Historia Epj y JMPF

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El NACIMIENTO DE UN SUEÑO

En el año de 1967, en la Ciudad de Bogotá, Colombia, se realizó un curso internacional de


“Dinámica psicológica de grupos Apostólicos Juveniles”, organizada por el CELAM en
donde se contó con la presencia de un gran número de sacerdotes, religiosos, seglares,
directores de centros juveniles, pedagogos, etc. Contando entre los asistentes con la
presencia del Padre José María Pujadas en quien despertó una gran inquietud el contenido
del curso. Se desarrollaron largas horas de diálogo, mesas redondas, consultas
interdisciplinarias de cómo llevar a la práctica lo que se estaba estudiando y proponiendo.

Aún después de finalizado el curso prosiguieron las conversaciones entre los sacerdotes
tanto Diocesanos, Terciarios, Capuchinos, Jesuitas y Hermanas de Santa Ana, con el fin
de utilizar las orientaciones recibidas para lograr impulsar una obra de promoción
vocacional juvenil, que podía desarrollarse a través de convivencias, ejercicio o retiros
espirituales y jornadas, etc.

La juventud como tal hizo su presentación histórica en la llamada “Revolución de mayo” de


1968. La revuelta, sin programa muy concreto, tuvo repercusión en todo el mundo. Algo,
sin embargo, quedó muy claro: La juventud tenía un sentir común. Muchos sociólogos
consideran hoy la “Revolución de mayo” como la “Segunda revolución francesa”. También
en ésa se hizo presente un nuevo estado social: La Juventud.

En ese mismo año 1968 se desarrolló un acontecimiento que determinó de gran forma el
porvenir de la obra. En agosto de ese año, Su Santidad Pablo VI visitó personalmente
Colombia para asistir al XXXIX Congreso Eucarístico Internacional de Bogotá. Su presencia
y especialmente las palabras dichas en aquella oportunidad dieron a los Encuentros su
mayor estímulo y orientación: constituyeron ya un compromiso. El Papa realizó la
ceremonia inaugural de la asamblea episcopal, dando lugar a las sesiones plenarias de
Medellín en donde se elaboraron las conclusiones mundialmente conocidas con el nombre
de “Documento de Medellín”. Eran la interpretación oficial del sentir de un continente y del
pensamiento papal. Aquí se puso de manifiesto el urgente llamado de atención a la
juventud, en base a lo cual se trabajaron los objetivos y el programa a seguir para el
apostolado juvenil en América Latina.

Fue allí donde Encuentros de Promoción Juvenil encontró plenamente su razón de ser,
poniendo en acción el pensamiento papal y de los obispos, quienes con sus enseñanzas
revisaron y completaron el fundamento de este movimiento. A partir de allí, EPJ había
encontrado definitivamente el cauce que debía seguir. El documento de Medellín constituye
la “Carta Magna” de Encuentros de Promoción Juvenil. Se desarrolló también en Costa
Rica, en donde se logró madurar la obra, y es en esta época donde se termina de escribir
el Manual de EPJ.

Actualmente el movimiento está presente en 13 países que son: Colombia, Costa Rica,
Guatemala, Estados Unidos, México, El Salvador, Honduras, Panamá, Perú, República
Dominicana, Venezuela, España y Chile.
El día 29 de junio 2001, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, el Vaticano
decreta el reconocimiento del Movimiento como Asociación internacional privada de fieles
de Derecho Pontificio, con personalidad jurídica según los cánones 298 a 311 y 321 a 329
del Título V (Libro II, Parte I) del Código de Derecho Canónico, y la aprobación de sus
estatutos presentados en original.

JOSÉ MARÍA PUJADAS FERRER


“Vivir para ser Hombre Nuevo”

José María Pujadas Ferrer nació en Canet de Mar, provincia de Barcelona, el 9 de agosto
de 1915.

Su mamá Asunción Ferrer era modista. Tuvo 9 hijos; cinco de ellos murieron
prematuramente. El clima familiar era de una bondad y un amor permanente. Todos los
miembros de la familia Pujadas se profesaban un amor entrañable entre ellos.

En aquel paraje idílico en un ambiente familiar y social tan favorable fue bautizado nuestro
hombre el 22 de agosto siguiente a su nacimiento y en 1922 recibió su primera comunión.

En 1927, a los doce años, sintió y decidió su vocación sacerdotal y entra al seminario de
Gerona.

Poco le duraría la placidez y la bonanza. A partir de la entrada al seminario la historia del


país comenzaba a acelerarse. Ingresa al seminario Francés de Perpiñán por sugerencia
del Obispo y del Dr. Cartañá, obispo de Gerona y pasa en Francia cuatro años de su vida
de 1932 a 1936, hasta que se alistó en el servicio militar. Fue destinado al cuartel de
Tarragona desde donde huyó intentando pasar la frontera. Al finalizar la guerra civil, se
reincorporó al seminario de Gerona.

Sus compañeros de seminario y amigos lo veían progresar de una manera generalizada en


diversos campos del conocimiento, no solamente los temas religiosos. La cultura general,
la historia, la pedagogía, la sicología, las ciencias, que seguía con atención en todas sus
manifestaciones y por supuesto la teología y la liturgia, eran objeto de su atención.

El Padre no se cansaba de repetir “Que bonito es hacer el ridículo por Cristo”.

El 17 de Noviembre de 1940, recibió en la catedral de Gerona, por manos del obispo


Cartañá el subdiaconado, el diaconado el 26 de diciembre y es ordenado sacerdote el 16
de febrero de 1941. Celebra la primera misa en el Santuario de la Misericordia de Canet el
23 de febrero de aquel mismo año.

El P. Pujadas, siempre seguía el pensamiento y las directrices de la Iglesia Pero también


era un inquieto por las ideas que podían representar progreso o enriquecimiento espiritual.
Tenía un gran apasionamiento por aprender las novedades eclesiales y por enriquecer y
mejorar a las personas.
Pero la demostración mayor de la intelectualidad del Padre Pujadas y de su ánimo
sacerdotal fue el Concilio Vaticano II. Él estaba preparado para el gran acontecimiento, era
un abanderado del movimiento ecuménico, conocía perfectamente la doctrina mística del
movimiento seglar.

VIDA PARROQUIAL

Fue nombrado Vicario de Llers (Gerona) hasta el 29 de julio de 1941. De Llers pasó también
como vicario a Arenys de Mar. Allí funda la Acción Católica que después de cincuenta años
todavía produce sus frutos. La Acción Católica de Arenys fue un movimiento notable en la
seglaridad de la diócesis de Gerona en aquellos tiempos.

El día 20 de abril de 1944 fue nombrado cura/párroco de Vilabertrán. La pastoral en aquella


población es recordada por todos. La Abadía de Vilabertrán fue iniciada en el año de 1080.
Fue consagrada el 11 de noviembre de 1100. Al extremo norte está la capilla funeraria, obra
del siglo XIV. La ornamentación muy sobria, es de tipo floral. La abadía propiamente dicha
es considerada como uno de los muchos ejemplos de arquitectura civil del siglo XV en
Cataluña. Sin dejar estas responsabilidades, fue nombrado asesor de la acción católica en
Figueras, además de servir de capellán, de las Madres Escolapias y ejercer como profesor
en el instituto de la ciudad, actividad que prosiguió hasta su ingreso en la casa Misión de
Bañolas, en 1956

CURSILLOS DE CRISTIANDAD

Inicio los cursillos de Cristiandad en la Diócesis de Gerona. El padre Pujadas tenía cierta
formación francesa, él quería, con la experiencia que había adquirido, fundar los Cursillos
de Cristiandad en Francia. El creía que la experiencia demostrada de la eficacia del
movimiento, en la profundidad cultural de los franceses podría representar un aporte valioso
para la Iglesia. Fue precisamente esta actividad en Cursillos la que hizo que por primera
vez viajara a Colombia.

LOS ENCUENTROS DE PROMOCIÓN JUVENIL

Eran los comienzos del año 1960, cuando nuestra juventud insatisfecha por la situación
política y los cambios sicológicos, políticos y culturales, se aferraba a cualquier esquema
que los motivara. Las universidades impregnaban de ideas marxistas a nuestros
estudiantes, en una especie de oasis ideológico para superar el sopor del momento.

Los Encuentros de Promoción Juvenil son la obra más querida del P. Pujadas. Él fue su
fundador principal. Mientras él trabajaba en los cursillos de cristiandad se daba cuenta de
la preocupación de muchos padres por el distanciamiento de sus hijos en la práctica
religiosa.

Siguiendo los consejos de Pablo VI y acorde a la acción prioritaria por la juventud de los
Obispos latinoamericanos, reunidos en Medellín y en colaboración con otros sacerdotes y
laicos, en 1968, comenzó en Colombia el Movimiento Encuentros de Promoción Juvenil,
que luego se extendió por Centro América, por lo que el Padre Pujadas permaneció largas
temporadas en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Pasó a Costa
Rica donde trabajó como director arquidiocesano de Pastoral Orgánica de Juventudes y
Encuentros de Promoción Juvenil de la arquidiócesis de San José, hasta que en 1972, viajó
y permaneció 2 años en Los Ángeles (Estados Unidos), dedicándose a los Encuentros y
Cursillos. En 1974, regresó a Barcelona, reclamado por su Obispo, el Cardenal Narcís,
Juvany, donde inició y dirigió los Encuentros de Promoción Juvenil, alternando esta
actividad con la coordinación y dirección a nivel Internacional del Movimiento, que llevó a
otras naciones (Italia, Alemania, Venezuela, Santo Domingo).

La experiencia vivencial de la fe, en lo profundo del corazón, es indispensable, dice el


Cardenal Juvany refiriéndose a los Encuentros. La personalización de una experiencia de
la fe conduce a que todo el mundo participe de la nueva vida.

El carisma propio de los Encuentros y de su fundador es promover al joven para que


descubra su vocación integral dentro del plan de Dios, lo acepte como una experiencia de
fe, lo potencie al máximo y lo realice en todos sus valores, desde el marco de grupos o
comunidades cristianas juveniles de evangelización.

Siempre y cuando se sigan los pensamientos del P. Pujadas, se pretende un triple


encuentro

 Que el joven descubra su vocación dentro del plan de Dios, su propia identidad, sus
posibilidades y limitaciones, que en definitiva es encontrarse a sí mismo.

 Ayuda a hacer del hombre un ser social cristiano, capaz de vivir en comunidad, dando
importancia al amor, al servicio a los demás y a la propia realización cumpliendo la
vocación cristiana.

 Reafirma el compromiso bautismal, exigencia de la fe adulta, opción del Dios único.

Un punto fundamental de los Encuentros es que los jóvenes sigan el apostolado de los
propios jóvenes. Este es otro aspecto de la confianza depositada en los seglares.

El 22 de Septiembre de 1984, pocos días después de su regreso del V Encuentro


Internacional de los Encuentros de Promoción Juvenil, celebrado en Lima, Perú, sufrió un
grave quebranto de salud, del que no se recuperaría. Su ánimo no recae, su conciencia de
“ser un grano de trigo” y su experiencia del gran don de la amistad, le hacen conseguir
nuevos proyectos e ilusiones.

El segundo domingo de Adviento, 9 de diciembre de 1984 a las dos y cuarto de la tarde,


nos dejó su ánimo, su ilusión y su espíritu; y comenzó a vivir su quinto día. Es por esta
razón que se celebra en esta fecha en los países donde existe el Movimiento de Encuentros
de Promoción Juvenil, el día Internacional del Emproísta.

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