Técnicas de Observación
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CURSO
LAS PSICOTERAPIAS
A. Sociedades Primitivas:
Aristóteles se refiere a los distintos usos de la palabra, que se usaba en Grecia para
fines curativos. Se refiere a la palabra persuasiva como ensalmo. Platón habla de
como el discurso bello produce un estado de armonía en todas las partes del alma
(Sophrosyne), que facilita la acción de los productos químicos. Incluso algunos
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Durante el siglo XVI y XVII aparecieron una serie de intelectuales brillantes que se
opusieron a la visión demonológica dominante, y ofrecieron un enfoque mas
humanista de los enfermos mentales. J. Luis Vives (1492-1540) defiende la causa
de los pobres y marginados, incluso cuando su marginación deriva de la demencia
o rareza de su conducta, y resalta el papel de la expresión de las emociones y
sentimientos de los marginados. Paracelso (1493-1541) rechazo la idea
demonológica y enfatizó que las enfermedades mentales era de naturaleza no
divina. En concreto la influencia de los astros era la que producía el trastorno
mental (de hay el termino lunático usado posteriormente). El médico Robert Burton
(1576-1640) era partidario de las causas psicológicas y sociales de la enfermedad
mental, y realzo las causas emocionales de estos trastornos. Thomas Sydenham
(1624-1689) fue de los primeros en describir las neurosis y de afirmar que la
histeria no estaba ligada a las mujeres exclusivamente. Pinel introduce el
tratamiento moral que básicamente consistía en suponer que los problemas
mentales derivaban de conflictos morales; y animaba al personal de los hospitales
a contactar con los problemas de los enfermos a través de actividades
ocupacionales, respetando los intereses particulares..
El médico británico J. Braid (1795-1860) retomo las practicas magnetistas, pero las
reformuló como producto de un estado neurofisiológico, como un estado de "sueño
nervioso". Para explicar estos fenómenos acuñó el término "hipnosis".
F. De la hipnosis al psicoanálisis
A principios del siglo XIX, Francia era el centro de los avances médicos en Europa,
en concreto de la neurología.
En esta época, P. Janet había estudiado con Charcot (como Freud), y se había
interesado en la hipnosis como vía de estudio de la "mente subconsciente". En
1886,aplicó la hipnosis a un caso de histeria (Lucile), a la que pedía liberar
determinadas emociones y recuerdos(en esto se anticipó unos años a Breuer y
Freud en el método catártico).
El método catártico fue descrito por J. Breuer (aunque Janet ya lo practicaba). Este
médico comenzó un trabajo conjunto con Freud de la que fue producto su obra
conjunta "Estudios sobre la histeria(1895) donde aparece el famoso caso de la
paciente Ana O. que desarrolló un cuadro histérico a partir del periodo en que
cuidaba a su padre moribundo. Breuer había comenzado a tratar a esta paciente
con hipnosis repetidamente, hasta que la paciente comenzó a hablar de sus
experiencias especificas del pasado en las que había aparecido el síntoma,
desapareciendo este al hacer esto. El procedimiento terapéutico se fue centrando
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así en las sesiones hipnóticas donde se animaba a la paciente a hablar sobre los
incidentes relacionados con sus síntomas (método catártico).
La psicología clínica se constituye en los Estados Unidos a principios del siglo XX.
En Europa la concepción dominante del tratamiento era médica o bien derivada de
la orientación psicoanalítica freudiana o de sus "desviaciones" (Adler, Jung, etc),
que tuvo una buena acogida en Estados Unidos en los medios psiquiátricos (no
tanto en los psicológicos).
El enfoque conductista se hace dominante hasta los años sesenta en los ámbitos
académicos de América y Europa, y en gran parte de los clínicos(mas entre los
psicólogos). En esta época sin embargo, comienza a ser cuestionado por parte de
los propios psicólogos que le atribuyen, reconociendo su efectividad potencial en
muchos casos, una imagen del hombre demasiado mecanizada y olvidada de los
aspectos mas subjetivos.
Ante este clima de insatisfacción se produce un doble rechazo, por un lado del
modelo psicoanalítico que se considera excesivamente especulativo (aunque rico
en aportaciones) y del conductista (potencialmente efectivo) que se considera
demasiado reduccionista y mecanicista. Las nuevas alternativas son la Psicología
humanista, entre las que destaca C. Rogers, que llega a expandirse en EEUU,
aunque poco en Europa; el modelo sistémico de terapia familiar (Bateson, Jackson,
Haley, Minuchin, etc) y el modelo cognitivo (Ellis, Beck, Meichenbaum , Mahoney,
etc..), a los que nos referiremos en otro apartado de este capitulo.
La especificación de los elementos que componen una situación es, sin lugar a
dudas, uno de los pasos fundamentales de toda investigación: en el campo
psicoterapéutico se ha aceptado en general que tales elementos pueden agruparse
en cuatro grandes categorías: el terapeuta (T), sujeto (S), la técnica de intervención
(P) y el medio ambiente (M); aquí preferimos darle el nombre de categorías o
“componentes” de la situación terapéutica, en lugar del nombre más tradicional de
“variable”, pues en realidad cada uno de esos componentes agrupa una multitud de
variables que son tratadas alternativamente como dependientes, naturales,
independientes o Intervinientes.
Al igual que todos los elementos de la situación terapéutica, “T” constituye una
dimensión extremadamente compleja, con relación a la cual se esta muy lejos de
conocer incluso los rasgos más sobresalientes, como podría ser la influencia de la
personalidad, de la orientación clínica, de la experiencia, de la edad, del sexo, de la
posición socioeconómica y el entrenamiento recibido. Hay, ciertamente, decenas de
investigaciones que intentan poner en claro uno u otro de los factores citados, pero
las conclusiones son muy contradictorias, siempre vagas y no representan, en
general, más que un punto de vista: el de la teoría definida por el investigador.
Tal vez el éxito más notable en cuanto al control del medio ambiente sea el que
han logrado los terapeutas que trabajan con técnicas operantes; por ejemplo, la
célebre “economía de fichas” de Ayllon y Azrin (1965; 1968), aplicable
fundamentalmente a medios institucionales; los tratamientos para niños autistas
de Ferster (1961, 1968, 1970), y de Lovaas (1965; 1968), quienes han demostrado
que los cambios logrados repercuten positivamente en el personal encargado de
atender a estos pacientes. Infortunadamente, todo esto se encuentra bastante
alejado de las neurosis y, aunque muchas de las técnicas propuestas dentro de
este enfoque son aplicables en todo tipo de situaciones, el manejo del ambiente
escapa totalmente de las manos de quienes las aplican dentro del marco corriente
de la situación psicoterapéutica.
MODELOS CONDUCTUALES.
Desarrollo histórico
Aunque la eficacia del castigo y del refuerzo para modificar la conducta ha sido
conocida desde hace mucho tiempo, la terapia conducta no se convirtió en una
alternativa tecnológica sólida durante los años sesenta partiendo de la nada. Los
esfuerzos por aplicar los principios del aprendizaje a los problemas clínicos contaban
ya cierta tradición, y su origen se remonta a principios de este siglo concretamente a
la escuela de fisiología rusa creada por I.M. Col. (1829-1905). Este autor consideraba
que toda conducta podía aplicarse apelando a los reflejos, sin hacer referencia alguna
a la ciencia u otros procesos mentales, y estableció el marco para la aplicación de los
métodos de la fisiología al estudio de los problemas psicológicos. Sus discípulos mas
destacados fueron I.P. Pavlov (1848-1936) y W.M. Bechterev (1857-1927).
Sin embargo, fue Bechterev mas que Pavlov quien desarrollo la idea de que el
condicionamiento podía explicar gran variedad de conductas humanas. Su
planteamiento influye decisivamente sobre Watson (Kazdin, 1978; Pelechano, 1979).
J. B. Watson (1878-1958) fue el autor del manifiesto conductista con el que se
cristalizo un movimiento que fomentaba la introducción de métodos objetivos de
investigación psicológica. Con las tesis de Watson triunfo la idea de que la conducta
podía investigarse estudiando los reflejos simples y sus combinaciones. En la historia
de los tratamientos psicológicos, Watson ocupa también un lugar destacado por su
aplicación de los principios del condicionamiento en la reducción de los miedos. Sus
planteamientos fueron seguidos por su discípula, M.C. Jones, que llego a recopilar
hasta siete métodos para eliminar los miedos infantiles (deshabituación,
engatusamiento verbal, adaptación negativa, represión, distracción, condicionamiento
directo, imitación social). Los trabajos de Jones, además, mostraban que los miedos
podían ser tratados al nivel de la conducta manifiesta, en lugar de al nivel de los
procesos subyacentes que los psicoanalistas suponían como causas.
A partir de los años 30 la terapia de conducta entro en una fase de búsqueda de una
mayor fundamentanción teórica. El interés de los investigadores se centro en el
desarrollo del aprendizaje y hacia los finales de los años 50 la terapia de conducta
parece ya configurada como una alternativa fundamentada en los principios de la
psicología científica. Por esta razón, Pelechano, 1979 a denominado esta fase
“Periodo de latencia o incubación” y se extiende desde 1938, publicación de la tesis
doctoral de Skinner, a 1958, publicación de psicoterapia por inhibición reciproca, de
Wolpe. En cierto modo esta fase puede describirse como la “búsqueda de una
ecuación conductual”.
Skinner merece una mención especial en el desarrollo de las teorías del aprendizaje.
Apoyándose en el trabajo de Thorndike, Skinner adopto un nuevo punto de partida
para la explicación del aprendizaje, hecho que le permitió establecer un nuevo
paradigma: el condicionamiento operante. Desde este punto de vista, el parámetro
esencial que gobierna la conducta reside en las consecuencias que se siguen de esta:
dicho técnicamente, reside en los estímulos reforzantes (o refuerzos) que se definen
como aquellos hechos ambientales que acompañan o se dan con las respuestas y que
cambian la probabilidad de que estas aparezcan en el futuro.
Así, durante la década de los años cincuenta empieza a utilizarse el termino “terapia
de conducta” por parte de tres grupos de investigadores diferentes. En 1953 aparece
el termino en el mencionado trabajo de Skinner, Solomon y Lindsey, en el que
aplicaron el condicionamiento operante en enfermos psicóticos. De un modo
independiente, en Sudáfrica Lazarus acuño el termino “terapia de conducta” para
referirse a la utilización de procedimientos de laboratorio en la psicoterapia tradicional.
Y Eysenck, en 1959, utilizo el termino para referirse a la terapia basada en las teorías
del aprendizaje, incluyendo el condicionamiento clásico tanto como el
condicionamiento operante (Franks, 1991).
Durante los años sesenta y setenta, la terapia de conducta se consolido como enfoque
terapéutico. Para ello, los trabajos desarrollados por Wolpe, Eysenck y los ya
mencionados del propio Skinner, fueron clave. Wolpe publico Psicoterapia por
inhibición reciproca (1958), que supuso un hito fundamental en la modificación de
conducta. Inspirándose en la obra de Hull, Principios de la conducta (1943), Wolpe
exploro la idea de que si la ansiedad condicionada podía inhibir la respuesta de comer
en los gatos, a los que utilizaba en su investigación sobre neurosis experimentales,
entonces la respuesta de comer podría servir para inhibir la ansiedad. Wolpe
comprobó esta hipótesis utilizando una graduación de la situación estimular para
cambiar la ansiedad condicionada. A partir del éxito alcanzando con animales, Wolpe
busco respuestas humanas que pudieran utilizarse para reacondicionar la ansiedad.
De este modo, la relajación profunda, que podía obtenerse por medio del método de la
relajación progresiva de Jacobson (1929), se convirtió en la base de la de
sensibilización sistemática. Utilizando la misma lógica, el uso de respuestas asertivas
15
Durante la década de los años sesenta se publicaron varios manuales en los que se
presentaban fundamentos científicos de los procedimientos terapéuticos; algunos de
ellos aspiraban también a unificar el campo de las terapias basadas en las teorías del
aprendizaje (véase Mayor y labrador, 1984). Merece una referencia especial obra de
Bandura y Walters Aprendizaje social y desarrollo de personalidad (1963), porque en
ella se habla del otro tipo de aprendizaje: el aprendizaje observacional, a través del
cual, poco a poco, ira introduciendo la complejidad del mundo social en el que la
aprendizaje ocurre en realidad (en contraposición a la súper simplificación que supone
la caja de Skinner como modelo de ese mundo) en consonancia con ello, se ira
reconociendo el papel de los procesos cognitivos.
ESTRÉS Y ANSIEDAD
El término “estrés” deriva del latín stringere, que significa originalmente “oprimir”,
“apretar” o “atar”. En el siglo XVII la palabra estrés se utilizó frecuentemente para
expresar el sufrimiento, la privación, las pruebas, calamidades y adversidades que
tenían que padecer las personas. Más tarde, en el siglo XVIII, el concepto estrés dejó
de referirse a las consecuencias emocionales y comenzó a denotar el factor
desencadenante de tales reacciones en el individuo. La palabra “estrés” se relaciona
con el vocablo inglés strain, que alude a la tensión excesiva, conducente a comprimir y
constreñir y que, en el caso de las ciencias biológicas, se usa para describir las
características fisiológicas de la respuesta
corporal al estrés.
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En 1920 el fisiólogo Walter B. Cannon introdujo, y usó por primera vez, el término
“estrés” en la medicina para hacer referencia a las condiciones internas y externas
bajo las cuales el organismo responde con activación del sistema nervioso simpático
para restaurar el equilibrio del medio interno. Años más tarde, Hans Selye definió al
estrés como el estado del organismo manifestado por un síndrome inespecífico que
consiste en una serie de cambios dentro del sistema biológico que buscan hacer
frente a la emergencia.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Walter B. Cannon puede ser considerado como uno de los padres de la teoría del
estrés; él enfocó su trabajo en el aspecto adaptativo de la re s p u e s t a al estrés
para hacer frente a las emerge n c i a s . E n 1915 Cannon propuso su “reacción de
alarma” para explicar el incremento en la secreción de adrenalina después de la
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exposición del organismo a cualquier estresor; demostró así que esto se lleva a cabo
como una forma de adaptación a la situación de estrés. Durante los años treinta,
Cannon estudió la respuesta de activación neurovegetativa y de la médula suprarrenal
ante la presentación de estímulos que amenazan la homeostasis; él denominó a esta
reacción inespecífica y generalizada, respuesta de “pelear o huir” y demostró que con
tal activación el organismo hacía frente a la emergencia y recuperaba el estado de
equilibrio para el funcionamiento óptimo. Cannon encontró que en la reacción de
pelear o huir participaban dos componentes, el sistema nervioso simpático y la médula
suprarrenal, los cuales actúan juntos, el primero secretando noradrenalina y el
segundo adrenalina, que producen efecto difuso y extendido a lo largo de todo el
cuerpo para de esta manera hacer frente a los estresores, sean externos o internos.
Demostró también la influencia decisiva de la médula suprarrenal sobre la respuesta
al estrés, ya que cuando se practicaba adrenalectomía a los animales de
experimentación, no reaccionaban apropiadamente al estrés debido a la incapacidad
para restablecerlos mecanismos homeostáticos.
A Hans Selye, uno de los principales exponentes en la teoría del estrés, también se le
considera como uno de los padres de dicha teoría. Selye describió las consecuencias
patológicas del estrés crónico, así como las características generales de la respuesta
al estrés;1,3,4,15 definió al “síndrome general de adaptación” (o estrés) como la
respuesta del organismo a algo perdido, un desequilibrio al que se debe hacer frente.
Fase de alarma: etapa en que el organismo se percata del agente nocivo (estresor),
activa su sistema nervioso simpático y la corteza y médula de las glándulas
suprarrenales (que secretan glucocorticoides y adrenalina, respectivamente) para
movilizar los recursos energéticos necesarios que harán frente a la situación.
LA ANSIEDAD
El interés por las técnicas de relajación muscular ha surgido desde hace muchos años
dentro de la medicina y de la psicología clínica. Sin embargo, la valoración de su
auténtica relevancia solo ha sido posible a la luz de los recientes desarrollos en el
campo de la psicología de la salud y de la llamada medicina comportamental. A
diferencia de otras técnicas de modificación de conducta, las bases teóricas de los
procedimientos de relajación y de respiración no proceden de la psicología del
aprendizaje, sino de la psicofisiología
. El modelo de respuesta fisiológica de la relajación, difiere del sueño y de la hipnosis
y aparece como opuesto al de defensa-alerta descrita por Cannon cuando analiza el
estado fisiológico correspondiente a la reacción huir-combatir (García y de Rivera,
1992).
Los pioneros en el campo de la relajación han sido Jacobson (1929) quién con su obra
Progressive Relaxation expone los fundamentos de su técnica de relajación
progresiva y Schultz (1932) publica su obra Das Autógeno Training en la que expone
los fundamentos del entrenamiento autógeno, estos autores fueron quienes
vislumbraron la enorme importancia que la tensión y los estados emocionales en
general podían tener en la aparición de numerosos problemas médicos. Jacobson en
sus primeros trabajos sobre la relajación progresiva, defendía su aplicación
terapéutica a problemas tan diversos como el insomnio, el dolor crónico, la
hipertensión, la ansiedad y las fobias. Sin embargo el reconocimiento de la influencia
de los factores no directamente médicos o biológicos en el enfermar humano ha sido
un proceso lento.
El estrés, la ansiedad la tensión son perjudiciales en nuestra sociedad, tanto para los
adultos como para los niños. La tensión ejerce un efecto negativo sobre nuestras
vidas dañándonos física y mentalmente, reduce nuestra capacidad para disfrutar de la
vida y adaptarnos a ella.
En la literatura científica existe cada vez más evidencia de que la gente puede
aprender a reducir sus niveles de tensión a través de una procedimiento llamado
relajación. Se ha encontrado que esto es verdad aún cuando, en muchos casos, los
factores o los acontecimientos de la vida que producen el estrés aún persistan. La
literatura también ha sugerido que los procedimientos de relajación son útiles en la
prevención y recuperación de enfermedades orgánicas y en la reducción de
movimientos espasmódicos como: insomnio y tics.
La relajación se puede considerar como un estado de hipo activación que puede ser
facilitado por diversos procedimientos o técnicas. (Labrador, 1995). Se supone que las
técnicas de relajación producen sus efectos como resultado de una disminución de
tono hipotalámico, lo que conllevaría una disminución de la activación simpática.
Las modificaciones en las respuestas psicofisiológicas van acompañadas de cambios
en las respuestas motoras (estado de reposo) y en las respuestas cognitivas
(percepción de tranquilidad). Terapéuticamente es difícil actuar teniendo en cuenta
una única dimensión ya que si entendemos la respuesta del sujeto en función de tres
niveles: cognitivo, motor y fisiológico; tendremos que tener en cuenta estos tres
sistemas también al planificar una intervención. Las posibilidades de alterar estados
desadaptativos de activación son variadas, por ello se han desarrollado
procedimientos de relajación diferentes en función de la vía por la que se ha tratado
de conseguir este efecto de dependiendo de si se ha considerado los factores
cognitivos o los psicofisiológicos como los principales implicados en la activación
emocional.
Relajación Progresiva:
Esta técnica desarrollada originalmente por Jacobson (1929) es una de las más
utilizadas en la terapia de conducta. Esta dirigida a conseguir niveles profundos de
relajación muscular. Para ello se enseña al sujeto a identificar el nivel de tensión
muscular que experimenta en las distintas partes del cuerpo a través de ejercicios de
tensión – relajación. Posteriormente la persona podrá poner en marcha estas
habilidades, una vez que haya identificado la tensión en alguna zona de su cuerpo.
Postura Tumbado: debe llevarse a cabo sobre una superficie dura que permita
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Postura del Cochero: sentado en una silla y con el cuerpo un poco inclinado
hacía adelante, con la cabeza sobre el pecho y los brazos apoyados sobre las
piernas.
PROCEDIMIENTO DE LA TÉCNICA:
Las sesión debería terminar siempre con un sentimiento de éxito y relajación. A los
pacientes se les dice siempre que la sesión practica fue buena o, al menos, tan bien
como se podía esperar en esta fase del entrenamiento y que la practica en casa hará
disminuir gradualmente la dificultades que tiene para relajar diferentes partes de su
cuerpo y para conseguir la relajación completa.
LA RESPIRACION ABDOMINAL
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Como cualquier otra técnica, la respiración controlada puede ser aprendida. Al igual
también que otras técnicas o habilidades, su aprendizaje requiere una práctica
frecuente por su parte . Si no practica, los resultados que consiga serán nulos o
escasos. Por otro lado, no espere conseguir mucho en seguida; con la práctica irá
mejorando, pero esta mejora se producirá poco a poco.
4. Inspire por la nariz, ya que el aire se calienta y humidifica y además queda filtrado
y depurado de partículas nocivas. Espire por la nariz o por la boca. Si tiene algún
problema o dificultad que le impida inhalar bien por la nariz, hágalo por la boca,
pero sin abrirla demasiado.
8. Si lo desea, puede también llevar a cabo durante la práctica alguna de las cosas
siguientes, las cuales se han mostrado útiles:
▪ Repetirse mentalmente la palabra “calma”, “relax” o “tranquilo” cada vez que se
espira.
▪ Concentrarse en el aire que entra y sale con cada inspiración y espiración,
respectivamente
▪ Imaginar que la tensión se escapa con el aire inspirado.
▪ Contar mentalmente cada ciclo respiratorio hasta llegar a 8, momento en el que
se vuelve a empezar otra vez. (Si se sigue el ritmo de 12 respiraciones por
minuto, hay que contar hasta 12.)
▪ Contar interna y lentamente de 1 a 3 en la inspiración, de 4 a 6 en la espiración
y 1 en la primera pausa. Con cada nuevo ciclo, aumenta en uno este número
hasta llegar a 8, momento en el que se vuelve a empezar otra vez. (Si se sigue
el ritmo de 12 respiraciones por minuto, hay que contar de 1 a 2 en la
inspiración, de 3 a 4 en la espiración y hay que llegar hasta 12 ciclos antes de
empezar de nuevo)
9. Practique la respiración controlada dos veces al día, a razón de 10 minutos cada
vez; los 5 primeros minutos de cada vez deben ser con ayuda de la cinta y los
segundos 5 minutos, sin dicha ayuda. Durante los cuatro primeros días, practique
con los ojos cerrados y los días restantes con los ojos abiertos.
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10.Si en alguna ocasión encuentra dificultades para conseguir una respiración lenta y
regular, pude hacer lo siguiente: haga una inspiración lenta y algo más profunda,
retenga el aire unos 5 segundos y luego espire lentamente durante unos 10
segundos. Repita esto una o dos veces más y vuelva al procedimiento de
respiración controlada.
MODELOS CONDUCTUALES.
Desarrollo histórico
Aunque la eficacia del castigo y del refuerzo para modificar la conducta ha sido
conocida desde hace mucho tiempo, la terapia conducta no se convirtió en una
alternativa tecnológica sólida durante los años sesenta partiendo de la nada. Los
esfuerzos por aplicar los principios del aprendizaje a los problemas clínicos contaban
ya cierta tradición, y su origen se remonta a principios de este siglo concretamente a
la escuela de fisiología rusa creada por I.M. Col. (1829-1905). Este autor consideraba
que toda conducta podía aplicarse apelando a los reflejos, sin hacer referencia alguna
a la ciencia u otros procesos mentales, y estableció el marco para la aplicación de los
métodos de la fisiología al estudio de los problemas psicológicos. Sus discípulos mas
destacados fueron I.P. Pavlov (1848-1936) y W.M. Bechterev (1857-1927).
Sin embargo, fue Bechterev mas que Pavlov quien desarrollo la idea de que el
condicionamiento podía explicar gran variedad de conductas humanas. Su
planteamiento influye decisivamente sobre Watson (Kazdin, 1978; Pelechano, 1979).
J. B. Watson (1878-1958) fue el autor del manifiesto conductista con el que se
cristalizo un movimiento que fomentaba la introducción de métodos objetivos de
investigación psicológica. Con las tesis de Watson triunfo la idea de que la conducta
podía investigarse estudiando los reflejos simples y sus combinaciones. En la historia
de los tratamientos psicológicos, Watson ocupa también un lugar destacado por su
aplicación de los principios del condicionamiento en la reducción de los miedos. Sus
planteamientos fueron seguidos por su discípula, M.C. Jones, que llego a recopilar
hasta siete métodos para eliminar los miedos infantiles (deshabituación,
engatusamiento verbal, adaptación negativa, represión, distracción, condicionamiento
directo, imitación social). Los trabajos de Jones, además, mostraban que los miedos
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A partir de los años 30 la terapia de conducta entro en una fase de búsqueda de una
mayor fundamentanción teórica. El interés de los investigadores se centro en el
desarrollo del aprendizaje y hacia los finales de los años 50 la terapia de conducta
parece ya configurada como una alternativa fundamentada en los principios de la
psicología científica. Por esta razón, Pelechano, 1979 a denominado esta fase
“Periodo de latencia o incubación” y se extiende desde 1938, publicación de la tesis
doctoral de Skinner, a 1958, publicación de psicoterapia por inhibición reciproca, de
Wolpe. En cierto modo esta fase puede describirse como la “búsqueda de una
ecuación conductual”.
Skinner merece una mención especial en el desarrollo de las teorías del aprendizaje.
Apoyándose en el trabajo de Thorndike, Skinner adopto un nuevo punto de partida
para la explicación del aprendizaje, hecho que le permitió establecer un nuevo
paradigma: el condicionamiento operante. Desde este punto de vista, el parámetro
esencial que gobierna la conducta reside en las consecuencias que se siguen de esta:
dicho técnicamente, reside en los estímulos reforzantes (o refuerzos) que se definen
como aquellos hechos ambientales que acompañan o se dan con las respuestas y que
cambian la probabilidad de que estas aparezcan en el futuro.
Así, durante la década de los años cincuenta empieza a utilizarse el termino “terapia
de conducta” por parte de tres grupos de investigadores diferentes. En 1953 aparece
el termino en el mencionado trabajo de Skinner, Solomon y Lindsey, en el que
aplicaron el condicionamiento operante en enfermos psicóticos. De un modo
independiente, en Sudáfrica Lazarus acuño el termino “terapia de conducta” para
referirse a la utilización de procedimientos de laboratorio en la psicoterapia tradicional.
Y Eysenck, en 1959, utilizo el termino para referirse a la terapia basada en las teorías
del aprendizaje, incluyendo el condicionamiento clásico tanto como el
condicionamiento operante (Franks, 1991).
Durante los años sesenta y setenta, la terapia de conducta se consolido como enfoque
terapéutico. Para ello, los trabajos desarrollados por Wolpe, Eysenck y los ya
mencionados del propio Skinner, fueron clave. Wolpe publico Psicoterapia por
inhibición reciproca (1958), que supuso un hito fundamental en la modificación de
conducta. Inspirándose en la obra de Hull, Principios de la conducta (1943), Wolpe
exploro la idea de que si la ansiedad condicionada podía inhibir la respuesta de comer
en los gatos, a los que utilizaba en su investigación sobre neurosis experimentales,
entonces la respuesta de comer podría servir para inhibir la ansiedad. Wolpe
comprobó esta hipótesis utilizando una graduación de la situación estimular para
cambiar la ansiedad condicionada. A partir del éxito alcanzando con animales, Wolpe
busco respuestas humanas que pudieran utilizarse para reacondicionar la ansiedad.
De este modo, la relajación profunda, que podía obtenerse por medio del método de la
relajación progresiva de Jacobson (1929), se convirtió en la base de la de
sensibilización sistemática. Utilizando la misma lógica, el uso de respuestas asertivas
para inhibir la ansiedad se convirtió en las bases del entrenamiento asertivo. Y la
activación sexual para inhibir la ansiedad se convirtió en el punto clave de nuevos
enfoques de terapia sexual.
Durante la década de los años sesenta se publicaron varios manuales en los que se
presentaban fundamentos científicos de los procedimientos terapéuticos; algunos de
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ellos aspiraban también a unificar el campo de las terapias basadas en las teorías del
aprendizaje (véase Mayor y labrador, 1984). Merece una referencia especial obra de
Bandura y Walters Aprendizaje social y desarrollo de personalidad (1963), porque en
ella se habla del otro tipo de aprendizaje: el aprendizaje observacional, a través del
cual, poco a poco, ira introduciendo la complejidad del mundo social en el que la
aprendizaje ocurre en realidad (en contraposición a la súper simplificación que supone
la caja de Skinner como modelo de ese mundo) en consonancia con ello, se ira
reconociendo el papel de los procesos cognitivos.
MODELOS COGNITIVOS.
Aunque en los últimos años han aparecido muchos enfoques terapéuticos, las terapias
cognitivas han sido quizás las que han adquirido un mayor protagonismo en el
contexto de la psicoterapia actual. Varios son los factores que han contribuido a este
auge, Por un lado, la convergencia de las terapias cognitivas con la orientación
cognitivo-conductual en terapia de conducta. Por otro lado, durante las dos ultimas
décadas se ha producido una “cognitivizacion” de la psicoterapia, hasta el punto de
que, como señala Villegas (1990), “apenas resulta concebible algún tipo de
psicoterapia en la actualidad, independientemente de su escuela de adscripción, que
no postule de forma directa o indirecta alguna modalidad de cambio cognitivo”.
El rasgo común más destacable que unifica a todos los modelos cognitivos reside en
la importancia que otorgan a las cogniciones, tanto en la génesis de los trastornos
psicopatológicos como en el proceso de cambio terapéutico. El termino “cognición” se
utiliza aquí en un sentido amplio que incluye ideas, constructos personales, imágenes,
creencias, expectativas, atribuciones, etc. En este sentido amplio, este termino no
hace referencia únicamente a un proceso intelectual sino a patrones complejos de
significado en los que participan emociones, pensamientos y conductas. Como
propone Bruner (1990), “el concepto fundamental de la psicología humana es el de
significado y los procesos y transacciones que se dan en la construcción de los
significados”.
Otro rasgo importante es el énfasis en el método cinético, que esta presente no solo
en la investigación sobre los procesos y resultados terapéuticos, sino también en los
mismos modelos teóricos propuestos en sicopatología y psicoterapia. Por ultimo, su
alto nivel de sistematización constituye otro rasgo destacable que es compartido por la
mayor parte de las terapias cognitivas y que ha contribuido en la gran medida a cercar
la investigación psicoterapéutica a la psicología científica.
Desarrollo histórico.
Aunque muchos son los enfoques terapéuticos que han aparecido en los últimos años,
las terapias cognitivas han adquirido en poco tiempo un protagonismo muy destacable
en el contexto de las psicoterapias. Como hemos indicado, varios son los factores que
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han contribuido a este auge espectacular, derivados en gran parte de las condiciones
históricas en que se desarrollaron. Las terapias cognitivas no solo surgieron de
pensadores independientes de gran calibre (Beck, Ellis, Kelly), sino que convergieron
con una particular orientación de la terapia conductual: el enfoque denominado
cognitivo-conductual. De hecho, en la actualidad se siguen utilizando simultáneamente
ambas denominaciones para algunas terapias. Por otro lado, el auge paralelo del
paradigma cognitivo en psicología ha creado un clima socio científico favorable a
estos enfoques. Otro factor importante, además de los socio históricos, es el notable
nivel de sistematización que normalmente presentan estas terapias. Por lo general,
cada terapia cuenta con una obra básica (p. Ej., Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979)
que constituye un manual donde se indican con precisión, además de las bases
conceptuales, los pasos específicos a realizar por el terapeuta con clientes de una
patología concreta. Finalmente, cabe destacar el interés por la investigación y la
verificación empírica de estas terapias. Tal vocación investigadora se refleja en el gran
numero de estudios empíricos realizados comparable, a pesar de su juventud, al de
enfoques terapéuticos ya clásicos (p. Ej., conductismo y psicoanálisis) y muy por
encima de otros con mas historia (p. Ej., terapias humanistas).
Dentro del contexto de la psicología, entre los factores que propiciaron la aparición de
las terapias cognitivas destacan los siguientes:
Las terapias cognitivas han nacido de la mano de diversas autores pioneros que, a
pesar de sus diferencias, han coincidido en su enfoque sobre el papel de los
procesos mentales, Se pueden distinguir así tres orígenes principales de las
terapias cognitivas.
Tanto Albert Ellis como Aarón T. Beck fueron destacados fundadores, y aun pueden
considerarse los principales representantes, de las terapias cognitivas. Ambos se
formaron en el psicoanálisis, pero su trayectoria los llevo a rechazar tanto los
conceptos como la terapia psicoanalítica por falta de eficacia y evidencia empírica,
respectivamente. Ellis (1962) reemplazo la escucha pasiva por una actitud activa y
directiva con la que dialogo con sus clientes acerca de las filosofías en las que se
inspiraban. Su enfoque se basa en la creencia de que la persona puede sustituir
conscientemente los pensamientos irracionales por otros más razonables.
37
Beck (1967; véase el prologo de Beck et al., 1979) por su parte, sumo a su
insatisfacción con la terapia psicoanalítica, sus hallazgos empíricos discrepantes
con las postulados freudianos. En sus investigaciones con los sueños de sus
pacientes depresivos no encontró las temáticas deseables desde la teoría
psicoanalítica (p. Ej., perdida, agresividad hacia el Yo) sino que en ellos los
pacientes se veían persistentemente como personas derrotadas, frustradas,
desvaloradas, anormales o feas. Es decir, se trataba de situaciones en las que
estos pacientes aparecían casi invariablemente como victimas. El enfoque que
desarrollo Beck supone que el depresivo tiene pensamientos negativos acerca de
sí mismo, del mundo y del futuro, lo que se conoce como la tríada cognitiva de la
depresión. Estos pensamientos pueden identificarse y modificarse con la obtención
de datos que cuestionen su validez.
Su aportación propicia:
- la aceptación de un determinismo reciproco entre el organismo y su entorno,
dejando ya de lado el determinismo ambiental de los conductistas clásicos, y
- la postulación de procesos básicos de cambio conductual que implican
mecanismos centrales de tipo cognitivo-simbólico.
Así fue como en los años setenta las terapias cognitivas conocieron un auge
importante al confluir el trabajo de autores independientes (Beck, Ellis, Kelly) con el
enfoque cognitivo-conductual. En la década de los ochenta la contribución de
autores como Guidano y Liotti y el giro conceptual adoptado un papel relevante la
orientación constructivista de estas nuevas terapias cognitivas. Esta diversificación
de los modelos cognitivos parece haber dejado paso a un panorama mucho mas
complejo que intentaremos abordar en el apartado de desarrollos actuales.
En 1967 publicó "La depresión" que puede considerarse su primera obra en la que
expone su modelo cognitivo de la psicopatología y de la psicoterapia. Varios años
después publica "La terapia cognitiva y los trastornos emocionales" (1976) donde
extiende su enfoque terapéutico a otros trastornos emocionales. Pero es su obra
"Terapia cognitiva de la depresión" (1979) la que alcanza su máxima difusión y
reconocimiento en el ámbito clínico. En esta obra no solo expone la naturaleza
cognitiva del
trastorno depresivo sino también la forma prototípica de estructurar un caso en terapia
cognitiva, así como descripciones detalladas de las técnicas de tratamiento. La obra
referida llega así a convertirse en una especie de manual de terapia cognitiva. Más
actualmente el propio Beck ha desarrollado su modelo a los trastornos por ansiedad
(p.e "Desordenes por ansiedad y fobias: una perspectiva cognitiva (C.T) a otros
desordenes diversos, como por ejemplo: esquizofrenia (Perris, 1988), obsesión-
compulsión (Salkovskis, 1988), trastornos de la personalidad (Freeman, 1988),
trastornos alimenticios (McPherson, 1988), trastornos de pareja (Beck, 1988)...etc.
Equivalen también a las Creencias según la concepción de A. Ellis (1989 y 1990). Con
todos estos términos equivalentes nos referimos a la estructura del pensamiento de
cada persona, a los patrones cognitivos estables mediante los que conceptualizamos
de forma ideosincrática nuestra experiencia. Se refiere a una organización conceptual
abstracta de valores, creencias y metas personales, de las que podemos, o no, ser
conscientes. Los esquemas pueden permanecer "inactivos a lo largo del tiempo" y
ante situaciones desencadenantes o precipitantes (de orden físico, biológico o social),
se activan y actúan a través de situaciones concretas produciendo distorsiones
cognitivas (procesamiento cognitivo de la información distorsionado) y cogniciones
39
B-COGNICIÓN:
Una vez recogidos estos datos básicos, el terapeuta en colaboración con el paciente,
pueden conceptual izarlo en tres niveles de abstracción:
En resumen (Beck, 1979), el terapeuta traduce los síntomas del paciente en términos
de situaciones evocadores-pensamientos- afectos-conductas implicadas como primer
paso; después detecta los pensamientos automáticos y su base de distorsiones
cognitivas y por último genera hipótesis sobre los Supuestos Personales subyacentes,
haciendo esto último en base a las distorsiones cognitivas más frecuentes, contenidos
comunes (p.e empleados en palabras "clave" o expresiones del paciente), como
defiende el paciente una creencia y de momentos asintomáticos o "felices" del
paciente (donde se suele confirmar el reverso del Supuesto Personal.
3- Aplicaciones Prácticas
b- Estrategias de tratamiento: Una vez conceptual izados los problemas del paciente
se genera se genera un plan de tratamiento con el fin de modificar las distorsiones
cognitivas y los supuestos personales.
TÉCNICAS COGNITIVAS:
TÉCNICAS CONDUCTUALES
10- RAZONAMIENTO EMOCIONAL ("Si me siento mal eso quiere decir que soy un
neurótico")
A- ¿Qué pensó para sentirse así?. ¿Pudo sentirse así a consecuencia de esa
interpretación errónea?
B- ¿Sentirse así de qué modo prueba de que usted sea un X?
C- ¿Pueden haber otros aspectos o conductas de esa persona que no puedan ser
calificados con esa etiqueta?
entrevistas. Pero aún así, observó que sus pacientes se solían estancar en la mera
comprensión de su conducta ("Inshigts") sin que la modificasen necesariamente. En
este punto empezó a buscar métodos más activos en la teoría del aprendizaje y las
técnicas de condicionamiento. Sus resultados mejoraron aún más. Pero no estaba
todavía satisfecho del todo. Fue en 1955 cuando comenzó a desarrollar su enfoque
racional-emotivo de la psicoterapia. En 1958 publicó por primera vez su famoso
modelo A-B-C para la terapia, donde exponía que los trastornos emocionales
derivaban de un continuo "autodoctrinamiento" en exigencias irracionales. La terapia
tenía así como fin, no solo tomar conciencia de este autodoctrinamiento en creencias
irracionales, sino también en su sustitución activa por creencias más racionales anti-
exigenciales y anti-absolutistas y su puesta en práctica conductual mediante tareas
fuera de la consulta.
Entre 1950 y 1965 publica una serie de obras centradas preferencialmente en el área
sexual (p.e "sexo sin culpa", 1958, "Arte y Técnica del Amor", 1960 y "La enciclopedia
de la conducta sexual", 1961), que le hicieron ocupar un lugar relevante en este área.
También en 1962 publica su primera obra relevante en el campo de la psicoterapia
("Razón y Emoción en Psicoterapia") donde expone extensamente su modelo de la
terapia racional-emotiva. A partir de los sesenta, Ellis se dedicó a profundizar y ampliar
las aplicaciones clínicas de su modelo, publicando una gran cantidad de obras, que
tenían como eje central convertirse en "métodos de autoayuda".
a- Metas y racionalidad:
Los hombres son más felices cuando se proponen metas y se esfuerzan por
alcanzarlas racionalmente. Las principales metas humanas se pueden englobar en:
a- Supervivencia.
- Aprobación afecto.
- Éxito y Competencia personal en diversos asuntos.
- Bienestar físico, emocional o social.
b- Las personas son más felices, de modo general, cuando persiguen sus
metas de modo anti-exigente, anti-absolutista, preferencialmente o de
manera racional.
A: Llamémosle acontecimientos.
B: Llamémosle creencias
C: Llamémosle consecuencias
Ellis (1962, 1981, 1989 y 1990) propone que las tres principales creencias irracionales
(CREENCIAS IRRACIONALES PRIMARIAS) son:
1.TRISTEZA: Derivada de la Creencia Racional: "Es malo haber sufrido esta pérdida,
pero no hay ninguna razón por la que no debería haber ocurrido"
-VERSUS-
1.DEPRESIÓN: Derivada de la Creencia Irracional: "No debería haber sufrido esta
pérdida, y es
terrible que sea así". Si se cree responsable de la pérdida se condena: "No soy
bueno", y si la cree fuera de control las condiciones de vida son : "Es terrible"
c- Referente al Bienestar:
"Me gustaría conseguir fácilmente lo que deseo".
b- Historia de aprendizaje:
Los seres humanos, sobretodo, en la época de socialización infantil, pueden
aprender de su experiencia directa o de modelos socio-familiares determinadas
creencias irracionales.
También se destaca en este punto que una persona puede haber aprendido
creencias y conductas racionales que le hacen tener una actitud preferencial o de
deseo ante determinados objetivos, pero debido a su tendencia innatas puede
convertirlas en creencias irracionales o exigencias.
De otro lado con el termino mantenimiento Ellis se refiere a los factores que
explican la permanencia de las creencias irracionales una vez adquiridas. Se
destacan tres factores (Ellis, 1989):
En la R.E.T se distingue varios focos y niveles de cambio (Ellis, 1981, 1989 y 1990):
En cuanto a los focos del cambio, estos pueden estar en:
La terapia R.E.T. en suma, recorre secuencialmente esos tres niveles; soliendo ser
muy directiva (aunque no siempre) en los primeros niveles y permitiendo convertirse
en un método de autoayuda, más cercano al fin del tercer nivel.
Ellis (1989) clasifica las principales técnicas de la RET en función de los procesos
cognitivos, emocionales y conductuales implicados en ellas:
A- TÉCNICAS COGNITIVAS:
1- Detección: Consiste en buscar las Creencias irracionales que llevan a las
emociones y conductas perturbadoras. Para ello se suele utilizar auto registros que
54
4- Tareas cognitivas para casa: Se utilizan con profusión los autorregistros de eventos
con guías de refutación (p.e el DIBS), Cintas de casete con las sesiones donde se ha
utilizado Refutación, Cintas de casetes sobre temas generales de RET y biblioterapia
RET.
B- TÉCNICAS EMOTIVAS:
5- Inversión del rol racional: Se pide al paciente que adopte el papel de representar el
uso de la creencia racional en una situación simulada y comprobar así sus nuevos
efectos.
C-TÉCNICAS CONDUCTUALES:
ENFOQUE SISTEMICO
Conceptos de la Cibernética
instrucción de cerrar la puerta), pero a la vez cualifica al tipo de relación entre emisor y
receptor (de autoridad del primero). En este sentido, "¿Podrías cerrar la puerta, por
favor?" transmite la misma información en el nivel digital, pero muy diferente en el
nivel analógico.
· La familia como sistema atraviesa una serie de fases más o menos normativas y
propias de su ciclo vital (noviazgo y matrimonio; procreación; adolescencia,
maduración yemancipación de los hijos; nido vacío).
Conceptos Estructurales
· Un sistema se compone de subsistemas entre los que existen límites que tienen
como objetivo proteger la diferenciación del sistema y facilitar la integración de sus
miembros en él. Ejemplo: En un sistema familiar se dan los siguientes subsistemas;
(A) Conyugal: entre los miembros de la pareja funciona la complementariedad y
59
· Los límites o fronteras familiares internas son identificables por las distintas reglas de
conducta aplicables a los distintos subsistemas familiares. Ejemplo: Las reglas que se
aplican a la conducta de los padres (subsistema parental) suelen ser distintas de las
que se aplican a la conducta de los hijos (subsistema filial). Así, normalmente los
padres tienen más poder de decisión que los hijos.
· Los límites difusos caracterizan a las familias aglutinadas; los límites rígidos
caracterizan a las familias desligadas. Las familias aglutinadas no tienen límites
establecidos claramente y no saben cuál es el rol de cada uno de sus miembros. Las
características generales de las familias aglutinadas son: (a) exagerado sentido de
pertenencia; (b) ausencia o pérdida de autonomía personal; (c) poca diferenciación
entre subsistemas con poca autonomía; (d) frecuente inhibición del desarrollo
cognitivo/afectivo en los niños; (e) todos sufren cuando un miembro sufre; (f) el estrés
repercute intensamente en la totalidad de la familia. Las familias desligadas se
caracterizan por límites internos muy rígidos de forma que prácticamente cada
individuo constituye un subsistema. Comparten muy pocas cosas y, por lo tanto, tienen
muy poco en común. Las características generales de las familias desligadas son: (a)
exagerado sentido de independencia; (b) ausencia de sentimientos de fidelidad y
pertenencia; (c) no piden ayuda cuando la necesitan; (d) toleran un amplio abanico de
variaciones entre sus miembros; (e) el estrés que afecta a uno de los miembros no es
registrado por los demás, (f) bajo nivel de ayuda y apoyo mutuo.
· Los límites pueden separar subsistemas del sistema familiar o a la totalidad del
sistema del exterior. En este último caso, los límites exteriores se denominan
fronteras. Las fronteras del sistema familiar vienen determinadas por la diferencia en
la conducta interaccional que los miembros de la familia manifiestan en presencia de
personas que no forman parte de la familia.
conflicto planteado entre éste y el otro progenitor; esta situación tiene el efecto de
crear un vínculo entre el progenitor defensor y el hijo para ir en contra del otro
cónyuge.
(C) La desviación de conflictos, que se produce cuando se define a un hijo como
"malo" y los padres, a pesar de sus diferencias mutuas en otros aspectos, se unen en
su esfuerzo para controlarlo o cuando se le define como "enfermo" y se unen para
cuidarlo y protegerlo.
Esta visión de la mente como proceso socialmente distribuido, junto con el interés
terapéutico por las pautas que conectan las interacciones del sistema familiar,
distinguen a la TFS de otras terapias familiares (p.e. las de orientación
cognitivo/racionalista) en las que, cuando se analiza la acción del terapeuta, queda
claro que la presencia del resto de miembros del sistema familiar sólo sirve como
"apoyo" al tratamiento del paciente identificado. Este resulta un
aspecto fundamental de la intervención en TFS, puesto que toda acción terapéutica
que no se interese por las pautas de interacción no debería considerarse
sistémica dado que
se limita a un intento de hacer terapia individual en presencia de otros miembros de la
familia.
Por ejemplo, en la experiencia del primer autor de este capítulo (LB) como supervisor
de terapeutas en formación, me encuentro repetidamente ante sus dificultades para
evitar las descripciones del motivo de demanda basadas en atribuciones de
causalidad lineal (del estilo de "el problema de esta familia es que la madre es
demasiado estricta con su hija"). Nótese que basar la terapia en un planteamiento así
implica intentar modificar la conducta de un solo miembro del sistema como si dicha
conducta no estuviera conectada con la de los demás. Lo más probable es que la
actitud de la madre sea un mensaje para algún otro miembro de la familia y, a su vez,
una respuesta a los mensajes que recibe de ellos. En este sentido, el intento de
modificar una situación circular de forma lineal puede incluso resultar
contraproducente, dado que el terapeuta no tiene en cuenta cómo podría afectar su
acción a niveles ecosistémicos de mayor complejidad.
El segundo foco de interés al que hacíamos referencia es la consideración
batesoniana de la interacción como fuente de información, y por tanto como forma de
comunicación. Esta noción llevó históricamente a la TFS a desvincularse de aquéllas
teorías psicológicas que, en los años 50-60, seguían postulando explicaciones
energéticas del psiquismo humano. En su aplicación a la práctica clínica, esta
concepción comunicativa condujo a la TFS a desinteresarse por las explicaciones
causales y centrarse en la pragmática de la interacción familiar—un salto cualitativo
del porqué al cómo. Si bien asistimos últimamente a una recuperación del interés
por las "teorías del problema" de los miembros de la familia en TFS en general se ha
privilegiado durante años la cuestión de "¿quién hace qué a quién cuándo?"
para estudiar la función del aparato dentro del sistema más amplio del que forma parte
(Watzlawick et al., 1965, p. 44).
La reivindicación del significado como fundamental para la comprensión de la
(inter)acción y la
comunicación, junto con el rechazo de conceptos mecanicistas tales como los que
aparecen en
la cita anterior han representado un punto de inflexión en el pensamiento sistémico de
las últimas dos décadas.
1. El término PI es usado aquí para indicar que las personas así designadas (por ellos
mismos, por los miembros de la familia, o por los profesionales) están siendo visitadas
por los terapeutas con un sistema de referencia médico. Desde un punto de vista
sistémico un diagnóstico no es un descubrimiento de una realidad, sino un acuerdo
sobre una etiqueta, término profesional coloquial usado por comodidades de
comunicación.
En resumen, la tarea del terapeuta es mostrar a las parejas que hay diferentes
caminos para elegir, más que señalarles cual es el camino específico que deben
seguir. El terapeuta actuará como un catalizador más que como un ingeniero social,
por tanto la meta no es “educar” a la pareja o enseñarle cómo hacer las cosas mejor,
sino legitimizarle a aplicar sus propias soluciones.
1. Primeras sesiones
La vinculación es un requisito indispensable que estásiempre en la mente del
terapeuta, y es un elemento de vital importancia en las primeras sesiones. Sin
sensación de confianza, claridad y límites seguros, los clientes no pueden empezar a
sincerarse con un extraño como es el terapeuta. Así, desde el principio, los mensajes
del terapeuta, como la comunicación abierta, el lenguaje corporal y no verbal, la
posición equitativa e imparcial, las muestras de interés en escuchar ambos puntos de
vista y su neutralidad hacia las diferentes perspectivas que le presentan, dan muestra
de que éste es alguien con quien comparten un espacio en el que pueden explorar los
problemas del PI y de su pareja.
Al principio, el terapeuta explora las definiciones del problema de la
pareja y las opiniones que trasmiten de sus familiares y de las personas
significativas que tienen en su entorno, así se obtiene un dibujo de la red
de las relaciones significativas en la que se sitúa el problema. Es útil ayudarse
64
2. Sesiones intermedias
En esta etapa de la terapia la exploración parecerá estar menos centrada
en el problema y se concentrará más en ampliar los patrones que
mantienen y son mantenidos por el problema. Esta alteración del énfasis
puede representar un intento de ampliar el foco de la terapia para desplazar
un problema todavía intratable, un estímulo para el cambio en la
relación entre los miembros de la pareja (y con los demás), para prevenir
la repetición del problema o para empezar a enfocar cuestiones relacionadas
con la calidad de vida.
En esta etapa los clientes tienden a disponer de más tiempo. En las
observaciones sobre su vida cotidiana relatan tanto las interacciones problemáticas
como las que funcionan bien. Toman decisiones sobre el
tiempo óptimo a transcurrir entre sesiones, que probablemente aumentará.
Y además, entre otras, toman decisiones sobre el diseño de las tareas
para estos intervalos. Mientras el margen de tiempo de la terapia esté
moviéndose hacia atrás y hacia delante, los problemas del presente estarán
relacionados con el pasado de la pareja y también con el bagaje de
sus familias de origen sobre el temido o deseado futuro. Es probable que
esta etapa de la terapia esté enfocada en el presente y en el minucioso
trabajo de alterar los patrones habituales de comportamiento y de creencias
que pueden, por ahora, haber sido identificados como reforzadores
y mantenedores de los estados de ánimo y de situaciones indeseadas,
65
3. Sesiones finales
Si la terapia está produciendo unos resultados positivos y los clientes
se inquietan, es probable que esta fase se caracterice por la revisión del
trabajo realizado, y por la anticipación y prevención de la recaída. Es
decir, trabajar para identificar los patrones que en el pasado han conducido
al episodio depresivo, encontrar las señales que permitan alertar a
la pareja de la posibilidad de repetición del problema, y ensayar nuevas
estrategias para enfrentarse a ello de forma diferente. Esto puede incluir
volver a tratar, de forma más explícita que antes, los temas tal como el
terapeuta los había entendido y sus hipótesis sobre los problemas del
cliente, lo que puede tener el efecto de “paquete endosado” para el cliente.
Las sesiones en las últimas fases de la terapia, probablemente están
más espaciadas en el tiempo que antes (varias semanas, o meses) y pueden
incluir sesiones de refuerzo y de repetición después de completar la
terapia .
Como parte de la preparación para finalizar la terapia, puede ser útil
discutir el rol del terapeuta en la vida de la pareja. Esto puede incluir
pensar cómo la pareja continuará en el futuro el trabajo empezado en la
terapia, y por tanto, incitar hipotéticas exploraciones sobre las esperanzas,
los temores, las estrategias de actuación, y el desarrollo y mantenimiento
de nuevas narrativas y creencias del futuro.
1 a: El significado de la depresión
Se supone que la depresión puede ser considerada significativa en
cuanto a:
– la comunicación (p.e.: un mensaje para la pareja: “debería estar
más implicado/a”);
– la metáfora sobre los acontecimientos familiares (p.e.: mantener
viva la memoria de un familiar difunto);
– el sistema de mantenimiento de una situación (p.e.: para prevenir
que la pareja o los hijos abandonen la casa);
– la posición en el sistema (p.e.: la relación con la pareja entorno a la
depresión mantendrá y confirmará los patrones previos de relación).
2. Unión y compromiso
La unión (o vinculación) es el proceso de acomodación entre el terapeuta
y la pareja, la búsqueda de una acomodación suficientemente buena
para permitir la introducción de diferencias por parte del terapeuta
para explorar el problema en un entorno percibido como seguro.
A continuación se mencionan algunos aspectos concretos.
3. Entrevista circular
La teoría en la que se basa la entrevista circular es la de la circularidad
causal: se considera que el comportamiento humano se puede comprender
mejor desde un punto de vista que contemple las acciones como respuesta
a otras acciones y como desencadenantes de posteriores acciones.
Si bien es posible describir el comportamiento estableciendo una conexión
lineal entre la causa y el efecto (p.e.: “ella está deprimida porque su
pareja ha perdido el interés en ella”), es menos probable que una construcción
circular conduzca a ideas de culpabilidad y más probable que
70
menos efectiva que otras técnicas más directivistas, sus efectos tienden a ser
similares, es decir, se altera el equilibrio en la relación interrumpiendo los patrones
habituales.
4. Representación
Para entender los patrones transaccionales usuales de una pareja, el
terapeuta puede pedirles que representen una situación habitual durante
la sesión (Minuchin,1974). Se puede tratar de una discusión de la pareja,
la escenificación de una discusión familiar, una conversación o discusión
para tomar una decisión, consolarse el uno al otro u otras situaciones.
Los propósitos de estas representaciones son:
– Permitir al terapeuta ver en vivo cómo la pareja interacciona en
lugar de escucharles una descripción sobre cómo se sienten cuando
ocurre.
– Impulsar las transacciones más allá de los límites usuales para probar
la flexibilidad del sistema.
– Permitir a los participantes ensayar diferentes tipos de transacciones
en un contexto seguro.
Inicialmente el terapeuta busca secuencias de repetición espontáneas.
Luego se centra en una asunto específico de las siguientes maneras posibles:
6. Solución de problemas
En momentos específicos de la terapia, puede estar indicado el abordaje mediante la
técnica de Solución de Problemas (Haley, 1976) (ver también Sección C10 más
abajo). Para obtener una definición precisa del problema, el terapeuta tiene que seguir
la pista de cómo ocurren los acontecimientos conflictivos. Se anima a la pareja a
describir una secuencia de acontecimientos que acaben en conflicto o en depresión.
El terapeuta trata entonces de enmarcar los sucesos que preceden la situación
descrita para encontrar el primer paso de la secuencia. Se pide a la pareja que
identifique qué punto podía haber sido usado como escapatoria y se les pide que
consideren de qué manera podrían “re-actuar” en una situación similar futura. Se
puede usar el siguiente modelo:
– Buscar un acuerdo sobre cuál es exactamente la secuencia del problema.
– Especificar los objetivos deseados.
– Listar las soluciones intentadas y falladas.
– Seguir la pista de secuencias de acontecimientos previos a la aparición
del problema.
– Identificar las acciones resolutivas preventivas.
– Realizar un “brainstorming” (tormenta de ideas) sobre otras posibles
soluciones, analizando las ventajas e inconvenientes de cada solución
propuesta.
– Escoger una solución específica.
– Formular un plan detallado para implementar esta solución.
74
7. Desafiar
Individuos, parejas y familias desarrollan a lo largo del tiempo su
propia manera de ver las cosas o de construir sus propios “guiones”.
Tales sistemas de creencias y comportamientos pueden ser cuestionados
por el terapeuta para facilitar la aparición de nuevas interacciones o puntos
de vista. Generalmente el terapeuta comentará las secuencias de interacción
observadas y después de atender la reacción de la pareja procederá
a usar diferentes técnicas de desafío.
7c: Probar los límites (Minuchin & Fishman, 1981) es una manera de
desafiar la percepción de cada individuo y de la pareja de la escasez o
abundancia de espacio privado, su manera de permitir que emerjan las
diferencias, su habilidad para estar juntos, su mutua sensibilidad emocional,
su manera de tomar decisiones y de usar sus jerarquías.
(“¿Cómo es que permites que su madre te diga cómo llevar tu matrimonio?,
¿Está él casado con su madre o contigo?”).
7d: Desbaratar. Si un PI se especializa en monólogos o episodios prolongados
de desahogos depresivos, el terapeuta puede cambiarlo invitando
a la pareja a interpelarle.
(“¿Cómo respondes a esto?”, “¿Cuál es tu punto de vista sobre
esto?”).
7e: Inquietar (Jones, 1993; Maturana & Varela, 1988; Tomm, 1987).
Las entrevistas circulares actúan como un generador de información
sobre el funcionamiento de la pareja, pero también actúan alterando la
organización del sistema permitiendo hacer nuevas conexiones y yuxtaposiciones
por parte del cliente. Introduce el elemento tiempo, incluyendo
75
9. Reencuadre
RESUMEN
SUMMARY
The aim of this paper is to try to clarify and discuss, from a theorical and clinical point
of view, the main definitory features, indications and contraindications as well as basic
technical details of the different types of short term psychodynamic psychotherapy.
This form of therapy has its own roots in psychoanalysis having showed an adequate
efficacy, effectiveness and efficiency in certain mental disorders.
Introducción
Es preciso diferenciar antes que nada las psicoterapias dinámicas de las terapias de
apoyo de orientación psicoanalítica. En tal sentido, destacaremos en primer lugar que
éstas tienen su máxima indicación en sujetos psíquicamente muy afectados, que se
han descompensado en forma brusca y reciente, así como en familias que han
entrado en una crisis de cercana aparición. En cualquiera de los casos, cuando las
crisis se prolongan en el tiempo o se dejan evolucionar espontáneamente, los sujetos
implicados desarrollan frecuentemente severos trastornos mentales, que se
acompañan de graves tensiones en el grupo familiar. De aquí la necesidad de una
intervención de apoyo pronta e intensiva, con el fin de tratar de aliviar de inmediato la
situación psicopatológica activada, mostrando con claridad a los participantes las
posibles vías de solución existentes. Son en todo caso son recomendables las
siguientes estrategias terapéuticas (7):
2. Definición del trastorno o del conflicto objeto de la consulta como una crisis,
debiéndose incluir en tal delimitación, siempre que sea posible, a todos los miembros
del grupo familiar, para evitar que la responsabilidad se sitúe en un único sujeto,
defensa que habitualmente se pone en marcha para desviar responsabilidades y
culpas.
4. Utilización de medios psicofarmacológicos (por parte del equipo médico), con el fin
de controlar lo más inmediata y eficazmente posible la ira, la angustia, la tensión o el
pánico que aquejan el o los participantes.
En lo que se refiere a la psicoterapia dinámica breve, hay que resaltar en primer lugar
que no se trata de una mera variante de la llamada psicoterapia psicoanalítica,
enfoque que inició la escuela de Chicago (8) y que se sigue practicando por parte de
algunos terapeutas. Aquí, al margen del problema psicopatológico del sujeto, éste es
visto una o dos veces por semana, cara a cara, alentando la libre asociación y
ofreciendo interpretaciones dinámicas ocasionales, generalmente centradas en los
fenómenos transferenciales más superficiales y más cercanos al yo. En todo caso, se
procura ligar las dificultades presentes con los hechos del pasado, especialmente con
los de naturaleza inconsciente que se hayan revelado de alguna forma en el curso del
proceso terapéutico como significativo. La terapia se extiende durante un año o año y
medio, promoviéndose el aumento del autoconocimiento a través de los insights, así
como de las imprescindibles experiencias emocionales correctoras (6).
La psicoterapia dinámica breve tampoco es una sofisticada terapia de sostén, sino una
forma de proceder específica, en la que se va más allá de los meros
reaseguramientos, consejos, simpatía y confrontación con la realidad, como acontece
en la mayoría de las terapias de apoyo, suponiendo un trabajo ordenado, sistemático y
original, aunque ciertamente sean necesarios los requisitos generales de todo
encuentro humano que persiga ayudar psicológicamente, como son la empatía, el
respeto y la posibilidad de comunicarse sin emplear ningún juicio desvalorizante de
quien solicita nuestra orientación. Pero lo que da un perfil particular y definido a la
psicoterapia dinámica breve es el cambio metapsicológico estable del conflicto
inconsciente, lo cual habitualmente suele alcanzarse, no pudiendo ser explicado a
partir de los ingredientes inespecíficos propios de las terapias de apoyo, sino en
función de un marco teórico de naturaleza psicoanalítica y sobre la base de una
técnica original claramente definida (9). En efecto, la psicoterapia dinámica breve es
una técnica que se muestra muy eficaz para desbloquear el inconsciente, rompiendo
las duras. resistencias al cambio que muestran muchos neuróticos.
81
Tras todo lo dicho, estamos en condiciones de caracterizar con mayor precisión los
rasgos generales de todo tipo de psicoterapia dinámica breve. Cuatro ingredientes
generales identifican estas técnicas: marcada actividad del terapeuta, presencia de
elementos técnicos originales, actitud de esperanza y optimismo del terapeuta e
interpretaciones tempranas de los fenómenos transferenciales (13).
Las reglas técnicas básicas del psicoanálisis (asociación libre, atención flotante,
neutralidad y abstinencia) son respetadas, pero el proceso terapéutico se trata de
acelerar por medio del trabajo en los focos conflictivos más centrales, confrontándose
en todo caso las resistencias (defensas) y en concreto los fenómenos transferenciales
de manera muy activa, lo que en ocasiones toma el aire de un proceso de naturaleza
conductual, incluyendo unas contingencias de control que empujan al sujeto hacia la
búsqueda de la salud mental.
Las psicoterapias dinámicas breves acogen diversos tipos de trabajo, con ciertos
matices particulares. Al respecto, los principales modelos proceden de Sifneos, Malan
y Davanloo.
Malan (17, 18) describe su técnica (Brief Dynamic Psychotherapy o BDP), de unas 20
sesiones en total, como una tarea que persigue la comprensión y el insight de un foco
central (edípico, de fracaso o de duelo), así como un cambio en las correspondientes
defensas neuróticas, para lograr la mejor conducta adaptativa del sujeto afecto de
ciertos trastornos psicopatológicos.
Davanloo (19, 20, 21), por su parte, incluye el trabajo simultáneo de múltiples
focos (Broad-Focus Short-Term Dynamic Psychotherapy o BFSTDP), aceptando a
pacientes con muy variada y grave sintomatología (fobias y depresiones crónicas,
neurosis obsesivas, diversas caracteropatías, variadas enfermedades psicosomáticas,
83
etc.), habiendo realizado interesantes aportaciones técnicas para ello (22, 23, 24, 25,
26,27,28,29,30,31).
Evaluaciones de la eficacia
En lo referente a las psicoterapias dinámicas, Sifneos (14, 15, 35, 36, 37) incluyó
evaluaciones continuas, investigando el estado de los sujetos al comienzo y al final del
tratamiento, constituyéndose los grupos de control por sujetos que entraban en lista de
espera y que posteriormente fueron tratados con STAPP. Partiendo de una serie de
criterios dinámicos previamente establecidos, dos evaluadores independientes
estudiaban la evolución de los sujetos, que habían sido asignados al azar al grupo de
tratamiento o al grupo de control. Al finalizar la psicoterapia, generalmente a los cuatro
o cinco meses de iniciada, todos los pacientes fueron reevaluados, en cuyo instante
los pertenecientes al grupo de control entraban en terapia. Pues bien, los cambios
favorables fueron muy evidentes y significativos en las personas tratadas (en tomo al
80%), aunque Sifneos verificó que el 20% de los sujetos en lista de espera también
habían presentando mejoría de sus síntomas. Sin embargo, cuando éstos fueron
entrevistados, resaltaron que en su entorno se habían dado carubios importantes que
habían afectado a sus vidas. En cuanto a los sujetos tratados (inicialmente o tras estar
un tiempo previo en lista de espera), todos admitieron que la psicoterapia había sido la
mejor y más útil experiencia en la resolución de sus conflictos. Un año después
seguían mostrando capacidad para solucionar adecuadamente nuevos problemas,
incluso aquellos pacientes que no habían tenido modificaciones caracteriales
profundas. Las investigaciones de Malan (38) han aportado datos similares a los de
Sifneos.
2. Evidencia de una interrelación del problema presente con tal conflicto nuclear.
Malan (17, 18, 35) ha hecho sus propias especificaciones en cuanto a los criterios de
selección de pacientes:
7. Posibilidad de prever una terminación de la terapia y que sus resultados puedan ser
dinámicamente explicados en función de los cambios producidos por las
intervenciones en el conflicto básico o nuclear.
Como hemos visto, tanto Sifneos como Malan resaltan la importancia de las
respuestas' del sujeto a las interpretaciones que se efectúan durante la evaluación
inicial (test o prueba de la interpretación), cosa que también subrayó Barten (10), el
cual manifestó que ello era el indicador más significativo cara ante el pronóstico de la
psicoterapia breve. Este autor insistió también en que:
4. Los que no pongan con rapidez en marcha una adecuada alianza terapéutica.
detallado de las emociones que el sujeto está experimentando entonces. Tras ello, se
conectan las conflictivas expresadas en la transferencia con las del pasado reciente y
lejano: si todo esto se logra, el paciente se relaja y aumenta su alianza terapéutica,
señales evidentes de que es un buen candidato para la terapia dinámica breve, pues
tales hechos muestran que es posible desbloquear el inconsciente con facilidad. Dicho
de otra manera, el trabajo ha de centrarse en el campo de la resistencia sobre la base
de tres criterios: a) desafiar la resistencia como una defensa; b) sacar a la luz los
intensos sentimientos transferenciales consecuentes y proporcionar al paciente la
posibilidad de experimentarlos; y, c) hacer ver al paciente el paralelismo existente con
pautas similares del pasado cercano o lejano. En los casos en que el paciente
muestre reacciones ansiosas intensas, ha de enlentecerse el proceso buscando una
reorganización de las defensas, para impedir regresiones inconvenientes, dando paso
con posterioridad al desbloqueo del inconsciente (21, 22, 23).
Los matices técnicos básicos de los tres modelos de psicoterapia dinámica breve, son:
En cuanto a la STAPP, Sifneos (15, 16) agrupa sus aspectos técnicos en los siguientes
puntos: las sesiones soncara a cara, semanales, de unos 45 minutos de duración, con
previa especificación de día y hora (que se procurará no modificar), aclarando desde
un principio que se trata de una terapia breve, pero sin concretar el número total de
sesiones (por lo común la duracióón es de 6 a 15 sesiones). En la sesión evaluatoria
(que no realiza el mismo profesional que se hace cargo de la terapia), se concreta si el
candidato supera los criterios de selección y se define un foco dinámico, lo que se
repite en la primera sesión propiamente terapéutica, recordándole al paciente que
debe tratar de concentrarse en el foco conflictivo. Las diversas intervenciones técnicas
persiguen los objetivos siguientes (16):
6. Enlazar los sentimientos experimentados con personas claves del pasado con los
sentimientos transferenciales.
En relación con la intervención propuesta por Malan (18), hay que resaltar, en primer
lugar, la necesidad de que en los encuentros terapéuticos impere un clima de
aceptación incondicional por parte del profesional, dentro de cuya atmósfera podrá
establecerse una interrelación que permita la conscienciación y expresión por parte
del paciente de las ideas y sentimientos más ocultos y rechazados. Frente a ellos, el
psicoterapeuta debe estar sumamente atento a sus reacciones contratransferenciales,
que debidamente controladas, y con ayuda del oportuno saber teórico, será el más
importante baluarte en que apoyar las oportunas interpretaciones.
Por otra parte, Malan (18) concreta que la misión del terapeuta dinámico es trabajar
sobre la base de dos triángulos, el triángulo del conflicto y el triángulo de las personas.
El triángulo del conflicto es algo cercano a lo que Menninger (40) llamó triángulo
del insight, implicando enfrentarse sucesivamente a:
1. Los métodos adoptados por los pacientes (defensas) para controlar el dolor
psíquico o la angustia que taponan los sentimientos/impulsos ocultos o inaceptables.
Según el enfoque del modelo de Malan (18), el sujeto acude habitualmente a la terapia
expresando problemas y dificultades en su vida actual (O). En tal fase de la
psicoterapia debe confrontarse, esclarecerse, reconstruirse e interpretarse el conflicto
sin salirse de este vértice, siguiendo el orden que antes se ha indicado (D 6 A 6 S/I).
Cuando el contenido Sil (o X)se va situando en la superficie psíquica o acercando al
yo, gracias a la debilitación que se ha logrado de la resistencia/defensa (D) y del
afecto concomitante (A), es probable que esto provoque un incremento de éste
(angustia, cólera, vergüenza, etc.) y subsiguientemente se reactive dicha
resistencia/defensa: entonces debe reincidirse en el ataque a tal resistencia hasta que
pierda definitivamente su fuerza, lo que suele alcanzarse cuando el paciente puede
describir con detalle el concomitante afecto displacentero (angustia, cólera,
vergüenza, etc.), cosa que debe efectuarse solicitando primero la expresión de sus
90
Una vez suficientemente dominado el conflicto del vértice O, se intentan las debidas
conexiones con algunos de los dos vértices restantes del triángulo de las personas. En
una terapia en la que la transferencia se desarrolle con lentitud, se elegirá primero el
vértice P, estableciendo las oportunas conexiones O/P, mostrando al sujeto (con apoyo
en las confrontaciones, reconstrucciones e interpretaciones) la ligazón pasado-
presente que se da en sus problemas. En ocasiones, la transferencia es de aparición
temprana, en cuyo caso puede iniciarse el trabajo terapéutico en el vértice T y no en el
vértice O. También puede acontecer que las conflictivas que aparecen en primer plano
se refieran a tiempos presentes, pero con los progenitores, sin que apenas se
muestren otras temáticas: entonces la terapia sólo se desarrolla en dos vértices del
triángulo de las personas (P y T).
Cuando el curso del proceso no se complica, a medida que la terapia avanza, y tras
los oportunos análisis de los conflictos en los vértices O y P, los fenómenos
transferenciales van dando la cara cada vez con más intensidad. Tales fenómenos
empiezan a manifestarse entonces como resistencias, debiendo actuarse conforme
hemos expresado al referirnos al análisis en el vértice O: esto es, tratando de disolver
el aspecto resistencial/defensivo (especialmente con el uso de los señalamientos,
confrontaciones y esclarecimientos) y luego el afecto concomitante (en base, además
de lo anterior, a descripciones de los elementos somáticos y cognitivos de tal afecto),
para afrontar finalmente los sentimientos/impulsos más profundos y reprimidos, donde
ya se recurre a las interpretaciones profundas. En muchos casos, el conflicto en T será
idéntico o muy similar al que acontecía en O (y cuyo nexo con P ya fue establecido
con anterioridad). Esto produce una conexión natural entre T y O, así como entre T y
P. En ocasiones la conexión T/P puede llevarse a cabo directamente, sin la previa
inclusión del nexo T/O. Cuando se interpreta el nexo T/P, los sentimientos e impulsos
rechazados suelen irrumpir en el yo del paciente con claridad, siendo generalmente
evidente la relación de tal material psíquico con la vida infantil y con los progenitores.
Si el sujeto toma plena consciencia de esto, la terapia alcanza sus mejores resultados
(18).
En el momento en que el proceso terapéutico llega a este punto, esto es, cuando se
han ligado los problemas presentes del sujeto con eventos conflictivos del pasado,
reales o fantaseados, relacionados con los progenitores o con figuras de especial
importancia, y el paciente ha tomado consciencia de todo esto, puede mencionársele
la posibilidad de la próxima terminación del tratamiento, poniendo mucha atención a
su reacción, pues es muy probable que este anuncio de la pérdida inmediata del
terapeuta reavive antiguas angustias de separación y desengaño con los primitivos
objetos de amor. En tal caso, hay que dedicar algunas sesiones a la reelaboración o
translaboración de tales sentimientos transferenciales, ligándolos mediante
reconstrucciones e interpretaciones a los oportunos hechos del pasado infantil. Sólo
entonces puede considerarse que el proceso terapéutico está en condiciones darse
por finalizado, lo que suele imponerse de forma natural, conduciendo a la separación
91
Los resultados terapéuticos son tanto más eficaces cuanto más honda y
frecuentemente capta el paciente las interpretaciones que ligan los conflictos
expresados en T, C y P, dejándose notar los efectos positivos entre la sexta y octava
sesión, lo que se traduce en una mejoría de la adaptación a las circunstancias del
presente, en cambios favorables en el carácter y en la mejoría de la relación clínica.
Cuando los síntomas empiezan a decaer y el comportamiento se toma
progresivamente más ajustado, debe plantearse la cuestión de la terminación. Ello es
bastante fácil en los sujetos con foco edípico, pudiendo necesitar de unas cuantas
sesiones extras (de 3 a 5) los casos restantes. En las patologías complejas, que
exigen de una mayor prolongación de la psicoterapia para disolver la angustia de
separación, el foco terapéutico debe ser tal sentimiento, lo que suele exigir de un duro
trabajo terapéutico que enfoque los más enraizados conflictos del pasado.
Hemos de indicar, por último, que en cualquiera de los tipos de terapia breve, no hay
contraindicación respecto a la utilización paralela, al menos durante un cierto tiempo,
de ansiolíticos, antidepresivos u otros psicotropos, tratamiento que suele abandonarse
a mediados del proceso, bien de forma espontánea por parte del paciente, bien por
indicación del terapeuta.
TERAPIA HUMANISTA
Un rasgo esencial del movimiento humanista lo constituye el interés genuino por el ser
humano. De allí que la intervención psicoterapéutica tiene como punto de partida la
idea que el individuo debe desplegar sus tendencias actualizantes siendo autónomo y
responsable para luego poder influir sobre su entorno.
Petzold, en 1983 (Citado por Auer, 1997) señala los siguientes principios comunes a
todas las formas de terapia humanista:
1. Terapia del Diálogo.- Moreno refiere que se trata de un encuentro personal, una
conversación de persona a persona (Rogers), respetando a la misma con su
dignidad (de allí que se sustituye el término “paciente” por “cliente” a fin de
evitar un matiz peyorativo o de subordinación). El encuentro interpersonal
entre terapeuta y cliente se considera el factor curativo más importante.
Petzold, en1980, modificando la sentencia de Freud “Donde fue ello, debe ser
ego” crea una máxima para este principio básico para toda intervención
humanista: “Donde había transferencia debe haber relación”
4. Holismo.- Considera toda la realidad del individuo como una totalidad corporal,
psíquica y espiritual dentro de un contexto socio-ecológico y en su historia
individual, así como colectiva (Petzold).
El ser humano es algo más que la suma de sus elementos que lo constituyen,
por muy importantes que éstos puedan ser, comprendiendo a éste como una
totalidad orgánica lleno de sentido. Por tanto, en todo proceso psíquico, en
cada acción, toma siempre parte la persona entera. Insistiendo de este modo
en la peculiaridad del individuo como tal.
Su creador, Carl Rogers, nació en 1902 en Oak- Park, Chicago. Era el cuarto de seis
hijos, de una familia religiosa y unida de clase media.
De niño fue bastante solitario y lector incesante. Ya desde los doce años, cuando sus
padres compraron una granja con la finalidad de alejarlo de las incitaciones de la vida
citadina, Rogers se convirtió en un estudioso de la agricultura científica, aprendió a
planificar experimentos y adquirió la idea básica de ciencia.
Durante dos años estudio en Ciencias Agrarias, inclinándose luego por la teología,
permaneciendo allí dos años, pues como el narra: “Me parecía horrible tener que
profesar una serie de creencias para permanecer en una profesión”.
Rogers ha sido uno de los psicólogos más influyentes del siglo; aunque la mayor parte
de su actividad se desarrolló en el ámbito de la psicología clínica, sus teorías se
extendieron a los demás ámbitos de aplicación de la psicología. Falleció en febrero de
1987.
TEORIA DE LA PERSONALIDAD
1. CONCEPTO DE SI MISMO
El sí mismo organiza y estructura experiencias por una parte y por otra las desmiente
cuando no guardan relación con él, con la autoimagen (se califica lo que coincide con
el marco de referencia interno y se descalifica lo contrario)
2. TENDENCIA A LA AUTOACTUALIZACION
Esta tendencia actualizante actúa como un sistema de valores organísmico que ayuda
al individuo a valorar sus vivencias, dado que el cuerpo suele ser más sabio que la
razón; sin embargo, como el ser humano no puede prescindir de los otros y también
debe ocuparse de los valores y normas proveniente de los demás, desarrolla un
sistema de valores secundario que muchas veces no corresponde con su sistema de
valores organísmico.
96
3. CONGRUENCIA E INCONGRUENCIA
TEORÍA DE LA TERAPIA
1. TRATAMIENTO
La Terapia Centrada en el Cliente (TCC) no es una técnica sino una concepción, que
sitúa la problemática del cliente en el centro de su observación, partiendo en el aquí y
ahora sobre su percepción de la realidad. El objeto de los desvelos del terapeuta no lo
constituyen los síntomas ni el comportamiento perturbado, sino el mundo privado del
cliente, como fenómeno en sí que engloba sus percepciones, sensaciones,
pensamientos, sentimientos y experiencias.
2. RELACIÓN TERAPÉUTICA
La TCC es una terapia de relación que se funda en un lazo empático; siendo dicha
relación condición necesaria para el crecimiento personal del cliente.
Rogers señala que el terapeuta sea el mismo, sin presentar fachadas o representar
papeles, que sea consciente de lo que siente y de lo que puede comunicar al cliente si
es apropiado; que sea capaz de encontrarse con el paciente de persona a persona.
Asimismo se exterioriza en el tono de voz, mímica y gestualidad, posibilitando la
confianza del cliente.
97
Esto requiere el esfuerzo de llegar a poder hablar el lenguaje del otro. El terapeuta
procura reaccionar a lo que el cliente está viviendo y expresa; por lo que su labor no
consiste en un mero escuchar paciente y pasivo, sino en estar activo a través de su
percepción y comunicación.
El rol del psicólogo consiste en establecer una relación humana óptima, lo cual se
halla acorde con algunos presupuestos:
5. PROCESO TERAPEUTICO
Esta fase de inicio contiene la primera presentación del problema. Aquí se plantean
cuestionamientos para una mejor comprensión de la situación y se facilita información
sobre posibles ayudas.
98
Después de la quinta sesión se realiza una evaluación sobre la forma en que se está
llevando la terapia y las expectativas de progreso. Si el cliente lo permite por escrito se
graban las conversaciones.
En esta fase la conversación pasa a un nivel cognitivo cuando se reflexiona sobre las
diferentes posibilidades de actuar y el terapeuta procede de manera más directiva,
99
La terapia finaliza con una disolución libre. En una conversación final se evalúa la
eficacia y los efectos secundarios de la terapia
Así, nos encontramos desde un inicio con una gran barrera que habrá que
afrontar, ya que el paciente no sólo acude con todos los cambios orgánicos y
fisiológicos ocasionados por el consumo sino también mantendrá activado
todos los mecanismos y creencias que han ido reforzando y manteniendo la
conducta adictiva.
Realmente los autores Prochaska y Diclemente (1997) han planteado que dicho
cambio es procesal, observándose las siguientes frases:
A. Precontemplativa
B. Contemplativa
C. Preparación
D. Acción
E. Mantenimiento
F. Finalización.
A. PRECONTEMPLACION:
Si acuden al tratamiento lo hacen presionados por los demás, con el objetivo que
disminuya la presión para luego seguir consumiendo.
B. CONTEMPLACION:
C. PREPARACION:
D. ACCION:
Aquí el paciente evidencia una actitud más consistente de cambio, tanto en sus
pensamientos como en sus conductas. Asimismo intenta modificar las condiciones
ambientales con el objetivo de superar la adicción.
AMBIVALENCIA:
Así, la Entrevista Motivacional se convierte en una danza entre dirigir y ser dirigido; de
ejecutar estrategias de cambio y escuchar calladamente, de no adelantar o introducir
conocimientos cuando aún no es el momento.
En otras palabras, como señala Miller, “LA MOTIVACION VIENE DEL PACIENTE NO
SOLO DE LA TECNICA EXPERTA DEL TERAPEUTA”.
afirma que la salud es creada y vivida por la gente, en los lugares donde desarrolla su
vida
diaria; donde aprende, trabaja, juega y ama.
Aún más añadiremos que, la salud hay que entenderla como una realidad social
compleja y
como un proceso social-político, y no circunscrita solo a una atención médica
reparativa.
(Aliaga, 2003). Esta consideración es clave y relevante tomarla en cuenta para iniciar
el
abordaje de lo que significa la promoción de la salud.
La Dirección General de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud del Perú
conceptúa la
promoción de salud como:
“Un proceso que busca desarrollar habilidades personales y generar los mecanismos
administrativos, organizativos y políticos que faciliten a las personas y grupos tener
mayor
control sobre su salud y mejorarla.
Busca lograr un estado de bienestar físico, mental y social, en el que los individuos y/o
grupos
puedan tener la posibilidad de identificar y lograr aspiraciones, satisfacer necesidades
y poder
cambiar o hacer frente a su entorno”. (Lineamientos de Política de Promoción de
Salud).
La promoción de la salud se constituye como un proceso político y social global que
abarca no
solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y
capacidades de
1
Documento Técnico
Modelo de Abordaje de Promoción de la Salud en el Perú
los individuos, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales,
ambientales y
económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. La
promoción de
la salud es el proceso que permite a las personas incrementar su control sobre los
determinantes de la salud (OMS, 1998).
Por tanto, las estrategias de promoción de la salud o salud poblacional, están
diseñadas para
llegar a toda la población y para influir sobre un rango amplio de los determinantes de
la salud
(Canada Health y OPS/OMS, 2000).
Invertir en un enfoque de salud de la población ofrece beneficios en tres áreas
principales:
mayor prosperidad, ya que una población sana contribuye a una economía dinámica;
menores
gastos en salud y problemas sociales; además de un clima general de estabilidad
social y
bienestar.
Es importante diferenciar la promoción de la salud con la prevención de la
enfermedad. La
104
fecundidad precoz. Asimismo, el 6,6% de mujeres con educación superior tuvo un hijo
antes
de los 20 años, a diferencia de aquellas con educación primaria o secundaria, 4 de
cada 10
fueron madres antes de los 20 años. (INEI, 2002).
La aplicación de la vacuna antitetánica durante el embarazo es una de las principales
medidas
de preservación de la salud del infante, evitando que contraiga tétanos neonatal por
contaminación durante el parto. Entre las mujeres sin educación la cobertura es de
66%, en
tanto que es mucho mayor para quienes alcanzaron educación secundaria 80%).
(ENDES
CONTINUA 2004).
El 71% de los partos fue asistido por profesionales de la salud. Las menores
coberturas se
encuentran entre las mujeres que no tienen educación (23%), las de alta paridad
(31%) y las
que tienen residencia en el Área Rural (44%). El nivel de atención de los partos por
profesionales de la salud en Lima Metropolitana (97%) contrasta con el bajo nivel en la
Sierra
y Selva (51% en ambos). (ENDES CONTINUA 2004).
3) Género
El enfoque de género en salud tiene como objetivo lograr una mayor equidad en la
atención
de salud de mujeres y varones, modificando las inequidades de género que afectan su
salud
integral y su desarrollo humano, favoreciendo procesos que brinden iguales
oportunidades.
La Organización Mundial de la Salud mostró que los niveles altos de desempleo y la
inestabilidad económica son causa de problemas de salud mental significativos y
efectos
adversos sobre la salud física de las personas desempleadas, sus familias y sus
comunidades
(OPS/wescott, 1985).
En el año 2001, el 10,2% de las mujeres y el 10,8% de los hombres de edades
comprendidos
entre los 15 y 24 años de edad se encontraban afectados por la desocupación abierta.
Esta
tasa desciende al aumentar la edad, pero comienzan a divergir entre mujeres y
varones. La de
las mujeres es más alta de los dos a los 39 años (6,6%) y la de los varones ha
descendido a
4,3% (Laguna V. y Gutierrez,C., 2004)
El estudio epidemiológico elaborado por el Instituto Especializado de Salud Mental
(2002)
reporta las siguientes cifras para los estados anímicos prevalentes en Lima
Metropolitana:
entre 10% y 30% para la angustia y entre 18% a 45% para los estados de tensión. En
relación
110
al sexo, son las mujeres de cualquier edad las que registran mayor frecuencia de
estados de
tensión y angustia. Estos resultados pueden explicarse por el hecho de que las
mujeres están
sometidas durante su vida a múltiples roles: productivo, reproductivo, social.
La prevalencia de vida de las conductas suicidas revela que son las mujeres las que
más
incurren en este tipo de conducta, y son las mujeres unidas maltratadas las que
registran la
cifra tan alta como de 15,4% de la población general.
garantice el pleno ejercicio del acto de morar, ampliando y mejorando la calidad del
espacio y
de la vida, propiciando la convivencia armónica y la dignidad humana. La vivienda es,
en
suma, el escenario donde se desarrollan los procesos culturales, económicos y
sociales,
donde las acciones de promoción de la salud cobran vigencia y relevancia.
3.2.2. La Institución Educativa
Las instituciones educativas son escenarios privilegiados para la formación y difusión
de una
cultura de la salud en los alumnos y padres de familia, y desde allí hacia la familia y
comunidad.
Como institución representativa de la educación en su localidad, es responsable de la
construcción de espacios de desarrollo, saludables y sostenibles en el tiempo; por ello,
la
institución educativa es considerada un escenario estratégico para promover la
construcción
de una cultura de la salud, desde la comunidad educativa hacia la comunidad en
general.
Los programas de educación sanitaria impartidos en las escuelas a menudo se basan
en una
perspectiva demasiado tradicional, que proporciona a los estudiantes información
sobre
cuestiones sanitarias, pero que no utiliza procedimientos imaginativos e interactivos
para
enseñarles a tomar decisiones reflexionadas, saber hacer frente al stress, ser
asertivos, vivir
en sociedad e inculcarles aptitudes útiles para la vida.
Estos escenarios deben reunir condiciones físicas, sanitarias, ambientales,
emocionales y
afectivas, para que las niñas y niños desarrollen sus aptitudes y actitudes
adecuadamente.
Por consiguiente, es importante que cuenten con aulas amplias, espacios físicos y
mobiliarios
adecuados, iluminación, baterías sanitarias acordes con la edad, espacios de
recreación y
seguridad; a eso debe sumarse la promoción de hábitos alimentarios saludables, de
higiene y
20
Documento Técnico
Modelo de Abordaje de Promoción de la Salud en el Perú
estilos de vida saludables con el afán principal de mejorar la calidad de vida de las
niñas y
niños.
3.2.3. El Municipio
El Municipio es la demarcación territorial adscrita a la municipalidad, en el que viven
las
personas, familias y conforman comunidades, establecen redes sociales y relaciones
entre
116
sus miembros con igual o diversas problemáticas. Comprende además los espacios
públicos,
servicios públicos entre otros.
Sus características estructurales y dinámicas dependen de aspectos del orden social,
económico, cultural, educativo, de seguridad ciudadana y por supuesto de la salud de
su
población. El municipio es el nivel de gobierno más cercano a las necesidades de la
población
y a sus decisiones; y por lo tanto deberían expresar esta cercanía en la formulación e
implementación de políticas saludables que faciliten el empoderamiento, promuevan el
liderazgo y la participación ciudadana.
En mérito a lo anterior, un municipio saludable es aquel en el que sus autoridades,
instituciones, organizaciones públicas y sociedad civil, se esfuerzan por mejorar las
condiciones de vida, vivienda, educación, alimentación, trabajo y cultura de la
población, en
relación armoniosa con su entorno, fortaleciendo lazos de solidaridad y equidad.
Los Municipios Saludables contribuyen a crear condiciones favorables para desarrollar
acciones de promoción de la salud a partir del compromiso de los alcaldes,
autoridades
regionales y de otros sectores públicos de la localidad con la finalidad de generar
comunidades saludables mediante políticas públicas saludables e insertar la salud en
las
agendas públicas.
3.2.4. El Centro laboral
La promoción de la salud en los lugares de trabajo tiene como objetivo el bienestar y
mejoramiento de la salud de los trabajadores. El logro de éste objetivo redundará
también en
beneficios para la institución como un aumento de la productividad, de la reducción de
los
gastos en salud y del ausentismo y el mejoramiento de la imagen de la empresa.
Los trabajadores pasan al menos una tercera parte de su vida en el trabajo, por
consiguiente,
se constituyen en un escenario de importancia para su salud pública. La inversión en
la
mejora de las condiciones de trabajo puede generar una mejora de la salud de los
trabajadores, y, por lo tanto, en la productividad de las empresas. Asimismo, en la
medida en
que los centros laborales son uno de los pocos lugares en los que se puede llegar de
forma
sistemática a la población adulta en calidad de personas individuales, dichos
escenarios se
constituyen en un lugar muy importante para promover eficazmente la salud entre los
adultos
de forma continua.
3.3. Priorización de Ejes Temáticos
A fin de dar respuestas a las principales necesidades de la población detectadas en
las
diversas etapas de desarrollo11, se han priorizado ejes temáticos que constituyen el
contenido
conceptual clave a ser abordados en los diferentes escenarios.
117
INVENTARIO DE BECK
En este cuestionario aparecen varios grupos de afirmaciones. Por favor, lea con
atención cada una. A continuación, señale cuál de las afirmaciones de cada grupo
describe mejor cómo se ha sentido durante esta última semana, incluido el día de hoy.
Si dentro de un mismo grupo, hay más de una afirmación que considere aplicable a su
caso, márquela también. Asegúrese de leer todas las afirmaciones dentro de cada
grupo antes de efectuar la elección.
129
130