Diagnóstico Psiquiatría y Psicoanálisis

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El diagnóstico en la psiquiatría

y el psicoanálisis - Roberto Mazzuca

El propósito de este trabajo es mostrar que el diagnóstico en la psiquiatría y en el


psicoanálisis son dos operaciones de naturaleza esencialmente diferente en la medida que
responden a problemáticas clínicas específicas. Para hacer más concisa mi reflexión me
referiré específicamente a DSM IV en cuanto diagnostico en la psiquiatría, y al diagnóstico
estructural de la orientación lacaniana en relación con el psicoanálisis
El diagnóstico se ha constituido en una operación clínica de máxima importancia para la
determinación y orientación del tratamiento tanto en la psiquiatría como el psicoanálisis.
Esa diferencia proviene de la naturaleza propia de las prácticas terapéuticas de cada una de
ellas.
Distinción entre clínica sincrónica y diacrónica para caracterizar dos etapas en el desarrollo
de la psiquiatría clásica.
Clínica sincrónica (modalidad iniciada por Pinel y Esquirol) en que las categorías clínicas se
construyen a partir de la presencia simultánea de un conjunto de síntomas. La segunda,
clínica diacrónica (representado por el sistema de Emil
Kraepelin) construye sus categorias por medio
de una secuencia temporal a través de la cual se suceden diferentes conjuntos de síntomas
que caracterizan distintas etapas de la enfermedad. Se trata de una diversidad de síntomas
que van cambiando según se trate de las formas de comienzo, del periodo de estado o de
las fases terminales.
El primero se basa en el reconocimiento de un conjunto de síntomas simultáneos en el
presente del momento diagnóstico. En el segundo se
debe construir una secuencia temporal de síntomas cambiantes que, sin embargo, remiten
a una posición única.
La clínica freudiana constituye una clínica diacrónica. Ej: su categoría de neurosis obsesiva,
se despliega en una secuencia temporal que va desde la neurosis infantil, hasta el des
encadenamiento y desarrollo posterior de la neurosis. Implica diferentes tipos de síntomas
característicos de cada una de las etapas: síntomas primarios de defensa, sintomas pru
piamente dichos, síntomas secundarios de defensa, sintomas en que la defensa se
sexualiza, etc.
Los DSM han construido un modelo diagnóstico que se deriva de una clínica sincrónica. se
componen con categorías clínicas que integran conjuntos de síntomas cuya presencia
simultánea en el momento actual (todos o cierta cantidad
estipulada) es exigible para el establecimiento del diagnóstico.
Y si en una etapa ulterior del desarrollo de la enfermedad los síntomas cambian, es
necesario cambiar la categoría diagnóstica.
Este cambio en el diagnóstico es necesario también cuando los síntomas no han cambiado,
han permanecido pero han superado
cierta duración.(esto no constituye ninguna deficiencia ya que su propósito no es, como
en la clínica psicoanalítica, identificar una estructura permanente, sino determinar el estado
actual del paciente de una manera
compartida por el conjunto de los operadores).
Se trata de dos modalidades diagnósticas tan diferentes que convendría preguntarse si
conviene usar el mismo término, diagnóstico, para denominarlas: tan poco es lo que tienen
en común.
En un caso, la metodología para llegar a establecer el diagnóstico consiste en el
reconocimiento de similitudes observables cuya meta es la inclusión en una categoría que
delimita un conjunto de síntomas típicos en el momento del diagnóstico (sincrónica). En
el otro, se trata del reconocimiento de una estructura subjetiva permanente, no observable,
sino inferida a partir de sus manifestaciones y síntomas muy variables en el tiempo y en la
amplia
variedad de la singularidad discursiva de cada sujeto (diacrónica).
deben considerarse inútiles y carentes de fundamento todos los planteos que pretendan
comparar el diagnóstico psiquiátrico del DSM IV con el diagnóstico estructural psicoanalítico
para determinar si uno es mejor que otro, o lo que sería peor todavía, si uno invalida al otro.
Por el contrario, es necesario ver con claridad que constituyen dos modelos diagnósticos
diferentes que responden a problemáticas clínicas diferentes: cada uno de ellos dotado de
las características que le permiten enfrentar las problemáticas clínicas específicas para las
que ha sido construido.

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