Prehistoria III
Prehistoria III
Prehistoria III
Es destacable que en los niveles neolíticos exista una ausencia total de la típica cerámica
cardial (cerámica considerada rasgo definitorio del Neolítico Levantino), por lo que tal
vez en los inicios del Neolítico esta no fuera significativa en este asentamiento cediendo
el protagonismo a la acanalada, la más abundantemente registrada en sus dos fases
neolíticas. (Olaira et al., p.141). Una evidencia del carácter mixto de la cultura de Fosca
son sus restos líticos, ya que dos de sus niveles (tanto el mesolítico o Fosca III, como el
neolítico más antiguo o Fosca II) constituyen un conjunto homogéneo de, sobre todo,
muescas y denticulados. Así, aunque en los niveles neolíticos podemos observar la
evolución de la cerámica, no sucede lo mismo con la industria lítica, por lo que se puede
considerar que Fosca II representa el momento de transición entre el epipaleolítico final
de Fosca III y el mayor desarrollo de la cultura neolítica de Fosca I.
El conjunto de restos hallados sugiere que comenzó a ser habitada en un periodo avanzado
del Neolítico, por lo que, en contraste con el resto de los yacimientos aquí expuestos,
estuvo habitado relativamente poco tiempo. Los materiales hallados son típicamente
neolíticos: mucha cerámica, numerosa industria lítica y ósea y abundantes objetos de
adorno personal (Asquerino, p.71).
Destaca una cerámica cardial de gran calidad, especialmente en los niveles iniciales,
mientras que a medida que se avanza en el tiempo va predominando la cerámica sin
decorar, probablemente debido al imponerse el uso práctico de la misma. En la industria
lítica destaca la producción de piezas de tamaño pequeño a partir de láminas; y la industria
ósea, aunque es abundante, es poco variada, destacando punzones, espátulas o cucharas.
Los objetos de adorno están realizados sobre distintos materiales como huesos, conchas
o piedras
La Cova de les Cendres, por su parte, ofrece una serie completa que se extiende desde los
primeros momentos del Neolítico hasta los inicios de la Edad del Bronce, y sería ocupada
durante aproximadamente 25.000 años. El yacimiento se emplaza en una cavidad abierta
en la Punta de Moraira, término municipal de Teulada-Moraira (Alicante). El potencial
económico del territorio de Cendres era muy elevado pues su proximidad a la línea costera
permitió a los grupos humanos explotar los recursos marítimos, además de que el
territorio más próximo estaba dominado por un marjal extenso que podía aprovecharse
tanto para pastos o caza. Una zona, llana en definitiva, con amplios recursos fluviales que
también estuvo con seguridad dedicada en parte al cultivo. (J. Bernabeu et.al. p.26).
Por lo que respecta a los útiles líticos destacan los raspadores, buriles o laminitas, siendo
de gran importancia las cerámicas halladas para el estudio del neolítico valenciano, pues
aproximadamente un 50% son muestra de la técnica decorativa propia del primer periodo
Neolítico de la zona mediterránea (VI-V milenio): hablamos de la cerámica cardial (Fig.5)
(J. Bernabeu et.al. p.215).
Por último, tenemos La Cova de l’Or, que domina el valle del rio Serpis y se encuentra
abierta a la ladera meridional de la Sierra del Benicadell, en el término municipal de la
Sierra de Beniarrés. Está formada por una gran sala alargada y gracias a su localización
y excelente luz natural presenta una condición de habitabilidad óptima (Martí, p.67). Al
igual que la Cova de la Sarsa, el hecho de estar situada en un valle le confiere una
situación de proximidad a la cuenca hidrográfica del Serpis, asegurándose con ello, como
ya hemos ido viendo en los otros asentamientos, no solo los recursos hídricos, sino
también los alimentarios que siempre los acompañan. Esta facilidad de acceso al agua,
junto a las propias del relieve convertían los terrenos próximos al hábitat en un excelente
territorio agrícola.
En cuanto a la industria lítica destacan las hojitas retocadas, especialmente las que tienen
forma de hoz, y las puntas de flecha. La industria ósea es muy variada: punzones, agujas,
y diversos objetos de adorno personal (Martí, p.68) (Fig.7). Los restos encontrados en el
yacimiento apuntan al consumo de trigos cultivados junto a la existencia de una ganadería
compleja y diversificada constituida fundamentalmente por ovejas, cabras, vacas y cerdos
(Gil-Mascarell et al., p.20).
Figura 2. Restos cerámicos pertenecientes a Fosca I. Se aprecia la
riqueza decorativa gracias al empleo de múltiples técnicas: decoración Figura 3. Conglomerado de huesos asociados a los
acanalada, con puntillados, con impresiones y con incisiones. enterramientos de la Cova de la Sarsa. También se observan
restos de cerámica cardial correspondientes al ajuar.
Figura 6. Selección de vasos decorados de la Cova de l’Or Figura 7. Cucharas de hueso de la Cova de l´Or
BIBLIOGRAFÍA:
- Figura 7 http://www.dival.es/es/sala-prensa/content/el-museu-de-prehistoria-de-
valencia-colabora-con-el-museo-arqueologico-nacional-con-motivo-d