Simposio Literario
Simposio Literario
Simposio Literario
SU OBRA
Pero fue más tarde mientras estudiaba derecho en la Universidad Nacional hacia
1947, que tendría las más fuertes y precisas influencias literarias que lo
introducirían en éste mundo, conociendo diversos escritores contemporáneos
gracias a algunos compañeros. Entre aquellas influencias se encuentra a Franz
Kafka, a quien conoce por medio de su gran obra “La Metamorfosis” y despierta en
él el deseo de ser escritor, expresa que “La primera línea casi me tira de la cama,
estaba tan sorprendido. De haberlo sabido, habría empezado a escribir mucho
antes. ”, además de Woolf, Sherezade (De las mil y una noches), e incluso la
Biblia.
Aunque decidido a escribir, su vida como escritor “comenzó a la fuerza”, dice él,
mientras trabajaba como columnista del diario El Espectador, donde Eduardo
Zalamea Borda le publica su primer cuento en el suplemento literario llamado “La
Tercera Resignación”.
Después del “Bogotazo” decide irse para la costa atlántica de nuevo, primero a
Cartagena, donde trabajó en el diario El Universal, y posteriormente a
Barranquilla, donde trabajó como columnista del diario El Heraldo, donde escribía
diariamente en un espacio denominado “La jirafa”, y sus más reconocidos escritos
son “Fastidios del Domingo” y “No era una vaca cualquiera”, los cuales firmaba
bajo el pseudónimo “Septimus”. Tiempo después de escribir sus grandes novelas
y cuentos diría “Mis libros son libros de periodista aunque se vea poco.”, lo que se
ve reflejado en su obra “Relato de un Náufrago”, que publicaría en 1970.
También, hacia 1962 viajó por Cuba, donde tuvo relación con Fidel Castro, hecho
que ha generado cierta polémica acerca del autor, pues mientras algunos lo veían
como cómplice de revoluciones otros como amigo de dictadores y enemigo de la
democracia. Viajó a Venezuela, donde trabajó para la revista Momento y
finalmente México donde en 1965 comienza a escribir su más grande obra “Cien
Años de Soledad”, que estaría terminada en 1966 y finalmente publicada por la
editorial argentina Sudamericana en Buenos Aires en 1967, obra que “Convirtió
este territorio violento y desolado, en un país de ensueño, fabuloso, en el que los
malos son malos a pesar de ellos y en el que la dignidad, la decencia y la poesía
parecen siempre posibles.” dice Héctor Abad Faciolince.