Cultivo de Arboles Exoticos PDF
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T E M A D E P O R TA D A
Editorial
¿Cultivar árboles foráneos en Costa Rica? 3
Olman Murillo
Desmitificación del debate entre especies 4
exóticas y nativas
Ronnie de Camino
¿Especies nativas o exóticas? Ése es el dilema 7
Quírico Jiménez
Cultivo de árboles en Costa Rica: ¡nativos y exóticos! 9
Eladio Chaves
Especies nativas en contraste con introducidas 12
Eugenio González
Las nativas ya merecen mayor impluso 14
Juan Figuerola
Nativos y exóticos, pero conservando la biodiversidad 16
Óscar Sánchez
Uso de especies en la reforestación en Costa Rica 18
Guillermo Navarro y Miroslava Morán
Nativas o exóticas según pertinencia eonómica 20
O T R O S T E M A S
Creado el Refugio Nacional de Vida Silvestre Maquenque 23
Gisselle Monge y Olivier Chassot
EN JULIO
Expansión de la piña en Caribe norte. U.S.
FISH & WILDLIFE
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bosques naturales, son formas correctas de repoblación ma especie y edad sembrados a determinada distancia).
forestal que fueron concebidas con otro tipo de objeti- Por lo tanto, toda plantación forestal se realiza en un
vos, no con el fin último de producción de madera de ambiente exótico para esa especie. Es claro, entonces,
alta calidad, de manera eficiente, de grandes volúme- que la discusión sobre plantaciones con especies exóti-
nes, etcétera. cas y nativas, bajo esta perspectiva científica, pierde ab-
solutamente toda base.
esde el punto de vista científico, una especie exóti- Hay varias condiciones que favorecen el cultivo de
D ca es la especie plantada fuera de su ámbito de dis-
tribución natural. Es decir, el pochote (Bombacopsis qui-
especies exóticas. Quizás la de mayor importancia sea el
tamaño del mercado internacional y el precio de sus
nata) ocurre en el Pacífico seco y central del país, pero maderas. Para lograr incorporar a ese mercado la made-
es una especie exótica si se le planta en la zona norte de ra de una especie local, es necesario el trabajo discipli-
Costa Rica. De la misma manera, aquellas especies con nado de investigación y desarrollo durante no menos de
una amplia distribución natural, sobre ambientes mar- 20-30 años. Segunda condición es la existencia de todo
cadamente diferentes (suelos, pisos altitudinales, latitu- un paquete tecnológico disponible para la especie exó-
des), logran conformar la existencia de poblaciones tica, con el cual es muchas veces posible conseguir in-
(procedencias) con diferencias genéticas y de adaptabi- formación, resultados de investigaciones, experiencias a
lidad que podrían ser a veces mucho más marcadas que escala comercial, semilla mejorada en muchos casos y
entre dos especies cercanas. Por ejemplo, si plantamos en volúmenes comerciales, etcétera. Tercera condición
cebo (Vochysia guatemalensis) en la zona norte del país es satisfacer los requerimientos de los capitales de in-
con semilla recolectada en la zona sur, será una proce- versión en madera, que en estos momentos requieren
dencia exótica a pesar de que la especie ocurre en for- de resultados, de experiencia, de seguridad de inversión
ma natural en ambas zonas del país. en un cultivo que tiene un plazo de 15 a 20 años. Para
Si se sigue el principio estrictamente científico, el obtener esta información se requiere de un sinnúmero
término debería extenderse también al ambiente de la de esfuerzos en investigación y desarrollo, que no es po-
plantación. Es decir, si cultivamos un árbol en la misma sible conseguir en menos de 20-30 años de trabajo con-
región donde ocurre esa misma especie en forma natu- tínuo. Y la cuarta condición se refiere a la escala de pro-
ral, el ambiente en que se plantará será radicalmente di- ducción: los inversionistas requieren del desarrollo de
ferente al ambiente natural en el que evolucionó y se proyectos de cultivo de madera en pocos años y a esca-
adaptó esa misma especie. El suelo sufrirá modificacio- la relativamente grande. La disponibilidad de semilla
nes importantes (mecanización, fertilización, drenaje, mejorada o seleccionada para satisfacer este tipo de de-
encalado, otros), las condiciones de competencia por manda requiere de no menos de tres años de trabajo
luz, agua y nutrimentos son también muy diferentes a efectivo en mejoramiento genético (Murillo 2004b).
las del bosque natural (cientos de individuos de la mis-
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Especies maderables nativas podrían cultivarse en si- cual es un modelo ideal para el sistema cooperativo na-
tios con condiciones de marginalidad para las especies cional, principalmente cafetalero, con grandes posibili-
exóticas (acidez del suelo, excesiva humedad, excesiva dades e impacto social; (4) crear grupos de investiga-
duración del período seco). Además podrían cultivarse ción en inteligencia de mercados que busquen nichos
para el desarrollo de productos madereros de muy alta de productos de madera de alto valor -debe recordarse
calidad y valor (muebles, pisos, otros) que logren inser- que el mercado y el precio son quizás los elementos más
tarse en mercados muy selectos (análogo a la estrategia efectivos para estimular el cultivo de maderas-, y (5)
de exportación de Costa Rica basada en el nicho de continuar con el desarrollo de paquetes tecnológicos de
mercado de cafés finos), para los que se producirían ma- las especies nativas cebo, jaúl, pilón, amarillón (Termi-
deras "gourmet". Se restringe entonces al cultivo de ma- nalia amazonia) y botarrama (Vochysia ferruginea), prin-
deras semiduras o duras. Y también podrían cultivarse cipalmente en el desarrollo de productos madereros -es-
maderas blancas y suaves, cuya oportunidad radica en tas especies se plantan ya hoy día a escala comercial en
un mercado de tamaño significativo, como ocurre hoy el país y cuentan con programas de mejoramiento gené-
día con las tarimas, embalajes y plywood; ideales tam- tico que constituyen un fenómeno a nivel latinoameri-
bién para un mercado de producción de papel, por aho- cano de incorporación exitosa de especies nativas.
ra casi inexistente en nuestro medio. La especie cebo
(Vochysia guatemalensis) es un claro ejemplo de una es-
pecie con una posibilidad real de insertarse en este tipo
de nichos de mercado, compitiendo con la exótica me- Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
Badilla, Y., O. Murillo y G. Obando. "Reforestación con especies nativas en
lina (Gmelina arborea), desplazándola inclusive en sitios la zona norte del país", en Seminario Nacional sobre Especies Nativas. 3-5 de
con suelos ácidos. abril, 2002. INISEFOR, Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.
Camacho, Pablo. 1981. Informe general del proyecto de "Ensayos de adaptabi-
l cultivo de maderas en el país es ya una realidad. Se lidad y rendimiento de especies forestales en Costa Rica". Instituto Tecnológico
E basa mayoritariamente en el cultivo de teca casi ex-
clusivamente para exportación y le sigue el cultivo de
de Costa Rica/Ministerio de Agricultura y Ganadería. Costa Rica.
Butterfield, Rebeca y Mariano Espinoza. "Screening trial of 14 tropical
hardwoods with an emphasis on species native to Costa Rica: fourth year
melina, por ahora utilizada mayoritariamente para el results", en New Forests 9, 1995.
abastecimiento de mercados internos (tarimas, ply- Müller, Eva. 1993. Estado actual del conocimiento sobre especies forestales pa-
ra la reforestación en Costa Rica. Documento del proyecto COSEFOR-
wood, puertas, construcción, muebles, otros). La tasa MA/ITCR. Costa Rica.
anual de plantación se estima alcanza las 5 a 6.000 ha Murillo, Olman et al. "Perspectivas de la reforestación en las zonas altas de
(Murillo 2004b). Las posibilidades de expandir el culti- Costa Rica", en Biocenosis 15 (1-2), 2001.
vo de madera se basan en la posibilidad de: (1) desarro- Murillo, Olman. (2004a). "Hacia el cultivo de madera en Costa Rica", en
Congreso Suelos Forestales. Octubre 11-13, 2004. INISEFOR, Universidad
llar material genético y silvicultural para sitios con al- Nacional. Heredia.
gún grado de marginalidad para otras opciones del uso Murillo, Olman. (2004b). Establecimiento y manejo de Rodales y Huertos Se-
de la tierra (con un precio menor por la tierra); (2) de- milleros con el fin de fortalecer la capacidad nacional de producción de material
sarrollar sistemas de cultivo de madera que no impli- mejorado para la reforestación en Costa Rica. Consultoría. Fondo Nacional de
Financiamiento Forestal. Proyecto Ecomercados – Reforesta. San José, Costa Ri-
quen la compra de la tierra -consorcios industriales po- ca.
drían establecer alianzas con dueños de tierra para lo- Zobel, Bruce, Gerrir Van Wyk y Per Stahl. 1987. Growing Exotic Forests.
grar expandir cultivos de madera de alto rendimiento y John Wiley and Sons Inc. New York.
productividad-; (3) desarrollar sistemas agroforestales
basados en material genético de alto rendimiento, el
A LA VENTA
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bientalistas, sería falsa. También sería falsa la respuesta de establecer sistemas de monitoreo de las especies y
de que las especies exóticas son lo mejor, que probable- sistemas que puedan presentar mayor riesgo. Mayor ri-
mente satisfaría a los propietarios de grandes masas de gurosidad se requiere de ahora en adelante con las plan-
plantaciones monoespecíficas (Binggeli 2001). Mi res- tas aún no introducidas, así como la aplicación de mé-
puesta es que una plantación mal hecha es siempre ma- todos de manejo del riesgo. Entonces, en lugar de una
la y una plantación bien hecha es muy positiva, sea con discusión bizantina, entre sordos y ciegos, podremos
especies exóticas o especies nativas. Adicionalmente, avanzar en mejorar los aspectos económicos, sociales y
parte de mi respuesta, es documentar seria y científica- ambientales de las decisiones que estamos tomando.
mente toda afirmación, tanto sobre las bondades como
sobre las desventajas de plantaciones con exóticas y con Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
Binggeli, Pietro. "The human dimensions of invasive woody plants", en
nativas. Pienso que es tiempo de ir erradicando la emo- McNeely, J. A. (ed.). 2001. The great reshuffling - Human dimensions of in-
ción y el juicio de valor; hay que dar respaldo a los jui- vasive alien species. IUCN. Gland.
cios con evidencias no manipuladas. Además, es funda- Borel, Roland. 2005. Comunicación personal.
mental tener un control adecuado de las introducciones Bossard, Carla. 1997. An initial assessment of exotic and invasive plant species
in Sri Lanka’s flora and their impacts. Forestry and Environment Symposium.
de nuevas especies exóticas, así como de la introduc- Department of Forestry and Environmental Science. University of Sri Jayewar-
ción de las nativas en sistemas diferentes de aquellos en denpura. Sri Lanka.
que se dan en la naturaleza (Bossard 1997, Haysom y Diver, Steve. 1997. Use of Eucalyptus in Reforestation Projects. University of
Murphy 2003.) Arkansas. USA.
Haysom, K. A. y S. T. Murphy. 2003. The status of invasiveness of forest tree
Es necesario que en Costa Rica los centros académi- species outside their natural habitat: a global review and discussion paper. Fo-
cos desarrollen protocolos para determinar la invasivi- rest Health & Biosecurity Working Papers. CABI Bioscience. Forest Resources
dad de las especies exóticas así como para determinar Development Service Working Paper FBS/3E. Forest Resources Division FAO,
los impactos de las especies nativas plantadas en siste- Rome, Italy. Forestry Department.
mas diferentes a los naturales. Adicionalmente, se debe
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n árbol, nativo o exótico, es un árbol esté donde además de que se ha destruido el potencial forestal del
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das son exóticas. Además, se ha comprobado que algunas beneplácito del pueblo, pues son ampliamente cultiva-
plantas son más productivas en otras latitudes que en das en los jardines y reproducidas y vendidas en viveros
sus propios sitios de origen, como el cacao (Theobroma de plantas ornamentales. Entre éstas vale la pena des-
cacao) y la yuca (Manihot sp), nativas de América pero tacar algunos arbustos tan conocidos como la rosa (Ro-
altamente productivos en África; y el árbol de hule (He- sa sp), la veranera (Bougainvillea glabra) y el clavelón
vea brasiliensis), ampliamente cultivado en Indonesia. (Hibiscus rosasinensis), además de árboles como la caña-
El café (Coffea arabica), foráneo, ha sido ampliamente fístula (Senna fistula) y el orgullo de la india (Langers-
cultivado y con un gran rendimiento en muchos países troemia speciosa), que producen flores atractivas y de
americanos (León 1987). gran belleza, de color amarillo y morado respectivamen-
Aunque no hay una fecha exacta, el cultivo de árbo- te.
les foráneos en Costa Rica se remonta a mediados del La hierbas exóticas no podrían faltar, pues son im-
siglo diecinueve, con la introducción desde Guatemala portantes y abundantes, tales como la gloxinia (Gloxinia
del ciprés (Cupressus lusitanica) como ornamental, aun- sp) y la violeta (Saintpaulia sp) tan común en nuestras
que posteriormente ha sido más utilizado como rompe- casas. Las plantas medicinales tampoco faltan en la
vientos para proteger el ganado de leche. Debido a que gran mayoría de los hogares rurales, sobresaliendo el ro-
una gran parte de nuestros árboles nativos son de un mero (Rosmarinus officinalis) y la menta (Menta sp). De
crecimiento entre lento y moderadamente lento, desde igual manera, los frutales no solo han dado alimento a
hace varias décadas se ha incrementado el uso de árbo- los costarricenses sino que comunidades enteras se de-
les foráneos en monocultivos para la producción de ma- dican a su cultivo: entre ellos están todos los cítricos
dera, dentro de los que sobresalen actualmente la teca (Citrus sp), el banano (Musa sp), el mango (Mangifera
(Tectona grandis) y la melina (Gmelina arborea), ambos indica), etcétera. Algunos árboles hasta han sido utiliza-
traídos del continente asiático. Otras especies, como el dos como rompevientos y hoy día es utilizada incluso su
pino (Pinus caribaea) y diversos eucaliptos (Eucalyptus madera -por ejemplo el ciprés (Cupressus lusitanica).
sp), también han sido utilizadas con este propósito. Hoy Muchas de estas especies exóticas han sido traídas a
en día el cultivo de estas especies, en especial la teca y nuestro país desde los confines del planeta, la mayoría
la melina, ha producido industrias forestales de gran im- de zonas tropicales y subtropicales.
portancia en varias zonas del país. El principal riesgo que se corre al traer especies forá-
Sin embargo, el interés de los costarricenses por los neas es que sus semillas, sus plántulas y sus mismos ár-
árboles exóticos no se puede desligar del interés por una boles pueden ser atacados por patógenos nativos que no
gran cantidad de otras plantas, algunas de las cuales es existen en sus zonas de origen. En otros casos, si las es-
posible que fueran introducidas a nuestro país desde el pecies no pasan por cuarentenas adecuadas, quizá el
siglo trasanterior, pasando muchas de ellas a constituir peor riesgo es que contagien a nuestras especies nativas
fuente de trabajo para miles de costarricenses, como el con enfermedades que podrían causar un daño irreme-
café y el banano (Musa sp), que además han sido algu- diable. Algunas de estas especies foráneas han llegado y
nos de los principales productos de exportación de eventualmente podrían llegar a desplazar a nuestras es-
nuestro país. Las plantas ornamentales se han introdu- pecies nativas, que son de gran importancia por el papel
cido por docenas a Costa Rica, y muchas han sido del
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que juegan en el ecosistema, como copaia) y el algodón (Croton smit- cies -nativas o exóticas (una mez-
es el caso del manicillo (Arachis hianus), entre otras; lo que hace cla de las dos)- cuya floración es
sp), cuyo cultivo se ha excedido en falta es el interés de los reforesta- atractiva, como el brachichito
zonas verdes y jardines, con el ries- dores en utilizarlas. (Sterculia acerifolia), que produce
go adicional de que alberga insec- Entonces, si queremos poner una bella floración rojiza, o que os-
tos plaga y babosas que trasmiten en una balanza las ventajas y las tentan un follaje siempreverde, co-
enfermedades. También se ha ob- desventajas de la utilización de es- mo el almendro de montaña (An-
servado que luego de cosechar las pecies exóticas o foráneas compa- dira inermis) de bella floración mo-
plantaciones de melina (Gmelina rándolas con las nativas, no pode- rada, o el aceituno (Simarouba
arborea) los tocones producen re- mos tapar el sol con un dedo ni ob- glauca), que produce un brillante
brotes tan robustos y la cosecha de viar el hecho de que Costa Rica follaje. Son muchas las especies
semillas es tan prolífica que cada posee una prodigiosa biodiversidad importantes para embellecer nues-
semilla que cae al suelo germina y que nos daría dónde escoger para tras ciudades y nuestras casas; sin
muchos de los bosques secunda- diferentes propósitos entre todas embargo, por desconocimiento o
rios en la península de Osa y de la las plantas, desde las hierbas y ar- por irresponsabilidad no debemos
región Huetar Norte sufren una bustos hasta los bejucos, las pal- abusar de su uso como se ha hecho
"melinización" incontrolable. mas y los árboles. Pero no podemos con el laurel de la india (Ficus ben-
Según Luis Poveda (Com. olvidar que tanto las plantas nati- jamina), árbol que no debe ser
pers.), los fracasos en el uso de ár- vas como las exóticas producen plantado en nuestras ciudades
boles foráneos en nuestro país no gran cantidad de beneficios. Por pues sus raíces son tan fuertes que
son comunes; sin embargo, la im- esto es que, antes de usarlas, tene- dañan la infraestructura y las ca-
portación de semilla no certificada mos que valorar, primero, la utili- rreteras.
pudo dar al traste con las planta- zación que se le dará a la especie: Con todos estos antecedentes,
ciones de algunas especies. Se co- para plantación forestal, como como costarricenses y humanos no
noce, por ejemplo, el cultivo del rompevientos, como ornamental, podemos dejar pasar el hecho, tal
cadam (Anthocepalus cadamba), un como frutal, como alimento, como vez "romántico", de que las plantas
árbol asiático que se cultivó con el medicina, etcétera; segundo, el como seres vivientes son nuestras
objetivo de producir madera en la uso que tiene el suelo donde se hermanas, y son tantos los benefi-
zona de Turrialba y que creció ma- cultivará la especie, pues no es lo cios que nos han brindado silen-
ravillosamente los primeros ocho o mismo cortar bosque para hacer ciosa y desinteresadamente que lo
diez años, pero un hongo nativo una plantación, como se hizo hace mínimo que debemos hacer es se-
atacó la raíz y todos los árboles un par de décadas, que establecer guirlas cultivando y disfrutando de
murieron. También se conoce el ésta en un potrero; y, tercero, para sus bondades. Cultivar árboles u
fracaso de las plantaciones del ár- las exóticas, la posibilidad de que otras plantas nativas o foráneas en
bol africano Terminalia ivorensis, puedan causar algún problema o Costa Rica es importante, solo te-
que lamentablemente fueron enfermedad a nuestras especies nemos que tener claro el sitio don-
abandonadas y hoy quedan solo al- nativas. de se cultivarán y sobre todo el ob-
gunos representantes aislados en Por otro lado, lo queramos o no jetivo de su cultivo.
la región norte del país. y a pesar de que como mencioné
En los últimos años el cultivo preferiría el cultivo de plantas na-
de melina se ha incrementado en tivas, no podemos olvidar ni dejar Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
Barrantes, G. et al. 1999. Evaluación de los pla-
nuestro país y, pese a que en mu- pasar el hecho de que también to-
nes de manejo forestal autorizados en el periodo
chos casos el manejo silvicultural das las plantas exóticas producen 1997-1999 en la Península de Osa. Cumplimien-
de las plantaciones no ha sido el oxígeno, muchas producen belleza to de normas técnicas, ambientales e impacto sobre
mejor, con seguridad hoy éstas son como ornamental y alimento para el bosque natural. Documento elaborado para la
Fundación Cecropia. San José.
una fuente de empleo para mu- las aves, como el poró gigante
Jiménez, Q. 1999. Árboles maderables en peligro
chos costarricenses y, además, pro- (Erythrina poeppigiana); otras pro- de extinción en Costa Rica. Editorial Inbio. San
ducen madera que es utilizada pa- ducen fina y atractiva madera, co- José.
ra varios propósitos. La utilización mo la teca (Tectona grandis); otras Jiménez, Q. y L. Poveda. "Lista actualizada de
los árboles maderables de Costa Rica". Aportes
de ésta le resta ímpetu al saqueo alegran nuestros jardines y nues-
al Desarrollo Sostenible, 2, 1996. Universidad
de los árboles nativos de nuestros tras casas, como la hortensia (Hy- Nacional.
bosques. Sin embargo, la verdad es drangea sp), y otras nos sirven de León, J. 1987. Botánica de los cultivos tropicales.
que en nuestro país tenemos varias alimento, como el melón (Cucumis Instituto Interamericano de Cooperación para
la Agricultura. San José.
especies nativas de rápido creci- melo) y la naranja (Citrus sinensis).
miento que la podrían sustituir, ta- Nuestras ciudades y carreteras
les como el gallinazo (Schyzolobium deben embellecerse, pero esto de-
parahyba), la jacaranda (Jacaranda biera lograrse con aquellas espe-
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Especies nativas en
contraste con introducidas
ELADIO CHAVES
urante muchos años se han presentado polémicas posiblemente son tan fuertes que las especies que se en-
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Estos requisitos parecieran severos y es razonable pre- En Costa Rica, las plantaciones comerciales iniciaron
guntar cómo un árbol introducido puede ser capaz de de- en 1978: principalmente se plantó melina, teca, ciprés, pi-
sempeñarse mejor que las especies nativas. Sin embargo, no y algunos eucaliptos; entre las especies nativas que se
algunas especies exóticas prometedoras tienen un vigor y utilizaron estuvieron el laurel, el pochote y el jaúl. Este
una tasa de crecimiento extraordinarios. Una vez que se proceso no fue acompañado de un programa de investiga-
decida cuál es el producto final deseado en la plantación, ción que generara la información silvicultural necesaria
los requisitos climáticos y las tolerancias de las especies para evaluar el desarrollo de las diferentes especies. El uso
adecuadas para estos productos deberán ser compatibles de las especies nativas se dio más por intuición y porque
con las condiciones prevalecientes en el lugar de planta- las mismas regeneraban o se presentaban en forma fre-
ción. Las especies seleccionadas deberán ser capaces de cuente en esos sitios. Pero, una vez que se plantaron en ro-
desarrollarse y producir bien bajo las condiciones ambien- dales más densos, los factores limitantes, principalmente la
tales particulares del lugar. Los silvicultores generalmente fertilidad del suelo, afectó el desarrollo especialmente del
no se detienen mucho a pensar si la especie es introduci- laurel. El jaúl, por las características propias de la especie,
da o nativa, sino que deben poner mayor atención a que tuvo un buen desempeño en los sitios plantados; con el
ella cumpla con los objetivos para los cuales se establece la pochote, a pesar de que presentó un buen crecimiento en
plantación. El éxito de una plantación se determinará por la mayoría de los sitios, con un volumen comercial entre
el grado en que logre cumplir con los objetivos propuestos los 25 y 30 años, se encontró el problema de que produce
y ninguna decisión es de mayor importancia para este éxi- poco duramen, lo que hace a la madera poco atractiva co-
to que el escoger las especies adecuadas para un sitio de- mercialmente.
terminado. Las especies que se seleccionen no solo influi- De las especies introducidas algunos eucaliptos presen-
rán el tratamiento silvicultural y su administración sino taron problemas de crecimiento en suelos de baja fertili-
que también determinarán la utilización final de la cose- dad natural. De estas primeras plantaciones a escala co-
cha. mercial se tiene experiencias positivas y otras poco alenta-
La introducción de especies exóticas quizás esté conde- doras. La mayoría de las plantaciones ya se han comercia-
nada al fracaso si éstas no provienen de un ambiente simi- lizado antes de alcanzar el turno silvicultural, sobre todo
lar, y, por otro lado, podrían escaparse de las manos y na- por la escasez del suministro de productos forestales pro-
turalizarse, algo que la mayoría de las veces se considera venientes del bosque natural.
indeseable. Aun la especie exótica seleccionada con el ma- A partir de los años noventa, buscando alternativas en
yor cuidado necesita de ensayos para comprobar su adap- los sitos de vocación forestal, se estableció una serie de
tabilidad y desempeño en el sitio mientras la plantación se proyectos de investigación en los que se centró el interés
mantiene en pequeña escala. por el uso de especies nativas en la reforestación. Los es-
La invasión de especies es el proceso mediante el cual fuerzos de muchas instituciones dan como resultado el uso
unas cuantas especies se propagan dentro de un ecosiste- de nuevas especies para reforestar, como es el caso del ce-
ma, desplazando o eliminando la mayor parte o la totali- bo (Vochysia guatemalensis), del pilón, (Hieronyma achor-
dad de las que de forma natural habitan en éste. Este tipo neodes), del botarrama (Vochysia ferruginea), del amarillón
de afectación puede cambiar un hábitat entero, haciéndo- (Terminalia amazonia), etcétera. Varias circunstancias con-
lo inhabitable incluso para la comunidad natural original. vergieron para que se diera el clima aceptable para el uso
Esta situación se presenta más en las zonas subtropicales, más intensivo de estas especies en los proyectos de refores-
donde la vegetación no es tan agresiva, que en las zonas tación: resultados no satisfactorios con las especies intro-
tropicales. Sin embargo, no todas las especies exóticas se ducidas, experiencias positivas en cuanto a crecimiento y
convierten en invasoras, y no siempre todas las invasiones adaptación de las especies nativas, apertura de técnicos y
son producidas por especies exóticas o introducidas, sino profesionales y de la política del gobierno, surgimiento de
que algunas especies nativas también pueden convertirse organizaciones no gubernamentales con especial interés
en invasoras cuando se produce una alteración significati- en este tópico, presión de grupos ecologistas y sistematiza-
va dentro del ecosistema (Harrington y Ewel 1997). ción de información de experiencias.
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aun en programas de investigación. Afirmaciones tales esde el punto de vista ecológico, toda plantación
como que "las semillas de las especies nativas no se pue-
den germinar", que "las especies nativas de bosques tro-
D forestal, sea con especies nativas o exóticas, crea
un ambiente ecológicamente diferente comparado con
picales no pueden crecer en plantaciones a campo un bosque natural. Si bien es cierto el uso de especies
abierto" y que "la calidad de la madera de las especies exóticas en la reforestación comercial ha sido favoreci-
en plantación a campo abierto es mas baja" –entre do, hoy día existe suficiente información técnica y cien-
otros- siempre se utilizaron como argumentos que favo- tífica para considerar algunas especies nativas en los
recieron la utilización de especies exóticas. Consideran- programas de reforestación. Aunque la información dis-
do los cientos de especies que existen en los bosques ponible para las especies nativas puede considerarse
tropicales, es razonable pensar que no todas reúnen las aun preliminar, pues la investigación forestal es a muy
características deseadas para la reforestación; sin em- largo plazo, es recomendable que un determinado por-
bargo, las investigaciones en las últimas dos décadas pa- centaje de la plantación se realice con las especies nati-
recen aportar suficiente evidencia en contra de tales ar- vas de mayor potencial. Esta acción, acompañada de un
gumentos. programa de investigación, permitirá generar informa-
Ensayos realizados en las tierras bajas del Caribe de ción valiosa sobre el comportamiento de las especies
nuestro país han mostrado el potencial que las especies nativas en plantaciones extensivas y a más largo plazo.
nativas pueden tener en la reforestación comercial. De Por otro lado, cuando se trate de plantaciones foresta-
esta forma, Espinoza y Butterfield (1990) mostraron có- les no se trata de favorecer una especie porque sea na-
mo el pilón (Hieronyma oblonga), el botarrama (Vochy- tiva o exótica, sino que de lo que se trata es de favore-
sia ferruginea), el chancho o mayo (Vochysia guatemalen- cer la diversidad genética y favorecer las especies mejor
sis) y el cedro maría (Calophyllum brasilienses), entre adaptadas a las condiciones particulares de cada sitio.
otras, sobrepasaron por mucho la sobrevivencia y la ta-
sa de crecimiento de las especies exóticas y nativas uti-
lizadas en la reforestación comercial en ese momento.
Ensayos posteriores en la misma región confirmaron así Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
Cornelius, Jonathan. "Nativas versus exóticas: una distinción de impor-
las observaciones preliminares sobre el potencial de las tancia en la selección de especies?", en Revista Forestal Centroamericana
especies nativas en la reforestación (González y Fisher 10(3), 1994. Costa Rica.
1994, Butterfield y González 1996). Resultados simila- Espinoza, M. y R. Butterfield. "Adaptabilidad de 13 especies nativas ma-
res han sido reportados para otras especies y regiones derables bajo condiciones de plantación en las tierras bajas húmedas del
Atlántico, Costa Rica", en Salazar, Rodolfo, 1990. Manejo y aprovecha-
del país, como es el excelente crecimiento de roble co- miento de plantaciones forestales con especies de uso múltiple: Actas Reunión
ral (Terminalia amazonia) en la zona sur de Costa Rica. IUFRO, Guatemala, Abril 1999. Costa Rica.
Paralelamente a los ensayos de adaptabilidad y cre- González, E. y R. Butterfield. "Adaptabilidad de diferentes especies fores-
cimiento se realizaron estudios en colección y manejo tales en pastizales degradados en las tierras bajas del Atlántico de Costa
Rica", en Revista Forestal Centroamericana 16(5), 1996. Costa Rica.
de semillas, sistemas de producción en vivero, manejo González, E. y R. F. Fisher. "Growth of native forest species planted on
de plantaciones e incluso ensayos de progenie. La infor- abandoned pasture land in Costa Rica", en Forest Ecology and Manage-
mación generada y ya disponible, aunque para un pe- ment 70, 1994, Elsiever Science B.V. The Netherlands.
queño grupo de especies nativas, ha dejado en el pasa-
do algunos mitos sobre las especies nativas y mostrado
que éstas tienen alto potencial y merecen ser conside-
radas en la reforestación comercial. Los estudios dispo-
nibles también han aportado evidencia para creer que,
aunque existen muchas especies nativas comerciales en
nuestros bosques, algunas tendrán que ser objeto de es-
tudios más detallados. Ejemplo concreto ha sido el vai-
nillo (Stryphnodendron microstachyum) que, aunque se
mostró como una especie con alto potencial por su so-
brevivencia y crecimiento, todas las plantaciones mu-
rieron después del tercer o cuarto año. Para otras espe-
cies, aunque con alto valor comercial hoy día, existen
serias limitaciones en la producción y germinación de
semillas (por ejemplo, el olla de mono –Lecythis ampla-
y el guácimo blanco –Goethalsia meiantha-), lo que ha-
ce pensar en la necesidad de una estrategias diferente
para la reforestación comercial con estas y otras espe-
cies.
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ace treinta años en Costa Rica nadie había oído Migraciones, introducción de plantas y animales, nue-
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van en poco tiempo y se pierden, y al erosionarse los tación; el sector promueve empresas transnacionales
problemas se trasladan a grandes distancias, llegando que vienen en busca de mano de obra barata y exencio-
incluso a provocar la muerte de arrecifes de coral por nes de impuestos (la melina es un ejemplo: fue introdu-
exceso de sedimentos y sustancias químicas. Y no im- cida por Ston Forestal para producir pulpa de papel y,
porta si son plantaciones de especies exóticas o nativas. después que la empresa se fue del país, miles de hectá-
El problema no radica tanto en las especies como en la reas de plantaciones quedaron a la deriva, abandonadas
biodiversidad y la permanencia de los nuevos ecosiste- o produciendo con bajos rendimientos madera de baja
mas. calidad para tarimas -en el mejor de los casos).
Además, el sector maderero industrial trasciende los
rente a esta realidad, algunos ecologistas propone- procesos de industrialización y comercialización de la
F mos adoptar el método de reforestación denomina-
do restauración ecologista del bosque tropical (Baltodano
madera. Su red de influencias se extiende a otros secto-
res, como por ejemplo el académico. En las dos univer-
2004: 18-20), que consiste en propiciar la regeneración sidades estatales donde se imparte la carrera de ingenie-
natural del bosque, asistiéndola con la siembra esporá- ría forestal (Universidad Nacional e Instituto Tecnoló-
dica, dispersa y diversa, de árboles de la mayor cantidad gico de Costa Rica) prevalece la línea de pensamiento
de especies (nativas y exóticas), respetando la ecología maderera sobre la ecológica, e igualmente ocurre en el
de los bosques tropicales. Esta práctica ha sido desarro- Catie. Y es que las plantaciones extensivas de pocas es-
llada durante años, a distintas escalas y de diferentes pecies, además de promover tecnologías importadas y
maneras, a lo largo y ancho del país; incluso en la zona ajenas a nuestro medio, son piezas de un modelo econó-
norte existe una experiencia que ha sido ampliamente mico global basado en el consumismo compulsivo, don-
documentada (Quirós 2002: 124-128). En el Saíno de de se considera exitoso y competitivo a quien es capaz
Pital de San Carlos, veinte años atrás, Félix Díaz Rive- de producir más dinero.
ra y su familia decidieron emprender un sueño y consi- Por eso encontramos siempre a los mismos persona-
guieron transformar su parcela de nueve hectáreas de jes definiendo políticas en la Cámara Costarricense Fo-
piña en un bosque, experiencia tica que ya le ha dado la restal, dando clases en las facultades de ingeniería fores-
vuelta al mundo (Coecoceiba AT 2003). tal, repartiéndose consultorías en las juntas directivas
La restauración ecologista y la regeneración natural de Fonafifo (Fondo Nacional de Financiamiento Fores-
son dos formas dignas y honrosas de reforestación tropi- tal) y de la Oficina Nacional Forestal (ambas depen-
cal. Por reforestación entendemos la recuperación o dencias del Ministerio del Ambiente pero integradas
restauración de la foresta o bosque tropical, con toda su por una mayoría de representantes del sector madere-
dinámica y complejidad ecológica. Desde el punto de ro), respaldados por el ejército de regentes forestales
vista de la ecología tropical las plantaciones no son bos- con fe pública del Colegio de Ingenieros Agrónomos.
ques, por lo tanto no son reforestación. Simplemente Por eso, por ejemplo, para acceder a los pagos de servi-
son cultivos industriales extensivos, como el banano y cios ambientales para reforestación con especies nativas
la palma africana. en Osa, un requisito es sembrar únicamente arbolitos
Sin embargo, el sector industrial maderero costarri- de los viveros de Hojancha (Guanacaste) o del Catie
cense rechaza la restauración y la regeneración natural (Turrialba). Y por eso Fonafifo fomenta la "reforesta-
y ha impuesto, bajo el nombre de reforestación, las ción" a través de pagos de servicios ambientales para
plantaciones extensivas de pocas especies. Con esto no "manejo de rebrotes de melina".
solo pecan por engaño, sino que niegan la posibilidad de Mientras el sector maderero industrial siga manejan-
desarrollar una cultura forestal propia, respetuosa de la do las políticas de reforestación en Costa Rica, propues-
ecología, que sea fuente de bienestar y calidad de vida tas innovadoras -socialmente equitativas y ecológica-
para los costarricenses. La prueba la encontramos en las mente viables-, como la de la restauración ecologista
zonas con menores índices de desarrollo humano, que del bosque tropical, tendrán que enfrentarse a grandes
son irónicamente las zonas con más bosques, riqueza y obstáculos.
diversidad ecológica. Y es que quien ha dominado la po- Por nuestra parte, seguiremos insistiendo, pues cree-
lítica forestal de Costa Rica es precisamente el sector mos que la única reforestación posible, responsable y
industrial maderero, cuyo único interés ha sido produ- comprometida con el futuro de Costa Rica es aquella
cir la mayor cantidad de madera y dinero en el menor que sirva para producir madera pero también para pre-
tiempo posible, dejando de lado la ecología y el desarro- servar los suelos, los mantos acuíferos, las riberas de los
llo de las comunidades. ríos, los ecosistemas y la biodiversidad. Y que tenga lu-
¿Es posible revertir esta situación? Es muy difícil, gar para todas las especies, nativas y exóticas.
pues el sector maderero industrial defiende poderosa- Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
mente su derecho a dirigir las políticas de reforestación Baltodano, Javier. "Restauración ecologista del bosque tropical", en Ambien-
tico 129, 2004.
a su conveniencia: las plantaciones extensivas de pocas Coecoceiba AT. 2003. La restauración ecologista del bosque tropical. Imprenta
especies se han convertido en un medio para cobrar in- Iberia. San José.
Quirós, J., V. Meza y F. Mora. 2002. Taller seminario especies forestales nativas.
centivos o pagos de servicios ambientales para refores- Memoria / Inisefor.
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uando se debe decidir sobre el uso de las especies quinatum), 5.600 ha de eucalipto (Eucalyptus deglupta),
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(Cordia alliodora) y jaúl (Alnus acuminata). Al igual que la plantación, se consideran las características del sitio,
en el período anterior, en éste hubo aciertos y desacier- las necesidades ecológicas de las especies y los mercados
tos, pero de alguna manera se empezó a corregir los y usos de las especies, siempre considerando que el fac-
errores de los años anteriores. Se tuvo mayor cuidado tor económico tiene el mayor peso en la decisión por
en la selección de los sitios a plantar y una mejor técni- unas u otras especies. Es importante hacer notar que a
ca en la selección del material vegetativo a propagar, partir del año 2003 se aceptan proyectos con las espe-
pero se dió una deficiencia generalizada en el manejo de cies forestales vedadas según diferentes decretos por
las plantaciones que ha incidido en la calidad de la ma- considerarlas en vías de extinción, pero lamentable-
dera y, consecuentemente, en el precio que se obtiene mente el área solicitada bajo esta opción es muy baja.
en el mercado de ella. Para este período de los caf las re- También a partir de 2005 se ha considerado como una
gulaciones establecidas limitaban hasta en un 10 por opción de reforestación la regeneración natural siempre
ciento del área total de los proyectos el uso de especies y cuando el sitio cumpla con una cantidad mínima de
"nuevas", de las que aún no había plantaciones en el brinzales y/o latizales de valor comercial que garanticen
país. Esto con el fin de ir generando a nivel nacional la que se establezca una masa forestal de valor.
información para decidir posteriormente sobre la propa- Finalmente, podríamos decir que en nuestro país
gación y conocer el comportamiento local de esas espe- tanto las especies exóticas como las nativas han genera-
cies, fueran nativas o exóticas. do buenas y malas experiencias, y las decisiones para
En el período 1986-1995 también se estableció una usar unas u otras depende de las condiciones del sitio,
modalidad de incentivo que básicamente permitía obte- del desarrollo tecnológico, de los recursos disponibles,
ner la protección de las fincas contra precaristas y la ad- del tiempo que el reforestador esté dispuesto a esperar
quisición de bienes exonerados de impuestos necesarios por el retorno de su inversión y del conocimiento mis-
para establecer las plantaciones. Esta modalidad cono- mo acumulado de las diferentes especies que minimice
cida como reforestación con recursos propios atrajo el la incertidumbre que siempre ronda en una actividad de
interés de empresas que invirtieron de manera impor- tan largo plazo como es la reforestación.
tante en plantaciones de teca y melina, sobresaliendo
empresas como Flora y Fauna S. A, ubicada en la zona
norte del país, que estableció unas 2.000 ha de teca y
cerca de 75 ha de nativas; Bosques de Puerto Carrillo,
hoy conocida como Panamerican Wood, que también
plantó unas 3.000 ha con teca; Precious Woods Ltd.,
con unas 2.543 ha de teca, 970 ha de pochote y 260 ha
de otras nativas -ubicadas estas tres empresas en Gua-
nacaste-; Ston Forestal, que plantó cerca de 15.000 ha
de melina en la zona sur del país; Ecodirecta con 900 ha
de teca y nativas y Barca S.A. con 600 ha de teca.
Luego del período de los caf hay una nueva genera-
ción de estímulos para los reforestadotes: el pago por ser-
vicios ambientales, establecido en la Ley forestal vigente
(Nº 7575), la cual reconoce que las plantaciones: (a)
mitigan gases efecto de invernadero, (b) protegen
aguas, (c) mejoran el paisaje y (d) protegen la biodiver-
sidad al producir madera que si no sería extraída de los
bosque naturales. En esta etapa se ha continuado plan-
tando melina y teca, que en conjunto abarcan alrededor
de 12.000 ha en los años 1997 al 2004, de estas un 75
por ciento aproximadamente corresponde a la primera
especie. Pero actualmente hay un interés por el uso de
especies nativas, entre ellas: almendro (Dipteryx pana-
mensis), botarrama (Vochysia ferruginea), cebo (Vochysia
guatemalensis), pilón (Hyeronima alchorneoides), amari-
llón (Terminalia oblonga), cedro maría (Calophyllum bra-
siliense); de éstas y otras en los últimos ocho años en
conjunto se ha plantado cerca de 12.500 ha.
En este período de los psa ya no existen restricciones
respecto del uso de las especies, siendo una decisión
compartida entre el o la propietario/a y su asistente téc-
nico o regente, para lo cual, atendiendo el objetivo de
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ace más de dos décadas el gobierno costarricen- nanciero es un buen marco de referencia (Klemperer
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dio y a la presencia de pestes y enfermedades. Sin ca o nativa, debe de existir una adecuada relación pre-
embargo, el término nativo es poco explícito, porque cio-patrón de crecimiento para que el cultivo de ella
que una especie sea nativa de Costa Rica no significa pueda asegurar un retorno de la inversión considerando
que podrá desarrollarse exitosamente en cualquier los costos de todos los capitales invertidos(dinero,tierra,
parte del país; entonces, el término debería de estar más maquinaria, mano de obra, know-how, etcétera).
ligado a la distribución natural que a un espacio políti-
co. En todo caso, la variación genética de las especies as plantaciones forestales, como sistema silvicultural
respecto de procedencias y variedades también debiera
de ser un factor de consideración; por ejemplo, la
L intensivo, tienen un flujo de caja que por lo general
contempla una inversión inicial fuerte, correspondiente
especie Cordia alliodora, de amplia distribución en a la reforestación, y posteriormente se debe de asumir
Centroamérica y Suramérica, ha desarrollado fenotipos una serie de costos anuales destinados a cubrir las acti-
(variedades) y adaptaciones (procedencias) genética- vidades de mantenimiento y algunos tratamientos silvi-
mente diferentes debido a los accidentes geográficos culturales para llegar a producir madera de calidad. A
donde se han desarrollado poblaciones aisladas. Es así muchos productores la falta de liquidez les imposibilita,
que podemos estar utilizando una especie que ocurre en pues, dedicar parte de sus tierras al cultivo forestal, pe-
el país (nativa), pero utilizando una procedencia o var- ro ese problema puede solventarse utilizando sistemas
iedad diferente como si se tratara de una especie exóti- de producción forestal ajustados a los tipos de produc-
ca. Por otro lado, muchas especies exóticas han proba- tores. Sistemas atractivos para pequeños productores
do tener buenos resultados en Costa Rica, como son el agroforestal y el silvopastoril, en los que el culti-
Gmelina arborea, Tectona grandis y algunas especies de vo principal puede absorber los costos de mantenimien-
eucalipto y pino. Sin embargo, malas experiencias con to del cultivo forestal y éste ayudar a la capitalización de
especies nativas y exóticas han tenido que ver con la las fincas.
falta de cuidado a la hora de empatar la especie con el Como con cualquier producto, la rentabilidad de la
sitio: por ejemplo, omitiendo detectar un nutriente producción de madera también está condicionada por
crítico o ausencia de micorhyzas necesarias para el la existencia de un mercado atractivo, estable y crecien-
desarrollo. Una vez que hemos definido un producto te. Se calcula que en el mercado tico de madera habrá,
forestal, se puede decir que cuando una especie nativa en 2010, un déficit de más de 850.000 m3 (Arce y Ba-
cumple con los objetivos del cultivo (producto) y de rrantes 2004). Por otro lado, Costa Rica tiene condicio-
adaptación al sitio, vale la pena considerarla como una nes especiales para producir maderas tropicales semidu-
buena alternativa (Evans 1992). ras que le dan ventajas comparativas naturales, porque
En general, el mercado de la madera está aún se ubica dentro de los rangos de distribución de made-
restringido a ciertas especies; sin embargo, en los últi- ras nativas de alto valor comercial como la caoba, el ce-
mos años, a raíz de la carencia de madera, muchos dro amargo y el cocobolo, que pueden crecer con buen
árboles considerados no comerciales han pasado a ser ritmo, además de que existen condiciones favorables
comerciales, como el poró, el ceibo, el jobo y el guáci- para el transporte gracias a la cortedad de las distancias
mo colorado; y muchos otros han pasado del estatus de entre los sitios de cosecha, las industrias y los puertos.
maderas blancas o formaleta al de maderas semiduras, Hay una necesidad nacional de fortalecer el sector
como el fruta dorada, el jaúl y el espavel. Además, de producción de madera cultivada, que tiene la res-
muchas especies nativas no son tan conocidas interna- ponsabilidad de satisfacer una creciente demanda de
cionalmente y no cuentan con un mercado en el corto madera de alta calidad y que, además, cuenta con el po-
plazo; aunque eso no significa que no se pueda llegar a tencial para ser competitivo nacional e internacional-
su comercialización a gran escala. De hecho, la empre- mente, pero para esto se requiere un marco legal e ins-
sa Portico realiza grandes exportaciones de un producto titucional claro, sin el no puede desarrollarse una acti-
acabado procedente de la especie nativa Carapa guia- vidad comercial competitiva y creciente. Asimismo, por
nensis, caobilla, aunque eso ha supuesto un esfuerzo la naturaleza de la actividad debe de promoverse meca-
considerable de mercadeo para posicionar tal especie nismos financieros innovadores que solventen las nece-
como un tipo selecto de caoba. sidades de capital de inversión y producción, para lo
Por otra parte, se ha comprobado que la velocidad cual tiene que haber una política clara que promueva la
de crecimiento de la especie no debería de ser tan creación de fondos de inversión forestal en el sistema
determinante para la rentabilidad del cultivo. Navarro bancario nacional y que éste termine por reconocer el
(2004) demuestra que inversiones forestales con laurel árbol como garantía prendaria que le permita un rol im-
y teca, dos maderas semiduras de medio crecimiento, portante en tanto activo que apoye al inversionista al fi-
una nativa y una exótica, con precios de madera en pie nanciamiento de otras actividades productivas. Al igual
de entre $80/m3 y $110/m3, con rotaciones de 22 y 24 que en otros países desarrollados, debiéramos de reco-
años, son 12 y 48 veces más rentables –respectiva- nocer como parte del portafolio de inversiones de fon-
mente- que la melina, de rápido crecimiento y con pre- dos estratégicos de captación (como, p. e., los de pen-
cios de $50/m3 y con rotaciones de solo 11 años. Por lo siones) la compra y el establecimiento de plantaciones
tanto, independientemente de que la especie sea exóti- forestales de especies de alto valor comercial, ya que se
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ajustan a las condiciones de una actividad de largo tucionales como los seguros de cosecha, las subastas de
plazo, tienen un premium de riesgo bajo y cuentan con madera, la ayuda para la creación de empresas proce-
un retorno muy aceptable. sadoras y comercializadoras orientadas por el mercado y
Otra necesidad de los productores forestales es la de el tipo de producto. Todo esto dentro de un marco insti-
gozar de liquidez adelantada de los ingresos netos de la tucional coherente y desregularizado que promueva el
cosecha final, para lo que se debe de fomentar un mer- cultivo de maderas y con el apoyo de un sistema de ver-
cado de madera inmadura y fortalecer el mercado de ificación forestal que desincentive la tala y la comer-
servicios ambientales orientándolo a que los pagos por cialización ilegal del recurso forestal proveniente de la
éstos se den en los años en que se han brindado a la destrucción de bosques naturales.
sociedad. Por otro lado, se requiere otros apoyos insti-
Referencias
Referencias bibliográficas
bibliográficas
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4.000
22 Junio 2005
Creado el Refugio Nacional de
Vida Silvestre Maquenque
l 13 de junio de 2005, el ministro de Ambiente y el pre- cursos y estableció los límites preliminares del propuesto Par-
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