Informe Brundtland - Resumido
Informe Brundtland - Resumido
Informe Brundtland - Resumido
En 1987, el documento Our Common Future (Nuestro futuro común) o, como se lo suele
llamar, el Informe Brundtland, presentó una nueva manera de ver el desarrollo, que se
define como aquel proceso que “satisface las necesidades presentes, sin amenazar la
capacidad de las generaciones futuras de abastecer sus propias necesidades”. A partir de
ahí se empieza a difundir el concepto de desarrollo sostenible.
EL CLIMA EN LA PRENSA
El Informe Brundtland no aparece citado ni una sola vez en la muestra de textos sobre
cambio climático publicados en 50 periódicos brasileños durante el periodo comprendido
desde julio de 2005 a junio de 2007.
En el Informe Brundtlandt también aparecía ya una lista de medidas que tenían que poner
en práctica los Estados, a la vez que definía las metas que se debían alcanzar
internacionalmente, cuyos agentes serían las diferentes instituciones multilaterales. No
obstante, de acuerdo con el profesor de la Universidad de São Paulo, Brasil, Pedro Roberto
Jacobi, en su artículo “Medio ambiente e sustentabilidades" (Medio ambiente y
sostenibilidad), publicado en el libro “Los municipios en el siglo XXI”, “los resultados a
finales de la década de 1980 no han alcanzado ni de lejos las expectativas previstas y se
derivan de lo complejo que resulta establecer y pactar los límites de emisiones o la
protección de la biodiversidad, en especial por parte de los países más desarrollados”.
Entre las medidas que indica el informe constan algunas soluciones que aparecen citadas
más adelante, como la disminución del consumo de energía, el desarrollo de tecnología
para el uso de fuentes energéticas renovables y el aumento de la producción industrial en
los países no industrializados por medio de una tecnología adaptada ecológicamente como
corresponde.
El documento se publicó tras tres años de sucesivas audiencias celebradas con líderes del
gobierno y con el público en general, a los que se entrevistó en todo el mundo sobre
cuestiones relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo. Se realizaron reuniones
abiertas al público, tanto en regiones desarrolladas como en otras en vías de desarrollo, y
este proceso hizo posible que diferentes grupos expresaran sus puntos de vista sobre temas
como agricultura, silvicultura, agua, energía, transferencia de tecnología y desarrollo
sostenible en general.
El libro “Nuestro Futuro Común” (nombre original del Informe Brundtland) fue el
primer intento de eliminar la confrontación entre desarrollo y sostenibilidad.
El propósito de este informe fue encontrar medios prácticos para revertir los
problemas ambientales y de desarrollo del mundo y para lograrlo destinaron tres
años a audiencias públicas y recibieron más de 500 comentarios escritos, que
fueron analizados por científicos y políticos provenientes de 21 países y distintas
ideologías.
Como indica el libro, el trabajo de tantas personas con historia y culturas diferentes
hizo que fuera necesario fortalecer el diálogo, por lo cual el resultado es más de lo
que cualquiera de ellos hubiera conseguido individualmente.Dicho documento
postuló principalmente que la protección ambiental había dejado de ser una tarea
nacional o regional para convertirse en un problema global. Todo el planeta debía
trabajar para revertir la degradación actual.
Señala que el desarrollo dejaba de ser un problema exclusivo de los países que no
lo tenían. Ya no se trataba de que los “pobres” siguieran el camino de los “ricos”.
Como la degradación ambiental es consecuencia tanto de la pobreza como de la
industrialización, ambos debían buscar un nuevo camino.La importancia de este
documento no sólo reside en el hecho de lanzar el concepto de desarrollo sostenible
(o desarrollo sustentable), definido como aquel que satisface las necesidades del
presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones, sino que
este fue incorporado a todos los programas de la ONU y sirvió de eje, por ejemplo,
a la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992.
En defensa de la tesis del desarrollo sostenible, el documento sugiere que los países
adopten medidas de control poblacional, garantizando las necesidades básicas de
salud, educación y vivienda; seguridad alimentaria; acceso al agua potable y el
saneamiento; conservación de la biodiversidad y la reducción del consumo de
combustibles fósiles, incentivando la adopción de fuentes renovables de energía.
El Futuro Común fue la base de todas las discusiones que nortearon la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, en 1992 (Rio 92), dando
origen a importantes documentos que en conjunto han cambiado toda la
perspectiva ambiental hasta entonces desarrollada.