El documento describe el proceso de trabajo único de Pedro Serra como carrocero de automóviles de lujo. Serra diseña y construye las carrocerías directamente sobre la plancha de acero del automóvil, imaginando cambios en lugar de dibujar diseños por adelantado. Esto le permite improvisar sobre la marcha como un modista que ajusta una prenda directamente en el cuerpo. Aunque el negocio de los carroceros tiene más posibilidades de expansión en otros países europeos, Serra continúa su trabajo por una auténtica vocación artí
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El documento describe el proceso de trabajo único de Pedro Serra como carrocero de automóviles de lujo. Serra diseña y construye las carrocerías directamente sobre la plancha de acero del automóvil, imaginando cambios en lugar de dibujar diseños por adelantado. Esto le permite improvisar sobre la marcha como un modista que ajusta una prenda directamente en el cuerpo. Aunque el negocio de los carroceros tiene más posibilidades de expansión en otros países europeos, Serra continúa su trabajo por una auténtica vocación artí
El documento describe el proceso de trabajo único de Pedro Serra como carrocero de automóviles de lujo. Serra diseña y construye las carrocerías directamente sobre la plancha de acero del automóvil, imaginando cambios en lugar de dibujar diseños por adelantado. Esto le permite improvisar sobre la marcha como un modista que ajusta una prenda directamente en el cuerpo. Aunque el negocio de los carroceros tiene más posibilidades de expansión en otros países europeos, Serra continúa su trabajo por una auténtica vocación artí
El documento describe el proceso de trabajo único de Pedro Serra como carrocero de automóviles de lujo. Serra diseña y construye las carrocerías directamente sobre la plancha de acero del automóvil, imaginando cambios en lugar de dibujar diseños por adelantado. Esto le permite improvisar sobre la marcha como un modista que ajusta una prenda directamente en el cuerpo. Aunque el negocio de los carroceros tiene más posibilidades de expansión en otros países europeos, Serra continúa su trabajo por una auténtica vocación artí
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VIERNES, 6 DE ABRIL DE 1973 LA VANGUARDIA ESPAÑOLA
(Viene de la página anterior)
Aproximadamente, estos coches cuestan unas 750,000 pesetas en la versión de Serra, lo que equivale aproxima- damente, a 300.000 más que si fuesen de serie, tal y como salen de fábrica. Pero ese trabajo de alta artesanía, el lujo de pretender un modelo de características únicas, bien va- len tan grande diferencia.
Original forma de trabajo
Como es sabido, la mayoría de los carroceros diseñan una y otra vez sus modelos, los hacen construir luego en madera para apreciar su estampa y aún los retocan una y otra vez antes de realizarlos en plancha, l e pregunto a Pedro Serra si él también lo hace así, con el secreto desig- nio de pedirle a renglón seguido algunos de sus dibujos para ilustrar este trabajó, pero ante mi sorpresa responde: —No, de ninguna manera, dirijo el trabajo sobre la mis- ma plancha, imaginando el efecto de bajar un poco más el capó del coche, o de modificar sus guardabarros, o de va- riar totalmente la parte posterior del vehículo. —En suma, lo lleva usted dibujado en la mente. —Quizá sí; quizá he imaginado algo o voy improvisando sobre la marcha. —Algo así —le digo buscando un símil— como el modis- ta que echa una tela sobre la modelo en paños menores y va señalando dónde hay que efectuar un corte, dónde hacer un pliegue, en qué lugar colocar un adorno... —En efecto, así mismo. Y esa forma de hacer, ajena a toda planificación, creo yo que es la propia de un gran artista que, lo mismo que crea carrocerías, sería capaz de realizar en plancha de acero cualquier otra gran obra.
Posibilidades de la actividad en España
Hablamos del auge de los carroceros de automóviles de turismo en el extranjero y sobre las posibilidades que tiene tal industria en nuestro país. Pedro Serra no se muestra muy optimista al respecto y asevera que los carroceros del resto de Europa trabajan con mecánicas más deportivas y con una numerosísima gama de automóviles a su disposi- ción. —¿No podría construirse una carrocería especial para coches medios y aún para vehículos baratos? —Por supuesto, podría hacerse, pero no resultaría eco- nómicamente. """ -—Sin embargo —le recuerdo—, por ejemplo, Bertone presentó en el Salón del Automóvil del pasado año un mo- delo sobre mecánica del «Citroen GS». —Tiene usted razón, pero no acabo de comprender tal proceder, y lo único que se me ocurre es imaginar que lo hizo como promoción. Lo que sí se podría llevar a cabo —como hacen la mayoría de los carroceros— es preparar una corrocería para construirla, por lo menos, en series de un millar de ejemplares. —-¿Por qué no acomete usted tal empresa? —Se precisarían cuantiosas inversiones, nuevos locales, y yo tengo ya otros intereses y otras actividades además de ésta. En realidad sigo aquí —dice señalando al l o c a l - como una especie de «hobby», y ahora no construyo más de cuatro unidades al mes, con la idea de llegar quizás a diez. l o cierto es que Pedro Serra, luchando con dificultades de personal, con la escasez de especialistas y con otros innumerables inconvenientes, no trabaja por «hobby», sino por auténtica vocación. — C. M.