DISOLUCION
DISOLUCION
DISOLUCION
1. Disolución
La Nueva Ley General de Sociedades, regula en primer lugar las causas de disolución
aplicables a todas las clases de sociedades, y luego las causas especiales aplicables
específicamente a las sociedades colectivas y en comandita.
El artículo 407º de la NLGS regula las causales que inciden en todas las clases de
sociedades.
Resulta necesario precisar, que sólo la causal de vencimiento del plazo de duración,
por las razones antes anotadas, funciona automáticamente o de pleno derecho. Las
demás causales deben ser necesaria y previamente invocadas y reconocidas por los
socios, o en su defecto por el Juez, y surtirán efecto frente a terceros recién al
inscribirse en los Registros Públicos el acuerdo de disolución.
Sin embargo, si bien dicha causal de disolución opera ipso jure, necesariamente se
requerirá de la intervención de la junta general, o en su defecto del juez, para que
designen a los liquidadores y se de inicio al proceso de liquidación.
El inciso 3º, considera como causal de disolución aplicable a todas las sociedades la
continuada inactividad de la junta general. La anterior Ley General de
Sociedades, consideraba esta causal de disolución únicamente para las Sociedades
Anónimas. La continuada inactividad como causal de disolución deberá ser
determinada, en cada caso, por los socios, toda vez que la ley no cuantifica dicho
período de tiempo. Cabe anotar como referencia, lo establecido en la Décima
Disposición Transitoria de la ley, la cual dispone que «se presume la extinción de
toda sociedad mercantil o civil que no ha inscrito acto societario alguno en los diez
años precedentes a la publicación de esta ley. El Registro cancelará la
inscripción (...)».
El inciso 9º establece que las sociedades se pueden disolver por cualquier otra
causa establecida en la ley, o prevista en el pacto social, el estatuto, o
convenio de socios registrado ante la sociedad. La ley puede establecer causales
de disolución distintas a las establecidas en la Ley General de Sociedades, es el caso
de aquellas contenidas en la Ley de Bancos y en la Ley de Administradoras de Fondos
de Pensiones, por citar algunas. Como sabemos los Bancos, así como las
Administradoras de Fondos de Pensiones, deben constituirse necesariamente como
sociedades anónimas, siéndoles, por ende, de aplicación la Ley General de
Sociedades; sin embargo las disposiciones legales que regulan a estas instituciones,
establecen reglas especiales dentro de las cuales se encuentran algunas causales de
disolución, además de las contenidas en el artículo 407º de la NLGS.
2. Liquidación
En caso se designe como liquidador a una persona jurídica, ésta deberá nombrar a
la persona natural que la represente.
Son también funciones de los liquidadores, la formulación del inventario, los estados
financieros y las cuentas a la fecha en que se inicia la liquidación; requerir la
participación de los representantes cesantes; llevar y custodiar los libros y
correspondencia de la sociedad; velar por la integridad del patrimonio de la sociedad;
realizar las operaciones pendientes y las nuevas necesarias para la marcha del
proceso liquidatorio; transferir a título oneroso los bienes sociales; exigir el pago de
los créditos y dividendos pasivos existentes al iniciarse la liquidación; concertar
transacciones y asumir compromisos convenientes al proceso liquidatorio; pagar a
los acreedores de la sociedad; y convocar a la junta general, cuando lo estimen
necesario o así lo disponga la ley, el estatuto, el pacto social, los convenios celebrados
entre los accionistas inscritos ante la sociedad o por disposición de la junta general.
De otro lado, son obligaciones de los liquidadores, entre otras, solicitar la declaración
judicial de quiebra, de conformidad con las reglas del Decreto Legislativo 845 - Ley
de Reestructuración Patrimonial- cuando se extinga el patrimonio de la sociedad en
liquidación y queden acreedores impagos; presentar a la junta general, previa
convocatoria, los estados financieros y demás cuentas de los ejercicios que venzan
durante el proceso de liquidación o los balances correspondientes a otros períodos
cuya formulación contemple la ley; presentar para la aprobación de la junta general,
previa convocatoria, la memoria de liquidación, la propuesta de distribución del
patrimonio neto entre los socios, el balance final de liquidación, el estado de
ganancias y pérdidas y las demás cuentas que correspondan, las mismas que deben
estar auditadas.
Por último, las funciones del cargo de liquidador terminan por haberse realizado la
liquidación; por remoción o renuncia; o por resolución judicial emitida a solicitud de
socios que representen cuando menos la quinta parte del capital social. La
responsabilidad del cargo de liquidador caduca a los dos años contados desde el día
de terminación del cargo o inscrita la extinción de la sociedad.
2.2. Distribución del haber social
Una vez aprobado el balance final de liquidación y los demás documentos exigidos
por la ley, los liquidadores procederán a distribuir el haber social remanente, única y
exclusivamente si se ha cumplido con pagar a todos los acreedores de la sociedad, o
en su defecto, se ha consignado el importe de sus créditos en una empresa bancaria
o financiera del sistema financiero nacional. El artículo 420º de la NLGS detalla las
reglas por las cuales los liquidadores deben proceder a distribuir el haber social entre
los socios, una vez pagados los créditos de los acreedores.
3. Extinción
El artículo 422º de la NLGS establece el derecho de los acreedores para hacer valer
sus créditos luego de extinguida la sociedad. En el caso de la sociedad colectiva, los
acreedores
podrán hacer valer sus créditos frente a los socios. Los acreedores de las sociedades
anónimas, de las sociedades en comandita simple y en comandita por acciones (se
ha omitido a la Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada), podrán hacer valer
sus créditos frente a los accionistas o socios, hasta por el monto de la suma recibida
por éstos como consecuencia de la liquidación. Si la falta de pago se debió a culpa
de los liquidadores, los acreedores podrán hacer valer sus créditos frente a éstos.
El derecho de los acreedores para hacer valer sus créditos frente a los socios,
accionistas o liquidadores, según sea el caso, caduca a los dos años desde la
inscripción de la extinción de la sociedad.
3
HUNDSKOPF E., Oswaldo. «Derecho Comercial. Nuevas Orientaciones y Temas
Modernos». Tomo II. Universidad de Lima. Segunda Edición. 1994. Lima
4
BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. «Comentarios a la Nueva Ley General de
Sociedades». Gaceta Jurídica Editores S.R.Ltda. Primera Edición. Enero 1998. Lima
“Disolución, Liquidación y Extinción de Sociedades”
A lo largo del tiempo las empresas se han ido constituyendo de tal manera que deben
ideal de beneficiar a la sociedad consistiría en seguir la senda del bien común entre ella
y los compradores o consumidores del bien final, pero lamentablemente no todas llegan
a la cumbre del éxito o a cumplir con los requisitos de competitividad esperado por el
mercado, siendo así una de las posibles situaciones empresariales hay un método que
Introducción 3
I.- Extinción de sociedades 5
1.1.- Concepto de la Extinción 5
II.- Disolución de sociedades
2.1.- Concepto de la Disolución 5
2.2.- Causas Principales 6
2.3.- Convocatoria y Acuerdo de Disolución 7
2.4.- Causales de la Disolución 6
2.5.- Publicidad e Inscripción de disolución 11
III.- Liquidación de sociedades
3.1.-Concepto de Liquidación 12
3.2.- Características del proceso 12
3.3.- Funciones del Liquidador 13
3.4.- Designación de la Liquidación 13
3.5.- Insolvencia o Quiebra de sociedades 14
3.6.- Información a los Socios 14
3.7.- Balance Final de Liquidación 14
3.8.- Distribución del Haber Social 14
3.9.- Cese del Cargo del Liquidador 15
4.0.- Balance Final de la Liquidación y aprobación 15
IV.- Extinción de sociedades
4.1.- Concepto 17
4.2.- Responsabilidades frente acreditar impagos 17
V.- Disolución y liquidación de Empresas 18
Conclusiones 20
Bibliografía 21
I.- EXTINCIÓN DE SOCIEDADES
1.1.- CONCEPTO:
En nuestro país, el proceso por el cual se extingue una empresa, denominado Disolución
y Liquidación, se encuentra regulado principalmente en la Ley General de Sociedades,
Ley Nº 26887 (09.12.97), para el caso de empresas que han adoptado forma
societaria. En el caso de Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada
(E.I.R.L.) su regulación se encuentra en el Decreto Ley Nº 21621 (14.09.76). Asimismo,
coexiste conjuntamente con las disposiciones mencionadas, un régimen de
disolución y liquidación de empresas insolventes al amparo de la Ley General del
Sistema Concursal, Ley Nº 27809 (08.08.2002).
Pero como se trata de una serie de actos complejos, los efectos de la disolución no
pueden cumplirse en el mismo momento en que se presenta la causa de
disolución, la vida de la sociedad no se paraliza de golpe. Existen negocios en curso
créditos por hacer efectivo, deudas por pagar cargas por satisfacer,
procedimientos judiciales en trámite, etc. Solo cuando todo esté concluido y el activo se
haya transformado en dinero, o esté en condiciones de repartirse, se llegará a la fase
final de la extinción total del ente jurídico.
Las causas de disolución son en primer lugar las que indicen en toda clase de
sociedades y luego las referentes a las distintas clases de estas. Además, es causar
de disolución una de carácter extraordinario, que puedan ser motivadas en las
actividades de la sociedad, o que puedan derivar del hecho de que los fines que ella
persigue resultan contrarios al orden o a las buenas costumbres.
Es de hacer notar que además de las causales de disolución señaladas en la ley pueden
los socios añadir otras en el pacto social. De esta manera pueden
considerarse dos grupos de causales. Al primer grupo pertenece el cumplimiento del
término prefijado en el pacto social del estatuto, la conclusión de la empresa que
constituye el objeto, el acuerdo de los socios y la fusión de la sociedad. Al segundo
grupo, la pérdida entera del capital social, la quiebra de la sociedad.
siendo la condición en todo caso, que la presentación del título se haya realizado antes
del plazo de vencimiento de duración de la sociedad.
Tratándose del primer caso, el vencimiento del plazo genera la disolución de pleno
derecho de la sociedad. Este es la única causal que opera de pleno derecho. No es
necesario que los socios adopten el acuerdo de disolución, ni requiere de la inscripción
de un acuerdo especial para que la disolución produzca sus efectos entre los socios y
frente a terceros.
Esta causal opera de pleno derecho, ipso jure, vale decir que no se requiere de acuerdo
o resolución expresa que declare la disolución de la sociedad. Sin embargo,
no opera si previamente al vencimiento del plazo de duración se inscribe la prórroga en
el Registro de Personas Jurídicas respectivo.
inactividad de la junta general, que deberá ser determinada, en cada caso, por los
socios, toda vez que la ley no cuantifica dicho período de tiempo.
No opera de inmediato esta causal, puede ser remediada por los socios
cuando las pérdidas sean resarcidas o que el capital pagado sea aumentado
o reducido en cuantía suficiente. Es importante resaltar en relación a esta
causal, que la nueva ley con acierto ha considerado como referencias para estimar las
pérdidas que reducen el patrimonio en relación al capital, al patrimonio neto y al capital
pagado.
En el Perú mediante Decreto Ley 26116, sustituido por el Decreto Legislativo 845 - Ley
de Reestructuración Patrimonial- y posteriormente otra vez sustituido por la Ley 27809
Ley General del Sistema Concursal se estableció un novedoso procedimiento
en materia concursal, orientado principalmente a posibilitar la continuidad y
conservación de las empresas.
por la Ley General de Sociedades. En tal sentido, podemos afirmar que coexiste en
nuestra legislación dos procedimientos alternativos de liquidación de sociedades:
Uno regulado por la Ley General de Sociedades. Otro por la Ley de Reestructuración
Patrimonial, ello sin considerar las disposiciones sobre disolución y liquidación de
sociedades constituidas como entidades financieras o bancarias, compañías de
seguros y sociedades administradoras de fondos de pensiones, las mismas que por
su naturaleza se regulan por sus propias normas (Ley 26702 y Ley 25897).
Sin embargo, esta causal se puede revertir, si dentro de los seis meses siguientes al
hecho que la produjo, se reconstituye el número plural de socios.
DISOLUCIÓN JUDICIAL:
Establece que las sociedades se pueden disolver por cualquier otra causa establecida
en la ley, o prevista en el pacto social, el estatuto, o convenio de socios
registrado ante la sociedad. Cabe destacar el reconocimiento de los pactos o convenios
entre socios consagrado en el artículo 8º de la Ley mediante los cuales se pueden
establecer causales de disolución distintas a las contenidas en la ley, se concede
una libertad amplia a los socios para fijar cualquier otra causa que estimen conveniente.
EJEMPLOS SIMPLES:
a) Carlos, Lucia y otras tres personas conforman una sociedad anónima, en un viaje de
negocios Carlos sufre un accidente falleciendo, anteriormente los estatutos
establecían que la sociedad continuaría con los socios sobrevivientes, pero no
con los herederos del socio, ¿podrán hacer algo sus familiares?
No debido a que lo establecido para formar la empresa y las normas
hechas deben respetarse sea cual fuese el caso sin excepción siempre y cuando este
establecido previamente.
b) La empresa “Sara SA” le faltan 3 días para el vencimiento del plazo como sociedad
enviando a un representante a registros públicos un día después del cumplimiento del
plazo ¿Qué podrá hacer? ¿Realizará esta acción? ¿Qué se le podría recomendar?
Al pasar la fecha de cumplimiento de plazo quedaría disuelta la sociedad y por lo tanto
tendría que regresar a hacer el procedimiento formal para volver a instalar la
sociedad que había tardado en intentar una prórroga.
Las sociedades con domicilio en las provincias de Lima y Callao harán las publicaciones
cuando menos en el diario oficial El Peruano y en uno de los diarios de mayor circulación
de Lima o de Callao, según el caso.
Sin embargo, si fueran requeridas para ello por los liquidadores, las referidas
personas están obligadas a proporcionar las informaciones y documentación que sean
necesarias para facilitar las operaciones de liquidación.
e) Realizar las operaciones pendientes y las nuevas que sean necesarias para la
liquidación.
En caso se designe como liquidador a una persona jurídica, ésta deberá nombrar a la
persona natural que la represente La junta general, los socios o, en su caso, el juez
designa a los liquidadores y, en su caso, a sus respectivos suplentes al declarar
la disolución, salvo que el estatuto, el pacto social o los convenios entre
accionistas inscritos ante la sociedad hubiesen hecho la designación o que
la ley disponga otra cosa. El número de liquidadores debe ser impar. Si los
liquidadores designados no asumen el cargo en el plazo de cinco días contados
desde la comunicación de la designación y no existen suplentes, cualquier director o
gerente convoca a la junta general a fin de que designe a los sustitutos.
Iguales obligaciones deben cumplir respecto de balances por otros períodos cuya
formulación contemple la ley, el estatuto, el pacto social, los convenios entre
accionistas o socios inscritos ante la sociedad o los acuerdos de la junta general.
Aprobado, expresa o tácitamente, el balance final de liquidación se publica por una sola
vez.
d) Por resolución judicial a pedido de socios, que mediando causa justa, que
representen cuando menos la quinta parte del capital social.
4.1.- CONCEPTO:
Una vez efectuada la distribución del haber social la extinción de la sociedad se inscribe
en el Registro. La solicitud se presenta mediante recurso firmado por el o los
liquidadores, indicando la forma cómo se ha dividido el haber social, la
distribución del remanente y las consignaciones efectuadas y se acompaña la
constancia de haberse publicado el aviso a que se refiere el artículo 419º de la Ley. Al
inscribir la extinción se debe indicar el nombre y domicilio de la persona encargada de
la custodia de los libros y documentos de la sociedad. Si algún liquidador se niega a
firmar el recurso, no obstante haber sido requerido, o se encuentra impedido de hacerlo,
la solicitud se presenta por los demás liquidadores acompañando copia del
requerimiento con la debida constancia de su recepción.
El reparto entre los socios o accionistas del haber social está sujeto a que exista un
remanente, luego del pago de todas las deudas pendientes al acordarse o declararse la
disolución. En consecuencia, puede ocurrir que no haya saldo por distribuir entre los
socios o accionistas y que, aun así, debe procederse a la inscripción de la extinción
de la sociedad, al haber concluido el proceso de disolución. También debe
inscribirse la extinción una vez declarada la quiebra de la sociedad.
Los acreedores pueden hacer valer sus créditos frente a los liquidadores después de la
extinción de la sociedad si la falta de pago se ha debido a culpa de éstos.
El derecho de los acreedores para hacer valer sus créditos frente a los socios,
accionistas o liquidadores, según sea el caso, caduca a los dos años desde la
inscripción de la extinción de la sociedad. Según el artículo 421º y 422º de la Ley General
de Sociedades la extinción de la sociedad, procede única y exclusivamente
cuando se han pagado los créditos de todos los acreedores
V.- DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE EMPRESAS AL AMPARO DE LA LEY
GENERAL DEL SISTEMA CONCURSAL:
La Ley General del Sistema Concursal establece, pues, que los acreedores serán
pagados conforme al siguiente orden de prelación:
1. Las obligaciones laborales, incluyendo los créditos por aportes impagos al Sistema
Privado de Pensiones.
2. Las deudas por alimentos, hasta por el monto de una (1) UIT.
Presentada la Demanda de Quiebra, el Juez, dentro de los treinta (30) días hábiles y
previa verificación de la extinción del patrimonio, sin más trámite declarará la
quiebra, la extinción de la empresa y la incobrabilidad de sus deudas.
CONCLUSIONES
Ley General de Sociedades, Ley Nº 26887, regula las formas como se Disuelven,
Liquidan y Extinguen las Sociedades en el Perú
Estas instituciones jurídicas garantizan que las sociedades terminan sus actividades
cuando han puesto fin a sus relaciones jurídicas con terceros y con los propios socios y
se realiza un cierre ordenado gradual de la sociedad.
1) La disolución,
2) La liquidación
y 3) La extinción.
http://www.monogra as.com/trabajos75/disolucion-liquidacion-extincion-
sociedades/disolución-liquidación-extinción-sociedades.shtml.
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/cathedra/1998_n3/
disolución- extinción
http://www.abogadoperu.com/ley-general-sociedades-seccion-cuarta-
disolucion- liquidacion-y-ex"ncion-de-sociedades-"tulo-16-abogado-legal.php.
http://es.slideshare.net/juandiegovalenzuelawaters/disolucin-liquidacin- y
extinción de sociedades
"LAS SOCIEDADES IRREGULARES"
I. CONCEPTO.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
"LAS SOCIEDADES IRREGULARES"
INTRODUCCION
Las sociedades, como entes del intercambio comercial en nuestro País, se encuentran
debidamente reguladas por su ley de la materia, en consecuencia para poder iniciar y
efectuar sus actividades deben cumplir con los requisitos establecidos en la ley.
Pero, puede darse el caso de que dichas sociedades, no cumplan con los requisitos
estipulados por la ley, para su normal desenvolvimiento dentro del proceso productivo y
del mercado, es allí que la ley de la materia califica a estas sociedades como irregulares
y les dedica toda una sección normativa dentro de la ley general de sociedades, que se
analizara en el presente trabajo.
Así mismo es necesario indicar que para poder comprender cuando se habla de
sociedades irregulares, debemos conocer cuando y cuales son las clases de sociedades
irregulares que conoce la doctrina, por consiguiente ese será otro punto de estudio en
el presente trabajo.
Dado que al presentarse una sociedad irregular, esta va a tener efectos jurídicos, tanto
para los socios, como para con los terceros con los cuales dicha sociedad a efectuado
o mantenido relaciones orientadas al cumplimiento del objeto de la sociedad, es
necesario determinar cuales son esos efectos y cuales las consecuencias, por lo que es
tema también es materia del presente trabajo.
Por su parte Augusto Barreto Muga indica que las sociedades irregulares “son aquellas
que se forman sin escritura pública o si existiendo esta se omite inscribirlas en el
registro”.
Richard, Escuti y Romero, Citado por Zaida Osorio Ruiz aseveran que “las sociedades
no constituidas regularmente... son aquellas que tentativamente han querido asumir uno
de los tipos previstos, pero cuya constitución regular ha sido frustrada por un defecto
formal cualquiera (v.gr., instrumentación, publicidad: periodística o Registral), así como
también aquellas que sin instrumentar tienen un objeto comercial o desarrollan actividad
comercial.”
Narváez García, citado por Zaida Osorio diferencia la sociedad irregular y la de hecho
del siguiente modo “..Son (las sociedades irregulares) sociedades imperfectas, por
omisión de una formalidad externa exigida en la ley.
La sociedad de hecho es un tipo amorfo y diferente que, por no constituirse mediante
escritura publica, carece de personalidad jurídica. Se trata de una forma asociativa
autónoma que no subordina su existencia al cumplimiento de requisitos formales.”
La sociedades en formación son aquellas que realizan una o varias actividades antes
de haber cumplido con las formalidades propias de su inscripción es decir antes de
poseer personería jurídica.
Existen diferentes pautas propuestas por los autores (Voluntad de los socios de
formalizar la sociedad, temporalidad, etc), pero nuestra legislación societaria ha
adoptado el criterio del vencimiento de los plazos
En ese sentido los futuros socios de la sociedad en formación están obligados a cumplir
determinados plazos en el proceso de formación, así tenemos:
- 60 días para solicitar el otorgamiento de la Escritura Publica, contados desde que los
socios fundadores firmaron el Pacto Social, cuando se trata de Constitución simultánea.
- 30 días si se trata de constitución por oferta a terceros, contados desde que la junta
general designo a los firmantes de dicha escritura.
Constituyen aquel grupo de personas, que realizan actividad negocial sin contar con una
base instrumental de constitución (pacto social, Estatuto)o, contando con algún
documento escrito similar, sea este muy precario o no se adecue a ningún tipo societario
admitido por ley. No obstante ello, este grupo humano se desenvuelve en el comercio,
e incluso en sus relaciones internas, con espíritu y comportamiento societario.
Por otro lado, una sociedad también es irregular cuando ha incurrido en una de las
causales previstas en el pacto social, estatuto o la ley. En consecuencia una sociedad
será irregular si continua operando vencido su plazo de duración, cuando haya
transcurrido más de 06 meses desde que perdió su pluralidad de socios, etc.
Dentro de los efectos que acarrea o trae consigo la calidad de irregular de una sociedad
y atendiendo a lo que, manifiesta Ulises Montoya Manfredi podemos indicar como
efectos de la irregularidad entre otros los siguientes:
3.1. En las relaciones entre los socios, el pacto social mantiene su eficacia vinculante,
originando un primer derecho de los socios a pedir la regularización del contrato, que no
es sino una consecuencia del derecho mas general de pedir la formalización de los actos
informales.
3.2. Los socios pueden pedir su separación de la sociedad y liquidación de la cuota que
les corresponde. Este presupuesto se configura cuando la junta no accede a la
formalización o regularización o en todo caso a la solicitud de disolución. Al respecto
Elías La Rosa, citado por Zaida Osorio Ruiz puntualiza que el derecho de separación a
causa de la irregularidad “... es una vía legal para que cualquier socio abandone la
sociedad irregular o de hecho, recuperando su aporte. Sin embargo, dada la naturaleza
de la situación, la ley establece, correctamente, que la separación no libera al socio de
la responsabilidad que pueda corresponderle con motivo de la irregularidad. Inclusive,
queda supeditada a ello la recuperación del aporte.”
3.3. Obligación de los socios de efectuar los aportes a los cuales se hubiesen
comprometido, los mismos que se deberán hacer en partes iguales si no se hubiese
hecho determinación en otro sentido. Es decir que deben efectuar los aportes y las
prestaciones a que se hubiesen obligado en el pacto social o acto posterior, en todo lo
que sea necesario para cumplir con el objeto social o, en caso de liquidación de la
sociedad irregular, para cumplir con las obligaciones contraídas con terceros.
3.4. En las relaciones frente a los terceros, la situación es diversa, puesto que quienes
los administradores, representantes y, en general quienes se presenten ante terceros
actuando en nombre de la sociedad irregular, son personal, solidaria e ilimitadamente
responsables por los contratos y, en general, por los actos jurídicos realizados desde
que se produjo la irregularidad. Si la irregularidad existe desde la constitución, los socios
tienen igual responsabilidad. En este sentido Manuel Alberto Torres Carrasco, establece
que “ todos los socios adquirirán la calidad de obligados personales, solidarios e
ilimitados si es que la irregularidad se produjo desde el momento de la constitución;
mientras que para que el socio asuma dicha condición cuando la irregularidad se
produce luego de constituida, es necesario que el socio sea la vez administrador,
representante o, en general, se haya presentado frente a los terceros actuando a
nombre de la sociedad.”
Desde el punto de vista externo, es decir, en relación a los terceros con quienes los
administradores contratan a nombre de la sociedad, estos terceros pueden considerar
válidamente como representante a cualquiera de los administradores sin que pueda
oponérseles las limitaciones de la representación, salvo, desde luego, que se acredite
que los terceros tenían conocimiento de los pactos limitativos. La norma protege pues,
la buena fe, es decir, la ignorancia de tales convenios. Si el tercero conoce la verdadera
situación de la administración, no hay nada que proteger.
- La del Administrador nombrado por Acto Posterior. La revocación pude ser ad libitum
(a Voluntad) del administrador y para ello en cada revocatoria se requiere acuerdo
mayoritario. Así debe ser porque en una sociedad como en cualquier agrupación
societaria debe imperar la voluntad de la mayoría.
V. DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE LAS SOCIEDADES IRREGULARES.
5.1. DISOLUCIÓN.
Tratándose de los socios, que se supone están debidamente informados del contenido
del pacto y las vicisitudes de la sociedad, la disolución surte sus efectos cualquiera sea
la forma en que tomen conocimiento de ella, sin que sea necesario cumplir formalidad
alguna.
5.2. LIQUIDACIÓN.
Si las disposiciones del pacto social, establecen un régimen más favorable a los
terceros, como sería una liquidación más rápida y viable que la establecida en la ley,
deben adoptarse tales disposiciones.
Aun cuando no se acepte que las sociedades irregulares tengan personalidad jurídica,
su existencia de hecho y su actividad justifica que se tienda a proteger a quienes
contrataron de buena fe con la sociedad, reputándola como constituida.
Este artículo, establece cuales son las obligaciones de los socios, para con la sociedad,
así como para con los terceros, y que son consecuencia de la irregularidad con la que
realizan sus actividades, así mismo establece la responsabilidad de los socios frente a
terceros y frente a la sociedad.
Esta norma enfatiza y es clara en indicar que están obligados a aportar lo que se
comprometieron, a propósito de esto Ricardo Beaumont indica lo siguiente “Los socios
de esta sociedad deben efectuar los aportes prometidos, pero además deben cumplir
con las otras prestaciones, accesorias o adicionales que hubiesen suscrito,
aportaciones y prestaciones, atingentes al objeto social, y en caso de liquidación, para
cumplir con las obligaciones contraídas con terceros.”
En caso de que los acreedores o los socios quisieran que la sociedad se regularice lo
pueden solicitar y si la junta no accede a la petición, están legitimados para realizar
dicha petición al Juez Especializado Civil a través de un proceso No Contencioso en la
vía Sumarísima.
El derecho de separación a causa de la irregularidad es una vía legal para que cualquier
socio abandone la sociedad irregular o de hecho, recuperando su aporte.
Este artículo establece las formas en que puede ser administrada y representada una
sociedad irregular y las responsabilidades de ley que ello conlleva.
Los efectos de la regularización rigen ex nunc, pues por los contratos y actos celebrados
con anterioridad responde no sólo el patrimonio de la sociedad, sino también el
patrimonio personal de los socios y los administradores. El contraste de los efectos de
un estado a otro, se puede apreciar con mayor claridad cuando quien se regulariza es
una sociedad anónima irregular, pues es a partir de su regularización, que sus socios y
administradores gozarán del beneficio de la responsabilidad limitada.
De acuerdo al art. 163º del Reglamento del Registro de Sociedades aprobado mediante
Resolución del Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nºº 200-2001-
SUNARP-SN, la inscripción de la resolución firme que ordene la regularización de las
sociedades no inscritas, se efectuará en mérito del parte judicial correspondiente, así
como de la escritura pública de constitución.
Según el art. 162º del citado Reglamento del Registro de Sociedades, la regularización
de las sociedades con irregularidad sobreviniente se inscribe en virtud o en mérito del
acuerdo del órgano social competente adoptado con las formalidades y requisitos de la
Ley y del Reglamento.
Esto quiere decir que en nuestro sistema así como en aquellos en los que se exige el
cumplimiento de la inscripción en el Registro se identifica la inscripción de la sociedad
con la partida de nacimiento de la persona jurídica, tal es el caso de la Ley de
Sociedades Anónimas de España, Ley 1564 de 1989, cuyo art. 7º prescribe que con la
inscripción la sociedad anónima adquirirá personalidad jurídica.
Apoyándose en lo dispuesto por la Ley, un sector de la doctrina considera que las
sociedades irregulares de origen no tienen personalidad jurídica por no encontrarse
inscritas, así se pronuncian autores como el español Joaquín Garrigues y el peruano
Elías Laroza, por citar algunos ejemplos:
Por su parte, Elías Laroza precisa que “En nuestra Ley, el mandato es terminante y está
contenido en el artículo 6. Por ello, no podemos hablar de personalidad jurídica en las
sociedades de hecho ni en las irregulares, aún cuando las normas de los artículos 423
al 432 reconozcan en cierta forma su existencia y regulen determinados efectos legales.
Destacando es sí, las excepciones contenidas en los supuestos especiales de los
incisos 5 y 6 del artículo 42, en los que la sociedad irregular conserva su personalidad
jurídica...”.
Sin embargo, existe otro sector de la doctrina que considera que las sociedades
irregulares sí tienen una personalidad jurídica aunque limitada o restringida. De esta
opinión son por ejemplo, el español Cándido Paz – Ares y el peruano Gonzalo Mercado
Neumann.
El Doctor Paz – Ares señala “las sociedades irregulares poseen una personalidad
jurídica limitada, restringida en el sentido que pueda realizar actos con terceros. Empero,
dicha personalidad limitada puede ampliarse con la inscripción, hecho que producirá la
plenitud de la personalidad jurídica del tipo social”.
En tanto que Gonzalo Mercado Neumann sostiene que “Si se reconoce aptitud legal a
la sociedad irregular para realizar externamente actos con terceros, respondiendo con
el patrimonio social de las consecuencias de su actuación en el tráfico, es porque la
sociedad irregular tiene una personalidad jurídica imperfecta, limitada o básica en
contraposición de la personalidad jurídica plena y completa que surge de la
inscripción...En síntesis, se puede afirmar que la sociedad irregular posee un grado de
subjetivación jurídica con entidad suficiente para ser parte activa y pasiva de relaciones
con terceros, respondiendo de su actuación en el tráfico.”
CONCLUSIONES
La ley general de Sociedades, de una u otra manera protege a las personas que
contratan o mantienen relaciones con las sociedades irregulares, a fin de que no se
vean perjudicados por los actos realizados por dichas sociedades, teniendo bien
marcadas las responsabilidades a las que están sujetas dichas sociedades.
Las sociedades irregulares de origen no son personas jurídicas pero sí son sujetos de
derecho especiales. Por su parte, las sociedades con irregularidad sobrevenida no
pierden su personalidad jurídica por haber incurrido en irregularidad, pues al igual que
las sociedades regulares, la mantienen hasta que se inscriba su extinción.
BIBLIOGRAFÍA
GACETA JURÍDICA EDITORES. Págs. 82-83. OSORIO RUIZ, Zaida .Op. Cit.
Pág.159. MONTOYA MANFREDI, Ulises. Op. Cit. Pág.729. OSORIO RUIZ, Zaida. Op.
Cit. Pág.160.
Joe Navarrete, asociado al estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados analiza 5
aspectos principales para entender las sociedades irregulares en el país.
Joe Navarrete, abogado por la UNMSM y asociado del Payet, Rey, Cauvi, Pérez
Abogados
1. Modalidades
Ahora bien, debo hacer notar que dicho tratamiento dispar de variados supuestos obedece a un
criterio de técnica legislativa más que a una “pureza doctrinal” ya que, al menos doctrinalmente,
las categorías allí reguladas corresponden a conceptos diferentes. Así por ejemplo, Enrique Elías,
al hacer referencia a la sociedad regular y a la sociedad de hecho señala, que “[e]l que las
legislaciones, con frecuencia, las regulen a ambas en forma conjunta, como es el caso de nuestra
nueva LGS, y que, inclusive, las sometan a un tratamiento igual o similar, no significa en forma
alguna que se desconozca esa diferencia […]”[3]
2. Concepto
Dicho lo anterior, considero que nos encontramos ante una sociedad irregular en todos aquellos
casos en los que la actividad de dos o más personas para realizar una actividad económica no ha
sido formalizada en concordancia con los parámetros establecidos por la ley o habiendo sido
cumplidos estos previamente, ya sea producto del cambio de forma social o de la actividad de
la sociedad, se han dejado de cumplir. En líneas generales, la sociedad irregular, tal como su
nombre lo indica, sería aquella sociedad que no cumple con los parámetros regulares
establecidos en la ley, ya sea desde un comienzo o posteriormente al haber dejado de ser
considerada como una sociedad regular.
3. Existencia de la sociedad irregular
De la misma opinión, parecería haber sido Enrique Elías cuando señalaba que, haciendo
referencia a las pretensiones de terceros, de la sociedad y de los propios socios frente a la
sociedad en los casos de irregularidad de la misma, “para estos casos la Ley trata a la sociedad
como sujeto de derecho independiente, aun cuando ella carezca de personalidad jurídica” [4]. Y
es que no debería quedar duda que en este caso la discusión no estriba respecto de la
personalidad jurídica de la sociedad, la cual evidentemente no tiene y solo obtendrá con la
inscripción de la misma en los registros públicos, sino en el hecho de que dicha sociedad
existente es un sujeto de derecho, categoría está mucho más amplia que la de persona jurídica.
Por eso, sólo y en tanto y en cuanto se les reconozca subjetividad jurídica a la sociedad podemos
considerar que la misma es responsable frente a terceros.
Al respecto, el artículo 424 de la Ley General de Sociedades, es claro al señalar que las
responsabilidades establecidas comprenden el cumplimiento de la respectiva obligación, así
como, en su caso, la indemnización por los daños y perjuicios, causados por actos u omisiones
que lesionen directamente los intereses de la sociedad, de los socios o de terceros.
Al respecto, dicho artículo 425° establece que dicha obligación debe ser cumplida “en todo
cuanto sea necesario para cumplir el objeto social o, en caso de liquidación de la sociedad
irregular, para cumplir con las obligaciones contraídas con terceros” y “si no hubiera estipulación
al respecto se considera que todos los socios deben aportar en partes iguales” (en este último
caso, de seguro, en clara alusión a la sociedad de hecho en la cual a través de conductas
concluyentes se lleva a cabo una actividad societaria sin que, por lo general, exista algún acuerdo
expreso respecto de los porcentajes de aporte de cada socio).
Otra de las consecuencias frente a los socios, derivada de la irregularidad de la sociedad, es que
a la responsabilidad de los sujetos señalados en el numeral 4.1 anterior, se le suma la
responsabilidad de los socios. Aquello se da en los casos en los que la “irregularidad” existe
desde la constitución de la sociedad, es decir, nuevamente, en el caso de las “sociedades en
formación” y, además, en el caso de las “sociedades de hecho”.
Por su parte, la Segunda Disposición Transitoria de la Ley General de Sociedades estableció las
consecuencias del incumplimiento de lo señalado en la Primera Disposición Transitoria antes
señalada, siendo las siguientes:
a) Al vencimiento del plazo señalado en la primera disposición transitoria, devienen en
irregulares las sociedades que no se hubieran adecuado a la Ley General de Sociedades.
b) Los socios o administradores, según corresponda, que no cumplan con ejecutar los actos que
les competan necesarios para adoptar los acuerdos requeridos para adecuar oportunamente el
pacto social o el estatuto de la sociedad, responderán personal, solidaria e limitadamente
frente a terceros y a la propia sociedad de todo perjuicio que causare su incumplimiento.
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1. Transcurridos sesenta días desde que los socios fundadores han firmado el pacto social
sin haber solicitado el otorgamiento de la escritura pública de constitución;
2. Transcurridos treinta días desde que la asamblea designó al o los firmantes para otorgar
la escritura pública sin que éstos hayan solicitado su otorgamiento;
[2] ELÍAS LAROZA, Enrique, Derecho Societario Peruano, La Ley General de Sociedades del Perú,
Tomo II, Lima: Gaceta Jurídica, 2015, p. 652.
[3] ELÍAS LAROZA, Enrique, Derecho Societario Peruano, La Ley General de Sociedades del Perú,
Tomo II, Lima: Gaceta Jurídica, 2015, p. 652.
[4] ELÍAS LAROZA, Enrique, Derecho Societario Peruano, La Ley General de Sociedades del Perú,
Tomo II, Lima: Gaceta Jurídica, 2015, p. 668.
1 Sociedades irregulares
Erika castilloAndrea ventura
2 Sociedades irregulares
Se consideran sociedades irregulares, todas aquellas sociedades mercantiles en que el acto de
constitución no se haya hecho constar en escritura pública y aquellas otras en que dicha
escritura no haya sido inscrita en el Registro de Comercio.
3 Las sociedades no inscritas en el registro publico de comercio que se hayan exteriorizado como
tales, frente a terceros consten o no en escritura publica, tendrán personalidad jurídica, y de la
misma forma se obligaran al pago de obligaciones que se requieren al constituirse esta,
adquiriendo responsabilidades subsidiarias, solidarias e ilimitadas.Las relaciones internas de las
sociedades irregulares se regirán por el contrato social respectivo, y, en su defecto por las
disposiciones generales y por las especiales de esta ley, según la clase de sociedad de que se
trate.
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PPT 2
1. 1. Nombre: Vanessa K. Güere Cano Curso: Derecho Civil Profesor: Óscar Ruíz Tema:
Disolución, LiquidaciónY Extinción de la Persona Jurídica Ciclo: II
9. 9. 1ra. Etapa Realización de activos. Pago a acreedores 2da. Etapa Distribución entre los
socios del haber social remanente
10. 10. Ricardo Beaumont Callirgos Cambia el objeto social Cambia la representación
Cambia la razón o denominación social
11. 11. Son designados por la Junta General, los socios o jueces. Los liquidadores
cubrirán los puestos de los administradores convirtiéndose en representantes de la
sociedad.
13. 13. Por haberse realizado la liquidación. Por resolución judicial. Por renuncia o remoción
(Junta General). La responsabilidad de los liquidadores caduca luego de dos años de
haberse efectuado la liquidación.
15. 15. A partir de aquí se pone punto final a la existencia de la sociedad como persona
jurídica, por tanto deja de ser sujeto de derecho y obligaciones
17. 17. La disolución es el fin de cualquier relación de la empresa con los demás (Socios,
Acreedores, Clientes, Estado, etc.) La liquidación es la etapa en la cual la sociedad
convierte sus activos en dinero en efectivo, salda sus acreencias y finalmente reparte el
haber social. La extinción es el último paso para en el ciclo de vida de la empresa.
Culmina con la inscripción en el registro de la extinción de la sociedad