Origen y Evolución de La Constitución Dominicana
Origen y Evolución de La Constitución Dominicana
Origen y Evolución de La Constitución Dominicana
Para redactar la Constitución Dominicana de 1844, los constituyentes tuvieron como fuentes
principales la constitución de Filadelfia de 1776, la constitución de Cádiz de 1812, la constitución
Francesa de 1791, primera constitución democrática que conoció Europa, y la constitución
Haitiana de 1816, además se advertía en muchos constituyentes la presencia de las ideas
revolucionarias francesas contenida en la famosa declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano de 1789. También se inspiraron los constituyentes en el proyecto de constitución
redactado por Juan Pablo Duarte, que contenía la división de los poderes, tal como lo presenta
Montesquieu, y de la igualdad social como apuntaba Rousseau en su obra inmortal “Contrato
Social”. De ese proyecto concebido por Duarte es digno de especial mención el Art. 6to. Que dice
lo siguiente. Cito. “la ley suprema del pueblo dominicano es y será siempre su existencia política
como nación libre e independiente de toda dominación, intervención e influencia extranjera, y
todos gobernantes o gobernados que la contrarié, de cualquier modo que sea se coloca “Ipso
facto” y por sí mismo fuera de la ley”.
En 1844 se estructura la forma de gobierno y sus diferentes poderes, esta primera Carta Magna
no aporta un principio funcional nuevo. Siguiendo la de los Estados Unidos de 1787 y la Española
de 1812. Limitándose los constituyentes dominicanos a realizar una obra de adaptación, trasladar
a nuestro medio las experiencias constitucionales de otros países, advirtiendo que nuestra
Constitución era una Constitución Derivada. Esta ha ejercido a través de la larga historia
constitucional una influencia considerable dejándose sentir la presencia de su espíritu en cada
una de las reformas posteriores. En la estructura de la Constitución de 1844, hay tres
partes fundamentales, que son: (1) La consagrada a los Derechos Humanos; (2) La destinada a
la organización de las instituciones del Estado; y (3) La que establece el procedimiento para la
reforma constitucional en lo relacionado a los Derechos Humanos, el constituyente hizo una
enumeración amplia de los derechos políticos de los dominicanos en ese aspecto, consagró una
serie de disposiciones tendientes a garantizar la integridad física de los individuos, la propiedad
privada, el domicilio, al derecho de asociación y el derecho de petición, quedaron garantizado.
Los modelos constitucionales influyentes:
Al igual que las constituciones de las primeras repúblicas americanas, la Carta Substantiva de
San Cristóbal no es original, ni aporta ni un solo principio, ni una sola institución, es un trasunto
de ideas de instituciones inglesas, francesas y norteamericanas, y una supervivencia de valores,
doctrinas y de instituciones, de la tradición hispánica en la nueva estructura política que
conforma a nuestra sociedad la cual en 1821 había cortado los lazos triseculares que le unían a
su antigua metrópoli.
Esos valores, esas esencias hispánicas habían sobrevivido a los veinte y dos años de dominación
haitiana.
Algunos estudiosos del constitucionalismo dominicano perciben una gran influencia de uno u otro
texto modelo en nuestra primera Ley Fundamental. Summer Welles en su valiosa obra La Viña de
Naboth piensa que la Constitución Primera de la República, es en gran parte una copia de la
Constitución de Filadelfia de 1787.
Esa constitución tuvo mucha importancia en la historia de los dominicanos, pues los rigió durante
21 años. Los rasgos más destacados de la Constitución del 1816 fueron que se estableció un
Poder Legislativo bicameral, compuesto de una Cámara de Representantes y un Senado,
teniendo éste último mucho más atribuciones y poderes que la Cámara Baja. El Poder Ejecutivo
era muy fuerte, con un Presidente vitalicio, quien tenía el derecho de designar a su propio
sucesor
Manuel Arturo Peña Batlle en un discurso que pronunció en ocasión del Primer Centenario de la
República, consideró que el texto Constitucional de Filadelfia y el de Cádiz, fueron los dos
modelos que siguió el constituyente de San Cristóbal. La abolición de la esclavitud, el
establecimiento de la religión católica como la única del Estado, la garantía absoluta a la
propiedad inmobiliaria y la protección especial a la agricultura de plantación fueron algunos de
los puntos más relevantes de La Constitución Haitiana del 1801.
El otro aspecto de la Constitución Haitiana que interesa a los dominicanos, es que tenía una
estructura nueva y diferente a las anteriores y que la misma fue copiada, casi íntegramente, por
los constituyentes dominicanos de noviembre de 1844.
Y Julio Brea Franco en un ensayo sobre "las características de la Constitución Dominicana",
observa en el texto de San Cristóbal influjos además de los señalados, de las Leyes
Fundamentales Francesas de los años 1799 y 1804
El hispanismo del texto dominicano del 1844 se manifiesta, además, desde la definición del
territorio de la República Dominicana, en el Art. 2do. del Título 11, en que él llama "La parte
Española de la Isla de Santo Domingo". Se sigue con la organización centralista y no federal del
territorio, en la división en provincia, en el establecimiento de la Diputación Provincial y el
ayuntamiento. Asimismo la organización del Poder Judicial del texto del 1844 es un mero
trasunto del de Cádiz.
Acta Constitutiva, se establecieron los fundamentos de esta nueva organización política, se formó
una Junta de
Gobierno Provisional que asumió todos los poderes del Estado, dirigida por un Presidente. Sus
primeras acciones fueron informar sobre la conformación del nuevo Estado al Gobierno de Haití y
al Gobierno de Colombia, ya que con este último se preveía una alianza política mediante un
tratado.
Esta Acta estableció ciertos derechos civiles, cito los cuatro principales: libertad, igualdad,
seguridad y propiedad. Pero excluyó el derecho de ciudadanía a quienes no fueran libres, es
decir, se mantuvo la esclavitud. Ese hecho causó que la nueva situación no fuera aceptada por
una porción importante de la población, que aunque no fuese esclava, estaba compuesta de
negros y mulatos libres. En otros asuntos se mantuvieron los municipios como antes, y en
materia de justicia el sistema español se quedó con pocos cambios.
La Constitución de 1865 consagró que en ningún tiempo, por ninguna causa, sería impuesta a
nadie la pena de proscripción y que nadie sería puesto en prisión por el pago de una deuda.
Sobre la pena de proscripción sólo dos constituciones la han abolido, las Constituciones de 1865
y la de 1963. Con relación a la prisión por deuda todas las constituciones posteriores a la de
1865 han abolido esta pena. La de 1874, establece la libertad de tránsito. En 1877, se
consagró la libertad del sufragio los mayores de 18 años. En la de 1907, se consagra la libertad
de cultos, desde 1865 hasta 1907 en nuestras instituciones se habla de tolerancia de cultos y es
en ese año (1907) donde hay verdadera libertad de cultos. La de 1924, establece que toda
persona privada de su libertad sin causa o sin las formalidades legales, o fuera de los casos
previstos por las leyes, será puesta en libertad a requerimiento suyo o de cualquier persona, la
ley determinaría la manera de proceder sumariamente en este caso.
En todas las reformas realizadas en el siglo XX y el que va del XXI el Poder Legislativo ha
permanecido inalterable, cambios de menor importancias se ha introducidos, muchas veces como
consecuencia del aumento de la población y el número de provincias, dado estos por resultado
un aumento de la composición de ambas cámaras legislativas. Hay que señalar que una
modificación muy importante que se hizo en el Poder Legislativo, no en su estructura sino en la
creación de un órgano nuevo, la introducción de la Asamblea Nacional en 1908, cuyas funciones
no son legislativas sino políticas. Examinar las actas de elección del Presidente, el cómputos de
los votos (éstas dos funciones ya no son competencia de la Asamblea Nacional, sino de la JCE.).
Proclamar y juramentar al Presidente de la República y admitir su renuencia si acaso se
produzca.
Los cambios que ha conocido el Poder Ejecutivo, se refieren en primer término, a las condiciones
requeridas para ser Presidente, dentro de estas en 1844 se exigía la posesión de bienes raíces,
condición exigida obligatoriamente pero desaparecida en 1877, en sus atribuciones el P.E., no ha
recibido modificaciones, puesto que siempre se la ha atribuido al P.E. un poder extraordinario de
intervenir en funciones que no son compatibles a la suyas.
La elección del voto directo se realizaba a partir de 1877 hasta 1881, cuando en 1887 se realiza
de nuevo el voto indirecto desde 1844 hasta 1874 y en el periodo comprendido entre 1887,
hasta 1908. La vicepresidencia no fue establecida en las Constituciones de los años; 1844, 1877,
1878, 1879, 1880, 1887, 1896, 1907, 1908, 1924, y 1942. El Poder Judicial ha sufrido ligeras
transformaciones, en la creación de nuevos tribunales. Los Tribunales o Consulados de Comercio
en 1852 por medio de la Ley 259, suprimidos en 1881 cuando se le otorgaron esas funciones a
los Tribunales Mayores de Provincias, lo que no son más que los Tribunales de Primera Instancia
de hoy. Atribuyéndoles funciones administrativa. El Tribunal de Tierra, creado el 1ro. de Julio de
1920, mediante la Ley de Registro de Tierra. Otra modificación fue la creación del recurso de
casación en febrero de 1858, el que era llevado por la Suprema Corte de Justicia en función de
Corte de Casación. Este recuerdo fue suprimido en septiembre de 1858, creado nuevamente en
1908. –
Bibliografía
Peña Batlle, M. (1981). "Cien años de Vida Constitucional Dominicana". En Ensayos en torno a
la Constitución de 1844. Sto. Dgo., R.D.: Publicaciones ONAP.
Welles, Summer. (1973). “La Viña de Naboth”. Segunda edición. Traductor: Alfredo Moore. 2
vols. Sto. Dgo. R.D.: Editora Taller.
Mariñaz Otero, Luis. (1968). “Las Constituciones de Haití”. Madrid, España: Ediciones
Cultura Hispánica.