Filosofia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

Unidad

nidad 2
Los orígenes de la filosofía griega

2.1 El primer afán de buscar. La época prefilosófica


2.2 El origen de todo
2.3 Un giro hacia la vida práctica. Los sofistas

¿Te has preguntado?


• ¿Cómo se originó todo lo que existe y por qué las cosas son como son?
• ¿Es posible que la realidad tenga por origen un solo principio o varios?
• ¿Cuál sería el principio o los principios desde los que se originó lo que existe y
cuáles son la naturaleza y las características de ese o esos principios?
RECUERDA QUE...
• La filosofía presocrática buscaba los fundamentos últimos de todo cuanto
existe.
• La filosofía como disciplina se caracteriza por ser una búsqueda racional,
sistemática y universal.

NO FUE FÁCIL
¿Nunca has sentido la curiosidad de saber cómo es que comenzó todo: el mundo, el
tiempo, la historia? Seguro que sí, y seguramente también elegiste alguna de las mu-
chas respuestas de las que podemos disponer: que el mundo se origina en Dios, que
ha surgido de un gran estallido de materia, que el tiempo es algo relativo, que la his-
toria sólo es historia del hombre, etcétera. Pero trata por un momento de preguntarte
cómo es que todo lo que existe comenzó a ser, y de responder sin recurrir a ninguna
de las teorías mencionadas. ¿Verdad que no es tan fácil?
Así, sin una idea preconcebida como las muchas que podemos tener hoy, los
primeros griegos se preguntaron cuál era el origen del mundo. Y para responder
esa pregunta utilizaron los instrumentos básicos con los que cuenta cualquier ser
humano: su capacidad para reflexionar, contar historias y observar el mundo.

Para reflexionar
Forma equipo con tus compañeros y juntos traten de formular una explicación para el origen de todas las cosas. Recuerda
que deben hacerlo como los antiguos griegos, así que por el momento no pueden aplicar explicaciones religiosas o sus
conocimientos de geografía, astronomía y ciencias. Intenten buscar una explicación no sólo para el origen del mundo o del
Universo, sino de todo lo que existe como conjunto. Y traten de utilizar su imaginación y su capacidad de abstracción tanto
como sea posible. Compartan su explicación con el profesor y el resto del grupo. Después de escuchar a todos los equipos,
discutan lo siguiente:

1. ¿Fue difícil dar una explicación sin apoyarte en conocimientos previos?


2. ¿Las explicaciones de los demás compañeros tuvieron algo en común con la de tu equipo?
3. De ser así, ¿qué fue lo que tuvieron en común?
4. ¿Crees que la imaginación, la creatividad y el razonamiento fueron importantes para realizar este ejercicio?

PRESENTACIÓN DEL TEMA


2.1 El primer afán de buscar. La época prefilosófica
Los primeros hombres que filosofaron en Grecia se enfrentaron a la necesidad de
explicar el origen de todo cuanto existe. Pero no intentaron explicar las cosas de ma-
nera individual, como lo hacemos hoy. Es decir, no buscaron explicar el origen del
mundo, por un lado, y el origen de los árboles, de la noche y el día, de los animales,
o de las estrellas, por otro; lo que querían era explicar cómo es que todo existe. Y lo
verdaderamente importante de esto es la manera en que se lo preguntaron, porque
su pregunta era muy distinta de las que hoy se hacen, lo mismo en la filosofía que en
la ciencia. Ellos se preguntaron por el principio de las cosas, por lo que sustenta la
existencia de todo lo que es en el mundo.
2.1 • El primer afán de buscar. La época prefilosófica 19

Como ya te habrás dado cuenta, preguntarte por el origen de lo que es no es


lo mismo que preguntarte por el origen del mundo, aunque sean temas parecidos.
Mundo es en realidad un concepto muy elaborado, que distingue una parte de la rea-
lidad que vemos y le da una cierta forma. Así, cuando hoy piensas en mundo, piensas
en la Tierra y en toda una serie de ideas asociadas con ella; que es redonda y azul, que
está en el espacio, etc. Pero la pregunta que inquiría por lo que es, que hoy puede pa-
recernos complicada, en el fondo era de lo más simple, ya que veía la realidad como
una sola cosa: ¿De dónde viene todo esto que veo y que digo que existe?
Incluso el desarrollo de una idea tan básica, como llamar existente a aquello que
aparece ante nuestros ojos, no surgió de la noche a la mañana. Tuvieron que pasar
siglos para que el pensamiento humano pudiera rebasar la mera percepción del mun-
do y alcanzara un nivel básico de abstracción que permitiera describirlo como algo
que aparece ante nosotros, como algo que es. Así, las primeras respuestas, más que
conceptos, fueron historias y narraciones. Quizás al trabajar con tu grupo a alguien
se le ocurrió que para explicar lo que existe había que contar una historia: que tal vez
un gran mago controlaba el Universo y lo hacía ser como era, o que todo se trataba de
un efecto computarizado y nosotros éramos parte de una ilusión digital. Pues bien,
si tus compañeros o tú respondieron con historias similares, no estaban muy lejos de
lo que hicieron los precursores de la filosofía.
Los relatos míticos son obras que, a pesar de sus características poéticas y fantásti-
cas, expresan pensamientos e ideas que corresponden a preocupaciones reales. Piensa
en cualquier mito que conozcas y podrás darte cuenta de que, aunque hablen de cria-
turas, personajes y lugares que jamás se han visto, esos relatos intentan explicar algo,
responder a alguna pregunta, por ejemplo, por qué estamos aquí, por qué hay hombres
malvados, por qué hay relámpagos en el cielo. En ese sentido, debemos entender al
mito como una forma de reflexión primigenia sobre ciertos temas. Y precisamente por
ello los mitos servirán para expresar una cierta forma de comprender la realidad.
En Grecia, lugar donde históricamente se ubica el nacimiento de la filosofía, las
primeras expresiones del cuestionamiento, la incertidumbre y el deseo de saber se
manifestaron de manera especial en la poesía, que es la forma primaria de expresión
de los relatos míticos. Homero y Hesíodo, los poetas más importantes de la Anti-
güedad, nos transmitieron los principales mitos antiguos y las primeras formas de
reflexión, a las que llamamos prefilosóficas.

2.1.1 HOMERO
De Homero se dice que vivió en el siglo ix a.C., y se le recuerda hasta nuestros días
porque se le considera el autor de la Ilíada y la Odisea, los poemas épicos que han
perdurado hasta la actualidad. Ninguna de las dos obras es precisamente un tratado
de filosofía; no plantean hipótesis ni desarrollan argumentos, tampoco expresan con-
clusiones. En vez de ello, sus versos narran hazañas fabulosas: batallas entre valientes
héroes con habilidades prodigiosas, discusiones y contiendas entre dioses, y viajes
por tierras de cíclopes y sirenas. Entonces, ¿por qué las consideramos antecedentes
de la filosofía?
Los personajes de los poemas homéricos no sólo combaten, conocen a seres
fantásticos o hacen gala de sus extraordinarios poderes. También se preocupan
por sus vidas, dudan sobre cuál será el verdadero modo de ser de los dioses y se
preguntan si son libres de actuar o si hay alguna voluntad suprema que guíe sus
20 UNIDAD 2 • Los orígenes de la filosofía griega

destinos. En otras palabras, reflejan la vida de los hombres y sus inquietudes más
fundamentales, a partir de las cuales se formarán, con el tiempo, las preguntas
esenciales de la filosofía.

2.1.2 HESÍODO
Debido al tipo de sociedad y vida cotidiana que describe en sus obras, es muy probable
que el poeta Hesíodo viviera en la segunda mitad del siglo xiii. En sus textos ya no encon-

Espacio de lectura

El odre de los vientos


Arribamos a Eolia, la isla donde tiene su sede un varón de los dioses querido, el Hipótada Eolo […] A esta villa y hermosos
palacios llegamos nosotros y hospedónos allí todo un mes; preguntó largamente por Ilión, por las naves aqueas, la vuelta
de Troya, y fielmente le fui contestando yo a todo, mas luego le pedí que me dejara partir y ayudara mi vuelta a la patria y él
nada rehusó, me otorgó toda ayuda: desollando un gran buey que cumplía nueve yerbas, un odre fabricó con su piel y en su
seno apresó las carreras de los vientos mugientes, que todos los puso a su cargo el Cronión para hacerlos cesar o moverse
a su gusto. Con un hilo brillante de plata reatólo ya dentro del bajel, porque no escapara ni el aura más tenue; sólo al céfiro
fuera dejó que soplase ayudando a mi flota y mi gente en la ruta. ¡No había de cumplirse! La locura de aquellos amigos nos
trajo la muerte.
Navegamos así noche y día por nueve jornadas, era ya la decena. Asomaron los campos paternos y alcanzamos a ver
las hogueras que en ellos hacían, pero entonces a mí me tomó dulce sueño, cansado de regir sin cesar las escotas. Me
había resistido a dejarlas a otro en mi afán por llegar a la patria y a ese tiempo entre sí platicaban mis hombres. Decían que
en el barco llevaba yo a casa oro y plata, regalo del magnánimo Hipótada Eolo; y alguno entre ellos murmuró de este modo,
mirando al que estaba a su lado:
“¡Desdichado de mí! ¡Lo que quieren y aprecian a éste cuantos hombres encuentra al llegar a ciudades y tierras! Mil
alhajas preciosas sin duda trae ya desde Troya del botín, y a nosotros, que hicimos su misma jornada, a la patria nos toca
volver con las manos vacías. Por remate ahora Eolo, en su amor, le ha entregado estas prendas; pero, ¡ea!, miremos
aprisa lo que hay aquí dentro y sepamos el oro y la plata que guarda el odre”.
Tal decían. El mal parecer acabó de imponerse: desataron el odre, en tropel se escaparon los vientos y su furia arrastrónos de
nuevo a la mar, ya a la vista de la patria, sumidos en llanto. Despierto yo entonces meditaba en mi mente sin tacha si habría
de arrojarme de la nave a morir en el agua o mejor me estaría aguantar en silencio y seguir en la grey de los vivos. Y sufrí y
resistí y, envolviéndome todo en mi manto, me acosté en el bajel. La borrasca llevaba las naves otra vez a la isla de Eolia;
mis gentes gemían.
Arribando salimos a tierra e hicimos la aguada y almorzaron mis hombres en torno a
las naves ligeras. Cuando ya de comer y beber estuvimos saciados, un marino conmigo
tomé y un heraldo y me puse en camino a las ínclitas casas de Eolo; encontréle de festín
con sus hijos y esposa y, no osando nosotros traspasar el umbral, nos sentamos al pie de
los quicios.
Admiráronse todos al vernos y al fin preguntaron: “¿Por qué vuelves, Ulises? En ver-
dad que de todo te dimos a fin de que fueras a tu patria, a tu propia morada, a cualquier
otro sitio que quisieses”. Tal fue su razón y angustiado repuse: “Me han perdido mis
malos amigos y el sueño funesto, mas sacadme vosotros con bien, pues está en vuestra
mano”.
Tal les dije queriendo ganarlos con dulces palabras y guardaron silencio. Rompiólo
por último el padre: “¡Deja al punto la isla, infeliz entre todos los vivos! No es mi ley acoger
ni ayudar en su ruta a hombre alguno que aborrezcan los dioses de vida dichosa. Sal
luego, que en verdad has llegado hasta aquí de los dioses maldito”.
Homero. Odisea. Canto X.
2.1 • El primer afán de buscar. La época prefilosófica 21

Para reflexionar
Después de leer el fragmento de la Odisea responde a las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo son los dioses, según el relato, y cómo es su relación con los hombres?
2. Con base en la actitud del dios Eolo ante la imprudencia de los marineros, ¿qué ideas te formarías del orden y la justicia?
3. ¿Crees que Ulises debería luchar contra la mala fortuna o que debería conformarse a la voluntad de los dioses?
Justifica tu respuesta.
4. ¿Qué problemas filosóficos podrías plantear a partir de este fragmento?

tramos las grandes aventuras épicas, ni las travesías maravillosas de la Ilíada y la Odisea,
pero en su lugar están los no menos asombrosos cuadros de las hazañas de los dioses en
La teogonía y las evocadoras descripciones de la vida cotidiana en Los trabajos y los días.
Los escritos de Hesíodo también nos transmiten la necesidad de proponer so-
luciones para cuestionamientos vitales: ¿Cómo surgió el mundo en el que vivimos?
¿Existen dioses que trazan nuestros destinos? ¿Cuál es el modo de vida más feliz para
los hombres? A través de mitos, fábulas e historias, Hesíodo nos conduce a pensar
en las posibles respuestas. Pero, en todo caso, lo más importante es el característico
afán de preguntar de la filosofía, que ya comienza a despertar en sus antecedentes
poéticos.
En el espacio de lectura del recuadro presentamos un fragmento de La teogonía,
un poema donde Hesíodo presenta una explicación mítica para el origen del mun-
do. Advierte que los diversos elementos naturales que intervienen en la generación
del mundo son considerados como divinidades, las cuales tienen personalidades y
emociones propias. Los dioses combaten o se aman, tienen deseos y anhelos, y es
así como engendran los mares, el cielo y las montañas. Esta “personalización” de la
naturaleza es característica de las explicaciones mitológicas.

Espacio de lectura

Cosmogonía
En primer lugar existió el Caos. Después Gea, la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la
nevada cumbre del Olimpo. [En el fondo de la tierra de anchos caminos existió el tenebroso Tártaro.] Por último Eros, el más
hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón
y la sensata voluntad en sus pechos.
Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche. De la Noche a su vez nacieron el Éter y el Día, a los que alumbró preñada
en contacto amoroso con Érebo.
Gea alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así
sede siempre segura para los felices dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que
habitan en los boscosos montes. Ella igualmente parió al estéril piélago de agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comercio.
Luego, acostada con Urano, alumbró a Océano de profundas corrientes […] Después de ellos nació el más joven, Cro-
nos, de mente retorcida, el más terrible de los hijos y se llenó de un intenso odio hacia su padre.
Hesíodo. Teogonía. 120-139.
22 UNIDAD 2 • Los orígenes de la filosofía griega

Para reflexionar
Responde con base en el fragmento de Hesíodo que leíste:

1. ¿Cómo se representa el origen de todo lo que existe?


2. ¿Por qué crees que lo primero que existe es el caos?
3. ¿En qué orden nacen el océano y el tiempo (Cronos)?
4. ¿Qué significa que el tiempo haya nacido después del mundo?

Algunas claves
Para poder entender por qué Homero y Hesíodo son artistas y pensadores prefilosó-
ficos debes volver a las definiciones de filosofía de la unidad 1, también debes tener
presentes los temas de la filosofía para identificar cuáles son los que están presentes
en su poesía y cómo.
Es muy importante que te fijes en que esos temas filosóficos no se exponen en
forma obvia. Para encontrarlos tienes que buscarlos porque no están expresados
ni como un problema, ni como el tema de un apartado. En muchos casos hay que
rastrear las cuestiones filosóficas en los motivos que llevan a que se cuenten esas
historias.
Advierte también que como el mito es una narración que cuenta una historia,
algo dentro de ella responde a la inquietud filosófica, explica algo. Y si te quieres
imaginar el mundo como lo veían los antiguos griegos, tendrás que comprender la
manera en que esas historias explican cómo está organizado el mundo.
Finalmente, es importante que pienses que las preguntas o preocupaciones a las
que se responde con estas historias son las que se convertirán en las inquietudes
filosóficas de los primeros filósofos griegos a los que llamamos presocráticos. Por esa
razón, debes atender a cómo va a cambiar, poco a poco, la forma en que se responden
esas preguntas.

CONCLUSIONES
Escribe un breve comentario sobre la forma en que podemos inspirarnos en los mitos
y la literatura para plantear o resolver un problema filosófico. Puedes tomar ejemplos
de los fragmentos de Homero y Hesíodo, o bien, de otras obras literarias o mitos que
conozcas.

2.2 El origen de todo


PIENSA Y COMENTA
• ¿Qué tipo de preguntas eran las que te hacías?
• ¿Por qué crees que cambiaron tu opinión sobre algo en lo que creías?
• ¿En qué medida tus preguntas tenían como base lo que observabas en el
mundo?
• ¿Cómo te ayudaron a encontrar una nueva explicación?
2.2 • El origen de todo 23

Para reflexionar
Si los mitos y las fábulas funcionaron como explicaciones de lo que existe, ¿por qué los
seres humanos tuvieron que buscar otra forma de respuesta? Para comprender esto con-
sidera la siguiente situación:
A todos nos han contado alguna vez una historia ficticia para explicarnos algo. Por
ejemplo, a muchos, de pequeños, nuestros padres nos contaron la historia de la cigüeña
para tratar de explicarnos cómo nacen los niños. Como ésta, hay muchas historias que
alguna vez nos contaron y creímos, pero poco a poco nos dimos cuenta de que eran
insuficientes para explicar lo que pretendían.
Piensa en una de estas historias, pero, sobre todo, trata de pensar en una de la que tú
mismo hayas concluido que era inverosímil. Procura fijarte en las preguntas que te hacían dudar de su veracidad y en cómo
fue que te las comenzaste a formular.

PRESENTACIÓN DEL TEMA


La historia de la filosofía puede considerarse como una historia de cómo los hombres
hemos modificado nuestra visión de las cosas, como si cambiáramos de ubicación y
entonces tuviéramos una perspectiva distinta de lo mismo. La inquietud que guiaba
a los poetas como Homero y Hesíodo es la misma que guiaría a los primeros filósofos
presocráticos. Sólo que éstos, al igual que tú, comenzaron a hacerse preguntas porque
sentían que los mitos y fábulas no daban una explicación satisfactoria de lo que les
preocupaba. Y no es que pensaran que lo que los mitos decían era falso —pasarían
muchos siglos antes de que eso sucediera—, sino que los mitos no resolvían las pre-
guntas que ellos se hacían. Saber qué dioses han nacido primero y de quién, y cómo
formaron las cosas que existen es una respuesta a un cierto tipo de pregunta, pero
saber cuál es el principio de todas las cosas exige otro tipo de respuesta.
Como tal vez tú lo hayas hecho, los filósofos dejaron de contentarse con la res-
puesta que daban los mitos para buscar una respuesta que coincidiera con lo que
observaban en el mundo. Entonces comenzaron a plantear que el fundamento de
todo lo que existe debía ser un elemento de lo que podían observar, sentir y tocar.
De hecho, y como veremos en seguida, los primeros filósofos pensaron que algún
elemento material de la naturaleza podría ser ese fundamento.
Así, a pesar de lo simple que suena, había ocurrido algo muy importante: la filoso-
fía había nacido como un camino en el que se avanza formulando nuevas preguntas,
que a su vez conducen a la aparición de nuevas respuestas. Y mucho antes de que
existiera la división del conocimiento que hoy conocemos en muchas disciplinas y
ciencias, comenzó a florecer la inquietud por saber, por conocer, por no conformarse
con lo que ya se sabía, que es el espíritu del filosofar.

2.2.1 LA ESCUELA DE MILETO: TALES, ANAXÍMENES Y ANAXIMANDRO


Mileto fue una antigua ciudad jonia, ubicada en la costa occidental de lo que hoy es
territorio turco. Fue ahí donde surgió una de las primeras escuelas filosóficas pro-
piamente dichas. A diferencia de los antiguos poetas, cuya labor primordial fue la
composición de obras bellas que preservaran la tradición mítica, los pensadores de
Mileto emprendieron investigaciones que apuntaban hacia fines muy claros y que se
orientaban por una pregunta bien definida: ¿Cuál es el arjé de todas las cosas?
24 UNIDAD 2 • Los orígenes de la filosofía griega

En filosofía es importante considerar las palabras con que se hacen las preguntas
porque revelan mucho más de lo que se cree. La palabra arjé significa al mismo tiem-
po principio y fundamento, pero también sustancia y materia. Esto quiere decir que
los filósofos de la escuela de Mileto buscaban algo que diera “origen” pero también
que fuera la base de todas las cosas que había en el mundo, y una materia de la que
todo estuviera compuesto.
Si entiendes bien la pregunta, notarás fácilmente por qué llegaron a ciertas res-
puestas. Se preguntaban por algo común, que estuviera primero y en todo. Pero,
además, que fuera una forma material o sustancial, identificable en todas y cada una
de las cosas. Por eso no debe extrañarnos que concluyeran que el arjé fuera un ele-
mento como el agua, el aire o el fuego.

Espacio de lectura
Los principales representantes de la escuela de Mileto fueron Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Ellos no escribieron libros
como los que hoy conocemos, pero sabemos de sus ideas gracias a los apuntes y comentarios que otros filósofos hicieron
de ellas. A continuación encontrarás algunos fragmentos que explican las tesis centrales de los filósofos de Mileto. Lee con
atención y trata de identificar la respuesta de cada filósofo a la pregunta por el origen del mundo.

Fragmento sobre Tales de Mileto


85 Aristóteles, Met. A 3, 983b6. La mayoría de los primeros filósofos creyeron tan sólo principios a aquellos que se dan bajo
la forma de la materia; pues afirman que el elemento y principio primero de todas las cosas es aquel a partir del cual todas
las cosas existen y llegan por primera vez al ser, y en el que terminan por convertirse en su corrupción, subsistiendo la sus-
tancia pero cambiando en sus accidentes; porque tal naturaleza se conserva siempre…, pues es necesario que haya alguna
sustancia natural, una o múltiple, de la que nazcan las demás, mientras ésta se conserva. Respecto al número y la forma
de tal principio no todos están de acuerdo, sino que Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua (por lo que
manifestó que también la tierra está sobre el agua), tomando, tal vez, dicha suposición de la observación de que el alimento
de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste (el principio de todas las cosas es aquello
de donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda;
y el agua es principio natural de las cosas húmedas.

Fragmento sobre Anaximandro de Mileto


A. Simplicio, Fís. 24, 13; DK 12 a 9. De entre los que dicen que es uno, moviente e infinito, Anaximandro, hijo de Praxiades,
un milesio, sucesor y discípulo de Tales, dijo que el principio y elemento de las cosas existentes era el ápeiron [indefinido o
infinito], habiendo sido el primero en introducir este nombre de principio material.
Dice que éste no es ni el agua ni ninguno de los llamados elementos, sino alguna otra naturaleza ápeiron de la que nacen
los cielos todos y los mundos dentro de ellos.
De ellos les viene el nacimiento a las cosas existentes y en ellos se convierten, al perecer, “según la necesidad”; “pues
se pagan mutuamente pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo”, describiéndolo así en términos
bastante poéticos.

Fragmentos sobre Anaxímenes de Mileto


140. Teofrasto, ap. Simplicio Fís . 24, 26. Anaxímenes de Mileto, hijo de Eurístrato, compañero de Anaximandro, dice, como
éste, que la naturaleza sustante es una e infinita, mas no indefinida, como él, sino definida, y la llama aire; se distingue en su
naturaleza sustancial por rarefacción y condensación. Al hacerse más sutil se convierte en fuego y en viento, si se densifica
más, a continuación en nube; si se condensa más se convierte en agua, luego en tierra, después en piedras y el resto de los
seres surgen de estas sustancias. Hace también eterno al movimiento, por cuyo medio nace también el cambio.
141. Hipólito, Ref. I 7, 1. Anaxímenes dijo que el primer principio era aire infinito, del cual nacen las cosas que están llegando
al ser, las ya existentes y las futuras, los dioses y las cosas divinas; las demás nacen de sus productos (de él). La forma del aire
es la siguiente; cuando es muy igual es invisible a la vista, pero se manifiesta por lo caliente, lo húmedo y el movimiento…
2.2 • El origen de todo 25

CONCLUSIONES
Con la guía de tu profesor comenta en clase las siguientes preguntas:
1. ¿Qué diferencias encuentras entre las explicaciones de la escuela de Mileto y la
forma en que Homero y Hesíodo describen el mundo?
2. ¿Qué significa decir que el principio de todas las cosas es el agua o el aire? O
¿cómo es que el agua y el aire pueden ser fundamentos?
3. ¿Por qué consideras que Anaximandro no quiso apoyarse en los elementos
naturales y, en vez de ello, habló de un principio indefinido? ¿Crees que exista
una ventaja en este tipo de explicación frente a las otras?
Ahora, y con base en las respuestas que se desarrollaron en clase, completa el siguien-
te cuadro:

Principio fundamental En qué sentido es Consecuencias


principio derivables de la teoría
Tales

Anaximandro

Anaxímenes

2.2.2 HERÁCLITO Y PARMÉNIDES. ¿LA PERMANENCIA O EL CAMBIO?


PREGUNTAS FUNDAMENTALES
• ¿El fundamento y origen del mundo y la materia puede ser algo mundano
y material o tendría que ser algo distinto?
• Y si la arjé de lo material no debe ser materia, entonces, ¿qué otra cosa
podría ser?

PRESENTACIÓN DEL TEMA


Has visto ya cómo un simple cambio de mirada, es decir, una forma diferente de ver
un problema y formular una pregunta conduce a obtener nuevas respuestas para las
mismas inquietudes. Viste también cómo la manera y las palabras que se eligen para
formular la pregunta definen en parte cómo se llegará a la respuesta. Así, es fácil com-
prender por qué fue lógico pensar que el agua o el aire, sin los cuales nada nacería ni
crecería, fueran las primeras respuestas. Pero, ¿por qué hablar de lo indefinido?

También podría gustarte