Delitos Contra El Honor

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CAPÍTULO I

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LOS DELITOS CONTRA EL HONOR

1.1. ANTECEDENTES

Al principio de las civilizaciones, el honor como tal no era reconocido en todos los
individuos de cierta comunidad social, pues en sociedades altamente clasistas, de hábitos
en la forma de gobierno, solo ciertos sujetos eran portadores del “honor”, pero a medida
que pasaba el tiempo dichas sociedades, eran propensas a construir un contenido de este
bien jurídico, orientando al “honor” merecido. Estas normatividades han ido
evolucionando con el tiempo, a continuación, se verá el concepto de los delitos contra el
honor, entre estos veremos el delito de difamación, delito de injuria y calumnia.

La difamación, daña la reputación y agravia a una persona, si la declaración dada ya sea


por una o más personas, es dirigido dolosamente hacia el afectado, este tiene como opción
demandar al sujeto que hizo la declaración. De acuerdo al Artículo 132 del Código Penal,
que prescribe: “El que, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de manera
que pueda difundirse la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una cualidad, o una
conducta que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa”.

Difamación social, este tipo de difamación es la más popular y frecuente en nuestro país,
esta se centra específicamente en realizar falsas declaraciones mediante los medios de
comunicación, con portadas amarillistas e indiscretas.

El Artículo antes mencionado se relaciona también con el Artículo 2 inciso 7 de la


Constitución Política del Perú, este prescribe: “Toda persona tiene derecho; al honor
y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar, así como a la voz y a la
imagen propia”.

La injuria, surge como una falta donde solo se abarcaba lesiones u ofensas centradas en
dañar la integridad física. Se entendía por injuria a toda conducta opuesta al Derecho; en
términos modernos dicha significación equivaldría a lo que conocemos hoy como
antijuricidad. Entonces podemos comprender que la injuria trata de lesionar la dignidad
de una persona y por ende su honor ha de verse dañado.

En la injuria tenemos, la injuria encubierta donde se trata de disimular el insulto o agravio


hacia la persona señalada, por medio de alegorías, caricaturas, emblemas o alusiones. El

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Artículo 136 del Código Penal indica: “El acusado de difamación o injuria encubierta
o equívoca que rehúsa dar en juicio explicaciones satisfactorias, será considerado
como agente de difamación o injuria manifiesta”.

Por otro lado, tenemos la injuria recíproca, se constituye en la realización de una ofensa
o insulto que ejecuta el desempeño de menosprecio, que afectan al honor de un sujeto,
esto provoca consecuencias negativas para el individuo. La palabra “recíproca” atribuye
a dos o más personas que divulgan insultos.

El Artículo 137 del Código Penal, indica: “En el caso de injurias recíprocas proferidas
en el calor de un altercado, el Juez podrá, según las circunstancias, declarar exentas
de pena a las partes o a una de ellas.

No es punible la injuria verbal provocada por ofensas personales”.

La calumnia, derivado del latín calumnia-ae, se refiere a una imputación grave y falsa
hecha contra alguien o imponer y levantar falsos testimonios, se vincula con una
consideración cometida con una persona considerablemente respetable, vulnera al sujeto
frente a la sociedad, ya que damnifica su reputación, este puede hacer una petición, según
lo indicado en el Artículo 131 del Código Penal, que prescribe: “El que atribuye
falsamente a otro un delito, será reprimido con noventa a ciento veinte días-multa”.

1.2. BIEN JÚRIDICO TUTELADO EN LOS DELITOS CONTRA EL HONOR

Los delitos contra el honor establecen una concurrencia de infracciones que a medida que
ha ido evolucionando el tiempo han perdurado en los códigos penales de todo el mundo.

El honor es relativo, condicionado por un patrón de tipo social y cultural, su subsistencia


es de acuerdo a la conmoción de cada país, estado o región, establecidos por sus valores
sociales, de su ocurrir histórico-político, su cultura, costumbres, etc.

Como ya lo antes mencionado en el primer párrafo de (antecedentes históricos), solo


personas específicas contaban con reconocimiento social significativo, esencialmente por
una posición social o política, y por ende habría consecuencias muy significativas de la
conducta típica con respecto a los delitos contra el honor. Según, (Peña Cabrera Freyre,
2015) “El honor importa un derecho inherente a la condición misma de la persona, así
como un atributo de los individuos, que se encuentra relacionado con la misma
dignidad humana y, con una visión no solo personalista, sino también social del ser
humano, por lo tanto, el honor no puede ser negado desde ningún tipo de clasificación

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discriminatoria, conforme al sexo, cultural y/o religiosa, caracterización étnica o
antropológica”.

Nuestra ley elementalmente establece la iniciación constitucional de igualdad y


tolerancia, según un régimen democrático de derecho. El honor es protegido en nuestra
legislación por el Artículo 2 inciso 7 de la Constitución Política del Perú, que nos dice:
“Toda persona tiene derecho, al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal
y familiar; así como a la voz y a la imagen propia”.

Entonces, cualquier persona, sea un prisionero, necesitado o cualquiera que pueda


demostrar una conducta “colectivamente negativa”, igualitariamente son acarreadores del
“honor”. Según (Peña Cabrera Freyre, 2015) “No puede decirse que una sociedad y un
Estado son realmente “democráticos”, mientras la censura y la represión de las
libertades públicas, sean los patrones que guían la acción gubernativa y la dirección
legislativa”.

Es importante recalcar que los gobiernos corruptos instauradores en el poder, tienen como
propósito silenciar a los medios de comunicación críticos (radial, televisivo o mediante
periódicos). Por esto entendemos que existen dos derechos, uno de ellos especialmente
individual (el honor de las personas) y el otro sería, de índole colectiva (el derecho a la
información y la libertad de expresión).

La doctrina a través de la historia, ha intentado explicar la naturaleza jurídica del honor


desde una doble perspectiva: subjetiva y objetiva.

o El honor subjetivo: Se refiere a la propia valoración y dignidad, se trata de la


imagen de sí mismo que tiene cada individuo y que se forma con independencia
del resto de los componentes del grupo social.
o El honor objetivo o reputación: Es la imagen social de la persona, la valoración
ético-social formada por la comunidad que la rodea.

1.3. TIPO SUBJETIVO DE LOS DELITOS CONTRA EL HONOR


(DIFAMACIÓN, INJURIA Y CALUMNIA)

Se trata de un delito doloso, se entiende la consciencia y voluntad de cometer el hecho


ilícito. Es por ello, no se permite en los delitos contra el honor que las conductas punibles
se produzcan de forma inconsciente e involuntaria, en el Código Penal peruano, todos los

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delitos contra el honor son dolosos, el dolo abarca de forma absoluta toda la
intencionalidad del agente.

1.4. LA EXCEPTIO VERITATIS

La expresión “Exceptio Veritatis” significa prueba de la verdad y alcanza su auténtica


relevancia en la protección penal del derecho al honor y concretamente en el ámbito de
las calumnias y de las injurias, y en menor medida es aplicable en derecho civil, en los
casos de información periodística.
Además, son supuestos que de forma excepcional se permite al sujeto activo de la
imputación de difamación probar la veracidad de los hechos, cualidades o conductas
perjudiciales al honor y probando, queda excepto de responsabilidad penal. Es una causa
de exclusión de la penalidad de naturaleza objetiva que puede tener lugar en el transcurso
del proceso por injuria o calumnia, y que encuentra su fundamento en el interés del Estado
en la persecución y castigo de los delitos.

El exceptio veritatis, promueve que un acto típico antijurídico o impunible a un autor


culpable, no pueda imponerse pena alguna, faculta al sujeto activo probar la veracidad de
los hechos, cualidades o conductas perjudiciales a los delitos contra el honor y
certificando aquello, queda excepto de responsabilidad penal, estas faltas generan el
menosprecio al sujeto pasivo. Según (Peña Cabrera Freyre, 2015) “El exceptio veritatis,
coloca al honor de las personas en una posición alicaída, promoviendo la imputación
de hechos delictivos por parte de los ciudadanos, al margen de los procedimientos que
el orden jurídico dispone, lo cual es incompatible con un orden que pretende proteger
decididamente los derechos fundamentales, en este caso, el honor”.

Ejemplos de Exceptio Veritatis:

 Cuando el ofendido es funcionario público y las imputaciones se refieren al


ejercicio de sus funciones. Los hechos, cualidades o conducta deben referirse al
desempeño funcional, no procede la Exceptio Veritatis cuando se esté referido a la
vida personal y familiar.
 Cuando el sujeto pasivo solicite la continuación del proceso hasta probar la
verdad o falsedad de las imputaciones. Es la facultad para que el ofendido, si se
encuentra seguro que las imputaciones expresadas por el sujeto activo son falsas,

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solicita al juez de la causa que se siga la querella hasta probar su falsedad, pues de
este modo salvaguarda su honor y reputación de manera más efectiva.

 Cuando preexista un proceso penal abierto contra el ofendido. El supuesto se


entiende en el sentido que las imputaciones difamatorias deben ser hechas en el
tiempo que está en plena ventilación o tramite un proceso penal respecto de los
mismos hechos aludidos en las expresiones difamatorias.

1.5. QUERELLA

Es la declaración escrita de una persona poniendo en conocimiento al Juez unipersonal la


concurrencia de hechos determinados que pueden constituir en un delito o falta. La
persona que presenta la querella se conoce como querellante y aquel contra quien se
presenta la querella es el querellado. Por ejemplo: Si un sujeto acusa a otro sin ser cierto,
de haber robado a su vecino, estaríamos hablando de un delito de calumnia, ante esto se
podría interponer una querella para el sujeto que está calumniando.

1.6. EL QUERELLANTE PARTICULAR

 Código Procesal Penal Artículo 107.-Derechos del querellante particular:

En los delitos de ejercicio privado de la acción penal, conforme al numeral 2 del artículo
1, el directamente ofendido por el delito podrá instar ante el órgano jurisdiccional,
siempre conjuntamente, la sanción penal y pago de la reparación civil contra quien
considere responsable del delito en su agravio.

 C.P.P Artículo 108.- Requisitos para constituirse en querellante particular:

1. El querellante particular promoverá la acción de la justicia mediante querella.

2. El escrito de querella debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:

a) La identificación del querellante y, en su caso, de su representante, con indicación


en ambos casos de su domicilio real y procesal, y de los documentos de identidad o de
registro;

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b) El relato circunstanciado del hecho punible y exposición de las razones fácticas y
jurídicas que justifican su pretensión, con indicación expresa de la persona o personas
contra la que se dirige;

c) La precisión de la pretensión penal y civil que deduce, con la justificación


correspondiente; y,

d) El ofrecimiento de los medios de prueba correspondientes.

 C.P.P Artículo 109.- Facultades del querellante particular:

1. El querellante particular está facultado para participar en todas las diligencias del
proceso, ofrecer prueba de cargo sobre la culpabilidad y la reparación civil, interponer
recursos impugnatorios referidos al objeto penal y civil del proceso, y cuantos medios
de defensa y requerimientos en salvaguarda de su derecho.

2. El querellante particular podrá intervenir en el procedimiento a través de un


apoderado designado especialmente a este efecto. Esta designación no lo exime de
declarar en el proceso.

 C.P.P Artículo 110.- Desistimiento del querellante particular:

El querellante particular podrá desistirse expresamente de la querella en cualquier estado


del procedimiento, sin perjuicio del pago de costas. Se considerará tácito el desistimiento
cuando el querellante particular no concurra sin justa causa a las audiencias
correspondientes, a prestar su declaración o cuando no presente sus conclusiones al final
de la audiencia. En los casos de incomparecencia, la justa causa deberá acreditarse, de ser
posible, antes del inicio de la diligencia o, en caso contrario, dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a la fecha fijada para aquella.

1.7. DIFERENCIAS ENTRE LA QUERELLA Y LA DENUNCIA

 La denuncia es un deber, la querella es un derecho. Es decir, toda persona que


presencia la comisión de un delito está obligado a denunciar los hechos. Sin
embargo, la querella es un derecho para el ofendido por un delito.

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 La denuncia es una mera declaración de conocimiento (el denunciante no forma
parte del proceso), la querella es una declaración de conocimiento y voluntad (el
querellante sí forma parte del proceso).
 La denuncia no está sujeta a formalidades. Puede hacerse de palabra, incluso de
forma anónima. La querella debe cumplir unos requisitos formales,
necesariamente por escrito.
 La denuncia puede presentarse ante la Policía y sin abogado. La querella debe
presentarse ante el Juzgado de Instrucción competente y se requiere Abogado y
Procurador.
 El denunciante se desliga del procedimiento. El querellante es parte del
procedimiento.

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CAPÍTULO II

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DELITO DE INJURIA
2.1.DESCRIPCIÓN TÍPICA

La primera conducta delictiva que se prevé como lesionante del bien jurídico honor es la
que se conoce en doctrina penal con el nomen iuris de injuria. Está previsto y penado en
el artículo 130° del código penal que a la letra dice: "El que ofende o ultraja a una persona
con palabras, gestos o vías de hecho, será reprimido con prestación
de servicio comunitario de diez a cuarenta jornadas o con sesenta a noventa días-multa".

El honor es el derecho que toda persona natural tiene a que se le respete según las
cualidades que ella misma se auto asigna. Comete una injuria el que deshonrare o
desacreditare a otro. Según Peña Cabrera Freyre(2008) “La conducta injuriosa se
manifiesta a partir de palabras, proferidas en términos ofensivos, es decir, insultos que
afecten el decoro de la persona, su posición en la sociedad, proferir una expresión o
ejecutar una acción que implique juicios de valor que afecten la posición del sujeto y su
desarrollo en la relación social”.

La injuria es una ofensa a la honra de una persona o una ofensa al crédito de ella. Como
ofensa a la honra, la injuria es una lesión al derecho que tienen las personas a que los
terceros respeten las cualidades que se auto asignan. Como ofensa al crédito la injuria es
la lesión al derecho que tiene toda persona a que no se perjudique la opinión que sobre su
personalidad tengan o puedan tener los terceros.

La finalidad ultrajante puede canalizar a través de la injuria verbal, o sea por medio de la
palabra dicha o escrita, significa que se requiere de una acción positiva para considerar
un acto positivo. La ofensa puede asimismo manifestarse por medio de la injuria verbal,
gestos, vías de hecho.

El "Gesto" es la expresión que se hace con el rostro. Las "Vías de hecho" son las
conductas que se exteriorizan por movimientos corporales, distintos a los del rostro. Una
bofetada, un escupitajo dirigidos a un persona constituyen también formas de injuriar.
Con la frase "de cualquier manera" nuestra ley está permitiendo la interpretación análoga,
es decir que la injuria real puede realizarse por medio de las caricaturas, la pintura, la
escultura siempre que no sean divulgadas.

Tratándose de la injuria verbal, aunque la ley no lo diga expresamente se necesita la


presencia física de la persona deshonrada, es decir que se le hace en el

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mismo ambiente físico del injuriante o a la vista del mismo. Cuando la injuria se realiza
por medios visuales como dibujo, carteles o vía telefónica la persona ofendida debe estar
presente en el momento de explicarse el contenido de la comunicación ofensiva.

2.2.TIPICIDAD OBJETIVA

Ramiro Salinas Siccha (AÑO) nos dice que: “el comportamiento típico de la injuria se
configura cuando el agente haciendo uso de la palabra, gestos o vías de hecho, de modo
concreto, ofende o ultraja el honor del sujeto pasivo, es decir, lesiona la dignidad de la
víctima.”(pág. 346).

La conducta ofensiva se dirige a lesionar la autovaloración que hace el ultrajado de sí


mismo, así como a menoscabar el concepto o la fama que los demás tienen de la
personalidad de la víctima. Se constituye en un descrédito o deshonra que merma las
calidades o cualidades personales que le corresponde al sujeto pasivo en cuanto ser
racional, obstaculizando, de ese modo, su libre desarrollo de su personalidad. Las
expresiones "ofender" y "ultrajar" han sido tomadas por el legislador como sinónimos y
han sido empleados en la estructura del tipo penal para darle mayor acentuación al verbo
rector de la conducta típica. En términos más concretos, el delito de injuria, tal como lo
define el artículo 208 del Código Penal español, "es la acción o expresión que lesiona la
dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia
estimación".

La acción típica se traduce en la realidad como la imputación o atribución que hace el


agente a su víctima de cualidades, conductas, costumbres, formas de comportarse que son
entendidas por este como peyorativas, creándole un mal psicológico que solo a él
corresponde. Incluso, se perfecciona la conducta típica con palabras o gestos que para
terceras personas significan simplemente bromas. No obstante, basta que el sujeto pasivo
considere que se le ha ultrajado en su amor propio y de paso se ha menoscabado su
reputación o fama y que, por su parte, el sujeto activo ha actuado con la deliberada
intención de ofender a aquel, para estar ante un hecho punible injuriante.

Es indiferente si las palabras, gestos o vía de hecho significan cuestiones o circunstancias


verdaderas o falsas. Basta que el sujeto pasivo se sienta ofendido en su honor para
accionar penalmente y solicite tutela jurisdiccional.

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Referente a los modos o medios por los cuales se perfeccionan las conductas ultrajantes,
el tipo penal del artículo 130 en forma taxativa los indica, así tenemos:

a. Por medio de la palabra, la misma que puede ser verbalizada o escrita por el
agente. Por ejemplo, decirle directamente a una persona que es un holgazán
mantenido por su amante, o escribirle una nota imputando al destinatario que es
un 'chivato loco' al no poder embarazar a su cónyuge.
b. Gestos, que se traducen en la realidad como los movimientos que se hace del
rostro para significar alguna circunstancia que se quiere expresar. Comúnmente
se le conoce como mueca. Ejemplo, cuando el agente, cada vez que encuentra a
la bella Gertrudis Buendía, le hace una mueca de querer hacerle el amor,
denotando que aquella es una prostituta.
c. Vías de hecho, estas se perfeccionan en la realidad por el movimiento que se
hace de otras partes del cuerpo diferentes al rostro. La conducta que se
exterioriza por movimientos corporales diferentes a la del rostro constituye vías
de hecho, con los cuales perfectamente se puede lesionar el honor de una
persona. Ejemplos característicos son poner los dedos al costado de la frente para
significar que el ofendido es un cornudo, o cuando el agente hace un círculo con
los dedos de la mano para significar que la víctima es homosexual.

La siguiente ejecutoria, Exp. N.° 4465-98-Lima, nos resume lo explicado


anteriormente de la siguiente manera: “El delito de injuria se configura cuando el
sujeto activo ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de hecho, lo
que significa que el medio empleado es la palabra dicha, lo que implica que se requiere
la realización de un acto en si ultrajante. La ofensa llamada doctrina “injuria real”,
puede manifestarse mediante gestos o a través de cualquier otro signo representativo
de un concepto o idea ultrajante. Las vías de hecho, son las conductas que se
exteriorizan por movimientos corporales”.

2.2.1. Bien jurídico protegido

Como ha quedado explícitamente anotado, el bien jurídico que se pretende tutelar es


el honor vinculado a la dignidad de la persona como fundamento del desarrollo normal
de su personalidad. El mismo que se traduce en la realidad como el derecho de ser
respetado por los demás por el simple hecho de ser racional. En otros términos, se
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pretende proteger o resguardar el amor propio, el sentimiento de la dignidad personal
o la autovaloración que hacemos de nuestra propia personalidad, de expresiones
injuriantes (que denotan humillación, desprecio, etc.) que como efecto inmediato
afectan el libre desarrollo de la personalidad del sujeto pasivo.

2.2.2. Sujeto Activo

Peña Cabrera Freyre (2008) nos señala que: “Sujeto activo del delito de injuria puede
ser cualquier persona psicofísica considerada. No se exige una determinada cualidad
especial en el marco del tipo objetivo, basta que se trate de una persona con libertad
de voluntad” (319).

De la redacción del tipo penal del artículo 130, se concluye que cualquier persona
física puede ser sujeto activo, agente o autor de la materialización del delito de injuria.
El tipo penal no exige alguna cualidad, calidad o condición especial para realizar el
tipo objetivo.

Un caso de autoría mediata se podría dar cuando el hombre de atrás obliga al de


adelante, quien sería el ejecutor formal del delito, a proferir la frase injuriosa que atenta
contra el honor de un tercero. No es posible admitir una coautoría, si dos sujetos
ofenden a un sujeto, ambas personas responderán a título de autor de su propio injusto.

2.2.3. Sujeto Pasivo

También de la propia redacción del tipo penal se colige con claridad meridiana que
solamente la persona física puede ser sujeto pasivo de la conducta injuriante. No se
requiere reunir alguna condición personal para ser víctima del delito de injuria. Para
ser deferente sujeto pasivo del delito de injuria, se solicita primero que el individuo
esté en plena participación en los procesos sociales.

El destinatario de las expresiones ofensivas o ultrajantes puede ser un menor de edad,


siempre y cuando se haya menoscabado su honor en sentido objetivo, aunque no haya
podido comprender el ultraje inferido, ya que según Nuñez (2009): “El niño tiene
atributos personales, no solo como tal, sino como futuro hombre o mujer” (pág. 24).

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Se excluye a las personas jurídicas como víctimas del delito de injuria, debido que, al
ser una creación ficticia del derecho para efectos mayormente económicos, es
imposible que tenga amor propio, sentimiento de su dignidad o se auto valore así
misma.

2.3. LA VERACIDAD DE LA FRASE INJURIOSA

La lesividad no es dependiente de si la expresión injuriosa es verdadera o falsa, sino a la


real afectación de la integración comunitaria del sujeto, dependiendo para ello las
circunstancias y el lugar donde se profiere la frase, de todos modos su veracidad debe ser
tomada en cuenta para la declaración de atipicidad penal.

La verdad no elimina la ilicitud de la conducta, tomando en cuenta también, que con


respecto a las expresiones y frases injuriosas no procede la exceptio veritatis, solo en el
caso de los funcionarios públicos.

2.4.TIPICIDAD SUBJETIVA

Sin duda, de la propia estructura del tipo penal que tipifica el hecho punible, se deduce
que la injuria es una conducta netamente dolosa. No cabe la comisión por culpa. Aquí es
necesario dejar establecido que todas las conductas de relevancia penal que lesionan el
bien jurídico honor, son de comisión dolosa.

En el delito de injuria el agente actúa con conciencia y voluntad de ofender o ultrajar al


sujeto pasivo. El agente es consiente que las expresiones que emite son ofensivas o
ultrajantes para el honor de su oyente o receptor, sin embargo voluntariamente lo hace,
pues ofender la dignidad y el amor propio de aquel es su objetivo final. Este aspecto es lo
que en doctrina se conoce como animus iniuriandi.

Caso contrario, si llegara a determinarse que el agente no sabe o no tiene la menor


intención o idea que sus expresiones son ofensivas al honor de otra persona, el delito de
injuria no se verifica. Igual ocurre cuando se determina que el objetivo final de la persona
que expresa palabras o frases supuestamente injuriantes, no consiste en ofender o ultrajar
el honor de nadie sino, por ejemplo, corregir o bromear.

No se tratan de dos cuestiones distintas el dolo y el animus iniuriandi como pretende


diferenciarlo la doctrina y jurisprudencia peruana, sino que constituyen una misma

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cuestión en la configuración del delito de injuria. En efecto, como volvemos a repetir, al
dolo se le define como el conocimiento y voluntad del agente de ofender o ultrajar el
honor del sujeto pasivo, en tanto que al animus iniuriandi, la doctrina lo define como el
ánimo o intención consiente de injuriar o ultrajar el honor de la víctima. Ambos expresan
la finalidad última que es ofender o ultrajar el honor de una persona. Comprendido ello,
resulta obvio que tales términos se identifican plenamente. En suma, en un caso concreto
que nos presenta la realidad, en forma correcta podemos decir que el agente ha actuado
con dolo de injuriar o con animus iniuriandi. La Suprema Corte por Ejecutoria del 16 de
diciembre de 1992, al parecer se ha pronunciado en este sentido. En efecto, allí se sostiene
que "la querellada, en el momento del desarrollo del evento, no tenía la condición de
casada ni de viuda, no obstante lo cual y con el evidente propósito de exhibirse
públicamente como cónyuge supérstite, cuando hacía más de 7 años que se había
declarado su divorcio, se presentó y presidió el duelo, excluyendo de hecho a la
querellante, ocasionándole así grave humillación afectando sus más íntimos y sensibles
sentimientos; hechos que configuran el delito de injuria, al acreditársele animus injuriandi
en la conducta de la querellada".

No es pues bastante para injuriar la verbalización del vocablo o la plástica del gesto, es
menester el ánimo de ultrajar, la pretensión del actor. Es un delito necesariamente
intencional.

2.5.INJURIAS RECÍPROCAS

Esta figura aparece tipificada en el artículo 137 de la siguiente forma: “En el caso de
injurias reciprocas proferidas en el calor de un altercado, el Juez podrá, según las
circunstancias, declarar exentas de pena a las partes o a una de ellas. No es punible la
injuria verbal provocada por ofensas personales”.

Cuando las injurias son recíprocas, el tribunal podrá según las circunstancias declarar
extensos de pena a las partes o a algunas de ellas.

Freyre (2008) nos dice al respecto que: “No es un deber del Juez aplicar la excusa
absolutoria, sino una facultad esencialmente discrecional; segundo, que el órgano
jurisdiccional puede eximir de pena a ambas partes (injuriantes) o solo a alguno de ellos,
lo cual es correcto… No tiene igual responsabilidad aquel que respondió la ofensa, luego

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de haber recibido insultos de grueso calibre, de quien precisamente ha provocado el
hecho” (pág. 230).

Las injurias no son recíprocas por la simple circunstancia de que el querellante o


querellado, en el pertinente juicio, se hayan injuriado el uno al otro. Las injurias son
recíprocas cuando una de las injurias, mutuamente inferidas entre el querellante y el
querellado, tiene su causa en la otra.

La reciprocidad de las injurias difiere del caso de las injurias provocadas, que supone que
la injuria inferida por el ofensor al ofendido ha sido causa por un agravio no injurioso
inferido por éste a aquél. La reciprocidad de las injurias no se confunde totalmente con la
retorsión de las injurias. Se confunde cuando a ésta se la concibe como la simple
devolución de una injuria con otra injuria. No se confunde, por el contrario, cuando a la
retorsión de la injuria se la concibe como la injuria inferida en legítima defensa del propio
honor agraviado por otra injuria, porque entonces los efectos son distintos, pues la
retorsión exime de pena a su autor por justificación. Entre ambas injurias tiene que haber
una relación de “causalidad” subjetiva: se acciona en razón de la anterior injuria que se
ha sufrido, no hay reciprocidad cuando la injuria subsiguiente se da por un tercero, a
menos que sobre este también hayan repercutido los términos ofensivos de la primera
injuria.

La eximición de pena por reciprocidad no obedece a que, en razón a estas, una o ambas
injurias dejen de ser tales o a que una o las dos injurias queden justificadas o exculpadas,
sino a la excusa absolutoria de responsabilidad concedida facultativamente a una o a las
dos partes por el tribunal de acuerdo a las particularidades de cada caso.

Se trata de una excusa absolutoria fundada en el principio de la compensación de los


agravios: pariacum paribus compensatur. Para que proceda no es necesario que el
querellado haya contraquerellado. Basta la prueba de la existencia de ambas injurias.

2.6.OFENSA A LA MEMORIA DE LAS PERSONAS

Según Freyre (2008): “En caso de la persona fallecida esto no se da, una persona o un
ente al que se le pueda reconocer atributos personales; por lo que a lo más puede
lesionarse su memoria, pues no poseen derecho de honor”. Entonces según lo que
corresponde al Artículo 138 del Código Penal, segundo párrafo: “Si la injuria, difamación

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o calumnia ofende a la memoria de una persona fallecida, presuntamente muerta, o
declarada judicialmente ausente o desaparecida, la acción penal podrá ser promovida o
continuada por su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos”.

De esto podemos deducir que el muerto, declarado ausente o desaparecido no vendría a


ser el sujeto pasivo o el agraviado de la conducta; nada se opone a que el agraviado o
sujeto pasivo sea el cónyuge, ascendiente, descendiente, o hermano; puesto que, cuando
se ofende la memoria de una persona los afectados son sus parientes más cercanos.

Siccha (AÑO) nos dice al respecto que: “Si se presenta este delito en agravio de la
memoria de un fallecido, declarado ausente o desaparecido, la querella será iniciada por
las personas que tengan alguna condición específica en el tipo penal. Y si es que fuere el
caso que la querella ya fue iniciada por el fallecido, ausente o desaparecido, corresponde
a las personas con tales calidades continuarla” (pág. 402).

2.7.CULPABILIDAD

Respecto a la culpabilidad, corresponde al operador jurídico determinar si el agente de la


acción o expresiones injuriantes es imputable, es decir, es mayor de edad y no sufre de
alguna alteración mental; luego, deberá verificar si el agente al momento de expresar las
palabras o frases ofensiva al honor de su víctima, conocía la antijuridicidad de su
conducta, es decir, conocía que estaba actuando en contra del derecho. Aquí muy bien
puede configurarse un error de prohibición. Estaremos ante esta categoría cuando el
agente ofende la dignidad de la víctima en la creencia que está legalmente permitido
defender su honor de hombre a cualquier precio. Acto seguido, deberá verificarse si el
agente al momento de injuriar tenía otra alternativa a la de injuriar a la víctima. Si llega a
determinarse que, en el caso concreto, el agente no tenía otra alternativa que ofender el
honor de la víctima, la conducta no será culpable, pues es posible que estemos ante un
estado de necesidad exculpante.

2.8.CONSUMACIÓN

La conducta delictiva de injuria se perfecciona en el mismo instante que el sujeto pasivo


o destinatario de las expresiones ofensivas o ultrajantes escucha u observa en forma
directa aquellos términos, gestos o vías de hechos que lesionan su honor, o en el caso de

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haberse emitido las expresiones injuriantes por medio de la escritura, el hecho punible se
consuma cuando el destinatario llega a leer u observar lo escrito o dibujado.

En otras palabras, el delito de injuria se perfecciona en el momento que realmente se hiere


el amor propio o dignidad del sujeto pasivo, y ello solamente se produce cuando
directamente se escucha, lee u observa las expresiones lesivas.

2.9.PENALIDAD

Al agente que se le encuentre responsable del delito de injuria, después de haber


transcurrido la querella con todas las garantías que exige el debido proceso, se hará
merecedor de la pena de prestación de servicio comunitario de diez a cuarenta jornadas o
con sesenta a noventa días multa. Además, esto va a depender de la forma, modos,
circunstancias en que ocurrieron los hechos y sobre todo la personalidad del procesado.

2.10. EXCEPCIONES DEL DELITO DE INJURIA

El artículo 133 del Código Penal, recoge supuestos en los que no aparecen los delitos de
injuria o difamación, según sea el caso.

 Injurias en juicio: De manera objetiva, se evidencia que las ofensas proferidas


en juicio por los partícipes en aquel no constituyen delito contra el honor, puesto
que faltaría el dolo de injuriar. Para estos se deben cumplir ciertos requisitos:
 Debe haber un juicio (materia penal, civil, laboral, familia, etc.) en pleno
trámite ante la autoridad jurisdiccional.
 Las ofensas dichas deben estar dirigidas a la otra parte en cuestión.
 Las únicas personas que pueden ser autores de las ofensas son litigantes,
apoderados y abogados.
 Las expresiones aparentemente injuriosas pueden estar contenidas en
recursos presentados por las partes en el proceso o en los informes orales.
 Las ofensas deben ser con “ánimo o intención de defensa”.

 Críticas literarias, artísticas o científicas


El derecho a la crítica es reconocido a nivel constitucional en el inciso 4, articulo
2 de nuestra Constitución, como libertad de expresión.
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Del contexto de la crítica, se puede evidenciar que no se hace con el ánimo de
ofender el honor del destinatario, sino con el único propósito de mostrar su
desagrado, disgusto o rechazo por la obra comentada.
Por el contrario, si del contexto de la crítica se puede evidenciar que las
expresiones injuriosas se hicieron con el único propósito y ánimo de ofender el
honor del autor, aparecerá el hecho punible.

 Apreciación hecha por un funcionario público en el ejercicio de su función


Esto significa que las expresiones objetivamente ofensivas al honor de un
apersona no constituyen injuria o difamación cuando son vertidas en una
apreciación o información emitida por un funcionario público en el cumplimiento
de su labor. Estas frases deben estar motivadas por la mejora de la administración
pública. Otro fuere el caso, si el funcionario público actúa con el propósito de
ofender el honor, puesto que habrá perfeccionado el delito de injuria.

19
CAPÍTULO III

20
DELITO DE CALUMNIA

3.1. TIPO PENAL


La conducta delictiva que se conoce con el nombre jurídico de calumnia, se encuentra
tipificada en el artículo 131 del Código Penal, el cual señala: “El que atribuye falsamente
a otro un delito, será reprimido con noventa a ciento veinte días multa.”

3.2. TIPICIDAD OBJETIVA


La conducta se materializa cuando el agente o sujeto activo con la única finalidad de
lesionar el honor, le atribuye, inculpa o imputa a su víctima la comisión de un hecho
delictuoso, sabiendo, muy bien, que no lo ha cometido ni ha participado en su comisión.
Necesariamente tiene que tratarse de un hecho delictivo falso el que ha sido atribuido al
sujeto pasivo. Aquí pueden presentarse hasta dos supuestos: el primero, cuando el agente
sabe muy bien que el delito que imputa o atribuye a su víctima no ha sido perpetrado por
éste, sino por tercera persona; y segundo, cuando el agente sabe que el delito que inculpa
al sujeto pasivo no ha ocurrido en la realidad, siendo sólo un invento de aquel. En suma,
el sujeto activo actúa atribuyendo falsamente un delito a su víctima con la única finalidad
de lesionar el honor.
El verbo rector del tipo penal lo constituye el término “atribuir” que significa también
imputar, asignar, inculpar o incriminar.
Por otro lado, otra circunstancia trascendente que debe quedar establecida, la constituye
la situación concreta que el delito imputado o atribuido al sujeto pasivo debe ser falso,
caso contrario, de verificarse que la imputación es un delito, es verdadera, el delito de
calumnia no se configura.
El que se siente ofendido en su honor, puede recurrir a la autoridad jurisdiccional para
solicitar sanción para el autor de la imputación. Ello debido a que ninguna persona tiene
derecho a andar predicando que tal fulano mató a zutano o que Juan robó a José, etc. Tales
hechos, sin duda, lesionan la dignidad personal de cualquier persona natural y sirven para
menoscabar su honor ante el conglomerado social donde se desenvuelven.

3.2.1. Bien jurídico protegido


El bien jurídico que se pretende tutelar o proteger con la tipificación del hecho
punible de calumnia viene a ser el honor, conceptualizado como el derecho que

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tenemos todas las personas de ser respetados por los demás en tanto seres
racionales con dignidad.

Con la calumnia se ofende el honor en su vertiente de autoestima afirmando, por


ejemplo, que se es un asesino y a la vez, se ofende la fama o reputación que se
tiene ante el grupo social. La calumnia ocasiona una humillación para el propio
ofendido, así como un descrédito o desprecio de parte de los demás hacia el
sujeto pasivo.

3.2.2. Sujeto activo


De la redacción del tipo penal se evidencia que el sujeto activo, autor o agente
del hecho punible de calumnia puede ser cualquier persona natural, sin necesidad
de que se exija alguna cualidad o calidad especial. Lo único que se requiere es
que aquel actúe consciente y voluntariamente.

3.2.3. Sujeto pasivo


Sólo puede ser sujeto pasivo la persona física o natural, pues sólo esta tiene la
posibilidad de cometer un delito y, lógicamente, se le puede atribuir.

3.3. TIPICIDAD SUBJETIVA


La conducta calumniosa es netamente dolosa, no cabe la comisión por culpa.
El agente o sujeto activo actúa con conocimiento y voluntad de ofender el honor del sujeto
pasivo. También se conoce como animus infamandi. El agente conoce que atribuyendo
falsamente un delito a su víctima le va a ocasionar ofensa a su honor.

3.4. ANTIJURICIDAD
Una vez verificada que la conducta se subsume al tipo penal de calumnia, corresponde al
operador jurídico determinar si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o en su
caso, está permitida por concurrir alguna causa de justificación de las previstas en el
artículo 20 del Código Penal.

3.5. CULPABILIDAD
Respecto a la culpabilidad, corresponde al operador jurídico determinar si el agente de la
imputación falsa es imputable, es decir, es mayor de edad y no sufre de alguna alteración

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mental; luego, deberá verificar si el agente al momento de atribuir falsamente la comisión
de un delito al agraviado, conocía de la antijuricidad de su conducta, es decir, conocía
que estaba actuando en contra del derecho.

3.6. CONSUMACIÓN
En cuanto a la consumación, se deben distinguir dos formas de verificación de del delito
de calumnia. Primero, si la calumnia se realiza en presencia del sujeto pasivo o agraviado,
el delito se verifica o perfecciona en el mismo momento en que se le imputa, atribuye, o
inculpa un delito falso.

Segundo, en caso que la imputación se realice ante otra persona, estando ausente el sujeto
pasivo, la calumnia se consuma o perfecciona en el mismo instante que llega a
conocimiento del agraviado la inculpación falsa.

La participación en el delito de calumnia es teórica y prácticamente posible. Se daría, por


ejemplo, cuando una tercera persona se limite a confirmar la imputación falsa hecha por
el autor.

3.7. TENTATIVA
Es imposible la categoría de la tentativa en el delito de calumnia. Si la imputación o
inculpación falsa de la comisión de un delito no llega a conocimiento del sujeto pasivo u
ofendido, es imposible alegar que la calumnia ha quedado en grado de tentativa. Si el
supuesto perjudicado no conoce la imputación que se le hace y, por tanto, no puede
discernir si se trata de una inculpación falsa o verdadera, es ilógico pensar que pueda
recurrir a la autoridad jurisdiccional y querellar al autor de aquella imputación.

3.8. PENALIDAD
Después de concluido el debido proceso de la querella, al encontrársele responsable del
delito de calumnia, la autoridad jurisdiccional dependiendo de la forma, modo,
circunstancias en que ocurrieron los hechos y la personalidad del procesado, le aplicará
una pena que oscila entre noventa a ciento veinte días multa. Unido a ello, una
considerable reparación civil por el daño causado al honor del querellante.

23
CAPÍTULO IV

24
DELITO DE DIFAMACIÓN

4.1. DEFINICIÓN

Según Ramiro Salinas (2013) ‘’La difamación es la acusación falsa hacia una o más
personas, tanto en el aspecto físico y moral de un hecho que pueda causar un daño a su
honor, dignidad o reputación a partir de una acusación incierta’’ (pg.359)

4.2. TIPO PENAL

El hecho punible se constituye en los que lesionan el honor de la persona. Se encuentra


tipificado en el art.132: ‘’El que, ante varias personas, reunidas o separadas, pero de
manera que pueda difundirse la noticia, atribuye a una persona, un hecho, una cualidad o
una conducta que pueda perjudicar su honor o reputación, será reprimido con pena de
libertad no mayor de dos años y con treinta a ciento veinte días-multa’’

Por otro lado, La Constitución Peruana establece en el art. 2 insc.7 ‘’Toda persona tiene
derecho al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como la
voz y a la imagen propia. Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada
en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a que esté se rectifique en una
forma gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de la ley’’.

4.3. TIPICIDAD OBJETIVA

La conducta típica de difamación se configura cuando el sujeto activo, ante varias


personas, reunidas o separadas, atribuye al sujeto pasivo una conducta de lesionar o
perjudicar su honor.

El delito de difamación consiste en la divulgación ofensiva a la dignidad de una persona.

Los medios por los cuales se realiza este delito, puede ser verbales, escritos, gráficos o
por medio de un vídeo.

o SUJETO ACTIVO: Sujeto activo de una conducta puede ser cualquier persona.
Puede ser tanto un periodista, un ejecutivo de una empresa, etc. Lo único que se
requiere es que tenga conciencia y voluntad de difamar, por lo tanto, excluye a
los incapaces relativos y absolutos.
o SUJETO PASIVO: Víctima de un hecho punible difamatorio, puede ser
cualquier persona natural.

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o ACCIÓN: La difamación es la divulgación de juicios ofensivos e inmorales ante
varias personas separadas o reunidas que causan un daño al honor de la persona.

4.4. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

Se trata de tutelar el honor vinculado a la dignidad personal, entendido como el derecho


de ser respetados por los demás, con la finalidad de desarrollar nuestra personalidad,
proteger la reputación o buena valoración personal que hacen los demás. Se tutela la
autoestima y dignidad personal.

Es por ello, que nuestro código penal, protege el honor de las personas tanto físicas como
jurídicas, considera que es un bien indispensable para nuestra realización personal.

4.5. EL DELITO DE DIFAMACIÓN AGRAVADA

o POR CALIDAD: El agente o autor será merecedor de una pena más grave que
se propale la noticia, ante varias personas done atribuye falsamente la comisión
de un delito a otra persona. Para ello, divulga la falsa noticia ante un gran número
de personas, donde su objetivo es dañar primero la autoestima de la víctima y
luego, su reputación, ocasionando un prestigio.

o POR EL MEDIO EMPLEADO: Establece que la pena será más grave contra
el sujeto activo cuando ha actuado haciendo el uso los medios de comunicación,
para atribuir una conducta que pueda perjudicar el honor de la víctima.

4.6. DIFAMACIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Con el uso masivo de los medios de comunicación social, el derecho de honor entra en
conflicto con la libertad de expresión y de información reconocidos como derecho
fundamentales de la persona; no obstante, no es difícil de interpretar cuando estamos
frente una difamación y cuando nos encontramos haciendo uso de la libertad de expresión
e información.

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En tanto libertad de información se entiende, como derecho que tenemos a informar
públicamente hechos noticiables, así como también a ser informados de cualquier idea u
opinión que no vaya en contra el honor de la persona.

4.7. GRADOS DE DESARROLLO DEL DELITO

El delito se consuma cuando llega a conocimiento del sujeto pasivo.

o TENTATIVA: La conducta con capacidad para lesionar el honor o la


reputación; lo propio pasa con la difamación por escrito, sin hablar todavía de
la difusión, porque es tema de la conducta agravada; aquí el delito se va a
consumar cuando el documento llega a conocimiento de terceros, mientras
tanto procede la tentativa. Se considera tentativa cuando el delito se ejecuta
por medio de un impreso, diario, periódico u otro medio de comunicación
social.

o CONSUMACIÓN: El delito se consuma, cuando las personas están reunidas


en el momento y lugar de la afirmación que pueda perjudicar el honor o la
reputación de una persona. La tentativa es factible en este delito, sobre todo
cuando se trate de difamaciones realizadas por medio de escritos o
impresiones gráficas.

4.8. TIPICIDAD SUBJETIVA

Luis Bramont- Arias (2013) ‘’ El dolo consiste en la divulgación voluntaria del hecho,
teniendo la conciencia de que puede perjudicar el honor o reputación del sujeto pasivo’’
(pg.374)

Luis Roy Freyre (2013) ‘’ Consiste en la conciencia y voluntad de lesionar el honor o la


reputación de las personas mediante medios de comunicación’’ (pg.374)

Por consiguiente, la difamación, pone en peligro o lesiona el bien jurídico del honor de la
persona, es de comisión dolosa. El agente sabe que la imputación que pretende realizar
afecta el honor del sujeto pasivo, sin embargo, voluntariamente decide divulgarlo ante

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varias a fin de conseguir perjudicar aquel bien. El objetivo del sujeto activo es ocasionar
un daño al honor de su víctima.

4.9. CULPABILIDAD

En esta etapa corresponde al juez determinar si el sujeto activo es imputable, es decir, si


es mayor de edad o si sufre de alguna alteración mental; luego deberá verificar una
conducta ofensiva al honor del sujeto pasivo, deberá estar sustentada por elementos
probatorios..

4.10. CONSUMACIÓN

El delito de difamación se consuma en el momento y lugar que se comienza a difundir o


divulgar la conducta difamante para el sujeto pasivo. El ofendido, en algunos casos puede
ser el último al enterarse de dicho delito. Se ha lesionado la dignidad de la víctima, quien
comenzará a ser vista de otra manera ante la sociedad.

La difamación constituye un delito de mera actividad, esto es, para su consumación no


requiere que necesariamente se lesione el honor o la reputación del difamado, basta que
haya la posibilidad de lesionarse aquel bien jurídico, para estar ante el delito de
difamación consumado.

4.11. ¿EN QUÉ CONTEXTOS PUEDE OCURRIR UNA DIFAMACIÓN?

o La difamación por terminación de empleo: Sucede cuando una empresa


cualquiera, un empleado renuncia o es despedido. Luego de esto, el jefe debe
evitar realizar comentarios sobre el ex empleado con gente presente ya que podría
mal interpretarse y llevarse a una difamación.

o Difamación por referencias de Trabajo: Los jefes deben hablar sinceramente


acerca de sus ex empleados, no puede crear falsos argumentos ni exagerar al
momento de realizar una recomendación hacia un ex empleado.

o Difamación por comunicaciones de Negocios: Un jefe se hace responsable si se


da el caso de que alguno de sus empleados de información falsa sobre la propia
empresa.

o Difamación social: Este tipo de difamación es la que más abunda en el Perú en


estos últimos tiempos y se produce mediante los medios de comunicación
masivos (radio, televisión, internet, periódicos, etc.). Se produce cuando una

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persona levanta falsos testimonios sobre otra y lo hace público mediante los
medios de comunicación, es muy común entre las personas famosas.

4.12. ¿QUÉ HACER EN CASO DE QUE CONOZCAMOS O NOS VEAMOS


AFECTADOS POR ESTE DELITO?

o La primera etapa es la no judicial que consiste en enviar una carta notarial al


agresor por parte del agredido indicándole que rectifique las afirmaciones
difamatorias realizadas en contra de la/s persona(s).

o Si no se rectifica el difamador, viene el proceso penal.

o La parte acusadora siempre tiene la ventaja porque es la que tiene el mejor acceso
a la evidencia necesaria para probar la falsedad del enunciado.

o En el país, los juicios de este tipo se ganan por márgenes muy pequeños y por eso,
siempre se necesita evidencia clara y convincente.

4.13. EL EXCEPTIO VERITATIS

Puede ser definida como el sometimiento de la imputación a un juicio de certeza, es decir,


a la mostración de la veracidad del hecho. Es una facultad que se le da al autor del delito
de difamación para que pruebe la verdad de sus afirmaciones. Si lo hace, quedara exento
de pena; en caso contrario, se corresponde, será condenado por delito de difamación.

El exceptio veritatis solo excluye la responsabilidad del sujeto por delito de difamación
en los cuatro supuestos que se establecen en el Art. 134 CP.

Artículo 134.- Prueba de la verdad de las imputaciones.

El autor del delito previsto en el artículo 132º puede probar la veracidad de sus
imputaciones sólo en los casos siguientes:

o Cuando la persona ofendida es un funcionario público y los hechos, cualidades o


conductas que se le hubieran atribuido se refieren al ejercicio de sus funciones.

o Cuando por los hechos imputados está aún abierto un proceso penal contra la
persona ofendida.

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o Cuando es evidente que el autor del delito ha actuado en interés de causa pública
o en defensa propia.

o Cuando el querellante pide formalmente que el proceso se siga hasta establecer la


verdad o falsedad de los hechos o de la cualidad o conducta que se le haya
atribuido. Si la verdad de los hechos, cualidad o conducta resulta probada, el autor
de la imputación estará exento de pena.

La acción probatoria en estos casos, puede generar dos consecuencias: a) acreditada la


verdad de los hechos injuriosos el imputado por este delito será absuelto; b) acreditada la
falsedad de la imputación el sujeto activo responderá por difamación.

4.14. PENALIDAD

En caso de haberse procesado al querellado por el tipo penal de difamación, se le


impondrá una pena privativa de la libertad entre dos días y dos años y con treinta a 120
días- multa.

En tanto que si se procesó al querellado por la conducta delictiva recogida en el segundo


párrafo del tipo penal 132, el juzgador le impondrá una pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de dos años y con noventa a ciento veinte días- multa.

Finalmente, si se siguió proceso al inculpado por el supuesto delictivo tipificado en el


último párrafo del art. 132, al momento de sentencia, se le impondrá una pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de tres años y de 120 a 360 días- multa.

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CONCLUSIONES

1. Este trabajo nos revela más sobre el delito contra del honor, como es que el legislador
toma características definitorias para tipificar este hecho como un hecho punible en el
tipo penal.

2. El delito contra el honor nos lesiona seriamente en la reputación que tenemos hacia los
demás.

3. El derecho penal surge como aquel instrumento regulador que controla y protege el
bien jurídico que viene hacer el honor, conceptualizado como el derecho que tenemos
todas las personas de ser respetados por los demás.

4. Es importante que el Estado haya previsto ante este tipo penal, para así salvaguardar el
honor de las personas físicas y naturales.

5. Es preciso decir que el delito contra el honor es subjetivamente dolosa, porque este
hecho se requiere de un agente que actué con conocimiento y voluntad.

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BIBLOGRAFÍA

o Ramiro Salinas Siccha. (2013). Delitos contra el honor en Derecho Penal. Parte
Especial. Lima- Perú: Editora y Liberia Jurídica.

o Peña Cabrera Freyre, A. (2008) Derecho Penal Parte Especial Tomo I. Lima:
Idemsa

o Salinas Siccha, R. (2015) Derecho Penal Parte Especial Tomo I. Peru: Grijley

o Nuñez, R (2009) Derecho Penal Parte Especial. Córdoba: Lerner

o Núñes , R. (1959). Derecho Penal Argentino. Buenos Aires: Tipográfica.

o Peña Cabrera Freyre, A. R. (2015). Los delitos contra le honor y su conflicto con
el derecho a la información y la libertad de expresición . Lima: Instituto Pacífico.

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