El Modelo de Las Dos Brechas y America Latina
El Modelo de Las Dos Brechas y America Latina
El Modelo de Las Dos Brechas y America Latina
GRÁFICA PANAMERICANA, S. DE R. L.
PRESENTACIóN
Introdzccción
Las necesidades de capital y ayuda externa de
los países en proceso de desarrollo, han sido cuan-
tificadas en numerosos trabajos recientes, muchos
de los cuales han utilizado el celebrado “modelo
de las dos brechas”, de que son autores Chenery
y Str0ut.l
En el presente trabajo deseamos desarrollar el
significado de este modelo, la naturaleza de los
resultados que con él se han obtenido, una com-
paración de los mismos y, especialmente, las muy
serias limitaciones que tiene.
En el año 1968, como miembro de la Nómina
de Expertos del Comité Interamericano de la
Alianza para el Progreso, tuve la oportunidad de
dirigir una investigación 2 tendiente a aplicar el
modelo a los países de la América Latina a fin
de estimar las necesidades de recursos externos de
la región. Con ocasión de este trabajo, y al com-
pararlo con otras investigaciones que están con-
1
ceptualmente basadas en el mismo modelo, surgió
la idea de desarrollar aqui algunos puntos com-
parativos y críticos sobre la materia.
El modelo de las dos brechas está fundado en
dos conceptos que en términos de las definiciones
de cuentas nacionales -la deficiencia de ahorros
con respecto a la inversión y el déficit de la nación
c o n e l exterior- son necesariamente idénticos,
pero que no tienen por qué ser iguales como mag-
nitudes ex ante, del mismo modo que en el mo-
delo keynesiano, sin sector externo, la igualdad
contable entre el ahorro y la inversión no es óbice
para que estas magnitudes difieran como proyec-
ciones; y uno de los objetos de ambos modelos
debería ser el análisis del proceso de ajuste me-
diante el cual se alcanza la igualdad ex Post.
La igualdad de las dos brechas como magni-
tudes realizadas aparece de la definición misma
de las principales magnitudes del ingreso nacional,
como puede verse a continuación.
Denominaremos:
Y. . Ingreso o producto nacional
C. Consumo
1. Inversión
X. Exportaciones
M. Importaciones s
A. Ahorro
B, Brecha de comercio
B, Brecha de ahorro.
2
Introduciendo A en la ecuación (1):
(3) A zz+X-M
y ordenando términos se obtiene:
( 4 ) M-,“z;-A
c- l
El concepto de brecha comercial, que corres-
ponde a una insuficiencia de divisas para procu-
rarse en el exterior los bienes importados que el
pais requiere para su desarrollo económico, es si-
milar a los términos de insuficiencia de la capaci-
dad para importar o “embotellamiento” externo,
que se han utilizado profusamente en la literatura
referente al tema.
Lo que resulta del modelo de las dos brechas,
como se verá más adelante, es que la deficiencia
de ahorros o la de divisas, aun cuando conceptual-
mente sean iguales, pueden imponer distintas cla-
ses de limitaciones al desarrollo de la economia
de un pafs.
En los capítulos que siguen se describirá pri-
mero la estructura del modelo de las dos brechas
en forma simplificada, pero que fundamentalmen-
te es aplicable también a los modelos más elabo-
rados que se han utilizado en otras investigaciones.
Se harán también algunas consideraciones sobre
problemas de carácter empfrico y se daran a cono-
cer los resultados de las investigaciones, los que se
compararán con los de otras similares. Finalmen-
te, se discutirá el alcance y limitaciones que tiene
esta clase de trabajo.
3
CAPíTULO II
5
Es posible que esto no sea exactamente así en
el caso de algunos países pequeños, pero esta cir-
cunstancia no alterará significativamente el cua-
dro general para la región.
En otro de los trabajos que se han efectuado
sobre las necesidades de financiamiento externo, se
ha tomado en cuenta este factor limitativo. Rosens-
tein-Rodan determino las metas de crecimiento del
producto que se asigna a cada país de acuerdo con
su idea de la capacidad de absorción de ellos; y
en una aplicación que Chenery hizo de su modelo
a la América Latina se supone que la inversión no
puede crecer de un año a otro en más de un 15
por ciento.
Los otros dos factores limitativos del monto de
las inversiones son la insuficiencia de ahorro in-
terno y/o la falta de disponibilidad de divisas.
La estructura productiva de los paises en pro-
ceso de desarrollo puede ocasionar, sobre todo, que
en el corto o mediano plazo se produzcan insufi-
ciencias de uno u otro factor. Vimos ya en la in-
troducción que, de acuerdo con las definiciones
del ingreso nacional, las brechas de comercio y de
ahorro son necesariamente iguales como magnitu-
des ex post, pero las dos no tienen por qué serlo
como magnitudes ex unte, ya que no son forzosa-
mente funciones de las mismas variables y si lo
fueran no tienen por qué tener los mismos pará-
metros.
Llamaremos brecha de comercio (B,) a la di-
ferencia M-X; y llamaremos brecha de ahorro (Ba)
a la diferencia entre la inversión y el ahorro Z-A.
Un ejemplo sencillo podría servir para ilus-
trar estas ideas: supongamos que un país, para
crecer a una tasa de 5 yO al año, tuviera que im-
portar por un valor de roo e invertir por un valor
de 80. Si, al mismo tiempo, el nivel de ingresos
6
no generara un ahorro mayor que 30 y el país no
pudiera exportar más que 60, se darían como mag-
nitudes EX unte, dos brechas diferentes:
Mzloo
XE 6 0 M-X=B,z4o
Ix 8 0 I-A=B,=tjo
AZ 3 0
z 22 30 M 5 60
y B,z B, T o
9
Vamos a formular ahora, las condiciones bási.
cas del modelo de las dos brechas en términos un
tanto más analíticos y gráficos, para ver sus prin-
cipales implicaciones.5
Previamente deberíamos, sin embargo, establecer
que la diferencia entre las dos brechas (B, - B,)
es igual a la deficiencia entre la demanda de recur-
sos intermedios y la disponibilidad de dichos re-
cursos.
D-O=C+Z-M-(Y-X)
D-O,C+I- Y - ( M - X )
D-O=I
-a - (M-X)
A
D - 0 = (Z-A) - (M-X)
D-O=B,--B,
10
importación es función de la inversión 6 y la va-
riación en la producción es función de la inver-
sión. Las exportaciones son dadas fuera del mo-
delo. En ecüaciones, el modelo puede escribirse
de la manera siguiente:
ll
(2) M = b2 Z b, es la propensión mar-
ginal a importar con
respecto a Z 7
(3) A Y = b, Z b, es el recíproco de
RMC/P (relación
marginal de capital a
producto).
Z-blY=B
AY
- - bl Y = B, sustituyendo Z por su valor de
4
ecuación (3)
AY
- se obtiene:
Y
AY
- = b, (b, + 5) = b, b, + b, 5 (Ba)
Y
8 Ahorro deseado.
12
equilibrio, que nos expresa la brecha de comercio,0
puede escribirse:
b,Z=X+B
b,
-.AY=X+B
4
AY
-= b, b, + b, 5 Pa) Y
Y
AY
relacionan la tasa de crecimiento del ingreso -
Y
B
con la magnitud relativa de la brecha r’ La pri-
mera expresa la condición limitativa del ahorro; y
la segunda, la de la capacidad para importar.
9 Importación deseada.
‘3
7
M zz b,l
M=mY
z
Y=
blf m
La importación podrá expresarse, entonces, así:
mZ
M= = b, Z, es decir,
bl + m
m
4
b,+m =
‘5
país obtuviera recursos del exterior en una propor-
ción f igual al tramo A’C’.
Si la tasa de crecimiento deseada fuera CA”,
la brecha predominante sería la de ahorro y la
proporción de recursos externos necesarios estaría
señalada por el tramo A”C”. Como en este caso la
brecha de comercio estarfa más que cubierta, se
producirían importaciones adicionales no necesa-
rias, para lograr la meta de crecimiento.
Cuando algún país se encuentra en alguna de
las posiciones A’ o A” podría parecer como justi-
ficado inducirlo a que estimule el ahorro o incre-
mente las exportaciones 0 sustituya las importa.
ciones, según los casos, para que pueda igualar la
magnitud de las dos brechas o reducir la diferen-
cia al menos. Por ejemplo, un país en posición A”
debería ser inducido a aumentar su ahorro inter-
no para trasladar hacia la izquierda la curva B,.
Por otra parte, si las tasas de crecimiento del pro.
dueto deseado fueran OA’, una solución más efi.
ciente se lograría moviendo hacia la izquierda la
curva B,.
En el caso que haya un crecimiento más rá.
pido de las exportaciones, la curva B, se mueve
hacia la izquierda y pasa a la posición Bi y esto
significa que para un cierto margen de tasas de
crecimiento, en que anteriormente predominaba la
brecha comercial, pasa ahora a predominar la del
ahorro.
CAPÍTULO III
A) Función de ahorro
Se partió generalmente de una función de tipo
A Y
(1) p = a + 6 p que indica que el ahorro por ha-
bitante es función lineal del ingreso por habitante.
10 Nómina de Expertos del CIAP,La Brecha Externa de
la Amdrka Latina, x968-1973, Washington, diciembre de
1968.
‘7
Si la propensión marginal a ahorrar es mayor
que la media, a < o,
la ecuación (1) se puede transformar multipli-
cando todos sus miembros por P.
(2) A=aP+fiY
(3) A=aP+BY+YF
Si estadisticamente el parámetro y es signifi.
cativamente menor que 0, se interpreta como una
indicación de que ha predominado la brecha co.
mercial. Si F hubiese desplazado totalmente los
ahorros internos, y debería ser igual a -1 y el
coeficiente $ medir-fa la propensión marginal a
ahorrar potencial de la economía.
Los coeficientes a, p y y se estimaron con una
ecuación del tipo (3) y las proyecciones se efec-
tuaron poniendo F = o.
Las proyecciones asf realizadas son optimistas
en cuanto al volumen de ahorros que la economfa
puede generar, porque pretende medir el ahorro
potencial del pafs.
En algunos casos, la variable P no resultó de
importancia estadfsticamente. Entonces, se estimó
una ecuación del tipo
(4)-4=a+fJY+~F
18
-.
En el caso en que a dio un valor positivo, lo
cual indica que la propensión marginal a ahorrar
es menor que la media, la ecuación fue reestimada
poniendo a = o.
Esto se hizo sobre la base de que los países en
desarrollo deben mejorar su coeficiente de ahorro
con respecto a los incrementos que tengan en su
ingreso.
En el caso de Brasil, se introdujo, también, a
las exportaciones como variable explicativa en la
función de ahorro.
B) Función de inversiones
Para estimar la función de inversiones, se en-
sayaron los siguientes tipos de ecuaciones:
(1) It =a+BYt+YPt
(2) It =a+BAYt+yPt
(3) It =a+$it+yPt
(4) Ib-1 = a + B Yt + y Pt
(5) It-l=a+BAYt+yPt
(6) Zt-.1 = a + 6 +t + y Pt
La significacibn de los símbolos A Yt y ?, es
A Yt = Yt - Y,-1
Y, = yt-yt-1yt-1
Los mejores resultados se obtuvieron con ecua-
‘9
ciones del tipo (1) y (4). La política de carácter
deflacionario seguida por la República Argentina
entre los años 1954 y 1958 y por el Brasil entre
1964 y 1966 hizo introducir una variable “D”
para eliminar el efecto de esos años. En el caso
de Argentina, a “D” se le dio el valor de o para el
periodo deflacionario y I para los demás años. Lo
inverso sucedió con “D” en el caso de Brasil. Para
los efectos de las proyecciones se partió de la base
de que los periodos deflacionarios no se repetirían
en el futuro.
Es interesante consignar los resultados obteni-
dos en una reciente investigación 11 sobre la rela-
ción marginal de capital a producto para 62 países
en desarrollo, entre los cuales se han incluido 17
de la América Latina. En resumen, los resultados
pueden expresarse de la manera siguiente:
I) A mayores tasas de crecimiento económico,
la relación marginal de capital bruto disminuye y
se acerca a la neta, que se supone constante para
todos los países. En los casos estudiados, aparece
de una magnitud cercana a 1.89.
z) Una mayor participación de la industria o
de las importaciones en el producto interno bruto,
va asociada con una mayor relación marginal de ca-
pital a producto. En cambio, las variaciones en la
participación de la agricultura en el PIB no se refle-
jan en la relación marginal capital a producto.
3) Para los países en proceso de desarrollo, un
más alto ingreso por habitante va asociado con re-
laciones marginales mayores de capital a produc-
to. Pero el proceso se invierte para los paises des.
arrollados.
20
C) Función de importación
(1) M=a+@Y
(2) M=a+BC+r*
Por el mismo razonamiento que se efectuó al
tratar de la función ahorro, se incorporó en la
función de importaciones la variable F, porque
si en el país ha predominado la brecha de ahorro
las importaciones “observadas” serán mayores que
las “necesarias”, de modo que las ecuaciones (1) y
(2) se escribirán:
( 3 ) Mt=a+BY+yF
( 4 ) Mt=a+BC+y*+fjF
í3 en (3) y p y y en (4) miden la propensión
marginal a importar necesaria y no la observada.
En el caso del Brasil el parámetro referente al
consumo fue negativo, lo que indica la fuerte sus-
titución de importaciones que ha ocurrido en el
periodo estudiado. Por esta razón, la proyección
de importaciones quedó solamente como una fun-
ción de la inversión.
En el caso de la República Dominicana y del
Uruguay, se emplearon los promedios históricos de
los parámetros, ya que ninguna función dio resul-
tados satisfactorios.
Para la población, se utilizaron datos propor-
cionados por el Centro Latinoamericano de Demo-
grafía. Para la variación del ingreso, se utilizaron
dos alternativas: una de ellas es la meta consignada
21
en la Carta de Punta del Este (rg6r), la cual su-
pone que los paises latinoamericanos deberán te-
ner una tasa de crecimiento por habitante, minimo
de 2 I/~ yO al año. La otra alternativa es suponer
una tasa de crecimiento superior en un punto a
la anterior.
Con respecto a las exportaciones, se emplearon
proyecciones de los expertos de los paises latino-
americanos que trabajan en la Secretaría del CIES.
En algunos casos, tales como los de Chile y Co-
lombia, se tuvo conocimiento de proyecciones de
exportación realizadas más a fondo por otros orga-
nismos. Cuando no hubo una informacibn muy
precisa, se extrapoló la tendencia observada en los
últimos años con las estimaciones hasta el año
1970 que el CIAP ha obtenido de los exámenes que
realiza por paises en América Latina.
Por falta de información estadistica no pudie-
ron incluirse en el análisis Haitf, Trinidad y Ta.
bago y Barbados.
Varios paises presentaron problemas de conver-
sión de monedas, por la existencia de diferentes
tipos de cambios. Entre ellos debe hacerse resaltar
a Brasil, Chile, Colombia y Ecuador. Cuando exis-
tieron dudas con respecto al cambio que era razo-
nable aplicar, se utilizó el cociente entre el valor
en moneda nacional de las importaciones y el va-
lor en dólares de las mismas, en el año base, según
Ias publicaciones que aparecen en Znternutional
Financia2 Statistics. (Boletín Estadístico del Fon-
do Monetario.)
. Las brechas se convirtieron a dolares del poder
adquisitivo del año 1960, utilizando el fndice de
precios de exportación de los EE. UU., excluida la
ayuda militar.
Lo que en el trabajo se denomino “la brecha”,
es la magnitud mayor entre la diferencia de la in-
22
versión y el ahorro o de la importación y de la
exportación. Esta magnitud no incluye los pagos
a los factores de producción del exterior, ni tam-
poco las amortizaciones de las obligaciones finan-
cieras.
La estimacidn, como se ha dicho, es una subes.
timación, porque los parámetros estiman ahorros
potenciales e importaciones necesarias. Ademas, en
la relación que se hará en la sección siguiente, de
los resultados de las cuatro alternativas que se to-
maron con distintas tasas del crecimiento del in-
greso y las exportaciones, será utilizada solamente
la que tiene las tasas menores de crecimiento del
producto y de las exportaciones.
CAPíTULO Iv
--
De los otros trece países latinoamericanos que
muestran brecha durante todo el periodo, en Boli-
via, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Panamá pre-
domina la brecha de comercio; en el caso de Bra-
sil, Chile, Guatemala, El Salvador, Paraguay, Perú,
República Dominicana y Uruguay, predomina la
brecha de ahorro.
El estudio contiene un análisis de sensibilidad
de la magnitud de Ia brecha a las variaciones que
experimentan los parametros. Este estudio se ha
efectuado considerando pequeñas variaciones en la
relación marginal capital a producto, en la pro-
pensión marginal a ahorrar, en la propensibn mar-
ginal a importar y en las tasas de crecimiento del
ingreso de las exportaciones. El resultado tiene
especial interes, pues puede servir de base para
recomendaciones de política, en el sentido de PO-
der precisar en qué puntos será más efectivo con-
centrar el esfuerzo interno para reducir el tamaño
de la brecha.
Los datos se han presentado por separado para
cada país y se indica el efecto que sobre la brecha
dominante tendrían variables específicas en los
parámetros. Como las funciones utilizadas fueron
lineales, es posible efectuar extrapolaciones para
variaciones mayores, pero es indispensable tener
cuidado con que en estos casos pueda variar la
brecha dominante, de modo que debería analizarse
la magnitud de cada brecha separadamente.
Hasta el punto aI cual se llega en este trabajo,
solamente es posible dar directivas de carácter ge-
neral en cuanto a la política interna más razona-
ble a seguir; es decir, si el país debe poner más
énfasis en la elevación del ahorro interno o en el
desarrollo del comercio exterior, ya sea estimu-
lando exportaciones o sustituyendo importaciones.
También podría decirse si le es más conveniente o
tendria un mayor efecto sobre la reducción de la
brecha dedicarse a proyectos que tengan una me-
nor intensidad de capital por unidad de producto.
Como se decía con anterioridad, el proceso de
ajuste de ambas brechas es un proceso relativa-
mente poco explorado y se requeriría efectuar ma-
yores investigaciones sobre él para utilizar mode-
los de esta naturaleza como guías más seguras de
política económica.
* # #
Como se precisó antes, la determinación de la
brecha no incluye los pagos de carácter financie-
ro. En consecuencia, fue necesario estimar también
la magnitud de los pagos por concepto de intere-
ses, utilidades y amortizaciones, Cifras proporcio-
nadas por el BID sobre saldo y composición de la
deuda de los países latinoamericanos, en el periodo
rg6org67, sirvieron de base a las proyecciones para
el periodo 1968-1978. En las proyecciones se ha
supuesto que las agencias prestamistas mantengan
el ritmo de financiamiento observado en el perio-
do rg6o-1966, salvo para el BIRF, que dobla este
ritmo. Se supone que los préstamos de la AID y del
EXIMBANK se mantienen al nivel que tenían en el
año 1968.
Las condiciones de los préstamos, en cuanto a
tasas de interés y periodos de gracia y amortización,
son los que existieron, en promedio, al nivel de
cada agencia en el periodo rg6o-1967.
Las utilidades de la inversión directa se han
obtenido de las balanzas de pagos de cada país
en el periodo 1962-1966.
La deuda externa privada se proyectó sobre las
bases de las tendencias observadas en el periodo
rg6o-1967; y las condiciones del crédito a los pro-
veedores, de un estudio del Banco Mundial que
28
toma como base promedios para 46 países en pro-
ceso de desarrollo.
Para las inversiones privadas directas, se pro-
yectó la tendencia observada entre 1962-1967.
En el cuadro 2 se consignan los resultados re-
sumidos de la brecha financiera de América La-
tina y de su financiamiento para el periodo.
Puede verse de los cuadros anteriores, que las
necesidades brutas de capital de la América Latina
aumentarán desde 3 800 millones de dólares, en
1968, a 4 800 millones de dólares, en 1973.
Como se dijo en la introducción, la cifra an-
terior no incluye las necesidades de Haití, Trinidad
y Tabago y Barbados, países para los cuales no se
dispuso de la informacibn necesaria. De los estu-
dios por países realizados en el CIAP aparece, sin
embargo, que en los años 1968 a 1970, estos paises
tendrán un déficit en la cuenta corriente con el
exterior de alrededor de 104 millones de dólares y
amortizaciones por un monto cercano a los 11 mi-
llones de dólares. En consecuencia, las necesidades
brutas de capital deberían incrementarse en 115
millones de dólares; y las netas, en 104 millones
de dólares.
Las necesidades netas de capital pasan de 2 300
millones de dólares en 1968 a 3 400 millones de
dólares en el año 1g73.la Esta cifra, como se ve,
es superior en alrededor de 3oo millones de dólares
en los años 1968 y 1969, a la que se estimó como
necesaria para América Latina en el año 1961, al
firmarse la Carta de Punta del Este, y superior
en alrededor de 1 400 millones de dólares a dicha
cifra para el año 1973;
Finalmente, cabria observar que la brecha que
no aparece cubierta con recursos aparentes para
Cuadro 3
Año Monto
1968 791
1969 777
‘97’ 1 165
1972 ’ 572
1973 1788
32
CAPÍTULO 1
33
l
7
Cuadro 5
M E T A S D E LVI~ARROLLO EN PORCENTAJE DE CRECIXlIENTO
DF;L PNB POR HABITANTE
-
!
Cuadro 6
Hasta
Monto anual de
necesidades
‘97’ r9i6
35
f
36
optimista es de una tasa de crecimiento anual de
2.7 yO hasta 1970 y de 2.2 yO para el quinquenio
siguiente. Las variaciones en los precios de los pro-
ductos exportados se hicieron a base de las funcio-
nes de demanda así obtenidas. También se estima-
ron en forma separada las exportaciones probables
a los países socialistas y a otras regiones en proceso
de desarrollo.
Para las importaciones, se postuló que ellas
eran también función del crecimiento del ingreso.
Con respecto a la América Latina, este crecimiento
se estimó como sigue:
‘970 ‘975
Rubro
Probable Alto Probable Alto 1
Cuadro 7
AhfÉRlc.4 LATINA: BRECHA COMERCIAL
44
Entre los estudios comparativos de los resulta.
dos obtenidos por las distintas proyecciones de la
brecha interna latinoamericana, debe mencionarse
también el efectuado por la Secretaría del CIES.
El modelo utilizado en este caso y prácticamente
casi todas las ecuaciones y parámetros, son los mis-
mos que se emplearon por la Nómina de Expertos,
con las siguientes excepciones:
45
CAPíTULO VI
Cuadro 10
REL%cIóN MARGINAL DE CAPITAL A PRODUCTO
Estudios de:
Paises
CEPAL Nómina
Centroamérica
49
ser aproximadamente previsible para un periodo
corto de tiempo, no tiene necesariamente que serlo
para uno o dos decenios.
Los parámetros utilizados en distintas clases de
proyecciones difieren también debido, a veces, a
la naturaleza o a los ajustes que se han hecho en
los datos básicos y otras veces, a la función precisa
que se ha utilizado. Cuando se ajustan funciones
de carácter distinto, la selección de cuál es la más
apropiada envuelve muchas veces decisiones de ca-
rácter arbitrario por parte del investigador. Sin
embargo, la diferencia en los parámetros obtenidos
no pareciera que fuera tan importante como para
producir divergencias muy sustanciales en los re-
sultados.
En lo que sigue, vamos a comparar las rela-
ciones marginales de capital a producto, las pro-
pensiones marginales a importar y a ahorrar que
aparecen en los estudios de la CEPAL y de la No-
mina de Expertos del CIAP. Las de la Secretaría
del CIES no se indican porque la mayor parte de
ellas es la misma que la de la Nómina, según se
vio en la sección anterior.
Se observará que en el coeficiente del cuadro ro
hay divergencias de más del zo yO entre los dos estu-
dios en los casos de Bolivia, Honduras, Nicaragua,
Colombia, Chile, Panamá y Paraguay. En este últi-
mo caso y en los de Honduras y Colombia, el estu-
dio de la CEPAL llega a la conclusión de que dichos
países requieren más capital por unidad de pro-
ducto que el estudio de la Nómina. Lo contrario
pasa en el caso de los demás paises.
Con respecto a las propensiones marginales a
importar, los resultados obtenidos en los trabajos
de la CEPAL y de la Nómina se indican en el cua-
dro 11.
El estudio de la CEPAL contiene propensiones
50
marginales a importar inferiores en más de un
20 yO a las de la Nómina en los casos de Argentina,
Bolivia, Brasil, Guatemala y Nicaragua. El estu-
dio de la Nómina contiene propensiones margina-
les a importar inferiores en más de un 20 yO a la
Cuadro 11
PROPENSIONES MARGINALFS A IMPORTAR
Estudios de:
Países
CEPN Ndmina
5’
7
Cuadro 12
Estudios de:
Paises
c2cP.a Ndmina
52
cana y Venezuela; y solamente son superiores en
mas de un 20 yO para los casos de Ecuador, Repú-
blica Dominicana y Venezuela.
Otro factor que influye en las divergencias de
las estimaciones es el supuesto que se haga con res-
pecto a la naturaleza de los recursos que la región
recibirá para cerrar la brecha. Especialmente si
son nuevos creditos, los periodos de gracia, los pla-
zos de amortizacibn y las tasas de interés tienen un
efecto decisivo en los resultados. Naturalmente
que aquí también el período de proyección pasa
a tener una importancia muy grande, ya que mien-
tras más largo sea éste, la sola existencia de una
brecha requiere recursos adicionales para llenarla
y, por lo tanto, el endeudamiento y los servicios
consiguientes tienden a crecer en forma geométrica.
Sin embargo, para no dar la impresión de que
los distintos estudios e investigaciones llegan a
Cuadro 13
BRECHAS DOMINANTES DE RECURSOS PARA FL PERIODO 1969-1973
(En millones de dólares)
Secretaria
Años Nómina 1
CIES
53
resultados tan diferentes que absolutamente nada
puede obtenerse de ellos, consignaremos, en primer
término, una comparación de las brechas dom&
nantes de recursos para los años rg6g a 1973, se.
gún los estudios de la Nómina y de la Secretaria
del CIES. (Véase cuadro 23.)
Además, se han efectuado comparaciones entre
los resultados que las proyecciones tendrían para
el saldo de la cuenta corriente de la balanza de
pagos de América Latina y para las necesidades
brutas de capital de la región, de acuerdo con las
proyecciones realizadas por Balassa, la Nómina, la
Secretaría del CIES y la CEPAL. Con K!SpeCtO a esta
última, se escogió la proyección que está basada
en un crecimiento del producto nacional de 6 yO
al año.
Como puede verse en el cuadro 14, no existen
divergencias muy notables en las cifras, salvo las
necesidades brutas de capital que resultan del estu-
dio de la Secretaria del CIIIS para el año 1970.
También puede verse que el déficit de la cuen-
ta corriente de la balanza de pagos de América
Latina, para una tasa de crecimiento de alrededor
del 5 yO al año del PNB, será de entre 3 500 millo-
nes y 4 ooo millones de dólares en el año 1975. En
q6;, esta magnitud fue de 1 500 millones. Las
necesidades brutas de capital de la región sobre-
pasan los 5 ooo millones de dólares comparados
con una entrada efectiva de 3 zoo millones en 1967.
54
7
CAF’íTULO vII
59
CAPíTULO VIII
Concltisiones
I. Se han efectuado numerosas investigaciones
que tienden a establecer la magnitud de los re-
cursos externos que serían necesarios para que
América Latina alcance determinadas tasas de cre-
cimiento en un periodo futuro. En todas ellas se
parte de cierta magnitud de algunos parámetros
económicos, tales como las propensiones a ahorrar
y a importar y la relación marginal de capital a
producto, las que se establecen a base de observa-
ciones de datos históricos con correcciones, que
tienden a veces a ver el efecto que, sobre las nece-
sidades de financiamiento externo, tendría un me-
joramiento de las realizaciones del país que se con-
sidera. También debe proyectarse el curso que ten-
drán en el futuro la población y las exportaciones.
Uno de los modelos más utilizados reciente-
mente es el que se debe a Chenery y Strout y que
ha sido llamado el “modelo de las dos brechas”.
De las diferentes versiones de este modelo, se dis-
cute con detalle la aplicación que de él hizo la
Nómina de Expertos del CIAP, bajo la dirección
del autor del presente trabajo.
2. Los capítulos II y III se han dedicado a des-
cribir el modelo y el tipo de funciones que se uso
en la investigación de la Nómina. La descripción
se hace en términos verbales, con un ejemplo nu-
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mérito, pero se plantean también las ecuaciones
en términos analíticos y se hace una representación
gráfica de ellas. El modelo define, fundamental.
mente, tres sectores de la economía: el consumo, la
producción y el resto del mundo. Se postula que:
a) el consumo o el ahorro es una función del in-
greso (además, pueden incluirse otras variables, ta-
les como las exportaciones, etc.); b) la producción
varía en cierta manera con la inversión, y c) las
importaciones son función del ingreso o de com-
ponentes del mismo. Tanto el ahorro como la im-
portación dependen, además, del monto de ayuda
externa o capital extranjero que la economía haya
recibido. La meta de crecimiento del ingreso se
fija arbitrariamente y también se da en forma exó-
gena el desarrollo que tendrán las exportaciones.
De los parámetros obtenidos de series históricas,
con las correcciones que la investigación estime
pertinente introducir, se pueden obtener las series
de inversión y ahorro y de exportación e impor-
tación para un periodo futuro. La diferencia en-
tre las dos primeras se denomina brecha de ahorro;
y la de las dos restantes, brecha de comercio. La
necesidad de recursos externos para sostener una
determinada tasa de crecimiento económico está
dada por la brecha mayor.
El capítulo III indica: la naturaleza de las fun-
ciones, las variables que se consideraron, algunos
de los problemas estadísticos que surgieron y las
correcciones que debieron realizarse para llevar a
cabo la investigación.
3. Las brechas establecidas, en conformidad a
lo que se ha expresado en el punto anterior, son
brechas de recursos reales. No consideran los pa-
gos que los países deben efectuar al exterior por
remuneración de factores externos de producción,
ni tampoco las remesas por amortizaciones tanto
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de inversiones directas como de créditos. Se hace
necesario, en consecuencia, proyectar una brecha
financiera, lo ue requiere estimar el monto de
los servicios de 4 as inversiones y créditos existentes,
como asimismo, la magnitud y las condiciones de
las nuevas inversiones y créditos que vendrían a
cubrir la brecha.
El resultado final son series de valores que re-
presentan las brechas de recursos de cada país y
de la región, como asimismo la magnitud de los
déficit de la cuenta corriente de la balanza de pa-
gos y las necesidades brutas de capital, que inclu-
yen el valor de las amortizaciones.
4. Se ha procedido a reseñar en forma resumi-
da la naturaleza de las demás investigaciones cono-
cidas por el autor, sobre la misma materia. Ade-
más de indicar la clase de trabajo y los procedi-
mientos utilizados, se indican 10s resultados más
importantes que se obtuvieron.
En el capítulo IV siguiente, se intenta compa-
rar los valores logrados en estos trabajos y explicar
algunas de las razones de las discrepancias que se
observan en las cifras.
Dos factores parecen tener la mayor influencia
en el monto de los resultados. Uno es la proyec-
ción de las exportaciones, y el otro, la extensión
del periodo para el cual se proyecta. Este último
influye también en el primero, porque no es igual
estimar el movimiento o la tasa de crecimiento de
las exportaciones en un periodo de cinco años, que
hacerlo en uno de veinte. El tiempo de la pro-
yección altera también en forma muy considerable
los resultados, porque solamente la existencia de
una brecha y la necesidad de llenarla con créditos
hace que los servicios financieros adquieran un
crecimiento de carácter exponencial.
A pesar de 10 anterior, y si esta clase de traba-
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jos se toma con las debidas precauciones, puede
decirse que los resultados obtenidos de algunas de
las investigaciones comparadas, no son tan dispa-
res, si las cifras se toman únicamente como órde-
nes de magnitud, más que como dimensiones pre-
cisas de un fenómeno.
5. Finalmente, se exponen críticas y se señalan
las serias limitaciones que tienen estos trabajos.
Algunas de ellas provienen de la clase de datos que
sirven de base al establecimiento de los parámetros;
otras, del conocimiento insuficiente de las variables
que son relevantes y de la forma de funcionamien-
to del modelo que, entre paréntesis y a modo de
crítica, debe decirse que no tiene variables finan-
cieras, tales como el dinero, el interés o el tipo de
cambio. Por último, pero no por eso de menos
importancia, es dificil decir hasta qué punto es le-
gítimo extrapolar relaciones que se han obtenido
a base de observaciones de lo que ocurrió en un
periodo de 15 6 20 años atrás, para predecir lo que
ocurrirá en 20 6 30 años en el futuro.
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