Embargo
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(Carrera de Derecho)
Asignatura:
Derecho procesal civil 3
Tema:
Los incidentes del embargo inmobiliario
(Trabajo Final)
Facilitador:(a)
Participante(s): Matricula(s):
Félix acosta Sánchez 11-2376
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………..…1
1.2 Las Vías de Recursos Contra las Decisiones de los Incidentes del
Embargo Inmobiliario……………………………………….....………………..........7
La Falsa Subasta……………………………………………………………………….21
Condiciones de la falsa subasta…………………………………………………….22
El Embargado…………………………………………………………………………23
CONCLUSIONES……………………………………………………………………….24
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………........25
INTRODUCCIÓN
El embargo inmobiliario mana desde los tiempos remotos hasta la actualidad en que se ha
considerado la propiedad inmobiliaria como una de las más apreciadas del hombre,
codiciadas por muchos y también usadas por otros como medio de negocio. Desde
entonces los incidentes constituyen, una gran herramienta a los fines de garantizar los
derechos de unos y al mismo tiempo evitar la lesión de otros.
Conocer sobre los diversos conceptos de los embargos inmobiliarios y cuáles son sus
diversos incidentes.
Objetivos Específicos
Los incidentes del embargo inmobiliario son siete, los podemos encontrar en el Código de
Procedimiento Civil en los artículos 718 y siguientes. Podemos definir lo que es incidente
de embargo inmobiliario como toda contestación sobre el procedimiento o forma del
procedimiento o fondo del derecho que surge en ocasión de un embargo inmobiliario y
que puede afectar su desarrollo o desenlace, esta definición es la que se identifica con la
corriente extensiva, por otra parte ni el código procesal civil dominicano ni francés no
define los incidentes de este, sino que obra de la doctrina dominicana y francesa.
Los rasgos que se destacan en este procedimiento rápido, son los siguientes:
1) Todos los incidentes deben someterse y conocer por el mismo tribunal apoderado del
embargo. Esta regla sencilla resuelve el problema referente a la competencia en materia
de incidentes del embargo inmobiliario, en razón de la materia como la relativa a la
jurisdicción o territorio.
La demanda debe contener los medios, las conclusiones y el depósito de los documentos
en secretaría. Así debería ser todo procedimiento. La demanda, además, debe contener
llamamiento a audiencia a no más de ocho días y no menos de tres, todo a pena de
nulidad.
El artículo 718 del Código de Procedimiento Civil prescribe las reglas generales referentes
a los plazos que deben observarse al momento de formular una demanda incidental, es
bastante claro el Código cuando expresa que la instancia debe contener llamamiento a
audiencia a no más de ocho días francos ni menos de tres, todo a pena de nulidad. Pero
esta regla general no es aplicable a todos los incidentes, aun cuando ha sido trazada con
ese fin, esto tiene su explicación dada la particularidad que poseen algunos de los
incidentes posibles en el curso de un procedimiento de embargo inmobiliario.
1.3 Las Vías de Recursos Contra las Decisiones de los Incidentes del
Embargo Inmobiliario
Los artículos 730 y 731 el Código de Procedimiento Civil, revelan el límite estrecho del
recurso de la apelación y su procedencia o no procedencia. Sin embargo, estos textos son
de un laconismo desesperante. Más bien, son mudos en relación a ciertas circunstancias
que hacen posible la apelación, según se entiende: medios de fondo sacados de la
incapacidad de una de las partes; de la propiedad; de la inembargabilidad o inajenabilidad
de los bienes embargados. Cerrar la vía en estos casos sería el colmo.
La Suprema Corte ha dicho que “la prohibición establecida por el artículo 730, tiende a
evitar los recursos mediante los cuales se impugnan las sentencias, sean utilizados con
fines puramente dilatorios del procedimiento, que por tanto, dicha disposición legal es de
orden público y el medio de inadmisión que de ella se desprende, debe suplirse de oficio.
En los casos en los cuales se abre la puerta de la apelación, la misma se sujeta a reglas
especiales, siempre en aras de la celeridad: el plazo es de diez días; el punto de partida
es la notificación al abogado; si no lo ha constituido será desde el día de la notificación a
persona o domicilio real o de elección.
El aumenta opera cuando hay demanda en distracción, a razón de un día por cada veinte
kilómetros. Finalmente: la corte apoderada del recurso debe fallar en el término de quince
días.
Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia ha dicho que el plazo de quince días
establecido por el artículo 731 del Código de Procedimiento Civil, es un plazo puramente
indicativo, cuya expiración no entraña ninguna caducidad.
El primer caso posible es cuando hay un solo deudor y muchos acreedores. Estos traban
embargos inmobiliarios sobre diferentes inmuebles del deudor. En la medida de lo posible
conviene reunir todos estos embargos en uno solo, bajo la conducción del mismo
acreedor persiguiente. La finalidad es evitar gastos y complicaciones innecesarios. El
concurso de embargos puede originar cuatro combinaciones posibles: 1) Dos embargos
sobre los mismos inmuebles; 2) Un segundo embargo más amplio que el primero; 3)
Segundo embargo sobre bienes diferentes a los de un embargo perseguido ante el mismo
tribunal y 4) Segundo embargo sobre los bienes diferentes de los comprendidos en el
primero, los cuales no están situados en la misma circunscripción del conservador de
hipotecas.
Se ha visto que los acreedores inscritos pueden hacer sus observaciones y decir es al
pliego de cargas, clausula y condiciones, y que tienen un papel accesorio en relación al
embargo inmobiliario.
Cuando la negligencia es tal que los actos se realizan con extrema lentitud, se puede
presumir un abandono de las persecuciones, que justifica, de modo evidente, la
subrogación en las persecuciones.
La subrogación es pronunciada por el tribunal, por lo que nadie puede, por sí mismo,
considerarse que se ha subrogado en las persecuciones, cualesquiera que sean las
causas que se puedan invocar.
La subrogación sólo puede ser solicitada por un acreedor embargante con posterioridad al
primer embargo. La jurisprudencia admite que quien desea subrogarse en las
persecuciones debe, con ocho días de anticipación, notificar al acreedor persiguiente y a
los demás embargantes anteriores, una intimación para que se continúe la persecución.
Se admite, además, que no es necesario poner en causa al embargado.
El artículo 25 de la ley 2914 del 21 de Junio de 1890 y el artículo 197 de la ley 1542 sobre
Registro de Tierras, permiten respectivamente al Conservador de Hipotecas y al
Registrador de Títulos, proceder a dicha radiación.
Quienes pueden pedir la radiación del embargo: Cuando una persona ha trabado un
embargo, inmobiliario, requerirá la transcripción o inscripción según la distinción tantas
veces señalada de si se trata de inmuebles no registrados o registrados. Antes del
depósito del pliego de condiciones, el persiguiente y el embargado pueden llegar a un
acuerdo amigable y el primero puede solicitar la radiación del embargo. Este es el caso de
radiación amigable, al cual se hace referencia antes.
El persiguiente tiene que solicitar la lista de los acreedores inscritos, para hacerlos constar
en el pliego y después que deposita el pliego, debe notificar a tales acreedores inscritos el
susodicho depósito con la intimación a que hagan sus observaciones al pliego. Después
de esta notificación hecha a los acreedores inscritos, el embargo no puede ser radiado
por un simple acuerdo entre el ejecutante y el embargado. En esta situación se debe tener
presente lo que expresa el artículo 693 del Código de Procedimiento Civil: Desde el día de
esta notificación no se podrá ya cancelar el embargo sino con el consentimiento de los
acreedores inscritos o en virtud de sentencia pronunciada contra ellos.
Realmente, no es que no se pueda cancelar el embargo, sino que los acreedores
hipotecarios y privilegiados inscritos deben dar su anuencia, si ya se les ha denunciado el
depósito del pliego en la secretaría del tribunal.
El día de la audiencia de la lectura del pliego nadie se presenta a dicha audiencia. ¿Debe
el juez pasarla? Los textos nada dicen, pero se entiende que se debe pasar dicha
audiencia y fijarse el día de la adjudicación, con observación del plazo que indica la ley. Si
se supone que el día de la audiencia de adjudicación nadie se presenta. ¿Debe el juez
celebrar dicha audiencia? Ante esta ausencia de partes y de posibles licitadores, ¿debe el
juez declarar adjudicatario al persiguiente, por el precio de la adjudicación? La letra del
artículo 693 del Código de Procedimiento Civil parece inclinarse por la afirmativa, pero se
nota en esta situación un papel muy activo del tribunal, en un asunto de puro interés
privado entre persiguiente, embargado y acreedores inscritos.
Se está ahora frente a una verdadera perención que la ley dominicana, parece dejar al
derecho común de los tres años de la perención de una instancia.
1.7 La Demanda en Distracción
La doctrina pone como ejemplo el caso del tercero detentador perseguido por acreedores
hipotecarios que han comprometido en el embargo bienes que este tercero no había
adquirido del deudor, o aun el caso del deudor embargado que alega la inembargabilidad
de uno de sus inmuebles y quiere hacerlo retirar del embargo.
Por ejemplo el caso de la mujer dotal perseguida por uno de sus acreedores. En todos
estos casos, hay nulidad del embargo.
La demanda en resolución, incoada por el vendedor no pagado en la forma y plazos
indicados en el artículo 692 del Código de Procedimiento Civil, está sometida al
procedimiento aplicable en la demanda en distracción.
El artículo 726 del Código de Procedimiento Civil establece que la demanda en distracción
debe enunciar los títulos que la justifican, los cuales se depositarán en secretaría y
contendrá además la copia del acta de este depósito. Cuando se tratare de embargo
trabado por virtud de ejecución de una hipoteca convencional o de ejecución de un
privilegio, el demandante en distracción deberá, depositar en secretaría, una suma en
efectivo o en un cheque certificado de una institución bancaria domiciliada en la
República, que sea por lo menos de un valor igual a las dos quintas partes de aquellas
por las cuales se lleva a cabo el embargo. Sin embargo, el tribunal podrá dispensar la
distracción de esta fianza en los casos en que estime que se trata de una demanda seria.
No se admitirán demandas en distracción cuando el embargo hubiere sido trabado sobre
terrenos registrados o sus mejoras.
En efecto, el artículo 727 del Código de Procedimiento Civil establece que siempre que la
distracción pedida no sea sino de una parte de los objetos embargados, se continuará, no
obstante esta demanda, el procedimiento para la adjudicación del exceso de los objetos
embargados; pudiendo, empero, los jueces ordenar se suspenda en cuanto al todo, a
pedimento de las partes interesadas.
Este plazo se aumentará un día por cada veinte kilómetros. Cuando hubiere lugar a
apelación, la corte fallará en el término de quince días.
El citado artículo 715 del Código de Procedimiento Civil indica que ninguna nulidad podrá
ser pronunciada en los casos en que ajuicio del tribunal no se lesionare el derecho de
defensa. Se entiende que la máxima: no hay nulidad sin agravio, debe aplicarse en caso
de nulidad de embargo inmobiliario.
El régimen de las nulidades a que se refieren los artículos 35 al 43 de la ley 834 de 1978,
debe aplicarse aun tratándose de las nulidades que afectan a los embargos inmobiliarios,
dado el carácter que rige el sistema de nulidades de dicha ley. Ninguna nulidad puede ser
pronunciada en los casos en que, a juicio del tribunal, no se lesionare el derecho de
defensa.
El artículo 715 del Código de Procedimiento Civil indica los casos precisos en que se
consideran lesivos al derecho de defensa. Todos los actos a que se refiere dicho artículo
son los que deben ser cumplidos por el persiguiente, pero no a los relativos a una acción
que constituye un incidente del embargo inmobiliario, regulado por el artículo 728 del
Código de Procedimiento Civil, el cual establece el procedimiento que debe seguirse
cuando los medios de nulidad, tanto de forma como de fondo, han sido propuestos antes
de la lectura del pliego. En la enunciación que hace el artículo 715, no se incluyen los
artículos 718 y 728 del Código de Procedimiento Civil.
En este orden de ideas, los tribunales pueden considerar regularizadas las actuaciones
del embargante. La diferencia entre nulidades de forma y de fondo, a que se refieren los
artículos citados de la ley 834 de 1978, debe aplicarse y tomarse en cuenta, en esta
materia que se está examinando.
De manera particular, se entiende que también tiene aplicación el artículo 38 de la ley 834
de 1978, el cual establece que la nulidad quedará cubierta mediante la regularización
ulterior del acto si ninguna caducidad ha intervenido y si la regularización no deja subsistir
ningún agravio.
A pesar de cuanto se acaba de expresar, se les niega a ciertos interesados el derecho de
invocar las nulidades a que se refieren los textos legales. La primera restricción se aplica
al autor mismo de la nulidad, quien casi siempre será el persiguiente. Parece de evidente
moralidad que él no pueda prevalerse de la irregularidad en la que él mismo incurre.
Una segunda restricción afecta al adjudicatario, ya que él no es parte del embargo y
también porque es conveniente no abrirle las puertas para que posteriormente venga a
tratar de anular lo que no había rechazado.
Es por eso que se argumenta que él no puede denunciar la puja ulterior, a fin de hacer
desaparecer la primera adjudicación. El artículo 715 del Código de Procedimiento Civil,
enumera algunas formalidades lesivas al derecho de defensa, como son: la falta de
notificación del embargo, la no transcripción del mismo, la omisión o falta de notificación
de un acto, en los términos y plazos que determine la ley.
La demanda en nulidad debe ser intentada por acto de abogado a abogado, a pena de
nulidad. De conformidad con el artículo 728 del Código de Procedimiento Civil: Los
medios de nulidad, de forma o de fondo, contra el procedimiento que preceda a la lectura
del pliego de condiciones, deberán ser propuestos, a pena de caducidad, diez días a lo
menos, antes del señalado para la lectura del pliego de condiciones. Estos medios serán
fallados a más tardar el día designado para la lectura del pliego.
El artículo 729 del Código de Procedimiento Civil expresa que los medios de nulidad
contra el procedimiento posterior a la lectura del pliego, deberán ser propuestos, a pena
de caducidad, ocho días a mas tardar después de publicado por primera vez en un
periódico el extracto de que trata el artículo 696 del Código de Procedimiento Civil.
Por lo dicho anteriormente, las nulidades que afectan al embargo inmobiliario, están
separadas por una barrera al parecer infranqueable: nulidades antes de la audiencia de la
lectura del pliego y nulidades después de la audiencia de la lectura del pliego.
Nulidades antes de la lectura del pliego: Estas nulidades deben presentarse diez días,
al lo menos, antes del día señalado para la lectura del pliego de condiciones, conforme
expresa el artículo 728 del Código de Procedimiento Civil.
Propuesta la nulidad dentro del plazo que antes se ha indicado, la audiencia tendrá lugar
dentro de un plazo franco no menor de tres días ni mayor de cinco. La nulidad puede ser
fallada de inmediato o a más tardar el día en que tendrá lugar la lectura del pliego. Si la
nulidad es rechazada, el procedimiento sigue su curso, a menos que sea suspendido por
el ejercicio del derecho a la apelación.
Pero que no se olvide que el artículo 730 del Código de Procedimiento Civil, prohíbe todo
recurso en las sentencias sobre nulidades del procedimiento anteriores a la publicación
del pliego y la disposición de este artículo tiene un alcance general prohibitivo de todo
recurso aun cuando se trate de sentencias definitivas así como interlocutorias.19 Si la
nulidad es admitida, habrá que distinguir entre nulidad de forma y de fondo. Porque si la
nulidad es de forma, la persecución es continuada a partir del último acto válido. Es decir,
que la totalidad del procedimiento anterior no tiene que derrumbarse.
Sólo el acto anulado se cae y con este los actos posteriores, pero los actos anteriores
conservan su validez. Como en materia de embargo inmobiliario todo parece sujeto a
plazos, estos comienzan a correr a partir de la notificación de la sentencia intervenida en
ocasión de la nulidad. Cuando la nulidad es de fondo, todo el procedimiento se derrumba
y se hace imposible comenzar otro.
Cuáles nulidades son de fondo: Conviene señalar cuáles nulidades, entre otras, son de
fondo. El derecho de oponerlas está sometido a la misma caducidad que las nulidades de
forma, porque la ley no hace distinción al respecto. Pero no es necesario probar agravio si
la nulidad invocada es de fondo, como ocurre en caso de nulidad de forma. Lo que se
acaba de afirmar es muy importante, porque un tercero que ha adquirido un inmueble
hipotecado, puede ser embargado por parte de los acreedores hipotecarios, y este
embargado permite que se incluya en el embargo, un inmueble que él no había obtenido
del deudor y no había sido hipotecado a la deuda.
Si era extraño al embargo, tendría derecho a una demanda en distracción; pero como él
se encuentra en tanto que embargado, parte en el procedimiento, él no puede hacer valer
su pretensión sino bajo la forma de una demanda en nulidad.
Si este individuo no interpone su demanda dentro del plazo que se ha indicado, su
demanda en nulidad no será recibible; el inmueble, indebidamente embargado, será
válidamente vendido en pública licitación, salvo el derecho del tercero a reclamar, en el
procedimiento del orden, la distracción del precio de la suma a distribuirse.
Hay otra situación que destacan los maestros Vincent y Prévault. Los acreedores de un
esposo equivocadamente comprenden en un embargo un inmueble perteneciente al otro y
sobre el cual había una hipoteca legal o judicial. Este esposo se encuentra siendo parte
En el embargo como acreedor con hipoteca legal y se le habrá hecho la intimación a que
se refiere al artículo 691 del Código de Procedimiento Civil. A partir de ese instante, la
demanda en distracción le está prohibida; él no puede formular su reivindicación sino bajo
forma de una demanda en nulidad afectada por la caducidad en los términos del artículo
728 del Código de Procedimiento Civil.
La caducidad se aplica a todos los medios de nulidad de fondo como de forma, pero hay
una excepción y es cuando el persiguiente no era acreedor. Cualquiera que sea la altura a
la cual se haya llegado, y aún después de la audiencia de la lectura del pliego, el embargo
puede atacarse por demanda en nulidad fundamentada en la falta de derecho del
persiguiente. Sería escandaloso que por el efecto de una caducidad, quien nunca ha sido
acreedor se convierta en propietario del inmueble embargado.
Esta derogación a las reglas de la caducidad debe admitirse. La falta de calidad por parte
del persiguiente no puede proponerse después del plazo del artículo 728 del Código de
Procedimiento Civil.
Nulidades posteriores a la lectura del pliego: En esta eventualidad la nulidad debe ser
de forma. El plazo para proponerla es de ocho días según establece el artículo 729 del
Código Procedimiento Civil. Si se admite la nulidad, el procedimiento debe comenzar de
nuevo, pero si es rechazada, se continúa adelante hasta llegar a subasta.
La parte in fine del artículo 729 del Código de Procedimiento Civil expresa que en caso de
ser admitidos los medios de nulidad el tribunal señalará el nuevo día de la adjudicación y
si se rechazaren los medios de nulidad, se llevará a efecto la subasta y la adjudicación.
De conformidad con el derecho común, la sentencia de adjudicación, como es una
decisión de carácter gracioso y administrativo, puede ser objeto de una acción en nulidad
principal.
La Falsa Subasta
La falsa subasta es un incidente sui generis del embargo inmobiliario. Existe en protección
tanto del embargado como de los acreedores. Hay falsa subasta cuando el adjudicatario
no cumple las condiciones del pliego, por lo que se podría llegar a la reventa del inmueble
a cuenta y riesgos del falso subastador, así como cuando este no paga el precio de la
adjudicación. No parece que se trata de un incidente del embargo; ya que la falsa subasta
va en contra del adjudicatario. La adjudicación parece terminada y la expropiación
consumada. Más que un incidente, es una consecuencia de la adjudicación. Sin embargo,
algunas veces es necesario acudir a la falsa subasta. Parece escandaloso, pero es
conveniente que así suceda.
Así se tiene que, cuando el procedimiento del orden ya está abierto o aun cerrado por el
reglamento definitivo, algunos acreedores tienen imposibilidad de hacerse pagar las
facturas de colocación entregadas ejecución del reglamento, se les hace necesario una
falsa subasta para ganar tiempo.
Condiciones de la falsa subasta: La falsa subasta se origina en la falta del pago del
precio de la adjudicación o la falta de cumplimiento de las condiciones de la venta. En
efecto, el artículo 733 del Código de Procedimiento Civil expresa lo siguiente: Si el
adjudicatario no ejecutare las cláusulas de la adjudicación, se venderá el mueble por falsa
subasta a su cargo.
En realidad, la falsa subasta tiene una sola causa: la inejecución total o parcial de las
condiciones de la adjudicación. Pero también hay que tomar en cuenta lo establecido por
el artículo 750 del Código de Procedimiento Civil: El adjudicatario está obligado a hacer
que se transcriba la sentencia de adjudicación, dentro de los cuarenta y cinco días que
sigan a la fecha de su pronunciamiento, y en caso de apelación, dentro del mismo
término, a contar desde su confirmación, bajo pena de reventa por falsa subasta.
CONCLUSIONES
Según esta hipótesis, queda comprendida como incidente toda demanda que haya tenido
por causa el embargo que se refiera a él directamente y que tenga una influencia
necesaria sobre su marcha o desenlace, constituyendo pues un incidente, toda demanda
introducida por vía principal, con interés de detener el desarrollo del procedimiento de
embargo inmobiliario.
Esta hipótesis, la cual reposa bajo el principio de que un litigante no puede de lograr de
forma indirecta lo que la ley ha prohibido por vía directa deberá ser declarada inadmisible
toda demanda por vía principal introducida en el curso de un embargo inmobiliario cuando
la misma este dirigida a combatir aquellos aspectos de embargo que deben ser
controvertidos por la vía principal. Con la adopción de esta hipótesis se desterraría la
práctica judicial la socorrida recurrencia la vía principal para entorpecer vías de
sobreseimientos, el desenvolvimiento dé las ejecuciones inmobiliarias.
La segunda hipótesis traza que solamente constituyen verdaderos incidentes del embargo
inmobiliario los que están reglamentados por el titulo XIII del Libro V, del Código de
Procedimiento Civil, Art. 718 al 748, enunciando bajo el titulo de incidentes del embargo
inmobiliario ordinario: La acumulación de embargo, La subrogación en las persecuciones,
Demanda en distracción, Demanda en nulidad, La Falsa subasta, Conversión de embargo
en venta voluntaria, La radiación del embargo. Es bueno resaltar que la puja ulterior no
está contenida en la parte referente a incidentales, sino que está regulada por los
artículos 708 y siguientes, lo que no significa que no sea un incidente.
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