Comercio Internacional 1
Comercio Internacional 1
Comercio Internacional 1
No hay una sola nación que pueda considerarse autosuficiente así misma y que no
necesite del concurso y apoyo de los demás países, aun las naciones más ricas
necesitan recursos de los cuales carecen y que por medio de las negociaciones y
acuerdos mundiales suplen sus necesidades y carencias en otras zonas.
Las condiciones climatológicas propias de cada nación la hacen intercambiar con zonas
donde producen bienes necesarios para la supervivencia y desarrollo de áreas vitales
entre naciones. El desarrollo del comercio internacional hace que los países prosperen,
al aprovechar sus activos producen mejor, y luego intercambian con otros países lo que
a su vez ellos producen mejor.
1.1 Origen
El desarrollo del comercio internacional hace que los países prosperen, al aprovechar
sus activos producen mejor, y luego intercambian con otros países lo que a su vez ellos
producen mejor.
Una de las principales lecciones de las últimas crisis financieras internacionales es la
necesidad de prestar una mayor atención a las cuentas del sector externo.
1.2 Concepto
1
Alfonso J. Ballesteros Román (2001) “Comercio Exterior” pag. 11. España
Francisco Mochón, define al comercio internacional como "el intercambio de bienes,
servicios y capitales entre los diferentes países”.
1.3 Causas
El Comercio Internacional permite que un país cuente con mayor cantidad de bienes
que los que podrían producirse en aislamiento, con una dotación escasa de recursos
productivos. Mientras más favorable sea la relación real de intercambio para un país,
mayor será el beneficio que le producirá el comercio internacional en comparación con
los que obtengan los restantes países. Utilidad: la determina la empresa: “utilidad
pretendida”; condicionada por la competencia en el mercado internacional. Incentivos:
son los que promueve el estado para el desarrollo de las exportaciones; tanto de orden
fiscal como financiero.
Ventajas
a) Cada país se especializa en aquellos productos donde tienen una mayor eficiencia lo
cual le permite utilizar mejor sus recursos productivos y elevar el nivel de vida de
sus trabajadores.
b) Los precios tienden a ser más estables.
c) Hace posible que un país importe aquellos bienes cuya producción interna no es
suficiente y no sean producidos.
d) Hace posible la oferta de productos que exceden el consumo a otros países, en
otros mercados. (Exportaciones).
e) Equilibrio entre la escasez y el exceso.
f) Los movimientos de entrada y salida de mercancías dan paso a la balanza en
el mercado internacional.
g) Por medio de la balanza de pago se informa que tipos de transacciones
internacionales han llevado a cabo los residentes de una nación en un período dado.
Desventajas
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http://comerciointernacionaltarapoto.blogspot.com/2013/02/el-comercio-internacional-causas.html
a) Pueden aparecer durante las negociaciones y también se daría a la situación
económica, política y social de un país
b) Elevación de los impuestos, con esto no puedes transferir muchos productos.
c) Daño de mercancías.
d) Menor interés en los productos nacionales.
e) Mano de obra mal pagada y barata.
f) Comercio ilegal, piratería.
g) Explotación de unos países a otros.3
1.7 Importancia
3
http://www10.iadb.org/intal/intalcdi/PE/2015/15148.pdf
contabilizan la variación de inventarios ni las depreciaciones o apreciaciones de
capital.4
4
http://www.mef.gob.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=52:conoce-los-conceptos-
basicos-para-comprender-la-economia-del-pais
5
http://www.academia.edu/3689745/DEFINICION_E_IMPORTANCIA_DEL_COMERCIO_INTERNACIONAL
SINCERIDAD
1.1 Concepto
Proviene del latín sinceridad es el modo de expresarse sin mentiras. Este término está
asociado a la veracidad y la sencillez. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en
mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la
simulación o la hipocresía. Formación de las virtudes humanas y sociales
La sinceridad es la virtud que nos lleva a decir siempre la verdad y a mostrarnos al
exterior tal y como somos interiormente, manifestando la verdad en palabras y
conformando éstas con el pensamiento y las obras.
La sinceridad es una virtud relacionada íntimamente con la verdad.
“La verdad o la veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en
sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación o la hipocresía.” “La mentira consiste en
decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad.”
(Catecismo de la Iglesia Católica)
1.2 Importancia:
La persona que por hábito falta a la sinceridad, acaba por engañarse a sí mismo. La
sinceridad empieza en la mente, piensas el qué decir y a quién decírselo. Esto se va
convirtiendo en un mal hábito, de modo que la persona misma empieza a creer en sus
propias mentiras. Estas manifestaciones de insinceridad hacen al hombre odioso ante
Dios, causa repugnancia a los hombres y produce insatisfacción personal. 7
Enseñar a asumir las consecuencias de sus actos. Todo acto bueno conlleva una
consecuencia positiva, todo acto malo un resultado negativo.
Motivar a que siempre digan la verdad, aunque ello les cueste trabajo.
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http://seryhumano.com/web/?p=1508
7
http://es.catholic.net/familiayvida/154/203/articulo.php?id=1300
Muéstrate dispuesto al diálogo para que no teman decirte las cosas, muéstrate
comprensivo y bondadoso pero sin dejar de exigir. Sé suave en la forma, pero
firme en el fondo.
El sentido primero y principal de la sinceridad es la sinceridad con uno mismo. Sin esta
premisa es prácticamente imposible la sinceridad con Dios y la sinceridad con los
demás. ¿En qué consiste esta sinceridad?
La sinceridad con uno mismo, tiene que ver precisamente con la constitución de los
actos voluntarios que, precisamente por ser constituidos por la persona, son libres.
Aunque la inteligencia presente un bien, y aunque la voluntad sienta una inclinación
natural hacia él, el acto no se constituye como tal mientras la persona no lo asista y lo
refrende; pero por eso es posible —conscientemente— engañarse a sí mismo,
demorarse en el deseo de lo inconveniente, e incluso detenerse en él. Si no fuera así, no
se podría explicar el pecado, la falta de rectitud de la voluntad, el amor del mal.
La voluntad se relaciona con el bien, que es su objeto, pero el bien no se presenta de tal
modo que sea imposible no quererlo, que arrastre a la voluntad, precisamente porque el
acto voluntario ha de ser constituido. Concretamente, "como la voluntad no es una
potencia cognoscitiva, dicha comunicación (de los bienes conocidos por la razón
práctica a la voluntad) también ha de correr a cargo de la sindéresis. Por eso puede
decirse que la sindéresis armoniza la razón práctica con los actos de la voluntas ut
ratio. Pero no se trata de una armonía preestablecida en el sentido leibniziano, sino de
un acuerdo más preciso, que está precedido por la sinceridad. Por eso se dice que la
razón práctica consiste en su corrección. En caso de que se equivoque en la captación
de los bienes, la razón práctica está sujeta a rectificación. A su vez, la sinceridad de los
actos voluntarios reside en la completa exclusión de la astucia". La sindéresis, que
impera hacer el bien, es el hábito que constituye el acto voluntario cuando lo que la
razón práctica presenta está de acuerdo con dicho imperativo, o sea, cuando se trata de
un verdadero bien. La sinceridad interior, la sinceridad con uno mismo, está, pues, en
no auto engañarse, en no justificarse, cuando los bienes conocidos por la razón práctica
no son verdaderos bienes.
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http://es.catholic.net/familiayvida/154/203/articulo.php?id=1300
1.6 La sinceridad con Dios
La sinceridad con uno mismo tiene que ver con la coherencia de vida, con la
autenticidad o, como le gustaba decir al Fundador del Opus Dei, con la "unidad de
vida", pues no podemos vivir como esquizofrénicos. Quien no la vive no se comporta
como hombre porque su existencia carece de sentido. Pero no es suficiente: a ella hay
que añadir la sinceridad con Dios, que es más difícil y que compromete más a la
persona.
Una persona alejada de Dios puede ser sincera consigo misma, pero no vive la
sinceridad con Dios, a quien no trata y quizás no conoce. Este segundo aspecto de la
sinceridad hace relación directa con la humildad, definida por santa Teresa de Jesús
como vivir en verdad y por san Josemaría como "la verdad en el camino de la lucha
ascética".
La religión y la entrega a Dios son fruto de una especial llamada divina, pues todo
hombre, por el solo hecho de serlo, está destinado a conocer y amar a Dios, ya que, en
primer lugar, "si ser creado es un don, a la criatura le corresponde, ante todo, aceptarlo
—es decir, aceptar ser—. Es inadmisible que el ser donal no sea aceptar, pues, en otro
caso, el don divino quedaría paralizado: no sería entregado. Ahora bien, la aceptación
del propio ser se traduce inmediatamente en dar, pues si entregar el ser —cuya
aceptación somos— no fuese inmediatamente dar como ser, la paralización de la
donación divina tendría lugar en la criatura, lo que es un absurdo. Se ha de añadir que, a
su vez, el dar creado se remite, buscándola a la aceptación divina". La vida personal,
cuando se comprende a fondo qué es ser persona, no puede tener otro sentido que el
darse a Aquél que, por pura benevolencia, la ha creado con un destino libre que no
puede ser otro que la dilección a quien le ha amado con predilección. El propio
conocimiento consiste, por eso, en reconocerse como criatura, como receptor de un don
divino -la propia vida personal-, que hay que aceptar como es y que está destinado a
darse al Creador. La verdad que cada persona debe alcanzar y reconocer con sinceridad
es su condición de criatura, y en segundo lugar, porque ha sido elevado a un fin
sobrenatural.9
9
http://es.catholic.net/op/articulos/6468/sinceridad-la-verdad-en-palabra-y-pensamiento.html
ANEXOS
DATOS ESTADISTICOS:
Resto
Comercio 9.60%
3.51% Minería
Energía
23.89%
13.50%
Industria
13.72% Comunicaciones Finanzas
17.33% 18.46%