Las Funciones Básicas de La Educación Superior
Las Funciones Básicas de La Educación Superior
Las Funciones Básicas de La Educación Superior
1. Introducción
Los cambios que han surgido en las últimas décadas en el mundo, producto
principalmente de la necesidad de los países y de sus habitantes, han originado que las
universidades participen e intervengan en la resolución de los problemas sociales,
económicos y culturales de los mismos; urge entonces, que quienes se desenvuelven en
estos medios proporcionen respuestas y soluciones inmediatas a los problemas que
inciden en la actividad de los hombres tanto a nivel de comunidad como en un entorno
social más amplio.
La actividad universitaria conforma un triángulo simbólico cuyos lados son las tres
funciones fundamentales: la docencia, la investigación y la extensión, las cuales guardan
estrecha relación. Es imposible hablar del componente académico sin tener en cuenta la
investigación y la extensión. Este último término indica una voluntad deliberada de la
institución universitaria para vincularse con la sociedad en la que se desenvuelve. La
extensión, entonces, debería constituir un puente entre las actividades de investigación y
docencia con las demandas educativas de la sociedad. Sin embargo ocurre con
frecuencia que en los departamentos docentes las mismas se ejecutan de forma paralela
sin establecer la vinculación de las mismas.
2. Desarrollo
Abordar la actividad docente es una tarea un tanto difícil, ya que su definición obedece a
múltiples determinantes: ideas, valores, parámetros institucionales, de organización,
tradiciones metodológicas, contextos, recursos e incluso implicaciones de tipo personal y
ética.
Intentar entenderla nos lleva a ubicarnos en un modelo de docencia que pueda estar
expresado en forma explícita o implícita. Sin embargo la docencia es quien establece
predominio sobre la investigación y la extensión y estas deberían tener una relación
equitativa para tener efectos positivos.
Clark (1997) señala algunos factores que favorecen las relaciones positivas entre la
docencia y la investigación:
En este sentido, Santos (1993) propone una clara relación entre las vertientes
investigación, docencia y mejora. La investigación que el profesor o grupos de profesores
realiza debe estar centrada sobre la práctica en la que está inmerso, lo cual permitirá que
el perfeccionamiento de la docencia surja casi de modo inevitable, porque es una
investigación que facilita la adquisición de ideas y que genera un compromiso para la
acción.
Grandal (2002) considera que en una universidad que no tiene investigación; el estudiante
no tendrá amor a la búsqueda del conocimiento, a mantenerse al día y a querer llevar su
profesión al más alto estándar. No es lo que el profesor produzca como investigación; tal
vez su labor no alcance repercusión mundial o nacional, pero transmite el esfuerzo de
hacer las cosas bien y con calidad.
Es evidente que el término extensión varía de acuerdo al significado que se le quiera dar
a la misma, a su naturaleza y al contexto a la cual está referida. Por tanto la expresión
“extensión educativa” puede representar una contradicción tomando en cuenta sus
términos educar y educarse, ya que en este caso, no es extender algo desde la sede del
saber hacia la sede de la ignorancia, para salvar con éste; al contrario “educar” y
“educarse” es tarea de quienes saben qué poco saben.
Para señalar las modalidades que pueden asumir las actividades de extensión
universitaria se tomará en cuenta lo relacionado su vinculación interna y externa,
siguiendo los aportes de Basanta (2001) y Paredes (1993), ambas autoras presentan el
trabajo extensionista en dos sentidos: en lo interno o intramuros y en lo externo o
extramuros.
Las actividades de extensión en el sentido interno vienen a ser aquellas que se llevan a
cabo dentro de la universidad, con la finalidad de integrar los recursos que permitan la
participación global de la universidad en los proyectos de cooperación. Con estas
actividades se persiguen los siguientes objetivos:
Las actividades de extensión externas son aquellas diseñadas para estimular el desarrollo
pleno de las capacidades educativas. Actúan en dos niveles: el nacional y el internacional.
El nivel nacional permite la vinculación de la universidad con instituciones públicas y
privadas, con el fin de convertir su participación en un aporte definido e integral de trabajo,
ofrece recursos de servicio científico, humanístico y técnico.
No cabe duda que la universidad debe atender las aspiraciones de la sociedad a la que se
debe y que, por ser la institución de máximo nivel educativo, le cabe la máxima
responsabilidad en el discernimiento del conocimiento. Por tanto, la extensión debe
promover, a la vez, la solución de los problemas de la comunidad en el área de influencia
de la universidad y al mismo tiempo debe brindar asesoramiento técnico, estimular y
consolidar el talento y la capacidad creadora y razonadora de la población, a fin de
garantizar su participación activa en el proceso de desarrollo de la sociedad.
Es así como Basanta (2001) considera que las actividades de docencia, investigación y
extensión, sintetizan el común denominador del conjunto de acciones que caracterizan al
sistema universitario. Esta trilogía es ejercida por las universidades desde distintas
perspectivas, pero en todo caso siempre tomando en cuenta su interrelación.
Si en la docencia, los planes de estudio no se enriquecen con los aportes del campo de
investigación y la extensión, la actividad educativa se transformaría en respuestas
repetidas y carentes de actualidad. En ese caso la universidad sería la responsable de
anular la progresión en los conocimientos que por su naturaleza deben generarse en su
seno.
El desequilibrio entre las tres funciones básicas de la educación superior pueden traer
como consecuencia "…deterioradas relaciones con el estado y la empresa…, afectan la
calidad de la enseñanza y los niveles de productividad científica y tecnológica" (Guevara y
Divo, 2006), además del escaso acercamiento con la problemática de la sociedad. Para
estos autores actualmente es prioritario articular la docencia, investigación y extensión en
todas las áreas, para mejorar el perfil ocupacional de los profesionales, y para coadyuvar
en los procesos de mejoramiento continuo de los procesos llevados a cabo en todos los
entes productivos de un país.
3. Conclusiones
Como puede apreciarse, las tres funciones fundamentales de la educación superior son
imprescindibles para el desarrollo de una correcta educación. Los docentes no solo tienen
la tarea de transmitir conocimientos sino de investigar y extender su labor de acuerdo a
las necesidades del contexto actual, en la medida que todos los involucrados en la
educación superior participemos, lograremos hacer de nuestros alumnos, persona
integras y orientadas hacia el éxito para colaborar en las demandas de la sociedad.
Es necesario reflexionar sobre el impacto positivo del equilibrio entre las tres funciones
principales provocando como consecuencia posibles vías de solución para incentivar el
desarrollo tecnológico del país, con miras a crear puentes entre las universidades y los
sectores externos, a través de los procesos de transferencia tecnológica, concebidos
como parte de la unión entre todos los integrantes del sistema universitario (docentes,
investigadores, alumnos, autoridades, centros de investigación adscritos a las
dependencias, y coordinaciones de extensión, entre otros).
BIBLIOGRAFÍA
Braxton, J.M. (1996). Contrasting perspectives on the relationship between teaching and
research. New Directions for Institutional Research, 90, p. 5-15.
Clark, B.R. (1997). The modern integration of research activities with teaching and
learning. Journal of Higher Education, 68(3), p. 241-255.