El Sentido Del Olfato

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EL SENTIDO DEL OLFATO

Aunque muchos consideran el olfato como un sentido poco desarrollado en los humanos,
es, no obstante, de gran importancia y complejida.

El sentido del olfato tiene la función de ayudar a que el ser humano se relacione
adecuadamente con su entorno y mantenerlo informado sobre los estímulos olfativos para
procesar e identificar sustancias y objetos.

Si bien es cierto que este no es el sentido más desarrollado del ser humano, en
comparación con otros animales, se afirma que sí es el sentido más »sensible».

Sin embargo, científicos como John McGann, de la Universidad de New Brumswick, en


Canadá, consideran que en muchos aspectos nuestro olfato es más evolucionado que el
de otros animales.

Gracias al sentido del olfato, parte de la identificación de los elementos del entorno es
posible, lo cual contribuye en gran parte a la supervivencia del ser humano, y por ende, a
su bienestar.

Estudios han demostrado que el sentido del olfato es el más viejo de los seres humanos y
el principal para socializar con su entorno.

Tanto al sentido del olfato como al sentido del gusto se les denomina como sentidos
químicos, ya que son quimiorreceptores

LA NARIZ
El órgano exterior que rige el sentido del olfato es la nariz. A través de esta, penetran los
olores. La función de la nariz y el sentido del olfato es doble: captadora o receptora, y
respiratoria.

La forma de la nariz humana está determinada por el hueso etmoides y por el tabique
nasal. Dentro de su anatomía existen dos áreas anatómicas bien diferenciadas: la nariz
externa y la nariz interna.

Anatomía externa de la nariz


La nariz es el organo olfativo y también es parte del sistema respiratorio, Su parte externa
consiste básicamente en un armazón de hueso y cartílago cubierto por músculos muy
finos y a su vez cubierto todo por piel.

La raíz: hace referencia al área que se encuentra entre las cejas.


El puente y dorso: es la zona que va desde la raíz y termina en el ápice, es decir, en lo que
llamaríamos punta de la nariz.
Ápice: punta de la nariz o parte puntiaguda donde finaliza este órgano.
Orificios nasales: son los agujeros por donde entra y sale el aire cuando se respira.
Alas: son los laterales de la nariz, lo que envuelven a las aberturas nasales.
Anatomía interna de la nariz
La nariz interna es parte de sistema olfativo
La nariz interna no es visible en el exterior.

Cavidad nasal. Está compuesta por el etmoides y esfenoides, también llamado techo, que
son huesos del cráneo. Por debajo de la misma se encuentra el paladar.
Senos nasales o paranasales. Estos son un conjunto de cavidades que se encuentran en
los huesos frontales, esfenoides, etmoides y maxilar superior, que comunican con las
fosas nasales.
Vestíbulo nasal. Se encuentra ubicado detrás de las narinas; es un área cubierta de piel
con glándulas sebáceas. Esta cobertura puede notarse dentro de la cavidad nasal por su
vello y sus tejidos mucosos y membranosos
El tabique nasal. Es un tabique que separa la fosa nasal derecha de la izquierda. Consta
de una porción anterior de cartílago y otra más posterior de hueso.
Los cornetes superiores, medio e inferior. Se encuentran en las paredes laterales de cada
fosa nasal. Se tratan de estructuras óseas alargadas en forma de concha que recorren las
paredes laterales.

Su recubrimiento de mucosa participa en labores del mantenimiento de la calidad del aire


que respiramos.

Cornete inferior. Está insertado en el hueso palatino.


Cornete medio. Está insertado en el hueso etmoides.
Cornete superior. Está insertado en el hueso etmoides.
Bulbo olfativo u olfatorio. Esta es una membrana que tiene unos sensores que sirven para
distinguir y clasificar estímulos de olor.
Mucosa respiratoria. Esta membrana hace que el aire que penetra al interior del
organismo esté limpio y filtrado para que entre en las mejores condiciones posibles.
El área de la nariz humana sensible al olor es de unos pocos centímetros cuadrados,
mientras que en el perro. Por ejemplo, recubre la membrana glucosa nasal por completo

¿Cómo se perciben los olores?


Al sentido del olfato se le denomina un sentido químico, ya que detecta compuestos
químicos en el ambiente.

Las moléculas de olor entran por los orificios nasales, cruzan la cavidad nasal y pasan a la
nasofaringe. Después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla actúan
químicamente sobre los receptores olfativos.

Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de estos receptores son trasmitidos
al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral, que da lugar a la sensación.

¿Por qué se dice que el sentido del olfato es adaptativo?


El sentido del olfato del ser humano está mucho menos desarrollado que la mayoría de los
animales. No obstante, sigue siendo muy sensible, especialmente, al mal olor.

Gracias a la estructura de la nariz, el ser humano es capaz de percibir un mal olor en


concentraciones mucho más bajas que los buenos olores.

El sentido del olfato es sensible a los malos olores porque es un rasgo adaptativo, ya que la
percepción de un mal olor está ligada con dos emociones básicas que favorecen la
supervivencia: el asco y el miedo.

De esta forma, la percepción de un mal olor desencadena casi inmediatamente una


conducta de rechazo.

El sentido del olfato en los animales


En la naturaleza se puede observar la gran importancia que tiene el sentido del olfato para
los animales.

Gracias a los quimiorreceptores se llevan a cabo muchas funciones, entre ellas la


atracción de la hembra a la hora de la reproducción, conseguir alimentos, huir del
enemigo, avisar de su presencia, etcétera.

En los insectos, los quimiorreceptores relacionados con el olfato se encuentran ubicados


en sus antenas y las utilizan para conseguir alimentos entre otras cosas.

Por ejemplo, ciertas mariposas disponen de antenas con las que pueden detectar el olor de
sus parejas a unos 20 kilómetros de distancia.

Trastornos del sentido del olfato


Anosmia. Se trata de la pérdida total o parcial del sentido del olfato, sea de forma
permanente o por un tiempo.
Hiposmia. Consiste en que la capacidad que tiene sentido del olfato para percibir olores se
reduce.
Hiperosmia. Al contrario que la hiposmia, la hiperosmia es el aumento de la capacidad del
sentido del olfato haciéndolo muy sensible.
Parosmia. Provoca que las personas interpreten mal un olor, detectando como algo
desagradable, los olores neutros y los agradables.
Fantosmia. Se trata de una especie de alucinación olfativa por la cual las personas
detectan un olor a pesar de estar ausente; es decir, detectan olores que no están en ese
momento.
John McGann considera que la pérdida del olfato puede estar relacionada a enfermedades
de perdida de memoria, como el Parkinson y el Alzheimer.

Imagen principal cortesía de © wikiHow.com – Imagen de la nariz interna cortesía de


Own Work
EL SENTIDO DEL GUSTO
A pesar de que el sentido del gusto no es, en comparación, uno de los sentidos más
potentes en el ser humano, sí es de vital importancia.

El sentido del gusto se localiza en la cavidad bucal, específicamente en la lengua. Se trata


de uno de los cinco sentidos que posee el ser vivo. Además, el sentido del gusto está
estrechamente relacionado al sentido del olfato.

A través de las papilas gustativas, situadas en el dorso de la lengua, se reconocen y


perciben sabores. Los sabores constituyen la sensación que produce un alimento al
entrar en contacto con la lengua. De esta forma, el ser humano es capaz de distinguir y
seleccionar entre aquellos que son de su agrado y cuáles no.

El ser humano es capaz de recordar dichas impresiones, esto se conoce como memoria
sensorial. En otras palabras, a partir de la distinción de alimentos y bebidas, se establece
un criterio personal.

La lengua, información general


En la superficie de la lengua se encuentran las papilas gustativas, las cuales están
encapsuladas en las células sustentaculares y le dan a la lengua un aspecto rugoso.

Para que las papilas sean estimuladas, las sustancias deben diluirse en la saliva y así,
penetrar en los poros de las células sustentaculares. Se han establecido cinco sabores
básicos en total a la hora de clasificar estas sustancias.

Aunque recientemente se ha añadido otro sabor denominado »umami» que en japonés


significa »sabroso» y que incluye el espectro de sabores de la cocina asiática. Por lo tanto,
se tienen 5 sabores básicos y el umami:

Agrio. Se percibe en los laterales de la lengua.


Ácido. Se percibe en la parte posterior de la lengua.
Dulce. Se percibe en la punta de la lengua.
Salado. Se percibe en la punta de le lengua.
Amargo. Se percibe en la parte posterior de la lengua.
Umami. Se percibe en la parte posterior de la lengua
Cabe destacar que un individuo puede percibir cientos o miles de sabores diferentes, que
en realidad, serán las combinaciones de estas 5 o 6 categorías.

¿Cuál es el sabor umami?


Umami es el sabor más difícil de describir e incluso es completamente desconocido para
muchas personas. Sin embargo, hay muchos alimentos que lo contienen. Por otra parte,
existe un producto que es prácticamente umami puro: el ajinomoto o glutamato
monosódico.

¿Cómo se clasifican las papilas?


lengua
Las papilas de la lengua se clasifican según su aspecto en:
Filiformes: se encuentran en mayor número, son las más pequeñas y poseen sus
extremos ahusados.
Fungiformes: aparecen aisladas, distribuidas regularmente entre las filiformes, su forma
se asemeja a la de un hongo.
Caliciformes: en el ser humano se encuentran generalmente en número de ocho a doce,
en hilera frente a las ramas divergentes de la «V» lingual, son las más grandes y aparecen
como depresiones.
Foliadas: están ubicadas hacia atrás en los bordes de la lengua, una a cada lado, estas
papilas son rudimentarias en el ser humano.
Las papilas contienen en su interior quimiorreceptores, los corpúsculos o botones
gustativos. Estos son estructuras ovaladas, que en su vértice superior poseen un poro, el
poro gustativo. Están formados por dos tipos de células, las de sostén y las sensitivas.

¿Cómo percibimos los sabores?


Percibimos los distintos sabores a través del contacto de sustancias químicas solubles
con la lengua, también el paladar interviene en ello, así como el epitelio de la faringe y la
epiglotis.

Las moléculas del alimento, se disuelven en la saliva para poder penetrar en la papila y
entrar en contacto con los receptores que están unidos al cerebro. El cerebro interpreta
las señales de los receptores permitiendo sentir los sabores.

Órganos que componen el sentido del gusto


Qué otros órganos componen el sentido del gusto
El sentido del gusto también está compuesto por la boca y las glándulas salivales.

La boca es un orificio a través del cual se ingiere el alimento. Está formada por dos
cavidades: la cavidad bucal, entre los labios y mejillas y el frontal de los dientes, y la
cavidad oral, entre la parte interior de los dientes y la faringe.
La boca se encuentra rodeada por unos pliegues de la piel, llamados labios. Dentro de esta
se encuentran los dientes cuya función es cortar, trozar y triturar los alimentos. En ella
también encontramos también la lengua con gran cantidad de papilas gustativas.

En la cavidad bucal desembocan las glándulas salivales, que secretan la saliva. Esta
actúa como lubricante, destruyendo las bacterias ingeridas en los alimentos y
comenzando la digestión química de los glúcidos mediante una enzima llamada amilasa.

Problemas del sentido del gusto


La ageusia: es la pérdida o la reducción del sentido del gusto a causa de enfermedades de
la lengua.
La disgeusia: es una enfermedad que nos hace confundir los sabores de los alimentos y
bebidas.
La hipogeusia: se relaciona a la pobre capacidad de degustar sabores básicos y
comúnmente se conoce como la pérdida del sentido del gusto.
La percepción fantasma del gusto: un sabor en la boca persistente y a menudo
desagradable, a pesar de que no se tiene nada en ella.
El síndrome de la boca ardiente: es un problema médico en el cual la persona experimenta
una sensación dolorosa de ardor en la boca. Aunque puede afectar a cualquier persona, el
síndrome de la boca ardiente es más común en las mujeres mayores y de mediana edad.

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