51 CANCER Neumologia 3 Ed
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ocasionados por substancias biológicas producidas por corazón. La disfagia hará sospechar la compresión o
el tumor –síndromes paraneoplásicos. invasión del esófago por el tumor o por adenopatías
mediastínicas.
Síntomas relacionados con el tumor
primario Síntomas y signos asociados a la
La tos de nueva presentación o el cambio en la afectación metastásica extratorácica
naturaleza de la tos crónica es el síntoma más fre- Aproximadamente un tercio de los pacientes
cuente producido por el CP. La hemoptisis, ya sea manifiestan síntomas secundarios a metástasis en
franca o, más frecuentemente, en forma de expecto- el momento del diagnóstico. Aunque el CP puede
ración hemoptoica recurrente, suele aparecer cuando metastatizar en cualquier órgano o sistema, los lugares
se ulcera la mucosa bronquial. La disnea es también de asiento más frecuentes son el esqueleto óseo, las
un síntoma frecuente, generalmente asociada a un glándulas suprarrenales, el hígado y el cerebro.
incremento de la expectoración y de la tos, aunque El síntoma fundamental de las metástasis óseas es
puede también deberse a la presencia de atelectasia el dolor. Las metástasis hepáticas suelen ocasionar un
o de neumonitis obstructiva. La mitad de los pacientes cuadro constitucional, afectándose la función hepática
manifiestan ciertas molestias torácicas intermitentes y sólo en fases muy avanzadas. Las metástasis suprarre-
mal definidas, pero cuando el tumor afecta a la pleura nales suelen ser asintomáticas; excepcionalmente pue-
el dolor adquiere características pleuríticas. den ocasionar un cuadro de insuficiencia suprarrenal.
Las metástasis cerebrales pueden producir cefaleas,
Síntomas y signos asociados a la vómitos, convulsiones, cambios de la personalidad y
compresión o invasión de estructuras alteraciones neurológicas focales variadas.
intratorácicas
La invasión pleural, además de dolor, puede pro- Síndromes paraneoplásicos
ducir disnea por derrame pleural. La afectación de la Los síndromes paraneoplásicos, presentes en
pared torácica suele provocar un dolor intenso y fijo, aproximadamente un 10% de los pacientes con
que puede incrementarse con la palpación. El tumor CP, pueden representar la primera manifestación
del vértice pulmonar, también llamado tumor de Pan- de la enfermedad o el primer signo de recurrencia
coast, crece cercano al plexo braquial, infiltrando gene- tras el tratamiento. Forman un grupo heterogéneo
ralmente las raíces octava cervical y primera y segunda de cuadros clínicos no relacionados con los efectos
torácicas, ocasionando dolor de hombro irradiado a físicos del tumor primario o de las metástasis. Son
la zona cubital del antebrazo, cambio en la tempera- normalmente secundarios a la producción de subs-
tura cutánea y atrofia muscular. La parálisis del nervio tancias biológicamente activas por el propio tumor,
laríngeo recurrente, fundamentalmente izquierdo, bien o como respuesta orgánica al mismo. Los síndro-
por compresión, o por invasión del tumor o de adeno- mes pueden ser sistémicos (cuadro constitucional,
patías, causa disfonía, además de alteración de la tos fiebre, etc.), endocrinos (hipercalcemia, síndrome
y dificultad para la expectoración, con el subsecuente por secreción inadecuada de hormona antidiurética,
incremento del riesgo de aspiración. La parálisis del síndrome de Cushing, etc.), neurológicos (degene-
nervio frénico provoca elevación del hemidiafragma ración cerebelosa subaguda, mononeuritis múltiples,
y aumento de la disnea. La afectación de la cadena síndrome de Eaton-Lambert, encefalomielitis, etc.),
simpática y del ganglio estrellado provoca el síndrome esqueléticos (osteoartropatía hipertrófica, dedos
de Horner –enoftalmos, ptosis, miosis y pérdida de “en palillos de tambor”), hematológicos (estados
sudoración homolateral–. El tumor o las adenopatías de hipercoagulabilidad, reacción leucemoide, etc.),
pueden obstruir la vena cava superior, causando el renales (síndrome nefrótico, glomerulonefritis), cutá-
denominado síndrome cava superior –hinchazón de neos (acantosis nigricans, dermatomiosistis, etc.) y
cara y cuello, venas dilatadas en torso, hombros y metabólicos (acidosis láctica, hipouricemia, etc.). Es
miembros superiores, cefalea, vértigo, somnolencia importante no confundir estos síndromes con enfer-
y visión borrosa–. La semiología de taponamiento medad metastásica, ya que puede llevar a adoptar
cardíaco puede revelar la afectación del pericardio y un tratamiento paliativo inadecuado. Generalmente,
606 A. Salvatierra Velázquez, P. Moreno Casado, G. Carrasco Fuentes, H.D. Guamán Arcos
de “carcinoma bronquioloalveolar”. Los resultados fal- I de los estadios superiores, la afectación ganglionar
sos positivos resultan de la alta tasa metabólica que mediastínica (N2), el estadio II del III, y la presencia
caracterizan ciertos procesos infecciosos o inflamato- de metástasis define el estadio IV.
rios, como las infecciones pulmonares por bacterias, • Estadio 0 – TisN0M0.
micobacterias y hongos, y los nódulos reumatoideos, • Estadio IA – T1a-1bN0M0.
entre otros. La PET modifica la indicación terapéutica • Estadio IB – T2aN0M0.
hasta en un 24,4% de casos, evita cirugías incompletas • Estadio IIA – T1a-2aN1M0 o T2bN0M0.
en el 5,2% y modifica el abordaje terapéutico en un • Estadio IIB – T2bN1M0 o T3N0M0.
40% de candidatos a tratamiento oncológico radical. • Estadio I I IA – T3N1M0 o T1a-3N2M0 o
T4N0-1M0.
ESTADIFICACIÓN • Estadio IIIB – T4N2M0 o T1a-4N3M0.
• Estadio IV – Cualquier T cualquier N M1a-1b.
Introducción La mediana de supervivencia se correlaciona con
La estadificación del CP, entendida como la clasi- el estadio clínico y el patológico(5):
ficación de la extensión anatómica de la enfermedad • cEstadio IA, IB, IIA, IIB, IIIA, IIIB, y IV tienen una
en grupos –según el pronóstico–, persigue varios fines. mediana de supervivencia de 60, 43, 34, 18, 14,
Además de la estimación pronóstica, la estadificación 10 y 6 meses, respectivamente.
anatómica es esencial para planificar el tratamiento, • pEstadio IA, IB, IIA, IIB, IIIA, IIIB, y IV tienen una
evaluar los resultados e intercambiar información de mediana de supervivencia de 119, 81, 49, 31, 22,
forma fidedigna. La clasificación anatómica actual del 13 y 17 meses, respectivamente. Los pacientes
CP(4) utiliza los descriptores T –tumor–, N –nódulos en pEstadio IV presentan una supervivencia ines-
adenopáticos– y M –metástasis–, es válida para cual- peradamente buena, probablemente porque la
quier estirpe de CP y está avalada por todas las socieda- estimación se ha basado en un pequeño número
des científicas mundiales (Tabla 1). Esta clasificación, 7ª de pacientes en un estado clínico lo suficiente-
edición, está fundamentada en un estudio realizado por mente bueno como para indicarles la resección
la International Association for Study of Lung Cancer quirúrgica.
Committee (IASLC) con datos obtenidos de 46 fuentes, La IASLC ha reclutado datos de 94.708 pacien-
procedentes de 19 países, alcanzando casi los 68.000 tes nuevos, diagnosticados entre 1999 y 2010. Esta
casos válidos. Respecto a la anterior clasificación (6ª organización prevé una nueva edición de la clasifica-
edición), la nueva introdujo los siguientes cambios: ción TNM, la 8ª, para 2016(6). En ella, recomendarán
a) Descriptor T: subclasificar el T1 como T1a (≤ 2 cm) cambios en el descriptor T, que mejorarían el ajuste a
y T1b (> 2 cm), así como el T2 en T2a (> 3 cm y la supervivencia; se pretende subclasificar T1 en T1a
< 5 cm), T2b (> 5 cm y < 7 cm) y T2c (> 7 cm), (≤ 1 cm), T1b (> 1 y ≤ 2 cm) y T1c (> 2 to ≤ 3 cm);
reasignando el T2c como T3. Reclasificar el T4 por subclasificar T2 en T2a (> 3 y ≤ 4 cm) y T2b (> 4 y ≤
nódulo adicional en el mismo lóbulo como T3. 5 cm); reclasificar los tumores mayores de 5 y meno-
Reclasificar el M1 por nódulo adicional en el mismo res de 7 cm como T3; reclasificar los tumores mayores
pulmón, pero diferente lóbulo, como T4. de 7 cm como T4; reagrupar como T2 la afectación del
b) Descriptor N: no recomiendan cambios hasta bronquio principal, independientemente de la distancia
obtener datos más detallados de futuras investi- a la carina; reagrupar la atelectasia/neumonitis total o
gaciones. parcial como T2; reclasificar la invasión diafragmática
c) Descriptor M: reclasificar la diseminación pleural como T4, y quitar la invasión de la pleura mediastínica
(derrame pleural o pericárdico maligno, o nódulos del descriptor T(7).
pleurales) de T4 a M1. Subclasificar M1 en M1a
(afectación neoplásica pleural o nódulos contra- Metodología de estadificación
laterales) y M1b (metástasis a distancia). El proceso de estadificación comprende la evalua-
La combinación de los descriptores T, N y M deter- ción del tumor en sí –localización, tamaño y eventual
minan el estadio de la enfermedad. La ausencia o pre- invasión de estructuras adyacentes–, de las estaciones
sencia de adenopatías metastásicas separa el estadio linfáticas regionales y de los órganos y tejidos extra-
608 A. Salvatierra Velázquez, P. Moreno Casado, G. Carrasco Fuentes, H.D. Guamán Arcos
torácicos. La metodología con la que llevar a cabo En la estadificación hay que considerar el
la estadificación es, sin embargo, objeto de continua momento clínico en el que se efectúa. La estadificación
controversia. Además, debido al progreso en los llevada a cabo antes del tratamiento es la estadificación
conocimientos, al desarrollo de nuevas herramientas clínica –cTNM– y puede incluir métodos quirúrgicos,
pronósticas y al perfeccionamiento de las técnicas como la exploración quirúrgica del mediastino o la
diagnósticas, la metodología de estadificación está en toracoscopia. Esta estadificación es crucial para selec-
permanente evolución. cionar el tratamiento. Cuando a la clasificación clínica
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 609
se le añaden los hallazgos quirúrgicos y el estudio en pacientes con escasa reserva funcional respiratoria
anatomopatológico de las piezas resecadas, pasa a y cuando se planifica una resección transtoracoscópica.
ser estadificación patológica –pTNM–, cuyo máximo La rentabilidad de la TC convencional en la evaluación
interés es la estimación pronóstica. de la afectación de la pared torácica –T3– es relativa-
Es de esperar que, en un futuro próximo, la esta- mente baja; sin embargo, la TC helicoidal con cortes
dificación anatómica se enriquezca con el análisis de finos y reconstrucción en planos diferentes del axial y
factores biológico-moleculares que, indudablemente, tridimensionales incrementa esta rentabilidad. A pesar
mejorarán la toma de decisiones terapéuticas, así como de ello, solo los signos de destrucción de arcos costales
su valor pronóstico. o cuerpos vertebrales adyacentes al tumor, junto a la
existencia de una masa que afecte a los tejidos blandos
1. Estadificación intratorácica parietales son signos inequívocos de afectación parie-
A. Estadificación no invasiva tal. Los criterios más utilizados para sospechar afecta-
La historia y exploración clínica pueden orientar ción de la pared torácica son: a) engrosamiento pleural
acerca de la afectación de las estructuras intratorácicas. adyacente al tumor; b) contacto entre tumor y pared
Los tumores de localización central suelen ocasionar un de más de 3 cm; c) ángulo obtuso entre el tumor y la
dolor vago, mal definido, frecuentemente referido a la superficie pleural; d) invasión o aumento de densidad
región retroesternal. El dolor de características pleuríti- de la grasa extrapleural adyacente; e) asimetría de los
cas o parietal, los síntomas neurológicos característicos tejidos blandos contiguos; y f) masa insinuada en la
de la afectación del plexo braquial y de la cadena sim- pared torácica. La TC es capaz de poner de manifiesto
pática, la disfonía por parálisis recurrencial, la presencia la invasión franca de las estructuras mediastínicas –T4–.
de un síndrome de vena cava superior, la disfagia y la Así, es relativamente fácil determinar su invasión si
semiología de taponamiento cardiaco harán sospechar el tumor engloba y estrecha la tráquea, el tronco de
la invasión o la compresión de estas estructuras direc- la arteria pulmonar o sus ramas intrapericárdicas, la
tamente por el tumor, o por afectación ganglionar. La cava, la aorta o el esófago. También es concluyente
existencia de adenopatías supraclaviculares, cervicales de infiltración la existencia de digitaciones irregulares
o axilares sugerirá su afectación. que parten del tumor y que reemplazan el tejido graso
La Rx P-A y lateral de tórax es la técnica de ima- mediastínico. No obstante, cuando no hay signos claros
gen con la que normalmente se detecta el CP. Aunque de infiltración, su rentabilidad es baja (sensibilidad infe-
puede ocasionalmente ser la única técnica de imagen rior al 60%), sin que la TC helicoidal la haya mejorado
necesaria para la estadificación del CP (por ejemplo, significativamente. Por tanto, la sospecha de infiltra-
ante el hallazgo de metástasis óseas, masas adenopá- ción parietal o mediastínica, basada exclusivamente
ticas masivas contralaterales o derrame pleural), es la en los hallazgos de la TC, no constituye un criterio de
TC de tórax la técnica inicial de elección universalmente contraindicación para la exploración quirúrgica. La TC
aceptada para este cometido(8). puede poner de manifiesto la presencia de nódulos
La TC de tórax es útil en la evaluación del factor tumorales independientes en el mismo lóbulo –T3–, así
T. La TC permitirá medir con cierta precisión el tamaño como focos tumorales discontinuos en pleura visceral
del tumor, complementar los hallazgos broncoscópicos o parietal –T4–. La afectación linfática mediastínica en
de estadificación respecto a la vía aérea, así como la el CP, presente en el 30-44% de los pacientes en
presencia y magnitud de atelectasias y de derrame el momento del diagnóstico, es, junto a la presencia
pleural. La invasión de la pleura visceral –T2– es un de metástasis a distancia, un factor pronóstico omi-
factor de mal pronóstico, difícil de evaluar con la TC; noso. Desde el punto de vista quirúrgico supone la
no obstante, la TC helicoidal con reconstrucción tri- irresecabilidad o la necesidad de quimioterapia de
dimensional puede ser útil a este respecto. Si bien inducción. Aunque la TC es una buena herramienta
el Sistema Internacional de Estadificación no hace para la detección de adenopatías mediastínicas, no
referencia concreta a la transgresión cisural, su reco- permite diferenciar entre benignidad y malignidad.
nocimiento por pruebas de imagen constituye una Teniendo en cuenta una serie de criterios, de entre
valiosa información en la planificación del tratamiento los que destaca el tamaño de las adenopatías –gene-
quirúrgico. Este hecho es especialmente interesante ralmente un diámetro en el eje corto ≥ 1 cm–, la
610 A. Salvatierra Velázquez, P. Moreno Casado, G. Carrasco Fuentes, H.D. Guamán Arcos
plazo respecto a otras alternativas terapéuticas(25,26). supervivencias del 15% a 25% a 5 años, en pacien-
La ganancia en supervivencia con la cirugía precedida tes bien seleccionados con M1 cerebral y suprarrenal,
por terapia de inducción es mayor cuando se evita la si ambos componentes –el pulmonar y el metastá-
neumonectomía(27), sobre todo derecha(28), por la alta sico– son completamente erradicados. La afectación
mortalidad postoperatoria que ocasiona. La supervi- mediastínica y los tumores locorregionalmente avan-
vencia es también significativamente mayor cuando la zados suponen un mal pronóstico en los pacientes
inducción erradica la afectación mediastínica(27). con metástasis cerebrales(31). Asimismo, la afectación
En pacientes en estadio cIIIA por T3N1 o T4N0-1, mediastínica descubierta post-resección es un factor
la cirugía, dentro de un esquema terapéutico multidis- ominoso en pacientes con metástasis suprarrenales(38).
ciplinar, ha demostrado buenos resultados en super-
vivencia. La cirugía en estadio cT3N1 por afectación Técnica quirúrgica
de pared torácica ofrece una supervivencia de aproxi- El fin del tratamiento quirúrgico es la resección
madamente el 20% a 5 años, siempre que la cirugía completa de la tumoración y de todo el drenaje lin-
sea completa. En pacientes con afectación exclusiva fático intrapulmonar y mediastínico. Una resección
de pleura parietal, no existen estudios controlados para incompleta, además de no mejorar la supervivencia,
determinar si la resección en bloque de la pared es expone a complicaciones, empeora la calidad de vida
superior a la pleurectomía. No obstante, la mayoría de y retrasa el tratamiento quimio o radioterápico. Si no
las series muestran mejores resultados con la resec- está establecido el diagnóstico preoperatoriamente, y
ción parietal completa en bloque(32). En pacientes con es factible realizarlo sin violar los principios oncológicos,
tumores del vértice pulmonar, la cirugía –parieto-lobec- se aconseja la toma de biopsia y su análisis intraopera-
tomía en bloque–, precedida de quimio-radioterapia, torio. Si no es factible y la resección es una lobectomía,
ofrece la mejor supervivencia, con cifras próximas al puede realizarse sin confirmación histológica; si se trata
55% a 5 años(29,30). de una bilobectomía o neumonectomía, debe reali-
Determinados casos cuidadosamente selecciona- zarse biopsia, generalmente mediante aguja de corte.
dos de tumores cT4N0-1 pueden beneficiarse de la Con respecto a la vía de abordaje, existen datos
resección quirúrgica, dentro de un esquema multidis- consistentes, derivados de estudios controlados, de
ciplinario. El CP con invasión de estructuras adyacentes cohortes, casos-controles, meta-análisis, revisiones
(T4) se consideraba en las ediciones anteriores de la sistemáticas y series de casos amplias, que avalan
Clasificación TNM como estadio cIIIB y, por tanto, irre- que la cirugía toracoscópica en el tratamiento del CP
secable. Con la mejora en el diagnóstico por imagen, en disminuye la mortalidad, la morbilidad y la estancia
las técnicas quirúrgicas y en los cuidados perioperato- hospitalaria, sin comprometer el intervalo libre de
rios, en centros con experiencia, determinados pacientes enfermedad ni la supervivencia(39-45).
cuidadosamente seleccionados que presentan afecta- La resección pulmonar sublobar consiste en
ción de carina(33), vena cava superior, aurícula izquierda, la exéresis de uno o más segmentos anatómicos
arteria pulmonar intrapericárdica, aorta, esófago y cuer- (segmentectomía) o de una resección no anatómica,
pos vertebrales(34-36) pueden beneficiarse de la cirugía, transegmentaria o en cuña. La justificación para la rea-
en el contexto de un tratamiento multidisciplinar, con lización de resecciones sublobares obedece, general-
supervivencias de hasta el 50% a 5 años(35). Esto ha mente, a dos razones: pacientes en los que se presu-
hecho que en la 7ª edición de la Clasificación TNM pone que no toleran una lobectomía, o tumores que
estos casos se reclasifiquen como estadio cIIIA. Los por sus características no precisarían una lobectomía.
mejores resultados se obtienen en pacientes N0-1 y el La eficacia de las resecciones sublobares no está
tratamiento de inducción puede incrementar la supervi- definitivamente determinada. La interpretación de los
vencia(37). Los pacientes con T4 por nódulos tumorales resultados de estudios no controlados sobre este tema
ipsilaterales en diferentes lóbulos tratados con cirugía se ve dificultada por los factores confundentes que
presentan mejor supervivencia que los tratados sin intervienen: frecuente agrupación de segmentectomías
resección, con cifras cercanas al 15% a 5 años(30). con resecciones en cuña, de tumores con distinto
La cirugía, dentro de un esquema terapéutico pronóstico, comorbilidades que determinan elección
multidisciplinar, puede ofrecer buenos resultados, con sesgada del procedimiento, etc. El primer estudio con-
Cáncer de pulmón. Estadificación. Tratamiento quirúrgico 613
trolado mostró que en el estadio 1A, la recidiva local Si bien no existe ningún estudio controlado
era tres veces más frecuente y la mortalidad un 30% que compare la neumonectomía con las reseccio-
mayor en la resección sublobar que en la lobectomía, nes lobares bronco-angioplásticas que la evitan,
sobre todo en tumores no escamosos(46). Sin embargo, existe suficiente evidencia científica proveniente de
varios estudios prospectivos no encuentran diferencias meta-análisis y de estudios de cohortes amplios para
respecto a supervivencia y recurrencia local entre estas confirmar que las resecciones bronco-angioplásticas
dos técnicas en tumores N0 de hasta 2 cm de diáme- mejoran la supervivencia, reducen la pérdida de fun-
tro(47,48). La segmentectomía anatómica se ofrece, cada ción pulmonar, reducen la mortalidad operatoria y,
vez más frecuentemente, como alternativa a la lobecto- en la mayoría de los casos, no incrementan la tasa de
mía en el CP en estadio I. Los resultados obtenidos con recurrencia local(67). Existen pocos datos que comparen
segmentectomías anatómicas en instituciones únicas estas técnicas en pacientes tratados con quimioterapia
no difieren de los de series históricas y actuales tras de inducción; no obstante, en centros con experiencia,
lobectomía, si bien un reciente meta-análisis sugiere no parece que se incremente significativamente la
que la equivalencia solo es válida en lesiones de hasta morbi-mortalidad(68).
2 cm de diámetro(49). Existen en la actualidad varios La extensión óptima de la resección ganglionar
ensayos clínicos que pretenden dar respuesta a esta en la cirugía del CP está aún por determinar. Las defi-
disyuntiva(50). niciones sobre los métodos de evaluación ganglionar
La lobectomía es la técnica de elección para la durante la cirugía pueden consultarse en la Normativa
resección de CBNCP en estadios tempranos, al permitir SEPAR sobre estadificación del cáncer de pulmón(69).
una resección oncológica del tumor y de su compo- Un meta-análisis sobre este tema concluyó que la
nente linfático. A la espera de los ensayos clínicos en disección ganglionar sistemática frente al muestreo
curso que comparan los resultados en supervivencia ganglionar se asociaba a una mejora pequeña-mode-
de la lobectomía con las resecciones sublobares, y rada de la supervivencia(70). Sin embargo, esta mejoría
los comentarios del parágrafo anterior, la lobectomía puede deberse simplemente a una estadificación más
sigue siendo la indicación estándar en pacientes que precisa(71). El ensayo clínico del American College of
puedan tolerarla funcionalmente y cuyo tumor pueda Surgery Oncology Group (ACOSOG Z0030) diseñado
ser resecado completamente con esta técnica(51-54). para determinar el efecto de la linfadenectomía sobre
La neumonectomía está indicada en tumores la supervivencia, en pacientes operados por CP N0-1,
centrales o que se extienden a través de las cisu- no demostró diferencias de morbimortalidad, supervi-
ras y que no pueden ser resecados mediante otras vencia ni de recurrencia loco-regional entre la disección
técnicas menos cruentas(55). La neumonectomía se ganglionar sistemática y el muestreo ganglionar(72). No
asocia a cambios anatómicos torácicos importantes, obstante, en estadio II, la disección ganglionar siste-
disminución significativa de la función pulmonar y a mática ha demostrado un mayor intervalo libre de
numerosas complicaciones potenciales que afectan al enfermedad y un mejor control local del tumor que
sistema respiratorio y cardiovascular, así como al espa- el muestreo ganglionar(30). Tanto la European Society
cio pleural. La mortalidad operatoria actual se aproxima of Thoracic Surgeons (73) como la British Thoracic
al 8 %(56-60). La neumonectomía derecha se asocia a Society(74) proponen la disección ganglionar sistemá-
una mortalidad más alta que la izquierda –10 a 12% tica para asegurar la resección completa y obtener una
frente a 1 al 3,5%, respectivamente–(61). Mientras que estadificación más precisa.
algunos autores encuentran que la edad es un factor
de riesgo independiente para la mortalidad(62), otros BIBLIOGRAFÍA
no lo encuentran(63). La supervivencia a 10 años tras 1. Jemal A, Bray F, Center MM, Ferlay J, Ward E, Forman D.
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