH = 7,35.
• Coagulómetro.
Método
ELABORACIÓN DE LA RECTA DE CALIBRACIÓN. Se preparan diluciones del calibrador
con tam pón de Owren a 1/5,1/10,1/20,1/40 y 1/80. En el caso de niveles muy bajos de
factor se preparan diluciones a 1/160,1/320 y 1/640.
1. Se dispensa en las cubetas del coagulómetro un volumen (100 (xl) de plasma des
provisto del factor que se quiere determinar y un volumen (100 |xl) de cada una
de las diluciones del plasma calibrador.
2. Tras una incubación durante 2 m in a 37 °C, se añade un volumen (100 |xl) de
tromboplastina parcial activada a cada uno de los tubos y se incuba 2 o 3 m in a
la misma temperatura.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 709
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710 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Valoración semicuantitativa
Se basa en la adición de diluciones progresivas del plasma problema a una solución de
fibrinógeno carente de factor XIII, y su coagulación mediante trombina y cloruro cálcico.
Se determina la dilución mayor de plasma para la cual el coágulo permanece insoluble
en ácido cloroacético, tras 5 m in de incubación. Los resultados se comparan con los
obtenidos mediante las diluciones de una mezcla de plasmas normales:
MATERIAL. Se utilizan kits comerciales que contienen todos los reactivos necesarios:
• Activador que contiene trombina, inhibidor de la polimerización de la fibrina y CaC^.
• Reactivo NADH.
• Se diluye el activador con el reactivo NADH.
• Reactivo de detección: glutamato deshidrogenasa (GLDH), péptido como sustrato del
factor XHIa, ADP, éster glicinoetílico, a-cetoglutarato, albúmina y tampón HEPES.
• Calibrador con concentraciones conocidas de factor XIII.
• Controles con concentraciones conocidas de factor XIII.
• Lector óptico para leer la absorbancia a 340 nm.
MÉTODO
1. Se preparan los reactivos siguiendo las instrucciones del fabricante.
2. Se prepara la curva de calibración con diluciones entre 100 y 5 U/dl.
3. Se mezclan a partes iguales el reactivo activador y el de detección.
4. Para una determinación manual, en una cubeta de reacción a 37 °C se mezclan
100 |xl de plasma con 100 |xl de la mezcla de reactivos. Se lee la absorbancia a
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 711
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712 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 713
O
P control 1
P problema 4 P problema 1 i P control 1
Cefalina caolín 5 Cefalina caolín 1 i Cefalina caolín 1
W :
Incubar 2 h a 37 °C Incubar 2 h a 37 °C ^ Incubar 2 h a 37 °C
4 partes de 2A B js s i 1 parte de 2B
Recalclficar y Recalciflcar y
tiem po de coagulación tiempo de coagulación
FIGU RA 23-1. Test de Ewing y Kasper. Esquema de la determinación de un inhibidor contra un factor de
la vía intrínseca. Los números indican la proporción de plasma problema, plasma control y cefalina caolín
en cada tubo.
Los tiempos de TTPA de esta mezcla se comparan con la misma proporción de plasma
del paciente y plasma control que se han incubado por separado con tromboplastina, y
se mezclan justo antes de recalcificarse.
Si en el plasma del enfermo hay anticuerpos contra algún factor de la vía intrínseca, el
tiempo de coagulación de la mezcla en que se han incubado juntos el plasma del paciente
y el plasma control será más largo que el del tubo en que se han incubado por separado.
Los anticuerpos del plasma del paciente habrán degradado el factor del plasma control
contra el que van dirigidos.
La incubación del plasma durante 2 h con la tromboplastina (fosfolípidos) neutraliza
un posible anticoagulante tipo lupus.
MÉTODO
1. Se preparan tres tubos con las proporciones de plasma control, plasma problema
y cefalina caolín que se indican:
(a) Tubo n.° 1: una parte de plasma control más cuatro partes de plasma problema
más cinco partes de cefalina caolín.
(b) Tubo n.° 2A: partes iguales de plasma problema y cefalina caolín.
(c) Tubo n.° 2B: partes iguales de plasma control y cefalina caolín.
2. A continuación, se incuban durante 2 h a 37 °C. Una vez que el tiempo ha termina
do, se mezclan cuatro partes del tubo 2A con una parte del tubo 2B y se recalcifica
midiendo inmediatamente el tiempo de coagulación. De la misma manera, se
recalcifica y se mide el tiempo de coagulación del tubo n.° 1 (fig. 23-1).
De forma orientativa, una diferencia de más de 12 s indica la presencia de un inhibidor,
aunque siempre hay que determ inar la norm alidad con los reactivos e instrum entos
utilizados.
Estudio de un inhibidor específico contra un factor de la coagulación
PRINCIPIO. Al incubar una mezcla de plasma de un paciente con inhibidor mediante un
plasma control, el anticuerpo del paciente degradará el factor contra el que va dirigido
el plasma control.
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714 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
MÉTODO
1. Se deposita en un tubo plasma del paciente, en un segundo tubo plasma control
y en un tercer tubo partes iguales de plasma del paciente y plasma control.
2. Se incuban los tres tubos a 37 °C durante 1 h.
3. Se valora la concentración de factor contra el que se sospecha que va dirigido el
inhibidor. Se suele empezar por el factor VIII, que es el más frecuente. Véase el
apartado «Determinación de los factores de la vía intrínseca (VIII, IX, XI, XII)
mediante el TTPA».
INTERPRETACIÓN DEL RESULTADO. Si no hay inhibidor, los niveles de factor que se
encuentran en la mezcla serán próximos a la media del que se encuentra en los tubos de
plasma del paciente y de plasma control.
Si hay inhibidor, el nivel de factor en la mezcla será inferior a la media de los obtenidos
en los tubos con plasma del paciente y con plasma control.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 715
% F VIII
100
80
70
60
50
40
30
TABLA 23-5. Ejemplo del cálculo de las unidades Bethesda de inhibidor del factor VIII
Plasma
control % F. % F. VIII
ml (ml) VIII residual U/ml X dilución UB/ml
CALIBRADOR
2 UB/ml 0,3 0,3 16 25
1 UB/ml 0,3 0,3 32 51
0,5 UB/ml 0,3 0,3 45 71
0 U/ml (control) 0,3 0,3 B 63 100
g
PL PACIENTE DILUIDO
1/1 0,3 0,3 0 —
1/2 0,3 0,3 0 —
1/4 0,3 0,3 Zj 16 25 2 X4 8
1/8 0,3 0,3 31 49 1,1 X8 8,8
1/16 0,3 0,3 0 46 73 0,47 X 16 7,52
1/32 0,3 0,3 61 97 —
1/64 0,3 0,3
1/128 0,3 0,3
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716 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 717
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718 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Valoración de la antitrombina
Principio
La determinación debe ser funcional, mediante sustratos cromogénicos.
Al añadir un exceso de heparina al plasma problema diluido se forma el complejo anti-
trombina-heparina; después se añade un exceso de factor X activado (FXa) o trom bina
que será neutralizada, en parte, por dicho complejo, por lo que queda cierta cantidad de
FXa o trom bina residual que, actuando sobre el sustrato cromogénico, generará color
que puede medirse en un espectrofotómetro. Cuanto m enor sea el nivel de antitrombina
(AT) mayor será el FXa o la trom bina residual y el color generado.
Existen diversos equipos comerciales para su realización automática.
Material
Los kits comerciales contienen:
• Un sustrato cromogénico sensible al factor Xa o a la trombina.
• Solución de factor Xa o trombina.
• Tampón con heparina.
Se necesita también:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de AT.
• Controles de calidad: plasmas con una concentración conocida de AT.
• Lector manual o automático de color con filtros adecuados al sustrato usado.
Método
1. El test se realizará siguiendo las instrucciones del fabricante.
2. Se prepara la curva de calibración con diluciones del calibrador y se analiza cada
punto. Con los datos del plasma calibrador se representa la curva de calibración:
la concentración de AT en las abscisas y las DO o incremento de D O /m in en las
ordenadas.
3. Con las lecturas de los plasmas problema se extrapolan las concentraciones de AT
en esta curva.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 719
Valoración de la proteína C
La determinación debe ser funcional, de preferencia mediante sustratos cromogénicos,
ya que el método coagulativo está más expuesto a interferencias.
Principio
La proteína C (PC) de la muestra es activada por una enzima específica, contenida en
el veneno de la serpiente Agkistrodon contortrix. La cantidad de PC activada (PCa) es
determinada por su acción sobre un sustrato cromogénico que al romperse genera un
color que se puede medir en un espectrofotómetro. El color es proporcional a la PC del
plasma.
M aterial
Existen diversos productos comerciales que pueden realizarse en instrum entos auto
máticos.
Los kits comerciales contienen:
• Un sustrato cromogénico sensible a la PCa.
• Activador de la PC, procedente de veneno de serpiente.
Se necesita también:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de PC.
• Controles de calidad: plasmas con una concentración conocida de PC.
• Lector manual o automático de color con filtros adecuados al sustrato usado.
M étodo
Se deben seguir las instrucciones del fabricante: se prepara la curva de calibración con
diluciones del calibrador y se analiza cada punto. Con los datos del calibrador, se re
presenta la curva de calibración con la concentración de PC en las abscisas y las DO o
incremento de D O /m in en las ordenadas.
Con las lecturas de los plasmas problema se extrapolan las concentraciones de PC
en esta curva.
Valoración de la proteína S
La proteína S (PS) es un cofactor no enzimático de la PC activada. Se presenta en forma
libre (40%) funcionalm ente activa, o unida a la fracción del com plem ento C4bBP
(60%) en cuyo caso pierde su función de cofactor. La valoración más importante es la
de la forma S libre, si bien es útil realizar también la de la proteína S total, con objeto de
establecer el tipo de defecto.
Esta proteína es vitamina K dependiente, por lo que está disminuida en pacientes bajo
tratamiento con antivitamínicos K y es una de las que tarda más tiempo en recuperarse
después de dejar el tratamiento. Se recomienda esperar unos 15 días antes de su valoración.
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720 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Determinación funcional
Es un m étodo coagulativo que se basa en el efecto que tiene la PS sobre la actividad
anticoagulante de la PC activada (PCa).
Material
Los métodos comerciales varían según el fabricante, pero en general utilizan:
• Plasma humano desprovisto de PS.
• PCa o un activador de la PC endógena.
• Algunos aportan factor V bovino.
Además se necesita:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de PS.
• Controles de calidad: plasmas con concentraciones conocidas de PS.
Método
1. Se prepara la curva de calibración con diluciones del calibrador que contengan
desde 150 U /dl a 2,5 U/dl.
2. Se mezclan diluciones del calibrador o del paciente con el plasma deficiente
en PS.
3. Se añade PCa y factor V o el activador de la PC.
4. Se incuba un tiempo a 37 °C y se mide el tiempo de coagulación después de añadir
tromboplastina cálcica o CaCl2 25 mM.
5. Se mide el tiempo de coagulación, que será más largo cuanta más PS haya en el
plasma. En la curva de calibración se extrapolan los tiempos de coagulación de
los pacientes.
Limitaciones
Esta técnica es muy sensible a las condiciones preanalíticas y se ve alterada por múltiples fac
tores: resistencia a la PCa, factor V Leiden, anticoagulantes tipo lupus o presencia de heparina.
Valoración inmunológica
El método clásico es la determinación por ELISA. Se valoran mediante anticuerpos es
pecíficos la PS total y la PS libre. Los anticuerpos monoclonales específicos contra la PS
libre permiten su determinación directa sin previo fraccionamiento del plasma.
También se han desarrollado m étodos basados en la utilización de anticuerpos
monoclonales fijados a micropartículas de látex que permiten una rápida determinación
de la proteína S libre sobre algunos coagulómetros, con resultados superponibles a los
obtenidos por ELISA.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 721
Principio
Mide el alargamiento del TTPA del plasma del paciente después de añadir PCa y se
expresa como la razón de tiempo de TTPA con PCa/tiempo de TTPA sin PCa.
Se utilizan kits comerciales que contienen la PCa y reactivos para la determinación
del TTPA. Cada laboratorio tiene que establecer sus valores de normalidad.
La mayor parte de plasmas con resistencia a la PCa son debidos a la presencia de
una m utación en el gen del factor V que hace que la proteína sea más resistente a la
degradación por la PCa: factor V Leiden (FVL).
Sin embargo, alrededor de un 20% de pacientes con resistencia a la PCA no tienen
la m utación FVL, y es la resistencia en sí un factor de riesgo trombótico. Unos niveles
elevados de factor VIII, la presencia de anticoagulante lúpico y el tratam iento con
anticonceptivos orales pueden dar lugar a resistencia a la PCa.
Una hepatopatía o el tratamiento con antivitamínicos K o con heparina pueden dar
lugar a resultados falsamente normales.
Exploración de la fibrinólisis
El elemento del sistema fibrinolítico cuya medición tiene mayor interés práctico es la
antiplasmina, cuyo déficit funcional congénito es muy raro, pero se puede asociar a una
diátesis hemorrágica. Se halla reducida, además, siempre que exista una hiperfibrinólisis
sistémica.
La valoración de otros componentes del sistema, como el plasminógeno, el activador
tisular del plasminógeno (t-PA) y su principal inhibidor (PAI-1), es utilizada especial
mente en estudios de investigación clínica, ya que su valor asistencial es escaso al no estar
establecido su papel en la trombofilia.
Por el contrario, la determ inación de los productos de degradación de la fibrina
(dímero D) por acción de la plasmina tiene u n creciente interés clínico, antes limitado
al estudio de la CID y ahora ampliamente utilizada en el diagnóstico de la trombosis
venosa y de la embolia pulmonar, por su elevado valor predictivo negativo.
Plasminógeno
Principio
El plasma se incuba con un exceso de estreptocinasa para form ar el complejo plas-
minógeno-estreptocinasa. Este complejo es capaz de romper un sustrato cromogénico
generando color que será proporcional a la concentración del plasminógeno.
Material
• Estreptocinasa.
• Un sustrato específico para el complejo plasminógeno-estreptocinasa.
Se necesita también:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de plasminógeno.
• Controles de calidad: plasmas con una concentración conocida de plasminógeno.
• Lector manual o automático de color con filtros adecuados al sustrato usado.
Método
1. El test se realizará siguiendo las instrucciones del fabricante: con los datos del
plasma calibrador, se representa la curva de calibración con la concentración
de plasm inógeno en las abscisas y las DO o increm ento de D O /m in en las
ordenadas.
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722 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M aterial
• Un sustrato cromogénico sensible a la plasmina.
• Solución de plasmina.
• Tampón.
Se necesita también:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de antiplasmina.
• Controles de calidad: plasmas con una concentración conocida de antiplasmina.
• Lector manual o automático de color con filtros adecuados al sustrato usado.
M étodo
El test se realizará siguiendo las instrucciones del fabricante: con los datos del plasma
calibrador, se representa la curva de calibración con la concentración de antiplasmina
en las abscisas y las DO o incremento de D O /m in en las ordenadas.
Con las lecturas de los plasmas problema se extrapolan las concentraciones de anti
plasmina en esta curva.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 723
ELISA
Es el método clásico para la determinación cuantitativa, pero tiene el inconveniente de
que el tiempo que se necesita para su realización lo hace inviable para una determinación
de urgencia.
Existen en el mercado otros métodos de ELISA más rápidos con una muy buena co
rrelación con los ELISA clásicos, y unos valores predictivos negativos para la trombosis
y la embolia pulm onar superponibles al ELISA clásico.
Método inmunoturbidimétrico
Consiste en mezclar el plasma del enfermo con partículas de látex recubiertas de un
anticuerpo monoclonal antidímero D. En presencia del dímero D, las partículas de látex
se aglutinan y el grado de aglutinación es proporcional a la concentración de dímero
D en el plasma. Se determina midiendo el descenso de luz transmitida causado por los
agregados.
Con un calibrador se construye la curva y sobre ella se extrapolan los resultados de
los pacientes.
Este método es también equiparable al ELISA en cuanto a su valor predictivo negativo
para descartar trombosis o embolias pulmonares.
Material
• Un sustrato cromogénico sensible al FXa.
• FXa bovino.
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724 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Se necesita también:
• Calibrador: plasma con una concentración conocida de HBPM.
• Controles de calidad: plasmas con una concentración conocida de HBPM.
• Lector manual o automático de color con filtros adecuados al sustrato usado.
Utilidad clínica
El control de estas HBPM solo es necesario en casos especiales como insuficiencia renal
grave, peso muy alejado de los valores promedio de la población o gestación.
Determinación de ADAMTS-13
Los métodos para la detección de ADAMTS-13 se basan en la mezcla de plasma como
fuente de este y de factor von Willebrand o una parte de él (un pequeño péptido que
contenga el enlace Tyr 1605-Met 1606) como sustrato, y la medida del sustrato residual
que queda después de la acción del ADAMTS-13.
Entre los métodos actuales, uno de los más sencillos y comerciales es descrito por
Kato et al., que utiliza como sustrato un pequeño péptido sensible al ADAMTS-13 y un
anticuerpo dirigido contra el aminoácido Tyr 1605 que queda expuesto al romperse el
sustrato por acción del ADAMTS-13. El procedimiento consiste en u nir el sustrato a la
placa y añadir el plasma que aporta el ADAMTS-13, que romperá el sustrato y expondrá
el aminoácido Tyr 1605. Se añade luego un anticuerpo dirigido contra este aminoácido,
marcado con peroxidasa y se revela con un sustrato para la peroxidasa. El color generado
es proporcional al ADAMTS-13 presente en la muestra.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 725
Método
1. Elim inación del ADAMTS-13 endógeno: se incuba un plasm a control y las
m uestras problem a a 56 °C durante 30 m in. Se centrifuga y se recoge el so
brenadante (Ig).
2. Se mezclan partes iguales de las Ig de cada paciente con plasma control y partes
iguales de las Ig del plasma control con plasma control.
3. Se incuba 1 h a 37 °C.
4. Se valora el ADAMTS residual de cada mezcla.
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726 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 727
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728 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
Para la realización de la PCR se necesita:
• M uestras de ADN de los pacientes y de los controles internos (controles con los
diferentes patrones: normal, portador heterocigoto y homocigoto m utado).
• Control negativo de la PCR: H20 estéril libre de nucleasas.
• Termociclador de PCR y software para programar los ciclos específicos.
• Reactivos de la mezcla de la reacción:
• Primers o cebadores específicos del fragmento que se va a amplificar.
• Taq polimerasa con su tampón de reacción.
• Desoxinucleótidos (dATP, dTTP, dGTP, dCTP).
• Cloruro de magnesio (MgCl2).
• H20 estéril libre de nucleasas.
• Material de auxiliar de laboratorio de genética debidamente esterilizado: puntas, tubo,
placas, tapones, etc.
Método
1. Primero se atemperan las muestras de ADN de los pacientes y de los controles a
temperatura ambiente.
2. Se descongelan los reactivos y se preparan las mezclas de reacción de la PCR.
3. Se preparan las tiras de tubos o placas para la PCR. Se añade la mezcla de reacción
de PCR a cada tubo. Se añaden las muestras de ADN de cada paciente y control.
En el caso del control negativo se añade H20 .
4. Se carga en la PCR y se pone en marcha el programa de amplificación específico.
5. Al finalizar la PCR se conserva a 4 °C.
6. Control de amplificación mediante electroforesis. Se comprueba que la amplifi
cación haya sido correcta en los pacientes y controles positivos, y también que el
control negativo (H20 ) no se ha amplificado.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 729
FIGURA 23-4. Electroforesis en un gel de agarosa marcado con bromuro de etidio. M, marcador de
peso molecular. Carriles 1 y 2: producto amplificado de PCR para el F12C46T (fragmento de 369 pares
de bases). Carriles 3 ,4 y 5: fragmentos obtenidos de la digestión con la enzima de restricción Sfna I
que corta en presencia del alelo T. Carril 3: portador heterocigoto (C/T) para F12C6T que presenta los
fragmentos de 369 bp, 232 bp y 137 bp. Carril 4: paciente homocigoto mutado (T/T) para F12C46T que
presenta los fragmentos de 232 bp y 137 pb. Carril 5: paciente con el alelo normal (C/C) para F12C46T.
Se observa el fragmento sin digerir de 369 bp.
Material
• Reactivos para preparar la mezcla de reacción: enzima de restricción específica en
cada caso en función de la secuencia diana y del polimorfismo o m utación que se va
a analizar, tampón de reacción específico recomendado por el fabricante y H20 estéril
libre de nucleasas.
• Incubador de laboratorio con agitación.
• Material de auxiliar de laboratorio de genética debidamente esterilizado: puntas,
tubos, placas, tapones, etc.
Método
1. Se descongelan los reactivos y se preparan las mezclas de reacción de la digestión.
2. Se preparan las tiras de tubos o placas de reacción. Se añade la mezcla de reacción
de digestión a cada tubo. Se añaden las muestras de PCR de cada paciente y cada
control.
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730 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 731
Material
• M uestras de ADN de los pacientes y de los controles internos (controles con los
diferentes patrones: normal, portador heterocigoto y homocigoto mutado).
• Control negativo de la PCR: H20 libre de nucleasas.
• Equipo de PCR en tiempo real: un equipo especializado que incluye un sistema de
termociclador de PCR, un sistema de detección de fluorescencia y un software para
la fase de análisis de los resultados.
• Reactivos para preparar la mezcla de la reacción:
• Primers o cebadores específicos del fragmento que se va a amplificar.
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732 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tem peratura °C
FIGURA 23-6. Curvas de disociación o fusión (curvas melting del inglés) para el estudio del polimorfismo
F12C46T. La temperatura de fusión o melting (Tm) para el alelo C es de 72 °C, y para el alelo T es de 62 °C.
En el caso del heterocigoto se observan las dos temperaturas de fusión, la de 62 °C y la de 72 °C.
Método
1. Primero se atemperan las muestras de ADN de los pacientes y de los controles
internos a temperatura ambiente.
2. Se descongelan los reactivos y se preparan las mezclas de reacción. Las sondas
marcadas con fluorescencia se han de proteger de la luz.
3. Se preparan las tiras de tubos o placas para la PCR, se añaden los reactivos para la mezcla
de la reacción. La mezcla de reacción se incorpora a cada tubo. Se agregan las muestras
de ADN de cada paciente y control. En caso de control negativo se añade H20.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 733
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734 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
• M uestras de ADN de los pacientes y de los controles internos (controles con los
diferentes patrones: normal, portador heterocigoto y homocigoto m utado).
• Control negativo de la PCR: H20 libre de nucleasas.
• Equipo de PCR en tiempo real: un equipo especializado que incluye un sistema de
termociclador de PCR, un sistema de detección de fluorescencia y un software específico.
• Reactivos para preparar la mezcla de la reacción:
• Primers o cebadores específicos del fragmento que se quiere amplificar.
• Sondas marcadas con fluorescencia (VIC o FAM) específicas de la mutación o
polimorfismo puntual.
• Taq polimerasa con su tampón de reacción.
• Desoxinucleótidos (dATP, dTTP, dGTP, dCTP).
• Cloruro de magnesio (MgCl2).
• H20 estéril libre de nucleasas.
• Material de auxiliar de laboratorio de genética debidamente esterilizado: puntas, tubo,
placas, tapones, etc.
Método
1. Primero se atemperan las muestras de ADN de los pacientes y de los controles a
temperatura ambiente.
2. Se descongelan los reactivos y se preparan las mezclas de reacción de la PCR.
3. Se preparan las tiras de tubos o placas para la PCR. Se añade la mezcla de reacción
de PCR a cada tubo. Se agregan las muestras de ADN de cada paciente y control.
En el caso del control negativo se añade H 20 .
4. Se programa en el software específico el programa que incluye:
(a) Descripción de los alelos del SNP en función del mareaje (VIC o FAM) de
cada sonda específica para cada alelo.
(b) El programa incluye las condiciones de la PCR y detección en el punto final
de la reacción:
(i) Fase de desnaturalización de la molécula de ADN molde.
(ii) Fase de extensión de la cadena de ADN mediante la reacción de la Taq
polimerasa.
(iii) Fase de detección en el punto final de la fluorescencia emitida.
(iv) Análisis de amplificación y discriminación alélica.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 735
una cadena de ADN p o r una ADN polimerasa in vitro a partir de un molde de ADN
en una reacción de secuencia.
Para llevar a cabo la reacción de secuencia de un ADN molde (fragmento amplificado
por PCR previamente) a secuenciar se necesita u n cebador o primer (oligonucleótido
iniciador) complementario a una región del ADN molde, donde se iniciará la secuencia
y la ADN polimerasa que copia la cadena molde al añadir los desoxinucleótidos corres
pondientes (dNTP: dATP, dGTp, dCTP, dTTP). En la mezcla de la reacción además
de los desoxinucleótidos se incluye un pequeño porcentaje de didesoxinucleótidos
marcados con fluorescencia (ddNTP: ddATP, ddGTP, ddCTP, ddTTP). Los ddNTP son
terminadores de secuencia, ya que estos no tienen el grupo hidroxilo en el extremo 3’
necesario para la elongación de la cadena en el proceso de copia de la ADN polimerasa,
de m anera que cuando la ADN polimerasa vaya haciendo la copia de la cadena molde,
se irán introduciendo en la cadena de ADN que nace los dNTP y de manera aleatoria
los ddNTP marcados. La técnica se basa en que cada vez que un ddNTP se introduzca
en la nueva secuencia, se parará en ese m om ento la extensión de la nueva cadena. Al
final del proceso se obtiene una gran cantidad de copias de los fragmentos de todos los
tamaños posibles con una diferencia de una sola base. De esta m anera los productos
de la reacción de secuencia se pueden separar mediante electroforesis capilar en un
secuenciador automático. D urante la electroforesis todos los fragmentos van pasando
por un detector tipo láser que excita a los fluoróforos (ddN TP) y perm ite detectar
la fluorescencia emitida en cada caso. Finalmente, el secuenciador autom ático lleva
incorporado un software específico para realizar el análisis de la secuencia del fragmento
de ADN analizado.
Esta metodología es muy útil, ya que siempre se puede utilizar para analizar cualquier
mutación o polimorfismo puntual.
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736 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Material
1. Muestras de ADN de los pacientes y de los controles internos (controles con los
diferentes patrones: normal, portador heterocigoto y homocigoto mutado).
2. Control negativo de la PCR: H20 libre de nucleasas.
3. Equipo de PCR para amplificar el fragmento de ADN que se quiere secuenciar.
4. Equipo de secuenciación automática: secuenciador automático y software específico.
5. Primers o cebadores específicos para la PCR inicial y para la reacción de secuencia.
6. Mezcla de reacción que incluye todos los reactivos: Taq modificada, tam pón de
reacción, MgCl2 y desoxinucleótidos (dATP, dTTP, dGTP, dCTP), didesoxinu-
cleótidos (ddATP, ddTTP, ddGTP, ddCTP marcados con fluoróforos específicos).
7. Reactivos necesarios para la reacción de purificación del producto de reacción de
secuencia.
8. Material de auxiliar de laboratorio de genética debidamente esterilizado: puntas,
tubo, placas, tapones, etc.
Método
1. Primero se atemperan las muestras de ADN de los pacientes y de los controles a
temperatura ambiente.
2. Se descongelan los reactivos y se preparan las mezclas de reacción de la PCR para
amplificar el fragmento que interesa secuenciar. Se preparan las tiras de tubos o
placas para la PCR. Se añade la mezcla de reacción de PCR a cada tubo. Se agregan
las muestras de ADN de cada paciente y control. En el caso del control negativo
se añade H 20 .
3. Fase de eliminación de primers y dNTP que sobran de la PCR y que podrían
interferir en la reacción de secuencia.
4. Fase de reacción de secuencia en un termociclador de PCR. Se descongelan los
reactivos que incluyen la ADN polimerasa, los dNTP y los ddNTP, así como el
tampón de reacción recomendado por el fabricante.
5. Precipitación del producto de secuencia para eliminar los reactivos que sobran y que
no interfieran en la electroforesis capilar en el secuenciador. Conservación y recons
titución del producto de secuencia para procesar en el secuenciador automático.
M u ta c ió n fa c to r V de Leiden
La mutación más frecuente responsable de la resistencia a la proteína C activada es una
mutación puntual en el exón 10 del gen del factor V denominada factor V Leiden (FVL),
que consiste en una sustitución en el nucleótido G1690A (rs6025) e implica un cambio
del aminoácido Arg 506 por Gln, uno de los lugares de actuación de la proteína C activada
en la degradación catalítica del factor Va. Como consecuencia, la molécula del factor V
activado m utada no será debidamente inactivada por la PCa. La mutación FVL se puede
determinar por cualquiera de las técnicas explicadas: PCR y enzima de restricción, PCR
en tiempo real por sondas FRET o sondas Taqman y secuenciación automática.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 737
00, , 248C
A C G G A T G C C A T G
200
1 0
¡\
F I G U R A 2 3 - 8 . Resultados de la secuenciación automática para el polimorfismo F12C46T. Se muestran
los resultados de un individuo normal donde la flecha indica C / C para el individuo normal, C / T para el
individuo heterocigoto mutado y T /T para el individuo homocigoto mutado.
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738 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
E stu d io de l g e n o tip o de l g ru p o A B O
Se ha dem ostrado la implicación genética directa entre el grupo sanguíneo ABO y
el riesgo a sufrir episodios trombóticos, que es más elevado en los individuos con la
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 739
A G R A D E C IM IE N TO S
Agéncia de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR): 2009SGR1147. Gene
ralitat de Catalunya.
RECAVA RD 06/0014/0016. Instituto de Salud Carlos III.
REFERENCIAS B IB LIO G R Á F IC A S
Kato S, M atsum oto M , M atsuyam a T, Isonishi A , H iura H , Fugim ura Y. N ovel m onoclonal
antibody-based enzym e im m unoassay for determ ining plasma levels o f A D A M T S - 1 3 activity.
Transfusion 2 0 0 6 ;4 6 :14 4 4 -5 2 .
Miller S A , Dykes D D , Polesky HF. Sim ple salting out procedure for extracting D N A from human
nucleated cells. N ucleic A cids Res 19 8 8 ;1 6 ( 3 ) .
Tirad o I, Fontcuberta J, Soria JM . Rapid detection o f the 46 C —> T polym orphism in the Factor
X II gene, a novel genetic risk factor for throm bosis, b y m elting peak analysis using fluorescence
hybridization probes. G enetic Testing 2 0 0 3 ;7 ( 4 ):2 9 5 -3 0 1.
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Capítulo 23 Métodos para el diagnóstico de los trastornos hemorrágicos y trom bofilia 7 3 9 .e l
Autoevaluación
1. U n tiem po de protrom bina prolongado puede indicar:
(a) Déficit de factor V III.
(b) Déficit de factor IX .
(c) Déficit de factor II.
(d) Incremento de fibrinógeno.
(e) Déficit de factor XI.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: el tiem po de protrom bina es sensible a los factores de la vía extrínseca:
II, V, V II, X , y fibrinógeno.
2. ¿Q ué otras determinaciones se tendrían que realizar ante el siguiente estudio: T T P A prolon
gado; T P N orm al; T T N orm al?
(a) Factor II.
(b) Antitrom bina.
(c) Anticoagulante lúpico.
(d) Fibrinógeno.
(e) Factor V II.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: al tener un T T n orm al se d escarta la presencia de heparina. U n a vez
descartada, la causa m ás frecuente de un T T P A prolongado es un anticoagulante tipo lupus.
3. ¿Q ué sugiere el siguiente estudio? Dism inución de los factores: II, V II, IX , X con factor V y
fibrinógeno normales.
(a) Hepatopatía.
(b) Déficit de vitam ina K.
(c) Inhibidor contra el factor V II.
(d) Déficit de factor II.
(e) Presencia de heparina.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razo n a d a : so lam en te se o b serv a un a d ism in u ció n d e los facto res v ita m in a K
dependientes. E n un a hepatopatía se en con trarían d ism inu idos tam bién el facto r V y el fi
brinógeno.
4. Niveles bajos de factor V III pueden indicar:
(a) Hem ofilia A.
(b) Anticoagulante lúpico.
(c) Enferm edad de von Willebrand.
(d) Inhibidor adquirido contra el factor V III.
(e) Todos los anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: en presencia de un anticoagulante lúpico los resultados de laboratorio
del factor V III están disminuidos de form a artefactual. En la enferm edad de von W illebrand el
nivel de factor V III disminuye, por no estar protegido po r el factor von W illebrand.
5. U n dímero D > 500 (xg/ml indica:
(a) Trom bosis venosa.
(b) Trom boem bolism o pulmonar.
(c) Presencia de heparina.
(d) Antivitam ínicos K.
(e) N ingun a de las anteriores.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: el dím ero D solo tiene valo r para descartar un a trom bosis venosa o un
trom boem bolism o pulm onar cuando es negativo < 500 (J ig /m l. Puede ser positivo por muchas
otras causas y no es informativo.
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739.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
ERRNVPHGLFRVRUJ
C A P Í T U L O
Identificación de hemoparásitos
en sangre periférica
R. Navarro García
IN T R O D U C C IÓ N
Las hemoparasitosis constituyen enfermedades ampliamente distribuidas en toda la zona
tropical, al igual que sus vectores; causan efectos negativos en la salud de las personas y
los animales, y también sobre la producción y rentabilidad de los sistemas de producción
establecidos en las diferentes regiones.
Actualmente, están en aumento los movimientos migratorios en todas las zonas del
planeta: viajeros, inmigrantes, emigrantes, cooperantes, etc. Esto conlleva que en las
consultas médicas aparezcan pacientes de otras zonas del mundo, que presentan o pueden
presentar patologías de sus zonas de origen tanto asintomáticas como sintomáticas. Otras
personas viajan por las zonas tropicales y están expuestas, o transportan en su organismo,
a patologías que son estrictas de un ecosistema determinado.
Sea como sea, nuestra obligación es saber identificar el parásito y conocer la zona
geográfica de la que procede el paciente o el tránsito realizado. En el m om ento del
diagnóstico se deben tener en cuenta los siguientes parámetros: 1) sospecha clínica;
2) antecedentes epidemiológicos, y 3) conocer cuándo se debe tomar la muestra, teniendo
en cuenta el período prepotente del parásito, la periodicidad, la clínica, dónde se puede
localizar el parásito y cómo escoger la técnica adecuada. En la tabla 24-1 se muestra la
clasificación de las histo- y hemoparasitosis más frecuentes.
M alaria o paludism o
Es una antropozoonosis parasitaria causada por esporozoarios del género Plasmodium y
transmitida al hombre por el mosquito Anopheles hembra. Según datos de la Organiza
ción Mundial de la Salud (OMS), en 2010 el paludismo infectó a 216 millones de personas
y causó cerca de 655.000 muertes, la mayoría en niños africanos. Es una enfermedad
prevenible y curable, con medidas de prevención y control.
Los viajeros no inmunes procedentes de zonas sin paludismo que contraen la in
fección son muy vulnerables a la enfermedad. El hom bre puede estar parasitado por
las cinco especies: Plasmodium vivax, Plasmodium falciparum, Plasmodium malariae,
Plasmodium ovale y Plasmodium knowlesi. Este último es considerado como la quinta
especie, ya que en los últimos años se han dado casos en humanos debidos a este parásito;
deriva del mono, y aparece en zonas boscosas de Asia sudoriental.
El parásito presenta en su ciclo dos formas de reproducción (fig. 24-1):
M icrogam etos |
Ciclo de la malaria
Ex flagelación |
M icrogametocitos
Qocineto
L^ E s p o ro ¿oitos |
O oguisiesl
¡díñelos]
| M a c ro g a m e to c ito s f
|E sp o ro zo iIo s|i
jorozoito s
Iero7oftos|
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742 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Ciclo esporogónico
Solo aparece en las hembras de los mosquitos de género Anopheles, las cuales se infectan
cuando ingieren sangre de una persona afectada de malaria que por su evolución del
ciclo ya tenga el parásito en forma de gametocitos, sexualmente diferenciados en ma
chos (microgametocitos) y hembras (macrogametocitos). Estos gametos entran en el
estómago del mosquito, donde continúan su ciclo; en allí donde los microgametocitos
se desarrollan e inician la exflagelación, que consiste en la división de la cromatina en
varios fragmentos, dispuestos en la periferia del parásito y transform ados en formas
flageladas móviles, los llamados microgametos. Al liberarse buscan las células femeninas
para fecundarlas. Los macrogametocitos m aduran también y se transform an en ma-
crogametos; en cada uno de ellos se forman uno o dos cuerpos polares, que se desplazan
hasta la superficie del parásito para recibir un microgameto que lo fecunde. La fusión de
sus cromatinas da origen a un huevo (cigoto). El cigoto se desarrolla y se transforma en
una célula alargada y móvil llamada oocineto, la cual se desplaza hasta llegar a las capas
epitelial y muscular, donde crece y se transform a en ooquistes que van m adurando y
adquiriendo una forma redondeada. En su interior, el núcleo y el citoplasma se dividen
y van creando elementos filamentosos en gran cantidad llamados esporozoítos. Al
madurar, el ooquiste estalla liberando los esporozoítos por todo el cuerpo del mosquito,
pero se instalan preferentemente en sus glándulas salivales, donde se mantienen a la espe
ra de ser inoculados al hombre en una nueva picadura.
Ciclo esquizogónico
Cuando el mosquito pica, inyecta en la sangre esporozoítos, de forma alargada y móviles.
Durante 30 min permanecen en la sangre, pero después pasan a invadir los hepatocitos
(células hepáticas). Hay dos etapas de reproducción esquizogónica: preeritrocitaria y
eritrocitaria.
Etapa preeritrocitaria
Empieza cuando los esporozoítos invaden los hepatocitos. Dentro de cada hepatocito
parasitado se desarrolla un esquizonte tisular, que desarrolla muchos núcleos con sus
citoplasmas, llamados merozoítos. El esquizonte madura deformando la célula hepática
y la rompe liberando miles de merozoítos tisulares, que salen al torrente circulatorio y
pasan a invadir a los eritrocitos. En el caso de P. vivaxyP. ovale, algunas formas pueden
desarrollarse m uy lentamente y quedar latentes durante meses o años; estas reciben el
nom bre de hipnozoítos y son las causantes de las recaídas. Esto no ocurre nunca en
P. falciparum, P. malariae y P. knowlesi.
Etapa eritrocitaria
Los merozoítos procedentes de los esquizontes tisulares entran en el torrente sanguíneo e
invaden los eritrocitos. Al penetrar en un eritrocito toman forma anillada y se denominan
trofozoítos; estos van madurando, se desarrollan irregularmente y se nutren de la hemo
globina. Al dividir su cromatina se constituye un esquizonte que tom a forma de rosetas
con varios núcleos y sus citoplasmas. El número de divisiones depende de la especie del
Plasmodium. En el caso de P. falciparum, los esquizontes en sangre periférica son muy
raros de ver, ya que se desarrollan en los eritrocitos adheridos a las paredes viscerales.
El esquizonte maduro, al romper el eritrocito libera los merozoítos que invaden a otro
eritrocito y empieza un nuevo ciclo eritrocitario. Algunos de estos merozoítos tienen
una determinación genética para desarrollarse en gametocitos masculinos y femeninos.
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 743
Los gametocitos circulan como formas infectantes para los mosquitos, pero no afectan
al hombre; si el m osquito no los ingiere, desaparecen espontáneamente de la sangre.
En el caso de P. falciparum los gametocitos aparecen en la sangre y pueden permanecer
en ella de 1 a 6 semanas; en las otras especies desaparecen más rápidamente. El diagnós
tico se realiza por el hallazgo del parásito en la sangre, demostrado directamente o a
través de pruebas indirectas. Los métodos más sencillos de diagnóstico son el frotis y la
gota gruesa, tomados preferentemente en el m omento del acceso febril.
En el frotis sanguíneo se debe investigar la morfología del parásito dentro del mismo
eritrocito o localizar formas más maduras, como esquizontes o gametocitos, para poder
identificar la especie.
En la gota gruesa se pueden apreciar los parásitos más concentrados para su rápida
localización, lo que servirá para contar la parasitemia. Esta nos será útü para saber el
grado de gravedad inicial y en caso de resistencia al tratamiento.
Hay otros métodos más rápidos para su diagnóstico, como la utilización de la técnica
del QBC®, que consiste en un procedimiento de fluorescencia con naranja de acridina
que tiñe los núcleos para su detección con la ayuda de un microscopio especial, y métodos
más sencillos de diagnóstico rápido o en kits específicos que detectan los anticuerpos
monoclonales contra fracciones antigénicas del P. falciparum.
Una mención aparte merece el P. knowlesi. Este es un protozoo parásito que se dis
tribuye principalmente en el sudeste asiático y se transmite por picadura de mosquitos
del grupo de Anopheles leucosphyrus e infecta preferentemente a los macacos de cola
larga (Macaca fascicularis), en los cuales la parasitemia es baja y la infección es crónica.
Se trata de una infección emergente, que apareció por prim era vez en humanos en 1965,
y potencialm ente m uy grave, ya que es bastante invasiva y de ciclos m uy rápidos. La
morfología es similar a la del P. malariae, aunque actualmente gracias a las pruebas del
detección molecular o PCR se puede identificar el P. knowlesi. Desde 2004 ha habido un
número creciente de esta infección entre los humanos de las zonas del sudoeste asiático,
como Malasia, Tailandia, Singapur, Filipinas, Vietnam, Myanmar e Indonesia.
Leishm aniosis
La leishmaniosis es una histoparasitosis producida por protozoos del género Leish-
mania, intracelular en los macrófagos. Son parasitosis comunes del hom bre y ciertos
animales debido a protozoos flagelados y transmitidos por la picadura de insectos de los
géneros Phlehotomus y Lutzomyia; por este motivo se pueden considerar también una
zoonosis, ya que existen reservorios domésticos y silvestres. Su clasificación es clínica,
geográfica y epidemiológica. Las especies de Leishmania que infectan al hom bre se
manifiestan en tres formas clínicas diferentes: cutánea, mucocutánea y visceral.
La leishmaniosis visceral (LV), denominada también Kala-Azar, está causada por tres
agentes clasificados según su localización geográfica: L. donovani (India, China, África,
Irak), L. infantum (costa del Mediterráneo europeo y africano) y L. chagasi (América).
El diagnóstico parasitológico se puede realizar a través de varios procedimientos para
demostrar su existencia:
• Examen morfológico de la médula ósea, los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado. De
todos ellos, el menos agresivo es el aspirado de médula ósea con extensión y tinción
mediante el método de Giemsa. Los amastigotes de Leishmania se encuentran en el
interior de los macrófagos o histiocitos (fig. 24-2).
• Cultivos in vitro o inoculaciones en animales de laboratorio.
• Pruebas serológicas muy útiles en LV: la aglutinación directa, la inmunofluorescencia
indirecta y la prueba de ELISA.
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744 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tripanosom iasis
La tripanosomiasis es una enfermedad producida por protozoos flagelados, denominados
tripanosomas.
Se distinguen dos infecciones principales producidas por los tripanosomas, que se
diferencian geográficamente como tripanosomiasis africana, o enfermedad del sueño,
y tripanosomiasis americana, o enfermedad de Chagas.
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 745
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746 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
FIGU RA 24-4. Ciclo del Trypanosoma cruzi (tripanosomiasis americana o enfermedad de Chagas).
cruzi. En el hombre puede ser una enfermedad adquirida o congénita y afecta a diversos
órganos y sistemas, principalmente los aparatos circulatorio (corazón) y digestivo. El
ciclo del T. cruzi (fig. 24-4) se inicia cuando la chinche redúvida, de diferentes especies
y géneros según los países y nichos ecológicos, pica a un mamífero infectado e ingiere
los tripomastigotes. En el intestino medio los parásitos se multiplican por fisión binaria
y se desarrollan los tripomastigotes que quedan depositados en el intestino posterior
del insecto. Después de picar a u n mamífero defeca y deposita las heces infectadas de
tripomastigotes metacíclicos en la piel del mamífero no infectado, lo que produce prurito
y abrasión en la zona. El mamífero, al frotarse la piel, se introduce los tripanosomas que
llegarán al torrente circulatorio y de allí a todos los órganos.
Esta enfermedad puede presentase de forma aguda o crónica. La fase aguda suele
presentarse en lactantes. La crónica es más leve, incluso asintomática.
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 747
Filariasis
Las filariasis son un grupo de enfermedades diferentes que tienen en común que todas
ellas están producidas por nem atodos (gusanos redondos) de la misma familia y se
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748 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Tipos
Filariasis linfática
Producida por dos especies de filarías: Wuchereria bancrofti y Brugia malayi. Estas se
sitúan en los canales linfáticos y obstruyen de m anera perm anente el flujo de la linfa
(elefantiasis). W. bancrofti es la más extendida de las filarías; se da en toda la costa
atlántica de América Central y Sudamérica; oeste, centro y este de África; centro-sur,
sureste y este de Asia e islas del Pacífico. B. malayi aparece de form a salpicada por el
centro-sur, este y sureste de Asia.
Loasis
Producida po r Loa loa, origina inflamaciones de la piel transitorias y p ruritos que
se pueden observar cruzando la córnea del ojo. Se localiza p o r las selvas húmedas de
África central y oeste. En los vídeos 2 y 3 se muestra la Loa loa a X40 y X 10 aumentos,
respectivamente.
Existen otras filariasis de dudosa patogenicidad como la Mansonella ozzardi (Caribe
y América del sur), Dipetalonema perstans (África tropical y América del sur) y Dipeta-
lonema streptocerca (África continental).
En los vídeos 4 y 5, se m uestra la Mansonella ozzardi a X40 y X 10 aumentos, res
pectivamente.
Oncocercosis
Producida por Onchocerca volvulus, forma nodulos en la piel donde el gusano vive m u
chos años, este expulsa larvas frecuentemente por otras zonas, e incluso puede alcanzar
los ojos hasta producir ceguera. Se localiza por América central, Colombia y Venezuela,
oeste, centro y este de África y Yemen, en el suroeste de Asia. En el vídeo 6 se muestra
otra filaría que puede aparecer en la sangre, aunque su diagnóstico se realiza a través de
un pellizco de piel (oncocerca).
Ciclo
Las larvas de las diferentes filarías se encuentran en la sangre de un infectado, son
ingeridas por insectos hematófagos y, después de sufrir parte del ciclo en ellos, son trans
mitidas a personas sanas durante la nueva ingesta. Después de varios meses alcanzan
la madurez sexual (gusanos adultos) en los tejidos, por los que tienen una preferencia
específica. En ellos son depositadas las larvas (microfilarias), las cuales pasan a la
circulación sanguínea, donde quedan dispuestas nuevam ente para la transm isión.
En este m om ento es cuando se pueden diagnosticar, ya que están circulando en el
torrente circulatorio. La prueba de diagnóstico más adecuada es la concentración de
microfilarias, donde se localizan vivas. Hay que tener en cuenta la periodicidad de la
infección, ya que el diagnóstico puede resultar falso si no realizamos la extracción en
el m omento adecuado
Clasificación
La clasificación de las filarías y sus características diferenciales se resumen en la tabla 24-3.
De ellas destacan cuatro tipos:
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 749
Adulto Microf.
Wuchereria 200-300 |xm Sí Vasos y Sangre Gruesos y bien Sin núcleos
bancrofti ganglios separados Extremo
linfáticos puntiagudo
Brugia 220-250 |xm Sí Vasos y Sangre Gruesos, tienden a Dos núcleos
malayi ganglios superponerse muy
linfáticos espaciados
Punta roma
Loa loa 250-300 |xm Sí Tejido Sangre Gruesos, tienden a Núcleos
subcutáneo superponerse presentes
Punta
redondeada
Onchocerca 250-300 |xm No Nódulos Piel Gruesos y Sin núcleos
volvulus subcutáneos separados Extremo
puntiagudo
Mansonella 150-200 |xm No Cavidades Sangre Medianos y Núcleos
perstans serosas superpuestos Punta
redondeada
Mansonella 180-240 |xm No Tejido Piel Finos, en su Núcleos
streptocerca subcutáneo mayoría separados Punta curva
Mansonella 150-200 |xm No Cavidades Sangre Finos, en su Sin núcleos
ozzardi serosas mayoría separados Extremo
puntiagudo
Babesiosis
Es una enfermedad animal que puede infectar al hombre ocasionalmente y producir la
muerte principalmente en personas esplenectomizadas. Se trata de un protozoo apicom-
plexo de la familia Babesiidae que comprende más de 20 especies que atacan a los anima
les de Europa, Rusia, América del norte, sur y central. Es un parásito intraeritrocitario
esporozoico de los animales que se transmite por picadura de garrapatas infectadas.
Las especies de babesia se presentan dentro de los hematíes en forma redondeada, oval,
piriforme o de anillo, y se dividen en dos o cuatro merozoítos que tienden a unirse en
el centro. Parasitan además los linfocitos, histiocitos y eritroblastos. Se puede confundir
con u n P. falciparum.
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750 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Toxoplasmosis
Es una infección intracelular parasitaria del hombre, de diversos mamíferos y de aves,
producida por el parásito protozoario intracelular Toxoplasma gondii. Se encuentra en
los seres hum anos a nivel mundial. Los gatos son el huésped final del parásito, el ciclo
solo se realiza en ellos.
La infección se produce al ingerir accidentalmente quistes de T. gondii de tierra
contaminada, o al manipular heces del gato. También se da con la ingesta de carne cruda o
poco cocida de cordero, cerdo, res, o por transmisión placentaria (infección congénita)
o transfusión de sangre o trasplante de órganos.
El diagnóstico se realiza por examen de tejidos y extensiones. En los cortes histológicos
teñidos con hematoxilina o eosina se puede hallar fácilmente el microorganismo. Para la
extensión se tiñe con Giemsa, donde se visualiza su forma fusiforme u oval caracterís
tica (los quistes tienen forma esférica). El reconocimiento de trofozoítos (taquizoítos) o
quistes (bradizoítos) no se realiza fácilmente. Actualmente, también se realizan técnicas
como serología para toxoplasma, IRM de cráneo, TC craneal o biopsia del cerebro. Es
muy im portante el estudio de la retina con lámpara de hendidura, para localizar las
lesiones características de la enfermedad.
Material
• Portaobjetos.
• Cubreobjetos.
• Cloruro sódico.
Método
1. Se extraen dos o más gotas de sangre capilar o venosa sin anticoagulante y se
depositan en un portaobjetos.
2. Se añade una gota de cloruro sódico y se remueve uniformemente.
3. Se coloca un cubreobjetos y se observa al microscopio con un objetivo de X5,
X40 y X 100, según el hemoparásito que se investigue.
Lectura
Se observa toda la muestra buscando formas móviles entre los hematíes o leucocitos que
deben estar dispuestos uniformemente sin aglutinaciones ni zonas desecadas.
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 751
Principio
Se trata de aglutinar en una pequeña m uestra de sangre capilar o venosa la mayor
cantidad posible de hematíes. Una vez concentrados se rompen los hematíes por osmosis
y se tiñen las estructuras restantes, para así poder observar los parásitos.
Material
• Portaobjetos.
• Giemsa al 2%.
• Agua tamponada.
Método
1. Se extraen dos o más gotas de sangre capilar o venosa y se depositan en el centro
de un portaobjetos.
2. Con el extremo de otro portaobjetos se remueve uniformemente toda la sangre
depositada, haciendo círculos de 1 cm de diámetro, aproximadamente durante
1 min, con la finalidad de desfibrinar la muestra.
3. Se deja secar completamente con una fuente de calor.
4. Se sumerge dentro del agua unos m inutos con la finalidad de deshemoglobinizar
los hematíes por osmosis, y se espera a que la hemoglobina se visualice en el fondo
del recipiente.
Tinción
Hay diversas técnicas para colorear la gota gruesa; dentro de las mismas se pueden hacer
concentraciones diferentes de colorantes y adaptar el tiempo de fijación.
1. Se prepara la tinción Giemsa al 2% y se cubre completamente durante 20 min. Se
deja secar y se observa al microscopio con aceite de inmersión.
2. Tinción de Field:
(a) Tinción A y B de Field (solución).
(b) Agua destilada o corriente.
Método
Se sumerge la gota:
• 1.°: en la solución Field A durante 5-10 s.
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752 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Observación al microscopio
En la gota gruesa se quedan depositados los leucocitos, las plaquetas y los parásitos en
mayor concentración que si se tratase de un frotis. Gracias a la tinción se pueden observar
la morfología de los siguientes parásitos:
• Especies de plasmodio.
• Especies de tripanosomas.
• Especies de microfilarias.
• Babesias.
• Otros: especies de borrelias.
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 753
observa la disposición del parásito dentro del hematíe o la morfología del mismo para
su diagnóstico según las características de identificación (tabla 24-4).
Material
• Portaobjetos.
• Metanol al 75%.
• Giemsa al 2%.
Método
1. Con una pequeña cantidad de sangre capilar o venosa, con o sin anticoagulante,
se realiza un frotis o extensión sanguínea, y se deja secar al aire.
2. Se cubre con alcohol metílico durante 3 min.
3. Se cubre el portaobjetos con la solución de Giemsa al 2% durante 20 min.
4. Se deja secar y se observa al microscopio con el objetivo de X 100 y aceite de
inmersión.
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754 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 755
Concentración de m icrofilarias
Principio
Se trata de realizar u na concentración de sangre venosa y hemolizarla. Se añade una
solución de saponina al 2% para mantener vivas las microfilarias y se observa todo el
sedimento en el microscopio con el objetivo de X 10. Una vez localizadas las filarias, se
deja secar todo el sedimento y se fija con la tinción de hematoxilina.
Material
• Tubo de 10 mi para centrífuga.
• Solución de cloruro sódico al 5%.
• Anticoagulante EDTA.
• Solución de saponina al 2%.
• Hematoxilina de Mayer.
• Centrífuga.
• Portaobjetos.
Método
1. Se añaden dos gotas de anticoagulante EDTA en un tubo de centrífuga.
2. Se extraen 3 mi de sangre venosa y se introducen en el tubo.
3. Se añaden 7 mi de cloruro sódico al 5% y se mezclan suavemente.
4. Se añaden unas gotas de solución de saponina al 2% y se mezclan bien hasta que
la sangre queda hemolizada.
5. Se centrifuga 10 m in a 1.500 r.p.m.
6. Se desecha el sobrenadante.
7. Se deposita el sedimento en un porta y se observa con el objetivo de X 10.
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756 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
M 0 f j c r
w JV T í a
A B
Principio
El colorante de naranja de acridina tiene la propiedad de fijarse al material nuclear de
la célula (ADN, ARN).
Con la ayuda de un flotador (cilindro de cristal), de densidad parecida a la capa de
plaquetas y leucocitos, se separan los hematíes parasitados al centrifugar a 12.000 r.p.m.
.if** •
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Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 757
Con la ayuda de una luz ultravioleta, la fijación nuclear aparece de color verde fluores
cente. En la observación, identificaremos los leucocitos y en esta misma zona localizare
mos los núcleos de los parásitos (fig. 24-11).
Material
• Kit especial QBC.
• Capilares con el reactivo y el anticoagulante en su interior.
• Accesorios para el montaje de la técnica: flotador, tapón soporte.
• Centrífuga especial para capilares a 12.000 r.p.m.
• Fibra óptica de la fuente de luz ultravioleta que se acopla a un objetivo de X60.
• Aceite de inmersión.
Método
1. Se llena el capilar de sangre por el extremo del anticoagulante, hasta la medida
señalada.
2. Se homogeneiza bien la sangre con el reactivo (naranja de acridina).
3. Se coloca el tapón del kit en un extremo y p or el otro se introduce el flotador
(cilindro de cristal).
4. Se centrifuga a 12.000 r.p.m. durante 5 min.
5. Los hematíes parasitados se situarán muy cerca de la capa de los leucocitos, de
esta manera se pueden localizar.
Ventajas: rapidez. En 10 min se puede localizar el parásito.
Inconvenientes: coste de diagnóstico elevado y accesorios específicos para la técnica
(microscopio, sonda de ultravioleta, centrífuga, etc.).
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 2 4 Identificación de hemoparásitos en sangre periférica 7 5 7 .e l
Autoevaluación
1. ¿Qué afirmación no es correcta respecto a la enfermedad de loiasis?
(a) Se denomina también hinchazón de Calabar.
(b) La filaria adulta se puede visualizar en el ojo humano, cuando se desplaza.
(c) Se puede visualizar en gota gruesa.
(d) Tiene vaina.
(e) Es de periodicidad nocturna.
Respuesta correcta: e.
Respuesta razonada: la microfilaria Loa loa aparece en la sangre periférica cuando se realiza la
extracción cerca del mediodía. Esto se atribuye al ciclo vital de su vector, la mosca Chrysops, que
es diurna y se alimenta a las horas de sol.
2. ¿Qué diferencia importante hay entre Tripanosoma cruzi y Tripanosoma brucei7 .
(a) Solo T. brucei se encuentra en el LCR.
(b) La procedencia del paciente.
(c) La estructura del parásito.
(d) Solo T. cruzi se puede teñir con Giemsa.
(e) Solo T. cruzi se puede localizar en la sangre periférica.
Respuesta correcta: b.
Respuesta razonada: Tripanosoma brucei solo se puede localizar en África. Tripanosoma cruzi
solo se puede encontrar en América Central. Morfológicamente son casi iguales. Es importante
saber de dónde procede el paciente.
3. Cuando en la gota gruesa vemos gametocitos después del tratamiento, ¿qué pensamos?
(a) Es normal. No debemos hacer nada.
(b) Pensamos en resistencia al tratamiento.
(c) No puede ser normal.
(d) Nunca se pueden ver gametos después de un tratamiento.
(e) C y D son ciertas.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los gametocitos circulan por la sangre, pero no son infectivos para el hombre.
Pueden permanecer hasta 6 semanas. Durante este período sí que son infectivos para el mosquito.
Si no los ingiere, desaparecen espontáneamente de la sangre.
4. ¿Por qué se utiliza la saponina en la técnica de investigación de microfilarias en sangre?
(a) Porque es un reactivo m uy económico.
(b) Porque mata a las microfilarias y podemos realizar el contaje.
(c) Porque las mantiene en m ovimiento y se puede realizar el contaje.
(d) No es aconsejable su utilización en esta técnica.
(e) Nunca se debe utilizar la saponina en la investigación de microfilarias.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la saponina al 2% es un jabón, que se añade a la cantidad de sangre extraída
(3 cm3). Tiene dos funciones: a) hemolizar los hematíes conservando solo los leucocitos y m i
crofilarias, y b) m antener vivas y en completo m ovimiento las microfilarias. Por este m otivo es
m ucho más fácil su contaje total.
5. ¿Qué quiere decir «hemoparásito»?
(a) Parásito que circula y se desarrolla en la sangre.
(b) Parásito que se alimenta de sangre mediante una picadura.
(c) Parásito que nunca puede ser transm itido por la sangre.
(d) Parásito saprófito en anemias ferropénicas.
(e) Parásito que puede aparecer en personas inmunodeficientes.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: los hemoparásitos solo pueden reproducirse y realizar su ciclo cuando
se encuentran dentro de la circulación sanguínea. No son vectores ni saprófitos. Necesitan la
sangre para su ciclo vital.
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757.e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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C A P Í T U L O 25
INTRODUCCIÓN
El laboratorio de hematología tiene como objetivo principal realizar observaciones
y mediciones (cualitativas, cuantitativas o estructurales) de componentes o sistemas
relacionados con la sangre y órganos hematopoyéticos con finalidad diagnóstica, pre
ventiva o terapéutica. Las enfermedades de la sangre, debidas a alteraciones del sistema
hematopoyético o de la hemostasia, son comparativamente m ucho menos frecuentes
que las alteraciones que pueden observarse en un elevado núm ero de situaciones
patológicas del organismo. Así, por ejemplo, las anemias, tan frecuentes en la práctica
clínica, son la mayoría de las veces expresión de enfermedades diversas, generalmente no
hematológicas, e igual sucede con muchas de las alteraciones cuantitativas o cualitativas
de leucocitos y plaquetas circulantes. El estudio de estas alteraciones sanguíneas cons
tituye una fuente inagotable de conocimientos para el hematólogo ya que, sobre la base
de su formación clínica, puede profundizar en la fisiopatología de las mismas y con
tribuir a su prevención, diagnóstico y tratamiento. Por ello, la práctica del laboratorio
de hematología exige, además de conocimientos clínicos y de gestión, conocimientos
morfológicos y muchos otros comunes a las ciencias básicas y de laboratorio clínico
en general.
Desde un punto de vista funcional o de conjunto, el laboratorio de hematología
constituye una unidad asistencial, muchas veces estrechamente unida al laboratorio
general, que presta un servicio fundamental a pacientes, médicos en general, instituciones
sanitarias y empresas aseguradoras. Por ello, es esencial que se cumplan tres requisitos:
1. Calidad en la realización de los procedimientos.
2. Credibilidad (o fiabilidad) de los resultados.
3. Claridad en la presentación de los informes.
Uno de los aspectos que más ha cambiado la sistemática de trabajo del laboratorio
clínico en general, y el de hematología, en particular, ha sido la automatización que,
para algunas técnicas o procedimientos, es prácticamente total. Ello ha comportado
un im portante cambio en la gestión de los recursos prom ovido por un significativo
aumento en la rapidez y fiabilidad de los resultados y una m enor dotación de recursos
humanos. Este aum ento de eficiencia, inherente a la automatización, ha comportado
una disminución de los costes pero, en contrapartida y como consecuencia de la unifi
cación de los recursos, el laboratorio de hematología ha perdido parte de su actividad
en aquellos exámenes más corrientes, como, p or ejemplo, la hem atim etría (o sea, el
estudio básico de las células sanguíneas), que en m uchos centros se ha integrado en
el laboratorio general. No obstante, buscando siempre el lado positivo del problema,
la autom atización ha obligado tam bién a la im plantación de rigurosos sistemas de
control que garantizan el correcto funcionamiento de todas las fases que constituyen
la actividad del laboratorio clínico: preanalítica, analítica y postanalítica. Los sistemas
* El adjetivo cualitológico/a puede utilizarse p ara indicar la p ertinencia al área d e conocim iento que tra ta d e aspectos
relacionados con la gestión de la calidad.
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760 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
GESTIÓN DE LA CALIDAD
Reseña histórica
La necesidad de m ejorar las prestaciones de los laboratorios clínicos se ha ido cons
tatando al compás de los avances tecnológicos y de la evolución del concepto de calidad
en los países desarrollados. El laboratorio clínico ha ido sustituyendo métodos manuales,
generalmente complejos y laboriosos, por otros total o parcialmente automatizados e
incluso robotizados. En la mayoría de los casos, equipos conectados a redes informáticas
permiten concentrar todos los datos obtenidos de los análisis en el sistema informático
del laboratorio y agilizar el trabajo más rutinario.
Por otro lado, el término calidad ha adquirido nuevas acepciones. Se puede considerar
como calidad todas aquellas actividades que se realizan con el objetivo de asegurar unas
técnicas de laboratorio correctas, tanto en lo que se refiere a calibración como estabilidad
de procedimientos y reactivos, y unos resultados fiables. El concepto calidad también se
emplea para todos aquellos sistemas que garantizan una correcta prestación de servicios
y satisfacción del cliente (sistemas de gestión de la calidad).
El control interno de la calidad (CIC) es una práctica habitual en el laboratorio que
se realiza desde hace m uchos años. Los métodos utilizados se han ido depurando y
mejorando; de entre todos ellos destaca la utilización de las gráficas de control de Levy-
Jennings, introducidas en 1950 (www.qualityamerica.com). Estas gráficas permiten
evaluar y realizar el seguimiento diario y perm anente de fiabilidad de los resultados.
Otros métodos empleados para el CIC son las reglas de Shewhart (www.asq.org) y el
m étodo CUSUM (ca.wikipedia.org/wiki/CUSUM ). No obstante, la utilización ex
clusiva del CIC no es suficiente para garantizar la calidad total, p or lo que es necesaria
también la comparación de resultados entre laboratorios diferentes. Fue en EE. UU.
donde, conscientes de las graves repercusiones que puede tener un diagnóstico erróneo,
se inició el diseño de los primeros programas para la evaluación externa de la calidad
(EEC). Tales programas demostraron que existían diferencias, a veces muy significativas,
entre los resultados obtenidos en distintos laboratorios pese a utilizar correctamente
sistemas de CIC.
Un programa para la evaluación externa de la calidad (PEEC) consiste esencialmente
en comparar, mediante técnicas estadísticas, los resultados obtenidos por un grupo de
laboratorios que analizan diversos componentes de un material de control.
Para poder garantizar que los análisis realizados por un laboratorio tienen una es
tabilidad a lo largo del tiempo, junto al empleo de equipos bien calibrados y reactivos
garantizados es necesaria la descripción de los procesos efectuados con el importante
detalle de la sistemática a seguir para realizar las técnicas o procedimientos. La des
cripción debe ser lo suficientemente clara y sistemática como para que el protocolo
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 761
pueda ser utilizado p o r diferentes profesionales sin dificultades y debe existir uno para
cada una de las actividades que se realizan en el laboratorio clínico.
En los últimos 10 o 15 años, junto al CIC y los PEEC, se ha hecho necesaria la intro
ducción de otros indicadores cualitológicos, ya que se comprueba que los requerimientos
de los usuarios van más allá del simple control de la fase analítica. Así, de acuerdo con la
Organización Internacional de Normalización (ISO), un sistema cualitológico permite
definir la «aptitud de un producto, proceso, sistema, servicio o persona para satisfacer las
necesidades explícitas o implícitas de un paciente». Las normas ISO obligan, por tanto, a
que cada laboratorio elabore un catálogo de prestaciones o servicios donde se indiquen
las propiedades que analiza, los métodos y las unidades que emplea para ello y el plazo
de entrega de los resultados. Esto significa que el laboratorio clínico debe asegurar la
calidad de cada una de las etapas o fases que conforman su actividad:
1. Preanalítica (recepción y datos del paciente, obtención de muestras, preparación
para la realización de pruebas, transporte de muestras).
2. Analítica (realización de los análisis).
3. Postanalítica (validación de los resultados y entrega del informe).
En este contexto, un laboratorio de hematología, como unidad asistencial inde
pendiente o formando parte de un servicio integrado de laboratorio clínico (conocido
actualmente como laboratorio «Core»), es el único responsable de garantizar el co
rrecto funcionamiento de su cadena de producción y suministros. Ello quiere decir que
todos los procesos incluidos en esta cadena han de ser gestionados de forma integrada
teniendo siempre presente sus interacciones. Por todo ello, un sistema cualitológico en
el laboratorio de hematología no solo ha de procurar la obtención de resultados fiables,
sino también que todos los procesos que se inician en la preparación del paciente para
la extracción de sangre y terminan en la entrega del resultado se realicen correctamente,
en el m enor tiempo posible y a un coste razonable. Así, un laboratorio de hematología
moderno ha de poder «obtener resultados fiables en el tiempo adecuado, a partir de la
muestra correcta (que pertenezca al paciente cuya analítica se solicita) y a u n precio
razonable». Debido a esto, la implantación de un sistema cualitológico en el laboratorio
de hematología supone muchas ventajas, entre las que destacan las siguientes:
• Proporcionar una respuesta satisfactoria a las necesidades de la clínica.
• Dar cobertura legal a la actividad que se realiza.
• Infundir seguridad al personal que trabaja en el laboratorio y disminuir las posibili
dades de error humano.
• Optimizar los recursos existentes.
• Reducir los costes debidos a posibles errores.
• Avanzar en el conocimiento de los procedimientos de normalización para una mayor
transferibilidad de los resultados y el empleo de las mejores metodologías.
Principios generales
La calidad en el laboratorio clínico no ha dejado nunca de ser un objetivo importante,
pero en la actualidad goza de un interés inusitado, muy probablemente debido a una
mayor exigencia de calidad p o r parte de los usuarios y a la necesidad de equiparar e
igualar el trabajo realizado por los laboratorios pertenecientes a los estados miembros de
la Unión Europea (UE) que facilite la libre circulación y el intercambio de profesionales
entre ellos.
Los sistemas cualitológicos son el medio para garantizar que tanto el proceso pro
ductivo (fase analítica) como el de servicio (fases preanalítica y postanalítica) cumplan
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762 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
con el objetivo fundamental de obtener resultados fiables y dar satisfacción a los clientes.
Por tanto, todo laboratorio clínico debe tener como objetivo fundamental ofrecer un
servicio de calidad al cliente a precios competitivos y con los mínimos costes. Teniendo
en cuenta los requisitos legales y formativos aplicables al laboratorio clínico, el desarrollo
y la implantación de un sistema cualitológico exige que cada laboratorio clínico defina
y aporte los recursos necesarios para su gestión, considerando como tal los principios
básicos de la gestión cualitológica:
• O rie n ta c ió n al cliente. El laboratorio clínico depende de sus clientes (médicos
solicitantes, pacientes, otros laboratorios, mutuas, etc.) y, por lo tanto, debe conocer las
necesidades actuales y futuras de estos, y tener la capacidad de satisfacer sus requisitos
y expectativas.
• Liderazgo. Según el tamaño del laboratorio, habrá una o más personas con la res
ponsabilidad de liderazgo, las cuales habrán de crear y mantener un ambiente interno
adecuado y saber implicar al personal para alcanzar los objetivos del laboratorio
clínico.
• Participación del personal. El personal constituye la esencia del laboratorio clínico,
por lo que el uso y la aplicación de sus conocimientos y habilidades al trabajo del
laboratorio harán posible alcanzar los objetivos de la organización.
• Enfoque en los procesos. Un proceso es cualquier actividad que transform a una
entrada (actividad, material o información) en un producto (otra actividad, otro
material o información). La orientación hacia los procesos significa considerar las
actividades y los recursos relacionados como procesos.
• G estión b asada en procesos. El laboratorio clínico ha de identificar los procesos
que están interrelacionados y considerarlos como un sistema que funciona de forma
global.
• M ejora continua. La mejora continua es un proceso que tiene el objetivo principal
de mejorar la calidad de los productos de laboratorio clínico; se basa en el incremento
de la eficacia y la eficiencia.
• Toma de decisiones basada en datos. Las decisiones que se tomen en el laboratorio
clínico han de basarse previamente en el análisis de datos y la información.
• Relaciones de beneficio m u tu o con los proveedores. Las relaciones con los provee
dores de los laboratorios (laboratorios subcontratistas, etc.) han de ser beneficiosas
para ambos.
GARANTÍA DE LA CALIDAD
Conceptos básicos
La garantía de la calidad es el conjunto de procesos implantados por una organización
para alcanzar los objetivos cualitológicos. En el laboratorio clínico tiene como objetivo
final garantizar la fiabilidad (exactitud y precisión) de las medidas que se realizan en
el laboratorio e incide sobre todos y cada uno de los procesos que se desarrollan en el
mismo, de forma que la relevancia clínica del resultado, es decir, su contribución al
diagnóstico, tratamiento o prevención de una enfermedad quede siempre garantizada.
Para ello debe disponerse de todos los medios adecuados para reconocer posibles errores
y aplicar, en su caso, las medidas correctoras necesarias. La garantía de la calidad abarca
las tres fases del laboratorio clínico: preanalítica, analítica y postanalítica, que incluyen
todos los procesos desde antes de la extracción de sangre hasta después de la entrega del
resultado (cuadro 25-1).
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 763
P ro c eso s p re a n a lític o s
• Solicitud de los exám enes analíticos
• Extracción y recogida de los especímenes
• Registro e identificación
• T ransporte de los especímenes
• Preparación preanalítica de los especímenes
P ro c eso s a n a lític o s
• M antenim iento preventivo de in stru m en to s y equipos
• Em pleo de sum inistros de buena calidad
• M antenim iento de la fiabilidad (exactitud y precisión de los m étodos analíticos)
• C ontrol interno de calidad
• Participación en program as de evaluación externa de la calidad
• Em pleo de sistemas de detección de errores
• Aplicación de m edidas correctoras
• Desarrollo de p rogram as de form ación continuada del personal de laboratorio
• M antenim iento estricto de los p rotocolos norm alizados de trabajo
• Elaboración y actualización del m anual de procedim ientos
P ro c eso s p o s ta n a lític o s
• Validación de los resultados
• Transcripción de los datos analíticos
• Elaboración y em isión de los inform es
• Archivo de los resultados e inform es
• C ontrol del proceso inform ático
La fase preanalítica se refiere a todos los procesos previos a la medición. Esta fase in
cluye la solicitud de las pruebas, la preparación del paciente, la obtención de las muestras,
la identificación de los especímenes y el transporte al laboratorio. El tiempo de llegada
de la muestra al laboratorio es de gran importancia, ya que de este depende el tiempo
de entrega de los resultados. Por ello, debe controlarse de forma estricta indicando en el
tubo, en caso necesario, la rapidez con que debe llegar al laboratorio.
La fase analítica se refiere al proceso de observación o medición. Para la realización
de un examen hematológico básico mediante analizador automatizado, esta fase incluye
la calibración y el control diario del equipo, así como la realización de la medición
propiamente dicha. La garantía de la calidad implica siempre el empleo de materiales
de control apropiados, propios o comerciales (calibradores y controles), la vigilancia de
los reactivos y el m antenimiento de materiales e instrumentos.
La fase postanalítica se refiere a los procesos que tienen lugar una vez obtenidos los
resultados e incluye, básicamente, una correcta revisión y distribución de los mismos. Los
procesos propios de esta fase son la validación de los resultados, la emisión del informe, su
entrega y el archivo de la copia correspondiente. La validación de los resultados consiste
en comprobar si estos son conformes entre sí o con la clínica del paciente, y de ella pueden
derivarse comprobaciones o repeticiones de pruebas y sugerencias para la realización de
nuevos análisis que contribuyan a completar el diagnóstico. La revisión de los resultados
incluye la validación del informe, comprobando que no existan errores de trascripción
y procurando que la forma de expresarlos sea clara e inteligible.
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764 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Estos procesos varían según las características de cada laboratorio: tamaño, nivel de
especialización, grado de automatización, características de los métodos que emplean
y el volumen asistencial, entre otras. Su control supone, necesariamente, la puesta en
marcha de sistemas que permitan verificar la bondad o rectitud con que se realizan todas
y cada una de las etapas que constituyen la actividad del laboratorio clínico.
La medición de los resultados de las magnitudes bioquímicas está sujeta a dos fuentes
de error: error sistemático y error aleatorio. El error sistemático es el que depende de la
inexactitud del procedimiento y puede estar ocasionado por defectos en la calibración,
en el pipeteo de los reactivos o las muestras, en los tiempos de incubación y en la lectura
de las señales medidas (absorbancia, impedancia, etc.), entre otras causas. Si se conoce
la cuantía de este error puede aplicarse una corrección a los resultados de manera que
quede anulado.
El error aleatorio está originado por las fluctuaciones que tienen su origen en la ines
tabilidad de los dispositivos de lectura de las mediciones, la conservación de los reactivos,
las contaminaciones, la estabilidad de la temperatura, etc. Debido a su naturaleza, este
tipo de error no puede corregirse y solo pueden adoptarse medidas preventivas para
intentar disminuirlo.
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 765
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766 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Gráfica de Levy-Jennings
Este procedimiento exige, en prim er lugar, el establecimiento de los intervalos. Para ello,
el material debe analizarse en un m ínimo de 20 series consecutivas, determinándose el
valor de x y DE para cada magnitud. Con estos valores se elabora una gráfica control en
la que en el eje de ordenadas figuran los valores obtenidos y en el de abscisas, la crono
grafía de serie en que se han analizado. El valor de x es la línea de base alrededor de
la cual deben distribuirse los distintos puntos. Cuando un valor se sale del intervalo
definido por x ± 3 DE o dos valores, seguidos o simultáneos dentro de la misma serie, del
intervalo x ± 2 D E , los resultados de esta serie deberían revisarse ya que podrían darse
desajustes considerables (fig. 25-1).
Línea
“ de base
Tiempo
FIGU RA 25-1. Gráfica control que ilustra las variaciones que puede sufrir la medida de una determinada
magnitud en función del tiempo. A. Situación correcta. B. Un valor se halla por fuera de las 2 DE (error
aleatorio). C. Se observa una tendencia al aumento del valor (error sistemático).
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 767
Los problemas que pueden ser detectados mediante este m étodo son:
• Valores esporádicos situados por fuera de ± 2 DE (error en el muestreo y saltos de
corriente, principalmente).
• Valores consecutivos con variación progresiva, situados a uno de los lados de la línea
de base (calibración deficiente y alteración del reactivo, principalmente).
Método CUSUM
Este procedimiento es especialmente útil para controlar la deriva de los instrumentos en
el transcurso del tiempo. Para su realización debe partirse, al igual que en la elaboración
de la gráfica control, del análisis del material de control un mínimo de 20 veces con
secutivas para obtener los valores de x y DE. En una gráfica se representa la diferencia
entre cada resultado y x. El resultado de esta diferencia se suma a la obtenida en la serie
anterior. Así, la observación de la gráfica de control que se aleja de la línea de base pone
de manifiesto de manera muy visible la existencia de derivas. Si no las hay, los puntos se
distribuyen alrededor de la línea de base (fig. 25-2).
Algoritmo de Bull
El procedimiento basado en los resultados obtenidos en las muestras de los pacientes
es el llamado algoritmo de Bull. En 1974, Brian Bull diseñó un modelo matemático que
permitía determinar un conjunto de medias compensadas a partir de grupos de 20,25
o 30 muestras (XB¡) que en cada caso se calculaban a partir de la media de cada grupo
anterior (XB¡_,). Este procedimiento se basa en la constatación de que el valor medio de
los índices eritrocitarios (VCM, HCM y CCMH), suministrados sistemáticamente por
los analizadores automáticos, apenas varía para una población determinada en el curso
del tiempo y que presentan una distribución normal o gaussiana. Para ello, se calcula
inicialmente la media aritmética de las magnitudes citadas, obtenida a partir de 800 a
1.000 muestras analizadas mediante el instrumento que hay que controlar, previamente
calibrado (media de referencia). La media de Bull (XB) se calcula a partir de grupos cons
tituidos por un mínimo de 20 muestras, al objeto de facilitar el control permanente del
analizador automático, evitando que en caso de error el núm ero de muestras que haya
que repetir sea excesivo. A partir de la media de referencia en el primer grupo y de cada
Lín ea
d e b ase
-1 d e -
- 2 DE
T ie m p o
FIGU RA 25-2. Gráfica control para el método CUSUM. A. Situación correcta. Fluctuaciones muy
próximas a la línea de base. B. Error sistemático que da lugar a una desviación de los valores CUSUM
en el sentido de la disminución.
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768 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
media previa (xB._,), se obtiene la llamada media compensada de cada uno de los grupos
que se analizan a lo largo del día (xB.) mediante la fórmula siguiente:
donde n = número de muestras y x.. = valor de cada una de las muestras que componen
el grupo.
Esta fórmula sería aplicable siempre que todos los valores de la magnitud analizada
(Xj) fueran iguales o superiores al valor de la media anterior (x¡ > xB¡_,), lo que nunca
se cumple en condiciones normales. Debido a esto, debe recurrirse a un algoritmo más
complejo, que consiste en realizar el sumatorio de las raíces cuadradas del valor absoluto
de las diferencias de cada uno de los valores del grupo que se analiza menos la media
previa, conservando el signo de esta diferencia, dividido por el número de casos, elevado
al cuadrado y sumado o restado (según el signo) a la media previa.
Debido a que en el cálculo se consideran los valores del grupo que se analiza y todos
los del grupo anterior o los de toda la población, modula de forma muy precisa la posible
existencia de valores dispares o aberrantes debidos a un defecto en el funcionamiento
o en la calibración del analizador. Este cálculo puede realizarse mediante un programa
informático con el cual, rápidamente, el valor de la media compensada de cada grupo
perm itirá m antener un control constante y sensible del analizador. Para obtener un
registro visible del proceso es necesario representar en una gráfica (Levy-Jennings) los
valores que se vayan obteniendo, donde el valor de la media de referencia corresponde
al 0% y la máxima desviación aceptable es de ±3% (fig. 25-3).
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 769
ORGANIZADOR PARTICIPANTES
P re p a ra c ió n ■ ^ R ec ep c ió n
(m a te r ia l d e c o n tro l) (m a te r ia l d e c o n tro l)
D e te r m in a c ió n
1
In fo rm e h
FIGURA 25-4. Esquema general de un programa para la evaluación externa de laboratorios clínicos (PEECLC).
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770 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
DE
CV% = — X100
x
donde DE = desviación estándar de su grupo y x = media de consenso de su grupo.
2. índice de desviación (ID) obtenido a partir de los valores del valor propio (x.), la
media de cada método, grupo de métodos o global (xm) y la desviación estándar (DE):
De acuerdo con los valores de ID obtenidos respecto a su mismo grupo o a todos los
grupos, los resultados se clasifican en cuatro categorías:
Excelentes: 0 < ID <0,5
Buenos: 0,5 < ID < 1
Satisfactorios: 1 < ID < 2
Fuera de límites aceptables: ID > 2
En este últim o caso es m uy im portante identificar la causa del error mediante la
revisión del método empleado o cualquier otro procedimiento.
3. Diagrama de Youden o representaciones gráficas de los índices de desviación
(ID), calculados a p artir del análisis de dos especímenes control. Para ello se
remite a cada laboratorio participante dos muestras control (muestras A y B) y el
diagrama de Youden se obtiene representando en un sistema de coordenadas los
valores de la media x y de las tres desviaciones estándar (3 DE) de cada una de
las muestras, de forma que en el eje de ordenadas se representan las desviaciones
estándar correspondientes de una muestra y en el eje de abscisas los de la otra
(fig. 25-5). Esta gráfica suministra información visual de la exactitud de las medias
obtenidas por cada laboratorio. Así, los valores próximos al centro de la misma
indican exactitud (el resultado del propio laboratorio viene indicado con una x);
los situados lejos del mismo, pero cerca de la bisectriz, la existencia de un error
sistemático, y cuando los valores se hallan lejos del centro del diagrama y de la
bisectriz indica la presencia de un error aleatorio. El error sistemático señala la
necesidad de recalibrar los instrumentos, mientras que el error aleatorio obliga
a una revisión general de toda la metódica empleada. Con ello, cada laboratorio
participante conoce sus posibilidades o limitaciones en relación con los restantes
que intervienen en el mismo programa y pueden comprobar su nivel m etodoló
gico en comparación con el conjunto de laboratorios participantes.
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 771
x = 130g/l x = 60g/l
x ± 2 D E = 120-140 x + 2 D E = 50-65
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772 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
QC SY STEM • INTRODUCCIÓN D E R E SU LT A D O S
Control Control
1 2
CHCM II 19/m
HCM II |w
Hematíes |l0e12fl
Hematocrito II I*
Hemoglobina II lüM
Leucocitos 110e9/l
Plaquetas 110e9/l
VCM II lo
[ Enviar ]] R estab le ce r ]
FIGU RA 25-6. Imagen en PDF de un informe correspondiente a la EEC de la hemoglobina obtenido por
conexión al servidor de un PEEC para laboratorios clínicos.
NORMAS CUALITOLÓGICAS
Certificación y acreditación
El reconocimiento externo de la implantación de un sistema cualitológico y de las activi
dades que se desarrollan en un laboratorio clínico se realiza a dos niveles: la certificación
y la acreditación. Los requisitos necesarios para conseguir una u otra son distintos:
• Certificación significa «evaluar y declarar públicamente que el laboratorio cumple
con los requisitos de una norm a de gestión de la calidad». La certificación es, por
tanto, una garantía por escrito de que un producto, proceso o servicio cumple unos
requisitos especificados. La norm a de certificación, ISO 9001:2008, en ocho capítulos
describe los requisitos para establecer un sistema de gestión de la calidad capaz de
adaptarse a cualquier tipo de empresa.
• Acreditación significa «reconocer formalmente que el laboratorio tiene capacidad téc
nica para las tareas que realiza». La acreditación es, por tanto, el reconocimiento formal
y escrito de que una organización o individuo es competente para llevar a término unas
tareas específicas. La norm a de acreditación EN17025 y más recientemente la norma
ISO 15189:2012 se hallan enfocadas a los requisitos específicos que debe cumplir un
laboratorio, incluidos los de gestión de la calidad para demostrar su competencia técnica.
Las diferencias entre certificación y acreditación se refieren también al equipo auditor.
Tanto la certificación como la acreditación son otorgadas por organismos competentes,
independientes y externos al laboratorio. En la certificación, el equipo auditor está
formado por personas con experiencia en la evaluación de sistemas de gestión de la
calidad y en la aplicación de los requisitos genéricos de la normativa al funcionamiento
del laboratorio clínico, con objeto de verificar el cumplimiento de dichos requisitos. En
la acreditación, los auditores tienen como misión fundamental verificar la competencia
técnica del personal y la disponibilidad de todos los recursos técnicos necesarios para
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 773
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774 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 775
N om enclatura y unidades
La conveniencia de normalizar la forma de expresar los exámenes de propiedades bio
lógicas efectuados en el laboratorio clínico, así como las unidades en las cuales son ex
presadas ha dado lugar a diversas recomendaciones internacionales. La nomenclatura
recomendada internacionalmente parte de unos conceptos metrológicos básicos, incluido
el concepto de propiedad, y unas reglas sintácticas simples. La nomenclatura sistemática de
cualquier propiedad biológica requiere la descripción del sistema en estudio (p. ej., plasma,
sangre, médula ósea), del componente considerado (p. ej., fibrinógeno, hemoglobina,
mielocitos) y del tipo de propiedad (p. ej., concentración de sustancia, fracción de número)
y, cuando es necesario, alguna especificación de cada uno de estos tres elementos. Fijando
la ordenación de estos elementos junto con el resultado del examen de laboratorio, se
forma un sintagma que describe la propiedad biológica y el resultado obtenido.
La sintaxis recomendada internacionalmente incluye los siguientes elementos, dis
puestos de izquierda a derecha:
1. Nombre o símbolo del sistema y, si es necesario, se añade, entre paréntesis y sin
dejar ningún espacio, una especificación [p. ej., Cls (MOs) que significa «células
de la médula ósea»] (tabla 25-1).
2. Sin dejar ningún espacio, se escribe un guión largo o dos guiones cortos (- -). Se
escribe siguiendo la nomenclatura internacional y utilizando mayúsculas para la
primera letra, el nombre completo del componente; cuando es necesario se añade
una especificación entre paréntesis y sin dejar ningún espacio [p. ej., mielocitos
(neutrófilos)].
3. Sin dejar ningún espacio, se escribe un punto y coma.
4. Después del punto y coma, dejando un espacio, se escribe el nombre o la abrevia
tura del tipo de propiedad añadiendo, entre paréntesis y sin dejar ningún espacio,
las especificaciones necesarias, como el procedimiento de medición [p. ej., tiempo
rel.(INR; IRP 67/40)], el material de referencia respecto al cual el resultado es
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776 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
trazable [p. ej., c.subst.arb.(IS 83/505) ], o la escala de valores posibles, que siempre
debe acompañar el tipo de propiedad de concentración arbitraria [p. ej., c.arb.(0 1),
c.arb. (microscopía; 0 12), c.arb. (microscopía; ausentes, escasos, abundantes)].
5. A continuación, se dejan uno o más espacios y se escribe el operador relacional
correspondiente.
6. Finalmente, se dejan uno o más espacios y se escribe el resultado del examen de
laboratorio. Cuando el tipo de propiedad así lo requiera, se añade la unidad del
sistema internacional de unidades, o la unidad arbitraria, correspondiente; el
signo decimal debe de ser siempre una coma.
Esta sintaxis permite denom inar según un mismo principio todas las propiedades
biológicas examinadas en el laboratorio clínico. Los resultados de los exámenes de
laboratorio clínico pueden pertenecer a una escala nominal (p. ej., el nombre de un grupo
sanguíneo), a una escala ordinal (p. ej., cualquier valor ordinal o semicuantitativo) y a
una escala de razón o de diferencias (números racionales).
El resultado de medición de una propiedad cuantitativa (magnitud) particular se
expresa mediante un valor numérico que multiplica una unidad de medición. La descrip
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 777
ción de este valor numérico debe seguir las normas internacionales para la escritura de
los números. Las unidades recomendadas son las del sistema internacional de unidades
(tablas 25-2 y 25-3), aunque en algunos casos, debido a la falta del total conocimiento
de las entidades moleculares en estudio se ha de recurrir a unidades arbitrarias.
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778 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
Valores de referencia
La interpretación del resultado de la medición de una m agnitud hematológica debe
basarse en unos valores de referencia con los que tiene que compararse. Así, un «valor
de referencia» es el valor de una magnitud biológica particular correspondiente a un
individuo de referencia. Habitualmente se consideran individuos de referencia aque
llos que no presentan ninguna patología conocida. Por ello, en hematología, como en
cualquier otra disciplina del laboratorio clínico, es de gran importancia establecer, para
cada magnitud analizada, el intervalo de valores de referencia, o sea, el margen dentro
del cual un valor observado puede corresponder a un individuo sano.
El organismo humano está sujeto a numerosas variaciones, debidas tanto a su propia
fisiología como a diferencias genéticas, a la presencia de enfermedades o de los llamados
factores ambientales (variabilidad biológica individual y colectiva). La interpretación
de los valores atribuidos a las magnitudes hematológicas requiere, por tanto, conocer la
influencia de estas variaciones, tanto desde el punto de vista individual como colectivo, y
sobre la base de ello disponer de datos fiables con los que poder comparar los obtenidos
tanto en condiciones de salud como de enfermedad.
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 779
1. Individuos de referencia
constituyen una
2. Población de referencia
de la que se selecciona
3. Una muestra de referencia
en la que se determinan
4. Los valores de referencia
de los que se obtiene una
5. Distribución de referencia
de la que se calculan
6. Los límites de referencia
que permiten definir
7. El intervalo de referencia
que puede ser comparado con
8. Valores observados en un individuo
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780 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
• Alcoholismo
• Alteraciones de la presión arterial
• Drogodependencia
• Ejercicio intenso
• Embarazo
• Enfermedad reciente:
• Hospitalización
• Intervención quirúrgica
• Transfusión
• Estado tensional (estrés psicológico)
• Factores ambientales
• Factores genéticos
• Factores profesionales
• Ingesta de anticonceptivos orales
• Menopausia
• Menstruación reciente
• Obesidad
• Tabaquismo
ellas que presentan una distribución asimétrica y que, por ello, requieren un tratamiento
estadístico diferente al de una distribución gaussiana.
Los valores de referencia obtenidos a partir de un individuo o un grupo de individuos
solo tienen significado si existe una definición previa de los mismos y de los métodos
empleados para su medición. Por ello, en la obtención de los valores de referencia deben
tenerse muy en cuenta los factores siguientes:
• La correcta definición de la población de referencia en relación con la edad, el sexo,
el grupo étnico, los factores genéticos, fisiológicos, socioeconómicos y ambientales,
y los criterios de exclusión (cuadro 25-3).
• Las variables preanalíticas dependientes del procedimiento empleado para la recogi
da de los especímenes, que incluyen la preparación del individuo (factores biológicos)
y los aspectos metodológicos relacionados con la técnica de la extracción (punción
venosa o capilar), el transporte y la manipulación de la muestra (cuadro 25-4).
B iológicas
• H em odinám icas
• Inducción enzim ática
• Lesión celular
• M etabólicas
M e to d o ló g ic a s
• Extracción de la m uestra
• M anipulación de la m uestra
• T ransporte de la m uestra
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 781
• Las variables analíticas dependientes del método analítico empleado. Estas incluyen
detalles sobre su precisión, sensibilidad y exactitud, y hacen énfasis en las variaciones
a largo plazo en el caso de que la población o los individuos sean estudiados durante
un largo período de tiempo.
Como los intervalos de los valores de referencia dependen de los factores citados, cada
laboratorio deberá informarlos junto con los resultados para posibilitar u na correcta
interpretación de los mismos.
LECTURAS RECOMENDADAS
European Committee for Standardization. Medical informatics - Expression o f the results of
m easurement in health sciences (ENV 12435). Bruselas: CEN; 1996.
European Committee for Standardization. Medical informatics. Structure for nomenclature,
classification, and coding of properties in clinical laboratory sciences (ENV 1614). Bruselas:
CEN; 1995. International Union o f Pure and Applied Chemistry.
Fuentes-Arderiu X, Miró-Balagué J. International U nion o f Pure and Applied Chemistry,
International Federation o f Clinical Chemistry. C om pendium o f terminology and nomenclature
of properties in clinical laboratory sciences. The Silver Book. Oxford: Blackwell; 1995. p. 69.
International Committee for Estandarización in Haematology, International Federation
of Clinical Chemistry, World Association o f (Anatomic and Clinical) Pathology Societies.
Recommendations for use o f SI in clinical laboratory measurements. Brit J Haematol
1972;23:787.
International Federation of Clinical Chemistry. Properties and units in the clinical laboratory
sciences-I. Syntax and semantic rules (Recommendations 1995). Pure Appl Chem 1995;67:1563-74.
International Organization for Standardization. Quantities and units. ISO Standards H andbook 2.
Ginebra: ISO; 1993.
International U nion o f Pure and Applied Chemistry, International Federation o f Clinical Chemistry.
Compendium of terminology and nomenclature o f properties in clinical laboratory sciences.
The Silver Book. Oxford: Blackwell; 1995.
International U nion o f Pure and Applied Chemistry, International Federation o f Clinical Chemistry.
Properties and units in the clinical laboratory sciences-II. Kinds-of-properties. Eur J Clin Chem
Clin Biochem 1997;35:317-44.
Organización M undial de la Salud. Las unidades SI para los profesionales de la salud. Ginebra:
OMS; 1980.
Vives Corrons JL. Quality Assurance. En: Bain B, Bates I, Laffan M, Lewis M editors. Dacie and Lewis
Practical Haematology. 11th ed. Philadelphia: Churchill Livingstone/Elsevier; 2012. p. 587-602.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 7 8 1 .e l
Autoevaluación
1. La mayoría de los errores que se producen en la realización de los análisis hematológicos
ocurren:
(a) En la fase preanalítica.
(b) A causa de errores instrumentales.
(c) Por mal estado de los reactivos.
(d) Por fallos en el sistema informático.
(e) En el turno de noche.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: en la actualidad, gracias a los avances en la instrumentación y la informática,
la fase preanalítica es la que origina m ás de un 60% de los errores.
2. El control interno de la calidad implica que los materiales de control se analicen:
(a) Cada mes.
(b) Cada semana.
(c) En días alternos.
(d) En cada serie analítica.
(e) Cada hora.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: para poder dar validez a los resultados de las mediciones, cada serie requiere
el análisis de los controles internos establecidos en el procedimiento.
3. La medición de los resultados de las magnitudes bioquímicas está sujeta a dos fuentes de
error:
(a) Sistemático y aleatorio.
(b) Directo e indirecto.
(c) Instrumental y manual.
(d) Positivo y negativo.
(e) Real y virtual.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: se reconocen dos fuentes de error. El error sistemático se reproduce en cada
medición y, en caso de ser conocido, puede compensarse aplicando un cálculo al resultado. El
error aleatorio, en cambio, es imprevisible.
4. Los valores de una serie de análisis no pueden ser, en principio, aceptados cuando el resultado
de la medición un material de control es:
(a) > 2x.
(b) < x - 2 D S .
(c) <5/2.
(d) > x + 3DS.
(e) > x + 2DS.
Respuesta correcta: d.
Respuesta razonada: cuando el resultado del control excede la media más tres desviaciones
estándar o no llega a la media menos tres desviaciones estándar, se vulnera la prim era regla de
control y la serie debe ser rechazada.
5. El algoritmo de Bull:
(a) Sirve para calcular la media y la desviación estándar de los resultados de medición de
los controles.
(b) Pone de manifiesto el error aleatorio de u n sistema de medida.
(c) Permite el control interno de la calidad utilizando los valores de los propios pacientes.
(d) Se utiliza preferentemente para el control de calidad de los análisis de plaquetas.
(e) Se utiliza preferentemente para el control de calidad de los análisis de leucocitos.
Respuesta correcta: c.
Respuesta razonada: la media de una serie de análisis en 20 o más pacientes se considera estable
para los índices eritrocíticos, y una desviación superior al 2% de la media ponderada de Bull
implica una desviación de la estabilidad del sistema analítico.
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78 1 .e2 Manual de técnicas de laboratorio en hematología
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Capítulo 25 La calidad en e l laboratorio de hematología 7 8 1 .e 3
(d) Individuos cuya edad está comprendida entre los 20 y los 30 años.
(e) Todos los pacientes a los que se les practica análisis en un centro de medicina preventiva.
Respuesta correcta: a.
Respuesta razonada: una población de referencia está constituida p o r individuos con unas
características bien definidas, como puede ser la de aquellos en los que no se manifiesta ninguna
enfermedad que tenga influencia en los valores de las magnitudes estudiadas. En este caso, se
trataría de una población de referencia cuyo intervalo de valores de referencia sería el fisiológico.
No obstante, tam bién podría tratarse de pacientes que están en una determinada fase de una
enfermedad.
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Indice alfabético
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786 ín dice alfabético
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ín dice alfabético 789
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790 ín dice alfabético
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ín dice alfabético 791
Romanowsky, tinción, 65,70 crónicos, 79,353 S|3-talasemia, 460
panóptica, 46 tipo mielofibrosis idiopática, Tapón
377 hemostático, 666
s mieloproliferativos/ plaquetario, 666
Sahli, método, 166 mielodisplásicos T a qm an
Sanger clasificación de la OMS, 354 sistema, 334
método, 417,734 p-talasémicos, 457 sondas, 733,735
secuenciación, 414,418,428 Síntesis Technicon, 126
cebadores usados, 422,423 de hemoglobina, 369 Tecnología VCS, 136
Schiff, ácido peryódico (PAS), 253 in vitro de cadenas de globina, 484 Tejido
Schilling, prueba, 437,439,451 aminoácidos empleados, 485 hematopoyético, 30
Secuestro Sistema evolución con la edad, 31
de los eritrocitos marcados antioxidante eritrocitario, 542 linfoide, 32
con 5lCr, 199 fibrinolítico, 687 relacionado con mucosas, 34
esplénico, 198 hematopoyético, 32,33 Telómeros, 288
Sediplast®, 183 informático del laboratorio Test
Serie (SIL), 143 de hemólisis en glicerol
eritropoyética, 40 internacional (SI), 777 acidificado, 514
linfoide B, 43 linfoide, 32 de inmunofluorescencia de
linfoide T, 44 monocular fagocítico, 158 granulocitos (GIFT), 654
megacariocítica, 42 mononuclear fagocítico, 394 T h erm u s aquaticus, 327
monocítica, 38 Rh, 625 Thoma, retículo, 107
Seudo-Pelger-Huet, anomalía, 346 vascular, 1 Tiempo
Seudohiperpotasemia, 506 SLC1 i A2, gen, 432 máximo de conservación de la
Seudoplaquetopenia, 144 Sobrecarga férrica, 399,403 sangre total, 15
Sézary, enfermedad, 87 Sociedad Española de de obturación (TO), 692,693
Shewhart, reglas, 760 Hematología, 338 de protrombina, 701
S h o rt ta n d e m repeats. Véase Sociedad Internacional de de reptilasa, 704
Microsatélites Laboratorio de Hematología de sangría, 692
S ide scatter,274 (ISLH), 59 de trombina, 704
Sideremia, 397 Solución de luminol en ácido de tromboplastina parcial
Sideroblastos, 40 bórico, 240 activada, 703,708
en anillo, 370,396,397 Sondas Timo, 32
Sigma Diagnostics Kit, 247 centroméricas, 307 Timocitos, 44
Silver green, 334 de secuencia única, 308 Tinción, 65
Símbolos internacionales de tipo FRET, 731 con azul de toluidina, 49
los sistemas biológicos, 776 Sórensen, tampón, 315 Tornillo macrométrico, 95
Síndrome(s) Stem -cell, 30 Torniquete, 9,10
hipereosinofílico, 78 Stokes, ley, 179 Toxoplasm a gondii, 750
de hiperferritinemia Streptococcus pneum oniae, 454,600 Toxoplasmosis, 750
con cataratas (HHCS), Sulfohemoglobina, 173 Transcetolasa (TK), 572
427 Supervivencia eritrocitaria, 195,198 Transferrina, 391,393
de inmunodeficiencia Susceptometría magnética, 413 capacidad e índice de
adquirida, 85 Sustratos cromogénicos, 699 saturación, 400
linfoproliferativos Sysmex, 127 índice de saturación, 412
crónicos (SLPC), 269,272, sistemas, 136 receptor soluble, 404
300 Translocaciones complejas, 291
de línea T, 272 T Transporte transmembranoso de
maduros, 355 Talasemia(s), 395,452,456 Na+ y K+, 530
mielodisplásicos (SMD), 296, detección en adultos, 478 Trasplante de progenitores
345,349 a-talasemia, 458,460,492 hematopoyéticos
clasificación de la OMS, 350 deleciones, 495 con incompatibilidad ABO
criterios diagnósticos, 350 reacciones paralelas de PCR, 493 mayor, 593
lesiones moleculares, 351 (3-talasemia, 457,490 Trastornos hemorrágicos, 691
mieloproliferativo(s), 349 diagnóstico molecular, 489 Tricoleucemia, 87
clasificación, 351 mayor, 456 Triosa fosfato isomerasa (TPI), 559
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792 ín dice alfabético
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Atlas de citología básica para el laboratorio
clínico
F IG U R A 1. Sangre periférica
norm al con presencia de un
polinuclear neutrófilo, un linfocito,
hem atíes y plaquetas.
F IG U R A 2. Polinuclear neutrófilo.
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Atlas de citología básica para el laboratorio clínico
F IG U R A 6. Polinucleares eosinófilos.
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e4 Atlas de citología básica para el laboratorio clínico
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FIGU RA 8. Linfocito.
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FIGU RA 19. Eritrocito normal observado mediante microscopio electrónico de barrido y eritrocitos
deshidratados en un caso de xerocitosis hereditaria (“en silla de montar”).
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FIGU RA 20. Reticulocitos teñidos con azul de cresilo brillante (arriba) y macrocitos policromáticos tal
como se observan mediante la coloración de May Grunwad Giemsa (abajo).
F IG U R A 2 3 . Esferocitosis hereditaria.
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FIGU RA 24. Microesferocitosis con policromasia y punteado basófilo en un paciente con anemia
hemolítica intensa de origen autoinmune (AHAI).
FIGU RA 25. Esquistocitos (hematíes fragmentados) en un paciente con síndrome hemolítico urémico
(SHU).
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FIGURA 32. Eritrocitos observados en suspensión a n glutaraldehído y filtro interferencial para apreciar las
vacuolas superficiales (“pits”), cuya presencia indica un mala calidad de la función esplénica o una esplenectomía.
FIGU RA 33. Hematíes en diana o dianocitos (target cells) en un paciente con hemoglobinopatía C
homocigota, intensa esplenomegalia y síndrome hemolítico moderado.
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FIGU RA 34. Formas asexuadas del parásito Plasmodiumfalciparum.
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FIGU RA 37. Leucemia linfática crónica (LLC). Predominio de linfocitos de aspecto maduro y presencia
de sombras nucleares de Gumprecht.
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FIGU RA 40. Células plasmáticas en sangre periférica de un paciente afecto de gammapatía monoclonal
de tipo mieloma múltiple (MM).
FIGU RA 41. Mieloma múltiple. Imagen característica de los hematíes con tendencia a agregarse “en pilas
de monedas”.
Atlas de citología básica para el laboratorio clínico
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FIGU RA 42. Células linfoides características del Síndrome de Sezary en las que se aprecia un plegamiento
especial de la cromatina nuclear que le confiere un aspecto cerebriforme (I).
FIGU RA 43. Células linfoides características del Síndrome de Sezary en las que se aprecia un plegamiento
especial de la cromatina nuclear que le confiere un aspecto cerebriforme (II).
e22 Atlas de d to lo g ia básica para el laboratorio clínico
FIG U RA 48. Leucemia aguda mieloblástica (LAM). Algunas de las células (líneas inferiores) muestra un
“bastón de Auer” (marcador mieloide) (II).
FIGU RA 49. Leucemia aguda promielocítica (LAP). La mayoría de las células muestran abundantes
bastones de Auer formando haces de astillas.
Atlas de citología básica para el laboratorio clínico e 25
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FIGURA 52. Eritroeleucemia (LAM6). Medula ósea e imagen de sangre periférica (imagen inferior derecha).
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