Textos Sobre Soberania
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ANEXO II
Documento 01
Por su parte Licinio, pocos días después de la batalla, tras hacerse cargo y
entró en Nicomedia. Allí dio gracias a Dios con cuya ayuda había logrado
cónsules por tercera vez, mandó dar a conocer una carta dirigida al
siguiente:
con los restantes asuntos que veíamos merecían nuestra primera atención
quiera, de tal modo que toda clase divinidad que habite la morada celeste
nos sea propicia a nosotros y a todos los que están bajo nuestra
autoridad.
que a nadie le, sea negada la facultad de seguir libremente la religión que
ha escogido para su espíritu, sea la cristiana o cualquier otra que crea más
molestia.
Así pues, hemos creído nuestro deber dar a conocer claramente estas
además, por lo que se refiere a los cristianos, hemos decidido que les
los cristianos no tengan que pagar por ellos ningún dinero de ninguna
los que los han comprado o los recibieron como donación reclaman alguna
como consta que los cristianos poseían no solamente los locales donde se
también para estos casos lo expuesto más arriba, de que los que hayan
de nuestra benevolencia.
más pronto posible y para que también en esto nuestra clemencia vele por
todas partes para que todos la conozcan y nadie pueda ignorar las
Queremos que todas las gentes que estén sometidas a nuestra clemencia
sigan la religión que el divino apóstol Pedro predicó a los romanos y que,
del apóstol, religión que siguen también el papa Dámaso y Pedro, obispo
la Trinidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios y tres personas
Ordenamos que, de acuerdo con esta ley, todas las gentes abracen el
cuanto que tiene que rendir cuentas también ante el divino juez de los
disposición divina, obedecen tus leyes para que no parezca que ni siquiera
en las cosas materiales en las cosas materiales se oponen a las leyes, ¿de
los corazones de los fieles les estén sometidos, ¿cuánto más se debe
Vers. 19). ¿Ha sucumbido la religión a las novedades, por grandes que
cosas que les están prohibidas. No les permitas alcanzarlas, sino que
LA «DONACIÓN DE CONSTANTINO»
fin del mundo reinarán en la sede de san Pedro, nuestro palacio imperial
de nuestro poder.
modo.
con lino muy blanco (de pelo de cabra blanco), ordenamos que de este
mismo modo los lleven también los sacerdotes, a fin de que las cosas
oro sobre la corona del sacerdocio, que lleva para gloria de san Pedro, con
nuestras manos hemos colocado sobre su santa cabeza una tiara brillante
san Pedro sostenemos la brida del caballo cumpliendo así para él el oficio
nuestro Imperio.
con una dignidad y gloria mayores que las del Imperio terrenal,
óptimo, una ciudad con nuestro nombre Y establecer allí nuestra gobierno,
religión cristiana.
Por tanto, ante la presencia del Dios vivo que nos ordeno gobernar y
pluma suele sacar a la luz los secretos del amor de mi corazón v trata
que os ha sido dado por Dios y del progreso de la santa Iglesia de Cristo,
corrientes sino también de los más nobles y altos, cosa la más terrible de
todas.
sabe en todas partes. Viene en tercer lugar la dignidad real que nuestro
las sobrepasa.
podrá haber allí donde no se encuentra nada de estas tres cosas? Pues si
obrado.
manera hay que omitir el cuidado de la cabeza. Pues es menos grave que
estén enfermos los pies a que lo esté la cabeza. Así pues hágase la paz
Pues hay que retener lo que se posee para que no por la adquisición de
algo menor se pierda algo más importante. Guárdese la oveja propia para
sus actuaciones fueron separadas por Cristo, de modo que los reyes
debe parecer que preside los asuntos divinos el que está implicado en los
asuntos temporales.
reyes son consagrados en su poder real por los pontífices y los pontífices
sacerdotes es más pesada que la de los reyes pues deben dar cuenta ante
puesto que este trabajo les ha sido impuesto para honor, defensa y
los reyes.
cabeza la diadema, ponían en sus manos las leyes para que aprendiesen
incienso, que era función propia de los sacerdotes y no del rey, por esto
fue atacado por la lepra, expulsado del templo por los sacerdotes y
exaltación del poder mundano y especialmente del imperial v real más allá
todo bajo el sol tiene sus vicisitudes, unas veces prósperas otras
veces el poder secular por encima del sacerdotal como el sol la luna,
poniéndolos otras veces juntos como dos soles, o por fin otras veces -
su padre.
efecto de su adulación al intentar ser estimado por los hombres más allá
de lo que era y parecía, incurre en dos herejías porque como Arrio con su
por Dios y sus fieles como otro Jasón, muere fuera de su patria, prófugo y
errante.
hacer ningún caso a tales personas, porque "Del señor que escucha la
palabra mentirosa, todos sus ministros son impíos" (Prov. 29, 12). Y de
real de una manera útil e intachable, puede decir que, en nuestra época,
otro. Se sigue de esto que, del mismo modo que el alma es más excelsa
para que todas las cosas guarden su debido orden y no exista confusión,
cuerpo y dirigirlos a donde deban ir; porque así como los reyes deben
seguir a los clérigos, así también el pueblo laico debe seguir a sus reyes
para bien de la Iglesia y del país. Y de este modo el pueblo dele ser
enseñado por uno y otro poder, por uno y otro debe ser también
decirles de este modo: El pueblo debe ser enseñado pero no hay que
acerca de los reyes y príncipes del siglo dice lo siguiente: "Los príncipes
del siglo ocupan algunas veces el escalón más alto del poder dentro le la
se beneficia del reino terrenal porque los que dentro de la Iglesia actúan
poder del príncipe la impone a los rebeldes. Así pues que sepan los
príncipes del siglo que deben velar por la Iglesia que Cristo les ha
de los laicos.
Espíritu Santo, que la elección de los clérigos se haga por decisión del
Pues tal como se lleva esto a cabo, es el poder civil el primero en elegir y
¿Pues qué. tienen que ver los laicos con la distribución de los
pueblo al que deben atraer hagan blando el duro y difícil camino del bien
después de una ordenación de tal clase, ¿qué juicio libre acerca de tales
hace acaso por el hecho de haberle sido dado por un laico? Pero el
entrar sin duda alguna en el reino de los cielos ya que, salvo por el agua
del bautismo nadie puede entrar. De donde se deduce que toda unción
episcopal se les concede sólo por medio del anillo y del báculo, sin cuyos
símbolos y autoridad no son obispos, ya que consta que sin una unción
pastoral.
la primera venta; sea para lo que fuere, lo cierto es que es para encubrir
costumbre, hacer tal cosa, sino que también ahora, en nuestros tiempos,
es algo corriente, como se sabe. ¿Es qué acaso no es verdad que los
príncipes del siglo vendieron y venden las cosas de la Iglesia bajo el falso
episcopal?
eclesiástica, para que los males, si surgen, no, prevalezcan. De aquí que,
asocien al resto del clero y del pueblo para proceder a la nueva elección,
infiltrarse.
elección del futuro pontífice y todos los demás les sigan. Y este orden de
apostólica.
la reverencia hacia nuestro querido hijo, Enrique, que es ahora rey y que
apostólica.
que hiciera imposible en la Urbe una elección justa, genuina y libre, los
Sientan sobre sí la ira del Omnipotente (del Padre, del Hijo, y del
universal.
varios pobres.
9. Que todos los príncipes deben besar los pies sólo al papa.
sede.
15. Que aquel que haya sido ordenado por él puede ser jefe de otra
16. Que ningún sínodo puede ser llamado general si no está convocado
por él.
autorización.
18. Que nadie puede revocar su palabra y que sólo él puede hacerlo.
su orden y permiso.
Iglesia romana.
monarca inicuo.
has nutrido desde la niñez y hasta este día me has librado de la mano de
hermano tuyo entre todos los santos – de que tu santa Iglesia romana me
terminar mi vida yendo de un lado para otro, antes que arrebatar tu lugar
por medios seculares por amor de la gloria terrena. Por esto, por tu gracia
y no por mis méritos, creo que has querido y quieres que este pueblo
otorgado, para que las gentes sepan y ven que tú eres Pedro y que sobre
esta piedra el hijo de Dios vivo edificó su Iglesia y las puertas del infierno
Algunos Príncipes han utilizado sobre todo esta objeción, diciendo que el
haber sido citada y por lo tanto no debió ser juzgada como rebelde.
que les pertenece por derecho y por la antigua costumbre, y sobre todo,
porque tal derecho y potestad les vino a ellos de la sede apostólica, la cual
pertenecía a aquel que, debe imponer las manos. ¿Pues acaso, si los
la del rey para obtener el Imperio, no tanto por los esfuerzos de los
por nos, y que no resistan ponerse al lado del rey (...). Pues, los
mismo contra la sede apostólica y otras iglesias. Además, fue anudado por
total excusa, decir que aquel juramento fue ilícito, pues no debía de haber
preguntado, antes que ir contra él por temeridad propia. (...) Pues nadie
con mente sana ignora que nos pertenece juzgar si tal juramento es lícito
(...)
obstáculo el juramento que por razón del reino le hiciste, puesto que tal
el Imperio.
CONTRA FEDERICO II
de atar y desatar no sólo a quien sea sino también lo que sea (...). El
puesto que no hay poder constituido por Dios fuera de ella (...).
la tierra para las cosas temporales, por la otra en el cielo para las cosas
espirituales.
hay salvación ni perdón de los pecados, como quiera que el Esposo clama
Cristo, Dios. En ella hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo (Ef.
4, 5). Una sola, en efecto, fue el Arca de Noé en tiempo del diluvio, la cual
21, 21). Oró, en efecto, juntamente por su alma, es decir, por sí mismo,
Iglesia. Esta es aquella túnica del Señor, inconsútil (Jn. 19, 23) que no fue
rasgada, sino que se echó a suertes. La Iglesia, pues, que es una y única,
Señor al mismo Pedro: Apacienta mis ovejas (Jn. 21, 17). Mis ovejas,
entiende que se las encomendó a todas. Si, pues, los griegos u otros dicen
confiesen no ser de las ovejas de Cristo, puesto que dice el Señor en Juan
Una por mano del sacerdote, otra por mano del rey y de los soldados, si
mas si la suprema, por Dios solo, no por el hombre, podrá ser juzgada.
confirmada en Aquel mismo a quien confesó, y por ello fue piedra, cuando
el Señor al mismo Pedro: Cuanto ligares, etc. (Mt. 16, 19). Quien quiera,
pues, resista a este poder así ordenado por Dios, a la ordenación de Dios
resiste (Rom. 13,2) a no ser que, como Maniqueo, imagine que hay dos
que “en los principios”, sino que en el principio creó Dios el Cielo y la