La Caida Del Muro de Berlin
La Caida Del Muro de Berlin
La Caida Del Muro de Berlin
La caída
del Muro
de Berlín
N oviembre de 1989 fue, sin duda alguna, el mes que abrió defi-
nitivamente las puertas al fin del sistema internacional surgido
después de la Segunda Guerra Mundial. La caída del Muro de Berlín
el día 9 trascendió el símbolo de una ciudad, de un país y de un con-
tinente divididos por mor de las circunstancias vividas varias décadas
atrás para ofrecer un futuro incierto pero esperanzador, el de un esce-
nario radicalmente distinto de la Guerra Fría en el que los actores
principales y secundarios deberían reconsiderar sus respectivos papeles.
Desaparecía la gran frontera del mundo moderno.
La siniestra eficacia del Muro se había dejado sentir desde su cons-
trucción en agosto de 1961. El Muro había hecho de Berlín Oeste una
isla rodeada de una inmensa cárcel, la de uno de los sistemas de domi-
nación comunista más represivos de la historia. En los veintiocho años
siguientes unas cinco mil personas habían intentado franquear esta
barrera contra las supuestas agresiones del capitalismo. Utilizando los
más variopintos medios, habían decidido jugarse la vida para abando-
nar la República Democrática Alemana. Entre uno y dos centenares
habían sido interceptados o eliminados por la policía germano-orien-
tal cuando intentaban alcanzar el otro Berlín. Según cifras oficiales de
la Fiscalía de la República Federal de Alemania, entre el 13 de agosto
de 1961 y el 9 de noviembre de 1989 murieron 86 personas tratando de
pasar al otro lado, si bien otras fuentes señalan, —empleando otros
criterios— que fueron hasta 125 o, incluso, 227 personas1. Aunque
1
Taylor, Frederick, El muro de Berlín. 13 de agosto de 1961 – 9 de noviembre
de 1989, Barcelona, RBA, 2009, p. 503.
10 La caída del Muro de Berlín
Kempe, Frederick, Berlín 1961. El lugar más peligroso del mundo, Barcelona,
2
3
Ibid., pp. 301-303.
Ricardo Martín de la Guardia 13
4
Khrushchev, Nikita S., Khrushchev Remembers: the Last Testament, Boston,
Little Brown, 1974, p. 508.
14 La caída del Muro de Berlín
federal, lanzó en vano una propuesta para que las cuatro potencias
redactaran un tratado de paz global para el territorio de «las dos Ale-
manias», el cual, con posterioridad, sería aceptado por un Gobierno
elegido en unas elecciones celebradas en el conjunto de Alemania. La
Guerra Fría dictó el marco de actuación y las dos grandes potencias
dejaron pasar el tiempo sin mostrar interés por modificar el estado de cosas.
Volviendo a aquel fatídico agosto de 1961, el día 22 un rutilante
Ulbricht, convencido de pasar a la historia por el gran paso que habían
supuesto el asedio y la derrota del capitalismo en suelo berlinés, hizo
público el establecimiento de una tierra de nadie de cien metros a cada
uno de los lados del Muro y, poco después, la reducción de los pasos
fronterizos para los berlineses occidentales a tan solo uno: el llamado
«Checkpoint Charlie» de la Friedrichstrasse, que acabaría convirtién-
dose en referente de la Guerra Fría. Ninguna de estas dos decisiones
había obtenido la aquiescencia del Kremlin, el cual le había obligado a
desdecirse de la primera para evitar un enfrentamiento con los países
occidentales6.
Desde el día siguiente, el 23, la población de Berlín Este tuvo
vedado el acceso al otro sector, instalándose el estatus de Guerra Fría.
Los aliados de la República Federal tan solo hicieron constar protestas
ante las autoridades soviéticas; es conocida la ya citada carta enviada el
16 de agosto por Willy Brandt, en calidad de alcalde de Berlín Oeste,
al presidente John F. Kennedy, en la que expresaba un profundo pesar
por la inacción de su Administración, una actitud que, según él, daba
carta de naturaleza a la ilegalidad cometida7.
Desde la perspectiva de los dirigentes germano-orientales, en la
construcción del Muro había influido —además de las gravosas pérdidas
socioeconómicas provocadas por la salida constante de alemanes que,
bien formados en sus distintas especialidades, encontraban salarios y
condiciones laborales muy favorables en el oeste— la erosión a la legi-
timidad de un Estado socialista, técnicamente igualitario, del que huía
6
Kempe, Frederick, Berlín 1961.., op. cit., p. 431.
7
Heidelmeyer, Wolfgang y Hindrichs, Günter (Eds.), Dokumente zur Ber-
lin-Frage 1944-1966, Múnich, R. Oldenbourg Verlag, 1967, pp. 479-481.
18 La caída del Muro de Berlín
14
Geppert, Dominik, Die Ära Adenauer. Darmstadt, Wissentschaftliche
Buchgesellschaft, 2002, pp. 104-110.
15
Cit. en Kempe, Frederick, Berlín 1961…, op. cit., p. 412.
Ricardo Martín de la Guardia 23
17
Véase Smyser, W. R., Kennedy and the Berlin Wall, Lanham, Rowman &
Littlefield, 2009.
Ricardo Martín de la Guardia 25