Oraciones de La Juventud
Oraciones de La Juventud
Oraciones de La Juventud
Guía: Los Misterios del Santo Rosario que hoy vamos a contemplar son los: (Ej.: gozosos)
Guía: Primer Misterio: (Ej.: La Encarnación del Hijo de Dios)
Se reza un Padre Nuestro seguido de diez Ave Marías y un Gloria por las intenciones del Papa.
Al final de cada misterio se acostumbra rezar una jaculatoria u oración que ayude a lograr los
frutos específicos de la meditación del misterio según las costumbres propias.
<Después de anunciar cada Misterio del Santo Rosario el guía o si hay coro, cantan un canto o
alabanza relacionado con el contexto del Santo Rosario o con las intenciones que tiene el mismo>
Guía: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu
reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
Todos: danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del
mal.
Guía: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. (Este es el primer Ave María)
Todos: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén. (De igual manera se rezan las otras nueve Ave Marías, en la última el
guía dice Gloria antes de decirla)
Oraciones de la Juventud
Guía: Gloría al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y
siempre por los siglos de los siglos. Amén. (Mientras se dice la oración se inclina la cabeza y se
hace la señal de la Cruz)
Jaculatorias:
Se dicen después del Gloria y de acuerdo a las intenciones o el contexto con el que se realiza el Santo
Rosario.
Existen algunas que son ordinarias, es decir, pueden decirse en cualquier tiempo sin importar el
contexto del Santo Rosario:
Guía: Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima
después del parto, en tus manos encomiendo mi caridad para que la inflames, nuestras
necesidades a Dios para que las remedie y nuestras alamas para que las salve.
Guía: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Todos: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén.
Guía: Dios te salve María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen
concebida sin mancha del pecado original.
Se anuncia la oración Salve Reina, la cual se acostumbra hacerla de pie y se repiten las intenciones
del Santo Rosario que se mencionaron al inicio.
Salve Reina
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te
salve a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues, señora abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos
misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús fruto bendito de tu
vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
Guía: Por estos Misterios Santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos ¡Oh María!,
de la fe santa el aumento; la exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto; de la
nación mexicana, la unión y feliz gobierno. Que el no cristiano conozca a Dios, el que se
ha alejado reconozca sus errores, que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que
los cristianos perseguidos puedan practicar su fe, goce puerto el navegante y de salud a los
enfermos, que en el purgatorio logren las almas refrigerio y que este santo ejercicio tenga
efecto tan completo en toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a
Dios en tu compañía en el cielo. Amén.
Oración Final:
Te rogamos Señor nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y
cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos librados
de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna alegría. Por Cristo nuestro Señor. Amén.