Drogas Excitatorias

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19-10-2019

DROGAS
ESTIMULANTES
Sustancias Psicoactivas y Adictivas
Drogas estimulantes

Son un grupo de sustancias que se caracterizan porque los efectos


predominantes sobre el sistema nervioso central o cerebro son de estimulación.
Las personas que los consumen suelen referir efectos subjetivos de tipo euforia,
estimulación, irritabilidad, etc. Objetivamente en estas personas se observa una
estimulación cardiaca (taquicardia), una elevación de la tensión arterial,
insomnio, entre otros.

El poder estimulante de las distintas sustancias es muy variable. Así el menor


poder estimulante lo presenta la cafeína, teofilina (extracto del té) y teobromina
(extracto del cacao). La nicotina es también un estimulante ligero. De hecho,
algunas personas que tienen dificultades para dormir, cuando dejan de fumar
duermen mejor.

Los estimulantes más potentes son la anfetamina y análogos de ésta


(metanfetamina, etc.) y la cocaína. Las drogas de síntesis, pueden incluirse en
este apartado o en el de “perturbadoras de las percepciones”. Ello es debido a
que estructuralmente todas ellas son derivados de la anfetamina, si bien con
menor poder estimulante. Los cambios introducidos en la estructura molecular
respecto a la molécula de la anfetamina suelen conferir a estas sustancias ciertos
efectos con arreglo a los cuales en ocasiones podrían clasificarse como
“perturbadoras de las percepciones”.

Así como, en general, los depresores del sistema nervioso central retrasan el
tiempo de respuesta y deterioran el rendimiento psicomotor, cabría esperar un
efecto contrario de los estimulantes. Es decir, que mejorasen el rendimiento
psicomotor.

Con estimulantes poco potentes, como la cafeína o la teofilina, se produce un


cierto grado de activación, y en general en diversos test que miden rendimiento
psicomotor se muestra una mejora de estos. En ello se basa la creencia de que
cuando se está bajo los efectos de depresores (por ejemplo, alcohol) el ingerir
café o té permite contrarrestar parcialmente los efectos de los mismos.
Esto es así sólo hasta cierto punto: el café o el té sólo contrarrestan muy
parcialmente los efectos de los depresores (alcohol). Estas sustancias
(estimulantes y depresores) actúan sobre muy diversas partes de nuestro
cerebro, y no siempre de forma opuesta. Los estimulantes más potentes
(anfetaminas, cocaína) no necesariamente mejoran el rendimiento psicomotor.

Una manera fácil de entender esto ha sido analizar el efecto de la anfetamina en


estudiantes que realizan diversos test tipo suma y multiplicación. Bajo los efectos
de anfetaminas se realizan más test en un determinado tiempo, pero también se
cometen más errores. No obstante, un aspecto fundamental, difícil de evidenciar
científicamente, es el efecto de estas sustancias sobre la percepción del riesgo.
Los estimulantes potentes (anfetaminas, cocaína y drogas de síntesis a dosis
medias-altas) pueden producir en las personas una inadecuada percepción del
riesgo, lo que hace que tomen o adopten conductas peligrosas, y de ahí su mayor
accidentalidad por tráfico.
Estimulantes mayores
Cocaína (clorhidrato y crack)

La cocaína es un poderoso estimulante del sistema nervioso que puede


aspirarse intranasalmente, inyectarse intravenosamente o fumarse. El uso que
han dado distintas culturas a la cocaína está presente en las hojas de
Erythroxylon coca, árbol originario de Bolivia y Perú.

Mecanismos de acción

En el cerebro, la cocaína actúa como un bloqueador de vehículos de monoamina,


con afinidades similares para los vehículos de dopamina, serotonina y
norepinefrina. La cocaína y el vehículo de dopamina al que se liga pueden
visualizarse en el cerebro humano, por medio de tomografías de emisión de
positrones (TEP).

El antagonismo de las proteínas transportadoras deja más neurotransmisores


monoaminérgicos disponibles en la hendidura sináptica para actuar sobre los
receptores sinápticos y postsinápticos. Comúnmente se acepta que la capacidad
de la cocaína para actuar como reforzador se debe principalmente a que es
capaz de bloquear la reabsorción de dopamina.

Efectos sobre la conducta

La cocaína incrementa la lucidez, la sensación de bienestar y la euforia, aumenta


la energía y la actividad motora, la sensación de vigor y la capacidad sexual.
También son frecuentes la ansiedad, paranoia e inquietud. Se puede aumentar
el rendimiento atlético en deportes en los que se requiere atención y resistencia.
Con una dosis excesiva se presentan temblores, convulsiones y una mayor
temperatura corporal. La activación del sistema nervioso simpático aparece
concomitantemente con los efectos sobre la conducta.

Durante una sobredosis de cocaína puede ocurrir taquicardia, hipertensión,


infarto al miocardio y hemorragias cerebrovasculares. Conforme disminuyen los
efectos de la droga, el usuario se siente disfórico, cansado, irritable y levemente
deprimido, lo que puede incitar de nuevo al uso de la droga para recuperar la
experiencia anterior.

Tolerancia y abstinencia

En general, parece haber poca tolerancia a los efectos de la cocaína, aunque


puede presentarse una tolerancia aguda con una sola sesión de uso repetido de
la sustancia. La abstinencia de la cocaína no provoca los severos síntomas que
caracterizan a la abstinencia de los opioides, aunque induce una depresión luego
de “estar en onda”, lo que puede contribuir al uso posterior de la cocaína o de
otra droga. Durante la abstinencia prolongada, la corteza orbitofrontral de
personas con dependencia de la cocaína es hipoactiva en proporción a los
niveles de receptores de dopamina D2 en el estriado.

Anfetaminas

Las anfetaminas incluyen D-anfetamina, L-anfetamina, efedrina, metanfetamina,


metilfenidato y pemolina. Otro miembro de este grupo es la (-)catinona, el
ingrediente activo en hojas recién cortadas de la planta conocida como té de
Arabia o khat (Catha edulis), cuya acción es muy similar a la de la anfetamina.

Las anfetaminas se usan no solamente por la “onda” subjetiva que producen,


sino para extender los periodos de vigilia, tal y como son usadas por choferes de
vehículos de carga y estudiantes en temporada de exámenes. Además, se
utilizan como inhibidores del apetito, aunque en este caso su efecto es breve.
Médicamente, las anfetaminas se emplean actualmente sólo para el tratamiento
de la narcolepsia y para el tratamiento de síntomas del trastorno por déficit de
atención con hiperactividad (TDAH) en niños. Se piensa que esta condición se
debe en parte a un bajo nivel de norepinefrina cortical, lo que permite que los
sistemas emocionales subcorticales gobiernen la conducta de forma impulsiva.
Cuando se contribuye a la excitación cortical con psicoestimulantes, los niños
con TDAH pueden poner atención a las labores que se les indican. El uso no
médico de las anfetaminas y los estimulantes similares es un problema mundial
creciente.

Mecanismos de acción

El mecanismo primario de acción de las anfetaminas consiste en estimular la


liberación de dopamina de las terminales nerviosas, mediante el transportador
de dopamina. Por ende, se puede liberar dopamina independientemente de la
excitación neuronal. Esto contrasta con los efectos de la cocaína, que bloquea
la reabsorción de monoaminas en las terminales nerviosas y, en consecuencia,
sólo afecta a las neuronas activas. Al igual que la cocaína, la anfetamina también
inhibe, en cierta medida, la reabsorción de las catecolaminas, incrementando de
este modo su capacidad de activar receptores. Asimismo, la anfetamina puede
activar directamente los receptores.

Tolerancia y abstinencia

Se desarrolla rápidamente tolerancia a muchos de los efectos conductuales y


fisiológicos de las anfetaminas, como supresión del apetito, insomnio, euforia y
efectos cardiovasculares. Es interesante que los efectos de la anfetamina sobre
el comportamiento en niños con TDAH y en personas con narcolepsia no
presentan signos de tolerancia. Cabe hacer notar que aun cuando se utiliza la
metanfetamina en niños para tratar el TDAH, las dosis terapéuticas para este y
otros trastornos como narcolepsia son mucho menores que las cantidades
diarias tomadas para uso no médico. Aunque se desarrolla tolerancia a algunos
aspectos del uso psicoestimulante, también ocurre sensibilización o un
incremento en la hiperactividad o estereotipia inducida por la anfetamina, incluso
si las dosis se reparten en lapsos de días o semanas. Ocurre intersensibilización
con cocaína, lo cual se supone que es resultado de mayores niveles de
dopamina en el estriado. Se piensa que la sensibilización desempeña un papel
crucial en la dependencia.

Efectos sobre la conducta

Las anfetaminas son estimulantes del sistema nervioso central que producen
mayor lucidez, excitación, energía, actividad motora y del habla, mayor confianza
en uno mismo y capacidad de concentración, una sensación general de bienestar
y menos apetito. Los efectos a corto plazo de dosis bajas de anfetamina incluyen
inquietud, mareo, insomnio, euforia, confusión leve, temblores y pueden inducir
episodios de pánico o psicóticos. Hay un aumento general en la lucidez, la
energía y la actividad, así como una reducción de la fatiga y la somnolencia.
Pueden presentarse palpitaciones cardiacas, ritmo cardiaco irregular,
incremento en la respiración, resequedad en la boca y supresión del apetito. A
dosis más elevadas estos efectos se intensifican, provocando éxtasis y euforia,
flujo rápido de ideas, sensación de mayor capacidad mental y física, excitación,
agitación, fiebre y sudoración. Se han observado pensamientos paranoides,
confusión y alucinaciones. Las sobredosis severas pueden producir fiebre,
convulsiones, coma, hemorragia cerebral y la muerte. La anfetamina es un
potente psicotomimético con posibilidades de intensificar los síntomas o
precipitar un episodio psicótico en individuos vulnerables.

Éxtasis

El éxtasis o 3,4-metilenodioximetanfetamina (MDMA) es una anfetamina


sintética también conocida como XTC, E, Adam, MDM o “droga del amor”. El
éxtasis puede clasificarse como un psicoestimulante que pertenece al mismo
grupo de la cocaína y las anfetaminas, ya que muchos de sus efectos agudos
son similares a estas sustancias. Conforme aumenten los conocimientos sobre
los efectos de las drogas, su clasificación se hará más precisa. El uso del éxtasis
se ha asociado recientemente con la tendencia global de las fiestas raves y la
música techno.

Mecanismos de acción

Los efectos del éxtasis, similares a los de otras, pueden estar relacionados con
varios neurotransmisores, incluyendo serotonina, dopamina y norepinefrina. Sin
embargo, la serotonina cumple el papel principal para mediar los efectos del
éxtasis. Hay un incremento en la liberación neta de serotonina porque la MDMA
se liga al transportador de serotonina y lo bloquea, obstaculizando, a su vez, la
recaptación de serotonina. Finalmente, esto produce un agotamiento a largo
plazo de la serotonina y concentraciones de metabolitos en el cerebro. La MDMA
también incrementa la liberación de la dopamina.

Efectos sobre la conducta

La MDMA puede producir efectos subjetivos en humanos similares a los


provocados por los psicoestimulantes D-anfetamina y cocaína, aunque
distinguibles. En estudios no controlados se describe una mayor confianza en sí
mismo, comprensión y empatía, junto con una sensación de más proximidad e
intimidad con otras personas, así como mejora en las capacidades de
comunicación y relación. Se afirma que ocurre euforia y una mayor energía
emocional y física con este psicoestimulante. También pueden presentarse
efectos psicológicos negativos de ansiedad, paranoia y depresión. Se mantiene
una conducta de autoadministración intravenosa en primates, con un rango de
dosis del éxtasis.

Tolerancia y abstinencia

Con el uso del éxtasis se desarrolla rápidamente la tolerancia, e incluso algunas


personas utilizan cantidades progresivamente mayores para reforzar el efecto
psicoactivo. En algunos individuos hay tolerancia a los efectos psicoactivos
placenteros del éxtasis, pero no a los efectos físicos colaterales; por
consiguiente, cualquier incremento en la dosis para aumentar los efectos
psicoactivos puede producir disforia. En este grupo de individuos, es posible que
la MDMA no cause dependencia; por lo mismo, es poco común el uso de grandes
cantidades de éxtasis durante periodos prolongados. Sigue siendo necesario
definir cuáles son los factores sociales, genéticos, culturales, ambientales y
hormonales implicados en estas diferencias individuales a largo plazo de los
efectos del éxtasis. De 2 a 3 días luego del uso de la MDMA, puede haber efectos
residuales asociados con la abstinencia aguda de la droga, incluyendo rigidez y
dolores musculares, dolor de cabeza, náusea, pérdida de apetito, visión borrosa,
boca reseca e insomnio. Entre los efectos psicológicos que es posible observar,
los más comunes son depresión, ansiedad, fatiga y dificultad para concentrarse.
Esto es típico del “bajón” que se aprecia también luego del uso de anfetaminas
y cocaína.

Metanfetamina

La metanfetamina es un estimulante poderoso y sumamente adictivo que afecta el


sistema nervioso central. También conocida como meta, azul, hielo y cristal—meth,
blue, ice y crystal en inglés, entre otros nombres, es un polvo blanco cristalino, inodoro
y de sabor amargo, que se disuelve fácilmente en agua o alcohol.

Mecanismos de acción
Las anfetaminas tienen un mecanismo de acción que involucra a varios
neurotransmisores como son la dopamina, la serotonina, la adrenalina y la
noradrenalina.

Acción similar a la anfetamina en el incremento de la dopamina por medio de la


estimulación de su liberación y el bloqueo de su recaptura. La “intoxicación” dura mucho
más, de 6 a 8 horas en comparación con la breve intoxicación de la cocaína. Puede
consumirse de manera oral, inhalada, fumada o inyectada. Existe una preocupación
creciente por su neurotoxicidad, que es probable que involucre al estrés oxidativo.

Efectos sobre la conducta

Efectos a corto plazo

Aumento de la atención, reducción del cansancio, reducción del apetito, sensación de


euforia, aumento de la frecuencia cardiaca, hipertermia (golpe de calor), convulsiones,
sobredosis, aumento de la libido, relaciones sexuales de riesgo, trastornos paranoides,
reacción aguda por plomo usado como reactivo (vía intravenosa).

Efectos a largo plazo: adicción, psicosis, incluidos: paranoia, alucinaciones, actividad


motriz repetitiva. cambios en la estructura y función cerebral, déficits en el pensamiento
y en las destrezas motrices, mayor distracción, pérdida de memoria, comportamiento
agresivo o violento, trastornos del estado de ánimo, problemas dentales graves y
adelgazamiento.

Tolerancia y abstinencia

La metanfetamina produce tolerancia con mucha rapidez debido a que sus efectos
placenteros son de corta duración, aunque su eliminación de la sangre es bastante
lenta (12 horas). Al intentar mantener este efecto con el uso de dosis repetidas, se
potencia su toxicidad y el riesgo de sobredosis.

Estimulantes menores

los estimulantes menores, son unas drogas estimulantes del sistema nervioso central,
es un grupo de sustancias que aceleran el funcionamiento habitual del cerebro,
provocando un estado de activación que puede ir, por ejemplo, desde una mayor
dificultad para dormir tras el consumo de café, hasta reacciones de ansiedad y
depresión.

Efectos de la cafeína (café, té, cola)


Un consumo reciente de 250 mg de cafeína se acompaña de inquietud, poliuria (ganas
de ir al baño), insomnio, nerviosismo y conversación incoherente.
A dosis tóxicas se puede producir taquicardia, hipertensión, aumento del gasto
cardíaco y vasoconstricción generalizada.

El síndrome de abstinencia no produce alteraciones cardiovasculares, aunque sus


síntomas frecuentes son astenia, estreñimiento, estado mental embotado, cefalea y
aumento de sueño.
Las metilxantinas

Son un grupo un grupo de alcaloides estimulantes de Sistema Nervioso Central, estas


son: la teofilina(te), teobromina(chocolate), y cafeína(café).
Alrededor de la mitad de la población de todo el mundo consume estos alcaloides
diariamente. Estas sustancias provienen de plantas que se distribuyen ampliamente.
Las bebidas preparadas con ellas-el café, el té, y el chocolate, la guaraná o el mate
representa probablemente las drogas más usadas por el hombre.
Este grupo comparte una estructura especial relacionada con el ácido úrico. Son
infrecuentes sus intoxicaciones letales con cualquiera de estas plantas y tienen efectos
estimulantes, anti soporíficos, de elevación de estado de ánimo y aumento de la
capacidad de trabajo.

Teobromina

En estado puro, es un polvo blanco. Principalmente en las semillas, cuales contienen


entre un 1% a un 4% de esta. Al fermentar y secar las semillas, y luego procesar el
extracto obtenido, se obtiene el chocolate. La teobromina también se encuentra en el
Guaraná.
Produce efectos similares a las otras metilxantinas, es decir, estimulación del sistema
nervioso central, broncodilatación y diversos efectos cardiovasculares, sin embargo, em
los seres humanos no se ven estos efectos al consumir chocolate, siendo muy raras las
intoxicaciones, aunque es posible que puede producir dolor de cabeza, inapetencia o
alergias en personas sensibles o en cantidades grandes.

Teofilina

Obteniendo sus características de ser estimulantes del sistema nervioso central y


broncodilatadores se encuentra naturalmente en él té negro y en él té verde. La teofilina
es especialmente diurética, por lo que ayuda a la eliminación de líquidos, atreves de la
orina.
Su principal efecto es la dilatación general de los vasos periféricos, broncodilatación,
estimulación a nivel cerebral, sensación de calor en la piel, y pesadez de piernas y
brazos.

La Cafeína

Su consumo tiene efectos estimulantes sobre el sistema nervioso autónomo y sobre el


corazón. Resulta muy útil para el tratamiento de ciertos tipos de cefaleas, asma
bronquial y cólicos de la vesícula biliar, pero su abuso produce arritmia cardiaca,
insomnio y dolor de cabeza.
No se considera una droga en sentido legal, ni tampoco una sustancia psicotrópica, pero
si produce síndrome de abstinencia y posee una actividad unas diez veces menor que
la cocaína. Es un ingrediente principal o accesorio de numerosos medicamentos.
La cafeína se encuentra principalmente en los frutos de la planta de café, en la planta
de té, en la yerba mate, y en las bayas de guaraná. El consumo en grandes cantidades
puede provocar una intoxicación y es la sustancia psicoactiva más ampliamente
consumida en el mundo.

Nicotina

Es un compuesto orgánico, un alcaloide encontrado principalmente en la planta del


tabaco, con alta concentración en sus hojas, estando también presente en otras plantas
de la familia solanácea, aunque de forma marginal, como en caso de tomate, la
berenjena, el pimiento y la patata.

Estricnina

Es un alcaloide de la nuez vómica y de otras especies de genero Strychnos Se utiliza


habitualmente como pesticida para matar pequeños vertebrados, particular pájaros y
roedores.

Tratamiento para Drogas Estimulantes

 Orientación conducta
 Meditación
 Aplicaciones y dispositivos médicos que se usan para tratar los síntomas de
abstinencia o instruir al paciente sobre el desarrollo de nuevas aptitudes.
 Evaluación y tratamiento de problemas concurrentes de salud mental, como la
depresión y la ansiedad.
 Seguimiento a largo plazo para evitar la recaída.

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