Guia Del Master Cabron
Guia Del Master Cabron
Guia Del Master Cabron
es
Por
Adam Galathan
INTRODUCCIÓN
Los Masters Cabrones somos la raza superior de entre los Masters. Nosotros
dominamos las partidas, manipulamos a nuestro antojo el Mundo de Tinieblas.
Somos los jueces y verdugos de los personajes de nuestros jugadores.
Tenemos el poder, sí, y lo sabemos usar con mano de hierro aplicando nuestro
característico modus operandi que hace que nuestros jugadores no puedan
evitar esa dulce exclamación, “¡Qué cabrón!”, cada vez que pedimos una tirada
de Percepción a dificultad 10 con un mínimo de tres éxitos.
Pero ese grito es nuestro alimento que hace que mejoremos nuestra técnica y
cabronería; nuestra fuerza se halla en la parte oscura de nuestro ser, que sale
a flote a la hora de desatar nuestro temibles poderes de Master Cabrón en
cada nueva sesión de juego.
En esta Guía del Master Cabrón se pondrá sobre el papel nuestras leyes-
hasta-ahora-no-escritas. Esperamos que los Masters Cabrones más novatos
aprendan nuestro sutil arte mediante estos conocimientos aquí plasmados y los
más veteranos se regocijen de placer al ver que realmente somos los mejores
Masters.
CONTENIDO
Capítulo 1: ¿El Master Cabrón, Nace o se hace? (pág. 3)
Capítulo 2: La Constitución de los Masters Cabrones (pág. 4)
Capítulo 3: Los Diez Mandamientos de los Masters Cabrones (pág. 5)
Capítulo 4: ¿Por qué un Master Cabrón? (pág. 6)
Capítulo 5: Sobre los Dados (pág. 7)
Capítulo 6: Sobre las Reglas (pág. 8)
Capítulo 7: Sobre la Parcialidad y la Objetividad (pág. 10)
Capítulo 8: Sobre el Reparto de Putadas (pág. 12)
Capítulo 9: Sobre cómo Beneficiar y Perjudicar (pág. 13)
Capítulo 10: Sobre cómo tratar con Jugadores Rebeldes (pág. 16)
2002 - La Biblioteca de Cartago – http://www.dragonmania.com/vampiro Página 2
- Documento No oficial - Autor: Adam Galathan – lord_litos@yahoo.es
El Master Cabrón surge cuando unos amigos deciden que van a jugar a un
juego de rol (haremos ejemplos con el juego de rol VAMPIRO, tanto Edad
Oscura como con Mascarada) y tras un largo trabajo por parte del que será el
Master, una tarde se reúnen todos, se hacen sus personajes, y comienza la
partida. Al principio, el Master novato hará las descripciones de los lugares algo
pobres y le costará crear ambiente. Cada vez que ponga música se despistará
y cuando quiera parar de repente la canción para dar un efecto dramático ya se
habrá acabado la cinta y el efecto no se logrará. Todo como todo Master
novato hace.
Pero al final, alguno de los jugadores (la mayoría de veces Malkavian),
comete una estupidez, y es entonces cuando el Master, aplicando un criterio
justo, decide que el jugador tire su Astucia a Dificultad 10 con un mínimo de
tres éxitos dada la extremísima dificultad de la acción que se pretende llevar a
cabo. Entonces el jugador afectado reaccionará casi involuntariamente
levantándose de su silla y proclamando ante los presentes una maldición: ¡Qué
cabrón!
En ese momento el Master comienza a notar cómo sus hormonas se
disparan, la adrenalina sube y la sed de sangre aumenta inexorable. Los
jugadores asisten entonces al nacimiento del Master Cabrón. Nótese que la
culpa de que existan Masters Cabrones es de los jugadores empeñados en
que, que el Sheriff haga tres agravadas a un Malkavian que acaba de
Dementar al guardaespaldas del Príncipe, es una cabronada y no una
consecuencia lógica.
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Adaptación de la ley de Mussolini, “Mussolini ha sempre ragione”
Por “dado” se entiende un poliedro que rueda sobre una mesa y determina el
resultado de cualquiera que fuera el objetivo de la tirada. El Master Cabrón
puede manipular a su antojo los resultados de los dados con tal de que el
mundo se mueva al compás que él desee. La Pantalla de narrador sirve para
dos cosas: Para que los jugadores no estén pendientes de los resultados de las
tiradas de los PNJ (Cosa que irrita al Master, sea o no Cabrón) y para
manipular a tu antojo los resultados; siempre podrás mentir respecto a los
resultados, tanto para bien como para mal. Si el malo malísimo hace una
mega-tirada que mataría a los PJ’s lo más probable es que, a menos que se lo
merezcan, hagas que sólo les haga bastante daño. Por otra parte, si tu jugador
hace que en la primera partida su PJ ya se pelee con el malo malísimo y causa
un crítico de ocho éxitos de daño agravado (cosa poco probable en la primera
sesión de juego), le dirás que el malo escapa en el último momento. Recuerda
el Artículo el 7º.
Cada vez que tus jugadores tiran dados pueden estar a punto de fastidiarte
en algo. Quizá no te interese que aún descubran cierta cosa que pueden
descubrir usando Auspex 3 con la pistola de la escena del crimen. En ese
momento el Master tiene que echar mano de su ingenio e improvisar un
mensaje críptico que presumiblemente es una clave, pero que en realidad no
servirá para nada. Los dados de los jugadores joden, pero mientras tú los tires
tras tu pantalla ni siquiera tienes que mirar el resultado (Tampoco hay que
abusar, sobretodo en las tiradas de absorción, que deberían ser fieles).
No olvides tampoco que los dados son el último recurso de un jugador.
Mientras no se tiren dados, mejor. Un buen Master, Cabrón o no, es el que
consigue que en toda una sesión de juego no se haga ni una sola tirada de
dados, aunque la cuestión tampoco es prescindir de ellos, pues en verdad
añaden para los jugadores esa pizca de emoción que les hace creer que están
actuando por libre albedrío y no según los pasos que tú habías planeado y que
mediante el sutil movimiento del Mundo de Tinieblas ellos siguen. Los dados
son el símbolo de libertad de los jugadores. Pura demagogia, ¡BWA HA HA HA!
MUY MALAS; no las compres) y otra es que seas sutil en los cambios. Tal vez
un Tremere con Taumaturgia 8 sea un maestro taumaturgo y, aunque los
límites de Senda lleguen al nivel 5, él pueda hacer uso de sus sendas con
mayor potencia, pero un Malkavian con Dementación 8 NO podrá “materializar
la locura” como dice una de las novelas de Clan cuyo nombre no quiero
recordar. Por supuesto, cada Master Cabrón hará con las reglas lo que le dé la
gana, para eso es el Master Cabrón, y puede invertir mi ejemplo con total
impunidad.
No dejes que tus jugadores se refugien en las reglas. Pase lo que pase, no
hay PJ que cien agravadas aguante, como demostré al Malkavian de mi grupo
en una ocasión. Alguien podrá saltar y decirme “¡Caín sí que aguanta 100
agravadas!” Bueno, a lo mejor sí, y Tremere también las aguantará, pero estoy
hablando de PJ’s, no de utopías de PJ’s. Por supuesto, si un PJ aguanta cien
agravadas, morirá de todos modos por la Voluntad del Master y santas
pascuas. Las reglas no existen, sólo se mencionan.
2
Quería decir “una puta mierda”.
2002 - La Biblioteca de Cartago – http://www.dragonmania.com/vampiro Página 10
- Documento No oficial - Autor: Adam Galathan – lord_litos@yahoo.es
y que si Saulot domina los Tremere son más falsas que una moneda de tres
Euros, y que Tremere se merendó a Saulot tal cual, sin problemas ni efectos
secundarios. Añade, para los escépticos, que no le obliguen a hacer aparecer a
Tremere en persona para demostrarlo. Por otra parte proclamará que la bomba
nuclear que supuestamente mató a Ravnos realmente se cepilló a Malkav, y
que Ravnos sigue vivo y coleando y los Ravnos pupulan por el Mundo de
Tinieblas como si nada hubiera pasado.
El Master Cabrón siempre dedica unos minutos antes de una partida a decidir
cuántas putadas hará a sus jugadores en la inminente sesión, y aplicará la
regla de tres comentada más arriba para equilibrar a su gusto la balanza.
Las putadas se miden en tres grados distintos:
MINOR PUTADIS: Se trata de una putadita mínima, que va desde Hacer tirar
Autocontrol a Dificultad (12 – Humanidad) al PJ con menos puntos de ese
rasgo al ver un tentador niño por la calle, a confesarle al jugador que su
personaje cae de bruces al suelo al ser víctima de la broma del hilo de
pescador tensado en el marco de una puerta a nivel del suelo.
REGULARUM PUTADIS: Se trata de putadas algo más graves, como
manipular los sucesos para enemistar al PJ con las arpías más influyentes o
aprovechar la menor brecha en las leyes para sufrir una semana en el cepo y
cien latigazos.
MAGNA PUTADA: Desde la muerte hasta lo jodidamente más cruel y en
contra de los planes del PJ. Esta putada se reserva sólo para venganzas
personales del Master Cabrón y para los jugadores que tengan PJ’s del Clan
más odiado por el Master Cabrón.
El Master Cabrón aplica la siguiente regla: Debe distribuir un total de 7 puntos
(el estándar; es regulable) de putadas, teniendo en cuenta que una Minor
Putadis cuesta 1 punto, una Regularum putadis cuesta 3 puntos y una Magna
Putada cuesta 5. Fíjese que los jugadores inteligentes agradecen las Minor
Putadis y alguna que otra Regularum Putadis, ya que añaden emoción al juego,
siguiendo el Artículo 7º de la Constitución. Los jugadores rebeldes nunca
encontrarán una putada de su agrado, pero una Magna Putada suele hacerles
callar (sobretodo si la Magna Putada consiste en matar al PJ). Sin embargo, los
jugadores que acepten las Minor y Regularum Putadis merecen el premio,
sobretodo en el caso de las Regularum, de poder conseguir volver las cosas a
3
Aunque esta sea la opinión del autor, cada Master tiene sus propias preferencias perfectamente aplicables. Y si alguien
se ofende, le cuento un chiste: ¿Cómo se llaman los Toreador de Chicago? ¡Chicago Bulls! ¡¡¡BWA HA HA HA!!!
que muy bien, y al ayudarle a hacer su ficha, él está contento con lo que tiene,
y yo le arranco la ficha de las manos y le regalo Ofuscación y Animalismo 5 por
la cara, aparte de numerosos puntos de habilidades en su áreas favoritas con
tal de darle ventaja. Si no va a ser el más fuerte, por lo menos que tenga un as
en la manga.
El siguiente paso para beneficiar y perjudicar es EL AMBIENTE. Si te
aprovechas de los fallos para que la sociedad vampírica vaya odiando a tu PJ
más odiado todo te será más fácil... Recuerdo que aquél Malkavian robó en
tres tiendas en una ciudad donde el Príncipe prohibe el crimen, tanto en
humanos como en Vástagos. Aún no he jugado la sesión de SU JUICIO, que
hará que sea una paria social (aparte de que haré un par de demostraciones
del Príncipe, que es Tremere, de su conocimiento en la Senda de las
Maldiciones). Ese Malkavian, además, falló un disparo en un ataque a un
almacén Sabbat e hirió a la Primogénito de los Toreador, bastante poderosa e
influyente, y se ganó su enemistad eterna. Sin embargo, en la primera sesión
de juego del Tremere, consiguió de otro Tremere camarada de Clan y capilla
unas cuantas pociones, que le regaló para celebrar que había subido al trono
un nuevo Príncipe y era un Tremere. Por su parte, el Malkavian necesitó tres o
cuatro tiros de escopeta para matar a un ghoul, mientras que el Tremere mató
a 5 humanos con 5 disparos de sus dos revólveres en 3 turnos (sacaba tantos
éxitos que ni siquiera le hice tirar el daño y hacía que los mataba directamente).
Como puede verse, al sub-arte del beneficio y la mala suerte es útil y
fácilmente aplicable.
rebelde también viste de negro procura levantarte de la silla para “dirigir mejor
el juego” y prohibe a tus jugadores levantarse. La superioridad espacial
también induce a la sublevación pero no te confíes, este método es muy sutil y
seguramente no notarás que nada haya cambiado.
Si tu jugador rebelde amenaza con dejar el juego, dile que tú no le obligas a
jugar, lo cual es cierto, y que puede abandonar la partida cuando lo desee.
Acompaña esta frase con una amplia sonrisa al tiempo que piensas para tus
adentros “Ésta es mi partida y no voy a cambiar mis métodos”. Es entonces
cuando el jugador, quizá ya ex jugador, intente arrebatarte jugadores, aunque
en la discusión previa a la acción te acusará de que no se divierte, y que se
supone que debe divertirse. Tú debes dejarle bien claro un par de cosas: la
primera es que tú eres el Master y eres uno de los Cabrones y por lo tanto
seguirás como hasta ahora, y la segunda es que tal vez si cambia de actitud –y
PJ- en el juego se divierta más. Si has cumplido los anteriores consejos su
posible intento de hundir tu partida fracasará, aunque deberías estar preparado
para sufrir una o dos bajas. En esos casos, procura tener “jugadores de
recambio” que siempre estén dispuestos a aceptar tu cabronería. Por supuesto
tu poder de Master Cabrón y tu orgullo harán que pongas medios para no
perder jugadores a costa del rebelde. En ese caso basta una sesión gratificante
acerca del asalto a un bloque de oficinas del Sabbat, pero con carta blanca
para romper la Mascarada si es necesario y un jugoso 5ª Generación en el
último piso esperando a la cuadrilla.
Ten siempre a punto estas dos frases: “Sí, pero ¿quién es el Master aquí?” y
“Sí, pero este es MI Mundo de Tinieblas”. A los jugadores rebeldes les gusta
estar por delante de su Master, cosa fácil de abolir cuando tú dominas TODO,
desde el tiempo hasta el espacio. Si en la realidad el Corte Inglés cierra a las
22:00 horas, tú puedes decir que en el Mundo de Tinieblas debido a la
corrupción y la delincuencia cierran a las 20:00 y santas pascuas. Deja bien
claro quién manda y cómo funciona TU mundo. En el caso de un Malkavian
que vaya por la calle pegando gritos es normal que un vecino cabreado llame a
la poli. Si la poli llega, es normal que, sólo para divertirse, detengan al
Malkavian por escándalo público y lo lleven a comisaría, y también es normal
que el Malkavian acabe muerto si al intentar ser detenido mata a uno de esos
polis, o a los dos. La poli siempre gana, porque el Master siempre gana.
También puede ser que, directamente, en TU Mundo de Tinieblas NO exista el
Corte Inglés, con lo que anulas todo intento de colarse en la tienda superando
tiradas de Seguridad a Dificultad 9 con un mínimo de 2 éxitos.
Si el jugador rebelde llega a irritarte y si tienes a los jugadores de tu parte
conseguirás que los demás jugadores aborrezcan sus quejas y acciones. Si no
le gustan tus interpretaciones de las reglas, que son las que mandan, se tendrá
que aguantar, y si no quiere, se tendrá que joder. Así de claro. Como Master no
debes perder los nervios. Si el jugador intenta joderte, castígale. Quítale
experiencia y si sigue así, expúlsalo de la partida mediante una Gran Putada
Final para declarar tu victoria absoluta sobre el rebelde y de paso matar a su
PJ para que su jugador no vuelva. Si eres un buen Master Cabrón, el resto de
los jugadores te lo agradecerán y todo.
Conclusión
No olvides nunca que el que tiene que llevarse la peor parte es el jugador
cuyo personaje sea del Clan que más odies. El resto sufrirá tus putadas, desde
luego, por eso eres un Master Cabrón, pero como tal no eres estúpido. Si
haces Magnas Putadas cada día sí que saldrás perdiendo. Como buen Master
Cabrón debes aplicar tus métodos y hacer putadas con el fin de que tus
jugadores sonrían y te digan “Qué cabrón”. Como Master debes divertir a la
gente, y como Master Cabrón debes divertirlos mientras les puteas, cebándote
más en tus Clanes más odiados y beneficiando a tus favoritos.
Pero, al fin y al cabo, tenéis que divertiros todos, y debes aceptar que no
todos los jugadores aceptan a los Master Cabrones; esos jugadores no te
merecen como Master; que les masteree un Master angelito que les deje llevar
a Caín y que gane 1.000 puntos de experiencia por sesión. Si no acaban
volviendo a ti como Master Cabrón, dejarán el rol. Al fin y al cabo, los Masters
Cabrones somos los mejores porque las cabronadas son la salsa de Mundo de
Tinieblas. Las partidas fáciles no son emocionantes. Las partidas con putadas
por medio, sí. Además, como humanos que somos, a veces podemos “pecar”
en nuestros mandamientos y tener un día en que cumplas los sueños de tus
jugadores, en mayor o menos medida ;) .
Agradecimientos
A mis jugadores, que tienen que soportarme como un genial Maestro de
Masters Cabrones: Agus el Gangrel (El más listo de la cuadrilla... ya te podrías
callar de vez en cuando), Carlos el Tremere (Y en consecuencia quien lleva a
mi PJ favorito; gracias por prestarnos tu casa para las partidas... Nunca
olvidaré aquella maratón de rol de 26 horas), Codi el Malkavian-ahora-Toreador
(y por tanto el más jodido de todos, y aprovecho para decirle que deje de
fumar, coño), a Guillem el Nosferatu (La primera persona que conozco que
decidió empezar su primera partida de VAMPIRO con un Nosfy), a Camps el
Lasombra Antitribu (Joder, ¿por qué no te pusiste Armas de Fuego 1 y no 5?),
a Oriol el Cazavampiros Griego (El jugador más atrevido...), a Jacob el
Assamita (Es más ingenioso) y a Isabella la Giovanni (¡A ver esos zombis!).
A mi Primer Master, Uxas, que en mi segunda sesión de juego, aún siendo
gracias a mí que salimos vivos de aquella empresa y la crónica pudo continuar,
hizo que el Príncipe Lasombra (era Edad Oscura) me cortara la mano y me
impidiera regenerarla por un año y un día. Gracias por dejarme ver que eres un
Master Cabrón que odias a los Tremere tanto como yo a los Malkavian (y por tu
culpa, además, a los Tzimisce).
4
Esta última nota es una broma del autor. Cualquiera que trate al autor como a un pro-fascista es un niño pequeño o un
jugador rebelde; el autor se abstiene de dar su ácida opinión sobre cosas tan nimias como la política y considera este
documento una Guía para Master Cabrones, que no faltan, hecha con ánimo de arrancar sonrisas y dar consejos a los
Master Cabrones. Vamos, que quien tome al autor como a un fascista por la frase “Master ha sempre ragione” es
bastante estúpido. Que quede claro. (Este aviso se hace por una pequeña amarga experiencia que el autor ha sufrido y
THANKS
TO THE
INVISIBLE
MAN
no quiere ver repetida por un malentendido con una causa tan decepcionante como la política. Y ahora os contaré un
chiste: ¿Cómo lucha Kung Fu? ¡Kung fuerza! ¡¡¡HA HA HA!!!)
5
La venganza continúa.