Proceso de Fusión y Adquisición
Proceso de Fusión y Adquisición
Proceso de Fusión y Adquisición
Fusiones y Adquisiciones
Las Fusiones y Adquisiciones (F&A), han adquirido una gran popularidad como planes
estratégicos en las empresas; formar alianzas estratégicas permite lograr ciertos objetivos y
mantener el nivel de competitividad en un mercado globalizado. Para poder adentrarnos en el
proceso necesario para llevar a cabo ambos métodos, debemos definir cada uno de ellos.
Concepto de Adquisición
El concepto de adquisición define al proceso realizado por una compañía cuando toma el control
operacional de otra. Esto, como resultado de una compra directa o mediante la acumulación de
acciones suficientes para lograr dicho fin. Para completar la transacción, el adquirente
probablemente esté dispuesto a pagar un precio mayor al valor contable por acción, o pagar un
valor superior al de la simple multiplicación del número de acciones que la adquirida haya
emitido por el precio de mercado de cada acción. Si el precio máximo que valga la pena pagar
por ella es el valor de mercado actual de las acciones de la adquirida, no existe alguna razón
obvia para realizar la adquisición.
La oferta de compra puede ser pública, para todo el mercado, conocida también como Oferta
Pública de Acciones (OPA); o privada, la cual sólo se ofrece a un grupo privado de accionistas.
Concepto de Fusión
La fusión es una operación usada para unificar inversiones y criterios comerciales de dos
compañías de una misma rama o de objetivos similares. A su vez, constituye la absorción de una
sociedad por otra, con desaparición de la primera, y la aportación de los bienes de ésta a la
segunda sociedad.
La fusión puede hacerse igualmente mediante la creación de una nueva sociedad, que, por
medio de los aportes, absorba a dos o más sociedades preexistentes. Es decir, es la reunión de
dos o más compañías independientes en una sola. Es el acuerdo de dos o más empresas
jurídicamente independientes, por el que se comprometen a juntar sus patrimonios y formar
una nueva sociedad. Es también cualquier combinación que resulta en una entidad económica
a partir de dos o más entidades anteriores a la combinación.
Las fusiones se caracterizan por la unión de dos o más empresas y la pérdida de la personalidad
jurídica de al menos una. Hay 3 modelos principales de fusión:
Fusión pura: se presenta cuando dos o más empresas de tamaño similar se unen para
formar una nueva empresa, a la cual aportan todo su capital y sus recursos. Las
entidades originales se disuelven.
Fusión con aportación parcial al activo: una de las empresas es absorbida por otra o por
un conglomerado. La empresa que absorbe no cambia su razón social ni su personalidad
jurídica; la empresa absorbida sí.
Fusión por absorción: una de las empresas que se fusiona aporta sólo una parte de su
capital. Aunque se genera una nueva sociedad, cada empresa puede seguir existiendo
de manera independiente a las otras.
Esta situación puede derivar en una pérdida de valor sobre el resultado de la fusión o
adquisición, al cual se le denomina “costo de agencia”. Existen varias razones para incurrir en
estas pérdidas, tales como una estimación equivocada basada en información incompleta,
errores al calcular el potencial de creación de valor, realizar un pago demasiado alto por la
adquisición o una prima excesiva. En este caso, se debe estar consciente de que los problemas
administrativos y los derivados de la relación accionista-administrador resultarían en el fracaso
de la operación.
Sin embargo, de acuerdo a las principales firmas consultoras para Fusiones y Adquisiciones,
estos procesos se llevan a cabo en integraciones de tipo horizontal (integraciones realizadas
entre empresas del mismo giro empresarial), básicamente por las siguientes razones:
Hoy en día, los negocios se encuentran inmersos dentro de la economía mundial, aunque no
realice, venda o compre fuera del mercado regional o nacional. La economía mundial se origina
en donde haya competencia entre negocios, por lo que, dentro de esta economía cada negocio
tiene que ser capaz de competir.
Los motivos para adquirir otras empresas deben formar parte de las estrategias de negocios y
crear una ventaja competitiva de largo plazo para ella. Frecuentemente, el adquirente busca
transferir sus técnicas administrativas a la empresa objeto de la adquisición logrando un valor
agregado. Ésta supuesta capacidad de crear valor para los accionistas de la empresa adquirente,
ha sido cuestionada duramente teniendo como fundamento los resultados tan decepcionantes
que han presentado las fusiones y adquisiciones de manera general.
Se puede suponer que existe una marcada diferencia entre los objetivos de las F&A y la creación
de valor durante el período posterior a las mismas; sin embargo, se deben estudiar otros
aspectos del proceso y no solo culpar a los intereses personales de los administradores o a la
incapacidad de crear un valor agregado para que se pueda determinar el origen real del fracaso
de estas estrategias.
1. Motivos económicos:
Puede ser la única forma de entrar en una industria y/o un país, por tener
fuertes barreras de entrada.
Cuando las fusiones y adquisiciones son de integración horizontal se busca un
incremento de poder de mercado de la empresa resultante y, en consecuencia,
una reducción del nivel de la competencia en la industria.
Cuando las fusiones y adquisiciones son de integración vertical se integran
empresas que actúan en distintas etapas del ciclo productivo, el objetivo es
conseguir de manera inmediata las ventajas de la integración vertical, tanto sea
hacia atrás como hacia delante.
La perspectiva racionalista para la toma de decisiones, consta de siete fases, método ante el cual
concuerdan McCann y Gilkey. Dichas fases no van separadas, sino que pueden superponerse y
depender mucho unas de otras, aunque este proceso puede ser mucho más complejo
dependiendo de cada acuerdo y de sus desafíos propio.
Planeación Estratégica
La planeación estratégica es la base principal del proceso de F&A debido a que ejerce una
afectación directa sobre los elementos necesarios para llevar a cabo dicha operación. Desde el
inicio, y durante el desarrollo del plan estratégico, los encargados de proponerlo y apoyarlo
serán los propietarios y la alta dirección. La unión de negocios debe ser considerada como una
plataforma hacia el mercado internacional con la finalidad de dominarlo y, a la vez, como un
obstáculo para la entrada del competidor.
Así mismo, debe establecerse un concepto bien definido sobre lo que se espera sea el futuro de
la empresa adquirente o fusionante, ya que esto define de manera crucial la dirección que debe
tomar el proceso; este concepto se desarrolla a través de la planificación estratégica de la
empresa y delimita el rumbo y características a considerar para las uniones que se deseen
realizar. La visión de la dirección de la empresa permite crear un principio organizativo que
mantenga su compromiso antes, durante y después del proceso; por lo que si no se tiene una
clara definición de la visión, es muy probable que éste fracase, debido a que es un medio para
lograr ciertos objetivos, no el objetivo en sí.
Al definir las metas y objetivos específicos de la organización se sientan las bases de todo el
proceso, lo cual disminuye considerablemente el riesgo de fracaso. Los objetivos incluyen decidir
sobre la adquisición o fusión de una compañía en el mismo giro, comprar líneas de producción
que complementen líneas actuales, entorpecer la entrada al mercado para los competidores,
eliminar a un competidor, etc. También se debe medir la posición estratégica de la compañía;
esto es, definir las fuerzas y debilidades que puedan resultar de la unión. Es de gran importancia
reconocer, en esta primera etapa, las capacidades de la administración para llevar a cabo las
estrategias, la implementación y la integración posterior.
En el momento de la planeación, establecer los límites sobre el precio máximo a pagar o lo que
se determine pueda costear la empresa, ayuda de manera significativa a no perder perspectiva
de manera que no se persigan oportunidades fuera de alcance. Para mejor comprensión de las
oportunidades y los retos que afectarán el éxito de la estrategia de la adquisición, es necesario
analizar el mercado. Esto incluye una evaluación del estado actual de los nichos de la industria
en la cual opera la empresa que incluya proyección de la dinámica del mercado para los mismos
(tamaño del mercado, métodos de distribución, presiones competitivas, restricciones y
regulaciones, cambios tecnológicos, necesidades del cliente, etc.).
Otros conceptos principales a delimitar en esta fase son: la capacidad de la empresa para
comprometerse en la actividad de la unión, capacidad dentro del proceso de planificación para
ayudar a esta actividad y evaluar los sistemas de apoyo para reforzar la actividad de planificación
(recursos humanos, control, estructura, tecnología de información); y, por último, establecer las
metas y la forma de evaluar los resultados de modo que se pueda tener un seguimiento de los
progresos.
Búsqueda y selección
Durante esta etapa, el objetivo es conocer a todas las compañías que se vislumbren como
candidatos a ser adquiridas o fusionadas para dar paso a una evaluación y análisis exhaustivos
que permita determinar cuál es la más atractiva.
Para realizar una búsqueda exitosa se deben considerar varios aspectos importantes como son:
identificar los criterios sobre los cuales se basará la selección de candidatos, crear perfiles y
recopilar datos relevantes, así como determinar la profundidad y amplitud de la búsqueda. En
esta etapa es muy frecuente solicitar los servicios de asesores externos, de áreas financieras y
legales que puedan proporcionar un análisis más completo acerca de los candidatos y también,
eventualmente, actuar como intermediarios durante las negociaciones. Es, particularmente
recomendable, solicitar ayuda de terceros cuando no exista un candidato previamente definido,
porque, adicionalmente, podrían ayudar a priorizar a los candidatos según los criterios de
selección.
Algunas características que deben considerarse para acotar el número de posibles empresas que
se postularán para encontrar a la compañía objetivo son: productos, cultura, tecnología,
mercado, competidores, finanzas, administración, sus fuerzas y debilidades.
Desde el punto de vista financiero, es de gran utilidad preparar un análisis que incluya las ventas
históricas y proyectadas, una estimación de costos de capital, costos de operación, márgenes de
utilidad, márgenes de operación, calcular el flujo de efectivo, establecer el ROI, calcular el valor
de marcado y evaluar los riesgos; de igual manera, se deben desarrollar rangos de valor,
establecer bases para la futura discusión, formular estrategias para la transacción, decidir sobre
las necesidades financieras, delimitar el objetivo y criterios del adquirente y formular un plan de
búsqueda y evaluación.
En esta fase, mantener cierto anonimato, podría ser de gran importancia, ya que hay que
considerar el efecto que significaría en los competidores o inclusive en los propios empleados si
se diera a conocer información sobre la posible combinación de una compañía.
“La paciencia es una verdadera virtud en la arena de las adquisiciones”. La paciencia con la que
pueda actuar la empresa adquirente o fusionante cobra relevancia, dado que es posible que las
mejores empresas o aquellas que representen los mejores candidatos, no estén a la venta o no
admitan su disponibilidad y no consideren que exista la necesidad de que un tercero las
adquiera.
Responsabilidades ambientales
Responsabilidades legales
Acuerdos colectivos de negociación.
Relaciones con sindicatos laborales.
Integración del negocio o interrupción contingente del negocio.
Cualquier contingencia que pueda poner el valor de la empresa objetivo en duda.
La finalización de estas etapas trae como resultado una estimación que permita conocer si la
adquisición o la fusión de la empresa objetivo elegida generará un valor presente neto positivo
para los accionistas de la adquirente. De ser así, será posible continuar con las siguientes fases
del proceso.
Propuesta
Esta fase es crítica para el proceso, ya que hay que establecer límites mínimos y máximos que la
adquirente, en el caso de la adquisición, puede permitirse al comprar la compañía objetivo y
decidir quiénes serán los encargados de establecer los primeros contactos, tarea que
generalmente se delega a los asesores previamente contratados.
Krallinger comenta con respecto a establecer una correcta valuación: "El precio correcto es el
precio que un comprador interesado pagará a un vendedor interesado." Sin embargo, existen
circunstancias que juegan un papel determinante en esta valuación, como son el ritmo de los
ciclos económicos, especulación del mercado accionario, rentabilidad y las razones de los
compradores y las necesidades de los vendedores. Debido a que es una fase complicada, el
establecer un precio ha sido delegado a los equipos financieros y jurídicos.
Los negocios dependen de los contratos y relaciones a largo plazo, por lo que los riesgos y
beneficios de la organización se deben considerar desde esta misma perspectiva.
El valor económico puede ser determinado solamente en base a proyecciones que se extienden
a varias décadas. Al valuar una compañía, hay cuatro elementos importantes a considerar:
La necesidad del negocio determinará el valor. Una compañía puede valer considerablemente
más a un adquirente potencial que a otra y sin dejar de ser ambas valuaciones completamente
realistas. Anteriormente, el valor de una compañía podía determinarse basándose en su registro
histórico. Pero ahora, que las consolidaciones son transacciones comunes, es necesario
considerar la sinergia potencial de cualquier acuerdo e incluir su completo valor en el precio. Sin
embargo, a causa de que esas sinergias son solamente potenciales y no necesariamente reales,
el proceso conlleva un riesgo inherente.
El director de una empresa, para determinar cuáles son los mejores intereses de la corporación,
al considerar una propuesta de F&A, puede tomar en cuenta algunos factores de interés común.
Tales son, los efectos de la decisión en los empleados, proveedores, acreedores y clientes, los
efectos de la decisión en las comunidades en las que la corporación opere, y los intereses a corto
y largo plazo de la corporación y sus accionistas incluyendo la posibilidad de que estos intereses
se beneficien al mantener la independencia de la corporación, además de los efectos de
cualquier decisión que se tome que afecte directamente a los accionistas; por lo que se deben
de tomar en consideración al momento de determinar un precio adecuado.
Negociación y cierre
Existen varios tipos de negociaciones y todas son únicas, por lo que un negociador experto en
determinados acuerdos no necesariamente lo será en otros. Esto se debe, generalmente, a la
falta de conocimiento de todo lo que involucra un tipo especial de negociación.
Las diferencias pueden resultar de factores como la relación existente entre los involucrados, la
necesidad de mantener la relación después de que se complete la negociación, el grado de
independencia entre los involucrados, y la habilidad de reemplazar a algún integrante en caso
de que las negociaciones fallen. Sin embargo, la diferencia más significativa está dada por las
variables y los factores que las partes utilicen para generar apalancamiento sobre la otra.
Las negociaciones para una adquisición son únicas por varias razones:
Negociar una unión de empresas es un arte, no una ciencia. Es el arte de ejercer presión sobre
un adversario a través del máximo uso de todos los puntos de apalancamiento disponibles. La
negociación, es una prueba de voluntad y de la habilidad de una persona o la compañía, de
imponer su voluntad sobre la de otro. Por lo que encontrar la mejor manera de equilibrar el
proceso será benéfico para ambas partes, con la ayuda de los siguientes puntos:
El primer elemento de esta carta es definir qué es lo que se está vendiendo fusionando.
Si todo el negocio está a la venta, entonces las acciones de la objetivo serán
completamente adquiridas incluyendo cualquier activo que la compañía posea. Si el
caso es, que sólo una parte de la compañía está a la venta, entonces la compra incluirá
una cantidad limitada de activos de la compañía.
Para esta etapa de la transacción, las compañías ya han negociado al menos una cifra
aproximada que refleja la cantidad de activos y la ganancia proyectada de la compañía
vendedora o de la fusionante. A continuación se establecen todas las condiciones
necesarias para cerrar el trato, incluyendo la fecha en la que se piensa finalizarlo. Se
acuerda mantener las transacciones de manera confidencial hasta que se negocie el
acuerdo de unión, esto protege a ambas partes en caso de que ésta no pueda ser
negociada. Por lo general, el vendedor proporciona un periodo de exclusividad de
sesenta o noventa días, durante los cuales no puede negociar con cualquier otro
comprador. Es en este tiempo en el que el proceso de revisión (due diligence) puede
llevarse a cabo.
Originalmente, la frase “due diligence” se utilizó como un término legal para describir el
proceso de investigación sobre una compañía antes de que sus acciones se ofrecieran al
público. Su propósito era que los inversionistas potenciales y las autoridades
reguladoras confiaran que lo que presentaba la compañía representara realmente sus
activos y pasivos.
Durante las décadas pasadas la frase evolucionó para referirse a otras transacciones y
en el contexto de las fusiones y adquisiciones describe las actividades y verificaciones
que efectúa el adquirente para comprobar las condiciones de la firma a fusionar o
comprar.
Típicamente, las verificaciones que se realizan caen en cuatro categorías: activos,
pasivos, información y beneficios del personal y asuntos legales como demandas sin
resolver y reclamos de seguros.
Esta es una de las etapas más importantes de la transacción, donde el adquirente o los
fusionantes solicitan a la objetivo copias de todos sus contratos, declaraciones de
impuestos, reclamos, registros de vehículos, registros bancarios, préstamos, escrituras,
pólizas de seguros, registros contables, información de recursos humanos, así como la
estructura de la propiedad de la compañía incluyendo cualquier cuerdo o contingencia
con los accionistas. Esta información le permite determinar al adquirente o fusionante
si existen problemas legales, financieros, o de negocios con la compañía objetivo o para
verificar que no existe alguno. Normalmente, los contadores de una de las partes revisan
los estados financieros y la información financiera de la objetivo con los contadores de
la objetivo.
Documentos de transferencia.
Transición
La fusión o la adquisición se completó, el adquirente o la empresa resultante mantendrá el
control de la nueva organización bajo la promesa de que ésta será mejor, más fuerte, más
rentable y tendrá un mejor posicionamiento en el mercado necesitando únicamente de un
cambio mínimo en la administración.
Sin embargo, la verdad es completamente distinta, ya que existen ciertas razones claramente
evidentes que demuestran el gran reto que se aproxima y el gran cambio que se está sufriendo
en la organización: el control, que origina, cambio fundamentalmente de personas y el que las
decisiones serán tomadas por un nuevo jefe. Si la administración se confunde y se limita a ver
los deseos y creencias por las que combinó a la objetivo en lugar de enfrentar los hechos, el
liderazgo perderá fuerza e inclusive se perderán algunos de los empleados fundamentales.
Es por esto que, cuanto antes se entienda todo lo que involucra el integrar dos entidades,
mejores serán los resultados. Un reto fundamental es saber crear un ambiente de trabajo
productivo y agradable en el cual dos grupos de empleados con diferentes culturas puedan
desarrollarse y formar una estructura funcional para la organización combinada.
Hay que tener en mente que la gente es la base de cualquier empresa, y dedicar grandes
cantidades de tiempo y recursos para lograr una buena integración y no permitir que la
incertidumbre que pueda afectar a los empleados durante la transacción de la unión resulte en
la pérdida de colaboradores valiosos.
Por lo que no es posible encontrar la fórmula perfecta que elimine completamente los retos a
los que se debe enfrentar la nueva administración; sin embargo, existen ciertos puntos que
pueden ayudar a lograrlo:
Integración
El reto más grande que trae una combinación de entidades es el de crear una mentalidad común
para dos organizaciones y más aún, lograr que ambas crezcan y se ayuden a desarrollar como
una sola.
Se debe reconocer que la integración no es una fase que empiece en el momento en que se
firmen los documentos que cierran el trato, sino que es un proceso esencial que empieza con el
“due diligence”; empezar a planear la integración desde los primeros acercamientos con la
empresa objetivo, permite a la nueva organización tener cierta ventaja al momento de finalizar
la transacción.
Al realizar la planeación durante el proceso de revisión (“due diligence”), es más efectivo elegir
a un administrador exclusivamente para la integración de las organizaciones y sus culturas e
incluirlo en el equipo de revisión. Esto ayudará a identificar rápidamente, en todos los niveles
de la empresa, al personal que juegue un papel fundamental en ésta; además de alentar al
equipo de revisión para que informe sobre cualquier aspecto que pueda tener cierto impacto en
la integración, como procedimientos o prácticas de la empresa objetivo, cultura, problemas o
áreas de conflicto. Y lo más importante, desarrollar una visión perfectamente establecida de la
compañía combinada, para que el equipo pueda realizar su investigación de acuerdo a esta idea
y a lo que se espera una vez que se finalice el trato.
Otro de los aspectos de gran importancia una vez terminada la fusión o adquisición, es saber
mantener un contacto y una comunicación personal a manera de que no existan malos
entendidos acerca de quién es el jefe y de lo que se espera del personal; es básico hacerle saber
a toda la organización que lo que se busca es tener la lealtad de toda la fuerza laboral y que
serán recompensados y tratados como iguales sin distinciones. También puede significar una
ventaja psicológica fundamental el realizar un cambio de nombre a la empresa adquirida por
otro que represente a la nueva organización, lo que promoverá un ambiente de unidad e
igualdad.
El proceso de unión de empresas es complejo, por lo que requiere de un tiempo mínimo de seis
meses, dependiendo de las estrategias y de las diferentes fases involucradas.
Sin embargo, completar el proyecto puede requerir de un periodo mucho más largo. Esto,
principalmente, por el tiempo que le toma decidir vender al dueño de la compañía objetivo; así
como también, a la disposición del comprador o fusionante de negociar y su verdadero interés
por el trato.
Puesta en común por dos o más sociedades de todos sus activos con la toma del pasivo,
ya sea produciendo la creación de una sociedad nueva, realizando aportes consentidos
a una sociedad preexistente (absorbente) o aumentando su capital en el caso de que el
activo neto exceda su capital suscrito.
La desaparición de la (s) sociedad (es) aportante (es) o absorbida (s).
La atribución de nuevos derechos sociales a los asociados de las sociedades
desaparecidas.
Transmisión de la universalidad de los bienes de la sociedad absorbida a la sociedad
absorbente.
Los accionistas de la sociedad absorbida devienen en socios de la absorbente.
Las fusiones son operaciones generalmente practicadas en periodos de expansión
económica o de crisis.
Tomando en cuenta la definición de fusión dada por la Directiva creada por el Consejo de
Ministros de la Comunidad Económica Europea, pueden establecerse las siguientes
características:
Horizontal: Conjunto de dos sociedades que compiten ambas en una misma rama del
comercio. Las empresas ocupan la misma línea de negocios, y básicamente se integran
porque:
Las economías de escala son su objetivo natural.
Mayor concentración en la industria
Vertical: Consiste en que una de las compañías es cliente de la otra en una rama del
comercio en que ésta lo suple. El comprador se expande hacia atrás, hacia el origen de
materias primas, o hacia delante, en proyección al consumidor.
Concéntricas, ambas empresas están relacionadas a través de tecnología, procesos de
producción o mercados. La adquirida o la fusionada representa una extensión de las
líneas de producción, participación de mercado o tecnología para la adquirente o
fusionante.
Conglomerado: Surge cuando estas compañías ni compiten, ni existe ninguna relación
de negocios entre las mismas. Los originadores de estas uniones han hecho notar las
economías procedentes de compartir servicios centrales como administración,
contabilidad, control financiero y dirección general.
Según Tellado hijo (1999) considera que la fusión puede llevarse a cabo de dos maneras:
Existe otra clasificación, que representa la manera en que la adquirente asume las
responsabilidades sobre la compañía que adquirió: