Se Está Estancando El Crecimiento Del Empleo en Colombia
Se Está Estancando El Crecimiento Del Empleo en Colombia
Se Está Estancando El Crecimiento Del Empleo en Colombia
Estefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de
la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia, explicó que en el país
no se ha seguido generando empleo como se presume, ya que en los últimos 6 u 8 meses
la tasa de crecimiento del empleo está alrededor del 0,5% y la población está creciendo
alrededor de 1,3% o 1,4%.
“Eso quiere decir que se está generando mucho menos empleo en comparación con el número
de personas que están entrando al mercado laboral”, indicó el economista.
Según Farné, la cifra que reveló este martes el Dane, una tasa de desempleo de 9,5% en abril,
resulta muy decepcionante porque deja en evidencia un estancamiento en el crecimiento del
empleo.
Las premisas que maneja el director del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad
Social de la Facultad de Economía de la Universidad Externado, le apuntan a que
el empleo está creciendo a tasas muy por debajo de lo que crece la población ya hace 6 u 8
meses. “Entonces, la verdad, es que deberíamos estar teniendo una tasa de desempleo mucho
más alta”.
Esto estaría indicando que, actualmente, hay un porcentaje de la población en Colombia que
pierde el empleo y no vuelve a buscar, y otro que se ha devuelto hacia la inactividad o se
queda en la inactividad.
“De verdad es decepcionante que el Dane salga diciendo que hay una fuerte recuperación de
la economía –con los datos del primer trimestre- y lo que en realidad se observa es que
durante el primer trimestre y hasta abril, creo yo, el empleo no ha crecido casi nada”, dice
Farné.
Agregó que “el empleo crece cuando crece el PIB, cuando las empresas producen. Si el
PIB creció tanto es natural que el empleo también lo haya hecho, pero no fue así”,
resaltó el directivo del Externado.
De acuerdo con Ferné, de nuevo no hay conciencia entre la cifra del crecimiento de la
economía con los datos de empleo en el país. Pues precisó que la estimación siempre le
apunta a que el empleo crezca con un buen PIB aunque no en igual magnitud. “No debe ser
igual a un 2% pero sí en algo, o por lo menos más de 0% o más de 2.000 personas, como en
este caso”.
Farné aseguró que el mito por la incertidumbre a raíz de las elecciones ya no sería tan válido
luego de que se conociera que la economía colombiana creció más de 2% en el primer
trimestre de 2018.
Por otro lado, Justicia Tributaria señaló que efectivamente sigue subiendo el desempleo en
Colombia. En una comunicación masiva, la entidad explicó que, en lo corrido del año, la tasa
de desempleo se ubicó en 10,4%, 0,2% más que en el mismo periodo de 2017.
“A nadie debe extrañar este resultado, pues el Gobierno hace tiempo se dio por vencido en
el proceso de reactivación económica. El único esfuerzo real es rezar para que el precio del
petróleo siga subiendo. Ni el ingreso de Colombia a la Ocde puede ocultar esta situación, que
heredará el próximo Gobierno”, puntualizó Justicia Tributaria.
Además, abundó en que los inactivos aumentaron 411.000, los trabajadores por cuenta
propia en 138.000, mientras la industria pierde 29.000 empleos y el comercio
28.000. “En la intermediación financiera se perdieron 3.000 empleos, a pesar de que este
sector creció 6,1% en el primer trimestre. Sin embargo, es importante aclarar que hubo un
cambio en la metodología del PIB, pasando de 9 a 12 sectores y el de intermediación
financiera desaparece. En empleo siguen reportándose los 9 sectores, así que se perdió la
posibilidad de comparar”, concluyó la entidad.
Desempleo en abril
La tasa de desempleo en Colombia, durante abril de este año, fue de 9,5% subiendo 60 puntos
básicos en comparación el mismo mes del 2017 cuando había sido de 8,9%, según las cifras
que reveló este martes el Departamento Nacional de Estadística (Dane).
De acuerdo con el más reciente reporte del Dane, en el cuarto mes del 2018, la población
ocupada presentó el nivel más alto para este mes desde que hay cifras comparables
(2001), completando cuatro periodos consecutivos por encima de 22 millones de
personas ocupadas.
“En abril de 2018 la tasa de desempleo en el total nacional fue 9,5%, la tasa global de
participación 64,6% y la tasa de ocupación 58,5%. En abril de 2017 estas tasas fueron 8,9%,
65,1% y 59,3%, respectivamente. No se observa una estacionalidad marcada en la tasa de
desempleo para los meses de abril en los últimos cinco años”, indicó el Dane.
Hay que decir que el dominio que más contribuyó a la variación de la tasa de desempleo de
abril en el total nacional (0,6 puntos porcentuales) fue otras cabeceras municipales con un
aporte de 0,4 puntos porcentuales que representa el 68,8% de la variación.
Por su parte, los centros poblados y rural disperso fueron el único dominio geográfico que
registró una variación negativa en la ocupación. El Dane explicó que los resultados que se
evidencian en otras cabeceras municipales (incremento en ocupación e incremento en
desocupación) se vieron influenciados por el incremento de la tasa global de participación en
este dominio.
Entre tanto, en este periodo, la tasa de desempleo en el total de las 13 ciudades y áreas
metropolitanas fue 10,7%, la tasa global de participación 66,3% y la tasa de ocupación
59,2%. En abril de 2017 la tasa de desempleo fue 10,7%, la de participación 67,1% y la
de ocupación 59,9%.
En el trimestre móvil febrero-abril de 2018, según el Dane, la tasa de desempleo para el total
nacional se situó en 9,9%, la tasa de participación fue 63,6% y la de ocupación 57,3%.
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Las ramas que más jalonaron el crecimiento de la población ocupada en el total nacional
fueron: agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca y servicios comunales, sociales y
personales, que en conjunto contribuyeron con 0,7 puntos porcentuales.
La oficina de estadística resaltó que en estos tres meses la población ocupada en la rama de
agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca en el total nacional completó 14 periodos
consecutivos de crecimiento.
dictos como somos a las malas noticias, fácilmente ignoramos las cosas buenas
que ocurren en el país. En palabras del periodista Michael Reid, de la revista The
Economist: “Uno de los problemas de las democracias latinoamericanas es la
persistente negación del progreso por parte de académicos, periodistas y políticos”.
En justicia, esta misma noticia podría haberse celebrado varias veces en los últimos
años. Desde 2008, el número de cotizantes a las AFP y Colpensiones ha
aumentado 5% por año, evidenciando un rápido proceso de formalización del
empleo. (Entre 2008 y 2015 fue aún más rápido: 7% anual). Mientras que en 2008,
solo cuatro de cada 10 colombianos en edad laboral cotizaba al menos una semana
a pensiones, en la actualidad seis de cada 10 están haciéndolo. También en justicia
hay que señalar, sin embargo, que el trabajador promedio cotiza apenas 26
semanas al año. La fidelidad en las cotizaciones prácticamente no ha cambiado en
la última década, lo cual significa que muchos trabajadores no conseguirán ni
siquiera una pensión de salario mínimo a la edad de retiro.
Las causas del rápido proceso de formalización del empleo han sido poco
estudiadas por los economistas colombianos, quienes tienden a obsesionarse con
el salario mínimo y los impuestos a la nómina, y a considerar solamente posibles
razones a nivel agregado para todo el país. Hay alguna evidencia de que la
eliminación de los parafiscales con destino al Sena e ICBF desde 2012 ayudó a la
creación de empleo formal, pero el efecto fue pequeño y ciertamente no explica la
tendencia de toda la década ni, menos aún, las diferencias entre ciudades.
Según mis propias investigaciones (con Juan Camilo Chaparro, Neave O’Clery y
Andrés Gómez Liévano), el motor más importante de este proceso ha sido la
creciente sofisticación del aparato productivo en las ciudades donde hay más
diversidad en las habilidades de los trabajadores. Ciudades intermedias que han
diversificado sus actividades productivas, como Bucaramanga, Ibagué, Manizales,
Popayán y Rionegro, han conseguido aumentos muy importantes del empleo
formal. Entre las grandes ciudades, Medellín ha logrado diversificarse más rápido
que Bogotá o Cali, especialmente desde 2011, con efectos favorables sobre el
empleo formal.
A Colombia le falta recorrer mucho camino para tener un buen mercado de trabajo,
pero negar el progreso reciente nos puede llevar a buscar soluciones en ideas
anticuadas. Pensemos diferente. Hay progreso, aunque a veces cueste trabajo
reconocerlo.